Prevención de daños al ganado vacuno en Ávila. Recopilación de métodos y uso experimental de barbacanas - Yolanda Cortés
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Prevención de daños al ganado vacuno en Ávila. Recopilación de métodos y uso experimental de barbacanas Yolanda Cortés
Prevención de daños al ganado vacuno en Ávila. Recopilación de métodos y uso experimental de barbacanas Yolanda Cortés1 1Proyecto Lobo. Consultores en Biología de la Conservación Este informe ha sido preparado para la Plataforma regional del lobo en Ávila con datos extraídos del proyecto Life COEX (2004-2008), el proyecto Life EuroLargeCarnivores y con otro proyecto parcialmente financiado por WWF- España. Diciembre 2021 1
Índice Resumen ....................................................................................................................... 3 1. Introducción ...........................................................................................................5 1.1. Depredación del lobo al ganado vacuno .........................................................5 1.2. Algunos métodos disponibles para reducir los daños de lobo al ganado vacuno ....................................................................................................................... 6 2. Eficacia de los métodos de prevención de daños para reducir los ataques a ganado vacuno .............................................................................................................. 9 2.1. El proyecto LIFE COEX ................................................................................. 9 2.2. Prevención de daños de lobo y uso de una barbacana en una explotación de vacuno extensivo en la provincia de Ávila ............................................................... 21 3. Conclusiones y recomendaciones ........................................................................ 26 References ................................................................................................................... 29 2
Resumen La recolonización natural del lobo de territorios donde su ausencia había provocado el abandono de las prácticas habituales de protección del ganado está generando grandes conflictos sociales por toda Europa. Existen diversos métodos para disminuir la vulnerabilidad del ganado, que difieren entre ellos en cuestiones como el coste, la facilidad de uso, el tipo y manejo de ganado con el que puede usarse y, sobre todo, la efectividad. El conflicto alcanza las mayores cotas en el caso del ganado vacuno, ya que, debido a cambios en las circunstancias socioeconómicas, su cría ha pasado de una gestión familiar a pequeña escala, en la que los terneros (los individuos más vulnerables a los ataques de los lobos) siempre estaban protegidos de los depredadores y los robos, al actual en el que los animales pasan el día y la noche sin vigilancia y los terneros nacen en los pastos sin más protección que la de su madre. Esta situación es especialmente destacable en el centro de España, zona donde el lobo ha reaparecido durante los primeros años del siglo XXI y donde el cambio del ganado menor al mayor ha sido generalizado. La dificultad de manejar el ganado vacuno y sus necesidades de alimento, agua y grandes espacios, limita el uso de algunos métodos de prevención de daños. Entre los disponibles y probados eficaces se encuentran la vigilancia por parte de un pastor durante el día y su protección durante la noche mediante barreras como cercados fijos, vallas eléctricas, o barbacanas, así como el uso de perros mastines o la concentración de los partos. Cada uno de ellos tiene una particularidad que determina el tipo de ganado y de manejo a realizar, e idealmente es deseable la combinación de más de uno para una protección más eficaz. En este informe se hace un repaso de la eficacia de diferentes métodos de prevención de daños para reducir o prevenir los ataques de lobo al ganado vacuno, resultado de las dos únicas experiencias realizadas de manera sistemática y que hayan analizado su eficacia en el centro de España. Por un lado, está el proyecto LIFE COEX, llevado a cabo entre 2004 y 2008 y donde se distribuyeron cercados fijos, vallas eléctricas y mastines en tres provincias del sur de Castilla y León. Aunque la mayoría de estas medidas se utilizaron en explotaciones de ovejas y cabras, un pequeño número se usó para la protección de vacuno extensivo, principalmente en la provincia de Ávila. Los tres cercados fijos construidos para la protección de vacuno resultaron invulnerables para los lobos u otros depredadores, y dichas explotaciones pasaron de tener 0,5 ataques de media al año y 4,9 animales muertos y heridos a cero. Tan solo una de las 30 vallas eléctricas donadas se usó para proteger ganado vacuno, en este caso de lidia, y dicha explotación pasó de sufrir 4 ataques con 5 terneros muertos el año anterior o no tener ningún ataque durante los tres años siguientes. Por último, ocho de los 75 mastines donados fueron entregados a tres explotaciones de vacuno. En ellas, la media de ataques y de cabezas muertas o heridas al año pasó de 5,7 y 7 respectivamente, a 2,4 ataques y 2,4 animales (reducción del 58 y 66% respectivamente). Además de la importante reducción numérica de los daños, el proyecto demostró la buena acogida de los ganaderos de las medidas de prevención y la alta percepción de su eficacia. Cuando diez años después de que finalizara se contactó con el 96% de los ganaderos para preguntar sobre el balance del uso de las medidas durante este tiempo, se comprobó que el 80% de ellas seguían en uso o se usaron hasta el final del periodo de producción de las explotaciones y que el 92% de los propietarios se declararon satisfechos con ellas. Este trabajo también muestra que, una vez que comienzan a usar métodos de prevención, la gran mayoría de los ganaderos no dejan de usarlos, aunque también demandan a los poderes públicos la puesta en marcha de programas de ayudas para su adquisición y mantenimiento. La segunda experiencia analiza la eficacia de una barbacana electrificada, también llamada turbo-fladry, usada en una explotación de vacuno extensivo de la provincia de Ávila. Desde la llegada del lobo a la zona en 2012, la explotación ha ido adoptando de manera gradual diferentes métodos de prevención como perros mastines, barreras acústicas, collares GPS para las vacas, cercados fijos y se ha concentrado la temporada de partos a solo 4 meses. En 2019 se valló una porción de 11 ha. con una barbacana, que consiste en una línea de banderas que cuelgan a intervalos de 50 cm de una cuerda, en este caso un cable electrificado, y cuya función es asustar o disuadir a los lobos de atacar al ganado en su interior durante un cierto periodo de tiempo. 3
El turbo-fladry se ha usado para proteger terneros recién nacidos y sus madres hasta que alcanzaron un mes de edad, el período más crítico, para que otras vacas y terneros pudieran ser protegidos en él. Durante los tres años de uso, ningún animal en su interior ha sido herido o muerto, mientras que durante ese periodo de uso en el resto de la finca el lobo mató a 9, 4 y 9 terneros cada uno de los años. Esta herramienta ha demostrado ser válida para proteger durante un cierto periodo de tiempo a vacuno extensivo que se mueve por grandes territorios, que no deben necesariamente ser propiedad del ganadero, siendo además de destacar su bajo coste y el hecho de que contribuye a tener un control preciso del ganado. No obstante, el método requiere un elevado esfuerzo humano y de tiempo para manejar el ganado, lo que implica a su vez altos costes económicos. Las experiencias aquí revisadas sugieren que existe una variedad de métodos que se pueden usar para proteger al ganado vacuno extensivo de los lobos, siendo la mejor estrategia el uso simultáneo de varios de ellos, así como adaptar las prácticas a las características de cada explotación. Sin embargo, son necesarios programas de información y promoción de las medidas preventivas, que deben incluir el asesoramiento técnico a los ganaderos (antes, durante y después de la adopción de las medidas), así como líneas de financiación para su adquisición y mantenimiento. 4
1. Introducción Los daños al ganado son la principal fuente de conflictos entre el lobo y el ser humano en toda su área de distribución. Como consecuencia de la persecución humana a lo largo de la historia, sus poblaciones se han visto reducidas hasta la extinción en grandes áreas, lo que a su vez ha provocado la desaparición de los métodos tradicionales de prevención de daños al ganado. Sin embargo, en algunas regiones de Europa el lobo se está recuperando de forma natural (Chapron et al., 2014), ocupando zonas donde el ganado está desprotegido y resulta muy vulnerable a sus ataques (Linnell y Cretois, 2018). Es en estas zonas donde el conflicto alcanza sus máximos niveles ya que los frecuentes daños generan continuas pérdidas y preocupaciones para los ganaderos. Dado que la persecución del lobo es proporcional al daño al ganado, la protección de la especie debe estar enfocada a evitar conflictos, por lo que es necesario impulsar o desarrollar iniciativas para mejorar la protección del ganado. En gran medida, la magnitud del daño depende de cómo de accesible sea el ganado para el lobo, es decir, del tipo de manejo que se realice. Cuando el ganado se maneja de manera extensiva, con poca o ninguna vigilancia humana, el riesgo de ataques de lobos o perros asilvestrados es muy alto, especialmente en el caso del ganado menor y los terneros de pocos meses. Por el contrario, el ganado que pasa gran parte del día vigilado por un pastor y por uno o varios perros guardianes sufre mucha menos presión de depredación. Existen numerosas experiencias en todo el mundo en las que se han distribuido y probado diversos métodos de protección del ganado frente a diferentes especies de depredadores (lobos, coyotes, pumas, guepardos, leopardos o leones, entre otros) (Linnell et al., 1996; Shivik, 2006). Los métodos puestos en práctica por estos proyectos son diversos y difieren en su coste, facilidad de uso, tipo y manejo del ganado que puede proteger y efectividad (Gehring et al., 2010). No todos son válidos o efectivos en todos los casos, por lo que la opción elegida debe adaptarse a las condiciones de cada explotación. 1.1. Depredación del lobo al ganado vacuno Actualmente, en el centro de España un alto porcentaje de las explotaciones el ganado vacuno se mantiene en régimen extensivo, de modo que los animales pasan el día y la noche solos en los pastos. Los terneros, la sección más vulnerable, nacen en el campo y no están confinados en corrales para protegerlos de los ataques de los lobos. Hace alrededor de 60 años, la situación era muy diferente. En esa época las familias tenían pocas vacas y el valor de cada una era muy alto en relación con los ingresos de las zonas rurales. Por esta razón, los terneros nunca fueron desatendidos para evitar los ataques del lobo y protegerlos de posibles robos. Además, siempre había un pastor local cuidando a los animales que pastaban en los pastos comunales, los terneros no subían al monte antes de los seis meses, y siempre regresaban a los pueblos por la noche para protegerse. Esta situación ha ido cambiando progresivamente hasta la actualidad. En los últimos tiempos, las ayudas de la PAC y los cambios en la sociedad y el estilo de vida han provocado que muchos ganaderos abandonen la producción de ganado ovino y caprino, que requieren más cuidados y dedicación y ofrece menos rentabilidad económica, para pasarse al vacuno. Al mismo tiempo, los menores márgenes de ganancia se han traducido en cada vez menos pastores dedicados al cuidado de las vacas, ya que una gran parte de los propietarios no son ganaderos a tiempo completo. Todos estos factores han propiciado la explosión del conflicto entre el lobo y el ganado vacuno, principalmente en zonas donde, por recolonización natural, la especie ha reaparecido, como en el Sistema Central español, o en los Alpes (Blanco y Cortés, 2009; Marucco y McIntire, 2010; Kaczensky et al, 2013). 5
1.2. Algunos métodos disponibles para reducir los daños de lobo al ganado vacuno No existen fórmulas mágicas o métodos universales de prevención de daños al ganado que sean efectivos en todos los casos. Cada explotación ganadera tiene sus propias características, y los métodos que funcionan en una no tienen por qué hacerlo en otras. Incluso en explotaciones contiguas con características muy similares, las necesidades de un ganadero difieren mucho de las del vecino. Los métodos para prevenir daños al ganado a menudo también requieren hacer inversiones económicas y suponen un plus de trabajo o, al menos, de atención. Las medidas más comúnmente utilizadas de protección del ganado son variadas, como la presencia de un pastor con el ganado durante el día, recogerlo en naves por la noche, protegerlo con diferentes tipos de vallas, concentrar la época de partos, etc. Pero, en resumen, hay dos tipos principales de medidas de prevención especialmente indicadas para el manejo del vacuno extensivo, que es el tipo de ganado que más problemas plantea para convivir con el lobo en España y por tanto es el que genera el conflicto social más importante: la protección del ganado con barreras y el uso de perros guardianes de ganado. Cada uno de ellos tiene una particularidad, que determina el tipo de ganado al que se ajusta y de manejo a realizar. 1.2.1. Protección del ganado con barreras: cercados fijos El lobo ha estado ausente en muchas áreas del centro de España durante varias décadas hasta su recolonización a principios de 2000, por lo que la necesidad y el hábito de proteger al ganado extensivo se perdieron. Muchas explotaciones en esta región incluso carecían de establos cerrados para encerrar al ganado durante la noche, por lo que utilizaban cercas simples de madera o metálicas de fácil acceso para los depredadores. Las cercas permanentes con ciertas características mínimas hacen que sean casi o completamente inaccesibles a los depredadores. Como se muestra más adelante, los construidos en el proyecto LIFE COEX resultaron ser invulnerables a los ataques de los lobos. El problema con este método cuando se usa con vacas, que a menudo requieren vallar áreas muy grandes, es que los costes de construcción son muy altos. Además, en esta región la mayoría de los ganaderos no utilizan pastos en propiedad, sino que son alquilados a propietarios privados o son terrenos municipales, por lo que no cuentan con los permisos para realizar estas instalaciones permanentes. Estos dos factores limitan en gran medida el uso de este método. A pesar de ello, es una herramienta de prevención de daños duradera, ya que puede seguir cumpliendo su cometido durante varias décadas y garantiza una protección eficaz. Por ello, una exigencia común de los ganaderos es que la Administración financie la construcción de cercados fijos, tanto a propietarios individuales como la construcción de recintos comunales en lugares con alto nivel de presencia y ataques de depredadores. 1.2.2. Protección del ganado con barreras: vallas eléctricas Existen diferentes diseños de vallas eléctricas o mallas que se utilizan para prevenir los ataques de los depredadores. Todos ellos tienen en común la existencia de alambres o redes metálicas capaces de transmitir la energía eléctrica proporcionada por una fuente externa. Los diferentes tipos de diseños de vallas se pueden adaptar a una gran diversidad de situaciones y sistemas de cría. Por tanto, el uso de esta herramienta requiere una adaptación específica de los detalles técnicos a cada situación. Los principales problemas que se pueden encontrar al utilizar esta herramienta son técnicos, que hacen que las vallas no funcionen de manera efectiva. Estos problemas están relacionados principalmente con materiales inadecuados y con el hecho de que algunos equipos 6
(principalmente, el generador de energía) u otros materiales (aislantes, alambres, paneles solares) se rompen o dejan de funcionar y tienen que ser reemplazados. Además, esporádicamente puede suceder que el ganado se enrede en las cercas y se lesione. Sin embargo, los dos problemas principales alegados por los ganaderos son el coste del equipo, que es considerable para muchos, y el trabajo o tiempo adicional necesario para monitorear, mover o instalar las cercas. Este último factor puede resultar en una pérdida gradual de la motivación de los ganaderos para utilizar correctamente la herramienta, particularmente en áreas donde los eventos de depredación no son frecuentes. Esta razón puede constituir un problema real, ya que el éxito de las vallas eléctricas para evitar la depredación depende del uso y mantenimiento adecuados. Cuando se instalan y mantienen correctamente, las cercas eléctricas muestran una eficacia muy alta para prevenir los ataques de los depredadores. Proyectos anteriores, como el LIFE COEX, muestran que los ganaderos que se beneficiaron de la donación de una valla y que al principio se mostraron reacios a usarla, luego compraron vallas adicionales ellos mismos. Pero para una mayor difusión de esta herramienta de prevención, es importante que los ganaderos del área de presencia de los grandes carnívoros estén informados sobre su efectividad y les expliquen en qué medida y en qué condiciones las cercas eléctricas pueden reducir significativamente los daños causados por los lobos. A pesar de lo anterior, este sistema presenta la misma limitación para su uso con ganado vacuno como los cercados fijos: la gran extensión de terreno que debe cerrarse y el hecho de que con mucha frecuencia los pastos no son propiedad del ganadero y por lo tanto no se pueden instalar cercados eléctricos fijos. En el caso de las vacas no se recomienda el uso de vallas eléctricas móviles, cuya estructura es más débil, ya que es común que los animales las derriben o rompan, o de lo contrario deben ser instaladas por fuera de una valla de piedra u otro material más resistente. 1.2.3. Protección del ganado con barreras: barbacanas Las barbacanas, o fladry, consisten en una línea de banderas rojas o naranjas que cuelgan a intervalos regulares de una cuerda fina. Pueden ser simples o electrificados. Estos elementos constituyen una barrera psicológica, porque nada impide que los lobos salten la cuerda o pasen por debajo de ella. En la versión electrificada de barbacana, llamada turbo-fladry, las banderas cuelgan de un cable eléctrico que puede alimentarse con energía solar. Los lobos que intentan cruzar la línea electrificada y que la tocan o la muerden, reciben un calambre inofensivo pero doloroso, similar a las descargas que les dan los collares eléctricos a los perros. El fladry electrificado, como las vallas o mallas eléctricas, puede considerarse como un método de acondicionamiento aversivo, ya que el calambre provoca en los lobos una experiencia negativa, lo que alarga el tiempo de efectividad de estas barreras. La ventaja de las barbacanas es que son mucho más baratas y fáciles de instalar que las vallas eléctricas o las vallas permanentes. Además, también se pueden mover fácilmente y una sola persona puede instalarlas en áreas relativamente grandes. Son especialmente útiles para rebaños que se mueven y duermen en un área lo suficientemente grande como para ser complicado o inviable montar una cerca eléctrica. El principal problema de la barbacana es que su efectividad es temporal, ya que los lobos se acaban acostumbrando, y cuando ven que no suponen una amenaza los cruzan. Los experimentos llevados a cabo en los Estados Unidos y Canadá muestran que las barbacanas no electrificadas pierden su eficacia tras 30 a 45 días de uso. Los estudios han demostrado que el turbo-fladry, aunque más caro, mantiene su eficacia durante un período tres o cuatro veces 7
mayor. 1.2.4. Perros de guarda de ganado: el mastín español El uso de perros guardianes de ganado es uno de los métodos más extendidos y eficaces de prevención de daños (Rigg, 2001; Coppinger & Coppinger, 2002). Su uso con fines de conservación de los grandes carnívoros se ha extendido, no solo en Europa, sino en todo el mundo (Coppinger et al., 1988; Bloch & Fini, 1996; Landry 1999; Linnell et al., 1996; Ribeiro & Petrucci- Fonseca, 2005). Estos perros surgieron como parte del sistema de pastoreo tradicional y, por lo tanto, se adaptan muy bien a los sistemas de producción ganadera comúnmente utilizados en la mayoría de los países mediterráneos. No obstante, en la mayoría de las regiones el uso de perros de guarda se ha ido perdiendo progresivamente por motivos socioeconómicos vinculados a la disminución de las poblaciones de grandes depredadores y a la pérdida de interés y valor de la producción ganadera, principalmente de la extensiva. Esta situación ha provocado una reducción significativa de las razas de perros de guarda de cada país y, en consecuencia, de la disponibilidad de perros de buena calidad, así como una pérdida generalizada del hábito de utilizar estos perros y del conocimiento sobre cómo hacerlo correctamente. El mastín español es la raza de perro de guarda más extendida en España y siempre se ha mantenido su uso como animal de trabajo, ya que los lobos nunca han desaparecido del noroeste del país. Sin embargo, la desaparición del lobo de gran parte de su área de distribución que se produjo hasta la década de 1970 hizo que estos animales dejaran de utilizarse en la mayoría de las regiones donde desapareció la especie. La eficacia de los mastines para proteger al ganado está bien demostrada. En algunas circunstancias, la mera presencia de estos perros ayuda a mantener a los lobos y otros depredadores alejados del ganado. En otros casos, los mastines juegan un papel más activo, interponiéndose entre el ganado y los lobos cuando la atacan, aunque rara vez llegan al combate cuerpo a cuerpo. Aunque el uso más extendido del mastín es la protección de rebaños de ovejas, en la práctica sirven para proteger cualquier tipo de ganado. Dependiendo de la especie con la que se produzca la socialización, el perro puede ser asignado al cuidado de cabras, vacas, caballos, etc. Los cachorros pueden aprender los comportamientos necesarios, pero no todos los perros guardianes tienen el instinto de trabajar bien con el ganado desde el nacimiento. Por este motivo, los mastines suelen estar sujetos a una selección permanente. Diferentes estudios demuestran la capacidad de proteger eficazmente al ganado vacuno cuando se presta atención a detalles como asegurar que se hayan desarrollado vínculos fuertes con el ganado o minimizar comportamientos inadecuados como el vagabundeo (Ghering et al., 2010, VerCauteren et al., 2012). La efectividad de los mastines para defender al ganado del ataque de depredadores es muy alta, dependiendo del tipo de ganado y del manejo que se esté llevando a cabo, como lo es también la aceptación de los ganaderos de esta medida, una vez son conscientes de que el esfuerzo de tiempo y dinero que requiere compensa con creces los beneficios que aportan. Experiencias previas llevadas a cabo en Europa, como el proyecto Life COEX, demuestran que los ganaderos que en un principio se muestran muy reacios a introducir este nuevo elemento en su explotación se muestran al final muy satisfechos con su eficacia y muy orgullosos de sus perros. 1.2.5. Control de la reproducción Algunos estudios muestran una alta efectividad de sincronizar los partos para reducir las pérdidas por depredadores (Khorozyan y Waltert, 2019, Bruns et al. 2020). Dado que los 8
terneros tienen un mayor riesgo de ser atacados por los lobos debido a su escasa vigilancia anti depredadora y su pequeño tamaño, limitar la disponibilidad de terneros haciendo un mayor esfuerzo de protección mantiene la depredación en niveles más bajos (Breck et al., 2011; Jacobs y Main, 2015). Además, la sincronización de los ritmos de nacimiento dentro del rebaño permite a los ganaderos vigilar más de cerca a los terneros en el período crítico y limitar el tiempo que están expuestos a los depredadores (Breck et al., 2011). El uso de medidas de protección temporal, por ejemplo, de disuasivos como barbacanas o turbo-fladry, idealmente combinado con otros como mastines, podría reducir aún más las pérdidas de ganado. Una vez que los terneros han superado un tamaño y peso críticos, estas medidas adicionales pueden abandonarse, reduciendo el tiempo que los lobos están expuestos a los estímulos y evitando que se habitúen a ellos. 2. Eficacia de los métodos de prevención de daños para reducir los ataques a ganado vacuno En Europa se han llevado a cabo varios proyectos para reducir los daños causados por los grandes carnívoros, una alta proporción de ellos financiado por fondos LIFE. Sin embargo, son pocas las experiencias que evalúan la efectividad de las medidas de prevención para reducir los ataques de depredadores, y muchas menos las que monitorean su uso y efectividad a medio o largo plazo para evaluar su uso a lo largo del tiempo y su utilidad para el objetivo establecido (en este caso, mejorar la convivencia entre el lobo y el ganado) (Khorozyan y Waltert, 2019). Este tipo de evaluaciones también son importantes para evaluar la utilidad de los fondos públicos. El siguiente trabajo tiene como objetivo analizar la efectividad de diferentes métodos de prevención de daños para reducir o prevenir los ataques de lobo al ganado vacuno. Los datos disponibles provienen principalmente de dos experiencias, llevadas a cabo en una zona del centro de España donde el lobo reapareció a principios de la década de 2000. No conocemos otros proyectos o iniciativas en los que, de forma sistemática, se haya intentado probar o evaluar el uso de técnicas de reducción de ataques en vacuno por lobo en España. 2.1. El proyecto LIFE COEX El proyecto LIFE COEX (LIFE04NAT / IT / 000144) se llevó a cabo de 2004 a 2008 en cinco países europeos (Portugal, Francia, Italia, Croacia y España) y su principal objetivo era mejorar la coexistencia entre los grandes carnívoros y la agricultura en el sur de Europa. Una de sus principales acciones fue la distribución de tres tipos de medidas para prevenir ataques al ganado. En el caso de España, el proyecto -realizado por la Fundación Oso Pardo- se centró en una zona recientemente recolonizada por el lobo en el frente sur de su área de distribución, en las provincias de Salamanca, Ávila y Segovia. Las medidas de prevención donadas fueron vallas fijas, vallas eléctricas portátiles y perros de guarda de ganado (la raza seleccionada en España fue el mastín español). En total, durante los cuatro años del proyecto se donaron 75 mastines, 30 vallas eléctricas y 15 cercas fijas. Las medidas donadas se muestran en la siguiente tabla, incluyendo cuántas de ellas se usaron con vacuno: 9
Tabla 1. Medidas donadas en cada provincia. Entre paréntesis, el número de cercados construidos en explotaciones mixtas de vacuno y ovino. TOTAL Vacas Ovejas/cabras SALAMANCA Mastines 26 2 24 Vallas eléctricas 7 1 6 Cercados fijos 4 1 3 ÁVILA Mastines 25 6 19 Vallas eléctricas 4 0 4 Cercados fijos 7 2 (+2) 5 SEGOVIA Mastines 24 0 24 Vallas eléctricas 19 0 19 Cercados fijos 4 0 4 TOTAL MASTINES 75 8 67 TOTAL VALLAS ELÉCTRICAS 30 1 29 TOTAL CERCADOS 15 3 (+2) 12 Mientras el proyecto estaba en ejecución, se realizó un estrecho seguimiento del uso de los métodos de prevención por parte de los ganaderos, así como de su efectividad para reducir los daños causados por los depredadores (lobos y perros asilvestrados) y de la satisfacción de los ganaderos hacia ellos. También se brindó apoyo y asesoría constante a los ganaderos durante toda su ejecución, mediante visitas personales a las explotaciones y llamadas telefónicas para resolver dudas y problemas operativos. a) Cercados fijos: Los cercados fueron construidos de red y postes metálicos (a 4-5 metros de distancia), de 2 metros de altura, y un saledizo compuesto por 3-4 hilos de alambre de púas inclinado hacia el exterior para evitar que los depredadores saltaran dentro. La red se enterraba en el suelo y sujetaba con cemento, para evitar que la fauna (especialmente los jabalíes) pudiera cavar un agujero debajo de ella permitiendo la entrada de un depredador dentro de la cerca. La longitud de las vallas varió en función de las necesidades de cada explotación. La efectividad se estimó analizando la cantidad de daños en las propiedades con cercado un año antes y después de comenzar a utilizarlo. También se calculó el número de daños en los municipios con cercados, para asegurar la presencia de depredadores durante todo el período de estudio. De los 15 cercados, una se usó para proteger exclusivamente ganado vacuno y cuatro para ovino y vacuno. Alrededor de 420 cabezas de vacas se mantuvieron dentro de dichos cercados. En un alto porcentaje de las explotaciones de vacuno del área del proyecto, el ganado pasta libremente en fincas extensas, de modo que los animales permanecían durante el día y la noche solos. Los terneros nacen en el campo y, por lo tanto, no son confinados en corrales para protegerlos de los ataques de los lobos. 10
Durante el proyecto (período de seguimiento de más de 8500 días-valla), no hubo ataques de perros asilvestrados o lobos al ganado encerrado en una de estas vallas. Considerando los 5 cercados utilizados para proteger a ganado vacuno, el promedio de ataques en esas 5 fincas los doce meses previos a su instalación fue de 0.5 y el promedio de cabezas muertas o heridas fue de 4.9. Asimismo, la frecuencia anual de ataques antes de la construcción del cercado fue de 8, mientras que la de animales muertos o heridos fue de 73. Después de la construcción del cercado, ambas medidas fueron de 0. Tabla 2. Frecuencia y número medio de ataques y cabezas muertas o heridas de vacuno antes y después de la construcción de los cercados. Antes Después Frecuencia anual de ataques 8 0 Frecuencia anual de cabezas 73 0 Nº medio de ataques/granja/año 0.53 0 Nº medio de cabezas/granja/año 4.87 0 4,9 5 4 3 Before fence After fence 2 0,5 1 0 0 0 Attacks/holding/year Killed-injured/holding/year Figura 1. Número medio de ataques y de vacas muertas o heridas en las explotaciones antes y después de la construcción de los cercados. Todos los ganaderos se declararon bastante satisfechos con los cercados donados por el proyecto, ya que evitaron por completo los daños en sus explotaciones. Este tipo de método fue el más demandado y preferido por los ganaderos de la provincia de Ávila, donde se instalaron cuatro de las cinco vallas y donde se concentran principalmente las explotaciones de vacuno extensivo, mientras que en Segovia y Salamanca los ganaderos prefirieron utilizar otros métodos, como cercas eléctricas o perros mastines. El coste medio por vallado fue de 5.500 €. El coste mínimo medio total de los daños sufridos por cada explotación antes de la construcción del cercado, tanto en ovinos / caprinos como en bovinos, fue de 2.004 € (considerando únicamente el número de cabezas de ganado muerto, no heridos o desaparecidos). El coste medio de los daños por año fue de 401 € (este es un número mínimo ya que en ocasiones algunos de los ataques no se informaron y, por tanto, no se incluyeron en el cálculo). A pesar de su alto coste, los cercados resultaron tener una alta efectividad, ya que no hubo ataques dentro de ellas. Además, como se verá más adelante, también es una herramienta de prevención de daños de larga duración, ya que puede seguir cumpliendo su tarea durante varias décadas. b) Vallas eléctricas: De las 30 vallas eléctricas donadas por el LIFE COEX, solo una fue instalada para proteger 11
ganado vacuno, siendo el resto para proteger rebaños de ovejas. La finca se dedicaba a la cría de ganado de lidia, y la valla se usó para proteger a los terneros desde que son destetados hasta que tenían alrededor de un año. Cerca de 200 cabezas de ganado de lidia fueron protegidas en su interior. Para evitar que los toros rompieran los cables, la valla eléctrica se instaló sobre una cerca metálica existente. Estaba compuesta por 5 alambres de hierro electrificados, con una longitud total de alrededor de 800 metros. Las vallas eléctricas móviles para los rebaños de ovejas estaban compuestas por cinco alambres, que eran enrollados en carretes y sujetados con postes de 150 cm de altura. Inicialmente, tres de los alambres eran positivos (es decir, con corriente eléctrica) y dos negativos, pero finalmente se cambió el diseño para que los cinco alambres fueran positivos, modificando las vallas entregadas anteriormente, para mejorar su efectividad. Se utilizaron baterías de coche recargables para alimentar las vallas. Figura 2. Valla eléctrica fija instalada en una explotación de ganado de lidia. Teniendo en cuenta las 30 vallas eléctricas (tanto en granjas de ganado ovino como de vacuno) durante el período de seguimiento, solo hubo tres ataques al ganado mientras estaban encerrados en una de estas vallas electrónicas, con el resultado de una sola oveja muerta. En 21.000 días de uso, la frecuencia anual de ataques pasó de 103 antes de la valla, a 1,75 después (reducción del 98,3%), mientras que la de cabezas muertas o heridas pasó de 719 a 0,6 (reducción del 99,9%). El promedio de ataques y animales muertos que sufrió cada ganadero un año antes de la donación de la valla fue de 3,03 y 21,14 respectivamente. A partir de la instalación de las vallas eléctricas, estas cifras se redujeron a 0,05 ataques y 0,02 cabezas muertas. Tabla 3. Frecuencia y número medio de ataques y cabezas muertas o heridas antes y después de las vallas eléctricas. Antes Después Frecuencia anual de ataques 103 1.75 Frecuencia anual de cabezas 719 0.58 Nº medio de ataques/granja/año 3.03 0.05 Nº medio de cabezas/granja/año 21.14 0.02 12
21,14 25 20 15 Before 10 3,03 fence 0,05 0,02 5 0 Attacks/holding/year Killed- injured/holding/year Figura 3. Número medio de ataques y de ganado muerto o herido en las explotaciones antes y después de la instalación de las vallas eléctricas. Considerando solo los resultados de la valla instalada en la finca de vacuno, un año antes de su instalación hubo cuatro ataques que resultaron en 5 animales muertos. Una vez instalada la valla eléctrica no hubo más daños durante los tres años restantes del proyecto. Todos los ganaderos quedaron muy satisfechos con los cercados eléctricos donados por el proyecto, ya que en la mayoría de los casos evitaron por completo los daños en sus explotaciones. Todos los ganaderos coincidieron en que se sentían un poco más cómodos al dejar el ganado solo dentro de la cerca eléctrica. El coste de cada cerca eléctrica móvil fue de 780 €, mientras que el de la cerca eléctrica fija (800 m de largo) fue de 1.200 €. Los principales problemas asociados a su uso fueron técnicos. Estos problemas estaban relacionados principalmente con la necesidad de reemplazar el material, principalmente los aisladores, cables o paneles solares (generador) que dejaron de funcionar. Otro problema que hizo que los ganaderos perdieran su interés inicial en el método es el tiempo adicional necesario para monitorear o instalar las vallas. Este factor puede resultar en una pérdida gradual de la motivación de los ganaderos para usar correctamente el método, particularmente en áreas donde los episodios de depredación no son frecuentes, ya que su éxito para evitar la depredación depende del uso o mantenimiento adecuado de la cerca eléctrica. Otro problema adicional y significativo en la implantación de esta herramienta en el terreno, es la necesidad de adecuar la gestión ganadera a su uso. c) Mastines: Los cachorros donados en el LIFE COEX fueron comprados a ganaderos de la zona norte de Castilla y León, una zona donde lobos y hombres nunca han dejado de convivir, por lo que se ha hecho una cuidadosa selección de los mastines con mejor comportamiento protector y estándares morfológicos durante muchas generaciones. Los cachorros fueron seleccionados de padres con un buen comportamiento guardián, adecuadas características morfológicas, ausencia de malformaciones físicas, enfermedades y problemas de comportamiento. Las crías fueron integradas durante el período de socialización (6-14 semanas de edad), y durante los primeros meses de su vida se mantuvieron en un lugar cerrado, seguro, en estrecho contacto con el ganado que protegerán durante el resto de sus vidas. A partir de entonces, suelen pasar día y noche en compañía del ganado, ya sea en un recinto o al aire libre. Los perros fueron visitados periódicamente para comprobar que tuvieran un adecuado 13
desarrollo físico y de comportamiento. Además, una vez que los perros fueron mayores de 18 meses y alcanzaron la madurez física y conductual, se evaluó su eficiencia en términos de reducción de daños, comportamiento del perro y satisfacción de los dueños. Durante el proyecto, se donaron 75 mastines a 42 explotaciones ganaderas, ocho de ellos a explotaciones de vacuno. Alrededor de 25.000 cabezas de ovino y caprino, 3.500 cerdos y 650 cabezas de vacuno fueron potencialmente protegidas por los mastines donados, aunque las cifras variaron de un año a otro. En las fincas de vacuno, los mastines donados pasaban día y noche cerca de las vacas, aunque, salvo que los terneros estuvieran confinados en un lugar concreto, la gran extensión de superficie por donde deambulaban las vacas hacía que no pudieran estar protegiendo a todos los animales al mismo tiempo. En total, las fincas que introdujeron uno o más mastines, pasaron de perder una media de 15 cabezas de ganado al año a solo 5,3, y de sufrir una media de 2,4 ataques por año a 0,9. Esto representa una reducción del 61% y 65% respectivamente. Teniendo en cuenta solo los resultados de las 3 explotaciones de vacuno, la media de ataques sufridos por cada una de las explotaciones por año fue de 5,7 antes y 2,4 después de la llegada del perro (una reducción del 58%), y la media de animales muertos o heridos fue de 7 y 2,4 respectivamente (reducción del 66%). Tabla 4. Frecuencia y número medio de ataques y cabezas muertas o heridas de vacuno antes y después de empezar a usar los mastines. Before After Annual frequency of attacks 17 7.1 Annual frequency of heads 21 7.1 Average nº attacks / farm / year 5.7 2.4 Average nº heads / farm / year 7.0 2.4 7 Before LGD 5,7 7 After LGD 6 5 2,4 2,4 4 3 2 1 0 Attacks/holding/year Killed-injured/holding/year Figura 4. Número medio de ataques y de vacas muertas o heridas en las explotaciones antes y después de empezar a usar los mastines. La mayoría de los ganaderos se mostraron muy satisfechos con el comportamiento y la eficacia de los mastines, y se creó una red de comunicación entre los ganaderos para la reproducción e intercambio de los perros. El 82% de los ganaderos consideró que la atención de su perro era Excelente-Buena; el 93% consideró que la confiabilidad fue Excelente-Buena y el 86% que el comportamiento protector del perro fue Excelente-Bueno. Asimismo, el 86% de ellos consideró que el desempeño del perro fue Excelente-Bueno. 14
Independientemente de algunos problemas puntuales, el programa de donación de perros desarrollado en el proyecto LIFE COEX fue, en general, muy exitoso y apreciado. La alta aceptación del uso de mastines por parte de los ganaderos y su confianza en la eficacia de esta medida se vio confirmada por el hecho de que la mayoría de los perros fueron entregados después de ser solicitados por los ganaderos. Esto también fue evidente por el aumento en el número de solicitudes de perros por parte de los ganaderos, lo que resultó en más perros donados de los inicialmente previstos en el proyecto. Este nivel de satisfacción está en concordancia con los altos valores dados por los ganaderos en términos de evaluación del desempeño y comportamiento del perro. De hecho, los ganaderos que recibieron un perro a menudo pedían otro. d) Evaluación del uso de las medidas de prevención de daños a medio/largo plazo Diez años después de la finalización del proyecto LIFE COEX, se evaluó el grado de uso de las medidas de prevención donadas y la opinión de los ganaderos participantes (Cortés et al., 2020). Durante el verano de 2018 se contactó con 67 de las 70 explotaciones que participaron en el LIFE COEX en España (96% del total). Trece de las fincas ya no estaban en producción, aunque sus respuestas se consideraron en el análisis. De estas, 7 dejaron la actividad por venta del ganado por motivos ajenos al lobo y los 6 restantes por jubilación del propietario. Uso de las medidas de prevención: El ochenta por ciento de las medidas donadas todavía estaban en uso o se usaron mientras la explotación estuvo en funcionamiento. La valla eléctrica fue la medida que se abandonó antes, aunque el 61% de las donadas se utilizaron hasta el cierre de la explotación, frente al 93% que siguió utilizando los cercados fijos y el 87% los mastines. El 70% de los mastines donados o sus descendientes, el 86% de los cercados y el 54% de las vallas eléctricas todavía se utilizan en la actualidad. Table 5. Medidas en uso mientras las explotaciones estaban en producción. Explotaciones Uso actual Usadas hasta cierre contactadas explotación Nº % Nº % Mastines 39 27 69.2 34 87.2 Vallas electricas 28 15 53.6 17 60.7 Cercados fijos 14 12 85.7 13 92.9 TOTAL 81 54 66.7 64 80.3 Eficacia y satisfacción con las medidas preventivas: No fue posible obtener datos oficiales de daños al ganado, por lo que no se pudo determinar con exactitud la efectividad de las medidas de prevención durante el período de diez años. Sin embargo, se preguntó a los ganaderos sobre los ataques de lobos o perros asilvestrados sufridos en los últimos 12 meses. En los cálculos, solo se han considerado aquellas explotaciones ubicadas en áreas con ataques, con el fin de eliminar del análisis las áreas donde ya no había depredadores. El 71% de las fincas con mastines, el 56% con vallas eléctricas y el 80% con vallas fijas no sufrieron ningún daño en el año anterior, con una media del 68%. Sin embargo, este cálculo no puede tomarse como un cálculo directo de la eficacia de las medidas ya que no fue posible saber si el ganado estaba protegido por ellas en el momento del ataque. Esta cifra indica de alguna manera la percepción del nivel de daños por parte del ganadero, lo que puede ser igualmente 15
importante para el objetivo perseguido. Tabla 6. Explotaciones con y sin daños. Nº explotaciones en Explotaciones sin % explotaciones sin áreas con ataques daños daños Mastines 28 20 71.4% Vallas eléctricas 18 10 55.6% Cercados fijos 10 8 80.0% TOTAL 56 38 67.9% Como información de apoyo para evaluar la eficacia de las medidas, se preguntó a los ganaderos su grado de satisfacción con ellas, asumiendo que, si el número de ataques de depredadores era alto, los ganaderos estarían poco satisfechos con el método utilizado. En este cálculo también se consideró la opinión de los ganaderos que ya no tenían ganado en el momento de la entrevista. Tabla 7. Satisfacción de los ganaderos con las medidas de prevención de daños. Satisfecho/muy satisf. Poco satisfecho % satisfecho/ muy satisfy. en uso no en uso en uso no en uso Mastines 27 8 0 2 94.6 Vallas eléctricas 15 7 0 4 84.6 Cercados fijos 12 2 0 0 100.0 TOTAL 54 17 0 6 92.2 El 92% de los ganaderos se mostraron satisfechos o muy satisfechos con los métodos utilizados para la prevención de daños. Las vallas eléctricas fueron el método con menor porcentaje de valoración, aunque fue muy alto, del 85%. El porcentaje de ganaderos que mostró poca satisfacción con las medidas fue muy pequeño, el 8% de media (5,4% para los mastines, 15,4% para las vallas eléctricas y 0% para los cercados). Coste de mantenimiento de las medidas: Se preguntó también a los ganaderos sobre el coste estimado de mantener los tres tipos de medidas. El 29% de los ganaderos consideró que el mantenimiento de los perros mastines, incluyendo la alimentación, el seguro y los gastos veterinarios, fueron de entre 200 y 400 € anuales. Tabla 8. Coste de mantenimiento anual de los mastines. 0-100 € 100-200 € 200-300 € 300-400 € > 400 € n.s./n.c. Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Nº % Total 2 5.7% 4 11.4% 5 14.3% 5 14.3% 2 5.7% 17 48.6% 35 En cuanto a las vallas eléctricas, el 30% de los ganaderos tuvo que cambiar la batería y el electrificador, lo que supone un coste aproximado de 350 €, mientras que el 23% invirtió menos de 10 € durante estos 10 años. 16
Tabla 9. Coste de mantenimiento de las vallas eléctricas. Bateria Batería+ cables Batería + electrificador Todo n.s./n.c.
Nº % Nº % Total Jubilación Roto Cercado fijos 1 50.0% 1 50.0% 2 A los ganaderos que dejaron de usar las medidas se les preguntó qué habrían necesitado para seguir utilizándolas. El 36% de los que abandonaron el uso de mastines, el 62% de las vallas eléctricas y el 50% de los cercados fijos no habrían necesitado ningún recurso ni apoyo para seguir utilizándolos. El 18% de los ganaderos habrían continuado usando mastines si se hubieran socializado debidamente con su ganado, y si se suman los que hubieran querido otro perro o más material o ayuda para arreglar las cercas eléctricas o fijas, el porcentaje aumenta al 23%. Tabla 12. Necesidades para continuar usando las medidas. Nº % Nº % Nº % Nº % Correcta Nada Otro mastín Sin respuesta Total socialización Mastines 4 36% 2 18% 1 9% 4 36% 11 Nº % Nº % Nº % Nº % Nada Más material Reparación Sin respuesta Total Vallas eléctricas 8 62% 1 8% 1 8% 3 23% 13 Nº % Nº % Nº Nada Reparación Total Cercados fijos 1 50% 1 50% 2 Sugerencias para fomentar el uso de medidas de prevención de daños: Finalmente, se solicitó a todos los entrevistados que explicaran si tenían alguna sugerencia para que las autoridades competentes impulsen el uso de medidas de prevención de daños. El 20% de las respuestas reclamaba subsidios para pagar el mantenimiento de los mastines, y otro 20% la construcción de cercados fijos por parte de la administración o ayudas para ello. Si se consideran en conjunto todas las respuestas que reclaman subvenciones para la adquisición, mantenimiento o construcción de medidas de prevención, el porcentaje asciende al 55%. El número de respuestas que reclamaron mejoras en la indemnización de daños fue muy bajo, de apenas un 6%, el mismo número de ganaderos que han demandado la adopción de soluciones para solucionar los problemas legales de los mastines. 18
Tabla 13. Sugerencias para promover el uso de las medidas de prevención de daños. Nº % Ayudas al mantenimiento de los perros (alimentación y seguro) 14 20 Construcción o ayudas para cercados fijos 14 20 Que no haya lobos o que haya menos 10 14 Donación de mastines 8 11 Solución a los problemas legales de los mastines 6 8 Ninguna 5 7 Pago justo y rápido de los daños 3 4 Donación de vallas eléctricas 3 4 Ayudas con la fauna silvestre o control de la misma (por enfermedades al 3 4 ganado y daños a la ganadería) Educación/concienciación visitantes 1 1 Pago del lucro cesante 1 1 Impuesto al turismo lobero que revierta en ganaderos 1 1 Ayudas para pagos añadidos a zonas con lobo 1 1 Menos trabas a la ganadería extensiva 1 1 Total 71 100 El 14% de los ganaderos destacó su deseo de que haya menos lobos o su desaparición total de su área de trabajo (10 encuestados). Solo 4 de ellos han limitado su respuesta a esta solicitud. Los 6 restantes también han reclamado la existencia de subvenciones para el mantenimiento de los perros (en 3 ocasiones), para la construcción de vallas (en otras 3 ocasiones), de programas de donación de mastines y ayudas para solucionar los problemas legales al uso de estos perros (una mención por cada solicitud respectivamente). Por tanto, el 60% de los encuestados que se han mostrado en contra del lobo también exigieron la implementación de ayudas económicas para utilizar medidas preventivas. Tabla 14. Otras solicitudes de los ganaderos que se muestran abiertamente contrarios al lobo. Nº % Ayudas al mantenimiento de los mastines (alimentación y seguro) 3 38 Construcción o ayudas para cercados fijos 3 38 Donación de mastines 1 13 Solución a los problemas legales de los mastines 1 13 Total 8 100 Estos resultados muestran claramente la disposición de los ganaderos a utilizar medidas de prevención de daños, aunque reclaman abiertamente el apoyo de las autoridades para seguir utilizándolas. Los ganaderos entrevistados colocaron este tema muy por encima de los relacionados con las mejoras en el sistema de compensación de daños. Conclusiones: Como se ha visto anteriormente, el proyecto LIFE COEX ya demostró una marcada disposición de los ganaderos a utilizar medidas de prevención de daños, aunque ello implique realizar cambios en la gestión de la ganadería llevada a cabo hasta ese momento, así como su alto grado de satisfacción en cuanto a su eficacia. Dicho proyecto también mostró que las tres medidas produjeron reducciones muy significativas en los daños a las explotaciones que las utilizaron 19
(entre el 61% y el 100% de los animales muertos y el 65% y el 100% de los ataques). Diez años después, se contactó con el 96% de los ganaderos que participaron en esta iniciativa para preguntar sobre el balance del uso de las medidas durante este tiempo. El seguimiento mostró que las medidas donadas en el proyecto LIFE COEX tenían una alta durabilidad en el tiempo, dado que el 80% de ellas siguen en uso o estuvieron en uso hasta el final del período de producción de las explotaciones. Este resultado muestra que, una vez que comienzan a usar métodos de prevención, la mayoría de los ganaderos no dejan de usarlos. Estos datos también permiten inferir que los ganaderos están satisfechos con las medidas (el 92% declaró estar satisfecho o muy satisfecho), y aunque no fue posible evaluar el efecto real de las medidas de prevención para proteger al ganado, el 68% de las fincas no sufrió ataques en el último año. El coste de mantenimiento de las diferentes medidas es muy diferente, desde casi cero en vallas fijas, hasta los 200-400 € anuales en el caso de los mastines. A pesar del alto coste de mantenimiento de los perros, ninguno de los ganaderos que dejaron de usarlos lo hizo por este motivo. También es de destacar que solo en un caso la razón para abandonar el uso de mastines fue el vagabundeo del animal por estar mal improntado. Una cuarta parte de los ganaderos alegó motivos como mal comportamiento o problemas de uso con el mastín, problemas con el uso o rotura de las vallas eléctricas y fijas para justificar el abandono de las medidas. Otro dato por destacar es que el principal motivo del abandono de las tres medidas fue la jubilación del propietario o la venta de la explotación (desde el 73% de las bajas en el caso de los mastines hasta el 46% en el de las vallas electrónicas). La avanzada edad media de los ganaderos junto con la falta de relevo generacional es sin duda una de las principales amenazas para la supervivencia de la ganadería extensiva. Finalmente, el 55% de las peticiones expresadas por los ganaderos es que se habiliten ayudas para la adquisición, mantenimiento o construcción de medidas de prevención. Este porcentaje es casi diez veces superior al de aquellos que piden mejoras en la indemnización de los daños (un 6%), lo que pone de manifiesto que el colectivo es consciente de la importancia de usar algún tipo de medida de protección del ganado en presencia de depredadores. Merece la pena resaltar que más de la mitad de los ganaderos más opuestos al lobo, aquellos que han pedido que desaparezcan de su zona, han pedido también el establecimiento de ayudas al uso de medidas de prevención de daños. El alto porcentaje de explotaciones que siguieron usando las medidas demuestra la disposición de los ganaderos a adaptar la gestión del ganado que venían haciendo antes de la llegada del lobo. Este compromiso debe ser sin ninguna duda apoyado por las diferentes administraciones, habilitando líneas de financiación para la adquisición y mantenimiento de los diferentes métodos de protección del ganado. En resumen, de la evaluación del uso de las medidas de prevención donadas diez años antes por el proyecto LIFE COEX se puede concluir que: ✓ Las medidas han tenido una alta durabilidad y eficacia en el tiempo. ✓ Los ganaderos han mostrado un alto grado de satisfacción con ellas. ✓ Para favorecer y generalizar su uso, serían deseables programas integrales que incluyan el seguimiento de las medidas y el asesoramiento constante de los ganaderos sobre su uso. ✓ Los ganaderos expresaron su compromiso con el uso de estas herramientas de 20
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