Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

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David Montanero Vico
David Asensio i Vilaró

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                                                                                                                          Universitat de Lleida
                                                                                                                            ISSN: 1131-883-X
                                                                                                                                  www.rap.cat

Puertas fortificadas del Mediterráneo:
Orígenes y evolución

    A lo largo y ancho del Mediterráneo, entradas, puertas y poter-        Tout au long de la Méditerranée, entrées portes et poternes sont
nas son un componente indispensable en el trazado de un sistema        un composant indispensable dans le tracé d’un système défensif
defensivo urbano. En el presente artículo prestaremos especial aten-   urbain. Dans cet article nous donner une attention spéciale aux
ción a los sistemas de acceso documentados en los asentamientos        systèmes d’accès documentés dans les établissements orientale,
orientales, griegos y púnicos del Mediterráneo. Este estudio quiere    grecque et punique de la Méditerranée. Cette étude veut fournir
proporcionar a los investigadores que trabajan en el campo de la       aux chercheurs qui travaillent dans le domaine de la protohistoire
protohistoria mediterránea occidental una breve síntesis sobre los     de la Méditerranée occidentale une bref résumé sur les types de
tipos de puertas construidas por los llamados colonizadores. El fin    portes construites par les appelé colonisateurs. Le but que nous
que perseguimos es que estos profesionales puedan comparar los         recherchons est que ceux professionnels peuvent comparer les
sistemas de accesos documentados en sus yacimientos con aquellos       systèmes d’accès documentés dans ses sites archéologiques avec
hallados en diferentes regiones del Mediterráneo, para observar si     ceux-là trouvés dans les différentes régions de la Méditerranée, pour
existió verdaderamente una influencia sobre los mismos, una adap-      observer si a vraiment existé une influence sur eux, une adaptation
tación de los modelos mediterráneos o simplemente una evolución        des modèles méditerranéens ou simplement une évolution indépen-
independiente ajena a dichas influencias.                              dante étrangère à dites influence.

   Palabras clave: puertas, arquitectura, defensa, mediterráneo,          Mots clé: portes, architecture, défense, Mediterranée, Orient,
Oriente, Occidente.                                                    Occident.

Introducción                                                           influencia sobre la arquitectura militar protohistórica
                                                                       del Mediterráneo central y occidental.
   Entradas, puertas y poternas están estrechamente                       En primer lugar prestaremos atención a la defi-
ligadas con los sistemas defensivos que protegían las                  nición, ubicación y función de las entradas, puertas
ciudades en la antigüedad. En especial se pueden                       y poternas en el conjunto de un sistema defensivo.
relacionar con las murallas, pues entradas, puertas                    Seguidamente, iniciamos nuestro estudio buscando el
y poternas se insieren en ellas convirtiéndose en                      origen de este tipo de estructuras en el ámbito del
uno de sus principales componentes. En el presente                     Mediterráneo oriental, donde los conceptos, sobre todo
artículo queremos ofrecer una visión general sobre                     defensivos, de los sistemas de acceso toman forma
los sistemas de accesos documentados en los recintos                   durante la Edad del Bronce, marcando de forma
fortificados erigidos en el mundo mediterráneo. Dicho                  decisiva la posterior evolución de los mismos.
estudio quiere ofrecer a los especialistas en el campo                    Proseguiremos nuestro estudio tratando el pro-
de la protohistoria un marco donde comparar los                        blemático tema de las puertas urbanas en Fenicia
sistemas de acceso de sus yacimientos arqueológicos                    durante la Edad del Hierro, momento en que se inicia
con los ejemplos que ofrecen mundos tan diferentes                     el proceso de colonización hacia Occidente, de ahí la
como el oriental, el griego o el púnico, a los cuales                  importancia de recrear el aspecto de las mismas. Por
en reiteradas ocasiones se les hace responsables de la                 su parte, las puertas erigidas en Grecia son de un

                                                                                                                                         177
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gran interés, pues en reiteradas ocasiones han sido              gobernantes. Por este motivo, las puertas serán ob-
tomadas como paralelos directos a la hora de comparar            jeto de esmeradas decoraciones con la intención de
los accesos de algunos asentamientos protohistóricos             impresionar a quien pasaba por ellas. Las puertas
del Mediterráneo central y occidental.                           durante la antigüedad, dada su importancia, fueron
   Para finalizar, analizaremos los sistemas de acceso           espacios donde se celebraron reuniones, mercados,
ubicados en las murallas que defendían los asentami-             ceremonias religiosas y procesiones, pues eran a la
entos coloniales del Mediterráneo central y occidental,          vez el nexo de unión y el límite entre dos mundos
concretamente aquellos fenicios occidentales de época            totalmente diferentes, el urbano y el rural. Fue tal la
púnica y los pertenecientes a las apoikiai griegas.              importancia de este tipo de estructuras que incluso
                                                                 se consideraban un lugar sagrado, estando muchas
Entradas, puertas y poternas:                                    de ellas consagradas a divinidades protectoras (Gar-
                                                                 lan 1974: 87).
Principios generales                                                Pero si una función prevaleció por encima de
    Como bien ha señalado Michael Kunst en un recien-            todas fue la defensiva. No podemos olvidar que las
te artículo (Kunst 2006: 27) durante la prehistoria              puertas son las interrupciones que existen en el tra-
principalmente, y en algunos casos en épocas históri-            zado de una muralla, por tanto se convierten en el
cas, no podemos, o no deberíamos aplicar según qué               lugar más débil y desprotegido de todo el sistema
términos a los espacios u oberturas que encontramos              defensivo. Este hecho motivó la creación entorno
en los sistemas defensivos urbanos. En ocasiones                 a este tipo de estructuras de diferentes elementos
nos encontramos que los accesos al interior de un                defensivos, principalmente torres, que facilitaron el
núcleo urbano son simplemente una interrupción en                flanqueo del espacio situado delante de las puertas.
la línea que traza la propia muralla, de esta forma              Por regla general, encontramos como mínimo siempre
nos encontramos delante de una entrada, un lugar de              una torre situada a la derecha de la puerta, con el
paso, que pone en contacto dos mundos diferentes,                fin de poder abatir a cualquier enemigo desde ese
el que se encuentra fuera del perímetro amurallado               flanco, pues los soldados en la antigüedad tenían des-
y el que se desarrolla en su interior.                           protegida su parte derecha donde sujetaban el arma
    Una entrada, como una puerta o una poterna,                  ofensiva (espada, lanza, hacha, etc.), protegiendo su
tiene una función principal que es la de ser un pa-              lado izquierdo a través del escudo. En otros casos
saje o lugar de paso sin una estructura propia. Será             encontramos la puerta enmarcada por dos torres, lo
con posterioridad cuando se añadirán a esta función              que otorga una mayor cadencia de fuego y un flanqueo
principal otras que le son complementarias, como la              total de las inmediaciones de la puerta, aumentando
religiosa, la económica o especialmente la defensiva             sus prestaciones defensivas. Hasta bien entrado el
(Schattner 2006: 17). Las puertas, por su parte, son             periodo helenístico (s. iii aC), especialmente en época
el desarrollo arquitectónico que se erige en ese lu-             romana, no encontramos las llamadas “Kammertor”
gar de paso y que normalmente, en relación con las               o puertas torre (Sconfienza 2005: 18), donde la torre
murallas, está intrínsecamente ligado a la defensa del           se convierte en la entrada a la ciudad al ubicarse el
mismo. Las poternas o puertas de pequeñas dimensi-               acceso a la misma en su planta baja, y alojando la
ones también se acaban convirtiendo en un elemento               artillería en sus pisos superiores.
arquitectónico que en su inicio solamente tiene una                 El acceso a las puertas se puede realizar de for-
función como pasaje, muchas veces secundario, pero               ma perpendicular al lienzo de muralla o de forma
que con el desarrollo de la guerra de asedio se aca-             lateral. En contadas ocasiones encontramos puertas
barán convirtiendo en un elemento esencial en la                 en forma de L u oblicuas, pues este tipo de acceso
defensa de las ciudades (Winter 1971: 235; Garlan                suele estar reservado principalmente a las poternas,
1974: 191; Lawrence 1979: 336-338; Adam 1982: 93;                recomendando su empleo el propio Filón de Bizancio
McNicoll 1997: 19; Sconfienza 2005: 19).                         (s. iii aC) (Garlan 1974: 295). La puerta de acceso
    La ubicación de puertas y poternas suele estar               lateral, llamada usualmente de recubrimiento, sim-
condicionada por la topografía del lugar donde se van            plemente es la interrupción de la línea de muralla
a situar. Habitualmente las puertas ocupan lugares de            a partir de la superposición de uno de sus extremos
fácil acceso, como vaguadas o terrenos llanos, que               que recubre al otro situado en el interior, dejando
permitan una fácil comunicación entre los ejes viarios           una separación entre ambos que es donde se aloja la
del núcleo urbano y las vías de acceso exteriores que            puerta. Las puertas de recubrimiento, dependiendo de
llevan hasta él, habilitando y agilizando el paso de             la distancia que recorran los dos tramos de muralla
vehículos y peatones. Las poternas, por su parte, en             superpuestos paralelamente pueden formar un largo
un inicio, suelen estar situadas en puntos alejados              corredor, en cuyas extremidades externas se colocan
del centro de la ciudad o lugares de difícil acceso,             las torres (Lawrence 1979: 332-335).
terrenos escarpados o cercanos a las tierras de cultivo,            Las puertas de tipo axial suelen ser las más habi-
conectándose a caminos secundarios o senderos poco               tuales, pues proporcionan un acceso directo a través
aptos para la circulación de vehículos.                          de la puerta, muchas veces sin tener que realizar
    Las puertas de una ciudad son tanto para los                 ningún tipo de giro, cosa que sí suele suceder en
habitantes de la misma como para sus visitantes un               el caso de las puertas con acceso lateral. Encontra-
lugar de paso obligado. Este hecho hará que poco                 mos puertas perpendiculares muy simples, a veces
a poco estas estructuras arquitectónicas se vayan                solamente son una apertura en la línea de muralla,
convirtiendo en verdaderos emblemas de la ciudad                 flanqueadas o no por torres. Pero este esquema
y en un elemento propagandístico al servicio de sus              inicial se irá complicando a medida que las nuevas

178                                                             Revista d’Arqueologia de Ponent 19, 2009, 177-204, ISSN: 1131-883-X
David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

técnicas de asalto vayan evolucionando. Así pues, a                    máximo de tiempo posible, antes de llegar a las in-
partir del siglo v aC comenzamos a encontrar puer-                     mediaciones de la puerta, mientras que los defensores
tas del tipo “de tenaza”, donde la entrada se sitúa                    les instigaban, desde lo alto de las torres y pasos de
al final de un corredor creado a partir del repliegue                  ronda, con todo tipo de venablos. Para dificultar aún
interno de la muralla respecto al trazado original de                  más el acceso de los atacantes, se construyeron rampas
la misma. En el exterior del corredor se sitúan dos                    de acceso a las puertas o se aprovechó el desnivel
torres, mientras que la distancia entre las torres y                   natural del terreno, además con el paso del tiempo se
la puerta de entrada queda flanqueada por las dos                      fueron multiplicando las obras de defensa avanzada
cortinas adyacentes (Adam 1982: 85-89; Sconfienza                      tales como fosos, empalizadas o muros adelantados,
2005: 18). También encontramos las llamadas puertas                    con la intención de neutralizar la sofisticada maqui-
“de patio” creadas a partir del modelo anterior, donde                 naria de asalto. Con esta misma intención también
la distancia entre las torres exteriores del corredor se               se multiplicó el número de poternas existentes en los
reduce hasta quedar en paralelo, dando lugar a una                     perímetros amurallados. Estas pequeñas oberturas
primera puerta, creando de esta manera un espacio                      jugaron un papel muy importante en la defensa de
cerrado (patio) entre ella y la situada al fondo del                   las ciudades de época helenística. A través de ellas,
antiguo corredor, donde se encuentra la verdadera                      pequeños contingentes de soldados salían a los pies de
puerta de acceso a la ciudad (Winter 1971: 224-225;                    la muralla con la intención de sorprender al enemigo
Adam 1982: 90-92).                                                     y de destruir su maquinaria de asalto. Las poternas
   La profundidad de las puertas habitualmente, si no                  solían estar flanqueadas por una torre con el fin de
nos encontramos con alguno de los casos anteriormente                  proteger la salida de los soldados. Con la finalidad
citados, viene dada por el grosor de la muralla. El                    de que los defensores que salen al exterior siempre
pasaje que se crea entremedio, que puede variar su                     mantengan protegido su flanco derecho, Filón de
anchura, pudo estar cubierto por un dintel con techo                   Bizancio recomienda que los defensores salgan por
plano a partir de listones de madera o por arcos                       una poterna y reentren por otra (Rochas d’Aiglun
y bóvedas de piedra o adobes. En pocas ocasiones                       1871-1872: 226). Según este tratadista militar, las
conocemos el cubrimiento de dichas puertas, por lo                     poternas deberían estar protegidas por algún tipo
que se hace bastante difícil su reconstrucción. A modo                 de construcción con el fin de evitar el alcance del
de hipótesis, se puede pensar que sobre el pasillo                     fuego, de los proyectiles y los enemigos, además de
que atraviesa la muralla se pudo construir un piso                     ocultar la salida de los defensores (Rochas d’Aiglun
superior desde donde poder atacar a los enemigos                       1871-1872: 227).
que entrasen en el mismo. Sin embargo, sí podemos                         La función defensiva de puertas y poternas parece
recrear el tipo de puertas que cerraban el acceso a la                 una constante, pero existen excepciones donde esta
ciudad mediante el testimonio de umbrales, jambas y                    función acaba desapareciendo como sucede por ejem-
chumaceras realizados en piedra y que nos permiten                     plo en el mundo romano. En la ciudad de Ariminium
saber si las puertas, que suelen ser de madera y re-                   (Rimini), que desde el siglo iii aC se convirtió en un
cubiertas con placas de metal para evitar los efectos                  centro militar de primer orden para los romanos, la
del fuego, tenían una o dos batientes y si se abrían                   puerta que daba acceso a la ciudad fue substituida
hacia dentro o hacia fuera del pasillo (Winter 1971:                   en época de Augusto por otra donde hay una ausen-
255-259). En época romana sobre todo encontramos                       cia total de elementos defensivos. Este hecho solo se
las puertas de “rastrillo”, que no es más que una                      puede explicar gracias a la Pax Romana, momento
reja de metal que se elevaba a partir de un sistema                    durante el que la tranquilidad reinante hizo posible
de cadenas. En el momento en que un contingente                        que puertas fortificadas fueran substituidas por puertas
enemigo penetraba en el pasillo se dejaba caer la                      con una función más política y propagandística. En
reja, aislándolo del resto de los atacantes (Garlan                    este caso en concreto se substituyó por un arco de
1974: 197-198; Lawrence 1979: 262-266). Este mismo                     homenaje (Schattner 2006: 16).
tipo de puerta es el que aconseja el propio Eneas el
Táctico (Poliorcética 39,4). El propio Eneas (siglo iv                 Puertas del Mediterráneo oriental
aC) también nos informa de los sistemas de cierre
                                                                       durante la Edad del Bronce
de las puertas (Poliorcética 20), que se han podido
reconstruir en diferentes casos gracias a los huecos y                    Como ya hemos anunciado anteriormente, durante
molduras que se han documentado en algunas piedras                     la Edad del Bronce, en el Mediterráneo oriental se
que formaban parte del cierre de las puertas (Winter                   asientan las bases de muchos de los conceptos defen-
1971: 259-263; Lawrence 1979: 251-252). Junto a las                    sivos aplicados a la protección de las puertas. Desde
puertas se podían disponer cuerpos de guardia para                     el Bronce Antiguo (3200-2200 aC) nos encontramos
controlar a la gente y a los vehículos que entraban                    con que las oberturas que se hallan en el lienzo de
y salían de la ciudad, además de funcionar como                        muralla comienzan a estar flanqueadas por torres.
aduanas.                                                               No obstante, existen casos como el de Biblos (fig.
   Como ha quedado demostrado, la defensa de las                       1) donde las diferentes entradas que se superponen
puertas de una ciudad era algo vital para la super-                    durante toda la Edad del Bronce no disponen de
vivencia de la misma. Ingenieros y arquitectos mili-                   ningún tipo de protección (Lauffray 2008: 281-324).
tares, además de asegurar la defensa de las puertas,                      En Tell el-Far’ah, al norte de Palestina, encontra-
planificaron con detalle el trazado que debía seguir                   mos una puerta flanqueada en su primera fase por
la muralla. Lo que se pretendía era que los atacantes                  dos torres que se proyectan desde el exterior de la
dejaran al descubierto su flanco derecho durante el                    muralla hacia fuera unos 7 m, dejando entre ambas

Revista d’Arqueologia de Ponent 19, 2009, 177-204, ISSN: 1131-883-X                                                        179
David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

     Fig. 1. Biblos: Planta general de la ciudad y de la puerta norte (Lauffray 2008). Tell el-Far’ah: Planta general del
  asentamiento y de la puerta de acceso (Kempinski 1992a). Ai: Planta de la poterna flanqueada por la torre semicircular
(Kempinski 1992a). Tell Dan: Vista general de la puerta de la Edad del Bronce Medio. Planta y reconstrucción de la puerta
 de cuatro cámaras (Kempinski 1992b). Puertas de cuatro cámaras: Plantas de las puertas de la Edad del Bronce de las
                          ciudades de Yavnenh-Yam, Beth-Shemesh, Gezer y Megido (Gregori 1986).

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David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

un estrecho pasillo de apenas 2 m, el cual estaría                     algunas modificaciones, como veremos posteriormente.
cubierto por un techo de madera que tendría 4 m                        Es interesante remarcar la simetría que presentan las
de altura (fig. 1). También se descubrieron las jambas                 puertas de cuatro cámaras, lo que nos hace pensar
y encajes de una puerta de dos batientes. En una                       en un patrón metrológico aplicado a las mismas.
segunda fase se construyeron unas escaleras y una                         Este tipo de puertas están muy relacionadas también
rampa artificial con una fuerte inclinación. Hasta                     con la masiva aparición de glacis/talud y terraplenes
que en su tercera fase la puerta se cierra mediante                    durante este periodo (Kempinski 2004: 351). Estas
un muro de piedra (Kempinski 1992a: 73). En Me-                        enormes estructuras de tierra y piedras, de hasta 60 m
gido, concretamente en su puerta este, encontramos                     de ancho y 15 m de altura, son el elemento más ca-
un conjunto compuesto por dos escaleras que están                      racterístico de las fortificaciones del Bronce Medio.
flanqueadas por dos torres rectangulares. Al final de                  Sobre ellas se elevaban los zócalos de piedra de las
cada una de las escaleras encontramos una puerta,                      murallas, que a su vez soportaban la superestructura
con un ancho que no supera los 2 m (Kempinski                          de adobes o tapial (Kempinski 1992b: 127-132, 2004:
1992a: 74). Sin embargo, durante el Bronce antiguo                     351-353; Montanero Vico 2008: 97-98).
no solamente encontramos puertas, sino que también                        En el Bronce Final (1600-1200 aC), comienzan a
existen poternas, como por ejemplo en Ai, Arad o                       proliferar en distintas áreas del Mediterráneo oriental
Tell el-Far’ah. En Ai tenemos restos de una poterna                    varios e importantes recintos urbanos fortificados.
flanqueada por una torre a su derecha (fig. 1), aunque                 En este grupo podemos incluir la ciudad de Troya,
su función parece más civil que militar (Kempinski                     los imponentes centros hititas y las ciudadelas mi-
1992a: 74-75). Por otro lado, se ha podido constatar                   cénicas.
arqueológicamente que algunas de estas poternas fue-                      La legendaria ciudad de Troya, en su nivel VI
ron tapiadas, seguramente por motivos de seguridad                     (1700-1250 aC), ostenta una potente fortificación, de
(Ben-Tor 2004: 189).                                                   unos 550 m de longitud, que rodea su ciudadela (fig.
   En el Bronce Antiguo, se erigen murallas con zócalo                 2). Los muros de la fortificación, que presentan una
de piedra, que en algunos casos conservan hasta los 2                  leve inclinación en su parte exterior, están realizados
m de altura. El ancho de la base de la muralla, que                    a partir de bloques de piedra bien trabajados y de
sostendría un alzado en adobes o tapial, va desde los                  forma regular, estando dotado el sistema defensivo
2-3 m de lugares como Arad o Aleq, hasta los 8 m de                    de varias torres macizas. En algunos lugares se han
anchura en Megido. Zócalos de mampostería de tales                     conservado los muros de piedra hasta una altura de
dimensiones provocaron el añadido de contrafuertes                     entre 4 y 6 m de altura, a los que hay que añadir
y glacis, que ayudaron a estabilizar la construcción                   la superestructura en adobes o tapial. El recinto
(Ben-Tor 2004: 188).                                                   amurallado disponía de 5 salidas entre puertas y
   Durante la Edad del Bronce Medio (2200-1600)                        poternas. La puerta principal, de 3,3 m de ancho, se
hacen su aparición las puertas de cuatro cámaras                       encontraba al sur (de la que se han detectado tres
(Gregori 1986). Su nombre viene dado por los cua-                      fases) y estaba flanqueada por un torreón, que se
tro espacios que se observan, dos a cada lado, en                      proyectaba 10 m desde el paramento exterior de la
el interior del pasillo. Éste suele estar flanqueado                   muralla, barrando el paso del acceso oeste y delante
por dos grandes cuerpos, que en realidad podrían                       del cual aparecieron seis estelas de piedra (Fieds et al.
considerarse como torres, que interiormente pueden                     2004a: 23), quizás relacionadas con algún tipo de rito
estar huecos, alojando escaleras en su interior, o ser                 cultual (fig. 2). El acceso al interior de la ciudadela
totalmente macizos (fig. 1). Afortunadamente, gracias                  se hacía a través de una calle empedrada. Al noreste
al descubrimiento de la puerta de cuatro cámaras                       encontramos una poterna que da acceso, mediante
de Tel Dan, sabemos cómo estaban cubiertas estas                       una serie de escalones, a un gran torreón. La poterna
estructuras (fig. 1). En Dan observamos que la cober-                  atraviesa la línea de defensa con una profundidad
tura de la puerta se realiza a partir de tres arcos de                 de 4,65 m y un ancho de entre 1,5-1,7 m. Al sur de
medio punto consecutivos, que formaban una bóveda                      la poterna encontramos la puerta este, con acceso a
de cañón. Cada arco se crea a partir de tres hileras                   través de un estrecho corredor, de 5 m de largo, en
de adobes, hiladas que recaen directamente sobre                       forma de L, y que corresponde al tipo de puerta a
los salientes interiores que se observan dentro del                    recubrimiento. La puerta sudoeste fue objeto de una
pasillo, situados entre las cuatro cámaras. La puerta,                 gran remodelación, cuyo acceso se tenía que realizar
a la que se accedía mediante escaleras, tenía 3 m de                   mediante una escalera que nunca se llegó a acabar.
altura y 2,5 de ancho, con una profundidad de casi                     Por último al noroeste encontramos otra pequeña
20 m y estaba flanqueada por dos torres de 5 m de                      obertura que corresponde a otra poterna (Fields et al.
anchura (Laughlin 2001: 80). Se han documentado                        2004a: 44). En Troya observamos como las puertas de
puertas de cuatro cámaras en otros yacimientos como                    la muralla son simplemente oberturas en la misma,
Jasor, Tell Balata, Alalakh (Turquía) o Ebla, aunque                   que en algunos casos pueden estar protegidas por
existen otro tipo de accesos como los documentados                     una torre, como sucede en la puerta sur.
en Megido o Tell Akko (con solo dos cámaras) (Kem-                        Contemporáneamente al nivel VI de Troya nos
pinski 1992b: 133-136).                                                encontramos con las potentes fortificaciones del im-
   Todo parece indicar que las puertas de cuatro                       perio hitita en Anatolia. Sorprende, especialmente, el
cámaras tienen su origen en Siria (Gregori 1986:                       impresionante sistema defensivo de su capital, Hattusa,
94-98), difundiéndose tanto por Palestina como por                     la cual fue amurallada por primera vez en el siglo
Anatolia, lugares donde este tipo de puerta seguirá                    xvi aC mediante una potente muralla ciclópea. El
en uso hasta momentos muy posteriores, aunque con                      periodo de esplendor del imperio hitita se produce

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    Fig. 2. Troya: Planta general de la ciudad de Troya y reconstrucción de la puerta principal situada al sur (Fieds et al.
    2004a). Hattusa: Reconstrucción de la zona correspondiente a la puerta de la Esfinge y de Yerkapi. Planta general de
   la ciudad de Hattusa donde se distingue la ciudad baja, la acrópolis y la ciudad alta. Vista general de la puerta de los
 Leones y reconstrucción de la puerta del Rey (Nossov y Delf 2008). Micenas: Planta general de la ciudadela (Adam 1982)
y reconstrucción de la puerta de los Leones (Fields y Spedaliere 2004). Tirinto: Planta general de la ciudadela (Adam 1992)
                         y reconstrucción de la puerta de acceso principal (Fields y Spedaliere 2004).

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durante los siglos xiv-xiii aC momento en que se re-                   en el caso de la poterna de Yerkapi, estas son túneles
modelan por completo sus murallas y se fortifica la                    excavados por debajo de la muralla que dan acceso
ciudad alta con un perímetro de 3,3 km, añadiendo                      al exterior. Nossov cree que estas poternas, aunque
esta a la ciudad baja y a la ciudadela, ya preexistentes               son visibles claramente desde el exterior, tuvieron una
(fig. 2). La mayoría de restos visibles corresponden a                 función activa en la defensa de la ciudad (Nossov y
este periodo, pero por encima de todos ellos destaca                   Delf 2008: 20). Por su parte, el gran muro de Yer-
la potente muralla construida a partir de un zócalo                    kapi ha sido interpretado por el mismo autor como
de cajones,1 con un grosor medio de ocho metros.                       una barrera contra la maquinaria de asalto y para
A diferencia de otros asentamientos de esta época,                     dificultar también el acceso de los atacantes, aunque
en Hattusa encontramos torres a intervalos regulares                   no descarta una función ceremonial (Nossov y Delf
de entre 12-30 m con una altura que podría llegar a                    2008: 22 y 32).
los 10-12 m (Nossov y Delf 2008: 17).                                     Alacahöyük es una ciudad fortaleza que protege
    En las ciudades hititas, encontramos puertas con                   uno de los caminos que conducen a la capital del
dos portales separadas por dos cámaras. Para algunos                   imperio hitita. En ella se han documentado dos puer-
investigadores este tipo de puerta es simplemente una                  tas, una al sur y otra ubicada al oeste. La puerta
evolución regional de la puerta de tipo sirio de cuatro                sur posee dos torres que la enmarcan y que están
cámaras (Gregori 1986: 97). La cobertura de éstas en                   decoradas con relieves en su base, además de docu-
el mundo hitita se realiza a partir de un arco ojival.                 mentarse dos esfinges a cada lado de la puerta. Por
Los accesos a estas se solían cerrar mediante dos pu-                  su parte, el acceso oeste también está dotado de dos
ertas, una exterior y otra interior, con doble batiente,               torres albergando en un nivel más bajo una poterna
y presentaban un sistema de cierre a partir de una                     de forma en L (Nossov y Delf 2008: 41).
barra de madera. Normalmente las puertas estaban                          Creemos que se ha de destacar la importancia que
flanqueadas por dos grandes torreones rectangulares,
                                                                       la arquitectura hitita otorga a la ornamentación de
aunque existen excepciones como en el caso de la
                                                                       las puertas. Como hemos visto, estatuas de leones/
puerta de la Esfinge (llamada así por las 4 esfinges
                                                                       as, esfinges, relieves en la base de las torres y en el
que flanquean la puerta) en Hattusa, que presenta
                                                                       interior de las cámaras engalanan estas construccio-
una torre-puerta, con arquitrabe y una sola puerta,
                                                                       nes. Las esfinges, de clara influencia egipcia, y los
con un ancho exterior de 2,45 m y otro interior de
                                                                       leones/as son considerados en la antigüedad como
1,7 m (Nossov y Delf 2008: 18-19). Esta última está
                                                                       representaciones muy ligadas a la protección de la
precedida por una enorme construcción a modo de
                                                                       ciudad, además de tener una función intimidatoria
glacis conocida como Yerkapi. Esta gran estructura
                                                                       delante de aquellos que amenacen la integridad de
tiene una longitud de 250 m y un ancho de 80 m
en su base, alzándose una treintena de metros. Su                      la misma. Pero sin duda lo que más sorprende de
pared exterior presenta un inclinación de unos 35º,                    las ciudades hititas, y en especial de su capital, es
estando dotados sus laterales de sendas escaleras que                  la organización defensiva. En Hattusa encontramos
dan acceso a la puerta de la Esfinge. En el centro                     reunidos todos los principios defensivos que mucho
del gran muro de Yerkapi se abre una poterna que,                      más tarde estarán presentes en las fortificaciones de
en realidad, es un gran túnel de 71 m de largo que                     época helenística: gruesos zócalos de cajones, torres
conecta con el interior de la ciudad (fig. 2). A finales               situadas a intervalos regulares, poternas distribuidas
del siglo xiii se crea un antemural con torres delante                 por toda la línea de muralla con acceso al exterior
de la puerta de la Esfinge quedando esta bloqueada,                    a través de una galería subterránea, poternas en L,
aunque la poterna sigue en uso (Nossov y Delf 2008:                    puertas flanqueadas con dos torres y dos sistemas
21-25).                                                                de cierre, puertas torre, defensas avanzadas. Aunque
    En la ciudad alta de Hattusa encontramos además                    queda en el aire la respuesta de si las fortificacio-
de la puerta de la Esfinge, de claro uso peatonal,                     nes de Hattusa fueron concebidas para aplicar una
otras cuatro puertas entre las que destacamos la                       defensa activa de la ciudad.
puerta del Rey (posee un relieve donde aparece un                         Los sistemas defensivos hititas nos impresionan
personaje interpretado como tal) y la de los Leones                    por su tamaño y organización, en contraposición a
(fig. 2) (dos leones o leonas de piedra flanquean la                   las ciudadelas micénicas, que muestran una simpli-
puerta exterior). Estas dos puertas situadas a sureste                 cidad extrema. Estas residencias fortificadas suelen
y suroeste respectivamente, poseen un acceso en ram-                   estar casi siempre situadas en altura. Destacan
pa que permite el acceso de vehículos, sobre todo la                   principalmente las ciudadelas de Micenas, Tirinto
de los Leones. Las dos están cubiertas por un arco                     y Midea (Argólida), Gla (Beocia) y Atenas (Ática).
ojival y están flanqueadas por dos torres. Aparte                      Habitualmente, el acceso que conduce a la puerta de
de las puertas también se dotó a la fortificación de                   entrada se realiza mediante una ligera rampa, que
diversas poternas. Hasta el momento se han podido                      permite también el paso de vehículos. En Tirinto
documentar ocho en el tramo de muralla que existe                      y en Gla estas rampas son creadas artificialmente,
entre la ciudad baja y la ciudad alta. Como sucede                     mientras que en Micenas se aprovecha el desnivel
                                                                       natural del terreno (Fields y Spedaliere 2004b: 13).
   1. Las murallas con zócalo de cajones tienen su origen              En Tirinto y Midea el atacante muestra su flanco
en el Mediterráneo oriental, ya desde el tercer milenio aC.            derecho durante todo el trayecto que le conduce a
Su difusión hacia occidente fue obra de los fenicios, ya que
encontramos asentamientos como Cartago o Mozia, donde se
                                                                       la puerta de acceso a la ciudad. Sin embargo, por
emplea este tipo de técnica. Para más información sobre este           motivos topográficos, no fue posible hacer lo mismo
tipo de estructuras constructivas v. Montanero Vico (e.p.).            en Micenas (fig. 2), donde el atacante presenta su

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lado cubierto a los defensores de la muralla. Este              Fenicia y las puertas de la Edad del
hecho provoca que en la puerta de los Leones de                 Hierro
Micenas se tenga que construir un enorme torreón
situado a la derecha del atacante, para conseguir                  En la actualidad solamente conocemos un ejemplo,
una mayor efectividad defensiva. De esta manera, se             en Beirut, de lo que fueron las puertas urbanas en
crea un pequeño corredor, flanqueado a su izquierda             el mundo cananeo. Las excavaciones arqueológicas
por la muralla y a su derecha por el torreón (fig. 2),          pusieron al descubierto un enorme glacis de la Edad
que conduce directamente a la mítica puerta de los              del Bronce, que siguió en funcionamiento hasta mo-
Leones, con un ancho de 3,1 m y una altura de                   mentos anteriores al Hierro II. Durante las excava-
2,95 m (Fields y Spedaliere 2004b: 13). La puerta               ciones se pudo documentar una puerta, fechada en
está construida con enormes bloques rectangulares               el Bronce Medio, en forma de L a la que se accedía
de piedra, muy bien tallados. Se ha conservado                  mediante una escalera de piedra (Brade 1997: 26-
toda la estructura de la puerta, realizada a partir             30). Desgraciadamente este ejemplo es anterior a la
de un arquitrabe que reposa sobre dos jambas de                 Edad del Hierro II (1000-700 aC), momento en que
piedra, y sobre el que se apoya un bloque de for-               parece que se inicia la colonización fenicia hacia
ma triangular donde aparece el relieve de los dos               Occidente. Para poder saber cómo eran las puertas
leones. Este bloque triangular, gracias a su forma,             de las prósperas ciudades fenicias de la Edad del
descarga la fuerza del peso de la superestructura               Hierro nos debemos basar principalmente en fuentes
de la puerta hacia los laterales, evitando que el               iconográficas. Los relieves asirios representan las mu-
arquitrabe se rompa.                                            rallas de las prósperas ciudades fenicias que fueron
   En Micenas también hay restos de una poterna,                tomadas por estos durante sus campañas militares.
situada al noroeste de la ciudadela, que da acceso a            Gracias a estas representaciones nos podemos hacer
una zona que presenta un pronunciado desnivel. La               una idea de cómo eran las puertas de las ciudades
poterna está flanqueada por un torreón a la derecha,            fenicias en la Edad del Hierro.
siendo su estructura de las mismas características                 Harden identifica una ciudad fenicia en un relieve
                                                                del palacio de Senaquerib (704-681 aC) en Nínive, que
que las que hemos percibido en la puerta de los
                                                                refleja el saqueo de ésta por parte del ejército asirio
Leones.
                                                                (Harden 1965: 156). Se ha de destacar la situación
   En Tirinto, la entrada principal se sitúa en el lado
                                                                de la ciudad sobre una elevación, así como las ocho
este de la ciudadela (fig. 2). Esta es simplemente una
                                                                torres cuadrangulares que protegen la fortaleza, dos
entrada, de 7,5 m de largo, que no dispone de ningún
                                                                de ellas flanqueando una puerta con arco de medio
tipo de elemento defensivo, aunque para acceder a
                                                                punto. Otro relieve hallado en el palacio de Khorsa-
ella hay que subir una rampa de 47 m de longitud
                                                                bad, de principios del siglo vii aC, refleja la huída
(Fields y Spedaliere 2004b: 33). La entrada a su vez
                                                                del rey Luli de Tiro (701 aC) durante el asalto de
consta de tres puertas en su interior, superpuestas
                                                                la ciudad por parte del ejército asirio (Aubet 1987:
una a la otra, creando entre ellas dos estrechos pa-
                                                                44). En él también se puede apreciar una puerta
sajes. Se han documentado a su vez restos de una
                                                                cubierta por un arco de medio punto, que parece
poterna al oeste de la ciudadela. La misma da acceso            estar flanqueada por una torre cuadrangular, aunque
a unas escaleras que conducen a las inmediaciones               la perspectiva con la que se realizó la representa-
de un torreón.                                                  ción no descarta la posibilidad de que fueran dos las
   En la ciudadela de Gla se construyeron cuatro                torres que enmarcasen la puerta. Por último en las
puertas, una en cada eje cardinal. A todas ellas se             puertas de Balawat en el palacio de Salmanasar III
accedía mediante una rampa artificial, la del sur de            (858-824 aC) se refleja de nuevo la ciudad de Tiro,
100 m de longitud y 6 m de ancho. Esta puerta, con              fácilmente identificable por estar situada en una isla
acceso en diagonal a causa del terreno, estaba dotada           (Albelda 1980: 226). Se pueden observar dos puertas
de cuerpos de guardia en su interior y flanqueada por           con arco de medio punto flanqueadas por dos torres
dos torreones macizos. La puerta, como en el caso de            cada una (fig. 3).
Micenas, se compone de un umbral con dos jambas                    Como podemos observar, las puertas de las ciu-
y un arquitrabe. El cierre de la misma se realizaba             dades fenicias de la Edad del Hierro estaban com-
a partir de una puerta de madera de doble batiente,             puestas por una puerta de medio punto flanqueada
recubierta de placas de bronce, como se ha podido               por torres cuadrangulares. Desde nuestro punto de
constatar arqueológicamente (Fields y Spedaliere                vista, el tipo de puerta que se empleó en las ciuda-
2004b: 41). Los accesos oeste y norte están protegidos          des fenicias no debió ser muy diferente a las puertas
también por dos torres. Sin embargo, el ubicado al              que se construyeron en los territorios circundantes.
sureste es diferente, pues aunque está enmarcado por            Por este motivo pasamos a analizar a continuación
dos torres, presenta una doble entrada con cuerpos              las puertas descubiertas en los yacimientos pertene-
de guardia a su derecha.                                        cientes al antiguo reino de Israel, colindante con la
   De las ciudadelas micénicas destaca su imponente             antigua Fenicia.
técnica constructiva, a partir de bloques de piedra                Hablar de las puertas de la Edad del Hierro en
de enormes dimensiones. Algo que contrasta con su               Israel es hacer mención a las puertas de seis cáma-
simple organización defensiva, basada en el flanqueo            ras. La estructura de estas puertas, muy parecidas
de puertas y poternas, a lo que se ha de añadir los             a las de tipo sirio de la Edad del Bronce, nos hace
accesos mediante rampas.                                        pensar que nos encontramos delante de una evolu-
                                                                ción de las mismas. Las cámaras están distribuidas

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David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

 Fig. 3. Tiro: Representación de las murallas de la ciudad de Tiro en las puertas de Balawat en el palacio de Salmanasar III
(Albelda 1980). Megido: Planta de la ciudad donde se observa la sucesión de puertas del tipo a cámaras durante la Edad del
Hierro. Puertas de seis cámaras: Puertas de la Edad del Hierro de Megido (arriba), Hazor (centro), Gezer (abajo izquierda),
                               Ashdod (abajo centro) y Lachish (abajo derecha) (Herzog 1992).

Revista d’Arqueologia de Ponent 19, 2009, 177-204, ISSN: 1131-883-X                                                     185
David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

tres a cada lado de la parte interna de dos cuerpos                 puertas, que necesariamente debieron ser planifica-
macizos, entre los cuales se abre un pasillo. En el                 das previamente y construidas mediante un patrón
extremo exterior de estos cuerpos encontramos dos                   metrológico unitario.
protuberancias cuadrangulares, que en realidad son
dos torres que flanquean el ingreso al pasillo (Herzog              Puertas de época clásica y helenística
1992: 266).
    Estas puertas fueron interpretadas por Yadin, en la
                                                                    en Grecia
década de los años sesenta del siglo pasado, como el                   Durante mucho tiempo, se pensó que no existían
ejemplo más importante de la capacidad constructora                 murallas urbanas de época arcaica en Grecia. Actual-
que hizo famoso al bíblico rey Salomón (1 Reyes 9:                  mente, sabemos que tanto en la Grecia continental
15), en el siglo x aC (Yadin 1958, 1970). Las puertas               como en las islas del Egeo y la costa de la Jonia se
de seis cámaras, unidas a murallas de compartimentos2               erigieron sistemas defensivos durante los siglos ix-vi
y el hallazgo de importantes palacios en las ciudades               aC (Snodgrass 1992: 20-27; Treziny 2006: 255). Sin
bíblicas de Jasor, Gezer y Megido, parecían dar la                  embargo, en muy pocos casos conocemos las puertas
razón a Yadin (fig. 3). Con posterioridad, los estudios             que formaban parte de estas fortificaciones arcaicas.
de David Ussishkin (1980, 1990) comenzaron a poner                  Uno de los pocos ejemplos conocidos lo encontramos
en duda la unión existente entre el relato bíblico y                en la ciudad jonia de Esmina. La ciudad parece ha-
las puertas de seis cámaras, que se comenzaron a                    berse dotado de tres fortificaciones sucesivas entre
documentar en yacimientos arqueológicos que no                      los siglos ix-vii aC. La simplicidad de sus defensas
pertenecieron al reino de Israel en tiempos de Salo-                recuerda mucho a las de época micénica o las de la
món, y con cronologías muy posteriores (Finkelstein                 misma Troya. Las torres solamente se colocan en las
y Silberman 2007: 259). Durante la década de los                    inmediaciones de las puertas, quedando el resto del
noventa se pasó a un interesante debate sobre la da-                sistema defensivo desprovisto de ellas. Las puertas
tación de los estratos arqueológicos pertenecientes al              también son muy simples y responden al tipo de
período de la monarquía unificada, con partidarios de               recubrimiento (Garlan 1999: 325).
rebajar la cronología de los mismos, como Finkelstein                  A partir del siglo v aC comienza a proliferar en
(1996, 1998) y aquellos que continuaban defendien-                  todo el mundo griego la construcción de sistemas
do la cronología tradicionalmente aceptada (Mazar                   defensivos. Normalmente, durante toda esta centu-
1997). Actualmente, sabemos gracias al re-estudio de                ria y parte de la siguiente, las fortificaciones de las
los materiales cerámicos y los datos aportados por                  ciudades están concebidas para llevar a cabo un
el C14, que los estratos correspondientes a época                   tipo de defensa pasiva. Este concepto de defensa
salomónica, en realidad pertenecen a mediados del                   cambiará a partir de de la segunda mitad del si-
siglo ix aC, durante el período de la dinastía omrita               glo iv aC con la invención de la artillería de torsión
(Finkelstein y Silberman 2007: 259-262). Incluso la                 y el desarrollo de la maquinaria de asalto, que pro-
cronología de alguna de estas puertas de seis cámaras               vocará un cambio radical en la concepción defensiva
se podía retrasar hasta momentos iníciales del siglo                de los centros urbanos. A partir de este momento
viii aC (Finkelstein y Silberman 2007: 139), durante
                                                                    comenzarán a proliferar el número de poternas en
el reinado de Jeroboán II.                                          los sistemas defensivos, con la finalidad de que los
    Como ha quedado dicho con anterioridad, las puer-               defensores puedan salir al exterior de la muralla y
tas de seis cámaras tienen muchas similitudes con                   destruir los revolucionarios ingenios militares. Tam-
aquellas de la Edad del Bronce Medio. Este hecho                    bién comenzarán a tener una mayor importancia las
nos hace pensar en la posibilidad de que las puertas                puertas de tenaza y de patio, que flanquean mejor
de la Edad del Hierro documentadas en Israel pudi-                  el acceso a la entrada situada en el interior del cor-
eran estar, hipotéticamente hablando, cubiertas por                 redor. Las torres se comienzan a hacer de mayores
arcos de medio punto, creados a partir de hiladas
                                                                    proporciones, pues en sus pisos superiores también
de adobes, como sucede en la puerta del Bronce de
                                                                    se albergan piezas de artillería (catapultas y ballistas),
Tel Dan. Si se acepta nuestro planteamiento, pode-
                                                                    colocándose a intervalos regulares para un mejor
mos llegar a la conclusión de que las puertas de la
                                                                    flanqueo. Las torres comenzarán a adoptar formas
Edad del Hierro localizadas en Israel tuvieron una
                                                                    diversas. Encontramos torres redondas o semicircula-
entrada en arco, que estuvo flanqueada por dos torres
                                                                    res, para evitar los ángulos muertos, pentagonales o
cuadrangulares. La imagen que nos ofrecerían estas
                                                                    hexagonales contra el impacto directo de los proyectiles
puertas es muy similar a la que vemos reflejada en
                                                                    lanzados por la artillería, aunque las más utilizadas
los relieves asirios, donde se representan las puertas
                                                                    continuarán siendo las torres de planta cuadrada o
de las ciudades fenicias de la misma manera. Con
                                                                    rectangular. Por último, las defensas avanzadas como
esto no afirmamos de ningún modo que las puertas
                                                                    fosos, empalizadas y muros avanzados empezarán a
de las ciudades fenicias fuesen exactamente iguales a
                                                                    jugar un papel muy importante en las defensas de
las documentadas en Israel, aunque sí que pudieron
                                                                    las ciudades, evitando el acceso a las inmediaciones
existir rasgos similares entre ambas.
                                                                    de la muralla de la maquinaria de asalto.
    Por último, queremos hacer de nuevo hincapié en
                                                                       Han sido documentadas una gran cantidad de
la simetría y modulación que presentan este tipo de
                                                                    puertas urbanas en toda Grecia correspondientes a
                                                                    época clásica y helenística. Motivo por el cual en
   2. En realidad estamos delante de murallas con zócalo de
cajones para los casos de Jasor y Gezer, ya que en Megido se
                                                                    este apartado solamente comentaremos algunos de los
detectó una muralla de zócalo macizo con entrantes y salientes.     ejemplos más representativos. Ejemplos que en muchos
Sobre este tema v. Finkelstein y Silberman (2003: 200-211).         casos representan un unicum en sí mismos, por su

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David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

  Fig. 4. Atenas: Planta del área del Dipylon (Adam 1992) y reconstrucción del Dipylon de época helenística (Fields y Delf
 2006). Gortys: Planta de la acrópolis (Adam 1982) y puerta de tenaza en forma de embudo (Winter 1971). Mesene: Puerta
 Arcadia de Mesene del tipo a patio (Adam 1982). Reconstrucción del circuito defensivo de la ciudad (Fields y Delf 2006) y
                                           planta general de Mesene (Adam 1982).

Revista d’Arqueologia de Ponent 19, 2009, 177-204, ISSN: 1131-883-X                                                    187
David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

 Fig. 5. Mantinea: Planta general del sistema defensivo de la ciudad y situación de las puertas A, de tenaza, la puerta D,
  a recubrimiento (Adam 1992), y la poterna situada en el piso inferior de una de las torres del perímetro (Winter 1971).
Oiniadai: Acceso colocado de forma oblicua a la línea de muralla (Adam 1992). Heracleia, Demetrias y Paestum: Poternas
  de forma en L o defendidas con antemurales (Winter 1971). Side: Planta general de la ciudad (McNicoll 1997) y de la
                                        sofisticada puerta de patio (Lawrence 1979).

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David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

complejidad, tamaño o disposición. De esta manera,                     curvilíneo, está flanqueada en sus extremos por dos
queremos dejar claro que los tipos de puertas más                      torres circulares. La entrada se abre delante del ante-
corrientes, durante el período clásico y helenístico,                  patio semicircular, estando la puerta situada en un
siguen siendo aquellos que suelen estar flanqueados                    patio cerrado de forma cuadrangular (Winter 1971:
por una o dos torres en su entrada.                                    227; Adam 1982: 89, 178; Fiels y Delf 2006: 32).
    Dentro de las puertas de tenazas podemos distinguir                   En la misma Mantinea hallamos los ejemplos
tres tipos a partir de su forma: de brazos paralelos,                  más claros referentes a las puertas de recubrimiento
en embudo y curvilíneas (Adam 1992: 22).                               erigidas en época helenística. El fin de estas puertas
    Al primer grupo corresponde el Dipylon de Atenas                   es poder abatir al enemigo de forma lateral, desde la
que comunicaba el cementerio del Cerámico con el                       muralla, y frontal, a partir de las torres colocadas en
ágora de la ciudad (fig. 4). El Dipylon fue construi-                  el extremo externo del corredor. No obstante, parece
do en época de Temístocles (primer cuarto del si-                      que este principio no se cumple estrictamente en las
glo v aC), aunque en época helenística fue restaurado                  puertas a recubrimiento de Mantinea, donde la torre
para adaptarlo al nuevo tipo de guerra de asedio.                      principal que flanquea la entrada se sitúa en el ex-
Esta puerta de tenaza se crea a partir del repliegue                   terior del corredor, justamente en la cortina interna.
interior de la muralla, situando las dos cortinas que                  Lo que se pretende con esta disposición táctica es
flanquean el corredor en paralelo. En cada ángulo del                  que el enemigo avance la mayor distancia posible a
corredor se construyó una torre. Al final del corredor,                los pies de la muralla. Aunque la defensa de estas
el más grande de toda Grecia (1,800 m2), se abrían                     puertas no solo se hacía en el exterior, sino también
dos puertas situadas una al lado de la otra, que en                    en el interior. La puerta D de Mantinea está forma-
época helenística están cubiertas por bóvedas. En su                   da por un pasillo de 52 m de profundidad (fig. 5).
primera fase la estructura se componía de un zócalo                    Además de las dos torres exteriores, el enemigo tenía
de piedra y un alzado de adobes, que en época hele-                    que superar primero el flanqueo de las dos cortinas
nística serán remplazados por sillares de piedra. Todo                 murarias que daban acceso a un primer patio rec-
el perímetro amurallado del Dipylon era recorrido en                   tangular, que, a su vez, se comunica con otro patio
su parte alta por un camino de ronda con parapeto,                     flanqueado por dos bastiones (Winter 1971: 216-217;
desde donde los defensores podían disparar, creándose                  Lawrence 1979: 333; Adam 1982: 78, 1992: 39; Fiels
así una verdadera trampa mortal donde los atacantes                    y Delf 2006: 32).
podían ser abatidos desde cualquier ángulo. Puertas                       Como hemos mencionado anteriormente, las puertas
como la del Dipylon son el precedente directo de las                   en tenaza acabarán derivando en época helenística en
posteriores puertas de patio. La defensa se completaba                 puertas de patio. Quizás el ejemplo más conocido sea
con un foso exterior, que precedía a un antemural                      el de la puerta Arcadia en Mesene (fig. 4). La puerta
(Winter 1971: 214-215; Lawrence 1979: 282-284; Adam                    exterior está defendida por dos torres que flanquean
1982: 85; Fiels y Delf 2006: 21-24).                                   el acceso a un patio circular (eliminando los ángulos
    Las puertas de tenaza en forma de embudo las                       muertos) de 19,20 m de diámetro, donde encontra-
encontramos principalmente en época helenística. La                    mos dos nichos donde estarían situadas las estatuas
fórmula es la misma que en el caso anterior, solo                      de los dioses protectores de la ciudad. En el fondo
que esta vez las cortinas que flanquean el corredor                    del patio se hallaba la segunda puerta, situada en
se abren hacia el exterior, situándose la puerta de                    el mismo eje que la exterior (Winter 1971: 217, 220;
acceso en la parte más estrecha, al final del embudo                   Adam 1982: 90, 1992: 39). Las puertas de patio son
(fig. 4). Un buen ejemplo de este tipo es la puerta                    una verdadera trampa mortal, donde el atacante no
B de Gortis en Arcadia, situada en el noreste de la                    conoce la existencia del patio interior, al que accede
acrópolis (Winter 1971: 212; Adam 1982: 179).                          después de pasar la primera puerta, pudiendo ser
    El tercer tipo es el menos habitual de todos. Las                  abatido desde cualquier parte del perímetro. Este tipo
puertas de tenaza curvilínea son el tipo más sofisti-                  de puerta llega a ser objeto de sofisticados diseños,
cado de los tres, pues su forma elimina los ángulos                    convirtiendo el acceso a la ciudad en una “fortaleza”
muertos. A esta tipología corresponde la puerta A                      inexpugnable, como sucede en el caso de la puerta
de Mantinea en Arcadia. La ciudad, situada en una                      principal de Side (fig. 5) en Pamfilia (Asia Menor)
llanura, en su origen disponía de un sistema defen-                    (Lawrence 1979: 324-326; McNicoll 1997: 153).
sivo desde el siglo v aC, siendo este destruido por                       Encontramos, en algunas ocasiones, entradas en
el asedio espartano del año 385 aC. Por este motivo                    diagonal a la muralla, caso de la puerta del puerto
el rey de Tebas Epaminondas decide reconstruir la                      de Oiniadai (fig. 5). Este tipo de puertas dificultan
muralla de la ciudad en el año 370 aC. El trazado                      la utilización del ariete, pues su colocación suele
de la fortificación es elíptico. La base de la muralla                 ser opuesta a la dirección de llegada (Adam 1992:
tenía una anchura de 4,30 m y estaba hecha de pi-                      15-17).
edra, sosteniendo un alzado de adobes. Resulta muy                        Las poternas, como hemos comentado, comienzan a
interesante el gran número de torres con que cuenta                    ser omnipresentes en los sistemas defensivos a partir
la fortificación, un total de 120, que se situaban a                   del siglo iv aC. Habitualmente, estas suelen ser una
intervalos regulares de 33 m aproximadamente. La                       simple obertura en la muralla, aunque encontramos
defensa de la ciudad se completo con el desvío del                     ejemplos donde este acceso se hace de otra forma.
río Ofis, que se convirtió en una defensa avanzada                     Por ejemplo, en Heracleia encontramos poternas
(Adam 1982: 177). La puerta A es la única con acceso                   con ingreso en forma de L (Winter 1971: 245). En
axial que se encuentra en toda la ciudad (fig. 5). La                  Mantinea la poterna se sitúa en la parte baja de una
puerta de tenaza, cuyos brazos siguen un trazado                       torre (Winter 1971: 240). En pocas ocasiones, como

Revista d’Arqueologia de Ponent 19, 2009, 177-204, ISSN: 1131-883-X                                                       189
David Montanero Vico, David Asensio i Vilaró, Puertas fortificadas del Mediterráneo: Orígenes y evolución

   Fig. 6. Megara Hyblaea: Detalle de la puerta a recubrimiento. Trazado de la muralla donde se inserte la puerta (Treziny
2005) y planta general de la ciudad (Mertens 2006, tomado de Megara Hyblaea V). Siracusa: Planta del trazado defensivo de
 la muralla del Epipole (Mertens 2006). Planta del castillo de Eurialo y el Tripylon (Adam 1992). Reconstrucción del sistema
                                      defensivo del castillo de Eurialo (Mertens 2005).

190                                                               Revista d’Arqueologia de Ponent 19, 2009, 177-204, ISSN: 1131-883-X
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