Comercio internacional y desarrollo sostenible
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Comercio internacional y desarrollo sostenible Dos visiones contrapuestas MERCEDES BURGUILLO CUESTA* El debate sobre las posibilidades del comercio internacional de contribuir a la necesidad de proteger y conservar el medio ambiente ha cobrado en los últimos años un interés crecien- te. Por un lado, los encargados de diseñar la política económica internacional piensan que eso es posible, por otro, han surgido duras críticas a esa postura desde diferentes ámbitos. El objeto de este artículo es explicar los argumentos que sustentan esos diferentes puntos de vista. Palabras clave: comercio internacional, relaciones económicas internacionales, medio ambiente, desarrollo sostenible, economía ambiental, economía ecológica. Clasificación JEL: F13, K32 1. Introducción ambiente es preeminente en el ámbito de la eco- COLABORACIONES nomía internacional. Posteriormente, en un tercer Desde hace algunos años los temas que tratan apartado, y dada esa preeminencia, analizaremos del vínculo entre comercio internacional y conser- las consecuencias que, en un nivel teórico, se vación del medio ambiente tienen, en el ámbito derivan de relacionar comercio internacional con político-económico, un interés creciente. De medio ambiente, y, finalmente, en un cuarto apar- hecho, existe un debate sobre las posibilidades del tado, veremos cómo se pueden interpretar esas comercio internacional de contribuir a la necesi- consecuencias, en función de la aportación teóri- dad de conservación del entorno: por un lado, en ca, relativa a la relación entre economía y medio el contexto oficial se postula que eso es posible, ambiente, por la que se opte. por otro lado, han surgido muchas voces críticas, que piensan que lo que ocurre es lo contrario. El objeto de este artículo es ahondar en las 2. La relación entre economía y medio causas de ese debate viendo qué argumentos lo ambiente: de la teoría a los objetivos sustentan. Para ello, en un primer apartado, nos políticos centraremos en la relación entre economía y A finales de los años sesenta, especialistas en medio ambiente, analizando cómo distintas apor- distintas ramas de conocimiento científico empe- taciones teóricas han sugerido distintas estrategias zaron a percatarse del deterioro al que estaba de actuación. En un segundo apartado, explicare- sometido el medio ambiente, tanto por la excesiva mos porqué esa relación entre economía y medio destrucción o esquilmación de los recursos natu- rales, como por el agotamiento de las posibilida- * Profesora de Economía Aplicada, Universidad Carlos III. des del medio de actuar de sumidero para los resi- Madrid. duos que inevitablemente genera la actividad BOLETIN ECONOMICO DE ICE N° 2716 DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2002 11
humana, más concretamente la actividad econó- No es fácil definir qué ha de entenderse por mica. En este sentido, inmediatamente se identifi- desarrollo sostenible, teniendo en cuenta que, se có a ésta como principal causante del deterioro han dado numerosas definiciones de este concep- ambiental. to (Jiménez Herrero, 2000, páginas 99-100) (2). De hecho, a partir de ese momento, un tema Independientemente de la definición que se tome, que había quedado prácticamente al margen del existen dos elementos básicos que lo caracterizan objeto de estudio de la Ciencia Económica y, en (del Río P. 1998, capítulo 1): consecuencia, de las estrategias de política econó- 1. La defensa de la equidad inter e intragene- mica, empezó a cobrar un interés creciente. Evi- racional y la preocupación por horizontes tempo- dentemente, ese tema no es otro que el de la rela- rales de largo plazo. El desarrollo sostenible debe ción entre economía y medio ambiente. generar un bienestar actual sin imponer costes a Desde entonces, los estudios, tanto teóricos las generaciones futuras. El uso que la generación como aplicados, sobre el tema se han multiplica- actual hace del entorno es una de las vías por las do, y han dado lugar a que se distingan al menos que pueden trasladarse costes importantes al futu- dos nuevas áreas de análisis económico: la eco- ro. Se trata de que nuestro desarrollo no lo sea a nomía del medio ambiente y los recursos natura- costa del de nuestros descendientes. les, y, la economía ecológica (Aguilera Klink y 2. La triple dimensión del desarrollo que Alcántara, 1994, páginas 16-32). Paralelamente, incorpora el concepto de desarrollo sostenible. también se han multiplicado las estrategias de Es decir que incorpora objetivos económicos, política económica encaminadas a conciliar la sociales y ambientales. Los primeros que con- relación entre actividad económica y entorno ceptualizaron el desarrollo sostenible a través de natural. En cuanto a estas últimas, las primeras un marco triangular, fueron economistas del iniciativas, las grandes líneas sobre la política Banco Mundial (Munasinghe, 1993, y, Muna- ambiental a seguir, siempre se han tomado en el singhe, 1995). Es decir que el desarrollo sosteni- ámbito internacional, tal vez, como respuesta a ble debe alcanzar la sustentabilidad económica, la premisa que propugna, con objeto de paliar la sustentabilidad social y la sustentabilidad COLABORACIONES las presiones a las que el medio ambiente se ve ambiental. La primera se alcanzará a través de sometido, pensar globalmente y actuar local- un crecimiento sostenido y de la eficiencia en el mente. uso del capital y de los recursos. La segunda se Desde 1972, fecha en la que se celebró en alcanzará a través del logro de una mayor equi- Estocolmo la conferencia sobre Medio Ambiente dad, de la preservación de la diversidad cultural Humano auspiciada por la Organización de las y de la mayor utilización de prácticas sosteni- Naciones Unidas, han sido muchos los informes, bles en culturas menos dominantes. La tercera se reuniones y acuerdos internacionales que se han alcanzará reduciendo la degradación ambiental, llevado a cabo en relación con este tema. En los mismos se han ido perfilando los objetivos ambientales a alcanzar en un nivel global, es tenible era el objetivo fundamental a alcanzar para conservar el decir, se han marcado las pautas que han de medio ambiente global, por ello se redactó la Agenda 21, docu- mento en el que sugieren una lista de actividades que deberían seguirse para conciliar actividad económica y seguirse y ponerse en marcha, impulsadas desde distintos niveles conservación del entorno. En todo caso, el con- de decisión política, para alcanzar ese objetivo. En septiembre de junto de esos objetivos puede aglutinarse en uno: 2002 en Johanesburgo se celebrará una nueva cumbre mundial sobre medio ambiente cuyo tema central será el desarrollo sosteni- el logro del desarrollo sostenible a lo largo y ble. Asimismo y, en respuesta a la Agenda 21, se han ido ponien- ancho del planeta (1). do en marcha estrategias que conducen a ese fin. En España en diciembre de 2001 el Ministerio de Medio Ambiente ha presenta- do una estrategia global de desarrollo sostenible para el conjunto del país. (1) Este concepto, que había sido ya utilizado ya en los años (2) Esta clasificación se debe a los autores de la denominada 70, se consolidó y generalizó cuando fue utilizado en 1987 en el Escuela de Londres, cuyos miembros más destacados son David informe de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desa- PEARCE y Kerry TURNER. La misma aparece en numerosas rrollo «Nuestro Futuro Común». En la Cumbre de la Tierra cele- publicaciones suyas. Pueden consultarse, por ejemplo, las siguien- brada en Río en 1992 se consideró que el logro del desarrollo sos- te obras: (TURNER, 1993) y (PEARCE, 1993). BOLETIN ECONOMICO DE ICE N° 2716 12 DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2002
que puede consistir tanto en la sobreexplotación gobiernan ese ecosistema, también influyen, por de recursos naturales como en el aumento de la tanto, en el funcionamiento de la actividad econó- contaminación. mica. En todo caso, esas distintas definiciones, pue- En todo caso, las definiciones que adoptan den clasificarse en dos grandes grupos, uno que una concepción tecnocéntrica del concepto de puede ser denominado tecnocéntrico, y otro eco- desarrollo sostenible entienden que la manera de céntrico, en función del peso que tiene en sus res- alcanzar ese objetivo en su dimensión ambiental pectivos discursos la tecnología o la ecología. es mantener en el tiempo, transmitir a las genera- Esta clasificación proviene de la identificación ciones futuras, una cantidad al menos igual a la del medio ambiente como un componente del actual del capital total de la economía. Ese capi- capital (3). tal total estaría compuesto por capital manufactu- Detrás de esta clasificación se vislumbran dife- rado (6) y capital natural. Se entiende que, gra- rencias metodológicas a la hora de entender la cias a los avances tecnológicos, el capital natural relación entre economía y medio ambiente. Así, puede ser sustituido por capital manufacturado, puede decirse que la concepción tecnocéntrica del pero no en su totalidad, ya que habría que preser- desarrollo sostenible está dentro del campo de la var de esa sustitución a una parte del capital economía del medio ambiente y los recursos natu- natural, que puede ser denominado capital natu- rales, mientras que, la concepción ecocéntrica está ral crítico; éste estaría constituido por aquellos dentro del campo de la economía ecológica. recursos naturales que son esenciales para el sus- Hay que entender por economía del medio tento de la vida en la Tierra y cuyas funciones ambiente y los recursos naturales una rama de la nunca podrían ser imitadas por la tecnología. El economía que utilizando la metodología de la problema estriba en determinar qué forma parte economía neoclásica integra en su análisis una de ese capital natural crítico (Turner, 1993). nueva variable: el medio ambiente; de esta forma Las definiciones ecocéntricas del desarrollo tanto a nivel micro como macroeconómico trata sostenible también entienden que el logro de ese de responder a los retos que la necesidad de con- objetivo en su dimensión ambiental, se consegui- servar el medio ambiente está imponiendo a la rá transmitiendo a las generaciones futuras una COLABORACIONES actividad económica (4). Asimismo, por econo- cantidad de capital al menos igual al existente en mía ecológica se debe entender una rama de la el momento presente. Sin embargo, las diferen- economía que rompe con el marco de análisis cias con el grupo anterior estriban en que, en este neoclásico, utilizando un enfoque transdisciplinar caso, se considera que el capital natural y el capi- y sistémico, dónde la economía se considera un tal manufacturado son elementos más bien com- sistema abierto y creciente inserto en el ecosiste- plementarios, en ese sentido, sólo una pequeña ma (5) que es creciente y finito. Las leyes que parte del capital natural podría ser sustituida por capital manufacturado, y esa proporción iría decreciendo en el tiempo. El trasfondo de la cues- (3) Se entiende que en una economía dada el capital es un ele- mento que perdura. En este sentido el medio ambiente es definido tión es que se considera que existen muy pocos como una parte del capital total de la economía a la que se deno- mina capital natural (4) En sentido amplio, esta rama de la Economía puede ser de ser gestionado, luego ha de preservarse su salud, o dicho de otra denominada economía ambiental. Si bien, en sentido estricto la forma su diversidad, en función de las necesidades humanas, y otra, economía ambiental únicamente se refiere al análisis de la relación totalmente ecocéntrica en la que lo único importante es preservar la entre economía y medio ambiente desde una perspectiva microe- salud del ecosistema sin tener en cuenta esas necesidades. En todo conómica. En concreto, al estudio de la integración del medio caso la introducción de este concepto en el análisis económico ambiente en la economía considerando que el deterioro ambiental implica, independientemente de la visión del mismo que se conside- es debido a un fallo del mercado, y por tanto ha de ser tratado re, un cambio importante en el paradigma que gobierna la relación como una externalidad. entre economía y medio ambiente. (5) Se introduce así en el análisis económico un concepto de la Para más información véase: (GALE, 2000). ecología, el de ecosistema, que ha generado mucha controversia. (6) El capital manufacturado es el otro componente del capital Esta surge del desacuerdo existente entre los ecólogos, sobre la total de la economía, del mismo forman parte todos los bienes que forma en que los ecosistemas han de ser manipulados y gestionados se encuentren en esa economía como resultado de un proceso de con objeto de satisfacer las necesidades humanas. En este sentido transformación, por pequeño que este sea. Es decir que son todos existe una visión antropocéntrica: se considera que el ecosistema ha los bienes que no se hallan en su estado natural. BOLETIN ECONOMICO DE ICE N° 2716 DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2002 13
recursos naturales cuyas funciones puedan ser podría poner en peligro los sistemas de apoyo imitadas por la tecnología y, en cualquier caso, vital del planeta. La crisis ecológica se manifiesta todas esos esas funciones son básicas para el sus- por una serie de fenómenos tales que el cambio tento de la vida y de la propia actividad económi- climático, la deforestación, la pérdida de biodiver- ca (Turner, 1993). sidad biológica, etcétera (Jiménez Herrero, 1996). Estas dos concepciones tienen también impli- Esta situación de profundos cambios a nivel caciones a la hora de entender el la consecución global es una vertiente de la globalización, y de la del objetivo económico del desarrollo sostenible. interrelación entre las economías nacionales. En este sentido, en ambas definiciones el creci- Constituye, por lo tanto, una nueva dimensión de miento económico vendría determinado por el las relaciones internacionales, muy en conexión crecimiento del capital manufacturado, posibili- con sus aspectos económicos, debido a la estrecha dad que puede darse en detrimento del capital vinculación entre economía y medio ambiente. natural. Así, cabe decir que, en la concepción tec- No es, por tanto, extraño que hayan sido insti- nocéntrica por desarrollo económico habría que tuciones internacionales las que en primera ins- entender la evolución hacia un estadío mejor, tancia se hayan hecho cargo de esta realidad. Ni diferente o más completo, para la que, al menos, tampoco, que las políticas económicas diseñadas es necesaria una evolución cuantitativa, entendida por los organismos encargados de velar por el ésta en términos de crecimiento económico, aun- mantenimiento del orden económico internacio- que la misma no tiene porqué ser suficiente. Ade- nal —Fondo Monetario Internacional, Banco más desde estas premisas se considera que es Mundial y Organización Mundial del Comercio— posible aumentar el valor del producto nacional tengan en cuenta la relación entre economía y bruto, sin que eso implique de manera sistemática medio ambiente, y aspiren todas a la consecución una mayor utilización, y por tanto destrucción, de del desarrollo sostenible. activos ambientales. Lo verdaderamente relevante En todo caso, todo ello responde a una com- para el impacto ambiental no es el PNB en sí, prensión del vínculo entre economía y medio sino la composición del mismo. ambiente desde un prisma tecnocéntrico, donde COLABORACIONES Sin embargo, en la concepción ecocéntrica, se parte de la base de que «el mercado es el ins- esa evolución hacia un estadío mejor ha de ser trumento disponible más poderoso para propiciar fundamentalmente cualitativa, no es necesaria el desarrollo pero puede hacerlo de dos maneras: la participación del crecimiento económico sostenible y no sostenible. La realización del para la consecución de ese fin; es más, traspa- desarrollo en una de esas dos formas no es fun- sando un umbral mínimo el crecimiento econó- ción de la «mano invisible» sino de la política mico puede ser contraproducente para el logro humana» (MacNeill, Wisemius, y Yakhushiji, del desarrollo económico. Desde estas premisas 1991, página 33). Por lo tanto, de aquí subyace la se entiende, que cualquier incremento del PNB idea de que el mercado debe funcionar libremen- siempre lleva consigo una destrucción de los te, aunque, esa libertad esté en cierto modo limi- activos ambientales. tada por las regulaciones que han de ponerse en marcha en aras de conseguir una mayor equidad social y de proteger al medio ambiente. 3. El medio ambiente: Por otro lado, también tenemos en escena nueva dimensión de las relaciones organizaciones y grupos de presión que ven el económicas internacionales asunto desde un prisma ecocéntrico (7). Estos, Como ya apuntamos anteriormente, la preocu- critican seriamente las políticas ambientales ofi- pación por el deterioro del entorno ha ido en para- ciales, aduciendo que son insuficientes, y que, de lelo de los descubrimientos científicos dentro de no cambiar la orientación de las mismas, como ya este campo que demostraban como el mundo está amenazado por una crisis ecológica de múltiples (7) El perfil de estos grupos es heterogéneo, y en la actualidad, dimensiones, que afecta a todos los países y están muy en conexión con el movimiento «antiglobalización». BOLETIN ECONOMICO DE ICE N° 2716 14 DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2002
apuntan algunos estudios científicos, en un breve visto, cada una de ellas entiende cosas distintas espacio de tiempo el planeta Tierra puede verse en cuanto al incremento del capital manufactura- colapsado, al alcanzar el sistema económico un do, y por tanto, en cuanto a las posibilidades de tamaño superior al que el sistema ecológico transmitir al futuro una cantidad de capital total al puede sostener (Jiménez Herrero, 1996). menos igual a la del momento actual. De una manera general, en el análisis de la relación entre comercio y medio ambiente se 4. El comercio internacional y la identifican tres efectos (Liddle, 2001, páginas conservación del entorno 21-22): La existencia de una dimensión ambiental en las relaciones económicas internacionales ha des- El efecto Técnico pertado el interés por los límites que la necesidad de proteger el entorno puede imponerle al comer- Se entiende que, gracias al mismo, el libre cio internacional, a la sazón, principal instrumen- comercio, siempre y cuando no ponga en peli- to de esas relaciones internacionales. En este sen- gro el capital natural crítico, favorece la conse- tido, en todos los foros —académicos, políticos y cución del desarrollo sostenible, puesto que asimilados— en los que se estudia el comercio genera un excedente de renta que redunda en internacional se ha introducido esta preocupación una mayor renta per cápita, lo que llegando a un ambiental (Anderson y Blachurst, 1992) determinado nivel induciría una mayor demanda En un principio puede pensarse que el comer- de protección ambiental; por tanto ese exceden- cio y el medio ambiente no tienen ninguna rela- te de renta puede revertir, en parte, en la puesta ción; sin embargo, si se profundiza un poco no es en marcha de una política ambiental más eficaz. difícil encontrar la conexión existente entre el Se considera por tanto que existe una relación comercio y el entorno. En efecto, un determinado en forma de U invertida entre la renta per cápita patrón de intercambios define unas pautas de pro- y el conjunto de emisiones contaminantes relati- ducción, que se asociarían a las exportaciones, y vas al crecimiento de la renta. A esta relación se unas pautas de consumo, relacionadas con las le denomina Curva de Kuznets Ambiental (9). COLABORACIONES importaciones. Tanto la producción como el con- Además, se entiende que el libre comercio y la sumo son fenómenos que ejercen una presión inversión favorecen la difusión de tecnologías sobre el medio ambiente. más favorables al medio ambiente desde los Asimismo, el comercio internacional tiene un lugares de innovación hacia el resto del mundo, efecto directo sobre el crecimiento económico de y propician un cambio en la composición de la las economías que participan del mismo (8). Es producción cuyo resultado puede ser ambiental- decir, que incide sobre la capacidad de incremen- mente muy positivo (Muradian y Martínez- to del capital manufacturado en las mismas. De Alier, 2001) (10). esta manera el comercio es un elemento que determina las posibilidades de lograr el desarrollo sostenible global, al menos en su dimensión eco- (9) Esta denominación fue introducida por Selden y Song por analogía, aunque indirecta, con la curva de Kuznets, donde se rela- nómica y ambiental, máxime en un contexto ciona desigualdad en la distribución de la renta y crecimiento eco- como el actual, caracterizado por el progresivo nómico. Para más información véase, (SELDEN, y SONG, 1994) aumento de los intercambios. 162. Desde entonces se han realizado innumerables trabajos que tratan de contrastar empíricamente la Curva de Kuznets Ambien- Evidentemente, esas posibilidades estarán tal, en (JAYADEVAPPA, y CHHATRE, 2000) se hace una revi- relacionadas con la acepción de desarrollo soste- sión de alguno de ellos. (10) De manera general el libre cambio impacta en el medio nible que se considere, pues, como ya hemos ambiente y en el bienestar de un país de la siguiente forma: a. La apertura del comercio de un artículo cuya producción genera una contaminación relativamente intensa mejora el medio ambiente y (8) Según los análisis más convencionales, por ejemplo, los el bienestar de un país si éste importa el artículo. En cambio, si el basados en el modelo Ricardiano, el libre comercio promueve el artículo se exporta, la apertura del comercio emperora el medio crecimiento económico de las economías que participan del ambiente de ese país, y si no existe una política ambiental adecua- mismo. da, el bienestar puede o no mejorar. BOLETIN ECONOMICO DE ICE N° 2716 DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2002 15
El Efecto Escala En principio, cabe pensar que especialización y diversificación son condiciones contrapuestas, El libre comercio propicia crecimiento econó- éstas deben encontrar un punto de conciliación mico, lo que redunda en un incremento del capital haciendo operativo el concepto de desarrollo sos- manufacturado en detrimento del capital natural. tenible (Gale, 2000). En todo caso, entre estas Al ratio Capital Manufacturadol/Capital Natural dos realidades pueden darse las siguientes situa- se le denomina escala de la economía (Turner, ciones: 1993). Por tanto, con el comercio la escala de la economía tiende a incrementarse. Diversificación Especialización Especialización .......................... 1 2 Diversificación ........................... 3 4 El Efecto Composición La producción de un bien intensamente conta- En la situación 1 lo importante es conseguir la minante decae en un país y se incrementa en otro especialización de las economías para que éstas por medio del comercio (11). De esta forma, el puedan beneficiarse de las ventajas de produc- comercio determina la composición de la estruc- ción, consumo y bienestar que puede conferirles tura ambiental de los países que participan en ese esa especialización. Sin embargo, ese proceso de intercambio. especialización económica habrá de estar restrin- gido o sujeto al mantenimiento de la diversifica- ción de la naturaleza, o del ecosistema, que en Comercio y sustentabilidad ambiental: cualquier caso se considera un elemento exógeno posibilidades de conciliación al sistema económico. Este caso puede asociarse Los tres efectos anteriores se entienden de con la visión tecnocéntrica del desarrollo sosteni- forma distinta según la visión de desarrollo sos- ble, en este sentido, el mantenimiento de la diver- tenible que se considere (Liddle, 2001). De sificación puede asimilarse con la conservación hecho, al hablar de la relación entre comercio y del capital natural crítico. COLABORACIONES conservación del medio ambiente, y de cómo En la situación 2, lo único importante es la pueden conciliarse para alcanzar el desarrollo especialización. Este caso, estaría en consonan- sostenible en su dimensión ambiental, se está cia con los postulados económicos convenciona- hablando de la relación entre especialización, les cuando la preocupación ambiental no se con- fundamento de las relaciones de libre cambio, y sidera. de diversificación, condición necesaria para En la situación 3, lo único importante es la mantener la salud del ecosistema, y por tanto, diversificación. En este caso, la preservación de la para contribuir a la preservación del entorno salud del ecosistema es primordial; las necesida- (Gale, 2000). des humanas son secundarias y han de subyugar- se a las de la naturaleza. En la situación 4, la diversificación es primor- b. Si la fuente de contaminación es más el consumo que la dial, si esta se consigue, las economías podrán contaminación, el resultado es el contrario: la apertura del comer- cio mejora el medio ambiente si el artículo se exporta, y empeora especializarse en aras de conseguir beneficios si se importa (siempre y cuando ese país no tenga una política socioeconómicos. Es decir que, la salud del eco- ambiental adecuada). sistema es fundamental, pero la gestión del c. Si en ambos casos la apertura va acompañada de la intro- ducción de una política ambiental que se aproxime a la óptima el mismo debe hacerse teniendo en cuenta también bienestar nacional mejora necesariamente . Para más información las necesidades humanas y, orientarse, por tanto, puede consultarse: (ANDERSON, 1992, páginas 27-53) (11) En efecto, la relación en forma de U entre contaminación hacia la satisfacción de esas necesidades. Además y crecimiento económico no se contrasta siempre. En numerosos puede entenderse que si no se mantuviera la estudios empíricos la relación no se ha dado, puede verse una rela- ción de alguno de ellos en: (JAYADEVAPPA y CHHATRE, diversificación, difícilmente, podrían producirse 2000). En el caso de España se ha calculado la Curva de Kuznets las ventajas del comercio. Este caso está en con- Ambiental para algunos contaminantes atmosféricos, la relación sólo se verifica para un contaminantes. Para más información sonancia con los postulados ecocéntricos del véase: (ROCA, J. et. al. 2001). desarrollo sostenible: la actividad económica BOLETIN ECONOMICO DE ICE N° 2716 16 DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2002
debe enmarcarse en el ecosistema, si ese ecosiste- conciliar especialización con diversificación, ya ma, o capital natural no se gestiona de forma ade- que, se considera que el efecto técnico se produce cuada, con objeto de preservar su salud o diversi- muy raramente: por un lado, se tiene poca fe en la dad, entonces, los efectos beneficiosos que capacidad de la técnica para superar los proble- pudieran derivarse de cualquier actividad econó- mas ambientales, por otro, se insiste en que la mica no serían tales, pues estarían contribuyendo curva de Kuznets ambiental no se contrasta empí- a la destrucción de la naturaleza; ésta es el com- ricamente. Además, el efecto escala, al que se le plemento necesario para que funcione eficiente- da mucha importancia, es muy perjudicial para el mente la economía. medio ambiente, ya que por su causa se sustitu- En situaciones como la 1 y la 4 es donde se yen dos bienes complementarios: el capital natu- puede llegar a la conciliación de comercio inter- ral por el capital manufacturado (Daly y Good- nacional con desarrollo sostenible, por ello, land, 1994). Por último, se considera que, el vamos a analizarlas más detenidamente. efecto composición puede conducir a que los En el primer caso, la especialización prima estándares ambientales bajen en todo el mundo, sobre la diversificación, ya que, se entiende que como consecuencia de las ganancias de competi- el libre comercio, siempre y cuando se preserve tividad que pueden conseguirse si se aprovechan el capital natural crítico, favorece el tránsito las ventajas que pueden conferir los bajos están- hacia el desarrollo sostenible. Esto es así, por- dares ambientales (Daly 1999). En este caso el que bajo estas premisas el efecto fundamental de comercio debe regularse para supeditarse a las la relación entre comercio y medio ambiente es necesidades de un ecosistema del que forma el técnico (Rauscher, 1997). En cuanto al efecto parte, en realidad, la autarquía podría ser deseable escala, se entiende que su existencia no es tan (Ropke, 1994). perjudicial para el entorno como en un principio pueda pensarse, dado que, gracias al avance de la técnica, propiciado de manera indirecta por el Bibliografía propio comercio, las funciones del capital natu- 1. AGUILERA KLINK, F. y ALCANTARA, V. (1994): De la economía ambiental a la economía ecológica, COLABORACIONES ral podrán ser imitadas; sólo habría que preocu- Icaria, Barcelona. parse en el caso en el que la escala de la econo- 2. ANDERSON (1992): «Repercusiones sociales más mía hubiese aumentado tanto, que, el único comunes de la política comercial y de la política capital natural que quedase en su forma original ambiental», en ANDERSON, K. y BLACHURST, R. fuese el crítico. En relación con el efecto com- (dirs.), El comercio mundial y el medio ambiente, Mun- posición, se entiende que puede propiciar una diprensa, Madrid. eficiente localización de las actividades de pro- 3. ANDERSON, K. y BLACHURST, R. (1992): «Comer- cio, medio ambiente y políticas nacionales», en ducción y consumo pero, siempre y cuando el ANDERSON, K. y BLACHURST, R. (dirs.), El capital natural crítico quede preservado, condi- comercio mundial y el medio ambiente, Mundiprensa, ción que se cumple si el primer efecto funciona Madrid. (Tisdell, 2001). En resumen, en este caso, la 4. DALY, D. y GOODLAND, R. (1994): «An ecological- manera de conciliar especialización con diversi- economic assesment of deregulation of international ficación, y de favorecer, por tanto, el logro del commerce under GATT», Ecological Economics, volu- men 9, páginas 71-92. desarrollo sostenible, consiste en desarrollar el 5. DALY, D. (1999): «Globalization versus internationa- libre comercio, en un contexto en el que se regu- lization-some implications», Ecological Economics, le la protección del capital natural crítico. Es volumen 31, páginas 31-37. decir, que lo fundamental es que se ponga en 6. GALE, F. P. (2000): «Economic specialization versus marcha una política ambiental que regule los ecological diversification: the trade policy implications of taking the ecosystem approach seriously», Ecologi- modos de producción y consumo en los países cal Economics, volumen 35, páginas 285-292. que comercian. 7. JAYADEVAPPA, R. y CHHATRE, S. (2000): «Inter- En el segundo caso, el libre comercio no es national trade and environmental quality: a survey», muy favorable al desarrollo sostenible; es difícil Ecological Economics, volumen 32, páginas 175-194. BOLETIN ECONOMICO DE ICE N° 2716 DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2002 17
8. JIMENEZ HERRERO, L. M. (1996): Desarrollo Sos- 15. RAUSCHER, M. (1997): International trade, factor tenible y Economía Ecológica. Integración medio movements and the environment. Clarendon Press, ambiente-desarrollo y economía-ecología. Ed. Síntesis, Oxford. Madrid. 16. ROCA, J. et. al. (2001): «Economic growth and 9. JIMENEZ HERRERO, L. M. (2000): Desarrollo Sos- atmospheric pollution in Spain; discussing the environ- tenible, Pirámide, Madrid. mental Kuznets curve hypothesis», Ecological Econo- 10. LIDDLE, B. (2001): «Free Trade and the environment- mics, volumen 39, páginas 85-99. development system», Ecological Economics, volumen 17. ROPKE, I. (1994): «Trade, development and sustaina- 39, páginas 21-36. bility-a critical assesment of the free trade dogma», 11. MAcNEILL, J.; WISEMIUS, P. y YAKHUSHIJI, T. Ecological Economics, volumen 9, páginas 13-22. (1991): Beyond interdependence: the meshing of the 18. SELDEN, T. y SONG, D. (1994): «Environmental world’s economy and the earth’s ecology, Oxford Uni- quality and development: is there a Kuznets Curve for versity Press, Nueva York. air pollution emissions?», Journal of Environmental 12. MIKESELL, R. F. (1992): Economic development and Economics an Management, volumen 27, páginas the environment: a comparison of sustainable develop- 147-162. ment with conventional development economics, Man- 19. TURNER, R. K. (1993): «Sustainability: Principles and sell, Londres. Practice», en TURNER, R.K. (ed.), Sustainable envi- 13. MURADIAN, R. y MARTINEZ-ALIER, J. (2001): ronmental economics and management, Belhaven «Trade and environment: from a «southern» perspective», Press, Londres. Ecological Economics, volumen 36, páginas 281-297. 20. TISDELL, C. (2001): «Globalisation and sustainabi- 14. PEARCE, D. (1993): Blueprint 3: measuring sustaina- lity: environmental Kuznets curve and the WTO», Eco- ble development, Earthscan Publications, Londres. logical Economics, volumen 39, páginas 185-196. COLABORACIONES BOLETIN ECONOMICO DE ICE N° 2716 18 DEL 14 AL 20 DE ENERO DE 2002
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