CONSTITUCIÓN DE IDENTIDAD CULTURAL EN VIEDMA.

Página creada Blanca Soriano
 
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“CONSTITUCIÓN DE IDENTIDAD CULTURAL EN VIEDMA.
                                       Homogeneidad o heterogeneidad”

                                                                                           Daniela Miranda1

                                                                                         INTRODUCCION
        Rara vez podemos determinar cuándo comienza una crisis y cuándo termina. De la
misma manera, es poco probable que estemos seguros de cuánto tiempo se prolonguen sus
efectos. Sin embargo, cuando los momentos más inestables del proceso transcurren, sí
podemos observar puntos de inflexión que lleva a los individuos a tomar decisiones concretas,
que una vez tomadas no pueden volver hacia atrás y que condicionan fuertemente los
resultados posteriores. Quizás lo más característico de las crisis es la incertidumbre que su
dinámica impone; incertidumbre que lleva al debate, a la conflictividad y a las luchas por el
poder, en definitiva un profundo cuestionamiento de todo aquello que se suponía establecido.
        Por definición, la Crisis es un “punto decisivo” que existe cuando
        “nuevos centros de poder se enfrentan a las estructuras de dominación existentes, cuando la identidad
individual se escinde entre premisas contradictorias; cuando se desconoce en general lo que puede considerarse
garantizado o qué será de los roles existentes o emergentes, de las instituciones, de las prácticas sociales... la
crisis no es anomia o desintegración social, sino lucha social y reintegración social”(O’Connor, 1989).
        En el año 2001 Argentina vivió la agudización de una crisis que marcó todos los
espacios de la vida cotidiana. En el orden nacional la crisis estuvo marcada por
manifestaciones y cacerolazos en las principales ciudades del país, Buenos Aires, Córdoba,
Rosario, La Plata, como expresiones de la Sociedad Civil de las necesidades, materiales y
morales, que no eran tenidas en cuenta por el gobierno nacional y que terminaron provocando
la renuncia del entonces presidente Fernando De la Rúa. El alto nivel de movilización
continuó posteriormente, porque sin dejar de creer en la democracia no se podían aceptar las
condiciones perversas de su institucionalización. Fue uno de los momentos de la historia
argentina donde más manifestaciones se contaron por día en la Plaza de Mayo de Buenos
Aires con representantes de diversos sectores sociales con numerosas demandas al Gobierno
nacional y en un contexto democrático aunque en crisis.

1
 Este trabajo fue presentado para recibir el título de grado y elaborado bajo la tutoría de la profesora María
Alejandra Ciuffolini.
¿Qué ocurrió en las provincias? El panorama es más diverso y resulta muy difícil
hacer generalizaciones sin cometer errores de apreciación, pero a los fines de esta
investigación es relevante tomar el caso de Río Negro y el de la ciudad de Viedma como su
capital provincial. En este caso, Río Negro no escapó al conjunto de provincias que más se
vieron afectadas por la crisis económica política y social, sobretodo en Viedma donde los
índices de desempleo y de pobreza no eran muy alentadores. De eso dan cuenta las tasas de
Desocupación con un 14,6% y de Subocupación demandante con un 12%; las tasas de
Pobreza con un 52,2% y de Indigencia con un 26,8% para octubre de 20022. Sin embargo en
la ciudad3, no hubo manifestaciones ni movilizaciones sociales considerables que
acompañaran las tendencias nacionales y que cuestionaran la grave situación que atravesaba
la sociedad. Con una población de 47760 personas y con un número de ciudadanos superior a
los 25000, el 20 de diciembre se contaron menos de 50 personas en el cacerolazo de la Plaza
San Martín4 y esta situación no expresa un sentimiento de conformidad con la situación
regional aunque nos interesa saber por qué tuvo lugar esta inacción política de la sociedad.
         Al mismo tiempo Viedma no es una sociedad ajena a los cambios y transformaciones
que ocurren en el mundo sino que también es influenciada por el contexto internacional a
través de las nuevas formas de comunicación donde se articulan los discursos. “Junto a las
actividades pluralistas y democráticas, que favorecen el debate, la controversia y el cambio

2
 Los datos corresponden a Viedma y Carmen de Patagones como parte de la Encuesta Permanente de Hogares.
Fuente: INDEC- Dirección General de Estadística y Censos de Río Negro.
3
 Recientemente declarada Capital Histórica de la Patagonia –año 2001- que con frecuencia resulta cuestionada
en su condición de capital por el resto de las ciudades provinciales de mayor peso, cuyas críticas hacia el Estado
y la Administración Pública hacen recaer los problemas coyunturales en el hecho de que Viedma es la capital
provincial En varios momentos de la historia, mantener esta condición fue una lucha contra los intereses de
ciudades como General Roca y San Carlos de Bariloche que propugnaban el traslado de la capital a sus distritos.
Históricamente siempre existió una disputa por la capitalidad de la Provincia de Río Negro donde convergían los
intereses de estas ciudades de gran peso de la provincia. Por esta razón ante cualquier circunstancia conflictiva o
de crisis económico política (incluso en el momento en que se planteo la posibilidad de trasladar la capital
Federal a Viedma durante la presidencia de Raúl Alfonsín) resurgía el tema y se cuestionaba la condición de
capital de Viedma, situación que no ha cambiado sustancialmente pero que parece momentáneamente haberse
apaciguado.
Por otra parte, la crisis que se profundizó en 2001 limitó seriamente las posibilidades de crecimiento de la región
y de la ciudad en particular ya que la dependencia del aparato administrativo provincial como principal actividad
económica que dinamiza el mercado local, y la crisis del estado que acarreaba problemas desde el año 1995,
afectaron a la sociedad. En consecuencia la función de capitalidad y el descreimiento en lo político pusieron en
cuestión la capacidad para dar respuesta a las necesidades de la provincia desprestigiando sobretodo la imagen
de la ciudad y su sociedad. El fantasma del traslado de la capital repercutió sobre su identidad debido a que no
hay una actividad económica que remplace a la Administración Pública como fuente de recursos al mismo
tiempo que por historia forma parte de su idiosincrasia desde la fundación de Viedma. Entonces ligado al tema
económico también hallamos el tema de la identidad.
4
  La plaza San Martín es (y lo ha sido históricamente) el punto clave de las movilizaciones y manifestaciones
políticas debido a que se sitúa en el centro de la ciudad y está rodeada por los principales edificios
institucionales del gobierno provincial.

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social en general, los medios (de comunicación) también influyen más o menos decisivamente
en la integración, es decir en la articulación sistémica de cosas, gente e ideas, en escala local,
nacional, regional y mundial”.. En el espacio local comunitario, que precisa hacer frente a las
influencias del contexto, se desenvuelven nuevos procesos que afectan su identificación
cultural y que influyen social y políticamente, tanto en el imaginario viedmense como en las
acciones y en las prácticas comunes de los sujetos.
        En este contexto regional vemos: a- que la democracia enmarcada en la crisis parece
perder vigencia pero internamente se reformula, se replantea y se especifica en la sociedad; b-
que se modifica la realidad y se cuestiona lo que se supone establecido, erosionando la
institucionalidad y los valores culturales generando nuevos debates en los espacios públicos y
privados; c- que a la vez que hay continuidades trae aparejado cambios y transformaciones; y
d- que la/s identidad/ades se escinde/n entre premisas contradictorias dificultando el actuar
concertado. El caso de Viedma importa desde el momento en que la crisis genera una
situación de incertidumbre y de cuestionamientos pero que lejos de provocar una fuerte
activación política repercute más sobre su identificación5. Ante cualquier momento
coyuntural en la localidad se percibe a la Identidad como algo indefinido y, de esta forma,
como una situación negativa que obstaculiza lograr objetivos comunes y luchar
conjuntamente por alcanzar en última instancia el bienestar de la comunidad.
        De esta forma, abordar la dinámica de la constitución de Identidad Cultural en Viedma
es un punto clave para explicar la forma en que ocurren las relaciones sociales en su interior.
Sobretodo si en la sociedad misma se ha puesto en discusión la idea de que “nos falta
identidad” y por ende, no hay objetivos comunes o un sentimiento de pertenencia que nos
permita convivir en la comunidad. Nuestras preguntas son: ¿cómo se constituye la Identidad
Cultural de Viedma? y en este sentido ¿hay una tensión entre heterogeneidad- homogeneidad
social que se relacionaría con una tensión entre integración- fragmentación social?, ¿cómo
explicaríamos esta idea de la falta de Identidad? Como desafío del trabajo tendremos que
analizar las diferencias entre las identidades de los estratos sociales, en qué consisten y la

5
  El discurso de la Falta de Identidad en Viedma es compartido por la gente ya que en numerosos seminarios y
jornadas al surgir el tema de la identidad se sostiene esta idea y se supone que es un obstáculo para el
crecimiento y la integración de la sociedad. Actualmente también se debate -y se asume- al interior del Concejo
Deliberante de Viedma el tema de la falta de identidad promoviendo espacios, leyes y políticas que constituyan
una identidad local.

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forma en que participan en la constitución de una Identidad colectiva cuando observemos la
sociedad viedmense6.

        Hemos organizado nuestro trabajo de la siguiente manera: en un primer capítulo
abordamos conceptualmente los temas de Democracia, Identidad y Estratificación Social. A
continuación nos referimos a la Composición Social de Viedma y a la variable Estratos
sociales y sus dimensiones. Luego analizamos la variable Constitución de Identidad de
acuerdo a los datos obtenidos y sus dimensiones, para presentar finalmente una conclusión
con los aspectos más importantes del análisis poniendo especial énfasis en la relación entre
ambas variables.

                                                    CAPITULO I
                                         ABORDAJE CONCEPTUAL:
                             Democracia, la Identidad y la Estratificación Social

        La modernidad nos ha hecho conocer un tipo de democracia asociada a los principios
de libertad e igualdad para todos los ciudadanos como condición fundamental para el ejercicio
de derechos y responsabilidades en la sociedad que contribuye al pluralismo y al
reconocimiento de múltiples identidades en los sujetos. “Si afirmamos que el ejercicio de la
ciudadanía consiste en identificarse con los principios ético- políticos de la moderna
democracia debemos reconocer también que puede haber tantas formas de ciudadanía como
hay interpretaciones de esos principios...”7. Se entiende que la ciudadanía “es un principio
articulador que afecta las diferentes posiciones de sujeto del agente social al tiempo que
permite una pluralidad de lealtades específicas y el respeto de la libertad individual” (Mouffe,
1999:120). Comprendemos que la democracia se afianza con un tipo particular de identidad
en constitución que tiene que ver con los modos en que los valores, las culturas, las opiniones
se manifiestan en la sociedad y generan tanto contraposiciones como visiones compartidas. El

6
  Esto engloba el planteo del problema de investigación: ¿Cuál es la actual constitución de la Identidad Cultural
en la ciudad de Viedma? ¿existen diferencias entre las identidades en los diferentes estratos sociales, en qué
consisten las mismas?
7
  Continúa la cita: “..., y que una interpretación democrática radical hará incapié en las numerosas relaciones
sociales donde existen situaciones de dominación que deben ser puestas en tela de juicio si se aplican los
principios de libertad e igualdad”.(p.121), Mouffe, Chantal. (1999): “Feminismo, ciudadanía y política
democrática radical”. En: El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical”.
Paidós. Buenos Aires.

                                                                                                               4
ciudadano adquiere cualidades específicas que le permiten participar (o no)8 a través de los
mecanismos democráticos por medio de los cuales se practican el ejercicio del poder y la
política. Sin embargo, no debemos confundir la acción política con el quién soy de mi
identificación cultural, porque la política supone un actuar concertado en un espacio público
que trasciende las diferencias de adhesiones a valores culturales, aunque esta identificación
sea la condición de integración de una comunidad (Tassin, 1999:52 a 57).
           La sociedad democrática que reconoce las libertades de expresión, de información, de
participación, con la intervención de medios de comunicación, de tecnologías y lenguajes,
vive en la actualidad un “proceso de disociación entre existencia y conciencia, o de
condiciones y posibilidades de existencia y condiciones y posibilidades de conciencia”
incorporando nuevos significados y prácticas sociales y descartando otros. De esta forma, y
especialmente a través de los medios de comunicación masiva
           “se modifican las articulaciones y desarticulaciones establecidas por la modernidad acerca de dato y
significado, parte y todo, pasado y presente, historia y memoria, comprensión y explicación, singular y universal.
Al mismo tiempo que se modifican los contrapuntos ‘yo’ y ‘otro’, ‘nosotros’ y ‘otros’, ‘nacional’ y ‘extranjero’,
‘occidental’ y ‘oriental’” que se refieren al modo en que se configuran las identidades” (Ianni, 1999:30).
           Como concepto principal consideramos que la identidad es un proceso dinámico y
estructurador de la sociedad –y/o los individuos- que convoca implícita o explícitamente la
diferencia; proceso que surge en el enfrentamiento del “nosotros” con los “otros”, como parte
del reconocimiento:
           “La comunidad se identifica como tal, en la asunción común de ‘valores’ compartidos, y el individuo se
identifica afirmando su pertenencia a la comunidad, a través de la adhesión a sus ‘valores’, de la elección de sus
símbolos, en la asunción de una identidad colectiva en la cual dice reconocerse. La identidad resulta de la
identificación realizada en un juego de reconocimientos y de adhesiones. Si toda identidad resulta de una
identificación con marcas y con aquellos que se suponen encarnarlas, la identificación es condición de una
inserción o de una integración en una comunidad, mientras que esta inserción es ella misma condición de la
identidad individual” (Tassin, 1999:55).
           Particularmente, nuestra identidad depende de las relaciones dialógicas en el
intercambio con los demás; es el lugar del reconocimiento, las interpretaciones, las
valoraciones y la atribución de significantes respecto del “nosotros” y los “otros” que se
construye en permanente diálogo con los demás. Como en un juego de posicionamientos se
moldea nuestra identidad con el reconocimiento, el falso reconocimiento y la falta de
reconocimiento (estos últimos a veces pueden promover una imagen deformada de nosotros

8
    La idea de participar o “no” participar hace referencia a la opción que tienen los individuos libres de elegir en

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mismos que provoca daños psicológicos)9 que operan marcando similitudes y diferencias
como evidencia del carácter intersubjetivo de toda identificación. Al respecto, Judith Butler
escribe “una identidad particular se convierte en una identidad en virtud de su localización
relativa en un sistema abierto de reacciones diferenciales. En otras palabras, una identidad es
constituida a través de su diferencia con un conjunto ilimitado de otras identidades” (Butler,
2000:37). Por ende, un sujeto constituye su identidad de forma múltiple y contradictoria,
contingente y precaria y ésta queda fijada temporalmente en la intersección de las posiciones
de sujeto y depende de formas específicas de identificación.
         Como resultado el sujeto es una pluralidad que depende de su posicionamiento en la
práctica social en donde se constituye dentro de diferentes formaciones discursivas10. Aunque:
         “no hay una relación a priori, necesaria, entre los discursos que construyen sus diferentes posiciones de
sujeto (...) esta pluralidad no implica la coexistencia, punto por punto, de una pluralidad de posiciones de sujeto,
sino más bien la constante subversión y sobredeterminación de una por las otras, lo cual hace posible la
generación de ‘efectos totalizantes’ dentro de un campo que se caracteriza por tener fronteras abiertas e
indeterminadas” (Mouffe, 1999:111).
         En igual sentido, no hay identidad social que pueda ser completa y permanentemente
adquirida, por la misma razón de la historicidad y la contingencia en la que se re/actualizan
sus cualidades y relaciones aunque esto no significa que no podamos retener nociones como
“mujeres”, “varones” u otros significantes que se refieren a sujetos colectivos11. Es así que
ideas como la de clase, grupo étnico, etc, resultan ser “nombres para puntos transitorios de
estabilización” de las identidades (Laclau, 2000:59).
         ¿Y de qué forma se vinculan estas posiciones de sujeto? En la “articulación” que por
más que no sea predeterminada y sea siempre contingente, histórica y temporal es un vínculo
entre las diferentes posiciones de sujeto provisto por los discursos desde diferentes puntos de
partida. Los discursos, como horizontes de constitución de los sujetos articulan las prácticas

un contexto democrático.
9
  Para los sujetos, internalizar una imagen de inferioridad , deprimente de sí mismos puede transformarse en uno
de los instrumentos más poderosos de su propia opresión como es el caso de las mujeres, los negros, los
indígenas, as minorías étnicas en general, etc. Es tarea entonces de los sujetos liberarse de esta identidad
impuesta y destructiva: “El falso reconocimiento no sólo muestra una falta de respeto debido. Puede infligir una
herida dolorosa, que causa a sus víctimas un mutilador odio a sí mismos. El reconocimiento debido no sólo es
una cortesía que debemos a los demás: es una necesidad humana vital”. Ver: Taylor, Charles. (1992): El
multiculturalismo y la “política del Reconocimiento. Fondo de Cultura Económica. Pag. 43.
10
   “Por eso cada posición de sujeto se constituye dentro de una estructura discursiva esencialmente inestable,
puesto que se somete a una variedad de prácticas articulatorias que constantemente la subvierten y
transforman”. Ver: Mouffe, Chantal. (1999): “Feminismo, ciudadanía y política democrática radical”. En: El
retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical. Paidós. Buenos Aires. Pag. 112
11
   Ver: Mouffe, Chantal. (1999): “Feminismo, ciudadanía y política democrática radical”. En: El retorno de lo
político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical. Paidós. Buenos Aires.

                                                                                                                  6
sociales, revelan las relaciones de poder, la construcción de hegemonía y la forma en que se
reproduce la dominación en la sociedad.
         Por lo tanto, en la constitución del sujeto y de su identidad circula el poder. Para
comprender el significado de esta idea podemos citar nuevamente a Judith Butler: “El poder
no es estable ni estático, sino que es reconstruido en diversas coyunturas de la vida cotidiana;
constituye nuestro tenue sentido de sentido común y está cómodamente instalado en el lugar
de las epistemes de una cultura” (Butler, 2000:20). Se entiende, entonces que el poder circula
en la sociedad transversalmente y que el individuo es su efecto y simultáneamente el elemento
de conexión, porque “el poder circula a través del individuo que ha constituido”. Cabe pues:
         “no preguntarse, pues, por qué algunos quieren dominar, qué buscan, cuál es su estrategia de conjunto;
sino cómo funcionan las cosas al nivel del proceso de sometimiento, o en aquellos procesos continuos e
ininterrumpidos que someten los cuerpos, guían los gestos, rigen los comportamientos, etc. En otras palabras ,
antes de preguntarse cómo aparece el soberano en lo alto, intentar saber cómo se han, poco a poco,
progresivamente, realmente, materialmente, constituido los sujetos, a partir de la multiplicidad de los cuerpos, de
las fuerzas, de las energías, de las materialidades, de los deseos, de los pensamientos, etc.” (Foucault, 1992:51)
         Pues es la hegemonización de ciertas relaciones y prácticas sociales,
         “…lo que hace que el poder agarre, que se le acepte, es simplemente que no pesa solamente como una
fuerza que dice no, sino que de hecho va más allá, produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos;
es preciso considerarlo como una red productiva que atraviesa todo el cuerpo social más que como una instancia
negativa que tiene como función reprimir.” (Foucault, 1992: 193).
         La cuestión política que relaciona la constitución de identidad con las relaciones de
poder es el reconocimiento que en proceso de identificación produce discursos, discursos que
determinan una idea de verdad como un “conjunto de procedimientos reglamentados por la
producción, la ley, la repartición, la puesta en circulación, y el funcionamiento de los
enunciados” (Foucault, 1992:199). Los horizontes de constitución de los sujetos -los
discursos- están articulados en base a la hegemonía de ciertos bloques históricos y la
estratificación social reproduce dicha hegemonía. Los Estratos Sociales, entendidos como la
posición que ocupan los individuos en la sociedad responden a las relaciones sociales y las
relaciones de producción en las que participan. Y consecuentemente la forma de
estructuración social lleva implícito un régimen de verdad y una red productiva que coordina
“la acción de los agentes de la política del cuerpo, como un mosaico muy entrelazado, un
conjunto enormemente complejo, (que para que pueda ser analizado) hay que ver en términos
de estrategia, cómo se instauraron las piezas” (Foucault, 1992:125).

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En base a esta teorización sobre la democracia, la identidad y la estratificación social
es que propusimos un ambicioso análisis de la constitución de identidad Cultural que tuvo en
cuenta dos variables principales: una dependiente, la constitución de Identidad Cultural, y
una independiente, los estratos sociales. Si entendemos que hablar de constitución de
identidad es hablar de un proceso múltiple y contradictorio, contingente y precario y fijado
temporalmente en la intersección de las posiciones de sujeto que depende de formas
específicas de identificación en un juego de reconocimientos y adhesiones, consideramos
operacionalmente que dicha variable es el conjunto de dos dimensiones: los procesos de
identificación y los horizontes de constitución de los sujetos. El primero resulta ser un
proceso de reconocimientos y adhesiones, de inserción e integración de los sujetos a distintos
grupos, instituciones y/o colectivos, en un juego de diferenciación entre Otros y Nosotros. En
tanto que, los horizontes de constitución son los discursos que articulan todas las prácticas
sociales y que suponen valores, imaginarios, símbolos, significados, creencias, culturas, etc.
Estos horizontes se definen en el Ser-con-las-cosas, el Ser-consigo-mismo y el Ser-con-lo-
posible de los sujetos12.
        Por su parte, nuestra variable independiente, los Estratos sociales, es entendida como
la posición que los individuos tienen en la estructura social de acuerdo a condiciones y/o
características de los individuos respecto a su nivel de educación, su actividad económica, su
ingreso y su nivel de consumo (relativo) que permiten identificarlos como parte de una clase
de la estructura social. Hemos identificado cuatro niveles en esta estructura: estratos Alto,
Medio alto, Medio bajo y Bajo.

                                                  CAPITULO II
                                       La composición social de Viedma

        1. Introducción
        Una sociedad como la de Viedma se ve expuesta a cambios permanentes. Desde luego
que no hay sociedades estáticas, pero aquí observamos que en los últimos años hubo una
movilidad propia e intensa que repercutió sobre su identificación. Nos referimos a una ciudad
capital de provincia que ha recibido más población de otras localidades. En comparación con

12
  Se tiene en cuenta la construcción de los horizontes de constitución de los sujetos de Maceiras aunque no se
toma el horizonte del Ser con los demás de forma específica porque está implícito en los procesos de

                                                                                                            8
San Carlos de Bariloche13 que según el censo 2001 recibió un 1,9 % de migración de otras
ciudades provinciales, Viedma recibió un 3,7 % del total de población. A esto se suma la
migración de personas proveniente del norte del país y de la provincia de Buenos Aires en
especial, que históricamente se han transladado hacia las provincias del sur del país por las
posibilidades económicas que abrió la creación de nuevas provincias, con empleo público,
frente al empobrecimiento de otras regiones. El censo también nos permite conocer que en los
últimos cinco años un 4,5% del total de población procede de otras provincias.
        En nuestra muestra14 (ver anexo V) se consideró la procedencia de los encuestados
para dar cuenta de esta situación y como resultado un 40% de los individuos eran nativos de
Viedma, el 21% provenían de otras localidades de la provincia, el 24,6% de la provincia de
Buenos Aires (Capital Federal inclusive) y 12,3% de las provincias del norte del país.

        2. Identificación de los Estratos Sociales
        El primer aspecto que analizamos para observar la constitución de identidad cultural
de Viedma fue su estructura social ya que desde condiciones de vida diferentes se dan
procesos de constitución de identidad diferentes. Para dar cuenta de la estratificación social se
consideraron cuatro categorías: estrato Alto, Medio-alto, Medio-bajo y Bajo. Nos pareció
importante subdividir el estrato medio para diferenciar las tendencias que presenta hacia
arriba o hacia debajo de la estructura, la proximidad hacia uno u otro extremo que en la zona
pueden ser más significativas que hablar de ricos y pobres solamente o hablar de los sectores
medios como homogéneos. Aquí encontramos que todos conviven casi en un mismo espacio
público con diferencias sutiles que no se aprecian tan fácilmente en el conjunto. Es decir, en
Viedma no observamos que el rico sea tan rico como para abstraerse del contexto local y no
mezclarse con los más pobres. Esto es así porque es una ciudad relativamente pequeña y el
mercado es bastante restringido, limitado por el acceso a determinados bienes y servicios de

identificación a los que nos referimos antes y así no se superponen datos ni conceptos. Ver: Maceiras Fafián,
Manuel. (1994): Para comprender la filosofía como reflexión hoy. Verbo Divino. Navarra.
13
   Esta es una ciudad turística muy importante que está ubicada en el extremo oeste de la provincia muy
conocida nacional e internacionalmente.
14
   En la etapa de entrevistas, agradezco la colaboración de Carolina y Natalia Hoz Ovejero, Oscar Bustamante,
Mabel Henry, Marta Gerarduzzi y Mariela Mazzei. También agradezco a Cármen Freundlich por facilitarme
datos sobre la Encuesta Permanente de Hogares Viedma-Patagones. En el proceso de elaboración de todo el
trabajo tengo que reconocer que sin la asistencia y el apoyo incondicional de la profesora María Alejandra
Ciuffolini, “Ale”, no hubiese podido abordar este tema que tanto me interesó desde siempre. Gracias porque
pude lograr este objetivo de trabajar sobre la identidad desde la ciencia política. Y gracias Ciro por darme tiempo
para concluir esta etapa…a vos te lo dedico.

                                                                                                                 9
consumo, y muchos espacios públicos son compartidos como es el caso de la Costanera del
Río Negro.
        La variable estratos sociales15 se compone de tres dimensiones principales: en primer
lugar, el Nivel de Educación considerado como el máximo nivel de instrucción alcanzado; en
segundo lugar, la Condición de Actividad Económica define la situación en que se encuentran
los individuos mayores de 14 años (aunque sólo se encuestaron a mayores de 18 años) que se
vincula con el Mercado laboral ya que se refiere a su participación o no en la actividad
económica, y tiene en cuenta el ingreso y la condición de jefe de familia16; finalmente, el
Nivel de Consumo Relativo que se refiere al acceso a determinados bienes y servicios como
parte de la satisfacción de necesidades básicas. Luego la clasificación de los estratos sociales
es una relación entre estas dimensiones que define a los individuos como pertenecientes a uno
de los niveles antes mencionados de estratificación. Como resultado, en la muestra, el 5,3%
representó al estrato Alto, el 12,3% al estrato Medio-alto, el 33,3% al estrato Medio-bajo y el
49,1% representó al estrato Bajo.
        Acabamos de mencionar que en la condición de actividad económica se distinguen
básicamente dos situaciones: actividad o inactividad económica. Dentro de la Población
Económicamente Activa (PEA) se ubican por un lado, los ocupados clasificados en patrón
(empleador), asalariados (obrero o empleado del sector privado/público, empleado del
servicio doméstico), trabajador por cuenta propia y trabajador familiar sin remuneración fija
y/o no remunerados17. Por otro lado, encontramos a los desocupados que como parte de la
población económicamente activa buscan trabajo remunerado y pueden haber desempeñado
anteriormente una actividad económica. Al mismo tiempo consideramos a la Población no
Económicamente Activa (PnoEA) subdividida en tres categorías: 1º Jubilados/Retirados y/o
Pensionados, 2º Estudiantes y 3º Otras situaciones, por ejemplo Amas de casa.

15
   Nuestra variable ha sido construida en base al análisis de Torrado sobre la estratificación social en Argentina,
no obstante ello hay diferencias sustanciales en lo que implica el concepto. Torrado la define desde los
subconjuntos de agentes que ocupan una posición social análoga en el proceso de producción económica. Para
operacionalizar la variable Condición Socioocupacional (CSO) la autora se basa en la construcción de un
Nomenclador a partir de los atributos económicos de: Condición de Actividad Económica, Ocupación,
Categoría de ocupación, Rama de Actividad, Sector de Actividad y Tamaño del Establecimiento. De esta
manera, el clasificador de las clases y estratos sociales discriminados (cuadro 1.1, pag. 35) muestra una clase con
una ocupación o categoría ocupacional subdividida en estratos. Por el contrario, nosotros tenemos en cuenta
junto con la condición de actividad económica, aspectos socioculturales como el nivel de educación y el nivel de
consumo relativo que nos parecen más correspondientes con la cuestión de la identidad. Ver: Torrado, Susana.
(1992): Estratificación Social de la Argentina 1945-1983. Ediciones de la Flor. Buenos Aires.
16
   La condición de jefe o no de familia en todos los casos nos ayudo a determinar el nivel de consumo suponiendo
en ciertos casos más de un ingreso.

                                                                                                               10
Respecto a este punto, el 87,7% de los encuestados perteneció a la PEA de los cuales
el 75,4 % fue población ocupada y el 14% desocupada, mientras que la PnoEA arrojó un 14%
del total.18.
        Para resaltar las diferencias entre estratos, en el estrato alto hallamos al sector de los
medianos empresarios, funcionarios del estado y profesionales independientes de trayectoria
cuyos ingresos superaron los $2401 y el nivel de consumo era muy alto. En general el nivel
de educación también era alto porque el máximo nivel de instrucción promedio fue
universitario completo.
        En el estrato medio alto, las ocupaciones fueron pequeños comerciantes, profesionales
jóvenes, prestadores de servicios, técnicos entre otros. El nivel de educación estuvo entre
secundario, terciario y/o universitario completos, con un nivel de consumo alto pero menor
que el estrato más alto por registrar ingresos algo inferiores (desde los $1601).
        En el estrato medio bajo las principales ocupaciones resultaron ser                         empleados
públicos, empleados administrativos del sector privado, docentes, retirados, estudiantes,
pequeños comerciantes, trabajadores asalariados de servicios de calificación operativa. El
nivel de educación fue intermedio, en general con estudios secundarios y terciarios completos
y una porción menor con estudios universitarios incompletos. Los ingresos fueron superiores
a $801 pero con un nivel de consumo limitado.
        Por último, en el estrato más bajo las ocupaciones que arrojó la muestra fueron
docentes, un sector de empleados administrativos públicos /privados, empleadas domésticas,
obreros en talleres, un sector de los empleados de comercio, changarines y albañiles.
Paralelamente se registró un alto porcentaje de desocupados -12,3% del total y un 25% del
estrato bajo-. De la PnoEA encontramos estudiantes que demandaban empleo, jubilados, y los
ingresos se encontraron mayoritariamente en la franja desde $0 a los $400; el 28,6% no
cuenta con ingresos por ser desocupados (aquí se cuentan conjuntamente los estudiantes
demandantes). El nivel de consumo fue mínimo en muchos casos y bajo en la mayoría que se
encuentra limitada por los bajos ingresos. El nivel de educación promedio está entre primario
completo y secundario incompleto.

17
   Esta clasificación expresa los diferentes tipos de ocupación aunque para relacionar las condiciones económicas
de cada estrato utilizamos la clasificación que realiza Sedronar.
18
   Se tiene en cuenta que algunos estudiantes se consideraron desocupados y/o demandantes de empleo como
parte de la PEA ya que son ciudadanos mayores de 18 años que necesitan un ingreso propio para estudiar e
independizarse.

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CAPITULO III
                                 La constitución De la Identidad

       1. Introducción
       Al investigar sobre un tema tan complejo como la identidad encontramos que esta no
es algo dado de una vez y para siempre sino que tiene su propia dinámica y expresa un
movimiento constante con cambios y transformaciones, aunque no obstante ello podemos
encontrar caracteres relativamente estables. Luego lo que consideramos homogéneo son
caracteres compartidos que nos permiten obtener una imagen de las identidades colectivas que
son socialmente construidas y son optativas, no ineludibles, porque no se basan en lo que los
miembros tienen en común sino aquello que se define negativamente contra otros: “nosotros”
como diferentes a “ellos” o a “otros”. De ello se desprende que no son únicas sino que pueden
intercambiarse y combinarse de diversas formas, se desplazan constantemente y pueden
cambiar más de una vez dependiendo de los cambios de contexto.
       En este sentido hemos considerado en primer lugar la forma en que los individuos
identificaban grupos o sectores sociales diferenciados y luego, cómo se autoidentificaban a la
vez que atribuían valores y normas a unos y a otros. Esto lleva implícito el reconocimiento de
acuerdo a las percepciones sobre el nosotros y los otros que a veces resulta falso o con una
falta de reconocimiento.

       2. Los Procesos de identificación sobre Nosotros y Otros
       Básicamente los procesos más importantes en la constitución de la identidad son el
juego de reconocimientos y adhesiones, y la inserción e integración de los individuos a grupos
o colectivos. Consideramos el reconocimiento en base a la descripción que realizaban los
entrevistados sobre la ciudad, si tenían en cuenta en su imagen a los diferentes estratos y/o
sectores sociales que forman parte del universo local, observando la interpretación y la
capacidad de comprender la realidad de la que forman parte. En este sentido, se observó que
el 56% del total de los encuestados reconocía a los Otros, mientras que el 26,3% y el 21%
tenían una falta y un falso reconocimiento respectivamente hacia los demás. En suma, entre la
falta y el falso reconocimiento hay un 46% que tiene una imagen deformada de los Otros
dentro de la apreciación del conjunto. Aclaramos que la falta de reconocimiento significa la
exclusión de sectores en sus descripciones y el falso reconocimiento es la imagen deformada
de los otros, es decir designar algo que no son. Un ejemplo de el primero sería la imagen de
                                                                                           12
ricos y pobres, que se ha impuesto a través de los medios de comunicación y no representa la
realidad de Viedma donde aun hay estratos medios y en este caso no son tenidos en cuenta; un
ejemplo del falso reconocimiento sería la división de la Sociedad en “barrios, clase media y
costanera” o “nativos y no nativos” donde se expresan diferencias valorativas o de costumbres
pero no tiene en cuenta la heterogeneidad dentro de estos espacios y grupos.
       En lo que hace al reconocimiento del Nosotros, obtuvimos que el 63% reconoce la
división entre estratos, el 23% tiene una falta de reconocimiento y el 14% un falso
reconocimiento. De ello resulta que el 39% tiene una imagen deformada del Nosotros como
sociedad, y no pueden hablar del conjunto sino de determinados sectores en los que se
suponen partícipes.
       Finalmente y en cuanto al reconocimiento de sí mismos, donde cada individuo se
proponía como parte de algún grupo, el 75,4% tuvo un verdadero reconocimiento, en tanto
que el 12,3% tuvo una falta de reconocimiento y el 12,3% un falso reconocimiento. Esto nos
permite entender que es más posible llegar a un autoreconocimiento y luego a un
reconocimiento del Nosotros colectivo, antes que a un reconocimiento del Otro, de Ellos,
debido a que el Otro siempre permanece en un espacio ignorado, oculto, poco reconocido o
con una imagen falsa. Si bien la constitución de identidades precisa de ese juego de
diferenciaciones al que hacíamos referencia antes, en este proceso también se da lugar a un
reconocimiento del Otro que es parte de la sociedad a la que pertenezco y donde ignorarlo o
negar su existencia no permite la integración entre sectores.
        Por otra parte, se interrogó sobre las posibles diferencias valorativas entre estratos.
Para la mayoría de los casos, el 70%, el Otro resultó ser quien no respetaba ciertos valores o
normas que sí respetaban y adherían los encuestados. Excepto por un 23% que no veía
diferencias entre estratos y un 7% que veía diferencias positivas, el resto consideró que los
demás sectores no sólo no respetaban los mismos valores y normas sino que las diferencias
eran negativas: como “falta de…”. El 21% del total resaltó a la familia como un valor
primordial, el 26% a la Solidaridad y/o la Cooperación, el 26% al Respeto hacia los demás y
hacia el lugar, y el 26% a la Honestidad y la Transparencia. También se destacó el Trabajo
(y/o Cultura del Trabajo) -12,3%-, la Educación -8,8%-, al Progreso/ Desarrollo y Superación
personal -15,8%- y a ciertas categorías como la Cultura, la Justicia, la Salud o la Política -
17%-. Un 7% consideró los derechos en general y el bien común como un valor.
       Entonces, las diferencias negativas con los Otros, en opinión de los entrevistados
fueron el Interés sólo en el dinero o material -12,3%-, el Interés sólo por el bienestar personal
                                                                                              13
-14%-, la falta de Honestidad y la corrupción -8,8%-, la falta de Respeto -12,3%-. Los grupos
a los cuales se le atribuyen estas diferencias son los sectores políticos y el estrato alto, en
tanto que el desinterés por el Progreso -8,8%-, las diferencias culturales y valorativas -19,3%-
se cree son diferencias entre estratos específicamente, sobretodo con el estrato bajo. El
desinterés en la educación -5,3%- se adjudicó como característica de los políticos y de
algunos sectores del estrato bajo.
       Por otra parte un 8,8% también hizo referencia a la Discriminación, la marginación y
el “caretaje” que tienen que ver con las diferencias entre estratos en círculos sociales, en
espacios públicos y con la valoración de ciertas condiciones materiales y de acceso a
determinado nivel de consumo que generan diferencias culturales y de status social.
       Cabe destacar que el conjunto de los entrevistados también reconoció la diferencia de
valores de la “Clase Política” como un sector diferenciado, casi desvinculado de la división
entre estratos sociales, aunque presente en alguna parte del conjunto social y representativo o
más bien característico de Viedma. A esta clase se le adjudicó la corrupción, las mentiras, la
lucha por el poder, el clientelismo -19,3% de los entrevistados- y se reconoció como principal
interés de los políticos, su propio bienestar material -26%-.
       En general, se observó que las diferencias del Otro son atribuidas al político partidario,
que ejerce funciones en los cargos públicos; y entre zonas de Viedma como son la Costanera,
el Centro y los Barrios que expresan las diferencias entre estratos sociales, de status social y
de cultura. Es la relación de poder entre políticos y ciudadanos y entre estratos, en la lucha
por establecer un discurso de acuerdo a percepciones sectoriales que muestran en un caso, el
desinterés por la cosa pública debido al descreimiento en los políticos y su desconexión de la
ciudadanía, y en otro, la fragmentación social que marca círculos diferenciados de relaciones
sociales.
       En cuanto a las diversas formas de socializar se consideró la inserción de la ciudadanía
como la apertura hacia la participación y acción con Otros. Se tomó como referencia, la
relación con personas de los grupos que identificaban los individuos. El 82,5% dijo
relacionarse con personas de otros sectores. De ellos, el 27,6% se relacionaba por necesidad,
el 25,5% porque está en contacto con distintas personas según sus circunstancias (vínculos
laborales, familiares, etc.) el 15% porque hay apertura en los demás y el 11% por interés.
Solamente un 8,5% dijo sentirse identificado con otros grupos y el 6,4% dijo sentirse
representado. Del 16% que afirmó no relacionarse con personas de otros grupos, el 56%

                                                                                              14
respondió que no tenía necesidad de mantener algún vínculo mientras que el 33% dijo no
tener interés.
        Paralelamente se tuvo en cuenta la disposición para participar en cuestiones
sociopolíticas. Allí el 58% prefirió la No participación y el 32% la participación política (el
10% restante no contestó la pregunta). De igual forma, quienes alguna vez participaron en
movilizaciones sociales o políticas fue el 39% del total de encuestados y el 61% dijo no haber
participado. Los principales motivos que los llevaron a ser partícipes de algún tipo de
movilización fueron varios: por convicción -54,6%-, por necesidad -27%-, por lucha
política/popular -27%-, por interés -23%-, porque se sintieron identificados -23%- porque se
sintieron representados -18%- o por formar parte de una organización -18%. De acuerdo al
tipo de movilización que los convocó, la mayoría fueron sectoriales -33%- como las
movilizaciones y paros docentes, de obreros de la construcción, de empleados públicos, de
salud pública, en protesta contra las políticas laborales de los gobiernos. En segundo lugar, la
participación fue en movilizaciones universitarias -20%- como lucha por mantener la
Universidad Pública, por cambios en la política universitaria. En tercer lugar, la participación
tuvo que ver con actos y marchas político partidarios -17%- y con el caso Junior de Cármen
de Patagones19 -17%-. Sólo un 7% dijo preocuparse por la ecología y el medio ambiente y
movilizarse en este sentido.
        Posteriormente analizamos la Integración de los individuos a grupos, instituciones y/o
colectivos, considerada como la socialización y pertenencia a los mismos. Se interrogó sobre
la participación en alguna institución, grupo u organización donde el 67% del total de
entrevistados dijo participar en Iglesias -47%-, en clubes -32%-, en otros grupos o
instituciones (escuelas, lugares de trabajo) -37%-, en partidos políticos -24%-, en centros
vecinales -18%- en sindicatos (o gremios) -8%- y en Fundaciones -2,5%-, mientras que no
hubo participación en ONGs. Los motivos de participación fueron mayoritariamente porque
les gusta participar -45%- y por convicción -42%-. También expresaron un interés -21%- en
participar, por sentirse identificados -21%-, por otros motivos (como principios, creencias,
experiencia) -18%-, para aprovechar su tiempo libre -16%- y también por sentirse
representados -16%-. En menor medida la necesidad -13%- y la apertura -13%- son motivo de
participación.

19
  El caso Junior tuvo que ver con el asesinato de alumnos de una escuela secundaria en Cármen de Patagones,
donde un alumno –Junior- concurrió al establecimiento educativo con un arma de fuego y disparó contra varios

                                                                                                         15
Entre aquellos que afirmaron no participar en grupos o instituciones la mayoría adujo
la falta de tiempo -57,6%- como el principal obstáculo, el desinterés -37%- y la falta de
identificación -26,3%-. La ausencia de un convencimiento -21%-, no sentirse representados -
21%-, o la politización de estos organismos son motivos de no participación, aunque también
están quienes dicen no tener necesidad de participar -16%- y otros motivos (intereses
particularistas, que haya que poner dinero para participar, discriminación) -16%-.
        Estas respuestas se vincularon a otras sobre el sentido de pertenencia de los
ciudadanos a grupos, organizaciones o asociaciones de carácter voluntario y de diverso tipo.
El 54% del total respondió pertenecer a organizaciones de tipo religiosa -45%-, políticas -
32%-, laborales -29%, cultural/literario, artísticas -19%-, económico-profesionales -13%- y
folcklóricas -10%-. El 44% del total de encuestados afirmó no pertenecer a ninguna.
        Si entrecruzamos estos datos sobre pertenencia con lo mencionado sobre participación
en grupos, instituciones y/o colectivos, observamos que no siempre participar significa
precisamente tener este sentido de pertenencia al que hacemos referencia. Esto se debe a que
la pertenencia lleva implícito una identificación mayor de los individuos con las
organizaciones que no siempre subyacen en la participación y aunque ésta responda a
convicciones (segundo motivo en orden de importancia que se lee en los resultados).

        3. Los Horizontes de Constitución de los sujetos
        Hemos dicho que nuestra segunda dimensión para analizar la constitución de identidad
cultural son los horizontes de constitución de los sujetos- discursos que articulan todas las
prácticas sociales y que suponen valores, símbolos, significados, creencias, culturas, etc. Se
consideraron tres indicadores: Ser-con-las-cosas, Ser-consigo-mismo y Ser-con-lo-posible.
Cada uno de ellos hace referencia a las valoraciones, significados e imaginarios respecto de,
el primero, objetos y símbolos, el segundo, de sí mismos (autorrealización) y el tercero de
creencias religiosas, ideologías o explicaciones del mundo. Para cada indicador se construyó
una escala de abstracción con categorías contrarias unidas por un contínuo graduado
(nominada técnicamente diferencial semántico). En el Ser con las cosas los extremos de la
escala son la Valoración y la Racionalidad, y en el Ser consigo mismo los extremos son la
Cooperación y el Individualismo. En el Ser con lo posible se proponen dos escalas: una, entre
Democracia y Autoritarismo, otra, entre Derecha e Izquierda. Los datos obtenidos aquí nos

de sus compañeros ocasionando la muerte de tres de ellos. Este caso tuvo repercusión mundial y convocó a una
movilización de la población en general pidiendo justicia y seguridad. Octubre de 2004.

                                                                                                         16
permiten hacer una diferenciación relevante entre estratos sociales que expresan tendencias
hacia uno u otro extremo y que serán expuestos en el próximo apartado.

       En este punto para observar la pluralidad de identidades existentes decidimos
entrecruzar los datos obtenidos de las escalas construidas para identificar los horizontes de
constitución de cada individuo. Definimos dos tendencias principales: 1° Valorativo-
cooperativos y 2° Racional-individualistas. En ambos casos nos basamos en las actitudes y
comportamientos predominantes de los entrevistados. El 56,14% de la muestra correspondió a
la primera clasificación mientras que el 17,54% a la segunda. Al mismo tiempo definimos una
posición intermedia entre ambas tendencias que denominamos Selectivos ya que expresan una
apertura y una variación constante como mecanismo de selección y /o adaptación de sus
modos de relacionarse en diferentes espacios. El 26,31% pertenece a esta posición con una
leve orientación hacia el polo Valorativo-cooperativo.
       A su vez diferenciamos las tendencias hacia idearios de Democracia de Derecha e
Izquierda y de Autoritarismo de Derecha e Izquierda, de acuerdo al acercamiento hacia los
principios que cada uno implica. Los más democráticos fueron un 50,87% mientras los más
orientados hacia principios autoritarios fueron un 22,8%. Cuando entrecruzamos esta escala
con la de ideologías vemos que los democráticos de derecha son el 8,77% y los de izquierda
son 7,01%, en tanto que los autoritarios de derecha son un 3,8% y los de izquierda un 7,01%.
No obstante, los que permanecen al centro de ambas escalas conjuntamente, los denominados
Centro-centro, son el 31,57%. En suma una gran parte de la muestra presenta esta afinidad
con la izquierda política predominando los principios democráticos aunque un alto porcentaje
permanece en los centros expresando imparcialidad e indiferencia en cuestiones políticas.

       4. Horizontes de constitución sociales o colectivos
       En un nivel más general, el tema de la identidad nos llevó a que se tomaran los
símbolos y costumbres como expresión de la cultura de la sociedad, como un Ser con las
cosas colectivo. Se interrogó a los individuos sobre cuáles eran en su opinión los eventos o
fiestas populares más importantes para la región. El 67% respondió que la fiesta más
importante era la del 7 de Marzo que se celebra en Cármen de Patagones cada año -ciudad

                                                                                            17
vecina-20, el 26% respondió la Fiesta del Mar y del Acampante                  21
                                                                                    y el 21% la Regata y/o
Fiesta del Río Negro22. Solamente un 12% dijo que era importante la conmemoración de la
Fundación de Viedma (22 de Abril) y el 10% respondió que no había fiestas importantes o
que había cada vez menos. En menor medida se refirieron a las Fiestas de colectividades
(5%), fiestas patrias (9%) y fiestas patronales (3,5%).
        Los principales motivos que atribuye la gente para determinar su importancia son: la
repercusión que trasciende la Comarca, la concurrencia y que perduran en el tiempo (33,3%),
la identificación de la Comarca, de lo local y lo regional (11%), la representación de nuestros
valores y raíces (10%). Otros motivos son la tradición (7%), el rédito comercial que significan
(7%), la ausencia de otras fiestas que identifiquen a Viedma (7%), que son motivo de unidad
(9%), que es la única que conocen y van siempre (5%), que les gusta/interesa participar (7%).
Entre los comentarios se destacó que lo local debe ser reconocido y que se debe dar mayor
importancia porque la gente no participa en su organización y terminan siendo eventos muy
comerciales. En general las fiestas que se realizan en la ciudad no son vistas como
trascendentes y no llegan a ser un símbolo de la idiosincrasia de la sociedad.
        Para analizar el Ser con lo posible colectivo se interrogó sobre las expectativas de los
individuos tanto en su vida personal como sobre el futuro de la ciudad. El 23% respondió que
espera vivir de su trabajo y/o que este sea estable, el 14% espera progresar, mejorar, crecer
día a día, el 14% quiere un porvenir seguro para sus hijos con una carrera (universitaria o de
formación profesional), el 12,3% quiere crecer económicamente (prosperidad económica). El
10,5% quiere ser un buen profesional, recibirse y trabajar (especialmente los más jóvenes), el
9% desea formar/mantener unida la familia, el 9% lograr su autorrealización, crecer como
persona, el 7% desea algún cambio y contribuir para lograr el bienestar de todos, y el 3,5%
desea que sus hijos se críen específicamente en Viedma. Los problemas económicos vividos
en los últimos años han hecho que la principal expectativa en la ciudadanía sea tener un futuro
asegurado, estable. Previsible, con un trabajo y una profesión que les provea un porvenir sin
pasar necesidades sino progresando, creciendo. Luego está el crecimiento espiritual o la
autorrealización pero la base es cubrir lo primordial: el bienestar material deviene una
condición necesaria aunque no suficiente para ser feliz en esta sociedad. Después se encuentra

20
   La Fiesta del 7 de marzo conmemora una batalla en defensa del territorio, por lo cual es conocida como la
fiesta de la Soberanía y la Tradición.
21
   Fiesta que se celebra en el Balneario El Cóndor a 30 km. de la ciudad en la desembocadura del Río Negro.
22
   Fiesta que se realiza al término de la Regata más larga del mundo que se inicia en General Roca y llega hasta
Viedma recorriendo todo el río.

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