EMILIANO BARRAL FULGOR Y MUERTE: CRÓNICAS DEL 120 ANIVERSARIO 120ANIVERSARIO - EL ADELANTADO DE SEGOVIA

Página creada Isabela Rodriguiz
 
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Domingo, 11
                                                                      julio de 2021
                                                            www.eladelantado.com

  FULGOR Y MUERTE:
Retrato del escultor Emiliano Barral.
                                        Emiliano Barral

                                                                            1901

                                                                       120
  Crónicas                              del   120 ANIVERSARIO          aniversario
                                                                            2021
EMILIANO BARRAL FULGOR Y MUERTE: CRÓNICAS DEL 120 ANIVERSARIO 120ANIVERSARIO - EL ADELANTADO DE SEGOVIA
2 EL ADELANTADO DE SEGOVIA                                                                                                          DOMINGO, 11 DE JULIO DE 2021

 Crónicas               del   120 ANIVERSARIO

FULGOR Y MUERTE:
                                   Emiliano Barral
                                     Hombre rudo, revolucionario, bizarro…Pero genial. Emiliano Barral forma parte de una
                                     generación que moderniza la escultura española, superado el clasicismo y el modernismo.
                                     Ahí se cuentan nombres como Pablo Gargallo, Julio González, Mateo Inurria, Julio
                                     Antonio o Victorio Macho. Cada uno en su estilo, trabajando con materia diferente.
                                     Barral gustaba de la talla directa, enfrentarse al bloque de piedra con el mazo y el cincel.
                                     No tuvo una carrera larga, pero fue fructífera. Miembro de la segoviana Generación
                                     de 1920, su vida fue un continuo alejamiento de lo ordinario. Vivió al máximo. Casi
                                     como murió.

                                     ÁNGEL GONZÁLEZ PIERAS
                                     DISEÑO Y MAQUETACIÓN: ALFONSO RINCÓN
                                                                                                       no Ignacio: 2.000 pesetas. Ya recogimos su inauguración
                                                                                                       en el capítulo en que hablamos de Daniel Zuloaga, por lo

                                     M
                                                    e parece una de las más hermosas composi- que no insistimos en los fastos.
                                                    ciones que hoy adorna cualesquiera calle o            El busto de Daniel Zuloaga es el primero que hace
                                                    plaza de cualquier población española. No Emiliano Barral de una serie de monumentos, que en
                                     es un monumento conmemorativo más. No guarda la Segovia culminan con el que levanta al doctor Tapia
                                     simetría de este tipo obras que tanto proliferaron en la (1935) en Riaza, un año antes de la trágica muerte del
                                     estatuaria de finales del XIX y principios del XX. La escultor en la defensa de Madrid en la Guerra Civil.
                                     cabeza del homenajeado parece salir del bloque de gra- ¿Por qué me detengo en él? Creo que la explicación va
                                     nito rojo de Ávila como la lava de un volcán que emer- contenida en el texto, y ahora incido en ella: es una obra
                                     giera de las profundidades marinas. El escultor que be- en la que sorprende su modernidad en un autor hasta
                                     bía de las aguas del clasicismo aquí aboceta la talla, la entonces de un eclecticismo clásico evidente. Susana
                                     llena de filigranas, de sinuosas líneas -tan segovianas-, Vilches y Santiago Martínez, en el catálogo de la expo-
                                     en el pedestal que ensalza las barbas y los ojos del pró- sición que tuvo lugar en el Museo de Segovia en el 2017
                                     cer retratado. Ignacio Carral, su amigo, quien le dedicó –completísima la bibliografía-, relatan, sin embargo, las
                                      un bonito homenaje en modo de                                                           dudas que tuvo el autor en el mo-
                                      relato en ocasiones biográfico en                                                       delado inicial de la obra. Parecie-
                                      Las memorias de Pedro Herráez,                                                          ra esta su consagración en Segovia
                                      creo que no comprendió el signi-                                                        y ante ilustres invitados: Manuel
                                      ficado último de la composición.                                                        Pagola, Gregorio Marañón, Mar-
                                       “Sube desigual, romas las aristas                                                      garita Nelken, Ignacio Zuloaga. Y
                                       y llenos de dibujos caprichosos                                                        en cierta manera lo fue. Ese mis-
                                        sin ninguna simetría”. He ahí su                                                      mo año es el año en que, por fin,
                                        encanto. El intento de que luzca                                                      obtendrá el pensionado en Italia.
                                       etérea y hasta difuminada la fi-                                                       También esa temporada había pre-
                                        gura imponente, rotunda, poten-                                                       sentado a la Exposición de Bellas
                                         te, de Daniel Zuloaga, el ilustre                                                    Artes de Madrid (El Adelantado,
                                         pintor y ceramista. ¿Abocetado?                                                      31 de mayo de 1924) El arquitecto
                                         Claro. Como una obra de Tiziano                                                      del Acueducto, este sí de clara in-
                                         o de Velázquez. “Está bien, está                                                     fluencia italiana: romana en este
                                          bien, pero qué lástima que no                                                       caso -aunque fechado el año ante-
                                          haya tenido tiempo de termi-                “Yo persigo la línea,                   rior: 1923-, de ahí quizá el título.
                                          narle”. Así, con un leísmo, con-           siento la forma, busco la carne…         Se trataba de un retrato en gra-
                                         cluía Carral el artículo citado pá-          Camelos, ¿no? Mis esculturas,           nito patinado de Blas Zambrano
                                         rrafos arriba (La Libertad, 24                 mis hijas entrañables, salen          (hoy propiedad de la Diputación
                                          de diciembre de 1924).                        a su padre, son tan francas           Provincial de Segovia) que el críti-
                                              Es la modernidad de Emilia-                        como yo…”                    co de El Sol, Francisco Alcántara,
                                            no Barral (1896-1936) plasma-                                                     dijo que se “revelaba tan domina-
                                            da en esta obra inmensa si se                                                     dor de la forma como comunica-
                                            tuviera la ocasión, y por lo tanto el placer, de ser con- tivo de la poderosa espiritualidad del alma”. “Algunos
                                             templada en toda su amplitud. Que hoy no se puede, pensábamos, al verle, en el Nicolo Uzzano de Donate-
                                             agazapada, escondida, casi avergonzada, como está llo”, añadió por su parte Antonio Machado para com-
                                             entre el follaje, orilla la cabecera de san Juan de los pletar la referencia. No tuvo éxito en el jurado, como
                                             Caballeros. Tampoco se pudo en su día, domingo 26 tampoco lo había tenido el busto del propio Antonio
                                            de octubre de 1924, cuando se inauguró en la Plaza Machado también presentado en una edición anterior
                                            de la Merced. Ocupaba entonces un “rinconcito de (la de 1922). Ese año de 1924 había llevado a la Expo-
                                             la plazuela, ante un grupo de arbolillos de troncos sición, junto con El arquitecto del Acueducto, la cabeza
                                             tortuosos”. No el centro de la plazuela –hace bien de Pablo Iglesias, una obra en mármol que después re-
                                              Carral en matizar: en Segovia solo ha existido una galó a la Casa del Pueblo de Madrid (El Adelantado 3
                                              plaza por excelencia, la Mayor-, sino un rinconci- de febrero de 1925).
                                              to. Había sido sufragada por aportación popular,            Aunque hemos visto el comentario de Alcántara, que
                                                                                  de la que destacó no era poca cosa, el busto para el monumento conme-
                                             Emiliano Barral. Monumento
                                             a Daniel Zuloaga (1924) en la Plaza  la generosa contri- morativo de Daniel Zuloaga gozó de mayor repercusión
                                             de Colmenares (Segovia). KAMARERO    bución de su sobri- en los mentideros madrileños: “Un gran escultor”, titula
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DOMINGO, 11 DE JULIO DE 2021                                                                                                                                                     EL ADELANTADO DE SEGOVIA 3

                                                                                                                                                                                                        1901

a propósito La Libertad el 29
de octubre de 1924. El pres-
                                                                                                                                                                  en su dedicación a las
                                                                                                                                                                 obras monumentales,
                                                                                                                                                                                                     120
                                                                                                                                                                                                     aniversario
tigioso crítico Juan de la En-                                                                                                                                   como también lo haría                  2021
zina –seudónimo de Ricardo                                                                                                                                       a las funerarias.
Gutiérrez Abascal: quizá jun-
to a José Francés el más in-                                                                                                                                            Una rápida
fluyente de la época- hablaba                                                                                                                                            carrera
sobre Emiliano Barral en La                                                                                                                                       El camino no había sido muy
Voz con este propósito. “No se                                                                                                                                    largo. Digamos que en me-
trata de ninguno de esos nom-                                                                                                                                    nos de seis años consigue el
bres pomposos, cuyo arte no                                                                                                                                      escultor su consagración.
deja de tener alguna afinidad                                                                                                                                    De 1918 procedían sus pri-
con el que cultivan las socie-                                                                                                                                   meras obras: el Museo de
dades de pompas fúnebres, si-                                                                                                                                    Segovia guarda un yeso pa-
no de un nombre modesto y                                                                                                                                        tinado de esa época inicial.
casi totalmente desconocido                                                                                                                                      Sin embargo, su puesta de
(…) que, o mucho nos equi-                                                                                                                                        largo en la crítica se produ-
vocamos, o ha de ser, con el                                                                                                                                      ce en El Adelantado de Se-
tiempo, uno de los esculto-                                                                                                                                      govia, el 28 de julio de 1919.
res excelentes de España”.                                                                                                                                       Escribe la crónica Rosendo
Me quedo con la definición                                                                                                                                       Ruiz y Bizaga. “En un rostro
que de la Enzina realiza de                                                                                                                                      bien relleno, quizá un tanto
su estilo, que encuentro muy                                                                                                                                     redondeado por obra y gra-
ajustada: ”siente la escultura                                                                                                                                   cia del realismo que palpita
con la solidez de un románti-                                                                                                                                    en la totalidad de la figura,
co y la fineza de un moderno”.                                                                                                                                   se enmarcan un mentón se-
Enzina ya había depositado                                                                                                                                       ñaladamente ahogado en el
su mirada en Barral cuando                                                                                                                                        vértice; una boca plegada, de
este presentó el busto de An-                                                                                                                                     blandas comisuras y labios
tonio Machado en la Exposi-                                                                                                                                      carnosos y carnales, unos pó-
ción Nacional de Bellas Artes                                                                                                                                    mulos de adivinaciones óseas
de 1922, que como se ha di-                                                                                                                                      (…) una frente espaciosa y ex-
cho pasó sin pena ni gloria                                                                                                                                      presiva (quizá el mejor acier-
para el jurado. “Escultor de                                                                                                                                     to) y unas patillas en forma
raza”, lo había denominado                                                                                                                                       de trapecio que bajan hasta
entonces (el original en pie-                                                                                                                                    la parte inferior del pabellón
dra es propiedad de la Insti-                                                                                                                                    auricular”. La cabeza, aun no-
tución Fernán González de                                                                                                                                        tándose los tanteos iniciales
Burgos, y lo reproducimos                                                                                                                                        de un escultor que guarda la
como ilustración en estas                                                                                                                                        técnica de la cantería y quiere
páginas gracias a la gen-                                                                                                                                        exhibirla, denota ya algunas
tileza de sus miembros. El                                                                                                                                       de las características que no
Museo de Segovia posee la                                                                                                                                        le abandonarán a lo largo de
escayola utilizada para la                                                                                                                                       su trayectoria, por ejemplo la
saca de puntos y destina-                                                                                                                                         difícil separación entre geo-
da al cincelado).                                                                                                                                                 logía y arte, entre medio na-
   También La Época habla-                                                                                                                                        tural y fisonomía humana.
ba del busto del ilustre cera-                                                                                                                                    La talla a la que nos referi-
                                  Artículo de la revista Estampa dedicada a Emiliano Barral (19 de febrero de 1929). COL. A.G.P.
mista realizado por Barral, al                                                                                                                                    mos, realizada en caliza, la ti-
que calificaba de “obra de ar-                                                                                                                                    tuló Inquietud, pero después
te excelente”. “En él aparece el maes-                                                                                                                  se le adicionó el nombre de quien se
tro Zuloaga lleno de vida, con su rica                                                                                                                  suponía retratado: Rosendo Ruiz y
expresión, sus ojos vivos y penetran-                                                                                                                   Bazaga, autor de la crónica que he-
tes, sus barbas bíblicas. Dijérase al                                                                                                                   mos leído.
verlo que de nuevo vamos a oírle ha-                                                                                                                       Es verdaderamente esta obra su
blar con su charla pintoresca, rápida,                                                                                                                  tarjeta de presentación en Segovia.
fogosa y un tanto destemplada, llena                                                                                                                    Antes que la del busto de Daniel Zu-
siempre de entusiasmo para Segovia y                                                                                                                    loaga, que supone su consagración,
para el arte”. Es llamativa esta crítica                                                                                                                que dijimos. Estuvo expuesta junto
porque se produce cinco meses antes                                                                                                                     con el busto de Ignacio Carral en las
de que tuviera lugar la inauguración                                                                                                                    dependencias de la Diputación Pro-
oficial del monumento.                                                                                                                                  vincial de Segovia. Aspiraba Barral a
                                                                                                                                                        una beca para ampliación de estudios
          1923 y 1924                                                                                                                                   en París, siguiendo la tradición que
Somos conscientes de que suponen                                                                                                                        tenía la institución provincial. No lo
1924 y la obra sobre Daniel Zuloa-                                                                                                                      consiguió. La obtendría, ya lo hemos
ga sendos hitos en la carrera de este                                                                                                                   visto, en 1924. Estaría seis meses por
escultor, que después analizaremos                                                                                                                      Italia. En 1921 formaron parte estas
con más tino. Pero había sido en 1923                                                                                                                   obras, junto con otras, de la exposi-
cuando consiguió poner una pica en                                                                                                                      ción que los artistas segovianos rea-
Flandes a escala nacional con el en-                                                                                                                    lizaron en la Casa de los Picos, la más
                                        Retrato de Emiliano Barral en su estudio.
cargo del monumento a Rubén Darío                                                                                                                       importante desde 1901.
destinado al Retiro madrileño. An-                                                                                                                         Un año antes, el 4 de enero de 1920
tonio Machado formaba parte de la comisión. La para- fecha de mayo de 1921, el trabajo de Barral sobre Darío,                      –en lo que es la segunda referencia importante que reci-
doja del encargo a un escultor “ignorado” fue resaltada y que tutelaba la presentación del escultor en los círculos                be Barral en esos primeros años, después de la de Ruiz y
por Gonzalo España en las páginas de El Adelantado de intelectuales madrileños. Desgraciadamente, la falta                         Bizaga-, otro joven, Juan Francisco de Cáceres, Juanito
Segovia (13 de julio de 1923). Susana Vilches ha demos- de fondos impidió a la postre la realización del proyec-                   Cáceres, le escribe una hermosa crónica en las páginas
trado que Antonio Machado ya conocía, en la temprana to, pero refleja la impronta temprana del sepulvedano                         de La Tierra de Segovia.
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4 EL ADELANTADO DE SEGOVIA                                                                                                                                                    DOMINGO, 11 DE JULIO DE 2021

 Crónicas                    del             120 ANIVERSARIO

               E. Barral. Osos polares. COL. A.G.P.

                Barral demuestra conocer con esta obra la de un discípulo de Rodin: François Pompon, que en 1922 había presentado con éxito una
                escultura de piedra de un oso blanco en el Salón de Otoño de Paris. La f luidez, la ligereza de un gran oso tallado en un bloque de gran tonelaje, la
                simplificación extrema de los volúmenes y de las superficies por la eliminación de detalles superf luos deviene altamente moderno. En la foto, el
                oso de Pompon hoy en el Museo de Orsay de Paris. A.G.P.

                 Sin duda alguna, Emiliano Barral entra por derecho          San Gregorio. “Este es un taller del Renacimiento”, ex-       hoy en el Centro de Arte Reina Sofía. Lo esculpió en
              propio dentro del grupo de la Generación de 1920. El           clamaba con alegría Barral cuando la conversación se          1928, un año después de su matrimonio; el mismo en
              sepulvedano se codearía a partir de entonces con jóve-         animaba. Lo cuenta Antonio Linage Conde, autor del            que nació su hijo, Fernando Miguel, Corroco. Destaca
              nes e inquietos intelectuales como Mariano Quinta-             libro definitivo sobre Los Barral: Emiliano Barral y sus      el cincelado de la boca, que da a la expresión un gesto
              nilla, Ignacio Carral, Julián M. Otero, Mariano Grau           hermanos (Veoveo Ediciones, 2019), e hijo de quien fue        muy particular que aúna la expresividad con la conten-
              o Eugenio de la Torre. A la mayoría le hará retratos.          con el mismo nombre y primer apellido entrevistador y         ción y la mesura. Capta la enorme belleza de la mujer y
              Frecuentará tertulias, primero en el café de la Unión          numerosos escritos dejó sobre Emiliano, por ejemplo en        entronca a través del cabello con la piedra y con el cuer-
              y después en el taller que Fernando Arranz abrirá una          El Adelantado. Con la hermana de Fernando Arranz,             po, con ese juego que veíamos en su obra Inquietud. No
              vez que Cristóbal Ruiz le remodele la antigua Capilla de       Elvira, se casará. A ella le dedicó un precioso alabastro,    se adivinaba entonces la tragedia que después acaecerá

                                                      Pintoresco bohemio
                  A.G.P.
                                                                                 En la entrevista se perfila el personaje a tra-

                  Q     uien deambule por las páginas periodísticas
                        dedicadas a Emiliano Barral encontrará refe-
                  rencias continuas al carácter y al aspecto del escultor.
                                                                              vés de su “dilatada” vida (en ese momento tenía
                                                                              treintaiún años): a los quince años ya era revolu-
                                                                              cionario. Para propagar la revolución social viajó
                  Diríase que él mismo gustaba remarcar su aspec-             con un portugués de nombre Cruceiro –que había
                  to “bizarro”, “rudo”, temperamental. Espíritu libre,        aterrizado en Sepúlveda- a las minas de Riotin-
                  mujeriego, anarquista, socialista, el monumento a           to, en Huelva. Detenido, pasa una temporada en
                  Pablo Iglesias, y en especial el grupo escultórico de       la cárcel. Vuelve a Sepúlveda para marchar des-
                  los Obreros, no satisfizo ni a derecha ni al Mundo          pués en bicicleta a Valencia, en donde se enamo-
                  Obrero, órgano de comunicación del Partido Comu-            ró de una estrella de varietés, “La bella españo-
                  nista de España.                                            lita”, con la que se fugó a Barcelona de polizones
                     El Adelantado de Segovia abría el 12 de enero de         en un barco. Allí terminó de comerse, junto a la
                  1928 su edición con un artículo titulado: La pinto-         artista, el dinero que había arramblado de la fa-
                  resca bohemia de Emiliano Barral. Era ya el sepul-          milia sepulvedana. De ahí a París, también de
                  vedano un escultor reconocido, a un año de celebrar         polizón, esta vez con menos suerte. No paso de
                  su exposición individual en Madrid. Lo reconoce el          Lyon. Otra vez breve estancia en la cárcel. Libre,
                  cronista. V. Sánchez-Ocaña: “Sería grotesco que yo          llegó con veinte céntimos a la capital francesa,
                  intentara ´descubrirles` a ustedes al gran escultor         que se gastó en un pispás en un desayuno. Con-
                  segoviano”. A continuación define al personaje: “Este       secuencia: dos días sin comer, durmiendo en la
                  Barral no es el tipo de artista que uno está acostum-       calle. Al final, fue el consulado español quien le
                  brado a ver en los cromos y también en las tertulias.       ofreció trabajo como obrero cantero. No aguan-
                  Con sus maneras un poco brusca, su lenguaje desa-           taría porque era muy bohemio para desarrollar
                  liñado y expresivo, su sombrero y su garrote, pare-         un oficio, cosa no propia de un artista. Pero ya
                                                                                                                                          Sello dedicado a Emiliano Barral.                  COL. A.G.P.
                  ce un labriego”.                                            no abandonaría la relación con la piedra.
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DOMINGO, 11 DE JULIO DE 2021                                                                                                                                   EL ADELANTADO DE SEGOVIA 5

                                                                                                                                                                                  1901

                                                                                                                           quizá por el impacto que en esa exposición tuvo la
                                                                                                                           obra La maternidad (1928), destinada a formar
                                                                                                                                                                             120   aniversario
                                                                                                                           parte del mausoleo de Pablo Iglesias. “En el caso de       2021
                                                                                                                           Barral, el arte de Mestrovic fue una luz que iluminó
                                                                                                                           su camino” remachaba por el mismo camino Antonio
                                                                                                                           Méndez Casal, en Blanco y Negro el 26 de mayo de 1929.
                                                                                                                           El propio Linage Conde delimita esa influencia: “Hay
                                                                                                                           que recordar su planismo, sus cortes acusados, que le
                                                                                                                           emparentan con el croata Mestrovic” (El Adelantado
                                                                                                                           de Segovia, 4 de octubre del 2020).
                                                                                                                              Entiendo estas referencias por la especial predilec-
                                                                                                                           ción de nuestro escultor por la talla directa, por en-
                                                                                                                           frentarse al bloque de piedra con el mazo y el cincel,
                                                                                                                           como lo recordaba Ignacio Carral en el artículo de
                                                                                                                           La Libertad con el que principiaba esta crónica. Me
                                                                                                                           gusta cómo define el trabajo de Barral Luis Gil Fillol
                                                                                                                           –también colaborador habitual de El Adelantado- en
                                                                                                                           el suelto citado. “Semejante casta de escultores toma
                                                                                                                           la piedra, no como caprichosa materia definitiva, si-
                                                                                                                           no como vehículo adecuado de expresión artística.
                                                                                                                           En los otros, cabe el capricho; una estatua concebida
                                                                                                                           en barro se convierte indistintamente en mármol o
                                                                                                                           en bronce. Una estatua “sentida” en piedra es piedra
                                                                                                                           desde su nacimiento. Rodin se mostraba orgulloso
                                                                                                                           de llamarse `picapedrero´. Y Barral se enorgullece
                                                                                                                           de haber domado bloques de pórfido que se resistían
                                                                                                                           a los más expertos y corajudos desbastadores”. No se
                                                                                                                           sentía a gusto el escultor, en cambio, en los modelados
                                                                                                                           en barro de sus obras. Se conocen, eso sí, algunos de
                                                                                                                           los yesos con marcas para sacar puntos que servían de
                                                                                                                           pauta para la posterior escultura (Fernando Barral,
                                                                                                                           ca 1930). “Yo persigo la línea, siento la forma, busco
                                                                                                                           la carne… Camelos, ¿no? Mis esculturas, mis hijas
                                                                                                                           entrañables, salen a su padre, son tan francas como
                                                                                                                           yo…” Así le contestó a Ruiz y Bizaga el 28 de julio de
                                                                                                                           1919, casi en los comienzos. Quedaba clara la cuestión.

Emiliano Barral. Monumento al doctor García Tapia (1935).

sobre toda la familia Barral-Arranz, como si el destino,     su producción. Los ojos del Marinero vasco (1916), de
proceloso, no terminara nunca su labor hasta golpear         Victorio Macho, los encuentro en los de Julián Ma-
con rabia en ambos.                                          ría Otero (1919). La serie de bustos de la raza, de Julio
   A Fernando Arranz también lo retrató en yeso pin-         Antonio, está muy presente en los retratos que reali-
tado (1920). El barrero del taller de Arranz le inspiró El   za en su primera época el escultor sepulvedano (Julio
filósofo cañí (1921), también de yeso pintado y hoy pro-     Antonio murió el mismo año, 1919, en el que Barral
piedad de la Diputación de Segovia. Repetía materiales       empieza a moverse por los
en aquellos primeros años de vida profesional (caliza,       ambientes segovianos y
yeso). Una excepción fue el busto de Torreagero, una de      madrileños). De Victorio
sus escasas incursiones en el bronce, que viajó a la Ex-     Macho, y en concreto de
posición de Venecia de 1924, aunque antes pasara por         su Monumento a Galdós
                                                                                               “Dos ojos de un ver lejano,
                                                                                                   que yo quisiera tener
Segovia (1921) y Madrid (1922).                              (1918), ve Valeriano Bozal
                                                                                               como están en tu escultura:
                                                             influencia en el trazo de
                                                                                                 cavados en piedra dura,
           La escultura en España                            la maqueta realizada por
                                                                                                  en piedra para no ver”
La escultura en España recibía nuevos bríos en aque-         Barral para el monumen-
llos años 20. Sexagenarios ya nombres como Maria-            to a Rubén Darío (Pintu-
no Benlliure, Agustín Querol o Aniceto Marinas –su           ra y escultura españolas
obra Hermanitos de leche, 1926, que ganó la medalla          del siglo XX, 1900-1939.
de honor de la Exposición Nacional de Bellas Artes           Madrid, 1993). Juan Manuel Santamaría tam-
de ese año, fue tildada de “naturalismo anecdótico y         bién observa la influencia de Mateo Inurria en
sentimental de treinta años antes”- eran precisamen-         algunos de los torsos modelados por el escultor.
te los treintañeros quienes copaban el escalafón. Jo-           Y, sin embargo, tras su exposición individual en
sep Clará quedaba en medio. De todos ellos, Emiliano         Madrid, en donde llevó diez años de obra -1919-
Barral, autodidacta, aprendiz de cantero en su niñez,        1920- pocos críticos dejaron de emparentarlo con
absorbía influencias. El escultor, dotado de una inte-       la obra del croata Ivan Mestrovic: “los bloques ator-
ligencia natural extraordinaria, era una esponja que         mentados y patéticos”, decía Gil Fillol      Emiliano Barral. Busto
procesaba todo lo que consideraba interesante para           (La Estampa, 19 de febrero de 1929), de Antonio Machado (1920).
EMILIANO BARRAL FULGOR Y MUERTE: CRÓNICAS DEL 120 ANIVERSARIO 120ANIVERSARIO - EL ADELANTADO DE SEGOVIA
6 EL ADELANTADO DE SEGOVIA                                                                                                                                                    DOMINGO, 11 DE JULIO DE 2021

 Crónicas                  del          120 ANIVERSARIO
                              Gloria y tragedia                               publica una fotonoticia estremecedora. Aparece                       eran irreprimibles y violentos”. El propio Linage,
              Habrían de pasar diez años hasta la exposición in-              Elvira, su mujer, tendida y con la cara ensangren-                   en comunicación personal con el autor de esta cró-
              dividual de Barral en Madrid. Quizá su momento                  tada; al lado, su hijo, lloroso, de corta edad (unos                 nica, remarcaba esta situación con su propio tes-
              de mayor gloria artística. De seguro su momento                 seis meses). El pie de foto lo decía todo sin pre-                   timonio personal: “Mi madre se acordaba de las
              de mayor tragedia personal. Vamos a lo pri-                                    tender decir nada: “La esposa del                     palabras que varias veces oyó a Barral después de
              mero para desembocar en lo segundo.                                                  escultor Emiliano Barral, que                   aquello: `mi vida está destrozada. El hogar, des-
                 Expone Emiliano Barral en                                                              en unión de un hijo de cor-                hecho´. Yo he visto una nota a lápiz suya en un ca-
              el Salón de Amigos del Ar-                                                                 ta edad, se tiró al Metro                 lendario que decía: el día más triste de mi vida”.
              te. Mayo de 1929. Pala-                                                                     en Madrid. La mujer re-                     Dos meses después, en el banquete que se le ofre-
              cio de Bibliotecas y                                                                         sultó con heridas graví-                ció con motivo de la exposición en el Hotel Gran
              Museo. Madrid. En                                                                            simas, y al niño apenas le              Vía, y que organizó Manuel Chaves Nogales –co-
              una conocida fo-                                                                             ocurrió nada. En contra                 laborador del diario Estampa y de El Adelantado
              to, aparece ro-                                                                                                                              de Segovia, y de quien también realiza-
              de a do de u n                                                                                                                                ría un busto en mármol gris de Toledo-,
              buen número                                                                                                                                   manifestaba sin pudor: “En este instan-
              de visitantes,                                                                                           Cosas de la vida                     te, siento por mí mismo una lástima in-
              contempla-                                                                                                 capaz de ofrecerte                 finita, porque sospecho que no voy a po-
              do su obra                                                                                              dos caras en un instante.             der deciros en cuatro palabras sencillas
              Materni-                                                                                                 El dios bifronte, Jano,              lo que significa en estos momentos, esen-
              dad. Pare-                                                                                               se alía en este caso con             cialmente dolorosos en mi vida, el calor
              ce orgullo-                                                                                                 el mito de Medea,                 que me prestáis”.
              so Ba r ra l.                                                                                                la vengadora de                     El escultor sigue trabajando. Su situación
              Junto a ella                                                                                                 su esposo Jasón                  personal se restituye. En noviembre de 1931,
              otras obras:                                                                                                                                  la prensa madrileña recoge la presentación
              Mi madre,                                                                                                                                     de los monumentales Osos polares, un grupo
              El arquitecto                                                                                                                                 de talla directa en granito encargada por el
              del Acueducto,                                                                                                   de la prime- financiero vinculado al Banco Urquijo, Valentín Ruiz
              Pa b l o Igl e s i a s                                                                                            ra versión, Senén. La obra fue expuesta en el Retiro de Madrid.
              ( busto), Javier                                                                                                   parece ser           Pero otra vez la diosa fortuna le fue adversa. El
              de Winthuysen,                                                                                                     q u e e l l a martes 22 de diciembre de 1931, El Adelantado de
              Mujer de tierras                                                                                                    no se t i- Segovia titulaba en su primera página y con gran-
              de Segovia, Zoe                                                                                                     ró al paso des caracteres: “El escultor segoviano Barral, gra-
              –que ter minar ía                                                                                                   de los co- vemente herido por unos atracadores. Le exigieron
              comprando el Duque                                                                                                  ches, sino dinero y el artista se defendió valientemente”. Vivía
              de Alba-, Eugenio de                                                                                               que se ca- entonces Emiliano Barral en Madrid. En el pasaje de
              la Torre, Julián Ma-                                                                                                                           Romero, 10. Cuando se dirigía a su domici-
                                                                                                                             Emiliano Barral. Mi mujer
              ría Otero, Mi mujer                                                                                            (Elvira Arranz) (circa 1928).   lio a las diez de la noche del lunes 21 de di-
              (Elvira Arranz) y así                                                                                                                                               ciembre, dos individuos
              hasta veintiséis obras.                                                                                                                                             le salieron al paso en la
              Suponen un recor r i-                                                                                                                                               calle Modesto Lafuente
              do por la mayor par-                                                                                                                                                exigiéndole el dinero que
              te de su carrera. Prác-                                                                                                                                             llevaba encima y amena-
              ticamente por toda su                                                                                                                                               zándole con una pistola.
              obra. En diversos foros                                                                                                                                             Barral se resistió. Impe-
              el escultor había reco-                                                                                                                                             ró su carácter indómito
              nocido que hasta que                                                                                                                                                antes que la prudencia.
              prestó el servicio mili-                                                                                                                                            Dispararon dos veces,
              tar, allá por 1917, no ha-                                                                                                                                          alcanzándole una de las
              bía emprendido la pro-                                                                                                                                              balas que quedó incrus-
              fesión en serio. Alguna                                                                                                                                             tada en la axila. Fue el
              revista habla por ello de                                                                                                                                           doctor Bastos quien se la
              “falta de unidad de esta                                                                                                                                            extrajo, informaba el de-
              exposición, en la que po-                                                                                                                                           cano al día siguiente, in-
              drían reunirse las obras                                                                                                                                            dicando la mejoría den-
              en tres o cuatro grupos,                                                                                                                                            tro de la gravedad.
              cual si fuesen labor de                                                                                                                                                Como el Ave Fénix, vol-
              varios artistas” (Blanco                                                                                                                                            vería a resurgir. Tendría
              y negro, 26 de mayo de                                                                                                                                              tiempo de concluir dos
              1929). Pero fue un éxi-                                                                                                                                             monumentos. No los ci-
              to la muestra. En todo                                                                                                                                              to por orden cronológi-
              caso, no era tan desco-                                                                                                                                             co. Uno fue el de Pablo
              nocido el escultor en los                                                                                                                                           Iglesias en el Parque del
              ambientes madrileños.                                                                                                                                               Oeste (1936), que termi-
              La revista Estampa le                                                                                                                                               nó destruido –en 1979 se
              había dedicado un am-                                                                                                                                               recuperaría la gigantes-
              plio reportaje el 19 de                                                                                                                                             ca cabeza, de más de un
              febrero de 1929, que ya                                                                                                                                             metro de altura-. Colabo-
              hemos citado.                                                                                                                                                       ró en este proyecto con el
                                                                                                                                                                                  arquitecto Esteban de la
                Jano y Medea                                                                                                                                                      Mora y con el pintor Luis
              Cosas de la vida, capaz                                                                                                                                             Quintanilla. Resaltaba el
                                          Fotonoticia publicada en Mundo Gráfico (20 de febrero de 1929). COL. A.G.P.
              de ofrecerte dos caras                                                                                                                                              granito gris de la cabeza
              en un instante. El dios                                                                                                                                             frente a la piedra de Gero-
              bifronte, Jano, se alía en este caso con el mito de yó a la vía”. Despropósito de información. Era la na del grupo escultórico. Uno de los primeros libros
              Medea, la vengadora de su esposo Jasón. Al día noche del 15 de febrero de 1929. Antonio Linage que conozco publicado sobre él tras la Guerra Civil
              siguiente, el 20 de febrero de 1929, vuelve a salir Conde explica la situación en las palabras de For- –El escultor Emiliano Barral. Ediciones del Castro.
              en un medio de comunicación su nombre. Pero en tunata Prieto Barral: “Elvira padecía obsesión sui- La Coruña, 1965- lleva la cabeza en la portada. Con
              esta ocasión con tintes trágicos. Mundo Gráfico cida y, con motivos fundados o sin ellos, sus celos toda probabilidad no fue entendida la alusión.
EMILIANO BARRAL FULGOR Y MUERTE: CRÓNICAS DEL 120 ANIVERSARIO 120ANIVERSARIO - EL ADELANTADO DE SEGOVIA
DOMINGO, 11 DE JULIO DE 2021                                                                                                                                         EL ADELANTADO DE SEGOVIA 7

                                                                                                                                                                                             1901

                                                                                                                                                                                           120
                                                                                                                                                                                           aniversario
                                                                                                                                                                                              2021

Emiliano barral. Busto de Julián María Otero (1919).

   El segundo (1935) es el que levantó a la entrada
de Riaza por las eras, en la calle que entonces co-
municaba el pueblo con la colonia del doctor Tapia.
Porque el homenajeado es Antonio García Tapia.
Durante cerca de diez años de mi vida, rara era
la semana en que no saludase no al buen doctor,
sino a la delicada Espigadora que se levanta en el
vértice posterior del monumento. Se separa de la
línea de Regocijo de volúmenes, otra de las escul-
turas más expresivas y esquemáticas de Barral.
Porque a diferencia del primitivismo de aquella,
su figura no es hierática, sino está en movimiento.
Creo reduccionista verle aire de realismo soviéti-
co. En todo caso, poco casa con la expresionista
y minúscula cabeza del doctor, a punto de ser en-
gullida por el pedestal de granito. El tercero de
estos monumentos de ciudad había sido el levan-
tado en Aranda de Duero en 1930 en homenaje a
Diego Arias Miranda.
   Emiliano Barral murió el 21 de noviembre de
1936 en plena Guerra Civil. En el barrio de Usera,
en Madrid. Acompañaba a unos corresponsales
extranjeros que visitaban la primera línea de fue-
go en la defensa de la capital. Había organizado
las milicias segovianas.
   No por ello su figura se diluye con la muerte.
En 1937, durante la Exposición Internacional de
                                                       Portada del libro “El escultor Emiliano Barral”. COL. A.G.P.
París, en el Pabellón de España se exponen 18 es-
culturas suyas. Al cumplirse un año de su muerte,
La Vanguardia le dedicó un recuerdo. En 1938, el          Su viuda, Elvira, y su hijo Fernando marcharon a
                                                                                                                                                                                      a.
Congreso Nacional de la Solidaridad emite un se-       Argentina, en donde vivía el hermano de ella, el ce-                                               en   El Adelantado de Segovi
                                                                                                                               Artículo dedicado a Barral
llo de 25 céntimos con su retrato. En Segovia, esos    ramista Fernando Arranz. Después deambularon
dos adalides de la cultura que fueron los hermanos     por América y Europa. Fernando llegó a dirigir un
Serrano, Ángel y Jesús, recuperaron su memoria         instituto de psiquiatría en Cuba.                              Sería pretencioso dedicar este artículo al maestro
con una exposición de 15 obras del 23 al 30 de            En el entierro de Emiliano, Antonio Machado leyó            Antonio Linage Conde, “con quien tanto quiere”
junio de 1965 en la Casa del Siglo XV. Asistieron      el poema que le había compuesto, posiblemente en Se-           el autor. Sí, al menos, debo insistir en el recuer-
Pedro Barral –hermano y colaborador de Emilia-         púlveda, en agosto de 1922, incluido en Nuevas Cancio-         do de su obra y en la de su padre, Antonio Linage
no y autor de la copia del busto de Antonio Ma-        nes (1924). Su última estrofa dice: “Dos ojos de un ver        Revilla, amigo de Emiliano Barral, de quien está
chado que hoy se expone en el jardín de la que fue     lejano,/ que yo quisiera tener/ como están en tu escul-        cerca el centenario del comienzo de sus colabora-
la pensión de Luisa Torrego- y su mujer Patricia.      tura:/ cavados en piedra dura,/ en piedra para no ver”.        ciones en El Adelantado de Segovia.
EMILIANO BARRAL FULGOR Y MUERTE: CRÓNICAS DEL 120 ANIVERSARIO 120ANIVERSARIO - EL ADELANTADO DE SEGOVIA
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