LA PRESIÓN TERRORISTA DURANTE LA TRANSICIÓN Y LA FORMACIÓN NACIONALISTA DE LA AUTONOMÍA VASCA TERRORIST NATIONALIST FORMATION OF BASQUE AUTONOMY

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Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36                                                      ISSN: 1696-2060

LA PRESIÓN TERRORISTA DURANTE LA TRANSICIÓN Y LA
FORMACIÓN NACIONALISTA DE LA AUTONOMÍA VASCA

TERRORIST PRESSURE DURING TRANSITION                                                                         AND
NATIONALIST FORMATION OF BASQUE AUTONOMY

Manuel Montero García*
*
    Universidad del País Vasco, España. E-mail: manuel.montero@ehu.eus

Recibido: 16 marzo 2021 / Revisado: 7 mayo 2021 / Aceptado: 2 junio 2021 / Publicado: 15 junio 2021

Resumen: Este artículo estudia la formación del                INTRODUCCIÓN. ¿UN ESTATUTO NACIONA-
Estatuto de Autonomía del País Vasco. Aprobado                 LISTA O UN LUGAR DE ENCUENTRO?

                                                              E
en octubre de 1979, desarrollaba una concep-
ción nacionalista del autogobierno, pese a la im-                   l 25 de octubre de 1979 se aprobó en refe-
portancia electoral que tenían los no nacionalis-                   réndum el Estatuto de Autonomía del País
tas -casi la mitad de los votos-. Las razones que                   Vasco. Su elaboración había sido un proceso
provocaron ese resultado fueron muy diversas:                  rápido, pues la Constitución no tenía aún once
la debilidad del centro-derecha en el País Vasco;              meses. En ese plazo, además, se había produci-
la defensa de una autonomía amplia por todas                   do un decisivo cambio político. Durante la tra-
las fuerzas antifranquistas; el enorme impac-                  mitación constitucional el nacionalismo vasco
to del terrorismo, que creó una profunda crisis                había quedado políticamente relegado. El Esta-
social; la necesidad que tuvo UCD de encontrar                 tuto, por contra, constituía un texto nacionalista,
apoyos locales para la autonomía vasca, lo que                 acorde con los que entonces eran planteamien-
permitió el protagonismo del PNV.                              tos máximos del PNV.

Palabras clave: autonomía, País Vasco, terroris-               En septiembre de 1977 este partido se había fija-
mo, transición, UCD, PNV                                       do como prioridad

Abstract: This paper studies the formation of the                    “un régimen autonómico, desde el que po-
Statute of Autonomy of the Basque Country. It                        damos proteger y desarrollar nuestra iden-
was approved in October 1979 and developed                           tidad nacional, y establecer soluciones pro-
a nationalist conception of self-government,                         pias para muchos de nuestros problemas”1.
despite the electoral significance of non-natio-
                                                               Lo contraponía a la independencia, sin plan-
nalists, who held almost half of the votes. The
                                                               tearlo como un paso en esa vía. Buscaba una
reasons that caused this result were diverse.
                                                               plataforma política con la que abordar la com-
Amongst them: the weakness of the centre-ri-
                                                               pleja problemática que vivía Euskadi. Estaba la
ght in the Basque Country; the defence of a wide
                                                               exigencia autonómica, pero también la profunda
autonomy by all anti-franquist forces; the huge
                                                               crisis económica, la quiebra moral2 y el embate
impact of terrorism, which created a profound
                                                               de la violencia. Quedó claro en la manifestación
social crisis; UCD’s need of finding local support
for Basque autonomy, which permitted the pro-
mience of the Basque Nationalist Party (PNV).
                                                               1
                                                                 Comunicado del Euzkadi Buru Bartzar, “Aralar”, 25
                                                               de septiembre de 1977.
Keywords: autonomy, Basque Country, terro-                     2
                                                                 En la línea descrita por el EBB en octubre del 77 –“El
rism, transition, UCD, PNV                                     EBB ante el 25 de octubre de 1839”-: “situación de
                                                               confusión, enfrentamientos y querellas internas que
                                                               hoy constituyen uno de nuestros principales proble-
                                                               mas”, derivada de la crisis de identidad.

© Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36                                                                       23
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que celebró el 7 de octubre en Bilbao para con-          porque tal desarrollo influyó en los siguientes
memorar el aniversario del Gobierno Vasco de             años del País Vasco. Además, la autonomía vas-
1936 y para reivindicar un “Estatuto de Autono-          ca, la primera con un Estatuto, constituyó una
mía”. Reclamaba la “restitución del status como          referencia para Cataluña. A largo plazo, influyó
nación”, pero podía el pragmatismo. El Estatuto          en todo el diseño autonómico español, en la me-
debía llegar “en el grado que el pueblo determi-         dida que este se formó de forma competitiva y
ne mediante procedimientos de consulta demo-             emulativa.
cráticos”3. No era el maximalismo esencialista
desarrollado unos meses antes en su asamblea             Acerca del Estatuto vasco suelen proporcionarse
nacional, celebrada en Pamplona4.                        dos ideas alternativas: la versión de los no nacio-
                                                         nalistas, según la cual fue un lugar de encuentro
Buscaba un autogobierno que permitiese des-              entre nacionalistas y no nacionalistas; y la del
envolver la identidad nacional. La “construcción         PNV, para el que fue ante todo una conquista
nacional” se convertiría en la clave del plantea-        arrancada por la presión de los vascos. ¿Eran re-
miento del PNV. No autonomía para llegar a la            latos complementarios? Lo aborda esta investi-
independencia sino autonomía para la construc-           gación.
ción nacional. Pues bien: cuando dos años des-
pués se acordó el texto del Estatuto de Autono-          La izquierda abertzale tuvo su lectura, radical-
mía el Partido Nacionalismo Vasco lo celebraba           mente encontrada:
con cierta euforia. “Es un buen Estatuto, el mejor
                                                              “se verán rostros más alegres en los Conse-
que podíamos conseguir y mejor de lo que espe-
                                                              jos de Administración bancarios de Vizcaya
rábamos”5. Todos los partidos parlamentarios lo
                                                              y en los Ministerios de Madrid que en las fá-
saludaron como un éxito colectivo, pero el plan-
                                                              bricas de Euskal Erria y en los modestos ce-
teamiento del PNV era específico. Lo entendía
                                                              náculos de los auténticos patriotas vascos”,
como un logro nacionalista que serviría “para
que nuestra personalidad como nación quede               “es una claudicación vergonzosa”, “un paso más
garantizada”. “El Estatuto nos da la conciencia          para la asimilación de lo vasco”7. Su oposición al
de que formamos una única nación, la nación              Estatuto se teñía de un aire apocalíptico y obre-
vasca”6. Subyacía la idea de la “construcción            rista.
nacional”, la que el PNV había planteado como
prioridad.                                               En todo caso, el resultado fue un Estatuto esen-
                                                         cialmente nacionalista, diseñado conforme a los
Este análisis estudia el proceso por el que el Esta-     principios enunciados por el PNV, sin aportacio-
tuto vasco se diseñó sobre los esquemas nacio-           nes relevantes que procedieran de sectores no
nalistas. No fue el resultado intermedio de unas         nacionalistas, salvo en lo que se refiere a la cues-
negociaciones entre el Gobierno y los parlamen-          tión de Navarra. El PNV lo interpretó, efectiva-
tarios vascos, ni se correspondería con las rela-        mente, como un pleno triunfo político, sin cesio-
ciones de fuerza locales. En las elecciones gene-        nes a otros planteamientos salvo el señalado. La
rales del 79 el voto nacionalista superó la mitad        lectura no nacionalista del Estatuto como lugar
de los sufragios, pero, con un 52%, no podría de-        de encuentro no se debió a que fueran recogidas
ducirse por sí mismo que representaba el sentir          sus aportaciones específicas, sino a que, por dis-
autonómico de los vascos, si este se relacionaba         tintas razones que aquí se analizarán, las fuerzas
con las convicciones nacionalistas.                      no nacionalistas asumieron las propuestas del
                                                         PNV, contra la actitud de la izquierda abertzale.
La cuestión tiene importancia no sólo para com-
prender la génesis de esta autonomía. También            La interpretación del Estatuto como lugar de
                                                         encuentro les sirvió a los no nacionalistas parta
3
  “Masiva manifestación en Bilbao”, El Diario Vasco, 8   reivindicar después su desarrollo compartido.
de octubre de 1977.                                      Chocó con los planteamientos del PNV, que lo
4
  Montero, Manuel, “El nacionalismo moderado du-         gestionó al modo de un Estatuto estrictamente
rante la transición. La conquista de la hegemonía
                                                         nacionalista, que podía servir como plataforma
política”, Cuadernos de Historia Contemporánea, 36
(2014), pp. 331-351.
                                                         conjunta para todo el nacionalismo.
5
  “Emoción en Sondica a la llegada de los parlamenta-
rios vascos”, La Vanguardia, 19 de julio de 1979.
6
  “Garaikoetxea: el mérito es de nuestro pueblo”, Dia-   7
                                                           “Herri Batasuna abandona las Diputaciones vascas”,
rio Vasco, 19 de julio de 1979.                          Informaciones, 20 de julio de 1979.

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Manuel Montero García                                                                                           

1. CONVULSIONES SOCIOPOLÍTICAS EN EL                        Euskadi estaba oprimida, y eso sigue estando
PAÍS VASCO DE LA TRANSICIÓN                                 igual, no ha cambiado nada”. Deberían seguir las
                                                            movilizaciones y la lucha armada
No cabe analizar la formación del Estatuto de Au-
tonomía sólo en función de la relación de fuerzas                “entre tanto no se consiga la alternativa po-
en el País Vasco y en el conjunto de España o de                 lítica que en su momento hizo pública KAS
las distintas propuestas ideológicas. Tampoco en                 y, más adelante, hasta que no se consiga un
términos de la confrontación PNV-UCD o de es-                    estado socialista independiente vasco”10.
tos partidos junto (o frente) al PSOE, AP, las for-
maciones de la izquierda abertzale o los grupos                  “La instauración de la democracia había
extraparlamentarios. Resulta imprescindible re-                  cambiado las reglas del juego, y ETA, tras
ferirse al clima sociopolítico del País Vasco desde              abandonar la bandera de la lucha contra el
los últimos años de la dictadura franquista. El te-              régimen, tomó decididamente la de la inde-
rrorismo, la violencia política y las convulsiones               pendencia de Euskal Herria”11.
que produjeron influyeron decisivamente en las
                                                            Si había dudas, se terminaron tras acordarse
actitudes de los partidos.
                                                            colectivamente el texto del Estatuto, que en la
Durante la transición el País Vasco sufrió un               reflexión del PNV era la estación término y ha-
acoso terrorista sistemático, sobre todo de ETA             ría innecesaria la violencia. Esta continuó y, para
militar, con atentados a fuerzas de orden, mili-            comprender su impacto, conviene recordar el
tares, centro-derecha, empresarios y personas               tipo de atentados que se producían por enton-
seleccionadas por criterios arbitrarios, justifi-           ces. El 24 de julio de 1979 fue asesinado en Bea-
cados después por el estigma de “confidentes”.              sáin, frente al bar Sunday, del que era camarero,
La actividad terrorista llegó a su cénit en 1978,           Jesús María Colomo. Ayudaba a su padre en el
1979 y 1980 -65, 86 y 93 asesinatos-, cuando se             bar de la Comunión Tradicionalista de Villafranca
pergeñó y puso en marcha la autonomía. Entre                de Ordicia. En el funeral, su hermano, dirigente
1974 y 1982 ETA “intentó impedir la implanta-               de ORT-PTE, recriminó a ETA por “matar a tra-
ción del sistema democrático”8. Además, estuvo              bajadores que como mi hermano sólo buscan la
la actividad de grupos parapoliciales. En palabras          paz de Euskadi y su pueblo”.
de Luis Castells,
                                                            Un comunicado de sus hermanos aseguraba que
      “la paz y la libertad estuvieron en peligro,          “se habían corrido bulos, siempre sin pruebas,
      consecuencia tanto de enemigos internos,              de que Jesús Mari tenía una ideología proclive
      insertos en el propio Estado, como exter-             hacia la derecha”12. Lo negaban y aseguraban
      nos, a través de lo que encarnó ETA en sus            que últimamente había participado en manifes-
      distintas variedades”9.                               taciones pro-amnistía y pro-Estatuto y que apo-
                                                            yaba a bares abiertos por las ikastolas. Otra carta
Corrieron riesgo la transición y la democracia.             a los concejales aseguró que votaba al PNV y a
                                                            HB, según fuesen elecciones municipales o ge-
Durante la transición, ETA aseguró que continua-            nerales13. ETA aseguró que lo había “ejecutado”
ría la acción terrorista. Su primer atentado tras           “por su condición de colaborador de las fuerzas
las elecciones democráticas fue el asesinato de             represivas españolas”. Continuaría su “acción
Javier Ybarra el 18 de junio de 1977, tras un se-           armada ofensiva contra todos los soportes del
cuestro de varios días. Reiteraba su voluntad de            Estado español en Euskadi, incluidas las bandas
seguir lo que llamaba “lucha armada” tres meses
después de que los partidos políticos acordaran             10
                                                               “ETA militar no renuncia a la lucha armada”, El País,
la amnistía. La consideraba parcial e insuficien-           8 de octubre de 1977. Aseguraba que los “indultos y
te. Además, “nosotros iniciamos la lucha porque             amnistía parcial” le daban la razón estratégica. En su
                                                            imaginario, no los habían conseguido los parlamenta-
                                                            rios “sino el pueblo en las manifestaciones, en la lu-
8
  Alonso, Rogelio, La derrota del vencedor. La política     cha, en las fábricas, en las movilizaciones populares”.
antiterrorista del final de ETA, Madrid, Alianza, 2018,     11
                                                               Silva, Lorenzo et al., Sangre, sudor y paz. La guardia
p. 82.                                                      civil contra ETA, Barcelona, Península, 2019.
9
  Castells, Luis, “La paz y la libertad en peligro. ETA y   12
                                                               “Villafranca: enterrado ayer Jesús María Colomo”,
las violencias en Euskadi, 1975-1982”, en Rivera, An-       El Diario Vasco, 24 de julio de 1979.
tonio (ed.), Nunca hubo dos bandos. Violencia polí-         13
                                                               Alonso, Rogelio; Domínguez, Florencio; y García Rey,
tica en el País Vasco, 1975-2011, Granada, Comares,         Marcos, Vidas rotas. Historia de los hombres, mujeres
2019, pp. 57-98, p. 96.                                     y niños víctimas de ETA. Madrid, Espasa, 2010, p. 236.

© Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36                                                                     25
                                                                                    Manuel Montero García

de chivatos”14, elevando a categoría de colecti-          La violencia social gesta un colectivo de creencias
vo constituido la paranoica elaboración de listas         alejadas de toda duda, vecinas del maximalismo,
negras.                                                   un nosotros capaz de romper la moral conven-
                                                          cional. Provoca adhesiones y temores, ofrece
Aquella vez hubo condena municipal -pero vo-              la seguridad, al tiempo que crea espacios bajo
taron en contra los tres concejales de HB-, con           sospecha. Asienta la conveniencia de adaptarse
la elipsis que evitaba nombrar al terrorismo y a          al grupo. De ahí los comportamientos anómalos
ETA. Rechazaba “mantener un clima de frustra-             que, por simpatías ideológicas o por la asunción
ción y amargura que impida el avance de nuestro           de los criterios separadores, se concretaban en
pueblo por vías de entendimiento y responsabi-            aislamientos sociales de discrepantes o de quie-
lidad política”. Recurría al argumento instrumen-         nes quedaban señalados. “Esta violencia terro-
tal: no repudiaba el crimen, sino el clima que            rista no hubiera tenido la entidad que alcanzó de
creaba, por impedir avances políticos.                    no haber contado con el respaldo de una comu-
                                                          nidad”, la que conformó el llamado MLNV (Movi-
La reacción a este asesinato describe el impacto
                                                          miento de Liberación Nacional Vasca)17. El terror
del terror. La acusación por ETA de “chivato” aca-
                                                          no fue la mera presión de un grupo armado. Su
baba con las dudas en su ámbito, pues no hacía
                                                          penetración social le dio su impronta e impor-
falta más pruebas. Y estaba el esfuerzo anterior
                                                          tancia política18.
realizado por eliminar sospechas, participando
en movilizaciones nacionalistas o mostrando               La fascinación por la violencia se producía en
actitudes de este tenor. Del argumento excul-             un ambiente en el que prosperaban los plantea-
patorio podría deducirse que la simpatía con la           mientos pasionales. “El fanático actúa e interpre-
derecha sería causa suficiente para el asesina-           ta el mundo como un ‘verdadero creyente’ (true
to. La carga de la prueba se había desplazado.            believer)”, con “la impresión de superioridad
El señalado tenía que demostrar la falsedad de            moral que infiere de sus férreas convicciones
los bulos, la familia de la víctima debía reclamar        políticas o religiosas”19. Recuérdese que en el
contra la acusación.                                      lenguaje nazi el fanatismo tenía connotaciones
                                                          positivas: las tropas luchaban “fanáticamente”,
Los tachados de “confidentes” presentaban un
                                                          sólo podrían salvarse “mediante un fanatismo
determinado “perfil social”, especialmente en
                                                          feroz”20. El entorno del terrorismo fue dominado
pequeñas o medianas localidades. Lo estudió
                                                          por “verdaderos creyentes”, de creencias fanáti-
Florencio Domínguez:
                                                          cas.
     “Eran ‘personas, en su mayoría de fuera, […]
                                                          En el País Vasco se imponía el clima de violencia
     que tienen un sistema de relaciones amplio,
                                                          generalizada, en la que a los asesinatos se aña-
     abierto a todo el mundo, lo que suscita sos-
                                                          dían amenazas, huelgas por motivos políticos,
     pechas en el mundo cerrado y receloso que
                                                          manifestaciones, acciones callejeras, etc. Se vivía
     sirve de sustrato social a ETA’”15.
                                                          una intensa crisis social.
Por estos mecanismos la presión terrorista pro-
                                                          Lo muestran algunos sucesos de marzo de 1979.
pagó el miedo y la influencia social de sus apo-
                                                          Simultáneamente la prensa informaba de lo si-
yos. E influyó la fascinación que produce la vio-
                                                          guiente: el secuestro de Luis Abaitua –“no per-
lencia que,
                                                          17
                                                             Molina, Fernando, “Violencia en comunidad, el
     “al diluir o hasta destruir los límites de la        terrorismo nacionalista y la política del miedo, 1876-
     propia identidad individual ofrece, a cam-           1992”, en Fusi, Juan Pablo y Pérez, José Antonio (eds.),
     bio, la ilusión de una nueva identidad co-           Euskadi 1960-2011. Dictadura, transición y democra-
     lectiva mucho más poderosa y fuerte –y por           cia, Madrid, Biblioteca Nueva, 2017, p. 139.
     esto capaz de violencia-”16.                         18
                                                             Montero, Manuel, El sueño de la libertad. Mosaico
                                                          vasco de los años del terror, Oviedo, Ediciones Nobel,
14
   “ETA-m reivindica el asesinato”, El Diario Vasco, 25   2017.
de julio de 1979.                                         19
                                                             Moyano Pacheco, Manuel, “Claves para compren-
15
   Domínguez Iribarren, Florencio, ETA: estrategia or-    der y afrontar la radicalidad violenta”, en Rivera, An-
ganizativa y actuaciones, 1978-1992, Bilbao, Univer-      tonio (ed.), Verdaderos creyentes, Pensamiento secta-
sidad del País Vasco, 1998, p. 239.                       rio, radicalización y violencia, Madrid, Catarata, 2018,
16
   Montagne, Eduardo, “Los rostros ocultos de la vio-     p. 30.
lencia”, en Lemlij, Moisés (ed.), Reflexiones sobre la    20
                                                             Klemperer, Víctor, LTI. Apuntes de un filólogo. Bar-
violencia, Lima, Cauceds, 2015.                           celona, minúscula, 2001, pp. 89-95.

26                                                                 © Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36
Manuel Montero García                                                                                     

tenece a ningún partido político”, avisaba su             el secuestro, por considerar que no es de su
familia-, para influir en un conflicto laboral de         competencia”24. Del planteamiento podía de-
Michelín; un atentado en Arrigorriaga en las ofi-         ducirse que no lo consideraban negativo, pues
cinas de la empresa de la autopista; otro contra          planificaron un procedimiento de ofertas-con-
repetidores de televisión; incidentes en San Se-          sultas a los trabajadores que encajaba con tal
bastián, Pasajes, Rentería y Eibar en las moviliza-       estrategia.
ciones contra la situación de los presos vascos en
Soria: “barricadas y varios heridos”; manifesta-               “Aunque muchos se negaron, hubo repre-
ción en Bilbao de trabajadores del metal al grito              sentantes sindicales que se dejaron llevar
“Olarra, traidor, irás al paredón”; explosión de               por la corriente de aprovechar las circuns-
artefactos en la Delegación de Hacienda en San                 tancias amenazantes que sufrían los em-
Sebastián, en una boutique de Pamplona, en la                  presarios para extraer frutos de la negocia-
estación ferroviaria de Axpe, Erandio.                         ción”25.

Las reglas del juego político y sindical se convir-       La intervención terrorista en las relaciones labo-
tieron en fluctuantes, interviniendo el terroris-         rales llegó a condicionarlas, por no existir un re-
mo en la conflictividad laboral. “Que sepan los           chazo unánime a tal intromisión.
empresarios que no tenemos miedo y que esta-
                                                          La acusadísima presencia pública de ETA, al
mos dispuestos a negociar pero nosotros frente
                                                          modo de un factor político normalizado, se pro-
a frente”. Un dirigente de Herri Batasuna concre-
                                                          ducía sin un repudio radical de los grupos demo-
tó la idea. Los trabajadores debían de saber “que
                                                          cráticos, que a veces buscaban una especie de
[…] si no les hacen caso, tendrán los medios para
                                                          diálogo. Llegaban a abordar la conveniencia o no
enfrentarse a los patronos, entre ellos la lucha
                                                          de “la violencia armada”, tal y como sucedía a
armada para apoyar a los trabajadores”21. No era
                                                          comienzos de 1979, a instancias de PSOE y PC.
mera retórica. El 17 de marzo ETA secuestraba
                                                          Quienes apoyaban a ETA abandonaron pronto la
al industrial Severino Apellániz, de Villafranca
                                                          reunión, pero podría deducirse que se entendía
de Ordizia y le disparó en la pierna22, al parecer
                                                          que la “lucha armada” venía a ser una suerte de
por problemas relacionados con la empresa de
                                                          tarea colectiva que podía compartirse.
tornillería de la que se decía se iba a trasladar
a Segovia o que iba a despedir a trabajadores.            Durante la transición los partidos antifranquistas
La declaración de su esposa, a la que habían de-          mostraron cierta comprensión del terrorismo.
jado atada junto a su hija y un taxista, refleja la       Sólo paulatinamente llegó la condena de las ac-
concepción de la violencia que reinaba por en-            ciones violentas, a las que inicialmente no se lla-
tonces. “Mientras [los secuestradores] estuvie-           maba terrorismo. Por lo común, tales repudios
ron en casa se portaron con toda corrección, lo           no constituían un rechazo pleno del terror. Hubo
mismo que cuando trataron con mi marido”23.               una argumentación de índole instrumental. Se
En aquella tesitura cabía entender como “correc-          rechazaban alegando que resultaban contrapro-
ción” dos horas de retención a punta de pistola y         ducentes para el proceso político que se desa-
quedar maniatado varias horas.                            rrollaba.
ETA aparecía como un interlocutor político más,                “Un factor especialmente grave pone en pe-
con habitual participación en el debate, median-               ligro nuestro futuro -aseguraba el PNV26-: la
te comunicados y declaraciones de dirigentes                   violencia y el proceso de desestabilización
de HB, sin desdeñar la intervención en las rela-               que representa”.
ciones laborales. No siempre era rechazada por
los trabajadores. Por ejemplo, en el conflicto de
Michelin, CC.OO. y UGT rechazaron el secuestro,
pero no el Comité de Empresa que “expresó su              24
                                                             “Secuestro del Sr. Abaitua. El Comité de Empresa no
decisión de no manifestarse en absoluto sobre             quiere manifestarse sobre el secuestro del director”,
                                                          La Gaceta del Norte, 23 de febrero de 1979.
21
   “Negociar”, El Diario Vasco, 13 de marzo de 1979.      25
                                                             Díaz Morlán, Pablo, “ETA y la corrupción vasca”, en
22
   Jiménez Ramos, María, y Marrodán Ciordia, Javier,      Ugarte Gastaminza, Josu, La bolsa y la vida. La extor-
Heridos y olvidados. Los supervivientes del terrorismo    sión y violencia de ETA contra el mundo empresarial,
en España, Madrid, La Esfera de los Libros, 2019, p.      Madrid, La Esfera de los Libros, 2018, pp. 309-343, p.
131.                                                      311.
23
   “Otro industrial herido por ETA (p-m) en la pierna”,   26
                                                             EBB del PNV, El Partido Nacionalista Vasco ante la
El Diario Vasco, 17 de marzo de 1979.                     nueva etapa autonómica, 1980.

© Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36                                                                27
                                                                                Manuel Montero García

La violencia era condenable porque podía deses-         Tal situación se agravaba por la pasividad de
tabilizar la democracia. Y, sobre todo, por dificul-    las fuerzas antifranquistas ante la destrucción
tar la autonomía. La condena a ETA solía enmar-         de este ámbito. Esta suerte de aquiescencia se
carse en el rechazo de todo tipo de violencias,         relacionaba, en el nacionalismo, con la estigma-
dentro de la tesis de que existía una “violencia        tización del centro-derecha como enemigo del
institucional”, ejercida por el Estado y/o el sis-      pueblo vasco; y en la izquierda, por entenderlo
tema. Ésta no era la actuación de grupos para-          como representación o herencia del franquismo.
policiales sino estructural. Tales planteamientos
se aproximaban a los de los grupos de extrema           2. LA UCD Y LA POLÍTICA AUTONOMISTA
izquierda.
                                                        La descentralización era crucial desde los prole-
Había, además, una imprecisa comprensión de             gómenos de la transición. Las concepciones an-
la naturaleza de ETA. Para el PNV el terrorismo         tifranquistas la exigían y los nacionalismos vasco
desaparecería con la autonomía. Ocasionalmen-           y catalán, con amplia capacidad movilizadora, la
te, el PSOE atribuía la existencia del terrorismo       convertían en prioritaria. Se convirtió en funda-
a los recelos estatales. “Si la ETA se legalizara       mental para la UCD, particularmente acuciante
abandonaría las acciones violentas, buscaría            en el País Vasco por la crisis de convivencia, el
abiertamente el apoyo popular y defendería su           terrorismo y la penetración social que este al-
programa político”27. Para Rubial, al ser elegido       canzaba. Hubo de afrontar la cuestión sin un
presidente del CGV, todo parecía depender de            plan previo ni un ejemplo europeo al que imitar.
una ilegalidad derivada del independentismo, no         Tampoco pudo definir un modelo, imposible en
de la voluntad de imponerlo por las armas.              la mecánica de la transición, en la que se aborda-
                                                        ban pragmáticamente los problemas. Un debate
Fue un lugar común, compartido por las fuerzas          público hubiese suscitado tensiones internas so-
antifranquistas, UCD y los medios de comunica-          bre los niveles de competencias, en un momento
ción, que la “superación de la violencia” sería         en el que los conservadores identificaban la au-
fruto del desarrollo autonómico. Herri Batasuna,        tonomía con la ruptura de España.
próxima a ETA, lo negaba. “Aunque el estatuto,
tal como se lleva a Madrid, fuera aprobado por          En la evolución de los acontecimientos tuvo im-
las Cortes, no va a cesar la guerra en Euskadi”28,      portancia la configuración de la UCD en el País
que, aseguraba, seguiría hasta llegar a la Euskadi      Vasco, en la que debía recaer el peso local de la
independiente y socialista.                             política autonomista gubernamental. Presentó
                                                        caracteres muy distintos al del resto de España,
Estaba también la desestructuración del espec-          por la debilidad del centro-derecha en Euskadi.
tro político. Desde los años postreros del fran-        La UCD apenas pudo arraigar. No pudo presen-
quismo se produjo en el País Vasco una crisis pro-      tarse a las elecciones del 77 en Guipúzcoa, única
funda del centro-derecha. Era consecuencia del          provincia donde esto ocurrió.
hostigamiento terrorista, que provocó la marcha
de familias de este ámbito, ocasionó el temor a         El perfil local de la UCD resultaba singular. Sólo
formar parte de sus filas y convirtió en política-      en Álava se asemejó al que tenía habitualmente
mente incorrectas las expresiones que podían            el partido: sus miembros presentaban cierta ho-
ser tachadas de “españolistas”, so pena del ais-        mogeneidad, derivada de su experiencia política
lamiento social y la amenaza de muerte. “Hay            y administrativa. Lo presidía José María Viana,
un sentimiento de inseguridad en las personas           que había sido alcalde de barrio, presidente del
cercanas…, inseguridad que incluso entorpece            Consejo de Empresarios y vicepresidente de la
la marcha y evolución de UCD de Guipúzcoa”29,           Cámara de Comercio. Entre sus figuras destaca-
resumía Jaime Mayor Oreja en 1979.                      das estaban Alfredo Marco Tabar, Letrado Mayor
                                                        del Ayuntamiento de Vitoria, procurador en Cor-
                                                        tes 1971-77, a la sazón Alcalde de Vitoria; y Pe-
                                                        dro Morales Moya, funcionario de la Diputación
27
   “Ramón Rubial partidario de legalizar ETA”, en de-   con actividad periodística y cultural, que organi-
claraciones a la revista norteamericana Newsweek, El    zaba una candidatura independiente cuando se
País, 21 de marzo de 1978.                              integró en UCD. La UCD alavesa optaba por un
28
   “Según Monzón”, La Gaceta del Norte, 25 de marzo     foralismo que mantuviese la personalidad pro-
de 1979.                                                vincial.
29
   “Inseguridad en Guipúzcoa”, La Gaceta del Norte,
25 de marzo de 1979.

28                                                              © Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36
Manuel Montero García                                                                                 

La UCD vizcaína la formaron personalidades con               “nadie negará a estas alturas que concreta-
trayectorias muy distintas. La figura más relevan-           mente la derecha guipuzcoana está cohibi-
te fue Juan Echevarria Gangoiti, Catedrático de              da, le sobran motivos para precaverse del
Economía que había sido rector de la Universi-               terrorismo y su número es mucho mayor
dad de Bilbao, formado parte del Consejo Na-                 que el que se aparenta”.
cional de Educación y ostentado una Dirección
General. Ricardo Echanove, conocido por su ver-          Con 8.000 votos más que Euskadiko Ezkerra no
tiente cultural, era Secretario de Administración       lograba presentar listas municipales, mientras la
Local sin una actividad pública. No fue el caso del     izquierda abertzale se movía con plena desen-
candidato a senador Martín Fernández Palacio,           voltura. No era propiamente una democracia asi-
empresario del sector lácteo, antiguo concejal          métrica, sino una suerte de limpieza ideológica.
de Baracaldo y procurador en Cortes. La UCD de
                                                        El debilitamiento del Estado -la desafección de
Vizcaya tenía escasa coordinación y presencia
                                                        medianos y altos funcionarios por el acoso terro-
pública, salvo Echevarria; no cambió la situación
                                                        rista-, la marcha de familias empresariales y la
al incorporarse algunos miembros de familias
                                                        opción por el silencio motivaron la precariedad
empresariales, sin experiencia política.
                                                        del centro-derecha en el País Vasco de la transi-
La UCD guipuzcoana se constituyó el 15 de oc-           ción, pese a su notable peso histórico.
tubre de 1977, tras las elecciones generales. La
                                                        La política autonomista que desarrolló UCD debe
formaban personalidades locales, sin relevancia
                                                        analizarse a partir de tales circunstancias. Estu-
provincial salvo su líder, Jaime Mayor Oreja, con
                                                        vo condicionada por la necesidad de encontrar
actividades políticas los años anteriores. Se pre-
                                                        apoyos en Euskadi, so pena de un fracaso rotun-
sentaba como una opción ideológica reformista,
                                                        do. La autonomía del País Vasco, convulsionado
respetuosa con los criterios que se imponían en
                                                        por la violencia, requería un sólido soporte local,
la sociedad vasca: autonomismo, cultura vasca
                                                        lo que a la postre le pondría en manos del PNV.
e integración de Navarra. Tales matices ideoló-
                                                        Éste era ya en 1977 el partido con mayor implan-
gicos fueron irrelevantes. Fue objeto del acoso
                                                        tación, no sólo en votos sino también organiza-
terrorista, con el asesinato de varios miembros,
                                                        tivamente, sobre todo en Vizcaya y Guipúzcoa.
lo que le impidió un funcionamiento normaliza-
                                                        Además, llevaba la voz cantante en la reivindica-
do como partido.
                                                        ción autonómica, sus esquemas no eran discuti-
       “La persecución a la UCD vasca, localizada       dos por socialistas o comunistas y tenía hegemo-
       fundamentalmente en Guipúzcoa, fue una           nía en la comunidad nacionalista. Así, el Estatuto
       medida de presión de ETA-pm supuesta-            se ajustó a los criterios del PNV, por entonces
       mente para acelerar el proceso estatutario       con un programa identitario, conocimiento de su
       y aplacar las políticas penitenciarias y anti-   fuerza política y disposición a usarla. Lo describió
       terroristas del ejecutivo de Adolfo Suárez”30.   Viana durante la gestación del Estatuto, “con el
                                                        PNV, o le das la razón o te tienes que marchar”:
Tuvo el efecto de distorsionar el espectro político     pero la UCD no podía marcharse, si quería evitar
del País Vasco, al tiempo que sobre el centro-de-       una grave quiebra en el proceso.
recha caía la tacha de ilegitimidad.
                                                        Así, los acuerdos autonómicos no fueron un lu-
El terrorismo provocó en Guipúzcoa la absten-           gar intermedio entre las posturas de UCD y el
ción política de la derecha.                            PNV, sino que se ajustaron a las propuestas de
                                                        este, salvo en el problema de Navarra. En el País
       “Personas de derecha residentes en su ma-        Vasco, UCD no encontró apoyo en ningún otro
       yoría en pueblos pequeños […] ante el te-        grupo, por la negativa de AP al proceso auto-
       mor de significarse votando a UCD optaron        nómico. Lo había anunciado en vísperas de las
       por no participar”31.                            elecciones del 77: defendía una “autonomía vas-
                                                        ca hasta donde se pueda”, pero cualquier seme-
Esta percepción no tenía soporte sociológico -era
                                                        janza con un “estado federal” atentaba contra
una carta al director-, pero pesaba la idea de que
                                                        “la unidad de España”32, discurso que le alejaba
                                                        del resto del arco parlamentario y de la dinámi-
30
   Angulo, Gorka, La persecución de ETA a la derecha    ca autonomista. Sólo en el verano del 79 pareció
vasca, Córdoba, Almuzara, 2018, p. 217.
31
   “La abstención del miedo”, El Diario Vasco, 16 de    32
                                                          “Partidarios de la autonomía vasca hasta donde se
marzo de 1979.                                          pueda”, El País, 7 de junio de 1977.

© Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36                                                            29
                                                                                   Manuel Montero García

relajar su oposición, con la postura de que es “un       alcanzó el nacionalismo vasco. El punto de par-
Estatuto tolerable”, pues “ha sido aprobado de           tida, la elaboración de la Constitución, no le fue
acuerdo con la Constitución”33, pero esta reac-          halagüeño, pero después aumentó su influencia.
ción, al día siguiente de que la Comisión Consti-        Con todo, en ese periodo quedaron definidas sus
tucional aprobara el Estatuto, no cristalizó. AP se      posiciones.
opuso luego al “Estatuto vasco”.
                                                              “Fue entonces, en el proceso constituyente,
Por otra parte, el PSE-PSOE quiso competir con                cuando el PNV generó el núcleo duro de un
el PNV en el diseño de la autonomía vasca, sin                planteamiento político que, si no perseguía
disensiones en la profundidad de las competen-                la independencia respecto del Estado, sí lo
cias. Sus discrepancias residieron en cuestiones              hacía respecto de la Constitución”34.
organizativas, además de aconsejar que se reba-
jase el contenido autonómico, para impedir que           Sus posturas incluían la amenaza rupturista pero
posteriores ajustes constitucionales cercenasen          no necesariamente la independencia.
el texto salido de la Asamblea de Parlamenta-
                                                         El PNV fue excluido de la Ponencia Constitucio-
rios, una evaluación que se demostró errónea.
                                                         nal. Las escasas enmiendas que presentó en la
El consenso mayoritario, según el cual sólo cabía        tramitación parlamentaria35, buscaban un reco-
combatir la violencia a partir del desarrollo au-        nocimiento político del pueblo vasco. En general
tonómico, reforzó la línea nacionalista. Debía re-       no tuvo éxito. Se rechazó su definición según la
sultar una autonomía amplia para lograr que ETA          cual “los poderes de todos los órganos del Estado
perdiera fuerza. Las posiciones del Gobierno y           emanan de los pueblos que lo forman, en los que
de las fuerzas no fueron en ningún momento re-           residen la soberanía” o un cambio en la tramita-
ferentes al elaborar la autonomía vasca. Lo fue,         ción el Estatuto: en su propuesta, tras aprobar-
por contra, la postura del PNV, robustecida por          lo la mayoría de la Asamblea de Parlamentarios
el papel que se atribuía al Estatuto como arma           Vascos, el Gobierno convocaría un referéndum
contra la violencia. Pudo sostenerla con éxito           para ratificarlo, pasando después a las Cortes,
sin contraprestaciones políticas. Por ejemplo,           que podrían aceptarlo o no. Tal propuesta eli-
no optó por apoyar la Constitución a cambio de           minaba el trámite de la Comisión Constitucional
lograr un respaldo a su proyecto estatutario. Su         previa al referéndum. En el esquema naciona-
alejamiento del bloque constitucional en 1978            lista, el texto que llegara a las Cortes tendría el
no menoscabó su capacidad negociadora en                 aval plebiscitario sin intervenir en su elaboración
1979. Pudo concluir después que algunas intran-          ninguna instancia ajena al País Vasco. Dada la
sigencias eran rentables.                                correlación de fuerzas, el proyecto de Estatuto
                                                         quedaría en manos del pacto autonomista que
El papel de la UCD consistió en encauzar las as-         tenían los grupos antifranquistas.
piraciones nacionalistas e impedir reacciones
contra una descentralización radical que incluía         El PNV logró su mayor éxito en esta fase.
amplias competencias políticas, educativas, de
                                                              “Nada parecido a ‘derechos históricos’ apa-
orden público, financieras, hacendísticas, etc.
                                                              recía en el primer esbozo constitucional. En-
No obtuvo el compromiso de que tales acuerdos
                                                              trarán en el texto definitivo de la mano del
supusiesen la definitiva inserción del naciona-
                                                              debate en Comisión”36.
lismo moderado en el sistema constitucional. El
PNV entendió que era un paso en el camino de
la construcción nacional, así como un Estatuto
arrancado, fruto de una dinámica de tensión. No          34
                                                            Portillo Valdés, José Mª, Entre tiros e historia. La
un consenso con los no nacionalistas sino una            constitución de la autonomía vasca (1976-1979), Bar-
victoria sobre estos.                                    celona, Galaxia Gutenberg, 2018, p. 81.
                                                         35
                                                            “El PNV plantea una enmienda a la totalidad del
3. LOS PROBLEMAS POLÍTICOS DE LA PREAU-                  capítulo de las autonomías”, El País, 3 de febrero de
TONOMÍA                                                  1978.
                                                         36
                                                            Portillo Valdés, José Mª, “Cuando la Historia se hace
Algunos momentos de la gestación de la autono-           Constitución. Los derechos históricos en el momento
mía vasca muestran la capacidad de presión que           constituyente de 1978”, en Rivera, Antonio, Natura-
                                                         leza muerta. Usos del pasado en Euskadi después del
33
  “Alianza Popular acepta el Estatuto vasco”, El País,   terrorismo, Zaragoza, Prensas de la Universidad de
24 de julio de 1979.                                     Zaragoza, 2018, p. 160

30                                                                © Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36
Manuel Montero García                                                                                 

Logró la disposición adicional primera, según la      la vía autonómica a los partidos antifranquistas y
cual “la Constitución ampara y respeta los de-        planteado la cuestión como un enfrentamiento
rechos históricos de los territorios forales”, que    entre el pacto autonomista y UCD, pero eviden-
en su concepto venía reconocer derechos pre-          ciaba las discrepancias internas en este partido.
existentes a la Constitución. Le otorgó menor         La UCD alavesa acudió dos días después a la pri-
relevancia al resto de la disposición, por la que     mera reunión de la asamblea de parlamentarios,
el régimen foral se actualizaría en el marco de la    el 21 de junio de 1977. También se incorporaron
Constitución y Estatutos de Autonomía.                AP y EE, si bien esta formación hizo constar que
                                                      sólo reconocería al gobierno vasco -todavía una
Dentro del proceso que llevó después a la forma-      quimera- cuando extendiera su jurisdicción “a
ción de la autonomía vasca la influencia del PNV      las cuatro regiones vascas”.
creció según avanzaba el proceso, hasta resultar
decisiva.                                             Por aquellos días el terrorismo provocaba un
                                                      momento dramático para el centro derecha, con
En la fase preautonómica el PNV no logró todos        Javier Ybarra secuestrado. Su asesinato se cono-
sus objetivos debido a dos circunstancias: la ro-     ció cuando estaba reunida la Asamblea de Par-
tunda negativa de la UCD de Navarra, mayorita-        lamentarios. En este contexto, para UCD no era
ria en esta provincia, a la integración en Euskadi;   posible una vía diferente a la que impulsaba el
y el intento socialista de protagonizar el proceso    PNV. Se incorporó tras la escenificación naciona-
preautonómico, en lo que contó con la colabora-       lista que incluyó una visita al lehendakari Leizao-
ción de UCD.                                          la, en San Juan de Luz, un reconocimiento de le-
                                                      gitimidad distinta al camino que impulsaba UCD.
Los partidos antifranquistas compartían el con-
                                                      En su actitud influyeron su imagen de división
cepto nacionalista de que Navarra formaba par-
                                                      en el País Vasco, la dificultad de una vía foralis-
te de Euskadi y debía integrarse en la autonomía
                                                      ta alavesa al margen del proyecto de Euskadi, de
vasca. Cuando se constituyó, la UCD guipuzcoana
                                                      adhesión masiva, y la necesidad de apoyos para
compartía tal planteamiento. Verosímilmente, el
                                                      la descentralización. La UCD navarra, con la ma-
principal líder de la UCD vizcaína, próximo al na-
                                                      yoría de los parlamentarios en esa provincia, se
cionalismo, tenía la misma visión, mientras que
                                                      negó a participar. De grado o por su incapacidad
la de Álava, que insistía en los rasgos forales de
                                                      de imponerse a los enclaves locales, la dirección
la provincia, no era rotunda al respecto. Su diri-
                                                      nacional de UCD permitió que Navarra siguiese
gente, Jesús Viana, el principal representante de
                                                      un camino propio, una línea que recibió el recha-
Suárez en el País Vasco, intentó con dificultades
                                                      zo contundente del terrorismo. Sólo concedió al
que la UCD del País Vasco asumiese unos mismos
                                                      nacionalismo una vía para integrar Navarra en la
criterios.
                                                      autonomía vasca, previo referéndum.
El primer síntoma del protagonismo del PNV y
                                                      Al planificarse la preautonomía se produjo una
de las dificultades que se planteaban en esta
                                                      circunstancia peculiar. La cuestión de las compe-
cuestión se produjo al constituirse la Asamblea
                                                      tencias que tendría el País Vasco preautonómico
de Parlamentarios Vascos, tras las elecciones
                                                      quedó en segundo plano, para centrarse el de-
de junio del 77. La convocó el Partido Naciona-
                                                      bate en cuestiones de otro tipo, sobre todo en la
lista, se reunió junto al árbol de Gernika y, se-
                                                      de Navarra. El texto preautonómico lo aprobó en
ñaló la prensa, no acudieron los parlamentarios
                                                      diciembre de 1977 la Asamblea de Parlamenta-
“centristas” de Navarra; tampoco asistieron AP
                                                      rios Vascos con la abstención de la UCD alavesa
y Euskadiko Eskerra, pero a estas ausencias se
                                                      -por la falta de acuerdo con los centristas nava-
le dio menos importancia. La inasistencia de la
                                                      rros- y la aprobación de la vizcaína: “¡ojalá que
UCD navarra significaba una fisura de calado,
                                                      el Gobierno valore esta conquista política!” 37, en
pues argumentaba que “Navarra no es Euska-
                                                      palabras de Echevarria Gangoiti. En el País Vasco
di”. Implicaba a seis de los nueve parlamentarios
                                                      UCD no tenía unidad política. Tampoco llegó a
navarros (tres diputados y tres senadores). A lo
                                                      buen puerto la propuesta de la UCD alavesa de
que pasó con los centristas de las otras provin-
cias no se le dio similar relevancia, pero indicaba
algún problema. La UCD de Álava no asistió (tres
diputados y un senador), pero sí los dos centris-
tas por Vizcaya (un senador y un diputado). Su
presencia evitó la imagen que hubiese reducido
                                                      37
                                                        “La Asamblea de Parlamentarios no cede ni un ápi-
                                                      ce”, Diario Vasco, 18 de diciembre de 1977.

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                                                                                   Manuel Montero García

un referéndum para que Álava se integrase en el          dad de actuar como árbitro entre uno y otro, lo
Consejo General Vasco38.                                 que compensaría su debilidad en el País Vasco.

En esta fase tuvo interés la formación del Con-          La iniciativa fue un fracaso. El CGV no tuvo el pa-
sejo General Vasco, el órgano preautonómico              pel que se había supuesto. El factor decisivo: el
que debería preparar el acceso a la autonomía39.         PNV decidió relegarlo. El PSOE no protagonizó la
Hubo dos cuestiones conflictivas. El primero se          política autonomista, que seguiría en manos del
refería a su composición, pues al establecerse           nacionalismo. Los socialistas entendieron des-
una representación provincial paritaria, el PSOE         pués que su apuesta fue un error.
tenía un consejero más que el PNV, pese a repre-
sentar 6.000 votos menos. El PNV exigió que el                “No haber cedido generosamente al PNV la
PSOE cediese un puesto a un independiente, con                presidencia y la Consejería del Interior del
lo que quedarían igualados. “Y el PSOE, natural-              CGV […] fue una equivocación de nosotros,
mente cedió”40: la conclusión periodística resu-              los socialistas vascos, desde una perspecti-
mía bien actitudes y relaciones de fuerza.                    va de la normalización política de Euskadi, al
                                                              mismo tiempo que un desgaste importante
Tuvo mayores consecuencias la elección del so-                para el partido”42.
cialista Rubial como presidente del CGV, en la
que el PSOE aceptó los votos de UCD, previo              En su análisis a posteriori, esta decisión desplazó
acuerdo o sin él, pero en este caso con una alian-       al PNV de las responsabilidades de gobierno, lle-
za tácita. El PNV lo interpretó como una ruptura         vó a que sostuviese todavía la mayor legitimidad
de su coalición autonomista con el PSOE y el co-         del Gobierno vasco en el exilio y se radicalizase
mienzo del frentismo.                                    “negándose posteriormente a votar a favor de
                                                         la Constitución, desentendiéndose del proceso
     “Estamos seguros de que existe ese pacto            de consolidación de la democracia en España”.
     -aseguraba un diputado nacionalista-. Ello          El PNV se alejó de la preautonomía. En palabras
     supone una política de bipartidismo que             de Arzalluz, “no dimos apenas valor al tinglado
     tiende a eliminar a los partidos minoritarios       preautonómico que instauraron con el llamado
     y concretamente a los nacionalistas”.               Consejo General Vasco”43. Tenía razón al sugerir
                                                         que sin el protagonismo del PNV la institución
Y lo entendía como una suerte de agresión “Para          era papel mojado.
la autonomía de Euskadi puede ser grave que los
hilos se muevan desde Madrid”41. El PNV veía pe-         4. LA ELABORACIÓN DEL ESTATUTO DE AU-
ligrar su protagonismo.                                  TONOMÍA

El acontecimiento implicaba grandes novedades.           La tramitación estatutaria dependería ya del
Por vez primera, en el desarrollo autonómico de-         juego de partidos sin compromisos previos. El
jaban de contar sólo los antifranquistas e inter-        PNV impulsó el Estatuto en la Asamblea de Par-
venían no nacionalistas tachados de herederos            lamentarios, al margen del CGV. En ella consiguió
del franquismo. El PNV entendió que se rompían           por lo común el apoyo de UCD, que mostró una
compromisos políticos. Desapareció la posibili-          inclinación autonomista que sorprendió al PNV
dad de una colaboración trasversal.                      e interpretó como cesión a su fuerza. Optó por
                                                         reivindicaciones máximas, con vistas a tener
Los socialistas creyeron que la presidencia del          margen de cesión en una negociación posterior.
CGV les iba a dar el protagonismo político. Para         Diversas circunstancias hicieron que su política
UCD, sería la ocasión de encontrar un interlocu-         tuviera éxito.
tor distinto al PNV. Pensó también en la posibili-
                                                         De entrada, el PSOE no estuvo dispuesto a ceder
38
   “UCD de Álava, partidaria del referéndum”, Diario     ante el PNV en rotundidad autonómica, lo que
Vasco, 2 de febrero de 1978.                             creaba una especie de frente nacionalista ma-
39
    Una descripción del proceso en López de Juan         yoritario. Y la UCD mostró dos sensibilidades, el
Abad, José Manuel, La autonomía vasca. Crónica del
                                                         foralismo alavés y la proximidad al nacionalismo
comienzo. El Consejo General del País Vasco, San Se-
bastián, Txertoa, 1998.
40
   “El PNV amenazó con tirar la toalla”, La Gaceta del   42
                                                            Benegas, José María, “Euskadi y su futuro”, El País,
Norte, 12 de febrero de 1978.                            23 de octubre de 1979.
41
   “El día 17, plazo máximo para la constitución del     43
                                                            Arzalluz, Xabier, Así fue, Tres Cantos, FOCA, 2005,
Consejo General Vasco”, El País, 8 de febrero de 1978.   p. 160.

32                                                               © Historia Actual Online, 55 (2), 2021: 23-36
Manuel Montero García                                                                                  

de sus diputados vizcaínos; en algún momento          cionalismo y la inminente disolución de las Cor-
quiso además transmitir los criterios del Gobier-     tes, a producirse tras la sanción real de la Consti-
no. Pues bien: se advirtió que el foralismo no te-    tución. Se sobreentendía que tenía que estar ya
nía sitio en el nuevo proyecto político, pero que     elaborado el proyecto, para abordarlo al empe-
el provincialismo por el que optaba el PNV fren-      zar la siguiente legislatura.
te al PSOE le daba algún cobijo. Según avanzó el
Estatuto, la UCD optó por los criterios del PNV,      La semana siguiente al referéndum constitucio-
incluso frente a los análisis nacionales que reali-   nal se comprobó la sintonía entre PNV y UCD, al
zaba el partido de Suárez.                            tiempo que se producía una ruptura con el PSOE,
                                                      que llegó a abandonar la comisión estatutaria.
Pese a su importancia en el diseño del Estado de      No discrepaba sobre el nivel de competencias
las autonomías, la elaboración del Estatuto se        sino por el modelo organizativo de la Comuni-
planteó como una cuestión local, en la que los        dad Autónoma. Prefería priorizar Parlamento y
partidos no nacionalistas no siguieron directrices    Gobierno Vasco frente a Juntas Generales y Di-
nacionales. Reinaba la idea de que las negocia-       putaciones Forales, el esquema provincialista del
ciones posteriores corregirían el texto. Se diseñó    PNV que servía como lugar de encuentro entre
un proyecto con un nivel de competencias muy          este partido y la UCD.
alto, desarrollándose la idea de que así sería
posible apaciguar al terrorismo. Si el PNV había      No obstante, se produjo también una discrepan-
pensado en un proyecto elaborado por una ma-          cia transitoria de UCD. Por la parte centrista, el
yoría de parlamentarios vascos, quedó reforzado       proyecto lo había gestionado Echevarria Gangoi-
al lograr un amplio consenso, que desbordaría         ti, próximo al nacionalismo, y hacia mediados de
las previsiones. Las ulteriores negociaciones no      diciembre Viana le llegaba a desautorizar. “No es
se plantearían como la confrontación de pro-          un texto de UCD, ni siquiera un texto con el que
puestas de partidos, sino sobre la imagen de          UCD se solidarice”. Aseguraba que lo veía “como
que el proyecto expresaba la voluntad general         un documento de trabajo”. Sin criterios comunes
del País Vasco, salvo la de quienes apoyaban la       nítidos, saltaban las contradicciones centristas.
violencia.
                                                      La posición de la UCD comenzaba a ser insos-
La elaboración del proyecto estatutario comenzó       tenible. Su presidente en el País Vasco, Ricardo
en plena campaña del referéndum constitucio-          Echanove, declaraba que “si de alguna forma
nal. El 26 de noviembre de 1978 se presentaban        su partido no acepta las decisiones de la UCD
doce borradores, que en realidad eran declara-        vasca defraudaría a sus propios electores”. UCD
ciones de intenciones. El PNV decía resumir “las      abandonó sus reticencias, imaginando que los
reivindicaciones vascas”, pues desde su punto de      problemas se resolverían en las negociaciones
vista tales propuestas eran las de todo el pue-       posteriores. En su cambio de opinión influiría la
blo vasco. El PSE ponía como meta, también, un        inminente disolución de las Cortes y la necesidad
alto nivel de autogobierno. Ambos entendían la        gubernamental de cerrar el proyecto antes, so
apuesta estatutaria como una tensión con el Go-       pena de incrementar las tensiones en el periodo
bierno. El proyecto de UCD, muy escueto, pro-         electoral.
ponía desarrollar al máximo la personalidad de
                                                      A fines de diciembre se resolvió la cuestión. El
las provincias, perspectiva foralista que caería
                                                      PSE volvió al consenso estatutario alegando que
en desuso pero que propició su acercamiento al
                                                      el Estatuto recogía los derechos y deberes de los
PNV.
                                                      ciudadanos vascos, que era lo fundamental. La
El proyecto fue elaborado en menos de un mes,         UCD argumentó que su principal discrepancia
en el que influyeron las tensiones derivadas de       era la disposición adicional que se refería a los
la abstención del PNV en el referéndum sobre          derechos históricos, pero que este añadido no
la Constitución. Su retracción no le restó apoyos     formaba parte del texto, con el que estaba de
constitucionalistas. Tuvo el efecto inverso, el de    acuerdo.
robustecerle de cara a la confección de la auto-
                                                      El consenso cerró filas en torno a los plantea-
nomía.
                                                      mientos del PNV, con una especie de imperativo
Influyeron otros factores: la pugna entre PNV y       colectivo según el cual sólo así podría hacerse
PSOE por el protagonismo autonomista, el deseo        frente al acoso terrorista.
gubernamental de reducir la tensión con el na-

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