Organización interna y orientación filosófica en la biblioteca de Hernando Colón
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Organización interna y orientación filosófica
en la biblioteca de Hernando Colón
Internal organization and philosophical orientation in the Ferdinand Columbus’s Library
Diego GARCIA CAÑAS
Facultad de Comunicación y Documentación, Universidad de Murcia, Campus Universitario de Espinardo s/n,
Murcia (España), diego.garciac@um.es
Resumen Abstract
En este artículo se examina un proyecto de gran inte- This work examines a project of great interest for
rés para la organización del conocimiento como lo fue knowledge organization as it was the library created by
la biblioteca creada por Hernando Colón en el siglo Hernando Colón in the XVI century. For its resources,
XVI. Por sus recursos, por su extensión y por su capa- its extension and its ability to expand itself reveals
cidad de expandirse revela características inusuales some unusual characteristics for that period of time,
en su tiempo, anticipando en gran medida nuestros ac- foreseeing to a large extent our current documentation
tuales sistemas documentales. Presentamos primera- systems. We firstly present its bibliographic repertoire
mente sus repertorios bibliográficos como un conjunto as a group of interconnected catalogues and from this
de catálogos interconectados y a partir de esto consi- we consider a philosophical base which help us to find
deramos una base filosófica que nos ayuda a encon- a meaning and a general orientation to understand the
trar un sentido y una orientación general para entender real effect for the hernandina enterprise. We relate the
el verdadero alcance de la empresa hernandina. Rela- bibliographic organization of Hernando Colón to Eras-
cionamos la organización bibliotecaria de Hernando mus, Raymond Lull and mainly to the view of the uni-
Colón con Erasmo, Ramon Llull y sobre todo con la verse of Nicholas of Cusa, but also with the late Middle
visión del universo de Nicolás de Cusa, pero también Ages cartography; and finally, it is highlighted here the
con la cartografía tardomedieval; y finalmente se des- historical importance of this project that place our-
taca aquí la importancia histórica de este proyecto que selves in the beginning of the documentary activity,
nos sitúa en el origen mismo de la actividad documen- connecting it with Paul Otlet and searching for a com-
tal, vinculándolo por ello con Paul Otlet y buscando un mon nexus that allows to link both with the utopian
nexo común que permita unir a ambos con el pensa- thinking of Francis Bacon.
miento utópico de Francis Bacon. Keywords: Colón, Hernando. Biblioteca Colombina.
Palabras clave: Colón, Hernando. Biblioteca Colom- Renaissance. Bibliographic repertoires. Knowledge or-
bina. Renacimiento. Repertorios bibliográficos. Orga- ganization. Philosophy. Universality. Cusa, Nicholas
nización del conocimiento. Filosofía. Universalidad. of. Otlet, Paul. Bacon, Francis.
Cusa, Nicolás de. Otlet, Paul. Bacon, Francis.
1. Introducción con creces la convierte en la colección más ex-
tensa y variada de su tiempo. La Biblioteca Co-
La figura de don Hernando Colón, uno de los hi- lombina o también llamada Biblioteca Hernan-
jos del primer Almirante de las Indias, debió de dina o Fernandina (ca. 1509–1539), pues es así
resultar un enigma para sus propios contemporá- como su propietario quería que se la conociera,
neos, tal como nos señala el filólogo y medieva- fue la obra de una mente con amplitud de miras
lista Klaus Wagner (2000, p.65). Amplios intere- que supo anticipar una visión de universalidad li-
ses de estudio y una fuerte curiosidad intelectual berada de prejuicios ideológicos y religiosos y
hicieron de este hombre polifacético un huma- que se interesó en el conocimiento en toda su ex-
nista, un lexicógrafo, un buen conocedor de las tensión y variedad; esta biblioteca habría de ser
ciencias y de las artes en su conjunto; pero tam- reconocida por ello como una verdadera “biblio-
bién un cartógrafo y un navegante, aunque entre teca universal”, toda una hazaña del Renaci-
todas sus actividades destacaría singularmente miento que en sus pretensiones de trascender
por haber sido un gran bibliófilo como lo será no fronteras conserva mucho del espíritu de con-
mucho después Conrad Gesner. A diferencia del quista que llevó al descubrimiento del Nuevo
bibliógrafo suizo, la pasión de Hernando Colón Continente.
por coleccionar libros le llevaría no sólo a crear
un registro bibliográfico de miles de obras sino El conocimiento que hoy en día podemos tener
una biblioteca de dimensiones descomunales de la Biblioteca Hernandina se basa fundamen-
que llegará a albergar unos 15.300 libros, lo que talmente en algunas pocas fuentes documenta-
les de gran importancia como el testamento de
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Hernando Colón, el Memorial que dirigió a Carlos 2. Los repertorios
V en 1537 o la Memoria de las obras y libros de de la Biblioteca Hernandina
Hernando Colón escrita por el bachiller Juan Pé-
rez; junto a ello están también los propios reper- A diferencia de otras bibliotecas privadas del Re-
torios de la biblioteca y el tercio de los libros con- nacimiento, la Biblioteca Hernandina destaca no
servados hoy en la Biblioteca Colombina, en Se- sólo por sus dimensiones y por su verdadera pre-
villa, un material todo él consultado por diversos tensión de universalidad, sino por contar con un
estudiosos y que ha servido para ir poco a poco sistema de organización de sus fondos bibliográ-
descubriendo esta impresionante biblioteca en ficos muy funcional y novedoso. Los recursos de
su verdadera magnitud. Una obra importante catalogación de esta biblioteca crean una estruc-
para llevar a cabo esta tarea es el voluminoso tura compleja a partir de un conjunto de reperto-
Catálogo concordado de la Biblioteca Hernando rios bibliográficos interrelacionados, superando
Colón (1993-1995), publicado por Tomás Marín por ello a los catálogos convencionales, reduci-
Martínez, José Manuel Ruiz Asencio y Klaus dos fundamentalmente a inventariar o clasificar
Wagner; y entre algunos estudios reseñables de de un modo muy general una colección de libros.
la Biblioteca Hernandina y de Hernando Colón se Los repertorios de la Biblioteca Hernandina eran
encuentra la obra de Henry Harrisse (1872, bastante diversos, con uno incluso dedicado a or-
1887), la de Andrés A. Esteban Romero (1939) o denar grabados o estampas, aunque concreta-
la de los ya mencionados Marín Martínez (1970) mente los que mejor definen el sistema de cata-
y Klaus Wagner (1992, 2000), aunque probable- logación de esta biblioteca son los que presenta-
mente la investigación más completa sobre las mos a continuación, dedicados cada uno de ellos
múltiples facetas de Hernando Colón, y desde a registrar y organizar los mismos libros pero si-
luego la mejor contextualizada, es la que ha lle- guiendo criterios clasificatorios distintos entre sí.
vada a cabo recientemente el profesor Edward Libro de los Epítomes. De todos los repertorios,
Wilson-Lee (2019), quien ha sabido reivindicar la seguramente este sea el que forma la obra más
importancia de este bibliófilo y erudito más allá singular e interesante, consistiendo en una colec-
de los círculos especializados (1). ción de epítomes; es decir, resúmenes, sumarios
Nuestro propósito en el presente trabajo es con- o síntesis de una enorme cantidad de libros de
tribuir a difundir los estudios sobre Hernando Co- los que se ha intentado extraer sus contenidos e
lón. Lo que se pretende aquí, principalmente, es identificar cuáles son sus argumentos principales
considerar la organización interna de su biblio- (Figura 1). Ciertamente, Hernando Colón se sir-
teca y reconstruir parte de su orientación y sen- vió de un recurso de comprensión textual muy uti-
tido a partir de ciertos elementos filosóficos que lizado en el Medievo por hombres como Isidoro
son perceptibles en ella. Más en concreto se in- de Sevilla, si bien es cierto que el manejo que en
tentará mostrar los hilos básicos de su sistema este libro se hace de los epítomes es acometido
de catalogación buscando relacionar sus recur- a una gran escala, habiéndose sintetizado al me-
sos bibliográficos con ideas, a fin de evidenciar nos unas 2.000 obras, lo que podemos constatar
que la creación de esta biblioteca no es el resul- por el volumen recién aparecido en la Universi-
tado de una simple actividad de recolección, sino dad de Copenhague (Colón, 1522-1537). Este re-
una obra del pensamiento que refleja intereses pertorio está formado concretamente por una su-
de conocimiento y una filosofía de fondo que cesión de epítomes enumerados, ocupando por
hunde sus raíces en presupuestos centrales del lo general cada uno de ellos media página, aun-
Renacimiento. Ya desde el siglo XV comenzó a que en ocasiones son de mucha más extensión.
fraguarse una cosmovisión coherente y acorde a Normalmente en el epítome se indica el nombre
un ideal de universalidad que de algún modo Her- del autor o el título de la obra que se resume; y
nando Colón contribuirá a expandir, y uno de llama la atención que, en algunos casos, se
nuestros intereses precisamente es encontrar añade otro número que parece ser que remitía al
vínculos entre su biblioteca y este ideal. Además Índice Numeral (Marín Martínez, 1970, p. 375),
de esto, queremos darle importancia también a la otro repertorio al que nos referiremos. El Libro de
Biblioteca Hernandina pudiendo situarla dentro los Epítomes servía así pues para dar una des-
de una perspectiva de historia de los sistemas de cripción interna de las obras de la biblioteca, res-
clasificación bibliográfica o documental, en parti- catar sus ideas; propiamente dicho era un com-
cular relacionándolo con el pensamiento utópico pendio de libros, cuyo principal valor reside en
de Francis Bacon y la obra de Paul Otlet. haber sido convertido por Hernando Colón en
una herramienta bibliográfica al servicio de la or-
ganización bibliotecaria.
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proposiciones de este repertorio estaban ordena-
das alfabéticamente, pero cabe destacar además
que, en la versión conservada, a estas proposi-
ciones se les añade unos rectángulos vacíos que
al parecer iban a remitir a otros libros sobre el
mismo tema (ibid., p. 417 y 418), pudiendo agru-
par así obras con semejanza temática. En térmi-
nos documentales, queremos destacar que uno
de los rasgos lingüísticos de este repertorio es
que tiende a usar un lenguaje partiendo de pala-
bras convencionales en vez de buscar construir
un lenguaje artificial (Wilson-Lee, 2019, p.356),
apelando al valor pragmático de las palabras y
rechazando por lo tanto un criterio de clasifica-
ción basado en un control de vocabulario. Otro
aspecto de interés en este repertorio es que, se-
gún el bachiller Juan Pérez, la intención de Her-
nando Colón era recortar cada una de las propo-
siciones en tiras o “papelejos” para reordenarlos
luego (Memoria, 7, f. 10r r.), y esto nos hace pen-
sar que Hernando Colón podría estar ideando ya
una especie de sistema de fichas, lo que habría
supuesto un claro precedente del catálogo de
materias.
Índice General Alfabético (Abecedarium B). La
función de este repertorio es en gran medida
complementar y hacer prácticos los otros dos an-
teriores: aquellos describían los contenidos de
los libros y especificaban la materia de la que tra-
taban, pero no permitían organizar la colección,
imprimir en ella un orden, pues para esto era ne-
cesario crear un índice que sirviera para localizar
fácilmente los libros. Este repertorio era el más
completo de todos, registrándose en él los más
Figura 1. Epítomes 506 y 507 (Lib. Epít., f. 109v).
de 15.000 libros de la biblioteca (Marín Martínez,
1970, p. 486). Consistía, concretamente, en un
Libro de las Materias. Este otro repertorio, más índice de autores y títulos ordenados alfabética-
que una descripción sintética de los libros, era mente, aunque incorporaba además otra infor-
una especie de colección de proposiciones que mación significativa que ayudaba a diferenciar
expresan de manera escueta y concisa sus cada asiento bibliográfico. Además de especifi-
ideas. Estas proposiciones o frases daban noticia car autor —de conocerse— y el título, a menudo
de la materia de la que trataba un libro, especifi- se incluía el incipit, y en todos ellos se añadía la
cándose en ella al final el autor, de conocerse, y signatura topográfica. De todos modos, uno de
el título. Así, por ejemplo, una proposición del Li- los aspectos más interesantes de este repertorio
bro de las Materias como la siguiente (Lib. Mat. es que en muchos de los asientos se indicaba el
II, f. 28 r., cit. en Marín Martínez, 1970, p. 416): lugar y la fecha de publicación; y junto a ello, en
no pocos casos, también se especificaban los co-
Religionis quam tranquillus sit status et que sint pe-
rrespondientes números que la obra tenía en el
ricula eiusdem, difuse docet Mapheus Vegius in li-
bro de perseverancia religionis Libro de las Materias y en el Libro de los Epíto-
mes (ibid., p. 487-491). Así pues, por ejemplo,
nos informaría de que esta obra del humanista sabemos que los dos ejemplares de los Adagia
Mapheus Vegius versa sobre la tranquilidad del de Erasmo que había en la biblioteca y cuyas sig-
estado religioso y sus peligros. Algo que resulta naturas topográficas eran 2466 y 12910 fueron
interesante de este repertorio es que reordena publicados en Basilea (Ba.) en 1533, que su nú-
miles de pensamientos bajo una misma fórmula mero en el Libro de las Materias era el 3434 y en
(ibid.), organizando así con claridad multitud de el Libro de los Epítomes el 3130 (Memoria, 9, f.
temas y pudiendo remitirlos directamente a los li- 17 r.). Toda esta información ayudaba a que los
bros de la biblioteca en los que se trataban. Las otros repertorios pudieran ser fácilmente maneja-
dos, haciendo de este índice una de las obras
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claves dentro del sistema de organización de la haciendo honor a una biblioteca que pretendía
biblioteca (2). abarcar todo el conocimiento existente. Destaca-
mos, además, que las distintas disciplinas apare-
Índice Numeral de los libros (Registrum B). Mien-
cían como ciencias generales en las que muchas
tras que el Abecedarium organizaba los fondos
veces se especificaba una parte especial de ella
bibliográficos alfabéticamente, este repertorio lo
(theologia moralis hispanica; historia gallica)
hacía siguiendo un orden cardinal, enumerando
(ibid.), pudiendo pues combinar clases por seme-
los libros conforme a su posición determinada en
janzas, al modo de las actuales taxonomías. Es
la biblioteca. Generalmente, se señalaba el título
importante saber que la clasificación presu-
y el incipit, pero junto a esto se añadía también
puesta en este repertorio no fue creada según un
una descripción de los libros de carácter formal,
orden rígido; dicho orden no estaba basado en la
atendiendo a aspectos externos tales como la di-
subordinación de unas clases a otras, dando más
visión de la obra, el idioma, su forma estilística e
bien importancia a cada una de ellas, un hecho
informando además de la impresión y de datos
que es de capital importancia al superarse así las
concernientes a la compra (Marín Martínez,
restricciones doctrinales heredadas del Medievo.
1970, p. 564 y 565). La función principal del Re-
gistrum era establecer equivalencias entre la sig-
natura topográfica y el Abecedarium, y llama la 3. Aspectos filosóficos subyacentes
atención que esto es algo que en el repertorio –a Toda la empresa hernandina está orientada por
continuación de la parte de las descripciones– se un claro propósito de universalidad que en buena
llegaba a especificar ya sólo con números, esta- medida es típico del Renacimiento, aunque toma
bleciendo correspondencias entre las cifras de una dirección que es distinta a la del Renaci-
ambos índices (ibid., p. 582). Este repertorio ser- miento italiano. En los años que vivió en Roma,
vía en primer lugar, por lo tanto, para hacer más Hernando Colón conocería algunas de las colec-
manejable el Abecedarium y para localizar con ciones de libros más importantes de su tiempo, si
facilidad los libros, pero paralelamente ayudaba bien es verdad que sus expectativas no encaja-
a complementar la información descriptiva de los ban con el modelo de biblioteca perfecta como el
libros y planteaba ya la posibilidad de organizar que propusiera Tommaso Parentucelli, cuyo plan
la catalogación mediante guarismos. exigía descartar obras menores o de poco pres-
Índice de Autores y Ciencias. El conjunto de los tigio para crear una colección selecta y mayor-
repertorios elaborados por Hernando Colón su- mente sólo con obras en latín y griego (Wilson–
ponía una verdadera herramienta de organiza- Lee, 2019, p. 203). La Biblioteca Hernandina se
ción bibliotecaria, aunque resultaba deficiente sin formaría en cambio sin seguir unas pautas orto-
un esquema del conocimiento al que remitir cada doxas, descartándose el canon de armonía y or-
libro, creando para ello tardíamente este nuevo den de los italianos, y sin reducir sus intereses no
repertorio. A pesar de quedar muy incompleto, el teológicos a los temas humanísticos, la matemá-
Índice de Autores y Ciencias nos permite recons- tica o a la idealidad platónica. Wilson–Lee ha
truir una clasificación que nos informa de los ám- destacado de hecho que Hernando Colón descu-
bitos de conocimiento que la biblioteca alberga. brirá en el norte de Europa un mundo más com-
Los asientos bibliográficos en este repertorio plejo y cargado de abundancia que se alejaba del
suelen expresarse indicando el título y el autor de clasicismo de Roma (ibid., p. 276), lo que es muy
la obra, de conocerse; una palabra abreviada que probable que influyera bastante en su modo de
indicaba la ciencia en la que se enmarcaba; la entender el conocimiento. En la ciudad de Lo-
signatura topográfica o número del Índice Nume- vaina, en 1520, conocería a Erasmo, con el que
ral y una cifra, a veces, que se sospecha que re- compartirá la pasión por los libros y una idea de
mitía a una clasificación de grandes grupos temá- cristiandad como cultura universal con la que po-
ticos con la que se ordenaba la biblioteca (ibid., der ligar a las distintas naciones. Pensamos, no
p. 658). La clave de este repertorio se encon- obstante, que tampoco es posible hablar sin em-
traba, ciertamente, en aquella palabra abreviada bargo de un claro erasmismo en Hernando Colón
que remetía a una disciplina (“medi.” para refe- teniendo en cuenta que para este último aquella
rirse a medicina, por ejemplo). El número de dis- universalidad no debía quedar articulada desde
ciplinas consideradas era muy amplio, llegando a el latín, interesándose mucho —como podemos
la treintena (ibid., p. 656). Comprendía las artes constatar por los libros de su colección— por
liberales y mecánicas, las divisiones de la filoso- obras en lenguas vernáculas e incluso no cristia-
fía, el derecho, la medicina y también otras artes nas como el árabe. Esta apertura más allá de las
y ciencia que reflejan los intereses humanísticos fronteras latinas aproxima a Hernando Colón, y
y científicos de Hernando Colón. Todo el saber no poco, a un pensador como Ramon Llull, al que
de su tiempo se encontraba recogido en las dis- sabemos que llegaría a leer bastante (ibid., p.
tintas disciplinas que forman esta clasificación, 181), registrándose una treintena de libros de
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este sabio en el Abecedarium (De la Concha Del- afirmar que “la máquina del mundo tendrá el cen-
gado, 1992, p.328). Algo que caracteriza funda- tro en cualquier parte” (II, 12), introduciendo la
mentalmente a Llull es el hecho de haber sido un posibilidad de un orden relativo en el universo al
conciliador de culturas intentando fomentar el no existir un centro físico privilegiado.
diálogo entre religiones. A través de obras suyas
Esta imagen de un universo ilimitado guarda mu-
como las distintas versiones de sus Ars magna,
chas semejanzas con el propósito hernandino de
el filósofo mallorquín idearía procedimientos lógi-
crear una biblioteca cuya universalidad, en gran
cos para encontrar los elementos comunes de las
medida, debe asociarse a su expansión fuera de
grandes religiones, partiendo de la idea de que
todo límite. De algún modo en esta biblioteca se
existe una racionalidad de las creencias. En esta
contraía también una infinitud que en este caso
misma dirección, hemos de saber que Hernando
correspondía a la totalidad del saber, constitu-
Colón adquiriría libros de distintas lenguas y cre-
yéndose verdaderamente como el universo del
dos; y desde luego es del todo reseñable que uno
conocimiento. Al igual que en el cosmos del Cu-
de sus colaboradores más estrechos llegara a
sano, cada parte de este universo tendría un va-
ser el humanista Clenardus, quien sería conocido
lor propio al contraerse en él la divinidad, lo que
precisamente por manejar lenguas como el he-
en la Biblioteca Hernandina se refleja concreta-
breo y el árabe, así como por su vasta erudición
mente en la importancia que en ella se daba
en concreto sobre el Corán (Chauvin et Roersch,
hasta a la menor de las obras sin conceder tanta
1900-1901, p. 42).
preferencia, en cambio, a los libros canónicos o
De todas maneras, en el proyecto bibliotecario de a los comúnmente más prestigiados, de ahí que
Hernando Colón resulta posible rastrear también Hernando Colón descartara incluso adquirir an-
las ideas filosóficas generadas apenas un siglo tes obras mayores que pequeñas (Colón, 1872,
atrás por Nicolás de Cusa. Este filósofo desta- p. 211). La pérdida de un centro privilegiado en
caba por haber introducido la idea de infinito en esta biblioteca–cosmos rechaza por lo tanto la
la reflexión sobre el universo antes que Giordano idea de una ordenación jerárquica, y prueba de
Bruno. En su obra De docta ignorantia (1440), ello es la tabla de las ciencias que maneja para
donde se expone una teodicea y unas ideas so- organizar su colección, que como hemos visto ni
bre el cosmos que habrán de tener mucha impor- es una clasificación rigurosa ni impone una es-
tancia en la modernidad, el Cusano concebiría a tructura de orden determinado. Cada ejemplar de
la divinidad como infinito, y por lo tanto como algo la biblioteca aparece más bien como una realidad
inconmensurable, no pudiendo conocerse más propia y singular, dándose acogida a toda clase
que mediante conjetura. Tal idea le servirá de de temas, formatos, distintos estilos e idiomas,
partida para establecer una oposición radical en- para componer así una colección formada por
tre el cosmos y el ser absoluto, entre la finitud y grados diversos y que sea un compendio de la
la infinitud divina, lo que permite abrir una vía de multiplicidad del universo más allá de los límites
estudio y de comprensión del cosmos desde sus fijados por el modelo unitario y dogmático cató-
propias características empíricas. Para salvar lico (3). Precisemos, además, que el ideal de Ni-
esta brecha entre dos realidades distintas, sin colás de Cusa estaría presente en Hernando Co-
embargo, el Cusano entenderá que hay un nexo lón al procurar ajustar no obstante su biblioteca a
que permite establecer un vínculo entre el mundo la medida del hombre, puesto que no parece que
y su creador, concibiendo que Dios se contrae en se intentara reproducir el orden del conocimiento
el universo siendo “la infinitud contracta” (II, 4). como si se tratara de una pauta externa, sino dis-
Esta idea de contracción (contractio) será suma- ponerlo más bien desde el pensamiento. Para Ni-
mente relevante en la filosofía posterior, llegando colás de Cusa captar la multiplicidad del cosmos
de algún modo hasta Hegel, pues permite salvar exigía hacerlo desde las abstracciones de la
al universo de una concepción puramente mate- mente y no desde las esencias de las cosas
rialista y concederle una procedencia divina que (Cassirer, 2004, p. 77), implicando así de lleno de
lo liga con la infinitud. Es importante saber que un modo activo al alma humana. De tal forma se
para este filósofo el universo lo forman cosas par- podía aspirar a una conciliación entre lo uno y lo
ticulares, de ahí que Dios se contraiga entonces múltiple, un ideal perseguido durante todo el Re-
en el universo no de un modo general, sino en nacimiento y que pensamos que Hernando Colón
cada una de aquellas cosas; y algo que destaca, se encargará de realizar en un proyecto bibliote-
a su vez, es que el universo por lo tanto no será cario que servía para unificar la complejidad del
tomado como una masa homogénea, sino que en conocimiento en un todo ordenado que es capaz
él existe la diversidad, y por eso se nos dirá que de respetar las diferencias entre las distintas ra-
todas las cosas son en grados diversos (II, 5). En mas del saber y, por encima de todo, de no asfi-
general, con esta filosofía Nicolás de Cusa vino a xiar al alma humana en la inmensidad de un uni-
difundir una visión de universo ilimitado que con- verso sin límites por tratarse de una empresa que
trastaba con la de la Edad Media, sobre todo por
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procura volver a los hombres más sabios facili- y al que caracteriza que incluye, junto a su ri-
tándoles las ciencias “en más breve tiempo y a queza en el detalle geográfico, una descripción
menos costa” con la voluntad siempre de que el verbal de los territorios, de los mares e incluso de
conocimiento pudiera reducirse en extensión y aspectos astronómicos, lo que en gran medida
servir para “regir el mundo”: tal parece que fuera podría asemejarse bastante a las descripciones
el deseo de Hernando Colón, como bien señala de la Biblioteca Hernandina recogidas en el Libro
el bachiller Juan Pérez (Memoria, 4, f. 4 v.). de los Epítomes. Una diferencia fundamental que
encontramos en cambio en la creación de Her-
Quisiéramos advertir también que el fondo filosó-
nando Colón es que, a diferencia del mapa de
fico rastreable en la empresa hernandina no se
Fra Mauro, su visión del mundo llega a acoger el
agota sin embargo en referencias que provienen
Nuevo Continente abarcando así todo el universo
de las letras o del pensamiento, sino que tam-
del conocimiento; y pensamos también que,
bién, en particular, encontramos elementos de in-
frente al aspecto visual y narrativo del mapa de
terés en fenómenos tales como la cartografía, a
Fra Mauro, el espíritu cartográfico de Hernando
la que el hijo del célebre navegante genovés es-
Colón procura incluir en su sistema bibliotecario
taría muy ligado a lo largo de su vida. Como su-
una orientación para facilitar la navegación por el
cede con otras mentes polifacéticas del Renaci-
vasto océano de libros que acumula, pudiendo en
miento, la falta de una filosofía programática en
este caso encontrar semejanzas más bien con
este hombre no nos permite comprender su obra
otro modo de hacer cartografía como el de los
desde una perspectiva meramente teórica, pu-
mapas portulanos. Estos mapas, utilizados y ela-
diendo descubrir más bien aspectos sobre su vi-
borados entre muchos otros por Cristóbal Colón,
sión de la organización del conocimiento en co-
fueron definidos para facilitar la navegación ma-
nexión con la práctica de creación de mapas.
rítima, los cuales incluían toda una compleja retí-
Descripción y cosmografía de España o Itinera-
cula marcando direcciones a partir de la rosa de
rios (1517-1523) es un buen ejemplo de los in-
los vientos para definir rumbos, un procedimiento
tereses cartográficos de Hernando Colón, una
que no era muy distinto, en el fondo, a la red de
obra en la que trataría de describir con gran de-
conexiones creadas por la catalogación de la Bi-
talle poblaciones de España y sus entornos, re-
blioteca Hernandina.
copilando multitud de noticias recogidas por in-
formantes que enviaba a todas las partes del te-
rritorio (Memoria, 1, f. 1 r.). Este procedimiento 4. Los inicios modernos
de trabajo puede verse reflejado en el modo en de la actividad documental
el que Hernando Colón ampliaba su biblioteca, Uno de los rasgos principales de la Biblioteca
enviando cada seis años a sus emisarios para Hernandina es que almacena y registra material
que recorrieran las rutas comerciales de los libros escrito e imágenes que proceden de todas las
(Wilson–Lee, 2019, p. 414), pero también en la partes del mundo, funcionando como una sede
creación misma de sus detallados repertorios bi- organizada que centraliza información. Ya sólo
bliográficos, verdaderos arcas de información; por esto es posible encontrar muchas semejan-
aunque en cualquier caso, las repercusiones de zas con un proyecto de clasificación de docu-
la tarea cartográfica aparecen sobre todo en el mentos como el que creara Paul Otlet a finales
hecho mismo de buscar elaborar todo un sistema del siglo XIX, en donde pensamos que cierta-
de organización bibliotecaria que pudiera repre- mente se reproducen bastantes aspectos esen-
sentar el universo del conocimiento. ciales de la tarea llevada a cabo por Hernando
Aun de un modo figurado, pensamos, en con- Colón. Existen, a decir verdad, muchos elemen-
creto, que es posible trazar un paralelismo con tos comunes entre ambos proyectos pese a que
algunos de los elementos propios de los grandes su filosofía de fondo difiera; la actividad de este
planisferios utilizados desde finales de la Edad último es la propia de un humanista y polímata
Media, como por ejemplo el de la Geographia de del Renacimiento mientras que la de Otlet es la
Ptolomeo reproducido por Nicolaus Germanus de una mente en buena medida burocratizada e
(1482). La Biblioteca Hernandina cuenta con una inspirada por los ideales del positivismo, aunque
división de las regiones del conocimiento al igual estas diferencias no impiden que sus obras com-
que Ptolomeo fijaba las latitudes y longitudes partan un mismo espíritu que coincide en aspirar
para organizar geométricamente el espacio, aun- a la universalidad y crear los recursos necesarios
que en el caso de la biblioteca aplicando una ta- para organizar grandes masas de información
bla de las ciencias para ordenar los libros en vez con eficacia y valiéndose de procedimientos no-
de diferenciar regiones por climas. Otro parale- vedosos. Es significativo, por ejemplo, que la em-
lismo con la cartografía de su tiempo podemos presa hernandina, además de contar con aque-
encontrarlo en Il mappamondo di Fra Mauro (ca. llos emisarios que adquirían libros viajando por
1450), uno de los grandes mapas de este tiempo Europa, tuviera a su disposición colaboradores
García Cañas, Diego. Organización interna y orientación filosófica
en la biblioteca de Hernando Colón. // Scire. 27:2 (jul.-dic. 2021) 21-29.27
dedicados a sintetizar y clasificar las obras de su Imaginando la isla de Bensalem, el filósofo inglés
biblioteca –propiamente dicho estos serían los había concebido una civilización técnica y cultu-
llamados “sumistas” (Memoria, 4, f. 4 v. y 5 r.)–; ralmente muy avanzada, proyectando en ella un
una tarea basada en equipos de trabajo y que ca- ideal de sociedad regida por una institución de
racterizará igualmente al Instituto Internacional sabios a la que llamará la Casa de Salomón.
de Bibliografía (IIB) siglos después. La Biblioteca Cada cierto tiempo, algunos de sus miembros
Hernandina y el IIB pueden llegar a concebirse emprendían viajes marítimos para recaudar infor-
en realidad como organizaciones, confiándose mación de lo que sucedía en otros países leja-
en la colaboración de otras personas al tenerse nos, preocupándose sobre todo de asuntos con-
consciencia de la magnitud de estas obras; y en cernientes a ciencias, artes o descubrimientos y
ambos casos cabe decir que tales organizacio- trayendo libros y todo tipo de instrumentos no
nes llegan a tener un alcance universal no sólo al para acumular riquezas, sino para obtener cono-
intentar crear un registro completo de todo el sa- cimiento (Bacon, 2020, p. 40 y 41). La Casa de
ber humano, sino al sobrepasar fronteras de Salomón se presenta como toda una estructura
facto y no agotarse en expectativas nacionales, institucional a servicio del conocimiento y basada
un rasgo en concreto que, a nuestro juicio, vin- fuertemente en la experimentación, disponiendo
cula más a Otlet con Hernando Colón que con la de un gran número de laboratorios a fin de modi-
Enciclopedia francesa. ficar la naturaleza y fomentar el desarrollo de la
ciencia y de la técnica. Destaca el hecho de que
En términos directamente relacionados con los
esta sociedad contaba con distintos niveles de
recursos técnicos, podemos decir que la Biblio-
organización, definiendo incluso clases dentro de
teca Hernandina anticipa en muchos aspectos la
sus miembros según las funciones que habían de
ingeniería documental del IIB. El propósito de
desempeñar, como por ejemplo los Comercian-
Otlet de construir un Repertorio Bibliográfico Uni-
tes de la luz, que eran los encargados de traer
versal (RBU) a partir de un conjunto de reperto-
libros; los Hombres del misterio, los que coleccio-
rios distintos (IIB, 1905, p. 25 y ss.) hemos visto
naban experimentos; o los Inoculadores, que
que es una idea que aparece ya con Hernando
eran los que ponían en funcionamiento los expe-
Colón, quien distingue tipos de registros para or-
rimentos y los divulgaban (ibid., p. 73 y ss.).
ganizar información con criterios bibliográficos di-
ferentes. Así mismo, en Hernando Colón aparece Algo que nos interesa especialmente advertir es
ya prefigurado un sistema de clasificación com- que esta construcción utópica de Bacon anticipa
plejo que combina la descripción formal de los li- no poco la tarea documental, como ya han sabido
bros con la de sus contenidos, e incluso intenta ver algunos estudiosos (Reyes Ortiz et al., 1981).
normalizar tales descripciones mediante guaris- El espacio del saber que forma la Casa de Salo-
mos y signos con cierto carácter simbólico, un món no es, en realidad, muy distinto tampoco al
propósito que revela ya las intenciones básicas ideado por Hernando Colón en su biblioteca, en-
de querer crear un sistema de clasificación para contrándonos en él también el propósito de ad-
organizar una biblioteca universal, no difiriendo quirir conocimientos de todas partes e involu-
en sus expectativas con las del ideario de la Cla- crando además una organización bien desarro-
sificación Decimal Universal. El célebre sistema llada, como viéramos. A nuestro juicio, la idea de
de fichas del RBU pudo haber sido también un crear un sistema complejo de recogida, transfor-
recurso concebido al menos, aunque no desarro- mación y difusión de información es una preten-
llado, por el talento clasificador de Hernando Co- sión común que vincula en general la obra de
lón; aunque seguramente ninguna otra cosa vin- Hernando Colón, Bacon y Otlet. Podemos encon-
cularía más la Biblioteca Hernandina con el pro- trar una relación entre ellos en la medida en la
yecto del IIB como el hecho de no limitarse sólo que sus proyectos son tres intentos utópicos de
a la adquisición de libros, sino recopilar también fundar una sede mundial del conocimiento a par-
panfletos, cartas o cualquier clase de escrito así tir de recursos institucionales bien reglados y
como imágenes, anticipándose antes que en bajo un criterio de practicidad. Todos ellos bus-
Otlet el concepto mismo de documento y la orga- can formar de algún modo una red de tráfico de
nización documental. información e involucrar a equipos de trabajo
para tal fin, si bien es cierto que la conexión más
La pretensión de rastrear información de todo el
fuerte entre la Biblioteca Hernandina, la Casa de
mundo con vistas a crear una sociedad del cono-
Salomón y el IIB radica más bien en su tendencia
cimiento es un ideal que cobra forma en la mo-
compartida a alcanzar un ideal de saber relacio-
dernidad principalmente a partir de la obra New
nado en el fondo con el augmentis scientiarum
Atlantis (1626) de Francis Bacon, aunque resulta
promovido por el propio Bacon. Aun usando me-
muy interesante apreciar cómo la Biblioteca Her-
dios distintos y estrategias filosóficas que tam-
nandina reproduce ya en esencia, y un siglo an-
poco son completamente semejantes ni compati-
tes, las ideas básicas de la utopía baconiana.
García Cañas, Diego. Organización interna y orientación filosófica
en la biblioteca de Hernando Colón. // Scire. 27:2 (jul.-dic. 2021) 21-29.28
bles, en cualquier caso, estas tres mentes utópi- proyecto de Hernando Colón tiende puentes con
cas sí que están buscando asentar a su modo las el ideal utópico de Bacon y con la obra de Otlet
mejores vías para facilitar el acceso a la informa- por su concepción de universalidad y por intentar
ción en beneficio del saber y el perfecciona- crear un espacio donde poder albergar todo el
miento humano. Así mismo, intentan poner en conocimiento humano recogiendo, transfor-
marcha el ejercicio de unas prácticas de organi- mando y difundiendo información, tres funciones
zación del conocimiento verdaderamente univer- básicas de la tarea documental. En este sentido,
sales y que con Otlet conducirán a una difusión Hernando Colón iniciaría en gran medida ya la
de la información todavía irrealizada por sus pre- tarea documental concibiendo una forma de or-
sentes, aun habiéndola anhelado, lo que nos per- ganizar el conocimiento a gran escala que se pre-
mite a fin de cuentas encontrar cierta continuidad serva en sus líneas básicas en nuestros días. Su
en sus proyectos, pudiendo tratar con perspec- obra, sin embargo, pensamos que no pude ser
tiva histórica algunos de los momentos más rele- entendida sólo desde los intereses más estre-
vantes en el desarrollo de los sistemas de clasifi- chos de la erudición y conforme a un simple im-
cación bibliográfica o documental. pulso de acumulación de saber, pues se refleja
en ella más bien una orientación que, como he-
5. Conclusiones mos visto, guarda parentesco con algunos de los
caminos abiertos por el pensamiento de su
La organización interna de la Biblioteca Hernan- tiempo, apareciendo, pues, como un gran pro-
dina a partir de un conjunto de repertorios es un yecto de organización del conocimiento que re-
recurso que ha demostrado tener mucha eficacia vela un ideal de armonía entre el individuo y el
para clasificar una gran cantidad de libros, pan- cosmos. Este ideal en Hernando Colón puede
fletos o imágenes. Concretamente los repertorios preservarse aun la magnitud del universo del co-
bibliográficos tales como el Libro de los Epíto- nocimiento en tanto que los medios que se utili-
mes, el Libro de las Materias, el Abecedarium y zan para representarlo, como sucede con los ma-
el Registrum permiten diferenciar distintos as- pas de este tiempo, no dejan de descubrirnos
pectos de un mismo documento, enriqueciendo nunca una medida humana, poniendo así pues a
la práctica de catalogación, y entre sus caracte- nuestro alcance y a nuestro servicio el dominio
rísticas principales está la capacidad de clasificar entero de las ideas producidas por nuestra espe-
considerando contenidos y especificando los te- cie para crear verdaderos sabios con capacidad
mas de los objetos que se clasifican, a lo que hay de regir el mundo.
que sumar las ventajas añadidas con el Índice de
Autores y Ciencias, con el que se consigue in- Notas
cluso enmarcar la colección de libros dentro de
una estructura general del conocimiento. Distin- (1) De este mismo autor, y en colaboración con el profesor
José Mª Pérez Fernández, cabe destacar también el tra-
guiéndose de las bibliotecas privadas italianas,
bajo titulado Hernando Colón's New World of Books. To-
hemos visto que la biblioteca de Hernando Colón ward a Cartography of Knowledge, publicado a principios
ofrece una apertura de fronteras que puede remi- de este año. Otros estudios de interés en nuestra lengua
tir a la aspiración de cristiandad defendida por serían Memoria de D. Fernando Colón (1893) de José
Gestoso y Don Hernando Colón. Su vida, su biblioteca,
Erasmo; aunque el interés en otras culturas y len- sus obras (1945), de Torre Revello.
guas la aproxima bastante más al propósito inte-
grador del diálogo interreligioso perseguido por (2) Advirtamos que este repertorio contaba a su vez con
otros recursos adicionales para representar los conteni-
Ramon Llull. A pesar de ello, hemos querido dos de los libros. Además de números, nos encontramos
mostrar que la visión de universalidad de la Bi- con símbolos para indicar tamaños de los libros, o si eran
blioteca Hernandina encaja bien con el ideal de traducciones, o si en él se defendía a cierto autor o se lo
universo de Nicolás de Cusa, desde donde es po- atacaba, etc., creando con ello un lenguaje pictográfico.
Como indica Wilson–Lee (2019, p.306), este lenguaje re-
sible hacer una interpretación del afán de abarcar cuerda en su forma al alfabeto que Tomás Moro había
el conocimiento como un cosmos, dando impor- incluido en la segunda edición de su Utopia. La especifi-
tancia a cada obra por formar una parte inte- cación detallada de estos símbolos podemos verla en
grante y esencial en el conocimiento aun no Memoria, 8, f. 11r–15r.
siendo canónica; además, la filosofía del Cusano, (3) Esto no quita que Hernando Colón fuera fiel a la Iglesia
que pierde intencionadamente la centralidad del Católica Romana, aunque lo decisivo está en que sus
cosmos, es seguramente una de las mejores for- convicciones no llegan a repercutir en la organización de
su biblioteca. Como bien nos indica Klaus Wagner (2000,
mas con las que pudiera leerse el propósito her- p.68), algo así explica por qué Hernando Colón atesoraría
nandino de no organizar una biblioteca desde una importante colección de obras que versan sobre la
una orientación religiosa o ideológica determi- Reforma.
nada, relacionándola así con una idea de mucha
relevancia en la astronomía y la filosofía de la
modernidad. Hemos señalado, además, que el
García Cañas, Diego. Organización interna y orientación filosófica
en la biblioteca de Hernando Colón. // Scire. 27:2 (jul.-dic. 2021) 21-29.29
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quatre cents pièces gothiques françaises, italiennes et la-
tines du commencement du XVIe siècle non décrites jus-
Enviado: 2021-09-18. Aceptado: 2021-09-24.
qu'ici précédée d'une histoire de la Bibliothèque Colom-
bine et de son fondateur. Paris: H. Welter.
García Cañas, Diego. Organización interna y orientación filosófica
en la biblioteca de Hernando Colón. // Scire. 27:2 (jul.-dic. 2021) 21-29.También puede leer
