Aborto: democracia o dictadura

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DOSSIER

                 Aborto: democracia o dictadura
                                                             Carlos Castillo Peraza

Introducción
Abordar el tema del aborto en tanto
que problema social, podría conducir-
nos a tratar el tema desde un punto
de vista ya bastante trillado y caer fá-
cilmente en posiciones de tipo mora-
lista y sentimental; en cifras y fotos y
gráficas más encaminadas a mover el
sentimiento que la razón. Por eso pre-
ferimos abordarlo desde un punto de
vista quizá menos analizado y tal vez
más sugerente: las consecuencias
que tiene la aceptación del aborto en
una comunidad que aspira a una vida
común decidida corresponsablemen-
te, es decir, en una sociedad cuyos
miembros aspiran a participar en la
toma de decisiones que son relevan-
tes para todos, en una sociedad que
aspira a la democracia, que es comu-
nidad de justicia y libertad, basada en
el respeto mutuo.
                                                           sociedad mundial en la que se yuxtapo-       racionalismo que hizo creer al hombre
    Es evidente que la práctica del                        nen miseria y riqueza, indigencia y derro-   que podía explicarlo todo, y por el ro-
aborto está ligada al contexto social y                    che, dependencia y dominación.               manticismo que postuló la quimera de
económico de muchas y muy diferen-                                                                      que el hombre podía crearlo todo. Ya
tes formas, que van desde la extre-                            Por esta razón, nos referimos al         sabemos –y con qué dolorosas expe-
ma pobreza –que ve una nueva boca                          tema desde un punto de vista que va          riencias lo hemos comprobado– que
como algo imposible de alimentar-                          –o quiere ir– más allá de la afirmación      esta exaltación del individuo conduce
hasta la extrema riqueza –que no tiene                     y la exaltación de eso que ha sido           a las peores aberraciones: lo intuyó
hijos por la misma razón por la que si                     llamado “el individuo adulto”, entidad       Goya, el pintor enloquecido, cuando
tiene un automóvil último modelo, es                       que, a falta de definición precisa, aca-     afirmó que “el sueño de la razón pro-
decir, porque puede pagar. Visto así,                      ba por afirmarse como voluntad ab-           duce monstruos” sin necesidad de ver
el aborto es la cúspide visible de un                      solutamente autónoma o, para expli-          los campos de concentración, ni las
gigantesco témpano de hielo, y toda                        carlo en términos más comprensibles,         bombas nucleares. Lo había avizora-
la sociedad en la que la injusticia reine                  es aquél que hace lo que le viene en         do antes ese gran matemático que fue
es una sociedad abortista. El proble-                      gana y no se somete más que a su             Pascal, quien nos avisó que todos los
ma se inscribe pues en el marco de la                      propio juicio, sin importarle a veces ni     actos de conocimiento sumados no

  Artículo publicado originalmente en la revista Palabra   la búsqueda de una norma objetiva            se aproximan siquiera a un solo acto
número 15, enero-marzo 1991.
                                                           de conducta. Es el yo exaltado por el        de amor.
                                                                                                                                                  47
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     Libertad y certeza                          validez del yerro. Es respetable “porque
         El problema del aborto, por su          presupone que el hombre está hecho
     naturaleza, supera a los particulares       para la verdad, incluso si el camino que
     y no puede reducirse a un problema          lleva a ella es difícil y está sembrado
     de conciencia personal. Aquí es pre-        de escollos. Si todo no fuera más que
     ciso hacer notar que, en la actuali-        opinable, lo serio del destino humano
     dad, existe la tendencia a considerar       y de la vida política estarían arruinados
     que ciertos dominios son exclusiva-         desde su base: no serían más que un
     mente de orden privado y, por lo tan-       juego vano” (Cottier).
     to, no están regidos más que por la
     conciencia individual. Esta concien-             En fin, para cerrar esta reflexión
     cia, en el caso, se entiende como           digamos que la afirmación de una
     un juicio puramente subjetivo, sin re-      libertad puramente formal, teórica;
     ferencia a criterios éticos objetivos.      de una libertad para todo; abstracta,
     “La lógica de esta tendencia seguida        desprovista de contenido y que no
     hasta el final, lleva a considerar que      reconoce “una responsabilidad hacia
     tales ámbitos de la conciencia hu-          los derechos del hombre y del ciuda-
     mana son objeto de la pura opinión”         dano, se vuelve contra sí misma…
     (Cottier), y que caen dentro de lo          la libertad de conciencia no significa
     que puede aceptarse o rechazarse            que la conciencia pueda dispensarse
     sin mayor conflicto.                        de un orden de valores…” (Cottier).

          A este respecto cabe hacer al-         Aborto y comunidad
     gunas precisiones. Es un hecho que              Trataremos de explicar ahora en
     existen en el mundo discrepancias           qué concierne el aborto a la comuni-
     en cuanto a temas filosóficos fun-          dad política en cuanto tal, teniendo
     damentales. Es un hecho asimismo            en cuenta “una visión de conjunto
     que el reconocimiento leal de estas         de la sociedad humana, que aspira a
     divisiones y divergencias es esencial       una mayor integración y a una mejor
     para el buen funcionamiento de una          organización”. Preguntémonos que
     democracia pluralista. Este reconoci-       implica la “liberalización” del aborto
     miento reposa sobre una convicción:         en lo que respecta a la concepción
     la del valor de una libertad de cada        que tenemos de las relaciones inter-
     persona en su búsqueda de la ver-           humanas, en el seno de una comu-
     dad. Tal convicción es una conquista        nidad política.
     preciosa y definitiva de la civilización.
     Podemos expresarlo así: “la única               Aquí es necesario aclarar que
     manera verdadera y auténtica en que         cuando se habla de “liberalización”,
     un ser espiritual puede acceder a la        no se aborda el problema puramente
     verdad es el esfuerzo libre y respon-       jurídico de la existencia de una ley
     sable de su espíritu” (Cottier). Pero       que permite –en cualquier término
     decir que la persona debe adquirir          o plazo que fuese- la práctica del
     libremente sus certezas no equivale         aborto sin pena legal. “Liberalización
     a negar un orden de valores sobre el        significa en este caso la aceptación
     cual se fundan tales certidumbres.          de que la interrupción voluntaria del
     “Pretender que la libertad del indi-        embarazo no es en sí algo malo,
     viduo implica reducir las certezas a        que es decisión del orden privado o
     opiniones, por respetables que éstas        que depende de lo que cada quién
     sean, es fundar el valor de la libertad     piense al respecto. En una palabra,
     sobre arenas movedizas”.                    la aceptación del principio de que al-
                                                 guien puede decidir si otro es o no
          Por supuesto que aceptar lo an-        es humano, cuando ya lo es, y cuan-
     terior, la libre búsqueda de la verdad,     do –porque nadie le ha otorgado
     implica aceptar el riesgo del error. Pero   la característica de humano–, se le
     el respeto que inspira quien asume una      puede privar de la vida sin cometer
     posición errónea no está motivado por       un crimen.
     respeto al error, ni por una supuesta
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Carlos Castillo Peraza                                                                       DOSSIER

                         Países ricos y pobres                       fuerza crea derecho. El dominio eco-
                             El problema puede presentar face-       nómico y técnico produce al hombre
                         tas diferentes según el tipo de país en     la impresión de que es su propio amo
                         que se viva. En el país rico, desarrolla-   y, por ende, que puede ser amo de
                         do, libre de los constreñimientos de la     los demás. Traducido a términos po-
                         penuria, la sociedad se somete a los        líticos, los países ricos le “recetan”
                         imperativos de la abundancia. Curiosa       a los pobres la solución por elimina-
                         liberación por medio de la ciencia y        ción de “competidores”, propagan
                         de la técnica. Ambigua, sobre todo.         un modelo de felicidad basada en la
                         Las maravillas del progreso científico,     dimensión restringida de la familia y
                         técnico y tecnológico permiten la ex-       condicionan los créditos necesarios
                         pansión de la creatividad, pero, al mis-    para los pueblos subdesarrollados
                         mo tiempo, ejercen una fascinación          económicamente, a la implantación
                         prometeica: el hombre llega a creer         de rígidos métodos de control natal
                         que puede dominarlo todo y despla-          –aborto y mutilaciones incluidos–que
                         zar toda referencia trascendente (sea       garanticen tasas reducidas de creci-
                         como un algo superfluo, puesto que          miento demográfico.
                         las cosas van tan bien que a Dios se
                         le considera “de más”; sea como ad-              En esta política –a veces velada,
                         versario de una liberación puramen-         en ocasiones abierta– el médico del
                         te terrestre). Olvida que el hermoso        país pobre se encuentra en la zona
                         Prometeo, rival de los dioses, es al fin    más expuesta. Es él quien a diario
                         y al cabo Prometeo encadenado.              topa con la miseria. Es él quien reci-
                                                                     be el mayor impacto del “mensaje”
                             En el contexto del espíritu de lucro    contra la vida. Su posición es difícil:
                         y del imperativo de expansión econó-        testigo privilegiado del dolor y objeto
                         mica indefinida, el ámbito de la liber-     privilegiado de la propaganda. Una
                         tad se reduce día con día. La publici-      propaganda que no duda en utilizar un
                         dad justifica la agresividad: todo para     argumento al que el profesional de la
                         el vencedor. El vencido debe some-          medicina es particularmente sensible:
                         terse; el débil aceptar las condiciones     aliviar la desgracia. Una propaganda
                         del fuerte; la naturaleza, los dictados     que insiste en la “autoridad moral” del
                         del hombre. El hombre-productor-            médico para tratar sutilmente de con-
                         consumidor olvida que el día en que         vencerlo de que puede ser “señor de
                         la selva del Amazonas se volviera una       la vida y de la muerte” (Schooyans).
                         pampa de concreto, el último pulmón
                         del planeta estaría muerto; por otra        Desmesura y complicidad
                         parte, cegado por el apetito del con-            Tal prerrogativa exorbitante, des-
                         sumo, el rico va a la guerra en nombre      quiciada, haría del médico –del razo-
                         del derecho de cada quien al máximo         nable y prestigioso profesional– un
                         goce individual posible y sin condicio-     brujo arcaico en el mejor de los casos.
                         nes. Para justificar esto se fabrican       En el peor de ellos, lo convierte en
                         ideologías. Se encuentra razonable          mercenario de la sociedad de consu-
                         que para vivir haya que matar. Y na-        mo, o de la política del capital finan-
                         cen las instituciones justificadoras:       ciero internacional. Hay países en los
                         este sistema de muerte tiene sus ju-        que, como ya existe el derecho irres-
                         ristas, sus políticos, sus médicos, sus     tricto al aborto, el médico que trabaja
                         economistas, sus maestros y hasta           para hospitales públicos o privados no
                         sus teólogos.                               puede negarse a producir abortos, si
                                                                     desea conservar su puesto. No se les
                             El país rico –y el rico en general,     reconoce siquiera el derecho a la “ob-
                         cuando ya lo único que le importa es        jeción de conciencia” en nombre de
                         consumir– postula limitar el número de      la cual otros evitan el servicio militar o
                         los que participan de los bienes terres-    declarar en ciertos juicios.
                         tres disponibles. En realidad, lo que le
                         interesa es proteger los intereses de          ¿Sería ocioso recordar al respec-
                         quienes ya gozan de esos bienes. La         to cierta medicina cómplice de los
                                                                                                                  49
DOSSIER                                                  Carlos Castillo Peraza

     crímenes nazis o de las atrocidades            Aquí se parte de lo que señalá-
     y torturas que hoy se cometen contra      bamos al principio: el problema del
     miles de seres humanos en los países      aborto se aborda como un simple
     sometidos a dictaduras? Son estos         tópico o como sujeto a la simple opi-
     casos una advertencia al cuerpo mé-       nión. Habrá “liberalización” del aborto
     dico, que puede allí comprobar hasta      –si el país es democrático– cuando
     dónde es posible andar por el camino      la mayoría así lo pida. La ley quedará
     de la sumisión a una línea política. Es   reducida a un acuerdo convencional
     el caso, pues, de recordar el honor       que puede ser impuesto por la mitad
     de la medicina a los propios galenos.     más uno de los votantes. La justicia
     Esto sin hablar del aborto como pro-      quedará definida por aquella parte de
     ducto de lujo, o como recurso para        la sociedad que sea capaz de ejercer
     guardar una apariencia, o –de mane-       mayor presión. Se irá de la superficia-
     ra mucho más prosaica– como fuen-         lidad estadística a la norma legal. En
     te de utilidades económicas.              el fondo, se entronizará un derecho a
                                               partir de un hecho.
     Estatuto el verdugo
          “Antes, el verdugo era mantenido          En los países no democráticos la
     aparte. Le producía mala conciencia al    decisión dependerá del capricho del
     pueblo y a sus dirigentes. Pero tenía     tirano o del juego de presiones entre
     su estatuto, su casa y sus vacaciones.    las sectas del grupo dominante. Si se
     Esos desórdenes que son la tortura y      trata además de un país dependiente,
     la pena de muerte –comenta irónica-       no habrá que olvidar tomar en cuenta
     mente Michel Schooyans– estaban           los mandatos del país hegemónico o
     reglamentados como mal menor. El          las condiciones neomalthusianas –pu-
     precedente resulta sugestivo. Si, en      blicas o secretas– que se imponen a la
     efecto, el aborto debiera liberalizar-    concesión de créditos internacionales.
     se, habría una manera de conciliar la
     asepsia y el honor de la medicina: dis-   Problemas fundamentales
     tinguir claramente entre el cuerpo mé-       En cualquier caso, más allá de
     dico a quienes se especializan en mu-     las posibilidades circunstanciales,
     tilaciones y muertes. Estos tendrían el   están en juego problemas funda-
     monopolio –estrictamente controlado-      mentales relativos a la persona y a la
     de los ‘quehaceres bajos’: esteriliza-    sociedad. Helos aquí planteados en
     ciones, abortos y eutanasias. Podrían     forma de preguntas:
     operar a partir del momento en que
     el enfermo fuera declarado incura-           ¿Soy yo quien construye al otro
     ble… e incluso si el Estado-Leviatán      como sujeto?
     lo exigiera, podrían encargarse de las
     ejecuciones capitales. ¿Ficción? De          ¿La existencia del otro está su-
     ninguna manera. La vanguardia de          bordinada a mi consentimiento y
     esta corporación fúnebre existe en        depende del reconocimiento que le
     los países en los que los médicos ya      otorgo o que le niego?
     se dejaron prostituir por la dictadura.
     Hay algunos de los que vigilan el ca-         ¿Puedo negarme a reconocer su
     rácter científico de la tortura. Quizá    existencia?
     realizan la labor de pioneros”.
                                                   La disyuntiva está planteada: o
     Legisladores sobre pedido                 actuamos como “reconocedores” de
          Bien, pues así como la socie-        la existencia de quien es distinto a no-
     dad de consumo –y los repetidores         sotros, lo acogemos y recibimos con
     tercermundistas del modelo de so-         simpatía; o cada quien erige su “yo”
     ciedad glotona, opulenta y derro-         en instancia soberana “a la que com-
     chadora, injusta y clasista– se da su     pete decidir quien será amigo, quien
     medicina y quiere darse sus médi-         enemigo”, y “soy libre” de aceptar o
     cos, también desea contar con sus         de rechazar a quien es distinto. En
     juristas y sus legisladores.              una palabra: la existencia de quien es
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Carlos Castillo Peraza                                              DOSSIER

“otro que yo” ¿depende de que yo la         entredicho un principio fundamental
reconozca o no? Allí está la diferencia     de toda institución democrática: la lu-
–vamos a verlo inmediatamente– en-          cha contra la arbitrariedad de uno o de
tre democracia y totalitarismo.             unos cuantos, con el objeto de susti-
                                            tuirla por una razón común. Liberalizar
La gran disyuntiva                          el aborto porque hay abortos ilegales
    La primera, es un esfuerzo por          es algo mucho más grave que un
introducir algo de racionalidad en las      simple absurdo jurídico: es poner a la
relaciones interhumanas y sustraerlas       democracia –donde existe- en peligro
del dominio de la arbitrariedad y de los    de muerte; es cerrarle el camino allí
caprichos individuales. Es el respeto       en donde aun es realidad muy defi-
incondicional a la subjetividad del otro.   ciente o es impedirle hacerse real allí
Él es independientemente de que yo          donde todavía no o es. Tratemos de
lo reconozca o no; él tiene derechos        ver por qué.
por sí mismo, por el hecho de ser, sin
importar que yo quiera o no quiera          Legislación positiva
conferírselos. En esta perspectiva, es          Comencemos por decir que, de
bueno pensar si el niño recién conce-       manera espontánea, admitimos que
bido es un ser humano o no lo es. La        una ley puede ser injusta. Esto equivale
tradición jurídica democrática ha dado      a decir que no basta el hecho de que
a esta interrogante una respuesta afir-     algo sea legal para que sea automá-
mativa, que comparten no pocos ex-          ticamente justo: la legalidad no agota
pertos en biología y medicina.              las exigencias de la justicia. Toda ley es
                                            relativa a algo que le es superior y que
    Aunque partidarios a veces del          permite juzgarla y perfeccionarla.
aborto, los científicos, en su mayo-
ría, no dudan del carácter humano                Eso sí, toda ley tiene o debe tener
del niño recién concebido. “El debate       como intención profunda, en su lugar
–señala Michel Schooyans– no es en          y en su tiempo, garantizar “las con-
torno a este punto”.                        diciones indispensables para que los
                                            hombres puedan existir como sujetos
    Casi todas las legislaciones demo-      de derechos”. La ley es un intento de
cráticas expresan el respeto al recién      hacer viables algunos valores que
concebido: lo reconocen como sujeto         se ha dado en llamar “derechos del
de derechos, puede heredar, es sujeto       hombre”. Esto quiere decir que tales
(en Australia, por ejemplo) de daños y      derechos son anteriores a toda ley,
perjuicios en caso de accidente a la        superiores a ella y, para emplear una
madre. El derecho positivo trasciende       expresión kantiana, “condición de
a los miembros de la comunidad polí-        posibilidad” de la ley. Los “derechos
tica existente, y por eso –en democra-      del hombre” son independientes de
cia– asegura la continuidad de la co-       la ley y de la sanción del legislador.
munidad política. Legislar es elaborar      Pueden ser proclamados, descubier-
un proyecto y reconocer, aun para los       tos, reconocidos. Pero no pueden
futuros ciudadanos, que son sujetos         ser atribuidos por nadie, cedidos por
de derechos y deberes.                      nadie, ni concedidos por nadie. Son
                                            imprescriptibles e inalienables. Así lo
     El legislador puede tomar en           han comprendido los hombres que
cuenta las costumbres, pero los he-         han hecho posibles los grandes mo-
chos no son necesariamente norma            vimientos revolucionarios de la histo-
jurídica. Las infracciones a la ley no      ria. Los “derechos del hombre” a lo
prueban nada contra la ley, a menos         largo de los siglos, son objeto de una
que se postule una infeliz confusión        progresiva toma de conciencia.
entre el hecho y el derecho. Por su-
puesto que tal confusión, bien ali-            Existe pues una distinción entre
mentada, es medio fértil para las más       “derechos del hombre” y legislación
absurdas demagogias. Pero es asi-           positiva. Los regímenes totalitarios
mismo algo peor: significa poner en         suprimen esa distinción. Para ellos
                                                                                         51
DOSSIER                                                                             Carlos Castillo Peraza

     la justicia la define únicamente la       del Legislativo o del Ejecutivo. La
     ley; lo legal es lo justo. No hay dis-    distinción entre derechos del hom-
     cusión de las leyes, que se imponen       bre y ley positiva permite además
     por cualquiera de las modalidades         limitar al legislador y prevenir sus
     de la fuerza.                             posibles arbitrariedades. Este emi-
                                               te leyes generales que deben res-
         ¿Qué sucede si se da una ley que      petar los derechos del hombre. No
     “liberalice” el aborto? Primero: el le-   le compete vigilar su cumplimiento.
     gislador se arroga la prerrogativa de     Los jueces ponderan la responsabili-
     constituir a los sujetos de derecho.      dad subjetiva en las fallas objetivas.
     Lo serán quienes reúnan determina-
     das características, incluso el caba-         Así que una ley liberalizadora del
     llo de Calígula, no lo serán quienes      aborto da inicio a un proceso que
     carezcan de ellas, por ejemplo los        conduce a negar la separación de
     que no sean rubios, los negros, los       los poderes y la aparición de un
     indígenas. Segundo: se arroga la fun-     Estado opresor que pretende ser
     ción de definir los derechos de esos      el creador de los sujetos de dere-
     sujetos y de quienes no lo sean (has-     chos. Desde el momento en el que
     ta el de decidir su muerte, es decir,     el Poder Legislativo renuncia a to-
     negarle derecho a la vida).               mar en consideración derechos an-
                                               teriores a la ley, la fuerza comienza
         Todos los poderes dictatoriales han   a aparecer como fuente del dere-
     soñado con reunir en sí tales prerroga-   cho, de la legitimidad y de la moral.
     tivas exorbitantes, desmesuradas.         Hobbes y su Estado voraz, los so-
                                               fistas y su justicia igual a la fuerza,
          La distinción entre persona y ciu-   no soñaron con algo distinto. Sus
     dadano, entre derecho del hombre y        herederos están a la vista. Sólo el
     ley positiva, es sin duda una de las      Estado hipertrofiado se atreve a os-
     adquisiciones más importantes de la       tentar la prerrogativa de determinar
     humanidad. Es la base misma de la         quién es sujeto de derecho y cuales
     democracia, que es un sistema po-         los derechos de tal sujeto.
     lítico que cree en la perfectibilidad
     de la ley. Es el motor del progreso       Moralistas a destajo
     institucional de una comunidad ha-            Pero eso no es todo. La de-
     cia formas más justas y más libres        gradación política que significa la
     y más participativas. No es raro que      simple aceptación en principio del
     tal distinción sea al mismo tiempo        aborto no sólo cuenta con sus mé-
     la más amenazada pues ella “pene-         dicos y sus legisladores. También
     tra todas las instituciones políticas     tiene sus moralistas, que se agaza-
     de los Estados democráticos mo-           pan en dos actitudes: el silencio y la
     dernos, que encuentran en ella el         justificación. Con las dos persiguen
     principio de la separación del Poder      idéntico objetivo: ofrecer el tranqui-
     Legislativo del Poder Judicial, así       lizante de una moral a la carta. Es
     como el principio de la limitación del    “lógico”, en algunos casos, pues
     poder estatal” (Schooyans).               una vez que se ha aceptado que
                                               la sexualidad es una simple nece-
         Si la ley positiva y derechos del     sidad del “Yo” –desprovista de toda
     hombre fueran la misma cosa de            dimensión personal, de comunica-
     nada serviría el Poder Judicial. La       ción, de intercambio– ¿qué trabajo
     moralidad quedaría definida por la        puede dar recetar el aborto como
     observancia de la ley, sin recurso a      solución a eventuales fallas de la
     agravantes o a atenuantes. El juez        anticoncepción?
     se transforma en agente de tránsi-
     to: sólo le compete constatar si la          Las justificaciones se producen
     conducta se alejó de la disposición.      en torno a dos temas: el del “niño
     Pero esto equivale a decir que la         deseado” y el de la distinción entre
     función Judicial se vuelva apéndice       “humano” y “humanizado”.
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Carlos Castillo Peraza                                                                       DOSSIER

                         Supuestos argumentos                       propios. En resumen, se trata de la
                             En el primer caso, la suerte del       vieja querella contra los sofistas: ¿es
                         ser concebido depende de si alguien        el hombre la medida de todas las co-
                         lo considera valioso o no, al grado de     sas? Si lo es, bien puede ser él quien
                         desearlo. No importa que ya exista.        decida si el “otro” es o no humano, si
                         El derecho de seguir existiendo, de        es o no sujeto de derechos y qué de-
                         crecer, de llegar a ser, no lo tiene él,   rechos le corresponden.
                         sino que lo recibe de sus padres o
                         de algún otro adulto. Si ese “otro” lo          De la respuesta a aquella pregun-
                         reconoce como un valor, como algo          ta depende el llegar a concepciones
                         deseable, podrá permanecer en la           radicalmente diferentes acerca de la
                         vida. Todo depende de si es un valor       sociedad. Si el “Yo” es medida univer-
                         por y para otro. Este “otro”, normal-      sal, ese yo es el juez último de todos
                         mente adulto y, por tanto, más fuerte,     los valores y el árbitro definitivo del ser
                         se arroga el derecho de decidir, de        de los otros. Decidirá si la justicia es
                         manera unilateral, si el niño en gesta-    fuerza; si el indio, el negro, el judío, el
                         ción merece existir. Se constituye en      ignorante o el disidente son humanos
                         árbitro del ser, en señor de la vida. El   y si merecen vivir; si Dios ha muerto y
                         poderoso tiene así en sus manos el         si el yo es su propio creador y aniquila-
                         ser mismo del débil y podrá consti-        dor. Prometeo, en una palabra.
                         tuirse cuantas veces quiera en “lobo
                         del hombre”. Sólo podrá continuar          El hombre del miedo
                         siendo quién él –el adulto– califique          Pero este “Yo” exacerbado es
                         de valioso, de deseable.                   el hombre del miedo, porque teme
                                                                    a la arbitrariedad de los otros, que
                             En el segundo caso, el de la dis-      son tan libres como él y le aparecen
                         tinción humano-humanizado, se ra-          como amenazantes. Es el yo del que
                         zona de la siguiente manera: se su-        hablaba León Felipe cuando escribió:
                         pone que la distinción entre lo que es     “Aquí no hay más que átomos, áto-
                         humano y lo que ya ha sido humani-         mos que se muerden”. Este hombre
                         zado es clara. Se parte de la hipótesis    pedirá gobiernos fuertes que garanti-
                         de que la existencia humana está mar-      cen su seguridad frente a los demás
                         cada por una división esencial. Pero       egos prometeicos. Buscará la elimi-
                         ¿lo está? De ninguna manera. Se trata      nación del enemigo o su reducción a
                         de un paso indebido del orden racio-       alguien idéntico a él, por medio de la
                         nal al orden real, de una distinción que   sumisión a la fuerza absoluta –cár-
                         se realiza a partir de un proceso que      cel, campo de concentración, tortu-
                         es único y porque no hay fundamen-         ra, asilo psiquiátrico, muerte– única
                         tos antropológicos para sostenerla. Se     garantía de seguridad individual.
                         confunde una distinción de razón con
                         una división de hecho. En la evolución         Esta mentalidad tiene tal vez su
                         del ser humano es imposible fijar el       expresión más cínica y más fría en la
                         momento en que se pasa de lo huma-         liberalización del aborto. Con ella, es
                         no a lo humanizado porque lo que es        posible considerar al niño no nacido
                         humano siempre está humanizándose.         como enfermedad a curar, como pa-
                                                                    rásito a eliminar o enemigo a liquidar.
                         Problema de otro orden                     No importa que esté inerme, mudo,
                              Como puede verse, el debate so-       indefenso. En el límite, lo mismo da
                         bre el aborto nos conduce –por el lado     que sea niño, enfermo incurable,
                         que lo veamos– a problemas serios          débil mental, anciano improductivo,
                         de orden filosófico. El más grave de       extranjero, de raza diferente. El bien
                         éstos es el de saber si el pensamiento     y el mal se definen según las conven-
                         humano crea con su actividad los ob-       ciones dominantes. El valor del que
                         jetos que piensa o debe someterse a        es “otro que yo” queda en suspenso
                         la realidad; a una realidad que no es el   hasta que mi yo resuelva. Está por de-
                         hombre quien la constituye, sino que,      más añadir que en este universo no
                         por si misma, tiene existencia y valor     hay sitio para el amor. El subjetivismo
                                                                                                                  53
DOSSIER                                                                                                  Carlos Castillo Peraza

     del conocimiento conduce así hacia          capitalista. Esto le resulta particu-       aborto a voluntad hace de la mujer un
     la sociedad de la violencia.                larmente fácil, dado que, a ojos del        objeto wash and wear y desechable,
                                                 marxismo, el sujeto de los derechos         como tantos otros productos efíme-
          Implacables serán las ciencias y las   es el género humano y nunca la per-         ros de la sociedad de consumo.
     técnicas de tal universo: quedarán con-     sona individual.
     vertidas en instrumentos de la voluntad                                                 Fidelidad a lo real
     de poderío, del egoísmo, del hedonismo          En ningún caso se trata de saber            Del todo diferente es la comunidad
     de la oportunidad.                          cuál es la verdad. En todos se persi-       política que forman quienes son fieles
                                                 gue la conservación o la obtención del      a lo real. El hombre realista reconoce
     Feminismo aberrante                         poder. Liberación sería, en todo caso,      que el ser distinto de él tiene valor y
         Y aquí cabe hacer referencia a          defender el derecho a ser plenamente        consistencia independientemente del
     la mujer. Ciertos movimientos lla-          de quien es dependiente, porque el he-      reconocimiento del que pueda ser
     mados de liberación femenina pare-          cho que un hombre dependa de otro           objeto. En el caso de los seres huma-
     cen repetir las terribles palabras del      no significa que éste pueda disponer        nos diferentes al yo que los conoce,
     Marqués de Sade: “Imaginar que no           a su antojo de él. Este es el caso del      estos son sujetos de derecho por sí
     se puede destruir, si así se necesita,      niño por nacer. No es su madre quien        mismos y más allá del legislador, del
     un poco de materia fecundada, es            lo constituye en sujeto de derecho, él      juez y de quien fuere. Los bienes ma-
     llevar demasiado lejos el respeto por       lo es por sí mismo. Ser dependiente         teriales no están sometidos al imperio
     ella”. En nombre de esa “liberación”,       de ella para vivir no equivale a deberle    del poderoso: son patrimonio común
     se olvida que los países dominantes         absolutamente el ser, al grado que ella     a disposición de todos. El hombre es
     gastan mucho dinero en propagan-            pueda negárselo. El “niño de probeta”       reconocido como tal y toda domina-
     da para convencer a la madre de             prueba lo contrario.                        ción egoísta, toda injusticia, es vista
     que puede disponer de su hijo como                                                      como inmoral. Ningún ser humano
     si fuera una verruga de su propio                Lo peor del caso es que las abor-      tiene allí función de medio. Nadie es
     cuerpo. Lo hace el imperialismo nor-        tistas ven al niño como dicen ser vis-      visto como amenaza.
     teamericano a través de sus firmas          tas por el hombre dominador: como
     químico-farmacéuticas y sus centros         cosa. Y, en el frenesí de las reivindica-       La conquista de estos principios es
     de investigación y planeación. Lo           ciones absurdas, no ven que el aborto       resultado de la batalla de la humanidad
     hace el soviético al apoyar, en nom-        a discreción las deja más que nunca         contra lo arbitrario. Y no es irreversible.
     bre del socialismo, la reivindicación       a la merced del macho irresponsable,        Siempre se puede retroceder y por
     menos humanista de la burguesía             gran beneficiario de la liberación. El      eso es necesario no desmayar en la
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Carlos Castillo Peraza                                                                                               DOSSIER

vigilancia y en el avance. Allí donde se     relaciones con los demás, “el hombre          ¿Liberalizar el aborto? Si, si el hom-
ponen en tela de juicio los derechos         puede dejar a un lado todo sentido       bre, si el “Yo”, es medida de todo. No,
del hombre –el derecho a la vida, ante       de su propia responsabilidad, es de-     si toda existencia diferente a la propia,
todo– la regresión ha comenzado y            cir, mutilar la relación humana en una   merece respeto por sí misma. No hay
se inicia el retorno a la jungla, a la ley   de sus características esenciales: la    alternativa. Aceptar el aborto es lanzar
del más fuerte. La “liberalización” del      reciprocidad” (Schooyans).               a la comunidad política hacia la razón
aborto abre el camino a una sociedad                                                  del más fuerte. En los países democrá-
en la que no privará la razón. Todo              ¿Qué opción queremos para            ticos, el riesgo es retroceder a formas
ser considerado como un peligro po-          México? Escoger el aborto hoy, es        ya superadas de barbarie. En los paí-
drá ser eliminado –aséptica y legal-         poner las bases para el totalitarismo    ses dependientes, aun en camino ha-
mente– comenzando por el no na-              definitivo mañana. No importa el co-     cia la democracia, es poner el pasado
cido. El ser nuevo será considerado          lor de Leviatán. Lo grave es que en      como meta. El aborto es un problema
enemigo. El peligro no estará ya en          una sociedad sea necesario matar         que atañe a la sociedad y a su futuro.
el complejo de Edipo, sino en el del         para vivir. Esto conduce a una re-       Es un problema político que nos pone
padre de Edipo, como lo ha hecho             flexión simultánea: si en México exis-   ante las dos posibles opciones comu-
notar un médico colombiano que ha            ten hoy injusticias tales que dejan a    nitarias: o justicia, libertad y participa-
llamado “Complejo de Layo” a esta            miles de mexicanos sin derechos          ción, es decir, democracia; o capricho,
tendencia, a la que identifica como          reales, o que empujan hacia el abor-     injusticia, arbitrariedad e imperio de la
el temor a que el nuevo ser quite el         to, nuestro país, con ley o sin ella,    fuerza, es decir, dictadura. “La libertad
puesto al viejo.                             es una Nación abortista. Por eso         –escribió Rosa Luxemburgo– es fun-
                                             no basta decir a donde nos llevaría      damentalmente la de quien es diferente
     Proyecto político profundamen-          la legalización de este crimen, sino     a mí”.
te reaccionario, la liberalización del       además decidirnos a evitar cualquier
aborto oculta mecanismos de do-              tipo de atentado contra la vida en       Bibliografía
minación de diversa índole. Los en-          nuestra patria. Si el ser humano es      • Cottier, Georges, Problemes de l´euthaasie, Nova et
mascara con el sueño del bienestar:          tal desde la concepción, toda vícti-     Vetera, Friburgo, 1975.
la ilusión de la Disneylandia del con-       ma de la miseria o de la penuria es      • Schooyans, Michel, L´avortment, probleme politique,
                                                                                      Nouvelle Revue Théologique, Bruselas, 1978.
sumo que no es más que el campo              un ser abortado. He aquí una razón       • ______, Maitrise de la vie, domination des hommes,
de concentración del espíritu, según         de más para abordar este problema        Lethielleux, París, 1986.
                                                                                      • Blázquez, Niceto, El Aborto, BAC-bolsillo, Madrid,
frase feliz de un escritor mexicano.         desde el punto de vista político.        1978.
El aborto legal significa que, en sus                                                 • Grisez, Germain, El Aborto: mitos, realidades y
                                                                                      argumentos, Sígueme, México, 1972.
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