Número 21 Mayo de 2021 - La cátedra de pediatría de la Facultad de Medicina de Barcelona
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CUAdernos de historia 1 de la pediatría española Número 21 · Mayo de 2021 La cátedra de pediatría de la Facultad de Medicina de Barcelona
2 Grupo de Trabajo de Historia de la Pediatría y Documentación Pediátricas de la AEP Víctor Manuel García Nieto José Manuel Fernández Menéndez Juan José Fernández Teijeiro Pedro Gorrotxategi Gorrotxategi Fernando Ponte Hernando Miguel Ángel Zafra Anta Elena Alonso Lebrero Óscar Girón Vallejo Fotos de portada https://crai.ub.edu/sites/default/files/exposicions/crai.medicina/ Pediatria2012/manuelcruzhernandez.jpg https://www.bancodeimagenesmedicina.com/index.php/banco- de-imagenes/retratos/vidal-jordana-gregorio-2985 Edita: Asociación Española de Pediatría Aguirre, 1, bajo derecha, Madrid, 28009, Madrid Diseño y maquetación: angelgobierno@linealcreativos.com Número 21 mayo de 2021 ISBN: 978-84-09-30975-7
3 ÍNDICE La cátedra de pediatría de la Facultad de Medicina de Barcelona Prólogo. Historia de la cátedra Manuel Cruz Hernández ......................................................................... Pág. 04 Los primeros catedráticos de Pediatría de la Universidad de Barcelona Ferrán Sabaté Casellas ......................................................................... Pág. 08 La Medicina de los Niños Miguel Zafra, Pedro Gorrotxategi Gorrotxa- tegi ......................................................................... Pág. 19 Rafael Ramos Fernández Víctor M. García Nieto, Juan José Fernández Teijeiro ......................................................................... Pág. 42 El profesor Cruz Hernández y su Tratado de Pediatría José Manuel Fernández Menéndez, Fernan- do J. Ponte Hernando ......................................................................... Pág. 48 Isidro Claret Corominas Oscar Girón, Elena Alonso Lebrero ......................................................................... Pág. 64
4 Prólogo. Historia de la cátedra Manuel Cruz Hernández U lector, la labor sucesiva de Andrés Martí- nez Vargas, Gregorio Vidal Jordana y Ra- na vez más estas líneas, solici- fael Ramos Fernández influyó en la crea- tadas con una amable insistencia por el ción de la aureola de prestigio que envol- Doctor Víctor Manuel García Nieto, de- vía a esta cátedra, por sus aportaciones ben comenzar con la expresión de mi en una eficiente asistencia y cuidado del gratitud profunda y sincera, como uno niño, en la investigación de su cambian- más, antes y ahora, de los numerosos te patología y en el notorio afán docen- pediatras relacionados y miembros de te, de manera que parecía para muchos la Cátedra recordada. No puede ser de una pionera en los avances pediátricos. otra manera teniendo en cuenta que hay En consecuencia era centro de atracción otras Cátedras de Pediatría, de número para los pacientes y los pediatras en los creciente, merecedoras de la excelente años de especialización y luego en la ne- atención del Grupo de Trabajo de Historia cesaria formación continuada. Pero tam- de la Pediatría de la AEP. Estos Cuadernos bién resultaba un objeto de deseo para de la Historia de la Pediatría española son los aspirantes a desempeñar la cátedra elogiados por cuantos comprueban - pe- con su anejo servicio de pediatría en el diatras, médicos de otras especialidades Hospital Clínico. Un dato curioso puede y profesionales diversos- con sorpresa, ser la lista de aspirantes en las oposicio- una y otra vez, su excelente presentación nes convocadas para cubrir la vacante de y su contenido, en una época que no se la cátedra de Barcelona, junto con la de destaca precisamente por el respeto o el Santiago de Compostela. Con su peculiar interés acerca del pasado, siempre alec- estilo el Boletín Oficial del Estado número cionador. Así no sorprende que en este 278 del 20 de noviembre de 1962 mos- siglo XXI repitamos viejos errores y las traba la Resolución del 22 de agosto de nuevas generaciones gasten unos esfuer- 1961 sobre los opositores admitidos a las zos innecesarios en buscar los pilares de Cátedras de Pediatría y Puericultura de nuestra ciencia, aunque haya que gastar las Facultades de Medicina de las Univer- sin duda más energías en adaptarla a los sidades de Barcelona y Santiago: D. Agus- cambios continuos, en estos días bajo la tín Pérez Soler, D. Francisco Prandi Farrás, H sombra de la pandemia por Corona virus, D. Luis Torres Marty, D. Ernesto Sánchez COVID. y Sánchez-Villares, D. Manuel Cruz Her- nández, D. Ángel Ballabriga Aguado, D. Federico Collado Otero, D. Alberto Valls ace más de medio siglo que estoy Sánchez de Puerta, D. Enrique Casado unido sin remedio a la Cátedra de Pedia- Frías, D. Andrés González Meneses, D. tría de la Universidad de Barcelona, du- José Peña Guitián, D. José Antonio Velas- S rante 28 años como catedrático numera- co Collazo, D. José María Francés Antonín, rio y después como Profesor Emérito. Si D. Juan Manuel Tabuenca Oliver. yo traía la experiencia creciente en las Cátedras de Granada (profesor adjunto) y de Cádiz, entonces formando parte de ólo uno consiguió la cátedra de Bar- la Universidad de Sevilla, no puedo negar celona y otro la de Santiago, pero los que sentía una gran atracción por el pres- demás han dejado su huella en nuestra tigio que mis predecesores habían confe- ciencia, casi siempre dirigiendo una cá- rido a esta cátedra, la única existente en- tedra. Otras reflexiones pueden ocupar tonces en Cataluña. Como verá el amable la mente del lector, viendo como ha sido
5 transformado progresivamente el acceso 1965 sorprendió a los alumnos - solo a una cátedra universitaria. Por mi parte inicialmente- por la complejidad de la señalaré la ausencia en la anterior lista pediatría, ya que pertenecía a una gene- de los dos únicos aspirantes a cubrir la ración empeñada en difundir el concepto vacante mediante el sistema cómodo y de pediatría como total medicina de la lógico del concurso de traslado: D. Pedro edad infantil, lejos del modelo del pedia- Martínez García y D. Manuel Suarez Per- tra como alimentador de niños, aplicador diguero y que este litigio duró diez largos de vacunas, cuidador de los llamados años sin conseguir un dictamen favorable trastornos nutritivos del lactante y cono- para ninguno de los dos. Esta lentitud no cedor experto de las infecciones propias pareció escandalizar demasiado. También de la infancia. Posiblemente en esta eta- fueron pausados los pasos seguidos para pa de la cátedra de Pediatría de Barcelo- la cátedra de Barcelona, desde su convo- na sobresalió la vertiente docente. Tal vez catoria el 22 de agosto de 1961 al 15 de porque éramos conscientes de que todos febrero de 1965, la fecha de mi toma de debemos enseñar y que la docencia es posesión, según se decía, en el rectorado una forma de aprender, contando con la E de la Universidad de Barcelona, seguida ilusión y el estímulo crítico de los discípu- pronto de una solemne primera lección los. en el Paraninfo de la Facultad de Medi- cina. Unos pequeños hitos del pasado para una historia extensa, analizada con s posible enseñar de varias formas. A un más alto nivel por los Autores de esta Sin olvidar el ejemplo y el entrenamiento monografía, ilustres y admirados. clínico, hasta hace poco un instrumento básico era el libro (Internet llegó cuando Ofelia Cruz, mi hija mayor, hacia ya tres ún a riesgo de caer en posibles años que había terminado el MIR). De ahí reiteraciones, parece pertinente en estos que no tardamos en contribuir a la biblio- párrafos iniciales del Cuaderno aportar grafía pediátrica española mediante los algunas consideraciones acerca de la libros conseguidos mediante la ayuda de L pediatría vivida desde el observatorio de muchos colaboradores, desde unos mo- la Cátedra de Pediatría de Barcelona. destos Apuntes hasta un extenso Tratado D de Pediatra, que recibirán atención espe- cial en esta monografía. a primera tarea del profesor era -casi siempre- la docente y por tanto a mi llegada a Barcelona, durante bastante esde 1965 el Pediatra recibía su tí- tiempo y casi diariamente, dictaba una tulo mediante la admisión y asistencia en clase de una hora, procurando ir adaptan- total dedicación a la Escuela Profesional do la vieja lección magistral a los nuevos de pediatría y puericultura (Puericultura apoyos didácticos, desde el empleo fre- sólo al principio), en los comienzos un cuente de la pizarra a las diapositivas, solo año, pero pronto dos y tres, hasta no rara vez empezando con la presenta- que desapareció sustituida por el supe- ción previa de un enfermito con su ma- rior método- quizás mejorable- de Médi- dre. En los servicios clínicos fue preciso co Interno Residente. En esta fase como hacer ampliaciones y actualizaciones. En en la del alumnado pregrado se asistió a cambio, para la enseñanza resultó una la creciente, lógica y deseable, feminiza- afortunada oportunidad la utilización de ción de nuestra ciencia. Sin embargo, aún un aula-antiteatro para las clases, las se- mal reflejada en el profesorado. Así en el El nuevo catedrático que llegó en siones clínicas y los cursos frecuentes, así período comentado de la cátedra de Bar- como de un eficiente bedel. celona no surgió ninguna catedrática, tal vez porque no vieron atractivo el pano- rama, lo que no quita mérito a los cate- dráticos Juan Antonio Molina Font, Rafael
6 Jiménez González, Lluis Morales Fochs, las endocrinopatías diversas, la diabetes L Josep Figueras Aloy, Francesc Botet Mus- infantil, el síndrome metabólico y las nu- sons. merosas metabolopatías congénitas. Los vómitos del lactante y la diarrea aguda cedieron con los avances diagnósticos y a cátedra asistió a otro proceso de tratamiento, permitiendo prestar la evolutivo imparable: la especialización. debida atención a la fibrosis quística y la Desde la especialidad hermana, la Cirugía enfermedad celiaca, entre varias afeccio- pediátrica hasta la imprescindible Neona- nes de interés compartido por gastroen- tología, todas las especialidades pediátri- terólogos, neumólogos y otros especia- cas, que ya sobrepasan la veintena, han listas. El síndrome bronconeumónico y ido floreciendo dentro de la cátedra y de la pleuroneumonía neumocócica fueron sus servicios clínicos, como en toda la vencidos aunque sustituidos por la neu- pediatría española. La complejidad con- monía por estafilococos y las afecciones ceptual de la nueva medicina, de sus mé- respiratorias virales o debidas a otros todos diagnósticos y de sus recursos te- agentes etiológicos. La carditis reumáti- rapéuticos y también la mayor exigencia, ca desapareció mientras las cardiopatías S reflejada en la pediatría de la evidencia y congénitas consiguieron un tratamiento personalizada así como en las exigencias cada vez más temprano. y reclamaciones familiares, ha hecho im- prescindible -como en muchas ciencias- este proceso de especialización, de modo iempre la cátedra, sus servicios y los que la consideración global del niño es hospitales asociados (un interesante y mejor considerada en la actual Atención fructífero periodo, inédito) fueron un ob- primaria, que está impregnada - como la servatorio privilegiado para las vacunas, T pediatría en general- de un espíritu so- colaborando en su implantación, seguida cial, psicológico y ético. de una impresionante prevención, próxi- ma a la erradicación, como es sabido para la poliomielitis, difteria, tos ferina, pa- estigo y algunas veces protagonista rotiditis, sarampión, rubéola, etc. Pocas de los progresos pediátricos han sido la excepciones corroboran este protagonis- cátedra de pediatría de Barcelona y sus mo pediátrico en la inmunización activa, servicios asistenciales. Algunos paradig- como es el caso presente de la vacuna an- E mas pueden ser: la renovada genética ticoronavirus, por ahora no permitida en trasformando el prestigioso servicio de menores de 16 años. la cátedra de pediatría en uno central para todo el hospital universitario, los cuidados positivos del recién nacido pre- l pediatra que mantenía la cátedra maturo, de bajo peso o con patología de pediatría y asistía a los niños de aquel diversa. También fueron tema de inves- tiempo, por cierto muy numerosos y con tigación o de terapéutica nueva para su más patología que los actuales, me pare- tiempo el ensayo de modernos fármacos, ce que comparten con los de hoy en día en especial de nuevos antibióticos, la qui- las mismas cualidades básicas de todo mioterapia antiviral, el renovado y difícil médico/a de niños. Tenían sus peculiari- tratamiento oncológico, la rehidratación dades, sus deficiencias y sus bondades de dirigida, los cuidados intensivos, las ur- las que no debo hablar en cuanto soy uno gencias con atención eficaz, la alergolo- de ellos. Sin embargo, cuando al compa- gía pediátrica, la cirugía pediátrica intra- rarlos me han preguntado mi respuesta uterina, intraparto y laparoscópica, los ha sido: el pediatra del siglo XXI es mejor trasplantes de órganos. Del cuidado de la porque está mejor formado, tanto en la desnutrición se pasó a la atención de la teoría como en la práctica clínica, consi- obesidad creciente, la patología del cre- guiendo desde sus comienzos, una forma- cimiento descubriendo causas múltiples, ción continuada más rápida y completa
7 gracias a las nuevas técnicas informáticas Bibliografía para la comunicación. Acepta su papel en la atención universal y en la enseñanza de • Cruz M. Ser pediatra en el siglo XXI. los valores esenciales acerca de la salud Barcelona, octubre 2008 aunque reclama con razón que necesita un trabajo bien organizado, con horario • Cruz M. Pequeños maestros. Barce- y remuneración razonables, que le dejen lona, febrero 2020 < mchbcn@gmail. tiempo para investigar y vivir con el pres- com> tigio y la dignidad, que no se discutían a sus antecesores en la mejor profesión del • Cruz M. Diálogos de confinados. Gas- mundo: cuidar a los niños. tronomía para adolescentes. Barce- lona, octubre 2020 • Cruz M. Manual de Pediatría, cuarta edición con un Anexo. Madrid: Ergon, 2020
8 Los primeros catedráticos de Pediatría de la Universidad de Barcelona Ferran Sabaté Casellas Pediatra. Presidente de la Sociedad Catalana de Historia de la Medicina. Académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña Los precedentes en la Facultad de Ciencias Médicas de Barcelona, y en 1847 del discurso inau- Los antecedentes inmediatos, hay que gural del curso de la Real Academia de situarlos en las enseñanzas o planes Medicina de Barcelona. de estudio del Real Colegio de Cirugía de Barcelona1, que incluía una materia Como docente se preocupo de revisar y relativa a los Partos, y por ende a la pa- adaptar traducciones de obras france- tología perinatal. sas, para dotar a sus alumnos de libros de texto adecuados. En el ámbito de la En los primeros años de la restaura- pediatría cabe mencionar la obra de F. ción de la Universidad de Barcelona2, a Barrier: Tratado de las enfermedades partir del 1 de agosto de 1837, la ense- de los niños (Barcelona, 1843), traduci- ñanza de la pediatría estaba englobada da por sus discípulos Lluis Oms i Garri- junto con la obstetricia y la ginecología, goles y Josep Oriol Ferreras i Llorens. El en la cátedra de “Obstetricia, enferme- libro contiene, además de la traducción dades de los niños y mujeres” y en la completa, una ampliación con la des- clínica del mismo nombre3. cripción de diferentes entidades pato- lógicas explicadas en las clases de May- Desde 1843 y hasta su muerte en 1857, ner. El tratado se divide en cinco capítu- esta cátedra estuvo ocupada por el pro- los: De las enfermedades del tórax; de fesor Antoni Mayner i Alcover4. Nacido las enfermedades del abdomen, de las en Vilafranca del Penedès en 1784, se enfermedades del sistema nervioso, de licenció en Barcelona en 1807 en Ci- las enfermedades de los órganos, y de rugía Médica, y en Medicina en 1829. las enfermedades que no tienen cabida Durante la Guerra de la Independencia en los otros cuadros. trabajo en los hospitales de su ciudad natal y de Valls. Catedrático de “Obs- Le sucedió en la cátedra el profesor tetricia, Ginecología y enfermedades Joan de Rull i Xuriach, por oposición, de los niños” en el Real Colegio de Ci- en abril de 1858, con solo 29 años de rugía de Barcelona desde 1816, y pos- edad5. Natural de Barcelona (1828- teriormente de la facultad de Ciencias 1891). Licenciado en Medicina por la Medicas (1843), donde llegó a ocupar Universidad de Barcelona en 1851 y el cargo de Decano, y en la restaurada doctorado en Madrid en 1856. Fue se- Facultad de Medicina . En 1824 fue se- cretario y decano de la Facultad, y vi- parado de la docencia, por la represión cerrector de la Universidad, leyendo la del Trienio liberal, y reincorporado a la oración inaugural del curso 1866-1867. docencia al año siguiente. Autor de la Presidente de la Academia de Medici- oración inaugural del curso 1843-1844 na de Barcelona; donde hizo el discurso
9 inaugural de las sesiones científicas del ban participando profesores de la Uni- año 1868. Fue el presidente del Con- versidad de Barcelona como: José de greso de Ciencias Médicas celebrado Letamendi o Joan Giné i Partagàs, que durante la Exposición Universal de Bar- buscaban una renovación de la ense- celona en 1888. ñanza universitaria que no era posible en la universidad oficial. Esto tuvo lugar Autor de un extenso prólogo a la tra- durante el Sexenio Revolucionario, en ducción de la obra de Gerhardt: Trata- que el gobierno decretó la libertad de do completo de enfermedades de los enseñanza y de cátedra. niños (1862), donde justifica la necesi- dad de la pediatría como especialidad En paralelo a la enseñanza oficial de la medico-quirúrgica, y realiza una crítica Pediatría, existía el magisterio de algu- fundada de los tratamientos propues- nos destacados clínicos, que fundaron tos en esta obra. También, conocemos o regentaron instituciones pediátricas, de él un Programa de Obstetricia y de a la sombra de los cuales se forma- enfermedades especiales de las muje- ron numerosos discípulos. Es el caso res y de los niños (Barcelona, 1886). del doctor Francisco Vidal Solares y el Hospital de Niños Pobres de Barcelo- Como médico por oposición en la Casa na7. También cabe mencionar al doc- de Caridad desde 1854, estaba preo- tor Joan Viura i Carreras, que tuvo a su cupado por los aspectos sociales de la cargo los Servicios de Patología Infantil pediatría, y en 1889 publicó un estudio en la Casa Municipal de la Misericordia conjunto con Josep Cabot: Casa princi- y en el Hospital de Nuestra Señora del pal de Maternidad y Expósitos de Bar- Sagrado Corazón de Jesús. El fue el in- celona. Inclusa. Estudio demográfico- troductor en España del suero antidif- médico del quinquenio de 1877 a 1883, térico, el mismo año 1894 en que fue señalando los déficits y las mejoras a descubierto por Roux. El doctor Jaume introducir, de tipo médico, organizativo Guardia i Estapé, director del Asilo Cuna y estructural. del Niño Jesús, se interesó por los pro- blemas de la tuberculosis en la infancia, Aunque enamorado de la docencia, en y por la Medicina escolar. Mientras que su tiempo vivió el desdoblamiento de Josep Cabot i Rovira fue director de la la cátedra en dos, una de Obstetricia y Maternidad y Casa de Expósitos, abor- enfermedades de las mujeres y los ni- dando el problema del abandono y la ños, y otra de Clínica de obstetricia y alta mortalidad infantil8 enfermedades de las mujeres y los ni- ños, en que se alternaban anualmente La cátedra de pediatría de la los catedráticos correspondientes. Universidad de Barcelona Dentro de los precedentes de la ense- El Real Decreto de 16 de septiembre de ñanza universitaria, hay que mencionar 1886, reconoció la enseñanza univer- también la experiencia del Instituto sitaria de la patología infantil como un Médico de Barcelona (1866-1875), que saber especializado, y creó en España fue una Escuela Libre de Medicina6, las cátedras de “Enfermedades de la con una cátedra de Patología Infantil, infancia con su clínica”, constituyendo es decir que, en el plan de estudios ha- el reconocimiento legal a una realidad bía una asignatura específica dedicada científica y asistencial, fraguada en el a las enfermedades de la infancia con transcurso del siglo XIX. En 1888, se ce- su clínica. Detrás de esta iniciativa esta- lebraron las primeras oposiciones a las
10 cátedras del “Curso especial de enfer- ma transcurrieron los primeros cuatro medades de la infancia” en Barcelona9, años, de manera irrelevante. De Iranzo Granada y Valencia. conocemos alguna publicación relacio- nada con la pediatría: Las fiebres erup- El primer catedrático en ocupar la do- tivas en la segunda infancia, Clínica de cencia de la recién creada disciplina en la epilepsia, y La mortalidad de los ni- la Universidad de Barcelona fue el doc- ños en Zaragoza. tor Juan Enrique Iranzo Simón (figura 1) 10, un tocólogo, natural de Mora de Andrés Martínez Vargas (Barbastro, Rubielos, licenciado en 1875, en la Uni- 1861-Barcelona, 1948) (figura 2) fue versidad de Valencia. Tomó posesión el el primer pediatra catedrático efectivo 14 de julio de 1888, pero con la inten- de la especialidad en la Universidad ción de conseguir la cátedra de Clínica de Barcelona11. Cursó los estudios de obstétrica en Zaragoza, que obtuvo el 8 medicina en la Universidad de Zarago- de mayo de 1889, después de diversas za, terminándolos en 1881 con premio permutas, la primera de las cuales fue extraordinario de Licenciatura. Obtuvo con Rull, en enero de 1889, que pasó el grado de doctor en 1883 en Madrid, a ejercer la Cátedra de Enfermedades donde trabajó un par de años como de la infancia hasta su muerte, el 2 de médico de la Beneficencia municipal. abril de 1891. Esta es la manera rocam- Se especializó en pediatría durante dos bolesca de funcionamiento del escala- años en la Clínica del profesor Abraham fón universitario español. De esta for- Jacobi de Nueva York (U.S.A.), pasando Figura 2. Andrés Martínez Vargas (1861- 1948) En: https://www.bancodeimagenes- Figura 1. Juan Enrique Iranzo Simón (1853- medicina.com/index.php/banco-de-image- 1918). En: https://webs.ucm.es/BUCM/med/ nes/2018-03-19-14-55-23/retratos/retratos/ archivo/ficha_foto.php?foto=1223 martinez-vargas-andres-1944
11 también por México y Cuba. Regresó a manos de la Facultad, y ya nos tienen España, y en 1888 ganó las oposiciones descendiendo por la calle Pelayo, para a la Cátedra de Enfermedades de los ir por la de Ramalleras al Hospital. En la niños de la Universidad de Granada. Al calle Pelayo vimos a un buen hombre año siguiente publicó su Introducción de cerca de 80 años, que era insultado a la Pediatría, con los apuntes de sus y silbado por un grupo de estudiantes, lecciones de cátedra, y abrió un dispen- a los que se sumaron los de la Universi- sario de niños anexo a la Facultad. dad; era el Decano de la Facultad, Don Carlos de Siloniz. El motivo de la juerga En 1891, concursó a la cátedra de in- era un hecho que daba la razón a los fancia de la Universidad de Barcelona. estudiantes. Hasta entonces la Clínica Se presentaron otros candidatos: Artu- de Pediatría se había dado en la Mater- ro Paredes Gutiérrez obtuvo el primer nidad de la calle Ramalleras. Aquel año, lugar en la propuesta del Consejo de acabada la Maternidad de las Corts, no Instrucción Pública; pero este renunció, quedaba en la de Ramalleras más que y fue nombrado Martínez Vargas. Con el torno. La Diputación ofrecía la mis- treinta años, una sólida formación en el ma clínica en las Corts, pero la distancia extranjero y ganas de luchar por la con- y los escasos medios de comunicación solidación de la especialidad, Martínez hacían impracticable la oferta. Vargas inició su dilatado magisterio en Barcelona12. Entonces se acordó que había unos de- cenios las clínicas oficiales de la Facul- Las clínicas para las prácticas de los es- tad de Medicina se daban en el Hospi- tudiantes, eran cedidas a la Facultad de tal de la Santa Cruz, merced a un golpe Medicina por la Muy Ilustre Adminis- de fuerza: una compañía de soldados tración del Hospital General de la Santa tuvo que ocuparlas militarmente, para Cruz, pero en aquel momento, no había entregarlas a los profesores de la Fa- camas asignadas para Pediatría. Apoya- cultad. Por entonces la Junta Admi- do por el profesor Joan Giné i Partagas, nistrativa no desertó de su mezquina Andrés Martínez se negó en 1892 a dar tradición. El profesor Martinez Vargas, las clases teóricas sin contar con camas recién llegado a Barcelona, rehusó dar de hospitalización específicas para ni- enseñanza sin enfermos; le siguieron ños. Ello provocó un cierto revuelo, que los estudiantes, cargados de razón y trascendió a la prensa y a la calle, con la opinión de Barcelona se colocó sin los estudiantes increpando al Decano distinciones de parte de los estudian- en la vía pública. Finalmente, consiguió tes. El nombre del profesor adquirió un la cesión por parte de la administración renombre extraordinario, que sus so- del Hospital, de seis camas para niños flamas ofensivas y defensivas comple- y otras seis para niñas. Así describe el taron. Los vidrios de la Administración profesor Jaume Peyrí i Rocamora, en- volaron en pedazos, el prior fue puesto tonces estudiante del Curso de Amplia- en solfa, y el pobre Decano se encontró ción, sus vivencias de lo sucedido13: sin saberlo, pagando los vidrios rotos por los estudiantes. Finalmente, la Ad- «Pasadas ya las fiestas de Colón, un ministración del Hospital cedió». buen día de noviembre, nos entera- mos de que en la calle del Carmes, es Las relaciones entre la administración decir, en la Facultad de Medicina, había del Hospital y el Claustro de la Facul- motín. Los compañeros de Ampliación tad, no siempre fueron fáciles, ya que acudieron en auxilio de nuestros her- tenían intereses diferentes y difíciles de
12 armonizar. En numerosas ocasiones la jora de la higiene y el conocimiento en Facultad de Medicina había solicitado las clases populares. Propago el uso del la construcción de un hospital clínico, suero antidiftérico. que no condicionara la enseñanza, sino que la sirviera con todas sus conse- Dentro de este afán publicista y educa- cuencias. Pero la excusa de las autori- dor, creó y sostuvo entre 1900 y 1936 dades españolas era siempre la misma: la revista La Medicina de los Niños, que la falta de recursos, y la dejadez de la recogía trabajos de la cátedra, artículos enseñanza en todos los niveles. Estos de puericultura y noticias de interés hechos sirvieron para activar los planes pediátrico. A el se deben la creación en de construcción del nuevo Hospital Clí- 1902 de las Pólizas de Protección Infan- nico14, cuyas obras empezaron en 1895. til, que daban una cantidad en metálico y un diploma a las madres que conse- Pero Martínez Vargas no admitía de- guían criar a sus hijos sanos, al finalizar mora en desplegar sus planes e ideas. el primer año de vida. En 1904 dio un Obtenidas algunas camas para hospita- Curso de Maternología y Puericultu- lización, abre un consultorio para niños ra en la Escuela Normal de Barcelona, de pecho, que es al mismo tiempo una que marcará caminos a seguir para re- escuela de madres, donde se dan nor- ducir la mortalidad infantil. El Museo mas de Puericultura. Pediátrico abrió sus puertas en 1905, en el edificio de la nueva Facultad de En 1893 y 1894, publico su Tratado ele- Medicina, con el propósito de ser una mental médico-quirúrgico de la infan- exposición presencial de las normas de cia, en dos volúmenes. higiene y puericultura. Fue el iniciador de las Escuelas ambulantes de Pueri- Elegido miembro de la Academia de cultura, que pretendían llevar estos Medicina de Barcelona en 1894, su conocimientos a todas las poblaciones discurso de ingreso verso sobre “Con- y zonas rurales; así como el inspirador ceptos y tratamiento modernos de las de los negociados de Paidofília en los diarreas infantiles”. En 1895 fue presi- ayuntamientos. dente de la Academia Medico-Farma- céutica de Barcelona, y en 1986 socio En 1907 tradujo del francés el Trata- de la Academia de Higiene de Cataluña. do de Enfermedades de la Infancia de Comby. En 1910 y 1911 apareció su tra- Su interés por la higiene infantil y la ducción del alemán del libro de Pfaund- pediatría social15 son manifiestos. En ler y Schlossman Tratado Enciclopédico estos años da charlas y conferencias de Pediatría, en cuatro volúmenes, en escuelas y ateneos obreros, com- con un prólogo y algunos capítulos de partiendo la estrategia desplegada por su autoria. Estas obras permitieron la otros profesores de la Universidad y difusión en España del conocimiento promovida por el mismo Rector –el científico de las dos escuelas de pedia- doctor Rodríguez Méndez, catedrático tría más importantes del momento. En de Higiene--, de hacer extensivos los 1915 publico su Tratado de Pediatría, conocimientos de la ciencia moderna a donde establece el corpus doctrinal de todas las clases sociales, especialmen- la especialidad, y que culmino en 1946 te a las privadas de instrucción formal. con el Tratado enciclopédico de Pedia- Con ello se pretendía contribuir a mini- tría; entremedio, una larga lista de pu- mizar las luchas de clases, tan frecuen- blicaciones sobre patología infecciosa tes en aquella época, a través de la me- infantil, en particular sobre la difteria,
13 y sobre el lactante: Enfermedades del constitución de la Sociedad Pediátrica niño recién nacido, en 1941, ya fuera Española, en 1912 en Barcelona, presi- de la cátedra. dida por Andrés Martínez Vargas y for- mada mayormente por los miembros y Su conocimiento de idiomas le facilitó colaboradores de su cátedra, permitía la asistencia a numerosos congresos in- visualizar la existencia de una especia- ternacionales en los que participó como lidad médica diferenciada científica y representante oficial u oficioso de Espa- asistencialmente, con unos profesio- ña. 1888 delegado del Gobierno en el I nales dedicados a ella. El Primer Con- Congreso Internacional de la Tubercu- greso Español de Pediatría16, en Palma losis; 1895 Congreso de Obstetricia, Gi- de Mallorca en 1914, presidido por necología y Pediatría en Burdeos; 1897 Martínez Vargas y el secretario general XII Congreso Internacional de Medicina Antoni Alorda Servera, fue la presenta- en Moscu; 1900 XIII Congreso Interna- ción en sociedad de la singularidad de cional de Medicina en Paris; 1903 XIV la Pediatría. Congreso Internacional de Medicina en Barcelona; 1904 Miembro del Consejo En la vida universitaria de Martínez Var- permanente del I Congreso Interna- gas podemos distinguir claramente dos cional de Higiene Escolar (Nurenberg); periodos. En la primera etapa (1888- 1905 I Congreso Internacional de la Go- 1917), encontramos al profesor inquie- tas de Leche en Paris; 1906 Vocal del to y consagrado a la tarea de desarro- Patronato del II Congreso de Protección llar y consolidar la especialidad de la a la Infancia (Gotas de Leche) en Bruse- Pediatría y divulgar los conocimientos y las; 1907 II Congreso Internacional de las practicas de la Puericultura, con un Higiene Escolar en Londres; 1908 Con- marcado cariz social. Esto se canaliza a greso Internacional de la Tuberculosis través de la formación teórica (clases y en Washington; 1910 Secretario del libros de texto) y práctica (dispensario Congreso Español Internacional de la y sala) de los alumnos; así como la for- Tuberculosis en Barcelona; 1911 Presi- mación de los postgraduados (a través dente del III Congreso Internacional de de artículos en publicaciones médicas, Protección a la Infancia (Gotas de Le- congreso y sociedad científica); sin ol- che) en Berlín; 1912 Delegado español vidar su labor de publicista o educador al I Congreso de Patología Comparada sanitario (artículos divulgativos, confe- en Paris; 1917 Presidente de la Sección rencias, cursos, museo) y su preocupa- VII: Paidopatia, Puericultura, Materno- ción social por la protección de la infan- logía y Eugenesia del I Congreso Nacio- cia (gotas de leche, pólizas, negociados, nal de Medicina; 1926 Presidente del X etc.). Congreso Internacional de Protección a la Infancia y la Maternidad en Madrid; La segunda etapa (1918-1931) se ca- 1927 Congreso Panamericano de la racterizó por la creciente dedicación Tuberculosis en Córdoba (Argentina); a los cargos político-administrativos, 1929 Congreso Internacional del Ser- que desempeñó con un marcado cariz vicio Social en Praga; 1930 Delegado autoritario e ideológico, que despertó español al II Congreso Internacional de la animadversión del medio y creó una Pediatría en Estocolmo. especie de leyenda negra entorno a su figura. Las criticas en versos satíricos, Pasos importantes en la consolidación de los estudiantes de aquel tiempo, de la especialidad en España, fueron son demostrativas de su imagen públi- promovidos por Martínez Vargas. La ca. Entre 1918 y 1923 fue Decano de la
14 Facultad, destacándose en este perio- rácter fuerte y obstinado le reportaron do por su oposición a la celebración e logros incuestionables y fracasos no- implementación de las resoluciones torios. Si le fueron útiles en las tareas del Segundo Congreso Universitario académicas y sociales, le perjudicaron Catalán (1918), que deseaban tender en las responsabilidades político-admi- un puente entre la Universidad y la so- nistrativas y cívicas. Le cabe el merito ciedad catalana, a través de la catalani- de ser considerado el iniciador de la en- zación y autonomía de la Universidad, señanza de la pediatría y la puericultu- para tratar de superar el creciente di- ra modernas en Cataluña; y el demerito vorcio entre ambas17. Por el contrario, de no haber sintonizado con la corrien- leyó un discurso en catalán, en el Tercer te social predominante del catalanismo Congreso de Médicos de Lengua Cata- y republicanismo, adoptando una posi- lana18 (1919). También se manifestó su ción obstruccionista y reaccionaria que obstrucción a las tareas de elaboración han ensombrecido su imagen. del Estatuto de Autonomía de la Uni- versidad de Barcelona (Ley de Sileó) en En un trabajo de Historia de la Medici- 1919, que no llegó a implementarse. na, interesa destacar que se ocupó de Con el advenimiento de la Dictadura de estudiar, ordenar y dar a conocer los Primo de Ribera, su influencia política antecedentes históricos y las aportacio- e ideológica llego a la cumbre, siendo nes de los médicos españoles al campo nombrado Rector de la Universidad de de la Pediatría. Defendió la primacía Barcelona (1923-1927), senador del española en la descripción clínica de la Reino y Consejero de Instrucción Públi- Tos ferina; y publicó unas notas sobre la ca. No es de extrañar que con los vaive- Pediatría en la Facultad de Medicina de nes políticos de la época, «al jubilarse la Universidad de Barcelona19. (en 1931), fuese inicuamente persegui- do, dictándose una resolución del Mi- Martínez Vargas es considerado como nisterio de Instrucción Pública, en que el mas ilustre miembro de la prime- se decía que sus servicios no habían ra generación de pediatras españoles, merecido agradecimiento alguno», y el mas destacado representante en mientras que posteriormente «triun- los congresos internacionales de la fante el Movimiento, fue rectificada di- especialidad. Alguien lo califico como cha orden ministerial y substituida por «Néstor de los pediatras españoles» y otra de laudatoria». «Maestro de todos». En perspectiva, Martínez Vargas fue un aragonés vital, Durante la Guerra Civil española mar- imbuido del espíritu regeneracionista, chó a Pamplona, ejerciendo en el hos- que no acertó a participar del espíritu pital militar. Al terminar, volvió a Bar- novecentista predominante en la Bar- celona, siendo nombrado director del celona de su tiempo. Hospital de la Cruz Roja. En este centro, también dirigió la Escuela de Damas de A la jubilación de Martínez Vargas, fue la Cruz Roja (Enfermeras). nombrado profesor encargado de curso (1931-1933) el doctor Pere Martínez i Andrés Martínez Vargas era primo del García (Barcelona, 1897-1971) (figura político aragonés Joaquín Costa Mar- 3), que ya era profesor auxiliar de la tínez. Ambos bebieron de las mismas Facultad. Licenciado en Barcelona en fuentes intelectuales del Krausismo y 1920. Al año siguiente, ganó por opo- participaron de la ideología regenera- sición la plaza de jefe del Servicio de cionista española de la época. Su ca- Enfermedades de la Infancia en el Hos-
15 pital de la Santa Cruz de Barcelona. En tría, los cambios o transformaciones 1932, obtuvo la plaza de catedrático acaecidos en la Universidad de Barce- numerario de Pediatría en la Universi- lona durante los primeros años de la dad de Salamanca. República, no fueron traumáticos21. Estimuló la creatividad y participación Como profesor encargado de curso, de todos sus miembros en las tareas estuvo auxiliado por destacados pedia- docentes e investigadoras, abriendo tras de reconocida capacidad docente, nuevas líneas de estudio en el campo como los doctores: Alfons Trias i Mai- de las enfermedades infecciosas y pa- xencs, Pere Calafell, Lluis Torres Martí20 rasitarias de la infancia. y Josep M. Sala i Ginabreda. Martínez García, hombre de talante liberal y Durante la vigencia de la Universidad abierto, con espíritu científico riguroso, Autónoma de Barcelona (1933-1939)22, procedía del grupo de inquietos pro- hubo dos cátedras de Pediatría. La se- fesionales catalanistas de la Academia gunda estaba ubicada en el Servicio de y Laboratorio de Ciencias Medicas, de Pediatría que dirigía el profesor Pere cuya entidad fue bibliotecario, dando Martínez García. Al terminar la Guerra un fuerte impulso a esta sección, que Civil, fue depurado y apartado de la cá- pasó a convertirse en la primera biblio- tedra. teca médica semipública, con 7.000 volúmenes y, 104 revistas periódicas En 1953 se incorporó a la Cátedra de recibidas regularmente. Pediatría de Cádiz, pero sus enemigos impidieron su traslado a la de Barcelo- Con él al frente de la Cátedra de Pedia- na. Su fecundo magisterio lo continuó Figura 3. “Imagen de grupo de la Cátedra de Pediatría, dirigida por el profesor Pere Martínez i García (señalado con una x), en el exterior del pabellón de Santa Victoria del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo… Barcelona 1933”. En: http://www.galeriametges.cat/galeria-fotografies. php?icod=EDEG#PrettyPhoto[gallery]/3/
16 ejerciendo en el Servicio de Pediatría En 1970, leyó su discurso de recepción del Hospital de la Santa Cruz y San Pa- en la Real Academia de Medicina de blo de Barcelona, lo que le permitió Barcelona, titulado: Pediatría y Peda- compatibilizarlo con la dirección de la gogía, donde pone de relieve la íntima Cátedra de Pediatría de la Universidad relación existente entre ambas, puesto de Navarra. que la Pediatría es una forma de Peda- gogía, y esta última, para ser eficaz, no Entre su bibliografía cabe destacar: la puede desconocer a la primera. Cuerpo traducción en 1927 del libro de A. B. y alma; materia y espíritu se funden en Marfan Afecciones de las vías digestivas la Puericultura. La influencia de Lluis en la primera infancia; la traducción y Vives está presente y vigente en la fi- adaptación del Tratado de enfermeda- losofía de este profesor, que supo dar des de los niños, fundado por E. Feer y a la clínica la categoría que merecía, sin publicado en 1947; y su ponencia Clí- olvidar la investigación aplicada. nica y tratamiento de la Leishmaniasis visceral infantil, presentada en el VII El profesor Gregorio Vidal Jordana (Za- Congreso Español de Pediatrías, cele- ragoza, 1896-Barcelona, 1980) (figura brado en Barcelona en 1952. En 1954 4) cursó la carrera de medicina en la ingreso, por oposición, en el Cuerpo de Universidad de Zaragoza, donde se li- la Inspección Médica Escolar. cenció en 1918. Amplió estudios en Pa- Figura 4. Gregorio Vidal Jordana (1896-1980). “Gregorio Vidal Jordana, en primer plano con ga- fas, con otros médicos y enfermeras de Urgencias del Hospital Clínico de Barcelona durante la Guerra Civil. Barcelona, septiembre 1936. [Solidaridad Obrera, 27 de septiembre 1936]”. En: http://www.galeriametges.cat/galeria-fotografies.php?icod=GJK
17 ris, y se doctoró en 1922, con la tesis: Persona capaz, inteligente y honesta, Nuevas orientaciones en la fisiología las desfavorables circunstancias de la y fisiopatología de la nutrición del lac- Guerra Civil, con su cohorte de confu- tante. En 1926 obtuvo, por oposición, sión, inestabilidad y problemas agra- la cátedra de Pediatría de Valladolid. vados en la postguerra, con el forzado exilio interior, impidieron el pleno de- Llego a la cátedra de Pediatría de Bar- sarrollo de su labor docente e investi- celona en 1933, en virtud de un concur- gadora. so de traslado. Coincidió con los cam- bios organizativos que acompañaron a Bibliografía la implantación de la autonomía en la Universidad de Barcelona23. En ningún 1. Usandizaga, M. Historia del Real Colegio de Cirugía de Barcelona. Barcelona, Insti- momento manifestó reticencia alguna tuto Municipal de Historia, 1964 a la nueva situación. También, practicó la cirugía. A su llegada a Barcelona, fun- 2. Corbella, J. La restauración de la facultad de medicina de Barcelona en 1843. Orbe do “Anales de Pediatría. Archivo de la Médico, 1972, I 85), 27-33 Cátedra de Pediatría de la Facultad de 3. Hierro Alberich, P. La enseñanza de la obs- Medicina de Barcelona”, iniciada en tetricia en la facultad de Medicina de Bar- 1934 y publicada hasta 1936, que bajo celona, 1843-1906. (Tesis), Universidad de su dirección, pronto alcanzó la primacía Barcelona, 1974 científica entre las de su especialidad. 4. Calbet Camarasa, JM; Corbella, J Dicciona- ri Biogràfic de Metges Catalans. Barcelona, Durante la Guerra Civil desempeño Fundació Salvador Vives Casajuana-Semi- el cargo de director del Hospital Clíni- nari Pere Mata U.B., 1981-1983 co y Provincial, en circunstancias muy 5. Corbella, J. Historia de la Facultat de Me- difíciles en todos los sentidos, pero dicina de Barcelona 1843-1985. Barcelo- manteniendo un buen nivel científico na, Fundació Uriach 1838, 1896. p. 99-101 y asistencial24. Terminada la contienda 6. La Independencia Médica. Barcelona, en 1939, fue denunciado, represalia- 1-XI-1869 do, privado de su cátedra y de la plaza 7. Escudé Casals, M. El inicio de la pediatría del hospital, y encarcelado durante dos hospitalaria en Cataluña. La obra asisten- años. Después, tuvo que trabajar de cial y científica del Dr. Vidal Solares. (Te- manera oscura, hasta su reingreso un sis) Universitat de Barcelona, 1984 Escudé año antes de la jubilación. Casals, M. Los «Archivos de Ginecopatia, Obstetricia y Pediatría» (1888-1922). Gim- bernat, 1986, 5, 127-137 Su interés investigador se centró en los problemas nutritivos y metabólicos de 8. Ramis i Coris, J. Algunes institucions pe- diàtriques a Catalunya. En: I Congrés Inter- la infancia, publicando los siguientes nacional Història de la Medicina Catalana. libros: Tratamiento del raquitismo por Barcelona, Editorial Scientia, 1970, vol.II, los alimentos irradiados (1928); Nue- p. 387 Pi Ferrer, A. El començament de la vos resultados de la profilaxis de la pediatria com a especialitat. : I Congrés In- Difteria (1928); La diátesis en Pediatría ternacional Història de la Medicina Catala- na. Barcelona, Editorial Scientia, 1970, vol. (1930); Trastornos nutritivos del lactan- II te (1935); Enfermedades por carencia 9. Granjel, L.S. Historia de la Pediatría Espa- en la infancia (1945); Nefropatías en ñola. XVI Congreso Internacional de Pedia- la infancia (1949), y la traducción del tría, Barcelona, 1980 Tratado de Patología Quirúrgica de la 10. Escudé i Aixelá, M. M. L’inici de Infancia, de E. Golvibant. l’ensenyament de la Pediatria a la Uni-
18 versitat de Barcelona. En: Història de la segle. Barcelona, Fundació Uriach 1838, 1996 Universitat de Barcelona. I Simposi, 1988. Barcelona, Publicacions Universitat de 19. Martínez Vargas, A. La Pediatría en la Fa- Barcelona, 1990, p. 365-371 cultad de Medicina de Barcelona. La Me- dicina de los Niños, Octubre 1921-Marzo 11. Castellsaguer, J. El Dr. Martínez Vargas. Ar- 1922 chivos Médicos Biográficos, 1951, 3 20. Torres Marti, L. Notas históricas de distin- 12. Corbella, J. Història Fac. Med. Bcn. Op. tos servicios: Pediatría y Puericultura. En: cit., p.233-234 Jornadas conmemorativas del Cincuente- nario del Hospital Clínico y Provincial de 13. Peyrí Rocamora, J. Apuntes no velografia- Barcelona. Barcelona, 1959, p. 125-132 dos de un estudiante de medicina nove- centista. Medicina Clínica, 1944, II 21. Martínez García, P. Factores de refor- ma universitaria. Conferencia dada en la 14. Pedro y Pons, A. De las antiguas faculta- «Agrupación Escolar de l’Acadèmia i Labo- des de Medicina al Hospital Clínico. Medi- ratori de Ciències Mèdiques», en la sesión cina & Historia, 1964, nº 17-3. inaugural del Curso 1933-34. Butlletí de 15. Callabed, J. Andrés Martínez Vargas y su l’Agrupament Escolar de l’Acadèmia de latido social por la infancia (1861-1948). Ciències Mèdiques, 1934, I, 12 Barcelona, Club de Pediatria Social, 2016 22. Ribas Massana, A.; Ribas, F. La Universitat 16. Fleta Zaragozano, J. I Congreso Nacional Autònoma de Barcelona (1933-1939). Bar- de Pediatría. Palma de Mallorca 1914. Par- celona, Edicions 62, 1976 ticipación de Martínez Vargas. En: Act. IX 23. Universidad Autónoma de Barcelona. Fa- Congr. Nac. Hist. Med. Zaragoza, Ayunta- cultad de Medicina. Organización. Régi- miento de Zaragoza-Universidad de Zara- men de estudios. Programa de cursos para goza, 1989, II, 537-541 el año 1933-34. Barcelona, 1933 17. Puig i Reixach, M. Els Congressos Universi- 24. Calbet, JM.; Corbella, J. Diccionari Bio- taris Catalans. Barcelona, Undarius, 1977 gràfic de Metges Catalans. Barcelona, Fun- 18. Ramis, J. Els Congressos de Metges i dació Salvador Vives Casajuana-Seminari Biòlegs de Llengua Catalana: gairebé un Pere Mata U.B., 1981-1983
19 La Medicina de los Niños Miguel Ángel Zafra Anta*; Pedro Gorrotxategi Gorrotxategi** *Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Fuenlabra- da, Madrid **Centro de Salud Pasaia San Pedro, Pasajes, Gipuzkoa Miembros del Grupo de Historia de la Asociación Española de Pediatría Conceptos en el estudio de La Martínez Vargas refiere que aunque en revista “La Medicina de los Ni- 1900 se disponía de las revistas de Ulecia, ños” la Gaceta Médica Catalana y la de Obste- tricia, Ginecopatía y Pediatría de Barcelo- La revista “La Medicina de los Niños” (MN), na, sintió la necesidad de crear una revista subtitulada: “Revista mensual dedicada a especial de pediatría5. La MN se editó en la higiene, patología y terapéutica de la in- Barcelona desde enero de 1900 hasta ju- fancia” fue fundada y dirigida por Andrés nio de 1936; se truncó en esa fecha con el Martínez Vargas (1861-1948), catedrático inicio de la Guerra Civil Española. Era de de Enfermedades de la Infancia en Barce- periodicidad mensual, escrita en castella- lona desde 1892 hasta 1931, fecha de su no, con secciones de trabajos originales, jubilación1-4. Martínez Vargas fue decano presentación de casos clínicos, anuncios de la Facultad de Medicina desde 1919 y sección oficial, reportajes, noticias, bib- hasta 1923, fecha en la que fue nombra- liografía comentada y traducciones de do rector de la Universidad de Barcelona artículos completos o resúmenes de revis- (figura 1) tas extranjeras, y consejos a madres. Tenía Figura 1. Martínez Vargas, en el despacho de estudio de su domicilio, recién nombrado rector de la Universidad de Barcelona (14-11-1923). Imagen adquirida al diario ABC para su difusión en este Cuaderno. Autor: Josep Brangulí. Localizable en: https://www.abc.es/archivo/fotos/el-ilustre-dr-martinez-vargas-en-el-despacho- de-estudio-de-su-7131215.html
20 publicidad patrocinadora en las primeras menos (figura 2). y en las últimas páginas del número, dif- erenciadas del texto científico. Muchos Imagen propiedad del autor. El Sumario del artículos se citan en el repositorio Library número se escribía en el margen izquierdo of the Surgeon-General’s Office (preceden- de la contraportada. La publicidad de los te de PubMed). productos farmacéuticos de Luis Amargòs figuraban en la contraportada del núme- No puede ser el propósito de este artículo ro de la revista que se muestra. Luis Am- resumir los contenidos de 36 años y medio argòs fue doctor en Farmacia y ayudante (37 tomos), 12 números anuales, más de honorario de la Cátedra de Enfermedades 1000 trabajos, más de 188 referencias in- de la infancia de Barcelona (Sección de ternacionales, más de 200 artículos firma- Química) dos por Martínez Vargas (de las 526 refer- encias totales de este autor, en ocasiones Introducción repetidas en varias revistas, en la obra de Juan Luis Morales6). Inicialmente tenía 32 La historia de la medicina y de la pedi- páginas de texto. Buscaremos situar la re- atría y puericultura, está tomando in- vista principalmente en su circunstancia terés progresivamente por los aspectos científica, académica y de educación médi- sociales y culturales del pasado. Los his- ca de la Cátedra de Pediatría de Barcelona, toriadores profesionales no se centran subrayando en todo momento que el prin- predominantemente en los grandes cipal protagonista era Andrés Martínez protagonistas médicos de la profesión Vargas, pero no era el único ni mucho y su especialidad, ni tampoco en situar Figura 2. Portada y contraportada de “La Medicina de los Niños”, nº 112, tomo X, abril de 1909
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