Sujeto social, político, histórico en Latinoamérica hoy.

Página creada Xavier Rodriguiz
 
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MINISTERIO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE
                            Instituto de Filosofía

   Sujeto social, político, histórico en Latinoamérica hoy.

                  Razones para su re-articulación

T ESIS EN OPCIÓN AL GRADO CIENTÍFICO DE D OCTOR EN C IENCIAS F ILOSÓFICAS

                          Resumen para la Defensa

                      Autora: Lic. María Isabel Rauber

                           Ciudad de La Habana
                                    2004
a mi padre

                                     a mi madre

                                  a mis abuelos

 a Darío, compañero de vida y padre de mis hijos

            a mis dos tesoros, Mauro y Yolandita

              a nuestros muertos por la felicidad

a todos los compañeros y compañeras que luchan

                   a mis profesores y profesoras

                         a mis amigas y amigos

                             al pueblo argentino

                               al pueblo cubano

                        a la Revolución Cubana
Las tesis teóricas de los comunistas
                                              no se basan en modo alguno
                          en ideas y principios inventados o descubiertos
                                     por tal o cual reformador del mundo.
              No son sino la visión de conjunto de las condiciones reales
             de una lucha de clases existente, de un movimiento histórico
                             que se está desarrollando ante nuestros ojos.

                                                      C. Marx y F. Engels
                                         Manifiesto del Partido Comunista

No queremos ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia.
                                               Debe ser creación heroica.
                      Tenemos que dar vida con nuestra propia realidad,
                en nuestro propio lenguaje, al socialismo indoamericano.
                     He aquí una misión digna de una generación nueva.

                                                    José Carlos Mariátegui
                                                       Ideología y Política

                       Nada más lejos de la mente de Marx que una teoría
                                             cerrada, dogmática, acabada,
                                     que hubiera de aplicarse rígidamente.
                                            Fue un pensamiento histórico,
                               y hay que historificarlo en América Latina
            para que responda a la realidad original de nuestro continente.
                                                      Esta es nuestra tarea.

                                                            Enrique Dussel
                                                 Filosofía de la Liberación

                           ...la teoría política no es una ciencia enigmática
                  cuya jerarquía cabalística manejan unos pocos iniciados,
                sino un instrumento de las masas para desatar la tremenda
               potencia contenida en ellas. No les llega como un conjunto
             de mandamientos dictados desde las alturas, sino un proceso
             de su propia conciencia hacia la comprensión del mundo que
                                                          han de transformar.

                                                               J. W. Cooke
Tabla de Contenido

 PALABRAS INTRODUCTORIAS .................................................................................................................. 1

 I. SOBRE EL PROBLEMA, LAS HIPÓTESIS Y LOS OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN ................................... 2
    Objeto de investigación...................................................................................................................... 2
    Problema............................................................................................................................................ 2
    Hipótesis............................................................................................................................................. 2
    Objetivo general................................................................................................................................. 3
    Objetivos específicos.......................................................................................................................... 3
    Método y metodología........................................................................................................................ 3
    Actualidad e importancia del tema .................................................................................................... 4

 II. EL MUNDO EN QUE VIVIMOS, PENSAMOS, ACTUAMOS ......................................................................... 5

 III. ¿FILOSOFÍA MARXISTA? .................................................................................................................... 9
    Interpretaciones, reduccionismos, polémicas, exclusiones…........................................................... 16

 IV. LA PROBLEMÁTICA DEL SUJETO, ¿UNA PROBLEMÁTICA DE LA FILOSOFÍA MARXISTA? .................... 23
   1........................................................................................................................................................ 24
   2........................................................................................................................................................ 24
   3........................................................................................................................................................ 25
   4........................................................................................................................................................ 26
   5........................................................................................................................................................ 27
   6........................................................................................................................................................ 28
   7........................................................................................................................................................ 28
   8........................................................................................................................................................ 30
   9........................................................................................................................................................ 31

 V. NOTAS .............................................................................................................................................. 35

 BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA ..................................................................................................................... 40
PALABRAS INTRODUCTORIAS
     Las reflexiones que se plasman en esta Tesis cobran su sentido en la medida en que se incorporan de
manera natural a la construcción teórica de la lucha emancipatoria, esto es, a la lucha por subvertir la
hegemonía de la cultura del capital en todas sus expresiones. No basta, pues, con formular
declarativamente la superioridad del marxismo y el socialismo frente al orden neoliberal globalizado para
que prácticamente se puedan constituir los sujetos de la revolución. Marx, Engels, Lenin, Gramsci,
Mariátegui, Mella, Fidel, Cooke, y muchos otros, tuvieron muy claro que nada podía sustituir la
experiencia política propia de las masas, y en muchas ocasiones, desde esa experiencia (y no sobre ella)
revisaron, corrigieron o modificaron sus propias concepciones tácticas y estratégicas. Ello no implica
rebajar la responsabilidad crítica y propositiva de la intelectualidad orgánica ante el curso no siempre
acertado del movimiento de masas.
     Se sabe que en determinadas coyunturas las masas se movilizan refugiándose en sus propias
experiencias, con formas de lucha que pueden ser o no las más adecuadas para avanzar en el sentido de sus
objetivos estratégicos. Y es entonces que el papel de la organización política adquiere su relevancia y su
lugar insustituible como instrumento capaz de impulsar –colectivamente- la concreción del cambio latente
como posibilidad. Sabemos que lo revolucionario no puede adscribirse a una u otra forma y contenido de
lucha a priori de las condiciones sociales histórico-concretas en las que esta se desarrolla, con sus
contradicciones a superar en cada momento histórico.
     La construcción de la hegemonía social-popular anticapitalista es, obviamente, un proceso, y como tal
contiene riquezas que necesitamos constantemente describir, pensar, evaluar, sistematizar, criticar,
transformar. Para ello resulta imprescindible partir una y otra vez, de la zinzagueante experiencia política
cotidiana de los pueblos, en la que sus actores más conscientes tienen el deber de participar con la
suficiente sensibilidad y apertura conceptual para construir con todos el sujeto popular del cambio y, con
ello, una real conducción política -colectiva, articulada-, del proceso sociotransformador.
     La Tesis que defiendo aspira a revelar la complejidad de este proceso y, en consecuencia, la necesidad
de sistematizar críticamente los modos de construcción de la representación política en el seno del
movimiento social alternativo al capital. La alternativa social-política por la que abogamos permite
deslindar analíticamente sus componentes, pero nunca hacer de “lo social-popular” y “lo político”
continentes separados ni subordinados el uno al otro. La constante será siempre la asunción de los
objetivos liberadores del conjunto de los diversos actores sociopolíticos que confrontan el orden
capitalista, desde sus propias metodologías de acumulación, sus tradiciones de lucha, su identidad, su
cultura.
     Articular toda esa riqueza, potenciarla, es el desafío teórico-político que tiene ante sí el intelectual
orgánico marxista latinoamericano hoy, convencido de que el socialismo que viene, será –como dijo José
Carlos Mariátegui-, una “creación heroica” de todos y cada uno de los participantes en la batallas teóricas
y prácticas de nuestro tiempo.
                                                     ** *** **
     Deseo dedicar unas palabras para agradecer de modo directo a quienes de un modo u otro
me han impulsado siempre a seguir adelante en mis estudios, en mis investigaciones, y
también, en la realización de este doctorado. En primer lugar y siempre, a Darío, por su apoyo
permanente; a mis hijos por comprender mis ausencias frecuentes; a mis profesores de la
Facultad de Filosofía de la Universidad de La Habana; a Gilberto Valdés Gutiérrez, quien me
estimuló e impulsó para que me decidiera a hacer del doctorado una realidad; a Jorge Luis
Acanda, profesor de mis estudios universitarios y oponente de la predefensa, por las
observaciones, recomendaciones e interrogantes formuladas cuyas respuestas me permitieron
exponer más ampliamente los argumentos teórico-filosóficos marxistas de mis investigaciones,
en particular del estudio que se presenta como Tesis; al Instituto de Filosofía, por el apoyo y la
acogida brindada en todo momento; a Zaira Rodríguez Ugidos, quien fuera mi tutora mientras
cursaba los estudios de pregrado, y de quien pude aprender directamente acerca del sentido
del quehacer filosófico marxista. Ella se cuenta entre las primeras personas que me indicaron
debía avanzar en mi formación hacia el doctorado; en este sentido, la decisión de hacerlo
realidad, es para mi–en cierta medida, también-, saldar un compromiso con ella.

Autor: Isabel Rauber              Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                                  1
I. SOBRE EL PROBLEMA, LAS HIPÓTESIS Y LOS OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

    En el texto Movimientos sociales     y representación política en América latina. Articulaciones,
aparecen formulados el objeto, el        problema y un conjunto de hipótesis que van siendo
demostradas o refutadas a lo largo       del mismo. A fin de revelar sintética y explícitamente el
cuerpo metodológico que da cuenta        integral de nuestro trabajo científico, podemos formularlo
de la manera siguiente:

    O BJETO   DE INVESTIGACIÓN

    El objeto de investigación es el estudio de los modos de construcción-constitución del sujeto
social, político, histórico en Latinoamérica hoy. Esto constituye el eje del libro que presentamos
como tesis de doctorado, titulado: MOVIMIENTOS SOCIALES Y REPRESENTACIÓN POLÍTICA EN
AMÉRICA LATINA. ARTICULACIONES.

    P ROBLEMA
    -¿Cuáles son los principales elementos conceptuales y prácticos que definen la existencia
hoy de un proceso de conformación de un nuevo sujeto sociopolítico transformador en
Latinoamérica?

    H IPÓTESIS
    De las hipótesis contenidas en el texto seleccionamos como fundamentales las siguientes:
         1. No hay sujetos a priori. Los sujetos se constituyen (o mejor dicho, se auto-
            constituyen) como tales sujetos en el proceso mismo de la transformación social,
            cuyo primer paso es disponerse a emprenderla. Es decir, que el ser sujeto no es una
            condición anterior al proceso de transformación; es en el proceso mismo que se
            revela esa condición de sujeto, latente -en estado potencial- en los oprimidos.
         2. En Latinoamérica no existe hoy ningún actor social, sociopolítico o político, que
            pueda por sí solo erigirse en sujeto de la transformación; éste resulta
            necesariamente un plural-articulado que se configura y expresa como tal sujeto en
            tanto se articula como sujeto popular.
         3. La transformación de la sociedad es un proceso objetivo-subjetivo colectivo, múltiple
            e integral que no puede relegarse hasta después de la “toma del poder”. No se
            producirá nunca transformación social alguna, estable y duradera, si no es a partir
            de la transformación cotidiana, radical e integral de los hombres y las mujeres que la
            integran. De ahí la importancia de la categoría: “construcción de poder desde abajo”,
            y de los conceptos complementarios: construcción, articulación, transición y proceso,
            en cuya formulación he trabajado durante años como paso práctico-teórico
            imprescindible para dialogar con la realidad actual latinoamericana y re-pensar la
            transformación social desde quiénes la hacen.
         4. Sujeto, poder y proyecto se interconstituyen articuladamente condicionándose unos
            y otros. Construcción de proyecto, de poder y constitución de sujetos resultan
            elementos estructuralmente interdependientes e interconstituyentes, cuyo eje vital se
            condensa sin duda en los actores-sujetos, en la capacidad y posibilidad de los
            actores sociopolíticos para constituirse en sujetos y, por tanto, en su capacidad de
            definir proyecto, de construir poder, y –a la vez- de dotarse de las formas orgánicas
            que el proceso de transformación vaya reclamando.

Autor: Isabel Rauber             Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                           2
5. La lucha contra la enajenación política reclama también –anudado al
            cuestionamiento radical respecto a los modos de representación (y organización)
            política-, un nuevo modo de articulación (re-articulación) de lo social y lo político, de
            lo reivindicativo y lo político, así como la democratización (apertura, ampliación) de
            la participación de los protagonistas en ambos espacios.

    O BJETIVO   GENERAL

     ►Conceptualizar los procesos de constitución –y autoconstitución- de los actores sociales y
políticos latinoamericanos en sujeto popular de la transformación, tomando como centro de
reflexión fundamental sus prácticas de resistencia, luchas, construcción y acumulación de
voluntades, experiencias, saberes, identidades, culturas, propuestas, organización, poder.

    O BJETIVOS   ESPECÍFICOS

         1. Replanteamiento y reconstrucción críticos de los principales referentes conceptuales
            y metodológicos del pensamiento revolucionario latinoamericano contenidos en el
            debate acerca del sujeto de la transformación y de la transformación misma (poder y
            proyecto).
         2. Rescatar y sistematizar experiencias sociales populares en América Latina, que han
            desplegado procesos sostenidos de construcción de poder contra-hegemónico
            popular desde abajo.
         3. Estudiar los procesos de articulación que los actores-sujetos han desarrollado, en su
            interior, entre ellos, en el ámbito local y/o nacional, (base para otros que abarquen
            los procesos articuladores de lo nacional-regional, continental y mundial,
            conformando simultáneamente un proceso local, regional y mundial de resistencia,
            lucha y cuestionamiento transformador del orden capitalista vigente).
         4. Investigar las nuevas modalidades orgánicas sociopolíticas populares que,
            basándose en la interpenetración de lo social y lo político, cuestionan
            profundamente las formas tradicionales de representación política, y aproximarnos a
            su formulación conceptual.
         5. Demostrar cómo la lucha contra la enajenación social y política de los actores-
            sujetos deviene eje central y modelador de la lucha por la emancipación humana,
            asumiéndola como un proceso radical, desde adentro, integral, omnipresente y
            permanente.

    M ÉTODO   Y METODOLOGÍA

     ►Para este estudio hemos desarrollado procesos de investigación-acción-participativa que
incluyen diversas metodologías cualitativas (entrevistas abiertas, dinámicas grupales,
observación participante, entre otras), así como estudios de caso y análisis estadísticos e
informes institucionales. Ello nos ha permitido aprehender y sistematizar experiencias y saberes
populares relativos al objeto de nuestro estudio.
    Simultáneamente trabajamos en el replanteamiento, reformulación y formulación de
conceptos claves de la problemática estudiada,i tomando como principio de construcción teórica
el método dialéctico-materialista, crítico, histórico-lógico creado y fundamentado por Carlos
Marx y Federico Engels.
   ►El marxismo, y más concretamente la filosofía marxista, ha constituido y constituye el
pensamiento teórico de referencia fundamental. Al decir esto, estoy afirmando a la vez, que –

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siendo consecuentemente “fiel” a sus planteamientos- el centro de atención de mis
investigaciones ha estado y está en el diálogo con la realidad sociohistórica concreta del
mundo de hoy, particularmente de Latinoamérica, sobre todo, a partir del conocimiento y
reflexión crítica de las prácticas de resistencias de resistencia, lucha y construcción de
alternativas –aunque parciales, incompletas y fragmentadas- de los actores sociales que en ella
intervienen. Es desde ese lugar que he podido contribuir a integrar las reflexiones acerca de sus
prácticas al pensamiento revolucionario crítico-histórico-dialéctico actual, es decir, reflexionar
críticamente sobre ellas, y volver sobre los conceptos claves: definir o redefinir sus contenidos,
e incluso construir nuevos. El principal de ellos contempla el concepto de “construcción de
poder desde abajo”.ii
     Han resultado muy valiosos también, los aportes adelantados por pensadores
contemporáneos como Lenin, Rosa Luxemburgo, Gramsci, Althusser, Zaira Rodríguez Ugidos,
Foucault, Bourdieu, Samir Amín, István Mészaros, Franz Hinkelammert, Enrique Dusell, entre
otros. De vital importancia ha sido también el estudio bibliográfico y la aplicación del
instrumental metodológico inherente al pensamiento filosófico, social y político revolucionario en
el contexto latinoamericano de pensadores como José Martí, Félix Varela, José Carlos
Mariátegui, Julio Antonio Mella, Villena, Ernesto Che Guevara, Fidel Castro; y el llamado
Revisionismo Histórico argentino y suramericano: Jauretche, Hernández Arregui, Cooke, Vivián
Trias, entre otros. Y también, la propuesta teórico-práctica pedagógica revolucionaria de Paulo
Freire, y las contribuciones ético-políticos de la Teología de la Liberación.
    ►Partir de las realidades sociales concretas del momento actual en los ámbitos local,
regional, continental y global, de las experiencias de resistencia y lucha de los pueblos
-expresadas en las crecientes movilizaciones de viejos y nuevos actores sociales y políticos y
en sus propuestas-, ha sido y es para mí un camino metodológico (práctico-teórico-práctico…)
indispensable, de ahí el empeño en las investigaciones participativas sostenidas a lo largo de
estos años. Todas ellas han ido articulando un proceso de construcción colectiva de
pensamiento sociotransformador, que es parte del propio proceso de transformación de la
sociedad, proceso que –vale reiterar- no es puramente práctico ni puramente teórico, sino
teórico-práctico y práctico-teórico, asumiendo que sin teoría revolucionaria no hay movimiento
revolucionario, pero tampoco a la inversa.
     Las conclusiones a las que arribo no fueron en sí un presupuesto de partida, sino una
reflexión que ha ido abriéndose paso y estructurando en diálogo teórico-práctico con los actores
sociopolíticos de las diversas sociedades histórico concretas del continente latinoamericano,
cuyos procesos de resistencia, luchas y construcciones sociales he venido acompañado,
siguiendo y –sobre esa base- trabajando en su conceptualización durante los últimos 18 años.
En realidad esto parte de mis estudios universitarios que luego se plasman en dos libros:
Vanguardia y Revolución (CEA, 1988), y Los errores del PRT-ERP (1989).

    A CTUALIDAD    E IMPORTANCIA DEL TEMA

    ►La recuperación de la problemática filosófica del marxismo contribuye a actualizar y
rescatar la indivisibilidad teórico-práctica, socio-transformadora y emancipadora del
pensamiento revolucionario de Marx. En el debate actual acerca de las alternativas a la barbarie
capitalista, su presencia es clave, pues conecta la búsqueda de vías concretas para la
superación de la enajenación capitalista tal cual esta existe hoy, con los actores sociopolíticos
actuales, con sus resistencias, luchas y construcciones de propuestas alternativas -aún
fragmentadas e incompletas-, y con las interrogantes teórico-prácticas que en tales procesos se

Autor: Isabel Rauber            Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                         4
le ha formulado a dichos actores: sobre el sujeto o los sujetos del cambio, sobre la relación
clase-sujeto, clase-nuevos actores sociales, partido-movimientos sociales; acerca de las
alternativas al capitalismo actual y las vías para construirlas; acerca del poder…
    Las reflexiones que he realizado acerca del sujeto sociotransformador actual, sobre sus
modos de constitución autoconstitución, y de organización, encuentran su sustento y se
explican como parte de esa búsqueda de respuestas, con el afán de contribuir a la construcción
de caminos de encuentros colectivos, de construcción de propuestas alternativas concretas y
posibles.
    ►A modo de síntesis respecto de la actualidad y vigencia del tema abordado, diría que las
formulaciones teórica contenidas en el presente trabajo, contribuyen a:
    •   Intervenir con precisión en el debate acerca de los actores sociales y su posibilidad de
        constitución en sujetos de la transformación, poniendo de manifiesto la potencialidad
        presente en cada uno de ellos y la perspectiva de su articulación (de actores, poder y
        proyecto) constituyente en sujeto (colectivo) popular.
    •   Fundamentar las definiciones de los perfiles programáticos y las modalidades y formas
        organizativas de los procesos sociopolíticos latinoamericanos fortaleciendo la
        orientación colectiva consciente hacia objetivos socialistas.
    •   Intervenir con vitalidad en el debate acerca de la alternativa socialista a la barbarie, así
        como a su necesaria reformulación y enriquecimiento. Esto supone, también, re-articular
        la búsqueda de salida a la barbarie capitalista con la construcción de vías concretas
        para la superación de la enajenación capitalista tal cual ella existe hoy, en la clase
        obrera y los demás sectores oprimidos y marginados.
    •   Recuperar el pensamiento teórico de Marx y Engels como un sistema filosófico, político,
        económico y social, teórico-práctico abierto, revolucionario integral. Y, en tal sentido,
        impulsar la formación de un nuevo pensamiento crítico revolucionario, renovadamente
        dialéctico, profundamente cuestionador-orietador de las actuales prácticas de
        resistencia, lucha y construcciones sociopolíticas diversas, en proceso de
        transformación múltiple de la realidad hacia el socialismo.
    •   Promover, sobre esa base, la formación de una nueva intelectualidad orgánica del
        proceso liberador y de liberación.

II. EL MUNDO EN QUE VIVIMOS, PENSAMOS, ACTUAMOS

     Marcado por el modelo consumista competitivo de la civilización (capitalista) nord-
occidental, el sistema-mundo en que vivimos se agota aceleradamente. Para mantener tal modo
de vida, sus ganancias y su hegemonía geopolítica, los que detentan el poder –del capital-
trazan sus estrategias de apropiación de los recursos energéticos y de la biodiversidad en todo
el planeta. Para ello buscan modos de controlar y disponer eficazmente de los territorios donde
estos recursos se encuentran y –obviamente-, para subordinar a sus planes a los seres
humanos que los habitan. Este puede ser el futuro de la humanidad –para algunos ya es del
presente-, capitaneada por el gobierno político-militar de EEUU. Sería la ‘pax americana’ que
hoy Bush apunta a establecer, para -como señala Leonardo Boff- “uniformizar el mundo bajo los
moldes del estilo de vida norteamericano. Después del 11 de septiembre decidió que eso se
hará utilizando la fuerza. Nadie podrá desafiar esta pretensión, de lo contrario conocerá, de
inmediato, el poder avasallador de Estados Unidos. De este modo, Bush prolonga y lleva hasta
las últimas consecuencias la marca intrínseca del paradigma occidental: la voluntad de someter

Autor: Isabel Rauber           Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                            5
a todo el mundo, vale decir, de implantar un imperio universal. En concreto, la así llamada
globalización, no es otra cosa, sino la occidentalización, u occiintoxicación del mundo.”iii
    Esto nos amenaza a todos de muerte y define a la contradicción vida-muerte como la que
caracteriza el drama antagónico-social central de nuestra época. Ella expresa
concentradamente el agravamiento extremo de la contradicción capital-trabajo, y de las
contradicciones a ella articuladas, tradicionalmente consideradas secundarias o no antagónicas,
y también la existencia de nuevas contradicciones sociales directa o indirectamente articuladas
con ellas. Como señala François Houtart, el neoliberalismo actual
    (…) ha significado un enorme avance de la subordinación formal, lo que se ha convertido en la causa
    de la emergencia de nuevas luchas (campesinos sin tierra, pobres urbanos, inmigrantes,
    indocumentados, luchas por salvaguardar los servicios públicos, la defensa del medio ambiente, la
    oposición a la dominación del capitalismo financiero), y también de nuevas formas que han tomado
    luchas ya seculares (…).
    Treinta años de ofensiva contra el trabajo y contra el Estado, con el fin de crear nuevas condiciones
    para la acumulación del capital, diez años de neoliberalismo triunfante después de la caída del
    socialismo real, han creado evidentemente nuevas condiciones para las luchas sociales.iv
    Ellas encuentran ahora nuevas dimensiones y aristas de existencia y expresión,
remodelando la compleja urdimbre de las relaciones sociales. Marcada por la estructura actual
de las complejas interrelaciones capital-trabajo, la contradicción vida-muerte contiene, sintetiza
y expresa a la de clase de un modo socio históricamente concreto, muy específico, en donde lo
defensivo –sin haber desaparecido nunca de la lucha de clases- (re)adquiere un carácter
predominante.
    En su desenfrenada locura destructiva el capitalismo neoliberal globalizado pone a la
humanidad al límite respecto de sí misma, desafiándonos como nunca antes a pensar en
nuestra sobrevivencia. Pero la posibilidad de sobrevivencia supone una discusión compleja
porque se anuda a la imprescindibilidad de conformar un mundo diferente, basado en la
armonía de la dimensión cósmica-humana. Y esto reclama de nosotros –y urgentemente- un
profundo cambio de mentalidad, de actitud ante la vida, la creación y construcción de nuevos
parámetros histórico-culturales de pensamiento, organización y funcionamiento metabólico
socio-natural, y la búsqueda de caminos para la puesta en común de una plataforma
teórico-práctica de construcción colectiva de ese ansiado y necesario mundo diferente.
    La defensa de la vida se articula directa y radicalmente con la búsqueda de emancipación
(de la clase y toda la humanidad sojuzgada por el capital), y exige (volver a) pensar la
transformación social como un multifacético y complejo proceso radical-integral, es decir, como
un proceso de inter-transformación de la sociedad en lo social, político, económico, ético y
cultural.
     Las experiencias socialistas este-europeas, nos enrostran las consecuencias
sociohistóricas de los intentos de mejorar la sociedad marcados por el reduccionismo
economicista, por la apuesta creciente al mecanicismo y al autoritarismo en aras de obtener
“logros” (tangibles, “medibles”, “contables”) en las transformaciones sociales (metas, planes,
etc.), que relegaron (o renegaron de) la problemática central de la transformación social:
articular el camino de la liberación de los hombres y las mujeres con la necesaria construcción
de hombres y mujeres nuevos, para mencionar solo un componente medular. Este “olvido” se
conjugó con la sobrevivencia predominante de la lógica (recreada) verticalista, jerarquizante y
subordinante propia del capital en los distintos ámbitos de la vida social, más allá del período
fundacional de los estados socialistas, hecho que profundizó las limitaciones iniciales del

Autor: Isabel Rauber            Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                                6
modelo trazado y, con ellas, la enajenación social, política, económica y cultural del pueblo
revolucionario o en revolución.
    Reflexionar crítica y autocríticamente sobre aquellas experiencias emancipatorias resulta
parte del quehacer actual del pensamiento y la práctica revolucionaria. En primer lugar, porque
la desorientación estratégica actual, la fuerte sospecha instalada por el poder de que no es
posible otro mundo más allá del capitalismo, está anudada al fracaso del socialismo real, cuyos
errores han sido manipulados por los poderosos para dar como verdadera su pretensión de
haber arribado al fin de la historia.
    Esta perplejidad y desorientación, que se intensifica y amplía bajo el martilleo ideológico de los
    medios masivos de comunicación, sobre todo desde el hundimiento del llamado "socialismo real",
    constituye el caldo de cultivo del cuestionamiento del marxismo, (…)
    A ello contribuyó decisivamente la identificación falsa e interesada del "socialismo real" con todo
    socialismo posible y la del marxismo con la ideología soviética que lo justificó.v
    En segundo lugar, porque esto contribuye a esclarecer la perspectiva estratégica alternativa
actual anudando las posibles opciones de salida con la búsqueda de la liberación de los seres
humanos explotados, marginados y oprimidos por el capital, y a ésta con los procesos de
cambios radicales de la sociedad y del sistema-mundo, para ir “más allá del capital” [Mészáros].
    Pero no basta con criticar los errores del socialismo, no basta con ser autocrítico, es
indispensable sobrepasar esta actitud y contribuir -con esas críticas y autocríticas-, al
esclarecimiento de componentes fundamentales, que están en la base de la necesaria
reconstrucción estratégica de la alternativa socialista. Se trata, una vez más, de involucrarse en
la problemática social, política, económica y cultural de la época actual y en la de sus actores
sociales y políticos, como parte que se es del proceso de la vida real de la sociedad.vi
     El desafío es instalar [ir instalando] el ideal socialista (en construcción) como constituyente
del imaginario y del deseo de futuro posible de miles de millones de seres humanos. Se trata de
un socialismo que se replantee a sí mismo como el sistema social más democrático, humanista
y profundamente liberador en relación a toda la historia de la humanidad, que solo puede llegar
a ser tal –hoy queda demostrado-, sobre la base de crear y construir –a la par consigo misma-
una nueva civilización humana.
     Fundar y construir una nueva civilización humana significa fundar y construir un nuevo
modo de vida.vii Y esto requiere de un proceso histórico concreto de enseñanza-aprendizaje, de
explorar caminos que contribuyan a ir superando la enajenación, es decir, caminos que abran
procesos de empoderamiento colectivo de los actores-sujetos en cada país, promoviendo y
fortaleciendo su apropiación protagónica creciente del proceso liberador.
    Considerando la realidad de confrontación global con el capital en la que se desarrollan las
luchas actuales, los procesos liberadores locales tenderán a articularse y a confluir en lo que
devendrá un proceso global de construcción (autoconstrucción) de un sujeto revolucionario
universal, el ser humano socialista, simultáneamente a la construcción-consolidación y
desarrollo de la nueva civilización humana.
    En tanto el socialismo supone la creación de una nueva civilización, su construcción supone
un largo proceso histórico –de transición-, complejo y multifacético que combina procesos de
auto constitución de actores-sujetos en sujeto colectivo (popular), con procesos de construcción
de propuestas y proyecto alternativo, con la construcción de poder –y organización político-
social- desde abajo.

Autor: Isabel Rauber            Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                              7
Desde esta perspectiva, resulta claro que la transición nace en las entrañas del capitalismo;
y está presente ya como posibilidad en los procesos de resistencia y luchas sociales que
buscan la transformación radical de la sociedad regida por el capital.
    Repensar el socialismo interpela también al pensamiento sociotransformador, que aspira a
constituirse en avanzada teórica de la nueva sociedad que se desea construir –y que se va
construyendo-. En este momento histórico de crisis social global aguda y peligro de destrucción
y muerte de la humanidad, el socialismo como posible alternativa civilizatoria vuelve con fuerza
creciente al centro de las reflexiones políticas, económicas, filosóficas. Y ello reclama retomar
los análisis de Marx y sus propuestas sobre la indisoluble articulación teoría-práctica
revolucionarias, sobre los diversos modos de existencia de la enajenación social e individual en
el capitalismo y los complejos e interdependientes caminos de su superación, sus
consideraciones sobre el poder, la política, el Estado, la economía, la filosofía, la ética, la
cultura… Pero la dialéctica de la realidad político-social, exige también actualizar la teoría
revolucionaria, particularmente por su indivisible interarticulación con la práctica socio-
transformadora.
    En este empeño resulta importante actualizar las concepciones económico-filosóficas que lo
fundamentan articulándolas con las enseñanzas históricas de sus primeras experiencias, con
las enseñanzas de lucha de los pueblos y su nuevas construcciones y aspiraciones, y rescatar –
redimensionándolo- el profundo sentido práctico-liberador (de la clase, los oprimidos,
marginados, y de la humanidad toda) del socialismo.
     Ello llama a actualizar –e incluso replantear en ciertos aspectos, si fuera necesario-, la
dimensión y concepción de la gesta humano-emancipadora de la sociedad propuesta por Marx,
cuya responsabilidad estratégica, política, económica y filosófica (en acto) fue históricamente
atribuida por él a la clase obrera, previamente identificada como el agente social del cambio, a
partir de analizar su interrelación con el capital (interdefinición) y el papel que de ello se
desprendía en aquel momento histórico concreto de su desarrollo, con sus problemas también
sociohistóricamente determinados (los modos de existencia de la explotación, de la opresión, de
producción y reproducción de la enajenación), y las posibilidades socio-políticas de su
superación, también interdefinidas en correspondencia con ellos.
     Esto vuelve a colocar en el centro del debate filosófico, como parte de él, la problemática
política concreta de la transformación de la sociedad, la búsqueda de respuestas a las
interrogantes: ¿Para qué?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿quiénes?
     Responder a tales interrogantes exige al pensamiento de –para y en- la transformación
revolucionaria de la sociedad (y a los pensadores), retomar el cauce de la revolución teórica
iniciada por Carlos Marx y Federico Engels.
    (…) ¿por qué volver, en estos momentos, sobre este eje, fuente o manantial teórico y vital? Porque
    hoy, más que en otros tiempos, se pone en cuestión la vinculación entre sus ideas y la realidad, entre
    su pensamiento y la acción.viii
   Esto nos convoca a reflexionar -en relación con el tema que nos ocupa-, teniendo en
cuenta:
    •   Los cambios objetivos ocurridos en la sociedad, sobre todo a partir de las
        transformaciones en las relaciones capital-trabajo en la subordinación real y formal del
        trabajo al capital, de los descubrimientos científico-técnicos, los avances tecnológicos y
        en la organización del trabajo, la revolución en la electrónica y las comunicaciones, etc.
        Todo ello, lejos de sepultar la problemática de la enajenación –de la clase y la sociedad-,

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la actualiza con modos nuevos y superpuestos de enajenación y re-enajenación
        presentes y activos en los diversos órdenes de la vida social.
    •   La actualización de la crítica al capitalismo hoy.
    •   La recuperación crítica de las enseñanzas de las experiencias socialistas y de las
        tendencias predominantes en los pensamientos emancipadores del siglo XX.
    •   La existencia –en nuestro continente- de la fractura histórica entre clase y pueblo y,
        particularmente, entre clase y pueblos originarios.
    •   La emergencia de nuevos actores sociales y políticos en los ámbitos local y global.
    •   La recuperación crítica de las enseñanzas de las resistencias y las luchas de los pueblos
        latinoamericanos y sus nuevas organizaciones sociopolíticas.
    •   La necesidad de repensar la alternativa al capitalismo, el socialismo, re-articulando la
        teoría de y para la transformación con la práctica transformadora (teoría en
        cuestionamiento-transformación permanente).
    Ello implica hoy –a la vez que un rescate de los fundamentos teóricos de la propuestas de
Marx y Engels-, actualizar, ampliar y enriquecer su contenido teórico (económico, filosófico,
social, ético, humanista), inseparable de su compromiso práctico con la liberación de la clase y
todos los oprimidos, es decir, con la superación de su enajenación o –para decirlo más
concretamente- de sus diversas enajenaciones y sus variados modos de existencia y
manifestación. Supone también, por tanto, simultáneamente, la actualización del sentido
práctico transformador de la teoría, que es -a su vez y por ello-, el sentido de las prácticas.
     Esta afirmación condensa aspectos teórico-filosóficos (y político-prácticos) que fueron
tratados de muy diversos modos –incluso antagónicos entre sí- por intérpretes y exégetas de
Marx, por militantes, intelectuales y políticos de izquierda en general. Atendiendo al tema central
que nos ocupa –y según la extensión máxima posible en este trabajo-, intentaré apuntar
aspectos medulares en lo referente a la relación entre filosofía y marxismo, que supone otras
tantas respecto a las relaciones entre teoría y práctica, enajenación-liberación, sujeto-clase (y
objeto), objetividad-subjetividad, conciencia, y los nodos de las divergencias (teóricas y
políticas) que en torno a ella se levantaron, y que guardan una vinculación más o menos directa
con los enfoques de esta tesis.

III. ¿FILOSOFÍA MARXISTA?

     Si para Hegel la “Idea Absoluta es el único objeto y contenido de la filosofía”ix, para Marx, el
único sentido de la filosofía es el ser humano concreto dentro de una sociedad histórico
concreta, y esta misma, en tanto resulta imprescindible conocerla para elaborar (y brindar) los
instrumentos teóricos necesarios para la superación de la situación de clase en sí del
proletariado, para que éste pueda –con conciencia de clase para sí, y en articulación indisoluble
con sus prácticas de lucha y enfrentamiento al poder del capital-, poner fin a su explotación y –
con ello- necesariamente, transformar la sociedad en su conjunto.
    Si el trabajo vivo es el origen de la crítica (y de la realidad) del capital para Marx, el destinatario de la
    teoría crítica es la ‘conciencia del proletariado’: el saber de esa conciencia que todo el capital no es
    sino trabajo vivo. (…) // Este saber (Wissen) de la ‘conciencia del proletariado’ de la esencia del
    capital, y no tan solo de su apariencia fenoménica y fetichizada, es la realización histórica efectiva de
    la ciencia (Wissenschaft) en el sentido que le daba Marx. // Mientras que el saber no es ejercido
    como actualización crítica de la conciencia del trabajo vivo, (…), es una ciencia elitista, ella misma
    fetichizada, infecunda, innecesaria: ‘saber para nada’; puro ‘saber formal’. Cuando el saber se hace
    conciencia, conciencia de clase, conciencia de pueblo, solo en ese caso es saber real: se hace
    ciencia como historia (no solo ‘de’ la historia).x

Autor: Isabel Rauber               Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                                     9
Y aquí radica el nudo de su revolución teórica (y práctica). En la base de la misma está la
inseparabilidad sujeto-objeto, teoría-práctica, a la que se articulan pensamiento y acción, ser
social y conciencia social, lo objetivo y lo subjetivo.
    1. Al articular el pensamiento filosófico y la práctica sociotransformadora, la revolución
teórica realizada por Marx y Engels presuponía la revolución práctica. Dicho de otro modo, se
asentaba, reclamaba y a la vez proyectaba, una práctica revolucionaria en la relación
transformadora del ser humano con el medio sociohistórico del cual era parte (concretamente,
del proletariado y otros sectores oprimidos por el capital a él articulado), imprimiéndole un
sentido proyectivo-revolucionario socialista a las luchas del movimiento obrero naciente y de los
campesinos desclasados.
     2. No hay apriorismo en Marx. Él busca explicaciones a los fenómenos de la vida social de
su época, tratando de proyectar, a su vez, las luchas de los movimientos sociales (obreros y
campesinos) de entonces hacia una transformación radical y eficiente de la realidad. Esta
articulación revolucionaria tiene en el concepto de práctica sociotransformadora el nudo central.
    La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana solo puede
    concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria.xi
     Al ser medidora de la actividad humana transformadora, la práctica es en sí misma una
unidad contradictoria objetivo-subjetiva, en la cual lo objetivo y lo subjetivo se interdefinen,
interconstituyen e intercondicionan mutuamente: la práctica no se reduce a ser materialización
de ideas, ni ámbito de concreción fenoménica de necesidades o de supuestos mandatos
exteriores a la vida social concreta, no expresa solo necesidades objetivas que llevan al ser
humano a su interacción con el medio social. El sujeto no solo transforma (al objeto). En primer
lugar, es en esa relación que constituye al objeto como tal; en segundo, en el mismo acto, en la
misma mediación, se transforma a sí mismo por intermedio de la interacción práctica con el
objeto de su actividad, es decir, es la intermediación misma la que -en definitiva- reúne y
sintetiza a ambos polos de la actividad humana en un eslaboneo permanente e inter-cambiante.
La práctica sociotransformadora conforma una bisagra que articula (y desarticula) el
pensamiento (filosofía, ciencia, economía, política, ética, moral y cultura), en proceso
contradictorio de construcción-reconstrucción de la totalidad social concreta existente, que hará
posible también la totalidad pensada. Precisamente, por su carácter profundamente
contradictorio, resultó uno de los conceptos más vulgarizados y simplificados del pensamiento
de Marx.xii
     3. El objeto (social) presupone al sujeto social y viceversa, ambos se interdefinen como
tales objeto y sujeto en la interrelación, es decir, en la actividad práctica que los articula como
tales, marca a la vez con ello la inseparabilidad, intercondicionalidad, interpenetración e
interdefinición objetivo-subjetiva.
    El defecto fundamental de todo el materialismo anterior –incluyendo el de Feuerbach- es que solo
    concibe el objeto, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto [objekt] o de contemplación,
    pero no como actividad sensorial humana, como práctica, no de un modo subjetivo. (…)xiii
    Ni lo objetivo puro aislado de lo subjetivo, ni lo subjetivo puro aislado de lo objetivo; el sujeto
implica su subjetividad, la interrelación con la objetividad y viceversa. Esto apunta tanto a no
excluir al componente subjetivo (en el sujeto como en el objeto y en las prácticas), como a no
confundir la relación sujeto-objeto con la relación ser-pensar. Su habitual equiparación resulta,
como analiza Zaira Rodríguez,
    (…) parte del error de reducir la categoría de sujeto a la conciencia y la categoría de objeto al a
    materia. (…) se desconoce que el sujeto es a la vez material e ideal; en segundo lugar, no se
    advierte que el objeto puede ser, también, un objeto ideal; en tercer lugar, se identifica el concepto

Autor: Isabel Rauber             Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                               10
de materia con el de objeto, cuando realmente este último es aquel aspecto de la realidad material o
    espiritual que cae en el ámbito de la actividad practica, (…) se desconoce el significado filosófico
    general de la relación sujeto objeto constriñéndose exclusivamente a la relación entre lo ideal y lo
    material.xiv
     4. Ese significado filosófico se logra en la definición y construcción de las categorías
filosóficas, que son una “unidad de contrarios cuyo contenido universal solo puede emanar de
su relación recíproca contradictoria” que se realiza en la actividad práctico transformadora del
sujeto social en una determinada interrelación sujeto-objeto. Esta interrelación conforma lo que,
siguiendo a Zaira, identifico como la región o ámbito de lo filosófico. De ahí que para
comprender el lugar y papel de las categorías filosóficas en el pensamiento de Marx, sea
imprescindible entender la relación dialéctica sujeto-objeto como una relación compleja,
dinámica, intercondicionadora e interdefinitoria, cuyas enmarañadas interdefiniciones e
intermediaciones, se producen mediante nexos gestados en la práctica social.
    Es desde ahí que Marx busca explicaciones a la convulsa y contradictoria realidad social
alemana de su época. Y desde ahí fue sometiendo a una rigurosa crítica a la carga heredada de
Hegel, de Feuerbach, y de tantos otros pensadores, economistas, y políticos de su época, o que
le antecedieron, como a su propia concepción, por ello, siempre abierta, inacabada…
     Marx construyó sus categorías –o reconstruyó las que utilizó de otros-, en diálogo
ininterrumpido con la realidad social de su época, dejando claro que los conceptos no contienen
una esencia ideal trascendente a la que reflejan o encarnan en el pensamiento, sino que se
forman a partir de la práctica misma de los hombres, de la reflexión teórica sobre ella, y a ella
misma se refieren.xv Tienen por tanto, una procedencia terrenal-social condicionada por la
realidad social histórico-concreta en la que se construyen, a la que se refieren, y en la que
actúan (son parte). Sus contenidos, ni absolutos ni eternos, resultan -además de
crítico-subjetivo-objetivo-contradictorios-, transitorios: debían ser desarrollados, modificados o
reemplazados por otros en la medida que maduraran las prácticas humanas y las reflexiones
sobre ellas, o atendiendo a los cambios de las circunstancias sociales histórico-concretas en las
que ellos se desarrollaban.xvi Esto es así, para Marx, en todas sus dimensiones, no hay
excepciones. Y lo deja muy en claro, sobre todo, cuando puntualiza acerca del concepto
“comunismo”.xvii Recomendación filosófico-política que bien vale recordar en tiempos como los
actuales.
     La tarea filosófica fundamental permanente consiste en el trabajo dialéctico-histórico
crítico-autocrítico con los conceptos y las categorías filosóficas, actualizando y/o
reconceptualizando lo existente y construyendo nuevos conceptos y categorías. Esta labor ha
devenido el centro del quehacer de lo que identificamos como filosofía marxista, teniendo
siempre presente que –desde esta perspectiva- es la práctica sociohistórica concreta de los
actores-sujetos sociales por cambiar la sociedad en que viven en el sentido de su liberación, la
que posibilita y articula ese pensamiento crítico que, para serlo, a la vez, debe ser autocrítico,
liberador y de liberación.
    En relación con lo aquí expuesto, considero importante destacar dos definiciones
trascendentales:
    1. Respecto del objeto de la Filosofía: “(...) la región o dominio de la filosofía [no es] ni el
       mundo separado del hombre, ni el hombre separado del mundo, sino, precisamente, la
       relación activa y multifacética del hombre con el mundo.”xviii
       ”(...) la región propia o exclusiva de la investigación filosófica no es más que la esencia
       o la universalidad esencial de la actividad social multifacética sintetizada en las leyes o
       categorías del pensamiento teórico.”xix

Autor: Isabel Rauber            Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                              11
2. En relación con las categorías, a su definición y a cómo se construyen: “La naturaleza
       peculiar de las categorías filosóficas responde a que ellas se forman sobre la base de la
       actividad multifacética de los hombres (actividad práctico-material, actividad teórico-
       cognoscitiva y actividad práctico-valorativa). Por eso, las categorías filosóficas no
       constituyen identidades abstractas en la que se fija lo común genérico de todos y cada
       uno de los fenómenos de la realidad (...).”xx
       ”Ya ha quedado establecido que la región del saber filosófico es el pensamiento teórico
       que se plasma en las categorías concebidas como formas universales de la actividad
       histórico-social. Pero la actividad humana, no es, en esencia, otra cosa que la síntesis
       de lo ideal y lo material. En otras palabras, en la actividad histórico-social se manifiesta
       el movimiento o tránsito permanente de lo material en lo ideal y viceversa; esto es, un
       constante proceso de cosificación y descosificación.”xxi
      Esto resume, de última, el sentido mismo de los estudios de caso que he realizado basados
en la investigación participativa. Además de recuperar experiencias y sistematizarlas, además
de aportar a la reconstrucción de la memoria histórica de los actores sujetos y contribuir a la
maduración de su autoconciencia, articulado a todo ello, estas investigaciones tenían entre sus
objetivos avanzar en la actualización de contenidos de viejos conceptos dando cuenta de lo
nuevo en relación con la problemática tratada, así como en caso de ser necesario y posible,
adentrarnos en la formulación de nuevos conceptos, tarea que solo sería posible- a mi
entender- partiendo de la realidad, de la práctica de los actores mismos para avanzar desde
allí.
   Así lo puntualizo directamente en uno de los textos que sistematiza la experiencia de la
Central de Trabajadores Argentinos:
    No es el pensamiento (con minúscula ni con mayúscula) el que engloba a las prácticas; son éstas las
    que condensan en sí todo el pensamiento posible (en un momento histórico) acerca de lo que los
    sujetos alcanzan a visualizar e interiorizar de la sociedad en que actúan y de las respuestas que
    elaboran en consecuencia, y también, por supuesto, de las herramientas –materiales y espirituales-
    empleadas para elaborar tales respuestas. En la práctica está el germen racional de la posible salida.
    Lo que es muro también es puente. Lo que separa, une. (…)
    Como claramente explica Zaira Rodríguez: ‘(…) las categorías sirven de instrumentos
    teórico-metodológicos de la actividad científica y práctica del sujeto social, y… también actúan en
    calidad de esquemas para la interpretación y orientación de los resultados de la actividad humana.
    De este modo, la estructura categorial del pensamiento teórico de una época histórica conforma la
    armazón lógica a partir de la cual se puede dirigir y fundamentar la actividad práctico social.
    ‘(…) Esto implica que la naturaleza cosmovisiva del saber filosófico lleve implícito a la vez un carácter
    teórico-científico e ideológico-clasista, y que el partidismo filosófico responda simultáneamente a
    raíces epistemológicas y a raíces sociales o clasistas (…).’xxii
    5. El hilo conductor del pensamiento teórico-revolucionario de Marx fue indudablemente la
búsqueda del basamento social histórico-concreto de las raíces de la enajenación humana
(particularmente de la clase obrera) -problemática que no desapareció nunca del centro de sus
investigaciones teóricasxxiii-, para, sobre esa base, buscar caminos para su negación o
superación positiva. Para ello se dio a la tarea de identificar y demostrar pormenorizadamente
quiénes serían los que podrían y querrían hacerlo (porqué). Como señala István Mészáros,
    Para Marx (…), la cuestión de la ‘superación’, a partir de las primeras formulaciones de su
    concepción filosófica, fue inseparable del programa de alcanzar la ‘unidad de la teoría con la
    práctica’.xxiv
    La explicación realizada por Marx del proceso de acumulación originaria del capital fue
fundamental para superar la concepción ahistórica de Hegel acerca de la relación entre el
capital y el trabajo. La puesta en evidencia del despojo secular que conformó el capital

Autor: Isabel Rauber             Resumen para la Defensa de la Tesis.doc                                  12
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