La Pequeña Edad del Hielo a ambos lados del Atlántico - Episodios climáticos extremos, terremotos, erupciones volcánicas y crisis - RUA

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La Pequeña Edad del Hielo a ambos lados del Atlántico - Episodios climáticos extremos, terremotos, erupciones volcánicas y crisis - RUA
La Pequeña Edad del Hielo
    a ambos lados del Atlántico
Episodios climáticos extremos, terremotos,
      erupciones volcánicas y crisis

           Armando Alberola Romá
         Virginia García Acosta (eds.)

              UNIVERSIDAD DE ALICANTE
La Pequeña Edad del Hielo a ambos lados del Atlántico - Episodios climáticos extremos, terremotos, erupciones volcánicas y crisis - RUA
La Pequeña Edad del Hielo a ambos lados del Atlántico
Episodios climáticos extremos, terremotos, erupciones volcánicas y crisis

                A Isabel Campos Goenaga, in memoriam
La Pequeña Edad del Hielo
      a ambos lados del Atlántico
Episodios climáticos extremos, terremotos,
      erupciones volcánicas y crisis
    A Isabel Campos Goenaga, in memoriam

 Armando Alberola Romá y Virginia García Acosta (eds.)

             UNIVERSIDAD DE ALICANTE
Los estudios que integran este libro han sido evaluados externamente con el fin de garantizar su calidad
   científica. Todos ellos han sido elaborados en el marco del proyecto de investigación HAR2017-
   82810-P (Clima, riesgo, catástrofe y crisis a ambos lados del Atlántico durante la Pequeña Edad
  del Hielo), incluido en el Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de
   Excelencia promovido y financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del
                       Gobierno de España y la Agencia Estatal de Investigación.

                                      Universidad de Alicante
                              Publicacions de la Universitat d’Alacant
                          03690 San Vicente del Raspeig (Alicante, España)
                                       publicaciones@ua.es

                                         © los autores, 2021
                              © de esta edición: Universidad de Alicante

                                      ISBN: 978-84-1302-119-5
                                      Depósito legal: A 219-2021

                                Maquetación: Marten Kwinkelenberg
                          Imagen de cubierta: Adrenal (Raquel Puerta, 2009.
                          Mixta sobre lienzo, 100x100). Colección particular
IN MEMORIAM

Profª Dra. Isabel Campos Goenaga (1957-2019). Instituto Nacional de Antropología
                          e Historia (INAH, México)
ÍNDICE

Preliminar........................................................................................................ 11
Armando Alberola Romá y Virginia García Acosta
Aportes de la historiografía de desastres (ss. xv al xviii). Estudios en
ambos lados del Atlántico...............................................................................19
Raymundo Padilla Lozoya
Vaivenes climáticos en la península Ibérica y Nueva España en los
años ochenta del siglo xviii. Entre la «anomalía Maldá» y los «ciclos
de El Niño».....................................................................................................55
Armando Alberola Romá y Virginia García Acosta
Clima y desastre en Quito (Ecuador) durante la Pequeña Edad del
Hielo: 1640-1800............................................................................................95
Adrián García Torres
Una arquitectura del frío en la Pequeña Edad del Hielo (PEH).
Los pozos de nieve del sureste peninsular español...................................... 115
Rafael Gil Bautista
Ideas ambientales y climáticas en Juan Francisco Masdeu y Juan
Huarte de San Juan (una perspectiva retrospectiva).....................................137
Cayetano Mas Galvañ
Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen
natural en el Nuevo Mundo a través del Mercurio Histórico y Político
(1738-1783)...................................................................................................185
Antonio Manuel Berná Ortigosa
Carlos III de España como observador meteorológico en
la correspondencia con sus padres (1731-1744)...........................................213
Irene Andreu Candela
Sismos e catástrofes nos Açores: a resposta dos poderes o sismo de
1614 na Praia (Terceira)................................................................................235
José Damião Rodrigues
Diario de una catástrofe: la riada de san Patricio en Orihuela
(Alicante, 1672)............................................................................................259
Claudio Cremades Prieto
Gestionar la emergencia: redes de comunicación y políticas de
intervención después del terremoto de Palermo de 1726.............................279
Valeria Enea
Luis Muñoz de Guzmán y la compleja gestión del desastre de 1797
en la Audiencia de Quito..............................................................................299
María Eugenia Petit-Breuilh Sepúlveda
Cuando «el peligro no es próximo, pero sí evidente»: Efectos
climáticos y sociales de la erupción del Krakatoa (1883) en el Sureste
de la península Ibérica..................................................................................327
Jorge Olcina Cantos, Salvador Gil-Guirado y Alfredo Pérez-Morales
EXTREMISMO CLIMÁTICO, FENÓMENOS
BIOLÓGICOS Y DESASTRES DE ORIGEN
NATURAL EN EL NUEVO MUNDO A TRAVÉS
DEL MERCURIO HISTÓRICO Y POLÍTICO
(1738-1783)1

Antonio Manuel Berná Ortigosa
Universidad de Alicante

1. INTRODUCCIÓN
La prensa es objeto y fuente histórica de primer orden. Es un espejo en el que
se refleja la imagen que una sociedad tiene de sí misma y de su tiempo2. En
la historia de los medios de comunicación, la aparición del periódico supone
un hecho decisivo. Para que esto sucediera, convergieron una serie de condi-
ciones políticas, sociales y económicas favorables; al igual que un cierto nivel
de cultura y desarrollo técnico3. La imprenta, el correo y las comunicacio-
nes transatlánticas se convirtieron en algunos de los principales medios para
difundir y distribuir las ideas por todos los territorios. La obra de Elizabeth
Eisenstein significó un esfuerzo valioso para comprender la dimensión de la

1. Esta investigación –Prensa y «desastres» en el Mercurio Histórico y Político-Mercurio de
    España (1738-1830)– está financiada por el programa para la contratación de personal inves-
    tigador de carácter predoctoral de la Comunitat Valenciana (ACIF 2020 / Exp. 172). Este
    trabajo materializa la exposición «El extremismo climático y los desastres de origen natural
    en el Nuevo Mundo a través del Mercurio Histórico y Político (1738-1783)», presentada en
    el XIV Seminario Internacional de Historia y Clima: clima, riesgo, catástrofe y crisis a ambos
    lados del Atlántico durante la Pequeña Edad del Hielo. Universidad de Alicante, 16-18 de
    octubre de 2019.
2. Tuñón de Lara, 1986: 13-15.
3. Sáiz, 1983: 10.
Antonio Manuel Berná Ortigosa

cultura impresa4. Sin embargo, más acertada es la sintética y recopilatoria visión
de Asa Briggs y Peter Burke5.
    Sin entrar en el debate de cuándo se produjo el origen del periodismo, que
algunos sitúan entre la Antigüedad y la Edad Media6, y otros entre finales de
la Edad Media y la Edad Moderna7, la prensa del siglo xviii fue un género en
formación8 y marcado por contrastes, tanto por la pobreza publicista como
por sus oscilaciones de silencio y esplendor9. Como asegura Elisabel Larriba,
tanto en Europa como en América, los periódicos se multiplicaron, dando lugar
al surgimiento de una opinión pública y anunciando la llegada de una nueva
sociedad10.
    La noticia es a su vez un mensaje y un producto que se comercializó en
el mercado. Además, la lectura del periódico fue un modo de instruirse, de
informarse y de distinguirse social y culturalmente.
    Dicho esto, la fuente que se va a trabajar es el Mercurio Histórico y Político.
Esta cabecera, publicada por Salvador José Mañer en 1738, significó una pro-
funda novedad en España. Fue un periódico de contenido político y bélico.

2. METODOLOGÍA
Se ha creado una base de datos en la que el contenido del periódico se ha
dividido en siete categorías: política, guerra, economía, religión, «desastres»,
cultura-ciencia y sociedad. Acorde a la fuente y al método aplicado, estas
son las más apropiadas para agrupar, contabilizar y estudiar el Mercurio. La
finalidad ha sido establecer numéricamente el porcentaje que ocupaban las
mismas en el periodo de estudio. Es decir: 1738-1783. Desde el inicio de la
publicación hasta el último año en el que se conoció como Mercurio Histórico
y Político.
    Debido a que los contenidos se presentaron en epígrafes agrupados según
diversos espacios «político-territoriales» y a que sus discursos eran mezclados,
continuos y a base de grandes párrafos, es posible hablar de «metanoticias».
Estas son el conjunto variado de novedades que constituía cada uno de los
bloques y párrafos informativos. Por tanto, el contenido del periódico se ha
descompuesto en «unidades de registro». Estas se han clasificado en la base

4. Eisenstein, 1994.
5. Briggs y Burke, 2002.
6. González Blanco, 1919.
7. Weill, 1979.
8. Guinard, 1973.
9. Sáiz, 1983: 24.
10. Larriba, 2013: 17.

186
Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

de datos según la respectiva categoría11. Hemos de tener en cuenta que una
unidad de registro es una información, independiente a las demás, con un efecto
político, bélico, económico, religioso, catastrófico, cultural o social dentro de
un bloque noticioso del Mercurio.
    Respecto a la categoría de «desastres», se han establecido (según el orden
de aparición) quince tipos: rayos, erupciones volcánicas, enfermedades, frío y
nieves, lluvias, incendios, tempestades-tormentas, huracanes, rogativas, terre-
motos, calor, crecidas e inundaciones, tsunamis, sequías y plagas. A través
del Mercurio, se puede analizar cómo fue la interacción entre el medio, sus
manifestaciones extremas y las sociedades del pasado; al igual que ver cómo
fueron los daños y las respuestas sociales ante las adversidades climáticas,
biológicas o naturales.
    En este caso, el autor no investiga cómo se configuraron las catástrofes.
Se encarga de analizar el Mercurio Histórico y Político como una fuente
histórica; y, concretamente, estudia qué y cuántas noticias de esta temática
aparecieron, además de sus características y de cómo se publicaron12. Por
ende, cuando se habla de «desastres», se hace referencia tanto a los episo-
dios de fenómenos climáticos, hidrometeorológicos, naturales, biológicos y
geológicos, como a sus efectos extremos. Asimismo, excepcionalmente, a las
rogativas y a los incendios. De un lado, por ser manifestaciones socio-reli-
giosas e indicadores de estos episodios; de otro, porque fueron un problema
extraordinario para la agricultura y para la organización de las ciudades
durante el Antiguo Régimen.
    Por último, es necesario aclarar los objetivos de esta contribución. Son
cuatro:
     1) Fijar la relación entre la prensa española y las colonias americanas.
     2) Definir las características del Mercurio Histórico y Político (1738-
        1783), así como su relación con el mundo colonial.
     3) Ofrecer los datos de un vaciado sistemático de la categoría de «desas-
        tres» y analizar cuántas noticias hay para el Nuevo Mundo, cuáles y
        cómo son.
     4) Plantear una propuesta de estudio de cara al futuro.

11. En total, se han contabilizado 66.440 (100%), las cuales se dividen así: política: 32.365 (49%);
    guerra: 18.347 (27%); economía: 5.872 (9%); religión: 4.143 (6%); «desastres»: 2.145 (3%);
    cultura-ciencia: 1.814 (3%); y sociedad: 1.754 (3%). Como en este trabajo solo se analizará
    la categoría de «desastres» en el ámbito americano, para tener una visión completa de todas
    ellas y sus características, véase: Berná Ortigosa, 37 (2019): 276-315.
12. Siempre y cuando se emplee la metodología adecuada, la prensa puede ser un instrumento
     útil para el estudio de los climas y de los desastres de origen natural. Un buen ejemplo es el
     siguiente: Olcina Cantos, 23 (2005): 185-232.

                                                                                                 187
Antonio Manuel Berná Ortigosa

3. LA PRENSA ESPAÑOLA EN LA METRÓPOLI Y EN LAS
COLONIAS EN EL SIGLO XVIII. EL MERCURIO HISTÓRICO Y
POLÍTICO (1738-1783)
Las características del periodismo español del siglo xviii fueron extensivas –con
algunos matices– a todos los dominios de la Monarquía. Tanto en la península
Ibérica, como en otros tantos puntos de Europa, se produjo la irrupción de
una prensa muy variada: literaria, científica, erudita, divulgativa, informativa,
miscelánea, política, económica, oficial o provincial13. Esto se concretó en la
publicación de diversas cabeceras americanas. En el Cuadro 1 aparecen algunos
ejemplos14.
     La prensa fue un enlace entre las relaciones de las colonias y la metrópoli,
permitiendo que se estableciera una red de comunicación e intercambio perma-
nente. Además, la Corona usó los periódicos para uniformizar la administración,
así como para proyectar una opinión pública de la Monarquía y reforzar la idea
de que todos, a ambos lados del Atlántico, eran súbditos de un mismo rey.
     El público colonial se consideraba satisfecho en lo concerniente a las noti-
cias locales. No obstante, los edictos, las crónicas, los boletines, los bandos o los
pasquines no saciaban la curiosidad en lo referente al continente europeo. Junto
al aumento de las actividades comerciales, se produjo la recopilación de noticias
del exterior y la difusión de periódicos procedentes de la península Ibérica15.
Como sucedió en Europa16, el germen del periodismo fue las hojas volantes
o papeles sueltos. En América, la llegada de la imprenta se debió al proceso
de conquista y colonización española. El primer territorio en contar con una
fue, en 1539, el Virreinato de Nueva España. En cambio, la hoja volante más
antigua que se conserva se remite a 1541, titulada Relación del espantable terre-
moto que agora nuevamente ha acontecido en la ciudad de Guatemala […].
Estos documentos efímeros recogieron catástrofes, notificaciones de crímenes,
ejecuciones, batallas, defunciones, eventos cotidianos o hechos de interés e
importancia. Años más tarde, se les sumaron las publicaciones por entregas,
que recogían información histórica, científica y literaria. La más destacada fue
el Mercurio Volante (1693) del jesuita Carlos de Sigüenza y Góngora17.

13. Weill, 1979. Mas Galvañ, 2016: 179-202; 2017: 209-227.
14. Aquí no aparecen todos los periódicos que se publicaron, pero sí los más importantes. Con
     este listado se pretende hacer una aproximación a la realidad periodística de los distintos
     territorios americanos de soberanía española. Para más información, véase: Weill, 1979:
    55-57. Núñez de Prado et alii., 1993: 85-90. y para las cabeceras del siglo xix: Núñez de
    Prado et alii., 1993: 91-125.
15. Tarín Iglesias, 1972: 40-41.
16. Weill, 1979: 4-17.
17. García Acosta, 2016: 66-70.

188
Cuadro 1. Listado de periódicos en las colonias españolas en el siglo xviii

      Fuente: Núñez de Prado et alii., 1993: 85-125. De Pedro Robles y Torres Hernández, 6 (2004): 321. García Acosta, 2016: 70.
                                 Poupeney Hart, 14 (2010): 17; 20 (2017):135-140. Elaboración propia.
                                                                                                                                   Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

189
Antonio Manuel Berná Ortigosa

     A diferencia de la península Ibérica18, en las colonias americanas la produc-
ción de papeles públicos pasó por tres etapas distintas: literatura de conquista
(1492-1560), de estabilización colonial (1560-1750) y prerrevolucionaria
(1750-1808)19. Con la llegada de los Borbones se convirtió en un instrumento
de educación y control político. Pese a ello, fue una práctica menos generalizada
que en Europa. Esto se debe a las condiciones materiales que imperaron en el
suelo americano (escasez y mal rendimiento de maquinaria, insuficiencia de
vías de comunicación terrestre, inseguridad del tráfico marítimo, intransigencia
de las autoridades y la legislación20)21.
     El periodismo americano experimentó tres fases en el siglo xviii. En la
primera mitad, predominó la prensa virreinal, donde destacó la información
administrativa. En la segunda, la prensa ilustrada expandió diversos contenidos
científicos y técnicos. Esto propició el surgimiento de una prensa especiali-
zada y dominante que fue el origen de la divulgación científica. En la primera
década del siglo xix, la prensa preindependentista primó los temas sociopolí-
ticos y económicos. Además, el ritmo de su producción y extensión se aceleró
vertiginosamente22.
     De otro lado, Salvador José Mañer publicó el Mercurio Histórico y Político
en 1738. Este periódico supuso una gran novedad en España. A partir de dicho
año, despegó de forma muy veloz, hasta el punto de poner en duda el monopo-
lio de la Gaceta de Madrid (1661-1936). Así, fue con la Real Orden de 24 de
enero de 1756 cuando la Monarquía lo oficializó. En enero de 1784, la cabecera
pasó a conocerse como Mercurio de España. Su publicación llegó hasta 1830.
     En esencia, y siendo complementario a la Gaceta, ofreció a sus contempo-
ráneos noticias de política y guerra, además de pinceladas de cultura, economía,
religión y sociedad. Tanto de las novedades genéricas de Europa, como de las
particulares de cada Estado, y siempre respondiendo al prisma ideológico de las
autoridades borbónicas23. En suma, fue un periódico mensual, en entregas en
8.º, compuesto a una columna y con más de cien páginas de media. Su precio
fue de seis maravedíes cada pliego, hallándose especialmente en Madrid, Cádiz
y Murcia. Entre 1750-1800, consiguió llegar a un amplio número de lectores,
suscriptores y territorios (europeos, peninsulares y de ultramar)24.

18. Aguilar Piñal, 1978. Sáiz, 1983.
19. Vidal, 1985: 10.
20. El ejemplo más notable es el «Pánico de Floridablanca» (1791).
21. Poupeney Hart, 14 (2010): 7-13.
22. Véase: Godoy, 1993.
23. Enciso Recio, 1957: 35-39.
24. Op. Cit.: 38-39, 73-76, 83-84, 122-123, 129 y 140.

190
Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

    Por estas características, además de ser el «correo de los dioses»25, fue la
publicación más moderna de la época26. El Mercurio fue uno de los periódi-
cos peninsulares más importantes de las colonias. Las remesas a América se
hacían por dos rutas, la de Buenos Aires y la de La Habana. En cualquier caso,
los paquebotes de la Renta de Correos salían desde La Coruña. Los puntos de
distribución fueron once en total: México, La Habana, Veracruz, Guatemala,
Lima, Cartagena, Panamá, Buenos Aires, Puerto Rico, Santo Domingo y
Portobelo. Cada año, a lo largo de 1768-1781, se mandaron entre mil y cinco
mil ejemplares27.
    El Mercurio fue una cabecera oficial. Por lo tanto, no es de extrañar que
se enviaran tomos a las distintas instancias administrativas para que estas se
nutrieran de información y, además, redistribuyeran los periódicos o sus con-
tenidos por diversos sectores de la sociedad. El Mercurio se convirtió en un
instrumento para proyectar una imagen sesgada y seleccionada de la Monarquía
Hispánica y también de sus rivales políticos. En suma, fue un medio para
extender novedades sobre territorios lejanos. Por ello, tuvo que ser consultado
por otras líneas editoriales americanas para preparar, completar o enriquecer
sus publicaciones periodísticas. Además, los envíos a América se convirtieron
en un negocio de particulares, como confirman las múltiples irregularidades y
deficiencias28. Sin embargo, las preguntas que deben responderse en el futuro
con mayor precisión son las siguientes: ¿Quiénes los compraban y quiénes los
leyeron?

4. EL EXTREMISMO CLIMÁTICO, LOS FENÓMENOS
BIOLÓGICOS Y LOS DESASTRES DE ORIGEN NATURAL EN
EL NUEVO MUNDO A TRAVÉS DEL MERCURIO HISTÓRICO Y
POLÍTICO (1738-1783)
La Pequeña Edad del Hielo (en adelante, PEH) se singularizó por un descenso
de 1-2º C en las temperaturas, inviernos muy fríos y nivosos, el avance de los
glaciares alpinos y la variabilidad, irregularidad o extremismo climático, lo
que se sumó a crisis de subsistencia, desórdenes sociales y catástrofes. Incluso,
durante esta etapa histórica, acontecieron varios episodios que destacaron por
la ausencia de manchas solares, el descenso de las temperaturas y la variabili-
dad climática. Estos son conocidos como Mínimo de Spörer (1550-1560), de

25. Gómez Aparicio, 1967: 23.
26. Guinard, 1973: 223.
27. Enciso Recio, 1957: 83-84. Larriba, 2013: 197-201.
28. Enciso Recio, 1957: 84-86.

                                                                                                 191
Antonio Manuel Berná Ortigosa

Maunder (1645-1715) y de Dalton (1790-1820)29. En cambio, en la fachada
mediterránea occidental acabaría destacando la Oscilación Maldà (1760-1800),
caracterizada por el incremento en la frecuencia e intensidad de los periodos
estériles y de aguaceros catastróficos30. Dicho esto, se recomienda la consulta de
Le Roy Ladurie, que ubicó la PEH entre 1300 y 1860; y que, en suma, definió
sus características y sistematizó sus efectos para todo el territorio europeo31.
    En el caso del Mercurio, se han contabilizado 2.145 registros para la cate-
goría de «desastres». La evolución de los datos a lo largo de las décadas de
estudio es el siguiente: 1738-1749: 479; 1750-1759: 666; 1760-1769: 463;
1770-1783: 537 (Cuadro 2).

      Cuadro 2. Vaciado por décadas de las unidades de registro de «desastres» del
                      Mercurio Histórico y Político (1738-1783)

 Fuente: Mercurio Histórico y Político (1738-1783), 552 ejemplares. Biblioteca Nacional de
   España (en adelante, BNE), Hemeroteca Digital (en adelante, HD). Elaboración propia.

29. Alberola Romá, 2014: 43-47, 61-62 y 75.
30. Barriendos Vallvé y Llasat Botija, 2009: 253-286.
31. Le Roy Ladurie, 1990; 2017.

192
Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

    El autor ha creído conveniente efectuar una división en tres grandes terri-
torios para así establecer una comparación estadística de cuántas novedades
presentó cada uno de ellos (Cuadro 3). El primero de los espacios es el conti-
nente europeo. De los 2.145 (100%) registros totales, tiene 1.650 (78%). Los
«desastres» que más predominaron fueron las enfermedades (320), los terre-
motos (261), los incendios (252), las tempestades (176), el frío y las nieves
(146) y las crecidas e inundaciones (128). La evolución de sus décadas fue así:
1738-1749: 396; 1750-1759: 534; 1760-1769: 319; 1770-1783: 401.
    El segundo territorio es África-Próximo Oriente, donde aparecen 417 (17%)
noticias de esta categoría, las cuales se distribuyen del siguiente modo: 1738-
1749: 58; 1750-1759: 113; 1760-1769: 122; 1770-1783: 124. Las tipologías
más destacadas son las enfermedades (191), los incendios (86) y los terremotos
(53).
    Por último, el Nuevo Mundo. Este territorio contiene tan solo 78 (5%) uni-
dades de registro (1738-1749: 25; 1750-1759: 19; 1760-1769: 22; 1770-1783:
12). En este sobresalen los huracanes (21), las tempestades (20), los terremotos
(14) y las enfermedades (9). Con alguna excepción, no es extraño que todas
estas tipologías se repitan en los diversos espacios, ya que en términos generales
son las más significativas para la categoría de «desastres».

  Cuadro 3. Vaciado por territorios de las unidades de registro de «desastres» del
                   Mercurio Histórico y Político (1738-1783)
                                Continente europeo

                                                                                                193
Antonio Manuel Berná Ortigosa

        África-Próximo Oriente

             Nuevo Mundo

194
Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

                                             Resumen

 Fuente: Mercurio Histórico y Político (1738-1783), 552 ejemplares. BNE, HD. Elaboración
                                           propia.

     Aunque en esta categoría las noticias para el Nuevo Mundo sean tan
minoritarias, su análisis plantea una línea de investigación que puede ser muy
interesante para futuros trabajos. Esta implicaría la necesidad de establecer una
mirada a ambos lados del Atlántico.
     Así, sería valioso realizar un estudio comparativo entre el Mercurio y algu-
nas cabeceras latinoamericanas como, por ejemplo, la Gazeta de Guatemala32 y
la Gazeta de Lima33. Estas gazetas son las que mayor continuidad e importancia
tuvieron en el tiempo, correspondiéndose con la cronología de publicación del
Mercurio Histórico y Político y del Mercurio de España. Para esta tarea sería
útil consultar el artículo de Catherine Poupeney Hart en el que sistematiza
algunos de los archivos, hemerotecas, bibliotecas o sitios webs donde es posible
encontrar digitalmente y en línea muchos de los periódicos que han aparecido
en el cuadro del apartado anterior34.
     La finalidad del estudio que se propone sería triple: 1) comprobar si algunas
de las noticias coincidieron; y, en tal caso, analizar si presentaron diferencias
entre sí. 2) Revisar si hubo otras novedades para las colonias españolas que
no estuvieran en el Mercurio. 3) Averiguar cómo obtenía y seleccionaba el
Mercurio la información referida a las colonias en general y a las españolas en
particular. Pese a que los resultados son una incógnita, es probable que arrojen
luz sobre las relaciones entre la Monarquía Hispánica y sus colonias america-
nas, así como acerca de la prensa española del siglo xviii.
     A continuación, se comentarán uno a uno los distintos tipos de «desastres»
para las noticias del Nuevo Mundo.

32. Poupeney Hart, 16 (2010):1-22; 2016: 307-318.
33. Dunbar Temple, 1965.
34. Poupeney Hart, 20 (2017): 129-146.

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Antonio Manuel Berná Ortigosa

4.1 Rayos
Los rayos fueron la primera tipología en aparecer en el Mercurio, con un total de
56 (3%) registros. Estos ocasionaron daños sobre barcos y ciudades, pudiendo
dar lugar a incendios y/o pérdidas materiales, humanas y económicas. Menos
frecuentes son las observaciones o los impactos directos sobre personas. Para
el Nuevo Mundo solo hay una noticia (0,1%). En las novedades de España de
octubre de 1741, se publicó que un rayo cayó en la escuadra del Almirante
Torres35antes de que llegara al puerto de La Habana36.

4.2 Erupciones volcánicas
Las erupciones significan un total de 87 (4%) noticias. Pero no hay ninguna
relacionada con Latinoamérica. Esto resulta sorprendente. En la Edad Moderna,
los volcanes fueron uno de los problemas más complejos a los que se tuvieron
que enfrentar las sociedades de América del Sur37. La pregunta es: ¿Por qué no
hay ninguna referencia? A priori, parece que lo más indicado es afirmar que
la administración borbónica prefirió suprimir todo tipo de información que
pudiera ponerla en entredicho a la hora de gestionar una catástrofe. Otra alter-
nativa es que no llegaran datos a las oficinas del periódico o que, incluso, sus
responsables no tuvieran interés en los mismos. Es posible que los redactores
del Mercurio jerarquizaran las novedades a publicar y que mucha información
fuera omitida.

4.3 Enfermedades
Las enfermedades son el conjunto más amplio de todo el periódico, pues suman
520 (24%) unidades de registro. Las enfermedades, favorecidas por los cam-
bios en la naturaleza y el ambiente, provocaron crisis culturales y teológicas,
debates médicos y políticos, pérdidas económicas y demográficas o la para-
lización de los conflictos bélicos. En el caso del continente americano, hay 9
novedades (0,2%). En 1741 aparecieron cuatro seguidas como consecuencia de
los estragos que estaba sufriendo Cartagena de Indias por la fiebre amarilla38 y
el sitio inglés39. Si este grupo de noticias se publicó fue por motivos propagan-
dísticos. Por una parte, en el contexto de la Guerra del Asiento (1739-1748),

35. Fue uno de los tantos protagonistas en la Guerra del Asiento (1739-1748).
36. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 46, X-1741, pág. 111.
37. Petit-Breuilh Sepúlveda, 2004; 2013: 169-191.
38. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 39, 44, 46 y 48, III, VIII, X y XII-1741, págs.
     110-111, 94-97, 102 y 117.
39. Desde el 13 de marzo al 20 de mayo de 1741.

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Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

para enaltecer la decisiva victoria española, la cual consolidó el dominio de
la Corona en Suramérica; y, por otra, para exaltar la figura del Almirante Don
Blas de Lezo40.
    Como se ve en las novedades de Londres de noviembre de 1751, la fiebre
o calentura amarilla también causó la muerte de muchas personas en Jamaica,
limitando la actividad comercial del puerto de Kingston41. Otras enfermeda-
des afectaron a las Indias Occidentales. Un ejemplo es el de la viruela, que
diezmó las colonias de Boston y Nueva Inglaterra en 175242; la de Williamsburg
(Virginia) en 176043 y la Carolina Meridional en 176144. La última mención
se notificó en las novedades de Londres de diciembre de 1773, indicándose el
brote de una epidemia que afectó a los negros de Jamaica y que se disipó sin
originar una gran devastación45. Un estudio interesante que ejemplifica cómo
trabajar las enfermedades es el de María Isabel Campos Goenaga46.

4.4 Frío y nieves
Las noticias de frío y nieves tuvieron una relativa importancia, como confir-
man los 160 registros (8%). Además de referencias y observaciones, las bajas
temperaturas y las nevadas paralizaron o mermaron las actividades productivas.
Mostrando así la dificultad de calentarse para muchos grupos sociales que no
tenían acceso a combustibles o que no podían permitirse pagar una chimenea y
sus correspondientes impuestos. De este modo, fueron condicionantes negati-
vos de cara a conflictos bélicos. Mientras que la nieve podía impedir o limitar
las movilizaciones, el frío era insoportable para unas maltrechas tropas que eran
incapaces de calentarse, lo que se sumaba a la carestía y a las enfermedades. El
resultado era que murieran más soldados por estos factores que por las contien-
das armadas; o que, incluso, la tensión se terminase convirtiendo en un motín.
    En cuanto al Nuevo Mundo, tan solo hay 2 noticias (0,1%). En primer lugar,
desde las novedades de Madrid de junio de 1750, se notificó que la embarca-
ción de Don Francisco de Orozco (oidor de Guatemala y alcalde del crimen de
México) salió el día 16 de noviembre de 1749 del puerto de Callao con rumbo
a Cádiz. El 22 de enero de 1750 partió del puerto de Isla Concepción. Durante
todo el trayecto no padeció daño alguno en sus navíos. Sin embargo, el día 16

40. Murió el 7 de diciembre de 1741 a causa de la fiebre amarilla.
41. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 82, XI-1751, pág. 57.
42. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 91, VIII-1752, pág. 57.
43. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 3, VII-1760, pág. 256.
44. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 1, I-1761, pág. 72.
45. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 4, XII-1773, pág. 302.
46. Campos Goenaga, 2016: 323-344.

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Antonio Manuel Berná Ortigosa

de febrero, mientras que pasaba por las inmediaciones del Cabo de Hornos,
experimentó una bajada de temperatura muy fría, con granizo y recios vientos47.
Después de esto, el Mercurio no comentó cuáles fueron sus pérdidas materiales
o humanas, si acaso las hubo. En último lugar, a partir de las novedades de
Boston de marzo de 1761, se contó que el puerto homónimo estuvo cerrado
durante más de 15 días a causa del frío y de los hielos, lo que significó un
fuerte revés a nivel económico y comercial48. Para Latinoamérica es importante
aumentar el número de estudios referidos a frío y nevadas en el contexto de
la PEH y en relación con la posible aparición de El Niño y La Niña49. Como
demuestra Adrián García Torres, las heladas pudieron llegar a convertirse en
destacados episodios de impacto socioeconómico para el siglo xviii50.

4.5 Lluvias
En el Mercurio Histórico y Político hay un total de 90 registros (4%). Lo pri-
mero a remarcar es la nula incidencia de la Oscilación Maldà (1760-1800) en el
conjunto de los datos. Lo segundo es que las novedades siempre se vincularon
con aspectos bélicos, socioeconómicos y con medidas político-técnicas o espiri-
tuales para prevenirlas o paliarlas. Así, de la misma manera que podían cortar el
paso a militares, o bloquear caminos y rutas comerciales, podían hacer peligrar
cosechas, estructuras y la vida de animales y personas. Relativa al continente
americano, solo hay una noticia (0,1%). En las novedades de Londres de julio
de 1759, en el contexto de la Guerra de los Siete Años (1756-1763), se contó
que las tropas inglesas del Brigadier Clavering, entre los días 14 y 18 de abril
del mismo año, no pudieron conquistar ni avanzar por la isla de Guadalupe a
causa de las fuertes lluvias, ni tampoco fortificar las posiciones aseguradas51.

4.6 Incendios
Como confirma el Mercurio con sus 344 noticias (16%), los incendios fueron
uno de los problemas más básicos de las sociedades preindustriales. Además
de afectar a edificios aislados o ciudades completas, provocaron grandes dam-
nificaciones socioeconómicas y demográficas, a pesar de los esfuerzos de las
instancias administrativas. En cuanto a las novedades del Nuevo Mundo, el
periódico presenta 6 (0,5%) unidades de registro.

47. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 65, VI-1750, pág. 80.
48. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 3, III-1761, pág. 257.
49. Véase: Gil Olcina y Olcina Cantos, 2017: 467-506.
50. García Torres, 2017: 183-208.
51. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 3, VII-1759, págs. 188-198.

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Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

    En las novedades de Londres de septiembre de 1750, se informó que un
incendio dañó el Puerto Real de Jamaica, donde los daños excedieron a 1.000
libras esterlinas52. En Carlsbad (California), el 23 de mayo de 1759, se pegó
fuego a la casa de un latonero. Debido al fuerte viento, en menos de cinco horas
se abrasaron 247 casas, sin contar la Iglesia Colegial, la Casa de la Ciudad y la
del Correo53. En marzo de 1761, el turno fue para Boston, donde fueron redu-
cidas a cenizas muchas casas de madera, almacenes, edificios con mercadurías,
parte del astillero y de sus navíos, el mercado y la Casa de la Ciudad54.
    En las novedades de Londres de julio de 1766, se informó que en Bridgetown
(Barbados), entre el 14-15 de mayo del mismo año, se produjo un incendio que
arruinó la aduana, algunos edificios públicos y cuatrocientas casas inmediatas.
Ante los estragos, el Gobierno tomó las medidas oportunas para socorrer a
sus habitantes55. No obstante, esta ciudad sufrió otro incendio el 21 de agosto
de 1769. Se perdieron ocho casas, la cárcel y la iglesia56. La última noticia es
similar, el fuego se prendió en la ciudad de San Jorge (Granada), que quedó
reducida a cenizas en 1772. Las pérdidas se regularon en doscientas mil libras
esterlinas57.

4.7 Tempestades y tormentas
Las tempestades y tormentas son uno de los conjuntos más importantes del
Mercurio debido a los 213 registros (10%) que presenta. Las noticias se vin-
cularon con los daños que padecieron los navíos mercantes y militares, y las
incidencias socioeconómicas que provocaron en el mundo urbano y rural. Esta
tipología es la segunda más numerosa para el continente americano con 20
noticias (0,9%). A diferencia de las anteriores, y por motivos de espacio, aquí
se expondrán todas las novedades, así como las características que reflejó el
periódico, por medio del Cuadro 4.

4.8 Huracanes
Los huracanes suponen 97 (5%) registros y comparten las mismas caracterís-
ticas que las tempestades y las tormentas. Esta tipología es la más numerosa
para el Nuevo Mundo con un total de 21 noticias (1,3%). Para exponerlas se

52. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 68, IX-1750, pág. 56.
53. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 2, VI-1759, pág. 138.
54. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 3, III-1761, págs. 257-258.
55. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 3, VII-1766, pág. 235.
56. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 3, XI-1769, págs. 205-206.
57. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 4, IV-1772, pág. 304.

                                                                                                 199
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hará como en el punto anterior, pero esta vez con el Cuadro 5. En este habrá
algunas excepciones referidas a las Indias Orientales.

4.9 Rogativas
Las rogativas en el Mercurio Histórico y Político fueron ocasionales, como
demuestran sus 31 noticias (1%). La información que ofrecieron es demasiado
sesgada. Es imposible saber quién o quiénes las convocaban, cómo estaban orga-
nizadas, qué rituales o imágenes utilizaban, qué recorridos seguían y cuáles eran
sus características. Todavía más sorprendente es la ausencia de las mismas en el
continente americano. Como prueban algunos trabajos58, las rogativas y otros
rituales religiosos fueron prácticas muy comunes en el mundo latinoamericano.

4.10 Terremotos
Los terremotos constituyen una de las tipologías más destacadas del Mercurio
Histórico y Político. En total, tiene 328 unidades de registro (15%). Las noticias
recogieron datos sobre pérdidas socioeconómicas y demográficas. Además de
respuestas político-técnicas, debates científicos y crisis religiosas. Los terremo-
tos fueron uno de los «desastres» más importantes del continente americano59.
En este aspecto, esta tipología es la tercera más numerosa con 14 novedades
(0,6%). Como en el punto 4.7 y 4.8, las noticias se expondrán a partir del
Cuadro 6.
    Es preciso comentar dos cuestiones: en primer lugar, el terremoto de Lima
(1746) no apareció en el Mercurio; y, en segundo lugar, el más importante que
notificó fue el de Quito (1755)60.

4.11 Calor
La tipología de calor es una de las menos numerosas, pues cuenta con 29
registros (1%). En el periódico, las noticias se relacionaron con enfermedades
o con episodios de sequía. Al igual que sucedía con las bajas temperaturas, las
menciones del Mercurio casi siempre eran indirectas, lo que impide reconstruir
las amplitudes térmicas y las medias mensuales y anuales. Esto se muestra en
el único ejemplo existente para el Nuevo Mundo (0,1%). En las novedades de
Londres de abril de 1773, se hizo referencia a un calor extremo (sin medición
térmica) en las Indias Occidentales, concretamente en la isla de San Vicente.

58. Altez Ortega, 35 (2017): 178-213. Arrioja Díaz Viruell, 35 (2017): 214-253. García
     Acosta, 35 (2017): 46-82. Padilla Lozoya, 35 (2017): 116-148.
59. Altez Ortega, 2006; 38 (2017): 8-31.
60. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 135, IV-1756, págs. 14-15.

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Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

Por las altísimas temperaturas y la fuerte presión militar, los regimientos ingle-
ses tuvieron que abandonar aquella isla61.

4.12 Crecidas e inundaciones
Una de las consecuencias más notables de la PEH y de la Oscilación Maldà
(1760-1800) fue la existencia de episodios de sequías acompañados de preci-
pitaciones intensas y grandes inundaciones. Esta tipología alcanza un total de
131 unidades de registro (6%). Las noticias del Mercurio reflejaron los estra-
gos socioeconómicos que podían causar y, además, las respuestas religiosas
y político-técnicas para prevenirlas o paliarlas. No obstante, no hay ninguna
novedad referida a América. Pese a ello, es evidente que este tipo de «desastre»
fue muy frecuente a lo largo de la Edad Moderna en América del Sur62.

4.13 Tsunamis
En el Mercurio Histórico y Político las noticias de tsunamis fueron esporádicas.
En total hay 15 registros (1%). Los daños económicos que podían producir
eran cuantiosos. Así lo demuestran las 2 novedades (0,15%) que hay para el
Nuevo Mundo.
    La primera, publicada en las novedades de Londres de diciembre de 1740,
informó que un huracán y su consecuente marejada63 de más de diez metros de
altura destruyeron en la isla de Guadalupe seis navíos mercantiles, la iglesia y
sesenta y seis casas; mientras que, en la Martinica, el mar se llevó los árboles,
los diques, quince navíos, cuarenta canoas y la mayoría de las barcas64.
    En las de Londres de enero de 1781, se adjuntó la carta del Almirante Peter
Parker (oficial de la Royal Navy), remitida el 6 de noviembre de 1780. Por esta
se supo que, el día 2 de octubre de 1780, la parte de sotavento de Jamaica sufrió
una furiosa inundación, acompañada de terremotos y vientos huracanados.
La ciudad de Savanna-la-Mar fue sepultada por las aguas. En esta desgracia
perecieron 300 personas. El resto de la población, previniendo los resultados,
se resguardó en los puntos más elevados de la zona. Misma suerte padecieron,
entre el 2 y 16 de octubre, las islas de Barbada, San Cristóbal, Santa Lucía,
Nieves, Granada y San Vicente. Por los detalles que ofreció, se recomienda

61. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 4, IV-1773, pág. 353.
62. Padilla Lozoya y de la Parra Arellano, 2 (2015): 143-165. Olcina Cantos, 2017:
     111-133.
63. El término tsunami también se empleó para referirse a las olas producidas por huracanes o
     temporales. Por esta razón, el autor ha integrado esta noticia en la presente tipología.
64. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 36, XII-1740, pág. 96.

                                                                                                 201
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ver la relación al completo65. De otro lado, un trabajo muy interesante es el de
Mario Fernández Arce, puesto que sistematiza los tsunamis que ha habido desde
el siglo xvi hasta la actualidad en América Central, el Pacífico y el Caribe66.

4.14 Sequías
Durante la PEH y la Oscilación Maldà, la variabilidad y el extremismo climá-
tico fueron frecuentes en la fachada mediterránea occidental. La carencia y los
excesos hídricos se combinaron, provocando grandes catástrofes que dejaron
marcados a territorios y personas67. A pesar de la construcción de embalses,
diques, pantanos u otras infraestructuras hidráulicas, la escasez hídrica fue
uno de los principales problemas en el Antiguo Régimen –especialmente en
las zonas mediterráneas–.
     Las 15 noticias (1%) de sequías que presentó el Mercurio no reflejaron esta
realidad. Aunque esta fuente no permita crear series continuas, sí que posibi-
lita ver en cierto grado cuáles podían ser sus estragos socioeconómicos y qué
medidas materiales o espirituales se disponían para prevenirlas o mitigarlas.
Como en Europa y Próximo Oriente, los episodios de sequía también fueron
frecuentes en el continente americano68. En este caso, es sorprendente que no
haya ninguna novedad al respecto.

4.15 Plagas
En el Mercurio Histórico y Político solo hay 15 unidades de registro (1%).
Las plagas fueron un agente biológico que diezmaron en numerosas ocasiones
los cultivos europeos, próximo orientales y americanos, dando lugar a crisis
económicas y trastornos sociales. Las referencias a plagas no tenían por qué
ser de langosta. También había de otros insectos e incluso de animales.
    Pese a la importancia que tuvieron las plagas en América del Sur69, en
el periódico solo hay un registro (0,1%). En las novedades de Londres de
diciembre de 1771, se aseguraba que la langosta había causado una carestía
muy grande en Nueva España, donde murieron de hambre ochenta mil indios70.

65. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 1, I-1781, págs. 62-68. N.º 2, II-1781, págs.
     132-135.
66. Fernández Arce, 26 (2002): 71-87.
67. Alberola Romá, 51-52 (2010): 23-32. Alberola Romá, Bueno Vergara y García Torres,
     2016: 123-155.
68. García Acosta, 35 (2017): 46-82. García Torres, 2017: 183-208. Olcina Cantos, 2017:
     111-133.
69. Arrioja Díaz Viruell, 33 (2015): 309-323; 2016: 295-321; 2019. Alberola Romá y
     Arrioja Díaz Viruell, 65 (2019): 1-23.
70. BNE, HD, Mercurio Histórico y Político, n.º 4, XII-1771, pág. 392.

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Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

     Cuadro 4. Noticias de tempestades y tormentas en el Nuevo Mundo

                                                                                                203
204
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      Fuente: Mercurio Histórico y Político (1738-1783), 552 ejemplares. BNE, HD. Elaboración propia.
Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

 Cuadro 5. Noticias de huracanes en el Nuevo Mundo

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      Fuente: Mercurio Histórico y Político (1738-1783), 552 ejemplares. BNE, HD. Elaboración propia.
Cuadro 6. Noticias de terremotos en el Nuevo Mundo

      Fuente: Mercurio Histórico y Político (1738-1783), 552 ejemplares. BNE, HD. Elaboración propia.
                                                                                                        Extremismo climático, fenómenos biológicos y desastres de origen natural en el Nuevo Mundo a través…

207
Antonio Manuel Berná Ortigosa

5. CONCLUSIONES
Los estudios históricos de prensa han centrado sus actividades en uno u otro
lado del Atlántico, como si Nuevo y Viejo Mundo fueran realidades inconexas.
El periodismo durante la Modernidad fue un nexo de unión y de permanente
comunicación e intercambio cultural entre las metrópolis y las colonias.
Investigar la prensa española del siglo xviii es estudiar tanto la peninsular como
la de ultramar de manera conjunta. Ambas compartían un mismo monarca,
se nutrían a sí mismas y, además, el público deseaba conocer lo que sucedía
respectivamente al otro lado del Atlántico.
    El extremismo climático, los fenómenos biológicos y los desastres de
origen natural condicionaron el devenir de las sociedades de la Edad Moderna.
Una fuente útil y complementaria para mostrar esto es el Mercurio Histórico
y Político (1738-1783). A raíz de la metodología empleada, de 66.440 (100%)
unidades de registro que contiene el periódico, 2.145 (3%) integran la categoría
de «desastres». Si atendemos a una división territorial, la distribución es así:
Europa: 1.650 (78%); África-Próximo Oriente: 417 (17%); Nuevo Mundo: 78
(5%). En el último caso, las tipologías más destacadas son las enfermedades (9
/0,2%), las tempestades (20 / 0,9%), los huracanes (21 / 1,3%) y los terremotos
(14 / 0,6%). Finalmente, no hemos de olvidar que las autoridades borbónicas se
reservaron la potestad de divulgar unas noticias u otras según sus intereses. Por
tanto, comparar el Mercurio con otras cabeceras de Hispanoamérica podría dar
respuesta a qué noticias se obviaron, cuáles coincidieron (y en qué términos)
y cómo y por qué se publicaron o no.

6. BIBLIOGRAFÍA
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   Superior de Investigaciones Científicas, 1978.
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   finales del siglo xviii», Papeles de Geografía, 51-52 (2010): 23-32. Disponible en:
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