Comunicación, velocidad y cambio climático. Medios lentos para la sostenibilidad cultural
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Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Comunicación, velocidad y cambio climático. Medios lentos para la sostenibilidad cultural Alejandro Barranquero - Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) abarranq@hum.uc3m.es Resumen: El peligroso culto a la velocidad al que hoy impele el turbo- capitalismo y sus puntales tecnológicos –TV, Internet, telecomunicaciones-, interpela a los investigadores a cuestionar los modelos tradicionales de construcción del saber/poder en el universo de la comunicación y, en especial, en aquellos soportes, géneros o prácticas profesionales que contribuyen a la construcción de una conciencia humana cortoplacista, irreflexiva y ahistórica. Frente a la amenaza global del cambio climático, los medios lentos (slow media) suponen una alternativa de sostenibilidad para la reconciliación del tiempo mediado y acelerado de las nuevas tecnologías de la información con respecto a los tiempos más densos de la socialidad, la diversidad cultural o el equilibrio ambiental. Palabras clave: cambio climático, comunicación para el cambio social, comunicación para el desarrollo, velocidad, medios lentos, slow media 1. Introducción. De la insostenibilidad del tiempo moderno Estamos inmersos en lo que Todd Gitlin (2005) ha denominado la era del “torrente mediático”, una nueva configuración histórica en la que las tecnologías de la información y la cultura provocan una aceleración sin precedentes del tiempo histórico, con dramáticas consecuencias con respecto a los procesos de producción, distribución y consumo tecnológicos, la organización del trabajo, o la configuración de la conciencia y los estilos de vida. Las tecnologías no son meras herramientas que ayudan a ampliar las capacidades y actividades humanas, sino entornos “estructurantes”, o, en palabras de Lagdon Winner (2004: 105), “fuerzas poderosas que actúan para cambiar la forma de esa actividad y su significado”. Desde una perspectiva histórica amplia, el legado de Marshall McLuhan (2009) parece ganar legitimidad cuando verificamos que el ser humano es capaz de crear máquinas que finalmente lo trascienden, hasta llegar a transformar los modos de procesamiento crítico de la información, la socialización, la sensibilidad o los comportamientos (Carr, 2011: 165). ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 1 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html
Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 En este contexto, Internet y las nuevas herramientas telemáticas suponen el último eslabón en la búsqueda de medios –de transporte y comunicación- que permiten superar las barreras espacio-temporales, una carrera que se intensifica en la Revolución Industrial con la invención del telégrafo, la máquina de vapor, o el ferrocarril, y que llega hasta sus últimas consecuencias con unas TICs que se han instituido hoy como “prótesis irrenunciable de cualquier actividad social” (Rodríguez y Sánchez, 2004: 13). Pero si la abolición de las limitaciones espacio-temporales debe ser considerada una importante conquista, en la actualidad comenzamos a pagar un precio muy alto por someternos a su ritmo vertiginoso y descontrolado. Como señala el gurú anti- prisa Carl Honoré (2012: 13), la velocidad en sí misma no es un problema. Lo negativo estriba en el culto ciego a la misma al que hoy nos empujan la cosmovisión moderna y su correlato capitalista; o, en otras palabras, el precepto de transformar la temporalidad en dinero como principal mandato de la economía de mercado: “Todo hay que hacerlo deprisa: pensar deprisa, innovar deprisa, comunicar deprisa” (Camps, 2003). En este escenario, se comienza a percibir que los tiempos cortos e irreflexivos de las tecnologías producen una factura en la memoria larga y más densa de la naturaleza, el ser humano o los lazos sociales (Riechman, 2004), con unos costes altísimos que ponen en peligro la continuidad misma de la vida humana y natural sobre el planeta. Más que en ninguna otra época de la historia, la naturaleza está siendo explotada por encima de su capacidad de regeneración, a partir de un divorcio creciente entre la economía y la ecología, pese a que ambas derivan de la misma raíz semántica griega “oikos” –en economía, la gestión de la casa, la vivienda o el hogar- (Martínez Alier, 2005; Naredo, 2006). Por otra parte, la política parece haber devenido “cronopolítica”, o el gobierno del más rápido (Virilio, 1988), a pesar de que la gestión de la “polis” requiere diálogo racional, deliberación y toma de decisiones a largo plazo. Incluso el propio ser humano, en un entorno social y tecnológico que predispone al “multitasking” y a la flexibilidad extrema, es cada vez vulnerable a patologías como el estrés, la ansiedad, el déficit de atención o el síndrome de la felicidad aplazada. Empero, el estado de crisis sistémica global en el que anda inmerso el planeta supone una oportunidad histórica inmejorable para pensar y articular alternativas emancipadoras, a partir de experiencias, saberes y cosmovisiones que, desde hace años, proponen una censura radical a los modos de racionalidad tecno-científica moderna y su fe ciega en el ratio, el individualismo o el control fáustico de la naturaleza. Algunos avances hacia la construcción de una cultura de la sostenibilidad eco-integradora ya se están produciendo. Desde nuestro punto de vista, las perspectivas más avanzadas son las que apuestan por reconciliar la artificial fragmentación moderna entre ser humano, cultura y naturaleza, desde un enfoque relacional y complejo, el diálogo transdisciplinar de saberes, y la toma de conciencia crítica sobre el impacto del desarrollismo humano sobre los entornos naturales. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 2 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html
Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 2. El proyecto de la cultura slow Al lado de alternativas como la economía ecológica, la ecología política, las teorías del decrecimiento, o ciertos saberes ecológicos tradicionales –vivir bien / buen vivir-, la censura global contra el proyecto moderno pasa asimismo por un cuestionamiento de la velocidad que actualmente guía los modos de producción y consumo de la economía mercantil y su fe irracional en el crecimiento ilimitado en base a la eficiencia temporal: “el tiempo es oro”. Dentro de estos proyectos, el movimiento slow es uno de los escasos programas que ha centrado su atención en la variable temporal de la crisis civilizatoria y en el llamado a gestionar el “tiempo justo”, o el derecho a decidir sobre nuestros propios tiempos (Honoré, 2012: 22-23). El movimiento slow arrancó en Roma en 1986 a raíz de una protesta ciudadana que tenía como finalidad detener el proyecto de apertura de un restaurante de comida rápida de McDonald´s en la Plaza de España. Liderado por el crítico gastronómico Carlo Petrini, la revuelta estuvo marcada por una defensa de “todo lo que McDonald´s no defiende” (Honoré, 2012: 56-57); es decir, la protección de la comida autóctona y de calidad frente a la expansión de la fast food, la crítica a la explotación intensiva del territorio con fines pecuniarios, o la dimensión cultural del propio acto gastronómico del comer como un ritual de encuentro y expansión humana. A partir de finales de los noventa (1999), el movimiento se expande al ámbito de lo urbano, a partir de la iniciativa, también italiana, de las ciudades lentas (città slow). Partiendo de una crítica profunda a la homogeneización urbanística, el ritmo acelerado en las grandes metrópolis, o los excesos del urbanismo incontrolado, la red de ciudades lentas abarca en la actualidad municipios de pequeño y mediano tamaño que promueven, entre otros valores: la recuperación de espacios históricos, naturales y de socialización como monumentos, parques o plazas públicas, el fomento de redes de transporte sostenible, o la protección de productos y mercados alimenticios locales1. El universo slow se ha expandido, con el transcurrir de los años, a ámbitos tan diversos como el trabajo, la salud, el diseño o el turismo. Así, por ejemplo, el trabajo lento (slow work) incita a una ralentización o reducción de la jornada laboral a fin de liberar tiempo para el ocio y mejorar la productividad y el rendimiento en las empresas. En el ámbito pedagógico, el movimiento de las escuelas lentas invita a la creación de entornos educativos donde prime la cooperación, la creatividad o la crítica, frente a la estandarización de los programas educativos clásicos. Por su lado, la slow science propone reconsiderar los tiempos largos que deben guiar toda práctica científica, además de promover un diálogo interdisciplinar entre ciencias sociales y humanas y ciencias físicas y naturales2. 1 http://www.cittaslow.org 2 http://slow-science.org ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 3 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html
Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 3. La revolución de los medios lentos En el campo de la comunicación y las tecnologías, la reflexión slow es de data muy reciente, por lo que podemos afirmar que el ideal de una comunicación o unos medios lentos (slow communication / slow media) no supone, hasta la fecha, más que una acertada intuición, dado que aún son escasas las experiencias o reflexiones que hoy alientan a una reconfiguración de los ritmos acelerados e insostenibles de la mediación tecnológica. Los orígenes de este proyecto embrionario se pueden rastrear en un conjunto de iniciativas desarrolladas por blogueros, ciber-activistas y periodistas críticos que, desde finales de la década de 2000, comienzan a trasladar el debate de la cultura lenta al ámbito de la reflexión comunicativa, mediática y tecno- informacional. Por el momento, los hitos más destacables comprenden dos manifiestos que han tenido una cierta resonancia en el ciberespacio: “Not so fast: A manifesto for slow communication”3, publicado por el periodista estadounidense John Freeman (The Wall Street Journal, 2009)4, y unos meses más tarde “The slow media manifesto” (2010), redactado por los blogueros alemanes Sabria David, Jörg Blumtritt y Benedikt Köhler5. En el panorama académico no hay avances significativos. Tal vez el trabajo más importante es el artículo de la profesora estadounidense Jennifer Rauch “The origin of slow media” (2011), en el que se plantea una genealogía del término y se proporcionan algunos ejes para el abordaje del nuevo objeto de estudio6. Esta académica y periodista es asimismo pionera de la idea de los medios lentos a partir de un interesante blog7 en el que se hace recuento de las primeras iniciativas en la línea de una comunicación más pausada, reflexiva y sostenible. El ideario slow media hace suyas algunas de las principales premisas del movimiento lento, aplicadas al ámbito comunicacional. Entre las más importantes señalamos8: • La desaceleración. La slow communication alienta el uso de estrategias de producción y consumo info-tecnológico más densas, reflexivas y acordes a nuestras capacidades cognitivas para percibir, comprender o apropiarnos de datos, informaciones y conocimientos. Así, junto a la revitalización de formatos que invitan a un consumo más sosegado y crítico de medios –ej. el libro, el reportaje en profundidad-, la comunicación lenta hace suyas estrategias de desconexión temporal con 3 http://online.wsj.com/article/SB10001424052970203550604574358643117407778.html 4 John Freeman es editor de la revista Granta y ha sido crítico de diarios como The New York Times, Guardian y The Sidney Morning Herald. Es autor de The Tyranny of E-mail (2009). 5 http://en.slow-media.net/manifesto 6 El artículo se enmarca dentro un monográfico seminal dedicado a los slow media en la revista Transformations, nº 20, en el que también participan otros cinco autores: http://www.transformationsjournal.org/journal/issue_20 7 http://slowmedia.typepad.com 8 Lo que se expone a continuación son reflexiones propias del autor a partir de algunos de los ejes programáticos del movimiento, recogidos en los manifiestos citados. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 4 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html
Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 respecto a las tecnologías como actos de purificación que facilitan el reencuentro con uno mismo, los otros o el entorno natural. • La promoción de lo cualitativo frente a lo cuantitativo. Frente al cálculo, lo monetario, el ratio o la eficiencia temporal como únicos criterios para la comprensión e intervención en la realidad, los slow media promocionan la creación y consumo de productos comunicativos y culturales basados en el mundo de lo cualitativo, las singularidades, lo rizomático, lo narrativo o lo estético. Comunicar slow significa alentar producciones info-tecnológicas de calidad, únicas en su género y no estandarizadas, desde el compromiso con la verdad, la pluralidad, o las aspiraciones de la ciudadanía. • La apuesta por la autocontención y la asunción de límites ecosociales. A partir de una evaluación de las auténticas necesidades humanas (Max- Neef, 1994; Sempere, 2009), y más allá de la lógica mercantil y materialista de la estimulación incontrolada de deseos y falsas necesidades, los slow media alimentan un ideal de producción, distribución y consumo de medios a partir de: la promoción de materiales info-tecnológicos no contaminantes, el uso socializado de medios –frente al consumo individual-, la donación o venta de tecnologías que aún funcionen, la penalización de la obsolescencia programada -y de ciertas prácticas publicitarias hiper-productivistas-, la fiscalización verde para los productores tecnológicos, o un regreso a la propia comunicación interpersonal y grupal. • El desarrollo de vínculos sociales, próximos y de cooperación. Contra individualismo competitivo del capitalismo y la cultura mercantil, la comunicación lenta es una invitación a articular productos y consumos tecnológicos e informacionales de proximidad y socialidad; es decir, adaptados a las lógicas y singularidades de los contextos locales, los territorios y las coyunturas históricas. Desde esta perspectiva, el universo slow se alía con la práctica de más largo aliento de los medios alternativos y ciudadanos, el software libre y la cultura del procomún, o el universo de las redes sociales libres y autogestionadas. 4. Conclusión: Una comunicación lenta para la sostenibilidad cultural Hasta el momento, como comentábamos, la comunicación lenta es tan sólo un ideal a largo plazo y un nuevo proyecto socio-político en curso. Sin embargo, aventuramos que el diálogo entre las ciencias de la comunicación y el movimiento slow puede resultar fecundo a fin de armar las bases de un nuevo paradigma comunicacional crítico con el hiper-productivismo tecnológico y el consumo mediático desmedido e insostenible. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 5 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html
Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 El movimiento slow, contrariamente a lo que pueda pensarse, no propugna un ideal de lentitud, sino el derecho a establecer nuestros propios tiempos y a controlar los ritmos de la vida o el trabajo, de modo que podamos ser autónomos y decidir qué celeridad conviene a cada contexto (Honoré, 2012: 22-23). Frente a la lógica depredadora del “torrente mediático” (Gitlin, 2005), y el mito moderno de asimilar velocidad a racionalidad, eficacia y progreso (Virilio, 2012), la slow communication es una nueva filosofía para el cambio y la justicia ecosocial, desde dimensiones como la autocontención, la desaceleración, o la promoción de productos y consumos más respetuosos con los tiempos largos de la socialización o la naturaleza. Lejos de ser una reacción tecnófoba o neoludita al envite imparable de las nuevas tecnologías, la slow communication estaría guiada por el proyecto de “sostenibilidad cultural” de Jesús Martín Barbero (2008), la crítica a la “monocultura del tiempo lineal” de la modernidad de De Sousa Santos (2006), o la recuperación de la “memoria larga” (Rivera, 2003) que caracteriza a ciertas culturas y territorios. Es decir, distintas propuestas nos alientan a redimensionar, también desde la comunicación, la lógica cortoplacista y presentista que caracteriza al funcionamiento del Estado, el mercado o los medios de comunicación tradicionales. A partir de este punto es desde donde debemos contribuir a rescatar las temporalidades largas de cultura y la memoria a fin de regenerar los lazos sociales o los frágiles equilibrios del entorno ambiental: “Pensar estas temporalidades es otra encrucijada: frente a la obsolescencia cada vez más rápida del mercado –todo se produce para que cada vez dure menos–, está la durabilidad de las culturas que, al contrario del mercado, están hechas para permanecer. El asesinato de las culturas se produce cuando se quiere medir a éstas por el valor de lo que no persiste, es decir, cuando la temporalidad hegemónica del mercado lo pone como baremo para medir el valor de lo que tiene otra temporalidad” (Martín Barbero, 2008: 12-13). Periodismo lento, comunicadores lentos, mensajes lentos… El abordaje slow de la comunicación humana y la mediación tecnológica es un desafío abierto a investigadores y profesionales al objeto de seguir profundizando en la crítica a los ritmos ecológicamente insostenibles de la producción y el consumo info- tecnológico actual, aportando respuestas firmes a la desalentadora encrucijada del cambio climático. Referencias bibliográficas Camps, Victoria (2003). “Sociedad de la información y ciudadanía”. En Actas “Luces en el laberinto audiovisual. Congreso Iberoamericano de Comunicación y Educación”. Huelva, octubre. 29-34. Carr, Nicholas (2011). Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? Madrid: Taurus. De Sousa Santos, Boaventura (2006). Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social (encuentros en Buenos Aires). Buenos Aires: CLACSO. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 6 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html
Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Freeman, John (2009). The tyranny of e-mail: The four-thousand-year journey to your inbox. New York: Scribner. Gitlin, Todd (2005). Enfermos de información. De cómo el torrente mediático está saturando nuestras vidas. Barcelona: Paidós. [1ª Ed. 2002]. Honoré, Carl (2005). Elogio de la lentitud. Uno movimiento mundial desafía el culto a la velocidad. Barcelona: RBA. [1ª Ed. 2004]. Martín Barbero, Jesús (2008). Políticas de la comunicación y la cultura: Claves de la investigación. Documentos del CIDOB. Serie Dinámicas interculturales. Nº 11. Barcelona: Fundació CIDOB. Martínez Alier, Joan (2005). El ecologismo de los pobres. Conflictos ecológicos y lenguajes de valoración. Barcelona: Icaria. Max-Neef, Manfred A. (1994). Desarrollo a escala humana. Barcelona: Icaria. McLuhan, Marshall (2009). Comprender los medios de comunicación: las extensiones del ser humano. Barcelona: Paidós. [1ª Ed. 1964]. Naredo, José Manuel (2006). Raíces económicas del deterioro ecológico y social, Más allá de los dogmas. Madrid: Siglo XXI. Rauch, Jennifer (2011). “The origin of slow media: Early diffusion of a cultural innovation through popular and press discourse, 2002-2010”. Transformations, 20. Riechmann, Jorge (2004). Gente que no quiere viajar a Marte. Ensayos sobre ecología, ética y autolimitación. Madrid: Los libros de la catarata. Rodríguez, Emmanuel y Sánchez, Raúl. (2004). “Prólogo. Entre el capitalismo cognitivo y el Commonfare”. En AA.VV.: Capitalismo cognitivo, propiedad intelectual y creación colectiva. Madrid: Traficantes de Sueños. 13-28. Rivera, Silvia (2003). Oprimidos pero no vencidos. Luchas del campesinado aymara y quechua. 1900-1980. La Paz: Editorial del THOA. Sempere, Joaquim (2009). Mejor con menos: Necesidades, explosión consumista y crisis ecológica. Barcelona: Crítica. Virilio, Paul (1988). Estética de la desaparición. Madrid: Anagrama. [1ª Ed. 1980]. Virilio, Paul (2012). La administración del miedo. Barataria. [1ª Ed. 2010]. Winner, Langdon (2004). "Technology as Forms of Life". D. M. Kaplan (Ed.). Readings in the Philosophy of Technology. Oxford: Rowman & Littlefield. 103– 113. * El presente ensayo se enmarca dentro de las líneas de trabajo del I+D financiado “El discurso hegemónico de los media sobre el ‘cambio climático’ (riesgo, incertidumbre y conflicto) y prueba experimental con discursos alternativos entre jóvenes” (Ref. CSO2010-16936COMU), dirigido por José Luis Piñuel en el marco del Grupo de Investigación Mediación Dialéctica de la Comunicación Social (MDCS) de la Universidad Complutense de Madrid. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 7 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html
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