INSECTOS DESCORTEZADORES - DE LOS PINOS EN GUATEMALA: LOS - Instituto Nacional de Bosques
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LOS INSECTOS DESCORTEZADORES DE LOS PINOS EN GUATEMALA: BIOLOGÍA, ECOLOGÍA Y MANEJO EN LA SALUD Y LA SANIDAD FORESTAL
LOS INSECTOS DESCORTEZADORES DE LOS PINOS EN GUATEMALA: BIOLOGÍA, ECOLOGÍA Y MANEJO EN LA SALUD Y LA SANIDAD FORESTAL Jorge Macías Sámano, Consultor Paulo Ortíz, Consultor Forestal José F. García Ochaeta, Sanidad Vegetal, MAGA Lucrecia Masaya, USFS-IP Ronald Billings, Revisor Con la colaboración del Departamento de Protección Forestal, INAB
LOS INSECTOS DESCORTEZADORES DE LOS PINOS EN GUATEMALA: BIOLOGÍA, ECOLOGÍA Y MANEJO EN LA SALUD Y LA SANIDAD FORESTAL Créditos de fotografías de portada y contraportada: Texas A&M Agrilife, Bugwood.org Rony Albanés, INAB. Diseño e impresión: 3a. avenida 14-62, zona 1 PBX: (502) 2245-8888 www.serviprensa.com Diagramación: Maite Sánchez Revisión de textos: Jaime Bran Este documento fue impreso en septiembre de 2021. La publicación consta de 1000 ejemplares en papel bond 80
Contenido 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 5 2. ANTECEDENTES ......................................................................................................... 7 3. ASPECTOS CONCEPTUALES..................................................................................... 11 3.1 Los escenarios forestales y el concepto de plaga ........................................... 11 3.2 Los conceptos de sanidad y salud de los bosques........................................... 13 3.3 El manejo integrado de plagas en el contexto forestal ................................. 13 3.4 El papel ecológico de los descortezadores y las sucesiones ecológicas en el ecosistema de bosque de pino ............................................. 14 3.5 Estimaciones de riesgo, peligro y susceptibilidad en la prevención y manejo de los descortezadores de coníferas .................................................. 16 3.6 Los descortezadores de coníferas en escenarios de plantaciones ................. 18 4. BIOLOGÍA, ECOLOGÍA Y COMPORTAMIENTO DE LOS DESCORTEZADORES DE PINO ................................................................................. 21 4.1 Aspectos biológicos y ecológicos ...................................................................... 21 4.1.1 Colonización o infestación de un pino individual ...................................... 25 4.1.2 ¿Cómo se inicia y termina un brote de descortezadores?.......................... 28 4.2 Especies de descortezadores de Guatemala .................................................... 29 5. SÍNTOMAS Y SIGNOS DE LOS ÁRBOLES COLONIZADOS POR DESCORTEZADORES ........................................................................................ 31 5.1 Ataques iniciales / grumos de resina ............................................................... 31 5.2 Cambio de color del follaje de los árboles atacados ...................................... 33 5.2.1 Etapas de infestación ................................................................................. 34 3
6. MANEJO DE LOS DESCORTEZADORES DE PINO EN LA SALUD Y LA SANIDAD FORESTAL ..................................................................... 41 6.1 Detección y monitoreo ...................................................................................... 42 6.1.1 Recorridos terrestres................................................................................. 42 6.1.2 Detección y monitoreo aéreo ................................................................... 43 6.1.3 Detección y monitoreo con trampas cebadas por feromonas .................... 46 7. MÉTODOS DE CONTROL DE LOS DESCORTEZADORES DE PINO EN GUATEMALA ....................................................................................... 49 7.1 Cortar y dejar ..................................................................................................... 49 7.2. Cortar y trocear (aprovechamiento de la madera) ......................................... 50 7.3 Cortar y descortezar (se aplica principalmente en brotes de Ips spp) ........... 50 7.4. Árboles trampa o trampas de árboles (en caso de Ips spp) ........................... 51 7.5. Cortar, apilar y quemar .................................................................................... 51 7.6. Cortar, descortezar y fumigar .......................................................................... 51 7.7. Control químico ................................................................................................ 51 8. REFERENCIAS CITADAS............................................................................................ 53 9. GLOSARIO ................................................................................................................ 61 ANEXO 1 ........................................................................................................................ 67 1. Descripción de las especies de Dendroctonus e Ips de Guatemala................ 67 2. Clave para la identificación de especies de Dendroctonus de Guatemala ... 79 ANEXO 2 ........................................................................................................................ 83 4
1. INTRODUCCIÓN Según el Instituto Nacional de Bosques, INAB en otros hospederos y regiones del país, (INAB 2015), los bosques cubren una super- particularmente en la región de Petén. Por ficie de 3,627,595 hectáreas de las cuales ejemplo, se registró la pérdida de casi 3,000 297,982 consisten en bosque de coníferas. ha o 40% de las 7,500 existentes de P. ca- La cobertura de bosques ha disminuido en ribaea debido a la plaga del 2000-2001 en los años recientes debido al aprovechamien- Petén (Billings y Schmidtke 2002). to, a los incendios y a los cambios en el uso del suelo (de bosques hasta campos agríco- Hace poco tiempo, una nueva especie de las), entre otros factores. Dendroctonus –D. mesoamericanus– ha sido identificado y descrito científicamen- Los bosques de pino representan un recurso te desde el sur de México y ciertos países muy valioso en Guatemala. Los dos agen- de Centroamérica, incluyendo Guatemala tes naturales que causan más destrucción de (Armendáriz-Toledano et al. 2015). No se bosques son los incendios y las plagas de des- conoce mucho de la importancia económica cortezadores (insectos del orden Coleóptera, ni del comportamiento de esta nueva espe- familia Curculiónidae) (Billings y Schmidtke cie. Este hallazgo sirve para ilustrar que el 2002). Guatemala ofrece una de las mayores proceso de descubrimiento de los insectos diversidades de especies de descortezadores descortezadores continúa sin parar. de coníferas en el mundo incluyendo siete del género Dendroctonus y cinco del género Durante las últimas décadas, se ha ganado Ips. Históricamente, los problemas más seve- un mejor conocimiento de la taxonomía, ros han ocurrido en la región del Altiplano y biología y comportamiento de ciertos insec- han involucrado el D. adjunctus (Schwerdfeger tos descortezadores, particularmente el D. 1955). El huésped principal ha sido Pinus har- frontalis, el cual tiene un rango que se ex- twegii (= P. rudis). Entre los años de 1975 a tiende desde el noreste y sur de los Estados 1980, un área de 100,000 hectáreas de pina- Unidos hasta Nicaragua (ver las referencias res fue muerta debido al ataque de D. adjunc- en Coulson y Klepzig 2011). Hemos apren- tus (Pitoni et al. 1980). dido mucho sobre el comportamiento esta- cional de sus poblaciones, cómo se inician En los años más recientes, poblaciones de y expanden brotes nuevos durante períodos otra especie de Dendroctonus –D. frontalis– epidémicos. Ya sabemos las condiciones que han llegado a establecer brotes epidémicos debilitan los rodales de pino haciéndoles 5
susceptible al ataque de los insectos descor- desarrollo forestal del país. En conjunto con tezadores. Esta información ha permitido el el Servicio Forestal de los Estados Unidos desarrollo y uso universal de tácticas únicas bajo los Programas Internacionales (USFS/IP) para control directo (Billings et al. 1996b, y la Agencia Internacional para el Desarrollo Macías-Sámano et al. 2016). Quizás más (USAID), INAB presenta este manual de insec- importante, hemos aprendido que se pue- tos descortezadores nativos de Guatemala. den prevenir las plagas de descortezadores La intención de los autores es proveer a los o reducir su impacto económico, ambiental técnicos, profesionales forestales, especia- y social a través de métodos de silvicultura y listas de pestes forestales y otras personas de un buen manejo forestal. interesadas en Guatemala con la última in- formación y recomendaciones requeridas En Guatemala, el INAB es la institución rectora para prevenir y/o manejar efectivamente las del sector forestal fuera de Áreas Protegidas, plagas de descortezadores con el fin de mi- encargada de promover y fomentar el nimizar sus impactos en los bosques de pino. 6
2. ANTECEDENTES Históricamente los bosques de pino en en el año de 1936 en el bosque de pino Guatemala han sido afectados por diversas de San Juan Ixcoy, Huehuetenango, cuan- plagas forestales, pero sin lugar a duda, los do Juan Antonio Alvarado hizo un informe escarabajos descortezadores (gorgojos de al Ministerio de Agricultura (MAGA), men- los pinos) han sido y son los más importan- cionando que el gorgojo (Dendroctonus tes (Vité et al. 1975, Billings et al. 2004). adjunctus) era más bien secundario y las La información de registro en materia de causas principales del ataque del gorgojo sanidad forestal lo comenzaron realizando eran los incendios forestales y el proceso diferentes instituciones forestales guatemal- del ocoteo en los bosques de pino (Medina tecas, comenzando con el Instituto Nacional 1980). Se estimó que de 1975 a 1980 en Forestal (INAFOR) en 1974, siguiendo con la el altiplano central el mismo descortezador Dirección General de Bosques y Vida Silvestre del pino causó la muerte de 100,000 hectá- (DIGEBOS) en 1990, y desde el año 1996 por reas de Pinus hartwegii (Vité 1980. Comisión el Instituto Nacional de Bosques (INAB). Interinstitucional para la Prevención y Control de la Plaga de Gorgojo del Pino 2001). Los descortezadores del género Dendroctonus y en un menor grado los del género Ips, son los En la Tabla 1, se presenta un concentrado insectos con más impacto económico en los de la información de hectáreas saneadas de bosques de conífera de Guatemala, Honduras, los descortezadores en Guatemala, por año Nicaragua, El Salvador, Belice y México. Por su (2010-2018), departamento y especie de pino naturaleza y la extensión de sus afectaciones, afectada. Del 2018 al 2020, las superficies sa- causa alteraciones de las condiciones y funcio- neadas de descortezador (incluidas infestacio- nes de los bosques. Por lo mismo impacta el nes por Ips spp) en el país variaron de entre 75 aprovisionamiento de servicios ecosistémicos a 200 ha (Consolidados POA Regionales 2018 importantes en algunos departamentos de y 2020, Sistema Forestal de Guatemala 2018, Guatemala y de los países vecinos. Consolidados Planes Operativos Anuales de las Regiones del INAB, 2019). Las primeras infestaciones de descorteza- dores en Guatemala se reportaron en 1895 En el año 2017, en el departamento de para Alta Verapaz y Totonicapán (Sharp et al. Guatemala (área periurbana y zonas bos- 1908, citado por Castañeda 2001). Pero la cosas) de Pinus oocarpa y P. maximinoi se primera plaga oficialmente fue identificada realizaron inspecciones terrestres por parte 7
del Departamento de Protección Forestal infestación por Dendroctonus frontalis (Fig. de INAB y se encontró sintomatología por 1). Se colectaron muestras de insectos y fue- daños de insectos descortezadores. Sin em- ron enviadas al Laboratorio de Diagnóstico bargo, los árboles infestados se presentaban Fitosanitario del MAGA con sede en Petén, dispersos con patrones no comunes y las co- donde se identificó por primera vez en loraciones de follaje rojizo, verde y alimona- Guatemala a la especie Dendroctonus me- do, y no presentaban el avance típico de una soamericanus (García Ochaeta 2017). Suma de área de Departamentos con Especies de pino con mayor Año saneamiento (ha) más afectación volumen saneado 2010 230 San Marcos Pinus rudis, Pinus oocarpa 2011 16 Quetzaltenango Pinus rudis 2012 57 Quetzaltenango Pinus rudis Pinus rudis, Pinus 2013 51 Totonicapán, Guatemala pseudostrobus, Pinus maximinoi Chimaltenango, Baja Pinus ocarpa, Pinus rudis, Pinus 2014 53 Verapaz, El Progreso, Totonicapán pseustrobus Alta Verapaz, San Marcos, Pinus rudis, Pinus 2015 75 Totonicapán, El Progreso, Jalapa pseudostrobus, Pinus maximinoi Baja Verapaz, El Progreso, Pinus oocarpa, Pinus 2016 160 Guatemala, Totonicapán ayacahite, Pinus maximinoi El Progreso, San Marcos, Baja Pinus oocarpa, Pinus 2017 254 Verapaz, Quiché ayacahite, Pinus rudis Alta Verapaz, El Progreso, Quiché, Pinus oocarpa, Pinus rudis, 2018 178 Totonicapán Pinus pseudostrobus, Pinus maximinoi Tabla 1. Información de superficies saneadas en Guatemala, por año, departamento y especies de pino afectadas por Dendroctonus e Ips spp (Sistema de Información Forestal de Guatemala 2021). En el país existen 116,382 ha de plantacio- como factores de estrés, también es claro que nes comerciales de latifoliadas y pino (INAB la falta de un manejo adecuado, sobre todo 2015); estas últimas especies en los últimos la regulación de densidades adecuadas de años se han visto afectadas por infestacio- los rodales, hace de las plantaciones centros nes de descortezadores, tanto Dendroctonus atractivos para estos insectos nativos y que spp como Ips spp (Fig. 2). Si bien se sospecha encuentran rodales más o menos homogé- que los efectos del cambio climático influyan neos en cuanto a la resistencia a sus ataques. 8
Figura 1. Vista aérea tomada por un dron (Phantom) de árboles de pino infestados por Dendroctonus mesoamericanus en la zona 16 de la ciudad de Guatemala, 2017. Foto, Departamento de SIG-INAB. Figura 2. Plantación de P. maximinoi con 18 años de establecida sin manejo y con infes- tación por insectos descortezadores, en Aldea Pino Dulce, Mataquescuintla, Jalapa. Foto, Rony Albanes, INAB. 9
3. ASPECTOS CONCEPTUALES 3.1 Los escenarios forestales y el concepto de plaga Desde un punto de vista antropocéntrico y el valor comercial de su madera, sino por teniendo un objetivo de manejo forestal de- cuanto se le ha invertido para su crecimien- terminado, podemos hablar de los recursos to, tomando la inversión desde el costo de la forestales en términos de dos tipos de esce- plántula en vivero, preparación del sitio o te- narios forestales. Aquellos que tienen estruc- rreno, siembra en campo, replante, limpias, turas básicas naturales como son los bosques podas, raleos y corta final. Podemos decir, de coníferas y latifoliados, y los escenarios que en general, que la inversión hecha para que han sido creados por el hombre como serían crezca un árbol en el bosque, desde un pun- las plantaciones, viveros y arbolado urbano. to de vista antropocéntrico, es nula o mucho Una clasificación de esta naturaleza es muy menor que la hecha para uno que crezca útil porque de facto nos ubica en escenarios dentro de una plantación o en un área ur- que son creados y funcionan bajo la dirección bana. De una manera equivalente es la aten- y con varios recursos aportados por el hombre, ción profesional que se le da a cada uno de y los otros escenarios pudieran o no tener esos esos árboles dependiendo de su escenario aportes, pero que su funcionamiento obedece y/o ubicación (CCAD 2017). a las complejas interacciones de un ecosiste- ma, como serían los bosques y selvas. Esto es Lo anterior trae como consecuencia o expli- muy útil para definir aspectos como manejo, ca la desigual atención que se les ha dado administración, inversión, pero, ante todo, de- a los bosques de coníferas y latifoliados, en finir los objetivos del manejo que de ellos se comparación con los otros escenarios. Los pretende. Consecuentemente, define el valor bosques de coníferas y latifoliados son eco- que tiene cada uno de los individuos dentro sistemas naturales, que cuentan con una del escenario; así como el o los agentes que dinámica propia y que en buen grado no afecten la línea base de la mortalidad (balance dependen del hombre para su existencia. Y entre crecimiento y mortalidad de las pobla- hasta muy recientemente, se comienzan a ciones), es decir a quien debemos o no darle el valorar los servicios ecosistémicos que ellos término de plaga. proveen. Esta situación es completamente opuesta con los escenarios forestales crea- El valor de un árbol es altamente variable, dos (plantaciones, viveros y arbolado urba- según el criterio de las personas, no solo por no), en donde por el simple hecho de haber 11
una inversión (económica, religiosa, social o y que a su tiempo serán auto-regulados por política), existen atención y personal para su el ecosistema. Sin embargo, aun en estos sis- mantenimiento y conservación. En ellos, el temas naturales (no manejados) la influencia valor de cada árbol individual va creciendo del hombre ha sido tal y ahora más con los a medida que ellos lo van haciendo y al fi- efectos del cambio climático, que la balanza nal se obtiene un producto, ya sea made- se inclina a promover condiciones asociadas ra, papel o alguno no maderable para ser con estrés que contribuyen al aumento de vendido. Sin importar el escenario forestal las poblaciones naturales y que el ecosistema del que se trate, todos ellos deberían tener mismo ya no es capaz de manejar y llevarlo a un plan de manejo (con significado amplio), un estado estable (CCAD 2017). que contemple objetivos claros y realizables. De estos objetivos se derivan, entre otras co- El concepto de plaga es crucial e indispen- sas, los aspectos de sanidad y salud forestal sable ubicarlo en el contexto de los escena- y por ende el cuándo algún organismo de- rios forestales, pues en ellos existen agentes terminado, su población o los efectos de su negativos que de manera natural operan re- herbivoría (alimentación de cualquier tejido gulando poblaciones y son parte natural de vegetal), es un problema para lograr los ob- esos ecosistemas. Es función de los mane- jetivos de manejo de un determinado esce- jadores (silvicultores, regentes, técnicos, nario (CCAD 2017, Macías Sámano 2018). entre otros) de bosques definir cuando se trata de un aspecto de salud y cuan- A partir de lo anterior es consecuente la do un aspecto de sanidad. Ellos podrán ver necesidad de discutir el concepto de plaga. que en muchas ocasiones no es necesario un Una plaga solo existe desde una pers- control de insectos y que dicha decisión esté pectiva antropocéntrica y por ende solo justificada con base en los objetivos que se tiene cabida dentro del concepto de sa- buscan de esos recursos y en un conocimien- nidad y no de salud forestal. Esto será to profundo de los organismos que en ellos discutido más ampliamente en las siguientes viven y que forman parte intrínseca del mis- secciones de este Manual. Aquí el impacto mo ecosistema. Un ejemplo en donde no se que ejerce dicha plaga afecta un bien deter- requiera control, solo se puede dar en esce- minado por el hombre, sea madera, follaje, narios naturales y en donde, el manejador, semillas o plantas, como es evidente en los fundamentado en un conocimiento profun- escenarios de plantaciones, reforestaciones, do de la dinámica de los sitios, conozcan las viveros y arbolado urbano. líneas base de mortalidad “normal” de las poblaciones. Y que pueda definir que, por Como se explicó anteriormente, el concepto ejemplo, el número de árboles muertos está de salud forestal, con excepción de los orga- dentro de los límites normales de ese bosque nismos exóticos (y que no forman parte del o bien que el número de insectos atrapados ecosistema y por ende carecen de regulado- por trampas de monitoreo históricamente res como depredadores y parasitoides dentro refleja un número de brotes no epidémicos. de los mismos), el incremento de las poblacio- Para el caso de escenarios creados (planta- nes de insectos obedece a procesos naturales ciones) los descortezadores siempre serán un 12
problema por su comportamiento de agre- En escenarios naturales, puesto que los re- gación que lleva a la muerte de varios indivi- cursos humanos, materiales y financieros son duos y al hecho de la importancia que cada finitos, los profesionales forestales tienen que uno de ellos tiene en la inversión y objetivos priorizar esfuerzos y recursos para tratar a los de esa plantación. Consecuentemente, en verdaderos agentes dañinos del recurso fores- estos escenarios el umbral económico ideal tal y no contribuir a que disminuya o im- para descortezadores debiera de ser cero o pacte negativamente su estabilidad con muy cercano a él. “manejos” o “controles” innecesarios. 3.2 Los conceptos de sanidad y salud de los bosques El concepto de salud forestal, aunque pudie- respectivamente. El primero es usado más ra verse como un aspecto de perspectiva en ampliamente como “sanidad forestal” sobre escenarios distintos (ecosistemas vs sistemas todo por agencias gubernamentales y progra- naturales manejados por el hombre) (Alfaro mas oficiales. El segundo término, salud fores- et al. 2010, Alfaro y Langor 2016, Macías tal, se ha convertido de facto en un reemplazo Sámano 2018), la complejidad ecológica de del término de sanidad forestal. Esto pudiera los bosques y las perspectivas humanas de ser correcto siempre y cuando se entendiera la su uso parcial o total de ellos hace el concep- dimensión del nuevo término. Sin embargo, al to de salud forestal difícil de definir (Cibrián- menos en México y Centroamérica, el término Tovar y Macías-Sámano 2020). salud forestal sigue siendo empleado, legisla- do y operado como manejo de plagas fores- En los países desarrollados, el término en el tales (lo que incluye enfermedades y plantas idioma inglés de “forest pest management” parásitas). Por el momento, al menos para ha sido reemplazado por el de “forest health” Latinoamérica, sería conveniente mantener que es más amplio como lo describiremos más los términos salud y sanidad forestal por se- adelante. Sin embargo, en el idioma español parado, y ponerlos en un contexto económico estos términos se pueden traducir a “mane- y ecológico, respectivamente (CCAD 2017, jo de plagas forestales” y “salud forestal”, Macías-Sámano 2018b). 3.3 El manejo integrado de plagas en el contexto forestal Existen muchas definiciones de manejo in- operación, tanto del manejo forestal como tegrado de plagas (MIP), sobre todo en el del ambiente como un todo interrelacionado. ámbito agronómico. Desde un punto de Estos autores definen al MIP como el mante- vista forestal, las definiciones desarrolladas nimiento de agentes destructivos a niveles to- por Coulson y Saarenmaa (2011) resultan lerables mediante el uso planeado de una va- muy útiles para enfatizar la planeación y riedad de tácticas y/o estrategias preventivas, 13
de supresión, o tácticas regulatorias que son Con fines prácticos de atención a problemas económica y ecológicamente eficientes y con sanitarios (sanidad forestal) en los escenarios aceptación social y política (Cibrián-Tovar y forestales que no sean bosques, es correcto Macías-Sámano 2020). indicar el término de manejo integrado de plagas y enfermedades forestales, es decir Aunque el MIP ha tenido una enorme utilidad MIP de plagas y enfermedades forestales en en el manejo de plagas forestales en varios es- plantaciones, viveros, arbolado urbano, etc. cenarios forestales, la complejidad y gran esca- Para el caso de bosque (salud forestal) y en la espacial de los ecosistemas forestales son un donde los factores abióticos nativos son par- enorme reto para el desarrollo y una implemen- te del ecosistema, es imperante analizar el tación completa de un MIP exitoso (Cibrián- sistema y saber cuáles son los factores que Tovar y Macías-Sámano 2020). Aunado a ello, han llevado a un incremento de la población nuevos conceptos han salido a la luz, como el de un herbívoro en especial y tratar de incidir concepto de salud forestal, el manejo forestal en esos factores para que las poblaciones es- sustentable y el manejo de ecosistemas (Mery pecíficas de ese organismo no lleguen a esos et al. 2005) y esto ha llevado a una revisión de niveles y puedan poner en riesgo los bene- los principios del MIP forestal, el cual se centra ficios económicos y/o ecosistémicos que se eminentemente en plagas y no considera el esperan del ecosistema bosque (Kolb et al. sistema forestal como un todo (Alfaro y Langor 1995, Macías Sámano 2018b). 2016, Macías Sámano 2018b). 3.4 El papel ecológico de los descortezadores y las sucesiones ecológicas en el ecosistema de bosque de pino Los insectos herbívoros, entre otros, son expansión de D. frontalis donde aún árbo- parte de los ecosistemas forestales y con- les vigorosos pueden ser atacados y muer- tribuyen a los procesos ecológicos mante- tos cuando las poblaciones de los insectos niendo un mosaico de edades y condiciones son altas (R. Billings, com. pers. Texas A&M de rodal, participando en la biodiversidad Forest Service). y mejorando el hábitat para otros organis- mos: además, forman parte importante de Desde un punto ecológico, existen muchos los mecanismos de remoción de individuos agentes bióticos que usan y viven de los débiles y favorecen la selección de árboles recursos forestales, entre ellos los insectos vigorosos en el rodal. Los árboles muertos herbívoros, que constantemente inciden en o en ese proceso contribuyen a la salud de individuos y comunidades de árboles. Sin los bosques naturales gracias al reciclamien- embargo, muchos de los herbívoros, especí- to de nutrimentos (Ward y Mistretta 2002, ficamente los insectos, no afectan la repro- Cibrián-Tovar y Macías-Sámano 2020). ducción desde un punto de vista de manejo Una excepción ocurre, cuando focos en o bien su impacto es mínimo en la vida de 14
los árboles. Siendo más precisos, a la larga superficies de bosque de pino en el mundo, (evolutivamente hablando) ejercen una pre- no todos los árboles adultos mueren y la re- sión de selección ecológica que va confor- generación se reestablece siempre que no mando las interacciones entre ambos. Por existan factores exógenos como incendios otra parte, existen otros insectos herbívoros o factores climatológicos extremos (lluvias, que los afectan de manera más profunda, sequías, etc.), o en la región de México y tanto que funciones básicas como la foto- Centroamérica, cambios antropogénicos de síntesis, la conducción de agua y nutrientes uso del suelo. Por el contrario, con una pers- o incluso el sostén mecánico, se ven tan pectiva de producción maderable, es obvio comprometidos que la vida de los indivi- que estos insectos inciden negativamente duos se acorta o llega a su final. Algunos en los planes de manejo, pues no solo los insectos solo afectan algunos individuos interrumpen, sino hay pérdidas económicas de la población, edad o estado fenológico significativas y se requiere de la espera de y por ende no dañan la integridad de toda varios años para poder volver a obtener vo- la comunidad, y en consecuencia no ejer- lúmenes de madera industrial esperados. cen un impacto crucial en la estabilidad y permanencia de los bosques. Por otra parte, El papel renovador de masas forestales por existen otros que, por su persistencia e in- estos insectos en las últimas décadas ya no cidencia en funciones básicas de los árbo- ha sido tan “normal” y es patente que ello es les, causan mortalidades extensas creando debido al efecto que tiene el cambio climáti- un efecto importante que pone en riesgo co tanto en las poblaciones de estos insectos la integridad de la comunidad de árboles, como en la de sus hospederos, las coníferas es decir, afectan el funcionamiento del eco- (Six et al. 2014). Se tienen excelentes eviden- sistema como tal. En consecuencia, para cias de que ha habido cambios en los ciclos de determinar y evaluar aspectos de salud vida, distribución y poblaciones de especies forestal (funcionalidad del ecosistema), de descortezadores del norte del continente es indispensable un enfoque integral de como son Dendroctonus ponderosae (Bleiker conocimientos profundos de fisiología, et al. 2011, Bentz et al. 2014), D. rufipennis ecología y ecosistemas (Kolb et al. 1995). (Hart et al. 2014, W. Ciesla, Forest Health Management International, pers. com.), D. En los bosques, el papel ecológico de los frontalis (Khain Tran et al. 2007, Friedenberg descortezadores de coníferas de los gé- et al. 2008) e Ips confusus (Kleinman et al. neros Dendroctonus e Ips (Coleoptera, 2012), cambios que se han reflejado en ex- Curculionidae: Scolytinae) es el de “reno- tensas mortalidades de sus hospederos. En var” la masa forestal, removiendo indivi- México, entre 2011 y 2013 se tuvo mortali- duos viejos, enfermos y estresados, es decir, dades inéditas, de más de 1 millón de m3 en en realidad estos insectos tienden a crear el norte y centro del país, principalmente por nuevas masas forestales jóvenes y vigoro- Dendroctonus mexicanus, D. frontalis e Ips sas (Safranyik y Wilson 2006, Guldin 2011). lecontei (D. Cibrián, Universidad Autónoma Esto es muy claro de ver, pues, aunque año Chapingo UNACH, pers. com.). Previamente con año existan mortalidades variables de se tuvieron mortalidades similares, pero no 15
tan extensas, por poblaciones de Ips pini so- com.) En Centroamérica, quizás reflejan- bre Pinus jeffreyi en Baja California Norte, do el impacto asimétrico del calentamiento México (J. Villa, Comisión Nacional Forestal global, se han reportado y de Dendroctonus [CONAFOR], pers. com.); de Ips confusus e frontalis en Honduras y Guatemala desde Ips lecontei en pinos piñoneros en el norte 2010 (Rivera Rojas et al. 2010, ICF 2015, y centro de México (D. Cibrián, UACH, pers. INAB 2016). 3.5 Estimaciones de riesgo, peligro y susceptibilidad en la prevención y manejo de los descortezadores de coníferas Cuando los silvicultores desean obtener re- pueden ser definidos como eventos discretos cursos de estos ecosistemas, necesitan estar en tiempo y espacio que, al afectar la estruc- conscientes de los impactos potenciales que tura de poblaciones, cambiar los recursos, la estos disturbios pueden tener en la calidad disponibilidad de substratos, el ambiente fí- y cantidad de servicios ecosistémicos deri- sico y los procesos de regeneración y recupe- vados de los bosques. Adicionalmente, los ración, interrumpen el desarrollo sucesional administradores y dueños deben entender el de un rodal, ecosistema o paisaje (CFS 2018). vínculo, de causa y efecto, que existe entre los disturbios, de tal manera que las accio- Los tipos de impacto que pueden haber nes preventivas en contra de un disturbio no sobre los bosques y sus ecosistemas se pue- lleven a la aparición de otro. Puesto que los den dividir en dos grupos, los ecológicos y ecosistemas y bosques están en constante los socioeconómicos. Los disturbios no solo cambio, es necesaria la información de im- ocurren e impactan un sitio, también tienen pactos de estos disturbios y su relación con efectos fuera del mismo como sería una sedi- la salud y sustentabilidad de la estructura de mentación río abajo o un incremento de es- bosques y procesos (Rosenberg et al. 2012). pecies en un hábitat particular. Los procesos de disturbio, respuesta y recuperación cam- Muchos factores afectan la salud de un bos- bian el estado actual de los ecosistemas. Si que como son la calidad del aire, los incen- estos cambios son buenos o malos depende dios, las prácticas silvícolas y otras actividades de los valores socioeconómicos que le sean humanas, el viento, la sequía, las enferme- aplicados al ecosistema en consideración. dades y los insectos. Los bosques están en Los disturbios tienen efectos a corto y largo continuo estado de cambio y parte de esta plazo. En el corto plazo, el impacto socioeco- dinámica del paisaje son los factores antes nómico puede dominar y reducirse a medida mencionados, que se conforman como dis- que los productos y los servicios reemplazan turbios en los ecosistemas forestales. a los que se perdieron. Los impactos a largo Estos disturbios varían en intensidad, exten- plazo son generalmente biológicos, por ejem- sión, frecuencia y su importancia relativa es plo, una especie reemplazando a otra que fue diferente de una región a otra. Los disturbios reducida o que se perdió como una respuesta 16
al disturbio. Porque los impactos biológicos y En la literatura es muy frecuente encontrar ecológicos a largo plazo pueden tener con- el término “control silvicultural” para indicar secuencias socioeconómicas relacionadas con tratamientos silvícolas que eviten el desarro- la sustentabilidad, el impacto socioeconómi- llo de condiciones en los rodales que favo- co no puede ser evaluado en su totalidad has- rezcan la proliferación de agentes naturales ta que el impacto ecológico sea entendido. La de disturbio; estos tratamientos funcionan magnitud y la frecuencia de un disturbio son de manera indirecta y a largo plazo (Barbosa factores importantes en la determinación del y Wagner 1989 en Sánchez-Martínez 2020). impacto (Averill et al. 1994). Esto, en otros términos, indica que las prác- ticas silvícolas promueven el desarrollo de ro- Conocer las características de los árboles pre- dales con características que los hace menos feridos por los agentes causales biológicos de susceptibles a factores bióticos de disturbio. interés, así como las características del rodal Esto tiene dos componentes importantes, que contribuye a la susceptibilidad, permite uno para la comunidad de árboles y otro estimar el peligro, susceptibilidad (o vulnera- para los herbívoros especializados, y esto de- bilidad) y el riesgo de que ocurra un ataque bido a que por un lado se promueve la salud de plagas forestales. De esta forma, se pue- y el vigor de los individuos vegetales, al tiem- den desarrollar sistemas que estimen la sus- po que se previenen condiciones en ellos que ceptibilidad y el riesgo de ocurrencia de un promuevan la formación de grandes pobla- brote de una plaga en particular (Sánchez- ciones de herbívoros especialistas. Martínez 2020). En Europa, Estados Unidos de América y Canadá, estos sistemas han Los descortezadores son herbívoros altamen- sido denominados como “Hazard-rating sys- te especializados y en el mundo se ha desa- tems”, “Risk-rating systems” o “susceptibi- rrollado suficiente información que permite lity and risk-rating systems”, que traducidos entender las relaciones ecológicas entre los al español significan “Sistemas de califica- insectos y sus hospederos, que actúan sobre ción de peligro”, “Sistemas de calificación las condiciones y distribución de los árboles. de riesgo” y “Sistemas de calificación de Con ello, se puede definir una serie de condi- susceptibilidad y riesgo”, respectivamente y ciones silvícolas que de ser alcanzadas hacen son herramientas de predicción y un marco a los rodales de coníferas lo suficientemente de trabajo para planear y priorizar tratamien- saludables para evitar impactos y poblaciones tos silviculturales en los rodales bajo manejo importantes de descortezadores, resultan- (Hedden et al. 1981, Shore y Safranyik 1992 do en una prevención del impacto de estos. en Sánchez-Martínez 2020). Debe aclarar- Se ha llegado a definir que la densidad, la se que el hecho de que un árbol, o rodal, composición de especies (% de pino), la es- presente características de alta susceptibili- tructura (edades y distribución de especies), dad, no necesariamente implica que va a ser el área basal, índice de sitio, % de cobertura, atacado inminentemente, pues para que el altura y relación DAP/altura, son factores que ataque ocurra, debe existir una población de tienen relación, entre otros con aspectos que insectos suficiente para causar la infestación influencian el riesgo de poblaciones altas de (Sánchez-Martínez 2020). descortezadores, como son la disponibilidad 17
de recursos, la distancia entre hospederos, tema para descortezadores de coníferas en la edad y tamaño del rodal y la producción general recomendamos Fettig et al. (2007) y y movimiento de las “nubes” de feromonas para aspectos más específicos de D. fronta- producidas (Safranyik y Wilson 2006, Raffa lis se recomienda consultar a Guldin (2012), et al. 2008, Guldin 2012). Las feromonas son ambos autores cuentan con literatura más compuestos producidos por los insectos que actualizada. los ayudan a comunicarse con individuos de la misma especie (Macías Sámano 2001) Queremos enfatizar aquí que cualquier pará- metro silvícola usado para prevenir poblacio- Para mayor detalle de estas prácticas silví- nes epidémicas de descortezadores parte de colas generales con fines de prevención de estudios profundos de las interacciones de impactos de insectos forestales se recomien- estos insectos y sus hospederos, luego en- da leer a Medina (1980) y Sánchez-Martínez tonces estos estudios hacen falta de realizar (2020). Para revisiones más amplias en el prácticamente en todo Latinoamérica. 3.6 Los descortezadores de coníferas en escenarios de plantaciones Todo lo anteriormente explicado sobre la im- abundante. De igual manera las plantacio- portancia de las interacciones existentes entre nes son ambientes homogéneos, en los que los descortezadores y sus hospederos, que se se favorece el crecimiento de una, dos o tres han desarrollado evolutivamente, desapa- especies (en comparación con rodales mix- recen o son afectadas cuando el escenario tos de pino y encino), y en donde además forestal es una plantación sea cual sean sus los individuos tienen las mismas edades y las fines. Y aquí usaremos el término plantación actividades culturales (como podas, aplicacio- de una manera amplia, es decir, el proceso nes de agroquímicos y tratamientos al suelo, antropocéntrico de definir qué, dónde, cómo entre otros) son para toda la plantación (Fig. y cuándo serán plantados árboles con fi- 2). Un aspecto que hace especialmente sus- nes diversos (obtención de madera o resina, ceptible a las plantaciones de ser impactadas sombra, repoblación, barreras contravientos, por agentes bióticos en su desarrollo es que el agroforestales, etc.). Por lo tanto, el manejo sitio en donde crecen puede o no ser el ópti- de estos sistemas creados depende en buena mo para esas especies, lo que generalmente parte de los aportes del hombre y del conoci- constituye un factor permanente de estrés miento que tenga de las especies plantadas. para todas las plantas y que es aprovechado por muchos herbívoros (insectos y microorga- En general en las plantaciones se usan densi- nismos) oportunistas. Esto último es especial- dades de individuos muy superiores a las pre- mente importante en plantaciones que están sentes de manera natural. Aunque en rodales dentro o cercanas a bosques naturales que naturales muchas veces hay una semillación tienen las especies plantadas o relacionadas 18
filogenéticamente a las ubicadas en las plan- Pero estas infestaciones por especies de Ips taciones. La falta de diversidad genética y de o Dendroctonus son comunes en plantacio- edades en plantaciones en comparación con nes en países como México, Guatemala y rodales naturales son también factores que Honduras (ICF 2015, INAB 2016) y puesto contribuyen a la susceptibilidad de las planta- que estas especies cuentan con feromonas ciones a ser impactadas por plagas. de agregación (Macías-Sámano y Niño 2016) lo que conlleva a la formación de ataques Estas características de las plantaciones son concéntricos abarcando grupos de árboles y equivalentes a las de un cultivo agrícola que estos a su vez crean nuevos centros de con- de facto las constituyen en un foco de atrac- tagio. Las plantaciones al ser escenarios ho- ción permanente a herbívoros especializados mogéneos de alta densidad de individuos de y cuyas poblaciones fácilmente se pueden la misma especie, misma edad, misma carga constituir en un problema, cuando además genética y bajo condiciones de crecimiento de los agentes estresores propios del sitio se similares son, de darse las condiciones, alta- unen un mal manejo, falta de un monitoreo mente susceptibles de generar grandes po- continuo y ahora, a nivel mundial, los efec- blaciones de insectos que fácilmente pueden tos de un cambio climático. incluso acabar con arbolado sano y vigoroso. Para el caso específico de plantaciones de Es claro que por la estructura de una plan- pino se han documentado casos catastrófi- tación y sobre todo de una productiva, un cos debido a que las plantaciones llegaron a raleo reduce el área basal y por ello se re- edades y en condiciones tales de estrés que comienda en plantaciones para incrementar fueron totalmente arrasadas por los descor- el crecimiento y reducir la susceptibilidad a tezadores, como fue el caso de Mountain los descortezadores. De hecho, la plantación Pine Ridge en Belice (Macías-Sámano 2001), como tal es una negación a ellas. Por todo plantaciones en República Dominicana esto, las plantaciones deben de ser monito- (Macías-Sámano 2018a) y parcialmen- readas permanentemente y de aparecer el te en Panamá (Jaén-Lara 2013). El caso de primer árbol atacado por descortezadores Panamá es especialmente interesante ya de inmediato aplicar las medidas sanitarias que no existe de manera natural pino en ese adecuadas (ver más adelante las secciones país y las plantaciones fueron atacadas por correspondientes en este Manual) y de ser Ips calligraphus un especialista de pinos que posible otros métodos, que, aunque costo- no se sabe de dónde llegó. Hace relevante sos, puedan ser económicamente rentables la enorme atracción que tienen estos esce- dado el valor de la inversión y la oportunidad narios para insectos especialistas invasores. y la eficiencia con que se pudieran aplicar. 19
4. BIOLOGÍA, ECOLOGÍA Y COMPORTAMIENTO DE LOS DESCORTEZADORES DE PINO 4.1 Aspectos biológicos y ecológicos El término descortezador, se deriva del hecho estresados son capaces de entrar y coloni- de que estos insectos se desarrollan debajo zarlos exitosamente (Billings y Espino 2018). de la corteza, alimentándose del cambium, lo que promueve la muerte, degradación y Esta última situación ocurre en algunas oca- subsecuente colonización de estos tejidos siones al estar finalizando grandes infesta- por un sinnúmero de organismos, accio- ciones de descortezadores primarios. Es nes que al final hacen que se desprenda la muy importante indicar que, en el caso corteza. Los principales descortezadores de de países como Panamá, Cuba, República pino en Guatemala pertenecen a los géneros Dominicana, Haití y Jamaica en donde Dendroctonus e Ips los más destructivos. únicamente existen especies de Ips y no de Dendroctonus, el primero es el úni- Las especies D. frontalis, D. adjunctus y D. co descortezador y puede alcanzar a ser mesoamericanus se consideran primarias primario en estos países (Garraway 1986, porque en general los individuos de es- Haack et al. 1989, López-Castilla et al. 2009, tas especies colonizan arbolado vivo y vi- Jaén-Lara 2013, Billings y Espino 2018). goroso, mientras que las otras especies de Dendroctonus en general colonizan árboles Las especies de Dendroctonus son monóga- previamente atacados por las especies pri- mas y el sexo que inicia la colonización es marias. Resalta algunas veces el compor- la hembra (Wood 1982). Las hembras de tamiento de D. valens pues sus individuos varias especies D. frontalis, D. adjunctus y llegan a colonizar parcialmente la parte D. mesoamericanus liberan feromonas de baja de algunos árboles (no colonizados agregación (Wood 1982, Macías-Sámano y por otros descortezadores), sobre todo si Niño 2016, Niño et al. 2018). En cambio, las han sido quemados, sin llegar a causarles la especies de Ips son polígamas, los machos muerte. Las especies de Ips y Pseudips mexi- son quienes inician los ataques (Wood 1982) canus, en general, colonizan árboles previa- y los que producen feromonas de agrega- mente atacados por las especies primarias ción (Macías-Sámano et al. 2014, Macías- (Wood 1982, Furniss y Carolin 2002, Billings Sámano y Niño 2016). Derivado del uso y Espino 2018) o en ocasiones, cuando sus de feromonas de agregación, las espe- poblaciones son muy altas o los árboles muy cies mencionadas de ambos géneros 21
forman ataques concéntricos abarcando árbol y con las galerías larvales irradiando grupos de árboles y estos a su vez crean hacia los lados de las parentales. Las espe- nuevos centros de contagio. Basado en cies polígamas como las de Ips, desarrollan esta forma de apareamiento (monogamia galerías en forma de “Y” (indicando tres o poligamia), se derivan las formas que las hembras apareadas) (Fig. 3A), o de “H” galerías son construidas y grabadas (Figura (cuatro o más hembras) (Fig. 3B), limpias 3) debajo de la corteza al irse desarrollan- de aserrín y con galerías larvales irradiando do los distintos estadios de los insectos. De de cada “brazo” de las parentales (Billings tal manera que las especies monógamas, y Espino 2018). Frecuentemente, las espe- Dendroctonus spp, forman galerías parenta- cies de Ips colonizan pinos tirados o trozas les generalmente en forma de “S” alargadas con corteza fresca, un comportamiento que (con excepción de D. valens, D. ponderosae raramente se encuentra en las especies de y D. pseudotsugae) y llenas de aserrín (Fig. Dendroctonus (R. Billings, com. pers., Texas 3C), extendiéndose de arriba hacia abajo del A&M Forest Service). A B C Figura 3. Galerías grabadas debajo de la corteza por descortezadores. Las líneas amarillas se colocaron para resaltar la dirección de las galerías. A) Ips sp con tres galerías parentales; B) Ips sp con cuatro galerías parentales y C) Galerías de Dendroctonus adjunctus. Fotos de Rony Albanés, INAB En general los descortezadores de los gé- en Centro América) al año (Wood 1982, neros Dendroctonus completan su desarro- Moreno et al. 2008, Niño-Domínguez et al. llo (huevo hasta adulto) en 4-50 semanas 2016). En el caso de las especies de Ips, dependiendo de la especie y las tempera- estas pueden tener varias generaciones al turas, de tal manera que pueden tener de año, un total de cinco en especies que se una (D. adjunctus y quizás D. mesoameri- desarrollan en EUA (Furniss y Carolin 2002), canus) hasta 12 generaciones (D. frontalis por lo que seguramente en su distribución 22
más al sur, tienen un mayor número; entre no los hay, los adultos son capaces de volar 10 y 12 en caso de I. cribricollis e I. apache hasta 2 km (o más con la ayuda del vien- (R. Billings, com. pers., Texas A&M Forest to) durante ciertas estaciones del año, con Service). Ambos escarabajos pasan por el fin de iniciar brotes nuevos. Sin embargo, cuatro estados de vida (huevecillo, larva, específicamente en caso de D. frontalis, la pupa y adulto) (Fig. 4). mayoría de la población de descortezadores sobrevive y reproduce por medio de vuelos Al emerger, los adultos nuevos de especies cortos, desde el árbol en el cual emergió con múltiples generaciones al año vuelan en hasta un pino que produce atrayentes en el búsqueda de nuevos hospederos durante to- límite del mismo brote (Wood 1982, Furniss dos los días del año, siempre y cuando las y Carolin 2002, Macías-Sámano et al. 2017). temperaturas excedan los 15 °C. La distan- Esto está comprobado durante el periodo de cia que vuelan varía con la estación del año y tiempo entre los picos de vuelo (R. Billings, la presencia de atrayentes en la vecindad. Si com. pers., Texas A&M Forest Service). A D B C Figura 4. Se presenta ciclo de vida generalizado a los insectos descortezadores (Ips y Dendroctonus). Huevecillo colocado sobre la galería principal (A), estado de larva (B), le sigue el estado de pupa (C) y un insecto adulto (D) del género Ips. Fotos A, B y D, archivos INAB y C, de García Ochaeta, MAGA. 23
La relación entre gorgojos descortezadores Como se explicó en la sección 3.4, los descor- y sus asociados implica una comunicación tezadores son parte esencial de la dinámica de química compleja y muy bien definida. Esto los bosques de pino y viceversa. Es decir, uno hace que la relación incluso con sus hospe- es el factor principal que moldea la población deros sea dinámica, compleja y dependiente del otro. Los descortezadores tienen la función de muchos factores (densidades poblaciona- de renovar el bosque y cuando sus números les de ambos, respuestas defensivas de los crecen pueden ser indicadores de que el eco- árboles, factores de estrés, diversidad de es- sistema bosque de pino es muy denso, tiene pecies y edad del rodal, condiciones climáti- demasiados individuos sobremaduros y/o es- cas prevalecientes, temporada del año, etc.). tresados, o cualquier otro parámetro que de- Debido a estos factores, en una localidad note cierto desbalance en la permanencia de determinada, existe una gran variación en este. Estos insectos, cuando matan arbolado, el número y tamaño de infestaciones asocia- son los que inician el proceso de degradación das, con una determinada abundancia de los de la madera. Son los que crean las condicio- nes adecuadas para que otros insectos y mi- insectos en dispersión durante ciertas tem- croorganismos vayan desarrollando su papel poradas del año (Wood 1982, Billings 2011, en la degradación de los distintos tejidos de Domínguez et al. 2008, Macías-Sámano et los árboles. En pocas palabras, inician una al. 2014, Macías Sámano y Niño Domínguez sucesión ecológica clave para que la materia 2016, Billings y Espino 2018). orgánica se reintegre al suelo. De una mane- ra esquemática (Fig. 5), los descortezadores Con base en trampeos con feromonas co- primarios dan lugar a los secundarios y estos merciales se sabe que D. frontalis en el sur casi simultáneamente dan lugar a la llegada de México presenta dos picos poblacionales de otros insectos (con sus respectivos microor- en donde la mayor parte de su población ganismos, parasitoides y depredadores asocia- vuela para establecer nuevos brotes, uno dos) como los barrenadores de albura (prin- ocurre durante la época seca en el verano cipalmente Cerambycidae y Buprestidae), los (marzo-junio) y el otro entre agosto y no- de duramen (Cerambycidae, Scolytinae am- viembre. Este tipo de conteos es muy útil brosiales, termitas, hormigas, etc.) y finalmen- porque permite definir regionalmente estos te solo queda la acción de hongos y bacterias picos de vuelo y sobre los cuales se pueden que degradan lo que queda de la madera lista programar las actividades de detección (ma- para ser integrada y convertirse en suelo. Este peo aéreo) y los saneamientos cuando la Manual se ubica en el inicio de esta sucesión población comienza a causar mortalidad, ecológica, de tal manera que solo se describe lo que conlleva a una mayor eficiencia de y se discute la llegada de los descortezado- control y optimización de recursos (Macías- res primarios y secundarios, describiendo los Sámano y Niño-Domínguez 2016). Ver sec- cambios (síntomas) que van generando en los ción 6.1.3 Detección y monitoreo con tram- árboles a medida que sus poblaciones se van pas cebadas por feromonas más adelante en desarrollando dentro de ellos y salen a coloni- este Manual. zar nuevos individuos. 24
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