Reconfiguración de la frontera Norte de Santander-Táchira: ilegalidad, crimen organizado y corrupción
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157 Reconfiguración de la frontera Norte de Santander-Táchira: ilegalidad, crimen organizado y corrupción javier alberto castrillón riascos* Julián Valencia Gaitán** Resumen justicia. En la frontera colombo-venezolana, específicamente en el área de Norte de San- Históricamente, las zonas de frontera han tander y Táchira, el último lustro ha visto una sido espacios para el intercambio comercial y reconfiguración de los actores y las rentas ilíci- el desarrollo sociocultural entre Estados; sin tas generada principalmente por la mutación embargo, un incipiente desarrollo institucio- y reorganización territorial de las estructuras nal, poderes políticos centralizados y el poco armadas ilegales que hacen presencia en el te- interés en la “periferia” regional, han dejado rritorio colombiano y, en el caso venezolano, estos lugares como zonas grises y porosas, apro- vechadas por el crimen organizado y distintos por una serie de complejidades económicas y grupos ilegales, los cuales se benefician de la políticas que han fomentado la criminalización ausencia de una autoridad creíble para cimen- de las fuerzas estatales y su vinculación con el tar estructuras dedicadas a la oferta ilegal y, en monopolio del mercado ilegal. algunos casos, reemplazar atributos estatales Palabras clave: frontera, crimen organi- como el control social y la administración de zado, Norte de Santander, Táchira. * MSc en Theory and History of International Relations, London School of Economics. Analista en política internacional, Centro de Pensamiento Hemisférico, Bogotá (Colombia) [jcastrillonriascos@gmail.com], [https:// orcid.org/0000-0002-3504-0286]. ** Magíster en Ciencia Política con Mención en Relaciones Internacionales, Pontificia Universidad Católica de Chile. Analista en política regional, Centro de Pensamiento Hemisférico, Bogotá (Colombia) [jvalencia63@gmail. com], [https://orcid.org/0000-0002-3650-2489]. Recibido: 24 de enero de 2018 / Modificado: 24 de septiembre de 2018 / Aceptado: 26 de noviembre de 2018 Para citar este artículo Castrillón Riascos, J. A. y Valencia Gaitán, J. (2019). Reconfiguración de la frontera Norte de Santander-Táchira: ilegalidad, crimen organizado y corrupción. opera, 24, 157-177. doi: https://doi.org/10.18601/16578651.n24.09 OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
Javier Alber to Castr illón R iascos, Julián Valencia G aitán 158 RECONFIGURATION OF THE NORTHERN INTRODUCCIÓN BORDER IN NORTE DE SANTANDER- TÁCHIRA: ILLEGALITY, ORGANIZED El desarrollo de las relaciones fronterizas CRIME AND CORRUPTION entre dos Estados debería remitirse a un in- tercambio cultural, comercial y político con- Abstract tinuo y creciente; sin embargo, las fronteras de carácter poroso tradicionalmente llegan a The border zones have been historically convertirse en espacios grises de difícil con- a place for commercial exchange and socio- trol estatal, propicios para el surgimiento de cultural development between states; however, economías ilegales y actores armados en com- an incipient institutional development, centra- petencia por su control. Este es el caso de la lized political powers and a lack of interest in frontera colombo-venezolana, lugar que abarca the regional “periphery”, have left these places 2.219 km repartidos entre seis departamentos as gray and porous zones, which take advantage colombianos y cuatro estados venezolanos; la of the absence of a credible authority for ce- gran extensión territorial supone un desafío menting a whole series of illegal structures and, para la seguridad, con especial énfasis en Norte in some cases, for replacing States’ attributes de Santander y Táchira. En este sentido, vale la like social control and justice administration. pena preguntarnos: ¿cuál ha sido el desarrollo For the Colombian-Venezuelan border, speci- reciente (2013-2017) del fenómeno de crimi- fically in the Santander-Tachira area, the last nalidad transnacional en este espacio limítrofe? lustrum has seen a reconfiguration of both El presente artículo pretende abordar los fe- actors and illicit rents, generated mainly by nómenos de reconfiguración de dicho flagelo the mutation and territorial reorganization of en la frontera colombo-venezolana desde una illegal armed structures that make presence in perspectiva descriptiva, al dar cuenta de las the Colombian territory and, in the Venezue- dinámicas relacionadas con las rentas ilegales lan case, by a series of economic and political que históricamente se han desarrollado en estos complexities that have fostered the crimina- territorios, específicamente centrados en las lization of the States’ forces and their linkage regiones descritas. En primer lugar, se hará una with the monopoly of illegal markets. descripción histórica de la evolución de esta Key words: Border, organized crime, frontera como receptora de distintos actores Norte de Santander, Táchira. que configuran un conflicto armado interna- cionalizado1. Seguidamente se abordará una 1 Un conflicto interno se internacionaliza cuando un Estado, distinto de aquel en cuyo territorio tiene lugar el enfrentamiento, interviene, directa o indirectamente, de manera expresa o encubierta, en sus desarrollos políticos o militares. También, cuando el conflicto local desborda las fronteras nacionales o vincula actores nuevos gracias a las relaciones internacionales de una de las partes. Para el Comité Internacional de la Cruz Roja, la internacionali- zación se produce cuando las consecuencias humanitarias del conflicto afectan a un país vecino, por ejemplo, por el desplazamiento de poblaciones fronterizas (Castro, 2013). OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
R e c o n f i g u r a c i ó n d e l a f r o n t e r a N o r t e d e S a n t a n d e r -Tá c h i r a : i l e g a l i d a d , c r i m e n o r g a n i z a d o … 159 descripción breve de los actores armados en Finalmente, se establecen una serie de cuestión, para dar paso a una explicación sobre conclusiones que recogen los direccionamien- la “criminalización de actores regulares”, cues- tos en política de defensa y seguridad desde el tión fundamental para entender las dinámicas unilateralismo y una incipiente cooperación de la frontera como un asunto de seguridad internacional, con respecto a la problemática nacional, las cuales, potencialmente, podrían de crimen transnacional en el área Norte de dar cabida a un enfrentamiento entre fuerzas Santander-Táchira. Se destacan elementos vin- del Estado con implicaciones negativas en las culados a las transformaciones de la fuerza pú- relaciones internacionales de ambos países, de blica colombiana en el posconflicto, y algunas por sí ya deterioradas. acciones bilaterales que sucumbieron ante los En la primera parte se describe la caracte- constantes diferendos político-diplomáticos rización política, económica y social del área de entre Bogotá y Caracas. frontera Norte de Santander-Táchira, con un De manera general se puede hacer refe- énfasis especial en el periodo posterior al 2013, rencia a investigaciones en las que se relacio- que marca la caída de los precios del petróleo nan colaboraciones positivas y coexistencias en los mercados internacionales, situación que negociadas entre actores estatales y organiza- golpea fuertemente la economía venezolana ciones armadas ilegales que comparten control y propicia la vinculación de más actores a la territorial, enemigos comunes y cooperacio- criminalidad organizada. nes que resultan en beneficios mutuos sobre En la segunda parte se analizarán los dife- el control de economías ilegales (Staniland, rentes actores criminales que hacen presencia 2012), situación acorde y evidenciada en el tanto en Norte de Santander como en Táchi- relacionamiento directo de las instituciones de ra. En este sentido, se observan las economías seguridad del Estado venezolano con grupos ilícitas que sostienen los aparatos criminales armados organizados colombianos y grupos nar- de las organizaciones allí presentes, las cuales cotraficantes mexicanos en una simbiosis cri- han establecido sistemas de cooptación estatal, minal institucionalizada de facto. Asimismo, y han llegado a disputar territorialidades en estudios realizados por Davis (2009) dan medio de una anomia estatal paralela. cuenta de este mismo fenómeno entendiendo En la tercera parte se estudia el impacto y el traslape de actores estales (Estados) por el la convivencia de los diferentes actores arma- control territorial y el mantenimiento de su dos de ambos Estados en el área fronteriza, así soberanía, al tiempo que deben competir por el como su interrelación con las rentas ilegales. monopolio del uso de la fuerza con actores no En el caso de Venezuela, es especialmente estatales implicados en el control económico llamativo cómo la debacle del Estado en sus de un territorio, lo que genera un reto adicional dimensiones política y económica ha creado un a la formación y el control efectivo del Estado. ambiente ideal para la incursión de las fuerzas Las investigaciones realizadas con res- estatales en la competencia por el control de pecto al relacionamiento entre Norte de San- economías ilícitas. tander y Táchira son variadas, y se remiten de OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
Javier Alber to Castr illón R iascos, Julián Valencia G aitán 160 manera relevante al aspecto cultural y social. geográfica), y de connotación social articulados Para Bustamante y Chacón (2013), esta área a este macroescenario: desigualdad, desempleo, fronteriza, como muchas otras, se convierte pobreza y déficit educacional. A su vez, Trejos en un lugar de hibridación cultural para las y Luquetta (2014) llegan a una conclusión si- formas identitarias, dada la consecución de milar al analizar el área limítrofe de La Guajira, una historia común, lo que, en términos del y argumentan que una débil presencia estatal problema analizado, crea vínculos humanos crea las condiciones deseables para la emergen- relevantes que facilitan los mecanismos de co- cia de poderes paralelos al del Estado. hesión para las redes de ilegalidad. Asimismo, Finalmente, resalta de manera importante esta familiaridad se transmite, según Sánchez la investigación de Ávila (2012), La frontera ca- (2011), a una dimensión socioeconómica que liente entre Colombia y Venezuela, que realiza un lleva a que el tránsito de bienes y personas en balance a profundidad de las áreas fronterizas una connotación comercial no sea percibido colombo-venezolanas, donde los fenómenos como una ilegalidad si se da al margen de los ilegales se circunscriben a una problemática controles establecidos. que desborda los controles soberanos. Con En términos de seguridad fronteriza para respecto al área de Norte de Santander-Tá- la compleja área de Norte de Santander-Táchi- chira, el autor destaca su gran complejidad en ra, se destacan las investigaciones de Delgado el entramado de la violencia vinculada a las (2016), Trejos y Luquetta (2014), y Morffe rentas ilegales, caracterizada por estructuras (2016). En el primer caso, el autor sostiene transnacionales sujetas al narcotráfico, que en su investigación “Los desafíos de seguridad en han logrado cooptar la institucionalidad local la frontera”, que el área fronteriza en el Táchira (gubernamental, militar y policial). ha sufrido de diversos fenómenos ilegales, en La investigación hace uso de una meto- donde el contrabando ha sido el de mayor im- dología cualitativa que estudia las dimensiones pacto; hecho especialmente sensible al existir geográficas, políticas y económicas de la zona una vinculación de la Guardia Nacional Boli- fronteriza del Norte de Santander-Táchira, variana (gnb) dentro de la administración de para establecer tendencias y consecuencias las rentas ilícitas en el área transfronteriza, lo emergentes de las economías ilegales y su con- que provocó situaciones confusas que lleva- jugación con actores armados legales e ilegales. ron a sucesivos cierres fronterizos en el 2015 Asimismo, desde un punto de vista compara- (Delgado, 2016). De manera complementaria, tivo, se observan las condiciones que hacen Morffe (2016) en “La violencia y el fin del más proclive uno y otro Estado a la existencia conflicto colombiano en la frontera colom- de fenómenos ilegales en las Fuerzas Militares. bo venezolana, oportunidades y retos para el Se hará uso de fuentes primarias dentro de las desarrollo”, argumenta que la anomia estatal cuales se encuentran documentos guberna- es un factor relevante para la emergencia de la mentales desclasificados, reportes periodísti- criminalidad en el área fronteriza, situación cos, y declaraciones de figuras militares y del exacerbada por factores físicos (homogeneidad Gobierno en medios de comunicación; por OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
R e c o n f i g u r a c i ó n d e l a f r o n t e r a N o r t e d e S a n t a n d e r -Tá c h i r a : i l e g a l i d a d , c r i m e n o r g a n i z a d o … 161 otro lado, se hará uso de fuentes secundarias relacionamiento transfronterizo legal entre sustentadas en investigaciones académicas con Norte de Santander-Táchira. Asimismo, un respecto a los fenómenos de frontera existen- antecedente importante en la erosión de las tes entre Colombia y Venezuela. Así pues, la relaciones fronterizas fue la salida de Venezuela evolución de la compleja relación bilateral en de la Comunidad Andina de Naciones (can) el contexto reciente abre importantes cuestio- en el 2006, hecho que golpeó el intercambio namientos de relevancia investigativa, a los comercial entre este país y Colombia, lo que cuales este artículo busca sumar un esfuerzo afectó de manera especial a las poblaciones de análisis pertinente, como el caso de los fe- que limitan “en el eje San Cristóbal-Cúcuta, nómenos ilegales transnacionales, la permea- debido al alto porcentaje de mercancía y co- bilidad de las entidades estatales de seguridad, mercios que transitaban por esta área” (Morffe, la transversalidad entre diplomacia, soberanía Albornoz y Mazuera, 2017, p. 131). y criminalidad, entre otras. La región ha tenido vínculos fuertes por cuenta de su pasado común, que después de la disolución de la Nueva Granada en 1830, EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE y hasta la definición fronteriza en 1940, man- UN CONFLICTO ARMADO tuvo parcialmente una dinámica fluida e in- INTERNACIONALIZADO dependiente de los avatares de los gobiernos centrales en su política exterior (Sánchez, La frontera colombo-venezolana ha sido 2011). En los años ochenta, la crisis de la deuda históricamente una de las regiones más diná- en Latinoamérica, conocida también como “la micas económicamente hablando, establecien- década pérdida”, tuvo un impacto particular do el intercambio comercial más importante en la región Norte de Santander-Táchira, a lo de la región, al menos hasta el 2013, momento que se le suma la influencia del narcotráfico y en el cual las exportaciones de Cúcuta hacia Ve- el lavado de activos, factores que, contrario a nezuela eran aproximadamente de usd 100 mi- lo que se podría suponer, llevaron a los órganos llones, un año más tarde, eran de usd$37,7 legislativos (Asamblea Departamental-Norte millones (Pabón, Arenas y Sepúlveda, 2015). de Santander y Asamblea Legislativa-Táchira) De cierta manera, los bajos precios interna- a crear un cuerpo bilateral con influencia en el cionales del petróleo disminuyeron la capa- Gobierno central, llamada Asamblea Regional cidad económica de Venezuela, que depende Fronteriza (1987-1991), que fue reemplazada en un 90 % de este sector para obtener las por la Comisión Presidencial de Asuntos Fron- divisas internacionales que son usadas para terizos (copaf ) y posteriormente por la Co- las importaciones; factor que, seguido de una misión Presidencial de Integración y Asuntos agudización de la crisis política entre ambos Fronterizos (copiaf ) (Sánchez, 2011). Dichos países –que tuvo como punto de partida el elementos parecían llevar a cabo la tarea de la cierre total de la frontera en agosto de 2015– Comunidad Andina de Naciones (can), que terminó impactando de manera negativa el a finales de los años noventa establecía en sus OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
Javier Alber to Castr illón R iascos, Julián Valencia G aitán 162 decisiones políticas el objetivo de crear Zonas en dicha dimensión. En el caso de Táchira, de Integración Fronteriza (zif)2 en sus áreas de el 85,7 % de la población se encuentra en si- influencia. tuación de pobreza, mientras que el 22 % es No obstante, a lo largo de la década del registrado en la extrema pobreza (Mazuera, 2000 se presentaron diferentes eventos polí- Aleta, Albornoz y Ramírez, 2017). En gene- ticos que complejizaron el relacionamiento ral, los niveles exacerbados de hiperinflación bilateral: primero, entre 1999-2012, con Hugo –que al cierre del 2018 se ubicaron, según la Chávez; en este periodo los hechos más álgidos Asamblea Nacional (an), de mayoría oposi- fueron la ruptura de relaciones comerciales por tora, en 1.698.844,2 % con una proyección la captura de Rodrigo Granda en Venezuela de 10.000.000 % para finales del 2019 (Por- (2005), la ruptura de las relaciones diplomáti- tafolio, 2019)–, la escasez, los controles cam- cas después del bombardeo de la Fuerza Aérea biarios, las millonarias deudas del sector pro- Colombiana contra un campamento de las ductivo (Pabón, Arenas y Sepúlveda, 2015, p. Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colom- 166), y la caída de la explotación y el precio de bia (farc) 3 en Angostura (Ecuador) (2007), y la canasta petrolera, afectan de manera directa la la ruptura nuevamente de las relaciones por el situación particular de esta región venezola- acuerdo militar entre Colombia y Estados Uni- na. En comparación, el 40 % de la población dos para el uso de bases colombianas por parte de Norte de Santander se considera pobre, de este último (2010), asunto que finalmente mientras que el 11,60 % está bajo la pobreza no se llevó a cabo por la negativa de la Corte extrema (La Opinión, 2017a). Constitucional colombiana (Pabón, Arenas y Aunque en general no existe una relación Sepúlveda, 2015). Segundo, con Nicolás Ma- causal directa entre las condiciones socioeco- duro, con hechos especialmente graves como nómicas y las dinámicas de criminalidad, sí la expulsión de cerca de 21.000 colombianos hay evidencia de reclutamientos recientes de en un marco general de cierre fronterizo y la ciudadanos venezolanos por grupos armados declaración de estado de excepción en Táchira organizados, especialmente el Ejército de Libe- en 2015 (El Colombiano, 2015). ración Nacional (eln), al cual, según cálculos Desde una perspectiva económica, tanto de la inteligencia militar, han sido integrados Norte de Santander como Táchira presentan cerca de 200 ciudadanos de ese país. Estos son problemas de vinculación social apalancados desplegados en labores logísticas, extorsivas y 2 Las zif, de acuerdo a la Decisión 501/2001 de la can, son entendidas como aquellos espacios territoriales “fron- terizos adyacentes de Países Miembros de la Comunidad Andina para los que se adoptarán políticas y ejecutarán planes, programas y proyectos” (Comunidad Andina de Naciones, 2001, pp. 1-2), que lleven a una integración sostenible dirigida a la obtención de beneficios mutuos. 3 Para efectos de este artículo la sigla farc hará referencia al grupo armado ilegal previo al acuerdo de La Habana firmado en el teatro Colón a finales del 2016, y no al grupo político emergente del mismo, conocido como Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (farc). OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
R e c o n f i g u r a c i ó n d e l a f r o n t e r a N o r t e d e S a n t a n d e r -Tá c h i r a : i l e g a l i d a d , c r i m e n o r g a n i z a d o … 163 como vínculo directo con la fuerza pública de Santander posee unas 28.244 ha, y ocupa el venezolana (El Nacional, 2018). Lo anterior tercer lugar de mayor densidad de hoja de coca respondería a una estrategia para evitar las después de Nariño (45.735 ha) y Putumayo acciones de la fuerza pública colombiana y el (29.589 ha). resguardo de los líderes de estas estructuras en Problemas de gran envergadura se re- territorio venezolano, que serviría como base gistran también con la minería ilegal y no de expansión de sus operaciones criminales formal de pequeña escala, administrada por (Insight Crime, 2018a). grupos criminales (Gobernación Norte de Por otro lado, los cultivos de coca han Santander, 2015). Dichos fenómenos poseen reemergido como una problemática de orden un énfasis especial en los municipios de Tibú, nacional en Colombia, que afecta de manera Teorama y Convención (Gobernación Norte especial al Catatumbo en Norte de Santander de Santander, 2015). A estos se suma el con- (El Tiempo, 2016). La importancia geográfica trabando (gasolina, insumos químicos, víveres, de esta área radica en su condición fronteriza, la productos de aseo, etc.) controlado por grupos relación histórica población-territorio (movi- emergentes del proceso de desmovilización de lización social y base campesina), la relevancia las Autodefensas, quienes se involucran tam- de la industria petrolera y economías agríco- bién en actividades de narcotráfico, secuestro y las de subsistencia, y el difícil acceso terrestre extorsión (Fundación Ideas para la Paz, 2015, exacerbado por la carencia de infraestructura p. 21). vial (Fundación Ideas para la Paz, 2015a). No Este panorama es exacerbado por un des- obstante, esto último es suplido por diferentes apego institucional y una presencia limitada vías fluviales (ríos Catatumbo, Zulia y Tarra) de entes estatales reguladores en ambos países, que son controladas por los grupos ilegales que impiden un plan de desarrollo bien dise- para el tráfico de armas, insumos y víveres (El ñado y un proceso de integración económica País, 2017). Estas condiciones físicas brindan organizado de orden binacional, tal como era los elementos estratégicos claves para que, en el espíritu de la zif; precisamente por ser una ausencia o debilidad estatal, surjan y se forta- zona de frontera, esta se encuentra en la peri- lezcan las industrias ilegales. feria del orden central, a pesar de jugar un rol El avance del narcotráfico en la región ha principal en el desarrollo económico de ambos sabido acaparar dicho contexto, fortalecido países, tanto en materia de extracción petrolera por los incentivos negativos establecidos por como de intercambios comerciales que benefi- la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos cian la diversificación de las economías (Niño, acordada en el proceso de paz de La Habana. Camargo y Cañizares, 2012). Hasta el 2017, según cifras del Sistema Integra- Finalmente, en un contexto social, vale do de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (simci), la pena resaltar que en este espacio conviven de la Oficina de las Naciones Unidas contra la grupos de arraigo histórico, que se ven amena- Droga y el Delito (unodc, 2018), Colombia zados por un ambiente socioeconómico y polí- llegó a 171.000 ha de coca, de las cuales Norte tico complejizado por factores geográficos, de OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
Javier Alber to Castr illón R iascos, Julián Valencia G aitán 164 anomia estatal y presencia de actores armados y la iconografía del sacerdote Camilo Torres ilegales. En este aspecto se destaca la presencia (La Opinión, 2016), sustentos ideológicos de indígenas bari y grupos de la sociedad civil principales de esta agrupación. En 1973, la como las comunidades campesinas organiza- Operación Anorí por poco extingue al grupo das, con el Comité de Integración Social del ilegal, y deja a la comandancia del eln dispersa Catatumbo (Cisca) y la Asociación Campesina y aislada en la zona del río Nechí, en el Bajo del Catatumbo (Ascamcat) como unas de las Cauca” (Echandía, 2013). Los reductos que más importantes. Esta última, de gran im- sobrevivieron a la ofensiva militar, liderados pacto en el movimiento de protesta de Norte por el sacerdote español Manuel Pérez Martí- de Santander en el marco del paro nacional nez, profundizan el uso de estrategias de gue- en Colombia en octubre de 2017, originado rra de guerrillas, fortalecen el Frente Camilo por el asesinato de líderes sociales y el lento Torres y se despliegan en el Magdalena Medio avance en la implementación de los acuerdos santandereano, junto a núcleos en Antioquia, de La Habana en lo referente a la sustitución Bolívar, Santander y el centro del país (Gi- de cultivos y ayuda al agro (El Tiempo, 2017). raldo, 2015, p. 20). Un segundo periodo de Dichas comunidades están dispersas junto a expansión y fortalecimiento se da en los años actores de orden legal que realizan control de ochenta, cuando la organización guerrillera se acuerdo con la división soberana. Se destaca dedica a extorsionar compañías de explotación la presencia de la Brigada 30 del Ejército de minero-energética en sus áreas de influencia. Colombia en el Norte de Santander (Laverde, Así, el eln llegó a adquirir grandes sumas de 2013), y en Táchira el Comando Zonal 21 de dinero provenientes de empresas nacionales la gnb, el Cuartel Bolívar perteneciente a la como Ecopetrol, y otras empresas multina- Región Estratégica de Defensa Integral (Redi) cionales que estaban vinculadas a la construc- de los Andes y la 21 Brigada de Infantería, estos ción del oleoducto Caño Limón-Coveñas. El dos últimos, de la Fuerza Armada Nacional control territorial del que gozaba el eln se fue Bolivariana (fanb) (Jiménez, 2017). expandiendo poco a poco más allá de la fron- tera colombiana, e incluso hubo incursiones de esta guerrilla en territorio venezolano, que ACTORES ARMADOS ILEGALES imponía estas mismas prácticas ilegales sobre TRANSFRONTERIZOS empresarios y ganaderos venezolanos, al mis- mo tiempo que se daban casos de secuestro a La presencia de actores armados ilegales lo largo de la frontera, principalmente en los en el Norte de Santander-Táchira se remonta a estados de Apure y Táchira (Jiménez y Suescún, los años setenta, con la presencia de la guerrilla 2007). El presidente venezolano de la época, del eln en la provincia de Ocaña y en el área del Jaime Lusinchi (1984-1989), ordenó mediante Catatumbo, donde la pobreza de la población ley habilitante la creación del Comando Espe- campesina y su fe católica sirvió de base para cífico “General en Jefe José Antonio Páez” (ce- la proliferación de la teología de la liberación jap) en el año 1987, el cual integraría a todos OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
R e c o n f i g u r a c i ó n d e l a f r o n t e r a N o r t e d e S a n t a n d e r -Tá c h i r a : i l e g a l i d a d , c r i m e n o r g a n i z a d o … 165 los organismos de seguridad del Estado para rentas creadas por el narcotráfico, que generó llevar a cabo acciones militares en contra de las un ambiente de violencia exacerbada por la guerrillas colombianas en territorio Venezola- llegada del bloque Catatumbo de las Autode- no. Esta iniciativa duró apenas un año, al ser fensas Unidas de Colombia (auc) (Fundación señalado el cejap de ejecuciones extrajudiciales Progresar, 2007). de campesinos supuestamente leales a las farc La conjunción de actores ilegales viene y al eln en el municipio de El Amparo, estado a disputar la presencia diferenciada de ambos Táchira (López, 2003). Estados en el área de estudio, los cuales se De igual forma, a principios de los años atribuyen la administración de las economías ochenta, las farc llegan a la región con el criminales de la región. Esta combinación de Frente 33, y hacia 1994 se consolidan en Tibú, factores crea un ambiente de violencia y cri- Sardinata y Ocaña, donde ejercieron el control minalidad que se transmite a las autoridades de los cultivos de coca (La Opinión, 2016a). gubernamentales locales y de seguridad. De Para esta misma época, las guerrillas empiezan esta manera, las mafias focalizadas desarro- a usar el territorio venezolano como punto de llan su anclaje a través de la corrupción hacia apoyo logístico (abastecimiento y descanso), estratos de poder cercanos por razones estric- santuario para protección estratégica y esce- tamente económicas (Mayorca, 2010), lo que nario para la implementación de nuevas ren- conlleva la articulación de los aparatos estatales tabilidades ilegales al amparo de la dinámica con actividades ilícitas, violencia e impunidad transnacional; así, se da inicio a los ataques a brindada por los órganos de investigación que puestos de vigilancia fronterizos en retaliación controlan. a mayores controles sobre el contrabando, el En este contexto se dio uno de los choques abigeato y la lucha contra el narcotráfico en diplomáticos más fuertes que ha habido entre su eslabón productivo (Laverde, 2013). Esta Colombia y Venezuela. En julio de 2010, el dinámica violenta en contra de representantes embajador colombiano ante la Organización del Estado se entiende como una estrategia di- de los Estados Americanos (oea), Luis Alfonso reccionada por los actores armados ilegales para Hoyos, denunció la presencia de cerca de 1500 establecer su control sobre las rentas ilícitas y el guerrilleros en 28 campamentos (El Especta- territorio donde se producen o comercializan, dor, 2010) ubicados en los estados de Apure, influyendo también en los renglones social e Zulia y Táchira (Semana, 2010). Ante esto, institucional. Esto último se convirtió en una el entonces presidente Hugo Chávez decidió constante a la cual se sumaron el eln y las di- llamar a consultas a su embajador en Bogotá, sidencias del Ejército Popular de Liberación expulsar a la delegación colombiana, romper (epl), luego del proceso de desmovilización a relaciones, cerrar la frontera y poner en alerta a principios de los años noventa (Blanco, 2015). la fanb (El Tiempo, 2010). Para el primer tri- Para finales de esta misma década se generó un mestre de 2011 se distensiona la relación en el proceso de pugnas violentas entre estos actores primer mandato de Juan Manuel Santos, lo que armados ilegales, dirigido al monopolio de las da cimiento a las bases del apoyo venezolano OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
Javier Alber to Castr illón R iascos, Julián Valencia G aitán 166 al proceso de paz entre el Gobierno de Colom- (El Comercio, 2017), además de pequeños bia y las farc (Laverde, 2013). carteles del Caribe, especialmente provenien- El entramado de violencia inicialmente tes de República Dominicana y Haití (Insight caracterizado por la presencia de las farc y el Crime, 2018a). Es importante destacar que las eln se ha visto saturado por organizaciones actividades de narcotráfico llevadas a cabo por de narcotraficantes que disputan la primacía sectores de la fuerza pública venezolana no se en la administración de las industrias ilegales restringen a una mera omisión de funciones a dichas guerrillas, muchas veces a través del sino, por el contrario, se trata de una evolución outsourcing criminal de otros grupos. A inicios paulatina que comenzó con la protección de de la década del 2000 se habían creado y con- cargamentos de droga y posteriormente los solidado redes de narcotráfico entre Colombia transformó en negociadores directos del pro- y Venezuela, estructuradas principalmente por ducto en el mercado internacional (Insight capos del cartel del norte del Valle, “quienes Crime, 2018a). haciendo uso de las auc [Autodefensas Unidas A estos contextos de ilegalidad es necesa- de Colombia] en el Norte de Santander fueron rio sumar el contrabando (gasolina, ganado, adquiriendo el control de importantes zonas alimentos, oro y de personas) como un fe- de cultivo de coca en la región del Catatumbo” nómeno de gran impacto, con repercusiones (Laverde, 2013). A partir de esta articulación sociales, políticas y de seguridad. Esta industria se impulsa “la ruta desde Venezuela, pasando ilegal es en gran medida administrada por el por islas del Caribe hasta África Occidental y Clan del Golfo, que se ha visto empujado ha- luego Europa” (Valenzuela y Cárdenas, 2015). cia el interior de Táchira por las ofensivas del Asimismo, se dice que entre 2004 y 2008, hasta eln, con quien disputa las áreas dejadas por la muerte del capo Wilver Varela, se instauró las farc después de su desmovilización (La una alianza entre narcotraficantes del norte Opinión, 2017b). De manera relevante, se del Valle y militares venezolanos de alto rango cuentan también confrontaciones entre grupos para enviar drogas a Estados Unidos (El Pita- armados ilegales venezolanos y colombianos zo, 2016). por corredores estratégicos, específicamente Como se señaló, todo esto es auspiciado el Frente Bolivariano de Liberación (fbl) y el por las instituciones de seguridad del Estado eln (El Tiempo, 2017a). El incremento en los venezolano, que han sido cooptadas por orga- indicadores de violencia es testimonio de lo nizaciones criminales (Oficina de las Naciones expuesto. En el caso de Norte de Santander, los Unidas contra la Droga y el Delito, 2013). Para homicidios colectivos pasaron de 7 a 33 entre el año 2012, es clara la vinculación de organi- 2015 a 2017, mientras que los secuestros y las zaciones del crimen internacional en la zona desapariciones forzadas pasaron de 11 a 44 y de frontera entre Colombia y Venezuela, por 12 a 51 respectivamente en el mismo periodo lo que no son extrañas las referencias a carteles (La Opinión, 2018). de narcotráfico mexicano como los Zetas, el En el caso de Táchira, pese a existir un leve cartel de Sinaloa o los Caballeros Templarios descenso en las cifras de homicidios (primer OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
R e c o n f i g u r a c i ó n d e l a f r o n t e r a N o r t e d e S a n t a n d e r -Tá c h i r a : i l e g a l i d a d , c r i m e n o r g a n i z a d o … 167 semestre de 2017 con 147 muertes y 2018 ducción a diversos grupos subsidiarios de orga- con 129), estas continúan siendo preocupan- nizaciones mayores. El caso del contrabando de tes (Observatorio Venezolano de Violencia, hidrocarburos es el epítome de lo mencionado: 2018). Este indicador es especialmente lla- en un pacto entre el eln y las farc hasta an- mativo, teniendo en cuenta que en el 2017 tes de su desmovilización, se le permitía al el 87,8 % de los asesinatos fueron cometidos grupo de los Ocañeros desarrollar dicha activi- con armas de fuego, y 39,4 % de los victima- dad a cambio de una cuota mensual, mientras rios pertenecen a los organismos de seguridad que estos grupos guerrilleros se dedicaban a venezolanos (Observatorio Venezolano de la protección de cultivos y laboratorios en el Violencia, 2018). Catatumbo, cuya producción era entregada y Por otro lado, se destacan el sicariato y las comercializada por el epl (Fundación Ideas masacres como los fenómenos de mayor im- para la Paz, 2015a). Después de la salida de pacto en el área estudiada (La Opinión, 2018; las farc, el Clan del Golfo4 asume las labores Observatorio Venezolano de Violencia, 2018), lo organizativas sobre los demás grupos ilegales que permite advertir una lucha entre organiza- en el área, tercerizando incluso la extorsión en ciones criminales por el control del narcotráfico socios menores como la banda Carlos Cepillo y el contrabando en sus diferentes eslabones, (Notilogía, 2016). al ser estos mecanismos los de mayor uso en Esta relación entre violencia, política y las contiendas por el control territorial y los frontera ha dado lugar a fricciones diplomáti- ajustes de cuentas. cas que han decantado en choques discursivos Pese a lo expuesto, variantes en términos con consecuencias sociales. En agosto de 2015, de franquiciamiento y outsourcing criminal han después de ser heridos tres agentes de seguridad sido posibles a lo largo del desarrollo del con- venezolanos en una operación contra el contra- flicto transnacional y las economías ilegales. En bando, el presidente Nicolás Maduro ordenó Táchira existen estructuras vinculadas a grupos el cierre de la frontera, asunto que se extendió armados ilícitos que operan en ambos lados por un año, y que además se vio agravado por de la frontera, principalmente con base en la la “Operación de Liberación del Pueblo (opl)”. especialización de actividades (La Opinión, Dicha iniciativa buscaba perseguir y acabar con 2017b). Lo anterior se da sobre las diferentes los núcleos criminales colombianos en áreas fases y eslabones de las industrias ilegales es- venezolanas (Valenzuela y Cárdenas, 2015), pecíficas, que como el narcotráfico, brindan lo que a la larga se convirtió en un vehículo servicios de abastecimiento, transporte o pro- político para elevar las tensiones entre Caracas 4 De acuerdo con el portal noticioso Notilogia (2016), la organización que controla el tráfico de drogas y el contrabando –las dos economías ilegales de mayor alcance y proporción– es el bloque paramilitar de los Urabeños, que en Colombia recibe la denominación de Clan del Golfo. OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
Javier Alber to Castr illón R iascos, Julián Valencia G aitán 168 y Bogotá, al servir de excusa para la deporta- ilegales de la zona, y teje conexiones de escala ción masiva de cerca de 21.000 colombianos transfronteriza. Por otro lado, las disidencias (El Colombiano, 2015). del Frente 33 de las farc en el Catatumbo se No obstante, el narcotráfico y el con- han sumado a la disputa por las rentas ilícitas trabando no son los únicos factores que han y sus corredores de movilidad, ejerciendo pre- presionado el cierre fronterizo. Ciertamente, sencia de lado y lado de la frontera junto a sus el control social y la contención de Estados de redes de apoyo (El Espectador, 2018a; Misión naturaleza opositora como Zulia y Táchira, de Observación Electoral, 2018). Dicho grupo asunto homologado por las elecciones regio- armado hizo un llamado al diálogo entre epl nales de 2017 (El Espectador, 2017), lleva y eln, quienes mantenían una confrontación a una mayor concentración del madurismo violenta a principios del 2018 por el control sobre núcleos geográficos disidentes. Previo al del narcotráfico en la región (El Espectador, cierre fronterizo de 2015, la represión guberna- 2018a). Ciertamente, lo anterior, junto al mental en dichos lugares presentó una escalada incremento en la llegada de enviados de carte- importante en los meses de febrero, marzo y les mexicanos como los de Sinaloa, el Golfo, abril de 2014: en aquel momento, “efectivos Pacífico o Jalisco Nueva Generación (Semana, de la Guardia Nacional Bolivariana, Policía 2018), quienes se han visto beneficiados por Nacional Bolivariana y Ejército Nacional la atomización del narcotráfico en Colombia, Bolivariano, arremetieron contra ciudadanos abonan a la especialización criminal, marcando que protestaban pacíficamente en diferentes la transformación de la dinámica ilícita con sectores de la ciudad de San Cristóbal, y otros momentos de aumento o descenso de expre- municipios del estado Táchira” (Márquez, siones violentas, que dependen de mecanismos 2016, p. 63), haciendo uso de estrategias vio- internos de ajustes de cuentas y divisiones lentas (disparo de armas de fuego, perdigones, territoriales. Tal como sucediera entre el eln, bombas lacrimógenas, tanquetas) e incluso re- Rastrojos, Urabeños y farc desde principios curriendo al sobrevuelo de aeronaves militares de la década del 2000 hasta la desmovilización de (Márquez, 2016). estos últimos, quienes impusieron su autoridad Actualmente, los cambios en el entorno armada y sociopolítica sobre sus competidores sociopolítico han creado nuevas oportunidades (Fundación Ideas para la Paz, 2015a). para los grupos armados ilegales y la delincuen- cia organizada. La llegada de venezolanos, que ya completa más de 800 mil registrados legal- CRIMINALIZACIÓN DE ACTORES REGULARES mente en el país, con una cifra de poco más de 82 mil en Norte de Santander, muchos de La extensión de las redes de crimen trans- ellos en condiciones de pobreza y miseria (La nacional que se apalancan en las economías de Opinión, 2018a; La Silla Vacía, 2018), crea conflicto transfronterizas llega a cooptar a las una coyuntura propicia para suplir las nece- autoridades locales, y logra actuar con total sidades de capital humano de las industrias impunidad y, en ocasiones, protección de las OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
R e c o n f i g u r a c i ó n d e l a f r o n t e r a N o r t e d e S a n t a n d e r -Tá c h i r a : i l e g a l i d a d , c r i m e n o r g a n i z a d o … 169 mismas. En este sentido, se debe mencionar efectivos militares venezolanos y, a su vez, con la vinculación activa de algunos miembros de sectores del Poder Judicial que facilitaron la las fuerzas de seguridad venezolana, situación legitimación del dinero producido. Es en este conocida como el cartel de los Soles. Este fe- contexto que se fortalece el cartel de los Soles nómeno empezó a ser percibido desde 1993, como un pseudopoder con ramificaciones cuando dos generales de la gnb fueron inves- transnacionales vinculado a las más altas je- tigados por su involucramiento en esquemas rarquías en Venezuela. Toda esta red criminal de tráfico de drogas, y se logra establecer la quedó en evidencia con la captura en el 2010 participación de otros generales de la fanb y de Walid Makled en una operación entre las figuras gubernamentales (Fiegel, 2015). autoridades de Colombia y la dea (Colme- Dicho proceso se generó a partir de lo que nares, 2015). Makled, quien tenía el control Colmenares (2015) llama la desprofesionaliza- de Puerto Cabello y una aerolínea venezolana ción de las Fuerzas Militares, ejecutada después como pago político por su colaboración en la de las purgas de efectivos no leales a Hugo derrota al golpe del 2002, develó la intrincada Chávez entre 2002-2003, como producto del red de narcotráfico que transportaba droga a intento de golpe de Estado y la declaratoria de Centroamérica y África Occidental, relacio- desobediencia civil a finales del 2002. Todo nando al entonces jefe de inteligencia general esto, en un marco general de adjudicación de Henry Rangel Silva; a Firaz el Aissami, her- cargos claves del Estado, política y económi- mano del vicepresidente Tareck el Aissami, y camente, a militares activos y retirados cuyos a cerca de 40 generales, además de coroneles actos de corrupción, como apropiación de y mayores de la fanb y la gnb (Colmenares, recursos públicos, quedaron en la impunidad 2015). Posteriormente, una investigación del y fueron alicientes posteriormente para su in- Financial Crimes Enforcement Network del cursión en economías ilícitas. Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Adicional a esto, el proyecto de exportar la en el año 2015, reveló que los sectores dedi- “Revolución Bolivariana” hizo que el gobierno cados a las operaciones financieras del Estado de Chávez, a través de sus organismos de inteli- venezolano, incluida la estatal pdvsa, estaban gencia, se asociara con las farc como parte de asociadas al blanqueamiento de dinero para su estrategia, llevando a un “franquiciamien- el régimen. La red operaba con una serie de to del territorio venezolano”, en el cual este compañías fantasma con presencia en la Banca grupo ilegal, previo al 2010 (año que marca Privada d’Andorra (bpa) y sus filiales en Pana- su mayor debilitamiento por cuenta del Plan má y Madrid, a donde incluso se transferían Colombia), usó áreas fronterizas en Venezuela fondos por medio de valijas diplomáticas (Col- para el desarrollo de actividades vinculadas al menares, 2015). narcotráfico (Colmenares, 2015). Después En todo este circuito ilícito, Puerto Cabe- del debilitamiento de la organización ilegal llo, en Carabobo, se erige como un punto es- colombiana, el negocio es asumido por redes tratégico clave de doble vía. Según la dea, hasta locales en alianza cada vez más profunda con principios de los años noventa más del 70 % OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
Javier Alber to Castr illón R iascos, Julián Valencia G aitán 170 de los narcóticos producidos en Colombia se cía (sobre todo en los organismos de inteligen- enviaban desde allí (Insight Crime, 2018), lo cia), facilitó la penetración del narcotráfico en cual se ha mantenido, ampliando actualmente la institución a diferentes niveles (Ávila, 2012). su operación a los mercados europeos junto al Algo similar sucedió con la desmovilización de puerto de Maracaibo (abc, 2015). Adicional- las autodefensas y sus disidencias, hecho que mente, a Puerto Cabello arriban mercancías de dejó redes importantes de comunicación para origen chino que llegan desde Panamá, las cua- las bandas criminales, sobre todo con el ejército les son revendidas en una red de 38 empresas colombiano (Ávila, 2012). de la familia El Aissami, todas ellas dedicadas Estos aspectos prueban una de las si- al lavado de dinero (ntn24, 2018). tuaciones más críticas de todo el fenómeno Por otro lado, se destaca la participación criminal de la frontera: la criminalización de funcionarios oficiales en el contrabando de los actores regulares, o, en otras palabras, de combustible, actividad tan rentable como la subordinación de miembros de las fuerzas el narcotráfico. En este fenómeno, militares y de seguridad del Estado a las estructuras de figuras gubernamentales facturan envíos que crimen organizado, fenómeno que se da si- no llegan a los destinos contratados, para ser multáneamente en ambos lados de la frontera, vendidas en Colombia aprovechando la am- aunque con distintos niveles de cooptación. plia diferencia de los precios subsidiados en La descripción de los distintos actores le- Venezuela (Diario de los Andes, 2017). Dicho gales e ilegales que crean interacciones propias esquema se complementa con la complacen- del área de frontera debe ser entendida en clave cia y corrupción de miembros de la Policía de seguridad nacional: en primer lugar, por ser Nacional de Colombia y el Ejército en la zona una zona de alto flujo de criminalidad y, en de frontera, los cuales han tenido responsabi- segundo lugar, por la vinculación de la insti- lidad en el establecimiento territorial de las tucionalidad estatal al servicio del crimen en múltiples organizaciones criminales en el área niveles muy altos y en las esferas centrales del transfronteriza (Niño, Camargo y Cañizares, poder político y militar, situación que ha pro- 2012; López, 2014). piciado el aumento, en número y gravedad, de Las redes de corrupción al interior de las los incidentes fronterizos (Cancillería, 2015). fuerzas de seguridad del Estado colombiano en el Norte de Santander no son un asunto nove- doso; son producto, en parte, de las luchas de CONCLUSIÓN: HACIA EL UNILATERALISMO carteles y la llegada de grupos de autodefensas a EN LA SEGURIDAD FRONTERIZA la región entre los años ochenta y noventa (Ávi- la, 2012). En este sentido, la vinculación de En un marco general, la situación de se- miembros del Cartel del Norte del Valle –en es- guridad y tensión fronteriza parecía encontrar pecial de Wilber Varela, quien fuera miembro una suerte de acuerdos entre 2012-2015 que de la policía colombiana antes de convertirse direccionarían la problemática. En febrero de en criminal– con miembros activos de la poli- 2012, los entonces ministros de Defensa por OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
R e c o n f i g u r a c i ó n d e l a f r o n t e r a N o r t e d e S a n t a n d e r -Tá c h i r a : i l e g a l i d a d , c r i m e n o r g a n i z a d o … 171 Colombia y Venezuela, Juan Carlos Pinzón y Bolivariana (ceofanb) (Xinhua, 2017), o la in- general Henry Rangel Silva respectivamente, cursión de militares venezolanos en helicópte- se reunieron en Caracas en el marco de la Co- ros a Tibú, Norte de Santander, en noviembre misión Binacional de Seguridad Fronteriza, y de 2017, donde erradicaron tres hectáreas de suscribieron acuerdos para el establecimiento cultivos ilícitos (El Espectador, 2017a). Este de un “sistema de información binacional para último hecho constituyó una violación a la la seguridad y defensa de la línea fronteriza” soberanía colombiana, que afortunadamente (Hernández, 2012). Esto evolucionaría en el no escaló más allá de la denuncia y las protestas 2014 con el desarrollo del Centro Conjunto correspondientes. Binacional de Comando y Control (ceboc), Por parte de Colombia, el diagnóstico de acordado entre Juan Manuel Santos y Nicolás pasos no formales (contabilizando 116 y prio- Maduro en Cartagena, hecho que fue articu- rizando 57 puntos)5 en el año 2015 (Ministerio lado con la movilización de 17.000 miembros de Defensa, 2017), llevó al desarrollo de planes de la fanb destinados a vigilar los pasos legales desde el sector defensa de forma individual. e ilegales (El Espectador, 2014). Posteriormen- La directiva permanente de Fortalecimiento te, en diciembre de 2016, como parte de los del Control Institucional del Territorio en las acuerdos que permitieron reabrir la frontera Zonas de Frontera, que imparte “órdenes y li- cerrada a mediados del 2015, se crea el Centro neamientos operacionales a los Comandos de Binacional de Lucha Contra el Crimen Or- Fuerza, Comandos Conjuntos y Estado Mayor ganizado Transnacional (cebcot) (Gobierno Conjunto”, para fortalecer las operaciones en de Colombia, 2016), y se ordena también el áreas fronterizas y establecer mecanismos de “aumento de tropas en los pasos no formales a articulación con otros organismos estatales co- lo largo de la frontera común” (Ministerio de mo la Fiscalía (Ministerio de Defensa, 2017), Defensa, 2017). Sin embargo, no se han co- es prueba del unilateralismo colombiano con nocido avances o resultados producto de estos el empleo en conjunto de su capacidad institu- mecanismos binacionales, probablemente, por cional. La misma, reconoce el carácter poroso y la falta de confianza entre las fuerzas de seguri- la vulnerabilidad de la frontera al contrabando dad y la crisis diplomática entre ambos países. y tráfico de migrantes, al involucrar a la Arma- Muestra de ello son las iniciativas unilaterales da colombiana a través de la Fuerza Naval de como la de diciembre de 2017 por parte de Oriente para la vigilancia de las rutas fluviales Nicolás Maduro, quien envió al Zulia fuerzas de los departamentos de Guainía, Vichada y especiales al mando del Comando Estratégico Arauca, apoyando las labores de la Policía Fiscal Operacional de la Fuerza Armada Nacional y Aduanera (polfa) y Migración Colombia 4 A febrero de 2018 se contabilizaban 280 pasos ilegales en los 2.219 km de frontera, por los cuales se contabilizó una migración pendular (los que van y vienen por la frontera) de 1.000.000 de venezolanos aproximadamente (El Espectador, 2018a). OPERA, ISSN: 1657-8651, E-ISSN: 2346-2159, N° 24, Enero –Junio de 2019, pp. 157-177
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