REFLUJO VESICOURETERAL - Aeped

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REFLUJO VESICOURETERAL
                                                      Joaquín Escribano Subías(1), Blanca Valenciano Fuentes(2)

                            (1)
                               Unidad Nefrología Pediátrica. Hospital Universitario Sant Joan de Reus. Tarragona
               Unidad Nefrología Pediátrica. Hospital Universitario Materno-Infantil. Las Palmas de Gran Canaria
             (2)

                                          Escribano Subías J, Valenciano Fuentes B. Reflujo vesicoureteral. 2014;1:269-81

RESUMEN

• El reflujo vesicoureteral (RVU) se define como el paso retrógrado no fisiológico de la orina
   desde la vejiga al uréter, probablemente debido a una disfunción de la unión ureterovesical.
• La presencia de un síndrome de eliminación disfuncional puede tener un papel importante
   en la patogenia del RVU, por lo que es importante investigar siempre el patrón miccional
   de los pacientes con RVU.
• El diagnóstico de RVU se realiza mediante la realización de una cistouretrografía miccional
   seriada (CUMS). Para el seguimiento se recomienda la utilización de cistografía isotópica.
• La técnica gold standard para el diagnóstico de daño renal es la gammagrafía renal con
   ácido dimercaptosuccínico (DMSA).
• El tratamiento inicial debería ser conservador con medidas higiénicas generales. El empleo
   de profilaxis antibiótica debe restringirse a grupos de alto riesgo, como son la presencia de
   RVU dilatado o la existencia de infección del tracto urinario (ITU) febril recurrente.
• Debe reservarse el tratamiento quirúrgico, en cualquiera de sus modalidades, para pacien-
   tes con ITU febril recurrente o alteraciones anatómicas asociadas, o para acortar el tiempo
   de resolución, según las preferencias del paciente y/o los familiares. El tratamiento con
   procedimiento endoscópico e inyección subureteral se aconseja como primera opción en
   estos casos.

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          ©Asociación Española de Pediatría. Prohibida la reproducción de los contenidos sin la autorización correspondiente.
 Protocolos actualizados al año 2014. Consulte condiciones de uso y posibles nuevas actualizaciones en www.aeped.es/protocolos/
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Protocolos • Reflujo vesicoureteral

1. INTRODUCCIÓN                                                     Tabla 1. Clasificación del RVU primario, según el
                                                                    International Reflux Study Comité
El reflujo vesicoureteral (RVU) se define como                       Grados de reflujo
                                                                     I.	El reflujo solo alcanza el uréter, sin dilatarlo
el paso retrógrado no fisiológico de la orina
                                                                     II.	El reflujo alcanza el uréter, la pelvis y los cálices renales,
desde la vejiga al uréter.                                                 sin dilatarlos
                                                                     III.	El reflujo produce una ligera dilatación del uréter, la
Se denomina RVU secundario al que está oca-                                pelvis y los cálices renales, con preservación de los
                                                                           fórnix
sionado por una clara causa patogénica, como                         IV. Moderada dilatación ureteropielocalicial con cierto
ocurre en los procesos obstructivos uretrales                              grado de tortuosidad manteniendo la visualización de
de causa anatómica (válvulas de uretra poste-                              las impresiones papilares
                                                                     V.	Gran dilatación ureteropielocalicial con tortuosidad
rior) o funcional (vejiga neurógena). Se deno-                             grave, con pérdida de la morfología calicial normal y de
mina RVU primario cuando no existe una cau-                                la visualización de las impresiones papilares
sa evidente y se supone que es debido a un
defecto, bien anatómico o funcional, de la pro-
pia unión ureterovesical. En este protocolo nos                     En general, se acepta que los RVU grados I y II
referiremos exclusivamente al RVU primario.                         son leves; el grado III es moderado, y los gra-
                                                                    dos IV y V son graves.
La importancia clínica del RVU en los niños ha
venido determinada por su asociación con la                         1.2. Patogenia
presencia de infecciones urinarias de repeti-
ción y el posible establecimiento de un daño                        La aparición del RVU se debe a una anomalía
renal crónico que conduzca a la progresión a                        madurativa del mecanismo valvular de la unión
insuficiencia renal. Las malformaciones rena-                       ureterovesical. La yema ureteral es la responsa-
les, y entre ellas el RVU, siguen siendo la prin-                   ble del desarrollo del uréter. Si el origen de la
cipal causa de ERC en el niño. Por tanto, el ma-                    yema ureteral ocurre muy cerca de lo que será la
nejo cuidadoso de estos pacientes a largo                           futura vejiga, el orificio ureteral estará desplaza-
plazo es una pieza clave en políticas de pre-                       do lateralmente, dando lugar a que el túnel sub-
vención de la insuficiencia renal terminal.                         mucoso del uréter en la vejiga sea más corto,
                                                                    facilitando la aparición del RVU. Dicho túnel se
1.1. Clasificación                                                  alarga con la edad, lo que aumenta la compe-
                                                                    tencia del mecanismo valvular y produce la re-
La clasificación del RVU se fundamenta en la                        solución espontánea del RVU en la mayoría de
estratificación de la magnitud del paso retró-                      los niños durante el periodo de crecimiento.
grado de la orina de la vejiga al uréter y de la
capacidad de alterar la estructura anatómica                        También parecen existir otros factores dife-
de la vía urinaria.                                                 rentes a la afectación del mecanismo valvular,
                                                                    como la presencia de una disfunción vesical o
La clasificación más aceptada es la establecida                     un síndrome de eliminación disfuncional, que
por el International Reflux Study Committee                         pueden tener un papel importante en la pato-
en el niño. Según esta clasificación, se estable-                   genia del RVU, por lo que es importante hacer
cen cinco grados de reflujo (Tabla 1, Figura 1).                    una valoración de la función vesical.

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Protocolos • Reflujo vesicoureteral

Figura 1. Clasificación Internacional del reflujo vesicoureteral

Por otra parte, en pacientes con RVU puede                          2. EPIDEMIOLOGÍA
existir daño renal asociado, denominado ne-
fropatía del reflujo (NR) o nefropatía cicatricial                  2.1. Prevalencia del RVU
(NC), y que puede tener un origen congénito o
adquirido. La NR congénita está presente al                         La prevalencia del RVU para el conjunto de
diagnóstico del RVU sin que haya existido un                        personas en edad pediátrica a nivel poblacio-
episodio de infección del tracto urinario (ITU)                     nal se estima que es de entre un 1 y un 3%.
previo, lo cual sugiere una alteración de la ne-
frogénesis, generando un cierto grado de hi-                        En pacientes diagnosticados de hidronefrosis pre-
poplasia-displasia renal. La NR adquirida es                        natal (HNP), la prevalencia de RVU es del 16% de
una consecuencia de la respuesta inflamatoria                       los casos. En pacientes diagnosticados de ITU la
a un episodio de ITU localizado en el parénqui-                     prevalencia de RVU oscila entre un 18 y un 38%.
ma renal que desencadena un proceso cicatri-
cial.                                                               En cuanto a la incidencia familiar, el RVU se
                                                                    encuentra en el 27% de los hermanos y en el
La asociación RVU, ITU y síndrome de elimina-                       35,7% de los hijos de los pacientes con RVU. En
ción disfuncional está actualmente bien reco-                       gemelos monocigotos, la prevalencia del RVU
nocida. Los pacientes con RVU de alto grado y                       es del 100, y del 50% en gemelos dicigotos.
aquellos con síndrome de eliminación disfun-
cional tienen un alto riesgo de daño renal ad-                      La prevalencia del RVU va disminuyendo con la
quirido.                                                            edad del niño, con una tasa de resolución es-
                                                                    pontánea del 10-15% por año, a lo largo del
                                                                    crecimiento.

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2.2. Prevalencia del daño renal asociado                            •	Alteraciones en las pruebas de imagen pre-
                                                                       vias (ecografía renal o DMSA).
En tres estudios poblacionales realizados en
población pediátrica de países europeos, la                         •	Signos de disfunción del tracto urinario in-
guía de práctica clínica (GPC) del National Ins-                       ferior.
titute for Health and Clinical Excellence (NICE)
estima una prevalencia de cicatrices renales                        •	Antecedentes familiares de RVU.
en la población general en cada uno de los es-
tudios del 0,14% en ambos sexos; el 0,53% en                        En el estudio de lactante con HNP se reco-
niñas y el 0,16% en niños; y el 0,18% en muje-                      mienda realizar CUMS en las siguientes situa-
res y el 0,11% en varones, respectivamente.                         ciones:

En niños con RVU diagnosticado a partir del                         •	Hidronefrosis dilatadas de grado III-IV (cla-
estudio de HNP se encuentran cicatrices rena-                          sificación de la Sociedad de Urología Fetal).
les en el 21,8% de los casos. Después de un
primer episodio de ITU se detecta NR en el                          •	Dilatación ureteral.
15% de los pacientes, siendo la prevalencia
mayor en los pacientes con RVU que en los que                       •	Vejiga anómala en el estudio ecográfico.
no tienen RVU (el 41 frente al 15%) y mayor en
los grados III-V de RVU que en los grados I-II (el                  •	Niños y niñas con HNP que, sin cumplir los
53 frente al 25%).                                                     criterios previos, desarrollen ITU.

                                                                    3.2. Diagnóstico radiológico del RVU
3. DIAGNÓSTICO
                                                                    Las técnicas más utilizadas para detectar el
No existen síntomas clínicos que nos hagan                          RVU son la CUMS, la cistografía isotópica (CI) y
predecir la presencia de un RVU, por lo tanto                       la eco-cistografía miccional con contraste.
su diagnóstico se realiza mediante la realiza-
ción de una cistografía.                                            Cada una de estas técnicas presenta ventajas
                                                                    e inconvenientes.
3.1. Indicaciones de estudio
                                                                    •	La CUMS tiene como ventajas la existencia
En el estudio de niños que han presentado                              de una clasificación estandarizada interna-
una ITU se recomienda realizar cistouretrogra-                         cionalmente para graduar el reflujo, permi-
fía miccional seriada (CUMS) si se cumple                              te visualizar la anatomía de la vía urinaria
cualquiera de los siguientes criterios:                                y, en el sexo masculino, permite visualizar
                                                                       la uretra y valorar la presencia de válvulas
•	Niño o niña con ITU recurrente, es decir, con                       de uretra posterior. Sus inconvenientes son
   dos episodios de ITU febril, un episodio de                         que precisa un sondaje vesical, con el riesgo
   ITU febril y una o más cistitis, o tres cistitis                    de producir una ITU posterior y someter a
   aisladas.                                                           las gónadas a una alta radiación.

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•	La CI puede ser directa (CID) o indirecta                        Actualmente, las técnicas utilizadas son la
   (CII). La CID tiene como ventajas su mayor                       gammagrafía renal con ácido dimercaptosuc-
   sensibilidad para detectar el reflujo y una                      cínico marcado con Tc99m (DMSA), la ecografía
   menor radiación sobre las gónadas que la                         renal y la urorresonancia.
   de la CUMS. Sus inconvenientes son que
   también precisa sondaje vesical, no ofrece                       •	La DMSA es la técnica considerada gold
   información anatómica suficiente para el                            standard para el diagnóstico de daño renal.
   diagnóstico de anomalías ureterovesicales                           Debe de realizarse al menos seis meses
   y no gradúa correctamente el RVU. La cisto-                         después de un episodio de ITU febril. La NR
   grafía isotópica indirecta permite el diag-                         se define como la presencia de cicatrices o
   nóstico del RVU sin sondaje uretral, permi-                         la contracción global del riñón, consideran-
   tiendo estudios dinámicos durante la                                do una cicatriz renal al defecto en el contor-
   micción en condiciones fisiológicas. Puede                          no renal con reducida captación del radio-
   ser la prueba inicial en los niños mayores                          fármaco. Una función diferencial por
   de tres años y continentes en los que no sea                        debajo del 40% se considera clínicamente
   imprescindible la valoración anatómica de                           relevante de cara al pronóstico. Las cicatri-
   la vejiga y la uretra.                                              ces renales se clasifican en cuatro tipos se-
                                                                       gún Goldraich (Tabla 2 y Figura 2).
•	La eco-cistografía miccional con contraste
   tiene como ventajas que no precisa utilizar                      •	La ecografía renal es una técnica menos
   radiaciones ionizantes y su alta sensibili-                         sensible que la DMSA para detectar cicatri-
   dad y especificidad para detectar RVU. Sus                          ces renales. Se define la cicatriz como un
   inconvenientes son que precisa sondaje                              área de adelgazamiento de la cortical aso-
   vesical, no permite visualizar adecuada-                            ciada o no a depresión del contorno renal.
   mente la uretra, consume mucho tiempo,                              Puede ser un buen método para valorar el
   es una técnica observador-dependiente y                             tamaño y el crecimiento del riñón.
   tiene un coste elevado.
                                                                    •	La urorresonancia es una técnica actual-
Se recomienda la realización de CUMS en el                             mente emergente para el diagnóstico de
estudio diagnóstico inicial, para valorar la gra-
vedad del RVU y detectar anomalías anatómi-
cas asociadas. La cistografía isotópica puede                       Tabla 2. Clasificación de Goldraich del daño renal
indicarse para el seguimiento, con el fin de                        en la gammagrafía renal con DMSA
determinar la persistencia o resolución del                          Tipo 1.	No más de dos áreas de cicatriz
RVU.                                                                 Tipo 2.	Más de dos áreas de cicatriz con áreas de
                                                                              parénquima normal entre ellas
                                                                     Tipo 3.	Daño generalizado de la totalidad del riñón,
3.3. Modelos para valorar el daño renal                                       similar a la nefropatía obstructiva; por ejemplo,
                                                                              contracción global del riñón con o sin cicatrices en
El diagnóstico de daño renal se realiza me-                                   su contorno
                                                                     Tipo 4.	Estadio final, riñones muy reducidos con poca o
diante técnicas de imagen.                                                    ninguna captación del radiofármaco; por ejemplo,
                                                                              menos del 10% de la función renal total

                                                               273
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Figura 2. Clasificación de las cicatrices renales de Goldraich

               Tipo 1                      Tipo 2                        Tipo 3                           Tipo 4

   cicatrices renales. Tiene semejante sensibi-                     •	Bioquímica en plasma incluyendo creatini-
   lidad y especificidad que la DMSA, presenta                         na, urea, ionograma, calcio, fósforo, albú-
   mayor acuerdo interobservador y evita el                            mina, fosfatasa alcalina y gasometría. En
   uso de radiaciones ionizantes. Pero precisa                         niños mayores de un año podemos estimar
   la sedación del paciente, tiene un alto coste                       el filtrado glomerular con una cifra aislada
   y no está disponible en la práctica clínica                         de creatinina plasmática [0,413 x (talla/
   habitual.                                                           Cr)]. En niños pequeños y en los que tienen
                                                                       cierto grado de insuficiencia renal podría
Se recomienda el uso de la DMSA para el diag-                          determinarse la cistatina C.
nóstico de daño renal. La ecografía renal puede
jugar algún papel en el seguimiento (Tabla 3).                      •	Bioquímica en orina de 24 horas o en mues-
                                                                       tra aislada para el cálculo de cocientes uri-
3.4. Valoración funcional de la nefropatía                            narios: creatinina, sodio, potasio, cloro, cal-
     de reflujo                                                        cio, fósforo, proteínas, albúmina y, si es
                                                                       posible, proteínas de bajo peso molecular
Los pacientes diagnosticados de NR tienen ries-                        (veáse el capítulo correspondiente).
go de presentar alteraciones funcionales rena-
les y desarrollar hipertensión arterial y enfer-
medad renal crónica, por lo que se recomienda
la determinación de una serie de parámetros                         Tabla 3. Parámetros utilizados para valorar la
                                                                    nefropatía de reflujo
que nos permitan establecer el grado de afecta-
                                                                     •G  ammagrafía renal con ácido dimercaptosuccínico (DMSA)
ción funcional y su progresión (Tabla 3). Los mé-
                                                                     • E cografía renal para valorar tamaño y crecimiento renal
todos funcionales más utilizados son:                                • P resión arterial
                                                                     • A lbuminuria ± proteínas de bajo peso molecular
•	Antropométricos: presión arterial, peso y                         • P rueba de concentración urinaria
                                                                     • E stimación de la función glomerular, preferentemente
   talla.                                                              mediante una ecuación de estimación del filtrado
                                                                       glomerular

                                                               274
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•	Osmolaridad en la primera orina de la ma-                        daño parenquimatoso renal con repercusio-
   ñana y, si el resultado es bajo, estudiar la                     nes funcionales a largo plazo han sido los he-
   capacidad de concentración urinaria me-                          chos básicos sobre los que se ha fundamenta-
   diante un test funcional.                                        do el abordaje terapéutico de esta patología
                                                                    en el niño. El tratamiento de los niños con RVU
3.5. Valoración de la función vesical                               irá pues orientado a disminuir el número de
                                                                    infecciones urinarias y a conseguir minimizar
La disfunción del tracto urinario inferior es un fac-               la cicatrización renal y la pérdida de funciona-
tor a tener en cuenta cuando tenemos que tratar                     lismo. El acercamiento a este objetivo se ha
a niños con RVU y, por lo tanto, hay que investigar                 realizado desde dos vertientes: la corrección
síntomas y signos clínicos de dicha disfunción.                     anatómico-funcional del reflujo mediante téc-
                                                                    nicas quirúrgicas, o bien el tratamiento con-
Los síntomas que pueden acompañar a las al-                         servador basado en medidas higiénicas gene-
teraciones funcionales del tracto urinario infe-                    rales y profilaxis antibiótica en espera de la
rior son: aumento o disminución de la fre-                          resolución espontánea del problema.
cuencia miccional, incontinencia diurna y/o
nocturna, urgencia miccional, nicturia, dificul-                    La eficacia real de los diferentes planteamien-
tad para iniciar la micción o esfuerzo, chorro                      tos terapéuticos sigue abierta al debate, y no
miccional débil o intermitente, goteo postmic-                      existe un acuerdo generalizado de cómo abor-
cional y maniobras destinadas a retrasar o                          dar el problema. Seguramente, diferentes es-
posponer la micción.                                                trategias pueden llegar a obtener resultados
                                                                    muy similares en cuanto a los dos objetivos
La historia clínica debe de ir dirigida a la bús-                   principales de evitar infecciones urinarias fe-
queda de los síntomas referidos así como a la                       briles y progresión del daño renal. Nuestra
presencia de estreñimiento y/o encopresis. Así                      propuesta terapéutica, contrastada con las re-
mismo, debe ser completada con la elabora-                          comendaciones de diferentes sociedades cien-
ción de un diario miccional que registre los                        tíficas, intenta acercarse a un planteamiento
síntomas miccionales en el domicilio bajo con-                      mínimamente intervencionista, pero evitando
diciones normales.                                                  correr riesgos innecesarios.

La indicación de estudios radiológicos así                          De acuerdo con este planteamiento, el trata-
como la realización de un estudio urodinámi-                        miento del niño con RVU puede establecerse
co debe de ser individualizado y no se reco-                        de forma secuencial, dependiendo de dos va-
miendan como exploración inicial en los pa-                         riables básicas: el grado de reflujo y la apari-
cientes con RVU.                                                    ción de infecciones urinarias febriles (Figura 3).

                                                                    4.1. Tratamiento conservador. Medidas
4. TRATAMIENTO                                                           higiénicas generales

La asociación del RVU con la existencia de in-                      Las medidas higiénicas generales van encami-
fecciones urinarias y el riesgo de producir                         nadas prioritariamente a disminuir el número

                                                               275
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Figura 3. Esquema general de tratamiento

                                                            Medidas higiénicas generales
                                                               Micciones frecuentes
                                                             Control del estreñimiento
                                                           Ingesta abundante de líquidos
                                                                    Control ITU

                                   Conducta expectante→                                Profilaxis antibiótica

                                                                                                          →
                                          RVU I-III                                         RVU IV-V ♂
                                         RVU I-II ♀                                         RVU III-V ♀

                                                                Valorar daño renal
                                                                      DMSA
                                                                 MAU, UOsm, eFG

                                                                     Si NR
                                                                  Seguimiento
                                                                   específico

                                                           INFECCIÓN URINARIA FEBRIL

                                  Profilaxis antibiótica                         Corrección endoscópica o quirúrgica

 eFG: filtrado glomerular estimado; DMSA: gammagrafía renal con ácido dimercaptosuccínico; ITU: infección del tracto urinario;
 MAU: microalbuminuria; NR: nefropatía de reflujo; RVU: reflujo vesicoureteral; UOsm: prueba de concentración urinaria.

de infecciones urinarias, así como a mejorar                                 •	Revisión periódica de fimosis. En niños con
los hábitos de vaciamiento vesical para que no                                  RVU dilatado y fimosis, que hayan sido
enmascaren problemas reales de disfunción                                       diagnosticados previamente de ITU, se va-
vesical que requerirían un abordaje específico                                  lorará la corrección de la fimosis con el uso
conductual o farmacológico.                                                     de pomadas con corticoides tópicas y/o co-
                                                                                rrección quirúrgica.
Las medidas propuestas serían:
                                                                             •	Ingesta abundante y frecuente de líqui-
•	Mantenimiento de lactancia natural en lac-                                   dos, para estimular el frecuente vaciado
   tantes.                                                                      de la vejiga y conseguir una orina hipotó-

                                                                       276
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   nica en la que los gérmenes sean más vul-                        específicos de alto riesgo de daño renal, en
   nerables.                                                        espera de nuevos estudios que nos permitan
                                                                    realmente establecer la seguridad de un ma-
•	Hábitos miccionales correctos, estimulan-                        nejo únicamente observacional de los niños
   do la realización de micciones frecuentes y                      con reflujo dilatado.
   completas, evitando la retención urinaria
   que favorezca el sobrecrecimiento bacte-                         Indicaciones
   riano.
                                                                    Las recomendaciones actuales podrían resu-
•	Normas para combatir estreñimiento, para                         mirse en:
   evitar una disfunción vesical secundaria
   que entorpezca el vaciado y favorezca las                        •	En niños con RVU de grados I y III, y niñas de
   infecciones.                                                        grados I-II, uni- o bilateral, diagnosticados
                                                                       tras una primera ITU o tras un estudio por
•	Pautas a la familia para reconocer de forma                         dilatación de la vía urinaria en época prena-
   precoz la aparición de nuevas infecciones                           tal, no se recomienda ningún tratamiento
   urinarias, como la presencia de fiebre sin                          de profilaxis. Si en la evolución tienen ITU
   foco en el lactante, o la aparición de sínto-                       recurrente febril, iniciar profilaxis durante
   mas miccionales en niños continentes.                               un año. Pasado este periodo, se valorará de
                                                                       nuevo si mantener la profilaxis o suprimir-
4.2. Tratamiento conservador. Profilaxis                              la. En caso de nuevas recurrencias febriles y
     antibiótica                                                       persistencia del RVU, valorar tratamiento
                                                                       quirúrgico.
Dentro de la estrategia de manejo conserva-
dor de los niños con RVU, además de la aplica-                      •	Profilaxis antibiótica nocturna en los reflu-
ción de las medidas higiénicas generales pro-                          jos vesicoureterales, uni- o bilaterales, gra-
puestas y del tratamiento enérgico y precoz de                         dos III a V en niñas, y grados IV-V en niños,
los episodios de infección urinaria intercurren-                       con una duración mínima de un año. Tras
tes, el empleo de dosis bajas repetidas de an-                         repetir el estudio cistográfico, si no ha habi-
tibiótico diario, en pauta única nocturna, se ha                       do ninguna nueva ITU en este tiempo, se
utilizado de forma extensa para prevenir la                            puede suprimir la profilaxis. Se puede valo-
aparición de infecciones urinarias recurrentes.                        rar la corrección quirúrgica.

El uso prolongado de antibióticos se ha rela-                       Antimicrobianos
cionado con la aparición de resistencias bacte-
rianas y su eficacia para disminuir el número                       Los antimicrobianos usados en profilaxis de-
de infecciones o de aparición de nuevas cica-                       berán adecuarse a las sensibilidades bacteria-
trices ha estado cuestionada en múltiples es-                       nas locales e irlos cambiando de forma perió-
tudios recientes. Estos hechos han provocado                        dica para evitar la aparición de resistencias. La
que el empleo general de profilaxis haya que-                       dosis puede calcularse administrando un ter-
dado delimitado en la actualidad a subgrupos                        cio o una cuarta parte de la dosis habitual del

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tratamiento de una ITU (Tabla 4). El fármaco se                     de forma individualizada. La mayoría de los
administrará preferentemente por la noche,                          estudios realizados combinan el tratamiento
en niños continentes. Si un niño padece una                         quirúrgico con la profilaxis antibiótica, por lo
ITU estando con profilaxis, al terminar el trata-                   que resulta complejo saber la eficacia real de
miento, se aconseja modificar el medicamen-                         la cirugía aislada. Se ha mostrado eficaz en
to que tomaba.                                                      disminuir el número de infecciones febriles
                                                                    (hay que operar hasta ocho pacientes con RVU
Unas normas básicas para la selección del an-                       para evitar una sola pielonefritis), pero no ha
tibiótico pueden ser:                                               mostrado ventajas en la protección de la fun-
                                                                    ción renal a largo plazo.
•	Lactantes menores de dos meses: amoxici-
   lina asociada o no a ácido clavulánico, aun-                     Existen dos modalidades básicas:
   que hay que tener presente que la asocia-
   ción tiene un amplio espectro bacteriano y                       •	Técnica endoscópica con la inyección de
   puede generar resistencias.                                         macrosustancias bajo el orificio ureteral.
                                                                       Pueden requerir repetir el procedimien-
•	Lactantes mayores de dos meses: trimetro-                           to, pero en general consiguen tasas de
   prim o cotrimoxazol.                                                éxito muy elevadas en manos experi-
                                                                       mentadas. Este tratamiento ha ido susti-
•	Niños que puedan ingerir comprimidos: fu-                           tuyendo progresivamente al tratamiento
   rantoína.                                                           quirúrgico a cielo abierto, más resoluti-
                                                                       vo, pero con mayor morbilidad y coste,
•	Si fracasan los anteriores pueden usarse                            solo indicado ya cuando fracasa el prime-
   como segunda opción la fosfomicina o una                            ro o en determinados casos de patología
   cefalosporina de segunda generación.                                asociada.

4.3. Tratamiento quirúrgico                                         •	Técnica quirúrgica estándar de reimplante
                                                                       ureteral con la técnica transtrigonal de Co-
El tratamiento quirúrgico se fundamenta en la                          hen o la intra-extravesical de Leadbetter-
corrección anatómica del RVU y se planteará                            Politano, ambas con excelentes resultados
                                                                       incluso para RVU muy dilatados. De elec-
                                                                       ción en casos de patología asociada.
Tabla 4. Fármacos utilizados en la profilaxis
antibiótica
                                                                    Las indicaciones para realizar una corrección
Antimicrobiano                            Dosis nocturna
                                                                    quirúrgica-endoscópica del RVU, serían funda-
Nitrofurantoina                           1-2 mg/kg/día
                                                                    mentalmente:
Amoxicilina o amoxicilina-clavulánico     10 mg/kg/día
Trimetroprim                              2 mg/kg/día               •	Presencia de ITU febriles recurrentes, pues-
Cotrimoxazol                              2/10 mg/kg/día               to que la corrección quirúrgica disminuye el
Fosfomicina                               50 mg/kg/día                 número de pielonefritis.
Cefaclor                                  10 mg/kg/día

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•	Presencia de patología asociada al RVU                               corrigen el RVU y no presentan daño renal
   (ureterocele, duplicidad renal) que dificulta                        asociado, no requieren controles posterio-
   la corrección espontánea del reflujo.                                res de seguimiento.

•	Preferencia de los padres, pacientes o cui-                      •	El control de las infecciones solo estará in-
   dadores legales, que prefieren acortar el                           dicado en presencia de sintomatología es-
   periodo de incertidumbre y de seguimiento                           pecífica; por tanto, no se aconseja realizar
   del proceso. Para ello debe darse una infor-                        urocultivos seriados. En caso de infección
   mación veraz y objetiva que les ayude a la                          urinaria febril se recomienda ingreso hospi-
   toma de decisiones.                                                 talario para tratamiento antibiótico endo-
                                                                       venoso.

5. CONTROLES Y SEGUIMIENTO                                          •	Se valorará la existencia de una nefropatía
                                                                       de reflujo, con las pruebas de imagen y fun-
Los controles de los niños con RVU van dirigi-                         cionales que se sintetizan en la Tabla 3.
dos a comprobar la corrección del reflujo, la                          Una vez delimitada la extensión y gravedad
presencia de infecciones urinarias intercurren-                        de la nefropatía se recomiendan realizar
tes y el seguimiento de los pacientes que ha-                          una serie de controles funcionales para
yan desarrollado nefropatía de reflujo por sus                         monitorizar la pérdida de función renal y
posibles repercusiones sobre la función renal.                         tratar las posibles complicaciones.

•	Para valorar la resolución del RVU se pro-                       En los niños con nefropatía de reflujo estable-
   gramaran cistografías de control. El objeti-                     cida, los controles se realizaran aunque el RVU
   vo es minimizar el número de exploracio-                         se haya corregido. Una aproximación al con-
   nes para evitar una radiación innecesaria y                      trol clínico de estos pacientes puede ser:
   efectuar solo las necesarias para modificar
   la conducta terapéutica. En la Tabla 5 apa-                      •	Nefropatía unilateral sin modificación del
   recen resumidas las indicaciones de las cis-                        grado de función en DMSA (>40%): control
   tografías de control. En los pacientes que                          anual o bianual de albuminuria y PA. DMSA

Tabla 5. Indicaciones de realización de cistografías de seguimiento
RVU grados I-III sin cicatrices           No controles cistográficos salvo que presente ITU recurrente
RVU grados I-III con cicatrices           Cada tres años. Pacientes con ITU recurrente valorar individualmente según decisión de
                                          cambio a tratamiento quirúrgico
RVU grados IV-V                           En pacientes en los que se ha iniciado tratamiento profiláctico hacer control cistográfico
                                          al año. Si persiste el RVU pero el paciente está asintomático sin profilaxis, repetir cada
                                          tres años
Pacientes con corrección mediante         No es necesario realizar controles postoperatorios, salvo en reflujos muy dilatados
procedimiento quirúrgico clásico
Pacientes con corrección endoscópica      Control cistográfico unos tres meses después de la inyección subureteral

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   en dependencia de ITU recurrente. Valorar                            abdominal anual para monitorizar el creci-
   ecografía abdominal para monitorizar cre-                            miento renal. Valorar realizar Holter de PA.
   cimiento renal.                                                      DMSA en dependencia de ITU recurrente.
                                                                        Proseguir controles en Servicios de Nefrolo-
•	Nefropatía unilateral con modificación del                           gía de adultos.
   grado de función en DMSA (
Protocolos • Reflujo vesicoureteral

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   guiasalud.es/egpc/ITU/completa/index.html                           Urinary tract infection in children: diagnosis,
                                                                       treatment and long-term management. Lon-
•	Montañés Bermúdez R, Gràcia García S, Fraga                         don: RCOG Press; 2007.
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