B. Información técnica esencial vigente: resumen de orientación

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Mejora de la respuesta a la variante ómicron del
   SARS-CoV-2: resumen técnico y acciones prioritarias
   para los Estados Miembros
   Organización Mundial de la Salud: Sede, Ginebra (Suiza)
   Actualización n.º 6: 21 de enero de 2022 (actualizado a partir de la versión anterior, de 7 de enero de
   2022)

A. Contexto
  El 26 de noviembre de 2021, sobre la base de la orientación proporcionada por el Grupo Asesor Técnico de la OMS
  sobre la evolución del virus, la OMS clasificó la variante B.1.1.529 como variante preocupante y le dio el nombre de
  «ómicron» (1). La variante ómicron es altamente divergente, dado que presenta entre 26 y 32 mutaciones en la
  proteína espicular, algunas de las cuales están asociadas con propiedades que les permiten eludir la respuesta
  humoral del sistema inmunitario o bien aumentar la transmisibilidad. La variante ómicron comprende cuatro linajes:
  B.1.1.529, BA.1, BA.2 y BA.3.

B. Información técnica esencial vigente: resumen de orientación

B.1. Evaluación de riesgos a escala mundial
  La amenaza que plantea la variante ómicron depende, a grandes rasgos, de cuatro factores: i) la transmisibilidad de
  la variante; ii) la protección que ofrecen las vacunas y los anticuerpos generados por infecciones previas por SARS-
  CoV-2 frente a la transmisión, los cuadros sintomáticos y la muerte; iii) la virulencia de esta variante en comparación
  con las demás; y iv) el modo en que los grupos de población comprenden estas dinámicas, perciben el riesgo y
  cumplen con las medidas de control, incluidas las medidas sociales y de salud pública.

  Sobre la base de la evidencia actualmente disponible, el riesgo general relacionado con la variante ómicron sigue
  siendo muy alto. La variante ómicron tiene una ventaja considerable respecto a la variante delta en cuanto a la tasa
  de propagación, lo que lleva a una rápida transmisión comunitaria y a unos niveles de incidencia más elevados que
  los observados hasta ahora en esta pandemia. Aunque el riesgo de enfermedad grave y muerte tras la infección es
  menor que en las variantes anteriores de SARS-CoV-2, los elevados niveles de transmisión han dado lugar a un
  aumento considerable de las hospitalizaciones, lo que sigue imponiendo una demanda abrumadora a los sistemas
  de atención de salud en la mayoría de los países y puede dar lugar a una morbilidad importante, sobre todo en las
  poblaciones vulnerables.

B.2. Resumen de la evidencia actualmente disponible
  En esta sección se ofrece un resumen de la mejor evidencia actualmente disponible (a 20 de enero de 2022) sobre
  el posible impacto de la variante ómicron. En la sección C se proporciona información más detallada al respecto.

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Impacto en la epidemiología
• A 20 de enero de 2022, la variante ómicron ha sido detectada en 171 países de las seis regiones de la OMS.
• La variante ómicron tiene una ventaja considerable respecto a la variante delta en cuanto a la tasa de
  propagación, por lo que la está sustituyendo rápidamente en todo el mundo. La evidencia actualmente disponible
  apunta a que la capacidad de eludir la respuesta del sistema inmunitario contribuye a la rápida propagación de la
  variante ómicron, aunque hacen falta más investigaciones para comprender mejor la contribución relativa de esta
  capacidad de elusión y del aumento de la transmisibilidad intrínseca a la hora de explicar la dinámica de
  transmisión. Si bien el linaje BA.1 ha sido dominante hasta ahora, las tendencias más recientes observadas en la
  India, Sudáfrica, el Reino Unido y Dinamarca indican que la proporción correspondiente al linaje BA.2 está
  aumentando. Se están llevando a cabo investigaciones sobre aspectos que siguen sin estar claros, como los
  factores que impulsan la transmisión y otras propiedades del linaje BA.2.
• Cada vez se dispone de más datos sobre la gravedad clínica de los pacientes infectados por la variante ómicron.
  Las tendencias epidemiológicas siguen mostrando una disociación entre los casos incidentes, los ingresos
  hospitalarios y las muertes, en comparación con las olas epidémicas causadas por variantes anteriores. Es
  probable que esto se deba en parte a la menor gravedad intrínseca de la variante ómicron, como apuntan varios
  estudios realizados en diferentes entornos, y en parte a que la vacuna conserva más eficacia frente a la
  enfermedad grave que frente a la infección. No obstante, en la mayoría de los países se están registrando altos
  niveles de ingresos hospitalarios y en la UCI, debido a que los niveles de transmisión son más altos que nunca
  antes durante la pandemia. Por otro lado, se necesitan más datos para comprender mejor la conexión que existe
  entre los marcadores clínicos de gravedad —como el uso de oxígeno, la ventilación mecánica y el número de
  muertes— y la variante ómicron. Esto es especialmente importante si se tiene en cuenta que los datos actuales
  sobre gravedad y número de hospitalizaciones proceden en gran medida de países con altos niveles de inmunidad
  de la población, y que sigue siendo incierto cuál será la gravedad de la variante ómicron en poblaciones con menor
  cobertura vacunal y menor exposición previa a otras variantes.

   Impacto en los medios y pruebas de diagnóstico
• La precisión diagnóstica de las pruebas más usadas, a saber, las pruebas mediante PCR y las pruebas de
  diagnóstico rápido basadas en la detección de antígenos que la OMS ha incluido en la lista de uso en emergencias
  (EUL), no parece verse muy afectada por la variante ómicron; se están llevando a cabo estudios sobre la
  sensibilidad comparativa de las pruebas de diagnóstico rápido.
• La mayoría de las secuencias de la variante ómicron que se han notificado incluyen una deleción en el gen S, lo
  que puede provocar una falla de la diana del gen S (SGTF, por su sigla en inglés) en algunas pruebas mediante
  PCR. Ahora bien, una minoría creciente de las secuencias compartidas públicamente (que incluye todas las
  secuencias del sublinaje BA.2) carecen de esta deleción, por lo que usar la SGTF como marcador indirecto para
  detectar la variante ómicron pasará por alto los linajes de esta variante que carecen de esa deleción.

   Impacto en la inmunidad (después de infección o vacunación)
• La evidencia actual muestra de forma consistente una reducción de la capacidad de neutralizar títulos contra la
  variante ómicron en las personas que han recibido el esquema de vacunación primario o en quienes han tenido
  previamente una infección por SARS-CoV-2. Además, se ha notificado un aumento del riesgo de reinfección en
  Sudáfrica, el Reino Unido, Dinamarca e Israel.
• Cada vez se dispone de más evidencia sobre la eficacia de la vacuna frente a la variante ómicron, con datos obtenidos
  a partir de 15 estudios observacionales realizados en cinco países (Reino Unido, Dinamarca, Canadá, Sudáfrica y
  Estados Unidos de América) que evalúan cuatro vacunas (vacunas de ARN mensajero, Ad26.COV2.S y AstraZeneca-
  Vaxzevria). Los datos preliminares disponibles deben interpretarse con cautela ya que los diseños pueden estar
  sujetos a sesgos de selección y los resultados se basan en números relativamente pequeños. Los primeros datos
  apuntan a que la eficacia de las vacunas estudiadas se reduce considerablemente cuando se trata de la enfermedad
  sintomática y por la variante ómicron en comparación con la variante delta, y que las dosis de recuerdo con vacunas
  homólogas y heterólogas aumentan la eficacia de la vacuna. A pesar de ello, el periodo de seguimiento tras las dosis
  de recuerdo es corto en la mayoría de los estudios, y hay evidencia que indica que la eficacia vacunal disminuye en

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los meses posteriores a las dosis de recuerdo. Las estimaciones relativas a la eficacia de la vacunas frente a
   resultados graves, normalmente definidos como hospitalización, son menores para la variante ómicron que para la
   variante delta, aunque en la mayoría de los casos siguen siendo superiores al 50% después del esquema primario
   de vacunación y mejoran hasta superar el 80% con una dosis de recuerdo. Se necesitan más datos para evaluar estos
   resultados preliminares en relación con todos los estudios, plataformas de vacunas y regímenes de dosificación. No
   hay datos sobre la eficacia de varias vacunas, en particular las inactivadas.

   Impacto en el tropismo del huésped, la capacidad replicativa del virus y su patogenicidad
• La evidencia preliminar apunta a un posible cambio en el tropismo de la variante ómicron hacia las vías
  respiratorias superiores, en comparación con la variante delta y las de tipo salvaje, cuyo tropismo es hacia las vías
  respiratorias inferiores. También se ha obtenido evidencia de una menor patogenicidad en estudios basados en
  el modelo del hámster sirio (M. auratus), aunque es preciso confirmar estos resultados mediante pruebas
  sometidas a revisión externa y de estudios más amplios.

   Impacto en las opciones terapéuticas y los tratamientos
• Se espera que las intervenciones terapéuticas orientadas a las respuestas del huésped (como los corticosteroides
  y los antagonistas de los receptores de interleucina 6) sigan siendo eficaces para el tratamiento de pacientes con
  cuadros graves o críticos de COVID-19 asociados a la variante ómicron. Sin embargo, los datos preliminares
  presentados en publicaciones no sometidas a revisión externa indican que algunos de los anticuerpos
  monoclonales desarrollados contra el SARS-CoV-2 pueden tener una capacidad limitada de neutralización contra
  la variante ómicron. Será necesario poner a prueba los distintos anticuerpos monoclonales para comprobar la
  unión antígeno-anticuerpo y la neutralización del virus, unos estudios que deben considerarse prioritarios. Los
  datos preliminares in vitro indican que los antivirales conservan su actividad contra la variante ómicron.
B.3. Medidas prioritarias para los Estados Miembros
En esta sección se ofrece un resumen de las medidas prioritarias que se recomiendan en este momento a los Estados
   Miembros. En la sección D se proporciona información más detallada al respecto. Las medidas prioritarias
   recomendadas se basan en la actual evaluación de riesgos a escala mundial (véanse las secciones B.1. y C.5.) y en
   la mejor evidencia disponible (a 20 de enero de 2022) en relación con la variante ómicron.

   Vigilancia y realización de pruebas diagnósticas
• Los análisis de cribado basados en la PCR (por ejemplo, el genotipado de polimorfismo de un solo nucleótido
  (SNP)) pueden constituir marcadores indirectos útiles de la variante ómicron y deben validarse para cada entorno.
• La prueba de SGTF mediante kits comerciales de PCR es indicativa para la mayoría de aislados de la variante
  ómicron y también puede considerarse como un marcador indirecto para esta variante. Sin embargo, debe
  tenerse en cuenta que una minoría de las secuencias de la variante ómicron (incluido todo el linaje BA.2) carecen
  de la deleción 69-70, y por lo tanto no serán detectadas por este método de cribado. Actualmente se observa una
  tendencia al aumento de la proporción del linaje BA.2 en varios países, como Dinamarca, la India y el Reino Unido,
  por lo que el uso del cribado basado en la SGTF debe interpretarse con precaución. Se están llevando a cabo
  investigaciones sobre los factores que impulsan la transmisión, que siguen sin estar claros. Los análisis de cribado
  basados en la PCR (por ejemplo, el genotipado de polimorfismo de un solo nucleótido) pueden constituir
  marcadores indirectos dependiendo del entorno.
• Los casos y conglomerados iniciales asociados con la infección por la variante ómicron detectados en los Estados
  Miembros deben notificarse a la OMS a través del mecanismo previsto en el Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
• Asimismo, se recomienda a los Estados Miembros que informen (de forma pública o a través del mecanismo del
  RSI) sobre la prevalencia relativa semanal de la variante ómicron como el número de secuencias de esta variante
  (numerador) dividido por el número total de secuencias generadas a través de las actividades de vigilancia
  sistemática (denominador) y/o, en su caso, el número de positivos obtenidos por el método de cribado basado
  en la PCR (genotipado o SGTF) en relación con el número de análisis realizados en la misma unidad de tiempo,
  según la fecha de muestreo.

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Vacunación
• En todos los países se deben intensificar los esfuerzos dirigidos a acelerar con rapidez la cobertura de la inmunización
  contra la COVID-19 para los grupos de riesgo. Las campañas de vacunación deberían centrarse especialmente en los
  grupos de población considerados de alta prioridad (2) que aún no se hayan vacunado o cuya vacunación siga siendo
  incompleta. De acuerdo con el posicionamiento del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre
  inmunización (SAGE), la prioridad de las dosis de recuerdo es mantener y optimizar la eficacia de la vacuna frente a
  la enfermedad grave, especialmente en el caso de las personas con alto riesgo de padecerla.

   Prevención y control de las infecciones
• Los establecimientos de salud deben contar con un programa de prevención y control de las infecciones (PCI), o
  cuando menos con un coordinador específico y formado al respecto; controles técnicos y ambientales; controles
  administrativos; precauciones basadas en las normas y en la transmisión; cribado y selección para detectar a
  tiempo los casos y controlar las fuentes; y medidas de vigilancia y vacunación del personal de salud frente a la
  COVID-19. En entornos donde haya transmisión comunitaria, se recomienda el uso de mascarillas (que deberán
  ser mascarillas médicas y llevarse bien ajustadas) por parte de todas las personas en los establecimientos de salud.

   Medidas sociales y de salud pública
• Con la aparición de la variante ómicron, medidas como el distanciamiento físico, el uso de mascarillas bien
  ajustadas (tanto en interiores como al aire libre cuando no se pueda mantener el distanciamiento), la ventilación
  de los espacios interiores, la higiene de las manos y la evitación de las aglomeraciones cuando no se apliquen las
  medidas sociales y de salud pública adecuadas, siguen siendo fundamentales para reducir la transmisión del SARS-
  CoV-2. A fin de interrumpir las cadenas de transmisión, se aconseja encarecidamente reforzar la vigilancia
  mediante pruebas rápidas de diagnóstico, investigaciones sobre conglomerados, rastreo de contactos,
  aislamiento de casos y cuarentena de contactos con apoyo. La OMS sigue aconsejando la aplicación de medidas
  sociales y de salud pública de forma integral, multidimensional y focalizada para reducir la propagación de todas
  las variantes del SARS-CoV-2.

   Rastreo de contactos y cuarentena
• La OMS recomienda que los Estados Miembros adopten un enfoque pragmático y basado en el riesgo al valorar
   la introducción de cambios en las medidas existentes de rastreo de contactos y cuarentena, tomando en
   consideración tanto la continuidad de las funciones esenciales para la sociedad como los riesgos y beneficios para
   la salud pública en relación con la pandemia. Cualquier limitación de las medidas de rastreo de contactos o
   cuarentena supondrá un aumento del riesgo de transmisión ulterior y debe sopesarse teniendo en cuenta las
   necesidades pragmáticas.
 • Debe darse prioridad a la identificación y el seguimiento de los contactos que tienen mayor riesgo de contraer la
   infección y de propagar el virus a personas vulnerables, así como a los que tienen mayor riesgo de desarrollar una
   enfermedad grave. Cabe considerar la posibilidad de acortar la cuarentena de los contactos, en particular para
   los trabajadores esenciales, incluido el personal de salud, cuando esta decisión vaya acompañada de una
   aplicación rigurosa de las medidas de prevención y control de las infecciones y de las medidas sociales y de salud
   pública, así como de la realización de pruebas de detección del SARS-CoV-2, siempre que sea posible.

 Medidas relativas a los viajes
• Se recomienda adoptar un enfoque basado en el riesgo para adaptar de forma oportuna las medidas relativas a
  los viajes internacionales. Para obtener información adicional, pueden consultarse las recomendaciones de la
  OMS relacionadas con el tránsito internacional en el contexto de la variante ómicron del SARS-CoV-2 3.
• Las prohibiciones generales de viajar no evitan la propagación internacional de ninguna variante del SARS-CoV-2
  y pueden suponer una pesada carga para la vida de las personas y sus medios de subsistencia. Además, pueden
  tener un efecto negativo sobre algunas iniciativas relacionadas con la salud que se han emprendido en todo el
  mundo durante la pandemia, ya que desalientan a los países de informar sobre datos epidemiológicos y de
  secuenciación y divulgar información al respecto.

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Disposición operativa y capacidad de respuesta del sistema de salud
• La OMS pide a todos los Estados Miembros que reevalúen y revisen periódicamente sus planes nacionales en
  función de la situación vigente y las capacidades nacionales.
• Ante el aumento proyectado del número de casos de COVID-19 y la consecuente presión sobre los sistemas de salud
  (en muchos casos ya considerablemente sobrecargados tras dos años de pandemia de COVID-19), se debe garantizar
  que existen planes de mitigación para mantener los servicios de salud esenciales y que se cuenta con los recursos
  de salud necesarios para responder a esta eventualidad. Cabe incluir aquí la elaboración de planes para aumentar
  la capacidad de los trabajadores de salud, así como para proporcionar el respaldo práctico adicional que estos
  necesitan, prestando especial atención a las necesidades de las madres y las familias monoparentales.
• La atención clínica de los pacientes con COVID-19, con independencia de la variante del SARS-CoV-2 de que se
  trate, debe administrarse en el marco de los sistemas de salud de acuerdo con directrices basadas en la evidencia,
  entre ellas las orientaciones evolutivas de la OMS sobre el manejo clínico (4) y las opciones terapéuticas (5),
  convenientemente adaptadas al contexto y los recursos locales.
   Comunicación de riesgos y participación de la comunidad
• Es preciso asegurarse de que haya sistemas de alerta temprana que faciliten un ajuste eficiente y lógico de las
  medidas sociales y de salud pública, partiendo de enfoques eficaces que permitan involucrar a las comunidades
  afectadas y comunicar estos ajustes anticipándose a las posibles inquietudes de la población.
• Las autoridades deben comunicar periódicamente y de manera oportuna y transparente información basada en
  la evidencia sobre la variante ómicron y las demás variantes en circulación, así como sobre las posibles
  implicaciones para la población, especificando además lo que se sabe, lo que no se sabe y lo que están haciendo
  las autoridades responsables al respecto. En estas comunicaciones se debe hacer hincapié en la posibilidad de
  que se obtenga más información y se introduzcan cambios en las orientaciones.
• Los individuos y las comunidades deben recibir información oportuna, accesible y precisa sobre la forma de
  protegerse a sí mismos y a los demás frente a la variante ómicron y otras variantes, haciendo hincapié en la
  necesidad de vacunarse con la pauta completa y de seguir observando comportamientos de protección para
  reducir la transmisión y la infección.
B.4. Necesidades prioritarias en el ámbito de la investigación
• Se necesitan estudios para entender mejor las propiedades del BA.2, en particular evaluaciones comparativas
  entre el BA.2 y el BA.1 en relación con características clave como la transmisibilidad, la capacidad de eludir la
  respuesta del sistema inmunitario y la virulencia.
• Se debe seguir intensificando la vigilancia, en particular las pruebas y las actividades de secuenciación, para
  conocer mejor las variantes del SARS-CoV-2 en circulación, entre ellas la variante ómicron y sus sublinajes.
  Siempre que cuenten con la capacidad necesaria para ello, los países deben realizar investigaciones de campo,
  como estudios sobre la transmisión en los hogares (6), estudios sobre los primeros casos (7), seguimiento de
  contactos y análisis de laboratorio para comprender mejor las características epidemiológicas de la variante
  ómicron en diversos entornos. Los estudios epidemiológicos y la secuenciación de muestras pueden focalizarse
  en aquellos casos que presenten características particulares a nivel individual (por ejemplo, posibles
  reinfecciones, características clínicas, pacientes inmunodeprimidos y secuenciación selectiva de infecciones
  posteriores a la vacunación), así como en determinados conglomerados y eventos de superpropagación.
• Se necesitan más datos, obtenidos en diferentes países, para comprender la conexión que existe entre los
  marcadores clínicos de la gravedad de la enfermedad (como el uso de oxígeno, la ventilación mecánica y las
  muertes) y la variante ómicron, en particular datos relativos a personas no vacunadas o no infectadas
  previamente. La OMS alienta a los países a colaborar en la recopilación y el intercambio de datos sobre pacientes
  hospitalizados a través de la Plataforma mundial de datos clínicos de la OMS sobre la COVID-19 (8).
• El programa de investigación del Grupo Consultivo Conjunto de la OMS sobre Tratamientos contra la COVID-19
  (9) ha fijado como prioridad urgente la obtención de más datos sobre 1) la unión antígeno-anticuerpo y la
  neutralización del virus por los anticuerpos monoclonales antivirales; y 2) la caracterización del fenotipo de la
  COVID-19 derivado de una infección por la variante ómicron en una población diversa de pacientes.

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• Es necesario seguir investigando para comprender mejor la capacidad de la variante ómicron para eludir la respuesta
  del sistema inmunitario inducida por las vacunas y las infecciones, así como las respuestas específicas de la variante
  ómicron frente a las vacunas, especialmente en el caso de las vacunas inactivadas, sobre las que no hay actualmente
  evidencia disponible. El Grupo Consultivo Técnico sobre la composición de las vacunas evalúa periódicamente la
  necesidad de introducir cambios en la composición de las vacunas y recientemente ha emitido una declaración
  provisional sobre las vacunas contra la COVID-19 en el contexto de la circulación de la variante ómicron.
• Siempre que exista la capacidad necesaria para ello y en coordinación con la comunidad internacional, se anima
  a los países y a los asociados a emprender estudios dirigidos a mejorar la comprensión de los parámetros de
  transmisión; la eficacia e impacto de las vacunas; los mecanismos de protección; la gravedad de la enfermedad;
  la eficacia de las medidas sociales y de salud pública contra la variante ómicron; los métodos de diagnóstico; las
  respuestas inmunitarias; la neutralización de los anticuerpos; la percepción del riesgo, los conocimientos, la
  actitud y el comportamiento de la población respecto a las medidas sociales y de salud pública, las vacunas y las
  pruebas diagnósticas; u otras características de interés. Existen protocolos genéricos de estudio (10).
• Se necesitan más estudios que comparen la sensibilidad relativa de las pruebas diagnósticas (es decir, las pruebas
  de PCR y de antígenos) para detectar la variante ómicron a partir de muestras clínicamente relevantes. También
  deben considerarse prioritarios los estudios dirigidos a dilucidar el impacto de los antecedentes de infección y
  vacunación sobre la eficacia de las pruebas diagnósticas.

C. Evidencia actualmente disponible sobre la variante ómicron
En esta sección se ofrece un resumen de la mejor evidencia actualmente disponible (a 20 de enero de 2022) sobre
   el posible impacto de la variante ómicron.

C.1. Epidemiología
    Incidencia
• A 20 de enero de 2022, la variante ómicron ha sido detectada en 171 países. En la mayoría de ellos ha sobrepasado
  rápidamente a la variante delta, lo que ha provocado un aumento de los casos en todas las regiones.
• La incidencia de casos de COVID-19 sigue aumentando en todo el mundo, con un incremento del 20% en la
  semana 2 (10 a 16 de enero de 2022) respecto a la semana anterior. No obstante, la tasa de aumento a escala
  mundial parece ser más lenta, ya que en la semana 1 (3 a 9 de enero) se registró un aumento del 55% respecto a
  la semana 52 (27 de diciembre de 2021 a 2 de enero de 2022).
• Durante la semana 2, la Región de Asia Sudoriental y la Región del Mediterráneo Oriental notificaron los mayores
  aumentos en la incidencia de casos, que fueron del 145% y el 68%, respectivamente. En la Región de África, por
  el contrario, se registró un descenso del 27% tras el pico alcanzado en la semana 52 de 2021.
• El gran aumento registrado en la Región de Asia Sudoriental se debe principalmente al incremento del número
  de casos en la India, que notificó 1 594 160 millones de nuevos casos frente a los 638 872 de la semana anterior
  (un aumento del 150%). En la Región del Mediterráneo Oriental, las cifras más altas de casos nuevos se notificaron
  en Marruecos (46 104 frente a 31 701, un aumento del 45%); el Líbano (45 231 frente a 38 112, un aumento del
  19%) y Túnez (39 487 frente a 13 416, un aumento del 194%).
• En la Región de Europa de la OMS, el aumento de la incidencia semanal de casos se ha ralentizado, con un
  incremento del 10% en la semana 2 frente al 31% en la semana 1 (2 a 9 de enero de 2022). No obstante, se
  observan diferencias dentro de la Región; mientras que en unos pocos países de Europa occidental comienza a
  observarse un descenso o estancamiento, en muchos países de Europa oriental y Asia central se observan altas
  tasas de crecimiento, con los mayores aumentos observados en la semana 2 en Kazajstán (54 927 frente a 6672
  casos nuevos en la semana 1, un aumento del 723%), Uzbekistán (4744 frente a 1223 casos nuevos, un aumento
  del 288%) y Kosovo 1 (2990 frente a 842 casos nuevos, un aumento del 255%).

1
 Todas las referencias a Kosovo deben entenderse en el contexto de la resolución 1244 (1999) del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas.

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• El aumento de la incidencia semanal de casos también se ha ralentizado en la Región de las Américas de la OMS,
  con un aumento del 17% al 16 de enero en comparación con el 78% al 9 de enero, principalmente a causa de la
  disminución del número de casos nuevos en los Estados Unidos de América. Sin embargo, se siguieron observando
  grandes aumentos de la incidencia de casos en América Central y del Sur y en las islas del Caribe y del Océano
  Atlántico, registrándose los mayores aumentos de la semana 2 en Martinica (13 540 frente a 1835 nuevos casos,
  un aumento del 638%), El Salvador (1343 frente a 289 nuevos casos, un aumento del 365%) y el Ecuador (42 992
  frente a 10 532 nuevos casos, un aumento del 308%).
• En la Región del Pacífico Occidental de la OMS, la tasa de aumento de la incidencia de casos ha comenzado a
  disminuir, a causa principalmente de la tendencia de Australia. En la semana 2 de 2022 se notificó un aumento
  del 38%, mientras que en la semana 1 se había notificado un aumento del 122% respecto a la semana anterior.
• En Sudáfrica, donde se notificó por primera vez la variante ómicron, ahora dominante, se ha producido un
  descenso sostenido de los casos notificados desde el pico registrado a mediados de diciembre de 2021. Además,
  la disminución de la incidencia de casos observada en gran parte del sur de África está empezando a observarse
  también en otros países, en particular los que notificaron una introducción temprana de la variante ómicron y
  una rápida sustitución de la variante delta.

    Transmisión
•   Se ha comprobado que la variante ómicron tiene una ventaja considerable en cuanto a la tasa de propagación,
    así como mayores tasas de transmisión secundaria y un número de reproducción más alto en comparación con la
    variante delta.
•   Un análisis de los datos de la Iniciativa GISAID conforme a un enfoque metodológico publicado anteriormente
    (11) muestra una ventaja en la tasa de propagación de la variante ómicron con respecto a la delta en todos los
    países con suficientes datos de secuencias, lo que se traduce en una ventaja media agrupada en la transmisión
    (es decir, una diferencia relativa en los números de reproducción efectivos) del 189% (intervalo de confianza [IC]
    del 95%: 162% - 217%) en todos los contextos epidemiológicos bajo el supuesto de un tiempo de generación
    invariable. Sin embargo, los primeros datos obtenidos sobre la variante ómicron con un tiempo de generación
    reducido (12) indican que la ventaja en la transmisión puede ser menor; con un tiempo de generación un 20%
    más corto, se estima que la ventaja media agrupada en la transmisión de la variante ómicron frente a la delta es
    del 163% (139% - 186%) (13-15).
•   Los estudios realizados con grupos familiares confirman la ventaja de la variante ómicron en cuanto a la
    transmisión. Por ejemplo, las tasas de transmisión secundaria de la variante ómicron en los hogares muestran
    sistemáticamente valores más altos en comparación con la variante delta: 13,6% (IC 95%: 13,1%-14,1%) frente a
    10,1% (IC 95%: 10,0%-10,2%) en el Reino Unido (16), y 31% frente a 21% en Dinamarca (17).
•   La ventaja de la variante ómicron en cuanto a la transmisión parece deberse en gran medida a la capacidad de
    eludir la respuesta del sistema inmunitario, aunque también a una posible mejora de la capacidad intrínseca de
    transmisión (18). Hay considerable evidencia disponible sobre la capacidad de eludir la inmunidad derivada de la
    infección y la vacunación (ver secciones posteriores), aunque hacen falta más datos para comprender mejor la
    contribución relativa de esta capacidad y del aumento de la transmisibilidad intrínseca a la hora de explicar la
    dinámica de la transmisión.
•   Existen pruebas de que la variante ómicron infecta el tejido bronquial humano con mayor rapidez y eficacia que
    la variante delta (19) y compite mejor que esta última en los experimentos que utilizan células derivadas de la
    nariz humana y no de los pulmones (20). Esto apunta a un predominio de la replicación viral en las vías
    respiratorias superiores que puede conferir, al menos hasta cierto punto, una ventaja en la transmisión
    independiente de la capacidad de eludir la respuesta inmunitaria.
•   Los resultados preliminares obtenidos en Sudáfrica sugieren que, de existir una mayor aptitud intrínseca para la
    transmisión, es probable que sea modesta, y algunos análisis apuntan a que una capacidad de elusión de la
    respuesta inmunitaria situada entre el 25% y el 50% podría explicar la diferencia observada en la tasa de
    propagación, incluso sin aumento de la transmisibilidad intrínseca (21). Otro estudio realizado en Sudáfrica (no
    sometido a revisión externa) estima que la transmisibilidad de la variante ómicron es un 36,5% (IC del 95%: 20,9-

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60,1) superior a la de la variante delta y que merma el 63,7% (IC del 95%: 52,9-73,9) de la inmunidad acumulada
  en la población como consecuencia de la infección y la vacunación previas (22).
• Es necesario realizar más estudios para comprender mejor los factores que determinan la transmisión y la
  disminución de la incidencia en diversos entornos. Entre estos factores se encuentran las propiedades intrínsecas
  del virus en cuanto a su capacidad de transmisión, la capacidad de elusión de la respuesta del sistema inmunitario,
  el grado de inmunidad derivada de las vacunas y la inmunidad posterior a la infección, los niveles de interacción
  social y el grado de aplicación de las medidas sociales y de salud pública.
    Gravedad de la enfermedad
•   A escala mundial se ha producido un incremento del 4% en el número de muertes en la semana 2 (del 10 al 16 de
    enero de 2022) en comparación con la semana anterior, registrándose los mayores aumentos en la Región de
    Asia Sudoriental (12%) y en la Región de las Américas (un aumento del 7%).
•   Cada vez hay más datos disponibles sobre la gravedad de los casos (en particular sobre hospitalizaciones,
    necesidad de oxígeno, ventilación mecánica y muertes), lo que mejora nuestra comprensión del impacto de la
    variante ómicron en términos de casos graves, hospitalizaciones y muertes.
•   Las tendencias que muestran las actividades de seguimiento en la mayoría de los países apuntan hacia una
    disociación entre los casos incidentes y las hospitalizaciones, con una incidencia hospitalaria proporcionalmente
    menor, dado el nivel de transmisión en la comunidad, que la observada con otras variantes. Esta disociación
    parece deberse en parte a una menor gravedad intrínseca de la variante ómicron en comparación con la variante
    delta (véase más adelante), así como a la mayor eficacia de la vacuna contra la enfermedad grave que contra la
    infección.
•   Varios estudios han analizado el riesgo de hospitalización y enfermedad grave por infección con la variante
    ómicron en comparación con la variante delta. El análisis más reciente presentado por la Agencia de Seguridad
    Sanitaria del Reino Unido, a cargo de la Unidad de Bioestadística del Consejo de Investigaciones Médicas de la
    Universidad de Cambridge, reveló una reducción del 47% en el riesgo de presentación en los servicios de
    emergencia o de ingreso hospitalario como resultado de una infección por la variante ómicron en comparación
    con la variante delta (cociente de riesgo [CR]: 0,53; IC del 95%: 0,50-0,57), y una reducción del 66% en el riesgo
    de admisión en los servicios de emergencia (CR: 0,33; IC del 95%: 0,3-0,37) (23). Un informe del Imperial College
    de Londres presentado el 22 de diciembre de 2021 (24) calculó que la reducción del riesgo de hospitalización con
    resultado de estancia de una o más noches era del 41% (IC del 95%: 37%-45%). Del mismo modo, un estudio
    realizado en Sudáfrica utilizando un enfoque de vinculación de registros (25) concluyó que los casos de infección
    por SARS-CoV-2 confirmados en laboratorio mediante SGTF, como marcador indirecto de la variante ómicron,
    tenían menos probabilidades de padecer la enfermedad grave (razón de tasas ajustada de 0,3; IC del 95%: 0,2-
    0,6). En los Estados Unidos, un informe reciente de la Universidad Case Western Reserve (26) comparó los
    registros sanitarios electrónicos de un periodo de supuesta dominancia de la variante delta (del 1 de septiembre
    de 2021 al 15 de noviembre de 2021) con un periodo de supuesta dominancia de la variante ómicron (del 15 de
    diciembre de 2021 al 24 de diciembre de 2021). El informe constató una reducción de la razón de riesgo (RR) de
    presentación en los servicios de emergencia (RR: 0,30; IC del 95%: 0,28-0,33), de ingreso hospitalario (RR 0,44; IC
    del 95%: 0,38-0,52), de ingreso en la UCI (RR: 0,33; IC del 95%: 0,23-0,48) y de ventilación mecánica (RR: 0,16; IC
    del 95%: 0,08-0,32) en el periodo de dominancia de la variante ómicron en comparación con el periodo de
    dominancia de la variante delta. Otro estudio realizado en los Estados Unidos (27) informó de mejores resultados
    clínicos para la variante ómicron en comparación con la variante delta, con reducciones del 52% (CR: 0,48; IC del
    95%: 0,36-0,64), del 53% (CR: 0,47; IC del 95%: 0,35-0,62), del 74% (CR: 0,26; IC del 95%: 0,10-0,73) y del 99,1%
    (CR: 0,01; IC del 95%: 0,01-0,75) en el riesgo hospitalización posterior, hospitalización sintomática asociada a
    COVID-19, ingreso en la UCI y muerte, respectivamente, para los casos de infección por la variante ómicron en
    comparación con la variante delta. En Canadá, los datos preliminares de cohortes de pacientes con fecha de inicio
    entre el 22 de noviembre y el 25 de diciembre de 2021 también muestran un menor riesgo de hospitalización y
    muerte para la variante ómicron en comparación con la variante delta (CR: 0,35; IC del 95%: 0,26, 0,46), tras
    ajustar los datos en función de los antecedentes de vacunación, lo que sugiere además una reducción de la
    gravedad intrínseca (28).

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• Por otro lado, utilizando muestras de las vías respiratorias inferiores, investigadores de la Universidad de Hong
  Kong descubrieron (29) que la variante ómicron se replica hasta 70 veces más rápido que la variante delta y el
  virus SARS-CoV-2 de tipo salvaje en los bronquios humanos. En cambio, la variante ómicron mostró una capacidad
  de replicación mucho más lenta, en términos relativos, en el pulmón. En el Reino Unido se informó de un resultado
  similar, según el cual la variante ómicron mostró una reducción de la cinética de replicación respecto a la variante
  delta y a la cepa original del SARS-CoV-2 (30). Estas observaciones podrían respaldar además una reducción de la
  presentación clínica grave intrínseca de los pacientes infectados con la variante ómicron.
  Por lo que respecta a los síntomas, los datos preliminares procedentes del Reino Unido parecen indicar que las
  infecciones por la variante ómicron van asociadas con más frecuencia a dolores de garganta en comparación con
  la variante delta, así como a una reducción de la frecuencia de la pérdida del olfato y del gusto (31), aunque estos
  resultados deben interpretarse con precaución, considerando el aumento de la circulación de otros virus
  respiratorios y la posibilidad de coinfección.
• No obstante, a pesar de la menor gravedad, se están produciendo aumentos significativos en los casos de
  hospitalización, enfermedad grave y muerte, y es probable que continúen en las próximas semanas, durante las
  cuales los servicios de salud se verán sometidos a una presión significativa, dados los altos niveles de transmisión
  comunitaria. Por otro lado, los datos actuales sobre gravedad y número de hospitalizaciones proceden en gran
  medida de países con altos niveles de inmunidad de la población, y sigue siendo incierto cuál será la gravedad de
  la variante ómicron en poblaciones con menor cobertura vacunal y exposición previa a otras variantes del SARS-
  CoV-2.
• Se necesitan más datos procedentes de más países para comprender mejor el cuadro clínico completo de la
  variante ómicron. La OMS alienta a los países a colaborar en la recopilación y el intercambio de datos sobre
  pacientes hospitalizados a través de la Plataforma mundial de datos clínicos de la OMS sobre la COVID-19 (8).

C.2 Tropismo del huésped, capacidad replicativa del virus y patogenicidad

•   Dos estudios informaron de que la eficiencia de escisión de la variante ómicron es menor que en las variantes
    WT y delta (19,20), lo que conduce a una menor fusogenicidad (especialmente en el tejido pulmonar) y a una
    menor formación de sincicios, y puede traducirse en una reducción de la patogenicidad (32,33).
•   La escisión eficiente de la proteína espicular es especialmente importante cuando la entrada del virus en las
    células humanas es dependiente de la TMRPRSS-2; las células que expresan la TMPRSS-2 son más abundantes
    en las vías respiratorias inferiores que en las superiores (33). Eso parece indicar que la variante ómicron entra
    en las células preferentemente a través de la vía endosomal (independiente de TMRPSS-2). Así lo confirma la
    observación de que la variante ómicron se replica con menos eficacia (10x) que la variante delta en el tejido
    pulmonar humano recién obtenido (19).
•   Hasta la fecha, se han utilizado dos modelos animales para evaluar la gravedad: los ratones que expresan el
    receptor humano ACE2 presentan una pérdida de peso considerablemente menor, se recuperan más
    rápidamente y presentan menos patología pulmonar cuando se infectan con la variante ómicron en comparación
    con las variantes delta o WT (34). En la misma línea, estudios realizados utilizando un hámster sirio (M. auratus)
    como modelo han demostrado que los animales infectados con la variante ómicron ganan peso en lugar de
    perderlo, así como que los indicadores de patogenicidad son sustancialmente más bajos que con las variantes
    delta o WT, lo que se asocia con la menor capacidad de la variante ómicron para infectar el tejido pulmonar o
    propagarse en él (32).
•   Otros estudios realizados con hámsteres sirios han arrojado resultados similares, confirmando que los animales
    infectados con la variante ómicron muestran menos signos clínicos y presentan una enfermedad más leve
    (35,36). La carga viral en los tejidos pulmonares también es menor en los animales infectados por la variante
    ómicron en comparación con las variantes delta o WT en ambos modelos animales.

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C.3. Impacto en los medios y pruebas de diagnóstico
   Análisis
• La infección por SARS-CoV-2 puede diagnosticarse mediante pruebas moleculares (NAAT, PCR) o mediante
  pruebas de detección de antígenos. En este enlace se pueden encontrar orientaciones provisionales sobre las
  pruebas de diagnóstico del SARS-CoV-2 (37) y sobre el uso de las pruebas de detección de antígenos (38). Los
  resultados negativos deben interpretarse dentro del contexto clínico/epidemiológico correspondiente.
• Es poco probable que las pruebas mediante PCR que abarcan múltiples genes diana, como recomienda la OMS,
  se vean afectadas de forma apreciable y deberían seguir utilizándose para detectar la infección por el SARS-CoV-
  2, incluida la variante ómicron. Así lo han confirmado las declaraciones emitidas por los fabricantes, al igual que
  la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) (39), tras realizar análisis de
  secuencias y pruebas preliminares de laboratorio. En este enlace se ofrece un panorama general de la repercusión
  prevista de la variante ómicron en varios kits de PCR disponibles en el mercado (40), y se demuestra que el
  impacto es limitado.
• La variante ómicron comprende cuatro linajes PANGO: el linaje parental B.1.1.529 y los linajes descendientes BA.1,
  BA.2 y BA.3. El linaje BA.1, que representa el 97,4% de las secuencias enviadas a la Iniciativa GISAID hasta el 19 de
  enero, y BA.3 (apenas unas decenas de secuencias), presentan la deleción 69-70 en la proteína espicular, a diferencia
  de la BA.2. Todavía se está avanzando en el conocimiento de B.1.1.529, pero se trata de un linaje más diverso, que
  presenta la deleción 69-70 en casi el 80% de las secuencias actualmente disponibles. La presencia de la deleción 69-
  70 en la proteína espicular da como resultado una señal negativa en relación con la diana del gen S en algunas
  pruebas realizadas mediante PCR. Esta falla en la diana del gen S (SGTF) puede considerarse como un marcador
  indicativo de la presencia de la variante ómicron, aunque en función de los linajes que circulen localmente se pueden
  perder casos de BA.2 u otros aislados que carezcan de la deleción 69-70. Por otra parte, es preciso confirmar el
  resultado mediante la secuenciación de al menos un subconjunto de muestras de SGTF, ya que esta deleción
  también se encuentra en otras variantes preocupantes del SARS-CoV-2 (por ejemplo, en la variante alfa y
  subconjuntos de las variantes gamma y delta), que circulan a niveles bajos en todo el mundo.
• Se están desarrollando otras pruebas basadas en la PCR para detectar específicamente la variante ómicron (41-
  44) que pueden ser útiles para el cribado de esta variante dependiendo del contexto.
• Las cuatro pruebas de diagnóstico rápido basadas en la detección de antígenos (PDR-Ag) que la OMS ha incluido
  en la lista de uso en emergencias (EUL) (45), usan como diana la proteína de la nucleocápside del SARS-CoV-2. La
  variante ómicron presenta las mutaciones G204R y R203K en esta proteína, que también están presentes en
  muchas otras variantes actualmente en circulación. Hasta ahora, no se ha informado de que estas mutaciones
  afecten a la precisión de las PDR-Ag para detectar el SARS-CoV-2. Por otro lado, las secuencias de la variante
  ómicron presentan una deleción de 3 aminoácidos en las posiciones 31-33 y la mutación P13L en la proteína de
  la nucleocápside. Se está investigando el impacto específico que pueden tener estas mutaciones en la eficacia de
  las PDR-Ag.
• Las declaraciones de los fabricantes indican que la mayoría de las PDR-Ag que se utilizan actualmente, entre ellas
  tres de las incluidas en la lista EUL de la OMS, han conservado su capacidad para detectar las diferentes variantes
  del SARS-CoV-2, incluida la variante ómicron.
• Se están obteniendo datos preliminares sobre la sensibilidad de las PDR-Ag para detectar la variante ómicron:
  varios grupos han demostrado que diversas PDR-Ag pueden detectar diluciones de cultivos virales de la variante
  ómicron o de muestras clínicas con una sensibilidad similar a la del virus de tipo salvaje u otras variantes
  preocupantes del SARS-CoV-2 (46-51). Por otro lado, un estudio reciente apunta a que la sensibilidad analítica de
  siete PDR-Ags tiende a ser ligeramente inferior para la detección de la variante ómicron en comparación con el
  virus de tipo salvaje u otras variantes preocupantes del SARS-CoV-2, y que cuatro PDR-Ags mostraron una
  sensibilidad significativamente menor para detectar la variante ómicron en comparación con la variante delta
  (52). Además, un estudio de casos efectuado recientemente en los Estados Unidos concluyó que dos PDR-Ag
  (utilizando hisopos nasales) no detectaron la infección por la variante ómicron en las primeras etapas (días 0-3)
  del curso de la enfermedad a pesar de las altas cargas virales detectadas en la saliva (53). Se necesitan más datos
  para comprender mejor si existen diferencias en la detección de la variante ómicron a partir de antígenos.

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• La OMS está evaluando el riesgo que supone la variante ómicron para los medios de diagnóstico aprobados para
  su inclusión en la lista EUL mediante el examen de los resúmenes de los análisis de riesgos elaborados por los
  fabricantes, así como mediante la realización de análisis computacionales independientes de los ensayos NAAT y
  la ponderación de los resultados de las pruebas de laboratorio independientes realizadas con muestras clínicas,
  aislados de origen clínico o constructos sintéticos o antígenos recombinantes. Cualquier información urgente en
  materia seguridad sería comunicada por los fabricantes a través de avisos de seguridad sobre el terreno y/o por
  la OMS a través de la publicación de una nota informativa para los usuarios en este enlace (54).
• Se anima al personal del laboratorio a informar al fabricante por medio de este formulario de cualquier hallazgo
  inusual (55), como el aumento de las diferencias en los valores de ciclo umbral de distintas dianas genéticas, la
  incapacidad para detectar determinadas dianas genéticas, incluidas los que contienen secuencias que coinciden
  con mutaciones documentadas, y los errores diagnósticos (por ejemplo, los falsos negativos).
• Hasta la fecha, no se han notificado errores diagnósticos (falsos negativos) para ningún producto de diagnóstico
  aprobado por la OMS para su inclusión en la lista EUL en relación con la variante ómicron.

C.4. Impacto en la inmunidad (después de infección o vacunación)
• La capacidad para eludir la respuesta del sistema inmunitario tras una infección o vacunación desempeña un
  papel importante en el rápido crecimiento de los casos de la variante ómicron, como se expone en el informe
  técnico de la OMS publicado el 23 de diciembre de 2021 (56).
   Riesgo de reinfección (elusión de la respuesta inmunitaria tras una infección)
• En un metanálisis elaborado por A. Netzl, et al. (57) se recopilaron todos los estudios sobre neutralización por
  anticuerpos basados en datos relativos a la variante ómicron publicados hasta el 22 de diciembre de 2021. En
  sueros de la fase de convalecencia, el descenso de la neutralización asociada a la variante ómicron fue
  considerable (20 veces menor). La precisión de este dato se ve complicada por el hecho de que la mayoría de los
  títulos asociados a la variante ómicron estaban por debajo del límite de detección de las pruebas realizadas. Por
  el contrario, en las personas que habían tenido infecciones previas seguidas de dos o tres dosis de vacuna se
  comprobó que era siete veces menor. Es importante destacar que casi todas las muestras de los vacunados con
  una tercera dosis se obtuvieron en el plazo de un mes desde la administración de la última dosis. La reducción de
  los títulos de anticuerpos frente a la variante ómicron puede contribuir al aumento del riesgo de reinfección,
  como se ha expuesto anteriormente.
• En múltiples conjuntos de datos sobre inmunidad celular se ha constatado que el 70-80% de las respuestas CD4+
  y CD8+ se mantienen para la infección por la variante ómicron, en aquellos pacientes que han sido previamente
  infectados y/o vacunados (58-62). La buena conservación de la inmunidad celular frente a la variante ómicron
  puede contribuir a la protección contra la enfermedad grave y la muerte, y probablemente sea la causa de la
  reducción del riesgo de hospitalización observada en los casos de reinfección debida a la variante ómicron (24).
• En Inglaterra, se estimó que el riesgo de reinfección con la variante ómicron era 5,4 veces mayor (IC del 95%:
  4,87-6,00) en comparación con la variante delta (63). Los riesgos relativos se estimaron en 6,36 (IC 95%: 5,23-
  7,74) y 5,02 (IC 95%: 4,47-5,67) para los casos no vacunados y vacunados, respectivamente. Eso significa que la
  protección contra la reinfección por la variante ómicron tras una infección previa puede verse reducida al 19%.
  Un informe de la UKHSA (46) reveló que el 5,9% de los casos confirmados entre el 1 de noviembre y el 13 de
  diciembre de 2021 fueron resultado de reinfecciones, y estimó el riesgo relativo de reinfección con la variante
  ómicron en 3,3 (IC del 95%: 2,8 a 3,8) en comparación con otras variantes. Un informe de la Oficina Nacional de
  Estadística del Reino Unido reveló que el riesgo de reinfección era 16 veces mayor en el periodo dominante de la
  variante ómicron (del 20 de diciembre de 2021 al 8 de enero de 2022) que en el periodo dominante de la variante
  delta (del 17 de mayo de 2021 al 19 de diciembre de 2021) (64). El aumento del riesgo de reinfección también iba
  asociado a las personas no vacunadas. Además, los pacientes que fueron asintomáticos o que tuvieron valores de
  Ct elevados durante su infección primaria manifestaron un mayor riesgo de reinfección. En Dinamarca se observó
  una tendencia al aumento del número de casos de reinfección (65). Del mismo modo, el Ministerio de Salud de
  Israel informó de un aumento de los casos de reinfección clasificados según el estado de vacunación (66). Estas

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estimaciones coinciden con los informes anteriores procedentes de Sudáfrica, según los cuales la variante
  ómicron puede eludir la respuesta del sistema inmunitario tras una infección. En informes técnicos anteriores
  también se informó de tendencias similares (67) en Sudáfrica. En el informe técnico publicado el 10 de diciembre
  (56) se pueden encontrar más precisiones sobre la reinfección. Por el momento, no hay datos sobre el riesgo de
  reinfección con la variante ómicron tras una infección previa por esta variante.
• Un estudio en fase de preimpresión realizado por investigadores de Qatar ha demostrado que la protección
  ofrecida por la infección previa en la prevención de la reinfección sintomática con la variante ómicron fue del
  56%, lo que supone un descenso de cerca del 90% respecto a la protección frente a la reinfección con las variantes
  alfa, beta o delta (68).

    Eficacia de la vacuna (elusión de la respuesta del sistema inmunitario después de la vacunación)
•   Los datos de laboratorio sobre la respuesta inmunitaria a la variante ómicron están apareciendo rápidamente,
    aunque la mayoría de los estudios no están sometidos a revisión externa. La mayoría de los estudios informan
    de una caída sustancial de los títulos neutralizantes contra la variante ómicron (entre 8 a 128 veces menos en
    comparación con la cepa original) en sueros recogidos en los seis meses siguientes a la vacunación (69). Las dosis
    de recuerdo tras la pauta primaria con múltiples vacunas aumentan la media geométrica de los títulos de
    anticuerpos neutralizantes, pero siguen siendo entre 2 y 16 veces menos en comparación con la cepa original.
    En contraste con los hallazgos relativos a la respuesta humoral del sistema inmunitario, las respuestas de las
    células T CD8+ y CD4+ parecen conservarse en más de un 80% en la mayoría de los estudios (60,70,71).
•   A 20 de enero, hay 14 estudios que evalúan la eficacia de la vacuna, procedentes de cinco países (Reino Unido,
    Dinamarca, Canadá, Sudáfrica y Estados Unidos), que evalúan cuatro vacunas (las dos de ARN mensajero, la
    Ad26.COV2.S y la AstraZeneca-Vaxzevria). Solo uno de estos estudios aparece en una publicación sometida a
    revisión externa (72); los demás son preimpresiones. En general, hay evidencia creciente de una disminución de
    la eficacia de la vacuna contra la infección y la enfermedad sintomática poco después de la vacunación, en
    comparación con la variante delta. También hay evidencia de una disminución acelerada de la eficacia de la
    vacuna contra la infección y la enfermedad sintomática a medida que aumenta el tiempo desde la pauta primaria
    con las vacunas estudiadas, y algunos estudios no muestran ninguna eficacia contra estos resultados varios
    meses después de la vacunación. Las dosis de recuerdo homólogas y heterólogas aumentan la eficacia de la
    vacuna frente a la variante ómicron, aunque el tiempo de seguimiento tras el recuerdo es corto en la mayoría de
    los estudios, lo que impide una evaluación a largo plazo de la disminución. Las estimaciones relativas a la eficacia
    de las vacunas frente a resultados graves, normalmente definidos como hospitalización, son menores para la
    variante ómicron que para la variante delta, aunque en la mayoría de los casos siguen siendo superiores al 50%
    después de la pauta primaria y mejoran con una dosis de recuerdo hasta superar el 80%.
•   A continuación se ofrece un breve resumen de la evidencia disponible hasta la fecha sobre la eficacia de la vacuna
    contra la variante ómicron.

Infección/enfermedad sintomática
Reino Unido
   • En Inglaterra, utilizando un diseño de prueba negativa, la eficacia de las vacunas frente a la infección
      sintomática cayó por debajo del 20% a las 20 semanas de la vacunación (pauta primaria completa) para Pfizer
      BioNTech-Comirnaty, Moderna mRNA-1273 y AstraZeneca-Vaxzevria. Una dosis de recuerdo de ARN
      mensajero para las tres vacunas después de una pauta primaria de dos dosis restauró la eficacia de las vacunas
      a más del 60%, aunque había alguna evidencia de disminución de la eficacia a las 10 semanas de la dosis de
      recuerdo (73).
   • Utilizando un diseño diferente al del estudio mencionado anteriormente, las estimaciones de la eficacia de
      las vacunas frente a la infección sintomática de la variante ómicron se situaron entre el 0% y el 19% tras dos
      dosis de Pfizer BioNTech-Comirnaty o AstraZeneca-Vaxzevria, y entre el 54% y el 77% tras una dosis de
      recuerdo (63).

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