El juego como medio para disminuir el estrés en el niño internado.
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Municipalidad de Rosario Secretaría de salud Pública Hospital de Niños Víctor J. Vilela El juego como medio para disminuir el estrés en el niño internado. Por: Lic. Edgardo j. Mauricio Tolentino Enf. Silvina Matter Enf.María José Lecop Enf. Mario Panelli Enf. Fabiola Vechetti Rosario 2012
Índice Introducción--------------------------------------------------------------------------------3 Marco Teórico-----------------------------------------------------------------------------4 Objetivo-------------------------------------------------------------------------------------9 Propósito------------------------------------------------------------------------------------9 Metodología de la Investigación------------------------------------------------------------10 Caracterización de los Resultados----------------------------------------------------------11 Conclusión--------------------------------------------------------------------------------------14 Bibliografía-------------------------------------------------------------------------------------15 Anexo-------------------------------------------------------------------------------------------16 2
Introducción Nuestro interés en realizar el presente trabajo se desató al observar el malestar anímico de los niños internados, su llanto, su desconfianza frente al personal de salud en el momento que el mismo realiza los procedimientos de asistencia necesarios según la patología del niño. Frente a esta situación surge desde el personal de enfermería, la necesidad de encuadrar científicamente la misma, y aportar desde la investigación una posible solución a esta problemática. Por lo tanto la intención de este trabajo es demostrar que el juego es un medio viable, dentro de la acción de enfermería, para disminuir el estrés del niño internado. El trabajo de campo se realizó en la Sala III del Hospital de Niños Victor J. Vilela de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, con la autorización y apoyo del Departamento de Enfermería de dicha institución así como la de las jefas del Servicio Médico de la Sala mencionada. La principal limitación que enfrentamos en el momento de la realización de nuestras observaciones, estuvieron relacionadas a que está esta problemática abarca una dimensión netamente psicológica, pero tratamos de superar este obstáculo con la lectura de material científico y bibliográfico adecuado. Cabe aclarar que se intentó realizar un trabajo interdisciplinario con el servicio de Salud Mental lo cual no fue posible debido a motivos relacionados con los tiempos profesionales de cada servicio. 3
Marco teórico La bibliografía que constituye la base teórica del presente trabajo revela que países como España, Estados Unidos, Méjico y Argentina han investigado acerca de la problemática de los pacientes pediátricos internados, en lo que tiene que ver con el estrés que provoca la internación y el dolor en los niños. Esto debe ser valorado en su justa medida ya que revela el cambio de un paradigma de atención en la hospitalización pediátrica, que hasta hace relativamente poco tiempo sostenía que el dolor en los niños no era una prioridad durante la internación de los mismos. Esto se debía a la existencia de falsas teorías que sostenían que los niños perciben el dolor con menor intensidad por la supuesta inmadurez de su sistema nervioso central, que los niños no recuerdan las experiencias dolorosas, que tienen un umbral más alto de dolor. A estos supuestos se agregaba otra teoría, de la que tampoco hay evidencias científicas la cual afirmaba que los niños son más sensibles a los efectos adversos de los fármacos, o que metabolizan de forma diferente los opiodes y están más dispuestos a la adicción. Este equivocado paradigma teórico provocó que en la práctica no existiera una adecuada valoración y tratamiento del síntoma del dolor en los pequeños pacientes. Esto queda reflejado en la realidad de que antes de la década de los ochenta era muy difícil encontrar en los textos capítulos específico sobre el dolor en el niño. El tema del dolor y su adecuada valoración es muy importante para nosotros ya que el mismo es una de los factores desencadenantes del estrés pediátrico. Afortunadamente las cosas han cambiado y en la actualidad “El interés sobre el estudio del dolor en los niños y su manejo ha aumentado en los últimos años. (… ) investigaciones recientes sugieren un cambio en las actitudes y una mejoría en el manejo actual del dolor infantil”1 En otro estudio los profesionales en pediatría sostienen respecto al tratamiento del dolor que “Actualmente le damos más importancia e intentamos con los medios a 1 Riaño Galán, B. y otros. “Opinión de los pediatras sobre el dolor infantil” en www.aeped.es/sites/default/files/anales/49-6-8,pdf. 4
nuestro alcance, cada vez más sofisticado, evitar las sensaciones desagradables en estas edades y hacer más llevadero el determinado proceso”2 Como podemos ver de acuerdo a lo que refleja el material bibliográfico el concepto del dolor pediátrico se ha humanizado y ha cobrado relevancia en el tratamiento de los niños hospitalizados. Este cambio paradigmático es lo que justamente permite nuestro intento de demostrar que incorporando el juego a los cuidados de enfermería se podría disminuir el estrés sufrido por los niños durante la internación. El Departamento de Psicología Médica de la Facultad de Medicina Udelar también sostiene la existencia de una evolución en la internación pediátrica ya que anteriormente los aspectos psicoafectivos del niño no eran tenidos en cuenta. Hoy día gracias al avance en el campo de las ciencias sociales y al desarrollo de la psicología evolutiva es que se comienzan a obtener datos sobre las necesidades psicoafectivas del niño para su adecuado desarrollo evolutivo.3 Teniendo en cuenta lo expresado en los párrafos anteriores en este punto diremos que la pregunta problemática que desata nuestro interés investigativo es la siguiente: ¿Es viable la incorporación del juego en los cuidados de enfermería como herramienta que ayudaría a disminuir el estrés en los niños internados? Ante este interrogante sostenemos la siguiente respuesta tentativa o hipótesis: “El juego es un medio viable dentro de los cuidados de enfermería para disminuir el estrés en el niño internado” Como mencionamos anteriormente los datos para el desarrollo de la presente investigación se obtuvieron de Sala III del Hospital Víctor J. Vilela. Se realizó para ello el seguimiento de 51 niños internados en un plazo de 5 meses, desde el 1 de octubre de 2011 al 1 marzo de 2012. Con estos pacientes se incorporó el juego a los cuidados de enfermería y se registraron sus reacciones emocionales y conductuales a partir de esta incorporación, comparándolas con las actitudes anteriores a la misma. En este punto nos parece oportuno comenzar con la construcción teórica conceptual de nuestra hipótesis lo que implica proceder a la descripción y explicación de las categorías de análisis que serán utilizadas a lo largo del presente trabajo. 2 Molina Garicano, Javier y otros. “Tratamientos de dolor en Pediatría Hospitalaria” en www,euskomedia.org/PDFA Anlt/osasunaz/05/65031043.pdf. 3 www.dem.fmed.edu.uy/materno/Disciplinas.Asociadas/PACIENTES PEDIÁTRICO HOSPITALIZADO.pdf. 5
Comenzaremos por la significación del concepto de juego y diremos que es la “la actividad recreativa que cuenta con la participación de uno o más participantes, su función principal es proporcionar entretenimiento y diversión. Se dice que el juego ayuda al estímulo mental o físico, además de contribuir al desarrollo de las habilidades prácticas y psicológicas.” A este concepto general agregaremos otro específico que corresponde a la metodología que utilizaremos en nuestro trabajo de campo y es el siguiente: “Los juegos infantiles, por su parte pueden implicar la utilización de un juguete. Un juguete es un objeto que puede ser utilizado individualmente o en combinación con otros. El objetivo principal del juguete es la recreación, pero también ayuda a la formación, el aprendizaje y el desarrollo del niño”4 Otra arista interesante del juego, que es útil a nuestra investigación, es que el mismo sirve para explorar las variadas y variantes complejidades de la comunicación y de las relaciones humanas. En cuanto al concepto general de estrés “Actualmente el más extendido y aceptado es el que lo define como “interacción entre la persona y su entorno” El estrés puede ser visto como estímulo y como respuesta. En el primer caso hace referencia a las circunstancias que provocan el malestar; en el segundo, a la reacción que se experimentan frente a estas situaciones y que se traducen el al alteraciones del comportamiento, sentimientos y sensaciones desagradables. Al hablar del estrés como estímulo se hace referencia a los estresores es decir a las situaciones que pueden alterar el funcionamiento del organismo y/o bienestar e integridad psicológica de la persona. Algunos estresores son llamados acontecimientos vitales, tienen la propiedad de implicar cambios en las actividades habituales, cuyo potencial estresante depende de la cantidad de cambio que conlleva.”5 En el caso de los niños el atravesar una enfermedad es un acontecimiento estresante, que pone en peligro su proceso normal evolutivo. Existen factores potencialmente estresores, la enfermedad es un factor estresor potencial interno, de tipo físico que hace vulnerable al niño y lo predispone a manifestar reacciones de estrés. 4 www. Definición.de/juego/ 5 Alija, Azucena,B. “Estrés infantil: la ética del discurso como factor protector” en www.psicopedagogía.com/artículos/?artículo=196 6
Es oportuno en este punto reforzar lo sostenido en los párrafos anteriores diciendo que la enfermedad, como concepto general, se acompaña de pérdida de bienestar físico y psicológico, que alteran la existencia del individuo y su ambiente a corto o mediano plazo. Si a la enfermedad se le agrega la variante de la internación u hospitalización del niño, otro de los conceptos basales de nuestra hipótesis, la bibliografía da razón de que “Existen numerosas investigaciones sobre los efectos psicológicos negativos producidos por la internación pediátrica. Las mismas indican que la internación es un acontecimiento estresante, que le genera al niño alteraciones cognitivas, psicofisiológicas y motoras. La hospitalización infantil causa efectos psicológicos negativas, tanto en el paciente pediátrico como en su familia”6 Los niños internados presentan alteraciones emocionales traducidas en depresión, ansiedad y sobre todo temor. Además de otras características propias de su situación de internación que trataremos más adelante. Por último trataremos el concepto de cuidados de enfermería esta práctica se centra en el cuidado a la persona que en continua interacción con su entorno, vive experiencia de salud” (Kerovac, 1996). Por lo tanto, “la práctica de enfermería va más allá del cumplimiento de múltiples tareas rutinarias, requiere de recursos intelectuales, de intuición para tomar decisiones y realizar acciones pensadas y reflexionadas que respondan las necesidades particulares de la persona” (Dier, 1986). La práctica profesional de enfermería incluye otorgar un cuidado individualizado, la intervención de una enfermera/o como recurso terapéutico y la integración de habilidades específicas. Pero el cuidado también comprende aspectos afectivos, relativos a la actitud y compromiso, así como elementos técnicos los cuales no pueden ser separados para otorgar cuidados. Por lo tanto la práctica de enfermería implica crear cuidados que recurra a diversos procesos: la reflexión, la integración de creencias y valores, el análisis crítico, la aplicación de conocimientos, el juicio clínico, la organización de los recursos y la evaluación de la calidad de las intervenciones. Desde esta perspectiva se 6 www.dem.fmed.edu.uy/materno/Disciplinas.Asociadas/PACIENTE PEDIÁTRICO HOSPITALIZADO.pdf. 7
trata de un cuidado innovador que une la ciencia y el arte de enfermería y se centra en la persona, la cual en continua interacción con su entorno, vive experiencia de salud.7 El presente trabajo investigativo comparte las afirmaciones vertidas en el párrafo anterior, desde la perspectiva de que el cuidado de enfermería es algo más que la realización automática de ciertas tareas y ciertos manejos técnicos, nosotros creemos que el cuidado de enfermería tiene un amplio margen de creación que surge desde la interacción con los pacientes y la valoración de sus necesidades no solo físicas sino también emocionales del paciente en este caso el de los niños. De esta creencia surge la necesidad de brindar a los niños internados un más completo cuidado de enfermería, incorporando al mismo la herramienta del juego, para así contribuir desde el ejercicio independiente de nuestra profesión a aliviar el estrés que atraviesan los pacientes pediátricos en la situación de internación. 7 Scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext+&pid=s1132-12962004000100009 8
Objetivos El objetivo general de este trabajo consiste en demostrar que el juego es una herramienta válida para ser incorporada a los cuidados de enfermería, con el fin de disminuir el estrés de los niños internados. De este objetivo general se derivan los siguientes objetivos específicos: - establecer las características emocionales y conductuales del niño internado. - evaluar estas mismas características a partir de la incorporación del juego a los cuidados de enfermería. Propósito El propósito de este trabajo es contribuir a alcanzar un óptimo cuidado de enfermería, que tenga como único centro el cuidado de la persona, en este caso niños, en todas sus dimensiones, utilizando como válidas las herramientas que su criterio profesional, humano y creativo pueda brindar. 9
Metodología de la investigación El camino metodológico que se ha optado por seguir consiste en una investigación de tipo mixta es decir cuantitativa-cualitativa, en el cual los datos numéricos recogidos y las observaciones realizadas, durante nuestro trabajo de campo, servirán para la comprobación de nuestra hipótesis. El contexto de estudio corresponde al Hospital Víctor J. Vilela, específicamente a Sala III de internación de infectocontagiosos. Estas son algunas de las patologías de los pacientes internados en la mencionada sala: Coqueluche, HIV, Varicela, TBC, Herpes Zoster entre otras. El servicio de Sala III cuenta con 8 habitaciones con 2 camas; 5 habitaciones con 1 cama y una habitación que funciona como admisión (cada habitación posee un baño). Además cuenta con un office de enfermería que se divide en zona limpia y zona sucia, una oficina para el enfermero jefe; una cocina; un vestuario de enfermería con baño para el personal; un pequeño cuarto que sirve de depósito de insumos; y otro que se usa para depósito de sábanas sucias. El cuerpo de enfermería está compuesto por un enfermero jefe, dos licenciadas en enfermería, trece enfermeros profesionales y una enfermera ley. El tiempo de trabajo se divide en cuatro turnos de seis horas cada uno y cada guardia se cubre con tres enfermeros/as. La recolección de datos consistirá en el seguimiento de pacientes 51 pacientes internados, en Sala III, en un período de 5 meses que abarca desde el 1 de octubre de 2011 al 1 de marzo de 2012. La información se recabó del Report de Enfermería y de la Hoja de Evolución de Enfermería de Sala III que permanece en el archivo del hospital. Para complementar estos datos cuantitativos se realizó una observación directa de cada paciente por parte de los integrantes de esta investigación teniendo en cuenta las características emocionales y conductuales del niño internado antes y después de incorporar el juego a los cuidados de enfermería. 10
Caracterización de los Resultados Los datos cuantitativos arrojaron la siguiente información: De los 51 pacientes relevados 16 se encontraban internados por Neumonía con derrame; 6 con Coqueluche; 5 con Varicela; 5 con Neumonía con aislamiento por foco TBC; 2 con Herpes Zoster; 3 con HIV con Neumonía; 4 con Fibrosis Quística; 5 con Celulitis; 4 con Neutropenia Febril; 1 Síndrome Febril Artralgia. El promedio del tiempo de internación de estas patologías fue de 5 días y las edades de los pacientes oscilaron entre los 10 meses y 9 años. Los pacientes con Neumonía con derrame son los que arrojan la medición de dolor más alta de 7 a 9, según la escala numérica utilizada para medir el mismo. En los niños más pequeños el dolor se mide por la sensibilidad al contacto materializada en llanto desconsolado. Estas patologías ameritan el uso de opiodes (codeína) Los niveles de dolor registrados fueron más bajos en las restantes patologías mencionadas con una medición de 3 a 4, la cual no amerita el uso de opiodes sino de analgésicos comunes (ibuprofeno, diclofenac) Los datos cualitativos que se desprenden de la observación directa son los siguientes: Los 51 niños observados cursaron una internación promedio de cinco días, todos estuvieron acompañados por su madre permanentemente y otros familiares ocasionalmente. Como ya dijimos los pacientes internados con Neumonía con derrame fueron los que más nivel de dolor expresaron y al tener un drenaje pleural, al dolor de la patología se agrega una limitación física, ya que este impide el libre movimiento. Mencionamos el tema del dolor que provoca la enfermedad porque el dolor es un factor importante en el nivel de estrés que sufre el niño internado. Las demás patologías que cursaban los restantes niños provocan un grado de dolor mucho menor y esto repercute de manera diferente en el nivel de estrés. Convengamos que todos los factores emocionales que conforman las características justamente emocionales del niño internado pueden presentar diferentes grados, aunque sean comunes a todos los pequeños hospitalizados. 11
De lo observado y sin ser especialistas en psicología podemos decir que nuestra experiencia de campo arrojo desde un primer momento la siguiente afirmación.: Enfermedad, más dolor, más internación, es un combo estresor determinante para la experiencia vivencial del niño hospitalizado, que de manera inevitable desarrolla un estado de estrés que repercute en sus emociones y en su conducta durante el proceso de la enfermedad e internación. Reforzamos nuevamente la idea de que todos los niños presentaron las características emocionales que mencionaremos más adelante pero hacemos la salvedad que en grados distintos de acuerdo al nivel del dolor que provocaba la patología cursante. Para poder realizar la toma de datos necesaria para nuestra investigación procedimos de la siguiente manera, en primer lugar observamos al niño durante dos días y anotamos sus características emocionales y conductuales, luego de este plazo incorporamos al cuidado de enfermería el juego, utilizando marionetas y juguetes a pilas específicamente un gorila que canta y baila y, el sapo Pepe que canta, baila y juega a la pelota. Una vez incorporado el juego en el cuidado de enfermería procedimos a registrar los cambios en las emociones y conducta de los niños. Características del niño internado antes de incorporar el juego en el cuidado de enfermería: Características emocionales: Características conductuales: Miedo Llanto Depresión Mutismo Tristeza Estado defensivo frente al personal Enojo Rechazo absoluto al personal Indiferencia Rechazo al tratamiento Angustia Ansiedad 12
Características del niño internado después de la incorporación del juego al cuidado de enfermería: Características emocionales: Características conductuales: Confianza Colaboración con el personal Alegría Aceptación del tratamiento Tranquilidad Diálogo con el personal Extroversión Reclaman el momento del juego Durante esta experiencia pudimos comprobar que todos los niños relevados cuantitativamente y observados cualitativamente presentaron después de la incorporación del juego al cuidado de enfermería, una disminución importante del estrés provocado por la internación, esta disminución de su estrés quedo materializada en el cambio en sus características emocionales, traducidas luego en sus características conductuales. Los pequeños pacientes pasaron del miedo a la confianza, de la ansiedad a la tranquilidad, de la tristeza y depresión a la alegría, del mutismo a la extroversión. Nos sorprendió gratamente la rapidez con que los niños pueden sortear la desconfianza y la actitud defensiva y establecer vínculos de confianza con aquel que le brinda la posibilidad de jugar y en la medida de lo posible y de acuerdo con la circunstancia que están atravesando, divertirse. Además es importante destacar el cambio de actitud de los padres y la colaboración de los mismos con el personal a partir de que estos brindan a los niños la posibilidad de volver a reír. Al establecerse un vínculo de confianza, que es posibilitado por el juego introducido en el cuidado de enfermería, se agiliza cualquier procedimiento técnico que deba realizar el personal debido a que el niño ya no ofrece resistencia porque confía en el enfermero/a. 13
Conclusión En base a lectura realizada de los datos obtenidos, creemos haber demostrado lo que sostenía nuestra hipótesis de trabajo que “El juego es un medio viable dentro de los cuidados de enfermería para disminuir el estrés del niño internado.” Realmente pudimos observar en nuestra experiencia de campo que hubo un cambio real en la actitud de los niños a partir de la introducción del juego, ni uno solo de los 51 permaneció en su miedo, su depresión, su ansiedad y su mutismo. Esta transformación en sus emociones se tradujo inmediatamente en un cambio de conducta frente a la internación y al personal de enfermería, ya que se establecieron vínculos de confianza entre el personal y los niños, reforzados por la actitud de los padres, que también disminuyeron según nuestro entender su nivel de estrés. En cuanto a la significación de la introducción del juego a los cuidados de enfermería cabe aclarar que esto no implica un mayor esfuerzo en sus tareas ya que los medios utilizados fueron juguetes a pilas y marionetas. Cuya utilización no demanda una inversión de tiempo que interfiera con sus tareas de rutina, además podemos asegurar que por el contrario los vínculos de confianza creados a partir del juego posibilita la aceleración de cualquier procedimiento, que antes del mismo demandaba sortear la posición defensiva del niño y a veces de los mismos padres. Esperamos sinceramente haber contribuido desde nuestro humilde lugar a lograr brindar como profesionales de la salud, una óptima atención a los pacientes pediátricos, haciendo más llevadera la situación de internación que deben atravesar. 14
Bibliografía * Alija, A. “Estrés infantil: la ética del discurso como factor protector” en www.psicopedagogía.com/artículos/?artículo=196 *Wong Dona, L. “ Enfermería Pediátrica” Edi. Mosby/ Doyma Libros. Madrid. España. 1995. *definición.de/juego/ *www.centroadleriano.org/publicaciones/montevideo.pdf. *Molina Garicano, J. y otros. “Tratamientos de dolor en Pediatría Hospitalaria” en www,euskomedia.org/PDFA Anlt/osasunaz/os/65031043.pdf. *www.acped.es/sites/default/files/anales/49-6-8,pdf. *Scielo.isciii-es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=51132_12962004000100009 *“Actitud ante el dolor en la edad pediátrica” en www.sepead.org/imagenes/secciones/image/_user_/dolor_valoración.pdf. *www.dem.fmed.edu.uy/materno/Disciplinas.Asociadas/PACIENTES PEDIÁTRICOS HOSPITALIZADOS.pdf. 15
ANEXO 16
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