Imaginarios en conflicto: mente rica, vida pobre - Saber UCAB
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ÍNDICE 27 AGENDA PÚBLICA Imaginarios en conflicto: mente rica, vida pobre HUMBERTO JAIMES QUERO La sociedad venezolana está despertando de una larga borrachera. Se acabaron los sueños de riqueza fácil. La apuesta a la disposición de eternos y abundantes recursos naturales se desinfló. Los discursos se oxidaron. Una mentalidad más realista y menos fantasiosa habría significado menos trauma y menos dolor. H asta hace dos lustros, una gran parte de LOS IMAGINARIOS los venezolanos pensaba que vivía en una Las ciencias sociales incorporaron el término de las naciones más florecientes del imaginario como una categoría que hace refe- mundo y que su patria podría convertirse en el rencia a las creencias de las personas en torno a quinto país más próspero del planeta, apenas un objeto o tema relacionado con sus vidas. De superado por Dinamarca, Suecia, Canadá y allí que usualmente haya sido asociado a sistema Australia (Britto García, 2018: 51). de creencias, mentalidad y cosmovisión1. Ima- Sin embargo, la profundización de la crisis ginario implica la elaboración y reproducción de económica desde 2014 generó una percepción ideas, conceptos y afectos a partir de la forma en muy diferente, al punto que para economistas, que las personas perciben e interpretan el mundo historiadores y sociólogos Venezuela dejó de ser presente, pasado y futuro. definitivamente un país rico. El imaginario El DRAE lo define como la “Imagen que un social cambió de una manera drástica, ya grupo social, un país o una época tienen de sí empezó a apuntar hacia un signo contrario: el mismos o de alguno de sus rasgos esenciales”. país pobre, de escasas oportunidades. Esto ex- También lo considera la “Imagen simbólica a plica, entre otras cosas, la inmensa migración de partir de la que se desarrolla una representación venezolanos a otras latitudes, que en 2020 mental” (DRAE, 2020). superó las 5 millones de almas y cuyo desenlace Imaginario implica las construcciones men- en el tiempo todavía es difícil de precisar. tales que desarrollan las personas al interpretar Este conflicto en los imaginarios tiene una y apropiarse del mundo. Constituye, también, un enorme repercusión en los medios de comunica- proceso natural en los seres humanos relacio- ción y las redes sociales, donde suelen ventilarse nado con su educación, la socialización que los discursos que pretenden dirigir el pensa- experimentan a diario, la información que miento de las mayorías hacia una u otra direc- reciben de diversas fuentes, procesan y com- ción. parten con sus semejantes, proceso que conduce comunica ción 194
ÍNDICE 28 AGENDA PÚBLICA a generar un sistema de creencias compartido derado por las personas como “algo natural”, que al mismo tiempo facilidad la cohesión cuando en el fondo sabemos que se forma a social. partir de procesos y estructuras que le dan sus- La teoría sobre los imaginarios de Cornelius tento. (Pintos, 1994). Se trata de representa- Castoriadis ha tenido una gran aceptación en las ciones colectivas que rigen los sistemas de iden- ciencias sociales y otros ámbitos. Según este tificación y de integración social. (Idem). autor, el ser humano necesita darle significación Como fenómeno, los imaginarios pueden ori- a las instituciones, las relaciones y los modos de ginarse a partir de unos datos concretos perci- producción sobre los que se basa la sociedad. En bidos por el ser humano, los cuales al ser proce- este sentido, los imaginarios constituyen las sig- sados pueden dar origen a creencias. Unos veinte nificaciones que da el hombre a todos esos años atrás, por ejemplo, en los sectores más aspectos de la vida en sociedad. En tales signifi- empobrecidos de Caracas existía la idea de que caciones encontramos creencias, valores y en la urbe podían distinguirse espacios “peli- normas que permiten mantener la cohesión, la grosos” y espacios “no peligrosos” (Mejías, cultura y la identidad en la sociedad (Anzaldúa 1992: 16 y ss.), elaboración lograda a partir de la Arce, 2017: 3). experiencia cotidiana en una ciudad compleja donde ciertamente existían zonas con altos índices de criminalidad, a las cuales era difícil En el imaginario social de países como Venezuela, acceder, e igualmente donde era difícil estar, existió y existe todavía la idea de vivir en una hacer vida. nación con cuantiosos recursos naturales, con Si bien la división del territorio obedecía a una abundante riqueza. Es lo que autores como datos “objetivos”, concretos, al mismo tiempo constituía una simplificación un tanto arbitraria. Axel Capriles denominan “psicología de la Esto no debe sorprendernos. A menudo los ima- abundancia”, fenómeno que, sin embargo, ha ginarios implican procesos de distorsión, mag- sido seriamente afectado por la dramática crisis nificación y tergiversación de la realidad. De allí que pensar que Caracas toda es un espacio “peli- económica de principios del siglo XXI. groso” o simplemente una “ciudad peligrosa”, implica un proceso de simplificación en el cual Como la sociedad está en permanente trans- se discrimina aquellos escenarios donde tal vez formación, dice Castoriadis, las personas suelen no existe tal peligrosidad. crear nuevos imaginarios que sustituyen a los En América Latina existen poderosos imagi- que entran en desuso. Estas novedades buscan narios relacionados con la historia, los mitos, las organizar o reorganizar nuevamente la vida. De leyendas, las religiones y la cultura de las socie- hecho, para este autor existe el imaginario social dades, procesos a los que no escapan las expe- radical, que es la capacidad de la sociedad para riencias, esperanzas, frustraciones y traumas de la autocreación, la capacidad “instituyente”, es la población. En algunos países como Colombia, decir, para crear e instaurar nuevos imaginarios, Brasil y Venezuela, por ejemplo, existe la idea de y existe el imaginario social efectivo, que vivir en naciones de abundantes (y eternas) corresponde a lo que ha sido instituido. Todos riquezas naturales. Hace unos decenios, las estos procesos responden tanto a la psique de elites sociales y políticas de Brasil concebían cada persona como a la incidencia del orden his- este país como un “gigante”. Tales simplifica- tórico-social. Pero, no existe un determinismo ciones se basaban no solo en el extenso territorio al respecto, más bien hay espacio para que haya de la nación, dato evidente e ineludible, sino en un elemento de azar, un no sé qué. (Idem). el pasado imperial. Pero, las sucesivas crisis Por su parte, José Luis-Pintos destaca que los económicas y la creciente pobreza minaron ese imaginarios son creencias básicas de los indivi- imaginario, de modo que avanzado el siglo XX, duos interrelacionadas, las cuales dan cuerpo a Brasil comenzó a ser percibido como un “gigante comunica ción 194 un sistema social y responden a un orden consi- con pies de barro”, o como un país pobre típica-
ÍNDICE 29 mente tercermundista, con pobreza por doquier. El petróleo ha irrumpido en medio de la existencia AGENDA PÚBLICA La dimensión imperial quedó hecha añicos. de una nación atrasada, pobre y débil. Esa irrup- En el imaginario social de países como Vene- ción unilateral de riqueza ha desarticulado la exis- zuela, existió y existe todavía la idea de vivir en tencia venezolana. La ha desarticulado y cambiado una nación con cuantiosos recursos naturales, de mil formas. Pero entre sus más inquietantes con- con una abundante riqueza. Es lo que autores secuencias están dos: ha hecho imposible el regreso como Axel Capriles denominan “psicología de a lo que antes éramos; y no ha creado las posibili- la abundancia”, fenómeno que, sin embargo, ha dades de que continuemos siendo lo que ahora sido seriamente afectado por la dramática crisis somos. (Uslar Pietri, 1949/2001: 302). económica de principios del siglo XXI. Tal ha Para Uslar Pietri había dos países que cohabi- sido el impacto de la crisis, que este imaginario taban en un mismo territorio, pero que eran dis- parece cosa del pasado en un buen tajo de la tintos entre sí. Y en ese espacio había “Una población. minoría que vive como en el Nueva York del siglo XX, y una mayoría que sigue viviendo GÉNESIS DE LA PSICOLOGÍA como en el Borburata del siglo XVI…”. (Ibid.) DE LA ABUNDANCIA El mismo autor comentaba: A partir de los años veinte del siglo XX, Vene- zuela comenzó a recibir importantes ingresos de Esas dos Venezuela: la artificial y la real, la petro- la actividad petrolera, hecho que tuvo una lera y la agropecuaria, la moderna y la tradicional, inmensa repercusión en la economía, en los la rica y la pobre, la fingida y la verdadera, la tran- aspectos de la vida cotidiana y en la formación sitoria y la permanente, son la manifestación del de un imaginario de riqueza, de país rico, pen- grado extremo de desigualdad económica y social samiento que se profundizará unas décadas des- a que ha llevado a Venezuela la expansión súbita, pués, especialmente en los años setenta, cuando sin control y sin dirección de la riqueza petrolera. surge lo que algunos autores califican como (Ibid.) Estado rico, o Estado mágico, que distribuye la Con la administración de la riqueza petrolera nueva riqueza, el petróleo, y de este modo incide prácticamente Venezuela dio un salto cualitativo en la mentalidad de la población. y cuantitativo al siglo XX, en diversos ámbitos de Esta percepción constituyó un profundo con- la vida: la población dejó de trasladarse en traste respecto al país pobre de finales del siglo caballo y mula, comenzó a hacerlo en auto- XIX y los primeros lustros del siguiente, que móvil; la gente dejó de lavar su ropa en ríos y vivía de la exportación de café, rubro que no quebradas, comenzó a hacerlo en lavadoras eléc- garantizaba ingresos cuantiosos y estaba some- tricas; las mujeres dejaron de cocinar en fogones tido a permanentes ciclos de alzas y bajas de los y fogatas, empezaron a usar cocinas a gas, precios en el mercado internacional; hablamos incluso eléctricas. La población que vivía en el de una nación sometida a permanente inestabi- campo, en situación de pobreza, marginalidad y lidad política, donde eran visibles enfermedades sin servicios, se movilizó hacia los centros de como el paludismo, y donde la precariedad era explotación petrolera como Cabimas, estado generalizada; un país muy bien reflejado en Zulia, con la esperanza de recibir los beneficios obras como Casas Muertas 2. de la riqueza generada por los hidrocarburos. La precariedad que caracterizaba a aquella Así, poco a poco, fue surgiendo en la población nación cambió drásticamente cuando la indus- la idea de que era factible acceder a la riqueza. tria petrolera comenzó a generar una importante Sin embargo, esto no era un fenómeno com- riqueza a partir de las exportaciones, tanto así pletamente nuevo, pues en el pasado colonial ya que Arturo Uslar Pietri (1949) hace referencia a había existido un imaginario de riqueza en torno una Venezuela artificial (rica, petrolera) que se a la explotación de perlas, oro y otras piedras levanta sobre una Venezuela real (pobre, agro- preciosas. Recordemos la actividad minera pecuaria). Así las describe: desarrollada en el siglo XVI, así como la bús- comunica ción 194
ÍNDICE 30 AGENDA PÚBLICA queda del oro estimulada por la aparición del 78). Y quizás ese Dorado será “redescubierto” mito de El Dorado, que hacía referencia a la exis- una vez más con la instauración del Arco Minero tencia de una ciudad brillante donde era posible (2016), proyecto que nuevamente planteará la enriquecerse. Este mito suscitó numerosas expe- explotación del oro a gran escala como alterna- diciones de hombres deseosos de apropiarse de tiva para superar la crisis económica y la caída la célebre piedra adorada por el Homo sapiens de la producción en materia de hidrocarburos. desde tiempos remotos. Este imaginario de riqueza y abundancia en gran medida se debe a varios factores que desde Durante el siglo XX y parte del presente, el siglo XVI influyeron en la conformación de la sociedad y el Estado, proceso en el cual encon- en los sucesivos planes de la Nación siempre tramos elementos importantes a tomar en se destacó la condición de Venezuela como cuenta: en primer lugar, el mercantilismo, doc- país rico, fórmula derivada de la existencia trina que señala como prioridad precisamente la necesidad de acumular riquezas; en segundo de valiosos recursos naturales. lugar, el Estado minero, propietario de las minas, que vive de la explotación de recursos mineros y Con el paso de tiempo, el oro perdió impor- no de otras actividades; en tercer lugar, el modelo tancia como actividad económica, fue despla- económico estatista, que implica una alta parti- zado por el cultivo del café, el cacao y la gana- cipación del Estado en la actividad económica, dería. No obstante, avanzado el siglo XIX con la cual desplaza y minimiza a la iniciativa irrumpió nuevamente como actividad econó- privada. De hecho, el Estado ha sido el gran pro- mica de interés, caso de las minas de El Callao pietario de las riquezas del subsuelo, condición (1879-1884). Tiempo después se desarrollarán heredada de la legislación colonial; en cuarto otros proyectos como las minas de El Pao (1925) lugar, está el populismo, corriente que implica y el Cerro Bolívar (1948), que abordaron tanto el una visión de la economía en la cual privan, oro como el hierro, la bauxita y el aluminio. entre otras cosas, controles de precio, subsidios Estas iniciativas constituyeron importantes oficiales, políticas y expansión de la actividad esfuerzos por impulsar la minería, actividad que económica del Estado para atender los requeri- nunca desapareció del escenario venezolano y mientos de la población, incluso de manera gra- mantuvo su incidencia en el pensamiento de la tuita en muchos casos, a partir de la disposición población y los gobernantes. de cuantiosos recursos que son del Estado o son Un texto de 1952, por ejemplo, menciona la administrados y distribuidos por este; en quinto riqueza y “bonanza ilimitada” que estaba expe- lugar, y como consecuencia de todo lo anterior, rimentando el país, la cual, comenta, podría el populismo, corriente que propone distribuir continuar sin el petróleo, gracias a la producción una riqueza “a la que tiene derecho el pueblo”, de hierro en el Cerro Bolívar. Este documento independientemente de que exista o no. señala que “[…] las perspectivas son inmensas” Durante el siglo XX y parte del presente, en y apunta: “También en Ciudad Bolívar y la Gua- los sucesivos planes de la Nación siempre se yana venezolana hay grandes minas de oro y destacó la condición de Venezuela como país diamantes. Y todo eso traerá al país una bonanza rico, fórmula derivada de la existencia de ilimitada 3”. (Góngora, 1953, Parte II: 48). valiosos recursos naturales. Estas ideas también A propósito de la continuidad de la actividad se encuentran en los discursos de dirigentes minera y su impacto en la mentalidad de la políticos, en opiniones de economistas, en cam- población, Axel Capriles ha planteado que pañas institucionales, incluso en textos de geo- Venezuela experimentó una suerte de fusión del grafía de bachillerato, obras ajustadas a los pro- mito de El Dorado con la industria petrolera: gramas oficiales. Un texto de Geografía de “[…] el Dorado fue encontrado en la profun- Venezuela de 9no grado (1986), expresaba estas didad de los pozos petroleros”. (Capriles, 2014: ideas: comunica ción 194
ÍNDICE 31 Además de la riqueza petrolera, Venezuela posee GÉNESIS DE UN CONFLICTO AGENDA PÚBLICA diversos minerales: hierro, bauxita, níquel, oro, Este imaginario de país rico tuvo su primer gran carbón, diamantes, plomo, manganeso, fosfatos, momento durante los años setenta del siglo azufre, mercurio, talco, cromo, titanio, minerales pasado, período mejor conocido la Venezuela radiactivos. Algunos de los últimos anotados apenas saudita, metáfora de una nación que gozaba de están en estudio por parte del Ministerio de Energía una renta petrolera extraordinaria, la cual llevó y Minas. al Estado a una política de cuantiosos gastos. El populismo estaba en su apogeo. El Estado No toda la riqueza minera del subsuelo está en invirtió proyectos de gran envergadura como las explotación. Actualmente los más explotados con empresas básicas de Guayana, en políticas de el petróleo y el hierro, también se explotan el “pleno empleo” y subsidios por doquier. Se aspi- carbón…los diamantes, los fosfatos y el yeso, así raba a construir una Gran Venezuela. como algunos otros en menor escala… La significativa importancia de los recursos del Sin embargo, los dos primeros decenios del siglo subsuelo venezolano ha hecho suponer a muchos especialistas, que cuando éstos sean mejor eva- XXI parecen mostrar una realidad mucho más luados, pudieran convertir a Venezuela en uno de dura, menos optimista. El también denominado los países mineros más importantes del mundo y “excremento del diablo” no da para tanto, y aportar posibilidades para un importante desarrollo económico4. (Bracho, 1986: 166). en la medida que sea sustituido por otras energías, perderá la importancia económica que llegó Desde hace décadas igualmente se insistió en que el “futuro” del país estaba en ese líquido a tener en el siglo XX. oleaginoso e inflamable, particularmente en la Faja Petrolífera del Orinoco, espacio que alberga A la par se desarrollaron proyectos urbanos un inmenso reservorio de hidrocarburos cuanti- en el mejor estilo estadounidense, con grandes ficado en más de 300 mil millones de barriles, edificios tipo Parque Central, espacios de los cuales alimentaban grandes expectativas de shopping como el Centro Comercial Ciudad progreso y riqueza. Tamanaco (CCCT), la masiva importación de La Faja Petrolífera del Orinoco es la principal vehículos, electrodomésticos y otros bienes esperanza del futuro (se trata de una acumula- propios del estilo ción de petróleos pesados en el área que va desde El escritor José Ignacio Cabrujas resumió el Delta del Orinoco hasta el Oeste del Estado muy bien esa mentalidad que explotó en los años Guárico). Los proyectos para explorar y explotar 70, al comentar que con la presidencia de Carlos dicha faja exigen el máximo cuidado científico, Andrés Pérez “[…] encontramos la frase que nos tanto en la solución de costosas tecnologías definía. Estábamos construyendo La Gran Vene- – puesto que se trata de petróleo pesado– como zuela. Pérez no era un Presidente. Era un mago. en la previsión del equilibrio ambiental de las Un mago capaz de dispararnos hacia una aluci- riberas de Orinoco y de los cambios que su nación que dejaba pequeñas lagunas. Pérez explotación pudiera determinar sobre nuestra enrumbó el acto del poder hacia la fantasía”. población. (1986: 171) (Cabrujas, 2009: 55). Sin embargo, los dos primeros decenios del Pero, cuando comenzó el declive de la prospe- siglo XXI parecen mostrar una realidad mucho ridad, que tuvo su hito histórico en el célebre más dura, menos optimista. El también denomi- Viernes negro (1983), las perspectivas comen- nado “excremento del diablo” no da para tanto, zaron a cambiar. En El caso Venezuela: una ilu- y en la medida que sea sustituido por otras ener- sión de armonía, cuya primera edición fue gías, perderá la importancia económica que publicada en 1984, diversos autores asomaron llegó a tener en el siglo XX. claras advertencias sobre el fin del modelo ren- comunica ción 194
ÍNDICE 32 AGENDA PÚBLICA tista y de las vacas gordas, es decir, anunciaron ricano desde Venezuela a Argentina (El Gaso- el posible acabose del imaginario de país rico. ducto del Sur), construir docenas de refinerías en La escritora Elisa Lerner anotó que “[…] el varios países, dar impulso a un Banco del Sur que sueño petrolero ha terminado. Estamos a punto se encargaría de financiar proyectos en la región, de caer de la colina millonaria donde, tan falaz- multiplicar la construcción de viviendas, entre mente, nos elevamos”. Lerner se preguntaba qué otros proyectos que acarreaban un financia- futuro tendrá la democracia sin la riqueza, y miento millonario. Todo ello fue dado a conocer planteaba una cuestión elemental: “El compa- a través de las numerosas cadenas de radio y tele- triota que no supo organizarse dentro de la visión que hacía el lenguaraz gobernante. Pero, riqueza, ¿sabrá organizarse en la pobreza?”. Las los académicos no dudaron en que tales promesas cirugías plásticas y vestirse de jogging eran prác- eran solo proyectos “faraónicos” e “irrealiza- ticas que, a su entender, iban a desaparecer con el bles”. Y, de hecho, nunca se realizaron. fin del sueño petrolero. (Naím, 1999: 2-18). Este abanico de ofertas “faraónicas” no era La crisis económica se agravó hacia 1989, con fruto del azar, sino de esa vieja mentalidad de el célebre Caracazo. Y poco tiempo después riqueza, de un poderoso síndrome que Cabrujas reventó una profunda crisis financiera (1994). A calificó como “la cultura del milagro”. Según pesar de las advertencias de expertos y una Cabrujas “[…] el petróleo es fantástico y por lo buena camada de intelectuales, el modelo eco- tanto induce a la ilusión de un milagro. Creó en nómico centrado en el “aceite de piedra”, el la práctica la ‘cultura del milagro’” (Cabrujas, populismo y los otros elementos ya mencio- 2009: 54). Esta “cultura del milagro” nació, nados, no fue modificado, como tampoco fue según el dramaturgo, cuando el mené sustituyó modificado el imaginario de país rico. a la agricultura como actividad económica prin- Según Carmen de Balbás, especialista en cipal, proceso que condujo a un cambio drástico opinión pública y estudios del comportamiento, en el comportamiento del Estado (y de los vene- a pesar de la crisis financiera de 1994, cuyas zolanos): “El Estado adquirió rápidamente un secuelas se sintieron en los años posteriores, en matiz ‘providencial’. Pasó de un desarrollo lento, líneas generales la población venezolana se tan lento como todo lo que tiene que ver con la negó a aceptar la nueva situación en términos de agricultura, a un desarrollo ‘milagroso’ y espec- consumo. Para la investigadora el problema era tacular”. (Ibidem: 53). sencillo: “[…] el venezolano no quiere aceptar Recordemos que cuando Venezuela se con- que nos hemos transformado como otros países virtió en país petrolero, el Estado efectivamente de América Latina. Durante la bonanza petro- comenzó a disponer rápidamente de recursos lera, nos acostumbramos a un alto consumo, abundantes, lo que le permitió acometer planes ahora nuestro consumo es bajo”. (Jaimes Quero, con una velocidad y un alcance no vistos en el 1997: 3). pasado. Durante varios decenios, Venezuela Durante la administración de Hugo Chávez llegó a ser el país con el proceso de urbanización (1999-2012) volverá a resurgir el imaginario de más rápido del mundo. riqueza que existió desde el primer gobierno de La bonanza económica durante los gobiernos Pérez, gracias al crecimiento de los ingresos por de Chávez fue de tal magnitud que, en una exportación de hidrocarburos. Recordemos que célebre alocución pública del 5 de enero de 2009, el precio de un barril de oro negro llegó a superar el propio mandatario afirmó que si el precio del los cien dólares. No en vano, el escritor Barrera petróleo llegaba a cero “Venezuela no entra en Tyzka apuntó que: “La imagen de Chávez era crisis”. Pero a partir de 2014 se agudizó la crisis una promesa de prosperidad, él resucitó ese en la denominada “gallinita de los huevos de sueño de la riqueza” (EFE, 2016). oro”: cayeron los ingresos por exportaciones, En efecto, Chávez hizo ofertas de toda especie debido a una situación del mercado interna- amparadas tanto en los altos precios del petróleo cional; la producción comenzó a declinar, al como en su propia visión (épica) de la historia. punto de llegar a menos de 900 mil barriles dia- comunica ción 194 Propuso levantar un inmenso gasoducto surame- rios en 2020, niveles que existían para los años
ÍNDICE 33 minerales e, inclusive, minerales que se desconocía cuarenta del siglo XX. Y esto, por supuesto, AGENDA PÚBLICA su existencia, los indicadores socioeconómicos no comenzó a afectar el pensamiento de millones son los que debieran. de almas. No obstante, implementando las políticas ade- CAMBIOS EN EL IMAGINARIO cuadas, tenemos el potencial de salir de la crisis en Como síntoma revelador de la crisis económica un período relativamente corto. (Castrillo, 2013: se produjo una inmensa diáspora de venezolanos 196) hacia Estados Unidos, España, Argentina y El imaginario de riqueza sostenido durante otros países. En 2019, este éxodo ya superaba los varios decenios tanto en los textos escolares 4.5 millones de personas, la mayor en el mundo como fuera de estos, puede ser visto como un desde mediados del siglo XX. Este desplaza- signo de decadencia del sistema educativo, miento forzado de seres humanos reveló un porque no fue capaz de prever los efectos nocivos cambio importante: el colapso del imaginario de de vivir de la fantasía. país rico, el ocaso de una “Tierra de Gracia” Aquí recordamos a Leonardo Carvajal y su donde hay pocas oportunidades de vida, de libro: Nuestra Decadencia Educativa. Memo- movilidad social, de enriquecerse. rias de 44 jóvenes venezolanos (2017). Según Barrera Tyszka afirma que para el venezolano este autor, el declive del sistema educativo está este imaginario de riqueza era parte de su “iden- en que no fue capaz de lograr muchos de los pro- tidad histórica” pero al desmoronarse tal ri- pósitos que se trazó, y en que sus egresados pre- queza, se vio obligado a repensar las cosas. El sentan muchas debilidades, entre ellas el desco- escritor va más a fondo, argumenta que la nocimiento de la “dimensión histórica” del país pobreza es “[…] una cosa inédita en nuestro ima- (Carvajal, 2017). A nuestro entender el imagi- ginario”; estas “[…] imágenes de hambre, de nario de riqueza también forma parte de esa gente pasando necesidad” constituyen un pro- decadencia. fundo contraste con la bonanza que se vivió El imaginario de riqueza supuso la disposi- unos meses atrás, en el pasado; “[…] una crisis ción de abundantes recursos que garantizaban económica como la actual pone a la gente a una ilusión de progreso, pero en lugar de ello pensar en qué pasó, ¿fue todo una gran borra- debió procurarse cultivar una mentalidad más chera en la que nos metió este hombre? (Chávez), realista y menos fantasiosa. porque estamos ahora en una resaca espantosa”. (EFE, 2016). Tyzka comenta que este cambio de menta- HUMBERTO JAIMES QUERO lidad no es fácil de digerir: “Eso es una imagen Profesor e investigador del Centro de de nosotros mismos que los venezolanos Investigación de la Comunicación (CIC-UCAB) tenemos que procesar y eso apenas está empe- Lic. Comunicación Social. Magíster Historia zando a suceder. Es una pobreza que no cono- de las Américas. cíamos […]” (Ibid.). Algunos textos escolares (2014) ya advertían la contradicción inherente a un país que contaba REFERENCIAS con una riqueza mineral importante pero que presentaba indicadores socioeconómicos muy Libros, revistas y ponencias desalentadores. ANZALDÚA ARCE , Raúl Enrique (2017): “Reflexiones sobre la educación. Una mirada desde Cornelius Castoriadis”. Venezuela es un país afortunado al tener grandes En: Congreso Nacional de Investigación Educativa reservas de muchos minerales, entre ellos: oro, dia- Comie, San Luis de Potosí, México, 2017. (Memoria Elec- trónica. Recuperado el 18 de febrero de 2021, en: https:// mante, bauxita, hierro, carbón, sin olvidar el de www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v14/ mayor importancia económica para el país: el doc/1402.pdf petróleo. Sin embargo, es una ironía que, a pesar ÁVALOS, Ignacio (1984/1999): “Breve historia de la política tecnológica venezolana (O una manera de saber por qué de conseguirse cada día más yacimientos de estos Venezuela ha importado barredores a nieve y sistemas de comunica ción 194
ÍNDICE 34 AGENDA PÚBLICA calefacción”. En: Naím, Moisés/Piñango, Ramón (direc- Géneros informativos en agencias de tores del proyecto) (1999): El caso Venezuela, una ilusión de armonía. Caracas: Ediciones IESA. Pp. 376-394. noticias, revistas y periódicos BETANCOURT, Rómulo (1972/1975): “El Petróleo, fuente EFE: “Barrera Tyszka: El hambre obliga a Venezuela a energética insustituible”. Berna, Suiza, 1972. Reproducido repensar su imaginario basado en la riqueza”. 2016. Repro- en: Rómulo Betancourt (1975): Venezuela dueña de su ducido en El Nacional, 20 de agosto. Recuperado en: http:// petróleo. Caracas: Catalá/Centauro/Ediciones. www.el-nacional.com/politica/Barrera-Tyszka-Venezue- la-repensar-imaginario_0_906509342.html. BRACHO, América (1986): Geografía de Venezuela para 3er año de bachillerato. Caracas: Ediciones Co-Bo. JAIMES QUERO, Humberto (1997): “Nuestra particular “nor- malidad” (I). En: Quinto Día, Caracas, 21 al 28 de marzo. 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