ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD
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ASTRÁGALO. Cultura de la Arquitectura y de la Ciudad, 28 (2021). ISSNe: 2469-0503 Attribution-NonCommercial-ShareAlike. Article https://dx.doi.org/10.12795/astragalo.2021.i28.03 Received: 05/12/2021 Approved: 08/15/2021 ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD Zamler, Daiana CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) - CAEAU, UAI (Centro de Altos Estudios en Arquitectura y Urbanismo, Universidad Abierta Interamericana) - FAPyD, UNR (Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño, Universidad Nacional de Rosario); Rosario, Argentina daianazamler@gmail.com RESUMEN ABSTRACT El presente artículo pretende interrogar las This paper aims to interrogate the romantic and ideas románticas y fetichistas derramadas so- fetish ideas related to urban public spaces since bre los espacios públicos urbanos a partir de la the eighties. For this purpose, such ideologies década de los ochenta. Para ello se relacionan are related to Lefebvre’s postulates regarding tales ideologías con los postulados de Lefeb- an architecture of enjoyment and Koolhaas’ le- vre respecto de la arquitectura del placer y los de gacy about the generic city. Both framed by the Koolhaas sobre la ciudad genérica, enmarcados effects of globalization linked to architecture ambos por los efectos de la globalización sobre and urban planning. In turn, it pretends to la arquitectura y la planificación urbana. A su question those relationships with the emerging vez, se intenta cuestionar estas corresponden- lessons of the global pandemic related to city cias en relación a las lecciones emergentes de la life, focusing on public space’s role. pandemia mundial, asociadas a la vida citadina, It assumes that the urban disease was enfocándose en el rol del espacio público. spread several decades before the pandemic, Se insinúa entonces que la enferme- thus healing the city it is imminent in the 21st dad urbana se propagó varias décadas previas century. This implies to rebuild –or decons- a la pandemia, y por tanto, sanar la ciudad se truct– the fetishist paradigm of postmodern torna inminente en el siglo XXI. Esto implica cities and their public spaces. Hence, it will be reconstruir –o bien deconstruir– el paradigma necessary, on the one hand, to conceive spatial fetichista de las ciudades posmodernas y de sus designs which will satisfy common and real de- || 55 ||
ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD espacios públicos. De aquí que será necesario, mands based on the experience of daily life. On por un lado, concebir proyectos espaciales que the other hand, those designs have to face the satisfagan necesidades comunes y reales ba- contingencies the pandemic could reveal. The- sados en la experiencia de la vida cotidiana; y refore, such demands require to reflect about por el otro, enfrentar las contingencias que la the architect’s role, not as a romantic designer, pandemia pudo revelar. Por lo tanto, tales de- but as mediator between the project, the needs mandas exigen reflexionar sobre el rol del ar- and the technique, oriented towards the com- quitecto, ya no como diseñador romántico, sino mon good. como mediador entre el proyecto, las necesida- des y la técnica, orientados al bien común. Key words: public spaces, fetish, pande- mic, mediation Palabras Clave: espacio público, fetichis- mo, pandemia, mediación RESUMO Este artigo tem como objetivo interrogar as e, portanto, a cura da cidade torna-se iminente ideias românticas e fetichistas difundidas nos no século XXI. Isso implica reconstruir –ou des- espaços públicos urbanos a partir dos anos oi- construir– o paradigma fetichista das cidades tenta. Para isso, relacionam-se tais ideologias pós-modernas e os seus espaços públicos. Neste com os postulados do Lefebvre no que diz res- sentido, torna-se necessário, por um lado, con- peito da arquitetura do prazer e os do Koolhaas ceber projetos espaciais que satisfaçam neces- sobre a cidade genérica, ambos pelos efeitos da sidades comuns e reais a partir da experiência globalização sobre a arquitetura e o planeamen- do quotidiano e, por outro, enfrentar as con- to urbano. Por sua vez, procura questionar-se tingências que a pandemia pode revelar. Por- essas relações com as lições emergentes da pan- tanto, tais demandas requerem uma reflexão demia global relacionadas con a vida na cidade, sobre o papel do arquiteto, já não como desig- enfocando o papel do espaço público. ner romântico, mas sim como mediador entre Refere-se então que a doença urbana se o projeto, as necessidades e a técnica, voltado propagou por várias décadas antes da pandemia para o bem comum. Palavras-chave: espaço público, fetichis- mo, pandemia , mediação 56 || ASTRAGALO Nº 28 | Septiembre 2021 | Articles | ISSN 2469-0503
Daiana Zamler Para descubrir los lugares del placer partamos soñando, pues lo real traiciona la alegría. (Lefebvre, [1973] 2018: 87) INTRODUCCIÓN A partir de la década de los 80 se generalizó entorno seguro por ser abierto y que habilita un romanticismo por el espacio público (Go- el distanciamiento físico mínimo establecido. relik, 2008), mientras que su reproducción Por el otro, la manifiesta evidencia de brechas y renovación pretendían resolver los más de acceso a estos espacios según clases socia- diversos problemas de la vida posmoderna les, barrios, ciudades, países y la respectiva (Koolhaas, 1995; Madanipour, 1999). Incluso calidad de su entorno. A su vez –con todo y se consideró que dicho espacio podría ser el a pesar de todo– en muchas ciudades ha sido escenario propicio para “lograr ciudades más el único lugar de acceso posible durante los justas y amigables, revertir inequidades, re- repetidos meses de confinamiento donde valorizar áreas degradadas, superar procesos además se evidenciaron nuevas necesidades de fragmentación socioespacial, contribuir a que antes no habrían sido pensadas en sus la integración y simplemente, para mejorar la diseños y proyectos. calidad de vida urbana” (Alcalá y Ledesma, De aquí que, en este artículo se re- 2015: s/p). Desde esta perspectiva se vinculó flexionará acerca de las razones subyacentes fuertemente –el sentido de y el acceso a– los al romanticismo establecido sobre el espacio espacios públicos con la noción de derecho a público a partir de la década de los 80. Se ex- la ciudad (Lefebvre, 1978 [1968]; Belil, Borja plorarán ciertas lógicas derivadas como el fe- y Corti, 2012; Fainstein, 2013). Sin embargo, tichismo y la mercantilización, directamente por la complejidad que enviste el concepto y ligadas a la privatización de estos lugares y su la rivalidad de intereses opuestos sobre estos consecuente exclusión. Además, se indagará lugares, polarizándose entre reivindicación acerca de las ideas de Lefebvre ([1973] 2018) social y especulación capitalista, se puso en en cuanto a las dimensiones de la arquitectura discusión la noción de lo público de tales es- del placer, y los enunciados de Koolhaas (1995) pacios (Borja y Muxí, 2000; Segovia, 2007; sobre la ciudad genérica. Ambos enfoques diri- Sennet, 2019 [2018]). Desde este contexto gidos a indagar las lógicas de producción del la controversia contrajo múltiples formas de espacio público actual, para luego orientar la análisis y puntos de vista. interrogación sobre el rol del arquitecto en Más aún, la pandemia instalada hace tales creaciones pre y pos pandémicas. ¿Aca- ya más de un año a nivel global, propuso nue- so puede el arquitecto posicionarse como un vas discusiones e intensificó la compleja po- mediador entre el derecho a la ciudad y el sueño lémica sobre el espacio público. Por un lado, de la ciudad futura? ¿Cuál es –o ha sido– ese la creciente demanda, por las oportunidades sueño asociado a la fantasía sobre los espacios que ofrece: posibilidades de encuentro, espar- públicos? ¿Qué lecciones debemos enfrentar cimiento, actividad física y comercio, en un en pos de sanar nuestras ciudades? https://dx.doi.org/10.12795/astragalo.2021.i28.03 || 57
ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD Sueño de la ciudad futura ¿de qué uto- un tratamiento sanador para el tejido urba- pías estábamos hechos? La enfermedad pre- no. Hoy día, redobla su sentido, embebidos pandémica por el Covid-19, momento de crisis urbana y global que demanda un proceso terapéutico, Toda síntesis de datos analíticos re- posiblemente el más contundente tras la Se- lativos a la realidad urbana disimula gunda Guerra Mundial. bajo una filosofía o una ideología, una Ahora bien, según Lefebvre ([1973] estrategia. 2018) hacia fines del siglo XX la utopía trans- (Lefebvre, [1968] 1978: 145). formadora mutó en estrategia conformándo- Hoy día nuestras ciudades están doblemente se en un modelo basado en el conocimiento, enfermas. Por un lado, la pandemia en sí misma en el que la ponderación de variables resul- revela disfunciones urbanas actuales y previas, taba clave para la toma de decisiones. Así es mientras aporta nuevas dolencias consecuen- que el autor precisaba como utopía ideológica cia de los prolongados meses de confinamien- la planificación de lugares, bajo los títulos de to. A saber, privación de libre circulación por planificación espacial, ordenamiento territorial espacios públicos urbanos, falta de espacios o estrategia espacial. De manera análoga, ya verdes accesibles y cercanos a la mayoría de los iniciado el tercer milenio, autores como Go- habitantes, escasez de ciclovías o sistemas de relik (2008) y Silvestri (2010; en Belil et al, transporte público seguro, falta de espacio y 2012) agregan a lo formulado por Lefebvre equipamiento en las aceras para la espera dis- el plan estratégico como utopía posmoderna. tanciada, por sólo mencionar algunos. Por otro Esta idea tuvo su mayor antecedente lado, la enfermedad anterior, aquí llamada feti- en Barcelona en la década de los noventa. chista, que vestida de mercantilización y consu- Allí se creó un plan estratégico que resultó mo contrae serios síntomas de fragmentación, “modelo de exportación” y recorrió cuantio- segregación, estrés urbano y contaminación en sas ciudades del globo, llegando incluso hasta sus más amplias variables. Así se enferma no América Latina. Según Gorelik (2008: 42), así solo la ciudad, sino el conjunto de sus habitan- se viralizó la idea de derrame –he aquí otra tes, tanto física como psíquicamente. utopía– como componente central de los pla- Con razón, Lefebvre ([1968] 1978) nes estratégicos. Se esperaba que las nuevas lo había anticipado más de cincuenta años intervenciones urbanas provoquen un conta- atrás, cuando señaló que desde la Edad Me- gio en sus zonas aledañas, promoviendo los dia cada época tuvo su sueño. Un imaginario beneficios del mercado territorial y la atrac- optimista o desalentador, una visión de su ción de capitales. A esto último el autor alega: futuro que conforma esencialmente la ideo- Se trata de un modelo urbano que pro- logía de cada período particular. Este sueño pone asumir los límites de la gestión pública y se trasladó al campo urbanístico de manera aceptar la dimensión mercantil del territorio que, incluso hoy día, en cada momento críti- metropolitano, incorporando francamente los co se reflexiona sobre la ciudad y se intenta capitales privados a la reforma urbana, conce- por medio de planes y proyectos proveer de bida ésta de modo fragmentario, como piezas 58 || ASTRAGALO Nº 28 | Septiembre 2021 | Articles | ISSN 2469-0503
Daiana Zamler urbano-arquitectónicas que subrayan la capaci- de producir respuestas justas y estructurales dad de la forma arquitectónica tanto en el plano a los problemas, los desafíos, las aspiraciones de las necesidades identitarias de la ciudadanía, y la diversidad”1 necesarias para la vida urba- como en el valor de commodities de los edificios na. A pesar de ello, también reconocen las fa- y sitios urbanos. lencias de esta táctica para propiciar espacios El actual punto de vista se apoya en las de encuentro, así como recoger a través de un ideas de Lefebvre ([1973] 2018) quien antici- método estratégico la experiencia de los benefi- paba un problema en la estrategia, y es que los ciarios de tal o cual plan. El principal problema, novedosos planes estaban vacíos de historia, según ellos, es que “no existe un sustituto para escindidos de las prácticas reales en el lugar volverse callejero como una forma de evaluar y del contexto. Por eso se presentaban como el conocimiento experimental, o para reconocer programas utópicos, meramente teóricos y ca- que cualquier lugar tiene muchas calles y espa- rentes de práctica real, cotidiana, contextual cios de encuentro diferentes” (Healey, 2010: e histórica. De hecho, tal utopía pretendía ser 448; en Sood, 2010: 105). la sanación urbana mientras que los grupos ini- Por su parte, autores como Belil, Borja, cialmente excluidos, seguían siéndolo ya que no Corti, Silvestri, Harvey y Ascher (en Belil et eran partícipes de los nuevos programas. A pe- al, 2012) reflexionan sobre la utopía urbana, sar de todo, el sociólogo describía la estrategia mientras que desarrollan el concepto ecuación de renovación como revolucionaria porque iba imposible. Explican que lo imposible no es “una en contra de lo ya establecido. renuncia al desarrollo (o) a la ciudad justa, sino Desde problemas de propiedad inmo- una constatación de la imposibilidad de crear biliaria a problemas de segregación, cada pro- soluciones eternas”: yecto de reforma urbana pone en entredicho Los sistemas cerrados no sirven para las estructuras, las de la sociedad existente, las ciudades que crecen, decrecen, cambian, las de las relaciones inmediatas –individua- evolucionan constantemente como entidades les – y cotidianas, pero también las que se culturales, políticas y económicas que viven de pretende imponer por vía coactiva e institu- dinámicas, inercias y acciones realizadas hace cional a lo que queda de realidad urbana (Le- décadas al tiempo que se entremezclan con las febvre, [1968] 1978: 133). acciones y reacciones del presente (Belil, en Be- Por otra parte, el Development Plan- lil et al, 2012: 11). ning Unit de la University College de Londres, También en este punto Lefebvre ([1968] reflexiona sobre el plan estratégico como herra- 1978) en su propia utopía urbana había antici- mienta que posibilita la ponderación y selección pado la necesidad de concebir una ciudad efíme- de las cuestiones trascendentes. Así, alude a que ra, entendida esta como flexible, maleable por estratégico “implica que algunas decisiones y ac- sus propios habitantes y necesidades de cada ciones son consideradas más elementales que tiempo. Creer que se pueden formular solucio- otras. Además, que gran parte del proceso se nes estratégicas que sean perpetuas para un liga a la ardua tarea de toma de decisiones so- bre qué es lo más importante para el propósito 1 Traducción propia. https://dx.doi.org/10.12795/astragalo.2021.i28.03 || 59
ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD cuerpo vivo y cambiante como es la ciudad es intereses promovidos por la especulación in- parte de la utopía que se concibió décadas atrás mobiliaria y diversos sectores sociales. Como y de la enfermedad urbana que se padece hoy resultado, a partir del último medio siglo día. Las implicancias de la pandemia en la vida distintas ciudades invierten hartos recursos urbana, por su parte, afirmaron la necesidad de para el desarrollo de espacios públicos – es- espacios, gestiones, ciudades, usos y soluciones pecialmente de tipo recreativo – a modo de que sean flexibles. operaciones de acupuntura urbana. Se aspira En la manifestación de esta demanda de tal forma a propiciar espacios ecuánimes queda claro que el plan estratégico no es un ca- –aunque altamente calificados– para abreviar mino viable, porque se resume a normas cuan- las brechas socio-físicas de la ciudad contem- titativas que se pretenden globales (Cohen, en poránea (Alcalá y Ledesma, 2015, s/p). ¿Aca- Belil et al, 2012: 179), como si pudiese estanda- so es este el sueño de la ciudad futura anclado rizarse la producción del espacio. A su vez, la ex- en el espacio público? periencia ha demostrado que estos programas Investigadores como Ali Madanipour lejos de mejorar las condiciones de vida de aque- (1999) centran su interés en indagar sobre la llos que estaban excluidos, continúa dejándolos naturaleza de este espacio y el rol que ocu- al margen. Y no sólo eso, sino que, por medio pa en las ciudades, así como la relación que de acciones fundadas en variables cuantitati- pudiese existir con el reciente romance que vas, se pretende reemplazar lo irremplazable: estos lugares despiertan. En efecto, el au- el conocimiento común, las expectativas y de- tor identifica que la promoción actual del mandas de la población, las condiciones de vida espacio público responde, por un lado, a la cotidiana y la propia experiencia. preocupación social por la segregación y la privatización misma de este espacio, y por otro, como promoción de áreas urbanas y DE UTOPÍA PASÓ A SER ROMANCE, Y nuevos lugares de consumo. Junto a esto Go- LUEGO SE CONVIRTIÓ EN FETICHE relik muestra que, diferentes campos teóricos –arquitectura, urbanismo, política, sociedad En el contexto de la idealización del plan es- y cultura– pretendieron articularse alrededor tratégico, a partir de la década de los ochenta, de una misma idea mientras intentaban com- también se pretendió por medio de proyectos plementarse y así se dio origen al romance por urbanístico-arquitectónicos recuperar, reno- el espacio público. Según el autor este cortejo var y reproducir los espacios públicos urba- se debe a tres causas simultáneas de alcance nos. Esto formaba parte tanto de la estrategia internacional. En primer lugar, la crisis del como de la utopía, ya que se pretendía así socialismo; luego, la crisis del Estado de bie- responder a las más disímiles cuestiones nestar; y finalmente la caída de las dictaduras entorno a la vida urbana de fines del segun- sudamericanas2. En definitiva, estos sucesos do milenio. Así es que el espacio público se vuelve objeto no solo de idealización sino de 2 Gorelik (2008) enfatiza el efecto post dictadura en la re- proyecto, sobre el que se articulan múltiples presentación de la sociedad civil con los espacios públicos. Si bien el autor alude a lo acontecido en la ciudad de Buenos 60 || ASTRAGALO Nº 28 | Septiembre 2021 | Articles | ISSN 2469-0503
Daiana Zamler colocaron en el centro de la discusión el tota- ridad. En consecuencia, la categoría espacio litarismo del Estado y reivindicaron el lugar público se vuelve privilegiada en diversos de la sociedad civil. sectores institucionales, pero especialmen- Así es que en contra partida a la mera te para los grupos empresariales quienes mercantilización del espacio público, esta si- piensan en una progresista transformación tuación concluyó en una reactivación política urbana. Para Sennet (2018) este tipo de fe- de la ciudadanía y la reivindicación de la de- tichismo tiene sus orígenes en las teorías de mocracia, donde la cuestión del espacio pú- Marx quien lo llamó fetichismo de mercan- blico estaba en el centro de la escena. A pesar cía, entendido como el teatro de las cosas. de ello, el arquitecto sostiene que la categoría Por su parte Koolhaas (1995) lo asocia a una espacio público esconde detrás los intereses universalización, en la que la reproducción progresistas del desarrollo urbano3, ocultan- y transformación del espacio público pier- do el conflicto de intereses, voces y represen- den despiadadamente autenticidad. En este taciones que este espacio demanda: sentido, el sociólogo español Mario Gaviria; Y bajo el influjo del planeamiento es- adelantaba la visión koolhaasiana4, cuando tratégico, el espacio público ha funcionado señalaba que los espacios de ocio son lugares doblemente como fetiche, porque el carácter especializados y artificiales, particularmente articulador de esta categoría puente ha per- dirigidos a influenciar en un único aspecto de mitido confiar en que con ella se lograba una la vida social que es la obtención de placer, conexión implícita –natural– entre los exper- desde lo sensorial y lo lúdico (Martínez, en tos urbanos, los agentes económicos y los po- Lefebvre, [1973] 2018: 43). líticos, cuando en verdad, si han funcionado De hecho, el urbanista Tom Angotti articuladamente, no ha sido para favorecer el sostiene que actualmente “el espacio público espacio público (Gorelik, 2008: 44). está en el umbral de la industria de entreteni- Para Gorelik (2008: 34), tal fetichismo miento” y por esta misma razón se intensifica resulta decisivo hacia la actualidad –especial- el apremio por su florecimiento (en Belil et al, mente desde los noventa– cuando la imagen 2012: 160). Así pues, se evidencia otra visión y el sentido de “la ciudad de los negocios y temprana de Lefebvre cuando declaraba que los mega emprendimientos” pierden popula- “el sueño, la utopía, lo imaginario, el consu- mo de símbolos y de obras, y finalmente el Aires, su análisis es válido para otras ciudades latinoameri- turismo, se refuerzan unos a otros” ([1973] canas. Por tanto, sitúa el desarrollo teórico sobre el espacio 2018: 75). El consumo de bienes y de signos público como consecuencia de la recuperación de la demo- cracia, pero también de la experiencia en el espacio público donde emergen el teatro, el arte, los recitales, pero también 4 Gaviria –a diferencia de Koolhaas– consideraba que las las protestas y luchas sociales. cualidades del espacio de ocio no podrían ser generalizadas y replicadas en múltiples latitudes ya que en ese entonces 3 Sobre estos intereses ocultos, el investigador Daniel Ko- –los setenta– dichos espacios eran entendidos como los zak, expone que –al menos en países como Argentina– el entornos naturales (en Lefebvre, [1973] 2018). Así pues, Estado se limitó a ser un facilitador del ideal neoliberal, con- era lógico considerar la unicidad de las cualidades de cada sintiendo al inversor privado a través de la adaptación de sus entorno particular. No obstante, la globalización sin límites propias medidas establecidas, orientando el espacio al con- demostró décadas más tarde que con dinero y tecnología sumo por medio de operaciones privatizadoras (2009, s/p). todo resulta replicable y transferible. https://dx.doi.org/10.12795/astragalo.2021.i28.03 || 61
ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD que cobraban un rol cada vez más predomi- de sus nuevos proyectos en entornos carentes nante se convirtió en fetichismo. Tal como lo de calidad y servicios públicos. Así es que lo describía el sociólogo: “cada objeto, cada bien público se restringe a quienes puedan costear se desdobla en una realidad y una imagen, la vida en los complejos arquitectónicos de que a su vez constituye parte esencial del con- moda, y mientras esto último no se cambie, sumo. Se consumen signos al igual que ob- la mayoría de la población queda excluida del jetos: signos de felicidad, de satisfacción, de beneficio de tales espacios (Angotti, en Belil poder, de riqueza, de ciencia, de tecnología, et al, 2012: 159). etc.” (Lefebvre, [1968] 1978: 82). Más adelan- Este es el caso de Nueva York, pero te aseveraba que en la posmodernidad se ven- no exclusivamente, ya que cada vez son más de el estilo de vida, como una imposición que las ciudades que a través de un programa de viene desde afuera, que promete felicidad y recuperación y promoción de sus espacios confort. El inconveniente es que dicha ilusión públicos, buscan beneficiarse del consumo, venía acompañada de una dualidad irreconci- del turismo y los desarrollos inmobiliarios. liable: público-privado e individual-social visto El problema yace, como se ha expuesto, en que el deber disfrutar parecía ser incompatible que bajo estas lógicas los renovados espacios con la práctica social, mientras se reivindica- recreativos, lejos de ser públicos, facilitan el ba la apropiación privada del espacio (Lefeb- acceso a un público exclusivo. Mientras tan- vre, [1973] 2018). to las aceras –verdaderas condensadoras de lo Para ilustrar la vigencia de la visión público– siguen quedando relegadas, a pesar lefebvreiana, en el año 2006 Alexander Gar- de ser el lugar que mayor vitalidad ofrece en vin – ex comisario de Urbanismo de Nueva la ciudad (Angotti, en Belil et al, 2012: 160). York– había propuesto destinar múltiples Pero no sólo eso, sino que persiste la carencia recursos a la reproducción del espacio públi- de espacios públicos y de ocio próximos a la co. Se sugirió entonces incrementar plazas, vida cotidiana del habitante común, en socie- calles peatonales y espacio público de cali- dades cada vez más urbanizadas. dad. Pero, al aguzar los sentidos sobre esta Lefebvre lo había pronosticado: “el propuesta, que aparentemente se aleja de nivel de la contradicción más profunda se al- los espacios privados del Grid Plan de 18115, canza en el mundo moderno a propósito del muchas de estas adhesiones terminan con- espacio” ([1973] 2018: 184). Pero –y a pesar virtiéndose en “enclaves privados para unos de que– el espacio ha sido cedido al consumo pocos y para los poderosos” por más que se transformándose en un bien de cambio, no alojen bajo el paraguas de lo público. Al fin resulta posible escindirlo de su valor de uso, de cuentas el interés por el espacio público ya que el espacio no podría tener significa- resulta de una demanda del sector inmobilia- ción alguna sino en relación a un contexto y rio que se encuentra preocupado por la venta entorno determinados. 5 En el Grid Plan se propuso una división especulativa de la tierra en la que quedó muy poco espacio para lo público. 62 || ASTRAGALO Nº 28 | Septiembre 2021 | Articles | ISSN 2469-0503
Daiana Zamler LA GENERALIZACIÓN DEL siado pequeña, basta con que se expanda. Si FETICHE: LA PROPAGACIÓN DE LA envejece, basta con que se autodestruya y re- ENFERMEDAD PRE PANDÉMICA nueve. Es igual de emocionante –o no emocio- nante– en todas partes. Es superficial: igual Así como el fetichismo irrefutablemente tiene que un estudio de cine de Hollywood, puede su origen en el capitalismo, que condujo al fer- producir una nueva identidad cada lunes por vor inmobiliario y al consumismo sin límites, la mañana (Koolhaas, [1997] 2006: 12). las ciudades pasan a ser completamente globa- De aquí que para Koolhaas la ciudad lizadas y pierden su particularidad e identidad genérica “presenta la muerte final de la pla- únicas e irrepetibles. En otras palabras, actual- nificación”, no justamente por falta de pro- mente en casi todas las ciudades del mundo oc- yectos y planes –que de hecho los encuentra cidental y oriental hay ciertos acontecimientos exorbitantes y desmedidos– sino porque no paralelos. Existen marcas y tiendas universales, aportan nada nuevo. La única actividad que el casco histórico pasó a ser el centro de consu- ofrecen es el consumo –hacer compras– como mo y turismo por excelencia, y hay ciertas imá- si no hubiera nada más, ni mejor que hacer. genes que dificultan diferenciar o ciertamente Y agrega “esos mismos espacios inundados identificar de qué ciudad se trata. Tal como lo con otros programas –bibliotecas, baños pú- explicaba Lefebvre “la ciudad históricamente blicos, universidades– serían algo magnífico; formada se deja de vivir, se deja de aprehender nos quedaríamos impresionados por su gran- prácticamente, queda solo como objeto de con- deza” ([1997] 2006: 30-31). sumo cultural para turistas y para el esteticis- Podría argumentarse que Lefebvre mo, ávidos de espectáculo y de lo pintoresco” ([1973] 2018) proponía un razonamiento ([1968] 1978: 125). similar en su tesis cuando planteaba una di- Pues es esta la ciudad genérica en la que ferenciación entre el espacio de consumo y el invade la repetición. Se repite la arquitectura, la consumo del espacio. El primero, es el lugar gente, los diseños, las ofertas y las actividades. netamente de intercambio donde se producen Hasta los climas parecen ser iguales o genéricos, grandes obras para dominar el comercio, la ya que la arquitectura urbana de cualquier ciu- industria y las finanzas, es decir, cuantitati- dad pareciera disponerse de igual manera ante vo. El segundo, es el lugar del ocio donde se sus inclemencias. Eso mismo sucede con la gen- busca el disfrute de sus propiedades cualita- te, los habitantes urbanos en la actualidad se tivas inherentes al entorno. Y a pesar de que funden con el paisaje, se mezclan sin conectar- la arquitectura propia del placer se encuentra se. Existe una multiculturalidad que no produce limitada por los poderes económicos y políti- cultura. Lo local se pierde, lo global se expande. cos que la controlan, Lefebvre remarcaba que Allí el espacio público debe ser pulcro y unifica- el ocio no es posible sin placer. El placer no do, tiene que ser públicamente aceptado. puede escindirse del valor de uso –el encuen- Es la ciudad sin historia. Es lo bastan- tro con la naturaleza, con los otros, el confort te grande para todo el mundo. Es cómoda. No del cuerpo, lo espontáneo – porque todo ello necesita mantenimiento. Si se queda dema- tiene lugar en el imaginario. https://dx.doi.org/10.12795/astragalo.2021.i28.03 || 63
ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD Es más, tal valor de uso se resignifica prima la apropiación individual del espacio en tiempos de Covid-19 en los que el placer como una legitimación de la propia identi- se ha visto completamente limitado, pero a dad, más que un nexo simbólico y colectivo. la vez (re)ponderado por su escasez. En un Cierto es que una importante significación contexto de tal limitación, la mayor demanda del espacio público reside en la acumulación para con estos espacios ha sido el ocio. Claro del valor inmobiliario que, aunque a priori está que cuando se nos priva – o bien despo- puede carecer de límites, afecta la definición ja– de todo consumo nos encontramos con de otro valor “el valor colectivo de la ciudad las necesidades más humanas, intrínsecas y como patrimonio” (Buraglia, 1997: 24-25). psico-físicas relacionadas al placer. No obstante, este artículo se adhiere a Lefebvre ([1973] 2018: 155) cuando interpre- SANAR LA CIUDAD. ¿UNA ECUACIÓN taba los lugares de ocio como contradictorios, POSIBLE? porque presentan un espacio prometedor con alto valor de uso, mientras que tal presenta- Como se ha mostrado, la reflexión sobre el ción se corresponde con la retórica publicita- romanticismo por el espacio público expone ria, es decir el valor de cambio de esos lugares. complejas lógicas entorno a la vida urbana Esto mismo sucede con los parques urbanos en general. A su vez, la mercantilización del cuando se los publicita como atracción turís- espacio común signada por la segregación y tica –marca urbana– a nivel global. Sobrados fragmentación socioespaciales, como símbolo son los casos en que un espacio recreativo se urbano de la globalización y aquí entendidas mercantilizó y fetichizó a tal punto que su como parte de la enfermedad prepandémica, imagen puede ser reconocida por casi cual- mostraron su lamentable efecto en tiempos quier turista. Así es el caso del High Line de de confinamiento. Como reflexiona Fernández Nueva York, el Cheonggyecheon de Seúl, los (2021: 35) se ha mostrado que el “malestar [...] parques biblioteca de Medellín o la Rambla es mucho más profundo y grave que el estalli- de Barcelona, do de una pandemia puntual y que la mera su- Como bien sostiene Sood (2010) –ba- pervivencia es ahora y para adelante una meta sado en Madanipour– la mercantilización del extremadamente inalcanzable si no se asumen espacio se da a través de mecanismos propios formas de cooperación solidaria”. Ahora, si bien del planeamiento urbano que terminan por la ciudad es el lugar donde se intensifican las profundizar la fragmentación y segregación problemáticas del mundo globalizado, es a su urbanas, y por tanto las tensiones entre lo vez el espacio de resistencia, donde puede darse público y lo privado. De ahí que para Buraglia la mayor conflictividad, pero también la signi- resulta esencial comprender el nexo público- ficativa posibilidad de concretar los logros per- privado pues, según él, lejos de ser esta una sonales y colectivos. relación recíproca, es dominada por las lógi- De aquí que se asume que el espacio públi- cas de intercambio y de producción espacial. co-público es decir, centrado en las demandas y Eso lleva a un vínculo asimétrico en el que expectativas de la población, puede ser el puen- 64 || ASTRAGALO Nº 28 | Septiembre 2021 | Articles | ISSN 2469-0503
Daiana Zamler te que acerque a la realización de dichos logros. ciones entre el consumo y la reproducción ca- Lugar donde se antepondría la noción de placer pitalista, pero también como una experiencia de Lefebvre, no idealizado sino experimentado, liberadora, incluso en sociedades altamente dando lugar al encuentro con la naturaleza, con desiguales. Ahora bien, los derechos urbanos los otros, el confort del cuerpo, lo espontáneo. cobran especial énfasis en estos tiempos pan- Es así que, la pregunta que atañe a esta tesis démicos en los que se ha visto todo tipo de es si podría pensarse en una ecuación posible privaciones, entre ellas sociales y políticas. Al asociada a la producción espacial, en la que se respecto, cabe preguntarse ¿quiénes pueden reflexione también sobre el rol del arquitecto- acceder a qué espacios y bajo qué condiciones? urbanista. Ecuación que, como se ha mostrado, ¿Qué libertades verdaderamente tienen los ha- estaba en cuestionamiento antes y particular- bitantes urbanos? ¿Qué queda de público en mente ahora, producto de la pandemia y sus los espacios públicos? Durante la pandemia y complejos efectos sobre la vida urbana. los meses de mayor cierre, se ha indicado hasta En su escrito Hacia una arquitectura del por dónde caminar y en qué horarios, debili- placer ([1973] 2018), Lefebvre profundiza su tando la condición democrática de la ciudad, reflexión sobre el valor de uso de la ciudad y cuanto menos poniendo en cuestión las ges- “entendido como espacio practicado y disfru- tiones públicas. También han quedado des- tado –en definitiva, creado– socialmente”, en cubiertas –no cubiertas, insatisfechas– vastas oposición al valor de cambio de los promoto- necesidades individuales y colectivas que afec- res inmobiliarios. Este libro adquiere especial tan al bienestar y demuestran la necesidad de importancia para este artículo ya que Gaviria concebir espacios urbanos flexibles que ga- –quien encargó el trabajo a Lefebvre– distin- ranticen el acceso público y libre a actividades guía que su tesis interroga la “utopía experi- recreativas – ociosas, placenteras– para el bien mental” (Martínez, en Lefebvre, [1973] 2018: psico-físico común. 16). Da lugar así a cuestionar lo real en con- Desde esta tesis se considera que las traste a lo ideado. Para ello exploró la vida formas de producción, la calidad de diseño y urbana enfocándose en los habitantes, versus los procesos proyectuales sobre y del espacio la ciudad de los urbanistas y del mercado in- público resultan claves en la ecuación. Como se mobiliario. El objetivo de su investigación ha ha visto estos lugares están en el centro de la sido explorar si las demandas y expectativas escena urbana, especialmente por la compleji- de los usuarios fueron satisfechas por los nue- dad y diversidad de intereses que atraen, con- vos diseños urbanos. Ello permite reflexionar densadores de contradicción, como bien concebía acerca de las imposiciones arquitectónicas –a Lefebvre. En la proliferación del romanticismo veces estratégicas– que ejercen los urbanistas por tales espacios posiblemente aún quede sitio sobre los beneficiarios y las posibles brechas para reformular la estrategia, entendida como entre la teoría y la práctica. revolucionaria en el sentido lefebveriano, para Por otra parte, el estudio reivindica el al menos cuestionar lo ya establecido. Para rei- derecho al disfrute en el contexto de la ciudad vindicar aquello que excede netamente al con- (pos)moderna, aunque esté lleno de contradic- sumo y a las lógicas mercantilistas –entendido https://dx.doi.org/10.12795/astragalo.2021.i28.03 || 65
ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD aquí como insano– y, para favorecer el valor de mediaciones” ([1968] 1978: 64). Es donde se uso asociado al placer –posible cura– que en reproducen las relaciones públicas y privadas. otras palabras refiere a las condiciones subjeti- Donde se establece el orden institucional-for- vas y propias del ser humano. mal y el cotidiano inmediato. Es la contenedora Se evidencia así que la arquitectura y el de la historia de cada una de las mediaciones urbanismo se deben una discusión disciplinar que en ella misma se han dado. Desde aquí que en torno a los principios, valores y conocimien- a partir de la utopía lefebveriana sobre la ciu- tos que pretenden desarrollar en el contexto dad se podría asumir una mediación posible urbano-global actual. Esta reflexión supone un para la arquitectura. Cuando el filósofo ofrece análisis crítico sobre las lógicas que atañen a la su propia utopía urbana, distingue dos tipos producción espacial, así como sobre las teorías de programas. El primero, de tipo político que propias de la arquitectura. Posiblemente una ob- refiere a una propuesta bottom-up en la que el servación de este tipo propicie una introspección diálogo entre la ciencia y la fuerza pública tie- sobre el rol del profesional, en el contexto de las nen lugar. El segundo, remite a los proyectos complejas problemáticas socioeconómicas, polí- urbanísticos en los que se despliega la fantasía ticas y ambientales –exacerbadas por las leccio- y tiene lugar el imaginario de apropiación del nes pandémicas actuales– que atañen a la forma tiempo, del espacio, de la vida fisiológica, del de vida cotidiana de los habitantes urbanos. deseo. Este tipo de proyecto incluye la idea de Si bien en el campo de la arquitectura y lo efímero, como un modelo de ciudad flexible urbanismo la discusión respecto de los proce- que se adapta a los cambios y demandas que sos proyectuales y arquitecturas inherentes a transcurren en el tiempo, en oposición a las los espacios públicos estaba pendiente previo utopías urbanas previamente presentadas a a la pandemia, hoy día se redobla la apuesta. modo de soluciones inmutables. ¿Qué tipo de espacio público necesitamos? ¿Es posible garantizar a los habitantes urbanos el acceso a espacios abiertos y recreativos pro- ARQUITECTO COMO MEDIADOR picios en las inmediaciones de sus hogares? ¿Acaso pueden estos satisfacer las necesida- Ahora bien, ¿qué rol cumple el arquitecto urba- des físicas y psíquicas básicas en tiempos de nista en esta ecuación? Primeramente, resul- confinamiento? ¿Qué demandas quedan satis- ta necesario advertir que el rol del arquitecto fechas y cuáles insatisfechas a partir del tipo actual se encuentra en crisis también, como el de espacio público fetichista producido en las espacio público y la producción del mismo. Si últimas décadas? ¿Cómo salimos del contagio bien ya no ocupa el lugar histórico y como di- – derrame– que anteriormente deseamos te- ría Silvestri ha mermado “su orgullo fáustico o ñido de estrategia? ¿Podemos acaso propiciar su propensión a determinar dictatorialmente espacios comunes para necesidades cotidianas la vida ajena, su inclinación vanguardista a la y reales? fabricación de utopías”, aún no ha conformado Por último, la ciudad en sí misma como su nueva función. “No encontramos ni un de- aportaba Lefebvre, “es una mediación entre las mocrático colectivo de decisiones, ni un equipo 66 || ASTRAGALO Nº 28 | Septiembre 2021 | Articles | ISSN 2469-0503
Daiana Zamler de sabios que renueven el pensamiento sobre ocupa por compensar las necesidades de la vida el habitar, sino las más crudas estrategias del cotidiana con arquitecturas de pequeña escala mercado global”. Queda entonces el profesio- –aquí entendida como mediación posible para nal ligado a las lógicas mercantilistas locales y sanar la ciudad. globales, inundadas de burocracias ceñidas a la Actualmente podemos percibir de forma producción y reproducción con capital de em- difusa una cultura de proyecto que, sin renun- presas –o al menos intereses– privados (en Belil ciar a la búsqueda formal, presta atención a los et al, 2012: 182). pormenores y a los intersticios de las ciudades, Por otro lado, aun cuando ciertos pro- y es capaz, a la vez, de interpretar la situación fesionales “son movidos por una legítima pre- de estas, de negociar su programa con los ciu- ocupación democrática” y pretenden acercar dadanos y de idear su transformación material soluciones por medio de sus proyectos, la pues- sin caer en el miserabilismo estético (Cohen, en ta en práctica puede provocar confusión, o al Belil et al, 2012: 171). menos una ilusión imaginaria. Así lo explica Esta idea puede dialogar con la utopía el arquitecto-historiador Jean-Louis Cohen: lefebveriana que proponía restituir el valor de “creen que simplemente por sus cualidades es- uso frente al valor de cambio. ¿Cómo?: a través paciales y estéticas la arquitectura puede llegar de lo que el autor llamó economía del placer. Se- a generar interacción social y condición urba- gún él esto conllevaría la producción de nuevas na”, sin ningún tipo de mediación . No obstan- lógicas en torno al espacio centrado en el valor te, esta discusión ya formaba parte de la agenda de uso, por tanto, del placer. Pues ¿cómo conce- en la década de los sesenta, momento en el que bir la economía del placer? Lefebvre entendía – en palabras del profesor– emergió una “acti- que, por medio de lo lúdico, en su acepción más tud populista de la arquitectura”. Según él pro- profunda: “en los intersticios de la sociedad de fesionales como Bernard Rudofsky admiraban consumo dirigida, en los vanos de la sociedad en sus análisis a la arquitectura sin arquitectos, digna que se pretende estructurada y sistemá- mientras que otros como Venturi apreciaban tica, que se califica de técnica, lo lúdico persiste los signos como expresión posible de belleza, en ferias y juegos colectivos de todo tipo” (Le- o tales como Robert Goodman prestaban aten- febvre, [1968] 1978: 155). Es más, según él el ción al proceso proyectual de los espacios ligado fetiche consumista se inclina hacia lo lúdico a las expectativas de los ciudadanos (en Belil et cuando enaltece el ocio, el lujo, la necesidad de al, 2012: 169-170). placer en sí mismo. Y finalmente concluía “ha- Pero el mayor aporte de Cohen es que es- brá juego entre las piezas del conjunto social tos desacuerdos son válidos aún hoy, momento –plasticidad– en la medida en que el juego se en el que un numeroso grupo de profesionales proclame como valor supremo, eminentemen- presentan una actitud narcisista en cuanto a te grave cuando no serio, superando el uso y el sus producciones –como otro aspecto de la en- cambio mediante su conjunción” (157). fermedad pre pandémica– pretendiendo dejar Es así que el arquitecto como mediador una huella perdurable en el espacio construido. deberá, además de prestar atención a los porme- Mientras que otro grupo de arquitectos se pre- nores enunciados por Cohen, enaltecer el valor https://dx.doi.org/10.12795/astragalo.2021.i28.03 || 67
ENTRE EL ROMANCE POR EL ESPACIO PÚBLICO Y EL FETICHISMO POR EL PLACER EMERGE UNA NECESARIA DEMANDA POR SANAR LA CIUDAD del juego en sus proyectos y específicamente en que al espacio construido se le imprime “cier- su relación con el comitente. Tal mediación de- ta plasticidad” ([1973] 2018: 153). Esta idea berá visibilizarse entre los intereses fetichistas se confirma con las teorías provenientes de la del mercado inmobiliario y las expectativas de Psicología Ambiental, asociadas a la carga sim- los habitantes. Así el arquitecto podrá diseñar bólica que puede asignársele a un espacio y el su propia estrategia, una que se acerque más a proceso por medio del cual esto sucede. satisfacer las necesidades de la población co- Enric Pol (2005, en Vidal Moranta y Pol mún y contrarreste los intereses privados. Para Urrútia) profesor en este campo disciplinar, ello, tanto la disciplina arquitectónica como el define parte de este proceso como apropiación profesional deberán incluir nociones de diálogo del lugar y establece una diferenciación entre participativo desde las instancias formativas y apropiación a priori y apropiación a posteriori. La la práctica posterior. apropiación a priori, asimilada como de tipo De hecho, Lefebvre aportó otras nocio- top-down, es impuesta desde ciertas “instan- nes en torno a la arquitectura del placer válidas cias de poder” por medio de una acción especí- para considerar en cuanto mediación. Por un fica sobre el espacio. Es decir, desde el proyecto lado, Lefebvre reflexionaba acerca del efecto se indica cómo debe ser apropiado un espacio simbólico –subjetivo– que el arte históricamen- determinado. O bien, apropiación a posteriori, te produce en quien lo aprecia. A pesar de que interpretada como de tipo bottom-up. Se refiere el arte moderno se embistió de racionalidad, no a la propia población apropiándose de un lugar escapa del objetivo último que es gustar o dar por medio de acciones concretas que terminan placer. Por esta razón Lefebvre proponía acer- por reelaborar el significado que dichos espa- car los términos alegría-felicidad-placer a los an- cios tienen para sus habitantes (2005, en Vidal tiguos atributos que se asignaban al arte como Moranta y Pol Urrútia). belleza o verdad. Y así mismo aproximar los atri- La necesaria mediación arquitectóni- butos del arte a los de la arquitectura, ya que ca será, por consiguiente, considerar desde esta última no puede escindirse del arte como el proyecto que el ser humano, a pesar de las disciplina. Resulta entonces pertinente recono- circunstancias dadas, obrará activamente a cer desde la arquitectura que, por más que la fin de apropiarse del lugar que habita. Esto es alegría y el placer sean intrínsecas a cada ser porque su pulsión por la alegría y el placer son humano, como afirmaba Lefebvre “todo espacio inseparables a su estructura psicofísica, así lo bien compuesto, en una medida apropiada, hace explican ambas tesis. La pregunta será enton- disfrutar” ([1973] 2018: 105-107), ces ¿qué deberá cambiar del proceso proyectual Por otro lado, el sociólogo también alu- para integrar a priori la pulsión por el placer de día a una arquitectura que, aún sin responder a los individuos? Desde aquí se sostiene que será la demanda de sus beneficiarios, es modificada necesario reflexionar sobre la formación pro- por ellos mismos poniendo en práctica una uto- yectual-disciplinar-profesional de los arquitec- pía reactiva. Esto es que los habitantes se adap- tos de manera que se priorice en los programas tan –o bien adaptan– el espacio apropiándoselo, el rol mediador entre la producción espacial, las es decir, materializando su propio deseo. Es así expectativas del comitente-habitante y el apor- 68 || ASTRAGALO Nº 28 | Septiembre 2021 | Articles | ISSN 2469-0503
Daiana Zamler te artístico-técnico inherente a la profesión. Así son cruciales para crear ciudadanía” (en Belil la mediación puede resignificar la apropiación a et al, 2012: 18). priori, ya no impuesta desde arriba, sino desde El plan estratégico se convirtió en el ins- el inicio del proyecto. Esto supone reivindicar la trumento estrella del tercer milenio predicien- experiencia cotidiana y el saber común, adop- do un contagio de cualidades urbanas positivas tando el arquitecto un rol de facilitador en la –o al menos mejoradas– entre barrios y ciuda- materialización de las expectativas a modo de des. Sin embargo, corrompido por las lógicas utopía práctica. de la ciudad genérica, el plan omitió incluir el saber común de quienes experimentan cada lu- gar. Así la ciudad se transformó en un lugar sin CONCLUSIONES historia, escindida de la cultura y las prácticas locales, tal lo alegaban Lefebvre y Koolhaas. De En conclusión, resulta evidente que las ciuda- hecho, los espacios públicos también formaron des del siglo XXI precisan de espacios urbanos parte del plan estratégico cuando se ideó sobre colectivos que permitan el encuentro de los ellos la idea de derrame. Se concibió que así no diferentes, de las culturas y subculturas que solo incrementaría el valor del suelo, como en el se desarrollan en la ciudad y que son parte de caso del High Line de Nueva York o los Parques su metamorfosis y crecimiento. “Se ha dicho Biblioteca de Medellín, sino toda la vida pública muchas veces y sigue siendo una asignatura de su entorno. En efecto, el fervor por la produc- pendiente en muchas urbes del mundo: las ción del espacio público se convirtió en utopía, ciudades tienen la obligación de generar espa- como ya lo había anticipado Lefebvre cuando cios públicos para que la ciudadanía se apodere decía que estos planes pretendían dar respuesta de ellos, los haga suyos con sus usos, y así los “desde problemas de propiedad inmobiliaria a transforme en colectivos” (Belil, en Belil et al, problemas de segregación” ([1968] 1978: 134). 2012: 21). Como argumenta Fernández (2021: Así el ideal urbano del tercer milenio se asentó 35) la pandemia Covid-19 nos ha declarado sobre el fetiche por el espacio público como uto- el apremio por “reconstruir la relación entre pía propia de la época. salud y común” a modo de coinmunismo. Y ex- Desde este punto de vista, vale re- plica, citando a Sloterdjik, que vale recordar la flexionar una vez más sobre los postulados parte razonable del comunismo: “los intereses de Lefebvre cuando argumentaba que “el viaje vitales comunes del más alto nivel solo po- imaginario y la exploración onírica de lo po- drán realizarse con un horizonte de esfuerzos sible dejan tras de sí una decepción”. Sostenía universales que cooperen entre sí” (2021: 36). que la planificación como ideal proyectivo de lo Para ello, como expone la geógrafa Belil, “es que vendrá, no resultaba tan provechosa como necesario reformar los espacios de participa- se esperaba. Demostraba entonces que ciertas ción” y resulta preciso crear espacios públicos subjetividades como la alegría, el placer y la fe- “que fomenten que la ciudadanía se relacione, licidad “tienen algo de espontáneo, de salvaje” se conozca, se reconozca y pierda el temor al y por ende no pueden ser codificadas, ni plani- otro” porque “los espacios físicos y simbólicos ficadas (2018 [1973], p. 105). Así lo corrobora https://dx.doi.org/10.12795/astragalo.2021.i28.03 || 69
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