PERSONAJES DE LA REPÚBLICA - Niceto Alcalá Zamora
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PERSONAJES DE LA REPÚBLICA Niceto Alcalá Zamora Político español, primer presidente de la Segunda República (Priego, Córdoba, 1877- Buenos Aires, 1949). Participó en la política de la Restauración desde las filas del Partido Liberal, llegando a ser ministro de Fomento (1917-18) y de la Guerra (1922-23) en sendos gobiernos de García Prieto. Su oposición a la dictadura de Miguel Primo de Rivera le llevó a declararse partidario de la República en 1930, a participar en el Pacto de San Sebastián para derrocar a la monarquía y a presidir el gobierno provisional que se hizo cargo del poder tras la renuncia de Alfonso XIII, el 14 de abril de 1931. Su presencia en aquel gobierno representaba la adhesión al régimen republicano de sectores conservadores, católicos y de clase media. Pero pronto entró en conflicto con los dirigentes republicanos más avanzados: discrepó sobre todo de la regulación constitucional de las relaciones Iglesia-Estado, hasta el punto de dimitir y ceder la jefatura del gobierno a Manuel Azaña. No obstante, fue elegido presidente de la República, cargo que ejerció durante cinco años con lealtad a la Constitución; durante el primer bienio entró en conflicto con las predominantes fuerzas de izquierdas; pero no fue mucho mejor su relación con los partidos de derechas que triunfaron en las elecciones de 1933 (enfrentamiento con Gil Robles, indulto al general golpista Sanjurjo contra el parecer del gobierno...). Tras las elecciones de 1936, que dieron el triunfo al Frente Popular, Alcalá Zamora acabó por ser depuesto como presidente, al haber rebasado el número de disoluciones de las Cortes autorizado por la Constitución en un solo mandato presidencial; una vez más, fue Azaña el encargado de sucederle. Se exilió en París y, más tarde, en Buenos Aires. En el balance de su actuación política hay que destacar la voluntad de integración que demostró, aceptando lealmente el juego democrático desde posiciones conservadoras; su aspiración de promover una gran opción política de centro que facilitara el consenso estaba condenada al fracaso en una época de tensiones sociales y políticas tan graves como las que acabaron conduciendo -tres meses después de su destitución- a la Guerra Civil. Alcalá Zamora, famoso por su elocuencia parlamentaria desde las Cortes de la Restauración, fue miembro de la Real Academia Española y dejó una abundante obra escrita (Tres años de experiencia constitucional, Los defectos de la Constitución de 1931, Inventario objetivo de cinco años de República. 1
Manuel Azaña (Manuel Azaña Díaz; Alcalá de Henares, Madrid, 1880 - Montauban, Francia, 1940) Político español, presidente de la Segunda República. Procedente de una familia liberal, Azaña estudió Derecho en Zaragoza y Madrid, doctorándose con una tesis sobre La responsabilidad de las multitudes; entró por oposición en la función pública (1910); y completó su formación con una beca de la Junta para Ampliación de Estudios en París en 1911-12. Su actividad intelectual le llevó a la secretaría del Ateneo de Madrid, puesto que ocupó entre 1913 y 1920; su interés por los asuntos militares se inició al ser comisionado por el Ateneo para visitar los frentes de la Primera Guerra Mundial en Francia e Italia (1916). En 1913 ingresó en el Partido Reformista de Melquiades Álvarez y participó con Ortega y Gasset en la fundación de la Liga de Educación Política; en 1918 fundó la Unión Democrática Española; pero fracasó en sucesivos intentos de ser elegido diputado en las Cortes de la Restauración (1918 y 1923). Se apartó temporalmente de la política para dedicarse al periodismo, primero como corresponsal en París (1919-20), luego al frente de La Pluma (1920-23) y finalmente como director de la revista España. Bajo la dictadura Primo de Rivera abandonó el Partido Reformista y se declaró partidario de la República, fundando Acción Republicana (1925); al mismo tiempo, crecía su prestigio intelectual, con la publicación de obras como El jardín de los frailes o Ensayos sobre Valera. En 1930 accedió a la presidencia del Ateneo y, ya como figura de alcance nacional, participó en el Pacto de San Sebastián para derrocar a la monarquía. Al proclamarse la República española (14 de abril de 1931), Azaña se integró en el gobierno provisional como ministro de la Guerra. Participó activamente en las Cortes constituyentes. Y asumió la Presidencia del Consejo de Ministros cuando las discrepancias sobre las relaciones Iglesia-Estado llevaron a Alcalá Zamora a abandonar el gabinete. Como jefe de un gobierno formado por socialistas y republicanos de izquierdas (1931- 33), Azaña impulsó un amplio programa de reformas: secularizó la vida pública (legalizando el matrimonio civil y el divorcio), reformó el ejército, puso en marcha una reforma agraria y concedió la autonomía a Cataluña. Todo ello le enfrentó con las fuerzas conservadoras, pero no fue suficiente para asegurarle el apoyo del movimiento obrero, en un momento en que la depresión económica mundial agudizaba las dificultades; desprestigiado por la represión armada de un levantamiento campesino en Casas Viejas (Cádiz), hubo de dimitir y perdió las elecciones de 1933, que dieron el gobierno a la derecha. 2
En 1934 fusionó su partido con los radicales de Marcelino Domingo, formando Izquierda Republicana (1934), partido con el cual realizó una efectiva campaña de oposición al gobierno. La ascensión de Gil Robles al poder, interpretada como el triunfo del fascismo en España, le llevó a participar primero en la fracasada Revolución de Octubre de 1934 (por lo que pasó algún tiempo en prisión) y a integrarse después en un Frente Popular con todas las fuerzas de izquierdas. El triunfo de dicha formación en las elecciones de febrero de 1936 devolvió a Azaña a la jefatura del gobierno y le promovió después a la Presidencia de la República (mayo). Enseguida retomó el programa reformista del primer bienio republicano, pero apenas tuvo tiempo de desarrollarlo, por el golpe de Estado que, a partir de julio, dio paso a la Guerra Civil (1936-39). Azaña se fue quedando progresivamente aislado, sin capacidad para mantener la unidad y el orden en el bando republicano, ante el radicalismo y los conflictos internos de las organizaciones obreras. Refugiado en su papel de intelectual, se permitió reflexionar sobre la guerra en La velada en Benicarló (1937); y defendió la conveniencia de acelerar un final negociado de la contienda, ante la perspectiva inexorable de la derrota (lo cual le enfrentó con Negrín). Perdida la guerra se exilió en Francia y renunció a la Presidencia (1939). Francisco Largo Caballero Nació en Madrid, el 15 de octubre de 1869. Conoció las penurias del abandono paterno y la lucha por la subsistencia, debiendo colaborar económicamente con su madre a partir de los 10 años. Sus precarios estudios los cursó en un colegio de los HH. Escolapios (Granada) y en la escuela de San Antón (Madrid). Aprendió sobre todo, en la escuela de la vida, donde descubrió poseer un carácter tenaz, a veces obstinado, rebelde, y una gran honestidad moral. Trabajó en la construcción como estuquista. Ingresó en la UGT en 1890, participando ese mismo año, de la primera huelga de su gremio. Cuatro años después se incorporó al PSOE. En el año 1917, la UGT, sindicato del PSOE, de la que era Vicepresidente (1908-1918) y la CNT, de ideas anarquistas, convocaron conjuntamente a una huelga general, en la que Largo Caballero tuvo participación como organizador, y que terminó en fracaso. Mientras cumplía por este hecho condena perpetua en el penal de Cartagena, fue elegido en 1918, como diputado, por Barcelona, gracias a lo cual, recuperó su libertad. 3
Ese mismo año, y por los veinte años posteriores, actuaría como Secretario de la UGT. También se convertiría en líder del partido. Se distanció de Indalecio Prieto, por sus ideas moderadas, con respecto a este régimen, que le permitieron seguir actuando en la legalidad durante la dictadura de Primo de Rivera, siendo en esta etapa, Consejero de Estado. Cuando llegó la Segunda República, en 1931, fue designado Ministro de Trabajo, cargo que desempeñó hasta 1933, en que la coalición de partidos de derecha, CEDA, triunfó en las urnas. Desde entonces su pensamiento se tornó más radical y violento, bregando por la supresión de La Guardia Civil y las milicias. Presidió el Comité Nacional Revolucionario, desde el 3 de febrero de 1934, e intervino en la revolución asturiana, el mes de octubre de ese año, que arrojó un saldo de cerca de mil cuatrocientos muertos en veintiséis provincias, desarticulada por el general Franco. Fue condenado a 30 años de prisión, pero al poco tiempo, fue puesto en libertad. Trató de llegar a un acuerdo con el partido comunista y con el sindicato anarquista CNT, lo que lo distanció aún más del moderado Indalecio Prieto. Sus ideas cada vez más reaccionarias, le valieron el nombre de “Lenín español”. Iniciada la guerra civil, durante el gobierno de José Giral Pereira, éste fue perdiendo autoridad, hasta su caída definitiva con la toma de Talavera de la Reina por los insurrectos, el 4 de septiembre de 1936, fecha en que Largo Caballero, fue designado Jefe del Gobierno y Ministro de la Guerra. A pesar de su intento por mantener organizado el ejército republicano, la guerra no le era favorable, y las presiones desde Moscú eran grandes. Debió autorizar la salida de oro con destino a Moscú, por parte del Banco de España, pero cansado de tanta presión, echó de su despacho al embajador soviético, Rosenberg. A este contratiempo, se añadió en mayo de 1937, el levantamiento del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) enfrentado con Moscú, y la CNT anarquista. Largo Caballero fue presionado por la Unión Soviética para ilegalizar el POUM, a lo que se negó, lo que originó la oposición de miembros de su propio partido, liderados por Indalecio Prieto, los miembros del PCE y los republicanos de izquierda. Esta gran presión en su contra lo obligó a renunciar al gobierno, el 17 de abril de 1937, con aprobación del presidente de la República, Manuel Azaña. Su cargo fue ocupado por el socialista, doctor Juan Negrín, quien censuró durante su gobierno todas las opiniones de su antecesor, considerado ahora, alejado de la ideología de Stalin. Bajo el cargo de no pagar las cuotas, también fue expulsado de la UGT. 4
En 1939, durante la dictadura de Franco, se exilió en Francia. Un año después, las tropas nazis lo tomaron prisionero cuando invadieron Francia, y fue liberado por los polacos, al final del segundo conflicto bélico mundial, tras sufrir tres años en el campo de concentración de Sachsenhausen-Oranienburg, Allí, tal como contó en sus Memorias, comprendió que la libertad, de la que se hallaba privado, debía anteponerse, incluso a la República, oponiéndose a su propia opinión expresada en 1933, ¿Libertad para qué? Falleció en un hospital de París, luego de serle amputada una pierna, a la edad de 77 años, el 23 de marzo de 1946, habiendo sido repatriados sus restos en 1978, celebrándose un acto en multitudinario en su memoria, y creándose ese mismo año, la Fundación Francisco Largo Caballero por parte de la UGT Indalecio Prieto Tuero ( Oviedo, 30 de abril de 1883 -México, 11 de febrero de 1962. Huérfano de padre desde los seis años de edad, en 1891 su madre emigra a Bilbao, donde para subsistir ha de vender periódicos en la calle, aunque más tarde consigue trabajo como taquígrafo en el diario La Voz de Vizcaya. Ya convertido en periodista comienza a trabajar como redactor del diario El Liberal, del que con el tiempo llegaría a ser director y propietario. En 1899 ingresa en el Partido Socialista Obrero Español. Como periodista, en la primera década del siglo XX, Prieto se convierte en figura destacada del socialismo en el País Vasco. Es este un periodo marcado por la Primera Guerra Mundial, en la que España se mantuvo neutral, lo que reportó grandes beneficios a la industria y al comercio españoles, pero estos beneficios no se vieron reflejados en los salarios de los obreros, por lo que se fue generando una gran agitación social que culminó el 13 de agosto de 1917 con el comienzo de una huelga general revolucionaria que, ante el temor de la repetición en España de los hechos acaecidos en Rusia por esas fechas, es reprimida duramente mediante la intervención del ejército y la detención en Madrid del comité de huelga. Prieto involucrado como estaba en la organización de esta huelga, huye a Francia antes de ser detenido y ya no volverá hasta el mes de abril de 1918, después de haber sido elegido diputado. Muy crítico con la actuación del gobierno y del ejército en la Guerra de Marruecos, tuvo frases muy duras en las Cortes con motivo del denominado Desastre de Annual de 1921, así como sobre la más que probable, aunque no probada, responsabilidad del rey en la imprudente actuación militar del general Fernández Silvestre en las operaciones de la zona de la comandancia de Melilla. 5
Opuesto a la línea de Largo Caballero de colaboración de su partido con la dictadura de Primo de Rivera, se produjeron agrios enfrentamientos entre ambos. En el mes de agosto de 1930 participó a título personal, ante la oposición de Julián Besteiro, en la formación del llamado Pacto de San Sebastián, formado por una amplia coalición de partidos republicanos que se proponía acabar con la Monarquía. En esta cuestión, sin embargo, si que contó con el apoyo del ala liderada por Largo Caballero, ya que este creía que la caída de la Monarquía era el único camino por el que, en esos momentos, el socialismo podría alcanzar el poder. Proclamada la II República el 14 de abril de 1931, Prieto es nombrado ministro de Hacienda del gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora. Ministro de Obras Públicas en el gobierno de Manuel Azaña entre 1931-1933, continuó y amplió la política de obras hidroeléctricas iniciadas en la época de la dictadura de Primo de Rivera, así como un ambicioso plan de mejora de infraestructuras en Madrid, como el de los enlaces ferroviarios, la construcción de una nueva estación en Chamartín y el túnel de enlace, bajo el suelo de Madrid, entre esta estación y la de Atocha, obras estas que no verían la luz hasta muchos años después como consecuencia de la guerra civil. Opuesto en principio a la huelga general de octubre de 1934, tiene sin embargo que huir a Francia por su colaboración en varios de los preparativos. A partir de entonces se opone a Largo Caballero adoptando una postura moderada, liderando el sector que se opone a la tendencia revolucionaria. Iniciada la guerra civil, en septiembre de 1936, tras la caída de Talavera de la Reina, Largo Caballero se convierte en Presidente del Gobierno, siendo nombrado Prieto ministro de Marina y Aire. Tras los sucesos revolucionarios de mayo de 1937 en Barcelona, cae el gabinete Largo Caballero y forma gobierno Juan Negrín, siendo Prieto designado ministro de Defensa, aunque, en su fuero interno, reconocía que la guerra no podía ganarse por carecer la República del apoyo de las potencias democráticas (durante su ministerio el acceso marítimo para los suministros soviéticos quedó cortado por los ataques de los submarinos italianos y la frontera francesa estaba cerrada). Tras la caída del Frente Norte en octubre, presenta la dimisión que no le es aceptada, aunque en marzo de 1938, tras el derrumbe del frente de Aragón y sus enfrentamientos con Negrín y con los ministros comunistas, sale del gobierno. Se aparta de la política activa el resto de la guerra, aunque acepta una embajada extraordinaria en varios países de Sudamérica, donde le sorprende el fin de la guerra. 6
Desde su exilio en México lidera la fracción mayoritaria del Partido Socialista. En 1945 entra a formar parte del gobierno de la república en el exilio, intentando alcanzar un acuerdo con el sector monárquico del franquismo, con vistas a la reinstauración de la democracia en España, pero sin ningún resultado, retirándose definitivamente de la política. Durante su estancia en México escribió varios libros, entre ellos: Palabras al viento (1942), Discursos en América (1944) y ya al final de su vida Cartas a un escultor: pequeños detalles de grandes sucesos (1962). José Sanjurjo (José Sanjurjo y Sacanell) Militar español (Pamplona, 1872 - Estoril, Portugal, 1936). Huérfano de un coronel carlista, siguió la carrera militar y recibió destinos en Cuba (1894-98) y Marruecos (1898-1921). Ascendió por méritos de guerra hasta el generalato en 1921, año en que fue nombrado gobernador militar de Zaragoza. Desde allí secundó el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923), con cuya dictadura colaboró estrechamente. Como comandante general de Melilla preparó el desembarco de Alhucemas (1925), que acabó con la insurrección de Abd-el-Krim, consolidó el protectorado español en Marruecos y proporcionó a la dictadura uno de sus mayores éxitos. Su labor al frente del ejército de Marruecos le proporcionó ascensos, condecoraciones, un título nobiliario (marqués del Rif, en 1927) y un prestigio incontestado entre los jóvenes oficiales africanistas. Al proclamarse la Segunda República (1931) aceptó el cargo de director de la Guardia Civil, del que fue destituido por sus excesos en la represión contra movimientos obreros como el de Arnedo (Logroño) en 1932. Pasó entonces a dirigir el Cuerpo de Carabineros; pero la derecha instrumentalizó este cambio presentándolo como una discriminación sectaria del gobierno de Azaña. Desde luego, Sanjurjo no simpatizaba ni con la orientación izquierdista del gobierno ni con el carácter democrático del régimen republicano, como demostró encabezando un intento de golpe de Estado en Sevilla, que fracasó (1932); aquella intentona reafirmó la voluntad reformista de las autoridades republicanas, decidiéndolas a aprobar poco después la Ley de Reforma Agraria y el Estatuto de autonomía de Cataluña. La pena de muerte le fue conmutada por la de cadena perpetua; pero apenas había empezado a cumplirla cuando fue excarcelado por el gobierno de derechas que salió de las elecciones de 1933. Partió al destierro en Portugal (1934), donde pudo conspirar contra la República con total libertad. 7
Convertido en un símbolo para los militares reaccionarios descontentos con el triunfo electoral de la izquierda en 1936, fue reconocido como jefe por Mola, Franco y los demás conspiradores que prepararon el alzamiento del mes de julio. Murió en un accidente de aviación cuando se disponía a viajar a Burgos para asumir la jefatura del Estado que le ofrecían los sublevados. Francesc Macià (Vilanova i la Geltrú, 1859-Barcelona, 1933) Político catalán. Se integró en el movimiento Solidaritat Catalana y en 1907 fue elegido diputado nacional, por lo que hubo de renunciar a su carrera militar. En 1922 creó el partido Estat Català, destinado a agrupar el catalanismo radical y de izquierdas. Exiliado durante el período en el que dirigió el Gobierno el general Primo de Rivera, en 1926 intentó entrar en Cataluña al frente de una partida para promover un levantamiento general, pero fue detenido por la gendarmería francesa. Regresó a Cataluña en 1931 e integró su partido en Esquerra Republicana. En 1931 proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. Tras una serie de negociaciones, aceptó transformar el Gobierno de Cataluña en Gobierno de la Generalidad de Cataluña y elaborar un estatuto de autonomía. Fue elegido diputado a Cortes en 1931 y en 1933. Elegido presidente de la Generalidad en 1932, se esforzó en reflejar el ideario autonómico de su partido desde su acción de gobierno, que concluiría con la derrota electoral de su partido (noviembre de 1933). Fue presidente de la Generalidad hasta su muerte, acaecida en 1933. Fue sustituido al frente de la Generalidad de Cataluña por Lluís Companys. Lluis Companys (Lluis Companys i Jover) Político nacionalista catalán (Tarrós, Lérida, 1882 - Barcelona, 1940). Abogado de formación, participó desde comienzos de siglo en diversos movimientos republicanos contrarios al régimen de la Restauración, combinando en su ideario el izquierdismo con el catalanismo y repartiendo su actividad entre la lucha política y sindical. En 1921 fue elegido diputado, al mismo tiempo que creaba la Unión de Rabassaires para llevar el sindicalismo al medio rural catalán. En 1931 fundó el partido Esquerra Republicana de Catalunya, junto con Macià y Tarradellas. Tras la victoria de las candidaturas republicanas en las elecciones de abril 8
participó en la ocupación del Ayuntamiento de Barcelona, desde donde proclamó la República Catalana como Estado integrante de una «Federación Ibérica». Reconducido el proceso político catalán al marco común de la Segunda República Española, Companys actuó como portavoz de su partido en las Cortes, hasta que, aprobado el Estatuto de Autonomía para Cataluña, fue elegido presidente del Parlamento catalán (1932). Durante el verano de 1933 ejerció brevemente como ministro de Marina en el gobierno de Azaña. Al morir Macià en 1934, Companys le sucedió como presidente de la Generalitat o gobierno autónomo catalán. En aquel mismo año aprovechó la revolución lanzada por las izquierdas contra la amenaza fascista que veían en Gil Robles para proclamar nuevamente la soberanía de un «Estado Catalán» integrado en la República Federal Española; el ejército aplastó aquella rebelión y Companys fue detenido y condenado a treinta años de cárcel. Sin embargo, fue amnistiado tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de 1936, en las que obtuvo acta de diputado. Durante la Guerra Civil que estalló a continuación (1936-39), siguió presidiendo la Generalidad hasta que, perdida la contienda, huyó a Francia. Fue detenido por los nazis tras la invasión alemana de Francia (1940), entregado al gobierno de Franco y fusilado en el castillo de Montjuich. José María Gil Robles (José María Gil Robles y Quiñones; Salamanca, 1898 - Madrid, 1980) Político español. Tras licenciarse en Derecho por la Universidad de Salamanca (1919) se integró en la redacción del periódico madrileño El Debate, órgano de la opinión católica y conservadora más militante (1922). Se inició en la política bajo la dictadura de Primo de Rivera (1923-30), colaborando con el ministro Calvo Sotelo en la redacción del Estatuto Municipal. Tras la caída de la Dictadura y la proclamación de la Segunda República (1931), consiguió un acta de diputado en las Cortes constituyentes. En aquel mismo año alcanzó el liderazgo del partido Acción Popular, desde el cual participó en la oposición a las reformas del gobierno Azaña. En 1933 consiguió formar alrededor de su partido una gran coalición conservadora, la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), que resultó el partido más votado en las elecciones de aquel año. Erigido en árbitro de la situación política, en 1934 consiguió tres carteras ministeriales para la CEDA en el gobierno de coalición de las derechas, lo cual provocó el estallido de la Revolución de Octubre, pues la izquierda veía en Gil Robles el representante español de la oleada de dictadores reaccionarios que se estaba adueñando de Europa (Mussolini, Hitler, Dollfuss...). 9
Reprimida la revolución de 1934 por el Ejército, al año siguiente la CEDA obtuvo cinco carteras en el Gobierno, con Gil Robles como ministro de la Guerra; desde ese puesto se dispuso a desmontar la obra reformadora del primer bienio republicano, pero un escándalo político (el caso del estraperlo) lo impidió, al romper la coalición en aquel mismo año. Al no ser llamado a formar gobierno por el presidente Alcalá Zamora, como él esperaba, Gil Robles se inclinó ya decididamente por la opción de un golpe militar para tomar el poder, aunque el golpe no fraguó entonces porque lo consideraron prematuro los militares con los que Gil Robles estaba en contacto (como Mola o Franco). En las elecciones celebradas en 1936 se dio un retroceso importante de la CEDA, paralelo al triunfo de las fuerzas de izquierdas agrupadas en el Frente Popular. Al producirse finalmente el golpe militar en el verano de aquel año, Gil Robles prefirió salir de España y desarrolló una campaña de apoyo a los sublevados desde Portugal. Tras el triunfo en la Guerra Civil (1936-39) del bando de Franco, que no le reservó papel político alguno, Gil Robles se integró en el consejo del pretendiente monárquico don Juan de Borbón. En 1953 regresó a España e intentó formar un movimiento demócrata-cristiano (1953); expulsado de nuevo en 1962, no pudo volver a la política activa hasta la muerte del dictador, en 1975. Participó entonces en la formación de la Federación Demócrata Cristiana, con la que se presentó a las elecciones de 1977, en las que fracasaron tanto él como su opción política. Juan Negrín López Científico y político español (Las Palmas de Gran Canaria, 1892 - París, 1952). Procedente de una familia de comerciantes canarios acomodados, estudió Medicina en la Universidad de Leipzig (Alemania). Desde 1922 fue catedrático de Fisiología en la Universidad de Madrid. Su procedencia de un ambiente conservador y su gran fortuna personal no impidieron que durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-30) ingresara en el Partido Socialista (PSOE), en el que se alineó políticamente con Indalecio Prieto. Tras el advenimiento de la Segunda República (1931) sería elegido diputado de sus tres legislaturas, siempre representando a las islas Canarias. Aunque no tenía mucho peso político en el partido, cuando estalló la Guerra Civil (1936-39) fue nombrado ministro de Hacienda en el gobierno presidido por Largo Caballero. Se ocupó de organizar la economía de guerra del bando republicano y de negociar la prestación de ayuda 10
económica y armamentística por parte de la Unión Soviética (para lo cual hubo de entregar a la URSS las reservas de oro del Banco de España). Ya entonces destacó por su insistencia en que la República tratara de atraerse el apoyo de las potencias occidentales mostrándose como un régimen liberal-democrático reformista y moderado; para ello se esforzó por poner coto a los asesinatos políticos y a los excesos de la represión en la retaguardia, mostrándose como un escrupuloso defensor del respeto a la legalidad. En 1937 sustituyó a Largo Caballero como presidente del gobierno, cargo en el que permaneció hasta el fin de la guerra. Empujado por la necesidad de la ayuda soviética, se apoyó en los comunistas del PCE, con los que coincidía en su línea de dar prioridad a la disciplina y la organización para ganar la guerra, postergando las veleidades de revolución social (en contra de las pretensiones de los anarquistas de la CNT y de otros grupos políticos, como el POUM). En 1938, ante el curso desfavorable de la guerra para las armas republicanas, ofreció a los rebeldes entablar una negociación sobre la base de 13 puntos que llevaran a una salida democrática del conflicto; pero la oferta fue rechazada por Franco, que exigió hasta el final una rendición sin condiciones. Ante tal intransigencia, Negrín ordenó resistir palmo a palmo para prolongar artificialmente la guerra, con la esperanza de que las tensiones internacionales llevaran al estallido de una guerra general en Europa, en la que la República entrara como aliada de las naciones democráticas contra los regímenes fascistas de Hitler, Mussolini y Franco. Pero tales esperanzas de intervención extranjera en defensa de la República se desvanecieron después de la política de apaciguamiento mostrada por Gran Bretaña y Francia frente a Alemania en el Pacto de Múnich (1938). Cuando el conflicto europeo (la Segunda Guerra Mundial) estalló por fin en 1939, el ejército republicano había sucumbido cinco meses antes. Negrín, opuesto a la rendición incondicional en defensa del principio de legitimidad democrática, fue despuesto poco antes de la definitiva victoria franquista por el golpe de Estado del general Casado (marzo de 1939). Se exilió en México y luego en Francia, ejerciendo hasta 1946 el cargo de presidente del gobierno republicano en el exilio. 11
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