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Marruecos: Ruta por el norte de la tierra de los mil sabores

Marruecos, 7 Días · A tu aire en coche

Ruta por el norte de la tierra de los mil sabores
Te proponemos un viaje inolvidable en coche por la parte septentrional de
Marruecos, una experiencia que podrás disfrutar con los cinco sentidos. En
esta "Ruta por el norte de la tierra de los mil sabores" descubrirás, a tu
ritmo y a tu aire, la belleza indómita de esta región del país magrebí, su
exótica y deliciosa tradición culinaria, sus amables y hospitalarias gentes...
y una luz y una fragancia que no encontrarás en otros rincones del país
marroquí. Porque en sus costas se dan la mano el azul oscuro del Mare
Nostrum con el turquesa del océano Atlántico y, en sus ciudades, la cultura
tradicional magrebí de sus medinas con las ciudades nuevas de influencias
extranjeras, repletas de las huellas dejadas por el paso de españoles,
portugueses, franceses o estadounidenses a lo largo de su azarosa e
interesante historia. Podrás visitar poblaciones de una belleza sin
parangón, donde el blanco impoluto y el azul añil de sus casas dibujan un
ensoñador horizonte entre sus laberínticas calles; mientras, en sus zocos y
bazares, explota una miríada de colores, sonidos, sabores y olores que
despiertan los sentidos. Un viaje donde ciudades como Tánger "la blanca",
Arcila "la perla del Atlántico", Chauen "el pueblo azul de Marruecos" o
Tetuán "la paloma blanca", pugnarán por tus atenciones y por hacerse un
sitio en tu memoria junto a paradisíacas playas como Achakkar, Kaf
Lahman, Sidi Mugaits, Oued Laou o M'diq. El exótico norte de Marruecos te
espera... ¡responde a su llamada!

Fechas de salida_ Salidas desde Febrero 2022 hasta Enero 2023
Desde_ Madrid, Barcelona

Itinerario del viaje
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DÍA 1 · CIUDAD DE ORIGEN - TÁNGER
Salida del vuelo desde la ciudad de origen hasta Tánger y recogida del coche de alquiler. Bienvenido a la urbe más
cosmopolita de Marruecos, una vibrante ciudad que ha sabido conjugar su azaroso pasado con un destacado
desarrollo turístico que la convierte en una de las principales puertas de entrada del país para el visitante extranjero.
De hecho, Tánger parece abrazar la llegada de turistas con su hermosa bahía mediterránea en forma de anfiteatro que
se extiende a lo largo de 7 km de costa y que delimita su casco antiguo. Su colorido, su inolvidable luz, sus paisajes
urbanos y su excelente gastronomía han atraído a artistas y personajes de la talla de Eugène Delacroix, Mariano
Fortuny, Paul Bowles, Tennessee Williams, Eduardo Haro, Francis Bacon, Henri Matisse e incluso Malcolm Forbes, los
Beatles o los Rolling Stones, quienes cayeron rendidos ante la belleza de esta auténtica perla bañada por las aguas
del Mediterráneo y del Atlántico. La ciudad está dividida en dos partes: por un lado, el casco antiguo amurallado o
medina, que parte desde el puerto y se extiende colina arriba; y por el otro, la Villa Nueva (Ville Nouvelle), con un
marcado regusto europeo heredado de las variadas influencias que dejó el protectorado internacional que rigió la
ciudad durante décadas. Como nexo de unión se encuentra el Gran Zoco o Plaza del 9 de abril de 1947, excelente
punto de partida para tu aventura tangerina y uno de los atractivos imprescindibles de la ciudad, pues alberga
además la mezquita de Sidi bou Abid de 1917. ¡Disfruta de su animada vida social mientras te tomas un café o un té
moruno, con menta o hierbabuena, en alguna de sus muchas terrazas! No te preocupes si no ves los tradicionales
puestos del mercado que antiguamente abarrotaban la plaza, o Socco, ya que se han situado en las calles de los
alrededores. En realidad, la amalgama de laberínticas callejuelas que conforman la medina, jalonadas de casas con
revestimiento de cal (de ahí su apodo Tánger "La Blanca") están repletas de bazares, como el mercado de babuchas, y
tiendas de productos locales que la dotan de mucho carácter. Te proponemos el siguiente recorrido para desentrañar
todos los secretos del casco antiguo: la Iglesia Anglicana de St. Andrew, una incomparable fusión de estilos entre los
que destaca el andalusí; el Parque de la Mendubia, un remanso de paz donde se aprecia de primera mano el estilo de
vida local y está presidida por un árbol de banyan ¡de más de 800 años de edad!; la Rue des Siaghins (Calle de los
Plateros), con la Iglesia de la Purísima Concepción de 1880, de clara influencia oriental, y Dar Niaba, un palacete de
estilo renacentista que fuera sede de la legación francesa; el souk Dakhil (Pequeño Zoco), situado en pleno corazón
de la medina en una plaza de estilo español; el antiguo consulado de los Estados Unidos, de 1821, reconvertido en el
Museo del Legado Americano, donde se exhiben una gran variedad de recuerdos de la época dorada de la ciudad
(Nota: abierto los lunes, miércoles y jueves de 10:00 a 13:00 hrs y de 15:00 a 17:00 hrs); el Museo de la Fundación
Lorin que, ubicado en una sinagoga de la calle Tuahin, hace un repaso de la primera mitad de la Tánger del siglo XX
(Nota: abierto todos los días de 11:00 a 13:00 hrs y de 15:30 a 17:30 hrs de domingo a viernes); la Gran Mezquita,
fundada en 1684; la Madrasa reconstruida en el siglo XVIII y bordeada por un mirador que brinda una vista
panorámica del estrecho de Gibraltar, el puerto y la bahía; Bab el Bahr (Puerta del Mar) y su mítico Hotel Continental;
y la magnífica plaza de la Kasbah, con su entrada principal llamada Bab el Assa (Puerta de los Centinelas) y el museo
Dar el Majzen, ubicado en el palacio del sultán Moulay Ismail del siglo XVII, donde se exponen antigüedades y piezas
de arte marroquí (Nota: abierto los martes de 13:00 a 16:00 hrs y los viernes de 9:00 a 12:00 horas y de 13:00 a 16:00
hrs). Y, por supuesto, no debes perderte la excelsa tradición culinaria tangerina en sus decenas de restaurantes que
parecen surgir en cada esquina. El plato estrella local es, como en todo Marruecos, el "couscous", bolitas de sémola
de trigo cocinadas al vapor en un "alcuzcucero" que en Tánger se acompañan de verduras, albóndigas, caldo, pollo y,
en ocasiones, garbanzos cocidos. También sobresalen el "tajine", un estofado de cordero o pescado que combina los
dátiles con otras frutas y verduras; y la "harira" una sopa de garbanzos típica del mes de Ramadán. Y de postre, las
"kaab el ghzal" (cuernos de gacela), masitas de pastaflora y almendras molidas, y el "ktefa", un milhojas de almendras
y leche perfumado con flores de naranjo, el auténtico rey de los dulces marroquíes. Por su parte, los noctámbulos
encontrarán diversión en la rambla o costanera de Tánger, bordeada de bares y discotecas. Alojamiento en Tánger.
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DÍA 2 · TÁNGER - CABO ESPARTEL - GRUTA DE HÉRCULES - TÁNGER
Te recomendamos para esta segunda jornada la visita a dos grandes atractivos situados en la periferia de Tánger, el
Cabo Espartel y las Cuevas de Hércules, para a tu regreso a la ciudad descubrir sin prisas la hermosa Ville Nouvelle. A
primera hora, disfruta de un buen desayuno al estilo marroquí, ya sea en el hotel o en los puestos callejeros repartidos
por toda la urbe, a base de pan pita (pan árabe sin miga), "khubz" (pan plano sin levadura) con mantequilla o aceite de
oliva, frutas de estación y/o "cringal" (una especie de panqueque), o si lo prefieres, deliciosa pastelería francesa. Y
acompáñalo todo de un zumo de naranja natural, un café o un té moruno. ¡La mejor manera de afrontar otro
maravilloso día en Tánger! Una vez estés listo, toma la Route Rahra en dirección noroeste, atravesando así la Reserva
de Cabo Espartel y sus bellos paisajes de jaras y alcornoques, y recorre unos 12 km al volante hasta alcanzar tu
destino, el Cabo Espartel (Nota: hay una zona de aparcamiento gratuito). Allí, en el extremo occidental del estrecho de
Gibraltar, donde el color turquesa del océano Atlántico se da la mano con el azul oscuro del mar Mediterráneo, se
contemplan unas espectaculares vistas que se quedan para siempre grabadas en la retina... y, por supuesto, en la
memoria de tu cámara fotográfica. ¡No te la olvides o te arrepentirás! Antaño conocido como Cabo Ampelusia o Cabo
de las Viñas, su topografía parece convertirlo en un peñón independiente del continente, donde se alza inmutable su
famoso faro construido en el año 1865 (Nota: se puede subir al punto más alto si el farero está presente y previo pago
de una propina. No existe visita turística organizada). A unos 5 km al sur, conduciendo por la carretera que discurre
paralela al litoral y la playa Achakkar, se hallan las espectaculares y restauradas Cuevas de Hércules, unas cavidades
naturales cinceladas por la erosión del mar y del viento, pero también por el deseo humano de extraer bellas piedras
de sus entrañas. Y al igual que la propia Tánger, su nombre está envuelto en un halo mágico. En el caso de la ciudad,
su apelativo procede de la antigua diosa fenicia Tingis, amante de Heracles (el Hércules romano), el héroe mitológico
que separara Europa de África abriendo el estrecho de Gibraltar. En lo que respecta a las cuevas, cuenta la leyenda
que sería en estas grutas donde el semidiós, hijo de Zeus (el Júpiter romano) y la reina Alcmena, dormiría antes de
robar las manzanas en el Jardín de las Hespérides, su undécimo trabajo, y donde venció y encerró a Anteo, fundador
de Tánger y esposo de Tingis. ¡No te las puedes perder! (Nota: entrada gratuita. Hay guías locales y pequeñas
empresas que organizan rutas por tierra o por la costa. Se recomienda ropa cómoda y buen calzado). Llega el
momento de regresar a Tánger por la Route des Grottes d'Hercule, en dirección sureste, y la Avenue Moulay Rachid,
hacia el noreste, un recorrido de unos 12 km al volante. La ciudad nueva fue construida por los franceses a principios
del siglo XX y guarda todos los criterios de su concepción arquitectónica. No hay mejor punto de partida que la Plaza
de Faro, con sus famosos cañones portugueses, donde arranca el Boulevard Pasteur, la arteria principal de esta parte
de la urbe y paradigma de todas las particularidades de Tánger y Marruecos. Sus atractivos indispensables son: el
Gran Teatro Cervantes, edificio de estilo Art Decó de 1913 que constituye uno de los principales vestigios del paso de
los españoles; la Plaza Francia y su romántico Le Grand Café de Paris, que fuera un nido de espías durante la
Segunda Guerra Mundial; las maravillosas vistas y los inolvidables atardeceres que se pueden contemplar en la Plaza
de la Alcazaba (Nota: depende de tus preferencias realizar a la inversa el recorrido de hoy, es decir, empezando por la
Ville Nouvelle, ya que los atardeceres en el Cabo Espartel son también impresionantes); las calles y fachadas del
Barrio Marshan; la necrópolis púnica, situada al borde de un acantilado que ejerce de balcón al estrecho de Gibraltar;
el legendario Café Hafa, punto de encuentro de bohemios y artistas famosos que data de la década de 1920; y el
suntuoso e histórico Hotel Minzah de 1930, con su terraza-mirador y sus bonitos jardines. Acércate a la zona del
puerto para comer o cenar platos basados en la inmensa riqueza del litoral marítimo de Tánger: sardinas, meros,
merluza, calamares, mariscos o langostas cocinados en forma de pasteles, albóndigas o croquetas, asados o como
relleno de pan de pita. ¡Son verdaderas exquisiteces! Por otra parte, en la Plaza de la Alcazaba hay restaurantes de
comida marroquí que ofrecen espectáculos de la sensual danza del vientre. Alojamiento en Tánger.
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DÍA 3 · TÁNGER - ARCILA - LARACHE - ARCILA
Inicia la jornada a buena hora y recarga pilas con otro buen desayuno marroquí. Llega el momento de dejar atrás
Tánger "La Blanca" para poner rumbo hacia el suroeste en dirección a "La perla del Atlántico", la localidad de Arcila
(Arzila, Asilah o Assilah), situada a unos 45 km de distancia por la A5 (Nota: autopista de peaje). En unos 50 min al
volante, mientras bordeas la bella costa atlántica de Marruecos, arribarás a esta ciudad conocida a nivel mundial por
sus interminables playas de fina arena, su hermosa y cuidada medina, y su vibrante escena artística, con el Festival
Cultural Internacional como punto álgido, un evento que se celebra desde 1978 en el mes de julio o agosto (varía en
función del mes del Ramadán) que aborda múltiples disciplinas como pintura, literatura, cine o poesía, entre otras.
Como sucede en gran parte de las urbes marroquíes, Arcila se divide entre la medina, o barrio antiguo, y la ciudad
nueva. Te planteamos el siguiente recorrido de cara a esta jornada y la siguiente, que incluye una escapada a Larache
al sur, pero está en tus manos organizarlas a tu gusto. Encorsetada en las ocres murallas de origen portugués que se
remontan a finales del siglo XV, la medina de Arcila es una auténtica maravilla. Es el casco antiguo mejor conservado
del país, un baño de luz y sonidos marinos conformado por un entramado de calles con casas neoárabes de un pulcro
color blanco o azul añil y bellos murales (algunos heredados de los años 70 del pasado siglo). ¡Un paseo por sus
callejuelas es ya una experiencia inolvidable! Puedes entrar en el recinto amurallado por la puerta norte, la Bab el
Kasbah (Puerta de la Kasbah), donde se inicia el descubrimiento de los tesoros de la medina: la Gran Mezquita de
Asilah, con su blanco alminar octogonal; el Centro Cultural Hassan II, epicentro del festival de verano, y sala de
exposiciones de artistas contemporáneos a lo largo del año (Nota: abierto todos los días); la plaza Ibn Khaldun, con la
Bab el Bahar (Puerta del Mar) y el majestuoso bastión cuadrado de las murallas llamado Borj Al Kamra; el palacio de
Raisuni, o Raisuli, también llamado "Palacio de las Lágrimas", una joya arquitectónica actualmente centro cultural; el
mirador de Caraquia y sus preciosas vistas al mar, la Kuba de Sidi Ahmed el Mansur y un pequeño cementerio árabe;
y finalmente la Bab Homar, apodada por los españoles Puerta de Tierra. Después de comer, es un buen momento
para poner rumbo a la ciudad portuaria de Larache, situada a unos 45 km al sur de Arcila por la autopista de peaje A5,
y admirar sus muchos encantos. De camino, se pueden hacer un par de escalas en dos de las playas más hermosas
de esta parte de Marruecos: la playa del Paraíso, o Kaf Lahman (Las Cuevas), tomando la salida que hay a unos 2 km
desde Arcila y después una carretera de unos 4 km hacia la costa; y la playa Sidi Mugaits (del Santo), tomando la
salida que hay a unos 5 km al sur de Arcila y después la carretera de unos 5 km hacia la costa. Aprovecha para darte
un chapuzón, disfrutar del sol y la brisa o de un paseo en camello, y/o degustar un "tajine" de pescado o unas sardinas
asadas (Nota: ambas playas cuentan con aparcamiento). Después de conducir unos 40 min (desde Arcila) llegarás a
la encantadora Larache, la antigua Lixus, donde la leyenda sitúa el Jardín de las Hespérides. La huella del
Protectorado Español en Marruecos se deja ver con firmeza en la parte nueva de la ciudad, con sus casas de estilo
andaluz de color blanco y azul cielo. Mientras, la medina conserva el aspecto tradicional árabe, tan cautivador y
evocador, con su permanente trajín y sus puestos de artesanía, bazares y zocos. A la parte antigua se accede a través
de la Bab Barra, mientras que la vía principal de la ciudad nueva es la Avenida Mohammed V, que desemboca asu vez
en la Plaza de la Liberación, antaño Plaza de España, nexo de unión entre los dos distritos de Larache. Entre otros
atractivos locales destacan: el Souk Sgher, o Pequeño Zoco; la Bab el Bahar (Puerta del Mar), con su espectacular
arquitectura marroquí; el Barrio Judío, donde se encuentran la mezquita Nasaría o la Iglesia de San José; la plaza de
Mazjén, donde podrás contemplar las mejores vistas del pintoresco puerto pesquero; y la Kasbah, que parece avanzar
sobre el mar como la proa de un barco (Nota: no se puede visitar su interior). Aprovecha para cenar en alguno de sus
pequeños restaurantes y terrazas platos tradicionales como la "mechouia", una ensalada de tomates y pimientos
cocidos con ajo, aceite de oliva y zumo de limón; el "pastilla", un pastel de hojaldre con cebolla, carne de pollo o de
paloma aderezado con perejil, almendras, azúcar, sal y canela; o simplemente unas sabrosas brochetas asadas, que
se sirven sobre pan y suelen venderse en puestos callejeros. Una vez estés listo, regresa a Arcila para pasar la noche
(Nota: si no has cenado en Larache, puedes ir a la avenida Hassan II, sembrada de terrazas y restaurantes donde
disfrutar de deliciosos platos de pescado). Alojamiento en Arcila.
DÍA 4 · ARCILA - CHAUEN
Destina la mañana a recorrer la ciudad nueva de Arcila. Puedes desayunar, por ejemplo, en la agradable plaza de
Zalaka, o hacer allí un pequeño alto en el camino si ya lo has hecho en el hotel. Desde la Bab Homar se accede a la
parte moderna, donde te toparás con el zoco Ahfir, situado en la calle Ibn Battûta (el mayor explorador de la Edad
Media y natural de Tánger), donde puedes realizar algunas compras. En la ciudad nueva, edificada durante el
protectorado español, te recomendamos: la Madrasa, que data de los años 30 del siglo pasado; la iglesia de San
Bartolomé, similar a las misiones españolas de América; la mencionada plaza de Zalaka; el mercado central; el paseo
marítimo, flanqueado por una muralla y llamado avenida Moulay Al Hassan Ben Mehdi, y con la playa local a sus piés;
y el puerto pesquero, punto de reunión de los habitantes de la localidad. La siguiente etapa de la Ruta tiene lugar en
Chauen (Chaouen o Chefchaouen), el irresistible "pueblo azul de Marruecos", situado al sureste de Arcila. Para llegar
hasta Chauen tienes dos opciones, que tanto en distancia como en tiempo al volante son muy similares (unos 150 km
y alrededor de 2 hrs y media): por un lado, regresar al norte por la A5, girar al este por la N4 para después tomar la N1
en dirección sureste (trayecto en el que puedes visitar las playas si no pudiste hacerlo en los días anteriores); y por el
otro, la ruta interior, primero por la A5 en dirección sur y después por las carreteras P4702 (este), P4405 (sur) y R410
(este). ¡Tú decides! Recostada sobre dos montañas de la cordillera del Rif, Chauen ha mantenido con pocas
alteraciones toda la fisonomía medieval de su medina. Es, sin duda, una de las localidades más fotografiadas de
Marruecos, un lugar en el que cada rincón te invita a echar mano a la cámara de fotos. Sus casas encaladas de
blanco y azul, sus estrechas calles pavimentadas con guijarros que serpentean por la montaña, y sus plazas llenas de
animación, merecen un tranquilo y largo paseo. Apodada también la Saliha El Madin (la Ciudad Santa), Chauen cuenta
con un importante patrimonio religioso en la forma de decenas de oratorios y mezquitas, como la Gran Mezquita El
Masjid Aadamla de 1471, en el barrio de las lavanderías; la mezquita de los Andaluces; la mezquita de minarete
octogonal llamada Tarik-Ben-Ziad, en la plaza Uta-al-Hammam; e incluso el Mausoleo Zawiya. Precisamente, la plaza
ajardinada Uta-al-Hammam, en el interior de la medina, es el epicentro de la vida social de la localidad y el lugar ideal
para a beber café o té de menta y admirar su bullicio. También está la la Kasbah y sus once torres almenadas, que
alberga asimismo el imprescindible Museo Etnográfico local (Nota: abierto lunes, miércoles, jueves y sábado de 9:00
a 13:00 hrs y de 15:00 a 18:30 hrs; viernes de 9:00 a 12:00 hrs y de 15:00 a 18:30 hrs; y domingo de 9:00 a 18:30
hrs). Como curiosidad, la célebre "chilaba", traje típico del norte de África, nació en esta inolvidable ciudad, famosa
también por la calidad de su artesanía en mimbre o barro cocido que podrás adquirir en sus numerosos bazares. Y no
te pierdas el delicioso queso de cabra producido por los beréberes, el pueblo nómada originario del Magreb, en los
restaurantes de Chauen. ¡Dicen que es el mejor de Marruecos! Alojamiento en Chauen.
DÍA 5 · CHAUEN - OUED LAOU - TETUÁN
Si ya has explorado Chauen a fondo, llega el momento de regresar a la costa mediterránea de Marruecos con destino
a Oued Laou, una pequeña localidad de pescadores situada unos 55 km de distancia. Desde el "pueblo azul", toma la
carretera R412 en dirección noroeste y después la P4105 hacia el noreste; en algo más de una hora arribarás a uno de
los secretos mejor guardados del país magrebí, la pintoresca y encantadora población de Oued Laou, un pedazo de
paraíso en la tierra (Nota: a mitad de camino puedes hacer un alto fotográfico en el camino en la enorme presa
hidroeléctrica y en las gargantas del río Laou). La lejanía de Oued Laou de los grandes núcleos urbanos la convierten
en un remanso de paz y tranquilidad. Y sus largas playas son el lugar perfecto para recuperar el aliento y disfrutar del
sol y de las aguas del Mediterráneo, mientras observas a los pescadores en su tarea diaria. El pueblo dispone además
de un atractivo paseo marítimo de más de 4 km sembrado de restaurantes y bares donde degustar el pescado local,
principalmente pargo rojo, anchoas y sardinas. Cuenta también con los restos de los acuartelamientos del
Protectorado español, la mezquita de minarete octogonal, un ajetreado mercado central diario y un típico zoco que se
celebra todos los sábados, así como con pequeñas empresas que ofrecen actividades como pesca, buceo, paseos en
bicicleta o senderismo por los alrededores. Y en el mes de agosto, alberga su Festival Cultural, con agrupaciones
procedentes de diversos puntos del planeta. Después de comer, retoma la Ruta con la ciudad de Tetuán (o Tétouan),
que domina el valle del Oued Martil, como meta de la jornada. Tetuán se encuentra a unos 50 km al noreste por la
carretera N16, que serpentea en paralelo a la bella costa oriental del norte de Marruecos, trayecto que supone
alrededor de una hora al volante. La medina de esta ciudad, apodada "La paloma blanca", forma parte de la lista de
Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO gracias, entre otros atractivos, a las hermosas casas de los aristócratas
árabes que llegaron de Al-Ándalus huyendo de la Reconquista cristiana de la Península Ibérica. Tetuán es un lugar
maravilloso donde se puede contemplar a los artesanos trabajando en sus calles en artesanías milenarias que forman
parte del acervo cultural del pueblo marroquí. En Tetuán, los zocos se encuentran separados por disciplinas:
tejedores, joyeros, peleteros, etc. Por la calle Tarafin, por ejemplo, encontrarás la bisutería. Esta calle llega hasta el
Palacio del Califa, actualmente Palacio Real, otro fabuloso ejemplo de la arquitectura morisca con influencia
española. En la medina de Tetuán se encuentran el Museo Arqueológico, cerca de la Bab Tout, una de las siete
puertas de acceso al casco antiguo, que posee una magnífica colección de mosaicos y de vestigios de la ocupación
romana extraídos de las excavaciones de Lixus (Nota: abierto de lunes a sábado de 10:00 a 18:00 hrs, y domingos de
10:00 a 17:30 hrs); y el Museo de Arte Marroquí, al lado de la Bab El Oqla, que expone trajes tradicionales e
instrumentos musicales (Nota: horario de apertura variable). Cerca de este último, se encuentra también la Escuela
de Artes y Oficios. Hacia el oeste del pueblo se extiende la ciudad nueva, con la monumental Plaza Hassan II como
nexo de unión con la medina, que es conocida como "El Ensanche". Nacida durante el Protectorado español, se
caracteriza por edificios de cinco plantas como máximo con tiendas en las plantas bajas. Aquí destaca la calle
Mohamed V y la plaza de Mulay Mehdi, el centro de la capital del Protectorado, donde está la Iglesia de Nuestra
Señora de las Victoria de 1919, con su casa misión. Por su parte, el Instituto Nacional de Bellas Artes, fundado por el
pintor español Mariano Bertuchi, tiene la particularidad de contar con la enseñanza del arte de la historieta y es sede
todos los años del Festival Internacional de la Historieta. A nivel culinario, Tetuán es famosa entre otras cosas por su
delicioso "tajine" de boquerones, su buen pescado fresco y su deliciosa repostería, mezcla de dulces árabes y
españoles. Las "briouats", empanadillas de hojaldre con miel y almendras; los "baghir", rollos de masa rellenos de
dátiles; y las "ghriba", masitas redondas de huevos, azúcar y nueces molidas; son algunos ejemplos. Y, por supuesto,
no hay que olvidarse de su barrio judío, el "Mellah", que es tan asombroso que se lo conoce como "la pequeña
Jerusalén" y es el lugar más animado del pueblo a partir del anochecer. ¡Disfrútalo! Alojamiento en Tetuán.
DÍA 6 · TETUÁN - RINCÓN M’DIQ - TÁNGER
  Aprovecha parte de la mañana para seguir descubriendo los tesoros de "La paloma blanca". Cuando estés listo,
  retoma la carretera para poner rumbo a la localidad costera de M’diq, conocida comúnmente como Rincón (o Rincón
  de Medik), ya que el término "m’diq" significa "estrecho" o "rincón" en árabe. M’diq es una población eminentemente
  turística que antaño fuera un pequeño pueblo rústico que comenzó su desarrollo urbanístico bajo el Protectorado
  español. Esta ciudad portuaria se divide en dos partes: una centrada en el turismo y otra dedicada a su centenaria
  actividad pesquera. La primera se articula en torno a su kilométrica playa, limitada en el parte meridional por los
  acantilados de Cabo Negro y flanqueada por un amplio paseo marítimo de 1,6 km de longitud engalanado de
  majestuosas palmeras y elegantes farolas. La playa de M’diq está dotada de todos los servicios turísticos modernos
  y en ella se pueden llevar a término multitud de actividades relacionadas con el turismo de sol y playa. En la línea de
  costa encontrarás, además, una sucesión de diferentes bares y restaurantes, la mayoría con terrazas vistas al mar,
  que son famosos por la calidad de sus especialidades de pescado y marisco. Asimismo, la ciudad alberga todos los
  años, normalmente a finales de julio, la Semana Náutica Internacional de M’diq, que se ha convertido en una de sus
  mayores atracciones turísticas que conjuga los aspectos náutico-deportivos con encuentros, conferencias, cenas y
  espectáculos. Ya solo resta regresar a Tánger, donde pasarás la noche. Toma la N13 en dirección sur y la N16 al este
  hasta acceder a la N2 en dirección Tánger, un recorrido de unos 75 km al volante que te llevará alrededor de 1 hr y 30
  min. Disfruta del resto de esta jornada, y la de mañana hasta la hora de partir de regreso a casa, para visitar aquellos
  atractivos que se te quedaron en el tintero durante los primeros días de la Ruta en Tánger. Alojamiento en Tánger.

  DÍA 7 · TÁNGER - CIUDAD DE ORIGEN
  Presentación en el aeropuerto con suficiente tiempo de antelación para devolver el coche de alquiler y vuelo de
  regreso a la ciudad de origen. Llegada. Fin del viaje y de nuestros servicios.

Tu viaje incluye

 Tu viaje incluye

  Coche de
   alquiler.

Destinos visitados
Tánger   Assilah     Larache

Chauen   Oued Laou   Tetuán

Rincón
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