CONTEXTOS, JUEGOS Y EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES DE LOS ESCOLARES
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CONTEXTOS, JUEGOS Y EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES DE LOS ESCOLARES: su importancia en el desarrollo psicológico y en la educación Milagros Damián Díaz Resumen: La importancia del juego radica en que se relaciona con diferentes áreas del desarrollo psicológico, en lo emocional, en lo social, en el aprendizaje, en la psicomotricidad, es por ello que el juego es empleado como recurso pedagógico. Este artículo tiene la finalidad de exponer los resultados de los juegos que prac- tican los niños y niñas (5145) de primero a sexto grado de primaria de escuelas públicas y privadas, la información se obtuvo a partir de un cuestionario donde se les preguntó “a qué juegan” en diferentes contextos como la casa y el colegio. Este 121 estudio descriptivo-exploratorio-cuantitativo pretende identificar, describir y anal- izar la elección de los juegos, con el propósito de obtener información relevante para fundamentar y enfatizar la importancia del juego en el desarrollo psicológico de la niñez y como una herramienta eficaz en la enseñanza y aprendizaje de las y los escolares. Además, clasificar los juegos, por la expresión de las emociones, y com- pararlos entre los niños y niñas para identificar el tipo de emociones que sienten. Los resultados muestran diferencias interesantes entre niños y niñas con respecto a los juegos que eligen –desde el primer grado hasta el sexto– en los diferentes contextos y los juegos seleccionados con relación a la expresión de emociones. Palabras clave: escolares, juego, desarrollo psicológico, expresión, contextos. E l juego supone un medio esencial de interacción con los iguales y, sobre todo, induce al descubrimiento de nuevos sentimientos, sensaciones, emociones y de- seos que van a estar presentes en muchos momentos del ciclo vital. El origen del juego en el ser humano aparece desde edades muy tempranas y se va desarrollando progresivamente, reflejándose en diferentes etapas, el periodo sensoriomotor, simbólico y el juego reglado, los juegos se van complejizando dando lugar a estos tipos de jue- gos que se prolongan en la adultez. Doctora en Desarrollo Psicológico y Aprendizaje Escolar. Profesora titular de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Contacto: mgmdd@servidor.unam.mx.
Revista Iberoaméricana Autores como Tejerina (1999) concibe al juego como un lugar de libertad, el am- biente propicio para el descubrimiento y el hallazgo de la actividad creadora. Para él la actividad lúdica resulta ser el motor del pensamiento y de la razón, porque afirma que el juego promueve nuevas formas psicológicas e invita a reflexionar sobre los procesos cognoscitivos del sujeto. De tal manera el juego es un impulso natural de los niños y niñas que tiene manifestaciones y funciones múltiples, puede ser una for- ma de actividad en donde gastan su energía, muestran su necesidad de movimiento y puede adquirir formas complejas que propician el desarrollo de competencias. Piaget considera que el juego es un reflejo de las estructuras mentales, las diversas formas que el juego adopta en la vida del niño son consecuencia del desarrollo y por consiguiente pasa por diversas fases y modalidades según transcurre el tiempo en el niño. Este autor también considera que el juego no es una conducta diferente o un tipo particular de actividad sino “(…) cierta orientación de la conducta o un polo general de toda la actividad” (1946-1992:154). Vigotski (1979) y Elkonin (1980) consideran que el juego nace de la necesidad de conocer y dominar los objetos del entorno, creando zonas de desarrollo próximo, con un marcado carácter social. El juego es una actividad social porque mediante la cooperación de los niños, ellos logran adquirir papeles que son complementarios con el juego. Los autores se preocupan principalmente por el juego simbólico, en donde se menciona que cualquier objeto se sustituye por un objeto real, por ejem- plo, un palo puede ser un caballo. De esta manera los objetos recobran diferentes significados en el juego, gracias a la interacción entre los niños, que contribuye al desarrollo de la capacidad simbólica. Para Bruner el juego es: “(…) un medio para minimizar las consecuencias de las 122 propias acciones y por lo tanto de aprender en situaciones arriesgadas” (1972:55). En el juego, el autor menciona que el niño logra metas sin proponérselo y sin sen- tirse frustrado cuando no las alcanza, porque la propia realización de la actividad resulta ser placentera. Autores como Piaget (1946-1979) y Rubin, Fein y Vandenberg (1983) consideran que no cualquier actividad es juego, para que sea así se debe cum- plir con las siguientes características: 1. El juego en sí mismo es la finalidad. 2. El juego debe ser elegido libre y espontáneamente por los participantes. 3. El juego debe ser placentero, los niños deben disfrutar de la experiencia. 4. Un elemento propio del juego es la imaginación, su naturaleza que involucra que es una distorsión de la realidad que se adapta a los intereses del jugador. Esto es particularmente cierto cuando se trata del juego simbólico, característico en los años preescolares, cuando los niños pasan mucho tiempo experimentan- do con nuevos papeles y representando situaciones imaginarias (Piaget, 1995). 5. En el juego el jugador participa de manera activa, el niño debe involucrarse física, y /o psicológicamente, en lugar de mantenerse pasivo o indiferente ante lo que está ocurriendo. 6. Otra característica que considera Piaget (citado en Delval, 1994) es la falta re- lativa de organización en el juego, típica de la estructura del pensamiento lógico.
Derechos de la Niñez 7. Otro criterio sería la motivación, esto se refleja cuando el niño convierte una actividad común en un juego. El programa educativo preescolar mexicano considera que los aprendizajes que obtendrán los niños para su vida futura, por ejemplo: la percepción de su propia persona, las pautas de relación con los demás y el desarrollo de sus capacidades para conocer el mundo, pensar y aprender permanentemente; la curiosidad, la atención, la observación, la formulación de preguntas, las explicaciones, la memoria, el proce- samiento de información, la imaginación, la creatividad y muchos más, son promo- vidos por las actividades lúdicas de los niños a temprana edad (PEP, 2004). El estudiar el juego es una labor fundamental porque éste atañe a muchas áreas y aspectos que se describen a continuación: • El juego tiene una fuerte influencia y una la relación directa con el desarro- llo psicológico y en el aprendizaje (Delval, 1992). • En los aspectos emocionales y sociales de los niños y niñas. • En la amplia gama de experiencias se fomenta el desarrollo de la creatividad. • En la creación de nuevas habilidades que les permite a los niños participar en el proceso de toma de decisiones, para establecer y codificar las reglas del juego en el grupo. • El juego ha sido aprovechado como recurso pedagógico (Delval, 1994). 123 • Como técnica terapéutica en la psicoterapia infantil (Hugges, 2006; D’Agostino, Raimbalult, 2004). • El juego promueve y facilita cualquier aprendizaje, sea éste de tipo físico o mental (Bernabeu y Goldstein, 2009). • El juego constituye un medio primordial para estructurar el lenguaje y el pensamiento crítico y creativo (Piaget, 1979 y Bruner, 1989). • El juego facilita la adquisición de conocimientos, aumenta la motivación, fo- menta la cohesión del grupo y la solidaridad, favorece el desarrollo de la creati- vidad, la percepción y aumenta el autoconcepto (Bernabeu y Goldstein, 2009). • El juego favorece el paso de la inteligencia práctica a la representativa. • El juego posibilita el despliegue de la imaginación creadora y de la acción transformadora por parte del niño (Piaget, 1946, citado en Aizencang 2005). • Y por último, el juego permite a través de la educación, influir en valores como son la tolerancia, el respeto, la responsabilidad y la libertad. Es importante considerar que los siguientes “juegos de los niños”, conforme avanzan en el desarrollo psicológico, son presentados aquí como forma de apoyar, comparar y refutar empíricamente los resultados obtenidos en este estudio.
Revista Iberoaméricana Desde los dos a los ocho años, a través del juego simbólico, el niño aprende a interpretar diferentes roles, juega a imitar a los adultos (hace de papá, de mamá, de médicos, de peluqueras, superhéroes, disfraces, entre otros), todo lo que reproduce el mundo adulto. El juego simbólico es fundamental para comprender y asimilar el entorno en el que viven, los niños aprenden roles establecidos en la sociedad, así como el desarrollo del lenguaje asociado a estos tipos de juegos, y favorecen la creatividad y la imaginación, como también la expresión de sus miedos, angustias, enojos, tristezas y anhelos (Piaget, 1992). Entre los seis y ocho años se inicia la escolaridad en la primaria, y la que nos ocupa en este estudio, en ella los juguetes que usan los niños han de ser más comple- jos y deben reforzar los conocimientos relacionados con la lectura, la escritura y el razonamiento, así como de competencia y cooperación que les permite socializar e incorporarse a los grupos escolares. También han de potenciar la experimentación, la reflexión, la cooperación y la transmisión de valores. Los niños necesitan y eligen juegos de competencia para descubrir su fuerza y sus destrezas, ejercicio físico para eliminar tensiones y juegos que favorezcan habilidades de atención, capacidad crea- dora y la imaginación (Clanzer, 1999). El objetivo de este estudio descriptivo-exploratorio-cuantitativo es identificar, describir, y analizar la elección de los juegos que practican los niños en contextos como son: el colegio, el barrio o casa, y el favorito de niños de primaria, con el propósito de obtener información relevante para fundamentar y expresar la impor- tancia del juego en el desarrollo psicológico de los niños y como una herramienta eficaz en la enseñanza y aprendizaje de los escolares. Así mismo, clasificar los juegos por la expresión de las emociones y compararlos entre los niños de primaria, con la 124 finalidad de investigar el tipo de emociones que sienten. Método • Sujetos: 5145 niños y niñas de 1º a 6º de primaria, de edades comprendidas entre los 5 a los 15 años.
Derechos de la Niñez • Aparatos y materiales: cuestionarios impresos, computadora, programa es- tadístico SPSS, grabadora, mesas, sillas, lápices y colores. • Variables atributivas: género y grados escolares. • Variables dependientes: el juego que se practica en la escuela, el juego que se practica en el barrio o en la casa y el juego favorito. Procedimiento • Primera fase: aplicación del cuestionario donde se preguntaba los juegos que juegan en el colegio, en la casa o barrio y su juego favorito. • Segunda fase: se organizó la información en función de las variables estudia- das. Se describieron los juegos que practican niños y niñas en los diferentes contextos. También se clasificaron y codificaron las respuestas de los escolares con base en las expresiones emocionales. • Tercera fase: se llevó a cabo el análisis cuantitativo de los datos, para la des- cripción de éstos se utilizó el programa estadístico descriptivo y no paramétri- co Crosstab. Se agruparon los puntajes de los niños y niñas por su género y por los contextos en que se desarrollaron los juegos: el juego que practicaban en el colegio, en casa o en el barrio y por su juego favorito. Resultados 125 Se presentan diferencias entre los juegos que eligen los niños y las niñas de 1º,2º y 3º de primaria, en los diferentes contextos. En el colegio, en los tres primeros grados de primaria, los niños y las niñas juegan “atrapadas” con una alta frecuencia, estos juegos son típicamente sensoriomotores (ver figura 1).
Revista Iberoaméricana En el barrio o casa los niños juegan con una alta puntuación al fútbol y las niñas juegan con mayor frecuencia a las muñecas (ver figura 2). Por último, en el juego favorito, los niños juegan fútbol (juego de reglas) en mayor proporción que las niñas y éstas juegan a las “escondidas”(sensoriomotor)en una proporción significativa. Es importante mencionar que el fútbol se juega más 126 en escuelas públicas que en escuelas privadas y el juego de “las escondidas” se juega más en escuelas privadas que en públicas (ver figura 3). Expresión de las emociones en los juegos de los escolares de 1° a 6° de primaria El juego, además de permitir el desarrollo de la psicomotricidad, la creatividad, la espontaneidad, el desarrollo de habilidades cognitivas, el lenguaje oral y gestual,
Derechos de la Niñez también permite la expresión de las emociones que en muchas situaciones no es fácil o permitido para los niños. A través del juego (libre, simbólico, estructurado, de reglas, entre otros) los menores de edad pueden expresar alegría, miedo, tristeza, ansiedad, frustración, enojo, ira, placer, angustia, tensión y muchas más (Darwin, 1984) ya sea representando un rol, asumiendo una posición, desafiando o simple- mente viviendo una experiencia lúdica, en tanto, se facilita al colaborar y permitir que se expresen emociones, sentimientos, actitudes y fantasías. Es una forma de reconocer, aceptar, canalizar y afrontar su mundo interno, que de otra manera po- dría ser amenazante o simplemente no permitido por los adultos. El juego funciona como mediador entre el mundo externo e interno, es un canal natural que utiliza la niñez para preservar un desarrollo emocional sano. Por lo que para la investigación también se tomaron en cuenta aquellos tipos de juegos donde se hace patente la expresión de las emociones, esto es, los juego de roles o simbólicos. Por tal motivo la importancia del juego, entre otras razones, es su componente emo- cional pues a través de éste el niño identifica, acepta y expresa sus sentimientos agra- dables y desagradables, como una forma de enfrentar la realidad (Bisquerra, 2000). Para este estudio se eligieron y se clasificaron no solamente los juegos en general sino aquellos en que los niños y niñas expresan sus emociones, en este sentido los juegos se delimitaron de la siguiente manera: • Familia: aquellos que, a través de roles, identifican a los miembros de la familia, vínculos afectivos, celos, amor, envidia, enojo, miedo, autoridad, je- rarquía, ejemplo: jugar a las hermanas, al papá, a la mamá, a la casita, a la comidita, etc. 127 • Oficios: a través de éstos hay una identificación con roles sociales, anhelos, posición de autoridad social, acercamiento con la realidad social y/o laboral, ingreso económico, poder social, tales como: jugar al doctor, al policía, al bombero, al cartero, a la maestra, al astronauta, etc. • Superhéroes: en esta categoría se incluyen aquellos juegos en que la fuerza, vi- gor, invulnerabilidad, poder, acceso a otras realidades, fantasía, pensamiento mágico, autoridad ante los vulnerables, rabia, envidia, competencia, rivalidad están presentes, por ejemplo: Las Princesas Disney, Superman, Las Chicas Superpo- derosas, Spiderman, Caballeros del Zodiaco, Los Cuatro Fantásticos, PowerRangers, Los Soldados, etc. • Sexualidad: aquí se encuentran aquellos juegos en los cuales existe o se evi- dencia el erotismo, la sensualidad, la seducción, el poder de la masculinidad y femineidad, el miedo, la ansiedad, la angustia, la identificación psicosexual, los deseos prohibidos etc., como son: jugar tapete, semana inglesa, botella, salón de belleza, a tener novia o novio, contar chistes, secretear, platicar, bailar, etc. • Agresivos: en esta categoría es importante infringir y ostentar poder, fuerza, vigor, miedo, enojo, irá, astucia, rivalidad, competencia, como son los juegos: dinosaurio, peleas, pisar el pie, vaqueros, etc. • Vínculos: en esta subcategoría se enfatiza aquellos juegos que sin ser miem- bros de la familia se mantienen relaciones afectivas (amor, ternura, suavidad,
Revista Iberoaméricana cercanía, lealtades) con personas, objetos y animales tales como: jugar con mascotas y jugar a los amigos y amigas, etc. Los resultados de los niños de 1º, 2º y 3º de primaria muestran que las niñas eligen más juegos con componentes emocionales referidos a roles de familia y oficios que los niños y, que los juegos favoritos practicados en la escuela y en la casa son aquellos relacionados también con los roles que juegan los miembros de la familia, tanto en niños como en las niñas de los tres grados. Por lo tanto, es recomendable enfatizar la necesidad de promover y favorecer, en ambos sexos, los juegos con componentes afectivos para construir la equidad de género desde temprana edad (ver figura 4). Ante los resultados encontrados, se confirma que los niños y niñas eligen princi- palmente aquellos juegos que les ayudan a vinculares afectivamente con sus iguales, a tener compañeros de juego y participar en actividades grupales, tanto en los juegos de reglas como en los simbólicos, los cuales favorecen la expresión de las emociones que contribuyen a la internalización de los roles de su mundo externo. Sin embargo, se observa que las niñas son, principalmente, quienes eligen con mayor frecuencia aquellos juegos que les permiten estar cerca de otras personas. Por su parte, los niños prefieren juegos que les permiten competir y cooperar, caracterís- ticas propias que son transmitidas social y culturalmente más que cognoscitivamente. Los juegos que eligen como favoritos para jugar en el colegio y en la casa o barrio se muestran en la figura 4, en la cual podemos ver que aquellos relacionados con los vínculos sociales, reglas y roles son los principales en las niñas, más que en los ni- ños, seguidos de aquellos que involucran contenidos sexuales, también elegidos con mayor frecuencia por las niñas. Los juegos que implican roles de la familia, oficios 128 y profesiones, agresivos y superhéroes son los últimos elegidos, tanto por los niños como por las niñas en estos grados. Los escolares de mayor grado (4°, 5° y 6°) escogen juegos que son más realistas y apegados a su contexto social, tienen menos contenidos de fantasía y magia, y la fa- milia ya no es un tema principal en la identificación y expresión de sus sentimientos
Derechos de la Niñez como son: miedos, enojos, tristezas y alegrías, ya que aquellos juegos donde pueden estar con sus pares, las inquietudes sexuales y representación de oficios y profesiones les son de mayor interés y motivación. Es destacable mencionar el hecho de que los valores culturales y sociales estereo- tipados para hombres y mujeres siguen prevaleciendo, por ejemplo las niñas buscan más el tipo de juegos que les permite vincularse o relacionarse cercanamente con los otros, mientras que los niños prefieren competir y mantenerse alejados del contacto con sus emociones y sentimientos, a pesar de que estos comportamientos tienden a presentarse cada vez menos rígidos, no obstante, aún se observan en este estudio (ver figura 5). A diferencia de los niños de menor edad, los preadolescentes eligen para jugar, como juegos favoritos, en el colegio y en la casa o barrio, aquellos relacionados con los vínculos sociales, las niñas son quienes con mayor frecuencia eligen este tipo de juegos. Otros juegos con contenidos sexuales los presentan las niñas en mayor proporción; aquellos juegos que implican roles de la familia, oficios y profesiones, agresivos y superhéroes son los últimos que eligen los niños y niñas (ver figura 5). 129 Discusión y conclusiones Los juegos difieren evidentemente por los contextos, pero también por el género y por razones de las propias etapas del desarrollo del juego (que coincide con el desarrollo cognoscitivo). En el colegio el juego que más se presenta es “atrapadas” y “escondidas”, en los tres grados (1º, 2º y 3º), posiblemente las condiciones de las escuelas propicien este tipo de juego; en ese contexto se concentran una gran cantidad de niños, lo cual favorece jugar este juego, pero también hay que considerar que los niños más pequeños disfrutan y juegan juegos sensoriomotores, propios de los niños de menor edad en donde lo im- portante es el ejercicio, las sensaciones y el placer de correr más que el atrapar a alguien. En relación al juego favorito, el fútbol es el juego más practicado por los niños, quizá toman la iniciativa de practicarlo por la influencia que ejercen los medios
Revista Iberoaméricana de comunicación. Por lo general cada persona admira a alguien destacado en el mundo deportivo por lo que –en ocasiones y principalmente los niños–, tratarán de emular las habilidades, formas de vestir, de peinarse, etc., de sus ídolos, esto para de- mostrar dicha admiración y posiblemente deseo de llegar a ser igual que ellos (para alcanzar un elevado status socioeconómico, quizá). Las elecciones hechas por los niños y las niñas están sujetas también a razones de género, claramente el fútbol tiene un gran valor y fuerte impacto sobre los niños, mientras que en las niñas los juegos simbólicos, específicamente el juego de roles, como el de las muñecas y también los juegos sensoriomotores como “atrapadas” y “las escondidas”, ejercen una influencia definitiva. Por otro lado, en cada uno de los contextos se estimula y propicia el jugar diferen- tes juegos, por ejemplo, en el colegio se aprovecha la gran cantidad de niños y niñas que hay, quizás esto favorece que las niñas y niños se integren con sus compañeros y jueguen conjuntamente a las “atrapadas” o a “las escondidas”, por otro lado, las niñas de menor edad, tanto en el barrio o casa, como en el juego favorito, prefieren jugar a las muñecas, esto podría deberse a que se identifican más con roles asignados a la mu- jer, como cuidar niños, o bien no tienen modelos a emular tan prestigiados y famosos como en el caso de los niños (con los futbolistas, quienes gozan de una extraordinaria popularidad y por ello los niños elijen jugar al fútbol). Referencias AIZENCANG, N. (2005). Jugar,aprender y enseñar. Relaciones que potencian los aprendizajes esco- 130 lares. Buenos Aires: Manantial. BERNABEU, N. y GOLDSTEIN, A. (2009). Creatividad y Aprendizaje. El juego como herramienta pedagógica. Madrid: Narcea. CLANZER, M. (1999). El juego en la niñez. Buenos Aires Argentina: SNT. BRUNER, J. (1972-1989.). La inmadurez: su naturaleza y usos. En: José Luis Linaza Jerome Bruner. Acción pensamiento y lenguaje. Madrid: Alianza editorial. BRUNER, J. (1989). Acción pensamiento y lenguaje. Madrid: Alianza editorial. DARWIN, C. (1984). La expresión de las emociones en los animales y en el hombre. Madrid España: Alianza editorial. D`AGOSTINO, M. y RAIMBALULT, A. (2004). El juego en el desarrollo del niño. En: Revista Psicología: enero – febrero. DELVAL, J (1992). Crecer y pensar. La construcción del conocimiento en la escuela. Barcelona: Paidós. DELVAL, J. (1994). El desarrollo humano. México: Siglo XXI. ELKONIN, D.B. (1980). Psicología del Juego. Madrid, España: Pablo del Rio. HUGGES, F.P. (2006). El juego su importancia en el desarrollo psicológico del niño y del adolescente. México: Trillas. PEP (2004). Dirección General de Normatividad de la Subsecretaria de Educación Básica y normal. Programa de Educación Preescolar. México. Secretaria de Educación Pública. PIAGET, J. (1992). Psicología y Pedagogía del juego. Barcelona: Agostini. PIAGET, J. (1946/1992). La formación del símbolo en el niño. México: Fondo de Cultura Económica. PIAGET, J. (1995). Seis estudios de psicología. Colombia: Labor. RUBIN,K.H., FEIN, G.C. y VANDENBERG, B. (1983). Juego. En: Musse. Hand Bookof Child Psychology. Wiley. New York, p. 289-299. TEJERINA, I. (1999). El juego dramático en la Educación Primaria. En: Textos de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Nº 19, enero. Monografía Teatro y juego dramático, p. 33-90. VYGOTSKI, L. S. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona, España: Grijalbo.
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