Hitos de la ciudad colonial de Buenos Aires
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Hitos de la ciudad colonial de Buenos Aires Alberto Cedeño Valdiviezo* Resumen: En este artículo se estudian aquellos hitos monu- Abstract: This article verses on those monumental landmarks mentales que fueron muy significativos durante la existencia de that were highly relevant during the colonial period of the city la ciudad colonial de Buenos Aires y que, desafortunadamente, of Buenos Aires. Unfortunately, such landmarks disappeared desaparecieron al convertirse ésta en una ciudad ecléctica when the city became an eclectic area where the French and donde dominó la arquitectura franco-inglesa. Gran parte del English architecture reigned. The glamour of the old Buenos esplendor de la antigua Buenos Aires se debió a estos hitos Aires was due to such landmarks and their disappearance y su desaparición marcó la muerte de ésta, como hoy en día also meant the city’s death, just like the eclectic architecture la desaparición de la arquitectura ecléctica señala su profunda disappearance highlights the city’s current transformation. transformación actual. Keywords: colonial, eclectic, landmark, iconography, watercolor Palabras clave: colonial, eclecticismo, hitos, iconografía, acuare- and engravings. las y grabados. * Profesor del Departamento de Tecnología y Producción de la División de CyAD de la Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco. 48
Introducción asiento en la época de Juan de Garay (fundador), es- pacio “que estaba delimitado apenas por un corral de En un artículo presentado en el número anterior de palo a pique”,2 destinado a defender a la población este Anuario, titulado “Planos y grabados de la Bue- del ataque de fuerzas navales y desembarcos de tipo nos Aires española”, se expuso, desde un punto de filibustero. No se previó ninguna muralla perimetral vista cartográfico, el desarrollo de la ciudad colonial para el asentamiento original, ya que no se espera- de Buenos Aires, es decir de la ciudad española hasta ba que los indígenas dispusieran de fuerza ofensiva finales del siglo xix, cuando políticas gubernamentales suficiente ni siquiera para atreverse a amenazar el deciden transformarla en una ciudad ecléctica, que poblado; además, era demasiado extenso y disper- hoy, desafortunadamente, también se encuentra en so el asentamiento de la población semi rural que proceso de desaparición. La limitación en la extensión rodeaba a la ciudad, por lo que el sistema de defensa para publicar un artículo de este tipo, nos obligó a residía en fuertes y puestos de guardia fortificados, que esta segunda parte, que se refiere a aquellos mo- situados en lugares cuidadosamente elegidos. A partir numentos-hitos de la ciudad colonial, fuese tratada de 1595, este lugar contó con un murallón de tierra de manera separada. Estos hitos monumentales, hoy apisonada y base de tosca fragmentada. La muralla se desaparecidos en su mayoría, pero cuyas imágenes completaba con un foso y el recinto quedaba unido a se han conservado a través de grabados y acuarelas, la Plaza Mayor mediante un puente levadizo. Se agre- nos permiten darnos cuenta cómo fue aquella ciudad garon bastiones y algunos cañones de bronce, para colonial, no tan diferente del resto de las ciudades proteger a la población de los piratas que de vez en americanas de origen español, la cual fue gradual- cuando merodeaban por el río. Por fortuna nunca fue mente destruida durante el siglo xix, obedeciendo a necesario resguardar a la población, que en el siglo los estándares estéticos de la época, que establecían xviii era tan grande que no hubiera sido posible con- como moda su sustitución por arquitecturas francesas centrarla en el Fuerte.3 Su planta definitiva de febrero e inglesas. Esta renovación de Buenos Aires coincidió de 1720 sigue los planos de José Bermúdez de con el arribo de millones de inmigrantes de origen Castro, ingeniero militar graduado en la Academia europeo, que finalmente terminaron por destruir la de Fortificaciones de Flandes, y del cual ya hemos identidad colonial del pueblo argentino, sólo conser- hecho referencia con relación a sus trazados de la vada en parte por algunas ciudades del norte de este ciudad.4 En 1803, al interior de la fortaleza se hicieron país. Un sentimiento de nostalgia al mirar las acuare- múltiples construcciones, agregados y modificaciones, las y grabados de esta época despertó nuestro interés pues sus funciones eran más administrativas y resi- en esta investigación, que finalmente nos permitió denciales que militares.5 Numerosos hechos históricos descubrir cosas muy interesantes y poco conocidas sucedieron y muchos personajes desfilaron por él: sobre esta ciudad sudamericana. “Fue, en una palabra, como el libro en piedra, como El Fuerte 1 Sonia Berjman, La plaza española en Buenos Aires 1580/1880, Kliczkowski Publisher, Argentina, 2001, p. 41. En las primeras imágenes de la ciudad, siempre des- 2 Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Buenos Aires. taca la presencia del fuerte o Real Fortaleza de San Obras monumentales, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires, 1997, Juan Baltasar de Austria, como en Veracruz siempre p. 21. 3 Horacio A Difrieri, Atlas de Buenos Aires, tomo II Mapas y resaltó la presencia del Castillo de San Juan de Ulúa. planos, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaría Funcionaba como ilusión de defensa, por su mani- de Cultura, Buenos Aires, julio de 1981, pp. 81-82. fiesta precariedad.1 Sufrió muchas modificaciones, 4 Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit. reformas y añadidos a su estructura desde el primer 5 Horacio A. Difrieri, op. cit. 49
Figura 1. Fuerte y bandera del Congreso de Tucumán. Fuente: Bonifacio Del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, Iconografía de Buenos Aires: la ciudad de Garay hasta 1852, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, 1982, p. 149. el acta inamovible y vertical de nuestra historia”.6 el sueco Enrique Aberg, que significó la demolición Frente al fuerte se encontraba la plazoleta, que luego definitiva del fuerte. En 1884 se asigna al italiano se denominó Plaza 25 de Mayo. En el lugar donde Francisco Tamburini la unificación de ambos pala- hoy se alza la escultura del general Manuel Belgrano, cios: el de Correos y el del sueco Aberg, trabajo que se alzaba el patíbulo para ejecución de los crimina- le llevó varios años, terminado finalmente por Juan les. “Una total obscuridad reinaba en el Hueco de las Antonio Buschiazzo e inaugurado por el general Roca Ánimas en Reconquista y Rivadavia” (hoy Banco de la el 26 de octubre de 1898, después del fallecimiento Nación Argentina).7 de Tamburini en 1890. El Presidente Agustín P. Justo Este primer hito se comenzó a demoler en 1855, autorizó la demolición del costado sur en 1938, pero cuando inició la construcción de la Aduana Nueva en la reacción de la opinión pública detuvo la destruc- la actual Plaza Colón,8 hasta que gradualmente des- ción y se reconstruyó un año después. En 1942 fue apareció. Quedó en pie sólo el pórtico central y uno declarada Monumento Histórico Nacional.10 de los edificios interiores, rezagos que dieron origen a En cuanto a la iconografía del fuerte, una de las la actual Casa de Gobierno9 y, pese a su demolición primeras y más fieles representaciones es la Aguada parcial en 1855, continuó funcionando como Casa desde el río de Fernando Brambila de 1794. Otra del Gobierno Nacional. En 1867 hubo dos grandes imagen interesante es la de Vidal (6 de septiembre incendios con sólo un mes y medio de diferencia. Un año después, Domingo Faustino Sarmiento decide pintarla de color rosa, así como la construcción 6 Arturo Berenguer Carisomo, Cuando Buenos Aires era Colonia, Editorial Aguilar Buenos Aires, Buenos Aires, 1980, pp. 62-64. de una sede para el correo en el lugar que quedó 7 Horacio A. Difrieri, op. cit. libre por la demolición en el ala sur del fuerte. Julio 8 Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit. Argentino Roca, presidente desde 1880, sustituye la 9 Horacio A. Difrieri, op. cit. Casa de Gobierno por un nuevo edificio diseñado por 10 Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit., pp. 21-27. 50
de 1816), producida en un momento importante La Recova Vieja para la nación, ya que acababa de declararse la independencia el 9 de julio de ese mismo año. En Fue el edificio porteño del comercio por excelencia. ella aparece la bandera adoptada por el Congreso de Existía desde 1803 y se ubicaba en el lugar que hoy Tucumán (Figura 1). Pellegrini lo representó desde el ocupa la Pirámide de Mayo, dividiendo la Plaza Mayor otro lado, es decir, desde la plazoleta de su nombre. en dos.16 Era un edificio de estilo morisco, formado Esta acuarela permite ver detalladamente los edificios por dos alas de doce arcos cada una, unidas por contenidos en las murallas.11 un gran arco central, levantado en 1804.17 Servía la inferior para pequeños comercios y la superior para La Plaza de Mayo dependencias y casa-habitación de los propietarios de los comercios. Se convirtió en lonja y mercado, donde A la Cédula de Felipe II se debe la normatividad que lo mismo se compraba al por menor que al por ma- establece cómo se deben desarrollar las ciudades a yor, además de servir como refugio de los aguaceros partir de una plaza central, que en Buenos Aires se y del sol de mediodía, por tanto era el punto de re- llamó Plaza Mayor, y que desde su fundación fue unión de vendedores ambulantes del vecindario.18 La sede del poder civil y religioso, además de tener una aguada de Pellegrini de 1829 (Figura 2) nos permite importante actividad comercial.12 A este espacio, ya valorar en amplitud esta magnífica obra, además nos insinuado durante la fundación de la ciudad por Pedro permite apreciar la pirámide y en el extremo derecho de Mendoza y exactamente ubicada con Juan de la casa de la familia Escalada, suegros del general San Garay, se le dieron más nombres durante esos siglos Martín, el Libertador de América. hasta el definitivo de Plaza de Mayo. La delimitaban el Complementa esta vista, la acuarela de Jean Cabildo al oeste, el fuerte al este, la Catedral al norte y Claude (Figura 3) realizada desde un ángulo contrario. la Recova de San Carlos al sur, con un imitado aspecto Es imponente la presencia de este monumento, así de tradicional ciudad castellana. Según Berenguer: como la manera de crear una plaza cerrada, muy al “Nada le faltaba; tenía gracia y solera”;13 constituyó el estilo español, dando nuevamente a este espacio la ámbito más multifacético y a la vez contradictorio de la jerarquía e importancia que ya tenía. En la aguada de ciudad. Fue sede de justicia, de religión, de admi- Pellegrini se aprecia también la Recova Nueva, que nistración y de milicia como sucedía en las plazas da continuidad al espacio creado por la Recova Vieja. mayores americanas.14 La Plaza Mayor quedó dividida En la de Jean Claude, detrás de la pirámide aparece en dos plazas: la del Mercado y la de la Victoria, con el Café del Coliseo, hoy Banco de la Nación, que la construcción de la recova. La plaza de la Victo- también contribuye con la recova en dar continuidad ria (llamada así después de vencer a los ingleses), a los arcos. estaba flanqueada al oeste por el Cabildo, al este por la Recova Vieja, al norte por la Catedral y al sur por la 11 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, Iconografía de Recova Nueva, que se comenzó a construir alrededor Buenos Aires: la ciudad de Garay hasta 1852, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires,1982, pp. 148-153. de 1820. El 25 de mayo de 1811 se instaló el primer 12 Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit., p. 218. monumento con el que contó la ciudad, la Pirámide 13 Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., p. 65. de Mayo: un obelisco de estilo romano, emplazado 14 Sonia Berjman, op. cit., p. 41. sobre un zócalo con dos gradas y un pedestal con 15 Ibíd., pp. 79-80. 16 Daniel Balmaceda, Espadas y corazones: pequeñas delicias de cuatro ángulos entrantes y una cornisa. En 1857 se héroes y villanos, Marea, Buenos Aires, 2004, p. 163. elevó su altura a 18 metros y en 1912 se procedió 17 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 154- a trasladarla a su actual emplazamiento,15 a unos 156. metros del anterior. 18 Ibíd., p. 163 y Daniel Balmaceda, op. cit. p. 163. 51
Figura 2. Aguada de Pellegrini. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 162. Figura 3. Acuarela de Jean Claude. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 163. Otra acuarela de Pellegrini de 1829 (Figura 4) terminada y las torres de San Francisco sobre esta resulta particularmente impactante, ya que mues- última.20 tra de una manera más realista a aquella ciudad Es hermosa la unión plástica de la plaza que a través de la calle Reconquista (actual Defensa y se logró con la construcción de la Recova Nueva posiblemente la calle más importante en ese mo- que, uniéndose a la vieja, logra cerrar el espacio de mento). Es notoria la profundidad de esta avenida en la Plaza Mayor. A pesar de esto, el gobierno de Juan la cual sobresale la iglesia de San Francisco, la parte Manuel de Rosas decidió vender este inmueble el construida de la Recova Nueva, la casa de la familia 27 de octubre de 1835; buscaba desentenderse del Escalada y desde luego, el gran arco de la Recova mantenimiento, abandonar el negocio tan poco ren- Vieja, que muestra y demuestra que no se trataba de una construcción simple.19 Otra litografía de Pellegri- 19 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 163- ni de 1830, muestra la misma plaza de la Victoria 168. teniendo al frente la Recova, la Recova Nueva ya 20 Ibíd., p. 166. 52
Figura 4. Acuarela de Pellegrini, 1829. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 164. Figura 5. La Recova nueva y el mercado según Vidal. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 154. table y buscar oxígeno monetario. Lo adquirió Nicolás “no fueron pocos quienes consideraron tal demolición Anchorena en 240 000 pesos argentinos. En 1857, casi, y sin casi, como un sacrilegio”.21 Sarmiento abogaba porque se mantuviera como galería turística y no comercial, que se expulsara a los El mercado vendedores y se dejara libre el inmueble. Sin embar- go, el primer intendente de la capital federal, Torcuato Fue la función principal de la primitiva Plaza Mayor.22 de Alvear, en su afán de darle digna cabecera a la Debido a la construcción de la Recova Vieja en 1803, futura Avenida de Mayo y tener una ciudad parecida ocupó el espacio abierto entre el Cabildo y el Fuerte; a las capitales europeas, decidió demolerla en mil de aquí hacia el río se instalaban los puestos del merca- ochocientos ochenta y tantos, a pesar de la resis- do donde se vendían frutas, verduras, pescados, pollos tencia de los inquilinos y de la viuda de Anchorena, propietaria del inmueble. Finalmente la municipalidad 21 Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., p. 166. le pagó la suma de 22 millones de pesos argentinos... 22 Sonia Berjman, op. cit., p. 87. 53
Figura 6. El Cabildo colonial según Brambila. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 157. y demás mercaderías para el abasto de la ciudad.23 En esa recova del Cabildo era transitada por “peligrosos” 1811 se trasladó a la Ranchería (actual esquina de Alsi- abogados.27 na y Perú) y, en 1822, se contó con el primer edificio La primera y única vista completa del Cabildo en expresamente construido para este fin, conocido como la época colonial se debe a Brambila, en 1794, antes Mercado del Centro, al mismo tiempo que se constru- de la construcción de la Recova Vieja (Figura 6), donde yó la Recova Nueva.24 Es notoria la reproducción de se observa la imagen de la Catedral de perfil sin las Vidal en la cual se observa dicho espacio, además torres ni fachada demolidas en 1778 y, un poco más de la Torre de San Ignacio y el Piquete de San Martín, al centro, el Piquete de San Martín. El primero en la primera construcción jesuita de la ciudad25 (Figura 5). hacer una vista directa del Cabildo fue Vidal, en 1817, desde el gran arco de la Recova. Pellegrini fue el El Cabildo primero en dibujarlo desde la Plaza de la Victoria en 1829 (Figura 7). En ella se muestra la construcción ya Otra construcción de la época y de gran valor que ocupada por la policía; se ven también la pirámide y servía igualmente para darle forma a la Plaza Mayor la vereda ancha de la Plaza de la Victoria antes de la era el Cabildo que, como todos los edificios similares construcción de la Recova Nueva. Quince años más de América, correspondía a la sala de justicia, a la tarde, Albérico Isola dibujó y litografió nuevamente intendencia, a la policía y a la cárcel, todo al mismo el Cabildo: no aparece la pirámide pero sí la Recova tiempo. Su construcción data del siglo xviii; se estima Nueva totalmente edificada, además de la cúpula de que se inició en 1711 y se concluyó hasta 1763, San Ignacio al fondo.28 fecha en que se le adosa el reloj tan característico. Así se mantuvo hasta que Torcuato de Alvear le amputó el costado norte para dar paso a la Avenida 23 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., p. 154-156. 24 Sonia Berjman, op. cit. de Mayo.26 La galería del pasillo fue bautizada como 25 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit. “el Callejón de Ibáñez” en referencia a un peligroso 26 Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., p. 70. y estrecho camino que era necesario recorrer para 27 Daniel Balmaceda, op. cit., p. 38. llegar a la estancia de don Pascual Ibáñez y a que 28 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., p. 157-160. 54
Figura 7. El Cabildo desde la Plaza de la Victoria, según Pellegrini. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 160. Figura 8. La Catedral en 1752. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 167. La Catedral anterior; sin embargo, y luego de largas discusiones en 1778, el virrey Cevallos autorizó su demolición Respecto a la Catedral, debemos mencionar que tuvo para hacerlas en el estilo en que se había construi- muchas versiones: se erigió en 1584 y se demolió do el resto de la iglesia, es decir el neoclásico. Se en 1591 para mejorar los materiales; se reedificó en inauguró en 1791. No obstante, pasaron muchos 1603 y se desmoronó en 1616; dos años después años en los que la nueva catedral permaneció sin se inaguró con gran pompa, pero el 23 de mayo de fachada y con las bases de las torres demolidas.29 El 1752 se derrumbó parte del templo anterior, salván- estilo neoclásico de la nueva catedral vino a romper dose la fachada y las torres (Figura 8). Poco después, la unidad de estilo del resto de la plaza española. Yo se encargó la construcción de la nueva catedral al arquitecto italiano Antonio Massella, tratando de que 29 Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., pp. 68-69 y Bonifacio del se respetarán la fachada y torres de la construcción Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 167-170. 55
Figura 9. La Catedral en la versión de Pellegrini. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 169. diría que fue el presagio de las futuras demoliciones y en 1767 y finalmente por el virrey Vértiz, quien le de la transformación formal y funcional de dicha plaza, dio un gran impulso. Las causas para su realización el cambio de la ciudad española a la ciudad francesa. fueron el ornato y la dificultad de transitar por esa Pellegrini, en 1829, pintó y, en 1830, dibujó y li- zona pantanosa y anegable del río, la necesidad de tografió la nueva catedral, agregando capiteles y bases recuperar una relación de la ciudad con el mismo río, inexistentes30 (Figura 9). Albérico Isola la reprodujo así como la urgencia de un murallón de contención para el Álbum argentino en 1845, en el cual apa- y de un desembarcadero. Poco a poco se convirtió rece sin la decoración correspondiente, con ladrillos en el paseo obligado de la aristocracia bonaerense salientes para recibir esta decoración y con una reja al durante el verano, a pesar de que durante el régi- estilo del Palais Bourbon de París.31 Pellegrini dibujó men de Rosas el eje político del gobierno federal se la Plaza de la Victoria desde la calle San Martín, a un trasladó a Palermo; con su caída y la instalación de costado de la catedral, en 1832. Se ven el Cabildo, el la Municipalidad se acentuó el abandono.34 En 1804, edificio contiguo de la policía, la torre de San Ignacio y siendo virrey Sobremonte, se plantaron sauces y gran parte de la Recova Nueva.32 naranjos, se emplazaron 20 faroles con velas de sebo y se instalaron algunos bancos. Bajo el gobierno de La Alameda Rosas se construyó el muro de contención de cinco La ribera está formada por una abrupta barranca 30 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., p. 171. hacia el río, muy inundable e intransitable en época 31 Id. de lluvias; y que hacía las veces de un gigantesco 32 Ibíd., p. 172. lavadero público.33 Nacida en 1757 por encargo 33 Leticia Maronese El subsuelo y la ribera. Imágenes del recuerdo reflejadas en el presente, Secretaría de Cultura del del gobernador Cevallos y más bien como sauce- Gobierno de Buenos Aires, Comisión para la Preservación del dal; posteriormente se encargó al ingeniero militar Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Howel la construcción de un paseo, obra que 2004, p. 11. fue continuada por el gobernador Bucareli y Ursúa 34 Sonia Berjman, op. cit. pp. 56-58, 92,140-141. 56
Figura 10. El paseo de Julio. Fuente: Del Carril y Aguirre, op. cit., p. 146. metros y se le nombró Paseo de Julio (Figura 10). El los trámites para la construcción de uno nuevo que 31 de diciembre de 1872 se inauguró en este lugar la se llamaría Teatro Cristóbal Colón, construido por el Estación Central, una construcción de madera y chapa ingeniero Carlos E. Pellegrini con todos los adelantos galvanizada traída en partes desde Inglaterra, que fue de la época e inaugurado el 25 de abril de 1857. Éste destruida por un incendio el 14 de febrero de 1897. se ubicaba entre Reconquista y Rivadavia, junto a la Finalmente nacen los jardines centrales del Paseo de Plaza de Mayo y colindaba con uno de los extremos Julio, bulevar ya sin vinculación con el río.35 de la Recova Vieja. Dicho edificio se volvió inoperante por pequeño y cerró sus puertas definitivamente el El teatro 13 de septiembre de 1888, siendo modificado en su interior para adaptarlo a nuevos usos, hasta que El carácter urbano de una ciudad se definía por el en 1940 fue reemplazado por la actual Casa Central hecho de tener teatro, por lo que Buenos Aires ya del Banco de la Nación Argentina. El 25 de mayo de contaba con uno desde finales del siglo xviii, levanta- 1890 se colocó la primera piedra del actual Teatro do por el virrey Vértiz y conocido como Teatro de la Colón, del arquitecto italiano Francisco Tamburini. La Ranchería; se ubicaba en el patio del Colegio de los inauguración fue el 25 de mayo de 1908,36 por lo Jesuitas. Destruido en 1792 por un incendio, dio paso que en el año 2008 cumplió 100 años. a la construcción del Gran Coliseo en los primeros años del siglo xix, obra de Antonio López de Aguado El Retiro que se emplazó en el solar conocido como Hueco de las Ánimas, en las actuales calles Reconquista y El lugar ocupado actualmente por la Plaza San Martín Rivadavia, junto a la Plaza de Mayo. Las obras fueron se encontraba en las afueras de la ciudad, donde el interrumpidas por las invasiones inglesas y por el gobernador Agustín de Robles, a finales del siglo xvii, inicio de la Guerra de Independencia, hasta que en 1832, un incendio le dio el golpe de gracia. Veinte 35 Leticia Maronese, op. cit., pp. 11, 18-19. años más tarde fue remodelado. Después se iniciaron 36 Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit., pp. 62-69. 57
y a presenciar carreras de caballos; en verano, un sitio ideal para refrescarse con la brisa del río. Durante el gobierno de Sarmiento se convirtió en parque. En tor- no a la plaza se ubicó el pabellón que representó a la república argentina en la Exposición Universal de París de 1889, que luego fue sede del Museo Nacional de Bellas Artes. También en torno a ella se construyeron suntuosas residencias-palacios.38 Los cuarteles se comenzaron a construir en 1772, en lo que en 1807 se llamaría Campo de la Gloria y en 1810 Plaza de Marte; fueron remodelados en 1819 Figura 11. La Plaza de Toros del Retiro, hoy Plaza San Martín en un dibujo de 1800 de Emeric Essex Vidal. Fuente: Sonia Berjman, La con los materiales provenientes de la plaza de toros. plaza española en Buenos Aires 1580/1880, Kliczkowski Publisher, En diciembre de 1864 se produjo una explosión que Argentina, 2001, p. 71. destruyó una parte importante del frente. Al parecer se reconstruyeron y, en 1883, se les agregó un piso, a través de una torre almenada y modificaciones en el hizo construir una magnífica casa de campo que pórtico principal, hasta que en 1891 son demolidos llamó El Retiro, un palacio para la época. Al pasar el definitivamente; los sustituyeron el Pabellón Argentino, tiempo, ésta se convirtió en depósito de esclavos construcción creada para la Exposición de París de negros que introducía la Compañía Inglesa de los 1889, con motivo de los 100 años de su revolución, y Mares del Sur, al amparo del tratado de Utrecht. que posteriormente fue trasladada a ese lugar. Sirvió Durante el siglo xviii, al filo de la barranca y siempre de sede de conciertos y de exposiciones: una con mo- sobre la calle de Arenales, donde se encontraba la tivo de la celebración del Centenario de la Revolución casa de campo, se hicieron las primeras construc- de Mayo de 1910 y, durante los siguientes veinte años, ciones en batería, así como el Cuartel del Retiro. Del fue Museo Nacional de Bellas Artes. En la década de lado opuesto de la plaza, en las actuales calles de los treinta fue desarmado y arrumbadas sus partes en Maipú y M. T. Alvear, a principios del siglo xix se erigió un depósito municipal.39 la nueva plaza de toros. Fue escenario de uno de Mencionamos el papel importante que tuvo los combates más cruentos de la segunda invasión la plaza de toros y las consecuentes corridas. Las inglesa de 1807 y posteriormente lo utilizó el general primeras se llevaron a cabo de manera rudimentaria San Martín para formar y adiestrar el regimiento de en la Plaza Mayor, hoy Plaza de Mayo. La primera granaderos a caballo. Los soldados se alojaban en el plaza se levantó en la manzana formada por las cuartel y los caballos en la plaza de toros (Figura 11). actuales calles de Belgrano, Bernardo de Irigoyen, El espacio entre ambas construcciones se ocupaba Moreno y Lima, cerca de la Iglesia de Montserrat,40 para los ejercicios ecuestres. Una vista de Vidal, de en 1790.41 La plaza definitiva se inauguró el 14 1818, desde la azotea de esta casa, muestra Buenos Aires desde el norte; en ella se aprecia la plaza de 37 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., p. 220. toros en primer lugar y, abajo a la izquierda, el cuartel 38 Ramón Gutiérrez e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, op. cit., pp. 116- de El Retiro.37 En 1862, se inauguró el monumento al 117. 39 Josefina del Solar, “Retiro. Apuntes sobre la historia de Buenos Libertador y 14 años después la plaza recibió su nom- Aires”, en La Gaceta del Retiro, Buenos Aires, 1999, pp. 43, bre. Mucho antes era uno de los paseos predilectos 55-56 y Sonia Berjman, op. cit., p. 174. de la sociedad porteña: el paseo aristocrático, donde 40 Josefina del Solar, op. cit., p. 18. las señoras asistían a escuchar a las bandas militares 41 Sonia Berjman, op. cit., p. 64. 58
de octubre de 1801: un importante edificio de y hasta los huesos. Se llamaba saladeros a los forma octogonal hecho de ladrillos, en el lugar que lugares donde se efectuaba para distinguirlos de actualmente ocupa la Torre de los Ingleses y que los mataderos, destinados a matar animales para el tenía capacidad para alojar entre 10 000 y 12 000 consumo local.46 espectadores de todas las clases sociales (incluyen- El ferrocarril se convirtió en un factor muy do esclavos). Asistían hasta las damas de la época importante de desarrollo y de transformación de la que no gustaban del ruedo de Montserrat. El día ciudad española a la nueva ciudad francesa. Desde de la inauguración se lidiaron 14 toros, luciendo el la fundación del Ferrocarril del Oeste, en 1857, éste picador El Ñato (muerto en la jornada) y el matador se convirtió en una de las empresas privadas argen- Pedro Padilla. La fiesta brava comenzó a decaer y tinas con mayor crecimiento. En 1880 se inauguró nunca recobró su prestigio de antaño, entre otras una etapa diferente que involucraba capital externo, cosas por la influencia de la Sociedad Protectora principalmente inglés, y se extendió la producción de Animales.42 El 4 de enero de 1822 se prohibie- a grandes regiones como la Pampa húmeda.47 Un ron las corridas de toros, con lo que se procedió plano de 1870 de F. L. Rickard muestra la red de a demoler la plaza.43 Es curioso el comentario de ferrocarriles, sus accesos y sus estaciones en negro y la autora argentina actual, Josefina del Solar, quien la red de tramways (semejante a una cruz gamada) agrega que un espectáculo de esta naturaleza en rojo. Un mapa del Departamento Topográfico de “resulta chocante para las ideas y gustos actuales, la Provincia de Buenos Aires de 1887, muestra la red pero en aquel momento las corridas significaron de la situación ferroviaria en la década de los noventa una verdadera atracción para los habitantes de la que prueba el vasto desarrollo del hinterland, sin el tranquila ciudad colonial en la que no abundaban cual Buenos Aires no habría sido la capital pampeana, precisamente las diversiones”. Esto nos muestra y sería ilusorio el papel de La Plata como centro de la mentalidad actual del bonaerense, tan alejada de poder económico y político; también el puerto, aún aquel habitante colonial más cercano a las costumbres rudimentario, como llave de la red ferroviaria. españolas, como sucedía en las principales ciudades Las iglesias fueron, en un principio, bastante españolas americanas. humildes y hasta el siglo xvii no pasaban de siete. Es durante el siglo xviii cuando se produce un boom Otros hitos religioso que triplicó el número de los templos y fomentó la construcción de conventos, algunos de los Los mataderos eran los lugares donde se sacrificaba cuales se instalaron a las orillas de la ciudad, origi- al ganado para el consumo de la población. Hacia nando los actuales barrios. Frente a estos templos 1814, existían tres: el de Recoleta en el norte, el de surgieron plazuelas que se fundieron con los atrios, y Miserere en el oeste y el de Santo Domingo en el sudoeste.44 Desde que Pedro de Mendoza trajo las primeras reses y los primeros caballos, éstos prolife- 42 Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., pp. 139-140 y Josefina del Solar, op. cit., p. 18. raron de manera extraordinaria. Primero prosperó la 43 Sonia Berjman, op. cit., p. 89. industria del cuero para uso casero o para expor- 44 Bonifacio del Carril e Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 210- tación, en la que sólo se aprovechaba lo mejor 212. de la res y el resto se dejaba a los perros salvajes. 45 Arturo Berenguer Carisomo, op. cit., p. 156. 46 Bonifacio del Carril y Aníbal Aguirre Saravia, op. cit., pp. 215- Esto se definió a tal grado que en 1775 se legisló 218. al respecto. Más adelante se fomentó la salazón 47 Mario Rapoport, Historia económica, política y social de la Ar- de carnes,45 es decir, la producción de carne para gentina (1880-2003), Emecé Editores, Buenos Aires, , 2007, exportar junto con el sebo, la grasa, los cuernos pp. 47-48. 59
en las cuales se presentaban diferentes espectáculos. tiría gradualmente en la capital de la nación argentina, Sobresalieron la Plazuela de San Francisco de 1639 hecho justificado principalmente por ser el puerto más y la Plaza Chica de Santo Domingo del siglo xviii, ubi- importante y por una intensa actividad económica, cada a una cuadra de la Basílica de Santo Domingo, que se incrementaría notablemente en los siguientes construida entre 1751 y 1779. años. A partir de esa época se tomarán importantes decisiones que terminaron por modificar el rostro de Conclusiones la ciudad, pero sobre todo el de la gente que iba a representar a esta nación: el nuevo argentino. En este Desde la fundación de Buenos Aires por Juan de Ga- contexto fueron determinantes decisiones como la de ray en 1580, ésta se configura como una clásica ciu- traer trabajadores europeos que ayudaran al nuevo dad colonial española, que fue consolidándose como proyecto de nación agroexportadora que en 1869 tal en la medida en que se construyeron determinados era tan sólo de 1 737 026 habitantes, mientras que edificios públicos que le dieron fisonomía y personali- para1930 ya sumaban 3 397 651 inmigrantes, es dad. Referirnos a ésta nos obliga a mirar las imágenes decir, más del doble. Fueron tanto la transformación que se conservan de estas construcciones, verdaderos de esta ciudad española, como la brutal inmigra- hitos de esta época de la ciudad. ción, lo que culturalmente sepultó toda esta cultura A partir de 1880, y con la asunción al poder del semiurbana y rural que caracterizaba a Buenos Aires presidente Roca, la ciudad de Buenos Aires se conver- y sus alrededores.48 48 Mario Rapoport, Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2003), Emecé Editores, Buenos Aires, 2007. 60
Bibliografía Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, Invasiones inglesas al Río de la Plata: a 200 años de la reconquista y defensa Balmaceda, Daniel, Espadas y corazones: pequeñas delicias de de la ciudad, Instituto Histórico de la ciudad de Buenos Aires, héroes y villanos, Marea., Buenos Aires, 2004. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2006. Berenguer Carisomo, Arturo, Cuando Buenos Aires era Colonia, Maronese, Leticia, El subsuelo y la ribera: Imágenes del recuerdo Aguilar, Buenos Aires, 1980. reflejadas en el presente, Comisión para la Preservación del Berjman, Sonia, La plaza española en Buenos Aires 1580-1880, Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, Kliczkowski Publisher, Buenos Aires, 2001. Secretaría de Cultura del Gobierno de Buenos Aires, 2004. Carril, Bonifacio del y Aníbal Aguirre Saravia, Iconografía de Buenos Rapoport, Mario, Historia económica, política y social de la Argentina Aires: la ciudad de Garay hasta 1852, Municipalidad de la (1880-2003), Emecé Editores, Buenos Aires, 2007. Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1982. Solar, Josefina del, “Retiro: Apuntes sobre la historia de Buenos Difrieri, Horacio A., Atlas de Buenos Aires, t. II Mapas y planos, Aires”, en La Gaceta del Retiro, Buenos Aires, 1999. Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, Secretaría de Cultura, 1981. Referencias electrónicas Gutiérrez, Ramón e Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Buenos Aires. Obras monumentales, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires, 1997. es.wikipedia.org/wiki/Juan_José_de_Vértiz_y_Salcedo. 61
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