La diosa Roma en las monedas de su tiempo (I). La República
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NARCISO SANTOS YANGUAS, CARLOS VERA GARCÍA y MERCEDES GARCÍA MARTÍNEZ La diosa Roma en las monedas de su tiempo (I). La República La importancia de Roma como divinidad protectora de Los párrafos precedentes, recogidos en una obra que su ciudad homónima parece arrancar varias décadas (e viene a ser una especie de recreación artificial (simpo- incluso centurias) después del momento considerado sio literario) en relación con un banquete de 3 días tradicionalmente como el correspondiente a la fecha ofrecido por Pretextato con motivo de la celebración fundacional de dicho centro de habitat1. de las Saturnalia del año 3844, nos documenta la exis- tencia de esta divinidad misteriosa y desconocida. 1.- Antecesores Sabemos, por ejemplo, que la imagen de la diosa Angerona se hallaba ubicada en el altar de Volupia (en En ese cometido de tutelar la urbe en expansión la la conocida como Curia Acculeia), cerca de la puerta diosa Roma estaría precedida por algunas otras divini- Románula en la parte norte del Palatino5. dades, la más importante de las cuales parece haber sido la conocida como Angerona, a pesar de que en un Esta figuración escultórica se nos muestra representa- principio una de las características que la definían era da con un dedo sobre la boca, que a su vez permanecía la de que su nombre no podía ser mencionado2. cerrada como en actitud de recomendar silencio a sus fieles y adeptos6. La mejor recopilación del significado de su acción pro- tectora nos ha sido transmitida por Macrobio, autor La raíz de su nombre se vincula directamente con el latino posiblemente de origen africano: verbo angere, convertiéndose por tanto en la divinidad que libera de la angustia y de las preocupaciones del Nam propterea ipsi Romani et deum in cuius tutela urbs alma, pasando por ello muy pronto a ser considerada Roma est et ipsius urbis Latinum nomen ignotum esse como la diosa que encarnaría y personificaría los sen- voluerunt. timientos de contento y de placer7. Sed dei quidem nomen non nullis antiquorum, licet inter se dissidentium, libris insitum et ideo vetusta persequen- tibus quicquid de hoc putatur innotuit. 1. Sobre este problema ver, entre otros, Ampolo, C.: Le origini di Roma e la “cité antique”, MEFRA 92 (1980) p. 567 y ss.; Bernardi, A.: “La Roma dei Re fra storia e leggenda”, Storia di Roma, Turín Alii enim Iovem crediderunt, alii Lunam, sunt qui 1988, 1, p. 181 y ss.; Martínez-Pinna, J.: “ En torno a los oríge- Angeronam, quae digito ad os admoto silentium denun- nes de Roma”, Gerión 2 (1984) p. 356 y ss. y “La tradición litera- tiat, alii autem quorum fides mihi videtur firmior, Opem ria sobre los orígenes de Roma”, Gerión 4 (1986) p. 329 y ss.; Poucet, J.: Les origins de Rome, Bruselas, 1985. Consiviam esse dixerunt. 2. Macrob., Sat. 1.10.7. 3. Macrob., Sat. 3.9.3-6. Ipsius vero nomen etiam doctissimis ignoratum est, 4. Acerca de la vinculación de Macribio con la vida política y las corrientes filosofícas-culturales de su época (décadas finales del caventibus Romanis ne quod saepe adversus urbes hos- siglo IV e iniciales del V) remitimos, entre otros a Flamant, J.: tium fecisse se moverant, idem ipsi quoque hostili evoca- Macrobe et le néo-platonisme latin à la fin du IVe siècle, Leiden 1977, y tione paterentur, si tutelae suae nomen divulgaretur. Matthews, J.: Western Aristocracies and Imperial Court AD 364-425, Oxford 1990. 5. Macrob., Sat. 1.10.8. Sed videndum ne quod non nulli male aestimaverunt nos 6. Varrón, LL. 6.23. Cf. Plin., N.H. 3.64: ore obligato obsignatoque simula- quoque confundat, opinantes uno carmine et evocari ex crum habet. urbe aliqua deos et ipsam devotam fieri civitatem3. 7. Macrob., Sat. 3.9.4. Cf. igualmente Tertull., Ad Nat. 2.11 y Cic., Fin. 1.37-39 y 2.11-14. 635
NARCISO SANTOS YANGUAS, CARLOS VERA GARCÍA Y MERCEDES GARCÍA MARTÍNEZ En este contexto se comprende que se haya llegado a I. desde las primeras monedas acuñadas en bronce pensar que Angerona se identificaría con la divinidad hasta los bronces puestos en circulación entre los oculta encargada de la protección de la ciudad de años 225-217 a.C.; y Roma y cuyo nombre estaba terminantemente prohi- II. las monedas de bronce que circularon con poste- bido pronunciar: de esta manera, al ignorar su nom- rioridad al año 217 a.C. del tipo dios/proa. bre, los enemigos de la ciudad jamás podrían evocarla en sentido positivo o negativo8. El límite temporal entre ambas fases históricas se ha fijado teniendo en cuenta los importantes aconteci- Sin embargo, todos los escritores antiguos que hacen mientos tanto de carácter político como militar que se mención de ello son conscientes del secreto de su van sucediendo entre esos dos momentos, entre los que nombre, por lo que tal vez ese silencio atribuido a sobresalen el llamado “tratado del Ebro”12, el posible dicha divinidad deba ser interpretado en otro sentido9. tratado de Roma con Sagunto13, su hipotética vulnera- ción por parte de Aníbal14, lo que conduciría al desen- Dicha divinidad, que sería tutelar de la Urbs Roma, sería cadenamiento de la Segunda Guerra Púnica15, la inva- sustituida con posterioridad en dicha actividad por la sión del territorio itálico a manos del general cartagi- diosa ROMA; el nuevo numen protector de la ciudad nés, así como las derrotas que este personaje inflige a carecía de vinculaciones familiares, puesto que no se las legiones romanas en Trebia y Trasimeno16, lo que conocen ascendientes ni descendientes del mismo, al obligaría al Senado Romano a devaluar la moneda a tra- tiempo que su fiesta se celebraba el día 21 de abril, coin- vés de la lex Flaminia, cuya principal consecuencia17, cidiendo con otras dos dataciones igualmente simbólicas desde el punto de vista numismático, consistiría en que en el marco del primitivo calendario religioso romano: el denario de talla 72 en libra (4,55 gramos) equiva- lente a 10 ases, pasa a una talla de 84 en libra (3,90 gra- • por un lado la conmemoración del aniversario de la mos) y a la nueva equivalencia de 16 ases. fundación de la VRBS ROMA10, y • por otro las ceremonias conectadas a la celebración de las Parilias11, fiestas realizadas en honor de Pales § 1ª Etapa como diosa rural, protectora al mismo tiempo de los pastores y del ganado. Para analizar las monedas romanas de bronce de esta época se ha estudiado una muestra formada por 64 A este respecto sabemos que otros centros urbanos de la monedas, que se han ido ordenando de acuerdo con la Antigüedad buscarían sus divinidades tutelares entre las clasificación realizada ya por M. H. Crawford18. correspondientes a su propio panteón patrio, divinidades que, por lo general, tenían encomendados otros patronaz- 8. Macrob., Sat. 3.9.4. Cf. Igualmente Plin., N.H. 28.2.4 y Serv., Ad gos además del correspondiente a la tutela de la ciudad. Aen. 2.351. 9. Dumézil, G.: Desees latines et mythes védiques, París 1956, p. 66 y ss. Frente a ello la diosa Roma solamente ejercería, como 10. Ovidio, Fastos 4.802-808. 11. Ovidio, Fastos 4.721-725. cometido único, la protección de la Urbs y de sus ciu- 12. Liebmann-Frankfort, Th.: Le traité de l’Ebre et sa valeur juridique, dadanos, y por ello significaba la representación de la RD, 1972, p. 193 y ss. importancia, majestad y triunfo tanto de la ciudad 13. Dorey, T.A.: The Teatry with Saguntum, Humanitas 11-12 (1959- 1960), p. 1 y ss. como del pueblo romano. 14. Carcopino, J.: Le traité d’Hasdrubal et la responsabilité de la deu- xiéme guerre punique, REA 55 (1953), p. 258 y ss. Cf. igualmen- te Bosch Gimpera, P.: Problemas de la Segunda Guerra Púnica. Los 2.- Bronces primitivos dos Ebros de Carcopino, Homenaje a E. Serra Rafols, La Laguna, 1970, p. 303 y ss. 15. Santos, N.: El tratado del Ebro y el origen de la Segunda Guerra Se consideran incluidos en esta clasificación ejempla- Púnica, Hispania 37 (1977), p. 269 y ss. Cf. Liebmann-Frankfort, res de las series que van desde las primeras monedas Th.: Du traité de l´Ebre à la paix de Dardanos. Variations romai- nes sur le respect du à la parole donnée, Latomus 30 (1971), p. 585 acuñadas en bronce hasta el final de las monedas y ss. conocidas como de dios/proa. 16. Salmon, E.T.: The Strategy of de Second Punic War, G & R 7 (1960), p. 131 y ss. 17. Beltrán, A.: Introducción a la Numismática Universal, Madrid, 1987, p. Para realizar el análisis de las mismas hemos dividido 205. el conjunto en dos etapas distintas: 18. Roman Republican Coinage, Cambridge, 1974. 636
LA DIOSA ROMA EN LAS MONEDAS DE SU TIEMPO (I). LA REPÚBLICA Este conjunto de monedas se ha ido desglosando en La columna DIOSES incluye el nombre de todas tres apartados distintos: aquellas divinidades que aparecen en el grupo de monedas incluidas en el análisis, al tiempo que la a.- monedas en las que aparece la diosa Roma columna MONEDAS corresponde con el número de b.-monedas en las que figuran otros dioses monedas que presentan la figura de dioses y VECES c.- monedas dedicadas a otras figuras no divinas el número que alcanza la presencia de divinidades en las monedas del conjunto incluido en la columna Algunas de dichas monedas presentan divinidades en MONEDAS. el anverso y en el reverso a un mismo tiempo, lo que acarrea que en el cómputo final haya mayor número de Como resultado de ello la aplicación del CRITERIO dioses representados que monedas con dioses. De esta A en el período correspondiente a la 1ª ETAPA nos manera la distribución proporcionada aparece refleja- esta indicando que la diosa Minerva sería la divinidad da en el Cuadro nº 1. más considerada, seguida a continuación por la diosa Roma. Con el objeto de poder analizar la importancia relati- va que la sociedad romana o, en su caso, el Senado romano, asignaba a sus dioses, se han utilizado los dos Aplicación del criterio B criterios siguientes: En este grupo de 64 monedas de bronce que hemos 1. Criterio A: una divinidad que recibe muestras de sometido a estudio nos encontramos con tres sistemas una mayor atención, por figurar en un número de monetarios diferentes: monedas de series distintas más amplio, se consi- dera más importante para el pueblo romano que a.- Sistema de la litra: formado por tres monedas, aquellas otras que figuran en menos monedas. doble litra de 6,73/5,7g, litra de 3,37/3,0 g, y 2.Criterio B: teniendo en cuenta que en cada momen- media litra de 1,65 g. to existen monedas de diferentes valores (unas de b.-Sistema del “as”: configurado por 8 monedas, más valor que otras), se considera que las divinida- tressis de 891 g, dupondios de 569,62 g, semis des que se nos muestran en las monedas de mayor de 165/132,36 g, triente de 89,44 g, cuadrantes valor serían más importantes en la consideración del de 67,59 g, sestantes de 56,61 g, y uncia de pueblo romano que aquellos dioses que aparecen 21,71 g. acuñados sobre monedas de menor valor. c.- Sistema indefinido: conformado por monedas sin nombre conocido y sin pesos relacionados, AE con pesos de 16 / 15 g, AE con pesos de Aplicación del criterio A 6,14 g, AE con pesos de 3,29 g. En el Cuadro nº 1 se recogen los datos correspondientes Se ha considerado que la presencia de una divinidad en a las acuñaciones de monedas en las que figura la diosa la mayor moneda de cualquier sistema representa Roma en el anverso (dos de estas monedas, concretamen- similar distinción, con independencia del peso intrín- te las marcadas con los números 3 y 7, tienen también la seco de la moneda (la divinidad figura en la moneda diosa Roma en el reverso); en todos los casos la figura de de mayor representación). la diosa se halla representada por su cabeza con casco. En otros términos, la puntuación señalada para las divi- De los datos de este Cuadro nº 1 se desprende que la nidades que figuran en una moneda corresponde a su diosa Roma aparece reflejada en el anverso en 8 veces mayor o menor valor facial dentro del sistema, con mientras que en el reverso únicamente en 2 ocasiones. independencia de su mayor o menor valor intrínseco. Análisis similares se han realizado con las 27 monedas Con este fin se han considerado las puntuaciones que en las que figuran otros dioses; de este modo con los corresponden a las divinidades, en función del valor datos obtenidos se ha confeccionado el Cuadro nº 2, relativo, dentro de su sistema, de las monedas en las que incluye también las monedas en las que figura la que figuran, resulta para los múltiplos 3 puntos, para diosa Roma. las unidades 2 puntos y para los divisores 1 punto. 637
NARCISO SANTOS YANGUAS, CARLOS VERA GARCÍA Y MERCEDES GARCÍA MARTÍNEZ Aplicando todos estos conceptos, a los distintos con- El último as que presenta esta tipología fue acuñado juntos de monedas, nos ofrece como resultado la en el año 82 a.C. bajo el dictador Lucio Cornelio Sila., ordenación de mayor a menor importancia de las divi- quien promulgó a través de un edicto la Lex Cornelia de nidades, que se recoge en el en el Cuadro nº 3. falsis19, a través de la cual, entre otras disposiciones, se prohibía la emisión de monedas de bronce, no reem- Así pues, la aplicación de las reglas establecidas por el prendiéndola hasta 40 años después con las emisiones CRITERIO B nos presenta a la diosa Minerva como provinciales de los pompeyanos y los cesarianos y la que gozaría de mayor consideración popular, segui- hasta el año 23 a.C. con el as20 cuando Augusto resta- da a continuación de la diosa Roma. bleció la moneda del Imperio. En el Cuadro nº 4 se ha tratado de reflejar las posi- Para aplicar las reglas de los Criterios A y B es preci- ciones relativas a las distintas divinidades de acuerdo so tener en cuenta las consideraciones siguientes: con el resultado obtenido de la aplicación de los dos criterios previamente mencionados. • existen monedas que se acuñaron en períodos muy cortos, por lo que los resultados que nos De esta manera las posiciones de Minerva y Roma ofrece su análisis carecen de significación; coinciden en ambos criterios en el primer y segundo • algunas divinidades aparecen representadas en lugar respectivamente; sin embargo Apolo y los dos tipos de monedas distintos; y Dióscuros aparecen cambiados de posición (puestos 3 • los criterios de valoración son los mismos que y 4), al tiempo que Marte y Hércules coinciden los utilizados para la 1ª Etapa. (puestos 5 y 6 respectivamente). Finalmente las tres últimas divinidades (Mercurio, Aplicación del criterio A Jano y Saturno) aparecen ocupando posiciones bas- tantes diferentes: tal vez sus resultados sean los El Cuadro nº 5 incluye los resultados alcanzados con menos significativos por el escaso numero de monedas la valoración llevada a cabo a través de la aplicación de utilizadas en el análisis. las reglas establecidas para el Criterio indicado. § 2ª Etapa Aplicación del criterio B Las monedas de bronce de este período se caracterizan Con las mismas reglas aplicadas con anterioridad por el hecho de que en su anverso figura la cabeza de (múltiplos 3 puntos, unidades 2 puntos y divisores 1 una divinidad y en el reverso la proa de una nave. Por punto) y siguiendo las normas del Criterio corres- lo general las divinidades del anverso son las mismas pondiente, se ha realizado la valoración que figura en para cada valor (el dupondio es la moneda de mayor el Cuadro nº 6. valor en esta serie y la semiuncia la de menor). Si prescindimos de las monedas con escaso numero de Se acuñaron valores diversos en cantidades diferentes: acuñaciones, por considerarlas poco significativas, la así, por ejemplo, del bes (valor de 8 uncias) únicamen- diosa que aparece con menor relevancia es precisa- te conocemos una serie acuñada por C. Casius en el mente Roma, que figura en la uncia; bien es verdad año 126 a.C., mientras que del quadrans (valor de tres que se acuña una moneda menor, la semiuncia, pero en uncias) se conocen hasta 167 series. ella encontramos reflejada la figura del dios Mercurio, simultaneando su presencia con el sextans, por lo cual Por su parte el as presenta una gran interrupción en su aparece con mayor presencia y en una moneda de acuñación: se deja de acuñar en el año 146 a.C., coin- mayor valor que la diosa Roma. cidiendo con el final de la Tercera Guerra Púnica, y se reanuda su acuñación en los años 114/113 a.C. (a partir de reiniciarse la acuñación del as, y en conse- 19. También conocida como lex Cornelia testamentaria nummaria. cuencia de sus divisores, se realizan modificaciones 20. Beltrán, A., Introducción a la Numismática Universal, Madrid, 1987, p. que aumentan la talla y disminuyen el peso). 211. 638
LA DIOSA ROMA EN LAS MONEDAS DE SU TIEMPO (I). LA REPÚBLICA En el Cuadro nº 7 se comparan los resultados obteni- El Cuadro nº 8 refleja de forma simplificada el conjun- dos mediante la aplicación de los dos Criterios, elimi- to de los denarios anónimos y con monetario incluidos nando del mismo las divinidades Ceres, Apolo, en el catálogo Calicó22, en los que figura la diosa Roma; Vulcano y Liber, por entender que el escaso numero de en el período considerado, dicho Cuadro incluye el con- sus acuñaciones les resta significación. junto de todos estos denarios correspondientes a las acuñaciones llevadas a cabo entre los años 185 y 44 a.C.: Observamos entonces que la posición de Jano resulta para mejor comprensión del mismo se ha distribuido en favorecida por el Criterio B: al figurar en el as su pun- bloques de 14 años cada uno menos el último, que es de tuación se duplica; salvo dicha circunstancia, los dos 12 años con el objeto de finalizar el gráfico en el Criterios ofrecen posiciones similares. momento del asesinato de Julio César. Por lo que respecta al Gráfico nº 1 nos ofrece la dis- Conclusiones tribución de las acuñaciones de acuerdo con los datos contenidos en el Cuadro nº 8. El análisis realizado nos permite establecer para la moneda de bronce, de acuerdo con los criterios esta- En él podemos observar que, a partir del origen en el blecidos, que la diosa Roma presenta en la I Etapa una año 185 a.C., tiene lugar un incremento, con subidas posición prominente en el panteón romano, pero en y bajadas, de las acuñaciones de denarios en los que cualquier caso inferior a la de la diosa Minerva. aparece la diosa Roma representada. Sin embargo, durante la 2ª Etapa descubrimos una El cúlmen de dicha representación se alcanza en los nueva escala de valores en la distribución de los dio- años comprendidos entre 112 y 98; a partir del final de ses: la importancia de la diosa Roma parece haber dicho período las acuñaciones de moneda con la diosa decaído notablemente al figurar su efigie en monedas Roma experimentan una súbita disminución, de mane- de pequeño valor. ra que en los períodos posteriores la acuñación de dena- rios con la diosa Roma mantiene un nivel ligeramente superior a las acuñaciones de los años 98-84. 3.- Los denarios de la República ¿A qué obedece este fenómeno? De los 9 períodos establecidos hace ya medio siglo por parte de E. A. Sydenham21 con vistas a la ordenación de Es posible pensar que la causa de la disminución de la los denarios de la República romana se ha considerado devoción y confianza en la diosa Roma (y por ende su para este análisis que el I, correspondiente a las mone- escasísima aparición en las emisiones monetales pos- das de tipo griego, así como el II, que incluye los cua- teriores al año 100) tenga mucho que ver con los drigatos y los victoriatos, tendrían una significación lamentables acontecimientos que lastran el desarrollo muy escasa para el análisis que tratamos de realizar, por del último siglo de la República y que van fraguando lo que hemos decidido iniciar el mismo a partir del la crisis de la misma. Período III, correspondiente al año 187 a.C., así como finalizarlo con el momento del cambio de Era. De esta manera, podemos observar que el último período del siglo II a.C., caracterizado por la actividad (interna Para su valoración los denarios de dicha época se han y externa de Mario: años 112-98) asiste a una fase de organizado en dos grandes conjuntos: confianza en la diosa Roma, mientras que a partir de Sila (período 98-84) esa protección tutelar sobre la a. Denarios anónimos: es decir aquellos que no cuen- ciudad (y en última instancia sobre el Estado romano) tan con símbolos ni con letras, o bien que, tenién- parece haberse abandonado casi por completo. dolos, no se han podido interpretar, y en consecuen- cia no se conoce el monetario que realizó la acuña- A partir de ese momento Roma ya no se recuperará, ción; y viéndose además envuelta en la vorágine ocasionada b. Denarios con monetario: en los que figuran leyen- das que nos permiten conocer el nombre o nombres 21. The coinage of the Roman Republic, Londres,1952. de los monetarios que llevaron a cabo su acuñación. 22. Calicó, X. & F.: Los denarios romanos anteriores a J. C., Barcelona, 1991. 639
NARCISO SANTOS YANGUAS, CARLOS VERA GARCÍA Y MERCEDES GARCÍA MARTÍNEZ con motivo de los diferentes acontecimientos de las trataría de crear, afianzar y consolidar el origen de su guerras civiles, tanto en el interior como en el exterior, familia (la gens Iulia)23 oscurecería igualmente, si es que por lo que difícilmente la diosa Roma, protectora todavía tenía alguna representación, el culto a la que ancestral de la ciudad, podía ser objeto de culto y había sido la divinidad tutelar de la ciudad y del Estado veneración nuevamente. romanos durante gran parte de la fase republicana. Por ello no es de extrañar que a partir del año 44 a.C. hasta El final de dicho proceso parece coincidir con el año 45 el cambio de Era no se produzca acuñación alguna de y la emisión llevada a cabo por T. Carisius en la que se denarios con la imagen de la diosa Roma, siendo el pri- nos muestra a la diosa Roma; sin embargo la muerte de mer emperador romano (Augusto) quien reinicie las César, e incluso sus años previos, en los que el dictador acuñaciones en honor de esta diosa. 23 Al tiempo que aparecen los primeros síntomas de divinización en las monedas. Cf. Santos, N. y Vera, C.: La divinización en las monedas de los Julio-Claudios: César como precedente, Actas XI Congreso Nacional de Numismática, Zaragoza, 2002, pp. 111 y ss. 640
LA DIOSA ROMA EN LAS MONEDAS DE SU TIEMPO (I). LA REPÚBLICA Cuadro nº 1 FECHA a.C. Nº ORDEN PESO EN Número VALOR CECA Observaciones ACUÑACIÓN CRAWFORD GRAMOS 1 SEMIS ROMA 275 - 266 19/2 165,24 2 AS ROMA 269 - 266 21/1 267,33 3 TRESSIS ROMA 265 - 242 24/1 891,00 Anv. y Rev. 4 DUPONDIO ROMA 265 - 242 24/2 569,62 5 AS ROMA 265 - 242 24/3 271,38 6 MEDIA LITRA ROMA 234 - 231 26/4 1,65 7 AS ROMA 230 - 226 27/5 269,38 Anv. y Rev. 8 UNCIA ROMA 225 - 217 31/5 21,77 Cuadro nº 2 DIOSES MONEDAS VECES MINERVA 9 11 ROMA 8 10 APOLO 4 7 DIOSCUROS 5 6 MARTE 3 3 HERCULES 3 3 MERCURIO 1 3 JANO 1 1 SATURNO 1 1 TOTAL 35 45 Cuadro nº 3 SISTEMA MINERVA ROMA DIOSCURO APOLO MARTE HERCULES JANO SATURNO MERCURIO INDEFINIDO 5 1 LITRA 3 1 2 6 5 AS 13 18 11 6 1 3 2 1 T. PUNTOS 21 19 11 9 6 6 3 2 1 Cuadro nº 4 CRITERIO A POSICIÓN CRITERIO B MINERVA 1 MINERVA ROMA 2 ROMA APOLO 3 DIOSCUROS DIOSCUROS 4 APOLO MARTE 5 MARTE HERCULES 6 HERCULES MERCURIO 7 JANO JANO 8 SATURNO SATURNO 9 MERCURIO 641
NARCISO SANTOS YANGUAS, CARLOS VERA GARCÍA Y MERCEDES GARCÍA MARTÍNEZ Cuadro nº 5 Cuadro nº 6 DIOSES MONEDAS VECES DIOSES DATOS T, PUNTOS HÉRCULES 167 167 JANO 133x2 266 SATURNO 143 143 HÉRCULES 167 167 JANO 133 133 SATURNO 143 143 MINERVA 2+126 128 MINERVA 2x3+125 131 MERCURIO 103+13 126 MERCURIO 103+13 126 ROMA 53 53 ROMA 53 53 CERES 3 3 CERES 3 3 APOLO 2 2 APOLO 2 2 VULCANO 2 2 VULCANO 2 2 LIBER 1 1 LIBER 1 1 Cuadro nº 7 Cuadro nº 8 CRITERIO A Posición CRITERIO B AÑOS A.C. MONETARIO ANÓNIMA TOTAL HÉRCULES 1 JANO 187 - 168 3 29 32 SATURNO 2 HÉRCULES 168 - 154 20 22 42 JANO 3 SATURNO 154 - 140 27 9 36 MINERVA 4 MINERVA 140 - 126 54 2 56 126 - 112 38 38 MERCURIO 5 MERCURIO 112 - 98 63 1 64 ROMA 6 ROMA 98 - 84 2 2 84 - 70 7 7 70 - 56 8 8 56 - 44 7 7 TOTAL 229 63 292 Gráfico nº 1 MONETARIO ANÓNIMA 70 1 60 2 50 Cantidad 40 30 22 9 63 54 20 38 29 27 10 20 2 7 8 7 0 3 187 - 168 168 - 154 154 - 140 140 - 126 126 - 112 112 - 98 98 - 84 84 - 70 70 - 56 56 - 44 Años a.C. 642
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