Análisis textual e intertextual del poema El soneto de trece versos de Rubén Darío
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Análisis textual e intertextual del poema El soneto de trece versos de Rubén Darío A los cinco años, movido por su enorme curiosidad y su precoz inteligencia, encontró Rubén, en un viejo armario del Coronel Félix Ramírez Madregil, en su casa de León, El Quijote, Las mil y una noches, noches La Biblia y otros libros que ejercerían, ejercerían desde ese momento, la mayor influencia de su vida.
Schariar: “ Schariar, amado por su sabiduría y por su prudencia(…)” “ (…)temido por su valor y el poder de su ejercito.” Scherazada: “(…) pero Scherazada unía su extraordinaria belleza una ggran sabiduría y una p profunda virtud ((…)” ) “ Nadie como ella supo jamás el arte de contar hermosos cuentos, de los que guardaba millares es su memoria(…)” El Visir: “ El buen visir sentía gran congoja y espanto ante las órdenes crueles q que se veía obligado g a acatar ciegamente g todos los días (…) sus ojos derramaban lágrimas todas las mañanas.”
Muchos años después, en 1912, al recordar este episodio, Darío escribe b en ell capítulo í l IV ded su Autobiografía: “Extraña y ardua mezcla de cosas para la cabeza de un niño.”
Antes de aplicar el análisis en sí, es menester afirmar que el temprano encuentro de Rubén con Las mil y una noches lo inclinó decisivamente hacia la literatura oriental, mayormente cultivada en su adolescencia y de la que dan constancia sus primeros libros: Epístolas y poemas y Abrojos, rimas y Emelina. Recordemos, por ejemplo, los paradigmáticos poemas del orientalismo y exotismo dariano, La cabeza del Rawi y El ala del cuervo.
El soneto de trece versos De una juvenil inocencia, inocencia ¡qué conservar, sino el sutil perfume, esencia de su Abril, la más maravillosa mara illosa esencia! Por lamentar a mi conciencia quedó de un sonoro marfil un cuento que fue de las «Mil y una noche» de mi existencia… Scherezada se entredurmió... El Visir quedó meditando... Dinazarda el día olvidó... Mas el pájaro azul volvió… volvió Pero… No obstante... Siempre... Siempre Cuando…
“…el el mérito de Darío reside más bien en haber sabido cultivar casi todas las posibles formas del soneto combinando la medida de los versos, el ritmo y la rima.” “Ateniéndonos sólo al título ya vemos que Rubén Darío traspasa l barreras las b d l tradicionalismo del t di i li y del d l soneto t como composición i ió de catorce versos… el decimotercero y último verso de este soneto, modernista en cuanto al tema (exótico) y a la forma (rompe con la preceptiva clásica), está alargado por cuatro cesuras impuestas por el propio Rubén e incluso marcadas gráficamente por puntos suspensivos.” “E t soneto “Este t está tá basado b d en ell verso eneasílabo.” íl b ” (Almudena Mejías Alonso, 1975)
Certeramente lo afirma Barthes (1993: 328): “el el título tiene como función marcar el comienzo del texto.” Curiosamente, el título también es eneasílabo, cumpliendo con la medida de los versos del poema. ¿Será este el verso que falta para completar l t los l catorce t que exige i ell soneto? t ? ¿Habrá ¿H b á dado d d Darío, con este poema, una broma a los académicos y anquilosados? Lo cierto es que el sugerente título le da al texto poético un carácter lúdico. El artículo El del título le da un sentido de particularidad al poema, ya que aclara de una vez que es el único soneto que rompe con la l norma y forma f t di i tradicionales. l P ello Por ll es muy apropiado decir que este soneto es indudablemente de invención modernista, innovador y vanguardista en su experimentación formal.
El propio Darío, en Historia de mis libros, afirma que el soneto de trece versos “…ha hecho balbucir juicios distantes a más de un crítico de poca malicia…”, lo que nos lleva a asegurar que el título ha cumplido los propósitos arriba señalados. En el mismo párrafo se refiere a este soneto como “…un juego, a lo Mallarmé,, de sugestión g y fantasía.” El título,, en sí mismo,, sugestiona y los intertextos presentes en cuerpo del poema refuerzan el sentido fantástico del mismo; de ahí la relevancia de Las mil y una noches y sus protagonistas en el texto. El intertexto bibliográfico, bibliográfico no sólo enlaza la relación poeta‐libro, poeta libro sino también la relación poeta‐juventud (e infancia), ya que Las mil y una noches encadena al p poeta con su p pasado,, en otras palabras, lo acerca a sus orígenes.
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