IDEAS, CONCEPTOS Y DIRECTRICES - Presidencia Cuba

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IDEAS, CONCEPTOS Y DIRECTRICES - Presidencia Cuba
IDEAS,
  CONCEPTOS
Y DIRECTRICES
IDEAS,
 CONCEPTOS
Y DIRECTRICES
ÍNDICE

ORIENTACIONES PARA EL TRABAJO DE LOS CUADROS Y LAS
ORGANIZACIONES DE BASE / 4

INTRODUCCIÓN / 5

DIRECTRICES CONTENIDAS EN EL INFORME CENTRAL
AL 8VO. CONGRESO DEL PARTIDO, EN EL DISCURSO
PRONUNCIADO POR EL PRIMER SECRETARIO DEL COMITÉ
CENTRAL DEL PARTIDO EN LA SESIÓN DE CLAUSURA Y LAS
DERIVADAS DEL TRABAJO DE LAS COMISIONES / 7

Continuidad / 7

Papel del Partido y la Unidad / 8

Política de Cuadros / 13

Actividad Ideológica / 18

Democracia Socialista / 24

Economía / 24

Bloqueo y Política Exterior / 31

Defensa de la Patria Socialista / 35
ORIENTACIONES PARA
EL TRABAJO DE LOS CUADROS
Y LAS ORGANIZACIONES DE BASE

Este folleto contiene un compendio de las ideas, conceptos y directrices
principales extraídas del Informe Central al 8vo. Congreso del Partido
Comunista de Cuba, presentado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz;
del discurso de Clausura pronunciado por el Primer Secretario del Comité
Central del Partido Comunista de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez, así
como de los documentos analizados y aprobados en las comisiones de
trabajo que funcionaron en dicho evento.

Todos los cuadros y las organizaciones de base del Partido y de la UJC reci-
birán un ejemplar. También los cuadros de las organizaciones de masas
y los cuadros principales del Gobierno. Estará disponible para militantes
y no militantes en el sitio web del Partido, de los medios de comunica-
ción masiva, organizaciones y organismos, así como se acompaña de
un código QR para facilitar su difusión y conocimiento. Además, estará al
alcance mediante una aplicación digital (APK) gratuita, junto a los demás
documentos del Congreso.

El propósito de este compendio es contribuir a la concreción en nuestro
trabajo político-ideológico de las directrices derivadas del 8vo. Congreso
del Partido, ajustadas al medio en que deberán aplicarse y a la responsa-
bilidad que desempeñan los cuadros en este proceso.

Como expresó el compañero Díaz-Canel en el discurso de clausura: “Este
Congreso con su amplio y crítico debate, defendiendo la visión integral de
continuidad, ha aportado ideas, conceptos y directrices que trazan la guía
para avanzar resistiendo”.
INTRODUCCIÓN

En el Informe Central y el Discurso de Clausura del 8vo Congreso del Partido
se expresa una evaluación de lo realizado desde el anterior evento par-
tidista, así como los conceptos y proyecciones que constituyen la base
para el trabajo de la Organización en esta nueva etapa.

En ambas intervenciones se fundamenta el contexto especialmente com-
plejo en que se desarrolla nuestra labor: el recrudecimiento del bloqueo ge-
nocida; la activación del título III de la Ley Helms-Burton, que nuestro pueblo
debe conocer bien; el incremento de la subversión político-ideológica por
parte del gobierno de los Estados Unidos; la existencia de gobiernos que
representan a las fuerzas proimperialistas y oligárquicas en países de
América Latina, conjugado con los efectos del agravamiento de las ten-
siones internacionales y la crisis económica mundial. A ello se añaden las
exigencias derivadas de la actualización del Modelo Económico Social
Cubano de Desarrollo Socialista y las transformaciones que tienen lugar
en la estructura socio-clasista de la sociedad.

El enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19 y la situación excepcio-
nal que la acompaña marca un momento crucial en la vida de la nación;
la estrategia diseñada para su enfrentamiento, unido a su conducción y eje-
cución y los resultados obtenidos, han mostrado ante el mundo la fortaleza
de la Revolución Cubana, los valores y unidad del pueblo, las cualidades
forjadas en el plano ético, organizativo, científico y muchos otros, que es-
tamos obligados a mantener y perfeccionar.

La economía cubana ha demostrado capacidad de resistencia, lo que
permitió preservar las conquistas sociales de la Revolución y no renunciar
a los objetivos de desarrollo.
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En esta etapa tuvieron lugar importantes procesos que mostraron la capaci-
dad del Partido y el Gobierno para conducirlos, el vínculo permanente con
el pueblo y su respaldo reiterado a la Revolución y el Socialismo. Entre
ellos destaca el proceso constituyente y el referendo del que emergió la
nueva Constitución de la República, que ha demandado la actualización
de buena parte de nuestras leyes y demás disposiciones jurídicas. En
consecuencia, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó el corres-
pondiente cronograma legislativo que se viene cumpliendo.

Ambos documentos, al reiterar los invariables principios que rigen la polí-
tica exterior de la Revolución Cubana, ratifican el compromiso de Cuba
con la unidad de América Latina y el Caribe como Zona de Paz; su solida-
ridad con la Venezuela de Chávez y Maduro, así como con la Nicaragua
sandinista; la lealtad en defensa de la soberanía y del derecho a la libre
determinación de los pueblos; y también nuestro apoyo a las causas jus-
tas, bajo la noción de que un mundo mejor es posible y que para lograrlo
se requiere el concurso de muchos y la movilización de los pueblos.

Los temas abordados, la discusión y análisis que sobre los mismos se
realizó en el 8vo. Congreso, permiten establecer las proyecciones del
Partido, que garantizan el fortalecimiento de su capacidad para impulsar la
estrategia definida en el enfrentamiento a la crisis mundial que nos afecta,
con el propósito de continuar resistiendo y avanzar en el desarrollo del
país y el nivel de vida del pueblo; sustentado en el ejemplo de cuadros y
militantes, la fortaleza ideológica y la consolidación de la unidad.
DIRECTRICES CONTENIDAS EN
EL INFORME CENTRAL AL 8VO.
CONGRESO DEL PARTIDO,
EN EL DISCURSO PRONUNCIADO
POR EL PRIMER SECRETARIO
DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO
EN LA SESIÓN DE CLAUSURA
Y LAS DERIVADAS DEL TRABAJO
DE LAS COMISIONES

CONTINUIDAD

•   El 8vo. Congreso del Partido marcará la conclusión del proceso de
    transferencia ordenada de las principales responsabilidades por
    la generación histórica a las nuevas generaciones.

•   Nuestra generación entiende la responsabilidad que asume al acep-
    tar este reto y declara ante la generación histórica su honra y orgullo
    por dar continuidad a la Revolución. Lo hacemos bajo el principio
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    inmortalizado por Maceo: “...Quien intente apropiarse de Cuba, reco-
    gerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”.

•   El compañero Raúl es el líder de la Revolución Cubana y será
    consultado sobre las decisiones estratégicas de mayor peso
    para el destino de la nación. El General de Ejército continuará
    presente porque es un referente para cualquier comunista y revo-
    lucionario cubano.

•   En una Revolución auténtica la victoria es el aprendizaje. No marcha-
    mos sobre una ruta probada. Estamos desafiados a innovar constan-
    temente, cambiando todo lo que deba ser cambiado, sin renunciar a
    nuestros más firmes principios. Sin apartarnos jamás del concepto
    Revolución que nos legó el líder invicto de esta proeza, pero libres de
    ataduras rígidas y conscientes de los posibles equívocos que entraña
    hacer camino al andar.

EL PAPEL DEL PARTIDO Y LA UNIDAD

•   El contenido del Artículo 5 de la Constitución, que consagra al
    Partido como fuerza política dirigente superior de la sociedad y
    el Estado, supone una enorme responsabilidad para todos los
    militantes, ya que la autoridad moral del Partido único, que garantiza
    y representa la unidad de la nación, emana precisamente de la ejem-
    plaridad en el cumplimiento del deber y de los postulados constitucio-
    nales, así como elevadas cualidades éticas, políticas e ideológicas,
    en estrecho vínculo con las masas.

•   La unidad de la inmensa mayoría de los cubanos en torno al Partido
    y la obra e ideales de la Revolución ha sido nuestra arma estratégi-
    ca fundamental. Por eso debe cuidarse con celo y jamás aceptar
    la división entre revolucionarios bajo falsos pretextos de mayor de-
    mocracia, pues ese sería el primer paso para destruir desde adentro
    la propia Revolución, el socialismo y, por consiguiente, la indepen-
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    dencia nacional y volver a caer bajo el dominio del imperialismo
    norteamericano.

•   La fuerza principal para lograr tal propósito es la unidad, todo lo que
    nos une: los sueños, las preocupaciones, pero también las angustias
    ante peligros comunes. Defenderemos esa unidad, sin discriminar,
    sin dar espacio a prejuicios, dogmas o encasillamientos que divi-
    den injustamente a las personas.

•   Un elemento indispensable para sostener esa unidad que se forja
    desde el Partido, es la ejemplaridad de la militancia, lo que exige de
    cada militante una actitud pública que, desde la capacidad, la entrega,
    los resultados, despierte admiración y respeto en un pueblo con agu-
    da percepción, capaz de reconocer a distancia el falso compromiso y
    la doble moral.

•   La continuidad generacional es parte fundamental de esa uni-
    dad. Es preciso hablar y compartir realizaciones con nuestros jóve-
    nes como las más importantes personas que son; distinguirlos como
    gestores de las transformaciones en marcha. En ellos está la fuerza,
    la disposición y decisión, la sinceridad para cualquier emprendimien-
    to o aporte revolucionario que la situación demande.

•   El Partido Comunista de Cuba continuará en el reconocimiento y
    defensa de nuestras esencias: la independencia, la soberanía, la
    democracia socialista, la paz, la eficiencia económica, la seguridad y
    las conquistas de justicia social: ¡el Socialismo! A ellas sumamos la
    lucha por una prosperidad que abarque desde la alimentación hasta
    la recreación, que incluya el desarrollo científico, una riqueza espiritual
    superior, el bienestar, y que empodere el diseño de lo funcional y lo bello.

•   Vale la pena defender el socialismo porque es la respuesta a la
    necesidad de un mundo más justo, equitativo, equilibrado e inclu-
    sivo; es la posibilidad real de diseñar con inteligencia y sensibilidad
    un espacio donde caben todos y no solo los que tienen los recursos.
    Apunta como ningún otro sistema a concretar el afán martiano de
    conquistar toda la justicia.

•   El desarrollo de la economía nacional, junto a la lucha por la paz y la
    firmeza ideológica, constituyen las principales misiones del Partido.
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•   Lo más revolucionario dentro de la Revolución es y debe ser
    siempre el Partido, así como el Partido debe ser la fuerza que
    revoluciona a la Revolución.

•   Promover en el funcionamiento del Partido la más amplia de-
    mocracia y un permanente intercambio sincero y profundo de opi-
    niones, no siempre coincidentes. Por el carácter de Partido único,
    tendrá que ser cada vez más democrático, más atractivo, más
    cercano al pueblo en su conjunto y no solo en su entorno in-
    mediato.

•   Profundizar en la aplicación del principio de la vinculación del Partido
    con las masas, estrechando el vínculo con los trabajadores y la po-
    blación. Garantizar, como establecen los reglamentos del Partido, la
    participación sistemática de los trabajadores en las reuniones
    ordinarias de los núcleos y en las comisiones de trabajo.

•   Asegurar la participación creciente de los ciudadanos en las decisio-
    nes fundamentales, estimular el debate popular, propiciar encuentros
    periódicos con estudiantes y con jóvenes de diferentes profesiones y
    oficios y dar nueva vitalidad a la movilización popular.

•   Continuar fortaleciendo la actuación de las estructuras del Partido,
    especialmente las organizaciones de base, en función del control,
    impulso y exigencia para el desarrollo económico y social del
    país, con la utilización del método y estilo de trabajo adecuado en
    su vínculo con las diferentes instituciones. Generar métodos de tra-
    bajo más atractivos, desde la rendición de cuentas del militante has-
    ta las dinámicas cotidianas del trabajo político en los municipios y
    las provincias.

•   Fortalecer la vida interna del Partido para tener más vida exter-
    na. Fomentar debates honestos y aportadores sobre temas de prio-
    ridad a lo interno de nuestros núcleos. El espacio de la organización
    de base y del resto de las estructuras partidistas, a lo interno y en
    su relación con las estructuras del Estado, Gobierno, organizacio-
    nes de masa y la sociedad civil, debe ser convocante, facilitador del
    intercambio y del debate revolucionario, despojado de formalismos,
    de imposiciones y de orientaciones superfluas. Apremia sacudirse
    las inercias.
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•   Continuar eliminando la suplantación e interferencias en las funciones
    y decisiones que les corresponden al Estado, Gobierno e instituciones
    administrativas. El Partido debe trabajar en lo que le corresponde,
    sin dejar de conducir, de conjunto con dichas autoridades, el enfren-
    tamiento a las situaciones que afectan a la población.

•   Adecuar la estructura de los organismos superiores e intermedios de
    dirección del Partido, al papel y responsabilidades que les corres-
    ponden en las actuales y futuras circunstancias.

•   Dinamizar la labor de los comités en los niveles intermedios y supe-
    riores del Partido como principal organismo de dirección, propiciando
    mayor vínculo e intercambio de sus integrantes con los militan-
    tes y organizaciones de base, mayor preparación y participación en
    la elaboración y análisis de los temas que se discuten en los plenos,
    así como en la transformación de los problemas identificados.

•   Perfeccionar el sistema de atención a las organizaciones de base,
    enfatizando en el papel que deben jugar los primeros secretarios de
    los comités municipales y distritales en la conducción del trabajo; la
    selección y preparación de los secretarios generales para que cumplan
    con eficiencia su responsabilidad, la calidad de las reuniones que men-
    sualmente se efectúan con ellos y la atención priorizada, a los centros
    decisivos en el orden económico, político y social, así como las comu-
    nidades de mayor complejidad, de forma diferenciada, sistemática y
    efectiva.

•   Sentir orgullo por integrar las filas del Partido y entender la militancia
    como un acto de consagración a los ideales que la organización
    defiende con pasión, con alegría, y con responsabilidad. Ejercer una
    militancia partidista y revolucionaria que sea activa en el enfrenta-
    miento a las conductas racistas y discriminatorias y en defensa de los
    derechos de la mujer cubana.

•   Hacer del crecimiento de las filas del Partido un proceso que sus-
    cite interés genuino, con repercusión social. Ratificar la calidad
    como premisa fundamental para el ingreso; poner el énfasis en la
    labor de captación en los centros sin estructura partidista; los militan-
    tes de la UJC y otros jóvenes, los obreros y los sectores estratégicos
    de la economía, incluido los trabajadores no estatales.
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•   Aprovechar, en el crecimiento de la UJC, las potencialidades exis-
    tentes en los jóvenes trabajadores, como valiosa contribución al
    crecimiento futuro del Partido y a su rejuvenecimiento.

•   Fortalecer la ejemplaridad de los militantes para que tengan una
    participación activa y proactiva en las tareas que tenemos por delante;
    en la preparación para la defensa, el fortalecimiento del orden ins-
    titucional y del Estado de Derecho Socialista; que sean capaces,
    junto a los no militantes, de buscar soluciones eficaces, que aporten
    en la práctica cotidiana desde la base al entendimiento cabal de
    nuestra realidad.

•   No ser, ni en el peor de los escenarios, un pasivo espectador de
    una provocación o dejar que una compañera o compañero de fila se
    enfrente en solitario a los provocadores.

•   El militante debe caracterizarse por las elevadas cualidades éticas,
    políticas e ideológicas, su estrecho vínculo con las masas; una ac-
    titud pública que, desde la capacidad, la entrega y los resultados,
    despierte admiración y respeto en el pueblo; que el comportamiento
    en el trabajo, ante la sociedad, la familia y el círculo de amistades sea
    coherente con los valores que defendemos.

•   No mentir jamás ni violar principios éticos, siempre decir y evaluar
    la verdad por dura que sea o parezca. La verdad, clara y oportuna-
    mente expresada, es inseparable del deber permanente de ser y dar
    ejemplo. Ser capaces de actuar como quienes nos formaron.

•   Desarrollar estrategias más efectivas y concertadas para elevar
    la ejemplaridad y combatividad de los militantes en la comu-
    nidad, así como su participación en las organizaciones de masas.
    Fortalecer la labor de los activistas en las zonas de residencia y
    de la atención que le prestan a estos los comités municipales y
    distritales.

•   Fortalecer la atención a los núcleos zonales, aprovechando las
    potencialidades de esta fuerza política en el seno de las comunida-
    des y de los militantes con vitalidad y posibilidades para impulsar las
    diferentes tareas y el trabajo ideológico.
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•   Buscar vías más ágiles, breves y novedosas de comunicar orien-
    taciones. Incorporar como pilares de nuestra labor la informati-
    zación de todos los procesos al interior de la organización, el
    apoyo en la ciencia y la innovación para el abordaje y la solución
    de los temas más complejos, así como el desarrollo creativo de
    la comunicación social.

•   Fortalecer el papel del Partido con su participación, apoyo y control
    en las acciones de prevención y enfrentamiento a todos los fenó-
    menos y manifestaciones que constituyan una amenaza para la
    seguridad nacional, incluyendo la corrupción, la droga, el delito, las
    ilegalidades e indisciplinas sociales, con la utilización más efectiva y
    sistemática de las vías y mecanismos propios, exigiendo la respon-
    sabilidad del Gobierno, las administraciones, las organizaciones de
    base y sus militantes. Ser abanderados de la pelea contra la corrup-
    ción, los modos deshonestos de actuar, el abuso de poder, el favori-
    tismo y la doble moral.

POLÍTICA DE CUADROS

•   El contenido del Artículo 4 de la Constitución de la República, que
    expresa: “La defensa de la Patria socialista es el más grande honor
    y el deber supremo de cada cubano”, es un postulado que debe
    ser tenido en cuenta en el quehacer de todos los militantes comunis-
    tas, incluyendo la Política de Cuadros.

•   No puede admitirse la promoción a cargos superiores de com-
    pañeros que, por motivos injustificados, no hayan cumplido el
    servicio militar activo, que constituye la principal vía de preparación
    que deben cumplir todos los ciudadanos, en primer lugar los cuadros.

•   Por su carácter estratégico, la Política de Cuadros requiere un cons-
    tante perfeccionamiento y actualización, de modo que asegure la
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    selección, formación y promoción de cuadros que se caractericen por
    su compromiso con la Revolución, humildad, modestia, ejemplo perso-
    nal, liderazgo y firmes convicciones frente a cualquier vestigio de elitis-
    mo, vanidad, formalismo, superficialidad, autosuficiencia y ambiciones.

•   La Política de Cuadros del Partido Comunista de Cuba deberá ase-
    gurar la cantera de los dirigentes del mañana, en estrecha unión
    con las masas, con capacidad de movilizar, dialogar, argumentar y
    ser resolutivos, elevar la sensibilidad política y humana, la responsa-
    bilidad, disciplina, exigencia y control, haciendo uso de la dirección
    colectiva como único modo de encontrar las mejores soluciones a los
    problemas.

•   La sociedad y sus instituciones necesitan cuadros con una pro-
    funda preparación ética y profesional, que se distingan por cualida-
    des como la inquietud revolucionaria, la sensibilidad por los problemas
    del pueblo, la disposición para la entrega y la capacidad de enfrentar la
    adversidad con creatividad que inspire y motive la innovación.

•   En cualquier circunstancia, pero esencialmente en las más difíciles y
    retadoras, nuestros cuadros deben sobresalir por su dedicación a la
    tarea, su afán de superación, su modestia y la sensibilidad suficiente
    de ponerse en el lugar de los demás, anteponiendo el nosotros al
    yo. Tienen la responsabilidad de dialogar sinceramente, de corazón,
    y ser ágiles incorporando esas percepciones a la toma de decisiones.

•   Para atender diferenciadamente la Política de Cuadros en las condicio-
    nes actuales de la sociedad cubana, se requiere aprobar una Estra-
    tegia y un Modelo de tránsito para los Cuadros, que tendrá como
    propósitos fundamentales:

    - Consolidar el papel que le corresponde desempeñar a los organis-
      mos de dirección y organizaciones de base del Partido.

    - Gestionar con eficacia los procesos de selección y desarrollo de
      los cuadros, las reservas y canteras, con prioridad en el trabajo con
      los jóvenes.

    - Aplicar un Modelo que permita atender, de manera diferenciada,
      la preparación y tránsito, por diferentes responsabilidades, de los
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      compañeros que muestren las mayores perspectivas para ocupar
      los principales cargos de la nación.

    - Incrementar la intransigencia frente a la corrupción, el delito, las
      violaciones e indisciplinas.

    - Implementar un Programa de Investigación sobre la actividad de
      dirección y el trabajo con los cuadros.

    - Articular un sistema único para la preparación y superación de los
      cuadros y reservas.

    - Establecer una política dirigida a reforzar la imagen social de los
      cuadros, su atención y estimulación.

•   Ratificar que la aplicación de la Política de Cuadros es una responsa-
    bilidad de los jefes y constituye una actividad priorizada e indelegable
    para los que ejercen la dirección.

•   Al Partido le corresponde exigir, controlar y velar por la efectividad en
    el cumplimiento de la Política de Cuadros.

•   Es imprescindible elevar en los cuadros la formación de convicciones,
    reforzando su incondicionalidad y compromiso para cumplir tareas que
    impliquen sacrificios personales y profesionales.

•   Se deberá prestar atención a la preparación en Defensa y Seguri-
    dad Nacional de aquellos cuadros que ocupan las responsabilida-
    des principales.

•   Es necesario revitalizar el trabajo de las escuelas del Partido, potenciar
    la investigación, la superación profesional y académica de los profeso-
    res que hoy tienen la misión de formar los futuros cuadros del territorio.

•   El proceso de actualización del Modelo Económico-Social Cubano de-
    manda cuadros con conocimientos profesionales, competentes y alta-
    mente comprometidos con los valores revolucionarios que defendemos.

•   Los cuadros se evaluarán sistemáticamente determinando los que
    ofrecen perspectivas y deben continuar preparándose, los que pueden
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    mantenerse, pero hay que prever cuándo se deben mover para que
    no frenen el desarrollo de los que vienen detrás, y los que hay que
    liberar por no mostrar resultados.

•   Tenemos que lograr que las personas que estamos formando se
    preparen para estar sometidas a etapas prolongadas de adversi-
    dad y enfrentarlas con optimismo y confianza en la victoria. Nos
    hace falta que lleguen a cuadros no solo los buenos, sino los me-
    jores.

•   Se necesita rejuvenecer las direcciones de los núcleos del Partido
    como parte de la renovación paulatina. El tiempo mejor empleado
    por un dirigente del Partido en provincia o municipio, es el dedicado
    a la preparación de los secretarios de las organizaciones de base.

•   Estamos insatisfechos con lo logrado en cuanto al liderazgo pues,
    aunque nuestra Revolución nació por un liderazgo indiscutible, poste-
    riormente no lo hemos desarrollado. Debemos lograr la combinación
    adecuada del liderazgo y de los cuadros, lo que nos daría un sistema.
    Hay que organizar cursos de liderazgo.

•   Los cuadros deben tener profunda preparación ideológica, revolucio-
    naria, ética y profesional. Caracterizarse por su compromiso y contar
    con capacidad para dirigir, para pensar. Deben tener inquietudes revo-
    lucionarias y les debe interesar todo.

•   Manifestar disposición para escuchar, para debatir, capacidad para
    solicitar consejos sin complejo y actuar en condiciones adversas.

•   Los cuadros tienen que saber trabajar en colectivo, en equipo. Sentir
    pasión por autoprepararse constantemente. Sentir la responsabilidad
    de que son formadores de otros cuadros.

•   La Política de Cuadros es un proceso de dirección estratégico y sisté-
    mico. Sus componentes principales son los cuadros, las estructuras
    de dirección, las reservas y canteras, así como todo el conjunto de
    instituciones que participan en la preparación de los mismos. Como
    procesos de apoyo hay que incluir la informatización y la comunica-
    ción social.
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•   Los cuadros del gobierno y la administración son cuadros políticos
    porque son cuadros de la Revolución. Requieren contar con un enfoque
    político, social y medioambiental de los problemas.

•   Hay que medir a los cuadros no sólo por sus resultados, sino también
    por el clima político que fomentan en su centro.

•   Los cuadros deben tener la capacidad para dirigir y tomar decisiones sin
    esperar indicaciones de arriba. Tienen que pensar, analizar contextos,
    alternativas. No pueden ser “cumpletareas”.

•   Deben caracterizarse por mostrar inquietudes revolucionarias, que
    les preocupen los problemas del país, y se ocupen de transformarlos
    a su nivel.

•   En la formación de los cuadros tenemos que aprovechar las expe-
    riencias de lo que nos ha dado resultados y a eso incorporarle
    elementos nuevos.

•   Es bueno que los cuadros que van a llegar a los niveles superiores
    de dirección tengan un componente de administración y uno político
    en su tránsito.

•   Todos nuestros jóvenes, antes de llegar a la universidad, y antes
    de definirse como canteras de cuadros, deberán pasar el servicio
    militar.

•   Seguir trabajando en la promoción de jóvenes, mujeres, negros y
    mulatos, sobre la base del mérito y las cualidades personales, en
    particular en lo referido a las principales responsabilidades en el
    Partido, Estado y Gobierno.
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ACTIVIDAD IDEOLÓGICA

•   En el trabajo político-ideológico se precisa de una profunda
    transformación, dirigida a potenciar las esencias y los valores que
    emanan de la obra de la Revolución, ajustarnos con efectividad y
    creatividad al escenario que vivimos, potenciar el estudio de la his-
    toria del país, hacer llegar a cada cubano el mensaje de optimismo
    y la confianza en que juntos sabremos enfrentar y vencer cualquier
    obstáculo.

•   No debe existir espacio para la ingenuidad a estas alturas y el
    entusiasmo desmedidos por las nuevas tecnologías sin previamente
    garantizar la seguridad informática.

•   Tener presente que el componente subversivo de la política es-
    tadounidense hacia Cuba se enfoca en el resquebrajamiento de
    la unidad nacional, para lo cual priorizan determinados sectores y
    manipulan asuntos de interés para grupos específicos.

•   Las calles, los parques y las plazas son y serán de los revolucio-
    narios y jamás negaremos a nuestro heroico pueblo el derecho a
    defender su Revolución.

•   La Revolución ha dado sentido a términos que no debemos
    abandonar en nuestra voluntad de enfrentar y transformar el contexto:
    defendamos la prestancia, el prestigio, la dicha, la decencia, los dere-
    chos, la eficiencia, la calidad, la cultura del detalle, la belleza, la virtud, la
    honra, la dignidad y la verdad en todo lo que nos proponemos y hacemos.

•   Debemos proponernos avanzar en el ordenamiento, la recupera-
    ción, la ponderación y el fortalecimiento de los valores éticos y mora-
    les que nos han traído hasta aquí, golpeados indudablemente en
    las últimas décadas por las adversidades y las sucesivas y difíciles
    circunstancias.

•   Fidel nos enseñó no solo que la cultura es lo primero que hay que
    salvar, sino que para salvarla tenemos que ser interlocutores cons-
    tantes de nuestros intelectuales y artistas.
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•   El aprendizaje en los campos de la política y la ideología concierne a
    todas las fuerzas que participan en un proceso. Lo imperdonable no
    es haber cometido errores en los años precedentes o ahora mismo,
    lo imperdonable sería no corregirlos.

•   No podemos desconocer que los enemigos de la Revolución aplican los
    conceptos de Guerra No Convencional contra Cuba, una guerra en la
    que todo lo banal, vulgar, indecente y falso, vale, y, sin embargo, trata de
    colarse por el flanco de la sensibilidad, de la cultura y del pensamiento.

•   La Revolución Cubana no será traicionada ni regalada a quienes
    pretenden vivir jugando con la suerte de la Patria.

•   No vamos a permitir que los “artivistas” —como dicen ellos mismos,
    entre comillas— del caos, de la vulgaridad, del desacato, mancillen la
    bandera e insulten a las autoridades.

•   Es bueno advertir al lumpen mercenario que lucra con el destino de
    todos, a los que piden “invasión ya”, a los que continuamente ofenden
    de palabra y de hecho a quienes no descansan, ¡que la paciencia de
    este pueblo tiene límites!

•   La virtud estará en saber cerrar filas en la defensa de la patria que
    nos confiaron quienes nos han precedido y nos han traído hasta el
    presente.

•   ¡A la Revolución la defienden los revolucionarios! Y entre los
    revolucionarios, los comunistas vamos al frente. Jamás como élite,
    sino en calidad de fuerza consciente y comprometida. Eso significa ser
    y actuar como vanguardia política.

•   Es hora de comprender y emplear todos los recursos de la comu-
    nicación social, particularmente el trabajo en redes para tratar
    los temas que estremecen a la sociedad, para intercambiar y dar
    respuesta oportuna desde cualquier institución a la que acudan los
    ciudadanos, para favorecer la participación, la transparencia y la ren-
    dición de cuentas, para mostrar los ánimos que mueven al país.

•   Vivimos en un país estructurado y organizado, donde se trabaja mu-
    cho para resistir el embate de una realidad hostil y asfixiante, pero
20

    que se empeña en seguir adelante hacia un mayor bienestar social.
    Esa verdad hay que hacerla sentir todos los días mediante un goteo
    informativo, educativo, ilustrativo sobre cada proyecto, sobre cada esce-
    nario de resistencia y de construcción para superar la adversidad.

•   Hagámoslo sin altisonancias, ni alardes, ofreciendo contenidos
    desde la verdad y la virtud, desde la firmeza y la coherencia, desde la
    elegancia y la mesura, sin discursos que provoquen agobio y rechazo,
    con argumentos y sentimientos, desde la sensibilidad y la empatía.
    Con el lenguaje de los que resisten a diario desde esa dimensión
    más íntima de la Patria que es el barrio, la pequeña parcela de tierra,
    la comunidad, la fábrica, la escuela, la obra, la familia y acortando la
    brecha entre los discursos institucionales y las demandas públicas.

•   Persisten manifestaciones de triunfalismo, estridencia y super-
    ficialidad en nuestros medios de prensa. En ocasiones se pre-
    sentan trabajos periodísticos que, en lugar de esclarecer, tienden a
    confundir. La inmediatez no debe estar reñida con la objetividad, la
    profesionalidad y sobre todo, la intencionalidad política.

•   La Revolución es diálogo verdadero que antepone la verdad y la
    ética a la indecencia y la perversidad, que no negocia su existencia,
    no legitima a mercenarios y actúa con seguridad y firmeza.

•   Ejerzamos una militancia partidista y revolucionaria que sea activa
    en el enfrentamiento a las conductas racistas y discriminatorias
    y en defensa de los derechos de la mujer cubana. Abordemos con
    objetividad los avances en la lucha por la emancipación de la mujer,
    contra la violencia de género, el racismo y la discriminación, a favor
    del cuidado y protección del medio ambiente y los animales. Y reco-
    nozcamos que nos falta avanzar aún, para dar cada vez más una
    respuesta más justa a las inquietudes populares.

•   Estimular y fortalecer el conocimiento del ideario martiano, del
    Marxismo Leninismo, el legado de Fidel y Raúl en cuadros y
    militantes.

•   Estimular las acciones dirigidas al perfeccionamiento de la investi-
    gación, impartición y divulgación de la historia patria; así como la
    promoción y exigencia del uso respetuoso de los símbolos naciona-
21

    les, la preservación y desarrollo de las tradiciones, identidad y cultura
    nacional.

•   Apoyar y controlar las acciones dirigidas a la preparación y forma-
    ción del personal docente, su participación en la investigación, los
    intercambios con combatientes de la Revolución cubana, la vincula-
    ción a sitios históricos y la utilización y generación de nuevos pro-
    ductos audiovisuales, dirigidos a lograr una enseñanza más atractiva
    de la historia y un conocimiento superior por los estudiantes. Conso-
    lidar la atención de las organizaciones de base y estructuras del
    Partido a estos docentes.

•   Promover, apoyar y controlar una articulación superior de las acciones
    dirigidas a la formación en valores; en especial con los grupos etarios
    más jóvenes, y atender sus aspiraciones en el orden personal y
    profesional; como parte de la labor de influencia de nuestros núcleos.

•   Dinamizar y reforzar la superación política de los militantes y
    demás miembros de cada colectivo, a partir de una preparación
    superior de los orientadores políticos, activistas y conferencistas, una
    mejor selección de los temas y la utilización creciente de las nuevas
    tecnologías de la información y la comunicación, apreciando esto
    como una necesidad para el desarrollo del trabajo ideológico y
    político de cada núcleo del Partido, en defensa de la Revolución
    y sus políticas.

•   Enfrentar los prejuicios y cualquier tipo de práctica discriminatoria
    en el marco de actuación de los cuadros y las organizaciones de base,
    insistiendo en el necesario conocimiento, comprensión y defensa por
    nuestros militantes de la política de la Revolución en ese ámbito.

•   Frente a la sostenida guerra cultural y de símbolos que nos impacta,
    incrementar las acciones de influencia dirigidas a preservar las tra-
    diciones y desarrollar la cultura e identidad como país, con una
    participación superior de los colectivos y organizaciones de base de
    centros y organismos formadores vinculados en especial a la educa-
    ción de nuestra niñez y nuestra juventud.

•   Promover una participación y cohesión superior entre las institu-
    ciones, los investigadores, profesores e intelectuales, en función
22

    de sus aportes al desarrollo y la vida espiritual del país en cada co-
    lectivo y centro.

•   Priorizar la adopción de medidas que permitan mantener, “los pies
    y los oídos bien pegados a la tierra”, para lo cual es importante
    perfeccionar, estimular y controlar el trabajo de los activistas de Opi-
    nión del Pueblo y el monitoreo de las redes sociales, ajustado a
    las características de cada sector y núcleo del Partido.

•   Enfrentar de manera sistemática y previsora la subversión po-
    lítico-ideológica en todos los escenarios y formas; optimizar el
    empleo de los recursos y las fuerzas; en particular fortalecer el ac-
    tivismo revolucionario en las redes sociales digitales por las organi-
    zaciones de base del Partido, la UJC y las organizaciones de masas
    y sociales, en correspondencia con las condiciones existentes en
    cada lugar.

•   Insistir en la necesidad del monitoreo permanente de los temas
    que se abordan en el escenario digital, en el perfeccionamiento
    de las alertas oportunas y en el desarrollo de sistemas de trabajo
    sustentados en una actualización más dinámica por todos los orga-
    nismos en los diferentes niveles de dirección.

•   Emplear todos los recursos de la comunicación social y en particular
    el trabajo en las redes para tratar los temas de interés de la pobla-
    ción, para intercambiar y dar respuesta oportuna desde cualquier
    institución a la que acudan los ciudadanos, para favorecer la partici-
    pación, la transparencia y la rendición de cuenta.

•   Asegurar el acceso del pueblo a una información veraz, objetiva y
    oportuna; enfrentando las debilidades que aún lastran este propósi-
    to, con una actuación más efectiva de las organizaciones de base del
    Partido, la UJC, las organizaciones de masas y sociales, los medios
    de comunicación y nuestras instituciones.

•   Perfeccionar la generación y gestión de contenidos, logrando una
    mayor correspondencia entre las prioridades informativas definidas
    por el país y los estados de opinión de la población, por una parte, y
    la labor comunicacional de las instituciones y los medios de prensa,
    por otra.
23

•   Garantizar que los procesos de informatización de nuestra sociedad,
    constituyan una herramienta a favor de la identidad nacional, el
    desarrollo económico, la participación y elevación del nivel de vida
    del pueblo; enfrentar los contenidos dirigidos contra la Revolución y sus
    políticas.

•   Consolidar la atención y vinculación permanente con la UJC y
    los jóvenes en general, favoreciendo los espacios de intercambio,
    debate y diálogo, incluidos los del ámbito digital e informal, para lograr
    una participación cada vez más activa del sector juvenil en los proce-
    sos económicos, sociales y políticos, con una formación ética acorde
    con los valores del Socialismo.

•   Propiciar que las organizaciones de masas continúen la actualización
    de sus misiones y su funcionamiento a partir del contexto actual en
    que desempeñan su labor, con un carácter más diferenciado, perso-
    nalizado y con mayor integralidad, de acuerdo con las motivaciones e
    intereses de sus miembros rescatando el trabajo en la base, la eleva-
    ción de la combatividad e intransigencia revolucionarias.

•   Enfatizar la labor político-ideológica con los trabajadores no
    estatales, estimular su aporte y participación en la vida económi-
    ca; propiciar el despliegue de sus capacidades y potencialidades
    acorde con sus intereses y los del país. Priorizar en su atención,
    la afiliación sindical, el crecimiento al Partido y la UJC, el vínculo
    e intercambio sistemáticos con ellos y la canalización apropiada de
    sus preocupaciones.

•   Priorizar la atención del Partido, la UJC, las organizaciones de masas
    y sociales a los centros decisivos en el orden económico, político y
    social, así como las comunidades de mayor complejidad, acorde a
    sus características, con mayor sistematicidad y efectividad.

•   Avanzar en el proceso de elaboración y consulta del Código de las Fami-
    lias, que por su incidencia en la sociedad requiere la mayor preparación,
    educación y consenso social.
24

DEMOCRACIA SOCIALISTA

•   Continuaremos trabajando en las leyes derivadas de la nueva
    Constitución y en el fortalecimiento de la democracia socialista,
    vinculada a la justicia y la equidad social; el ejercicio pleno de los
    derechos humanos; la representación efectiva y la participación de la
    sociedad en los procesos económicos y sociales en curso, hacia un
    socialismo próspero, democrático y sostenible.

•   Conscientes de que la democracia es más socialista en la medida
    en que es más participativa, nos corresponde estimular la partici-
    pación popular, creando espacios y procedimientos para atender,
    evaluar y aplicar las demandas y propuestas que la hagan efectiva.

•   Contribuir al perfeccionamiento de los órganos del Poder Popu-
    lar, potenciando el municipio como ente principal de la dirección lo-
    cal. Priorizar la atención a las nuevas estructuras y la existencia de
    relaciones adecuadas entre ellas, el fortalecimiento de las asambleas
    municipales, la labor del delegado, el trabajo comunitario integrado,
    la atención a los planteamientos de los electores, la ampliación de los
    mecanismos de acceso de la ciudadanía, la información pública y la
    participación popular.

ECONOMÍA

•   Estudiar la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano
    de Desarrollo Socialista, actualizada, guía teórica para el período his-
    tórico de la construcción del socialismo en nuestro país.

•   Para superar la crisis es preciso dinamizar el proceso de actuali-
    zación del modelo económico y social y la implementación de la
    Estrategia y del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social
25

    hasta 2030, combinando flexiblemente la relación entre la necesaria
    planificación, la descentralización y la autonomía indispensable para
    el desarrollo territorial, con la participación de todos los actores eco-
    nómicos, incluyendo la empresa estatal, las micro, pequeñas y me-
    dianas empresas y las cooperativas.

•   El Partido ratifica que no nos conformamos con mantener las po-
    tenciales fuerzas con que cuenta el país a ras de la sobrevivencia.
    Por el contrario, aspiramos a resistir creativamente, sin renunciar
    a nuestros proyectos de desarrollo, perfeccionándolos, actualizan-
    do sus conceptos, modernizando las formas de hacer y participar.

•   Resistiremos, creativamente, a través del análisis profundo y real de
    cada situación, convocando al conocimiento experto, propiciando la
    participación popular y la innovación. Por supuesto, sin renunciar a
    nuestros principios internacionalistas, de solidaridad y cooperación
    con la humanidad.

•   No puede olvidarse jamás que la propiedad de todo el pueblo so-
    bre los medios fundamentales de producción constituye la base del
    poder real de los trabajadores.

•   El modelo económico y social de desarrollo socialista nos exige contar
    con capacidades suficientes para regular el mercado, con la mayor
    armonía posible, mediante la utilización de métodos indirectos, cada
    vez menos administrativos.

•   Las decisiones en la economía en ningún caso pueden generar una
    ruptura con los ideales de justicia e igualdad de la Revolución y mucho
    menos debilitar la unidad del pueblo en torno a su Partido, el cual
    defenderá por siempre el principio de que en Cuba jamás se permitirá
    la aplicación de terapias de choque contra las capas más humildes
    de la población y por tanto nadie quedará desamparado.

•   El sistema empresarial estatal tiene ante sí el reto de demostrar en
    la práctica y afianzar su posición como la forma de gestión dominante
    en la economía.

•   Es ineludible provocar un estremecimiento de las estructuras
    empresariales desde arriba hacia abajo y viceversa, que destierre
26

    definitivamente la inercia, el conformismo, la falta de iniciativas y la
    cómoda espera por instrucciones desde los niveles superiores.

•   Hay que modificar viejos malos hábitos y desarrollar rasgos em-
    prendedores y proactivos en los cuadros de dirección de nues-
    tras empresas y establecimientos, que cada día funcionarán con
    mayor autonomía, persiguiendo producciones superiores con más
    eficiencia.

•   Alcanzar una efectiva y consciente participación de los colectivos labora-
    les en el proceso de conformación de la propuesta, ejecución y con-
    trol del plan de la economía de sus organizaciones.

•   Controlar que las facultades que se le otorguen a la empresa es-
    tatal socialista se ejecuten, lo que le brinda mayor autonomía en su
    administración y gestión.

•   Reconocer, diversificar y fortalecer la gestión de los actores
    económicos de las diferentes formas de propiedad y de gestión
    adecuadamente interrelacionadas.

•   La ampliación de las actividades de las formas no estatales de
    gestión no debe conducir a un proceso de privatización que barre-
    ría los cimientos y las esencias de la sociedad socialista, construida a
    lo largo de más de seis décadas.

•   Hay límites que no podemos rebasar porque las consecuencias
    serían irreversibles y conducirían a errores estratégicos y a la
    destrucción misma del socialismo y por ende de la soberanía e inde-
    pendencia nacionales.

•   Avanzar en la descentralización de facultades a los niveles territo-
    riales, con énfasis en el municipio como instancia fundamental.

•   Sin dejar de aspirar y trabajar por superiores niveles de satisfacción
    de nuestras necesidades, hay que acostumbrarse a vivir con lo
    que tenemos y no pretender gastar más que lo que seamos capaces
    de generar en ingresos. Hacer lo contrario constituye un error que ya
    hemos cometido y que no debemos repetir.
27

•   Elevar el control sobre la utilización de los recursos financieros del
    Presupuesto del Estado, tanto en los ingresos como en los gastos.

•   La situación extrema de falta de liquidez nos obligó a reintroducir las ven-
    tas en Moneda Libremente Convertible (MLC) en una parte del comer-
    cio minorista y más adelante del mayorista; esa necesidad se mantiene
    y perdurará el tiempo que nos tome recuperar y fortalecer la economía y
    con ello asegurar la real convertibilidad de la moneda nacional.

•   Se ratifica la decisión de garantizar los depósitos bancarios en mo-
    neda libremente convertible y en pesos cubanos, así como el efectivo
    en manos de la población y de las personas jurídicas extranjeras y
    nacionales.

•   Consolidar un sistema financiero y bancario eficiente y diversifica-
    do, que dinamice la economía y asegure la sostenibilidad financiera,
    del proceso de actualización del Modelo Económico y Social.

•   Trabajar en función de una adecuada correlación entre la dinámica
    de los precios y los ingresos provenientes del trabajo, las pensiones
    y prestaciones de la Asistencia Social.

•   Incrementar las exportaciones de bienes y servicios y su diver-
    sificación.

•   Es hora de desterrar de nuestras mentes prejuicios del pasado aso-
    ciados a la inversión extranjera y asegurar una correcta preparación
    y diseño de nuevos negocios con la participación del capital extranjero.

•   Se requiere consolidar el proceso inversionista, sobre la base de
    su integralidad, sin espacio para las chapucerías y la improvisación,
    potenciar la productividad y la eficiencia en el desempeño del sec-
    tor estatal de la economía en las esferas que determinan el desarrollo
    del país, al tiempo que se flexibilizan e institucionalizan las for-
    mas de gestión no estatales.

•   Priorizar las actividades de mantenimiento constructivo y tecnológico,
    así como las reparaciones capitalizables en todas las esferas de la
    economía.
28

•   Impulsar la ciencia y el desarrollo de la tecnología y la innovación,
    de modo que desempeñen un papel principal en el incremento de
    la productividad, la eficiencia y la eficacia.

•   Avanzar en el proceso de Informatización de la Sociedad, como factor
    dinamizador de la economía y de la calidad de vida de la pobla-
    ción, sustentado en un sistema de ciberseguridad que fortalezca la
    Defensa y Seguridad Nacional.

•   Continuar el desarrollo de la infraestructura de telecomunicacio-
    nes y de la industria de aplicaciones y servicios informáticos.

•   Desarrollar una gestión preventiva, de información y capacitación que
    garantice el uso racional de los recursos naturales, la mejora de
    la calidad ambiental y la disminución de la vulnerabilidad del país
    ante los efectos del cambio climático.

•   Preservar y elevar los índices de calidad alcanzados en el proceso
    docente-educativo.

•   Consolidar el papel de las universidades y fortalecer sus relacio-
    nes con las entidades de la ciencia, tecnología e innovación y el
    sector empresarial.

•   Favorecer la incorporación al trabajo de las personas, en particular
    de las mujeres y los jóvenes; tener en cuenta el uso del teletrabajo
    y el trabajo a distancia.

•   Hay que borrar la dañina noción, surgida al amparo del paternalis-
    mo e igualitarismo, de que Cuba es el único país donde se puede
    vivir sin trabajar.

•   El nivel de vida y de consumo de los cubanos deberá estar deter-
    minado por los ingresos legales que perciben y no por subsidios
    excesivos y gratuidades indebidas.

•   Continuar el desarrollo de la justicia social en las nuevas con-
    diciones e implementar nuevos programas y servicios sociales
    dirigidos a las personas y núcleos familiares más vulnerables o
    en riesgos.
29

•   La Tarea Ordenamiento no constituye una solución mágica a los
    problemas de nuestra economía, pero permitirá, según su nombre lo
    indica, ordenar y transparentar el desempeño de los diferentes acto-
    res del escenario económico e incentivar el amor por el trabajo como
    medio y sentido de la vida de los ciudadanos.

•   Deberá proseguir su proceso de implementación en correspondencia
    con el cronograma aprobado hasta su total aplicación, y lo más im-
    portante, la consolidación de sus postulados y la obtención de los
    resultados económicos y productivos que contribuirán a la cons-
    trucción en Cuba de un socialismo próspero y sostenible.

•   Demandará en lo inmediato mucho trabajo político, como el pro-
    ceso de gran complejidad que es.

•   La respuesta es una sola: no podíamos seguir postergando esa trans-
    formación orientada a estimular el desarrollo y la participación articu-
    lada de todos los actores económicos.

•   Presentó problemas de instrumentación. Nuestra primera respuesta
    ha sido dar seguimiento y solución inmediata siempre que sea po-
    sible a los planteamientos críticos de la población, propiciando un
    importante ejercicio de participación ciudadana, que no puede des-
    conocerse, en los ajustes, correcciones y cambios implementados.

•   Dar seguimiento a su implantación en correspondencia con el crono-
    grama aprobado hasta su total aplicación.

•   Impulsar la implementación del Plan de Soberanía Alimentaria. Incre-
    mentar la producción y comercialización de alimentos con énfasis en
    el sector agropecuario y la industria alimentaria. Avanzar en el pro-
    grama de autoabastecimiento municipal, como vía fundamental para
    este propósito.

•   Incrementar la producción de caña y los rendimientos. Priorizar el cum-
    plimiento con calidad de los planes de siembra y atención al cultivo.

•   Perfeccionar la preparación, organización y aseguramiento integral
    de la zafra azucarera, elevar la eficiencia y calidad en la producción
    de azúcar, energía eléctrica y derivados.
30

•   Debemos avanzar, en el menor tiempo, con nuestros propios
    esfuerzos, reconociendo que el camino está en nosotros mismos,
    Isla adentro, con la menor dependencia externa posible, resolver el
    desafío de producir los alimentos que necesitamos, el mejor aprove-
    chamiento y uso de las fuentes renovables de energía, la utilización
    sostenible y con calidad de las potencialidades turísticas, la eficiencia
    en el proceso inversionista, la orientación de la producción nacional a
    resolver las demandas del mercado interno, la elevación de la calidad
    de todos los servicios que se prestan a la población.

•   Es preciso cimentar un verdadero giro en la mentalidad en aras de
    defender el incremento de la producción nacional, en especial
    de los alimentos, desterrar el dañino hábito de importarlos y generar
    exportaciones diversificadas y competitivas.

•   Lograr que las demandas insatisfechas de nuestra población constitu-
    yan un incentivo para los productores nacionales, sobre la base de
    la utilización eficiente y racional de los recursos materiales y financieros.

•   Avanzar en el desarrollo de las producciones nacionales, con el obje-
    tivo de satisfacer las necesidades de la población y lograr una efecti-
    va sustitución de importaciones.

•   Desarrollar el encadenamiento productivo en los sectores y activi-
    dades estratégicas que dinamizan la economía o contribuyen a su
    transformación estructural.

•   Avanzar en el desarrollo de la geología y la minería, logrando una
    mejor utilización de los recursos minerales.

•   Recuperar y continuar el desarrollo del turismo, elevando la calidad
    de los servicios. Diversificar los mercados y consolidar el mercado
    interno para una mejor ocupación de las capacidades existentes, con
    mayor encadenamiento con la industria nacional, lo que permitirá incre-
    mentar las utilidades.

•   Avanzar en el uso eficiente de los portadores energéticos, priorizando
    el control del uso de los combustibles. Incrementar sostenidamente la
    participación de las fuentes renovables en la matriz energética del país.
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