El español en el comercio internacional - Juan Carlos Jiménez Aránzazu Narbona DT 10/08
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El español en el comercio internacional Juan Carlos Jiménez Aránzazu Narbona DT 10/08
Resumen El propósito de este trabajo es el de determinar cuánto vale el español, es decir, cuánto poten- cia esta lengua común, si es que lo hace, los intercambios internacionales. Para ello se plantea un modelo gravitatorio con datos de panel que recoge, junto a las variables habituales de estos modelos y las específicamente referidas a los factores culturales (y la lengua en particular) e institucionales, los flujos bilaterales de comercio entre 51 países para el período 1996-2004. Se concluye, en la más prudente de las estimaciones, que los países que comparten el español como lengua común comercian casi un 290 por 100 más en virtud de este hecho, efecto que resulta ser, incluso, más intenso que el detectado para los países de habla inglesa. Abstract The aim of this paper is to estimate how much worthy is Spanish language, that is, how much this common language promotes international trade. In order to quantify its economic effects, it is implemented a gravity model with panel data that collects bilateral trade flows between 51 countries for the period 1996-2004. In addition to the basic variables of these models, the equation incorporates both cultural and institutional determinants. It carefully concludes that countries sharing Spanish as a common language trade almost 290 for 100 more among themselves than with other countries. This language coefficient is even more intensive than in the case of English speaking countries. Juan Carlos Jiménez es profesor titular de Economía Aplicada en la Universidad de Alcalá. Aránzazu Narbona es doctora en Economía por el Institut d’Études Politiques de París y la Universidad de Alcalá. El presente trabajo forma parte de las monografías derivadas del programa de investigación sobre El valor económico del español: una empresa multinacional. Director: José Luis García Delgado. Codirectores: José Antonio Alonso y Juan Carlos Jiménez. Agradecimientos: Los autores desean expresar su agradecimiento por los valiosos comentarios recibidos de los participan- tes en el Seminario Internacional “Valor económico del español: una empresa multinacional”, celebrado en la Universidad de Alcalá el 17 de abril de 2007, donde se presentó una versión previa de este trabajo. © Juan Carlos Jiménez, Aránzazu Narbona, 2007 ISBN: 978-84-96702-24-0 Depósito legal: M-9893-2008 La Fundación Telefónica y el Instituto Complutense de Estudios Internacionales no comparten necesariamente las opiniones ex- presadas en este trabajo, que son de exclusiva responsabilidad de sus autores.
Indice 1. Introducción ………………………………………………………………………………………………………… 7 2. Determinantes de los flujos comerciales internacionales ……………………………. 8 2.1. El regionalismo económico ………………………………………………………………….. 8 2.2. Comercio y factores institucionales …………………………………………………… 12 2.3. Comercio y factores culturales …………………………………………………………… 16 3. Metodología y bases de datos …..…………………………………………………………………….. 20 3.1. Hipótesis de partida ……………………………………………………………………………. 20 3.2. Fuentes estadísticas …………………………………………………………………………….. 22 3.3. Modelo y variables ……………………………………………………………………………….. 22 4. Resultados empíricos ………………………………………………………………………………………. 25 4.1. Especificación básica del modelo de gravedad ……………………………….. 25 4.2. Incorporación de los factores institucionales …………………………………. 28 4.3. Incorporación de los factores culturales ………………………………………….. 32 5. El español en los flujos de comercio internacional ………………..……………………. 35 6. Conclusiones preliminares .…………………………………………………………………………….. 39 Referencias bibliográficas ...…………………………………………………………………………….. 41
1. Introducción medida en que una lengua común elimina, como una moneda común, una parte de los costes de transacción de todo intercambio Como ha señalado Lazear (1999), “una cultu- (Breton, 1998; Reksulak, Shughart y Tollison, ra y un lenguaje comunes facilitan el comer- 2004): de hecho, en el trabajo germinal de la cio entre los individuos”. De hecho, el propio Economía de la lengua, Marschak (1965) Adam Smith (1958; 1776, 1.ª ed. en inglés, concebía a ésta como un medio de intercam- Libro I, Capítulo II) supo advertir temprana- bio, una especie de moneda cuyo uso reducía mente la relación entre lengua y comercio en los costes de transacción. La justificación de las páginas iniciales de La riqueza de las na- una “lingua franca” se ha fundamentado, ciones, al preguntarse por “el principio que precisamente, en la existencia de externali- motiva la división del trabajo”: ésta era, a su dades de red (positivas) y en los subsiguien- juicio, la consecuencia de “la propensión a tes rendimientos crecientes que se derivan permutar, cambiar y negociar una cosa por del también creciente número de usuarios otra”; una propensión que, a su vez, “como que propician esos efectos externos. Lo que parece más probable, es la consecuencia de permite caracterizar a la lengua –equivalen- las facultades discursivas y del lenguaje”. La te, en este caso, a un software de comunica- lengua es lo que distingue al ser humano del ción– como un bien de club de carácter “su- resto de las criaturas: es lo que le permite percolectivo”, de modo que cuantos más cooperar, comerciar y, de ahí, especializarse. individuos participen del consumo de este bien, mayor será su valor (Church y King, Lengua y comercio son, en efecto, dos aspec- 1993). tos de la conducta humana que se conjugan juntos, aunque el carácter intangible de Pues bien, el estudio empírico de los nexos aquélla le haya hecho comúnmente invisible entre lengua y comercio se ha movido hasta al análisis económico. Desde la óptica de la ahora bajo los presupuestos metodológicos Economía, esta conexión se fundamenta, al de los modelos gravitatorios, que incorporan, menos, en tres cualidades económicas de la entre sus variables explicativas del inter- lengua (Alonso, 2006; Jiménez, 2006): a) La cambio entre países, el idioma común. La lengua como bien de club que difunde exter- idea en que se basan estos modelos es tan nalidades de red y permite, con ello, multipli- simple como la famosa y antigua ley de car el potencial comunicativo de una colecti- Newton de la gravitación universal de la que vidad; b) la lengua como reductora de los toman su nombre: dos cuerpos se atraen costes de transacción, y, derivado de esta mutuamente con una fuerza directamente misma cualidad, c) la lengua como amorti- proporcional a sus respectivas masas e in- guadora de la distancia psicológica entre los versamente proporcional a la distancia que mercados. Estos rasgos se basan en la natu- les separa. Mutatis mutandis, dos países raleza de la lengua como herramienta de económicamente grandes y próximos co- comunicación. Pero ésta tiene también otra merciarán más entre sí que dos países pe- dimensión importante –y con traducción queños y distantes. Pero, como los fenóme- económica, aunque más difusa– como ele- nos de la Economía suelen presentar com- mento identitario: la lengua ayuda a exten- plejidades añadidas a los de la Física, por no der los lazos de confianza que, en la acepción hablar de su mayor imprecisión, deben con- de Putnam (2000), conforman el capital so- siderarse –en la correspondiente especifica- cial de una comunidad, factor éste cada vez ción econométrica– otras variables que pue- más tenido en cuenta como esencial en el den modular, según el caso, el resultado fi- desarrollo económico, y dentro del cual la nal. Dos de éstas, además de otras de carác- lengua se constituye en elemento básico. ter cultural e institucional que más adelante se detallan, son las más habituales en los La analogía entre un idioma común y una análisis: por un lado, el regionalismo, esto es, moneda común, traída a colación por Carr la pertenencia o no a una zona económica (1985) con otros fines interpretativos –de- con algún grado de integración comercial, y, mostrar la tendencia al monopolio que tie- por otro, la lengua, común o no entre los nen todos los idiomas–, ilumina, no obstan- países, que suele encerrar en sí otros muchos te, una vía de análisis para el estudio de los factores que tienen que ver con la identidad beneficios comerciales de la lengua, en la –y la afinidad– cultural, lo que, bien mirado, 7
no es también sino un factor de distancia (de visionales– sintetiza los principales resulta- la “distancia psicológica” a la que acaba de dos del análisis. hacerse referencia). En ningún caso, sin em- bargo, se ha abordado el caso del español en este tipo de modelos con una muestra de países suficientemente representativa ni una 2. Determinantes de los flujos base de datos lo bastante rica –no sólo en datos comerciales bilaterales, sino en otros comerciales internacionales de tipo cultural e institucional– como para alcanzar resultados relevantes y consisten- 2.1. EL REGIONALISMO ECONÓMICO tes. Tampoco, ni en el caso del español ni en el de ninguna otra lengua, a partir de la La expansión del comercio mundial a lo largo construcción de una base de datos de panel del último medio siglo ha tenido mucho que como la que aquí se propone. A diferencia de ver, sin duda, con la liberalización de los in- otros trabajos, realizados con datos de sec- tercambios con carácter multilateral. Pero ción cruzada para un año determinado, en también, de forma simultánea, la prolifera- éste se utilizan series homogéneas para un ción de diversos procesos de integración período amplio y reciente, de 1996 a 2004, y económica –el llamado regionalismo (Ethier, un conjunto también amplio de países, entre 1998)– ha favorecido la formación de gran- ellos gran parte de los de habla hispana. des bloques económicos que han ido con- centrando, entre ellos, pero, sobre todo, den- Sobre estas premisas, el resto del documento tro de ellos, una parte cada vez mayor del se articula como sigue. El apartado 2, dedi- comercio mundial. Hay que considerar, pues, cado a los determinantes de los flujos co- un primer factor que resulta decisivo como merciales internacionales, repasa el estado determinante de los flujos comerciales bila- de la literatura en lo que se refiere a los vín- terales entre los países hoy día: el hecho de culos de éstos con el regionalismo, los facto- pertenecer a un bloque de países que haya res institucionales y los culturales –con par- emprendido algún tipo de proyecto integra- ticular detenimiento, en este caso, en la len- dor –zona de libre comercio, unión aduane- gua común–, sentándose aquí las bases de ra, mercado común...– que signifique un de- los indicadores sintéticos de calidad y de sarme arancelario favorecedor del comercio distancia institucional, así como de familiari- mutuo (aunque sea en parte a costa del co- dad y de distancia cultural que se incorporan nocido efecto de desviación de comercio). al análisis posterior. El apartado 3 describe las características del modelo de gravitación Greenaway y Milner (2002) han resumido las que se utiliza, la metodología y las fuentes diferentes cuestiones que se han tratado de de datos empleadas: un modelo con datos de explicar en la literatura, en relación con el panel y efectos aleatorios a través del que se regionalismo, aplicando modelos de gravita- intenta valorar la importancia de la lengua ción: primero, la existencia o no de sesgos –aislada de los restantes factores– como regionales del comercio (esto es, si los blo- determinante de los flujos bilaterales entre ques regionales son fenómenos naturales 51 países, para el período, ya se ha dicho, –es la idea de los “socios comerciales natura- 1996-2004. El apartado 4 presenta los resul- les”– resultantes del hecho de comerciar tados obtenidos en las diferentes especifica- más con los países vecinos); segundo, de- ciones del modelo, primero con sus variables terminar si existe un efecto positivo identifi- básicas, y luego incorporando los factores cable debido a los acuerdos de integración institucionales y culturales anteriormente regional (AIR), es decir, si éstos estimulan el descritos. El apartado 5, que completa la comercio intra-regional de los socios; terce- especificación del modelo, examina lo que la ro, la medición del potencial de comercio lengua común aporta, desde el punto de asociado a la integración regional, y, cuarto, vista comercial, dentro del gran condominio examinar si existe un “efecto dominó” de los lingüístico del español, comparando además AIR sobre los no-miembros. No todos los sus efectos con lo que sucede entre los paí- trabajos empíricos realizados en este campo ses anglosajones. Por último, un breve apar- responden a estas cuatro preguntas, pero sí, tado de conclusiones –necesariamente pro- como mínimo, afrontan la segunda de ellas. 8
Respecto a la primera cuestión, distintas in- mercio muy notables, del 137, el 227 y el 223 vestigaciones han tratado de ratificar si los por 100, respectivamente, para cada uno de países involucrados en un AIR comercian los tres casos antes indicados. más entre sí de lo que explicarían su proxi- midad geográfica, las fronteras comunes o, La cuarta y última de las cuestiones antes en su caso, compartir una misma lengua: es apuntadas –el “efecto dominó” derivado del decir, si son bloques naturales (Frankel et al., resurgimiento del regionalismo– ha sido la 1995). En principio, los trabajos realizados menos abordada hasta ahora por los estu- hasta ahora han hallado evidencias en este dios empíricos (Greenaway, 2000; Sapir, sentido para los proyectos integradores de 2001). A medida que los países que han que- Europa e Iberoamérica, pero no tan sólidas dado fuera de unos u otros bloques regiona- para el caso de los países asiáticos y de Amé- les ven cómo éstos continúan creciendo, o rica del Norte. bien cómo empiezan a surgir otros nuevos, aumenta su interés –y a veces la propia pre- El segundo aspecto citado ha sido el mayori- sión de la opinión pública– por participar en tariamente abordado en la literatura: en ge- esos proyectos de integración (Freund, neral, los distintos autores están de acuerdo 1999). Como concluyen Greenaway y Milner en que existe un efecto positivo sobre el co- (2002, pág. 5), “una vez que se emprende un mercio bilateral de los países como resultado bloque regional, hay una dinámica inherente de la firma de un acuerdo regional. El resul- que resulta en un crecimiento y multiplica- tado no puede sorprender, por cuanto éste ción de estos acuerdos de integración regio- es un objetivo fundamental de cualquier nal”. acuerdo de este tipo; la cuestión es determi- nar cuánto. Más adelante se verá cómo la vía La primera de las aplicaciones de los mode- principal para evaluar este efecto positivo los de gravitación al análisis de los procesos consiste en la inclusión de variables ficticias de integración regional fue la realizada por (dummies) en los modelos de gravitación. Aitken (1973), siguiendo la metodología de Linneman (1966). Su investigación se centró En tercer lugar, se ha tratado de evaluar en el caso del comercio europeo y en los también el potencial de comercio intra- efectos derivados de la creación de la Comu- bloque que se deriva de la puesta en marcha nidad Económica Europea y de la EFTA; tomó de una iniciativa unificadora regional (Gree- las poblaciones como variables independien- naway y Milner, 2002). Esta cuestión se ha tes, así como la distancia geográfica entre planteado fundamentalmente para el caso los centros comerciales de los países, e in- de la ampliación de la Unión Europea hacia corporó variables dummies para recoger el los países del Este (Hamilton y Winters, efecto de la integración regional, por un la- 1992; Nilsson, 2000) y para medir la impor- do, y de la existencia de fronteras comunes, tancia de los Acuerdos Europeos como estí- por otro. Aitken concluyó que se había pro- mulo del comercio entre los países de ambas ducido una desviación de comercio neta en áreas o bien con otros países emergentes los flujos comerciales tras la integración, pe- (por ejemplo, entre la Unión Europea y MER- ro que los resultados entre los países eran COSUR, en Martínez-Zarzoso y Nowak-Leh- tan dispares que había que considerar esta mann, 2002; y con un conjunto más amplio afirmación con muchas cautelas. de bloques, Martínez-Zarzoso, 2003). En con- creto, el trabajo de Martínez Zarzoso et al. Sin duda, la integración europea ha sido la (2003) analiza los potenciales de comercio base de un buen número de investigaciones de posibles acuerdos regionales entre la en este campo (Sattinger, 1978; Abrams, Unión Europea y México, entre España y Mé- 1980; Viaene, 1982; Bergstrand, 1985; Bik- xico, y entre México-NAFTA y la Unión Euro- ker, 1987; Sapir, 1981 y 2001; Bayoumi y pea. A partir de los resultados obtenidos en Eichengreen, 1997; Nilsson, 2000). También las estimaciones planteadas de la ecuación en el caso de las relaciones exteriores de de gravedad –en términos del PIB del expor- Europa con terceros países, en particular del tador e importador y de sus poblaciones– la continente africano (Aitken y Obutelewicz, autora calcula el diferencial entre el comer- 1976; Nilsson, 2002), México (Aussilloux y cio estimado y el volumen real de comercio Pajot, 2002) o MERCOSUR (Martínez-Zarzoso y registrado, hallando unos potenciales de co- Nowak-Lehmann, 2002). Sin embargo, los 9
trabajos aplicados específicamente al caso Tras la caída del comunismo en Europa, los del regionalismo norteamericano y el NAFTA otros trabajos antes mencionados (Havrylys- han sido mucho menos abundantes (McCa- hyn y Pritchett, 1991; Erzan et al., 1992) ana- llum, 1995; Wall, 1999 y 2003). Los motivos lizaron el cambio en la orientación geográfi- podrían ser dos: el hecho de que la actual ca del comercio –total y de manufacturas, Unión Europea haya sido uno de los primeros respectivamente– de estos países. Havrylys- proyectos de integración regional emprendi- hyn y Pritchett (1991), en concreto, definie- dos, y con mayores éxitos acumulados, y ron una ecuación más completa que la em- porque se trata de un importante –y homo- pleada por Pelzman, incluyendo las rentas géneo– conjunto de países industrializados per cápita de cada país, así como la diferen- en la escena comercial internacional. cia de dichas rentas per cápita, con el objeti- vo de contrastar la hipótesis de Linder. En relación con las economías centralizadas, destacan igualmente los trabajos de Hewett Los procesos de integración iberoamericanos (1976), Pelzman (1977), Havrylyshyn y Prit- también han tratado de ser explicados a chett (1991) y Erzan et al. (1992), centrados través de modelos de gravitación (Thoumi, en la repercusión del bloque regional que 1989; Braga et al., 1994; Finger et al., 1998; formaron durante décadas los países del Este Soloaga y Winters, 1999). En contraste, los de Europa y la antigua URSS, el llamado CO- procesos de este tipo que se han dado en el MECON1 (Council of Mutual Economic Assis- continente africano han sido mucho menos tance). Pelzman (1977), en concreto, analizó estudiados (Ouattara, 1973; Coulibaly y Fon- los efectos de creación y desviación de co- tagné, 2003). mercio de este bloque2 durante el período 1954-1970, para lo cual realizó una estima- El primer trabajo que empleó los modelos de ción de la ecuación de gravedad básica en gravitación para estimar los efectos sobre el dos etapas, una anterior y otra posterior a la comercio intra-regional en América Latina y integración de los países en el COMECON. el Caribe fue el realizado por Thoumi (1989). Consideraba que el exceso de comercio in- Analizó las cuatro iniciativas regionales exis- tra-bloque sobre el estimado era debido al tentes en ese momento (el MCCA, el CARICOM, efecto positivo de la integración sobre el la ALALC y el Grupo Andino), empleando las volumen de los intercambios comerciales. correspondientes variables dummies. La Tras repetir las regresiones a distintos nive- ecuación de gravedad no incluía a las pobla- les, agregado y sectorial, Pelzman concluía, ciones de los países como variables indepen- por un lado, afirmando la existencia de un dientes explicativas de los flujos comercia- efecto de creación de comercio debido a la les3, pero sí consideraba, en cambio, a las creación del bloque regional, efecto que au- rentas per cápita como medida de la riqueza mentaba año tras año de manera constante, de los países y de la diversidad del consumo y, por otro lado, que los países participantes en relación con el comercio4. Su principal del COMECON generaron desviación de comer- aportación a los modelos de gravitación es la cio con respecto a los flujos comerciales pro- inclusión del tipo de cambio para recoger el cedentes de los países occidentales. 1 El COMECON fue una organización internacional creada en 1946 y activa desde 1959, en que entró en vigor, hasta 1991. Su objetivo era la coordinación de la política económica de un 3 grupo de países bajo la égida de la Unión Soviética. Las nacio- Thoumi comprueba que la población está altamente corre- nes participantes, además de la URSS, fueron Albania (hasta lacionada con el PNB de los países analizados (obtiene un R2 1961), Bulgaria, Cuba, Checoslovaquia, Alemania del Este, entre 0,95 y 0,98 para los años 1971, 1975 y 1979). Hungría, Mongolia, Polonia, Rumania, y también Yugoslavia, 4 “Los países más ricos son aquellos con mayor cantidad de aunque de un modo parcial. Durante sus primeros quince capital, de recursos naturales y de capital humano per cápita. años, el comercio entre los países del bloque aumentó un 400 Además, son aquellos con la demanda de consumo más por 100, pero posteriormente el crecimiento de los intercam- diversificada. Por tanto, los países con un alto nivel de renta bios se ralentizó. Sobre esta cuestión, vid. El-Agraa (1999, cap. per cápita deben tener una ventaja comparativa en la produc- 9). ción de una gama de productos diferentes a la de los países 2 Los países considerados son los participantes en el bloque con rentas bajas. (...) Un mayor nivel de renta en los países del COMECON (excepto Cuba, Mongolia y Yugoslavia), y diez importadores debe estar asociado a un mayor nivel de impor- países occidentales (Austria, Bélgica-Luxemburgo, Canadá, taciones, dado que una demanda más diversificada ofrece Dinamarca, Finlandia, Francia, República Federal de Alemania, muchas más posibilidades comerciales”. Cfr. Thoumi (1989, Grecia, Islandia e Irlanda). pág. 423). 10
efecto de los precios sobre el comercio5, fac- mación del ASEAN como elemento estabiliza- tor tanto más importante en el caso de los dor de la región, lo que ha permitido crear un países del subcontinente americano, en los buen clima para el crecimiento económico que la devaluación competitiva ha sido, al de estos países. menos históricamente, una estrategia em- pleada con no poca asiduidad para estimular Thornton y Goglio (2002), por su parte, in- las exportaciones. Los resultados más signi- corporan a la ecuación de gravedad otras dos ficativos de su estudio apoyan la hipótesis de variables: el idioma –como variable repre- “socios comerciales naturales” (natural trade sentativa de las diferencias culturales entre partners), puesto que los países de mayor los países que comercian– y una segunda va- tamaño económico, tanto en términos de riable, representativa de la re-exportación de renta absoluta como per cápita, y más cerca- mercancías que se da en el comercio intra- nos –o que comparten una frontera geográ- regional (sobre todo entre China, Hong-Kong fica, sobre todo en el caso del comercio de y Singapur). El objetivo es analizar el efecto productos de origen natural– son aquellos de la cercanía geográfica y de otras variables que comercian más. De modo que la integra- a la hora de determinar los patrones de co- ción económica ha crecido más rápidamente mercio entre los países del sudeste asiático. entre países cercanos que entre países más El modelo de gravitación concluye que el ma- alejados. yor tamaño de las economías, la proximidad geográfica, el idioma común, las re-expor- Los procesos de integración entre los países taciones, así como la creación del proyecto del Sudeste asiático –la ASEAN y la APEC–, de integración del ASEAN, han sido factores aunque más tardíamente, han atraído tam- positivos que han estimulado –al menos, en bién el interés de los estudiosos, multipli- el período analizado, 1986-1996– el comer- cándose en pocos años los trabajos dedica- cio intra-regional de la zona. dos a sus efectos: Frankel (1993), Polak (1996), Sharma y Chua (2000), Gilbert et al. Por último, en el trabajo de Soloaga y Win- (2001), Thornton y Goglio (2002) y Hassan ters (1999) se lleva a cabo un análisis compa- (2002). El primero de estos trabajos, el elabo- rativo de nueve bloques regionales (MERCO- rado por Frankel (1993), analiza la influencia SUR, NAFTA, ASEAN, MCCA, ANDEAN, UE, ALADI, de la integración del ASEAN y el APEC –es- EFTA y Gulf Cooperation Council) a lo largo de timadas a través de variables dummies: EC- un período de diecisiete años (1980-1996)6. European Union, WH-West hemisphery y EA- La ecuación de gravedad empleada incluye East Asia– sobre el comercio de los países del tres variables dummies –según la metodolo- sudeste asiático, y si Japón está constituyen- gía de Endoh (1999)– para estimar el efecto do de una manera indirecta, a través de flu- adicional de un AIR sobre el comercio del jos de ayuda, IDE u otras formas de financia- bloque, es decir, si los países pertenecen al ción, el denominado “bloque yen” en el ám- mismo proyecto regional, para estimar la bito comercial y financiero. apertura de las importaciones y de las expor- taciones del bloque; e incluye, asimismo, Empleando este mismo tipo de modeliza- junto a la distancia entre los centros econó- ción, Sharma y Chua (2000) concluyen que el micos de gravedad de los países, el índice de comercio entre los países del ASEAN aumenta remoteness o “lejanía relativa”, definido an- con el tamaño de sus economías, pero que teriormente por Polak (1996). El modelo de este proyecto de integración no ha impulsa- gravitación obtiene los signos esperados en do el comercio intra-bloque; sin embargo, el la mayoría de las variables significativas de aumento más significativo del comercio de la ecuación (el PIB, el área, la distancia abso- estos países se ha dado con socios de un es- luta, la población, el índice de remoteness7); quema regional más amplio implantado en la zona, como es el APEC. Lo que sí destacan ambos autores es la importancia de la for- 6 A diferencia del resto de los trabajos, que emplean el méto- do de Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO), estos autores emplean el método Tobit para realizar la regresión. 5 7 Utiliza para ello el tipo de cambio bilateral (ER), que calcula, En este caso, el signo de esta variable es positivo, puesto que con datos del FMI para el período 1960-1984, como una ecua- cuanto más cerca estén de sus principales socios comerciales, ción tendencial de la forma: ln ER = a + bt. mayor será el comercio generado. 11
sin embargo, respecto a los diferentes blo- más desarrolladas sean las instituciones, me- ques regionales analizados, los resultados nores serán los costes de transacción y ma- son muy dispares y heterogéneos. No hallan, yor, por tanto, la eficiencia de los mercados y entre sus conclusiones, evidencias de que la del sistema económico en conjunto. El pro- ola de regionalismo surgida a partir de la pio Banco Mundial lo señaló con toda clari- segunda mitad del decenio de 1980 haya dad en su Informe sobre el comercio mundial estimulado el comercio intra-regional de 2004: “Hace ya tiempo que se reconoce que manera significativa (no observan un cambio la calidad de las instituciones es un elemento estadísticamente significativo en la propen- importante del buen funcionamiento de un sión del comercio intra-bloque); pero sí de- mercado”. Este interés, por las evidentes tectaron, en cambio, evidencias de desvia- concomitancias que tiene (Dollar y Kraay, ción de comercio en los dos bloques europeos 2003; Levchenko, 2004), ha alcanzado tam- analizados (UE y EFTA) 8. bién a la literatura del comercio internacio- nal –de hecho, el citado informe del Banco Parece claro, a pesar de lo muy diverso de las Mundial se subtitula Análisis del vínculo en- conclusiones obtenidas en los estudios al tre el entorno normativo nacional y el comer- respecto, que debe incluirse dentro de los cio internacional–, y ya se cuenta con un cier- factores determinantes del comercio inter- to número de trabajos acerca de las relacio- nacional el regionalismo económico, en la nes entre el comercio y los factores institu- medida en que una fracción creciente de los cionales capaces de orientar el análisis. intercambios mundiales se realiza entre los países miembros de cada uno de los distintos Rodrik et al. (2002), por ejemplo, aunque in- procesos de integración. Otras variables, no teresados principalmente en los determinan- obstante, son también decisivas en la con- tes del crecimiento, muestran cómo la cali- formación de los flujos bilaterales de comer- dad institucional (good governance) tiene cio, comenzando por otros factores institu- efectos positivos –y significativos– sobre los cionales –el regionalismo no deja de serlo flujos totales de comercio de los países9. El también– que deben ser igualmente exami- trabajo de De Groot et al. (2003) subraya nados. también la positiva correlación entre el co- mercio y la calidad institucional (en este ca- so, de las instituciones formales), e, incluso, con la ayuda de un modelo de gravitación, 2.2. COMERCIO Y FACTORES sus autores revelan cómo la similitud entre INSTITUCIONALES los países, desde este punto de vista de la calidad institucional, tiende a aumentar el La literatura del crecimiento, sobre todo a partir de la contribución de Frankel y Romer (1999), ha incorporado en los últimos años 9 un creciente interés por el papel de las insti- Según Rodrik (2003) y Rodrik et al. (2002), los tres determi- nantes últimos del crecimiento económico son la geografía, la tuciones, siguiendo la estela de North, prin- integración de los mercados y las instituciones, pues son los cipalmente por su relación con el funciona- que determinan la capacidad de una economía para innovar y miento de los mercados y los costes de tran- acumular capital y trabajo y, por tanto, para crecer más o menos con respecto a otras. Rodrik incorpora las aportaciones sacción en ellos (y tanto de información o procedentes de Frankel y Romer (1999) y Acemoglu et al. regulatorios como de cumplimiento de los (2001), quienes, con una ecuación de gravedad, habían eva- luado ya el impacto del comercio y de la calidad de las institu- contratos, aspectos todos ellos ligados a la ciones sobre el crecimiento de las economías, si bien no de un fortaleza de los sistemas legales y de las ins- modo tan integrador: Frankel y Romer (1999) no habían tituciones jurídicas y políticas, tanto forma- considerado el efecto de las instituciones, en tanto que Ace- moglu et al. (2001) no habían considerado los efectos de la les como informales): se supone que cuanto integración comercial. En esta misma línea, Easterly y Levine (2002) intentaron valorar las distintas teorías acerca de cómo la geografía, las instituciones y la política pueden influir en el desarrollo económico de los países. Concluyen en su trabajo que las diferencias en la localización geográfica de éstos (su 8 “La mayor integración dentro de la Unión Europea ha impac- clima y dotación de factores) no explican directamente las tado negativamente sobre las importaciones de la Unión diferencias en su nivel de desarrollo, sino a través de su efecto desde otros países europeos no miembros e incitado a su sobre las instituciones de cada país. De hecho, ni siquiera las solicitud para formar parte de ella (Sapir, 1997). Además, diferentes políticas de los países explican sus diferencias de hemos identificado la presencia de desviación de las exporta- renta per cápita una vez que se controla el impacto de la ciones en ambos proyectos de integración regional”. Cfr. dotación de los factores sobre las instituciones y sobre el nivel Soloaga y Winters (1999, pág. 11). de desarrollo económico. 12
comercio bilateral entre ellos. Por su parte, sino también los migratorios. De hecho, va- Jansen y Nordås (2004), tras introducir en su rios estudios empíricos, aplicando la ecua- modelo de regresión MCO distintos indica- ción de gravedad, han demostrado que estos dores institucionales, concluyen que “los aspectos institucionales potencian significa- países con mejores instituciones parecen tivamente los flujos bilaterales de comercio. estar mejor integrados en los mercados De acuerdo con Groot et al. (2003), la homo- mundiales que aquellos otros países con geneidad, la calidad y la similitud del marco instituciones menos desarrolladas”. Afirman, legal de los países potencian el comercio bi- en concreto, que el “cumplimiento de la ley”, lateral entre un 12 y un 18 por 100, mientras como variable clave de la calidad institucio- que unos bajos niveles de corrupción supo- nal de los países, tiene un efecto positivo y nen entre un 17 y un 27 por 100 de comercio muy significativo sobre la ratio de apertura extra entre los socios comerciales. También comercial, y que, de hecho, las rebajas aran- existe, por ejemplo, una relación negativa celarias sólo aumentan esta ratio en aquellos (positiva) entre niveles de corrupción (dere- países donde aquel cumplimiento es consi- chos políticos y libertades civiles) y flujos derado “fuerte”. Estos autores sostienen, in- migratorios (Karemera et al., 2000; Márquez cluso, que la principal justificación para in- Arboleda et al., 2004). En concreto, la priva- troducir en los modelos gravitatorios la va- ción de libertades puede ser un impedimen- riable renta per cápita como explicativa –a to a la emigración –a la emigración econó- pesar de los inconvenientes metodológicos mica, se entiende– y provoca malos resulta- que puede causar (Anderson y van Wincoop, dos económicos para el país, mostrándose 2003)– es su carácter de proxy de otros as- estrechamente relacionadas las variables de pectos directamente relacionados con ella y corrupción y subdesarrollo económico (Már- mucho más difíciles de cuantificar, entre los quez Arboleda et al. 2004, gráfico 1, pág. que destacan específicamente la calidad de 156). Otra posibilidad es la de incluir índices las instituciones de cada país. de corrupción10 que valoren este fenómeno en cada uno de los países, considerando que, Puede afirmarse, igualmente, que este factor a mayores niveles de corrupción, mayores institucional es más relevante en las transac- son los costes de transacción para el comer- ciones internacionales que en el comercio cio internacional y, por lo tanto, mayor la interior (Wei, 2000), lo que justifica su inclu- dificultad para estos flujos, obteniéndose en sión como variable explicativa en los mode- las ecuaciones de gravedad el correspon- los gravitatorios del comercio bilateral entre diente efecto de signo negativo. países. Por su parte, Sala-i-Martín (1997), además de tener en cuenta aspectos cultura- Noguer y Siscart (2003) incorporan una va- les y religiosos, identifica cinco variables po- riable de control político, la “unión política”, líticas que potencian o dificultan, según el entendiendo por tal –la expresión lo requie- caso, el crecimiento de los países. Entre las re– la que mantienen algunos países con sus primeras considera el Estado de Derecho, los territorios de ultramar, como lo eran, por derechos políticos y las libertades civiles. El ejemplo, los territorios de Gran Bretaña (Ber- número de revoluciones y golpes de Estado, muda, Hong-Kong) y Francia (Nueva Caledo- así como las guerras, son factores considera- nia) en 199011. El resultado de su estimación dos dañinos, obviamente, para el desarrollo muestra cómo esta “unión política” estimula de los países que los sufren. De un modo si cabe más directamente relacionado con el objeto de nuestro estudio, Islam y Montene- 10 Se entiende por corrupción la utilización de un cargo públi- gro (2002) han fundamentado con estima- co en beneficio propio o de terceros y en contra de los intere- ciones muy robustas la relación directa que ses de las instituciones de la comunidad. Vid., por ejemplo, el se observa entre la calidad institucional y la “Índice de percepciones de corrupción” (Corruption Percep- tions Index) de la Universidad de Boston, Transparency Inter- apertura comercial de los países. national (en http://www.transparency.org). Otra posibilidad es emplear el “Índice de libertades económicas” definido por el Instituto Fraser y que considera tres dimensiones principa- Así pues, los factores sociales, políticos y les: la libre competencia, la libre elección y la protección de la legislativos deben ser incorporados al análi- propiedad privada (en http://www.fraserinstitute.ca). sis por su importancia potencial en la expli- 11 Esta variable ha ido cambiando con el paso del tiempo, cación de los flujos económicos internacio- pues, en 1970, además de incorporar algunos territorios más de Francia y Gran Bretaña, incluía los territorios pertenecien- nales; y no sólo los comerciales o de capital, tes entonces a Portugal. 13
los flujos comerciales entre dos países más e) Estado de derecho (rule of law, RL), que de un 115 por 100. aproxima el nivel de confianza de los ciudadanos en la ley, y analiza principal- Se plantea, no obstante, en cualquiera de los mente la calidad del sistema legal y el vi- trabajos de este tipo, el problema de cómo gor de los contratos. Incluye indicadores definir –y, sobre esa base, cuantificar– las de la incidencia de la delincuencia, de la variables institucionales que se incorporan a efectividad del poder judicial y de la ca- los modelos. En este punto ha sido decisiva pacidad de hacer cumplir los contratos. la aportación de Daniel Kaufmann, quien tra- baja en el Banco Mundial sobre temas de f) Control de la corrupción (control of co- gobernabilidad desde hace años, ofreciendo rruption, CC), que refleja el nivel en que medidas de la valoración cuantitativa de la los poderes públicos son usados para ob- calidad institucional de un muy amplio nú- tener un provecho privado. mero de países en torno a seis dimensiones. En Kaufmann et al. (2006) ofrece una base De estas seis dimensiones, tres son indicado- de datos actualizados sobre gobernabilidad res específicos de calidad de las instituciones para 216 países, entre 1996 y 2005, que (OMC, 2004): la efectividad gubernamental abarca los siguientes aspectos12: (GE), el Estado de derecho (RL) y el control de la corrupción (CC). Todos los indicadores to- a) Voto y control (voice and accountability, man valores entre 2,5 y -2,5, de manera que, VA), que se refiere al nivel de participa- cuanto mayor sea el valor del índice, mejor ción de los ciudadanos en el proceso de será la calidad institucional con ellos apro- elección de sus gobernantes, así como ximada. A efectos descriptivos de la base de acerca de la rendición de cuentas de esos datos empleada en este trabajo –cuyas ca- gobernantes ante los ciudadanos por la racterísticas se detallan más adelante–, el gestión realizada. cuadro 1 muestra a los países de la muestra que presentan el valor máximo y mínimo en b) Estabilidad política y ausencia de violen- cada una de estas tres variables expresivas cia (political stability, PS), que refleja la de la calidad institucional, así como el valor posibilidad de que el gobierno de un país medio de cada variable. Se observa una evi- sea derrocado del poder a la fuerza. dente relación entre el nivel de desarrollo económico y la calidad institucional, como, c) Efectividad gubernamental (government por otra parte, se ha fundamentado en nu- effectiveness, GE), en función de la capa- merosos estudios (OMC, 2004; Aixalá et al., cidad de los gobiernos de definir y ejecu- 2004). En nuestro caso, el índice de efectivi- tar unas buenas políticas y proveer bie- dad gubernamental (GE), que refleja la cali- nes públicos. Se refiere, principalmente, dad general de las instituciones, y el de Esta- a la calidad de la burocracia, la profesio- do de derecho (RL), referido a la capacidad de nalidad de los funcionarios y la credibili- cumplir las obligaciones contractuales, arro- dad del compromiso adquirido con res- jan el mismo resultado, siendo un país euro- pecto a las políticas, en particular las peo, Suiza (CHE), y otro asiático, Singapur comerciales. Es, por tanto, una medida (SGP), los dos mejores de la muestra, y uno de la calidad de las funciones guberna- africano, Nigeria (NGA)13, y otro sudamerica- mentales. no, Paraguay (PRY), los de valores menos satisfactorios. d) Calidad regulatoria (regulatory quality, RQ), que mide tanto la calidad de las po- líticas llevadas a cabo en cada momento como el grado de regulación del comer- cio internacional. 13 Ades y Di Tella (1999) usan precisamente el ejemplo de Nigeria en el decenio de 1970 para explicar su hipótesis de cómo el incremento de la renta, debido en este caso a los ingresos extraordinarios derivados del alza de los precios del 12 Vid. http://www.govindicators.org petróleo, puede aumentar el nivel de corrupción de los países. 14
Cuadro 1 Valores máximos, medios y mínimos de la calidad de las instituciones en los países de la muestra, 1996-2004 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 GE MÁXIMO 2,50 2,50 2,50 2,45 2,33 2,32 2,31 2,42 2,28 CHE CHE SGP SGP SGP SGP SGP SGP CHE MEDIA 0,75 0,74 0,73 0,72 0,71 0,70 0,68 0,70 0,68 MÍNIMO -1,28 -1,20 -1,13 -1,14 -1,16 -1,26 -1,36 -1,29 -1,30 NGA NGA NGA NGA PRY PRY PRY PRY PRY RL MÁXIMO 2,14 2,20 2,27 2,19 2,11 2,03 1,95 2,01 1,99 CHE CHE CHE CHE CHE CHE CHE CHE CHE MEDIA 0,64 0,62 0,59 0,58 0,57 0,53 0,49 0,53 0,50 MÍNIMO -1,26 -1,30 -1,34 -1,22 -1,10 -1,28 -1,46 -1,55 -1,50 NGA NGA NGA NGA NGA NGA NGA NGA NGA CC MÁXIMO 2,44 2,47 2,50 2,49 2,49 2,49 2,50 2,46 2,50 DNK DNK CHE FIN FIN FIN FIN FIN FIN MEDIA 0,68 0,67 0,67 0,64 0,61 0,59 0,56 0,59 0,56 MÍNIMO -1,28 -1,20 -1,13 -1,14 -1,16 -1,26 -1,36 -1,29 -1,30 NGA NGA NGA NGA NGA NGA NGA PRY NGA FUENTE: Elaboración propia con datos de Kaufmann (http://www.govindicators.org). Con estos mismos indicadores, Bénassy- de los países para potenciar su atractivo para Quéré et al. (2005) han estudiado también los inversores internacionales. los determinantes institucionales de la in- versión directa extranjera (IDE), definiendo Así pues, si se desean considerar globalmen- una ecuación de gravitación con 52 países en te las diferencias sociales y políticas entre los la que incluyen variables que capturan todos países implicados en el intercambio –comer- los aspectos recién mencionados. Realizan cial, financiero, migratorio...–, la correspon- estimaciones sucesivas, considerando indi- diente ecuación de gravedad debiera incor- cadores de calidad y eficiencia del sistema porar el mayor número posible de los aspec- institucional de cada país (con las bases de tos descritos hasta el momento, empleando datos del Ministerio de Finanzas francés14 y para ello tanto variables dummies como ín- del Instituto Fraser, y los indicadores del Ban- dices específicos. En este trabajo se incorpo- co Mundial), así como las distintas dimen- ran la distancia institucional (DIij) y la calidad siones incluidas por Kaufmann en la defini- de las instituciones, tanto del exportador (IQi) ción de “distancia institucional”. Concluyen como del importador (IQj). Siguiendo en este que “unas buenas instituciones de calidad punto la metodología de Linders et al. (2005), casi siempre incrementan la cantidad de IDE basada en los desarrollos previos de Kogut y recibida por un país”, mientras que la distan- Singh (1988), se construirán dos indicadores cia institucional, en todas sus dimensiones, capaces de capturar el efecto de cada uno de tiende a reducir los flujos bilaterales de capi- estos aspectos. El primero, la distancia insti- tales. De donde se sigue la importancia de tucional, se definirá siguiendo la metodolo- mejorar la calidad del sistema institucional gía empleada por Kogut y Singh (1988), esto es: DIij =1/6 Σ6 (Iki – Ikj)2/Vk, donde el subíndice k representa cada una de las seis dimensio- 14 nes descritas por Kaufmann et al. (2003) an- Vid. Berthelier, Desdoigts y Ould Aoudia (2003). 15
teriormente especificadas para cada par de es, cuando las dummies “culturales” toman países i y j, y Vk es la varianza de cada una de el valor uno, son factores que potencian los ellas. El segundo, la calidad institucional de flujos comerciales bilaterales entre los paí- cada uno de los países (IQi y IQj), se calculará ses, obteniéndose coeficientes positivos (ob- como una media simple de esas seis dimen- viamente, con resultados diversos según los siones, es decir: IQi= 1/6 Σ6 Iki. casos y los trabajos) en las ecuaciones de gravedad estimadas. En definitiva, si se acepta que la calidad de las instituciones afecta al comercio, y al co- En concreto, cuando se incorpora la variable mercio entre los países, lo que se trata de lingüística en la ecuación de gravedad se es- contrastar en este trabajo, con ayuda de los pera un resultado a priori positivo, es decir, modelos gravitatorios –y de la construcción que cuando dos países comparten un mismo de una base de datos de panel inédita en la idioma, esto debe favorecer los intercambios literatura–, es en qué medida la calidad insti- comerciales entre ambos16. Debe tenerse en tucional, por un lado, y la distancia institu- cuenta que, además de las razones ya ex- cional, por otro, resultan ser variables esta- puestas al comienzo de estas páginas, la vin- dísticamente significativas y relevantes para culación entre la lengua y el comercio tiene explicar el comercio bilateral dentro de una un nexo añadido a través de las industrias amplia muestra de países. No son éstas, por culturales. Porque la lengua no es sólo herra- supuesto, las únicas variables a tener en mienta de comunicación o elemento identi- cuenta, y ello requiere tomar en considera- tario; es igualmente la materia prima esen- ción los factores culturales que, como los ins- cial de bienes y servicios objeto de intercam- titucionales, gradúan los intercambios inter- bio, y de intercambio creciente a escala in- nacionales; y, entre ellos, la lengua de un ternacional, como sucede con los productos modo muy fundamental. de la industria editorial (los libros) o de una buena parte de los sectores audiovisuales (de la música al cine, cualquiera que sea su soporte). 2.3. COMERCIO Y FACTORES CULTURALES La utilización, como tradicionalmente se ha Compartir una lengua, una religión o unos hecho, de dummies para capturar el efecto vínculos históricos determinados –una cul- de la cercanía lingüística a estos efectos no tura, podría decirse de modo sintético– son deja de tener, sin embargo, algunos incon- factores que potencian igualmente el comer- venientes que están empezando a ser consi- cio entre dos países, y así ha quedado paten- derados. Por ejemplo, el de aquellos países te en diversos trabajos que han considerado la cercanía cultural como un determinante de los flujos comerciales en los modelos gra- colonia. Según Noguer y Siscart (2003), por ejemplo, este vitatorios (Geraci y Prewo, 1977; Frankel, hecho potencia el comercio bilateral un 271 por 100, mientras 1997; Boisso y Ferrantino, 1997; Frankel y que haber compartido el mismo colonizador sólo lo hace en Rose, 2002: De Groot et al., 2003; Narbona, un 110 por 100. 16 2005). En todos estos casos, se han utilizado Un trabajo muy influyente en este campo es el de Helliwell (1999). Este autor –que incorpora a su modelo, además de la variables dicotómicas que toman el valor lengua común y la pertenencia a bloques comerciales, otras uno en caso de compartir estos vínculos, y dos variables ficticias, la “lejanía relativa” (o remoteness) y el “efecto frontera”– obtiene que una lengua común entre dos cero en caso contrario. Y, así, el hecho de países tiene un efecto positivo sobre el volumen de su comer- compartir un mismo idioma, pertenecer a un cio; efecto positivo que puede estimarse, para su muestra mismo bloque regional, profesar la misma inicial de 22 países desarrollados, en un coeficiente de 0,564, lo que significa que dos países con una misma lengua comer- religión o haber estado vinculados históri- ciarán, aislados el resto de factores, un 70 por 100 más que camente por lazos coloniales –ya sea porque aquellos que no la comparten. Pero, ahondando en ese patrón los países en cuestión hayan mantenido una general de comportamiento por lenguas concretas, Helliwell descubre que ese efecto lengua es particularmente intenso en relación colonial, o bien porque hayan com- el caso del inglés –esto es, de los países en que es la lengua partido un mismo país colonizador15–, esto dominante: su comercio será un 130 por 100 mayor– , apre- ciable en el del alemán y apenas significativo –salvo con Canadá– en el del francés, conclusión que también obtiene para el español cuando incluye otros once países más atrasa- dos, entre ellos cuatro iberoamericanos: Colombia, Ecuador, 15 En general, los resultados reflejan una mayor importancia Perú y Venezuela. Escasa muestra, en todo caso, para deducir del primero de estos vínculos, es decir, el de metrópoli y resultados significativos en el caso de nuestra lengua. 16
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