El tiempo interminable: breve acercamiento al problema de la temporalidad social

Página creada Isabela Doyhamboure
 
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El tiempo interminable: breve
                          acercamiento al problema de la
                                     temporalidad social
                                                                                       Guadalupe Valencia Garcia 1

Investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).

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Revista de Geografía Agrícola

El tiempo ha sido un tema presente en el devenir                       inmensa bibliografía, son tan abundantes que lo-
                                                                       gran producir un entusiasmo intelectual no ajeno al
de la humanidad. El pensamiento arcaico, el mito,
                                                                       terror por lo inabarcable. Muchos autores, desde
la tragedia, la filosofía y hoy las ciencias físicas se
                                                                       diversas perspectivas, han abordado el tema; algu-
constituyen, se refundan y se bifurcan de acuerdo
                                                                       nos de ellos merecerían un tratamiento particular
con concepciones diversas y cada vez más com-
                                                                       extenso y profundo. No es mi intención, sin embar-
plejas del tiempo.2
                                                                       go, dar cuenta de los variados y ricos "discursos
      En la actualidad, además de la reflexión filo-
                                                                       sobre el tiempo", sino tan solo plantear algunas
sófica y de la que proviene de las ciencias de la
                                                                       ideas que, provenientes de dichos discursos, per-
materia, las ciencias sociales -la antropología,
                                                                       mitan complejizar el tratamiento del tiempo en la
la sociología y, sobre todo, la historia- han inten-
                                                                       investigación social. Esto es, rescatar algunas con-
tado reflexionar y teorizar sobre su propio tiempo:
                                                                       cepciones del tiempo que pueden enriquecer -al
el tiempo social.                                                      complejizarlas- nuestras formas de abordar las
                                                                       realidades sociales. Realidades que no son, final-
      Sin embargo, con excepción de ciertas co-
                                                                       mente, sino tiempo.
rrientes de la teoría histórica, -particularmente de
la escuela francesa de Los Annales, dichos intentos
no han conducido a una reflexión sistemática de las                    ¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS
formas particulares del tiempo humano cuando                           DEL TIEMPO?
éste es visto en y desde los procesos sociales en                                              "... /a eternidad es una imagen
los que la historia se muestra. En la sociología, el                                         hecha con sustancia de tiempo"
                                                                                    (Borges, J. Luis, Historia de la eternidad)
t~ma de la temporalidad a menudo está presente
en la reflexión epistemológica, y también en la                              Más allá de los discursos especializados des-
construcción de paradigmas generalizadores que                         de los cuales se aborda el tema, todos hablamos
pretenden teorizar acerca de lo social. Pero casi                      del tiempo. Cuando lo hacemos contribuimos a
nunca en la reconstrucción de los procesos socia-                      alimentar la ilusión de que el tiempo es algo -como
les que conforman nuestros objetos de estudio. El                      una montaña o un sendero- que existe en sí
divorcio entre la reflexión epistemológica y la prác-                  mismo. El tiempo se tiene o se pierde; el tiempo
tica de investigación de los sociólogos puede reco-                    se va, pasa, corre, vuela. El tiempo se mide y se
nocerse en la ausencia de problematización, en el                      determina y, una vez medido, se agota y se declara
plano metodológico, acerca de la especificidad de                      muerto. Nunca se detiene; mucho menos retroce-
las temporalidades propiamente sociales. Tempo-                        de. Es inatrapable, porque es intangible: no puede
ralidades que debieran ser abordadas con la misma                      verse o tocarse, no se puede sentir ni escuchar. El
exigencia de complejidad que se reconoce en el                         tiempo es, entonces, una ilusión. El hombre preten-
tiempo social; esto es, con toda su carga de histo-                    de atraparlo y asirlo; para ello inventa el cronómetro
ricidad --en su dimensión estructural y estructuran-                   y el reloj.
te- y de subjetividad --en su dimensión cotidiana,
en aquélla que remite a la historia viva del quehacer                        No hay historia sin tiempo; ni tampoco hay
 humano.                                                               vida. El tiempo es la sustancia de la vida. Todo está
                                                                       hecho de tiempo porque sin tiempo no existe nada;
                                                                       lo que no dura, no es. El carácter de dimensión
      Está fuera de mis posibilidades abordar, aquí,                   universal que asume el tiempo, dice Norbert Ellas,
los complejo"s y variados desarrollos epistemológi-                    "no es más que la expresión simbólica de la viven-
cos y teóricos sobre el tiempo y la temporalidad.                      cia de que todo cuanto existe se ubica en un
Los discursos sobre el tiempo, plasmados en una                        proceso incesante".3 Por eso el tiempo, dice este

2   Aunque coincidimos con las posturas que sostienen que espacio y tiempo son inseparables por conformar un complejo indivisible
    -el tiempo no existe sino en el espacio y éste no puede concebirse sino en el tiempo-, en este trabajo nos ocuparemos solamente
    de la dimensión temporal; en específico de la temporalidad en ciencias sociales.
3   Elías, Norbert. Sobre el tiempo, FCE, México. 1989, p. 25.

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El tiempo intenninable

autor, es una "síntesis simbólica de alto nivel.,,4                       plo, que el tiempo es siempre, simultáneamente,
                                                                          natural y social. La Historia y las historias no esca-
                                                                          pan a la finitud del hombre, ni a los ciclos de la
      Síntesis simbólica que posibilita el conoci-
                                                                          naturaleza; como tampoco el tiempo de la física es
miento. Sólo en su devenir son cognoscibles los
                                                                          ajeno a las formas de simbolización del tiempo que
fenómenos naturales y físicos y los hechos, acon-
                                                                          se construyen socialmente.
tecimientos y procesos de la historia social. En lo
más íntimo, los saberes especializados de la socie-                              Además, propiedades importantes de la ma-
dad comparten un hecho fundamental : sus objetos                          teria, como el azar y la imprevisibilidad, no escapan
de conocimiento están hechos de tiempo y sólo son                         tampoco a las temporalidades sociales. El azar
cognoscibles en tanto se expresan temporalmente.                          como componente fundamental de la realidad se
Por eso el tiempo une los saberes; pero también                           ha convertido en una característica esencial de la
los bifurca. Al tiempo objetivo de la naturaleza y                        temporalidad que, en el plano epistemológico, tiene
tiempo cronológico e irreversible se le ha opuesto                        innumerables consecuencias ontológicas y políti-
el tiempo subjetivo de las sociedades: tiempos                            cas. El concepto mismo de orden se ve trastornado
múltiples, innovadores, azarosos.                                         para dar lugar a realidades cuya turbulencia cons-
                                                                          tituye un factor estructurante. Lo no lineal, lo irre-
       El tiempo recurrente, el tiempo cíclico que                        versible, lo complejo, lo activo, lo singular y, en fin,
marca el inicio y el fin las formas de vida sobre el                      lo caótico, redefinen la idea del tiempo y la
planeta es el tiempo de la naturaleza. Pero también                       convierten en la idea de los múltiples tiempos:
lo es de los mitos y de los ritos que celebran y                          los tiempos lineales y tiempos circulares y
recuerdan los ciclos del tiempo. El tiempo de la                          también los tiempos tangenciales. En dichos
física, paradigma dominante en el discurso sobre                          tiempos, y para ellos, no hay centro ni caminos
el tiempo, ha variado mucho más que éste. El                              predeterminados. 6
tiempo sujeto a leyes universales irreversibles,
tiempo newtoniano ya descartado por la física, dio                              Valga, sin embargo, mantener la separación
paso al tiempo einsteniano de la relatividad , según                      y la distancia. Porque la problemática dE)l tiempo,
el cual cada suceso del universo tiene su propio                          vista desde la física actual, puede incorporar exi-
reloj incorporado. Después la ciencia del calor, la                       gencias importantes al análisis social; pero también
termodinámica, puso de manifiesto la dinámica del                         puede conducir a éste a la adopción de modelos
no equilibrio, al demostrar que "el azar y la irre-                       que ignoran el principal ingrediente de la tempora-
versibilidad pueden dar lugar al orden y a la orga-                       lidad social: la subjetividad que lo constituye?
nización".5

       Tiempo objetivo y tiempo subjetivo, tiempo                                Para todas las disciplinas del saber, pero aún
natural y tiempo social, aparecen como disyuntivas                        más para la historia, el tiempo es el "plasma mismo
facilitadoras en la tarea de pensar el tiempo. Pero                       en que se bañan los fenómenos ... el lugar de su
esconden mucho más de lo que revelan : por ejem-                          inteligibilidad".8 Varios autores coinciden en ello:

4   Ibid, p. 26.
5   lIya Prigogine, considerado como el redescubridor del tiempo consigue dar el salto de la termodinámica del equilibrio a la del
    no-equilibrio. Dicho autor muestra que lejos del equilibrio la materia adquiere nuevas propiedades: el universo evoluciona
    irreversiblemente y evoluciona en el sentido de un aumento de la complejidad. Intenta superar, aSí, la idea dicotómica del
    tiempo-ilusión einsteniano al que se oponía el tiempo-degradación propio de la entropía. Ahora debemos pensar más en el tiempo
    como el que conduce al hombre, antes que un hombre creador de tiempo. Cfr. Sáez, Javier, "Caos y tiempo". En: Archipiélago.
    Cuadernos de crítica de la cultura, núm. 13. Archipiélago, Barcelona, 1993.
6   Cfr. Ibáñez, Jesús, "EI centro del caos", En : Archipiélago, Op. cit. p.25.
7   Tal es el caso de los llamados análisis sistémicos en sociología. En éstos, propiedades de los "sistemas complejos". tales como
    la entropía y la autopoiesis, se incorporan a la teoría social y dan lugar a edificios teóricos de gran complejid~d que, sin embargo,
    han expulsado al hombre , a los sujetos sociales, como artifices de su propia historia y de su propio tiempo. Este es el caso de la
    impresionante obra de Niklas Luhmann . Cfr. Gómez, Luis, "Luhmann o el sistema (im) posible. Cinco objeciones. En: Sociológica,
    año 7, núm. 20, septiembre-diciembre de 1992, pp.109-123.
8   Bloch, Marc, Introducción a la historia, FCE, México, 1987, p. 26 .

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Revista de Geografía Agrícola

la historia no está hecha sino de la vida misma, de
                                                                               ... se sitúa en niveles diferentes ..... Son
los hombres vivos que trabajan y hablan, como dice
                                                                               diez, cien niveles los que deberían invo-
Foucault; 9 de los hombres concretos que· actúan y
                                                                               carse, diez, cien duraciones diversas. En
sufren, de sus instituciones y organizaciones, como
                  10                                                           lo superficial, una historia de los aconte-
señala Kosellek.
                                                                               cimientos se inscribe en el tiempo corto:
      Por eso la subjetividad es el principal ingre-                           se trata de una microhistoria. A mitad de
diente del tiempo social. Más aún, todo tiempo                                 la pendiente, una historia coyuntural que
social no pertenece sino a las formas en las que                               sigue un ritmo más largo y más lento . ....
los hombres han construido sus propias historias.                              Más allá ... la coyuntura, la historia estruc-
y dichas formas fueron y son, sobre todo, subjeti-                             tural, o de larga duración, se ocupa de
vidades sociales que se expresaron y expresan en                               siglos enteros; está en el limite de lo
los horizontes que los hombres se han impuesto                                 movedizo y de lo inmóvil, y por sus valo-
alcanzar.                                                                      res largo tiempo fijos, toma el aspecto de
                                                                               una invariante frente a otras historias,
      De ahí que no haya un sólo tiempo, como                                  más vivas en su transcurrir y su cumpli-
tampoco hay una historia sino, como dice Braudel,                              miento, y que además, gravitan en torno
                                                                               de ella. 12
"un tiempo social susceptible de mil velocidades,
de mil lentitudes"; y no una historia unilateral sino
                                                                              Tantos ríos como historias, tantos como du-
"muchas historias que se entrecruzan" .11
                                                                        raciones puedan reconocerse en el devenir huma-
                                                                        no. En el gran río de la historia estructural abrevan
                                                                        los miles de riachuelos del tiempo corto. En efecto,
EL TIEMPO SOCIAL: ¿Río DE LA HISTORIA O
                                                                        es la larga historia la que contribuye a ordenar las
MAR DE LA SUBJETIVIDAD SOCIAL?
                                                                        múltiples temporalidades puesto que " ... todos los
                        Nocturno el río de las horas fluye
                    desde su manantial que es el mañana
                                                                        niveles, todos los miles de niveles, todas las miles
                          eterno ... (Miguel de Unamuno).               de fragmentaciones del tiempo de la historia, se
                                                                        comprenden a partir de esta profundidad, de esta
      El río de la historia: el tiempo es el agua, la                   semiinmovilidad; todo gravita en torno a ella".13
historia el cauce. Así lo podemos pensar. La metá-
fora es conocida; puede decirse que es una metá-
fora "afortunada". Pero no deja de ser problemática.                          ¿De qué está hecho el tiempo social, podría-
Aunque cambie por momentos su orientación el                            mos preguntarnos, para exigir la consideración de
agua del río corre por un cauce que no permite sino                     tantos y tantos ritmos, duraciones y cadencias? La
un camino: el que ya conoce el agua en su incesan-                      historia es fruto de los acontecimientos, de los
te devenir. Cuando el agua rebasa el cauce, el río                      hechos históricos, dirían algunos. Pero si fueran
ya no es tal; puede formarse uno nuevo o varios                         sólo hechos cabría hablar de una historia unilateral;
riachuelos pero el gran río de la historia ya no es el                  de un devenir construido con todos los hechos que
mismo, y la historia tampoco.                                           se suman a la dirección del gran río del devenir
                                                                        humano. El cambio, la transmutación, las sorpresa,
       No una sino varias historias, dirá Braudel, no                   la novedad, que conducen al reconocimiento de los
uno sino varios ríos, podríamos agregar. La histo-                      variados devenires humanos no son resultado de
ria, dice este autor:                                                   los hechos, sino de las acciones que no pueden,

9    Foucault, Michel, Las palabras y las cosas, S. XXI, 24a . ed . México, 1996, p. 358.
10   Kosellek, Reinhart, Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos, Paidós, Barcelona, 1993, p, 37.
11   Braudel, Fernand, La historia y las ciencias sociales, Alianza Editorial, México, 1989, p. 29.
12   Braudel, Fernand, Escritos sobre historia, FCE, México. 1991 , p. 98 .
13   Ibid. p. 74.

                                                                  386
El tiempo interminable

                                            14
como los hechos, sumarse ni equipararse. Accio-                         La realidad social es sólo tiempo
nes que remiten, más bien, al tiempo de la concien-
                                                                             En su célebre cuento El jardín de los senderos
cia, de la subjetividad social que logra transgredir
                                                                        que se bifurcan, Jorge Luis Borges señala que
los límites de su propio tiempo para dotarlo de
                                                                        dicha obra, atribuida al chino Ts'ui Pén, es una
novedad y transformarlo.
                                                                        enorme adivinanza, o parábola, cuyo tema es el
       ¿No valdría la pena, nos preguntamos, inten-                     tiempo y que dicha palabra -concepto, noción,
tar una nueva metáfora para referirse al tiempo                         categoría- no aparece nunca en el texto.
social? La atmósfera y el mar, comparten con el río
                                                                              La mención del tema central del libro de Ts'ui
el hecho de ser objetos en ellos que el permanente
                                                                        Pén puede evitarse, justamente, porque el tiempo
fluir -del viento o del agua- asemejan al tiempo.
                                                                        no tiene contenido. Sólo lo adquiere en el incesante
Pero, a diferencia del río, el mar y el viento corren
                                                                        devenir de una "serie de tiempos ... red creciente y
en diversas direccionalidades simultáneas: algu-
                                                                        vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes,
nas dominantes, otras de débil presencia. Turbu-
                                                                        paralelos ... que se aproximan, (que) se bifurcan ...
lencias circulares, corrientes que se desplazan
                                                                        perpetuamente hacia innumerables futuros".16
paralelas o se entrecruzan, huracanes y tormentas,
devienen sobre la permanente y apacible presencia                             Pero no es que el tiempo carezca de conteni-
del aire o del agua.                                                    do en el sentido kantiano -que ve al tiempo como
                                                                        categoría apriorística del pensamiento-, sino en el
       Bien podría pensarse así la temporalidad so-
                                                                        sentido en el que apunta Herder cuando señala que
cial. Como un mar inabarcable, el de la subjetividad
                                                                        "cada objeto cambiante tiene la medida de su tiem-
ajena a la cronología, sobre el cual pueden recono-
                                                                        po en sí mismo .... en el universo existen en un
cerse las historias pasadas y los futuros posibles.
                                                                        momento, muchos e innumerables tiempos,,17 Los
Ámbito sin direccionalidad, a no ser el recurrente
                                                                        instantes no existen, como lo quiere Kant, como
acudir del agua hacia sus orillas, hacia sus propios
                                                                        condición absoluta de la existencia de los sucesos.
límites naturales, la magnitud del mar bien puede
                                                                        Más bien, a la manera de Einstein, los instantes
ilustrarnos la de la propia historia. En último térmi-
                                                                        -los tiempos- se dan como sucesos; de hecho,
no, si pensamos la historia como constelación de
                                                                        cada suceso produce su instante y es, por tanto, la
múltiples ritmos, como "conjunto polirrítmico",15 el
                                                                        condición de existencia misma de cada instante y
tiempo social se asemeja más a la infinitud del mar
                                                                        de todos los instantes: del tiempo.18
que a las cronológicas veredas del agua.

HACIA UNA RECUPERACiÓN DE LA TEMPO-                                            La asunción plena del tiempo, entonces, per-
RALIDAD COMPLEJA EN EL PLANO METO-                                      mite olvidar al tiempo. El tiempo deja de ser una
DOLÓGICO: ALGUNAS IDEAS INICIALES                                       condición, un ingrediente, una escala que se asocia
                                                                        a lo real. El tiempo es lo real, no hay otro tiempo
     El presente se haya, por doquier, preñado de futuro.
                                             Karl Marx.                 que no sea ése, el que se expresa como realidad

      Algunas ideas, afirmaciones, que sustenta-
                                                                        mutable, novedosa, duradera, azarosa            °
                                                                                                                       nece-
                                                                        saria.
mos apenas, sin extraer de ellas todas sus conse-
cuencias en el plano metodológico, pretenden                                  Más que tiempo, dice Hugo Zemelman, la
abrir la discusión, antes que concluirla. Estas son:                    temporalidad social es ritmo que no remite a nada
                                                                        exterior a la materia. El tiempo en sí mismo, señala,

14 Cfr. Vera, Ramón, "La acera es un libro de historia", En: Ojarasca, octubre de 1993, núm. 25, pp. 45-50.
15 Así la concibió ~~nst Bloch: la historia como "conjunto polirrítmico", Cfr. Gimbernat José A Ernst Bloch' utopfa yesp
   Cátedra, Colecclon Teorema, Madrid, 1983, p. 15.                                     ,.,.                             eranza,

16 Borges, Jorge Luís, "El jardín de los senderos que se bifurcan", En: Ficciones Alianza-Emecé México 9a re'lmp 1996
   114-115.                                                                      '             " . . , pp.
17    Herder, Johann Gottfried, citado por Kosellek, Reinhart, Op.cit, p.14.
18    Cfr. Navarro, Pablo, El holograma social. Una ontología de la socialidad humana, S. XXI, Madrid, 1994.

                                                                  387
Revista de Geografía Agrícola

constituye lo que es la materia. Los ritmos de                             rico" de los acontecimientos en los que se muestra
transformación no son otra cosa que los fenómenos                          la vida misma.
         19
mismos.                                                                    El tiempo social como tiempo abierto: futuro              y
      La materia social -el fenómeno o aconteci-                           diversidad
miento del presente- sólo es tiempo. Y viceversa,                                Una noción de gran nivel de abstracción, la
el tiempo social sólo es experiencia social e histó-                       apertura, permite pensar en el tiempo indetermina-
rica. S610 las estructuras temporales, aquellas in-                        do, y por ello abierto. Abierto hacia la novedad y la
manentes a las conexiones entre los aconteci-                              diversidad. Hacia el futuro diferente e inédito.
mientos, dice Kosellek, "pueden articular el espacio
de experiencia hist6rico de forma inmanente al                                   Son éstas, apertura, futuro y diversidad, no-
objeto, como un ámbito propio de investigación".20                         ciones que permiten caracterizar al tiempo, a la vez
                                                                           que se plantean como exigencias para pensarlo.
       En tal sentido, puede considerarse redundan-                        Las tres aluden a un problema que siempre ha
te e innecesario hablar de tiempo cuando lo que se                         estado presente en el pensamiento del hombre: el
analiza no es sino tiempo. Sería como pedirle al                           de su propia finitud que le ha llevado, constante-
biólogo que declarase reiterativamente que su ob-                          mente, a la búsqueda de la trascendencia de sus
jeto de estudio, sea cuál sea, no es otro que la vida.                     propios límites. No es otra, si se ve bien, la cate-
                                                                           goría del infinito, aquello que Aristóteles denomina-
     Aunque el tiempo parametral y cronológico                             ba "10 ilimitado" y que definió de la siguiente
es, de alguna manera, un tiempo inevitable, la                             manera:
temporalidad social no debe reducirse a él.
                                                                                  .. . no es aquello fuera de lo cual no
      La reducción del esquema temporal ca-                                       hay nada, sino aquello fuera de lo cual
      racterístico de los fenómenos de tipo in-                                   hay siempre algo. As! pues, en ningún
      tencional al concepto unidimensional                                        caso cabe considerar a lo ilimitado como
      newtoniano de tiempo, no puede hacerse                                      un todo completo: lo completo tiene fin, y
      sin pagar un alto precio. El precio, dice                                   el fin es un elemento que limita, en tanto
      Pablo Navarro, es el de aplastar una es-                                    que el infinito indica justamente, por su
      tructrura demasiado rica para ser embu-                                     significado in tr!n seco, la ausencia de
      tida en un recinto tan angosto.21                                           cualquier límite.22

      La riqueza de la estructura a la que se refiere                            El cambio y la transformaci6n que dan lugar
Navarro no es otra, que aquella que proviene de la                         a la Historia -ya las historias- existen justamente
multiplicidad de prácticas -y de sentidos- que                             porque el mundo, en su devenir, está siempre
socialmente construyen los sujetos que piensan,                            inconcluso. El devenir resulta , dice Zellini, en todo
actúan , resisten, luchan, y viven en función de                           instante, una síntesis entre el límite y lo ilimitado.
múltiples futuros posibles.
                                                                                  ... el limite es lo que hace existir concre-
     De ahí la exigencia del pensamiento por no                                   tamente a cada objeto, confiriéndole en
reducir la historia a los parámetros en los que                                   cada instante una forma e individualidad
parece mostrarse y acudir, más bien, a lo que                                     propias; y asimismo lo que determina el
Braudel ha llamado la "frágil, la estremecida histo-                              orden lógico de los acontecimientos al

19   Zemelman , Hugo, "EI futuro como ciencia y utopía", ponencia presentada en el Seminario Las ciencias y las humanidades en los
     umbrales del siglo XX, 13 al 19 de enero de 1997. Seminario permanente sobre el mundo actual, CEIICH - UNAM.
20   Kosellek, Reinhart, Op.cit. pp. 128-129.
21   De hecho, dice Pablo Navarro, la topología atribuida clásicamente al tiempo está lejos de ser "lógicamente necesaria". En realidad
     la pervivencia de la intuición newtoniana del tiempo obedece al hecho de "haber encontrado en el momento oportuno los
     instrumentos de representación y de trabajo adecuados; las coordenadas cartesianas -mediante las que la dimensión temporal
     puede conjugarse con las dimensiones espaciales- y el análisis matemático", Cfr. Navarro , Pablo, Op.cit. pp. 352 Y ss.
22   Zellini, Paolo, Breve historia del infinito, Siruela, Madrid, 1980. p. 13.

                                                                     388
El tiempo intenninable

      sustraerlos, en lo posible, a la pura ca-                  dice Philippe Ariés, "se caracteriza por lo que la
      sualidad. Por lo demás, no existirían his-                 diversifica en el tiempo y en el espacio".26
      torias ni evolución de tipo alguno si no
      existiese, junto al límite, un principio de                      Si el tiempo expresa a lo inacabado y a lo
      índole opuesta que obstaculiza la tenden-                  inacabable, como dice Zemelman, la apertura bien
      cia de todos los objetos a permanecer                      puede concebirse como la decisión intelectual de
      rígidamente radicados en los contornos                     tender, con el pensamiento, hacia la indetermina-
      de su existencia. .... El devenir parece                   ción de lo real. Lo indeterminado es expresión de
      constituir la característica esfera de ac-                 la necesidad de acabamiento o completud de lo
      ción del principio del infinito ... 23                     determinado con base en sus propias potencialida-
                                                                 des. 27 De ahí, entonces, que la idea del presente
       La historia, así, es siempre nueva y siempre              propia de las ciencias sociales no sea sino la del
diversa: necesidad y azar, historia estructural y              . presente-futuro, o bien , del presente que, en sus
acontecimiento. Lo imprevisible, lo azaroso, sin                 propias determinaciones, contiene múltiples histo-
embargo, lo es siempre con respecto a lo estructu-               rias posibles.
ral, a la historia de "larga duració". Con respecto a
un conjunto de datos, dice Kosellek, un aconteci-                       La incorporación de la idea del futuro -de lo
miento puede aparecer como azaroso, con respec-                  aún no devenido-, junto con la noción central de
to a otro conjunto como forzoso.                                 la esperanza como pulsión fundamental del hom-
                                                                 bre plantean, desde Bloch, la exigencia de abrir el
      El azar, una "categoría pura del presente", no             conocimiento hacia lo no acaecido. La función utó-'
puede deducirse desde el horizonte de esperanza                  pica del pensamiento es, así, una "función trascen-
para el futuro; tampoco se puede experimentar                    dente sin trascendencia". Dicha función, en tanto
como resultado del pasado: si lo fuera ya no sería               "inteligida del afecto de la espera, del presentimien-
azar. En el fondo, el azar no indica sino "una                   to de la esperanza, se halla en alianza con todas
consistencia deficitaria de los datos y una incon-               las auroras en el mundo".28
mensurabilidad de sus consecuencias"". Y precisa-
mente ahí, en dicha tensión, dice Kosellek, "puede                     La historia como sistema abierto, no anticipa
estar contenido lo específicamente histórico".24                 lo que acontecerá, antes bien, deposita en los
                                                                 sujetos la capacidad de anticipar el futuro. La es-
      Toda coyuntura histórica, y esto constituye                peranza es un acto afectivo pero también un acto
una característica estructural de toda historia,"con-            orientador de carácter cognitivo.
tiene más y a la vez menos de lo que se había
establecido en datos previos. En eso está estable-                     Toda obra es inacabada, se queda corta
cida su sorprendente unicidad, su variabilidad y su                    ante lo proyectado y también ante lo que
transformabilidad".25                                                  su realización ha hecho aparecer, en su
                                                                       misma belleza, de incompleto .... Siem-
      Lo específicamente histórico, entonces, s610                     pre hay un plus ultra no alcanzado ....En
existe en la relación entre la Historia (Historie) y las               lo truncado, caduco, hay un superávit que
historias. Porque incluso el plano de mayor regula-                    debe ser rescatado de la caducidad. Así
ridad y constancia, el de cualquier estructura social,                 la filosofía de la esperanza, de lo todavía

23   Ibid. pp.   14-15.
24   Kosellek, Reinhart, Op.cit. pp. 155-156.
25   Ibid. p. 284.
26 Ariés, Philippe, El tiempo de la historia, Paidós Studio, Buenos Aires , 1988, p. 257.
27 Un amplio desarrollo de esta idea , y de sus consecuencias en el plano epistémico, pueden verse en : Zemelman, Hugo, Los
   horizontes de la razón, dos tomos, Anthropos, Barcelona, 1994.
28 Bloch, Ernst, El principio esperanza, dos tomos, Aguilar, Madrid, 1979, tomo 1. p. 135.

                                                           389
Revista de Geografía Agrícola

      no sabido, es una actitud con conciencia                         que sepa situarse en el límite que se abre a lo
      del pasado. 29                                                   incierto e inédito.

      Lo anterior es importante, si consideramos                              La epistemología, dice Zemelman:
que el mundo actual, heredero de la racionalidad
                                                                              ... encuentra su más profunda significa-
instrumental, del cogito cartesiano, es un territorio
                                                                              ción en el estímulo de la constitución de
plagado de espejismos: modelos de análisis de
                                                                              la conciencia histórica, pero enriquecida
gran sofisticación teórica se nos presentan como
                                                                              por la apropiación de la subjetividad del
enormes edificios del conocimiento, cuyas estruc-
                                                                              sujeto, en cuanto éste ha ido ampliando
turas parecen inamovibles. Espejismos comparti-
                                                                              sus horizontes de apropiación.
dos por el pensamiento social, caracterizado hoy,
dice Zemelman, por la inercia y el anquilosamiento                           Ampliación sustentada históricamente en la
de una intelectualidad derrotista y cansada, "capaz                    creciente incorporación de "planos cada vez más
de impulsar refinados trabajos exegéticos", pero                       amplios y ricos en nuevas esperanzas", pero tam-
desnuda de toda idea de futuro. 30                                     bién en la idea de la necesidad del hombre por
                                                                       ampliar sus horizontes. Necesidad que se transmu-
      Como respuesta ante el desolador panorama
                                                                       ta, epistemológicamente, en el desafío de recono-
del pensamiento, este autor ofrece una "ofensiva
                                                                       cer a la realidad que es siempre incompleta e
epistemológica" que bien puede sintetizarse en un                      inacabada. 31
postulado: "recuperar la conciencia histórica en el
plano del conocimiento; transformar el conocimien-                            Pero dicha ampliación no sucede de manera
to en conciencia".                                                     natural. Todo lo contrario. Se verifica apenas en la
                                                                       lucha por lograr que el ensanchamiento de la sub-
       Dos dimensiones del conocimiento pueden
                                                                       jetividad se exprese en formas de vida no limitadas
apreciarse en la ofensiva de la que hablamos: la                       a la lógica de la reproducción material. Y esto
dimensión antropológica y la dimensión utópica;                        último es arduo en un mundo dominado por una
las dos aluden al individuo-sujeto y a sus posibili-                   racionalidad centrada en el trabajo como ámbito de
dades de autorrealización; las dos se fundan en la                     relación social privilegiado. 32
idea de que la historia no ha llegado a su fin; aunque
tampoco está por comenzar. Simplemente la histo-                       El tiempo social no existe sino en los sujetos
ria sigue construyéndose; porque el tiempo es alia-                    que lo constituyen
do del hombre en la construcción de nuevas formas                             Algunas de las nociones que dan sustento, en
de vida.                                                               .el plano epistemológico, a las exigencias arriba
                                                                        mencionadas pueden ser las de indeterminación,
       En Zemelman, la utopía no es sólo y no es                       azar, necesidad y posibilidad. Pero en el ámbito del
tanto la prefiguración del futuro; es, también y sobre                 tiempo social la noción indispensable, crucial, es la
todo, el recurso de un pensamiento que pretende                        del sujeto o, mejor, los sujetos. Sólo éstos, consti-
la ampliación de los horizontes de sentido de los                      tuidos y constituyentes a la vez, históricos y crea-
hombres, mediante la creciente incorporación y                         dores de historicidad puede dar sustento a la
conquista de realidades potenciales. Realidades                        temporalidad social.
contenidas como posibilidad en el presente, presas
de la inercia de lo conocido y certero; pero suscep-                         No es otro, el sentido de la afirmación de que
tibles de construirse en función de un pensamiento                     la realidad social sólo puede apreciarse en la ten-

29   Gimbernat, José. Op.cit. p. 95.
30   Zemelman, Hugo, Problemas antropológicos y utópicos del conocimiento, Colegio de México, 1996, p. 48.
31   Zemelman, Hugo.Op. cit.
32   Como dice Blanca Solares, ··Ia historia es el dominio del hombre sobre la naturaleza y el dominio ha sido hasta ahora el sentido
     de toda la existencia humana. No ha habido, en toda la historia, una sola cultura que haya podido escapar al poder de su inercia
     ni de su seducción", Cfr. Solares, Blanca, Tu cabello de oro Margarete ... Fragmentos sobre odio, resistencia y modernidad, Miguel
     Angel Porrúa-UIC, México, 1995, p. 40.

                                                                 390
El tiempo interminable

sión entre lo necesario y lo azaroso, entre lo estruc-                  los hombres son hijos de su tiempo, tanto como el
tural y lo coyuntural. La realidad del presente es                      tiempo es fruto de ellos. No hay sujetos donde no
imprevisible en su mutabilidad por estar siendo                         hay un tiempo que apropiarse y un futuro que
"constantemente moldeada por prácticas construc-                        construir; como no hay tiempos diversos, tampoco,
toras de sentidos".33                                                   en ausencia de sujetos que los doten de concre-
                                                                        ción , de historicidad.
      La historia como sistema abierto, no anticipa
lo que acontecerá; antes bien, deposita en los                                 De esta manera, en la investigación social la
sujetos la capacidad de anticipar el futuro. La es-                     temporalidad es, y no puede dejar de serlo, un
peranza es un acto afectivo pero también un acto                        parámetro de ubicación del objeto concreto. Pero
orientador de carácter cognitivo.                                       no puede reducirse sólo a eso. Si la utopía se
                                                                        expresa en la necesidad de futuro; el recorte del
      Lo anterior porque, como diceSzilasi, "las
                                                                        objeto deberá tender también, a expresar dicha
constelaciones futuras de la humanidad no son
                                                                        necesidad. Como objeto abierto, deberá cons-
previsibles por método alguno". Pero ello no obe-
                                                                        truirse a partir de las múltiples temporalidades que
dece, añade, a que lo venidero sea inesperable,
                                                                        el fenómeno contiene; las del pasado y las del
sino a que son la consecuencia lógica de constela-
                                                                        porvenir.
ciones actuales que se desenvuelven dentro de un
gran ámbito de posibilidades.                                            La postura frente al tiempo como problema
                                                                         epistemológico
       Podemos decir entonces que lo incalcu-
                                                                              La recuperación del tiempo en las ciencias
       lable es lo lógicamente fortuito de la his-
                                                                        sociales implica, también, la recuperación y crítica
       toria fáctica porque está entretejido con
                                                                        de las epistemologías en que cada concepto del
       lo fortuito del ámbito de posibilidades; en
                                                                        tiempo se funda . Entendemos aquí por epistemo-
       cambio, lo necesario en el sentido de la
                                                                        logía a la relación primaria --':aunque reflexiva-,
       historia real es lo siempre inesperable.34
                                                                        entre sujeto y objeto, entre observador y realidad.
      La historia lineal, el progreso irreversible de
                                                                               Hablando de tiempo, la ··epistemología de la
una direccionalidad determinada se torna incapaz
                                                                        distancia·· puede ser tan perversa como la ··episte-
de dar cuenta de un presente que, como diría Marx,
                                                                        mología de la fusión··. En la primera sujeto y objeto
se haya por doquier preñado de futuro. Pero no de
                                                                        aparecen como instancias ajenas y extrañas y el
un futuro en un sentido unilateral; sino de tantos
                                                                        tiempo no puede ser, entonces, sino un parámetro
futuros posibles como proyectos de cambio existan
                                                                        que se impone ya sea como la temporalidad que se
en la sociedad.
                                                                        supone propia del objeto; ya como aquélla que al
      La realidad social es sólo tiempo, se afirmó ya                   objeto quiere imponer el observador. 35 En la segun-
antes. Tiempo con sentido, cabría agregar. Los                          da, claramente influenciada por algunas ideas de
objetos sociales, sólo lo son en la medida en                           la física popularizadas en las ciencias sociales, por
que condensan sentidos: aquellos que les otorgan                        el contrario, el sujeto se funde en el objeto, en el
los sujetos que reproducen , recrean e inauguran                        mundo, en el cosmos, casi desapareciendo del acto
los tiempos sociales. Históricos e historizadores,                      de conocer.36 El tiempo entonces, como el sujeto,

33    Zemelman, Hugo. Hacia una dialéctica del pensar, documento inédito, p. 24.
34.   Szilazi, Wilhem, Fantasía y conocimiento, Ed. Amorrortu, Buenos Aires, 1989, pp. 21-22.
35    El concepto newtoniano del tiempo, que sobrevive en gran medida en la lógica cartesiana y en las disciplinas sociales, se ha
      convertido en un parámetro que se fija, sin mayor intento de problematización , como una dimensión ajena al objeto: es, tan solo
      una de las coordenadas en la que éste se sitúa. Navarro, Pablo, El holograma social. Una ontología de la socialidad humana,
      Siglo XXI , Madrid, 1994, Anexo *: Teoría general de redes de procesos y sistemas (redes de Petri).
36    Algunas posturas influenciadas por la teoría cuántica, el caos, y otros paradigmas epistemológicos de la física , propugnan por la
      indivisibilidad del mundo y del pensamiento, en aras de la unidad indivisible del cosmos. La realidad es sustituida por un modelo
      (de la complejidad, del holograma, etc.) que, si bien es cierto que trasciende a los modelos cartesianos no establece ningún tipo
      de jerarquías: ni entre niveles de lo real, ni entre la naturaleza diversa de los objetos de conocimiento. Ni, mucho menos, entre
      el que conoce y aquello que es conocido . Aún aceptando el hecho de la indivisible unidad del sujeto y el universo, debemos
      reconocer que ··un universo capaz de producir observadores es un universo escindido". Como dice Jesús Ibáñez, ··podemos

                                                                  391
Re.Jista de Geografía Agrícola

dejan de existir y pasan a formar parte de la lógica
                                                                              El tiempo natural y su orden -tal y como
oscura y desconocida del cosmos. 37
                                                                              ha sido experimentado- pertenece a las
      El saber de la sociedad, o mejor dicho, los                             condiciones de las épocas históricas,
saberes sociales que no pueden desde luego ser                                pero éstas no son absorbidas nunca por
cerrados con respecto a los otros, tampoco deben                              aquél. Las épocas históricas tienen un
confundir sus objeto con otros cuyo estatuto es                               orden temporal distinto de los ritmos tem-
ontológicamente diverso. Y esto es especialmente                              porales que presupone la naturaleza. 39
importante en el plano del tiempo. El espacio, como                           Discutir el problema del tiempo social implica,
el tiempo, se despliega de manera múltiple. Múlti-                      dice Zemelman, discutir las formas básicas de la
ples tiempos: el irreversible de las iniciaciones, el                   experiencia. Es ésta, tal vez, la mejor manera de
circular de las celebraciones, el del átomo, el de la                   atender la exigencia de recuperar el papel de los
célula el de la historia, deben diferenciarse. 38 De                    sujetos concretos en la construcción de la historia.
no hacerlo, corremos el riesgo de llegar al inmovi-                     ¿Cuántos tipos de experiencia, se pregunta, .pue-
lismo intelectual, o, peor aún, a asumir la incapaci-                   den distinguirse en concordancia con la idea del
dad del hombre por hacerse cargo de su propia                           tiempo-pasado y futuro- que está en el presen-
historia y, con esto, postular la derrota de la huma-                   te?40
nidad frente a la capacidad de generar su propio
destino.                                                                       La experiencia analizable debe ser siempre la
                                                                        expresión de sujetos. Si no hay sujetos no hay
                                                                        investigación social legítima ni útil. Por eso, el
      El tiempo social merece una epistemología
                                                                        tiempo no puede reducirse a un parámetro; debe
propia: una que atienda a los tiempos sociales a
                                                                        incluir tanto tiempo como el que la propia subjetivi-
partir del ingrediente común y esencial del que
                                                                        dad social de los sujetos exprese. Porque los suje-
están constituidos: la subjetividad, y la intersubjeti-
                                                                        tos sociales son portadores y ejecutores de historia.
vidad, el sentido, la significación. En una palabra,
                                                                        Su reconstrucción, exige la inclusión de tantas
la experiencia social que lleva a distinguir entre la
                                                                        temporalidades y tantos ritmos como lo exijan sus
"historia en sí" y la "historia para sí".
                                                                        proyectos y sus esperanzas colectivas.

      Finalmente, la complejidad del tiempo social                            De ahí que el pensamiento utópico o, mejor
no es menor que la de lo que se ha denominado                           dicho, el pensamiento que se genera desde la
como "tiempo natural". La duración y la variación,                      exigencia utópica no puede ser sino un pensamien-
la necesidad y el azar, se entrecruzan de maneras                       to abierto; inclusivo de las realidades potenciales
múltiples. Así, por ejemplo, lapsos de cursos inter-                    contenidas en el presente. Nuevas realidades que
subjetivos de la acción -como cuando se decide                          dejan de ser tales cuando pasan a formar parte del
una batalla y el "sol se paraliza" mientras esto                        horizonte del hombre contribuyendo a ampliarlo; o
ocurre, permanecen al margen del tiempo natural.                        bien, cuando impulsadas por los proyectos de su-

     quedarnos con esto, que el mundo es indudablemente sí mismo (esto es, indistinto de sí mismo), pero, en cualquier intento de
     verse a sí mismo como objeto, debe ... actuar de modo que se haga a sí mismo distinto de, y por lo tanto falso a, sí mismo"". Cfr.
     Ibáñez, Jesús, "El centro del caos", Op. Cit.
37   Fernández Christlieb, Pablo, "El conocimiento encantado", En: Archipiélago, Cuadernos de crítica de la cultura, núm. 13.
     Archipiélago, Barcelona, 1993.A
38   Ibáñez, Jesús, Del algoritmo al sujeto. Perspectivas de la investigación social, Siglo XXI, Madrid, 1985.
39   Kosellek, Reinhart, Op.cit. p. 130.
40   En términos formales, Kosellek distingue tres modalidades fundamentales de la experiencia, estas son: La de la irreversibilidad
     de acontecimientos: la asunción del antes y el después. La repetibilidad de los acontecimientos: porque se suponga su identidad ...
     porque se refieran al retorno de coyuntura ... porque se trate de una coordinación ornamentada o tipológica de los acontecimientos.
     La simulación de lo anacrónico: que clasifica los decursos históricos de acuerdo con su fraccionamiento temporal y contiene, así,
     distintas extensiones de tiempo incluyendo la de aquéllos todavía no realizados. De una combinación de estos tres criterios, añade
     el autor; se pueden deducir conceptualmente el progreso, la decadencia, la aceleración o el retardamiento, el aún -no y el no-
     más, el antes-de o el despues-de, el demasiado-pronto o el demasiado-tarde, la situación y la permanencia- y cuantas
     determinaciones diferenciales sea necesario añadir para poder hacer visibles los movimientos históricos concretos.

                                                                  392
El tiempo intenninable

jetos sociales con capacidad protagónica se con-
vierten en historia.

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