Mitos y realidades sobre la vacuna contra la COVID-19: una experta habla sobre los miedos comunes - UCSF
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Mitos y realidades sobre la vacuna contra la COVID-19: una experta habla sobre los miedos comunes De Nina Bai Mel Hirschkorn Sr. (izquierda) recibe su primera dosis de la vacuna de COVID-19 de Moderna del enfermero de UCSF Patrick Sorensen, RN, en un centro de vacunación en automóvil de City College San Francisco. Foto de Susan Merrell A medida que los casos de COVID-19 alcanzan los 100 millones, los expertos en salud están haciendo hincapié en la urgencia de vacunar a tantas personas como sea posible para detener el contagio. Más virus en circulación implica más probabilidades de mutación, y algunas nuevas variantes ya parecen ser más contagiosas, con lo cual la vacunación se convierte aún más en una carrera contra el tiempo. Sin embargo, dado que las vacunas se han desarrollado a una velocidad sin precedentes y el virus aún no ha revelado todas sus estrategias, es comprensible que las personas tengan muchas preguntas acerca de las nuevas vacunas.
Le planteamos los dilemas más comunes sobre la vacuna de COVID-19 a la Dra. Bryn Boslett, MD, experta en enfermedades infecciosas, quien lidera los esfuerzos de vacunación en UC San Francisco. Ella explica por qué las vacunas de ARNm no afectarían el ADN de las personas, qué alergias suponen un riesgo, qué realmente significa una eficacia del 95 %, y más. ¿Cambian las vacunas de ARNm su ADN? Tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna son vacunas de ARNm, lo que significa que contienen ácido ribonucleico mensajero. “Es básicamente un fragmento de material que contiene instrucciones”, dice Boslett. “Una vez que se inyecta, las células lo absorben, pero nunca entra en el núcleo celular, que es donde se encuentra todo su ADN dentro de las células”. El ARNm contiene instrucciones para que las células generen proteínas espiga que coincidan con las que se encuentran en la superficie del virus SARS-CoV-2, que provoca la COVID-19. Cuando sus células presentan estas proteínas espiga en su superficie, su cuerpo las reconoce como foráneas y desarrolla una respuesta inmunitaria, incluidos anticuerpos específicos de la proteína espiga. “El ARNm es solo un mensaje temporal”, comenta Boslett. “Después de que se forma la proteína espiga, el cuerpo destruye el ARNm para que no permanezca en el organismo. No se mezcla con ningún código genético. No entra en su ADN. No me preocupa en lo absoluto que haya algún tipo de daño al ADN de una persona por estas vacunas”. VEREDICTO: No. ¿Es la inmunidad de la vacuna más fuerte que la inmunidad natural de la infección? “La primera vez que el organismo ve la proteína espiga, este activa parte de las células del sistema inmunitario para que comiencen a reconocer y desarrollar anticuerpos contra esa proteína”, dijo Boslett. La respuesta podría ser similar sin importar si ese primer encuentro es de una infección del virus o de la primera dosis de la vacuna. Los estudios de las vacunas de ARNm sugieren que una dosis podría ofrecer entre el 50 al 80 por ciento de protección contra la COVID-19 sintomática, aunque se necesitan más datos, añadió Boslett. “Sabemos que se recibe cierta protección después de una dosis de la vacuna o después de la infección con el virus, pero no sabemos en cada caso cuánto dura esa protección”, comentó. Se han reportado algunos casos de infección repetida después de tres a seis meses, por lo que la protección de una dosis de la vacuna también podría menguar en ese plazo.
“Sin embargo, cuando se recibe la segunda dosis de la vacuna, se refuerza el entrenamiento del sistema inmunitario”, explicó Boslett. “Uno fortalece esa respuesta de las células B que producen anticuerpos y también activa las células de memoria T que permanecen por mucho más tiempo”. Recibir ambas dosis de la vacuna significa que al organismo se le muestra esta proteína espiga varias veces en un corto plazo. “Así que esa respuesta inmunitaria podría ser más extensa, mejor y de mayor duración que solo contagiarse una vez”, dijo. Debido a que el efecto de refuerzo es tan importante, Boslett añade que es por esto que se les recomienda recibir la vacuna aún a las personas que tienen COVID-19. VEREDICTO: Probablemente. ¿Se saltaron pasos los ensayos clínicos de la vacuna para completarse más rápido? Los ensayos de las vacunas toman años porque, no solo necesitan reclutar a muchos participantes para poder evaluar la seguridad y eficacia, sino también porque después tienen que esperar que se produzcan infecciones naturales. Los ensayos de la vacuna de COVID-19 se han movido con más rapidez gracias al apoyo financiero adicional del gobierno y otras fuentes de financiamiento, y a la alta prevalencia del virus en la comunidad, dijo Boslett. “No se saltaron ningún paso”. Más de 40,000 personas se inscribieron en los ensayos de la vacuna de Pfizer, y más de 30,000 en los ensayos de la vacuna de Moderna. “Eso es mucha gente, pero si el virus fuera raro, aún no serían muchas personas”, explicó Boslett. “Pero como el virus se ha proliferado tanto por todos los Estados Unidos y otras partes del mundo, realmente es un buen número de personas para demostrar la diferencia entre los grupos vacunados y los no vacunados”. La tecnología de ARNm, que se ha sometido a varios años de estudios para otras posibles vacunas, también ahorró mucho tiempo. En comparación con las vacunas que usan virus de cepas vivas, las vacunas de ARNm son relativamente fáciles de fabricar. “El virus en realidad es difícil de cultivar”, añadió Boslett. “El hecho de que no era una vacuna de cepa viva permitió que el proceso de fabricación fuera un poco más sencillo”. VEREDICTO: No. ¿Solo se midió la eficacia de la vacuna en la COVID-19 sintomática?
Los índices de eficacia reportados de 94 o 95 por ciento son solo para la enfermedad sintomática. Debido a que los ensayos clínicos de Pfizer y Moderna no requirieron pruebas regulares de COVID-19, no eran una buena indicación de cuán bien protege la vacuna contra la enfermedad asintomática (que suponen aproximadamente el 40 por ciento de los casos). Preparando una dosis de la vacuna de COVID-19 de Pfizer-BioNTech antes de administrarse minutos después en la clínica de vacunación en el campus de Parnassus Heights. Foto de Susan Merrell Datos limitados sugieren que las vacunas pueden prevenir algunas infecciones asintomáticas. En el estudio de Moderna, se examinó a los participantes justo antes de recibir cada dosis. “Hubo una reducción en infecciones asintomáticas con la vacuna, frente al grupo que recibió el placebo, lo cual nos da esperanzas. Por el contrario, los investigadores solo descubrieron que los participantes se infectaban si la persona desarrollaba síntomas y después obtenía un resultado positivo”, explicó Boslett. “Sabemos que la vacuna realmente reduce los incidentes de enfermedad sintomática, pero no sabemos cómo esta afecta los incidentes de enfermedad asintomática”. Los investigadores deberían descubrir la respuesta en un par de meses. “Creo que, lógicamente hablando, debería prevenir o al menos reducir la enfermedad asintomática”, añadió Boslett. “La mayoría de las demás vacunas sí previenen tanto el
contagio como la transmisión sintomática y asintomática, pero hasta que lo demostremos, no queremos suponer nada”. VEREDICTO: Sí. ¿Puede la vacuna contagiarle COVID-19? Algunas vacunas, como la del sarampión o la vacuna oral de la poliomielitis, contienen una forma debilitada del virus de cepa viva y, en muy raros casos, pueden causar la enfermedad. “Pero este no es el caso”, dijo Boslett. “Las vacunas de ARNm solo contienen un mensaje que codifica la proteína espiga. No es un virus de cepa viva, así que no hay probabilidades de que la vacuna pueda contagiarle COVID”. Algunas personas podrían sentir síntomas, como fiebre o dolores musculares después de las vacunas, pero eso se debe a la respuesta inmunitaria del organismo, no a una infección. “De hecho, no es algo malo porque significa que el cuerpo está produciendo una respuesta inflamatoria a la vacuna, y eso es lo que queremos”. VEREDICTO: No. Si tengo alergias, ¿aún puedo recibir la vacuna? Puede recibir la vacuna de forma segura en el caso de la mayoría de las alergias. “Las personas con alergias a alimentos, mascotas, picaduras de insectos, látex, medicamentos orales, alérgenos ambientales o incluso un historial familiar de anafilaxis no tienen que evitar las vacunas”, comentó Boslett. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), las personas con estas alergias corren un bajo riesgo de sufrir anafilaxis (una reacción alérgica grave y posiblemente mortal) en respuesta a las vacunas de COVID-19, y deben vacunarse de todos modos.
Rebecca Amirault (izquierda), CNM, profesora de UCSF y enfermera partera certificada, celebra tras recibir la vacuna de COVID-19 de la estudiante de medicina Stacey Dojiri en el campus de Parnassus Heights de UCSF. Foto de Susan Merrell Si ha tenido un historial de anafilaxis con una vacuna que no es la de COVID-19, entonces podría correr un riesgo levemente mayor. “Para esas personas, no es necesario que eviten la vacuna, pero deben pensárselo dos veces antes de ponérsela ahora. Si la recibe, debe esperar al menos 30 minutos bajo observación para ver si desarrolla algún tipo de respuesta”, dijo Boslett. Si tiene un historial de anafilaxis con alguno de los componentes de las vacunas de COVID-19, entonces no debe ponerse la vacuna. Si sufre una reacción alérgica grave a la primera dosis de la vacuna, se recomienda que no reciba la segunda dosis. “Menos de cien personas de entre los millones que han recibido las vacunas de COVID-19 hasta ahora han tenido reacciones alérgicas, así que una reacción alérgica grave es un evento raro en general”, añadió Boslett. VEREDICTO: Probablemente.
Si estoy embarazada o amamantando, ¿aún puedo recibir la vacuna? “Diría que es una decisión muy personal y debe ser algo que cada mujer comente con su equipo médico”, dijo Boslett. El Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (American College of Obstetrics and Gynecology), la Sociedad de Medicina Materna y Fetal (Society of Maternal Fetal Medicine) y los CDC han indicado que se les debe ofrecer la vacuna a las mujeres embarazadas y lactantes cuando reúnan los requisitos. “No hay razón plausible clara para pensar que la vacuna perjudicaría de alguna forma a un feto o a un bebé que amamanta”, dijo Boslett. “No se trata de una vacuna de cepa viva, y el ARNm probablemente se quede en el mismo brazo donde se inyecte para ser absorbido por las células de esa área. El organismo degrada el ARNm rápidamente después de que este cumple su función. No creemos que el ARNm o la proteína espiga se desplazará al feto en desarrollo o cause daño”. Una preocupación razonable podría ser la fiebre y otras reacciones del sistema inmunitario a la vacuna. “Sabemos que, en algunos casos, si una mujer desarrolla fiebre alta muy temprano en el embarazo, históricamente, ha habido preocupaciones respecto de cómo la fiebre incide en defectos del tubo neural, pero las pruebas no son claras”, explicó Boslett. Ella recomienda que, si una mujer desarrolla fiebre después de la vacuna, debe tomar Tylenol. “No es motivo para no ponerse la vacuna, porque si uno lo piensa bien, si contrae COVID, podría desarrollar fiebre y, además, todo tipo de otras respuestas inmunitarias terribles. La vacuna realmente protege a las mujeres de resultados mucho más graves a causa de la COVID”. Es posible que las mujeres que se hayan vacunado recientemente puedan transmitir algunos anticuerpos protectores al feto a través de la placenta o a su bebé a través de la leche materna, dijo Boslett. Incluso hay investigaciones en curso sobre la extracción de anticuerpos IgA de la leche materna para usarlos en la prevención de COVID-19 en adultos. VEREDICTO: Sí. ¿Se puede transmitir el coronavirus aún después de vacunarse? Esto es otra pregunta que los investigadores aún están estudiando, dijo Boslett. “Es posible que uno pueda ponerse la vacuna y tener una respuesta inmunitaria, pero que quizá esto no sea suficiente para prevenir una infección asintomática, y aún transmitir el virus”.
Dipti Sil (derecha) recibe su primera dosis de la vacuna de COVID-19 de Moderna del enfermero de UCSF Patrick Sorensen, RN, en un centro de vacunación en automóvil para residentes de San Francisco de 75 años y más. Foto de Susan Merrell Hasta que se demuestre lo contrario, la gente debe considerar las infecciones asintomáticas y la transmisión como una posibilidad. “Existe la inquietud de que uno podría ponerse la vacuna y sentirse seguro, pero en realidad estar infectado con el virus y llevarlo en las vías nasales y respiratorias. Y como uno se siente seguro, podría tener menos cuidado y en realidad propagar la enfermedad”, dijo Boslett. Teniendo esto en cuenta, los funcionarios de salud están instando a todo el mundo, incluso a personas que han recibido la vacuna, a continuar usando mascarillas, a mantenerse a seis pies de distancia de las personas que no viven en su hogar y a lavarse las manos con frecuencia. La capacidad de la vacuna para prevenir la enfermedad sintomática es excelente, y hará mucho por prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes. “Pero no es perfecta”, dijo Boslett. “Aún hubo varias personas que, después de dos dosis de la vacuna, se contagiaron. Ya sea porque su organismo simplemente no presentó una respuesta inmunitaria adecuada o por otra cosa, no lo sabemos”. VEREDICTO: Tal vez.
¿Necesitaremos vacunas nuevas si el virus sigue mutando? “La cantidad de cambios que estamos viendo en el coronavirus no es un número abrumador de cambios, pero sí tenemos estas otras variantes que provienen del Reino Unido y de Suráfrica”, dijo Boslett. “¿Podría el número de mutaciones en la proteína espiga terminar por abrumar lo que puede cubrir la vacuna en algún momento? Creo que es posible”. “Si necesitaremos o no una vacuna nueva cada año depende de cuán rápidamente podamos controlar la pandemia. La probabilidad de mutaciones depende de cuánto virus haya en circulación, comentó Boslett. “Cuando hay mucho virus por ahí, esto permite que esté dentro de los humanos y cometa todo tipo de pequeños errores en su reproducción, y algunas de esas mutaciones podrían terminar ayudando al virus a propagarse”. Tampoco se sabe cuánto durará la inmunidad que proporciona la vacuna de COVID- 19. Necesitamos una vacuna contra la gripe cada año, no solo porque el virus de la gripe muta rápidamente, sino también porque la respuesta de los anticuerpos se desvanece con el tiempo, según Boslett. La buena noticia es que las vacunas de ARNm son relativamente fáciles de ajustar para combatir una nueva variante. (Moderna ya está desarrollando una nueva forma de su vacuna dirigida a la variante de Suráfrica, que podría administrarse como dosis de refuerzo.) “Creo que puede hacerse en solo dos o tres meses”, añadió Boslett. “Pero la frecuencia con la que tendríamos que hacer eso queda por verse”. VEREDICTO: Tal vez.
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