Hitos de la ciudad colonial de Buenos Aires

Página creada Urbano Zamora
 
SEGUIR LEYENDO
Hitos de la ciudad colonial
de Buenos Aires
Alberto Cedeño Valdiviezo*

Resumen: En este artículo se estudian aquellos hitos monu-            Abstract: This article verses on those monumental landmarks
mentales que fueron muy significativos durante la existencia de       that were highly relevant during the colonial period of the city
la ciudad colonial de Buenos Aires y que, desafortunadamente,         of Buenos Aires. Unfortunately, such landmarks disappeared
desaparecieron al convertirse ésta en una ciudad ecléctica            when the city became an eclectic area where the French and
donde dominó la arquitectura franco-inglesa. Gran parte del           English architecture reigned. The glamour of the old Buenos
esplendor de la antigua Buenos Aires se debió a estos hitos           Aires was due to such landmarks and their disappearance
y su desaparición marcó la muerte de ésta, como hoy en día            also meant the city’s death, just like the eclectic architecture
la desaparición de la arquitectura ecléctica señala su profunda       disappearance highlights the city’s current transformation.
transformación actual.
                                                                      Keywords: colonial, eclectic, landmark, iconography, watercolor
Palabras clave: colonial, eclecticismo, hitos, iconografía, acuare-   and engravings.
las y grabados.

* Profesor del Departamento de Tecnología y Producción de la
      División de CyAD de la Universidad Autónoma Metropolitana-
      Xochimilco.
48
Introducción                                             asiento en la época de Juan de Garay (fundador), es-
                                                         pacio “que estaba delimitado apenas por un corral de
En un artículo presentado en el número anterior de       palo a pique”,2 destinado a defender a la población
este Anuario, titulado “Planos y grabados de la Bue-     del ataque de fuerzas navales y desembarcos de tipo
nos Aires española”, se expuso, desde un punto de        filibustero. No se previó ninguna muralla perimetral
vista cartográfico, el desarrollo de la ciudad colonial  para el asentamiento original, ya que no se espera-
de Buenos Aires, es decir de la ciudad española hasta    ba que los indígenas dispusieran de fuerza ofensiva
finales del siglo xix, cuando políticas gubernamentales  suficiente ni siquiera para atreverse a amenazar el
deciden transformarla en una ciudad ecléctica, que       poblado; además, era demasiado extenso y disper-
hoy, desafortunadamente, también se encuentra en         so el asentamiento de la población semi rural que
proceso de desaparición. La limitación en la extensión rodeaba a la ciudad, por lo que el sistema de defensa
para publicar un artículo de este tipo, nos obligó a     residía en fuertes y puestos de guardia fortificados,
que esta segunda parte, que se refiere a aquellos mo- situados en lugares cuidadosamente elegidos. A partir
numentos-hitos de la ciudad colonial, fuese tratada      de 1595, este lugar contó con un murallón de tierra
de manera separada. Estos hitos monumentales, hoy        apisonada y base de tosca fragmentada. La muralla se
desaparecidos en su mayoría, pero cuyas imágenes         completaba con un foso y el recinto quedaba unido a
se han conservado a través de grabados y acuarelas,      la Plaza Mayor mediante un puente levadizo. Se agre-
nos permiten darnos cuenta cómo fue aquella ciudad       garon bastiones y algunos cañones de bronce, para
colonial, no tan diferente del resto de las ciudades     proteger a la población de los piratas que de vez en
americanas de origen español, la cual fue gradual-       cuando merodeaban por el río. Por fortuna nunca fue
mente destruida durante el siglo xix, obedeciendo a      necesario resguardar a la población, que en el siglo
los estándares estéticos de la época, que establecían    xviii era tan grande que no hubiera sido posible con-
como moda su sustitución por arquitecturas francesas centrarla en el Fuerte.3 Su planta definitiva de febrero
e inglesas. Esta renovación de Buenos Aires coincidió    de 1720 sigue los planos de José Bermúdez de
con el arribo de millones de inmigrantes de origen       Castro, ingeniero militar graduado en la Academia
europeo, que finalmente terminaron por destruir la       de Fortificaciones de Flandes, y del cual ya hemos
identidad colonial del pueblo argentino, sólo conser-    hecho referencia con relación a sus trazados de la
vada en parte por algunas ciudades del norte de este     ciudad.4 En 1803, al interior de la fortaleza se hicieron
país. Un sentimiento de nostalgia al mirar las acuare-   múltiples construcciones, agregados y modificaciones,
las y grabados de esta época despertó nuestro interés pues sus funciones eran más administrativas y resi-
en esta investigación, que finalmente nos permitió       denciales que militares.5 Numerosos hechos históricos
descubrir cosas muy interesantes y poco conocidas        sucedieron y muchos personajes desfilaron por él:
sobre esta ciudad sudamericana.                         “Fue, en una palabra, como el libro en piedra, como

El Fuerte
                                                          1    Sonia Berjman, La plaza española en Buenos Aires
                                                              1580/1880, Kliczkowski Publisher, Argentina, 2001, p. 41.
En las primeras imágenes de la ciudad, siempre des-       2    Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Buenos Aires.
taca la presencia del fuerte o Real Fortaleza de San           Obras monumentales, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires, 1997,
Juan Baltasar de Austria, como en Veracruz siempre             p. 21.
                                                          3    Horacio A Difrieri, Atlas de Buenos Aires, tomo II Mapas y
resaltó la presencia del Castillo de San Juan de Ulúa.
                                                               planos, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaría
Funcionaba como ilusión de defensa, por su mani-
                                                               de Cultura, Buenos Aires, julio de 1981, pp. 81-82.
fiesta precariedad.1 Sufrió muchas modificaciones,        4    Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit.
reformas y añadidos a su estructura desde el primer       5    Horacio A. Difrieri, op. cit.
                                                                                                                            49
Figura 1. Fuerte y bandera del Congreso de Tucumán. Fuente: Bonifacio Del Carril y Aníbal Aguirre
                               Saravia, Iconografía de Buenos Aires: la ciudad de Garay hasta 1852, Municipalidad de la Ciudad de
                               Buenos Aires, 1982, p. 149.

el acta inamovible y vertical de nuestra historia”.6             el sueco Enrique Aberg, que significó la demolición
Frente al fuerte se encontraba la plazoleta, que luego           definitiva del fuerte. En 1884 se asigna al italiano
se denominó Plaza 25 de Mayo. En el lugar donde                  Francisco Tamburini la unificación de ambos pala-
hoy se alza la escultura del general Manuel Belgrano,            cios: el de Correos y el del sueco Aberg, trabajo que
se alzaba el patíbulo para ejecución de los crimina-             le llevó varios años, terminado finalmente por Juan
les. “Una total obscuridad reinaba en el Hueco de las            Antonio Buschiazzo e inaugurado por el general Roca
Ánimas en Reconquista y Rivadavia” (hoy Banco de la              el 26 de octubre de 1898, después del fallecimiento
Nación Argentina).7                                              de Tamburini en 1890. El Presidente Agustín P. Justo
      Este primer hito se comenzó a demoler en 1855,             autorizó la demolición del costado sur en 1938, pero
cuando inició la construcción de la Aduana Nueva en              la reacción de la opinión pública detuvo la destruc-
la actual Plaza Colón,8 hasta que gradualmente des-              ción y se reconstruyó un año después. En 1942 fue
apareció. Quedó en pie sólo el pórtico central y uno             declarada Monumento Histórico Nacional.10
de los edificios interiores, rezagos que dieron origen a               En cuanto a la iconografía del fuerte, una de las
la actual Casa de Gobierno9 y, pese a su demolición              primeras y más fieles representaciones es la Aguada
parcial en 1855, continuó funcionando como Casa                  desde el río de Fernando Brambila de 1794. Otra
del Gobierno Nacional. En 1867 hubo dos grandes                  imagen interesante es la de Vidal (6 de septiembre
incendios con sólo un mes y medio de diferencia. Un
año después, Domingo Faustino Sarmiento decide
pintarla de color rosa, así como la construcción                 6    Arturo Berenguer Carisomo, Cuando Buenos Aires era Colonia,
                                                                       Editorial Aguilar Buenos Aires, Buenos Aires, 1980, pp. 62-64.
de una sede para el correo en el lugar que quedó
                                                                7     Horacio A. Difrieri, op. cit.
libre por la demolición en el ala sur del fuerte. Julio
                                                                 8    Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit.
Argentino Roca, presidente desde 1880, sustituye la              9    Horacio A. Difrieri, op. cit.
Casa de Gobierno por un nuevo edificio diseñado por             10    Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit., pp. 21-27.
50
de 1816), producida en un momento importante                   La Recova Vieja
para la nación, ya que acababa de declararse la
independencia el 9 de julio de ese mismo año. En               Fue el edificio porteño del comercio por excelencia.
ella aparece la bandera adoptada por el Congreso de            Existía desde 1803 y se ubicaba en el lugar que hoy
Tucumán (Figura 1). Pellegrini lo representó desde el          ocupa la Pirámide de Mayo, dividiendo la Plaza Mayor
otro lado, es decir, desde la plazoleta de su nombre.          en dos.16 Era un edificio de estilo morisco, formado
Esta acuarela permite ver detalladamente los edificios         por dos alas de doce arcos cada una, unidas por
contenidos en las murallas.11                                  un gran arco central, levantado en 1804.17 Servía la
                                                               inferior para pequeños comercios y la superior para
La Plaza de Mayo                                               dependencias y casa-habitación de los propietarios de
                                                               los comercios. Se convirtió en lonja y mercado, donde
 A la Cédula de Felipe II se debe la normatividad que          lo mismo se compraba al por menor que al por ma-
 establece cómo se deben desarrollar las ciudades a            yor, además de servir como refugio de los aguaceros
 partir de una plaza central, que en Buenos Aires se           y del sol de mediodía, por tanto era el punto de re-
 llamó Plaza Mayor, y que desde su fundación fue               unión de vendedores ambulantes del vecindario.18 La
 sede del poder civil y religioso, además de tener una         aguada de Pellegrini de 1829 (Figura 2) nos permite
 importante actividad comercial.12 A este espacio, ya          valorar en amplitud esta magnífica obra, además nos
 insinuado durante la fundación de la ciudad por Pedro         permite apreciar la pirámide y en el extremo derecho
 de Mendoza y exactamente ubicada con Juan de                  la casa de la familia Escalada, suegros del general San
 Garay, se le dieron más nombres durante esos siglos           Martín, el Libertador de América.
 hasta el definitivo de Plaza de Mayo. La delimitaban el            Complementa esta vista, la acuarela de Jean
 Cabildo al oeste, el fuerte al este, la Catedral al norte y   Claude (Figura 3) realizada desde un ángulo contrario.
 la Recova de San Carlos al sur, con un imitado aspecto        Es imponente la presencia de este monumento, así
 de tradicional ciudad castellana. Según Berenguer:            como la manera de crear una plaza cerrada, muy al
“Nada le faltaba; tenía gracia y solera”;13 constituyó el      estilo español, dando nuevamente a este espacio la
 ámbito más multifacético y a la vez contradictorio de la      jerarquía e importancia que ya tenía. En la aguada de
 ciudad. Fue sede de justicia, de religión, de admi-           Pellegrini se aprecia también la Recova Nueva, que
 nistración y de milicia como sucedía en las plazas            da continuidad al espacio creado por la Recova Vieja.
 mayores americanas.14 La Plaza Mayor quedó dividida           En la de Jean Claude, detrás de la pirámide aparece
 en dos plazas: la del Mercado y la de la Victoria, con        el Café del Coliseo, hoy Banco de la Nación, que
 la construcción de la recova. La plaza de la Victo-           también contribuye con la recova en dar continuidad
 ria (llamada así después de vencer a los ingleses),           a los arcos.
 estaba flanqueada al oeste por el Cabildo, al este por
 la Recova Vieja, al norte por la Catedral y al sur por la     11   Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, Iconografía de
 Recova Nueva, que se comenzó a construir alrededor                 Buenos Aires: la ciudad de Garay hasta 1852, Municipalidad
                                                                    de la Ciudad de Buenos Aires,1982, pp. 148-153.
 de 1820. El 25 de mayo de 1811 se instaló el primer
                                                               12   Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit., p. 218.
 monumento con el que contó la ciudad, la Pirámide             13   Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., p. 65.
 de Mayo: un obelisco de estilo romano, emplazado              14   Sonia Berjman, op. cit., p. 41.
 sobre un zócalo con dos gradas y un pedestal con              15   Ibíd., pp. 79-80.
                                                               16   Daniel Balmaceda, Espadas y corazones: pequeñas delicias de
 cuatro ángulos entrantes y una cornisa. En 1857 se
                                                                    héroes y villanos, Marea, Buenos Aires, 2004, p. 163.
 elevó su altura a 18 metros y en 1912 se procedió             17   Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 154-
 a trasladarla a su actual emplazamiento,15 a unos                  156.
 metros del anterior.                                          18   Ibíd., p. 163 y Daniel Balmaceda, op. cit. p. 163.
                                                                                                                                    51
Figura 2. Aguada de Pellegrini.
Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 162.
Figura 3. Acuarela de Jean Claude.
Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 163.

     Otra acuarela de Pellegrini de 1829 (Figura 4)       terminada y las torres de San Francisco sobre esta
resulta particularmente impactante, ya que mues-          última.20
tra de una manera más realista a aquella ciudad                Es hermosa la unión plástica de la plaza que
a través de la calle Reconquista (actual Defensa y        se logró con la construcción de la Recova Nueva
posiblemente la calle más importante en ese mo-           que, uniéndose a la vieja, logra cerrar el espacio de
mento). Es notoria la profundidad de esta avenida en      la Plaza Mayor. A pesar de esto, el gobierno de Juan
la cual sobresale la iglesia de San Francisco, la parte   Manuel de Rosas decidió vender este inmueble el
construida de la Recova Nueva, la casa de la familia      27 de octubre de 1835; buscaba desentenderse del
Escalada y desde luego, el gran arco de la Recova         mantenimiento, abandonar el negocio tan poco ren-
Vieja, que muestra y demuestra que no se trataba de
una construcción simple.19 Otra litografía de Pellegri-   19   Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 163-
ni de 1830, muestra la misma plaza de la Victoria              168.
teniendo al frente la Recova, la Recova Nueva ya          20   Ibíd., p. 166.
52
Figura 4. Acuarela de Pellegrini, 1829.
                                                                          Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 164.
                                                                          Figura 5. La Recova nueva y el mercado según
                                                                          Vidal. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 154.

table y buscar oxígeno monetario. Lo adquirió Nicolás “no fueron pocos quienes consideraron tal demolición
Anchorena en 240 000 pesos argentinos. En 1857,          casi, y sin casi, como un sacrilegio”.21
Sarmiento abogaba porque se mantuviera como
galería turística y no comercial, que se expulsara a los El mercado
vendedores y se dejara libre el inmueble. Sin embar-
go, el primer intendente de la capital federal, Torcuato Fue la función principal de la primitiva Plaza Mayor.22
de Alvear, en su afán de darle digna cabecera a la       Debido a la construcción de la Recova Vieja en 1803,
futura Avenida de Mayo y tener una ciudad parecida       ocupó el espacio abierto entre el Cabildo y el Fuerte;
a las capitales europeas, decidió demolerla en mil       de aquí hacia el río se instalaban los puestos del merca-
ochocientos ochenta y tantos, a pesar de la resis-       do donde se vendían frutas, verduras, pescados, pollos
tencia de los inquilinos y de la viuda de Anchorena,
propietaria del inmueble. Finalmente la municipalidad 21 Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., p. 166.
le pagó la suma de 22 millones de pesos argentinos... 22 Sonia Berjman, op. cit., p. 87.
                                                                                                                            53
Figura 6. El Cabildo colonial según Brambila. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 157.

y demás mercaderías para el abasto de la ciudad.23 En           esa recova del Cabildo era transitada por “peligrosos”
1811 se trasladó a la Ranchería (actual esquina de Alsi-        abogados.27
na y Perú) y, en 1822, se contó con el primer edificio               La primera y única vista completa del Cabildo en
expresamente construido para este fin, conocido como            la época colonial se debe a Brambila, en 1794, antes
Mercado del Centro, al mismo tiempo que se constru-             de la construcción de la Recova Vieja (Figura 6), donde
yó la Recova Nueva.24 Es notoria la reproducción de             se observa la imagen de la Catedral de perfil sin las
Vidal en la cual se observa dicho espacio, además               torres ni fachada demolidas en 1778 y, un poco más
de la Torre de San Ignacio y el Piquete de San Martín,          al centro, el Piquete de San Martín. El primero en
la primera construcción jesuita de la ciudad25 (Figura 5).      hacer una vista directa del Cabildo fue Vidal, en 1817,
                                                                desde el gran arco de la Recova. Pellegrini fue el
El Cabildo                                                      primero en dibujarlo desde la Plaza de la Victoria en
                                                                1829 (Figura 7). En ella se muestra la construcción ya
 Otra construcción de la época y de gran valor que              ocupada por la policía; se ven también la pirámide y
 servía igualmente para darle forma a la Plaza Mayor            la vereda ancha de la Plaza de la Victoria antes de la
 era el Cabildo que, como todos los edificios similares         construcción de la Recova Nueva. Quince años más
 de América, correspondía a la sala de justicia, a la           tarde, Albérico Isola dibujó y litografió nuevamente
 intendencia, a la policía y a la cárcel, todo al mismo         el Cabildo: no aparece la pirámide pero sí la Recova
 tiempo. Su construcción data del siglo xviii; se estima        Nueva totalmente edificada, además de la cúpula de
 que se inició en 1711 y se concluyó hasta 1763,                San Ignacio al fondo.28
 fecha en que se le adosa el reloj tan característico.
 Así se mantuvo hasta que Torcuato de Alvear le
 amputó el costado norte para dar paso a la Avenida             23    Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., p. 154-156.
                                                                24    Sonia Berjman, op. cit.
 de Mayo.26 La galería del pasillo fue bautizada como
                                                                25    Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit.
“el Callejón de Ibáñez” en referencia a un peligroso
                                                                26    Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., p. 70.
 y estrecho camino que era necesario recorrer para              27    Daniel Balmaceda, op. cit., p. 38.
 llegar a la estancia de don Pascual Ibáñez y a que             28    Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., p. 157-160.
54
Figura 7. El Cabildo desde la Plaza de la Victoria,
                                                                              según Pellegrini. Fuente: Del Carril y Aguirre, op.
                                                                              cit., p. 160.
                                                                              Figura 8. La Catedral en 1752. Fuente: Del
                                                                              Carril y Aguirre, op. cit., p. 167.

La Catedral                                              anterior; sin embargo, y luego de largas discusiones
                                                         en 1778, el virrey Cevallos autorizó su demolición
Respecto a la Catedral, debemos mencionar que tuvo       para hacerlas en el estilo en que se había construi-
muchas versiones: se erigió en 1584 y se demolió         do el resto de la iglesia, es decir el neoclásico. Se
en 1591 para mejorar los materiales; se reedificó en     inauguró en 1791. No obstante, pasaron muchos
1603 y se desmoronó en 1616; dos años después            años en los que la nueva catedral permaneció sin
se inaguró con gran pompa, pero el 23 de mayo de         fachada y con las bases de las torres demolidas.29 El
1752 se derrumbó parte del templo anterior, salván-      estilo neoclásico de la nueva catedral vino a romper
dose la fachada y las torres (Figura 8). Poco después,   la unidad de estilo del resto de la plaza española. Yo
se encargó la construcción de la nueva catedral al
arquitecto italiano Antonio Massella, tratando de que    29   Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., pp. 68-69 y Bonifacio del
se respetarán la fachada y torres de la construcción          Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 167-170.
                                                                                                                            55
Figura 9. La Catedral en la versión de Pellegrini. Fuente: Del Carril y Aguirre,
                                             op. cit., p. 169.

diría que fue el presagio de las futuras demoliciones y          en 1767 y finalmente por el virrey Vértiz, quien le
de la transformación formal y funcional de dicha plaza,          dio un gran impulso. Las causas para su realización
el cambio de la ciudad española a la ciudad francesa.            fueron el ornato y la dificultad de transitar por esa
      Pellegrini, en 1829, pintó y, en 1830, dibujó y li-        zona pantanosa y anegable del río, la necesidad de
tografió la nueva catedral, agregando capiteles y bases          recuperar una relación de la ciudad con el mismo río,
inexistentes30 (Figura 9). Albérico Isola la reprodujo           así como la urgencia de un murallón de contención
para el Álbum argentino en 1845, en el cual apa-                 y de un desembarcadero. Poco a poco se convirtió
rece sin la decoración correspondiente, con ladrillos            en el paseo obligado de la aristocracia bonaerense
salientes para recibir esta decoración y con una reja al         durante el verano, a pesar de que durante el régi-
estilo del Palais Bourbon de París.31 Pellegrini dibujó          men de Rosas el eje político del gobierno federal se
la Plaza de la Victoria desde la calle San Martín, a un          trasladó a Palermo; con su caída y la instalación de
costado de la catedral, en 1832. Se ven el Cabildo, el           la Municipalidad se acentuó el abandono.34 En 1804,
edificio contiguo de la policía, la torre de San Ignacio y       siendo virrey Sobremonte, se plantaron sauces y
gran parte de la Recova Nueva.32                                 naranjos, se emplazaron 20 faroles con velas de sebo
                                                                 y se instalaron algunos bancos. Bajo el gobierno de
La Alameda                                                       Rosas se construyó el muro de contención de cinco

La ribera está formada por una abrupta barranca
                                                                 30   Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., p. 171.
hacia el río, muy inundable e intransitable en época             31   Id.
de lluvias; y que hacía las veces de un gigantesco               32   Ibíd., p. 172.
lavadero público.33 Nacida en 1757 por encargo                   33   Leticia Maronese El subsuelo y la ribera. Imágenes del
                                                                       recuerdo reflejadas en el presente, Secretaría de Cultura del
del gobernador Cevallos y más bien como sauce-
                                                                       Gobierno de Buenos Aires, Comisión para la Preservación del
dal; posteriormente se encargó al ingeniero militar
                                                                       Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires,
Juan Howel la construcción de un paseo, obra que                       2004, p. 11.
fue continuada por el gobernador Bucareli y Ursúa                34   Sonia Berjman, op. cit. pp. 56-58, 92,140-141.
56
Figura 10. El paseo de Julio. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 146.

metros y se le nombró Paseo de Julio (Figura 10). El                            los trámites para la construcción de uno nuevo que
31 de diciembre de 1872 se inauguró en este lugar la                            se llamaría Teatro Cristóbal Colón, construido por el
Estación Central, una construcción de madera y chapa                            ingeniero Carlos E. Pellegrini con todos los adelantos
galvanizada traída en partes desde Inglaterra, que fue                          de la época e inaugurado el 25 de abril de 1857. Éste
destruida por un incendio el 14 de febrero de 1897.                             se ubicaba entre Reconquista y Rivadavia, junto a la
Finalmente nacen los jardines centrales del Paseo de                            Plaza de Mayo y colindaba con uno de los extremos
Julio, bulevar ya sin vinculación con el río.35                                 de la Recova Vieja. Dicho edificio se volvió inoperante
                                                                                por pequeño y cerró sus puertas definitivamente el
El teatro                                                                       13 de septiembre de 1888, siendo modificado en
                                                                                su interior para adaptarlo a nuevos usos, hasta que
El carácter urbano de una ciudad se definía por el                              en 1940 fue reemplazado por la actual Casa Central
hecho de tener teatro, por lo que Buenos Aires ya                               del Banco de la Nación Argentina. El 25 de mayo de
contaba con uno desde finales del siglo xviii, levanta-                         1890 se colocó la primera piedra del actual Teatro
do por el virrey Vértiz y conocido como Teatro de la                            Colón, del arquitecto italiano Francisco Tamburini. La
Ranchería; se ubicaba en el patio del Colegio de los                            inauguración fue el 25 de mayo de 1908,36 por lo
Jesuitas. Destruido en 1792 por un incendio, dio paso                           que en el año 2008 cumplió 100 años.
a la construcción del Gran Coliseo en los primeros
años del siglo xix, obra de Antonio López de Aguado                             El Retiro
que se emplazó en el solar conocido como Hueco
de las Ánimas, en las actuales calles Reconquista y                             El lugar ocupado actualmente por la Plaza San Martín
Rivadavia, junto a la Plaza de Mayo. Las obras fueron                           se encontraba en las afueras de la ciudad, donde el
interrumpidas por las invasiones inglesas y por el                              gobernador Agustín de Robles, a finales del siglo xvii,
inicio de la Guerra de Independencia, hasta que en
1832, un incendio le dio el golpe de gracia. Veinte                             35   Leticia Maronese, op. cit., pp. 11, 18-19.
años más tarde fue remodelado. Después se iniciaron                             36   Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit., pp. 62-69.
                                                                                                                                                   57
y a presenciar carreras de caballos; en verano, un sitio
                                                                      ideal para refrescarse con la brisa del río. Durante el
                                                                      gobierno de Sarmiento se convirtió en parque. En tor-
                                                                      no a la plaza se ubicó el pabellón que representó a la
                                                                      república argentina en la Exposición Universal de París
                                                                      de 1889, que luego fue sede del Museo Nacional de
                                                                      Bellas Artes. También en torno a ella se construyeron
                                                                      suntuosas residencias-palacios.38
                                                                            Los cuarteles se comenzaron a construir en 1772,
                                                                      en lo que en 1807 se llamaría Campo de la Gloria y en
                                                                      1810 Plaza de Marte; fueron remodelados en 1819
Figura 11. La Plaza de Toros del Retiro, hoy Plaza San Martín en un
dibujo de 1800 de Emeric Essex Vidal. Fuente: Sonia Berjman, La       con los materiales provenientes de la plaza de toros.
plaza española en Buenos Aires 1580/1880, Kliczkowski Publisher,      En diciembre de 1864 se produjo una explosión que
Argentina, 2001, p. 71.                                               destruyó una parte importante del frente. Al parecer
                                                                      se reconstruyeron y, en 1883, se les agregó un piso, a
                                                                      través de una torre almenada y modificaciones en el
hizo construir una magnífica casa de campo que                        pórtico principal, hasta que en 1891 son demolidos
llamó El Retiro, un palacio para la época. Al pasar el                definitivamente; los sustituyeron el Pabellón Argentino,
tiempo, ésta se convirtió en depósito de esclavos                     construcción creada para la Exposición de París de
negros que introducía la Compañía Inglesa de los                      1889, con motivo de los 100 años de su revolución, y
Mares del Sur, al amparo del tratado de Utrecht.                      que posteriormente fue trasladada a ese lugar. Sirvió
Durante el siglo xviii, al filo de la barranca y siempre              de sede de conciertos y de exposiciones: una con mo-
sobre la calle de Arenales, donde se encontraba la                    tivo de la celebración del Centenario de la Revolución
casa de campo, se hicieron las primeras construc-                     de Mayo de 1910 y, durante los siguientes veinte años,
ciones en batería, así como el Cuartel del Retiro. Del                fue Museo Nacional de Bellas Artes. En la década de
lado opuesto de la plaza, en las actuales calles de                   los treinta fue desarmado y arrumbadas sus partes en
Maipú y M. T. Alvear, a principios del siglo xix se erigió            un depósito municipal.39
la nueva plaza de toros. Fue escenario de uno de                            Mencionamos el papel importante que tuvo
los combates más cruentos de la segunda invasión                      la plaza de toros y las consecuentes corridas. Las
inglesa de 1807 y posteriormente lo utilizó el general                primeras se llevaron a cabo de manera rudimentaria
San Martín para formar y adiestrar el regimiento de                   en la Plaza Mayor, hoy Plaza de Mayo. La primera
granaderos a caballo. Los soldados se alojaban en el                  plaza se levantó en la manzana formada por las
cuartel y los caballos en la plaza de toros (Figura 11).              actuales calles de Belgrano, Bernardo de Irigoyen,
El espacio entre ambas construcciones se ocupaba                      Moreno y Lima, cerca de la Iglesia de Montserrat,40
para los ejercicios ecuestres. Una vista de Vidal, de                 en 1790.41 La plaza definitiva se inauguró el 14
1818, desde la azotea de esta casa, muestra Buenos
Aires desde el norte; en ella se aprecia la plaza de                  37   Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., p. 220.
toros en primer lugar y, abajo a la izquierda, el cuartel             38   Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit., pp. 116-
de El Retiro.37 En 1862, se inauguró el monumento al                       117.
                                                                      39   Josefina del Solar, “Retiro. Apuntes sobre la historia de Buenos
Libertador y 14 años después la plaza recibió su nom-
                                                                           Aires”, en La Gaceta del Retiro, Buenos Aires, 1999, pp. 43,
bre. Mucho antes era uno de los paseos predilectos                         55-56 y Sonia Berjman, op. cit., p. 174.
de la sociedad porteña: el paseo aristocrático, donde                 40   Josefina del Solar, op. cit., p. 18.
las señoras asistían a escuchar a las bandas militares                41   Sonia Berjman, op. cit., p. 64.
58
de octubre de 1801: un importante edificio de           y hasta los huesos. Se llamaba saladeros a los
 forma octogonal hecho de ladrillos, en el lugar que     lugares donde se efectuaba para distinguirlos de
 actualmente ocupa la Torre de los Ingleses y que        los mataderos, destinados a matar animales para el
 tenía capacidad para alojar entre 10 000 y 12 000       consumo local.46
 espectadores de todas las clases sociales (incluyen-          El ferrocarril se convirtió en un factor muy
 do esclavos). Asistían hasta las damas de la época      importante de desarrollo y de transformación de la
 que no gustaban del ruedo de Montserrat. El día         ciudad española a la nueva ciudad francesa. Desde
 de la inauguración se lidiaron 14 toros, luciendo el    la fundación del Ferrocarril del Oeste, en 1857, éste
 picador El Ñato (muerto en la jornada) y el matador     se convirtió en una de las empresas privadas argen-
 Pedro Padilla. La fiesta brava comenzó a decaer y       tinas con mayor crecimiento. En 1880 se inauguró
 nunca recobró su prestigio de antaño, entre otras       una etapa diferente que involucraba capital externo,
 cosas por la influencia de la Sociedad Protectora       principalmente inglés, y se extendió la producción
 de Animales.42 El 4 de enero de 1822 se prohibie-       a grandes regiones como la Pampa húmeda.47 Un
 ron las corridas de toros, con lo que se procedió       plano de 1870 de F. L. Rickard muestra la red de
 a demoler la plaza.43 Es curioso el comentario de       ferrocarriles, sus accesos y sus estaciones en negro y
 la autora argentina actual, Josefina del Solar, quien   la red de tramways (semejante a una cruz gamada)
 agrega que un espectáculo de esta naturaleza            en rojo. Un mapa del Departamento Topográfico de
“resulta chocante para las ideas y gustos actuales,      la Provincia de Buenos Aires de 1887, muestra la red
 pero en aquel momento las corridas significaron         de la situación ferroviaria en la década de los noventa
 una verdadera atracción para los habitantes de la       que prueba el vasto desarrollo del hinterland, sin el
 tranquila ciudad colonial en la que no abundaban        cual Buenos Aires no habría sido la capital pampeana,
 precisamente las diversiones”. Esto nos muestra         y sería ilusorio el papel de La Plata como centro de
 la mentalidad actual del bonaerense, tan alejada de     poder económico y político; también el puerto, aún
 aquel habitante colonial más cercano a las costumbres   rudimentario, como llave de la red ferroviaria.
 españolas, como sucedía en las principales ciudades           Las iglesias fueron, en un principio, bastante
 españolas americanas.                                   humildes y hasta el siglo xvii no pasaban de siete. Es
                                                         durante el siglo xviii cuando se produce un boom
Otros hitos                                              religioso que triplicó el número de los templos y
                                                         fomentó la construcción de conventos, algunos de los
Los mataderos eran los lugares donde se sacrificaba      cuales se instalaron a las orillas de la ciudad, origi-
al ganado para el consumo de la población. Hacia         nando los actuales barrios. Frente a estos templos
1814, existían tres: el de Recoleta en el norte, el de   surgieron plazuelas que se fundieron con los atrios, y
Miserere en el oeste y el de Santo Domingo en el
sudoeste.44 Desde que Pedro de Mendoza trajo las
primeras reses y los primeros caballos, éstos prolife-   42   Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., pp. 139-140 y Josefina del
                                                              Solar, op. cit., p. 18.
raron de manera extraordinaria. Primero prosperó la
                                                         43   Sonia Berjman, op. cit., p. 89.
industria del cuero para uso casero o para expor-        44   Bonifacio del Carril e Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 210-
tación, en la que sólo se aprovechaba lo mejor                212.
de la res y el resto se dejaba a los perros salvajes.    45   Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., p. 156.
                                                         46   Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 215-
Esto se definió a tal grado que en 1775 se legisló
                                                              218.
al respecto. Más adelante se fomentó la salazón
                                                         47   Mario Rapoport, Historia económica, política y social de la Ar-
de carnes,45 es decir, la producción de carne para            gentina (1880-2003), Emecé Editores, Buenos Aires, , 2007,
exportar junto con el sebo, la grasa, los cuernos             pp. 47-48.
                                                                                                                             59
en las cuales se presentaban diferentes espectáculos.     tiría gradualmente en la capital de la nación argentina,
Sobresalieron la Plazuela de San Francisco de 1639        hecho justificado principalmente por ser el puerto más
y la Plaza Chica de Santo Domingo del siglo xviii, ubi-   importante y por una intensa actividad económica,
cada a una cuadra de la Basílica de Santo Domingo,        que se incrementaría notablemente en los siguientes
construida entre 1751 y 1779.                             años. A partir de esa época se tomarán importantes
                                                          decisiones que terminaron por modificar el rostro de
Conclusiones                                              la ciudad, pero sobre todo el de la gente que iba a
                                                          representar a esta nación: el nuevo argentino. En este
Desde la fundación de Buenos Aires por Juan de Ga-        contexto fueron determinantes decisiones como la de
ray en 1580, ésta se configura como una clásica ciu-      traer trabajadores europeos que ayudaran al nuevo
dad colonial española, que fue consolidándose como        proyecto de nación agroexportadora que en 1869
tal en la medida en que se construyeron determinados      era tan sólo de 1 737 026 habitantes, mientras que
edificios públicos que le dieron fisonomía y personali-   para1930 ya sumaban 3 397 651 inmigrantes, es
dad. Referirnos a ésta nos obliga a mirar las imágenes    decir, más del doble. Fueron tanto la transformación
que se conservan de estas construcciones, verdaderos      de esta ciudad española, como la brutal inmigra-
hitos de esta época de la ciudad.                         ción, lo que culturalmente sepultó toda esta cultura
     A partir de 1880, y con la asunción al poder del     semiurbana y rural que caracterizaba a Buenos Aires
presidente Roca, la ciudad de Buenos Aires se conver-     y sus alrededores.48

                                                          48   Mario Rapoport, Historia económica, política y social de la
                                                               Argentina (1880-2003), Emecé Editores, Buenos Aires, 2007.
60
Bibliografía                                                            Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, Invasiones inglesas
                                                                             al Río de la Plata: a 200 años de la reconquista y defensa
Balmaceda, Daniel, Espadas y corazones: pequeñas delicias de                 de la ciudad, Instituto Histórico de la ciudad de Buenos Aires,
      héroes y villanos, Marea., Buenos Aires, 2004.                         Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2006.
Berenguer Carisomo, Arturo, Cuando Buenos Aires era Colonia,            Maronese, Leticia, El subsuelo y la ribera: Imágenes del recuerdo
      Aguilar, Buenos Aires, 1980.                                           reflejadas en el presente, Comisión para la Preservación del
Berjman, Sonia, La plaza española en Buenos Aires 1580-1880,                  Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires,
      Kliczkowski Publisher, Buenos Aires, 2001.                             Secretaría de Cultura del Gobierno de Buenos Aires, 2004.
Carril, Bonifacio del y Aníbal Aguirre Saravia, Iconografía de Buenos   Rapoport, Mario, Historia económica, política y social de la Argentina
      Aires: la ciudad de Garay hasta 1852, Municipalidad de la              (1880-2003), Emecé Editores, Buenos Aires, 2007.
      Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1982.                       Solar, Josefina del, “Retiro: Apuntes sobre la historia de Buenos
Difrieri, Horacio A., Atlas de Buenos Aires, t. II Mapas y planos,           Aires”, en La Gaceta del Retiro, Buenos Aires, 1999.
      Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, Secretaría de
      Cultura, 1981.                                                    Referencias electrónicas
Gutiérrez, Ramón e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Buenos Aires. Obras
      monumentales, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires, 1997.             es.wikipedia.org/wiki/Juan_José_de_Vértiz_y_Salcedo.

                                                                                                                                            61
También puede leer