Semana Santa 2020 TRIDUO PASCUAL - 12 de abril de 2020 - "Ha sido inmolada nuestra Víctima

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Semana Santa 2020 TRIDUO PASCUAL - 12 de abril de 2020 - "Ha sido inmolada nuestra Víctima
Semana Santa 2020
TRIDUO PASCUAL

Domingo de Pascua de la
Resurrección del Señor
12 de abril de 2020
«Él había de resucitar de entre los muertos»

    «Ha sido inmolada nuestra Víctima
             Pascual, Cristo»
                   (1Cor 5,7)
Semana Santa 2020 TRIDUO PASCUAL - 12 de abril de 2020 - "Ha sido inmolada nuestra Víctima
Domingo de Pascua de la
                          Resurrección del Señor
                          12 de abril de 2020
                          «Él había de resucitar de entre los muertos»

Comentario litúrgico: La vida venció a la muerte                                       1

                                                                                                         Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor 2020
Claves sobre los textos litúrgicos:

      †    Antífona de entrada (Sal 138, 18.5-6):
           “Resucité, oh Padre, y siempre estoy
           contigo...” (Lc 24, 34; cf. Ap 1, 6).
           Cristo resucitó verdaderamente.
      †    Oración colecta: Abiertas las puertas de
           la eternidad por la Resurrección,
           vivamos la vida nueva.
      †    Primera lectura: Hch 10, 34a. 37-43.
           Kerygma: anuncio de la Resurrección.
           Resumen del anuncio de los apóstoles.
           La frase central es: “Dios lo resucitó”.
           Esta es la base de nuestra fe y esperanza:
           Jesús vive y Dios lo estableció juez de vivos y muertos. El juez es también
           el Salvador: quien cree en él, queda absuelto y recibe la vida.
      †    Salmo: Sal 117. 1-2. 16ab-17.22-23. “Este es el día que hizo el Señor”. La
           piedra angular.
      †    Segunda lectura: Opción A: Col 3, I-4. Vivir desde ya junto al Resucitado.
           Lo que somos por el bautismo, también lo debemos ser en nuestra vida (cf.
           8ª Lectura, Vigilia pascual). Pero el bautismo sobrepasa nuestra existencia
           en el mundo: anticipa la vida sin muerte, escondida en Dios, con Cristo
           Resucitado; vivimos en la expectativa de la plena manifestación (cf. 1 Jn 3,
           2).                                                                                                  1
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    Johan KONINGS, Espíritu y mensaje de la liturgia dominical año A, Bogotá: San Pablo 1993, 130-132.
†   Segunda lectura: Opción B: 1Cor 5, 6b-8. El nuevo fermento. Antes de
                                            inmolar el cordero pascual, se sacaba de las casas toda la impureza,
                                            especialmente la masa envejecida y fermentada que normalmente se usaba
                                            para preparar el pan. Se cocía pan completamente nuevo, sin fermento
                                            (ázimo). Si Cristo es el verdadero cordero pascual, la casa de nuestra
                                            existencia debe quedar limpia del fermento del mal.
                                        †   Secuencia: “Victimae paschali laudes” (Ofrezcan los cristianos ofrendas de
                                            alabanza).
                                        †   Versículo del Aleluya (1Cor 5, 7b-8a): Nuestra Pascua fue inmolada.
                                        †   Evangelio: Jn 20, I -9. Pedro y el discípulo amado en el sepulcro. El
                                            testimonio pascual incluye dos elementos: 1) el sepulcro vacío; 2) las
                                            apariciones del Resucitado. El sepulcro vacío es un signo (negativo). Solo
                                            habla a quien tiene el corazón junto al Señor (el discípulo amigo). Cf. Mt
                                            28, 1-8; Mc 16, 1-8; Lc 24, 1-11.
                                        †   Oración sobre las ofrendas: El sacramento en el que la Iglesia se renueva y
                                            se alimenta.
                                        †   Prefacio de Pascua I: Victoria sobre el pecado y la muerte.
Semana Santa 2020 – Triduo Pascual

                                        †   Antífona de comunión: (1Cor 5, 7-8) Cristo nuestra pascua, la fiesta del
                                            pan nuevo.
                                        †   Oración poscomunión: De los sacramentos pascuales a la Resurrección.

                                           La Resurrección de Cristo es la manifestación de que el Maestro no ha sido
                                     abandonado por el Padre, sino confirmado en la vida y confirmado también en la
                                     obra que él llevó a término. Hoy, Dios da abiertamente razón a Jesús. “Dios lo
                                     resucitó al tercer día, e hizo que lo vieran...” (Hch 10, 40: Primera lectura). ¡Hoy
                                     nos congratulamos con Cristo, porque Dios demostró que él tiene razón! Es el
                                     mismo sentido que aparece en el evangelio de Emaús, leído en la celebración
                                     vespertina de la misa de hoy (porque el acontecimiento de Emaús, históricamente,
                                     se sitúa en la tarde de aquel primer día de la semana, el domingo de pascua): Jesús
                                     mismo demuestra que las Sagradas Escrituras prefiguran su camino (Lc 24, 26).
                                     Pero ahora él vive, y, cuando le pedimos, Él se queda con nosotros (Lc 24, 29) y
                                     se da a conocer al “partir el pan”, la celebración de la comunidad cristiana (Lc 24,
                                     30).
                     2
                                           En la misa matutina, el evangelio es otro: la carrera de Pedro y del misterioso
                                     “discípulo amado” al sepulcro. Pedro tiene la precedencia, aunque el otro
(impulsado por el amor) haya corrido más rápido. Pedro entra primero, y ve. El
otro viene después: ¡ve y cree! El amor es el que hace reconocer en los signos de la
ausencia (las fajas, el sudario) la presencia, transformada y gloriosa de Cristo.
“Cree”, solo ahora, porque hasta entonces no había entendido las Escrituras que
significan la Resurrección de Cristo de entre los muertos.

      Con este último pensamiento, reencontramos una idea de la misa vespertina:
la Resurrección de Cristo significa el entendimiento de las Escrituras: los
discípulos descubren en las Escrituras el delicado hilo —que muchos no ven— del
enlace de la vida como realización de la voluntad del Padre, de la misión mesiánica

                                                                                        Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor 2020
y del reino de Dios. A la luz de Cristo Resucitado, descubren la estrategia central
de Dios en la Escritura; y a la luz de la Escritura, descubren que Jesús es el siervo
exaltado de Is 53, el Mesías e hijo de Dios (cf. Jn 20, 30s.).

      Podemos anotar todavía otros aspectos que vale la pena meditar, por
ejemplo, la reconstrucción cronológica de los acontecimientos pascuales en la
liturgia: el Evangelio nocturno narra la visita de las mujeres al sepulcro, en la
madrugada; el Evangelio matutino, la visita —después de las mujeres— de Pedro
y el discípulo amado; la celebración de la tarde, el acontecimiento de Emaús, el
segundo domingo pascual, el episodio de Tomás (ocho días después); y la línea
continúa hasta la ascensión y pentecostés. Es siempre el propósito de seguir a Jesús
paso a paso, iniciado el domingo de ramos “seis días antes de la pascua”.

      Llamamos también la atención sobre los detalles característicos del
Evangelio: el amor que hace correr más rápido, el amor que hace creer al ver. Y en
el Evangelio de la tarde, el desarrollo dramático, desde la decepción de los
discípulos, pasando por el generoso ofrecimiento: “Quédate con nosotros, pues
anochece”, hasta la confesión: “¿No ardía nuestro
corazón...?” y el mensaje triunfal de los once apóstoles:
“¡El Señor ha Resucitado de verdad!” (Lc 24, 34).

       Las oraciones aplican el tema pascual a la vida
cristiana, como lo hace también la segunda lectura: “Si
resucitasteis con Cristo, buscad las cosas de arriba”
(Col 3, 1). “Eliminar el fermento viejo” (1Cor 5, 7),
                                                                                               3
como era costumbre entre los judíos, con ocasión de la
pascua, significa la renovación de nuestra vida (cf.
Oraciones colecta y poscomunión). También se abre la
perspectiva escatológica, la manifestación gloriosa de nuestra vida, que ahora está
                                     escondida en Cristo glorioso (Col 3, 3) (cf. Oración poscomunión).

                                           Para nosotros Pascua tiene un intenso sentido de liberación. “La vida venció
                                     a la muerte”, canta la secuencia. El dominio de las fuerzas de la muerte es solo
                                     aparente. La Resurrección de Cristo demuestra que la vida, que se manifiesta en él,
                                     es más fuerte. La comunidad que se une para vivir, con el Resucitado, la vida que
                                     él nos mostró, sabe que va por el camino seguro.

                                     Algunas indicaciones litúrgico-pastorales
                                        † Hoy es el gran día de Pascua, el Domingo de los domingos, y se debe
                                          celebrar como se merece. Preparar con delicadeza de detalles: el altar, la
                                          dignidad y centralidad del cirio pascual, colocar en un lugar sobresaliente la
                                          imagen del Resucitado.
Semana Santa 2020 – Triduo Pascual

                                        † En la celebración de la misa de hoy se pueden usar algunos elementos de
                                          incalculable valor, contenidos en la Vigilia Pascual, especialmente en las
                                          asambleas que no han participado en la Noche Santa (cf. Misal Romano,
                                          tercera y cuarta edición, p. 127. Domingo de Pascua, segunda forma). En
                                          efecto, dice que se puede realizar procesión de entrada con el Cirio Pascual ,
                                          y también la renovación de compromisos bautismales.
                                        † En el prefacio I de Pascua se dice la parte propia: «en este día». Es
                                          recomendable seguir el Canon Romano con las partes propias que contiene.
                                        † La bendición final es solemne como en la Vigilia, agregando en la
                                          despedida el doble Aleluya, que se mantiene durante toda la octava pascual.
                                        † Con las Vísperas de este día termina el Sagrado Triduo Pascual.
                                        † Los ocho primeros días del Tiempo Pascual, incluyendo el domingo
                                          segundo de Pascua, constituyen la octava de Pascua; estos días tienen la
                                          celebración como solemnidades del Señor (cf. Normas Universales sobre el
                                          Año litúrgico y sobre el Calendario, n. 24).
                                        † Se puede realizar como ejercicio de piedad, en estos días de la octava, el
                                          Vía Lucis, para poner de relieve la presencia del Resucitado en medio de la
                     4                    comunidad. También se sugieren para estos días los misterios gloriosos del
                                            rosario.
Vida litúrgica
Diócesis de Zipaquirá
DOMINGO DE PASCUA
DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
12 de abril de 2020

Moniciones

                                                                                 Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor 2020
Entrada
Queridos hermanos y hermanas: Hoy anunciamos la mejor de las noticias:
Cristo Vive. «El que nos llena con su gracia, el que nos libera, el que nos
transforma, el que nos sana y nos consuela es alguien que vive. Es Cristo
Resucitado, lleno de vitalidad sobrenatural, vestido de infinita luz»2. Que
esta alegría se extienda por todo el mundo y restaure nuestra confianza,
especialmente en aquellos que se han visto afectados por el coronavirus.

Liturgia de la Palabra
Las Sagradas Escrituras nos permiten actualizar el acontecimiento de la
Resurrección para llenar de esperanza nuestro presente. Escuchemos, en el
día del Señor, el anuncio que despierta nuestra fe y destruye nuestros miedos.

Presentación de los dones
Ahora presentamos los dones que ofrecemos para celebrar la Eucaristía. En
ellos se inmola nuestra Pascua y se hace presente Cristo, el Viviente, en su
Cuerpo y su Sangre. Nos corresponde a nosotros entregarnos como ofrenda
espiritual agradable al Padre.

Comunión
Hagamos nuestra comunión espiritual, convencidos de que Cristo ha
resucitado para quedarse con nosotros, en medio de nuestras luchas.
                                                                                        5
2
    FRANCISCO, Exhortación apostólica post-sinodal Cristus Vivit, 124.
Vida litúrgica
                                     Diócesis de Zipaquirá
                                     DOMINGO DE PASCUA
                                     DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
                                     12 de abril de 2020

                                     Oración universal
                                     En este día santísimo, en que el Espíritu Santo nos crea como hombres
                                     nuevos, a imagen del Señor Resucitado, elevemos nuestra oración común
                                     para que la alegría pascual se extienda por todo el mundo. Digamos todos:

                                                R/. Por la Resurrección de tu Hijo, escúchanos, Padre.
Semana Santa 2020 – Triduo Pascual

                                        †   Oremos por la Iglesia de Dios: para que cada día sea más consciente de ser
                                            la comunidad pascual, generada por Cristo humillado en la cruz y
                                            glorificado en la Resurrección.
                                        †   Oremos por toda la humanidad: para que se extienda por el mundo el
                                            alegre anuncio de que Cristo Resucitado nos salva de todos los males.
                                        †   Oremos por quienes padecen la enfermedad del COVID-19 por sus
                                            familias, por los médicos y sanitarios que se enfrentan cada día a esta
                                            emergencia: para que cada día reaviven su fe en el poder de la vida sobre la
                                            muerte.
                                        †   Oremos por todas los difuntos, especialmente los que han fallecido por
                                            estos días: para que desde ahora sean comensales del reino eterno, mientras
                                            esperan la resurrección final.
                                        †   Oremos por nosotros bautizados: para que en la aspersión de la sangre y el
                                            agua que brotan del costado de Cristo, renovemos la gracia de nuestro
                                            nacimiento en el Espíritu.

                                     Padre, que en la Resurrección de tu Hijo ahuyentas todos los miedos y haces
                     6               posible lo que nuestro corazón no se atreve a esperar; concede a todos los
                                     que se llaman cristianos renovarse en el pensamiento y en las obras, con la fe
                                     de quien se siente resucitado en el bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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