Rahner y Ratzinger Encuentro y desencuentro de un simple teólogo y de un teólogo-papa
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SIGNOS DE LOS TIEMPOS Rahner y Ratzinger Encuentro y desencuentro de un simple teólogo y de un teólogo-papa Xabier Pikaza * Antes que obispo, cardenal prefecto Ratzinger. Ambos se conocieron en una de la Congregación para la Doctrina de reunión de teólogos del año 1956 (J. la fe y Papa (Benedicto XVI), Joseph RATZINGER, Aus meinem Leben. Erinne- Ratzinger ha sido y sigue siendo un teó- rungen, München 2000, p. 82). Michel logo. Nació el 16 de abril de 1927 en Schmaus, profesor de dogmática de Baviera, Alemania. Estudió en la Facul- München, había suspendido el escrito de tad de Teología de Freising y en la Uni- habilitación de Ratzinger (un tipo de te- versidad de München, escribiendo unos sis doctoral para la docencia universita- libros básicos sobre san Agustín, san ria) y Rahner le ayudó a superar la crisis Buenaventura y sobre la fraternidad (a que le aprobaran la habilitación), de cristiana. Enseñó Teología Fundamental manera que con su ayuda Ratzinger en Freising y después en Bonn. Desde pudo convertirse en Catedrático de Teo- 1963 fue Catedrático de Dogmática e logía. A partir de ello se produjo un pri- Historia del dogma en Münster, pasando mer acercamiento entre ambos teólogos. en 1966 a Tübingen, donde formó parte Por otra parte, K. Rahner estaba muy sa- de uno de los claustros de teología más tisfecho de los artículos que el joven Rat- importantes del siglo XX. En esta reseña zinger había escrito para su Lexikon für de su obra teológica y eclesial, quiero Theologie und Kirche, especialmente por destacar sus relaciones con Karl Rahner, su espléndido trabajo sobre el infierno, que ha sido quizá el teólogo católico en el que Ratzinger superaba una visión más significativo del siglo XX, utilizando objetivista de la condena eterna, generosamente las noticias que ofrece abriendo un camino por el que se puede H. VORGRIMLER, en su obra ya clásica: aceptar la salvación final de todos los Karl Rahner. Experiencia de Dios en su hombres (sin negar por ello la justicia vida y en su pensamiento (Sal Terrae, de Dios ni la seriedad del pecado). Santander 2004). Ambos tenían una misma visión de la Rahner había nacido en 1904 y era, colegialidad de la iglesia, de forma que por tanto, veintitrés años mayor que escribieron juntos un famoso libro titu- * Ex catedrático numerario de Teología Dogmática. Universidad Pontificia de Salamanca. 2-123
Rahner y Ratzinger. Encuentro y desencuentro lado Episcopado y primado (1961; trad. nes totalmente distintas de las española Herder, Barcelona 1965), po- mías. Su teología –a pesar de que niendo de relieve el carácter colegiado y en sus primeros años había leído a fraterno de la comunión de las iglesias; los Padres de la iglesia– se hallaba totalmente modelada por la tradi- ése es un libro que ha marcado de algún ción de la escolástica suareciana y modo todas las reflexiones posteriores de su nueva recepción a la luz del sobre el tema. Más tarde, en el tiempo idealismo alemán y de Heidegger. de la primera sesión del Concilio, el año Era una teología especulativa y fi- 1962, colaboraron también en la redac- losófica, donde la Escritura y los Pa- ción del documento sobre “Las fuentes dres de la Iglesia no jugaban en úl- de la revelación”, publicando después timo término ninguna función im- un libro famoso, titulado Revelación y portante y en la que, sobre todo, la tradición (1965; trad. española en Her- dimensión histórica resultaba de menor importancia”. der, Barcelona 1971). Esos dos libros, dedicados a unos te- Ciertamente, la evolución posterior de mas que fueron centrales en el concilio Ratzinger ha mostrado que ellos termi- Vaticano II, han marcado y siguen mar- naron habitando “en dos planetas teo- cando la convergencia del Rahner ma- lógicos distintos”. Pero cuando Ratzinger duro y del joven Ratzinger en el des- añade que la teología de Rahner “se en- pliegue de la teología y de la vida de la cuentra `totalmente´ (ganz) modelada Iglesia católica. En este contexto debe- por la tradición de la escolástica suare- mos recordar que Ratzinger, que aún no ciana” está diciendo algo que no con- había cumplido cuarenta años, era el cuerda con los hechos. Ciertamente, teólogo favorito del cardenal Frings, uno Rahner ha sido un teólogo especulativo, de los actores más significativos del pero afirmar, como sigue haciendo Rat- Concilio. Estrictamente hablando, Rat- zinger que “la Escritura y los Padres no zinger no formaba parte del “grupo de habrían jugado en último término ningu- Rahner”, que estaba constituido, sobre na función importante” en su teología es todo, por otros dos jesuitas: Otto Sem- falso y caricaturesco. Lo menos que se melroth (1912-1979) y Alois Grillmeier puede decir en este campo es que el Rat- (1910-1998). Pero Rahner y los otros zinger triunfante no ha sido galante con jesuitas se reunían a menudo con Rat- su viejo amigo y protector, que no pasó zinger (y con H. Volk y G. Philips etcé- nunca de ser un simple teólogo discutido. tera), especialmente para fijar los te- Esta crítica de Ratinzger en contra de mas de la eclesiología conciliar, de tal uno de sus mentores teológicos suele modo que su colaboración fue decisiva ser común en un campo académico y de en este campo. De todas formas, en el poder eclesial hecho de contrastes y libro de Recuerdos (“Erinnerungen”, exageraciones. Pero estoy seguro de München 1997, p. 131), Ratzinger afir- que ahora, convertido ya en Papa Bene- ma que sus visiones teológicas de fondo dicto XVI, Ratzinger no la suscribiría. eran ya distintas: Por otra parte, el mismo Ratzinger había “En el trabajo que realizamos en dedicado una recensión muy positiva a común percibí claramente cómo, a la obra enciclopédica de Rahner, Curso pesar de que podíamos coincidir en Fundamental sobre la fe (Herder, Barce- muchas resoluciones y deseos, lona 1979) en Theologische Revue (74 Rahner y yo habitábamos teológica- mente en dos planetas distintos. Él (1978), pp. 177-186) y había valorado estaba, lo mismo que yo, a favor de positivamente los principios de su teo- la reforma litúrgica, a favor de una logía, en un trabajo-homenaje, publica- nueva función de la exégesis en la do en 1979, cuando Rahner cumplió los iglesia y en la teología y a favor de 75 años (cf. K.-H. Neufeld, Die Brüder muchas otras cosas, pero por razo- Rahner, Freiburg i. Br. 1994, p. 344). 2-124
Xabier Pikaza De todas formas, a partir de los años que pueden tomarse como una conti- setenta, las posturas teológicas (o, nuación de los que años atrás había es- quizá mejor, eclesiales) de Rahner y crito con Ratzinger. Uno se titula Vorfra- Ratzinger se fueron distanciando de una gen zu einem ökumenischen Amt- forma considerable. El año 1979 la Fa- verständnis (“Preguntas previas para cultad de Teología de München quiso una comprensión ecuménica de los mi- nombrar a J.B. Metz como sucesor de H. nisterios”, 1974), en el que expone de Fries, para la cátedra de Teología Fun- una forma detallada la teología católica damental. Pero Hans Maier, ministro de tradicional, de tipo escolástico, para cultura de Baviera, y Joseph Ratzinger, mostrar a sus compañeros protestantes arzobispo de München, se opusieron a que también a partir de la tradición se ese nombramiento, oponiéndose de esa puede seguir preguntando y avanzando, forma a lo que Metz, quizá el discípulo en una línea de fuerte compromiso más creativo e independiente de Rah- ecuménico. El otro libro, publicado con ner, significaba dentro de la cultura eu- Heinrich FRIES (1911-1988), profesor de ropea, por su apertura a los problemas teología fundamental de München, se ti- sociales y por su diálogo con el mundo, tula Einigung der Kirchen – Reale Mö- en la perspectiva de una teología políti- glichkeit (“La unión de las iglesias. Una ca, que será asumida y recreada por la posibilidad real”, 1983), y va exponien- teología de la liberación. Rahner pro- do, en forma de tesis comentadas, unos testó de un modo público, en contra del caminos concretos de unidad –no de ministro y del arzobispo, que defendían unificación– entre las comunidades los poderes de la iglesia y sociedad es- evangélicas (luterana y reformada) y la tablecida de Alemania. iglesia católica romana. En ese momen- En esa línea se fueron agrandando to, el cardenal Joseph Ratzinger, Prefec- las distancias. Rahner se declaró cada to de la Congregación para la doctrina vez más favorable al diálogo con el de la fe, rechazó duramente las pro- mundo (en especial con el comunismo), puestas de Rahner y de Fries, pre- al encuentro de las religiones y al com- sentándolas como “una acrobacia teoló- promiso social, en una perspectiva cer- gica artificial que por desgracia no res- cana a la teología de la liberación. A par- ponde a la realidad”, como una forma de tir de los años en los que fue miembro saltar por encima de la pregunta por la de la Comisión Teológica Internacional verdad “a través de un par de operacio- (1969-1974), Rahner colaboró activa- nes de política eclesial” (cf. K. RAHNER, mente en los diversos movimientos de Schriften XVI [1984], p. 7). apertura eclesial y política, vinculados a Desde ese fondo se entiende el juicio la revista Dialog y a las propuestas de la posterior de Ratzinger: Paulus-Gesellsachaft, poniendo su teo- logía y su vida (su prestigio personal y “El encuentro con Balthasar sig- nificó para mí el comienzo de una su pensamiento) al servicio de la paz amistad que debía durar toda su mundial y de la justicia, a favor de los vida, una amistad para la cual yo oprimidos y sufrientes de la tierra, en sólo puedo mostrar gratitud. Yo una línea que muchos tacharon de “iz- nunca he vuelto a encontrar hom- quierdista”, porque no concordaba con bres con una formación teológica y el modelo social de la Democracia Cris- cultural tan extensa como Balthasar tiana de Alemania y con una visión casi y De Lubac y no sería capaz de de- integrista de la Iglesia católica, que se cir todo lo que debo a mi encuentro iba imponiendo en algunos ambientes con ellos. Congar, respondiendo a su espíritu conciliador, intentaba después de la conclusión del Vaticano II. mediar siempre entre las posturas En esta línea son significativos los opuestas y con esa paciente aper- dos trabajos eclesiológicos de Rahner, tura él cumplió sin duda una misión 2-125
Rahner y Ratzinger. Encuentro y desencuentro importante; era un hombre de una Papa. Ciertamente, allí lo tiraron muy inmensa laboriosidad y, a pesar de pronto al cesto de papeles, pero yo lo su enfermedad, mantenía siempre he publicado. Esta teología y la “Teo- una intensa disciplina de trabajo. logía de la Liberación”, que ha surgido Por el contrario, Rahner se había en América Latina, tienen también cier- dejado dominar cada vez más por la conjura de las retóricas progresis- tos puntos de contacto conmigo ya por tas y se había dejado insertar den- el hecho de que, por ejemplo Scannone, tro de unas posturas políticas de un teólogo argentino que escribe sobre tipo aventurista, que en realidad re- esos temas, fue mi alumno en Inns- sultaban difícilmente conciliables bruck. He tenido algunos contactos con con su teología trascendental. Las Gutiérrez, que es el auténtico fundador controversias sobre aquello que no- de esa Teología de la Liberación, pues sotros, como teólogos de este tiem- nosotros nos relacionamos a través de po, podíamos y debíamos hacer re- la revista teológica internacional Conci- sultaban inmensamente vivas y exigían además una gran dosis de lium, de la que soy co-fundador” (An- resistencia física. Rahner y Feiner, zeiger für die katholische Geistlichkeit, el ecumenista suizo, abandonaron marzo de 1979, p. 78). En este contex- finalmente la Comisión que, a su to se sitúa un hecho emocionante. En- juicio, no servía para nada, porque fermo ya de muerte, a principios del año esa Comisión no estaba dispuesta a 1984, Rahner se enteró de que la Con- asumir sus tesis, que en la mayoría gregación de la Doctrina de la Fe, dirigi- de los casos eran de tipo radical” (J. da por Ratzinger, quería obligar a que RATZINGER, Aus meinem Leben. Erin- los obispos peruanos condenaran a Gus- nerungen, München 2000, p. 156). tavo Gutiérrez, llamándoles para ello a Evidentemente, las posturas pueden Roma. Pues bien, el 9 de marzo de 1984 matizarse. Rahner pensaba que la COMI- Rahner tuvo que ser trasladado a un SIÓN T EOLÓGICA I NTERNACIONAL ya no hospital, cerca de Innsbruck. Allí dictó cumplía sus objetivos, porque estaba todavía algunas cartas, entre otras un controlada por Ratzinger, de manera escrito dirigido a la Conferencia Episco- que no era ya lugar de un diálogo libre pal de Perú a favor de Gustavo Gutié- y abierto entre teólogos de tendencias rrez. Fueron casi sus últimas palabras distintas. Ratzinger, en cambio, afirma escritas. A los pocos días, el 29 de mar- que Rahner abandonó la Comisión por- zo falleció como había vivido: con la fe- que ésta (la Comisión) no aceptaba sus licidad de ser hijo de Dios, con el gozo tesis radicales, en las que se expresaba de haber vivido a su luz (cf. H. VORGRIM- “la conjura de las retóricas progresis- LER, Karl Rahner, Sal Terrae, Santander tas”; estas palabras expresan el miedo 2004, pp. 168-169). de Ratzinger ante la posibilidad de una La actitud de Ratzinger fue muy dis- teología crítica que cuestione desde el tinta. No logró que los obispos de Perú evangelio o desde la libertad del hom- condenaran a Gustavo Gutiérrez, pero bre unos principios eclesiásticos que él publicó dos documentos básicos en con- consideraba intangibles. En este con- tra de la Teología de la liberación. texto resulta muy significativa la actitud Así se consumó una ruptura que si- que tomaron ante la Teología de la Libe- gue siendo significativa. ración. Ratzinger terminó rechazando a Rahner tomó partido a favor de ella, Rahner por pensar que era “aventurista” ante todo por su servicio en América La- y, en el fondo, poco serio, es decir, por- tina. “Una vez escribí un trabajo sobre que no aceptaba unos principios teológi- la ‘Teología de la Revolución’. Yo lo pre- cos y eclesiales seguros y bien defini- senté incluso ante la Comisión Teológica dos, conforme a una línea de tradición Internacional de Roma, fundada por el fijada por el Magisterio. De esa manera, 2-126
Xabier Pikaza Ratzinger consumó un tipo de evolución tica como esa deba ser” (Schriften XV teológica, que le llevó de la búsqueda y [1983], p. 364). diálogo de las primeras obras a la de- Y con eso puede acabar esta pe- fensa de una fe bien establecida. Actua- queña historia de encuentro y desen- ba, sin duda, con la responsabilidad que cuentro entre Rahner y Ratzinger, que le daba el ser Prefecto de la Congrega- empezaron siendo muy parecidos, que ción para la Doctrina de la fe. han terminado siendo muy distintos. Por el contrario, Rahner siguió sien- Rahner murió en 1984 siendo sólo un do hasta el final un “simple teólogo” ilu- “pobre” teólogo del que desconfiaba la sionado por la búsqueda del sentido de cúpula eclesiástica de Roma, porque se- la fe y por los valores evangélicos del guía manteniendo la libertad evangélica hombre. En esa línea se mantiene su y humana de sus primeros años, madu- defensa de la libertad de la teología, tal rada con los sufrimientos y experiencias como aparece en uno de sus últimos es- de una larga vida al servicio de la reve- critos, que podemos recordar como lación de Dios en Cristo que es salvación “manifiesto” a favor de la independencia y libertad para los hombres. creadora del teólogo cristiano: “¿Cómo Por el contrario, Ratzinger asumió las podremos nosotros realizar aún progre- posturas oficiales de un Magisterio que, sos, que son absolutamente necesarios según Rahner, se sigue equivocando to- para la eficacia de la fe y de la iglesia, si davía cuando impone sus criterios. Asu- es que cada progreso empieza siendo mió las posturas del Magisterio y se ha desautorizado de un modo positivo por convertido ahora en representante su- las autoridades de Doctrina de la fe de premo de ese Magisterio, como Papa Roma que, sin embargo, al menos has- Benedicto XVI. Sería fácil desconfiar de ta el momento presente, en muchos ca- él y afirmar que su pontificado va a ser sos, mantienen una opinión que es ob- negativo para la teología y para el con- jetivamente falsa? ¿Cómo se podían junto de la iglesia. Pero no tenemos nin- mantener en los tiempos de Pío X unas guna razón para desconfiar y pensar de posturas que hoy defiende toda la exé- esa manera: Benedicto XVI conserva las gesis católica del Antiguo y Nuevo Tes- raíces teológicas y cristianas de su li- tamento, si es que ellas sólo se hubie- bertad primera; es un hombre de expe- ran aceptado tras una aprobación previa riencia larga y de gran inteligencia y su de la Comisión Bíblica? ¿Cómo se podría encuentro con hombres creadores y li- haber introducido en la iglesia aquella bres como Rahner, podrá servirle de im- enseñanza, aún condenada por Pío XII, pulso en el camino de la libertad cristia- que defiende la continuidad biológica na, a pesar de los desencuentros poste- entre el hombre y el reino animal, si es riores. que todos los teólogos y biólogos entre En esa última línea queremos apos- Darwin y la mitad del siglo XX hubieran tar aquí por el Ratzinger-Benedicto XVI, tenido que pedir primero el permiso de el cristiano de Episcopado y Primado, el Roma? Lo que sucede es simplemente teólogo de Revelación y tradición. Que- esto: que el Magisterio eclesiástico se remos recordar al pensador de las me- puede equivocar y que de hecho se ha jores páginas de Introducción al cristia- equivocado muchas veces, incluso en nismo y de otros libros llenos de liber- nuestro siglo [siglo XX]; y que esos tad cristiana. Tras las dos etapas ante- errores concretos, que dañan el mensa- riores de su vida (Teólogo y Prefecto de je del Cristianismo, sólo se pueden su- la Congregación para la Doctrina de la perar cuando resulta posible una crítica fe) puede venir y vendrá, si Dios lo abierta en contra de esos errores, por quiere, una tercera etapa que puede ser muy prudente y respetuosa que una crí- de fuerte creatividad eclesial. 2-127
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