Contrafactos y géneros discursivos - UNAM

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Contrafactos y géneros discursivos
  Drew Edward Davies
  Northwestern University

                            E     n el repertorio de música conservado en los archivos catedralicios
                                  en Iberoamérica es notable el alto porcentaje de contrafactos. De
                            hecho, casi el 10% de las composiciones que integran la colección de
                            papeles de música del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Duran-
                            go (ahad) 1 pueden considerarse contrafactos; lo propio sucede con un
                            gran número de piezas en otros fondos mexicanos, incluido el Archivo
                            del Cabildo Catedral Metropolitano de México (accmm). Por un lado,
                            la presencia de tantos contrafactos en los principales centros de mú-
                            sica catedralicia subraya las circunstancias en que se produjo música
                            europea en una periferia geográfica: la falta de personas con formación
                            académica para componer música; el largo proceso para poder obtener
                            partituras desde ultramar; la necesidad de adquirir un repertorio mu-
                            sical extenso para cubrir las necesidades de la liturgia. No obstante, la
                            omnipresencia de contrafactos en la Nueva España no es atribuible so-
                            lamente al contexto colonial sino a una tradición histórica europea con
                            raíces en la Edad Media que revela, como legado artístico, la reutiliza-
                            ción de música. Es una tradición diversa y contradictoria que oscurece
                            la línea entre lo sagrado y lo profano en un ámbito eclesiástico cauteloso
                            en lo que a influencias seculares se refiere.
                                  Este ensayo pretende ubicar una parte del repertorio de contrafac-
                            tos novohispanos en un contexto histórico europeo y, a la vez, consi-
                            derar cómo esta práctica de reutilizar música, transformándola, puede
                            funcionar discursivamente para fomentar significados musicales.

                            1
                                Drew Edward Davies, Catálogo de la colección de música del Archivo Histórico de la
                                 Arquidiócesis de Durango (México: Universidad Nacional Autónoma de México–Ins-
                                 tituto de Investigaciones Estéticas/Adabi, 2013).

                                                                                                                     69
¿Qué son los contrafactos?                             vocales de la Edad Media y el Renacimiento.2 El
                                                            término refiere principalmente a repertorios de
     Poco se mencionan los contrafactos —u otros            música aunque los investigadores de la literatura
     casos de reuso de música— en la literatura sobre       medieval también lo usan para discutir el fenóme-
     música eclesiástica. Los contrafactos son obras de     no de la imitación poética. La etimología del neo-
     música vocal que existen en múltiples versiones,       logismo —del “contrafacere” en latín— refleja la
     cada una con texto distinto. Son resultado de una      incomodidad con la que se emplea en los terrenos
     amplia variedad de procesos que tienen lugar en        de la musicología y de la teoría literaria. Dado que
     casi todos los ámbitos en que se hace música. Por      la palabra más cercana en inglés es “counterfeit”
     ejemplo, la improvisación de una canción popular       (“falso”), que implica connotaciones negativas, los
     con palabras “alteradas” representa la práctica de     investigadores tienden a interpretar los contra-
     “contrafactear” tanto como la recomposición me-        factos como obras de menos valor o de contenido
     tódica de una obra litúrgica que se “contrafactea”     artístico inferior en comparación con las versio-
     para cumplir con una nueva función dentro de la        nes originales.3 No obstante, “el uso de música
     liturgia. De hecho, canciones de protesta, cantos      existente como base para hacer nueva música es
     corporativos, himnos nacionales y alabanzas reli-      ubicuo en todo periodo y tradición”.4 Insatisfechos
     giosas frecuentemente son contrafactos, ejemplos       con la palabra “contrafacto”, algunos investigado-
     del uso de una melodía preexistente para cantar        res como Robert Falck han preferido emplear el
     un nuevo texto. Durante los primeros años de la        término “parodia”, usado durante la Edad Media.
     época moderna, músicos en España y otras regio-        En ciertos trabajos, los dos términos son inter-
     nes solían convertir canciones seculares en músi-      cambiables: Manfred Burkofzer escribe que “la
     ca litúrgica para la iglesia por medio de contra-      práctica de tomar prestada una canción de un ám-
     factos. Así, los contrafactos traducen el lenguaje,    bito y hacerla pertinente para usarla en otro por
     transforman el significado musical y trascienden       medio de la sustitución de palabras es conocida
     los límites de género. Compositores e impresores       como ‘parodia’ o ‘contrafacto’ ”.5 Sin embargo, en
     hicieron poco esfuerzo en esconder el proceso; en      los estudios de música actuales, “parodia” refiere a
     México, sobreviven partituras con referencias cru-
     zadas a contrafactos que datan de la segunda mi-       2
                                                              Kurt Hennig, Die geistliche Kontrafacktur im Jahrhundert der
     tad del siglo xviii. Sin importar si son religiosos         Reformation (Halle: Niemeyer, 1909); Friedrich Gennrich,
                                                                 Grundriß einer Formenlehre des mittelalterlichen Liedes
     o seculares, los contrafactos explotan el concepto          als Grundlage einer musikalischen Formenlehre des Liedes
     “inamovible” de la obra musical y desestabilizan            (Halle: Niemeyer, 1932).
     la relación entre el texto y los gestos musicales de
                                                            3
                                                               Robert Falck, “Parody or Contrafactum”, en The Musical
                                                                 Quarterly 65, núm. 1 (1979): 1-21.
     una obra. Los escuchas que conocen más de una          4
                                                              J. Peter Burkholder, “Borrowing”, en The New Grove Dictio-
     versión de una obra pueden percibir un diálogo              nary of Music and Musicians, ed. Stanley Sadie, 29 vols.
                                                                 (Londres: Macmillan, 2001), vol. 4, 5-36. Cita original:
     entre el contrafacto y su fuente original aunque,
                                                                 “The use of existing music as a basis for new music is per-
     en muchos casos, el modelo permanece descono-               vasive in all periods and traditions”.
     cido para los escuchas y el contrafacto funciona de    5
                                                              Manfred F. Bukofzer, “Popular and Secular Music in En-
                                                                 gland”, en The New Oxford History of Music. 3: Ars Nova
     manera independiente.
                                                                 and the Renaissance, 1300-1540, eds. Anselm Hughes
          Parece que el término “contrafacto” o “Kon-            y Gerald Abraham (Londres: Oxford University Press,
     trafactur” apareció en la tradición académica               1960), 108. Cita original: “The practice of borrowing a
                                                                 song from one sphere and making it suitable for use in the
     alemana a principios del siglo xx para explicar             other by the substitution of words is known as ‘parody’ or
     ciertas concordancias musicales en los repertorios          ‘contrafactum’.”

70   de música y cultura en la nueva españa y el méxico independiente
ejemplos distintos a los contrafactos. Por ejemplo,               das a la acomodación de la prosodia de las nuevas
a pastiches cómicos que son óperas integradas por                 palabras, la nueva obra religiosa puede contener
extractos de otras óperas, o a la “misa de parodia”               significados bastante diferentes a los del original.
que también se conoce como “misa de imitación”.                   De hecho, Butterfield escribe, en relación a las
Ardis Butterfield observa, desde el campo de la                   chansons pieuses de Gautier de Coinci del siglo
teoría literaria, que “en los casos más estrictos, un             xiii, que “las expectativas culturales que despier-
contrafacto emplea no solamente la melodía sino                   ta el canto secular se emplean precisamente para
también el ritmo y esquema métrico del modelo, y                  añadir valor a palabras que pretenden condenar
adapta el significado del texto”.6 Butterfield subra-             los valores seculares”.8 En otras palabras, el contra-
ya que la relevancia de este término como catego-                 facto del tipo “sustitución de texto” adquiere una
ría analítica es de nuestro tiempo, no del pasado.                relación dialógica con su modelo. A lo largo de los
Los neologismos “to retext” y “retexting” en inglés               cinco siglos transcurridos después de la muerte
tienen sus antecedentes en los términos “umdi-                    de Coinci, quien se “especializó en imitar estruc-
chten” y “Umdichtung” que utilizó Kurt Hennig                     turalmente los poemas escritos por otros”,9 los
a principios del siglo xx sobre el proceso de con-                contrafactos de tipo “sustitución de texto” apare-
trafactear.                                                       cen en muchos ámbitos religiosos, tanto católicos
     La mayoría de los contrafactos hechos entre                  como protestantes, y problematizan asuntos de
los siglos xviii y xix pueden considerarse dentro                 autoría, originalidad, retórica musical, y proceso
de dos categorías generales que nombro “sustitu-                  de composición, problemas que le son ajenos a
ción de texto” y “matriz”.7 Un contrafacto del tipo               obras que existen en una sola versión.
“sustitución de texto” es una obra vocal en la que                     En contraste, un contrafacto tipo “matriz” es
se pone nuevas palabras —a veces en otro idio-                    una obra vocal que pertenece a una agrupación
ma— a música ya existente. En muchos casos, se                    de obras de géneros varios cuya música es con-
añade el nuevo texto al manuscrito existente de la                cordante. A veces, estas obras fueron escritas o
música, encima o abajo del texto original; otras                  arregladas por un mismo compositor, aproxima-
veces, se copia en un nuevo documento toda la                     damente en el mismo periodo de tiempo. Este
música con el nuevo texto, quizás sin referencia                  proceso es común en el siglo xix, época de la que
alguna al original. Esta tradición de sustituir tex-              sobreviven ejemplos en el accmm. Contrafactos
tos floreció durante la Edad Media y pervivió en                  de esta clase problematizan el concepto de “obra
la cultura musical de la Iglesia por siglos. Lo fasci-            original”. Físicamente, los manuscritos de con-
nante es que por este medio se forma un vínculo                   trafactos tipo “matriz” suelen contener un juego
importante entre la cultura secular y el repertorio               de partes vocales para cada texto, pero solamente
eclesiástico ya que los músicos solían adaptar mú-                un solo juego de partes instrumentales que sirve
sica profana a géneros litúrgicos. Aunque las alte-               para todas las obras. Es frecuente que su lenguaje
raciones musicales pueden ser mínimas y limita-                   rítmico permanezca sobrio y limitado a una suce-
                                                                  sión de pulsos regulares con poco adorno, como
6
  Ardis Butterfield, Poetry and Music in Medieval France: From
    Jean Renart to Guillaume de Machaut (Cambridge: Cam-
    bridge University Press, 2002), 121. Cita original: “In the   8
                                                                    Butterfield, Poetry and Music in Medieval France, 121. Cita
    strictest cases, a contrafactum employs not only the melo-       original: “cultural expectations attaching to a secular tune
    dy but also the rhythm and metrical scheme of its model,         are harnessed in order to add value to words that set out
    and adapts the meaning of its text”.                             precisely to condemn secular values”.
7
  Le agradezco a Lucero Enríquez haber precisado la termino-      9
                                                                    Hans Tischler, Conductus and Contrafacta (Ottawa: Institute
    logía de la categoría “matriz”.                                  of Mediaeval Music, 2001), 47.

                                                   drew edward davies • contrafactos y géneros discursivos                          71
en himnos y alabanzas.10 Aunque la música puede                     xii y xiii era común extraer pasajes ornamentados
     corresponder a una prosodia básica que pone én-                     del canto llano y presentarlos con nuevas palabras
     fasis en las sílabas acentuadas del texto, no alcanza               para añadir variedad y esplendor a los versículos
     el nivel de expresión rítmica que caracteriza a las                 litúrgicos más cortos, por ejemplo el Benedicamus
     melodías de estilo galante que sirven frecuente-                    Domino.12 Durante el Renacimiento, los contra-
     mente como modelos para contrafactos del tipo                       factos constituían un elemento fundamental de
     “sustitución de texto”.                                             los repertorios de laude en Italia y de corales en
          Además, existe un punto intermedio entre las                   las tierras alemanas. Aparecen entre las obras de
     dos categorías de contrafactos antes referidas del                  compositores bien conocidos como Josquin des
     que dan cuenta los contrafactos cuya única altera-                  Prez (ca. 1450/1455–1521), Costanzo Festa (ca.
     ción consiste en el cambio de nombre de un santo                    1485/1490–1545), y Heinrich Isaac (ca. 1450-
     u obispo. Tales obras, que pueden ser improvisa-                    1517), entre muchos otros.13 Si bien el estudio de
     das fácilmente sin vestigio escrito, tienden a fun-                 cada una de estas tradiciones sería fructífero para
     cionar como vehículos para alabar a una categoría                   entender cómo se podía transformar la música de
     de santo, por ejemplo un confesor, y así comparten                  un género en otro por medio de la palabra, por el
     atributos tanto de los contrafactos de “sustitución                 momento sirva considerar una colección de con-
     de texto” como de los del tipo “matriz”.                            trafactos hecha por Aquilino Coppini (m. 1629)
          A continuación se presentarán ejemplos di-                     que convierte una selección de madrigales secula-
     versos de contrafactos derivados de repertorios                     res de Claudio Monteverdi (1567-1643) en obras
     europeos y novohispanos.                                            religiosas. Estas obras forman un precedente des-
                                                                         tacado para las piezas novohispanas.
                                                                              Publicada entre 1607 y 1609 en Milán, la
     Musica tolta: Contrafactos del tipo                                 colección Musica tolta da i madrigali di Claudio
     “sustitución de texto” de Monteverdi                                Monteverdi… e fatta spirituale da Aquilino Coppini
                                                                         abarca tres libros de música que contienen obras
     Los contrafactos son comunes no solamente en                        cuyos modelos son madrigales de los libros cuarto
     los repertorios coloniales sino también en los re-                  y quinto de Monteverdi, los cuales datan de 1603
     pertorios europeos medievales, por ejemplo en                       y 1605 respectivamente. Los textos en latín de los
     el conductus, el motete “antiguo” del siglo xiii, y                 contrafactos fueron escritos por Coppini, un pro-
     las canciones monofónicas de los troubadours y                      fesor de retórica en la Universidad de Pavía y co-
     trouvères.11 En la música eclesiástica de los siglos                nocido del compositor.14 Aquél vio posibilidades

                                                                         12
                                                                              Anne Walters Robertson, “Benedicamus Domino: The
                                                                               Unwritten Tradition”, Journal of the American Musicologi-
     10
          Himnos, alabanzas y otros géneros tienen una estructura              cal Society 41 (1988): 1-62.
           estrófica en la que múltiples versos usan la misma músi-      13
                                                                              Edward J. Dent, “The Laudi Spirituali in the XVIth and
           ca. Los contrafactos del tipo “matriz” tienden a mantener           XVIIth Centuries”, Proceedings of the Royal Musical Asso-
           un carácter similar para adaptarse a textos varios, aunque          ciation 43 (1917): 63-95; Alexander Main, “Maximilian’s
           los contrafactos no suelen ajustarse al metro poético de su         Second-Hand Funeral Motet”, en The Musical Quarterly
           modelo, a diferencia de las estrofas de himnos o alabanzas.         48, núm. 2 (1962): 173-189; Thomas L. Noblitt, “Contra-
     11
          Tischler, Conductus and Contrafacta; Hans Tischler,                  facta in Isaac’s Missae Wohlauf, Gesell, von hinnen”, Acta
           Trouvère Lyrics with Melodies: Complete Comparative Edi-            Musicologica 46, núm. 2 (1974): 208-216.
           tion, 15 vols. (Neuhausen: Hänssler-Verlag, 1997); Frie-      14
                                                                              Margaret Ann Rorke, “Sacred Contrafacta of Monteverdi
           drich Gennrich, Bibliographie der ältesten franzözischen            Madrigals and Cardinal Borromeo’s Milan”, Music and
           und lateinischen Motetten (Darmstadt: 1958).                        Letters 65, núm. 2 (1984): 168-175.

72   de música y cultura en la nueva españa y el méxico independiente
mercantiles en Milán para esta clase de música         calizados por Monteverdi”.15 Además, ambos tex-
y recurrió a los madrigales más progresistas,          tos enfocan sentimientos de amargura, el primero
armónicamente experimentales, y eróticos del           en el contexto de un amante presunto y el segundo
repertorio italiano de Monteverdi, incluyendo          en el de la crucifixión; el tono y carácter de la mú-
el notable Cruda Amarilli, para recomponerlos          sica siguen siendo adecuados para el nuevo texto.
en forma de motetes religiosos. Resulta que es-        En su manejo de repertorios impresos como éstos,
tos contrafactos del tipo “sustitución de texto” no    los músicos y escuchas de los primeros años del
son simplemente versiones de los madrigales con        siglo xvii podrían haber apreciado las intertex-
otras palabras, sino nuevas obras compuestas que       tualidades entre las dos versiones. Podrían haber
dialogan tanto con el texto como con la música         escuchado la música como un ejercicio erudito,
de los originales. Por ejemplo, en su contrafacto      deleitándose en la transformación de esa música
de Cruda Amarilli, es evidente que Coppini usó         contemporánea y controversial. Como puede ver-
el poema original, que deriva de Il pastor fido de     se, el contrafacto también sirvió para cantar músi-
Giambattista Guarini (1538-1612), como modelo          ca innovadora en un contexto religioso.
para su poesía imitativa que podía encajar en la            Otro contrafacto en la colección Musica tol-
música ya existente. Coppini retiene las vocales y     ta transforma uno de los madrigales más eróticos
consonantes, emplea cognados, y preserva la ex-        de Monteverdi en un motete lleno de pasión de-
tensión de las líneas del original, aunque escribe     vocional. Poniendo, ingeniosamente, la palabra
en otro idioma. He subrayado las palabras y frases     “vita” en latín en el lugar de “morire” del primer
que exhiben estas características, o que retienen el   renglón del poema de Guarini, Coppini convierte
significado del poema:                                 el sentimiento de anhelo erótico excitado por un
                                                       beso —que caracteriza el original— en una medi-
    Monteverdi (Guarini)                               tación sobre la dulzura del rosto de Cristo:

    Cruda Amarilli, che col nome ancora
                                                               Monteverdi (Guarini)
    D’amar, ahi lasso, amaramente insegni;
                                                               Si, ch’io vorrei morire,
    Amarilli, del candido ligustro,
                                                               Ora ch’io baccio, amore,
    Più candida e più bella,
                                                               la bella boca del mio amato core.
    Ma dell aspido sordo […]
                                                               Ahi, car’e dolce lingua,
                                                               datemi tanto umore
    Coppini
                                                               che di dolcezza in questo sen’m’estingua!
    Felle amaro me potavit populus;                            Ahi, vita mia […]
    Et aceto non illi dedi amaras
    Aquas in deserto, sed latices suaves                       Coppini
    Sed lattices suaves                                        O Jesu mea vita,
    Viri, aspide surda […]                                     In quo est vera salus,
                                                               O lumen gloriae amate Jesu
    Margaret Ann Rorke ha notado que Coppini                   O cara pulchritudo
preservó no solamente la sintaxis y los sonidos del
original, sino que ubicó “las palabras expresivas
                                                       15
                                                            Rorke, “Sacred Contrafacta”: 169. Cita original: “[Coppini
de sus textos en el mismo lugar en que palabras              placed] the expressive words of his texts where similar ex-
igualmente expresivas ocurren en los textos musi-            pressive words occur in the texts set by Monteverdi”.

                                           drew edward davies • contrafactos y géneros discursivos                         73
Tribue mihi tuam                                          un acto de comunicación. Al separar los concep-
             Dulcedinem mellifluam gustandam.                          tos de género, estilo y forma en la literatura, Miller
             O vita mea […]                                            posibilita para los estudios musicales una pers-
                                                                       pectiva que explica cómo una obra que contiene el
          La música de Monteverdi, que expresa el ero-                 material musical de otra obra puede producir sig-
     tismo por medio de una secuencia ascendente de                    nificados totalmente distintos como resultado de
     figuras disonantes, sirve a los dos textos de mane-               la transformación del género. En otras palabras, la
     ra equivalente (véase la fig. 1). En el original, las             teoría ayuda a entender cómo un contrafacto del
     figuras armonizan una metáfora sobre la lengua                    tipo “sustitución de texto” puede funcionar como
     del amante; en el contrafacto es otra fantasía so-                una composición independiente. En su libro sobre
     bre el rostro de Cristo. Destaca la línea “O cara                 el género literario, Heather Dubrow considera que
     pulchritudo”, que viene de “Ahi, car’e dolce lingua”,             un lector consciente del género al que pertenece el
     por su uso del doble significado de “cara” y su re-               texto que lee, va a interpretarlo según las normas
     tención del vocabulario mientras efectúa un cam-                  del género. Así, un párrafo de carácter descriptivo
     bio de enfoque fuera de la lengua y hacia el rostro.              en una novela de ficción detectivesca va a adquirir
     Ejemplo maestro del repertorio de contrafactos,                   un significado distinto al que ese mismo párrafo
     esta obra plantea cuestiones fundamentales so-                    adquiriría en el contexto de un Bildungsroman
     bre éstos: ¿quién es el autor?, ¿son independientes               (novela ejemplar o de aprendizaje).17
     las obras?, ¿cómo es posible que los contrafactos                       La segunda idea proveniente del campo de
     produzcan significados diferentes si suenan casi                  la teoría literaria es la del enunciado y el género
     igual? Y, en este ejemplo, ¿es posible fantasear so-              discursivo que define Mijaíl Bajtín.18 Bajtín con-
     bre el rostro de Cristo y sobre la boca del amante                sidera que el enunciado es la unidad primaria de
     al mismo tiempo?                                                  comunicación, el acto discursivo más corto —una
                                                                       frase—, y que existe en relación dialógica con
                                                                       otros enunciados. Según él, el enunciado respon-
     Contrafactos y una teoría de género                               de a fragmentos anteriores del discurso y “afirma,
                                                                       suple y depende de los otros, presupone que son
     Al pensar en cómo funcionan los contrafactos                      conocidos y, de alguna manera, los toma en cuen-
     en relación con la intertextualidad, tanto duran-                 ta”.19 Varias características marcan el enunciado:
     te el acto de recomposición como durante el acto                  su estilo, su aspecto expresivo, y la relación en-
     de escuchar, ciertas ideas tomadas del campo de                   tre los participantes que comunican.20 Además,
     la teoría literaria pueden resultar de utilidad. La               los enunciados se expresan dentro de un género
     primera es el concepto de género propuesto por                    discursivo, o tono de voz, que es relevante en las
     Carolyn R. Miller que desvincula la idea de géne-                 circunstancias en las que el acto de comunicación
     ro de la de forma y crea una dimensión social de
     género definido por “acciones retóricas típicas que
     están basadas en situaciones recurrentes”.16 Desde                17
                                                                          Heather Dubrow, Genre, The Critical Idiom 42 (Londres-
                                                                           Nueva York: Methuen, 1982).
     su punto de vista, el género está determinado por                 18
                                                                          M. M. Bajtín, “The Problem of Speech Genres”, en Speech
     el entendimiento de códigos compartidos durante                       Genres and Other Late Essays, trad. Vern W. McGee, eds.
                                                                           Caryl Emerson y Michael Holquist (Austin: University of
                                                                           Texas Press, 1986), 60-102, 71.
     16
          Carolyn R. Miller, “Genre as Social Action”, The Quarterly   19
                                                                          Bajtín, “The Problem of Speech Genres”, 91.
           Journal of Speech 70, núm. 2 (1984): 154-167.               20
                                                                          Bajtín, “The Problem of Speech Genres”, 84.

74   de música y cultura en la nueva españa y el méxico independiente
Fig. 1. Claudio Monteverdi, “Si ch’io vorrei morire”, de Il quarto libro dei madrigali a cinque voce (Venecia,
     Amadino, 1603), compases 16-22, con contrafacto de Aquilino Coppini añadido en cursivas. Edición de
     Drew Edward Davies.

tiene lugar. Por ejemplo, una persona al decir “¿me           como si fuera un discurso.22 Aunque los signifi-
ayuda?”, lo hará de manera diferente en el con-               cados producidos por la música no son precisos
texto de hacer compras que en la circunstancia                y varían de persona a persona, es incontroverti-
de una emergencia médica. Esta diferencia es el               ble que los afectos y gestos presentes en la música
género discursivo escogido por un hablante para               interactúan con los afectos y gestos de los escu-
comunicar su intención sin palabras adicionales.              chas produciéndose una red de significados. Para
     La música, vista a través de la lente de estas           las personas que conocen varias versiones de una
ideas, puede ser un acto de comunicación y no                 obra, los contrafactos añaden un estrato adicional
solamente un fenómeno autónomo. Para mucha                    de referencias a la red de significados porque, ade-
gente, la música es un elemento ambiental de la               más de las interacciones entre el contrafacto y su
vida cotidiana o una cifra incomprensible en una              escucha, la memoria del modelo y sus significados
partitura pero, en realidad, la música exige la in-           persisten. Por ello, en el segundo ejemplo de Cop-
terpretación para existir. La musicología tradicio-           pini y Monteverdi, la meditación sobre el rostro
nal, como la lingüística de Humboldt que Bajtín               de Cristo en el contrafacto retiene el erotismo del
critica,21 concebía generalmente textos escritos,             madrigal original no solamente por los afectos y
no enunciados discursivos. Sin embargo, la mú-                gestos de la música sino por la interacción cogniti-
sica escrita, tanto la vocal como la instrumental,            va que se establece entre los dos textos en la mente
posee el potencial de comunicar ideas abstractas              del escucha consciente.
                                                              22
                                                                   Jean-Jacques Nattiez, Music and Discourse: Toward a Semio-
                                                                     logy of Music, trad. Carolyn Abbate (Princeton: Princeton
21
     Bajtín, “The Problem of Speech Genres”, 67.                     University Press, 1990).

                                                   drew edward davies • contrafactos y géneros discursivos                       75
Aunque un gesto o frase musical no funciona                    Contrafactos en la Nueva España
     exactamente como un enunciado en el discurso,
     la experiencia es suficientemente similar como                      Debido a su presencia en una variedad de reperto-
     para justificar la aplicación de la teoría de Bajtín.               rios, es posible contextualizar los procesos, signi-
     Un escucha puede oír una frase de música, sea                       ficados e historias de contrafactos relacionándolos
     vocal o instrumental, como un enunciado musi-                       con ejemplos puramente europeos. Sin embargo,
     cal que dialoga con una frase similar escuchada                     su preponderancia en la Nueva España representa
     en otras circunstancias. Este enunciado musical                     una parte fundamental del repertorio colonial que
     puede desencadenar memorias de su vida o for-                       sobrepasa la importancia de la tradición en el con-
     jar nuevos puntos de referencia. El estilo del gesto                texto continental. Muchos contrafactos novohispa-
     musical, su aspecto expresivo, y las referencias que                nos son del tipo “substitución de texto” y datan del
     aporta el escucha con base en experiencias pre-                     siglo xviii. Las modalidades básicas en que esta
     vias, corresponden aproximadamente a la idea del                    clase de contrafactos se presentan incluyen:
     género discursivo como lo define Bajtín.
          La doctrina de los afectos, como se entendía                   1. un extracto de una ópera u otro género de música tea-
     a principios del siglo xviii, está relacionada con                       tral de origen europeo, presentado “a lo divino”,
     el concepto del género discursivo porque repre-                          para la iglesia, con un nuevo texto en lengua verná-
     senta un tipo de lexicón del lenguaje musical que                        cula (ejemplo: Escucha, dueño amado, contrafacto
     corresponde a sentimientos que producen signifi-                         del dúo Tu vuoi ch’io viva, o cara de la ópera Arta-
     cado.23 En mi opinión, la aplicación del concepto                        serse de Johann Adolf Hasse);24
     de género discursivo a la música nos ayuda a com-                   2. una obra en lengua vernácula, de origen novohispano
     prender cómo los contrafactos más artísticos fue-                        o europeo, recompuesta con un texto litúrgico en
     ron concebidos por compositores y poetas como                            latín (ejemplo: Quae est ista quae ascendit, contra-
     piezas que podían migrar de un género a otro y de                        facto del aria Propicia estrella de la loa Al combate
     un contexto social a otro, comunicando significa-                        de Ignacio Jerusalem);25
     dos distintos y funcionando como obras de músi-                     3. una obra paralitúrgica, de cualquier origen, recom-
     ca independientes y autónomas.                                           puesta como otra obra paralitúrgica (ejemplo: Ma-
          En los siguientes ejemplos, los contrafactos                        riposa inadvertida / Al concebirse María, arias de
     del tipo “sustitución de texto” muestran la re-                          Santiago Billoni);26 y
     composición de los enunciados de su modelo y la                     4. una obra litúrgica, de cualquier origen, recompuesta
     transformación de su género musical. No obstan-                          como otra obra litúrgica (ejemplo: Crudelis Hero-
     te, retienen el género discursivo del original. Los                      des Deum / Veni creator spiritus, himnos anóni-
     enunciados recompuestos son los ejes entre los                           mos).27
     géneros literarios y musicales, mientras el género
     discursivo es compartido por los modelos y sus                      24
                                                                            Escucha, dueño amado se preserva en el Archivo Histórico
     contrafactos, lo que contribuye a dar consistencia                      de la Arquidiócesis de Durango (ahad) con la signatura
     a algunos aspectos del significado musical de una                       MS. Mús. 583.
                                                                         25
                                                                            Al combate se preserva en el Archivo del Cabildo Catedral
     constelación de obras.                                                  Metropolitano de México (accmm), Archivo de música,
                                                                             con la signatura A0096; Quae est ista que ascendit está en
                                                                             el mismo archivo con la signatura A0587.02.
     23
          Johann Mattheson’s Der vollkommende Capellmeister, ed.         26
                                                                            Drew Edward Davies, ed., Santiago Billoni, Complete Works
           y trad. Ernest Charles Harris (Ann Arbor: umi Research            (Middleton, WI: A-R Editions, 2011), 31-35.
           Press, 1981). Aquí no me refiero a la affect theory actual.   27
                                                                            ahad, MS. Mús. 826.

76   de música y cultura en la nueva españa y el méxico independiente
Es interesante notar que en las primeras dos                a) una agrupación de contrafactos manuscritos, deriva-
categorías, que son más comunes que las otras, el                     da de una obra europea y arreglada por un músico
contrafacto resulta de una transformación conser-                     local (ejemplo: los salmos Lauda Jerusalem, Lae-
vadora, o sea, la sacralización de una obra cuyo                      tatus sum y una misa que forman parte del juego
texto original era menos sobrio. En este sentido,                     Vesperae solennes de Johann Anton Angeber);30
se da mayor valor a la música que al texto; es decir,            b) una agrupación de contrafactos manuscritos, com-
la música fue aceptable (y adaptable) para la igle-                   puesta en su totalidad por un músico local para
sia a pesar de su letra. De hecho, el repertorio de                   una variedad de funciones (ejemplo: Coenantibus
extractos de óperas italianas recompuestos como                       illis, responsorio; Memor esto verbi tui, salmo; y El
obras paralitúrgicas es particularmente abundante                     cielo se oscurece – Oh, qué acerba, cantada, de José
en Durango e incluye contrafactos —y manuscri-                        María Bustamante).31
tos de extractos de los originales destinados a ser
contrafactos— de arias y dúos de óperas de Hasse,                     En el primer caso, la agrupación consta de
Leonardo Leo, Baldassare Galuppi, Martín y Soler,                un juego impreso de vísperas escrito por un com-
Giuseppe Scarlatti y muchos otros.28 Por medio de                positor europeo al que fue añadida una serie de
los contrafactos religiosos, el público novohispa-               contrafactos manuscritos hecha por un músico lo-
no fue expuesto a la música de la ópera italiana                 cal. Los contrafactos, hechos de obras individuales
contemporánea fuera de su contexto teatral. Se                   del juego, consisten solamente de partes vocales
puede suponer que una obra como la partitura                     y requieren de las partes instrumentales del mo-
de la ópera Medonte de Giuseppe Sarti fuera ad-                  delo para interpretarse. En el segundo caso, todas
quirida por la Catedral de México con propósitos                 las obras contienen exactamente la misma músi-
didácticos y/o para sacar contrafactos, y no para                ca y posiblemente fueron compuestas al mismo
ser interpretada como ópera.29                                   tiempo. No obstante, solamente el responsorio
     Además de las categorías de contrafactos del                —la primera obra en la colección— tiene partes
tipo “sustitución de texto” y variantes de las mis-              instrumentales. Las partes vocales de los contra-
mas, existen obras en las que se cambia solamen-                 factos, como en el primer caso, requieren de las
te el nombre del santo así como contrafactos del                 partes instrumentales del responsorio para inter-
tipo “matriz”, del siglo xix, cuya progenie tiende a             pretarse.
abarcar un surtido variado de géneros. De hecho,                      Aunque la tradición de contrafactos del tipo
la categoría antes mencionada con el número 4 es                 “matriz” que datan del siglo xix merece un estudio
similar a los contrafactos de esta clase, como se                detallado, los ejemplos que discuto a continuación
puede ver a continuación en dos obras del acervo                 representan estudios de caso del tipo “sustitución
catedralicio. Estos contrafactos de tipo “matriz” se             de texto”.
presentan en expedientes complejos que tienden a
representar una de dos categorías:

28
   Drew Edward Davies, “El repertorio italianizado de la ca-     30
                                                                    accmm, Archivo de música, A0996. Variantes de esta mo-
    tedral de Durango en el siglo xviii”, en Música, catedral,       dalidad son las agrupaciones de contrafactos estudiadas
    sociedad, eds. Lucero Enríquez y Margarita Covarrubias           por Lucero Enríquez en su artículo “Encrucijada de tra-
    (México: unam-Instituto de Investigaciones Estéticas,            diciones, géneros y enunciados a modo…”, en este mismo
    2006), 165-173.                                                  volumen.
29
   accmm, Archivo de música, A2215.                              31
                                                                    accmm, Archivo de música, A0705.

                                                  drew edward davies • contrafactos y géneros discursivos                      77
Hasse: Escucha, dueño amado                                         Artaserse, Atto III, scena 733       Escucha, dueño amado
                                                                         Arbace                               Tiple segundo
     Uno de los argumentos principales de este ensayo                    Tu vuoi ch’io viva, o cara;          Escucha, dueño amado,
     es que los músicos, en la mayoría de los casos, no                  ma se mi nieghi amore,               no me niegues tu amor
     compusieron contrafactos de manera caprichosa                       cara, mi fai morir.                  que así me haces morir.
     para cumplir con la tarea de proveer nueva mú-
     sica, sino que participaron de una larga tradición                  Mandane                              Tiple primero
     artística que representó un aspecto fundamental                     Oh Dio, che pena amara!              Ay Dios qué pena amarga,
     de la música eclesiástica. Un ejemplo que proviene                  Ti basti il mio rossore;             te baste mi dolor
     de la Catedral de Durango y que demuestra el ca-                    più non ti posso dir.                más no puedo decir.
     rácter artístico del proceso de transformación es
     Escucha, dueño amado, un contrafacto del dúo Tu                     Arbace                               Tiple segundo
     vuoi ch’io viva del Acto III, escena y de la versión                Sentimi.                             Óyeme.
     veneciana de la ópera Artaserse de Pietro Metas-
     tasio y Johann Adolf Hasse (1730).32 Siguiendo                      Mandane                              Tiple primero
     la tradición de Coppini, el poeta que convirtió el                  No.                                  No.
     texto de Metastasio preservó una gran parte del
     contenido lingüístico del original, a la vez que lo-                Arbace                               Tiple segundo
     gró alterar el significado para adecuarlo al recinto                Tu sei...                            Bien mío.
     de la iglesia. En Artaserse, Tu vuoi ch’io viva es un
     dúo “medianero”, o sea, una pieza para dos can-                     Mandane                              Tiple primero
     tantes que ocurre en medio de un acto (ni al prin-                  Parti dagli occhi miei,              Vete, ay rigor impío,
     cipio ni al fin) y que sigue las convenciones de un                 lasciami per pietà.                  déjame por piedad.
     aria, no de un ensamble. En la ópera seria del siglo
     xviii, son pocos los dúos que hay porque tienden                    Duo                                  [los dos]
     a aparecer solamente al final del primer o segundo                  Quando finisce, oh Dei,              ¿Cuándo se acaba, oh cielo,
     acto. Sin embargo, dúos derivados de óperas son                     la vostra crudeltà?                  tan fiera crueldad?
     relativamente comunes en el repertorio de contra-
     factos novohispanos. En la versión castellana del                   Duo                                  [los dos]
     texto, se ve la semejanza entre este contrafacto y                  Se in così gran dolore               Si en tan grave tormento
     los de Coppini de 150 años atrás:                                   d’affanno non si muore,              te mueva mi lamento,
                                                                         qual pena ucciderà?                  oh cielo, ten piedad.

                                                                              En esencia, el contrafacto es una traducción
                                                                         de Metastasio que aprovecha los cognados entre el
                                                                         italiano y el español como “negar”, “morir”, “amar-
                                                                         ga”, “crueldad”. En la ausencia de cognados, el
                                                                         contrafacto a veces retiene las vocales y consonan-
     32
          Identifiqué la correspondencia de esta música con la versión
            de 1730 gracias a información contenida en Oscar G. Son-
            neck, “Die drei Fassungen des Hasse’schen Artaserse”, en
            Sammelbände der Internationalen Musikgesellschaft (Lei-      33
                                                                              Pietro Metastasio, Opere, 27 vols. (Padua: Seminario, 1811),
            pzig: 1912-1913), vol. 14, 226-242.                                vol. 4, 102-103.

78   de música y cultura en la nueva españa y el méxico independiente
tes del original, por ejemplo en la sustitución de                  dida.35 El contrafacto al que me he referido en este
“que así” por “cara” en el tercer renglón. En otros                 trabajo no puede ser vestigio de ninguna de estas
casos, es el significado el que permanece consis-                   producciones.
tentemente entre las versiones, por ejemplo entre                        Detalles en el texto posibilitan el tono reli-
“Quando finisce, o Dei” del original y “Cuándo se                   gioso del contrafacto. Primero, el manuscrito no
acaba, oh cielo” del contrafacto. También es nota-                  contiene los nombres de los personajes de la ópe-
ble que el contrafacto preserva la extensión de los                 ra. Segundo, el uso del apelativo informal (“no me
versos del original (siete sílabas). Este cuidadoso                 niegues”) para invocar a un “dueño” refleja el len-
contrafacto no fue solamente un ejercicio filológi-                 guaje de oración, y el texto termina con una soli-
co; la música de Hasse, con su elegante uso de la                   citud de piedad. Además, no está claro si las dos
prosodia, exige mucha atención a la palabra a fin                   voces hablan entre ellas, o si cada voz representa
de preservar la forma e inflexión de sus melodías                   solamente la mitad de una conversación con Dios;
galantes y el carácter ornamental de sus ritmos.                    o si las voces representan a dos mártires que oran
Si el poeta hubiese traducido el primer verso del                   durante un momento de constreñimiento. En
texto con alguna otra frase similar, por ejemplo                    cualquier caso, el texto es suficientemente ambi-
“Oye, Señor querido” o “Quieres que yo viva, mi                     guo como para ser útil dentro de una variedad de
querida”, o por una traducción literal, el sistema                  contextos. Esta obra ejemplifica cómo los músicos
de acentuaciones en el texto no habría corres-                      podían adaptar extractos operísticos para hacer-
pondido con los motivos de la música. Tampoco                       los aceptables a la Iglesia.
habría preservado la hermosura de la poesía de
Metastasio que en su tiempo fue aclamada por la
importancia que el poeta dio al sonido de las pala-                 Jerusalem: Quae est ista que ascendit
bras, especialmente a las vocales.
     ¿Fue destinado este contrafacto para interpre-                 Mientras Escucha, dueño amado sigue el modelo
tarse exclusivamente en la iglesia? Aunque la por-                  ejemplificado por los contrafactos de Monteverdi
tada del manuscrito no indica “para la iglesia”, el                 publicados por Coppini, un ejemplo de la Cate-
copista usó la palabra “Cantada” para designar el                   dral de México que representa el proceso de reusar
género. Una cantada puede ser religiosa o secular,                  música compuesta localmente para otra ocasión
aunque en la Nueva España la anterior es más co-                    es el responsorio Quae est ista quae ascendit,36 que
mún. El contrafacto no hace referencia a la ópera                   forma parte del juego de responsorios que Igna-
ni a sus personajes y parece que no tiene ninguna                   cio Jerusalem dedicó a la Virgen de Guadalupe en
relación con los libretos de varias producciones de                 1764. Este responsorio deriva de Propicia estrella,
Artaserse hechas en España durante la época: una                    un aria para bajo que, a su vez, constituye un mo-
versión en italiano en 1739; El Artajerjes, un pas-                 vimiento de su loa Al combate.37 Hay huellas del
tiche en español que no use la música de Hasse;34
y Dar el ser el hijo al padre, una ópera derivada del
Artaserse. Esta última, con música de Francesco                     35
                                                                        José-Máximo Leza, “Metastasio on the Spanish Stage”, en
                                                                         Early Music 26, núm 4. (1998): 623-631.
Corradini, incluye una versión de Tu vuoi ch’io                     36
                                                                       accmm, Archivo de música, A0587.02. Este responsorio es
viva, o cara con el texto Habla ingrata, y no ofen-                      grabado por el grupo norteamericano Chanticleer en el
                                                                         disco Ignacio Jerusalem: Matins for the Virgin of Guadalu-
                                                                         pe, Teldec 3984-21829-2, 1998.
34
     Antonio Martín Moreno, Historia de la música española,         37
                                                                       accmm, Archivo de música, A0096. Esta loa está grabada por
      tomo 4: Siglo xviii (Madrid, Alianza Editorial, 1985), 363.        el grupo norteamericano Chicago Arts Orchestra, dirigido

                                                     drew edward davies • contrafactos y géneros discursivos                          79
contrafacto en el archivo: la partitura de Quae est     efectos retóricos. La forma resultante es A1-A2-
     ista quae ascendit presenta la nota “Este respon-       B-A1-A2 (véase el texto al final de este párrafo).
     sorio es de el Mtro Jerusalem sacado de una Area,       En el contrafacto, el texto de la responsión parcial
     que comienza, Propicia Estrella: vease entre los        o pressa —entre asteriscos— (“terribilis”) empieza
     borradores sueltos”. Parece que esta nota fue aña-      en el lugar de la repetición del texto del original
     dida alrededor de 1800 por Antonio Juanas, quien        (A2). El escucha pierde la oportunidad de escu-
     organizó el repertorio del archivo. A diferencia de     char el texto por segunda vez, con ornamentación
     los ejemplos de Coppini y Hasse, este contrafacto       y variedad tonal. Así es la sacralización de las for-
     no resulta de la transformación literaria de un tex-    mas operísticas: se suprimer la experiencia retóri-
     to, sino de la imposición de un texto litúrgico pre-    ca y la performativity de la música teatral para dar
     existente en el lugar del texto original en español.    lugar a una forma más sobria. (Los responsorios
          Este proceso de adaptar una obra preexistente      en forma de recitado-aria exhiben más perfor-
     a un texto litúrgico, aunque común, puede resultar      mativity operística que los escritos en forma dal
     problemático porque los textos litúrgicos son, en       segno.) De hecho, toda la forma musical resulta
     general, más extensos que los poemas líricos es-        trunca porque la forma litúrgica prescribe sola-
     critos para la música. Además, sus secciones, que       mente la repetición de la responsión parcial, o sea,
     normalmente son versos de la Biblia, no son ba-         la sección A2. Para cumplir, Jerusalem cambió su
     lanceadas como las letras de Guarini o Metastasio.      aria “da capo” por un responsorio “dal segno” que
     Por eso, el contrafacto pierde la sintaxis musical      es sustancialmente más corto, con las secciones
     de la obra original; resulta impotente e incapaz de     A1-A2-B-A2:
     responder directamente a la prosodia de las pala-
     bras con figuras musicales sin cambiar la música        Propicia estrella        Quae est ista quae ascendit
     original. Por ejemplo, en este contrafacto se canta     Propicia estrella,       Quae est ista quae ascendit   A1
     la palabra “ascendit” con la figura musical de una      La suerte rige           sicut aurora consurgens
     escala descendente que Jerusalem originalmente          En la espaciosa esfera   pulchra ut luna
     usó para la palabra “rige” (véase la fig. 2). No obs-   Del deseo.               electa ut sol
     tante, esta figura musical inesperada y poco con-       [repetición]             *terribilis ut castrorum      A2
     vencional tiene una elegancia propia que resulta                                 acies ordinata*
     provocadora para la imaginación: mientras María         Su luz dirige al centro Filia Sion                     B
     asciende, la experiencia humana del momento es          Y ella con sus rayos     tota formosa et suavis est
     la de descender, como la figura musical del bajo        Ilustra tu trofeo.       pulchra ut luna
     cantante. (Recuérdese la sustitución de “vitae”                                  electa ut sol
     por “morire” en el contrafacto de Coppini.) Es un
     ejemplo del cambio de enunciado y de la produc-              No obstante, el contrafacto no es una defor-
     ción de un significado discursivo distinto entre las    mación del original; es una obra individual nueva
     obras.                                                  que en realidad es consistente con el mensaje de la
          En este contrafacto, un desafío aún mayor que      obra original y representa una selección hecha por
     el de las figuras musicales es el que representa el     Jerusalem. Al combate, el modelo, es una fascinan-
     manejo de la forma. La versión original, siguiendo      te obra escrita para honrar la coronación de Car-
     el esquema “da capo”, cuenta con una repetición         los III. Es una alegoría extendida de la sabiduría
     entera de la primera parte del texto, además de         del nuevo monarca y una expresión de la lealtad
     repeticiones de palabras dentro de la estrofa para      de la Real y Pontificia Universidad de México a la

80   de música y cultura en la nueva españa y el méxico independiente
Fig. 2. Ignacio Jerusalem, Propicia estrella de Al combate (accmm, Archivo de música, A0096), compases 1-7,
     con el contrafacto Quae est ista quae ascendit (accmm, Archivo de música, A0587.02) añadido en cursivas.
     Edición de Drew Edward Davies.

corona española. Es probablemente la obra secu-         zura del evento de la Asunción de María entre los
lar más extensa que sobrevive de la Nueva España.       cuerpos celestiales del sol, la luna y la aurora. Es
“Propicia estrella”, una de las arias de Al comba-      interesante que los cuerpos celestiales formen el
te, celebra el liderazgo y dirección de Carlos III      punto de correspondencia entre los textos; aun-
y emplea la imagen de la estrella como guía. Es         que no aparece la estrella directamente en el res-
una pieza festiva, escrita en fa mayor con muchas       ponsorio, la estrella es un símbolo mariano y nor-
figuras de arpegios. Tiene un tono masculino y          malmente forma parte de la iconografía mariana,
confiado que corresponde bien con la voz del bajo.      junto con el sol y la luna. Así, empieza a develar-
     De entrada, podría parecer un contrafacto          se tanto la retención como la transformación de
irónico. Su texto en latín, adaptado del Cantar de      significados que se da en los contrafactos. Ambas
los Cantares para fiestas marianas, celebra la dul-     obras expresan devoción al poder de un patrón

                                          drew edward davies • contrafactos y géneros discursivos               81
por medio de la simbología celestial. En el origi-     textos cada vez más simplificados, a emplear un
     nal, se honra al monarca político; en el contrafac-    lenguaje rítmico regular, e incluir acompañamien-
     to, a la patrona de la Nueva España, la Virgen de      tos que evocan un sentido general de misterio y
     Guadalupe. De hecho, en el largo plazo, la Virgen      grandeza en lugar de pintar palabras individuales
     de Guadalupe remplazará al monarca como sím-           con figuras musicales. Obviamente, este giro faci-
     bolo de soberanía en México: el contrafacto puede      lita la producción de contrafactos del tipo “matriz”.
     verse como en un presagio de ese giro histórico.       La obra, Sagrado N enviado, es un villancico escri-
          Además de la imaginería celestial, es el géne-    to en 1795 por José de Campderrós (1742-1812),
     ro discursivo lo que unifica al modelo con el con-     maestro de capilla en Santiago de origen catalán.
     trafacto. El tono masculino de la música, con la       Aunque el villancico está escrito en la forma tradi-
     voz del bajo y los intervalos grandes de la melo-      cional de estribillo y coplas, su música tiene el ca-
     día, comunica confianza y poder. Aunque refiere        rácter y los atributos musicales de una alabanza.
     a la dulzura de María, la iconografía de la Virgen           Sagrado N enviado existe solamente en la for-
     de Guadalupe incorpora elementos de la Mujer           ma de un contrafacto improvisado: la obra queda
     de la Apocalipsis o María en batalla. Las figuras      incompleta, sin sustituir el nombre de un santo
     musicales marciales que sirvieron para honrar a        masculino, obispo, u otra persona por el indicador
     Carlos III expresan perfectamente el aspecto mi-       “N” en el texto. Así, representa un punto interme-
     litante del concepto de la Virgen de Guadalupe.        dio entre los contrafactos de los tipos “sustitución
     Es el género discursivo de la música —no las pa-       de texto” y “matriz” y refleja la mentalidad de es-
     labras del responsorio— lo que puede convertir el      cribir obras con funciones múltiples para la igle-
     responsorio en un emocionante sueño de la apari-       sia. Este texto, hecho de clichés, no requiere una
     ción de la Virgen de Guadalupe como la Mujer del       transformación artística o sutil porque es genérico
     Apocalipsis. La figura musical descendente en la       desde el principio:
     palabra “ascendit” apoya esta interpretación, por-
     que la visión es la de María descendiendo del cielo                 Estribillo
     en forma militante y triunfante. Así, el contrafacto                Sagrado N enviado
     es a su vez una obra de arte independiente, con                     Para consuelo del orbe
     sus propios significados, y un miembro de una                       La iglesia te solemnice,
     constelación de obras musicales con significados                    Aplausos te rinda el hombre.
     dialógicos entre sí. Este contrafacto, a pesar de su
     apariencia inicial, tampoco es fruto de un mero                     Copla
     capricho.                                                           Las palmas que has adquirido
                                                                         Con tus virtudes tan nobles
                                                                         Las coronas que has logrado
     Sagrado N enviado                                                   Por tus excelentes dones,
                                                                         Sirvan hoy de justa causa
     Aunque son muchos los contrafactos en archivos                      Para tus aclamaciones
     mexicanos que merecen análisis, concluyo con un                     Y el coro de tus devotos
     ejemplo de la Catedral de Santiago de Chile que                     [Siguen otras copas]
     ilustra un aspecto del giro estético que tuvo lugar
     a principios del siglo xix. En esa época, la música        Por supuesto, el género discursivo de Sagrado
     religiosa en lengua vernácula tiende a basarse en      N enviado se corresponde con la neutralidad del

82   de música y cultura en la nueva españa y el méxico independiente
Fig. 3. José de Campderrós, Sagrado N enviado, Archivo de la Catedral Metropolitana de Santiago (Chile), sin
     número, compases 1-7. Edición de Drew Edward Davies.

texto. Las escalas, arpegios, síncopas de prolonga-              Estribillo
ción y gestos melódicos sencillos de las partes de               Pues sois Madre de Mercedes
violín acompañan una declamación regular que                     para consuelo del orbe
tiene el carácter de un himno o alabanza. El tem-                la iglesia te solemnice,
po es bastante lento y da un sentido de reverencia               aplausos te rinda el hombre.
sencilla (véase la fig. 3). Campderrós escribe en un
género discursivo que cada vez más servirá para                  Copla
componer música religiosa en el siglo xix: suena                 De lo alto del cielo empíreo
“sagrado” porque es lento, regular y un poco mis-                a la noble Barcelona
terioso. Así, la Iglesia cultivó una identidad sono-             descendió esta gran reina
ra distinta de la del teatro, mientras que durante el            muy llena de resplandores
siglo xviii la música de estilo galante compartía                para rescatar cautivos
los distintos campos de producción musical.                      como Madre amorosa
     Lo increíble es que aún Sagrado N enviado,                  mandando que se fundase
que puede interpretarse en casi cualquier ocasión,               de la Merced la Real Orden.
tenga un contrafacto del tipo “sustitución de tex-
to” en su manuscrito. Un texto añadido al primer             Una comparación entre los textos muestra
renglón, “Pues sois Madre de Mercedes”, y una           la retención de los versos de ocho sílabas pero se
nueva copla convierten este villancico de “usos         observa la poca atención dada a la preservación
múltiples” en una obra específicamente para la or-      de rimas, vocales, asonancias o significados. Al
den de la Merced:                                       contrario, es un proceso similar al que Chantal
                                                        Phan ha nombrado el “contrafacto métrico” en

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relación con los contrafactos en canciones de los                mayor parte músicos. No obstante, las relaciones
     troubadours:38 tomar una obra con poco signifi-                  dialógicas entre las constelaciones de contrafactos
     cado intrínseco —uno neutro— e inscribirlo con                   —aun siendo imperceptibles para todos— revelan
     alusiones a San Pedro Nolasco y a la ciudad de                   el arte de la apropiación musical que practicaban
     Barcelona que tienen significado para la orden de                los músicos eclesiásticos. Por medio de contra-
     Merced.                                                          factos, esas personas forjaron un camino para in-
          Las obras como Sagrado N enviado ejempli-                   troducir la música contemporánea en la Iglesia y
     fican cómo los músicos continuarona reusando y                   crearon nuevas formas expresivas que podían ser-
     adaptando música a principios del siglo xix. En                  vir “para todo”.
     un sentido, el proceso de efectuar un contrafacto                     He sugerido que las constelaciones de con-
     en el siglo xix se parece más al proceso medieval                trafactos retienen su género discursivo a pesar del
     que al proceso seguido en el siglo xviii en el que               cambio de texto y que el enunciado forma el eje
     los músicos transformaron obras galantes en nue-                 entre el género musical del original y el del con-
     vas obras. Sin embargo, la tradición escrita en una              trafacto. En la música del siglo xviii, los contra-
     obra como Sagrado N enviado sugiere que hubo                     factos no fueron resultado de procesos aleatorios
     también una tradición de cambiar nombres de                      o caprichosos, sino que fueron producto de trans-
     santos u obispos por medio de la improvisación                   formaciones que retuvieron muchos aspectos del
     en música. Es decir, cambiar el enunciado pero re-               original. Aunque no lo expresaron así, creo que
     tener el género discursivo. En ese sentido, Sagrado              los músicos de la época obedecieron a conceptos
     N enviado es una plantilla mientras que Pues sois                como el de retener el género discursivo para guiar
     Madre de Mercedes es una obra musical definitiva.                sus procesos de sustitución de textos. En el siglo
                                                                      xix, el giro estético hacia los contrafactos del tipo
                                                                      “matriz” representa un género discursivo que pro-
     Conclusiones                                                     porciona a toda la música sacra un tono reverente
                                                                      y regular. Con este giro, las identidades de cada
     En una época sin música grabada y en una socie-                  género de música religiosa se desdibujaron, mien-
     dad con poca música impresa, habría poca gente                   tras el concepto de sonido de música eclesiástica
     que hubiese podido reconocer un contrafacto “de                  se codificó. En suma, los contrafactos no son so-
     oído”. Luego entonces, como acontecía en la épo-                 lamente enmiendas a manuscritos musicales, sino
     ca medieval, la red de producción de significados,               vestigios de las prácticas sociales de improvisar,
     presente en las intertextualidades, era un placer                reusar y transformar obras artísticas para reavi-
     erudito compartido por muy poca gente, en su                     varlas con nuevas palabras y funciones.

           por Javier Mendoza, en el disco Al combate, Navona Re-
           cords NV5902, 2013.
     38
          Chantal Phan, “From Sacred to Secular and from Secular
           to Sacred: The Role of Text-Music Relations in Two Lyric
           Contrafacta”, en The Church and Vernacular Literature in
           Medieval France, ed. Dorothea Kullman (Toronto: Pontifi-
           cal Institute of Medieval Studies, 2009).

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