Las secuelas de la desaparición forzada y del ocultamiento: una investigación cualitativa con familias en Paine, Chile
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34 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA Las secuelas de la desaparición forzada y del ocultamiento: una investigación cualitativa con familias en Paine, Chile Nicolás Morales-Sáez1,2 y Joel Espina-Sandoval3 genéticos, junto a otros cinco reconocidos Puntos de interés clave a partir de evidencia arqueológica forense. • La experiencia en primera persona Nuestro objetivo principal es dar cuenta de de los familiares de los desaparecidos las secuelas de la desaparición forzada y de la permite dar cuenta de la dimensión operación de ocultamiento de los cuerpos en subjetiva y colectiva de la identificación tres generaciones de familiares de detenidos forense. desaparecidos. • Las relaciones intergeneracionales son Métodos: Investigación cualitativa, basada claves para estudiar el impacto de la en un estudio de caso realizado entre 2014 y desaparición forzada. 2015, con un total de 19 entrevistados de tres • El ocultamiento contribuye a com- generaciones, pertenecientes a seis familias de prender los efectos intergeneraciona- Paine. Se realizaron entrevistas semi-estruc- les a largo plazo de la represión política. turadas, de dos a tres sesiones por entrevis- tado y tres grupos de discusión, uno por cada generación. Resultados: Existen diferencias en el modo Resumen que las tres generaciones enfrentan la desa- Introducción: La desaparición forzada de parición y atribuyen significados a los restos campesinos en la comuna de Paine, Chile, se óseos. Mientras que en la primera generación remonta a los primeros meses tras el golpe resalta el “deber de reconocer”, en la segunda de Estado en 1973. Hace diez años, una in- generación destaca el silencio y en la tercera vestigación judicial reveló la ubicación de una generación, los procesos de duelo colectivo. fosa común que permitió la identificación de En las experiencias de diálogo intergeneracio- T O R T U R E Vo l um e 3 1 , N um be r 2 , 2 0 2 1 once detenidos desaparecidos por métodos nal los espacios de memoria han cobrado pro- tagonismo. Por último, uno de los resultados 1) Medical Anthropology Research Center, relevantes de esta investigación ha sido dar Universitat Rovira i Virgili, Avinguda Catalunya, cuenta de la experiencia social de la identifi- 35, 43002, Tarragona, Cataluña, España. cación forense. 2) Hospital San Luis de Buin-Paine, Arturo Prat Conclusiones: La desaparición forzada y la 250, Buin, Chile. Correspondece a: nicolasmoraless@gmail.com operación de ocultamiento conjugan efectos 3) Ministerio de Salud, Mac Iver 541, Santiago, transgeneracionales, entre los cuales destacan Chile. el vacío de representación, los silencios y la Correspondence a: espinajoel@gmail.com https://doi.org/10.7146/torture.v31i2.121224 International Rehabilitation Council for Torture Victims. All rights reserved.
35 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA instalación de la duda sobre la certeza de la La investigación busca comprender la ex- muerte. La tercera generación cuestiona los si- periencia de los familiares en los procesos de lencios de sus predecesores y crea las condi- identificación de restos óseos, llevados a cabo ciones para el diálogo intergeneracional que a partir del hallazgo de una fosa común en la se expresa notablemente en los rituales con- cual se lograron identificar a 11 personas. Ellos memorativos colectivos. La ciencia, a través pertenecen a un universo de 70 hombres de- del ADN, ofrece la evidencia estadística de la tenidos, ejecutados y desaparecidos entre sep- identificación, pero se mantiene la decisión tiembre y noviembre de 1973 en la comuna en el fuero individual de cada miembro de de Paine (Tabla 1). La localización de la fosa, la familia. distante a más de 140 km del lugar de de- tención, corresponde a una etapa significativa Palabras clave: Desaparición forzada, restos dentro de un largo y extenuante camino de óseos, exhumaciones, genética forense, rela- búsqueda, denuncias y diligencias judiciales. ciones intergeneracionales, Chile. Si bien los familiares han participado en cada uno de los procedimientos judiciales relativos Introducción al Caso Paine, la percepción global es que han Esta investigación surge de un espacio clínico padecido la falta de planificación en las peri- -una unidad externa en un hospital público- cias médico-legales. El acompañamiento reci- dedicado a la atención de personas que han bido por parte de los profesionales de diversas sido reconocidas como víctimas de viola- instituciones públicas y ONGs ha sido más ciones a los Derechos Humanos por las co- afectivo que técnico. Uno de los factores aso- misiones de verdad en Chile.1 Este espacio ciados a esta falta de planificación, ha sido la se denomina PRAIS, acrónimo de Programa revelación tardía de errores en el proceso de de Reparación y Atención Integral en Salud identificación de las personas desaparecidas, y Derechos Humanos, y se implementa en luego de la exhumación de la fosa común del todos los Servicios de Salud del país. El Patio 29 del Cementerio General entre 1993 “PRAIS Sur” es el equipo correspondiente y 2002 (Bustamante y Ruderer, 2009). del Servicio de Salud Metropolitano Sur. Este El trabajo forense en Chile3 ha permitido abarca once comunas del Área Sur de San- la identificación de un grupo de detenidos de- tiago, incluyendo a Paine. Los autores, que saparecidos a partir de evidencias biológicas formaron parte de este equipo, acompañaron a los familiares de los detenidos desaparecidos de Paine en diferentes etapas vinculadas a la Miguel, Santiago. La información sistematizada causa judicial conocida como Caso Paine.2 por el Instituto Nacional de Derechos Humanos T OR TU RE Vol u me 31 , N um b er 2 , 20 2 1 se encuentra disponible en http://www.indh.cl/ 3 Para una revisión de los principales antecedentes del trabajo de la antropología y la arqueología 1 El proyecto de Investigación “Efectos del forenses en la investigación de crímenes de lesa proceso de reconocimiento de restos óseos e humanidad en Chile, véase Padilla (1995); Jensen identificación de Detenidos Desaparecidos en la y Cáceres (1995); Madariaga y Brinkmann subjetividad de sus familiares en una comunidad (2007); Padilla y Reveco (2006); Cáceres (2011); rural. El caso de Paine.” Recibió financiamiento Garrido e Intriago (2012); Intriago, Stockins de FONIS-CONICYT (SA13I20075). y Garrido (2015); Intriago, Uribe y Garrido 2 Caso Paine, es el nombre del proceso judicial (2020). Para una aproximación crítica véase Causa Rol Nº4-2002, iniciado en 2002 y Wyndham y Read (2010); Rosenblatt (2015); y radicado en la Corte de Apelaciones de San Wagner y Rosenblatt (2017).
36 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA Tabla 1. Detenidos desaparecidos y ejecutados políticos en Chile y proceso de identifi- cación. Detenidos Ejecutados Total Detenidos Desapare- Fuente Desaparecidos Políticos cidos identificados* (DD) Rettig, CNRR, Chile 1109 2118 3337 176 Valech 2, SML Patio 29 126 - 126 762 SML Paine 36 34 70 113 INDH Paine & Rettig, SML, 11 1 12 34 Patio 29 INDH Elaboración propia. Fuentes: CNRR (Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, 1996); INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos, 2016); Rettig (Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, 1991); SML (Servicio Médico Legal, 2021); Valech 2 (Comisión Asesora Presidencial para la Calificación de Detenidos Desaparecidos, Ejecutados Políticos y Víctimas de Prisión, Política y Tortura, 2011) 1) Información corresponde a DD identificados en Chile, otros 9 DD han sido identificados en Argentina por el EAAF. 2) Incluye tres personas identificadas no calificadas por comisiones de verdad. 3) Otros 5 DD fueron identificados a partir de evidencia cultural (Corte de San Miguel, 2019) 4) De los 5 DD identificados por evidencia cultural citados en la nota precedente, 2 de ellos forman parte también de los casos ligados al Patio 29. (restos óseos) y culturales (vestigios cultura- duelo, los efectos transgeneracionales y la de- les)4 en los últimos años (Tabla 1). En este safiliación social de las familias; pero en este trabajo presentamos un resumen de nuestra artículo sólo nos centraremos en el segundo. investigación, dando prioridad a las principales En años recientes se ha puesto el foco consecuencias de la desaparición forzada y el sobre el nuevo “giro” en el campo de los dere- ocultamiento vividas por las familias, y po- chos humanos y la justicia transicional: el giro niendo énfasis en los efectos transgeneraciona- forense en la investigación sobre genocidios les. Cabe señalar que en el estudio abordamos y crímenes de lesa humanidad.5 Siguiendo T O R T U R E Vo l um e 3 1 , N um be r 2 , 2 0 2 1 tres objetivos específicos: la elaboración del 5 A partir del programa internacional de investigación comparada “Corpses of mass 4 Los vestigios culturales corresponden a la violence and genocide” dirigido por E. Anstett y recuperación en el trabajo arqueológico forense J. Dreyfus cuya primera conferencia se realizó en de objetos personales o fragmentos de estos. Una 2013, una serie de publicaciones se encuentra en descripción de fragmentos textiles encontrados Manchester University Press bajo el nombre de en la fosa común exhumada en el Fundo Los Human Remains and Violence, entre ellas Anstett Quillayes, se puede encontrar en Intriago, y Dreyfus (2015). Además, un número especial Stockins y Garrido (2015). de la revista homónima, editado por P. Colombo,
37 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA a Wagner y Kešetović (2016), nos interesa generaciones de paininos a través de rayados abordar la experiencia social, al mismo tiempo callejeros, charlas educativas, espacios de con- subjetiva y colectiva, de los familiares de de- memoración públicos y proyectos de vivienda tenidos desaparecidos confrontados a las evi- social. El llamado a la reconciliación “nacio- dencias forenses. nal” se ha opuesto a la búsqueda de verdad y La comuna de Paine está ubicada a 42 la demanda de justicia desde los primeros años kilómetros al sur de Santiago y hasta el día de la transición política (García-Castro, 2011; de hoy mantiene su carácter rural. La mayoría Lira y Loveman, 2005; Padilla, 1990). El paso de los setenta hombres ejecutados y desapa- de los años ha sedimentado la desesperanza y recidos en dictadura eran campesinos que la desconfianza frente a la justicia pendiente. habían participado del proceso de Reforma Un fenómeno asociado ha sido la denominada Agraria en los largos años sesenta (Maillard impunidad biológica, en la cual se constata el y Ochoa, 2014; Weitzel, 2001). La concien- fallecimiento sin sanción penal de los perpet- cia política del movimiento campesino en radores y los cómplices, en los que incluimos Paine estuvo ligada a los procesos de sindi- a civiles y militares, así como la muerte de calización, la formación de asentamientos y madres y esposas de los detenidos desapareci- a la toma de tierras6. La represión específica dos que no vieron resarcidas sus vidas de lucha sobre el mundo campesino implicó no sólo el (Contreras, 2013; Torres, 2104). Tan solo a exterminio de los principales actores políti- fines de 2019 se dictó la sentencia del Caso cos locales de la Reforma Agraria, sino un Paine donde fueron condenados 13 miembros proceso de transformación radical de recon- del Ejército y Carabineros en retiro y un civil centración de la tierra en grandes propietarios (Corte de San Miguel, 2019). que se conoce como Contrarreforma Agraria, vinculado a las transformaciones legales intro- Desaparición forzada y ocultamiento ducidas por la dictadura chilena (Comisión La desaparición forzada de personas con- Nacional de Verdad y Reconciliación, 1990; stituye una práctica genocida empleada por las Verdugo, 1990; Villela, 2019).7 dictaduras sudamericanas (Argentina, Bolivia, Las memorias de la violencia forman Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay), entre otros parte de la sociabilidad cotidiana de varias delitos calificados como crímenes de lesa hu- manidad por el Estatuto de Roma (Feierstein, 2014). Si bien, el debate sobre el concepto de genocidio ha tenido un desarrollo mucho se aboca al giro forense en América Latina menor en Chile que en Argentina (Robben, (Colombo, 2016). 6 La “Federación de Asentamientos Área Sur” fue 2012),8 la interpelación al conjunto de la so- T OR TU RE Vol u me 31 , N um b er 2 , 20 2 1 una federación campesina que no discriminaba ciedad (civiles y militares, colaboradores y por afiliación partidaria. Incluía las siguientes cómplices) moviliza una serie de reflexiones Federaciones Sindicales: “Nuevo Horizonte” de Paine, “Estrella” de Buin y la “Sargento sobre los procesos de duelo que escapan a la Candelaria” de la Provincia de Santiago (Peña, 1973). 7 El Decreto-Ley 208, publicado en diciembre de 1973, anula la Ley de Reforma Agraria. El 8 Una de las pocas referencias al término genocidio modo de trabajo colectivo del asentamiento se en el caso chileno se encuentra en la publicación transforma en la pequeña propiedad familiar y del economista Andre Gunder Frank en formato la dependencia del trabajo asalariado (Villela, epistolar dirigida a los ideólogos de la Escuela de 2019). Chicago (Frank, 1976).
38 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA dimensión estrictamente individual (Robben, cremándolos al interior de regimientos o re- 2014). En este sentido, como enseña el caso de cintos privados (Cáceres, 2015). Paine, las secuelas de la desaparición forzada En las detenciones del pueblo de Paine y en diversos asentamientos campesinos revelan en los asentamientos “24 de Abril”, “Nuevo un conjunto de silencios que han operado a Sendero” y “El Tránsito”, todas realizadas la múltiples niveles. Estos silencios dan cuenta madrugada del 16 de octubre de 1973,9 el de procesos de ocultación de los cadáveres de destino del secuestro pudo ser reconstruido las personas desaparecidas; de encubrimiento luego del testimonio de algunos de los proce- de los crímenes por perpetradores tanto civiles sados en la causa judicial. La localización de como militares a través de pactos de silencio la fosa común, circunscrita por las referen- institucionales; de rumores y estigmas sociales cias aportadas a pesar de ciertas informaciones sobre las familias en duelo; y de silencios famil- equívocas, fue realizada gracias al hallazgo de iares que operan sobre todo en las relaciones una pieza ósea y de un zapato de cuero en el transgeneracionales. año 2007 (Corte de San Miguel, 2019). El El modus operandi de la desaparición lugar de la fosa se ubica en el sector norte forzada adquirió características comunes al del Lago Rapel, en la quebrada Los Arraya- menos para los casos de Chile, Argentina y nes, Fundo Los Quillayes (Intriago, Stockins Uruguay, en los cuales se configura un carácter y Garrido, 2015). Como consecuencia del selectivo de secuestros y asesinatos y un par- proceso que hemos descrito bajo la noción de ticular tratamiento de los cadáveres de las víc- ocultamiento (concealment), el análisis forense timas de crímenes masivos (Anstett, 2017, pp. permitió recuperar sólo “1175 elementos 41-42). De acuerdo con Anstett, la noción de óseos y 127 elementos dentales, desarticula- ocultamiento (concealment), sintetiza dos ac- dos, mezclados y erosionados, que, de acuerdo ciones relevantes: la apropiación de cadá- a los análisis antropológicos, odontológicos y veres y el encubrimiento de los crímenes. genéticos, representan al menos a trece per- En el caso chileno, el ocultamiento (conceal- sonas” (Corte de San Miguel, 2019). Dentro ment) se configuró mediante el despliegue de las pericias antropológicas se concluyó que de la operación denominada Retiro de Televi- “49 elementos presentan fracturas compati- sores en 1978 (Cáceres, 2015). Este tipo de bles con trauma peri mortem, provocado por operaciones militares requirieron del “apoyo proyectiles de arma de fuego, pues presentan logístico de instituciones notoriamente orga- fracturas radiales, concéntricas y biseles que nizadas y equipadas, como el ejército (para el indican orificios de entrada o salida” (Corte de uso de telecomunicaciones, medios de trans- San Miguel, 2019). En muchos casos, el análi- porte, secuestro de las víctimas y tratamiento sis genético implicaba la destrucción del frag- T O R T U R E Vo l um e 3 1 , N um be r 2 , 2 0 2 1 de los cadáveres), junto con un uso riguroso mento óseo. Finalmente, en los años 2010 y del secreto” (Anstett, 2017, p. 43). “Retiro 2011, por identificación de ADN de los restos de Televisores” fue, precisamente, un código óseos se confirmó la identidad de 11 deteni- cifrado (“el Criptograma A-1”) enviado desde la Comandancia en Jefe del Ejército a todas las reparticiones militares para señalar la orden de exhumar y eliminar cualquier rastro de los 9 Con la excepción de 2 detenciones los días cuerpos de los desaparecidos previamente in- previos, los días 8 y 10 de octubre y que humados, ya sea lanzándolos al mar, o bien formaron parte de los represaliados en Los Quillayes.
39 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA dos desaparecidos,10 y otros 5 fueron identifi- comunes permitieron “ocultar masacres, de- cados por evidencia cultural.11 struir evidencia incriminatoria, prevenir el sur- La fragmentación de los cuerpos de los de- gimiento de mártires, y denegar a los familiares saparecidos, la imposibilidad de reconstruc- deudos su duelo y su muerto para realizar los ción de las osamentas, el desplazamiento ritos funerarios apropiados” (Robben, 2015, del sitio de ejecución a un lugar despoblado p. 57, traducción personal). a más de cien kilómetros de donde ocurre la detención y la serie de operaciones mili- Metodología12 tares destinadas al encubrimiento dan cuenta, El diseño cualitativo siguió la estructura de todas ellas, de objetivos que buscan transfor- un estudio de caso. Desde el inicio de la in- mar tanto el territorio físico como el sim- vestigación gracias a la colaboración de la bólico. Achille Mbembe (2011) describe que Agrupación de Familiares de Detenidos De- “el espacio era... la materia prima de la so- saparecidos y Ejecutados de Paine (AFDD- beranía y la violencia que acarrea” (p.43). El Paine) y de la Corporación Memorial Paine poder soberano, que Mbembe describe como convocamos la participación de los familiares necropoder, opera sobre la vida y la muerte, de detenidos desaparecidos. Se empleó un y territorializa nuevas relaciones espaciales. muestreo teórico que permitió asegurar tanto En los casos chileno y argentino Antonius la heterogeneidad de los participantes (que Robben, también observa que: no necesariamente eran integrantes activos de la agrupación), como la representación Los tres principales significados simbólicos de tipológica de algunas categorías concordantes las fosas comunes y las inhumaciones anónimas con los objetivos. Para la tipología muestral, reflejan los objetivos Clausewitzianos de los se partió de la premisa de que cada familia militares chilenos y argentinos: la aniquilación comprende un conjunto de individuos que de la insurgencia y de la izquierda política, la sostienen relaciones de consanguinidad o reconquista del territorio nacional y la incapac- alianza con el sujeto desaparecido. Dado que itación de la agencia política (Robben, 2015, en el caso de Paine todos los detenidos de- p. 57, traducción personal). saparecidos son hombres, las relaciones de parentesco fueron representadas a través de A esta dimensión territorial de las fosas, las siguientes categorías: en el campo de la soberanía y el necropoder, se articula la dimensión simbólica de la im- • Esposa: generación 1 punidad de los perpetradores y la imposibili- • Hijo o Hija: generación 2 dad de realizar ritos funerarios. Así, las fosas • Nieto o Nieta: generación 3 T OR TU RE Vol u me 31 , N um b er 2 , 20 2 1 En el diseño se delimitó la participación de 10 Los análisis genéticos fueron realizados en el un entrevistado de al menos tres generaciones Instituto de Medicina Forense de la Universidad Médica de Innsbruck (Austria) (Cáceres, 2011). 11 Dentro de los objetos personales informados en el peritaje forense destacan la presencia de un 12 Agradecemos a los ayudantes de investigación anillo de compromiso, unos anteojos, y “318 Jorge Fischer y Javier Castro por su entusiasta fragmentos textiles, 120 botones, deslizadores de colaboración en la preparación, registro y cierres y remaches metálicos y 6 armadores de posterior transcripción de entrevistas y grupos de cuello de camisa” (Corte de San Miguel, 2019). discusión.
40 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA Tabla 2. Entrevistados en el diseño muestral según generación y proceso de identificación. Generación 1 Generación 2 Generación 3 Familiar Esposa (78) Luisa (hija, 48) Nieto (34) identificado María (esposa, 56)* Hija (42) Nieta (27) Hija (68) Carmen (nieta, 24) Julia (hija, 56) Familiar no Esposa (72) José (hijo, 43) Nieta (32) identificado Esposa (70) Hija (42) Nieta (23) Hijo (63) Hermanas (55 y 62) Nieto (20) 1) María tenía 15 años al momento de la detención y además es hija de un detenido desaparecido. por familia. Además del criterio generacional, la de prensa sobre exhumaciones y proceso de tipología buscó dar cuenta del impacto de una identificación genética. Los participantes fir- identificación forense de modo intencionado. maron un consentimiento informado, con la Se seleccionaron 3 familias que recibieron la mediación de un observador (ministro de fe) confirmación del proceso de identificación por designado por el director del Hospital Barros parte de la Unidad Especial de Identificación Luco, en un protocolo aprobado previamente Forense del Servicio Médico Legal y de 3 fa- por el Comité de Ética del Servicio de Salud milias donde este proceso no se ha concluido. Metropolitano Sur. En cada familia se solicitó a un miembro de la La fase de recolección de información primera generación que sugiriera y facilitara el contempló la realización de 18 entrevistas contacto con los miembros de las otras genera- semi-estructuradas (nótese que en una en- ciones. El tamaño de la muestra resultante cor- trevista participaron dos hermanas), graba- respondió a 6 familias y se entrevistaron a 19 das y transcritas. Cada entrevista se realizó personas: 4 hombres y 15 mujeres. La confor- en dos a tres sesiones con un promedio de 60 mación de la muestra se resume en la Tabla 2, minutos por cada sesión. Las entrevistas se lle- donde se indica el género, la relación de par- varon a cabo entre los meses de abril de 2014 entesco, la edad (para el año 2014 cuando se y mayo de 2015. Los entrevistadores fueron realizan las entrevistas), y en algunos casos un los propios investigadores, quienes por sep- nombre ficticio para la localización de los en- arado contaron con un ayudante de investi- trevistados cuando sean citados en las viñetas. gación. En una fase posterior, se realizaron T O R T U R E Vo l um e 3 1 , N um be r 2 , 2 0 2 1 En la primera etapa del proyecto se realizó tres grupos de discusión (divididos por cada una recolección y sistematización de docu- generación) con el fin de abordar el objetivo mentos de archivo,13 así como una revisión relativo a la desafiliación social de las famil- ias. Los grupos de discusión se realizaron entre febrero y julio de 2015. El análisis de la información se realizó a 13 Entre las fuentes consultadas se encuentran el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y través de una codificación de los datos a partir Reconciliación y documentación de la Fundación de los bloques temáticos de acuerdo a los ob- de Documentación y Archivo de la Vicaría de la jetivos de investigación. La codificación y siste- Solidaridad (FUNVISOL).
41 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA matización de los datos se realizó de forma en su conjunto, reivindicando la posición asistida a través un programa de análisis cuali- política de ser familiar de un desaparecido y tativo (MAXqda). La triangulación de los datos con el tiempo su presencia se torna perma- se realizó entre las entrevistas y los grupos de nente (García-Castro, 2011). Alojada en una discusión, junto a las notas e informes. Además, fotografía de pequeño formato prendida con se realizaron cuatro sesiones de una “mesa un alfiler a la altura del pecho, se convierte técnica” compuesta por los representantes de en un significante de la persona desaparecida, la AFDD-Paine, representantes de la AFDD aquel sujeto histórico que ya no está (Orrego, de Santiago, otros familiares de detenidos de- 2013). La función simbólica de la consigna se saparecidos y representantes de la Agrupación ha sostenido en la interrogante sin respuesta. “Mártires de Paine”, cuyos miembros son hijos Aun cuando se han develado verdades par- o nietos de detenidos desaparecidos. La mesa ciales sobre el ocultamiento y la fragmen- técnica tuvo por objetivo contrastar la inves- tación de los cuerpos, se sigue preguntado tigación, sus avances y resultados con la voz por ¿dónde están las personas más allá de crítica de la población estudiada a través de los desaparecidos?, ¿dónde están los sujetos sus representantes. En esta publicación fueron políticos que desafiaron cambiar el mundo? aplicados los criterios SRQR (O’Brien, Harris, Para Carmen, cuando aún no conocía la his- Beckman, Reed y Cook, 2014). toria tras la pancarta, recuerda que al crear el mosaico del Memorial de Paine,14 se propus- Resultados ieron reproducir la fotografía, reflexionando La presentación de resultados ha sido or- “que es lo único que nosotros tangiblemente ganizada en cinco secciones interconectadas hemos visto de nuestro abuelo”, escribiendo a donde emergen las voces de algunos de los su alrededor “tu rostro nos da fuerza”. participantes. En las primeras tres secciones Las tres generaciones con las que hemos se ilustra el modo en que las secuelas de la realizado la investigación enfrentan de modo desaparición y del ocultamiento (conceal- disímil la consigna del ¿dónde están? La ment) afectan a cada una de las tres genera- primera generación se enfrenta al dilema de ciones respecto a la búsqueda, el significado una muerte sin cuerpo, sin la posibilidad de atribuido a los restos óseos y el proceso de realizar los ritos funerarios (Catela, 1998). reconocimiento. En las últimas dos secciones Además, esta generación ha vivido constreñida se sintetizan las reflexiones sobre el diálogo por el despojo de las redes colectivas de pro- intergeneracional y la experiencia social de la tección y de sustento, es decir, la desposesión identificación forense. de tierras en la contrarreforma agraria, así como las prácticas sociales de estigmatización T OR TU RE Vol u me 31 , N um b er 2 , 20 2 1 La pregunta de la desaparición:¿Dónde están? y discriminación. Algunos hijos mayores han La pancarta donde se inscribe la interro- emprendido una búsqueda por cuenta propia, gante ¿dónde están?, acompañando la foto recopilando y entregando antecedentes a los en blanco y negro del desaparecido ha sido la síntesis de las demandas de los familiares para exigir verdad y justicia. Esta consigna ha 14 El Memorial de Paine es un espacio estado presente a lo largo de los últimos 47 conmemorativo ubicado en el pueblo Paine años acompañando al menos a tres genera- donde se representa la desaparición de los 70 ciones. El mensaje es enviado a la sociedad hombres a través de una placa elaborada por cada familia en base a la técnica de mosaicos.
42 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA jueces de instrucción, sin posibilidades de gunta directa sobre la historia tras la fotografía concretar estas investigaciones. Otras esposas que se atesora en el espacio cotidiano. Muchas han tomado la decisión de poner un fin a la veces la información la encuentran fuera del búsqueda para conseguir la sobrevivencia espacio doméstico, en los mismos testimonios económica de su grupo familiar. Esto último que sus abuelas han dado en entrevistas a pe- ha implicado también la toma de responsabi- riodistas e investigadores. Carmen reflexiona lidades de cuidado por parte de hijas mayores sobre su relación con su abuela: respecto de sus hermanos pequeños. La segunda generación creció bajo el si- antes sí po, antes igual se hablaba y me lencio y el estigma de ser hijo de. La mayoría acuerdo que llegaban los periodistas, siempre eran muy pequeños o no habían nacido al llegaban periodistas a hablar con ella, a momento de la detención. Esta generación hablar con mi bisabuela y empezaban a re- se percibe a sí misma como “postergada”, ya correr el 2416 [...]. Ahí ella hablaba. Entonces que no tiene el protagonismo testimonial y/o yo encontraba raro que siempre hablaba con político de la primera. Asimismo, ha debido esa gente, pero cuando uno preguntaba no “sostener” y “acompañar” a sus madres, pero eran muchas las respuestas que encontrabas. al mismo tiempo no ha podido elaborar sus Eran más respuestas como “si, ya, no, si pasó propias pérdidas, y ha recibido escasa atención por esto”, pero más monosilábica, no sé, como por parte de los equipos de salud. José recu- que no encontrabas respuestas más profundas erda, a propósito del silencio: como cuando yo leí el libro del Callejón de las Viudas. Siempre fueron escondiendo el tema. Mi mamá… con nosotros, conmigo no hablaba mucho del tema. Estaba siempre como callada. Significados de los Restos Óseos Yo siempre le recuerdo llorando, siempre sufría, Gatti (2014) incluye el trabajo forense en las siempre trabajando. “narrativas de sentido” (p. 13), y caracteriza a los antropólogos forenses como “héroes En la tercera generación, los silencios fa- modernos que se esfuerzan por devolver el miliares son impugnados por algunos nietos, sentido allí donde éste ha sido borrado” (p. ya sea en forma de sueños que revelan la 64, traducción personal). Desde el punto de verdad sobre el abuelo ausente15 o en la pre- vista de los familiares entrevistados, los restos óseos tienen significados disímiles y están in- disociablemente ligados a los recuerdos de las identificaciones previas y erróneas (Wyndham T O R T U R E Vo l um e 3 1 , N um be r 2 , 2 0 2 1 15 De forma transversal a las generaciones, la & Read, 2010). presencia del mundo onírico ha sido relatada en Para la primera generación, el sentido del momentos críticos, ya sea en la relevación de la materialidad de la muerte, en la enunciación de resto óseo está saturado por el largo tiempo una duda inefable o como sueños de reencuentro. de espera y de búsqueda de sus familiares. En En Perú, A. Cecconi (2013) da cuenta de las manifestaciones oníricas que han precedido a las exhumaciones en el Perú, en el contexto de la relación entre vivos y muertos en las comunidades andinas. Pérez-Sales, Bacic y Durán (1998) 16 Hace referencia al lugar de detención conocido también han descrito “sueños de reencuentro” en como El Callejón de las Viudas, ex-asentamiento familiares de desaparecidos en la Araucanía. “24 de Abril”.
43 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA los restos óseos recae la carga histórica de la En el caso de la tercera generación el resto represión vivida por ellas y por los familiares óseo es una huella de la violencia cruda y des- desaparecidos. Esta carga se expresa en el im- carnada ejercida sobre el desaparecido. Esta perativo individual del cierre de un proceso de generación ha debido observar el duelo pen- sufrimiento. El resto óseo es un representante, diente y ha vivido la experiencia individual de limitado y precario, del cuerpo y de la persona heredar un discurso fragmentado en torno al del desaparecido. Su recuperación contribuye a desaparecido. Se hereda un sujeto desposeído generar en los familiares la sensación de término de las dimensiones cotidianas y políticas, en- de la etapa de búsqueda y de espera, y permite salzado en torno a la bondad y la inocencia la elaboración de un lugar para la muerte, “un en narraciones caracterizadas por los vacíos y lugar para poner flores”. Para María, quién los silencios (Rojas, 2009, p. 183). Esta gener- recibió la identificación de su esposo, pero no ación se ha construido entre la distancia de los la de su padre también desaparecido, “lo único hechos de sufrimiento (detención y represión) que ha cambiado es que uno tiene donde ir a y el relato de exigencia de verdad y justicia de dejar una flor nomás”, “uno pensaba que iba a sus predecesores. Al respecto, Carmen señala: recibir todo el esqueleto. Pero no”. Para la segunda generación el resto óseo (acerca del duelo) es parte de un rito impor- representa la materialidad de la muerte. Esta tante y que si no se cierra deja un proceso generación creció rodeada de los relatos de la abierto. Siempre se recuerda para el ‘16 detención en los que se desdibuja la figura del de octubre’ que muchas de las señoras han padre. Esta ausencia se puede describir más muerto. Por ejemplo, mi abuela y mi bisabuela como un vacío que como una pérdida (Cas- se murieron, mi abuela esperando encontrar tillo, 2000). El temor de la familia de provo- a su esposo y mi bisabuela a su hijo. Enton- car dolor en los hijos/as explica la falta de un ces son procesos que no se cierran, y que van relato de la persona que fue el desaparecido, dejando esa herida que hace que el silencio en un contexto de impunidad y estigma. siga y se mantenga; que no se pueda formar Para esta generación el resto óseo es la un discurso y que no se pueda transmitir la prueba de la muerte como final lógico del historia; que esto siempre se viva como un relato de la detención y represión. Esta evi- duelo personal y que no se vea como a nivel dencia, no sólo trae de vuelta al desaparecido, de una historia que afecta a toda la familia. sino a la mujer (madre/abuela) que se ausentó muchos años. El relato de la segunda generación ha sido El Deber de Reconocer construido en la autosuficiencia (hacerse a sí Los familiares de los desaparecidos se han T OR TU RE Vol u me 31 , N um b er 2 , 20 2 1 mismo) y en la función de acompañamiento visto confrontados en diversos momentos de la primera generación, por lo general sin de la historia reciente frente a la posibilidad hacerse cargo de su proceso de duelo pendi- de un cierre del proceso tanto a nivel indi- ente. En el caso de Luisa, el proceso de duelo vidual como colectivo. A nivel individual y se vinculó a un sueño acontecido luego del familiar la postergación de proyectos, la de- proceso de identificación: “ahí después tuve tención del tiempo biográfico por el estatuto el sueño en que mi papá decía ‘estamos todos liminal de la desaparición (Regueiro, 2011) bien’, entonces dije yo: ‘mi papá está bien, está han llevado a algunos familiares a reconocer contento, no está mal mi papá’”. la muerte presunta. A nivel comunitario y
44 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA social la exigencia se expresa en la inclusión la evidencia forense de las huellas de la vio- en la comunidad bajo la identidad de “famil- lencia política en el cuerpo. A diferencia de iar de desaparecido” y el estigma que esta la osamenta, a la cual es posible superponer condición ha provocado. A nivel político, una fotografía a un imagen cráneo-facial en esta exigencia se ubica en los llamados a la los métodos forenses clásicos, el resto óseo amnistía de los crímenes, así como las ver- queda como un fragmento de una historia de dades pactadas sin justicia representadas por ocultamiento, es un testigo mudo del horror. las narrativas de los Informes de Verdad y La segunda generación contempla silen- Reconciliación (Crenzel, 2009) o la Mesa de ciosamente como se instala este deber de Diálogo (Bakiner, 2010) reconocer en la familia. La tercera generación Para la primera generación, el “deber de interpela las posiciones respecto al deber de reconocer” es un imperativo que se ha ex- reconocer de las generaciones anteriores que presado en los reconocimientos de las osa- han buscado dar curso a la necesidad de con- mentas (entre ellos, para quienes recibieron tinuar la vida, resolver el dolor y tramitar el una primera identificación errónea en el caso duelo. Esta necesidad de reconocimiento se del Patio 29),17 en los reconocimientos de imbrica en un proceso de duelo colectivo, los restos óseos y vestigios culturales, y en signado por rituales funerarios públicos, cere- la aceptación con reparos de los informes de monias de homenaje con participación de fun- análisis genéticos. La escena científica de una cionarios públicos y líderes políticos. identificación de osamentas es el momento en que la verdad de la muerte cristaliza ante los fa- El Diálogo Intergeneracional miliares. Pocas imágenes pueden dar cuenta de Las posibilidades del diálogo intergenera- esta escena de modo tan directo y respetuoso cional al interior de las familias han estado como las que observamos en el documental de limitadas a algunas circunstancias específi- Silvio Caiozzi, Fernando ha vuelto (1998). En cas, tales como la elaboración de los mosai- 2006, el mismo realizador daba cuenta, luego cos que forman parte del Memorial de Paine del reconocimiento oficial de que los restos o la actividad conmemorativa anual que se humanos corresponden a otro desaparecido, realiza en el Fundo Los Quillayes cada 16 que el documental seguía vigente como testi- de octubre. Bustamante (2014, p. 287) señala monio de una época (Caiozzi, 2006). Se trata que los mosaicos del Memorial de Paine de lo que Ferrándiz (2014) sugiere como la configuraran un dispositivo de memoria que vida científica de los cadáveres, al presentar opera a través del recuerdo de lo desapare- cido (el familiar), la transmisión de hechos históricos plasmada en una iconografía par- T O R T U R E Vo l um e 3 1 , N um be r 2 , 2 0 2 1 ticular que aporta datos clave de la historia 17 Además de los efectos devastadores de la de la violencia en Paine, y la reivindicación “segunda desaparición” que significaba asumir el error de identificación, el ocultamiento de de la humanidad de las víctimas ilustrando información que atravesó varios gobiernos de su contexto familiar y laboral. Asimismo, para la transición a la democracia significaba que Hite (2013, pp. 94-126), la elaboración inter- las propias instituciones que deberían velar por generacional del Memorial contribuye a una restituir al familiar desaparecido negaban los informes críticos y continuaban empleando memoria post-nostálgica gracias al trabajo métodos que expertos internacionales señalaban social y educativo llevado adelante por los como cuestionables (Bustamante y Ruderer, 2009; nietos, la tercera generación. Rosenblatt, 2015; Wagner y Rosenblatt, 2017).
45 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA Con todo, en nuestra experiencia de in- La Experiencia Social de la Identificación vestigación hemos constatado que el Memo- Forense rial no ha sido apropiado por las generaciones La experiencia social de la identificación de hijos y nietos de desaparecidos, salvo los forense ha generado respuestas sociocul- involucrados directamente en la gestión de turales inéditas en la elaboración colectiva este sitio de consciencia. Los entrevistados del duelo (Robin-Azevedo, 2015, p. 77). En recuerdan con emoción la instancia de elabo- Chile, desde el hallazgo de la fosa común en ración colectiva del mosaico, pero este trabajo los Hornos de Lonquén en 1978, la aparición conmemorativo no se ha prolongado en un de osamentas ha contribuido a la esperanza de uso continuo del espacio. No obstante, el encontrar los cuerpos de los desaparecidos, al trabajo de memoria que es realizado desde mismo tiempo que ha gatillado el inicio de la la gestión del Memorial ha permitido social- operación de ocultamiento (Cáceres, 2011). izar la memoria de la desaparición a través En palabras de Calveiro (1998), es una mo- de talleres y visitas guiadas a estudiantes de dalidad bifronte del poder que oculta y que la comuna. Consideramos que esta falta de hace desaparecer, pero al mismo tiempo deja apropiación del espacio por parte de las fa- evidencia del “secreto a voces” del horror. De milias refleja las dificultades para quebrar los este modo, aquellos desaparecidos que in- silencios familiares sostenidos por décadas, terpelan al mundo con sus relatos de terror así como la frustración, la desconfianza y la dirigen el mensaje ejemplarizante de lo que rabia generadas por la impunidad y la convi- puede “volver a ocurrir, hay que saber por- vencia con los perpetradores civiles. tarse”. En Paine, esta situación se ha reedi- Por otra parte, la quebrada del Fundo tado con los conflictos sociales más recientes. Los Quillayes condensa la escena de la eje- Por ejemplo, durante el año 2015 en el “paro cución de los detenidos la madrugada del 16 de los camioneros”, se instaló en forma sim- de octubre de 1973. Luego del hallazgo de bólica la posibilidad de “volver al 73”. la fosa clandestina se realiza una conmemo- Con el paso del tiempo la posibilidad de ración anual en la que participa la AFDD- hallar cuerpos disminuye y, también la posib- Paine y, en años recientes, la Agrupación de ilidad de encontrarlos como “cuerpos”, como Derechos Humanos Mártires de Paine, creada un todo. La posibilidad más real es encontrar por nietos de desaparecidos de Paine. Tanto el “restos”, fragmentos que no sólo evidencian viaje desde Paine al lugar de memoria, como el deterioro por el paso del tiempo y de las el acto conmemorativo que se realiza en el condiciones del entierro, sino que evidencian descampado a un lado de la quebrada tienen la crueldad de los perpetradores que luego de un significado profundo para las familias que detener y desaparecer vuelven sobre sus rastros T OR TU RE Vol u me 31 , N um b er 2 , 20 2 1 acuden año tras año. Ahí se unen tanto fa- y desaparecen las huellas de sus crímenes. milias cuyos familiares han sido identifica- La política de ocultamiento desarrollada dos por la evidencia ósea o cultural hallada por la dictadura, sumada a los errores de iden- en la fosa, como aquellas que no. La relevan- tificación en el caso del Patio 29 en plena tran- cia del sitio de Los Quillayes está asociada al sición política, inhabilitaron el reconocimiento hecho de saber, en palabras de Julia, que “es del otro por la mirada (métodos forenses tradi- el último lugar donde estuvieron vivos, en cionales). La certeza elaborada a partir de la ese lugar fueron fusilados y su sangre se con- participación de las familias en el recono- sumió en esa tierra”. cimiento de osamentas debió dar paso a la
46 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA búsqueda de la certeza a través de la identifi- Conclusiones cación genética. El método del ADN permite La desaparición forzada y la operación de oc- que el familiar acepte o rechace la palabra au- ultamiento conjugan efectos transgeneracion- torizada del experto forense. Es así como los ales. La necropolítica se traduce a escala local familiares se situaron en la compleja posición como una historia familiar estigmatizada, y de “tener que decidir la muerte del otro”.18 moviliza a la generación de esposas e hijos La duda se instala en la decisión de confiar mayores hacia la denuncia pública, inscribi- en el discurso de la ciencia y de la autoridad. endo el duelo pendiente como un fenómeno Ya no es el propio sujeto quien constata la privado. muerte, sino que debe creer en la palabra del Hacia el interior, las familias no trans- experto. Se trata de una operación cognitiva miten un relato integrador sino más bien lo que reconstruye la materialidad del resto con que destaca es el vacío de representación y la identidad del desaparecido en cuyos inter- los silencios intergeneracionales. La segunda sticios se cuela la duda (Gatti, 2008; Rob- generación, por su proximidad al origen de in-Azevedo, 2015, p. 85). Frente a esta duda, los hechos, puede ser considerada tan trauma- los vestigios culturales, tales como la “suela tizada como la primera generación.Y si bien ha de un zapato”, cobran mayor relevancia que sido acompañada por profesionales de la salud el propio informe de análisis de ADN al que mental, su silencio persistente sugiere profun- se interroga en torno al grado de confiabili- dizar los estudios en este tema. dad: “¿me puede decir que es él un cien por La tercera generación intenta recuperar la ciento?”, a lo cual la ciencia forense responde historia de los abuelos desde una posición que con “un porcentaje de 99.95” (Wagner, 2008, interroga al necropoder e interpela los silen- p. 115). Salvo por los anteojos recobrados en cios de la primera y la segunda generación. la exhumación de Los Quillayes pocos objetos La memoria social se reelabora a partir de han “vuelto a casa” (Bustamante, 2014). Sin la posibilidad de un diálogo intergeneracio- embargo, el relato que ellos evocan permite re- nal que se sostiene, entre otros mecanismos, construir trazos de memorias familiares signifi- a través de rituales colectivos de conmemo- cativas a partir del reconocimiento de un trozo ración. Entre ellos, destaca las visitas a la que- de pantalón, una forma particular de presilla, brada de Los Quillayes cada 16 de octubre, o la confección artesanal de una ojota.19 convocando a todas las familias, no sólo a quienes recibieron una identificación genética. Otro efecto transgeneracional es la insta- lación de la duda de la certeza de la muerte. 18 Wagner y Kešetović señalan que el proceso La ciencia, a través del ADN, ofrece la eviden- T O R T U R E Vo l um e 3 1 , N um be r 2 , 2 0 2 1 de identificación oficial de los desaparecidos cia estadística, pero se mantiene la decisión de Srebrenica requiere de la aceptación de la en el fuero individual de cada miembro de identificación por un familiar directo designado. Dado que en el caso descrito podría ocurrir la familia. Como señalan Wagner y Kešetović el hallazgo de restos óseos en distintas fosas (2016), la participación de las familias en el secundarias, solía ocurrir que algunas familias proceso forense es clave para lograr la iden- postergaran la decisión con la esperanza de tificación. No obstante, la experiencia de los encontrar restos adicionales (2016, p. 47) 19 Sandalia utilizada por la clase campesina, errores en las identificaciones de los cuerpos con suela de neumático y correas de cuero. exhumados del Patio 29 aún merma la confi- Su nombre deriva del término quechua usuta anza en las familias de Paine. La condena ju- (Pacheco, 2000).
47 SECCIÓN ESPECIAL: LA DESAPARICIÓN FORZADA COMO TORTURA Memorias sobre una muerte inconclusa. Historia, dicial lamentablemente ha llegado demasiado Antropología y Fuentes Orales 20, 87-104. tarde para muchos familiares, principalmente Cecconi, A. (2013). Cuando las almas cuentan esposas y madres ya fallecidas. Sin embargo, la la guerra. Sueños, apariciones y visitas de los desaparecidos en la región de Ayacucho. En P. experiencia social de la identificación forense del Pino y C.Yezer (Eds.), Las formas del recuerdo: ha movilizado los trabajos de duelo colectivo etnografías de la violencia política en el Perú. Lima: y las voces de las nuevas generaciones auguran IEP, IFEA. un relevo en las vidas de lucha. CINTRAS, EATIP, GTNM-RJ y SERSOC (2009). Daño transgeneracional: consecuencias de la represión política en el cono sur. Santiago. Impreso. Referencias Colombo, P. (2016). Editorial. Exhumations in Latin Anstett, E. (2017). Comparación no es razón: A America. Human Remains and Violence 2 (2), 1-2. propósito de la exportación de las nociones de doi:10.7227/HRV.2.2.1 Desaparición forzada y detenidos desaparecidos. Comisión Asesora Presidencial para la Calificación de En G. Gatti (Ed.), Desapariciones. Usos locales, Detenidos Desaparecidos, Ejecutados Políticos circulaciones globales (pp. 33-51). Bogotá: Siglo y Víctimas de Prisión, Política y Tortura (2011). del Hombre Editores. Informe y Nómina de Personas Reconocidas como Anstett, E., y Dreyfus, J-M. (2015). Human remains Víctimas en la Comisión Asesora Presidencial para la and identification: Mass violence, genocide, and Calificación de Detenidos Desaparecidos, Ejecutados the ‘forensic turn’. Manchester: Manchester Políticos y Víctimas de Prisión, Política y Tortura University Press. (Valech II). Recuperado de Bakiner, O. (2010). From denial to reluctant http://bibliotecadigital.indh.cl/handle/123456789/600 dialogue: The Chilean military’s confrontation Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación with human rights (1990–2006). International (1996). Informe sobre calificación de víctimas de Journal of Transitional Justice 4 (1), 47-66. violaciones de derechos humanos y de la violencia doi:10.1093/ijtj/ijp025 política. Santiago: Andros impresores. Bustamante, J. (2014). Las voces de los objetos. Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación Vestigios, memorias y patrimonios en la gestión y (1991). Informe de la Comisión Nacional de Verdad conmemoración del pasado (Tesis de doctorado y Reconciliación (Vol. 1). Santiago: La Nación. inédita). Universidad de Barcelona, Barcelona, Contreras, R. (2013). El caso Paine [Film]. Chile: España. Poder Judicial. Recuperado de http://cinechile.cl/ Bustamante J., y Ruderer, S. (2009). Patio 29: Tras la pelicula/el-caso-paine/ cruz de fierro. Santiago: Ocho Libros Editores. Corte de San Miguel (2019). Sentencia de la Corte Cáceres, I. (2011). Detenidos Desaparecidos en Chile: de Apelaciones de San Miguel, Causa Rol 4-2002, Arqueología de la muerte negada. (Memoria de October 29, 2019. Recuperado de: www. título de Arqueólogo inédita). Universidad de diarioconstitucional.cl Chile, Santiago, Chile. Crenzel, E. (2009). Los derechos humanos y las Cáceres, I.(2015). La remoción de sitios de violencia políticas de la memoria: reflexiones a partir de política: la operación “Retiro de Televisores”. las experiencias de las comisiones de la verdad en Actas del XIX Congreso Nacional de Arqueología Argentina y Chile. En R. Vinyes (Ed.), El Estado Chilena. Arica: Universidad de Tarapacá, pp. y la memoria: gobiernos y ciudadanos frente a los 287-291. traumas de la historia (pp. 357-370). Barcelona: Caiozzi, S. (1998). Fernando ha vuelto [Film]. Chile: T OR TU RE Vol u me 31 , N um b er 2 , 20 2 1 RBA Libros. Andrea Films. Feierstein, D. (2014.) Genocide as social practice: Caiozzi, S. (2006). ¿Fernando ha vuelto a desaparecer? reorganizing society under the Nazis and Argentina’s [DVD]. Chile: Andrea Films. military juntas. London: Rutgers University Press. Calveiro, P. (1998). Poder y desaparición: Los campos Ferrándiz, F. (2014). El pasado bajo tierra. de concentración en la Argentina. Buenos Aires: Exhumaciones contemporáneas de la Guerra Civil. Colihue. Madrid: Anthropos. Castillo, M. I. (2000). El proceso de duelo de los Frank, A. G. (1976). Economic Genocide in Chile: familiares de detenidos desaparecidos - 27 años Open Letter to Milton Friedman and Arnold después. Revista ILAS - Instituto Latinoamericano Harberger. Economic and Political Weekly 11 (24), de Salud Mental y Derechos Humanos 2 (2), 70-78. 880-888. Catela, L. D. S. (1998). Sin cuerpo, sin tumba. García-Castro, A. (2011). La muerte lenta de los
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