LIBRO BLANCO SECTOR ORGANIZACIONES DE MUJERES Y/O CON PERSPECTIVA DE GÉNERO - SECRETARIA DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES CONSEJOS ...
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SECRETARIA DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES CONSEJOS CONSULTIVOS PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE LIBRO BLANCO SECTOR ORGANIZACIONES DE MUJERES Y/O CON PERSPECTIVA DE GÉNERO Generación 2008 - 2011 C C1D S
ÍNDICE 1. Introducción 2. Marco jurídico y normativo 3. Actividades, logros y propuestas 3.1. Actividades 3.2. Logros y lecciones aprendidas 3.3. Propuestas para la futura generación de consejeras 4. Anexos Anexo 1. Declaratoria Mexicana sobre Género y Cambio Climático Anexo 2. Directorio de consejeras (generación 2008-2011) Anexo 3. Recomendaciones (generación 2008-2011) 2
1. INTRO DUCCIÓN Entre los principales compromisos asumidos por la comunidad internacional para transitar hacia un modelo de desarrollo sostenible, que armonice el bienestar humano con el cuidado, la protección y la preservación del medio ambiente, y que satisfaga las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras, se encuentra la instrumentación de la Agenda 21, resultado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo, conocida como “Cumbre de la Tierra” (Río de Janeiro, 1992). La Agenda 21 refiere al plan de acción que los Estados deberán llevar a cabo, mediante mecanismos de participación ciudadana, para contribuir al logro de esa meta global, en conjunto con actores de distintos sectores sociales, entre ellos, empresarios, sindicatos, asociaciones civiles y universidades, representantes de los gobiernos locales, organizaciones de mujeres, pueblos indígenas y jóvenes. En el marco de la adopción y cumplimiento de la Agenda 21 en México, se inició un proceso para la convocatoria y construcción, en 1995, del Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable, órgano de consulta del sector ambiental, con el objetivo de facilitar la participación corresponsable de todos los sectores sociales en la protección, restauración y conservación de los ecosistemas y recursos naturales. Este consejo es coordinado por medio del Proyecto PNUD-Semarnat, adscrito a la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia de la misma Semarnat. Actualmente, y como resultado de la última modificación del Acuerdo de Creación de los Consejos Consultivos para el Desarrollo Sustentable publicado en 2008, se conforma de un Consejo Consultivo nacional, seis consejos consultivos regionales: Noroeste, Noreste, Occidente, Centro, Sur y Sureste y 32 consejos consultivos núcleo para cada estado de la República y el Distrito Federal. Cada uno de ellos, a su vez, está constituido por representantes de organizaciones sociales, organizaciones no gubernamentales, instituciones de educación superior, organizaciones empresariales e industriales, mujeres, pueblos indígenas y jóvenes, así como por los gobiernos de las entidades federativas que los componen, quienes participan con la Semarnat en la propuesta de recomendaciones para la revisión, aplicación y vigilancia de las estrategias, políticas, programas y proyectos medioambientales. Por lo que respecta al sector de mujeres y/o con perspectiva de género, su inclusión y visibilidad ha representado una ventana de oportunidad para incluir las preocupaciones y demandas de las mujeres vinculadas en torno a la problemática del sector ambiental. Esto ha colocado a la Semarnat y a los propios consejos consultivos a la vanguardia de otras instituciones en cuanto a la inclusión de las mujeres en espacios de gestión e incidencia en materia de políticas públicas. Sin embargo, son todavía muchos y muy grandes los retos que nuestro sector deberá enfrentar para que nuestra voz se escuche y sus recomendaciones se apliquen cabalmente. 3
En este Libro Blanco se pretende dar cuenta de los avances, logros y retos que ha tenido la primera generación del sector de mujeres y/o con perspectiva de género del Consejo Consultivo Nacional, con el fin de dejar testimonio y que las experiencias adquiridas sirvan de referente para quienes ahora tendrán el compromiso de contribuir en la construcción de políticas ambientales que vinculen la perspectiva de género con la sustentabilidad del desarrollo. 4
2. MARCO J URÍDICO Y NORMATIVO El marco jurídico en el que se fundamenta la participación social por medio de los Consejos Consultivos para el Desarrollo Sustentable es el siguiente: • Ley de Planeación • Ley Federal de Transparencias y Acceso a la Información Pública Gubernamental • Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil • Ley de Aguas Nacionales • Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados • Ley Federal sobre Metrología y Normalización • Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente • Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable • Ley General de Vida Silvestre • Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Por su parte, el marco normativo para la participación social de los Consejos Consultivos para el Desarrollo Sustentable está basado en los siguientes acuerdos, artículos y reglamentos: • Acuerdo mediante el cual se crean el Consejo Consultivo nacional, seis consejos consultivos regionales y treinta y dos consejos consultivos núcleo para el desarrollo sustentable. 14 de marzo de 2008. Diario Oficial de la Federación (primera sección). • Artículo 1. Se crean el Consejo Consultivo nacional, seis consejos consultivos regionales y treinta y dos consejos consultivos núcleo para el desarrollo sustentable, como órganos de consulta de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con el objeto de facilitar la participación corresponsable de todos los sectores de la sociedad para promover la protección, conservación y restauración de los ecosistemas, los recursos naturales y los bienes y servicios ambientales, a fin de propiciar su aprovechamiento y desarrollo. • Reglamento interno de los Consejos Consultivos para el Desarrollo Sustentable. • Principales funciones del consejo núcleo: I. Asesorar a la delegación federal de la Semarnat que corresponda en lo referente a: • Políticas 5
• Programas • Estudios y proyectos • Acciones específicas en materia de protección al medio ambiente y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales de competencia federal que se realicen en la entidad. 2. Evaluar los resultados de las acciones en materia ambiental de competencia federal a partir de los informes que proporcione la delegación o como resultado de estudios. 3. Recomendar a la delegación las acciones para mejorar la aplicación de políticas, programas, estudios, proyectos y acciones en materia ambiental de competencia federal que se realicen en la entidad. 4. Coordinarse con espacios de participación ciudadana estatal y municipal, para promover una visión integral de los temas ambientales. 5. Presentar propuestas, proyectos o recomendaciones al Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable regional e informar los acuerdos y avances correspondientes a los integrantes del propio núcleo. Es pertinente señalar algunos instrumentos internacionales y nacionales que son relevantes como marco de actuación del sector, tanto para su incorporación en el consejo consultivo como para las recomendaciones que ha emitido y que se orientan a promover la incorporación de la perspectiva de género en las políticas ambientales. Lo anterior tiene la intención de sentar un precedente para las siguientes generaciones que integren este sector y evidenciar la vinculación entre género y desarrollo sustentable. Marco normativo internacional Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra las Mujeres (CEDAW) Artículo 14. Establece adoptar las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra las mujeres rurales, para que puedan gozar de condiciones de vida adecuadas, particularmente en relación con el abastecimiento del agua. Articulo 14.1. Asegura el derecho de las mujeres de zonas rurales a participar en la elaboración e implementación de planes de desarrollo en todos los niveles. 6
Articulo 14.2. Asegura que las mujeres de áreas rurales tengan acceso a créditos y préstamos agrícolas, facilidades comerciales, tecnología adecuada e igual trato en planes de reforma agraria y nuevos asentamientos. Artículo 14.2(g). Asegura que las mujeres de zonas rurales tengan condiciones de vida adecuadas, especialmente en relación con vivienda, condiciones de salubridad, electricidad y abastecimiento de agua, transporte y comunicaciones. Artículo 15. Concede a las mujeres iguales derechos para concluir contratos y administrar sus propiedades. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) Cumbre Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro), 1992, conocida como Agenda 21, Sección 24.2(c). Estipula que los gobiernos son llamados a hacer los cambios necesarios, desde el punto de vista constitucional, legal, administrativo, cultural, social y económico, con el objetivo de eliminar los obstáculos a la participación plena de la mujer en el desarrollo sustentable y en la vida pública. Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (CNULD), 1994, Artículo 5(d). Promueve la sensibilización y facilita la participación de las poblaciones locales, especialmente de las mujeres y de la juventud, con el apoyo de organizaciones no gubernamentales, en los esfuerzos por combatir la desertificación y mitigar la sequía. Artículo 10(2). Facilita una participación efectiva en los ámbitos local, nacional y regional de las organizaciones no gubernamentales y las poblaciones locales, tanto de mujeres como de hombres. Esto se refiere particularmente a los usuarios de recursos, incluyendo granjeros y pastores, y a las organizaciones que los representan. Artículo 19(1 y 3). Mediante la plena participación de todos los niveles de la población, particularmente el local, de las mujeres y la juventud, y con el apoyo de organizaciones no gubernamentales y locales, se valorarán las necesidades educacionales en las áreas afectadas, se elaborará la currícula académica adecuada y se incrementaran, como sea necesario, los programas de conocimiento para adultos y las oportunidades para todos, en particular para las niñas y las mujeres, en cuanto a la identificación, conservación, uso y manejo sostenible de los recursos naturales de las aéreas afectadas. 7
IV Conferencia Internacional de la Mujer, Beijing, 1995 Objetivo estratégico K.1. Involucra activamente a las mujeres en la toma de decisiones sobre el medio ambiente en todos los niveles. Objetivo estratégico K.2. Integra los intereses y las perspectivas de género en las políticas y los programas para el desarrollo sustentable. Objetivo estratégico K.3. Fortalece o establece mecanismos en los ámbitos nacional, regional e internacional para evaluar el efecto del desarrollo y las políticas ambientales en las mujeres. Marco normativo nacional Plan Nacional de Desarrollo Eje 3. Igualdad de oportunidades Objetivo 2. Apoyar a la población más pobre para que pueda elevar sus ingresos y mejorar su calidad de vida, impulsando la generación de proyectos productivos. Objetivo 15. Incorporar plenamente a los pueblos y a las comunidades indígenas al desarrollo económico, social y cultural del país, con respeto a sus tradiciones históricas y enriqueciendo con su patrimonio cultural a toda la sociedad. Objetivo 16. Eliminar cualquier discriminación por motivos de género y garantizar la igualdad de oportunidades para que las mujeres y los hombres alcancen su pleno desarrollo y ejerzan sus derechos por igual. Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales Objetivo 9. En un marco de respeto a los derechos humanos, establecer una participación incluyente, equitativa, diferenciada, corresponsable y efectiva de todos los sectores de la sociedad, y en todos los órdenes de gobierno, en la formulación de políticas y la adopción de compromisos conjuntos que contribuyan al desarrollo sustentable de nuestro país. 8
Estrategia 1. Derechos humanos y medio ambiente • Conjuntar esfuerzos con la sociedad civil para fomentar acciones que favorezcan el derecho de los seres humanos a vivir en un medio ambiente sano. Estrategia 2. Igualdad de género • Promover la participación de las mujeres en la toma de decisiones en el sector ambiental. • Promover el fortalecimiento de capacidades de las mujeres para la organización y la gestión de proyectos ambientales. Programa “Hacia la igualdad de género y la sustentabilidad ambiental” (Proigesam, 2007-2012) El Proigesam es un programa de la Semarnat específicamente diseñado para “institucionalizar la perspectiva de género en las políticas públicas de la Semarnat y de sus órganos sectorizados, asegurar la transversalidad de la misma en el marco de sus atribuciones, a fin de garantizar el adelanto de las mujeres y la igualdad de género en cada uno de los ámbitos y retos de la agenda ambiental”. Es esencial que la futura generación de consejeras se familiarice con este programa para formular recomendaciones que lo fortalezcan. Una de las consejeras salientes elaboró un documento en el cual analiza los antecedentes, logros y retos de este programa dentro del marco de la política ambiental mexicana, en particular la hídrica. Para mayor información, sugerimos que se consulte en línea (http://convergencia.uaemex.mx) el número 56 de Convergencia Revista de Ciencias Sociales. 1 1 Verónica Vázquez García, “Gender mainstreaming y agua. El Programa Nacional Hídrico”, en Convergencia 18(56)111-132. 9
3. ACTIVIDADES, LOGROS Y PRO PUESTAS 3.1. Actividades realizadas Diagnósticos locales A partir del trabajo realizado en las entidades, que se inició en algunos casos con diagnósticos sobre la situación ambiental y de género, ha sido posible identificar elementos importantes, como el nivel de participación de las mujeres en organizaciones locales, que en general no están enfocadas al tema de medio ambiente, sino a otros como el de violencia o el de desarrollo. Esto pone de manifiesto la necesidad de buscar mecanismos para propiciar su involucramiento y el reconocimiento de que la violencia y la discriminación contra las mujeres también pueden estar vinculadas con el tema ambiental. Otra circunstancia detectada es que muchas de las organizaciones registradas no se encuentran activas. Por otra parte, no en todos los casos los diagnósticos incluyeron desde el principio aspectos de género, principalmente porque no se tenían los conocimientos previos mínimos sobre la relación de las mujeres con el medio ambiente y los recursos naturales. A partir de los diagnósticos hubo varias enseñanzas: a) identificar actores clave tanto institucionales como de la sociedad civil b) realizar acciones de carácter transversal dada la complejidad de las problemáticas ambientales, sociales y de género que están involucradas, para buscar un mayor nivel de incidencia e impacto sobre todo en los ámbitos local y regional, c) definir estrategias de intervención diferenciadas, reconociendo los diferentes niveles de vulnerabilidad entre las mujeres suburbanas, rurales e indígenas, quienes tienen menos acceso a recursos naturales, programas, formas de compartir la experiencia y, como consecuencia, al derecho de gozar del uso y usufructo de sus recursos naturales, así como de un medio ambiente sano con una perspectiva de género. En este sentido, una de las limitantes identificadas es el presupuesto público insuficiente para dar atención a las solicitudes de proyectos para mujeres. La experiencia derivada de los diagnósticos nos permitió analizar los problemas que se comparten entre estados colindantes y que requieren ser tratados de manera regional e integral, no unilateral, sin perder la visión de las particularidades de cada región en lo ambiental, pero también en cuanto a la situación de las mujeres y su empoderamiento, según las características de cada estado, como su historia, su desarrollo político, económico y social. 10
Actividades como sector Desde 2008, el sector participó en varios cursos, talleres, reuniones, conferencias y foros nacionales e internacionales de carácter formativo, que incluyeron procesos de sensibilización, capacitación en cuestiones de género, medio ambiente, cambio climático e incidencia política, entre otros. Muchas de estas actividades fueron impulsadas por la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia, el Proyecto PNUD Semarnat y la Dirección de Equidad de Género. En las diferentes entidades federativas, por iniciativa propia y de acuerdo con los diferentes perfiles, las integrantes de organizaciones de la sociedad civil, organizaciones de mujeres y de instancias académicas participamos en muchas otras actividades tanto de carácter social, como comunitario y académico, entre ellas, talleres de capacitación, mesas de trabajo, labor asistencial vinculada al tema ambiental, entrega de recursos y apoyos en ecotecnias, jornadas de salud y reuniones de trabajo con consejos locales. Taller “Género y medio ambiente” México D.F, 8 de julio de 2008 Curso “Creando enlaces sostenibles: género, medio ambiente y desarrollo económico” México D.F., del 9 al 13 de marzo de 2009 Taller “Género, medio ambiente y desarrollo económico” México, D.F., del 6 al 10 de septiembre de 2010 Reunión de balance y programación del sector de organizaciones de mujeres y/o con perspectiva de género del Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable de la Semarnat México, D.F. del 29 de julio al 1 de agosto de 2010 En esta reunión, las integrantes del consejo nos sumamos para realizar, junto con diversos actores sociales e institucionales en nuestras respectivas entidades federativas, los Talleres Estatales de Género y Cambio Climático, para la identificación de problemas y generación de iniciativas vinculadas con la atención de las causas y efectos del cambio climático, con la participación de mujeres y hombres de diferentes contextos y características. En algunos de estos talleres se contó con el apoyo institucional, pero en muchos otros el trabajo se logró con base en nuestra capacidad de gestión y con los recursos que logramos conjuntar. En total realizamos 30 talleres, en las que participaron 26 entidades federativas y se integraron 269 11
propuestas de adaptación, mitigación y financiamiento en el ámbito internacional, así como acciones para agendas de trabajo local. Construcción de la Declaratoria Mexicana sobre Género y Cambio Climático, Julio a diciembre de 2010 En elaboración de esta declaratoria la contribución de las integrantes del consejo fue particularmente importante en diversas actividades, entre ellas, la Reunión de Balance y Programación y los Talleres Estatales de Género y Cambio Climático, así como en dos reuniones nacionales virtuales, en las que se analizaron y consensaron las diferentes propuestas surgidas de los talleres. El producto final de este proceso fue la Declaratoria Mexicana de Género y Cambio Climático. Para conocer el documento completo véase el anexo 1. Foro internacional “La Dimensión de Género en el Cambio Climático y la Gestión Integral de Riesgos de Desastres”, México, D.F., 23 y 24 de noviembre de 2010 En este foro se dio a conocer la declaratoria para discutirla y validarla con expertas y expertos de diferentes latitudes, actores institucionales y de organizaciones de la sociedad civil, con la intención de construir una visión compartida sobre el posicionamiento de la agenda de género y cambio climático en la cada vez más próxima reunión de las partes y que se reconociera la necesidad de incluir este enfoque en las negociaciones internacionales orientadas a la mitigación y adaptación, y en particular en las expectativas de los mecanismos de financiamiento en la COP 16. Varias de las consejeras en este mismo proceso participamos, así como en algunos de los eventos paralelos de alto nivel que se llevaron a cabo durante la COP 16, como el Panel de las Mujeres de México frente al Cambio Climático, el Foro de Financiamiento para la Igualdad de Género y el Cambio Climático: Empoderamiento y Liderazgo de las Mujeres en la Nueva Economía Verde, y en el Foro de Construcción Ciudadana Frente al Cambio Climático en México, en los que, en representación del sector de organizaciones de mujeres y/o con perspectiva de género de los CCDS, pudimos compartir nuestra experiencia y reflexiones sobre el proceso de construcción de la declaratoria, sus propuestas y también las diferencias y dificultades que identificamos en torno a la participación de las mujeres ante el tema del cambio climático. 12
3.2. Logros y lecciones aprendidas En la reunión de balance y programación hicimos un ejercicio de análisis sobre algunos de los elementos más importantes de nuestra misión como consejeras, la composición y estructura de los propios consejos, procedimientos, formas de trabajo, nuestro grado de incidencia, entre otros tópicos, con la intención de sistematizar nuestra experiencia y ofrecer un punto de partida a quienes nos sucederán como representantes de este sector. La experiencia de ser consejeras nos ha permitido potenciar nuestras capacidades de incidencia y de transformación, tener mayor conocimiento del tema de género y avanzar en el conocimiento de algunas temáticas como cambio climático, así como participar activamente en las entidades en diversas actividades en los ámbitos local, nacional e incluso internacional, e influir en organizaciones de mujeres, para ir posicionando el tema de género y medio ambiente e intentar poner en evidencia, en alguna medida, las necesidades de las mujeres y hombres desde una lógica diferente. A nivel personal, una de nuestras principales lecciones se refiere al ejercicio de la ciudadanía como un derecho. Para muchas de nosotras esto ha tenido un alto precio, pues tuvimos que hacer a un lado trabajos y compromisos para estar en las actividades de los consejos. Un logro importante fue adquirir un lenguaje común y, de manera general, conocer los principios sobre la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, lo que nos permitió ir orientando nuestras recomendaciones, así como otras de las acciones que llevamos a cabo desde la perspectiva de género, por ejemplo, la gestión para la incorporación de un lenguaje incluyente en el reglamento de los CCDS y la socialización del tema con otros miembros de los consejos. La capacitación que se recibió contribuyó mucho a lograr este resultado. Las formas de participar dentro del consejo deben ser diversas y enriquecedoras, deben abarcar la sensibilización sobre los temas de género, analizando básicamente las diferencias entre hombres y mujeres en relación con el uso, acceso y control de los recursos. Creemos haber avanzado en el conocimiento sobre los derechos de las mujeres en este espacio de participación ciudadana, sin embargo, varias de las recomendaciones con perspectiva de género que el sector presentó tuvieron respuestas poco satisfactorias, fuera de tiempo y con evidente falta de voluntad política de parte de las autoridades para ir construyendo la equidad entre las mujeres y los hombres en el sector ambiental del país. Ponemos a disposición de las siguientes generaciones de consejeras nuestros aprendizajes individuales y colectivos. El directorio completo de la generación 2008-2011 puede encontrarse en el anexo 2. 13
Incidencia en la construcción de políticas públicas Por ser esta la primera experiencia en este sector de organizaciones de mujeres y/o con perspectiva de género dentro de los CCDS, y a pesar de contar con el apoyo incondicional del personal del Programa PNUD/Semarnat, hubo un tiempo en el que no percibimos mucho avance. Se requirió una capacitación más ardua que para el resto de los sectores. Para muchas consejeras esto ha sido un reto enriquecedor, pues aunque algunas tuviéramos experiencia ya sea en el tema de género o en el de medio ambiente, no necesariamente sabíamos cómo plantear las recomendaciones, en especial sobre género y sobre la vulnerabilidad de las mujeres ante el cambio climático. En particular, cuando fue necesario el desarrollo de los talleres estatales, las que no contábamos con formación académica en cambio climático, ésta fue una temática nueva y el trabajar con ella resultó muy enriquecedora ya que nos permitió identificar que debe haber un manejo diferenciado de la información. Encontramos que hay instancias y actores que conocen acerca del tema de género pero no de su vinculación con el medio ambiente, o bien que trabajan cuestiones ambientales pero no desde una óptica social, incluyendo la perspectiva de género. Esto pone en el centro de la discusión la necesidad de trabajar estrategias de difusión, sensibilización y capacitación, tanto con el personal del sector ambiental como con otros sectores, como el académico y el de las organizaciones de la sociedad civil, para contribuir a la transversalización de estos temas y lograr una mayor influencia en la instrumentación de políticas públicas. Particularmente, fue frustrante el desconocimiento y la falta de interés de algunos funcionarios sobre el tema y que las respuestas a muchas de las recomendaciones fueran vagas, poco concluyentes y en ocasiones incluso contraproducentes, como en el caso de la Conagua. Transversalidad Reconocemos la necesidad de impulsar la agenda de transversalidad y ampliar su incidencia. Los principales problemas que pudimos identificar están relacionados con el desconocimiento sobre la importancia de la transversalización de las políticas de perspectiva de equidad de Género (PEG) en el sector ambiental, lo que se ve reflejado en la falta de voluntad por parte de las funcionarias y los funcionarios para dar seguimiento puntual a las recomendaciones. Otro factor importante es la falta de presupuesto –el presupuesto asignado por el Congreso de la Unión para las PEG, en el ramo 16, es muy bajo comparado con el monto destinado a otros programas y sectores de la administración pública federal– o de voluntad política para asignarlo a la implementación del Proigesam en unidades administrativas, delegaciones estatales y órganos desconcentrados, lo que contribuirían a la instrumentación y el seguimiento de las recomendaciones en la materia. La aportación de las mujeres en la política ambiental no es un proceso sencillo, en primer lugar, los diferentes niveles de conocimiento con respecto a la teoría de género no sólo difieren dentro de nuestro sector, sino también entre nuestros demás 14
compañeros y compañeras de los consejos; en segundo lugar, es evidente la necesidad de adquirir saberes específicos para la incidencia en la política pública. Muchos de los problemas ambientales que se identifican están vinculados a otras áreas o ámbitos, como el de las políticas económicas o el de legislación, por lo que al hacer las recomendaciones éstas no trascienden y no se logra el ejercicio de la transversalidad de las políticas ambientales, y menos aún que se haga con perspectiva de género. Consideramos importante señalar que el formato para la formulación de recomendaciones es muy esquemático y requiere que citemos fundamentos normativos que poca gente conoce. Por otra parte, hay un gran desconocimiento sobre la estructura de los propios consejos y la competencia de cada uno. De ésta manera, hay recomendaciones propuestas en los núcleos, pero que atienden una problemática regional o nacional y que no son tomadas en cuenta, lo que resulta muy frustrante. En ese sentido se necesita mayor capacitación para conocer los alcances y las competencias, además de revisar los procedimientos respectivos. Por nuestra parte, hay que reconocer que aunque participamos en diversos momentos y actividades, no siempre se tuvo la capacidad para incluir la agenda de género, tanto con algunas organizaciones de la sociedad civil como con autoridades locales. Composición de los sectores Algunos sectores están subrepresentados, por ejemplo el indígena; en ese sentido, no es factible plantear una visión transversal dentro del CCDS. Una posibilidad para lograrlo, con relación a la perspectiva de género, sería promover cuotas de participación de las mujeres en los diferentes sectores del consejo. En general, los "sectores" se manejan por números, por ejemplo: "hay tantas mujeres, tantos hombres". La política de equidad tiene que trascender este enfoque de representación numérica para transformar la agenda y plantear recomendaciones a partir de la diversidad del país que los consejos pretenden representar. Consideramos que las integrantes del sector organizaciones de mujeres y/o con perspectiva de género no deben ser sólo o necesariamente mujeres, ya que eso no garantiza que conozcan y se comprometan con el tema de género. Es necesario fortalecer los mecanismos para las convocatorias, a fin de que las compañeras que se integren lo hagan por el interés de participar en este sector y con conocimiento de causa, y no por ser las únicas mujeres. También es importante analizar si es conveniente plantear un perfil específico para las y los integrantes del sector, sobre todo en cuanto al conocimiento de la perspectiva de género y a otros criterios, como la formación profesional, o si esto limitaría la participación de mujeres y hombres que no cubrieran esos requisitos aunque estén interesados en el tema. En todo caso, habría que trabajar en 15
acciones de capacitación y formación para construir las capacidades de quienes integren el sector, tengan o no experiencia previa en el tema. Estructura de los Consejos En cuanto a la forma de organización dentro de los CCDS, el desconocimiento de la estructura dificulta un poco que las preocupaciones y propuestas de los consejos núcleo, o incluso regionales, sean tomadas en cuenta con oportunidad en el seno de las plenarias del consejo nacional. Las personas que sólo formamos parte del consejo nacional no siempre acabamos de entender la dinámica de trabajo de los consejos regionales y cuál es nuestro papel en relación con ellos. Por otra parte, en ocasiones, los consejos caminan demasiado en sintonía con la Semarnat y se requiere un mayor espacio para la autonomía y la definición de agendas propias. Forma de trabajo de los consejos El trabajo generalmente es estatal y hay pocos espacios de intercambio y vinculación para las integrantes de los diferentes consejos núcleo, a fin de poder analizar y discutir las recomendaciones en plenarias de nuestro sector. Consideramos que resultaría más enriquecedor y productivo fomentar otros esquemas de trabajo, por ejemplo los talleres, que permiten la discusión de temas y el establecimiento de alianzas entre consejeros con distintas fortalezas, y aprovechar así el tiempo disponible al máximo para estas actividades, ya que por lo cargado de nuestras agendas se nos dificulta mucho participar de manera colectiva y más continua. En las reuniones del consejo nacional hay sesiones informativas de funcionarios del sector ambiental, pero consideramos que no hay suficiente tiempo para las retroalimentaciones entre integrantes del consejo. Las reuniones impulsadas por la Ucpast y el Proyecto PNUD-Semarnat también tuvieron aspectos muy positivos, como la adquisición de conocimientos y la posibilidad de establecer enlaces y coordinaciones para algunas actividades de trabajo y de proyectos conjuntos, como con el tema de masculinidad. Capacitación y formación La capacitación sobre género resultó importante pero desfasada, ya que las consejeras nos perdimos en el trabajo cotidiano de nuestros espacios locales en los núcleos, y poco o nada nos preocupó el trabajo conjunto por sectores. Finalmente se pudieron capitalizar esfuerzos en toda la República para las actividades realizadas en torno a la formulación de la Declaratoria Mexicana de Género y Cambio Climático y posiblemente para la optimización de algunas de nuestras redes, 16
pero se trabajó poco sobre propuestas y recomendaciones de los consejos núcleo y regionales para la incorporación de la PEG en las políticas públicas del sector ambiental. De igual forma, consideramos que fue de gran utilidad recibir capacitación relativa a la perspectiva de género vinculada con temas ambientales más especializados, como el cambio climático, ya que el conocimiento que teníamos al respecto era muy heterogéneo, y sería excelente que también se nos apoyara con capacitación sobre otros tópicos importantes, como gestión de políticas públicas, por nuestra función en ésta. Adicionalmente, la capacitación presencial contribuye a fortalecer la vinculación entre el grupo de consejeras y a crear sinergias e intercambio de experiencias, lo cual sí se dio, pero casi al final de nuestra gestión. Formulación de recomendaciones El trabajo más importante de los y las consejeras consiste en presentar recomendaciones de política pública que contribuyan a la sustentabilidad ambiental con un enfoque de equidad de género. El sector género formuló varias de ellas, que en general se concentraron en tres áreas de trabajo de los consejos: Agenda Azul, Agenda Verde y Agenda de Transversalidad. El alcance de estas recomendaciones fue variado pero en general limitado. Es esencial que la nueva generación de consejeras realice un análisis de las recomendaciones a la luz de tres ejes: 1) seguimiento a las recomendaciones pendientes de las generaciones anteriores; 2) qué recomendaciones tendrían que ser reformuladas para tener mayor respuesta o incidencia; 3) identificación de nuevas áreas de oportunidad para elaborar nuevas recomendaciones. El resumen completo de las recomendaciones realizadas, así como de las respuestas obtenidas de parte de la Semarnat, se presenta en el anexo 3. 3.3. Propuestas para la futura generación de consejeras Finalmente, presentamos una serie de propuestas para facilitar y hacer más efectivo el trabajo de la futura generación de consejeras. Dichas propuestas son las siguientes: • Enfocarse en elaborar recomendaciones, no de forma individual sino en equipo, por entidad federativa o región, o por sector o comisión técnica, desde todos los consejos y dar un constante seguimiento a las mismas. • Hacer un análisis crítico de las recomendaciones formuladas por las generaciones anteriores, para 1) darles seguimiento; 2) reformularlas para fortalecerlas; 3) buscar nuevas áreas de oportunidad para otras recomendaciones. 17
• Fortalecer los mecanismos de información y coordinación para que las propuestas y recomendaciones del sector se analicen colegiadamente, se conozcan y difundan, por diferentes medios, incluyendo el electrónico tanto entre los consejos núcleo, como los regionales y el nacional. • Conocer y dar seguimiento a las recomendaciones que se hicieron por parte del sector organizaciones de mujeres y/o con perspectiva de género, para que se concreten las acciones propuestas por esta generación. • Retomar muchas de las experiencias de las compañeras en su trabajo de empoderamiento de la mujer en materia ambiental y darles seguimiento para no partir de cero. • Dar continuidad a los trabajos en relación con el tema del cambio climático y vulnerabilidad en coordinación con los institutos de la mujer y las direcciones de protección civil municipales y de los estados, mediante programas de trabajo que coadyuven a la mitigación, adaptación y prevención. • Planear desde el inicio actividades conjuntas para transversalizar el tema de género con integrantes de los consejos núcleo de los diferentes sectores, a fin de incorporarse e influir en las diversas mesas de trabajo y agendas (Verde, Transversalidad, Azul, Gris y Legislación), ya sean regionales o del consejo nacional. Es importante que las generaciones venideras impulsen los trabajos en estas mesas y elaboren y propongan agendas de trabajo en todos los niveles. • Analizar la posibilidad de que las consejeras salientes puedan fungir como asesoras de los consejos entrantes, con la intención de dar seguimiento a algunos trabajos estratégicos y compartir la experiencia con la nueva generación del consejo. • Implementar medidas de contraloría ciudadana en el sector ambiental para la incorporación exitosa y no simulada de la perspectiva de equidad de género. • Identificar, como parte del diagnóstico inicial, organizaciones de la sociedad civil locales, regionales y nacionales, con las cuales se puedan construir sinergias que permitan impulsar con mayor fuerza las políticas públicas sobre género y desarrollo sustentable. • Construir sinergias con las consejeras del sector género de todos los núcleos, organizar reuniones de apoyo en las entidades federativas, visitarlas, compartir documentos, tener un espacio virtual, página web o blog, realizar seminarios virtuales y ver la posibilidad de conformar una red nacional. 18
• Insistir en programas de capacitación para las y los integrantes del sector en materia de género, desarrollo para la sustentabilidad y gestión para la incidencia política, con el fin de influir en las políticas y los programas de medio ambiente y contribuir a la promoción de oportunidades económicas para las mujeres y la protección de sus derechos humanos, particularmente los de vivir en un ambiente sano (Art. 25 constitucional), tener acceso al desarrollo (Art. 26 constitucional) y a la participación política (Art. 35 constitucional). • Incluir temas de capacitación durante la inducción de ingreso al consejo y sector, para que desde el inicio se tenga conocimiento de las obligaciones, y del cómo y qué se espera del sector. Particularmente, en lo referente a cuestiones técnicas y prácticas acerca de la elaboración de las recomendaciones y el proceso para que éstas sean tomadas en cuenta. 19
ANEXO 1. DECLARATO RIA MEXICANA SO BRE GÉNERO Y CAMBIO CLIMÁTICO México es un país con una enorme riqueza cultural y natural; tiene una gran diversidad de flora y fauna que está en riesgo por las causas y los efectos del cambio climático. Los seres humanos tenemos una profunda vinculación con la tierra. Particularmente a las mujeres, por nuestros roles de género asignados tradicionalmente, se nos ha responsabilizado por la conservación de la biodiversidad al almacenar las semillas, domesticar plantas silvestres, comestibles y medicinales; al cuidar del agua y los animales de traspatio; al recolectar la leña que usamos; al producir artesanías y preparar los alimentos. También hemos sido históricamente las responsables de la educación y atención de la familia recreamos la cultura, cuidamos la economía y el consumo familiar. Aportamos conocimientos, recursos y fuerza de trabajo para nuestras familias, la sociedad y el mundo, sin embargo, nuestras opiniones y propuestas no han sido suficientemente escuchadas. Es por ello que, por medio de las representantes del sector de organizaciones de mujeres y/o con perspectiva de género de los Consejos Consultivos de Desarrollo Sustentable y otras alianzas con redes y organizaciones, nos reunimos 858 mujeres y 261 hombres de diversos sectores de la sociedad civil, de 26 entidades federativas, en 30 talleres estatales presenciales para compartir experiencias en torno al tema del cambio climático, para reflexionar y analizar las repercusiones del problema en nuestros ámbitos de desarrollo y para proponer acciones a partir de nuestras experiencias y conocimientos. Posteriormente, 286 integrantes de la academia, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación, dependencias gubernamentales, estudiantes y sociedad civil realizamos un encuentro virtual donde redactamos 269 propuestas a nivel internacional y con ello elaboramos esta declaratoria, la cual fue validad en un segundo encuentro virtual, realizado el 5 de noviembre de 2010. Como resultado de estas reuniones concluimos que: a) Los actuales modelos de industrialización, producción y consumo locales, nacionales e internacionales han creado una crisis ambiental que tiene efectos en lo social, en lo cultural, en las relaciones humanas, en la biodiversidad, en los ecosistemas, en la producción y en la economía. b) El derecho humano a un medio ambiente sano es indispensable para vivir dignamente, y es condición previa para la realización de todos los derechos humanos, incluido el derecho a la educación, información y participación democrática e igualitaria entre géneros. La degradación ambiental amenaza las condiciones fundamentales para la supervivencia, afectando directamente el acceso a la alimentación suficiente y adecuada, agua y vivienda segura. Además tiene un efecto negativo indirecto y progresivo sobre la salud y la seguridad social aumenta las tensiones por migraciones y desempleo, vulnerando incluso la paz. 20
c) Algunos grupos, como las mujeres, los niños, los adultos mayores y las personas con discapacidad, suelen ser particularmente vulnerables a los efectos adversos por la degradación ambiental. La aplicación de un enfoque de derechos humanos deberá contribuir a empoderar a dichas personas y grupos, para que con igualdad y sin discriminación gocen de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y los tratados internacionales sobre derechos humanos de los que México es parte. 2 d) El deterioro ambiental y el actual modelo de desarrollo económico han provocado baja productividad, pérdida de empleo, incremento de la pobreza, desnutrición, enfermedades, trastornos emocionales, migración y desplazamientos poblacionales por riesgos ambientales. e) Esta crisis ha abierto más la brecha de desigualdades de género, entre las que encontramos: la feminización y el envejecimiento de la población rural, mayores cargas de trabajo y responsabilidades familiares ante el incremento de la migración masculina y mujeres migrantes expuestas a situaciones de violencia emocional, física y de explotación sexual. f) La ausencia de un marco ético para el desarrollo sustentable que motive acciones inspiradas en principios y valores no ha permitido las acciones necesarias para la mitigación y adaptación al cambio climático a partir de una perspectiva de género. Esta situación ha fracturado el tejido social, provocando enormes índices de desigualdad, la pérdida de la cultura y de los valores sociales; vemos con preocupación que los esfuerzos de los Estados parte no están priorizando salvaguardar los derechos humanos y la integridad de las personas, ya que no asumen compromisos para resolver el problema de fondo. Es por ello que exigimos: 1. Transversalizar el enfoque de género en todos los acuerdos internacionales vinculados con el cambio climático, con el fin de garantizar procesos justos, diferenciados, democráticos e incluyentes. 2. Elevar las acciones para la mitigación y adaptación al cambio climático a rango de derechos humanos, con el fin de ponderar el desarrollo sustentable sobre el modelo actual de desarrollo. 3. Reducir emisiones contaminantes de los países industrializados, utilizando tecnologías limpias o provenientes de fuentes de energía alternativas. 4. Crear un acuerdo vinculante para formular políticas públicas para el manejo integral de los residuos sólidos. 5. Garantizar que los temas de salud sean un punto relevante en la agenda del cambio climático, donde se establezca la prohibición del uso de sustancias tóxicas nocivas para la salud. 2 México es parte de todos los instrumentos internacionales de derechos humanos y sus protocolos facultativos, así como de los instrumentos regionales en la materia. Reconoce la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de los órganos de las Naciones Unidas encargados de la vigilancia y supervisión de los tratados, incluso para recibir comunicaciones individuales. 21
6. Impulsar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático que sean coherentes y estén armonizadas con los tratados y acuerdos internacionales en general, y de manera específica con los derechos de las mujeres plasmados en la CEDAW 3 y el objetivo 7 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 7. Crear mecanismos normativos que garanticen de manera amplia y efectiva la corrección de daños ambientales, la defensa judicial de los intereses colectivos y que se eviten los condicionamientos, por parte de organizaciones financieras internacionales, para otorgar recursos. 8. Reconocer y recuperar los conocimientos tradicionales y el papel vital que desempeñan las mujeres y los hombres indígenas y las comunidades locales en el mantenimiento de los ecosistemas, en su capacidad de adaptación y en las acciones de mitigación ante al cambio climático para garantizar la participación de las mujeres indígenas y rurales en la toma de decisiones. Para lo cual proponemos: En mitigación: 1. La ratificación del Protocolo de Kyoto para 2012 y firma por parte de los principales países generadores de gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo (Estados Unidos y China), con nuevos parámetros que regulen las emisiones para no elevar la temperatura global a más de un grado centígrado. 2. Crear estrategias que vinculen a todos los países para formular marcos normativos internacionales para la generación de GEI y lineamientos para sancionar económicamente a las grandes empresas emisoras de GEI y así como a las que vierten al medio ambiente sustancias tóxicas, explosivas, reactivas e infecciosas, e incentivar a aquellas que reduzcan sus emisiones. 3. Sancionar a las empresas de manera proporcional al impacto generado. Con las multas, crear un fondo internacional para proyectos productivos sustentables con perspectiva de género, desarrollado por organizaciones de la sociedad civil, y brindar apoyo a la población víctima de desastres naturales ocasionados por el cambio climático. 4. Desarrollar una estrategia de intervención con perspectiva de género que sea incluyente, participativa y justa, donde las mujeres tengan voz y voto en los mecanismos de evaluación y monitoreo de emisiones a la atmósfera. 5. Que los Estados parte se comprometan a desarrollar, investigar e implementar fuentes de energía alternativas y sistemas energéticos más eficientes que reduzcan la contaminación por el uso del autotransporte, la operación de las industrias y la contaminación domiciliaria, a fin de disminuir la emisión de GEI. 6. Establecer que los países desarrollados utilicen estrategias de reutilización y mantenimiento de sus equipos, asegurando que no contaminen y que éstos no sean trasladados como mercancía a los países en vías de desarrollo. 3 Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979). 22
7. Crear mecanismos multilaterales y multidisciplinarios que garanticen la transferencia de tecnología libre de derechos de propiedad intelectual entre países, comunidades y grupos de mujeres, para mitigar los efectos del cambio climático, 8. Brindar capacitación para el uso y aprovechamiento de tecnologías en acciones de mitigación. 9. Impulsar una norma internacional que comprometa a la industria a recolectar residuos tecnológicos por parte del sector empresarial y a elaborar productos de mejor calidad, con tiempos de vida media más amplios, con empaques y embalajes que eviten el consumo de recursos naturales, a fin de disminuir la generación de residuos y fomentar la reutilización y reciclaje de los materiales, poniendo especial énfasis en la producción de empaques para alimentos. 10. Impulsar un proceso de capacitación en el sector empresarial para que adopte medidas ambientalmente sustentables. 11. Incorporar a las mujeres en el proceso de diseño e implementación de proyectos relacionados con la sustentabilidad energética, para que las opciones que se propongan sean asequibles, accesibles y estén diseñadas para satisfacer sus necesidades de energía. 12. Regular la producción de biocombustibles evitando la utilización de aquellos que empobrecen la tierra y ponen en riesgo la soberanía alimentaria y toda la vida del ecosistema natural. 13. Crear acuerdos internacionales vinculantes para la conservación, restauración y rehabilitación de los sumideros de carbono y la regulación de los monocultivos, donde se reconozca y promueva la participación de las mujeres en la silvicultura, en la toma de decisiones y el reparto de beneficios. En adaptación: 1. Establecer estándares internacionales para incluir la perspectiva de género y la participación ciudadana en la gestión integral de riesgos de desastres, desde el diagnóstico de riesgo y vulnerabilidad, así como en el diseño de las políticas, planes y procesos de toma de decisión, incluyendo aquéllos relacionados con la evaluación del riesgo, la alerta temprana, el manejo de la información, la educación y formación. 2. Promover que todos los Estados parte que asistan a la décimosexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP 16) impulsen: a. El manejo integral de cuencas y agua, en zonas rurales y urbanas, mediante el uso de técnicas alternativas sustentables de bajos costos para la agricultura y que garanticen el uso responsable del recurso, así como un reparto equitativo de los beneficios, considerando las diferencias de género. b. El desarrollo y la aplicación de políticas que garanticen la sustentabilidad y resiliencia de la agricultura y de los sistemas de alimentación tradicionales, para alcanzar la soberanía alimentaria y la conservación de la biodiversidad. 23
c. Mecanismos acordes con las condiciones de las mujeres rurales, para que sean dotadas de tierra o puedan tener acceso a ella, así como recursos financieros para la generación de empleos y la capacitación integral. d. La creación de programas para la prevención de enfermedades producidas por el cambio climático en áreas rurales y suburbanas, orientados a la atención de las mujeres. e. Campañas globales dirigidas a mujeres y hombres consumidores de perfil urbano, para la transformación de patrones de consumo. f. Una reforma política con perspectiva de género para promover, resguardar y fomentar los derechos de la ciudadanía. 3. Homogeneizar y aplicar los estándares internacionales en materia de planeación urbana, considerando la arquitectura, la ingeniería y el urbanismo, así como en el uso de materiales de construcción alternativos sustentables de acuerdo con cada región, tomando en cuenta las necesidades específicas de mujeres y hombres. 4. Establecer como parte de los acuerdos internacionales los lineamientos para que la educación sobre la sustentabilidad ambiental y la promoción de los derechos ambientales se incorporen, con carácter obligatorio y universal en todos los niveles y esquemas de educación formal, en las campañas de sensibilización y en la educación no formal, con el fin de crear una cultura para la sustentabilidad ambiental desde el enfoque de género. En financiamiento: 1. Propiciar mecanismos de financiamiento internacional para la instauración del Tribunal Internacional de Justicia Climática, integrado equitativamente por hombres y mujeres, con representación proporcional de las regiones. 2. Crear un acuerdo vinculante para que el Tribunal Internacional de Justicia Climática establezca sanciones y multas para aquellos países responsables de daño ambiental y destine los recursos a proyectos productivos sustentables con perspectiva de género. 3. Celebrar acuerdos para que las empresas trasnacionales, instaladas en los países emergentes, paguen el daño causado, para su remediación e indemnización. 4. Incorporar la perspectiva de género en cada uno de los presupuestos definidos en los instrumentos internacionales de cambio climático y que se acompañen de una normatividad que los haga accesibles y ejecutables. 5. Fortalecer los esquemas de financiamiento para proyectos productivos en que se garantice la participación equitativa de hombres y mujeres. 6. Crear fondos internacionales y etiquetar el recurso hasta en 50% para: a. programas de subsidio a grupos de mujeres y población indígena en zonas de vulnerabilidad y riesgo urbanas y/o rurales, para proyectos de agroecología y un manejo integral de recursos naturales, b. la prevención y atención de desastres desde la perspectiva de género para grupos en situación de vulnerabilidad, 24
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