Julio-Agosto2021 Núm.576 - CONTENIDO... 1 - Salesianos Tibidabo
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EL TEMPLO RECOBRA LA NORMALIDAD DESPUÉS DE LA PANDEMIA DEL COVID-19 ..2 PALABRA DEL PAPA FRANCISCO..
TIBIDABO..A 3.. TIBIDABO Publicación bimestral del Templo del Tibidabo El ministerio laical de CATEQUISTA: Época II. Número 576 ¡un REGALO necesario! Julio — Agosto 2021 Por lo que vemos y leemos, da la impresión de que la Dirección y equipo institución del ministerio laical de Catequista por parte Francesc RIU, director del papa Francisco no ha sido una gran noticia para mu- Joan Codina Giol chos de los que, por razones diversas, solemos ser con- Francesc Grabulosa siderados expertos en cuestiones eclesiales. En efecto, muchos medios de comunicación de la misma Iglesia no han dado a este nuevo documento Revista TIBIDABO pontificio la importancia que merece. Al presentarlo a Aportación voluntaria: 3 € la opinión pública, algunos se han limitado a darlo a co- nocer como un nuevo ‘invento’ del papa Francisco que no va a afectar ni poco ni mucho a la vida parroquial y diocesana y a la preocupación de los obispos y sacerdo- Cuenta corriente donativos tes. Es decir, según ellos, la institución del ministerio lai- Obra Salesiana del Tibidabo cal de Catequista va a servir para dar un poco más de ES97-2100-3006-9822-0040-2025 de CaixaBank relieve a lo que ya hacen, con mucho mérito, las y los catequistas de los niños y adolescentes que se preparan Cuenta corriente donativos Iluminación del Templo para recibir la primera Comunión y la Confirmación. ES97-2100-3006-9822-0040-2025 La lectura atenta y reflexiva del contenido de esta de CaixaBank Carta apostólica del papa Francisco nos mueve a recor- dar que, según las enseñanzas ya expuestas en la exhor- Redacción y Administración tación Evangelii Gaudium, hoy todas las instituciones de Templo del Tibidabo la Iglesia necesitan una “conversión pastoral y misio- 08035 Barcelona Tel.: 934 175 686 – 934 174 904 nera que no puede dejar las cosas como están” (EG 25). Es más, la llamada a la ‘misión evangelizadora’ se dirige rector.tibidabo@salesians.cat http://www.templotibidabo.es a todos los que hemos optado por ser ‘seguidores de Jesús’, incluidos los laicos y las laicas, sin caer en nin- Impresión guna forma de clericalismo. Escuela Gráfica Salesiana- EGS Rosari, 2 El mismo documento del papa Francisco dibuja el 08017 Barcelona perfil personal y las características que deberán poseer Depósito legal los candidatos al ministerio laical de Catequista. Con B. 15642, 19961 ello ya indica la importancia y el relieve que, en un fu- turo ojalá próximo, van a tener esos laicos y laicas que van a asumir la misión encomendada a los que ejerce- Portada rán el ministerio de Catequistas en la acción pastoral TEMPLO DEL TIBIDABO realizada en todas las parroquias y diócesis. Parte superior
4 CONTENIDO... CONTENIDO EDITORIAL El ministerio laical de CATEQUISTA: ¡un REGALO necesario!.......................................... 3 A LA PALABRA DEL PAPA FRANCISCO 1. UNA DECISIÓN IMPORTANTE: LA INSTITUCIÓN DEL MINISTERIO LAICAL DE CATEQUISTA . 5 2. EL PORQUÉ Y EL CÓMO DE LA MISERICORDIA. UNA HERMOSA HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO ................. 9 B IGLESIA EN EL MUNDO 3. Año especial «FAMILIA Amoris Laeticia» 2 ........................ 14 A. La autocrítica es una actitud necesaria en la Iglesia................... 15 B. La soledad de las familias en una sociedad que persigue otros intereses .......................................................................... 17 C. Muchas personas viven en el amor a pesar de las dificultades 19 C FAMILIA SALESIANA 4. LA FAMILIA SALESIANA EN ETIOPIA EL SILENCIO DE LOS INOCENTES .......................................... 21 LA HISTORIA DE ASHENAFI ES DESGARRADORA .................. 24 D TEMPLO DEL TIBIDABO 5. EL TEMPLO DEL TIBIDABO EN LA «RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA» ................ 25 CELEBRACIONES Y DONATIVOS ......................................................................................... 31
TIBIDABO..A 5.. UNA DECISIÓN IMPORTANTE: LA INSTITUCIÓN DEL MINISTERIO LAICAL DE CATEQUISTA Ocho años después de la publicación de la exhortación Evangelii Gaudium, el papa Francisco continúa manifestando su espíritu creativo y renovador: el pasado día 20 de mayo hizo pública la institución de un nuevo ministerio en la Iglesia: el MINISTERIO DE CATEQUISTA. Se trata de una iniciativa sumamente relevante en la misión de la Iglesia: valorar un aspecto indispensable de la nueva evangelización en una sociedad profundamente secularizada y alejada de Dios. Demos un breve repaso al contenido de la Carta Apostólica en la que el papa Francisco justifica e instituye este nuevo ministerio en el conjunto de la acción pastoral de la Iglesia. Fijaremos la atención en su carácter y en el papel que le corresponde en el proceso de evangelización. ■ Un ministerio que comporta una forma de enseñanza muy peculiar. «El ministerio de Catequista en la Iglesia es muy antiguo. Entre los teólogos, es opinión común que los primeros ejemplos se encuentran ya los escritos del Nuevo Tes- tamento. […] Al comienzo de su Evangelio, el mismo Lucas afirma: “También yo, ilustre Teófilo, investigué todo con cuidado desde sus orígenes, y me pareció bien escribirte
..6 LA PALABRA DEL PAPA FRANCISCO.. este relato ordenado, para que conozcas la solidez de las enseñanzas en que fuiste instruido” (Lucas 1,3-4). El evangelista parece ser muy consciente de que con sus es- critos está proporcionando una forma específica de enseñanza que permite dar solidez y fuerza a cuantos ya han recibido el Bautismo» (Antiquum Ministerium, 1). ■ Una diaconía indispensable para la comunidad. «Desde sus orígenes, la comunidad cristiana ha experimentado una amplia varie- dad de formas del ejercicio ministerial que se ha concretado en el servicio de hombres y mujeres que, obedientes a la acción del Espíritu Santo, han dedicado su vida a la edificación de la Iglesia. Los carismas, que el Espíritu nunca ha dejado de infundir en los bautizados, encontraron en algunos momentos una forma visible y tangible de servicio directo a la comunidad cristiana en múltiples expresiones, hasta el punto de ser reconocidos como una diaconía indispensable para la comunidad» (AM 2). ■ Una forma de ejercer la misión evangelizadora de la Iglesia. «Dentro de la gran tradición carismática del Nuevo Testamento, es posible reco- nocer la presencia activa de bautizados que ejercieron el ministerio de transmitir la enseñanza de los apóstoles y los evangelistas, y hacerlo de forma más orgánica, per- manente y vinculada a las diferentes circunstancias de la vida. La Iglesia ha querido reconocer este servicio como una expresión concreta del carisma personal que ha favorecido grandemente el ejercicio de su misión evangelizadora» (AM 2). ■ Catequistas al frente de comunidades en diversas regiones. «Toda la historia de la evangelización de estos dos milenios muestra con gran evi- dencia la eficacia de la misión de los catequistas. […] No podemos olvidar a los innu- merables laicos y laicas que han participado directamente en la difusión del Evangelio a través de la enseñanza catequística. También en nuestros días, muchos catequistas capaces y constantes están al frente de comunidades en diversas regiones y desem- peñan una misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe» (AM 3). ■ El compromiso del laicado en la obra de la evangelización. «A partir del Concilio Ecuménico Vaticano II, la Iglesia ha percibido con renovada conciencia la importancia del compromiso del laicado en la obra de la evangelización. Los Padres conciliares subrayaron repetidamente cuán necesaria es la implicación di- recta de los fieles laicos, según las diversas formas en las que puede expresarse su carisma, para la implantación de la Iglesia y el desarrollo de la comunidad cristiana. Los documentos eclesiales posteriores al Concilio expresan el valor central de la catequesis que pone en primer plano la instrucción y la formación permanente de los creyentes» (AM 4).
TIBIDABO..A 7.. ■ Los laicos y laicas son necesarios en el servicio de la catequesis «Sin menoscabo de la misión propia del Obispo, que es la de ser el primer cate- quista en su Diócesis junto al presbiterio, con el que comparte la misma misión pasto- ral, y a la particular responsabilidad de los padres respecto a la formación cristiana de sus hijos, es necesario reconocer la presencia de los laicos y laicas que, en virtud del propio Bautismo, se sienten llamados a colaborar en el servicio de la catequesis. Hoy el Espíritu también llama a hombres y mujeres para que salgan al encuentro de todos los que esperan conocer la belleza, la bondad y la verdad de la fe cristiana» (AM 5). ■ El Catequista es testigo de la fe y maestro que enseña en nombre de la Iglesia. «La misión propia del Catequista tiene lugar en el marco de otros servicios nece- sarios en la comunidad cristiana. En efecto, en primer lugar, el Catequista debe mani- festar su competencia en el servicio pastoral de la transmisión de la fe, que se desa- rrolla en diversas etapas: desde el primer anuncio pasando por la enseñanza que ayuda tomar conciencia de la vida nueva en Cristo y prepara para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana, y también la formación permanente que logra que todos los bau- tizados estén dispuestos a responder a todos los que les pidan que den razón de su esperanza. El Catequista es a la vez testigo de la fe, maestro, compañero y pedagogo que enseña en nombre de la Iglesia» (AM 6). ■ El Catequista expresa el compromiso misionero propio de todo bautizado. «No podemos negar que ha crecido la conciencia de la identidad y la misión del laico en la Iglesia. Hoy muchos laicos muestran un sentido de comunidad muy arrai- gado y una gran fidelidad en el servicio de la caridad, la catequesis y la celebración de la fe. Hoy la llamada al ejercicio del ministerio laical propio del Catequista subraya el compromiso misionero propio de todo bautizado, que debe ser ejercido de un modo claramente secular, lejos de todo riesgo de clericalismo» (AM 7). ■ «Las dotes requeridas para el ejercicio del ministerio de Catequista». «El ministerio del Catequista tiene un valor vocacional muy grande que requiere el debido discernimiento por parte del Obispo y se pone en evidencia en el Rito de Institución. Se trata de un servicio estable prestado a la Iglesia local según las nece- sidades pastorales identificadas por el Obispo; este servicio se realiza de forma clara- mente laical, como lo exige la naturaleza de este ministerio. Conviene que hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana sean llamados al ministerio instituido de Catequista, participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, sean acoge- dores y generosos, vivan en comunión fraterna y reciban la debida formación bíblica, teológica, pastoral y pedagógica para poder ser comunicadores atentos de la verdad de la fe, y hayan adquirido una experiencia previa de catequesis. También se requiere que sean fieles colaboradores de los sacerdotes y los diáconos y estén dispuestos a
..8 LA PALABRA DEL PAPA FRANCISCO.. ejercer el ministerio donde sea necesario, animados por un verdadero entusiasmo apostólico» (AM 8). La puesta en práctica del ministerio de Catequista, tal como lo ha concebido el papa Francisco, comporta que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sa- cramentos publique el Rito de Institución del ministerio laical de Catequista (AM 8). La ‘institución’ de un nuevo ‘ministerio’ en la Iglesia Católica comporta el reco- nocimiento humilde de una necesidad a la que el Papa debe dar una respuesta eficaz. Este es el caso del ministerio laical de Catequista. No pensemos solo en los o las ‘catequistas’ que preparan a niños y adoles- centes que van a recibir la primera Comunión o la Confirmación. El ministerio de Catequista ha sido diseñado para los laicos y las laicas que van a dedicar su vida al servicio de la transmisión de la fe, la formación continua de los miembros de su comunidad y la animación de la acción evangelizadora de la Iglesia, comple- mentando la labor propia de los sacerdotes y diáconos. ■ ¿Cómo valoramos este gesto del papa Francisco? ■ ¿Conocemos personas que podrán sentirse llamadas a ejercer el ministerio de Catequista en nuestra comunidad cristiana?
TIBIDABO..A 9.. EL PORQUÉ Y EL CÓMO DE LA MISERICORDIA UNA HERMOSA HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO Difícilmente podemos imaginar un Papa más sensible a la cuestión de la MISERICORDIA que el papa Francisco. Él convocó el Año de la Misericordia, él ‘inventó’ la figura de los misioneros de la misericordia y, según algunos, él cometió un grave error cuando predicó que “el rigor no puede cerrar la puerta a la misericordia”, al referirse a los matrimonios que se encuentran en una situación ‘irregular’. Por ello, es interesante observar cómo el papa Francisco se expresó en la homilía de la Eucaristía del Domingo de la Misericordia de este año 2021. En el fragmento del Evangelio que el Papa comentó, el evangelista Juan narra la primera aparición de Jesús a sus discípulos después de su resurrección: Juan 20,19-31. «Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz sea con vosotros”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: “La paz sea con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío”.
..10 LA PALABRA DEL PAPA FRANCISCO.. Dicho esto, Jesús sopló y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y no meto mi dedo en el agujero de los clavos, y no meto la mano en su costado, no creeré”. Ocho días después estaban otra vez sus discípulos centro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: “La paz sea con voso- tros”. Luego dice a Tomás: “Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente”. Tomás le contestó: “Señor mío y Dios mío”. Jesús le dijo: “Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído”. Jesús realizó en presencia de los discípulos otros muchos signos que no están es- critos en este libro. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre». Jesús resucitado se aparece a los discípulos varias veces y consuela con paciencia sus corazones desalentados. De este modo realiza la “resurrección de los discípulos” des- pués de su propia resurrección. Y ellos, reanimados por Jesús, cambian de vida. Antes, ¡tantas palabras y tantos ejemplos del Señor no habían logrado transformarlos! Ahora, en Pascua, sucede algo nuevo con el signo de la misericordia. Jesús les ayuda a levan- tarse con su misericordia. Y ellos, ‘misericordiados’, se convierten en misericordiosos. No es posible ser misericordioso si uno evita ser objeto de misericordia. 1 Ante todo, los discípulos son ‘misericordiados’ por medio de tres dones: primero, Jesús les ofrece la paz; después, el Espíritu; y, finalmente, las llagas. ■ En primer lugar, Jesús da la paz a sus discípulos. Los discípulos estaban angustia- dos. Se habían encerrado en casa por temor, por miedo a ser arrestados y correr la misma suerte del Maestro. Pero no solo estaban encerrados en casa; también estaban encerrados en sus remordimientos. Habían abandonado y negado a Jesús. Se sentían incapaces, buenos para nada, inadecuados. Jesús llega y les repite dos veces: «¡La paz esté con vosotros!». Sin embargo, Jesús no les da una paz que quita los problemas del medio, sino una paz que infunde confianza en su interior. Es así, la paz que Jesús les desea no es una paz exterior, sino la paz del corazón. Les dice: «¡La paz esté con vosotros! Como el Padre me envió, así yo os envío a vosotros» (Jn 20,21). Es como si dijera: “Os mando porque creo en vosotros”. Aquellos discípulos desalentados son reconciliados consigo mismos. La paz de Je- sús los hace pasar del remordimiento a la misión. En efecto, la paz de Jesús suscita la misión. No es tranquilidad, no es comodidad, es salir de uno mismo. La paz de Jesús
TIBIDABO..A 11.. libera de las cerrazones que paralizan, rompe las cadenas que aprisionan el corazón. Y los discípulos se sienten ‘misericordiados’: sienten que Dios no les condena ni les hu- milla, sino que cree en ellos. Sí, Él cree en nosotros más de lo que nosotros creemos en nosotros mismos. Nos ama más de lo que nos amamos nosotros mismos. Para Dios, nadie es un incompetente, nadie es inútil, nadie es marginado. Jesús hoy repite una vez más: “Paz para ti, que eres muy valioso ante mis ojos. Paz para ti, que eres importante. Paz para ti, que tienes una misión y nadie puede realizarla en tu lugar. Tu eres insustituible. Yo creo en ti”. ■ En segundo lugar, Jesús derrama su misericordia sobre sus discípulos dándoles el Espíritu Santo. Lo otorga para la remisión de los pecados (cf. Jn 22-23). Los discípulos eran culpables, habían huido abandonando al Maestro. Y el pecado atormenta, el mal tiene su precio. Siempre recordaremos nuestro pecado, dice el Salmo (cf. 51,5). Además, solos no podemos borrar nuestro pecado. Solo Dios puede borrarlo; solo Él, con su misericordia, nos libera de nuestras miserias más profundas. Nosotros, como aquellos discípulos, necesitamos ser perdonados. Y decirle de corazón: ‘Perdón, Se- ñor’. Sí, abramos nuestro corazón para dejarnos perdonar. El perdón en el Espíritu Santo es el don pascual para resurgir interiormente. Pidamos la gracia de acogerlo, de abrazar el Sacramento del perdón. Y de comprender que, el centro de la Reconciliación no somos nosotros con nuestros pecados, sino solo Dios con su misericordia. No nos confesamos para hundirnos más, sino para dejar que Dios nos ayude a levantarnos. Lo necesitamos mucho, todos. Sí, lo necesitamos como los niños peque- ños que, cuando se caen, necesitan que su papá les levante de nuevo. También noso- tros caemos con frecuencia. Y la mano del Padre siempre está tendida para ayudar a levantarnos i ponernos de pie y seguir adelante. Esta mano segura que despierta nuestra confianza es la Confesión. Es el Sacra- mento que vuelve a levantarnos, que no nos deja tirados, llorando contra el duro suelo de nuestras caídas. Es el Sacramento de la resurrección, es misericordia pura. Y el que recibe las confesiones debe lograr que los que acudan a él sientan la dulzura de la misericordia. Esta es la meta que deben perseguir los que reciben la confesión de la gente: lo- grar que sientan la misericordia de Jesús que lo perdona todo. Dios lo perdona todo. ■ Después de la paz que rehabilita y del perdón que purifica, el tercer don con el que Jesús derrama su misericordia sobre sus discípulos es el gesto de mostrarles sus llagas. Esas llagas, las de Jesús, nos han curado. Pero, ¿cómo puede curarnos una herida? Con la misericordia. Como el apóstol Tomás, en esas llagas experimentamos que Dios nos ama hasta el extremo, que ha hecho suyas nuestras propias heridas, que ha car- gado en su propio cuerpo nuestras fragilidades. Las llagas son canales abiertos entre Él y nosotros, canales que derraman miseri- cordia sobre nuestras miserias. Son los caminos que Dios ha abierto completamente para que entremos en su ternura y experimentemos quién es Él; para que no dudemos
..12 LA PALABRA DEL PAPA FRANCISCO.. nunca más de su misericordia. Adorando y besando sus llagas descubrimos que cada una de nuestras debilidades es acogida con ternura, con su ternura. Esto sucede en la celebración de cada Eucaristía, donde Jesús nos ofrece su cuerpo llagado y resucitado; lo tocamos y Él toca nuestra vida. Y hace descender el Cielo para que entre en nuestro corazón. El resplandor de sus llagas disipa la oscuridad que llevamos dentro. Y nosotros, como Tomás, encontramos a Dios, lo descubrimos íntimo y cercano; y, conmovidos, le abrimos nuestro corazón: “¡Señor mío y Dios mío!” (Jn 20,28). Todo nace aquí, en la gracia de ser ‘misericordiados’. Aquí comienza el camino cristiano. En cambio, si nos apoyamos en nuestras capa- cidades, en la eficacia de nuestros proyectos y estructuras, no lograremos salir de no- sotros mismos. Solo si acogemos el amor de Dios podremos dar algo nuevo al mundo. 2 Así, una vez han sido objeto de la misericordia de Dios —‘misericordiados’—, los discípulos de Jesús también podemos ser misericordiosos. El libro de los Hechos de los Apóstoles relata que “nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo lo tenían en común” (4,32). No, esto no es comunismo, sino cristianismo en estado puro. Y es mucho más sorprendente si pensamos que esos mis- mos discípulos poco tiempo antes habían discutido sobre recompensas y honores, so- bre quién era el más grande entre ellos (cf. Mc 10,37; Lc 22,24). Ahora lo comparten todo, tienen “un solo corazón y una sola alma” (Hch 4,32). ¿Cómo fueron capaces de cambiar tanto? Lograron ver en los demás la misma misericordia que había transfor- mado sus propias vidas. En efecto, descubrieron que tenían en común la misión, el perdón y el Cuerpo de Jesús; el hecho de compartir los bienes terrenos fue una consecuencia natural. El texto dice después que “no había ningún necesitado entre ello”. Sus temores se habían des- vanecido tocando las llagas del Señor; ahora no tienen miedo de curar las llagas de los necesitados. Porque en ellos ven a Jesús. Porque en ellos está Jesús. Sí, Jesús está en las llagas del necesitado. Hermana, hermano, ¿quieres una prueba de que Dios ha tocado tu vida? Com- prueba si te inclinas ante las heridas de los demás. Hoy es el día para preguntarnos: “Yo, que tantas veces recibí la paz de Dios, su perdón, su misericordia, ¿soy misericor- dioso con los demás? Yo, que tantas veces me he alimentado con su Cuerpo, ¿qué hago para dar de comer al pobre?”. No permanezcamos indiferentes. No vivamos una fe a medias, es decir, una fe capaz de recibir, pero incapaz de dar; una fe que acoge el don, pero no sabe hacerse don. Si hemos sido objeto de la miseri- cordia de Dios, seamos también nosotros misericordiosos. Porque si el amor termina en nosotros mismos, la fe se seca en un intimismo estéril. Sin los otros, la fe se hace desencarnada. Sin obras de misericordia, la fe se marchita y muere. Dejémonos resucitar por la paz, el perdón y las llagas de Jesús misericordioso. Y pidamos la gracia de convertirnos en testigos de misericordia. Solo así la fe estará viva;
TIBIDABO..A 13.. y nuestra vida será compartida. Sólo así anunciaremos el Evangelio de Dios, que es Evangelio de misericordia. He aquí tres pensamientos expuestos por el papa Francisco en torno a la mi- sericordia: — «La paz que Jesús da a sus discípulos mediante su misericordia les hace pasar del remordimiento a la misión». — «El centro del acto de Reconciliación no somos nosotros con nuestros pecados, sino solo Dios con su misericordia». — «No vivamos una fe a medias, es decir, una fe capaz de recibir, pero incapaz de dar; una fe que acoge el don, pero no sabe hacerse don». ■ ¿Qué sentimientos han aflorado en mi corazón mientras leía lentamente esta homilía del papa Francisco? ■ ¿En qué pensamiento del Papa he fijado mi atención con más interés por- que me ha sorprendido más? ¿Puedo buscarlo de nuevo y sacar alguna consecuencia de mi lectura?
..14 IGLESIA EN EL MUNDO.. Año especial «FAMILIA Amoris Laetitia» «FAMILIA Amoris Laetitia» Sí, en este número de nuestra revista también vamos a colaborar 2 en el gran esfuerzo compartido para divulgar el pensamiento del papa Francisco sobre el amor y la familia a lo largo del Año especial «FAMILIA Amoris Laetitia». Esta vez fijaremos la mirada en el contenido del capítulo segundo: «CUÁL ES LA REALIDAD DE LAS FAMILIAS Y QUÉ DESAFÍOS DEBEN AFRONTAR». «La crisis de los ESPOSOS desestabiliza la FAMILIA» «El cambio cultural influye «No podemos renunciar en todos los aspectos de la VIDA». a la defensa del MATRIMONIO». «Jesús mostró comprensión «El AMOR no se puede conectar ante la fragilidad de las PERSONAS». o desconectar a gusto». «Los ESPOSOS agradecen la ayuda «La falta de vivienda En la educación de los HIJOS». lleva a postergar las RELACIONES». «Muchos JÓVENES posponen la boda por PROBLEMAS económicos».
TIBIDABO..A 15.. A. LA AUTOCRÍTICA es una actitud necesaria en la Iglesia (Amoris Laetitia 36-40) ● Francisco se ha referido a la evolución del modelo de matrimonio que quizá era ha- bitual en nuestra sociedad hace algunas décadas, y que ya no es el modelo deseado por muchos jóvenes. En este contexto, ha hecho una afirmación que nos invita a refle- xionar sobre la situación en la que nos encontramos y a detenernos en el análisis de lo que ha sucedido, adoptando una actitud de autocrítica. Ha escrito: «Tenemos que ser humildes y realistas, y reconocer que a veces nuestro modo de presentar las convicciones cristianas y de tratar a las personas ha provocado lo que hoy lamentamos. Necesitamos una buena dosis de autocrítica» (AL 36). ● El papa Francisco no se ha limitado a denunciar un comportamiento poco acertado que quizá fue habitual en el pasado y que ha dado lugar a una imagen del matrimonio y de la familia que no se ajusta al modelo que él quiere exponer con libertad. Él ha reconocido tres errores del pasado, que ahora debemos corregir: ― Hemos insistido más en el deber de la procreación que en el valor de la unión, en el deseo de crecer en el amor y en el ideal de la ayuda mutua entre los esposos. ― Hemos mostrado poco interés por comprender la situación en que se encuen- tran las parejas que han contraído matrimonio y por acompañarlos a lo largo del ca- mino. ― Hemos presentado un ideal teológico, abstracto y artificial del matrimonio, ex- cesivamente alejado de las situaciones y las posibilidades de las familias reales. Esta idealización excesiva no ha ayudado en absoluto a hacer que el matrimonio sea más deseable y atractivo, sino todo lo contrario (cf. AL 36). ● Francisco añade que, a menudo, no hemos dejado «espacio a la conciencia de los fieles», como si no fueran capaces de desarrollar su propio discernimiento ante situa- ciones complejas, a pesar de sus limitaciones. Y ha llamado la atención a los pastores que tienen la responsabilidad de ayudar a los esposos en su crecimiento personal y en la formación de su propia conciencia. «Durante mucho tiempo hemos creído que, con solo insistir en cuestiones doctri- nales, bioéticas y morales, sin motivar la apertura a la gracia, ya prestábamos apoyo suficiente a las familias, fortalecíamos el vínculo entre los esposos y llená- bamos de sentido sus vidas. Se nos hace más difícil presentar el matrimonio como un camino dinámico de desarrollo y realización personal que como un peso que habrá que soportar a lo largo de toda la vida.
..16 IGLESIA EN EL MUNDO.. También nos cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles, que muy a me- nudo responden lo mejor que pueden al Evangelio a pesar de sus limitaciones, y se muestran capaces de desarrollar su propio discernimiento ante situaciones comple- jas. Hemos sido llamados a formar conciencias, no a sustituirlas» (AL 37). ● El mismo Papa ha apuntado la solución al problema que entre todos hemos creado, y nos ha invitado a dar al matrimonio un enfoque pastoral positivo y de acogida, capaz de ayudar a las parejas a apreciar cada día más las exigencias del Evangelio. «Muchas veces hemos actuado a la defensiva, gastando energías pastorales en la denuncia de un mundo decadente, sin ser creativos en la propuesta de caminos que conduzcan a la verdadera felicidad. Mucha gente ha llegado a creer que el mensaje de la Iglesia sobre el matri- monio y la familia no es un fiel reflejo de la predicación y las actitudes de Jesús, que propuso un ideal exigente pero nunca dejó de mostrar compasión y cercanía ante la fragilidad de personas como la samaritana o la mujer sorprendida en adul- terio» (AL 38). ● A lo largo de su exhortación, Francisco volverá una y otra vez a recomendar a la Iglesia, y sobre todo a los pastores, la adopción de una actitud de autocrítica, reco- nociendo que el Evangelio constituye una incesante invitación a menos rigor y más amor; es una llamada insistente a la misericordia. Y ello sin pesimismo, porque también es cierto que «muchos esposos agradecen que la Iglesia se esfuerce en ofrecerles acompañamiento y asesoramiento en ámbitos relacionados con el crecimiento en el amor, la superación de los conflictos y la educa- ción de los hijos» (AL 38). ■ ¿Compartes estos sentimientos y reconoces la necesidad de la autocrítica? ¿En qué ámbitos debes manifestarla y ejercerla? ■ ¿Has logrado formar tu propia conciencia y tu capacidad de «discernir»? ¿Eres capaz de discernir en situaciones complejas?
TIBIDABO..A 17.. B. LA SOLEDAD DE LAS FAMILIAS en una sociedad que persigue otros intereses (AL 43) ● La complejidad de nuestra sociedad y la debilidad interna de muchas familias provo- can que a menudo estas se sientan solas cuando deben afrontar dificultades cuya su- peración exige unos recursos que no están a su alcance. El papa Francisco ha manifes- tado su preocupación ante esta realidad. «En algunas sociedades, el debilitamiento de la fe y de la práctica religiosa afecta a las familias y las deja más solas en medio de las dificultades. Los Padres sinodales indicaron que una de las mayores pobrezas de la cultura actual es la soledad, fruto de la ausencia de Dios en la vida de las personas y de la fragilidad de las relaciones interpersonales. Además, hay una sensación general de impotencia frente a la realidad socioeconómica, que a menudo acaba por de- primir a las familias. A menudo las familias se sienten abandonadas por el desinterés y la poca atención de las instituciones. Las consecuencias negativas desde el punto de vista social son evidentes: las crisis demográficas, las dificultades propias de la educa- ción de los hijos, la incertidumbre a la hora de acoger una nueva vida, la tendencia a considerar a los ancianos como un peso, el aumento de los problemas emocio- nales y los brotes de violencia» (AL 43). ● Ante esta triste realidad, es normal que los ciudadanos, y en particular los que nos declaramos seguidores de Jesús y miembros de la Iglesia, nos hagamos algunas pre- guntas: ― ¿Qué lugar ocupa la protección de las familias en los programas de los partidos políticos que aspiran a gobernar los países? ― ¿Qué medidas adoptan los gobiernos, en los diversos niveles, para que los jó- venes que desean unirse en matrimonio y tener hijos puedan hacerlo con un mínimo de seguridad? ― ¿Qué decisiones han tomado para que los compromisos laborales de los padres sean compatibles con la atención a las necesidades del hogar y la educación de los hijos? Haciéndose eco de una de las Resoluciones de la Asamblea Extraordinaria del Sí- nodo de los Obispos sobre la familia (octubre de 2014), Francisco se ha pronunciado con claridad: «El Estado tiene la responsabilidad de crear el marco legal y laboral que garantice el futuro de los jóvenes y les ayude a realizar su proyecto de vida con la creación de una familia» (AL 43).
..18 IGLESIA EN EL MUNDO.. ● Pero no ha olvidado la parte de culpa que puede ser atribuida a la Iglesia y a los pastores, en general. Al contrario, él ha dado ejemplo de realismo y de apertura a la autocrítica, también en este caso. En concreto, ha manifestado con insistencia que las instituciones de la Iglesia, en todos los niveles, deben dar una nueva orientación a la pastoral familiar para salir al paso de las nuevas dificultades que los esposos y los padres deben afrontar, y a hacerlo con urgencia. A esta cuestión ha dedicado los últimos capítulos de esta exhortación apostólica Amoris Laetitia: — al referirse a la ayuda que las instituciones eclesiales deben prestar a las fami- lias que viven momentos de crisis, angustias y dificultades (capítulo sexto, eslabones 48-52); — al describir cómo los padres pueden responder al desafío de la educación inte- gral de sus hijos y qué tipo de apoyo van a necesitar para poder ejercer esta responsa- bilidad (capítulo séptimo, eslabones 53-57); — y, en particular, al exponer cómo la Iglesia debe acompañar y atender a las familias que, por el motivo que sea, se encuentren en una situación ‘irregular’ (capítulo octavo, eslabones 60-64). ■ ¿Has sido testigo de la soledad de alguna familia ante situaciones que no puede afrontar sin ayuda externa? ¿Has tenido la oportunidad de echarle una mano? ■ ¿Qué desafíos y qué oportunidades se plantean hoy en la pastoral familiar? ¿Estás en condiciones de colaborar en esta importante misión de la Iglesia?
TIBIDABO..A 19.. C. MUCHAS FAMILIAS VIVEN EN EL AMOR a pesar de las dificultades (AL 50-57) ● A menudo las dificultades que deben afrontar tantas familias nos abruman y pueden hacernos creer que la ‘crisis de la familia’ es el pan de cada día y en todas partes. Sin embargo, no sería oportuno concluir con una imagen pesimista nuestra reflexión y el intercambio consiguiente sobre los mensajes que el papa Francisco nos ha dirigido en el capítulo segundo de la exhortación apostólica La alegría del amor, sobre el matri- monio y la familia. En el análisis de la realidad y los desafíos de las familias, quizá él ha fijado la atención más en los aspectos negativos de la realidad y en la gravedad de los retos que debemos afrontar, que en la belleza del matrimonio y las satisfacciones inherentes a una vida de familia que se distingue por la entrega mutua de los esposos y en la felici- dad de los hijos. Por ello, es posible que Francisco se haya dado perfecta cuenta del riesgo que podía suponer que nos quedáramos con esa imagen negativa de la realidad. Esto po- dría dar lugar a un pesimismo que favorecería la adopción de una actitud recelosa y quizá temerosa al iniciar la lectura del capítulo siguiente, que es precisamente una in- vitación a contemplar la belleza del matrimonio y la familia. Este debe de ser el motivo que justifica el contenido y el tono del último de los apartados de este capítulo segundo. Vamos a verlo. ● En efecto, sin duda alguna los últimos pensamientos expuestos en este capítulo segundo nos dejarán un buen sabor de boca, y de este modo nos prepararán para adentrarnos en la lectura y la reflexión del verdadero núcleo de esta hermosa y rica exhortación apostólica: los capítulos tercero, cuarto y quinto, en los que analizaremos la vocación al matrimonio, el carácter del amor entre los esposos y la fecundidad con- yugal. Observemos cómo Francisco nos invita a una acción de gracias a Dios por el regalo que nos ha hecho al manifestarnos su amor en la vida de muchas familias que cada día hacen realidad sus propósitos como Dios creador. «Doy gracias a Dios porque muchas familias, lejos de considerarse perfectas, vi- ven en el amor, realizan su vocación y continúan avanzando, aunque tropiecen muchas veces a lo largo del camino» (AL 57). ● Con estas palabras Francisco ya da por supuesto que la fragilidad humana es una realidad, y que las luces y las sombras se entrecruzan en el panorama que conforman las familias de nuestro mundo.
..20 IGLESIA EN EL MUNDO.. «Las reflexiones sinodales nos muestran que no existe un estereotipo de la familia ideal, sino un interpelante ‘collage’ formado por realidades diferentes, con sus go- zos, sus esperanzas y sus problemas. Muchas situaciones que nos preocupan constituyen auténticos desafíos. No caigamos en la trampa de malgastar nuestras energías en lamentos, en lugar de intentar descubrir nuevas formas de creatividad misionera. En todas las situaciones la Iglesia siente la necesidad de decir una palabra de verdad y de esperanza. Los grandes valores del matrimonio y de la familia cristiana implican una continua búsqueda que constituye una parte esencial de la existencia humana. Como dijeron los obispos de Colombia, si descubrimos problemas de algún tipo, deberíamos considerarlos un estímulo para revitalizar nuestra esperanza y convertirla en una fuente de visiones proféticas, de acciones transformadoras y de formas creativas de caridad» (AL 57). ● Este es el gran reto que Francisco nos ha propuesto: nada de lamentos, sino una invitación a nuevas formas de creatividad misionera. En nuestro mundo la realidad de las familias es sumamente compleja, y ya hemos tenido la oportunidad de observar que los desafíos que les esperan son muy diversos y van a requerir valentía y generosidad para afrontarlos con garantías suficientes. Por ello, deberemos elevar nuestra mirada y fijar los ojos en el plan de Dios sobre la humanidad, con el fin de descubrir cuál es la verdadera vocación de la familia. Nos ayudarán las reflexiones que Francisco nos ha propuesto en el capítulo tercero de su exhortación apostólica La alegría del amor. ■ ¿Con qué actitud iniciarás el análisis del contenido del capítulo tercero de esta exhortación apostólica del papa Francisco sobre la familia? ■ ¿Te sientes preparado para acoger y saborear sus mensajes? ¿Los comparti- rás con tus amigos y amigas?
TIBIDABO..A 21.. LA FAMILIA SALESIANA EN ETIOPÍA: EL SILENCIO DE LOS INOCENTES «Es el hambre; la gente sufre mucho». Esta es la llamada que los salesianos de la región de Tigray (Etiopía) han lanzado al mundo a lo largo de este año 2020. La causa de esta tragedia es una guerra iniciada el 4 de noviembre de 2020 y que ha comportado consecuencias de una gravedad extrema, llegando a provocar una gran crisis humanitaria en esa parte del Cuerno de África y en los territorios vecinos. El P. Alfredo Roca, camina con dificultad a causa de intensos dolores en las piernas, que le advierten que ya ha cumplido 87 años. Nacido en Pallejà (Barcelona), llegó a Etiopía con 53, y ha vivido de cerca las luchas políticas que han marcado profunda- mente la historia de ese país, desde la caída del dictador Menghistu Hailé Mariàm en 1991 hasta la llegada del presidente Aniy Ahmed en 2018. Alfredo Roca fue enviado a Adigrat, en Tigray, donde promovió las obras tradicio- nales salesianas iniciadas en 1975 por los primeros misioneros.
..22 FAMILIA SALESIANA.. Como el P. Alfredo Roca, la Congregación sale- siana en Etiopía, ahora ya formada casi total- mente por etíopes, ha optado por la atención a los más pobres como expresión del carisma de Don Bosco. Los adolescentes y jóvenes que fre- cuentan las escuelas, los que son atendidos en los comedores, y los que llegan directamente de la calle, facilitan en encuentro con las familias; en esta situación de emergencia, estas son las desti- natarias de los alimentos distribuidos por los sa- lesianos. En los últimos meses han podido aten- der a decenas de miles de personas, llevando los alimentos de casa en casa para evitar las aglome- raciones y garantizar que lleguen a los más nece- sitados. Ahora la ciudad de Adwa está en el epicentro de la emergencia. Aquí los salesianos trabajan con las Hijas de María Auxiliadora y con las Misioneras de la Caridad para atender a más 100.000 personas, la mayor parte mujeres y ancianos que provienen de poblados alejados: Setit Humera, Kafta Humera, Mereb y Segede Woreda. El hospital Kidane Mehret, de las Hijas de María Auxiliadora, es el único que permanece opera- tivo; los otros cuatro, creados y mantenidos por las autoridades públicas, han tenido que cerrar sus puertas. Los conflictos entre las 80 etnias que conforman la población de Etiopía —más de 110 millones de habitantes— son un fenómeno que perdura desde la caída del Negus. La lucha más agresiva tiene lugar entre los Amhara, que constituye el 27%, y los Tigrini (6%). Esta etnia es la más cualificada, tanto desde el punto de vista cultural y econó- mico-político como en el ámbito político-militar: fue protagonista de la revuelta que dio lugar al régimen dictatorial y ha mantenido el gobierno nacional hasta el año 2018. La tragedia se ha construido, pieza a pieza, de acuerdo con lo que ya se había previsto: acusaciones mutuas, violencias, ataques a los poblados, agresiones, abusos, etc. De este modo, Etiopía está inmersa en una crisis comunitaria que, según los salesianos, provocará el retorno a los escenarios de los años 1983-1985, cuando la carestía dio lugar a una guerra de treinta años con Eritrea. Los Hijos de Don Bosco han abierto sus casas para prestar asistencia de los prófugos. En la zona de Tigray hay 20 salesianos, en los centros de Makalle, Adwa i Adigrat. “Es- tamos aquí para atender a tantas personas: en estos momentos difíciles, estamos con la gente ayudando y consolando a los más necesitados de apoyo”, ha escrito el P. Hai- lemariam Mdhin Tesfay. La crisis es total: alimento, agua, vivienda, higiene, salud. Las salesianas de Adwa ex- plican que “no ha podido vacunar a nadie durante tres meses, por lo que tememos que
TIBIDABO..A 23.. pronto llegarán las epidemias”. La gente muere en sus casas, y las mujeres dan a luz sin asistencia médica. La ausencia de comunicación agrava la situación, tanto para la distribución de las ayu- das como para dar a conocer al mundo lo que está sucediendo. “Toda la región se ha quedado sin electricidad, sin acceso a Internet, sin suministro de agua durante tres meses”, ha explicado el P. Lijo Vadakkan. En el centro salesiano de Adwa, a lo largo de todo el día se puede ver una larga cola de persones, jóvenes y adultos, ricos y pobres que esperan recibir un poco de alimento y agua. A finales del año 2020 se pudo iniciar un proceso de recuperación en las obras de los Hijos y las Hijas de Don Bosco en Etiopía, gracias a la ayuda de una ONG vinculada a la Familia Salesiana en Italia, y que hora ya está operativa en el país. Gracias a esta ONG, el salesiano Coadjutor Cesare Bullo, responsable de los proyectos de desarrollo en Etiopía, está logrando salir al paso de las emergencias garantizando el suministro de alimentos y medicinas, así como el transporte con seguridad hasta el corazón de Tigray y los poblados dispersos. Hasta ahora, todo era problemático; a par- tir de ahora, con la ayuda de Cesare Bullo, la esperanza ya es una realidad. Durante un tiempo, el P. Alfredo Roca no pudo dar señales de vida, y ello provocó preocupación en sus familiares, amigos y benefactores de Europa. Ahora, al mejorar las comunicaciones, tanto él como otros salesianos comprometidos en la misión de Tigray han podido dar señales de esperanza recordando a sus huérfanos: “No encuen- tro el momento de encontrarme con los niños que han sido adoptados a distancia y con sus familias para poder daros buenas noticias. Gracias a todos por vuestra ayuda”.
..24 FAMILIA SALESIANA.. LA HISTORIA DE ASHENAFI ES DESGARRADORA Era uno de los chavales que acudían a la puerta del Centro Don Bosco de Adwa para pedir agua y algo para comer. De algún modo su rostro llamó la atención del P. Luan, un misionero vietnamita que ejercía el trabajo propio del ecónomo del Centro. Ese rostro no le era familiar, y por ello el salesiano se le acercó y le preguntó quién era y de dónde venía. Ashenafi era un alumno de la escuela pública de Adwa. Era el último hijo de su familia. Hacía 5 años que su padre abandonó a su madre y a sus hijos. Ashenafi tenía dos hermanas y dos hermanos mayores que él. Cada día andaba siete kilómetros para acudir a su escuela. Nunca había oído hablar de Don Bosco, y no había tenido ninguna oportunidad de acercarse al Centro. Los siete kilómetros de ida a la escuela y los siete de vuelta a casa, con las horas de estancia en la escuela, hacían que pasara todo el día fuera de casa. Desde el inicio de la guerra en Tigray, la familia de Ashenafi lo pasaba muy mal. En casa no tenían nada para comer. Su madre era la única que mantenía a sus cinco hijos durante el tiempo que pudo trabajar en la fábrica textil de una empresa multina- cional, pero en la guerra del mes de noviembre fue destruida completamente en un bombardeo. Esta fábrica daba trabajo a siete mil obreros. Los dos hermanos de Ashenafi fueron muertos por los soldados durante un ras- treo, y una de sus hermanas tuvo que huir de su casa para no ser objeto de abusos sexuales. Ahora Ashenafi se ha quedado solo con la madre enferma y su hermana, dos años mayor que él. Acude regularmente al Centro Don Bosco para recibir agua para beber y unos pedazos de pan para su madre y su hermana. La historia de Ashenafi es una historia semejante a la de muchos chavales en Tigray. BOLLETTINO SALESIANO, mayo 2021.
TIBIDABO..A 25.. EL TEMPLO DEL TIBIDABO EN LA «RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA»
..26 TEMPLO DEL TIBIDABO.. CON DON BOSCO Y CON EL PAPA FRANCISCO, EL TEMPLO DEL SAGRADO CORACIÓN DE JESÚS DEL TIBIDABO SE HA ADHERIDO CORDIALMENTE A LA «RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA» INTRODUCCIÓN CON DON BOSCO Y CON EL PAPA FRANCISCO La tarde del 5 de mayo de 1886, en la Basílica de la Merced, unos señores de las Con- ferencias de San Vicente de Paúl cedieron a Don Bosco la propiedad de un terreno en la cumbre del monte Tibidabo y le rogaron que construyera allí un santuario al Sagrado Corazón de Jesús. La respuesta fue inmediata: «Vosotros sois instrumentos de la divina Providencia. Con vuestra ayuda, surgirá pronto sobre este monte un santuario dedicado al Sagrado Corazón de Jesús; en él tendrán todos comodidad para acercarse a los santos sacra- mentos, y siempre se recordará vuestra caridad y la fe de la que me habéis dado tantas y tan hermosas pruebas». En cumplimiento de esta profecía de san Juan Bosco, el Templo del Sagrado Co- razón de Jesús del Tibidabo es una hermosa realidad; y ahora la cuestión que debe preocuparnos es esta: en los tiempos que vivimos, tenemos que responder con valen- tía a la invitación insistente del papa Francisco a «avanzar por el camino de una con- versión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están». Y añade: «La pastoral en clave de misión se propone abandonar el cómodo criterio pastoral del ‘siempre se ha hecho así’. Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades» (Evangelii Gaudium, 25). Por otra parte, el pasado 17 de diciembre de 2020, el papa Francisco erigió en persona jurídica canónica y vaticana la Fundación «Red Mundial de Oración del Papa» y aprobó sus Estatutos. Esta Red Mundial de Oración del Papa es el resultado de un largo pro- ceso de ‘recreación’ del Apostolado de la Oración, fundado por la Compañía de Jesús en el año 1884 y extendido por todo el mundo. Es su nueva modalidad, el papa Fran- cisco ha considerado que esta Red Mundial es un buen instrumento para impulsar la conversión pastoral y misionera de las diócesis, las parroquias y todo tipo de institu- ciones en las que la Iglesia desarrolla su acción evangelizadora. En este contexto, y con Don Bosco y el papa Francisco, la comunidad salesiana responsable del Templo del Tibidabo se ha adherido cordialmente a la «Red Mundial de Oración del Papa». Con esta adhesión, la Congregación Salesiana, se propone im- pulsar la renovación de tota la acción pastoral que se realiza en este Templo, siempre en el marco de la acción pastoral de nuestra Iglesia diocesana.
TIBIDABO..A 27.. Invitamos a todos los ‘amigos del Templo del Tibidabo’ a colaborar activamente en este esfuerzo de renovación de todas las iniciativas apostólicas y evangelizadoras que se impulsan y mantienen en este querido Templo del Sagrado Corazón de Jesús. La Red Mundial de Oración del Papa: 1 qué es, qué se propone y qué implica A la pregunta ¿qué es la Red Mundial de Oración del Papa?, el documento fundacional de esta iniciativa del Papa da tres respuestas: — Primera. La Red Mundial de Oración del Papa se propone hacernos interior- mente disponibles para la misión de Cristo. La fuente y el modelo de esta disponibili- dad es Jesucristo, entregado a nosotros y por nosotros, que se nos hace presente en la Eucaristía. Recibir su vida nos mueve a ofrecer cada día nuestra propia vida como expresión de nuestra gratitud. — Segunda. La Red Mundial de Oración del Papa es un camino espiritual que la Iglesia propone a todos los cristianos para ayudarles a ser amigos y apóstoles de Jesús resucitado en la vida diaria y despertar en ellos la capacidad misionera; también les conduce hacia una alianza de amor personal con Él, simbolizada en su Corazón. — Tercera. La Red Mundial de Oración del Papa está al servicio de los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia, expresados en las intenciones mensuales de oración del Papa. Orar por ellas nos abre la mirada y el corazón a las dimensiones del mundo, haciendo nuestras las alegrías y las esperanzas, los dolores y sufrimientos de todos nuestros hermanos y hermanas (cf. Un camino con Jesús en disponibilidad apos- tólica, p. 5). Por todo ello, la Red Mundial de Oración del Papa se muestra abierta a todos los cató- licos que deseen despertar, renovar y vivir el carácter misionero que deriva de su bau- tismo. Tiene estructura propia, con posibilidad de adaptarse a las distintas situaciones nacionales, regionales o diocesanas en las que desarrolla su actividad. Su fundamento es la espiritualidad del Corazón de Jesús. El itinerario espiritual de la Red Mundial de Oración del Papa 2 y su adopción por parte del Templo del Tibidabo De acuerdo con el carácter de la Red Mundial de Oración del Papa, la acción pastoral del Templo del Tibidabo propondrá un itinerario espiritual que integrará dos dimen- siones: a) La compasión por el mundo y por todos los hombres y mujeres Las Intenciones de Oración propuestas mensualmente por el Santo Padre a la Iglesia ofrecen a todos los católicos un camino espiritual de comunión y compasión con los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia.
..28 TEMPLO DEL TIBIDABO.. El Santo Padre nos confía la misión de dar a conocer, promocionar y estimular la oración por estas intenciones. El Templo del Sagrado Corazón de Jesús se hace respon- sable de difundirlas y promoverlas de tal forma que los ‘amigos del Templo del Tibi- dabo’ las tengan en consideración en su oración y su acción durante el mes. El hecho de asumir estas Intenciones y hacerlas objeto de oración ayuda a abrir la mirada y el corazón a las necesidades del mundo, haciendo propias las alegrías y las esperanzas, los dolores y el sufrimiento de la humanidad y de la Iglesia, además de inspirar obras de misericordia espirituales y corporales. De este modo, se ofrece un camino espiritual que permite salir de la ‘globalización de la indiferencia’ y abrirse a la compasión del mundo. b) La comunión con la misión de Jesús, el Hijo de Dios Por su vinculación a la Red Mundial de Oración del Papa, el Templo del Sagrado Cora- zón de Jesús del Tibidabo se propone despertar la vocación misionera de los bautiza- dos, permitiéndoles, en su vida diaria, colaborar en la misión que el Padre ha enco- mendado a su Hijo. Es así como los bautizados se disponen a acoger y servir el Reino de Dios, movidos por la compasión y el estilo del Hijo de Dios. Esto explica por qué el Templo del Tibidabo mantiene i promueve la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Todo discípulo de Jesús, gracias a su disposición a la oración y a la acción del Espíritu Santo, hace posible que, en su corazón, se recreen los senti- mientos del Corazón de Cristo. Debemos fomentar que los ‘amigos del Templo del Ti- bidabo’ sean conscientes de la situación de privilegio en que se encuentran, y facilitar su ‘encuentro’ con el Corazón de Jesús y su colaboración en el proceso de ‘renovación’ programado. Las modalidades de participación 3 en la Red Mundial de Oración del Papa La Red Mundial de Oración del Papa ofrece dos posibilidades de participación a los bautizados: una forma ‘abierta’ y otra de ‘pertenencia y compromiso’ para vivir al es- tilo de Jesús, considerando la Eucaristía como modelo de ofrenda y disponibilidad. a) La modalidad de participación abierta es accesible a todo bautizado, y con- siste en asumir la oración por las Intenciones de Oración del Papa como parte de su oración diaria a Dios; es posible hacerlo al participar en la Eucaristía. A quienes asumen esta modalidad de participación de les pide que los primeros viernes de cada mes se unan a la Red Mundial y oren por las intenciones del Santo Padre. Esta modalidad puede ser asumida por personas, grupos o movimientos. b) La modalidad de pertenencia y compromiso requiere una participación más activa, y comporta en establecer un vínculo con el centro responsable de la Red Mun- dial de Oración del Papa. Esta pertenencia y compromiso pueden ser vividos indivi- dualmente o de forma grupal o comunitaria.
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