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ANTHROPOS 110.2015: 383 – 396 Chonino – La conversión de una historia en narrativa Relato y emoción en el ámbito policial argentino Mariana Sirimarco Abstract. – Referring to Chonino stimulates a series of heroic cia y condensa, en sí mismo, todo el devenir de una images. Alluding to him entails notions of courage and fidelity: trama. Para que esto suceda, advierte Ginzburg, el Chonino is a police dog that dies defending his companions from a criminal attack. He also dies performing an action that resulted nombre debe volverse mito: debe convertirse en un in the detention of delinquents. The story of Chonino has thus relato ya relatado, en un relato que ya se conoce. become a sort of great achievement, a narrative designed to fit Salvando las abismales distancias – estéticas y institutional discourses and values. Taking this case of analy- temporales – algo semejante puede decirse de Cho- sis, this article tends to reflect about how an institutional story is nino. Cualquiera que pronuncie su nombre activa, built. Which operations are played to transform a particular situ- ation into a significant example? What turns a fact into a narra- mayormente en el ámbito policial pero también fue- tive? [Argentina, Chonino, police, institutional story, emotion] ra de éste, una serie fija de valoraciones y acciona- res: “el perro héroe de la policía”, “el fiel perro que Mariana Sirimarco, Doctora en Ciencias Antropológicas, Uni- dio la vida por sus compañeros”, “el primer perro versidad de Buenos Aires (UBA), investigadora Adjunta Conicet- muerto en cumplimiento del deber”. La enunciación UBA, profesora del Departamento de Ciencias Antropológicas, UBA. – Principales publicaciones de los últimos años: “El policía del solo nombre de Chonino desencadena los pun- y el etnógrafo (sospechado). Disputa de roles y competencias en tos, una y otra vez transitados, de su historia: el 2 de un campo en colaboración” (Etnográfica 16.2012), “De civil a junio de 1983, el perro y dos agentes persiguen a policía. Una etnografía del proceso de incorporación a la institu- dos sospechosos. Se sucede un tiroteo. Los agentes ción policial” Buenos Aires 2009), “Estudiar la policía. La mira- son heridos. Chonino salta en su defensa y ataca a da de las ciencias sociales sobre la institución policial” Buenos Aires 2010) – Véase también Bibliografía. uno de los sospechosos. Chonino recibe un disparo. Uno de los agentes muere. Chonino también. Pero antes, rompe, a dentelladas, el bolsillo de uno de los delincuentes. De él caen los documentos que permi- I tirán luego su detención. Decir Chonino es compendiar así, en una palabra, “Basta con pronunciar el nombre de Edipo – señala- una sucesión de imágenes heroicas. Su articulación ba Antífanes – para que todo el resto sea conocido, esboza nociones de valor, de arrojo y, sobre todo, de su padre Layo, su madre Yocasta, sus hijos e hijas, fidelidad: Chonino muere defendiendo a su hombre lo que les pasará, lo que ha hecho. Lo mismo sirve guía. Y lo que es más: muere realizando una acción para Alcmeón: basta con nombrarlo y los niños di- que redundará en el apresamiento de los delincuen- rán de inmediato que, enloquecido, mató a su ma- tes. Para que esto sea posible – para que el nombre dre” (en Ginzburg 2000: 83). En un libro reciente, devenga mito – se requiere, como veremos a lo lar- el historiador Carlo Ginzburg trae a colación estas go del trabajo, de una historia capaz de dejar huella. lejanas palabras para dar cuenta de cómo un nom- En honor a esta muerte y a esta conducta se ele- bre se vuelve micro-narración. Esto es, cómo anun- varon homenajes. La calle donde tiene su entrada https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
384 Mariana Sirimarco la División Perros de la Policía Federal Argentina y valorizaciones que permiten no sólo dar cuenta de (PFA)1 se denomina, desde 1991, Pasaje Chonino.2 un suceso, sino más aun, trascenderlo y pensarse, Desde 1996, y a raíz de una consulta de lectores a partir de él, como grupo social y como institución. de la periodista Cora Cané, el día en que Chonino Un relato es una ficción que condensa significa- muere se conoce como el Día Nacional del Perro.3 dos. Que reafirma, como diría Ginzburg, algo que Su esqueleto, debidamente preparado dentro de una ha sido muchas veces contado. En tanto ficción, el vitrina, se atesora en el Museo de la PFA. Su mo- relato despliega una realidad cuya construcción no numento, donde anualmente se lo conmemora, se está necesariamente gobernada por la verificación erige en el predio del Cuartel de la Policía Monta- empírica o por la necesidad lógica, sino por la con- da. Un poema, ya casi ilegible sobre una placa, así vención y la necesidad narrativa. Afirmar esto equi- lo celebra: vale a sostener que el relato, en tanto narrativa, no pertenece al plano de la descripción de los hechos, Y en el cielo de los perros sino al de su interpretación. El relato no representa San Roque te recibió sino que construye realidad, y lo que importa en él un cartelito escribió no es cuánto se acerca o se aleja de ella, sino la rea- “EL ABNEGADO CHONINO” lo puso arriba de todos lidad que ayuda a conformar (Bruner 1991; Ochs formando un cuadro de honor and Capps 1996). Es necesario recalcarlo: cualquier y después lo completó sentido de verdad o falsedad queda, por consiguien- “POLICÍA Y ARGENTINO”.4 te, fuera del espectro de validez de un relato. Así, un relato involucra un universo de sentidos La herocidad de Chonino le valió calles, efemé- políticos y sociales, pero, más aun, un universo éti- rides, monumentos y poemas. Pero antes de trans- co y moral. Como los epítetos y el poema dirigido formarse en leyenda, Chonino fue un simple ovejero a Chonino lo ponen de manifiesto, un relato provo- alemán. Había nacido en 1975 e ingresó a la Di- ca resonancias conceptuales, pero también emocio- visión Perros de la Superintendencia de Seguridad nales; evoca y manipula no sólo ideas sino también Metropolitana en 1977, donde fue entrenado como sentimientos (Leavitt 1996). Y en tanto el relato lo can de presa. Bajo la matrícula número 716 realizó es de una historia ejemplar, resulta claro señalar que sus primeros servicios con motivo del Campeonato un relato no se conforma, por lo tanto, por la des- Mundial de Futbol del año 1978. Desde ese año has- cripción aséptica de un evento, sino por la conver- ta la noche de su muerte, Chonino trabajó asignado sión de un acontecimiento en un mensaje, por la a diversos hombres guía. En 1982 fue dado al agente cristalización de un hecho en un ejemplo. Esto es, Luis Alberto Silbert, quien sería el único que sobre- por una narrativización que porta una fuerte carga viviría a lo sucedido en esa noche de junio de 1983.5 emocional (Sirimarco 2010, 2013b, 2014a, 2014b). Hasta esa noche, Chonino fue un simple perro Ahora bien, no debe creerse que un relato consti- policial. Después de ella, Chonino fue un héroe. Lo tuya una pieza acabada. Un relato, en tanto narrati- que sucedió ese día de junio fue trocado en una na- va, no puede estar sino en constante formación. Un rración ejemplificadora. Andando en el tiempo, la relato institucional debe ser por lo tanto concebido historia de Chonino se transformó en un relato ins- como un artefacto que fue hecho o rehecho innume- titucional. Esto es, en una narrativa expresamente rables veces. Esto es, que fue manipulado, cambia- diseñada para poner en escena discursos, vivencias do, pulido, re-ubicado, que porta un tipo particular de historicidad y, si se quiere, una cierta “biografía” 1 La Policía Federal Argentina cumple funciones de seguridad (Alberti 2005; Gomes da Cunha 2010).6 Sostener en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el territorio na- cional cuando compete a cuestiones federales. 2 Ordenanza 43.486 (BM 18.570). 4-IV-1989. Asentada en 6 No debe creerse, tampoco, que un relato conforme una es- el Boletín Municipal de la ciudad de Buenos Aires en la tructura semántica cerrada, capaz de orientar los entendi- p. 83.700, 10/07/89. Según reza la versión taquigráfica de la mientos de los miembros en sentidos siempre iguales y siem- reunión del Concejo Deliberante donde se la sanciona, la no- pre regulados. Un relato no es una pieza unívoca, aunque su minación de la calle surge de una petición de la propia PFA. pretensión lo sea. Se trata, más bien, de un texto social que, El proyecto presentado a tal efecto fue perdido debido a la a pesar de compactar sentidos, eludir ciertas circunstancias inundación del archivo donde se conservaba. y resaltar ciertos elementos, no logra camuflar, sin embargo, 3 Es interesante señalar, sin embargo, que tal fecha no forma el entramado de voces y tradiciones que lo componen. Se in- parte de ninguna efeméride oficial reconocida. tenta que un relato institucional sea un discurso compartido; 4 “El abnegado Chonino”, escrito por el comisario (R) Jorge se trata, sin embargo, de un espacio en disputa. Que esto sea Rahal y su hijo. Se respetará, tanto en éste como en los si- así obedece a un simple hecho. Un relato puede presentar- guientes registros, la sintaxis y la forma de los textos origi- se como una estructura con pretensiones de fijar un hecho nales. semántico. No obstante, la intencionalidad de dicha volun- 5 Legajo 716, División Perros, Policía Federal Argentina. tad no condiciona, necesariamente, la lectura del mismo. La Anthropos 110.2015 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
Chonino – La conversión de una historia en narrativa 385 esto implica afirmar entonces que un relato institu- detalles de lo sucedido varían – mucho o poco – de cional gana espesor en lo temporal: su cristalización una historia a otra. Se trata, como es lógico, del es- en tanto narrativa es deudora de un proceso histó- pectro de matices presente en cualquier pieza na- rico de conformación. Lo que equivale a decir que rrativa que haya logrado resonancia y, por lo tanto, el relato se va “escribiendo” a lo largo de una línea autonomía. Estos matices, más que ser entendidos de tiempo, no exenta de marchas, contramarchas y como discrepancias, deben ser conceptualizados revisitas. como variaciones en torno a una cierta línea temá- Teniendo esto en mente, y tomando la historia tica. Tampoco resulta centralmente importante en- de Chonino como caso de análisis, este trabajo in- fatizar las huellas de estas diversificaciones qua la tenta reflexionar en torno al cómo de la construc- obra de un autor individualizado. Antes bien, estas ción de un relato institucional. Para ello me valdré, diversas intencionalidades importan más en tanto básicamente, de dos registros diversos del ámbito los efectos logrados sobre el auditorio al que se di- policial que encarnan, creo yo, dos momentos pun- rige este relato (Barnes 1995). tuales – e igualmente divergentes – del proceso de En su libro de recuerdos policiales, publicado en construcción de dicha historia. El primero corres- 1999, Plácido Donato incorpora la historia de Cho- ponde a una crónica memorística y literaria, escrita nino. En un libro urdido para dar a conocer “la in- por un afamado comisario retirado, donde el relato timidad del policía, el sacrificio de sus luchas sin de Chonino encuentra su hechura más acabada. En treguas ni descanso”, y en el que recoge “anécdotas esta pieza, Chonino es aclamado como un perro hé- … que ya eran leyenda en aquellos tiempos” (1999: roe. El segundo registro corresponde al acta de pro- 13 s.), la historia de Chonino de seguro no desen- cedimiento realizada a una semana de la muerte del tona. En esta reunión de historias legendarias que perro, con motivo de las indagatorias del caso. En presentan el rostro humano de la institución poli- ella, Chonino es simplemente sumariado como un cial – como se asevera en la contratapa –, la cróni- efectivo policial que ha muerto. ca del perro héroe de la policía aparece abriendo el Explorar ambos registros y sus diferencias – de volumen. Donato lo cuenta así: tono, de escritura, de abordaje, de nudos semánti- El comisario retirado Jorge Rahal y su hijo, fervientes ad- cos – permitirá despejar la distancia que va de uno miradores de Chonino, cuentan con lágrimas en los ojos a otro y comenzar a comprender las intervenciones su última ronda. que se ponen en juego para hacer, de una situación El 2 de junio de 1983 a las ocho y cuarto de la noche, puntual, un ejemplo capaz de trascenderla. ¿Qué es los agentes Luis Alberto Silbert y Jorge Eduardo Ianni, de lo que transforma un hecho en una narrativa? La la División Perros, hacían un patrullaje de rutina, acompa- contrastación entre ambos tiempos y ambos regis- ñados como de costumbre por Chonino, un can recibido tros, sumada a la existencia de ese lapso temporal – en donación que, como carecía de pedigree, no era con- en apariencia silente que va desde la muerte de Cho- siderado, pese a ser un típico ovejero alemán, como pe- nino a sus primeros homenajes – no harán entonces rro de la “raza policial”. Al llegar a la intersección de las sino complejizar la pregunta: ¿cuándo y por qué co- avenidas General Paz y Lastra los jóvenes policías y su mienza a re-escribirse la historia? O lo que es lo perro fueron sorprendidos por dos delincuentes, quienes arteramente dispararon sus armas. mismo: ¿qué hay antes de un relato? Si bien los policías consiguieron extraer sus armas y repeler la agresión, quedaron heridos y sin posibilidad de defensa, circunstancia que los malvivientes aprovecharon II para tratar de ultimarlos con un tiro de gracia. Chonino, también herido gravemente en su omópla- El relato de aquella noche – y de lo que en ella hizo to izquierdo, se lanzó bravíamente contra ellos, logrando Chonino – es una y otra vez contado, tanto en home- herirlos y desarmarlos, hizo caer al piso tanto sus armas najes policiales como en efemérides sociales. Los como los documentos que llevaban entre sus ropas que desgarró a dentelladas y los obligó a huir presurosamen- te del lugar. comprensión de un relato – su aceptación, su asimilación, su Luego de su agotador esfuerzo, Chonino logró, ya des- reproducción – depende, en última instancia, de lecturas con- falleciente, arrastrarse al lugar donde estaban caídos sus cretas e individuales. Son las personas dentro y fuera de la dos compañeros de ronda: lamió sus heridas y les dio pro- institución las que con sus interpretaciones, sus asociaciones, tección. sus sensibilidades y sus vivencias, “leen”, de modo específi- co, un discurso determinado. Esas lecturas, ya sean afines o El agente Silbert sobrevivió por milagro, pero Ianni antagónicas, añaden capas al relato. Éste se construye en una falleció luego de estar internado cinco meses en el Hos- relación de diálogo: un relato institucional lo es por interpelar pital Churruca. Chonino murió mientras custodiaba sus sentidos capaces de resultar sensibles a los actores involucra- cuerpos heridos. dos. Para profundizar en esta línea, ver Sirimarco (2013b). Los dos delincuentes fueron identificados y detenidos Anthropos 110.2015 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
386 Mariana Sirimarco gracias a la documentación hallada y parte de las ropas aquella que separa aguas en torno a la actuación po- desgarradas por Chonino; contaban con frondoso pron- licial y el accionar de la delincuencia, y que adju- tuario y varias causas por delitos contra la propiedad. Fue- dica estimaciones valorativas a unos y otros. Frente ron condenados a 23 y 20 años de prisión. al delincuente artero, de frondoso prontuario y va- El cabo primero Silbert, durante una ceremonia de ho- rias causas, al policía le cabe, por contraste, la va- menaje a Chonino efectuada en 1991 en la que se puso su lencia positiva. nombre a una calle del cuartel, con voz quebrada y gran esfuerzo logró balbucear: “Gracias, Chonino. Me salvas- Ya estas escasas pero contundentes palabras es- te la vida. Que en paz descanses junto a Ianni. Jamás los bozan, en pocos trazos, la línea del relato que ha- olvidaré”. brá de sobrevenir. En ellas se configura un campo Por la heroica entrega de Chonino se instituyó en la semántico donde la actuación policial se contiene Argentina el 2 de junio como el “Día del Perro” (Dona- por entero: en un patrullaje de rutina, los jóvenes to 1999: 17 s.). policías y su perro son sorprendidos por los delin- cuentes, quienes arteramente disparan sus armas. Un relato es, en esencia, algo distinto a un texto Los policías logran repeler la agresión, pero son he- informativo. La distancia que lo separa del mero re- ridos y quedan sin posibilidad de defensa. Aprove- cuento de un hecho está dada por la operación re- chando la circunstancia, los malvivientes tratan de tórica que lo modela: un relato se construye adje- ultimarlos con un tiro de gracia. A través de estas tivando. Quizás por esto – por el vuelo que en su palabras y estas nociones, la valencia policial posi- pluma toma la historia – la historia de Chonino que tiva se refuerza y se amplifica: la narración se cons- escribe Donato es, no sólo la más literaria de todas, truye para proponer un escenario donde los policías sino, en razón de esto, la más adecuada a los fines de son atacados sin que medie especificación de razo- este apartado. Que este relato se presente en clave li- nes. La mención al patrullaje de rutina instala una teraria no hace sino evidenciar al extremo su esencia imagen inocua, por cotidiana: la única acción que se narrativa; es decir, su capacidad de construirse mer- nos dice que llevan a cabo los policías es caminar en ced a condimentos. Nadie como Plácido Donato – su ronda de costumbre. Se instala así una imagen de comisario retirado de la PFA pero también reconoci- indefensión: no es la policía quien sorprende a los do escritor y guionista –7 para plasmar, en palabras delincuentes en la comisión de un delito, sino al re- significativas, este particular relato institucional. vés, reforzando de este modo la idea de la pasividad Cabe decir, en este sentido, que un relato lo es, del accionar policial. Son los malvivientes quienes en primer término, en virtud del lenguaje que lo parecen sorprender a los policías en su caminar. Son compone. Hablar de lenguaje no implica aludir a la también ellos quienes dan inicio a los disparos y de- mera articulación de palabras, sino, más bien, a su jan a los policías heridos y sin posibilidad de repe- función de constructor y mantenedor de relaciones ler la agresión. Lo que implica, una vez más, que no y situaciones sociales. Si las palabras – como ad- hay ataque policial, sino defensa. En este contexto, vierte Foley (1992) – no pueden ocurrir más que en lo que se dice va de la mano de lo que se sugiere: lo contexto, la adopción de un determinado lenguaje que sobrevuela, todo el tiempo, es la insinuación de no es fortuita. El léxico, las categorías, los modos algo cercano a la emboscada. de habla, revelan así un universo ideológico: cada Trazar, en esta historia, este perfil, no sólo con lenguaje se comporta, por lo tanto, como un código struye identidades sociales contrastativas – los poli- que revela la inscripción de la persona en un deter- cías que patrullan versus los delincuentes que atacan, minado universo ético y moral. el justo cumplimiento del deber policial versus el En el contexto del relato presentado, las catego- cruel accionar de la delincuencia. También abona el rías no se usan al azar: lo dicho organiza un texto terreno para la historia principal – la de Chonino –, social. Pero no necesariamente por las palabras que a la vez que delinea dos caros topoi de la narrativi- se dicen, sino por la red de sentidos que estas pa- zación policial: el heroísmo en la acción y el caído labras habilitan: jóvenes policías, agresión, malvi- en cumplimiento del deber. Que el protagonista de viente. Tales categorías inauguran un contexto de la misma sea un perro no opaca en lo absoluto los significación que, a la par de expresarla, actualizan condimentos del relato. Antes bien, tal vez los in- una determinada forma de experimentar la realidad: crementa. En ella, el heroico can, aun herido gravemente, se lanza bravíamente a herir y desarmar a los delin- 7 Plácido Donato ha escrito cuentos policiales y cuentos román- cuentes. Lo que se activa aquí implica la figura del ticos (en revistas como Para Ti, Claudia y Vosotras), ha sido periodista y guionista de radio, televisión, cine y teatro. En te- héroe: bien se nos recalca que es la actitud de Cho- levisión, fue el responsable del ciclo “División homicidios”. nino – la de atacar a los malvivientes a dentelladas – Dirigió asimismo las revistas Mundo Policial y El Círculo. la que propicia la huida de éstos y, lo que es aun Anthropos 110.2015 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
Chonino – La conversión de una historia en narrativa 387 más importante, la que lleva a la pérdida de sus do- los sentimientos han tendido a ser vaciados de sig- cumentos. La acción del perro no es sólo valerosa; nificación cultural. La emoción, por asociarse a lo es también vital para el esclarecimiento del crimen íntimo, lo espontáneo y lo incontrolable, ha pareci- y la aprehensión de los delincuentes. Sin ella – sin do escaparse así del gobierno de lo motivado cultu- esos documentos que los dientes de Chonino logran ralmente o lo socialmente articulado, desdibujado el extraer de entre sus ropas – su muerte y la del agente hecho de que lo emotivo implica, también, un fenó- Ianni hubieran quedado impunes. meno social que da cuenta de situaciones, relaciones Se activa entonces, en este relato, la figura del y posiciones morales.9 héroe, pero también otra que lo trasciende: la figura Así, construir el ámbito emocional como potes- del mártir. Es decir, del caído en cumplimiento del tad de los individuos y las psicologías de los sujetos deber. Un topos que, a juzgar por su abundante tra- ha contribuido a cimentar el monopolio de las pala- tamiento en placas conmemorativas, eventos y re- bras y el pensamiento como símbolo de comunica- vistas de la institución, es un punto neurálgico de ción principal. Sostener la comprensión de lo emo- la sensibilidad policial. Tal abundante tratamiento tivo en tanto vehículo expresivo implica entonces pone de manifiesto que si en todo héroe la entrega ratificar la capacidad de emociones y sentimientos es mucha, en el héroe muerto la entrega es total: el para funcionar como canal de comunicación capaz sacrificio llega a su pico más alto, pues el caído cae de transmitir sentidos y significados (tanto afectivos en guerra contra el crimen (Galeano 2011; Sirimar- como conceptuales). La apelación a la sensibilidad co 2013a, 2014a). Lo ejemplar del relato se concen- no es más que la apelación a la construcción de de- tra por entero en su final: Chonino entrega la vida en terminado modo de experimentar y significar suce- defensa de sus compañeros y, consecuentemente, en sos y relaciones sociales. defensa de la Ley. A tal punto esto es así, que la his- Afirmar esto implica reconocer que lo cogni- toria de su vida se vuelve en realidad la historia de tivo no existe aislado de la vida afectiva y que el su muerte. Los héroes – se ha dicho – sólo son hé- lenguaje no sólo transporta contenidos conceptua- roes cuando se mueren o los matan (Cercas 2012). les – explicaciones, razonamientos, ideas –, sino, Así, la de Chonino es una muerte en cumpli- indisolublemente ligadas a ellos, asociaciones afec- miento del servicio, podría decirse, pero también tivas (Leavitt 1996). Así, lo que importa del relato una muerte en aras de la fidelidad. Chonino, se nos de Chonino no nos llega sólo por la comprensión de dice, se arrastra, desfalleciente, al lugar donde es- sus acciones, sino por la emoción que ese compor- taban caídos sus compañeros. Agonizando, lame sus tamiento nos despierta. Su heroísmo, su bravura, su heridas y les da protección. Muere custodiándolos. entrega, no se juegan en la esfera de lo meramente En los últimos momentos de su vida, su preocupa- racional, sino también en el ámbito de lo sensible. ción estuvo puesta en los demás. Lo que viene a Puede decirse que lo que busca el relato – en tanto querer decir que la muerte le sobreviene no sin antes narrativa construida – no es presentarnos los hechos haber asegurado la ley y el resguardo de sus compa- sucedidos: lo que busca el relato es que esos hechos ñeros. En esta doble imagen de servicio y entrega se presentados nos conmuevan. juega, es claro, la imagen de lo policial. La expresividad conmovedora de un relato im- Llegados a este punto, es a todas luces evidente plica así una conjunción entre objeto presentado y que el relato de Chonino, tal como aparece plasma- objeto sugerido. En este caso, entre la palabra que do por Donato, es indisociable de la búsqueda de se dice y la reacción que se provoca. La emoción cierta emocionalidad. Hablar de la construcción de no es entonces más que el resultado de viajar de un relato emotivo (y no necesariamente de la emo- uno a otro término, dependiendo necesariamente su ción que nos causa un relato)8 implica entender que irrupción de la unión entre ambos. Sostiene Santa- la emoción, más allá de ser íntimamente sentida, yana que lo que conmueve es la permanencia con- puede ser comunicada colectivamente. Muchos es- junta, en la mente, de cosa y evocación (en Reid tudiosos en la temática han contribuido a resaltar 1966). Esto es, de poder reponer, a partir de pocas que, al ser confinados a un espacio de valor privado, y bien dichas palabras, todo una trama compositiva de alta sensibilidad: la del perro que, aun herido por 8 Sostener tal afirmación implica entonces centrar el interés defender a sus compañeros, continua mordiendo a de este trabajo no en el resultado del ejercicio de emocionar, los delincuentes, hace caer al piso sus documentos sino en el hecho mismo de tal intención. A tales fines, la ca- y sus armas y, ya muriendo, aún tiene fuerzas para tegoría de emoción es rescatada entonces por su capacidad arrastrarse junto a ellos y lamer sus heridas y prote- literal – de agitar y conmover (donde el término emoción de- riva del verbo latino emovere, que significa “mover desde”, hacer mover, sacar de su estado habitual y, por consiguiente, 9 Hochschild (1979); Rosaldo (1983); Lutz (1986); Lutz and agitar, sacudir, conmover). White (1986); Lyon (1995); Leavitt (1996). 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388 Mariana Sirimarco gerlos. Las palabras emocionan por las evocaciones son sin dudas mínimas y sólo pueden revestir peso que construyen (Sirimarco 2014a). para abonar la teoría de que un relato, parafrasean- Que el héroe sea un perro tal vez potencie lo sen- do a Gomes da Cunha (2010), resulta un artefacto sible del relato. Quien da la vida por sus compañe- que fue hecho o rehecho innumerables veces. Esto ros – se nos sugiere – lo hace sin especulaciones ni es, que fue manipulado, cambiado, re-narrado. Que devaneos: lo hace porque es lo único que puede ha- porta, en síntesis, un tipo particular de manufactura cer. Gran parte de lo conmovedor del relato se apro- y de historicidad (Alberti 2005). vecha de Chonino: detrás de la figura del perro se Arribar a este punto de argumentación alza in- juega la noción de lo biológico y lo instintivo y, por terrogantes acerca de la relación entre relato y rea- ende, de lo natural como locus de lo verdadero y de lidad. Uno podría preguntarse, llegado el caso, qué lo no falseable. Es decir, de la conducta desintere- fue lo que de veras sucedió, con Chonino y los po- sada, del puro amor, de la pura lealtad.10 licías, esa noche de junio de 1983. ¿Cómo se suce- Así, lo emotivo en el relato de Chonino radica en dieron realmente los hechos? Plantear las preguntas las actitudes que demuestra y en las acciones que en estos términos sólo llevaría, sin embargo, a una lleva a cabo. De la múltiple vinculación que teje con búsqueda falaz: la de una realidad desnuda y verda- compañeros, delincuentes y sucesos se desprende dera, de por sí existente, de la que el relato sólo es el sentir y la emocionalidad que transmite el relato. una distorsión (Carr 1986). Que este trabajo inten- La emoción sólo puede entonces manifestarse em- te reflexionar en torno a la construcción de relatos potrada sobre lazos de sociabilidad, ya que es el co- institucionales no debe inducir a error: no se trata de nocimiento de estos lazos y de estas relaciones – la asomarse a este proceso constitutivo desandando el bravura y fidelidad del perro, la defensa de sus com- camino del relato en busca de una verdad esencia- pañeros, el tenderse a su lado a lamer sus heridas y lista y anterior (aquello que en realidad sucedió esa custodiar sus cuerpos – el que brinda la posibilidad noche), sino de desarmar los elementos que lo ubi- misma de emocionarse (Sirimarco 2010, 2014a). can dentro de un género narrativo, contraponiéndolo a otros modos de decir. Esto es, enfrentándolo a otro modo de encadenar los sucesos de esa noche de ju- III nio. Me gustaría entonces detenerme, en este apar- tado, en el acta de procedimiento que forma parte El relato ha sido largamente caracterizado como un del legajo policial de Chonino y que fuera redacta- fenómeno socialmente organizado: como una pie- da con motivo de los eventos delictivos que tuvieron za narrativa colectivamente producida, resultado lugar ese 2 de junio. de la intervención de diversos materiales, personas, Para ello es necesario entender que un perro tiempos y objetivos (Ewick and Silbey 1995; Hohr que pertenece a la PFA tiene, como todo funcio- 2000). Un relato, podría decirse, lo es por conte- nario de la institución, un legajo personal, donde ner huellas de variaciones. Así, volviendo a nuestra se “reúne[n], documentadamente, todos sus antece- historia, y dependiendo del material consultado, los dentes desde su ingreso en la Policía Federal y luego policías son sorprendidos por dos delincuentes al de producido éste, todas las constancias relativas a llegar a una esquina (Donato 1999), son abordados su vida profesional, hasta su fallecimiento o baja” al intentar identificar a dos personas “que en el inte- (Manual de Instrucción 1979: 58). En este contexto, rior de un automóvil estacionado estaban en actitud y según reza el reglamento administrativo, es nece- sospechosa”,11 son “atacados a balazos por desco- sario entonces instruir un sumario en caso de falle- nocidos a los que les habían dado la orden de alto” cimiento en acto de servicio (Reglamento general (Crítica 1983a: 9), o bien son agredidos cuando se 1977). Éste se corresponde con “el conjunto de an- encuentran “cumpliendo una misión de vigilancia tecedentes que armónicamente concurren al escla- dispuesta por la superioridad” (Clarín 1983: 31). recimiento de determinados sucesos” (Manual del La discordancia no debiera sorprendernos. Un oficial de guardia 1980: 425) y, entre las diligencias relato se teje con innumerables puntadas, y los nu- que conlleva, se encuentra el acta de procedimien- dos divergentes no anuncian la invalidez de la trama, to, donde debe practicarse, máxime si trata de deli- sino su riqueza. Importa que los hechos que cuenta tos de jurisdicción criminal, “una inspección ocular el relato sean verosímiles y funcionales a un senti- para establecer rastros que pudieran haber queda- do, no tanto que sean verdaderos. Estas variaciones do en los lugares de ocurrencia del hecho” y donde debe consignarse, entre otros muchos datos, la “to- 10 Me refiero, es claro, a la construcción que se hace tanto de la pografía de los lugares y su distribución” (Regla- figura de lo instintivo como de la figura del perro. mento general 1977: art. 33 y 36). 11 “Chonino”, placa informativa en el Museo de la PFA. Es el acta de procedimiento realizada en el con- Anthropos 110.2015 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
Chonino – La conversión de una historia en narrativa 389 texto del sumario fechado el 9 de junio de ese mis- lleno, en una particular práctica de escritura: aque- mo año y dirigido a la Jefatura de la PFA para infor- lla acostumbrada a comerciar con la comunicación mar la muerte del perro, el documento que quisiera de los hechos verídicos. traer entonces a colación. Hacer uso de la misma El acta de procedimiento que acompaña el lega- implica la posibilidad de acceder a información re- jo de Chonino reúne así inspecciones, testimonios y levante y, al mismo tiempo, la necesidad de consi- peritajes, y construye, con sus resultados, una expli- derar algunas salvedades. La fecha de su redacción, cación de los hechos que los instala en tanto verda- sumada a las diligencias en ella volcadas – inspec- deros. Lo que en ella se dice dicta la versión oficial ciones oculares, declaraciones testimoniales, infor- de lo que realmente sucedió: mes médicos –, hacen de este documento un artefac- 245 – …… – 83[14] to de privilegiada cercanía a los eventos ocurridos. Buenos Aires, 9 de junio de 1983 – Esto no significa, sin embargo, que dicha acta pueda Jefatura: necesariamente conceptualizarse como un recuen- … El día 2 del actual horas 20.15, se recibió comunica- to “fiel”, “objetivo” o “verdadero” de los sucesos. ción que en la intersección de Gral. Paz y Santa Rosalía, Un acta, un sumario, una declaración testimonial, donde la superioridad de esta Policía, ha dispuesto un ser- no dejan de ser, al fin de cuentas, formas escritas y vicio de Prevención, por intermedio de la División Perros, genéricamente construidas de un texto anterior (un se estaba produciendo un enfrentamiento armado, entre el escenario, una declaración, una autopsia) y, como Personal Policial y malhechores. Constituido en el lugar, tales, pasibles de diversos ejercicios de posiciona- se pudo determinar que los damnificados quienes reco- miento en relación a él.12 rrían la zona con un can ovejero alemán, matrícula 716, de Valerse del acta de procedimiento no implica en- la misma dependencia habían sido atacados, con disparo de armas de fuego y se hallaban ambos heridos. Realiza- tonces proponerla – necesariamente – como el “gra- da una inspección ocular se determinó que sobre la zona do cero” del hecho y la escritura: como el momento parquisada divisoria de la avenida Gral. Paz y la calle verdadero e inicial de la historia de Chonino. Rela- Gral. Paz, se encontraba tendido de cúbito dorsal uno de to y acta no representan instancias mutuamente ex- los agentes no pudiéndose determinar si se trata de Silbert cluyentes, obviamente falaz uno, indefectiblemente o de Ianni dado que se halla gravemente herido. Con res- verdadera la otra, sino registros diversos para dar pecto a su ubicación en el terreno, es a unos aproximada- cuenta de un suceso. Es atendiendo a estas conside- mente diez metros de Santa Rosalía y unos 3 metros de la raciones que el uso del acta adquiere sentido. calle Gral. Paz, se lo encuentra con el arma reglamentaria Estas precauciones de acercamiento no invalidan en su mano derecha y disparos a su alrededor, vainas ser- un hecho concreto: que el acta o el sumario sean vidas en cantidad de cuatro y su cargador presenta un solo concebidos, desde el punto de vista legal, como do- cartucho a bala completo. También en las cercanías de este se procede el hallazgo de un proyectil de plomo en- cumentos de verdad, y que sean redactados, por lo camizado en cobre al parecer calibre 9 mm …Continuán- tanto, atendiendo a estos fines. En ellos primará, por dose la inspección ocular también de cubito dorsal y sobre lo tanto, un “estilo conciso e inequívoco”, que omita la parte pavimentada de la calle Gral. Paz, se encuentra el “las explicaciones excesivamente largas” y “los gi- otro agente con idéntica gravedad que el anterior el que ros y expresiones confusas” (Manual de Instrucción posee su arma en la cartuchera con cargador completo. … 1979: 408). La correspondencia policial, al tratarse Nuevamente y continuando con la inspección ocular en de documentación oficial muchas veces intervinien- el lugar del hecho se procede al hallazgo de un revolver te en causas judiciales, debe así construirse cuidan- Nº 337, calibre 32 S&W, CTGE, que contiene cuatro car- do de no inducir a error o dar lugar a interpretacio- tuchos a bala y una capsula servida la mencionada arma nes diversas. El reflejo fiel de lo sucedido es su fin es hallada sobre la zona parquizada, sobre el borde de la último, y la (re)construcción de la verdad judicial su calle Gral. Paz a unos dos metros de la calle Santa Rosalía en dirección Sud Oeste. Sobre la vereda que da a la liñea producto más acabado.13 Esta finalidad la ubica, de edificatoria se aprecian manchas de sangre, que aparente- mente serían de unos de los agresores. 12 No conviene tampoco olvidar que, en tanto documento de validez judicial con pretensión de verdad, un acta puede ser, Señala Schniebs (2001) que toda obra se inscri- al mismo tiempo, un modo de construir realidad y de invisi- bilizar, bajo fórmulas y tecnicismos, prácticas que en mucho be necesariamente en un género, el cual determi- divergen de lo dicho. Basta recordar, si no, cómo la catego- na las variedades y registros lexicales, las actitudes ría de “enfrentamiento” encubría, durante la última dictadu- ra militar, simples ejecuciones, o cómo lo “sospechoso” es utilizado por la agencia policial, actualmente, para legitimar den consultarse, al respecto, los textos clásicos de Foucault diferentes prácticas de persecución y/o detención (Eilbaum (1995) y Berman (1996). 2004, 2008; Sirimarco 2007). 14 Todos los datos identificatorios – nombres propios, domici- 13 La reflexión en torno al derecho como constructor de dis- lios, documentos, etc. – han sido suprimidos en la transcrip- cursos de verdad escapa a los límites de este trabajo. Pue- ción de este acta. Anthropos 110.2015 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
390 Mariana Sirimarco oracionales, la temática, el tono, el tipo de sujeto de do es, sin dudas, el uso de la voz pasiva: se recibió la enunciación y hasta el universo ideológico. Cada comunicación, se estaba produciendo un enfren- género se comporta, por lo tanto, como un código, tamiento, se pudo determinar, se procede al ha- entendido éste como un sistema de signos y reglas llazgo, es hallada una cápsula servida. El uso de combinatorias que funcionan para el lector com- esta voz cumple dos funciones primordiales. Evi- petente como horizonte de expectativa y clave de ta, por un lado, la mención del agente de la acción. lectura. Una práctica de escritura resulta, así, fuer- Y topicaliza,15 por otro lado, su objeto. Nada se dice temente indisociable del ámbito social en que está de la persona que lleva a cabo los sucesos enume- inmersa: sus modos de decir son resultado de los rados, pues, al fin de cuentas, el único dato valioso elementos que integran su incumbencia institucio- reposa en la acción y no en su ejecutor. Lo impor- nal y, por ende, su competencia comunicativa (Co- tante, a ojos vista, no es cuál de los policías afecta- hen 1998; Ramírez Gelbes 2011). dos a la inspección ocular halló la cápsula servida, En estos primeros tramos del acta se aprecian ya sino el simple hecho de haberla hallado. El énfasis las marcas genéricas que caracterizan al expediente se carga en el objeto – la comunicación, el enfrenta- policial: una prosa descriptiva, un recuento fáctico, miento, el hallazgo –, pues sólo éste puede presumir un lenguaje impersonal, una adjetivación nula. Una de contener relevancia informativa. escritura, en suma, monolítica y sin fisuras, aboca- El uso de la voz pasiva se convierte, así, en un da a la sola información y a la transmisión aséptica instrumento adecuado para centrar la situación co- y verdadera de los sucesos y despojada, por consi- municativa en el objeto del mandato y en la acción guiente, de toda marca de subjetividad, polifonía o en sí misma. Con el realce del objeto y la indeter- argumentación (García Negroni 2011). Desde los minación del agente, lo que se logra es entonces giros hasta la estructura gramatical, cada elección una estructura impersonal, capaz de comunicar sen- persigue sentidos de verdad y objetividad. tido de neutralidad y de objetividad. De este modo, Dos ejes me interesa rescatar del análisis de este no sólo la verdad objetiva es un efecto estratégi- registro, en relación a su sentido de autenticidad: su co buscado, sino también la imparcialidad, enten- basamento sintáctico-gramatical y su contenido fác- didas ambas como las condiciones básicas del dis- tico. Ambas preocupaciones pueden condensarse en curso policial y judicial (Ricós Vidal 1998; Cohen simples preguntas: ¿cómo, desde el nivel formal de 1998). lo que se dice, se construye la forma de lo auténti- El efecto se continúa con el uso del gerundio co? Y unido a este interrogante, este otro: ¿cuál es continuándose la inspección ocular –, forma rema- la verdad que se informa de la muerte de Chonino? nida en estos textos de períodos oracionales excesi- A cimentar la verdad desde las formas ayuda, de vamente dilatados –, que no sólo ayuda al encade- modo general, la mera acumulación de datos: lo es- namiento de cláusulas y a la condensación de gran crito abunda en informaciones que refuerzan el sen- cantidad de información en una misma proposición, tido de lo verdadero – horarios, intersecciones de sino que asiste, además, a neutralizar y atempora- calles, coordenadas espaciales, cantidad de vainas. lizar la redacción, logrando expresar un proceso en Lo escrito abunda también en detalles y minucio- su transcurso. Es decir, una acción en perpetuo de- sidades: un proyectil de plomo encamizado en co- sarrollo (Cohen 1998; Montolío y López Samanie- bre; un revolver Nº 337, calibre 32 S&W, CTGE; un go 2008). Lo que sucede, está sucediendo. O lo que arma sobre el borde de la calle Gral. Paz a unos dos es lo mismo, el acta se vuelve una acción en tiempo metros de la calle Santa Rosalía en dirección Sud presente, donde el escribiente – merced a un modo Oeste. La precisión extrema da idea de profundidad de decir continuo y enumerador – tanto informa y completitud: la mirada policial se revela meticu- como implica al receptor, de modo tal que éste pa- losa y esmerada, escrupulosa en puntualizar hasta el rece asistir a la misma inspección ocular que se está mínimo fragmento de lo sucedido. El resultado es comunicando. previsible: las fechas, las horas, los nombres de ca- A esto se le suma, en estos escritos, la elección lles, las marcas de armas y la cantidad de sus vainas preponderante de formas verbales correspondientes están ahí no sólo para construir un informe rotundo al modo indicativo. Si la acción verbal, su tiempo y completo sino, sobre todo, verdadero: para comu- y su modo, están necesariamente vinculados a la nicarnos que lo contado realmente ocurrió, que esos aparición de significados que trascienden la acción, datos son puntos concretos en el espacio, el tiempo a nadie escapa que este modo gramatical es el que y las tramas sociales, y que lo que se dice, en suma, mejor expresa los acontecimientos producidos. Es es la realidad (Sirimarco 2014a). La intención de objetividad también se constru- 15 Proceso mediante el cual el tópico o tema de una oración se ye desde otros recursos estilísticos. El más transita- enfatiza y se vuelve objeto de la predicación. Anthropos 110.2015 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
Chonino – La conversión de una historia en narrativa 391 decir, que es el modo por excelencia de lo real (Co- ¿Qué fue entonces lo que, según el acta de proce- hen 1998; Pardo 2001). dimiento, sucedió aquella noche de junio? ¿Cuál es Objetividad, neutralidad, verdad, realidad. A la verdad (pretendida)18 que se informa de la muer- consolidar estos sentidos en el texto también con- te de Chonino? La inspección ocular recogida en el vergen otros usos propios del texto policial. En su acta continúa de este modo: lenguaje monolítico, decíamos, no tiene lugar la Ya sobre la calle Gral. Paz en la parte del mejorado a unos pluralidad de voces. La voz que aparece, decidida- 15 mts. de la calle Santa Rosalía se halla el can de la Di- mente impersonal, es la del funcionario elidido – visión Perros sin vida a raíz de impacto de bala. … Por ni sabemos ni importa quién es –, cuya función se presunto impacto de bala o dentelladas de can, inmedia- limita a pasar en limpio las voces de los otros, pero tamente al lado de las manchas de sangre se encuentra un de tal modo que el resultado obtenido no sea una trozo de cuero, del tipo gamulán de la parte del bolsillo polifonía, sino una mera transcripción monocorde. izquierdo, arrancadas presuntamente a dentelladas por el La escritura oficial policial opera así desdibujando can, el trozo de bolsillo, sostiene contra el trozo de cam- las interacciones personales, obturando los diálogos pera propiamente dicho dos billetes de $a 10. … A esca- posibles, escondiendo los vaivenes de la opinión o sos metros de donde se hallaba tendido el agente men- el razonamiento. Opera resumiendo toda comunica- cionado en segunda instancia y sobre un sanjon o declibe que hace la calle en la parte del mejorado, se encuentran ción en información – policial y judicialmente – re- los documentos de identidad de los imputados M. y G. levante, donde toda la importancia se asienta en la simple facticidad. Los hechos que aquí se informan distan mucho Que esto sea así obedece, en parte, a la subsun- de aquellos desplegados en la crónica de Donato. ción del acontecimiento en el campo del derecho. Dos detalles llaman poderosamente la atención. El Si entendemos que el acta referida no es parte de primero tiene que ver con la ubicación de los agen- un mero sumario administrativo policial, sino que tes y de Chonino al momento del arribo de la ayuda forma parte de un expediente judicial mayor – una policial, a minutos del enfrentamiento. El acta pa- causa por tentativa de homicidio y resistencia a la rece ser clara al respecto. Uno de los agentes yace, autoridad agravada –,16 se comprenderá que el len- gravemente herido, sobre la zona parquisada divi- guaje utilizado deba ser procesado y editado confor- soria de la avenida Gral. Paz y la calle Gral. Paz, a me a reglas formales específicas que lo conviertan unos aproximadamente diez metros de Santa Rosa- en un fenómeno jurídico. Giros, formulismos, ca- lía y unos 3 metros de la calle Gral Paz. El segundo, tegorías, informaciones resaltadas, no son así sino también herido, se encuentra sobre la parte pavi- herramientas que logran transformar “los actos en mentada de la calle Gral. Paz. Al perro, ya muerto, autos”; es decir, que logran traducir el asunto pre- se lo halla ya sobre la calle Gral. Paz en la parte sentado en una cuestión legalmente relevante.17 del mejorado a unos 15 mts. de la calle Santa Rosa- En este proceso, lo que logra la práctica de es- lía. Dos evidencias contundentes surgen de esta in- critura no es sólo convertir lo ocurrido en algo ju- formación presentada: que Chonino muere cuando rídicamente tematizable, sino, por ello mismo, pre- los agentes aun siguen heridos sobre el pavimento, sentar la verdad jurídica como verdad real. Un viejo y que los tres yacen, a juzgar por las descripciones adagio judicial reza que lo que no está en el expe- de coordenadas y espacios, relativamente distantes diente, no existe. Construir una verdad jurídica im- unos de otros. plica así construir una versión de los hechos que, al Otro segundo detalle salta a la luz. En el lugar de seleccionar de entre la multiplicidad de datos aque- los hechos se encuentra un trozo de bolsillo de ga- llos relevantes para el mundo del derecho, bien pue- mulán, presuntamente arrancado a dentelladas por de dejar por fuera todos aquellos que no resultan Chonino. Lo que éste contiene son dos billetes de procesables por el sistema. De este modo, aquello $a 10. Los documentos de los dos delincuentes se que ha sido visto, encontrado u oído pero no ha sido encuentran a escasos metros de donde se hallaba transcripto al acta o al sumario, no adquiere rele- tendido el agente mencionado en segunda instancia vancia ninguna. Existe sólo lo que existe sobre el papel, de modo tal que éste pierde su carácter de re- 18 Vale enfatizar, una vez más, que realizar esta aclaración im- presentador de los eventos sucedidos para volverse, plica, más que un descreimiento tajante de dicha verdad, la él mismo, encarnación de lo que realmente sucedió introducción de una precaución epistemológica: la de enten- (Tiscornia 2008; Daich 2010). der que aquello que es presentado y aceptado como tal pue- de – en virtud de todo lo argumentado – no necesariamente serlo. Esta reserva no debe impedir comprender, sin embargo, 16 Causa Nro. 26.177/83, iniciada ante el Juzgado Nacional en que lo dicho en el acta de procedimiento adquiera, a los efec- lo Criminal de Instrucción Nº 8, Secretaría Nº 123. tos del tratamiento judicial del caso, carácter de real. Como 17 Corrêa (1983); Smart (1995); Eilbaum (2005); Daich (2010). tal será entonces tomada. Anthropos 110.2015 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
392 Mariana Sirimarco y sobre un sanjon o declibe que hace la calle en la sino que muere casi inmediatamente en el lugar en parte del mejorado. que recibe el disparo. La historia que comienza a dibujarse a partir de Así referidos los sucesos, su carga semántica se la lectura del acta de procedimiento varía fuerte- resignifica. Ya no hay delincuentes sorprendiendo mente del relato presentado en el apartado anterior. arteramente, ni policías heridos sin posibilidad al- La declaración testimonial del agente Silbert no guna de defensa. El escenario propicio a la celada, hace sino confirmar este rumbo divergente: aunque mínimamente, se desdibuja. Tampoco hay un perro que protege con su último aliento la vulne- En su declaración testimonial el Agente Silbert, expreso rabilidad de sus compañeros, ni que muere asegu- que en el día y hora indicados, secundado por el agente rando con su arrojo los documentos que permitirán Ianni, con el can Chonino, matricula 716, observaron a resolver el caso. No hay lugar, en el discurrir de es- dos sospechosos. El declarante ordenó a Ianni, que in- tos eventos, para héroes excesivos ni para mártires terrogara a los sujetos quedándose el dicente a unos tres metros de distancia con el perro para respaldar a Ianni, abnegados. Lo que hay es una historia más prosaica así fue como Ianni, detuvo la marcha de los individuos y y cotidiana: la de un pedido de documentación que le solicitó los documentos, siéndoles entregados por los deviene en tiroteo y la de un perro – Chonino – que mismos, unos instantes después, el más alto de ambos, sale en defensa de los policías y ataca a uno de los introdujo su mano en el bolsillo del gamulán, siendo por delincuentes. La de un perro cuyo accionar, por su- ello, que el dicente trata de sacar la pistola reglamenta- puesto valiente y esforzado, no raya en heroísmos ria de la pistolera. El individuo extrae su arma primero extremos sino en lealtades posibles. y apuntando al dicente. Le dice no me vas a matar hijo de puta inmediatamente después el que lo apuntaba se le avalanza encima, y comienza el forcejeo entre ambos lo- IV grando extraer su arma reglamentaria y golpearlo en va- rias oportunidades en la cabeza. Esto ocurría mientras el can había atacado mordiéndolo en la nalga, ambas piernas La policía llega al lugar del enfrentamiento pasadas y brazos, logrando desarmarle del revolver 32 que porta- las 20.15 h. Lo que sucede a posteriori no lo refie- ba. Posteriormente el individuo empujó hacia atrás al que re el relato, sino el acta de procedimiento y las no- habla, contra un paredón allí existente perdiendo la pistola ticias periodísticas. Es entendible: el protagonista reglamentaria, al agacharse a recuperarla, siente un fuer- del relato es el perro; una vez muerto Chonino, ya te dolor en la espalda por haber sido herido en la espalda nada de lo que suceda es importante. Pero la histo- ignorando quien de los sujetos le disparo. Que al darse a ria continúa: los heridos son trasladados al hospi- la fuga el que lo atacara, llevaba prendido el can que se- tal, donde se los interviene quirúrgicamente. Ian- guía mordiéndolo razón por la cual con el revólver 32 le ni fallece luego de meses de convalecencia. Silbert efectúa dos disparos al animal que fallece. Con respecto a sobrevive.20 Chonino es mantenido en un depósito Ianni, solo puede agregar que existió un forcejeo similar y hasta que se realiza su autopsia. Noticias solicitando el sujeto extrajo una pistola grande similar a la reglamen- taria, que entre ellos hubo un intenso cambio de disparos, colaboración para dar con el paradero de los delin- pero por estar de espaldas, no pudo observar mucho más, cuentes aparecen a los pocos días en los diarios de modulo por HT dando cuenta de la emergencia, arribando mayor tirada de la ciudad de Buenos Aires (Crítica Personal Policial que lo trasladó para su curación. 1983b: 8; Clarín 1983b: 31). La noche del 7 de ju- nio, la Policía de la Provincia de Buenos Aires detie- Lo que sucedió esa noche de junio, dice el acta, ne a uno de ellos cuando intentaba robar un comer- es algo que difiere grandemente de lo tradicional- cio en una localidad del conurbano (Clarín 1983a: mente narrado. Los puntos de contraste son signi- 33). Es esperable que la detención del segundo no ficativos. Los policías no son sorprendidos en su se dilatara en el tiempo.21 patrullaje, sino que activamente abordan a dos per- Luego de esto, la historia de Chonino parece dor- sonas por considerarlas sospechosas. La documen- mir hasta comienzos de los años 1990s. En ese en- tación de uno de ellos no cae del bolsillo, sino que tonces, nuevos elementos se incorporan al relato. La ambos documentos son solicitados y entregados por historia del perro se retoma. O mejor dicho: adquie- los mismos sujetos.19 El perro ataca a uno de los re un justo desenlace. Lo próximo que se dice de él sospechosos y logra desprender, con sus dientes, un es por todos conocido: la ordenanza que da nombre trozo de bolsillo, pero en él no hay documentación probatoria sino dinero. Chonino no se arrastra des- falleciente a lamer las heridas de sus compañeros, 20 Morirá veinticuatro años después, en diciembre de 2007. 21 Éste aparece nuevamente en las noticias en el año 2007, acu- sado de cometer un asalto: < http://www.infoban.com. 19 De allí que se encuentren a escasos metros de donde yacía el ar/despachos.asp?cod_des=7550&ID_Seccion=2 > [30. 03. que presumiblemente era el agente Ianni. 2015]. Anthropos 110.2015 https://doi.org/10.5771/0257-9774-2015-2-383 Generiert durch IP '46.4.80.155', am 27.11.2021, 14:59:46. Das Erstellen und Weitergeben von Kopien dieses PDFs ist nicht zulässig.
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