Rothschild y la Lotería Nacional Española - Tradición Viva

 
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Rothschild y la Lotería Nacional Española - Tradición Viva
Rothschild   y  la                           Lotería
Nacional Española
written by Valentina Orte | 04/01/2022
Ahora que se ha celebrado el tradicional sorteo de Navidad y,
dentro de unos días, el que se conoce con el nombre de la
lotería del Niño en el que tantos españoles ponen sus
esperanzas para combatir su pobreza por el desempleo, creo que
es momento de recordar unos hechos muy en consonancia con el
hacer o más bien deshacer del gobierno.

Es conocido que la Lotería Nacional Española es una de las que
goza de más fama y prestigio a nivel mundial cuyos orígenes se
remontan al siglo XVIII reinando      Carlos III, cuando la
Hacienda Pública Española atravesaba, una vez más, por
momentos difíciles en los que a pesar de las continuas
reformas del sistema fiscal no se lograba frenar el creciente
déficit público. Es este monarca quien encomienda al Marqués
de Esquilache, Ministro de Hacienda por aquel entonces,
hiciese venir de Nápoles al director de la lotto napolitana,
don José Peya, para que pusiese en marcha la lotería española.
Con un Real Decreto de 30 de septiembre de 1763 la lotería en
España quedó instaurada. El primer sorteo de esta Lotería
Real, denominada como “beneficiata o primitiva”, se celebró, a
modo de ensayo y solo para Madrid, el 10 de Diciembre de ese
mismo año en la Sala del Consejo de Hacienda.

Surge así la lotería como una decisión fiscal, pero encubierta
bajo la apariencia de un juego en el que todos podían
participar y obtener premios, aunque en realidad era un
impuesto encubierto que debía aportar nuevos ingresos a las
arcas reales. Durante el reinado de Carlos IV, su carácter
benéfico comenzó a apreciarse al donar el Estado parte de los
beneficios a hospitales, centros de beneficencia,
eclesiásticos, hospicios y montepíos. La gran satisfacción
creada por esta lotería entre toda la población, hizo pensar
al monarca Fernando VII en introducir sorteos extraordinarios
con mayores premios, siendo el de Navidad el de mayor
aceptación y el que se mantiene como tradición en nuestros
días desde 1892, aunque esta denominación no figuró en los
décimos hasta 1897. Ambas loterías, primitiva y moderna,
coexistieron durante más de medio siglo, pero vista la
preferencia del público por esta última, en 1862 la lotería
primitiva fue suprimida por el Gobierno. Este hecho supuso que
el Estado decidiese aumentar los beneficios de la moderna,
llegando a introducir en la Ley de Presupuestos de 1866-67 un
aumento del 5 por 100 en la retención de los ingresos de cada
sorteo pasando por tanto a ser del 30 por cien en lugar del 25
y creando un impuesto especial del 10% sobre los premios
agraciados.

El 29 de septiembre de 1868 cayó del trono Isabel II y el 30
se constituyó la Junta revolucionaria interina; el general
Serrano reunió el Gobierno provisional y el 8 de octubre,
apoyado por el éxito de todas sus empresas financieras, y
confiando en sus teorías económicas, Figuerola entró a formar
parte de dicho Gobierno como ministro de Hacienda. Entre sus
famosas medidas, además de crear la peseta como unidad básica
del sistema monetario español, destaca el empréstito de dos
mil millones, que presentó en un momento en que los gobiernos
moderados habían dejado las arcas nacionales exhaustas y un
déficit de más de tres mil millones, pero paralizado el
comercio y muy empobrecido el país, la medida causó el
retraimiento de los capitales inversores y tenedores de
efectos públicos, produciéndose una crisis general que hizo
que la opinión pública y la prensa rechazaran y condenaran la
iniciativa.

Sin embargo, las operaciones que realmente salvaron de mayores
y más graves conflictos al Gobierno y al país fueron el
empréstito de 500.000.000 de pesetas en bonos del Tesoro y la
negociación ajustada en 23 de Noviembre de 1868 con los Sres.
Rothschild de París y Londres, obligándose estos a tomar en
firme la cantidad de 72.500.000 pesetas nominales en títulos
de la Deuda exterior consolidada al 3 por 100, y a negociar
los restantes hasta producir 100.000.000 de pesetas, o tomar
por su cuenta mayores cantidades, si así les convenía.

Otros graves compromisos legados á la situación revolucionaria
por la Administración caída, fueron cubiertos con el
empréstito Rothschild, cuyos productos se aplicaron al pago de
los intereses de la Deuda interior y exterior, a los
vencimientos de pagarés Fould y a uno de los de la Casa
Mildred, Goyeneche y Compañía. Como la operación de crédito
con los Sres. Rothschild estaba en curso de ejecución cuando
se publicó la Memoria de 22 de Febrero, no fue posible
publicar entonces todos sus detalles y resultados; pero quedó
el contrato sobre la mesa de las Cortes para que lo examinasen
los Sres. Diputados luego de constituida la Asamblea.

La perturbación natural de los intereses en los meses
inmediatos á la revolución; procedía en gran parte del absurdo
sistema seguido entonces por las Administraciones caídas (y
parece que la actual también), de presentar casi nivelados los
presupuestos cubriendo cuidadosamente la llaga del déficit y
la ocultación de gastos, que exigían necesariamente pedir
créditos supletorios por sumas de consideración, de modo que
“para que el país pueda tener pleno conocimiento de la manera
como el Gobierno ha hecho uso de la autorización que le fue
concedida por la ley de 1º de Abril del año próximo pasado, ha
creído el que suscribe, −dice Figuerola− llegada la ocasión de
poner a la vista y de sujetar al examen de los Sres. Diputados
todo el expediente relativo al empréstito de los 250.000.000
de pesetas”.

En el caso de que por cualquier causa dejase el Gobierno de
cumplir sus compromisos, los Sres. Rothschild entrarán a
hacerse cargo de la explotación de las minas de Almadén. El
contrato sobre los productos de Almadén, ajustado con la casa
Rothschild, de tan reconocida respetabilidad y de antiguo
interesada en la venta de los azogues, −explica Figuerola−, no
sólo tiene la ventaja de haberse hecho en condiciones de
comisión mucho más favorables que las obtenidas en otros
contratos anteriores, sino que estimulando al Gobierno á
mejorar de día en día la explotación de las minas, permitirá
la competencia con los azogues californianos, y la mejora de
precio de los nuestros en los mercados de Europa.

A partir de 1881, mediante la Ley del 31 de Diciembre, el
Estado intensifica su monopolio suprimiendo todas las rifas de
carácter permanente y loterías particulares. En 1904 se
ratifica la prohibición de concurrir loterías extranjeras y en
1913 se decide poner fin a las rifas de carácter benéfico que
se venían autorizando ocasionalmente. Con estas medidas, el
Estado lograba el poder absoluto sobre el juego de la Lotería.

Con la contienda civil no se interrumpió el sorteo, aunque
alguno fue caótico y celebrado en distintos sitios pues hubo
dos sorteos de la Lotería: el de la zona republicana y el de
la zona nacional, continuando esta posteriormente
fortaleciéndose como tantas industrias. Mas llegó lo que
llaman democracia y volvieron a enajenar empresas públicas
para reducir el déficit tal como anunció a finales de 2010 la
ministra de Economía Elena Salgado, ministra del Gobierno de
Felipe González. Una de ellas era AENA y la otra, la LAE, que
sería la primera. Sí se concretaron las valoraciones
iniciales, según las cuales la capitalización oscilaría entre
los 25.000 y los 35.000 millones, la OPV de LAE sería la mayor
de la historia de la Bolsa española. Fuentes del mercado
indican que el Estado espera recaudar alrededor de 7.000
millones de euros con la operación, aunque los fondos
obtenidos no pueden ir a reducir el déficit público porque no
se trata de un ingreso corriente y, según la contabilidad
nacional, no se pueden dedicar estos ingresos a reducirlo. Sin
embargo, al pueblo, ese al que algunos dicen “el pueblo
soberano”, no se le da explicación alguna de para qué ha
servido dicha venta.

El Gobierno decidió rápidamente la entidad que se encargaría
de dirigir la mayor privatización de la historia. Designó
a Rothschild como banco asesor de la enajenación de Loterías y
Apuestas del Estado (LAE), que puede ascender a entre 7.000 y
10.000 millones de euros.   Uría y Menéndez y Clifford
Chamce serán los asesores legales de la colocación, que
también contará con Price Waterhouse como asesor estratégico.
Rothschild, que en el año 2010 estuvo al frente de la salida a
bolsa de Amadeus, la más grande de España desde finales de
2007, se encargará pues del negocio lotero.

Es sabido que la familia Rothschild forma parte del ínfimo
porcentaje de la población que acumula las mayores riquezas
del planeta, manejan los medios de comunicación masivos más
importantes y también el negocio de Hollywood, participan en
importantes eventos históricos, ayudan a establecer y destruir
gobiernos, y pertenecen al núcleo de los iluminados. Al
parecer, ellos eligieron los bancos que dirigirán la venta de
los títulos de las Loterías del Estado. Fuentes financieras
apuntan a que al menos serán cuatro, dos españoles –se da por
hecho que serán BBVA y Santander– y otros dos extranjeros[1].

Es interesante contrastar la actitud que mantuvo Figuerola
dando todo tipo de explicaciones sobre sus actuaciones con
respecto a la Hacienda y la poca que trasciende de cuantas
llevan a cabo los distintos gobiernos que se dicen
democráticos a pesar de tener un “Portal de transparencia de
la Administración del Estado”, el cual no aporta información
sustancial. Tampoco da demasiada información el Portal de
Transparencia de Loterías y Apuestas del Estado. Sí nombra en
su web corporativa las sociedades participadas por la Sociedad
Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE), que son el
Hipódromo de la Zarzuela, S.A. (HZ) de la que es propietaria
del 4,22% del capital social y SERVICES AUX LOTERIES EN
EUROPA, SCRL (en adelante, SLE), que es una sociedad
instrumental encargada de la gestión del juego Euromillones,
juego local coordinado con varios países europeos. En esta
sociedad, SELAE ostenta la calidad de socio fundador, junto a
Camelot y La Française des Jeux, lo que le otorga un derecho
de veto en la toma de determinadas decisiones. Es propietaria
de 100.000 de las 376.400 acciones que componen el capital
social de SLE, lo que representa un 26,57% del mismo.

Estas explicaciones están muy bien porque ponen luz sobre
algunas inversiones realizadas por la LAE, pero quizá sería
más interesante saber, de lo recolectado por la venta de
loterías, cuanto se queda Rothschild y las sociedades
capitalizadoras por su participación en la privatización de la
LAE.

La web elconfidencial.com/empresas/2011-05-25/ afirma que se
quedan el 33% de la recaudación y que el Estado ante esta
merma lo que hace es incrementar en un 33% lo que descuenta al
cobro de los premios. Añaden que desde la privatización de las
Loterías por Edmond de Rothschild, Lazard y Bwin, saben
perfectamente qué números han sido vendidos, y cuáles no. Y
saben también a cuáles dar únicamente la terminación para que
sigan jugando, porque no hay bombo, es arbitrario. Los únicos
premios que se siguen haciendo con bombo y ante notario son
los de Navidad y El Niño, por tres factores: *la venta masiva
de números, *por tradición, y *por el seguimiento televisivo.
En los demás sorteos se dan arbitrariamente sobre los que no
hayan sido vendidos y por la informatización de las loterías
se sabe en tiempo real qué números y cuantos de cada número y
serie han sido vendidos o no. El asunto es tan sucio que el
gobierno ni siquiera declara, cuando está obligado a hacerlo,
a quiénes se lo ha vendido: sociedades opacas con la
legislación para las Sociedades de Inversión de Capital
Variable,(Sicavs) que incluyen a los Rothschild, Lazard y
Bwin. La recaudación ha caído un 10%, lo que, con seguridad
perjudicará a las arcas del Estado, pero no a dichos
inversores, porque según teme el confidencial.com, los premios
que por distintas causas no se reparten, se los quedan y así
compensan pérdidas y si es cierta esta suposición, es
claramente un engaño y un robo a los compradores de lotería.

Además, según expertos en economía, es posible que los
ingresos por Loterías (Lotería Nacional, Bonoloto, ONCE, etc),
se estén utilizando para tratar de paliar las enorme pérdidas
por derivados financieros de los activos de Nivel 3 que son
activos muy complejos (créditos, securitizaciones…) que las
entidades bancarias no pueden contabilizar debido a que no
existe un mercado con el que se pueda fijar una valoración
siquiera aproximada ya que, para ellos, ni siquiera hay
operaciones en mercados secundarios[2].

Todo ello nos lleva a recordar las palabras de Alexander
Hamilton, ayudante de campo de Washington, (masón como su
jefe), durante la guerra de la independencia americana, con
las que dejó explicita su filosofía política y la de su clase:

Todas las comunidades se dividen entre los pocos y los muchos.
Los primeros son los ricos y bien nacidos, los demás la masa
del pueblo… La gente es alborotadora y cambiante; rara vez
juzgan o determinan el bien. Hay que dar a la primera clase,
pues, una participación importante y permanente en el
gobierno…

Llama la atención que ese grupo elitista que domina el mundo
afirme como Hamilton que son ellos los que deban tener una
participación importante y permanente en el gobierno… parece
que los que presumen de tener siempre presente su famoso
eslogan: Libertad, Fraternidad, Igualdad, entre los hombres,
son partidarios, cuando menos de una dictadura en todos los
órdenes (político, económico y social), si no de una tiranía
con la que están consiguiendo su Nuevo Orden Mundial. Se
equivocan, sin embargo, si consideran a toda la sociedad
española como masa del pueblo. Somos bien nacidos y queremos
el bien y prosperidad para nuestra Patria, por ello pedimos se
informe al pueblo del importe invertido por Rothschild y sus
socios y qué beneficios obtienen, así como también que aclaren
fehacientemente     las   supuestas     pero   muy  posibles
irregularidades.

     [1] La masonería entidad judaica y brazo secreto de la
     conspiración del Gobierno Invisible contra todos los
     pueblos de la tierra se ha infiltrado en España hasta
     tal punto de convertir a la España actual en una
     sucursal bancaria y una empresa al servicio de éstos. El
     Banco Santander y el Banco Bilbao y Vizcaya Argentaria
     (BBVA) no son bancos españoles, pertenecen a la familia
     Rothschild, según Masonería encubierta hoy en España y
     banca sionista Rothschild | wotanmituns (wordpress.com)
     y Rothschild dirigirá la OPV de Loterías, la mayor
     privatización de la historia (elconfidencial.com)
     [2] Nicolás M. Sarriés en Expansión
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