NARRATIVAS SAGRADAS: AUTOBIOGRAFÍAS ESPIRITUALES DE MUJERES COMO PRÁCTICA INTERCULTURAL - revistas. una. ac. cr
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Volumen 14, Número 2, 2021, [p. 133 – p. 149] Recibido: 9/04/2021 • Aprobado: 11/08/2021 DOI: https://doi.org/10.15359/siwo.14-2.6 NARRATIVAS SAGRADAS: AUTOBIOGRAFÍAS ESPIRITUALES DE MUJERES COMO PRÁCTICA INTERCULTURAL Sacred narratives: spiritual autobiographies of women as intercultural practice Narrativas sagradas: autobiografias de mulheres como prática intercultural Rosa Persida Cheuquenao Aillapan1 Andrea de Lourdes Castillo Muñoz2 “Es difícil comprender nuestras vidas sin las biografías de los demás”. (Tsultrim Allione) Resumen Se analizó el reconocimiento de la espiritualidad de las mujeres como un ámbito de negación y como un ejercicio que permitiría un diálogo interespiritual a través de las autobiografías de las autoras. A partir de antecedentes sobre el reconocimien- to de la espiritualidad de las mujeres, se realizó una investigación cualitativa con diseño biográfico narrativo. Los resultados evidenciaron que el reconocimiento de dicha espiritualidad forma parte de una interculturalidad crítica y decolonial, así como que la autobiografía espiritual sería un instrumento de diálogo entre espiritua- lidades. Se concluye que la espiritualidad de la intemperie posibilitaría el proceso de reconocimiento intercultural. Palabras claves: espiritualidades, reconocimiento, mujeres, interculturalidad, intemperie. 1 Mujer mapuche perteneciente a la Identidad Territorial Lafkenche, Chile. Correo electrónico: persidach@gmail.com 2 Universidad Católica de Temuco, Chile. Correo electrónico: relmurayen@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7893-7651 ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/siwo 133 revistasiwo@una.ac.cr
Rosa Persida Cheuquenao Aillapan, Andrea de Lourdes Castillo Muñoz Abstract The recognition of women’s spirituality as a sphere of denial and as an exercise that would allow an interspiritual dialogue through the autobiographies of the authors was analyzed. Based on antecedents on the recognition of the spirituality of women, a qualitative research with a narrative biographical design was carried out. The results showed that the recognition of the spirituality of women is part of a critical and decolonial interculturality and that spiritual autobiography would be an instru- ment of dialogue between spiritualities. It is concluded that the spirituality of the outdoors would make the intercultural recognition process possible. Keywords: spiritualities, recognition, women, interculturality, bad weather. Resumo Analisou-se o reconhecimento da espiritualidade das mulheres como um âmbito de negação e como um exercício que permitiria um diálogo interespiritual através das autobiografias das autoras. A partir de antecedentes sobre o reconhecimento da espiritualidade das mulheres, realizou-se uma investigação qualitativa com desenho biográfico narrativo. Os resultados evidenciaram que o reconhecimento de dessa espiritualidade forma parte de uma interculturalidade crítica e decolonial, assim como que a autobiografia espiritual seria um instrumento de diálogo entre espiri- tualidades. Conclui-se que a espiritualidade da intempérie possibilitaria o processo de reconhecimento intercultural. Palavras-chave: espiritualidades, reconhecimento, mulheres, interculturalidade, intempérie 1. Introducción de lo que creen, lo cual es una condi- ción de la dinámica del reconocimien- La espiritualidad forma parte, e in- to pleno del otro/a que ha tenido como cluso está a la base, del encuentro entre eje la negación: diferentes, siendo una práctica de reco- nocimiento y de convivencia valórica. la patología de una historia cultural La interculturalidad como proyecto y social que ha normalizado teorías exige abordar la experiencia espiritual y prácticas de negación y de opre- sión del otro. Esta es la historia a o religiosa. El rol de la espiritualidad cuya luz deben examinarse las po- en el proyecto de la interculturalidad sibilidades y límites de las teorías o diálogo —convivencia entre cosmo- y las políticas del reconocimiento, visiones diversas— requiere un verda- para plantear desde esa contex- dero encuentro o compartir entre las tualización histórica la pregunta personas de culturas distintas, quienes incómoda de si la respuesta del pueden expresar el sentido profundo ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 Volumen 14, Número 2, 2021 134
Narrativas sagradas: autobiografías espirituales de mujeres como práctica intercultural reconocimiento paga tributo toda- un yo que tiene mucho que perder si vía a dicha historia.3 muestra demasiadas emociones”.5 Ha habido una colonización de En este contexto, el presente artí- las espiritualidades dominantes que culo indaga las espiritualidades de las niega las cosmovisiones o espiritua- mujeres, a través de sus biografías, para lidades indígenas, por lo que es ne- preguntarse: ¿Cómo se está viviendo cesario, entonces, asumir un férreo el auto- y heterorreconocimiento espi- reconocimiento. ritual? ¿Qué preguntas o afirmaciones, repensares y resentires están viviendo Nuestras biografías y ejemplos en las mujeres en relación con la intercul- diferentes ámbitos están marcados de turalidad y a la(s) espiritualidad(es)? rostros, acciones y nombres de hom- ¿Cómo descolonizar6 las espiritualida- bres, así que la biografía de las mujeres des? Creemos que abordar la temática es una práctica histórica constante de de la espiritualidad es clave a la hora de negación. En el ámbito de la espiritua- hablar de reconocimiento, intercultura- lidad, son los santos varones los faros lidad y descolonización. Iremos entre luminosos o referentes ejemplares en complejidades y complicidades, en un la vida de las mujeres. Esto ha llevado ejercicio que intenta acercarnos a cier- a que sean pocas las referencias feme- tas respuestas y, además, sacarnos tanto ninas, sobre todo en el campo espiri- de la soledad como de la individualidad tual: “El tema de la espiritualidad en de las autorías, con el afán de superar la las mujeres está totalmente abierto, colonialidad del ser y del saber.7 muchas de nosotras estamos investi- 5 Marcela Bohórquez, “Brujas contemporáneas: gando con el fin de descubrir cuál es entre mundos y devenires espirituales”, Revista realmente nuestro camino espiritual”.4 NÓMADAS 50 (2019): 142. 6 En acuerdo con los señalamientos de C. Walsh, la descolonización la entendemos como la gene- El acto de narrarnos entre noso- ración de transformaciones estructurales que per- tras/os y hacia otras/os nos hace tocar miten nombrar las prácticas culturales como una la necesaria vulnerabilidad y confianza totalidad superando la colonialidad, y cuestionan las relaciones de saber-poder para descolonizar “producto de una época que insiste en el conocimiento y las relaciones o prácticas de mantener una división entre problemas dependencia (2005). 7 Nelson Maldonado, “Sobre la colonialidad del privados y asuntos públicos, suponiendo ser: contribuciones al desarrollo de un concep- to”. En: El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo 3 Raúl Fornet Betancourt, Transformación inter- global, editores Santiago Castro-Gómez y Ra- cultural de la filosofía. (Barcelona: Desclée de món Grosfoguel (Bogotá: Lesco Pensar-Siglo del Brouwer, 2001), 14. Hombre editores, 2007), 127-167. 4 Tsultrim Allione, Mujeres de sabiduría. (Barce- Ramón Grosfoguel, “La descolonización de la lona: Ediciones La liebre de marzo, 2016), 4. economía política y los estudios postcoloniales. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 135 Volumen 14, Número 2, 2021
Rosa Persida Cheuquenao Aillapan, Andrea de Lourdes Castillo Muñoz Los relatos que se examinan se familia de don Manuel Segundo Cheu- registraron en tres momentos: 1) re- quenao Melillan y doña María Rosa lato de las biografías por separado; Aillapan Antiman. Somos diez herma- 2) puesta en común de biografías; 3) nos, tres fallecidos, cinco mujeres y consenso y desafíos. Con base en este tres hermanos hombres. Nacida y cria- material, el objetivo del estudio se cen- da en la comuna de Teodoro Schmidt. tró en analizar el reconocimiento de la espiritualidad de las mujeres como un Hoy vivo en la comunidad Mar- ámbito y práctica de negación histórica celo Travol- Llanka II, en la comuna necesaria en un proceso intercultural. de Loncoche, desde el 2008. Dieciséis años dirigente de comunidad. Madre soltera con dos hermosas hijas. Soy 2. Witral mujer mapuche, hablante muy apega- da de mi identidad cultural, aferrada Somos el witral8, es decir, todo el a la vida. Me gusta ser solidaria con telar en general compuesto de nom- actitud de humildad, cuyo propósito es bres, lugares, personas y diversos pai- entregar, aportar y ayudar a mis pares sajes, dibujos. Para disponer los ojos, para el buen entendimiento de ambas el corazón, la mente, es necesario saber culturas, porque Ngünechen10 nos ha quién está al otro lado del texto, quién creado y nos regala la vida, esta tierra, respira entre letra y letra. Nuestro de- para ser parte y aporte necesario en safío es que el lector/a sintonice con la esta sociedad. vivencia espiritual de ambas mujeres: una mapuche con feyentun9 mapuche, Mi profesión es técnico agrícola y católica y evangélica, y la otra mestiza, tengo varios estudios de capacitación católica no practicante. La idea es que en el ámbito social y organizacional, esa sintonía la haga con su propia bio- desde donde he vivenciado e indaga- grafía espiritual. do diferentes feyentun, para entender y conocer las miradas o la forma de “Mi nombre es Rosa Persida Cheuquenao Aillapan, hija mayor de la 10 En mapudungun, proviene de dos vocablos: ngüne, que significa ‘voluntad, raíz, origen y Transmodernidad, pensamiento fronterizo y co- protector’, y, che, que quiere decir ‘hombre, lonialidad global”, Tabula Rasa 4 (2006): 17-48. personas o gente en general’. Comúnmente, se 8 En mapudungun, corresponde al conjunto del ha definido como “sostenedor, dejador y hacedor telar mapuche (estructura de madera, urdimbre del mundo por voluntad propia y protector de la y trama) que permite realizar la textilería de es- familia mapuche”. Rodrigo Becerra y Gabriel ta agrupación indígena, principalmente por las Llanquinao, editores, Mapun kimün. Relaciones mujeres. mapunche entre persona, tiempo y espacio. 9 En mapudungun, corresponde a la acción de (Santiago: Ocho Libros, 2017): 92. creer relacionada con el sistema de creencias. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 Volumen 14, Número 2, 2021 136
Narrativas sagradas: autobiografías espirituales de mujeres como práctica intercultural ver la vida para una buena conviven- “Soy Andrea de Lourdes Castillo cia. Tengo amplia trayectoria en co- Muñoz, mujer campesina que vive en nocimiento del sentir de la vida de los Temuco, trabajadora en la universi- distintos pueblos indígenas, en los ni- dad del mismo nombre de la ciudad; veles nacional e internacional. He tra- oriunda de Linares, por eso, siempre bajado en instituciones eclesiásticas, extraño el sol, el calor, las frutas y la como también en las del Estado, donde flor del espino. Soy hija de Pedro e Iris, nuestra vida como mapuches o nuestro de quienes he aprendido la valentía, la modo de verla es invisibilizado, folclo- transformación, la confianza, la liber- rizado, manipulado. tad, la conversación y el amor a la tie- rra. Soy hermana de Pedro y Yasna, a En mi experiencia como mujer quienes agradezco el regalo de la com- mapuche, desde la infancia actué bajo plicidad y el amor cuidador, cercano e el sistema de nuestro pueblo. Tuve que incondicional; de ellos y con ellos mis derribar muchas trabas psíquicas para sobrinos/as remolinos con vida propia, ser lo que hoy soy; golpear mesas y sa- alegría de mi corazón. Estudié Teolo- crificar mi sentir para dejar precedente gía y un Magíster en Estudios Intercul- de que, como mujeres indígenas, so- turales. Fui parte de una congregación, mos capaces de hacer desarrollo en los tiempo que agradezco, vivencia nece- diferentes ámbitos. saria que forma una fracción de mis raíces. Después de salir, mi vida dio Fui dirigente desde los catorce un vuelco y, en esa evolución, siempre años en mi comunidad, porque seguí una respiración cerquita… un aire te- las huellas de mi padre, acompañán- nue, cálido, respetuoso: Jesús. Me con- dole en los procesos dirigenciales que sidero mestiza, cuestión que pude mi- eran muy difíciles. Hoy soy facilita- rar cuando me encontré con el pueblo dora intercultural; para mí significa mapuche; desde ahí pude no perder de ser la mediadora de dos culturas, me- vista de dónde vengo, cuáles son mis diante lo cual transferimos, de per- raíces; sin duda soy mezcla, así como sona a persona, historia, sabiduría, la mayoría de los/as chilenos/as: costumbres, valores, amor, respeto mutuo entre una y otra, sabiendo to- Chile, y el territorio latinoameri- mar el peso de las riquezas que hay en cano al cual pertenece, es fruto de una singular gestación: la de ser cada cultura, en este caso, de nuestro producto de un cruce de sangres pueblo mapuche, lleno de sabiduría y y símbolos. Parición de un nuevo basado en la reciprocidad.” ente que porta en sí mismo, simul- táneamente, elementos de la cultura ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 137 Volumen 14, Número 2, 2021
Rosa Persida Cheuquenao Aillapan, Andrea de Lourdes Castillo Muñoz indígena, de la cultura europea, y a dado que es la autodefinición más cer- veces africana.11 cana a la realidad histórica de las fé- minas del territorio llamado Chile. Se Soy más que el decreto de chile- habla y se sitúa desde esta actitud de nidad que buscó invisibilizar nuestra respeto y valor de las experiencias es- identidad en una sola.” pirituales tan diversas e inagotables. Por último, se decide referir a las espi- Imaginar un telar y el movimiento ritualidades, pues es el movimiento de de las lanas es la metodología de traba- arriba, abajo, adentro, afuera, que sos- jo. Se cuenta con el acercamiento di- tiene la vida del ser humano y es justa- recto entre las implicadas en el estudio, mente este el que queremos “aparezca en el cual se involucran necesariamen- y desaparezca” en el escrito; además, te las complejidades de sus biografías, porque espiritualidades, y no religio- cuestión propia del método biográfi- nes, serían la noción que más se acerca co12, comprendiendo la narración como a la vivencia y promoción de la vida de una técnica de tejido o costura que las mujeres. rompe el sentido común, no solo del lenguaje que se emplea, sino también en el cómo se “tejen y entrejen” los sa- 3. Kalufsha16 beres.13 El análisis será narratológico; siguiendo la hermenéutica pluritópica, El telar necesita cuestiones fun- se hará interpretación desde los distin- damentales para llegar a ser telar: esto tos lugares de enunciación.14 son las lanas con sus diversos colores, grosores y procedencia. Se decidió optar por el concepto indígenas y no mapuche, porque esto Vemos que en el tejido de las es- permite sintonizar o hermanar con las piritualidades hay lanas muy delgadas, experiencias de tantas mujeres de otros las cuales nos han espigado a figuras pueblos de Abya Yala15 y mestizas, complejas, casi a punto de romperse, lo que ha llevado, en más de una ocasión, 11 Sonia Montecino, Sangres cruzadas: mujeres chi- a anudar para evitar la desintegración lenas y mestizaje (Chile: SERNAM, 1993), 13. del tejido. Por ejemplo, en el nivel del 12 Manuel Canales, Metodologías de la investiga- ción social (Santiago: LOM, 2006). Estado, según el trabajo sobre la carac- 13 Renato Ortiz, Taquigrafiando lo social (Argenti- terización de las mujeres de pueblos na: Siglo Veintiuno, 2004): 12-14. 14 Antonio Moreno, El Aro y la Trama (Caracas: Episteme, Modernidad, CIP, 1995). “América” (Enciclopedia Latinoamericana, 15 La expresión Abya Yala ha sido empleada por 2016). los pueblos originarios del continente para 16 Palabra en mapudungun que significa ‘lana’, sea autodesignarse, en oposición a la expresión esta de oveja, conejo o llama. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 Volumen 14, Número 2, 2021 138
Narrativas sagradas: autobiografías espirituales de mujeres como práctica intercultural indígenas de Chile17, se abordan aspec- El Estado no es neutral respecto al gé- tos demográficos, mujeres trabajadoras nero ni tampoco en cuanto a lo espi- y no trabajadoras, ingreso que reciben, ritual. La necesidad de implementar la pobreza, salud y educación, dejando variable espiritual de las mujeres, junto fuera la dimensión espiritual. ¿Por qué a otras como clase y etnia, es una deu- se deja fuera? Si las propias mujeres da pendiente. demandan, desde su autonomía física, política y económica, cuestiones que En el estudio de género, usando la tienen que ver con su espiritualidad, categoría de interseccionalidad, sabe- como son entrega de placenta; difusión mos que el aspecto religioso (o creen- y recuperación de prácticas culturales; cias) forma parte del sistema domina- reconocer el trabajo de cuidado que dor patriarcal, que puede ser opresor y hacen. ¿Es acaso una decisión tomada poco liberador19. Esto se ha fortalecido por las mismas mujeres o una intencio- por medio de las escuelas y las igle- nalidad del Estado? Cabe señalar que sias: “las Iglesias cristianas, a través este aspecto no solo está ajeno para los de sus enseñanzas, en gran manera han pueblos indígenas, cuestión gravitante inculcado la sumisión de las mujeres a de su ser, sino también en la mayoría los varones”.20 Es un deber la respuesta de los estudios de la población chilena a la urgencia del derecho que tienen las y de Latinoamérica. De acuerdo con personas sobre su espiritualidad, como lo revisado en los feminismos latinoa- bien indica la razón de ser del Ministe- mericanos y su relación con el Estado, rio de la Mujer y la Equidad de Géne- vemos que la temática de la espiritua- ro, párrafo 1, art. 3, letra q. “Fomentar lidad no está entre los planes o políti- medidas en favor de las mujeres que cas públicas sobre género. La agenda reconozcan y resguarden la multicultu- temática versaría en “…la conducción ralidad y las identidades étnicas, respe- del desarrollo económico, social y tando sus propias visiones, prácticas, tecnológico en función de los valores necesidades y creencias, en armonía recién conquistados de equidad social, con los derechos humanos”21, o como pluriversalidad democrática, cohesión territorial, sustentabilidad, ética, y am- el Estado: debates actuales”, Íconos - Revista de pliación y profundización de la demo- Ciencias Sociales 45 (2012): 94. 19 Javiera Cubillos, “La Importancia de la Intersec- cracia y de la participación política”.18 cionalidad para la Investigación Feminista”, Oxí- mora Revista Internacional de Ética y Política 7 17 Claudia Echeverría, Mujeres de Pueblos Indíge- (2015): 123. nas en Chile. Sistematización de algunos elemen- 20 Vicenta Mamani, Identidad y espiritualidad de tos (Gobierno de Chile: Ministerio de la Mujer y la Mujer Aymara. (Cochabamba: Itinerarios, la Equidad de Género, 2017). 2014): 127. 18 Marlise Matos y Clarisse Paradis, “Los feminis- 21 Claudia Echeverría, Mujeres de Pueblos In- mos latinoamericanos y su compleja relación con dígenas en Chile. Sistematización de algunos ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 139 Volumen 14, Número 2, 2021
Rosa Persida Cheuquenao Aillapan, Andrea de Lourdes Castillo Muñoz solicita la ONU en su Declaración sobre tierra esa es la fortaleza que tiene”24. los Derechos de los Pueblos Indígenas: Dicho de otra manera, la espiritualidad “es la fuerza que está con la persona, lo Los pueblos indígenas tienen dere- que motiva, promueve el pensamiento, cho a practicar y revitalizar sus tra- la razón de existir así como entender diciones y costumbres culturales. las realidades diversas que hoy día han Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifesta- surgido”25. Visto así, es necesario po- ciones pasadas, presentes y futuras ner atención en esta dimensión, desde de sus culturas, como por ejemplo, las diversas disciplinas, en los niveles lugares arqueológicos e históricos, eclesial y estatal, respondiendo cada artefactos, diseños, ceremonias, una al daño o muerte que ha causado a tecnologías, artes gráficas y dramá- la espiritualidad. ticas y literaturas, así como el de- recho a la restitución de los bienes culturales, intelectuales, religiosos La espiritualidad de las mujeres y espirituales de que han sido pri- ha querido ser controlada, perseguida vados sin su consentimiento libre y cercada a lo largo de la historia, por- e informado o en violación de sus que es una experiencia resistente y de leyes, tradiciones y costumbres.22 vida, como alternativa de salud, orga- nización y ritualidad donde al centro Hay claridad de que un elemento está la existencia de todas. Esta per- identificador en la constitución de la secución se ve claramente en el libro identidad de las mujeres indígenas es lo de Silvia Federici, Calibán y la bruja, espiritual, como es el caso de las muje- que, con el pretexto de la evangeliza- res mapuche en el sur, “El feyentun es ción, castigó esa subversión y resis- el creer, el tener convicción del ser ma- tencia social de las mujeres, tanto en puche, es lo que moviliza al mapuche Europa como en América Latina y El en su espiritualidad mapuche”23, o de Caribe: “la brujería fue una religión las mujeres colla en el norte de Chile, matrifocal en la que la Inquisición cen- “mujer Colla es la tierra y que indepen- tró su atención después de la derrota dientemente que tengamos o no (…) de las herejías, acuciada por un nuevo yo creo que es lo unido a la tierra es la unión espiritual si se puede decir a la 24 Viviana Rodríguez y Cory Duarte, “Experien- cias y creencias de Mujeres Colla de la región elementos, 32. de Atacama”, CUHSO –CULTURA –HOMBRE 22 ONU. Ver_Declaración sobre Derechos de los –SOCIEDAD, Vol. 28,1 (2018): 42. Pueblos indígenas, art.3. (2008). 25 Módulo espiritualidad, conocimientos e historia 23 Ximena Painemal, “Identidad y Espiritualidad de los pueblos indígenas de Abya Yala. “Manual Mapuche: la visión del Machi” (tesis para optar de las y los participantes” (Bolivia: Fondo Indí- al título de Psicóloga, Universidad ARSIS Chile, gena, 2008): 73. 2011): 91. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 Volumen 14, Número 2, 2021 140
Narrativas sagradas: autobiografías espirituales de mujeres como práctica intercultural miedo a la desviación doctrinal”26. Las damentalismo30 católico y evangélico, mujeres brujas fueron un peligro y que sataniza cualquier otra forma que clara competencia para la Iglesia, da- no sea la propia. das sus posiciones de poder en los pueblos por cristianizar, así como sus Frei Betto, teólogo católico, re- prácticas y ritos religiosos: “Eran las flexiona sobre la clara diferencia entre grandes chamanas, conocedoras de la espiritualidad y religión. Dice que la naturaleza y sus medicinas, sanadoras primera existe desde que irrumpe el de la enfermedad física y espiritual, las ser humano, sin embargo, las religio- parteras del mundo, y a su vez eran la nes son recientes (unos 8000 años): fuerza capaz de conectar con la muerte y la destrucción”27. Ellas desacredita- Las religiones en principio, debie- ban y resistían la conversión traída por ran ser fuentes y expresiones de los clérigos españoles, defendiendo su espiritualidades. Pero no siempre sucede así. En general, la religión espiritualidad ancestral: “En efecto, se presenta como un catálogo de gracias en gran medida a la resistencia reglas, creencias y prohibiciones, de las mujeres, la antigua religión pudo en tanto que la espiritualidad es li- ser preservada”.28 bre y creativa… la religión es una institución; la espiritualidad una La religión católica se ha im- vivencia.31 puesto hace más de 500 años con un modelo de evangelización intolerante, Se ve una diferencia que hasta mediante el cual la superioridad fren- podría permitir una colisión entre una te a las espiritualidades indígenas y el concepción y otra. Para el autor, siendo rechazo tanto de sus ritos como de au- toridades religiosas han sido frecuen- continente (Abya Yala). (Valparaíso-Chile: LOM, 2017). tes; es necesario superar estas formas 30 “El fundamentalismo no es una doctrina, es una y avanzar en un diálogo interreligioso manera de leer e interpretar las doctrinas, de en- o interespiritualidades, un reto para la tender ‘mi doctrina’ o ‘mi verdad’ como la única verdadera, porque todas las demás están erradas. teología católica e india hoy29, más aún Por el hecho de que no son verdaderas, pueden por la fuerza que está teniendo el fun- ser denunciadas, perseguidas y pueden ser des- truidas, porque el error no tiene ningún derecho. 26 Silvia Federici, Calibán y la bruja. Mujeres, Ahí está la base del profundo desentendimiento, cuerpo y acumulación originaria. (Traficantes de del ánimo belicoso contra las demás creencias Sueños, 2010), 247. religiosas”. Marcelo Barros, El ventarrón divino 27 Marcela Bohórquez, “Brujas contemporáneas: en los remolinos de la liberación. En Iglesia que entre mundos y devenires espirituales”, 148. camina con espíritu y desde los pobres (Uruguay: 28 Silvia Federici, Calibán y la bruja. Mujeres, Amerindia, 2016), 24. cuerpo y acumulación originaria, 307. 31 Frei Betto (2011). Espiritualidad y religión. ht- 29 Cristian Muñoz, Religiosidad e Indigenismo. En- tps://www.alainet.org/es/active/51490 (Consultada el 26 sayo desde la Etnoeducación Crítica en nuestro enero de 2019). ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 141 Volumen 14, Número 2, 2021
Rosa Persida Cheuquenao Aillapan, Andrea de Lourdes Castillo Muñoz distintas, se complementarían, pese a conjunto de acciones y sentimien- que en la realidad no sea así; al con- tos que surgen en relación con trario, las reglas religiosas han llevado concepciones sobre lo sagrado, no necesariamente unido a una comu- a separar los buenos de los malos, el nidad religiosa o culto. En cambio, pecado de la gracia, la razón o idea de la religión es definida por algunos Dios frente al corazón o a la vivencia autores como la obligación con una de lo espiritual. Jesús rompe con la re- organización o tradición particular ligión de su tiempo y vive una espiri- de fe, o también como el intento de tualidad centrada en amor, comunidad, codificar las experiencias espiritua- justicia, defensa, sanación y caminar les dentro de un sistema. Mientras la espiritualidad nos conduce a ha- con los/as pobres. cernos preguntas sobre el sentido y el propósito de la vida y no tiene Desde la filosofía intercultural, por qué estar limitada a ningún tipo una mirada sobre la espiritualidad sería de creencias o prácticas en parti- cular, la religión se define como la la que se expresa en el ser humano creencia en la existencia de un po- como la fuerza de transcendentali- der reinante sobrenatural, creador y dad que lo motiva a manifestarse controlador del universo, de mane- contra el encarcelamiento de la vida ra que la religiosidad sería el grado en las redes y trampas en que con en que se cree, se sigue y se practica tanta astucia y variedad de másca- una religión.33 ras ha sabido “enredarla” ese otro “espíritu” que desde Comte llama- Más allá de que estén enemistadas mos “positivo”.32 ambas concepciones, para los estudios feministas, será la espiritualidad la que Estaríamos hablando de una fuer- mejor dé cuenta de la vivencia pro- za que trasciende y supera el saber funda de sentido que experimentan las científico, dando paso a otras sensibi- mujeres y la religión se definirá como lidades y sabidurías. aquel sistema androcéntrico y patriar- cal, del cual hay que liberarse por su Desde los estudios del feminismo, opresión sistemática. esta diferenciación es también elo- cuente; la espiritualidad sería un 33 Angie Simonis, “La Diosa y el poder de las muje- 32 Raúl Fornet-Betancourt, Formación, espirituali- res. Reflexiones sobre la espiritualidad femenina dad y universidad. (Aachen: Wissenschaftsver- en el siglo XXI”, Feminismo/s Revista del centro lag Mainz, 2018): 23. de Estudios sobre la Mujer de la Universidad de Alicante 20 (2012): 10. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 Volumen 14, Número 2, 2021 142
Narrativas sagradas: autobiografías espirituales de mujeres como práctica intercultural 4. Zuwüwe34 idioma, nuestra feyentun?! Hay mu- chas personas que transitan al interior Hasta aquí, tenemos el telar y las de otras iglesias, pero lo que en la prác- lanas, pero no son nada sin el movi- tica nuevamente retomamos o vivimos miento que les dará una realidad, di- es nuestra propia espiritualidad, nues- seño, dibujo único. Mucho depende tra raíz. de este movimiento de las lanas, que cruza entre las hebras construyendo, Lo espiritual es lo que me ha per- renovando, avanzando, atravesando y mitido fortalecer mi propio feyentun e presentando diferentes realidades. No- ir tejiendo este eslabón fundamental. sotras hemos tejido nuestra espirituali- No es fácil escribir o decir en palabras dad como mujeres mapuche y mestiza. el sentir desde nuestro piuke36; es una fuerza invisible, intangible, que cada Pérsida: persona acepta y trata de llevar a la práctica con la fuerza espiritual que ¿Cómo he logrado vivir mi espiri- nos inculcan, nos heredan nuestros fü- tualidad siendo mujer, dirigente, madre take che37 y es como bien lo expresan y, a su vez, mapuche o indígena? Lo los Aymaras: “el alimento de nuestros fundamental es que no debe haber una vidas, la llevamos en lo más profundo ruptura en la raíz, a esto me refiero con de nuestros ser, es el eje que integra y que desde que naces tienes una forma vitaliza toda nuestra existencia”38. de vida que te van guiando; luego, te desarrollas y, posteriormente, comien- Jesús fue un hombre político y zas a indagar las diferentes ideas, ini- espiritual adaptado a la cultura; sin cia la curiosidad del conocer, del sentir embargo, hoy, por tantas reglas e inter- espiritual y en esta curiosidad está la venciones, lo han divido. Yo creo que de las creencias distintas a la tuya. Con el Jesús de antes era ajustable a la vida las imposiciones del feyentun foránea cotidiana, a la vida del ser; en el pre- (católica, evangélica, etc.), que pre- sente, se le ve como un Jesús divido, tenden impregnar en nuestro ser, me quebrado y lejano. Yo opino que Jesús pregunto: ¡¿Por qué y cómo pueden no era machista; no obstante, la Iglesia castigar el mapuche kimün35, nuestro lo es, a mí me han cuestionado como mamá soltera... no puedo estar ahí, te 34 Palabra en mapudungun que indica el movimiento realizado por las lanas en el telar 36 Palabra en mapudungun que indica el corazón. cuando se entrecruzan. 37 En mapudungun, hace alusión a personas 35 En mapudungun, hace alusión al conocimiento mayores (Becerra y Llanquinao, 2017, 120). ancestral acumulado con el paso de las generaciones y codificado lingüísticamente 38 Vicenta Mamani, Identidad y espiritualidad de (Becerra y Llanquinao, 2017). la Mujer Aymara, 137. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 143 Volumen 14, Número 2, 2021
Rosa Persida Cheuquenao Aillapan, Andrea de Lourdes Castillo Muñoz juzgan tu libertad, te condicionan, te li- debemos transformar. Nosotros/as ma- mitan, por ejemplo, a no llevar un gru- puches, constantemente, estamos su- po adelante solo por ser madre soltera. friendo diferentes cambios, sean políti- Yo creo en la dualidad, pero, si el hom- cos, económicos, sociales, culturales o bre no está, se debe enseñar no más, espirituales, estos últimos con frecuen- se le debe dar cabida a la mujer que cia intimidados por creencias foráneas. sea. Nosotros/as seremos pobres, mas, en nuestra identidad, existe el respeto, Andrea: eres considerado/a, valorado/a; nuestro che39 no desprecia a nadie por el sim- Sin duda es otra relación la que ple hecho de ser persona. he vivido conmigo misma, con los/ as demás y con Jesús, al momento de Mi propuesta es un cambio cons- no seguir en la vida religiosa. He sa- titucional, con la cual el Estado consi- bido mucho más del silencio, conver- dere el real diálogo y la persona blanca sación, complicidad, nervios, llanto acepte convivir con el pensamiento de y paz que todos mis años de vida. Ha los pueblos, para adaptarse al respeto sido un tiempo intenso de novedad tan de la biodiversidad espiritual de estos. amplia como el mar. Siento que encon- Hasta hoy nos han considerado como tré un lugar y una experiencia con la una piedra de tropiezo en su existencia; vida, donde muchas veces no hay res- no aceptan el diálogo, no permiten que puestas, no se sabe qué hacer o cómo las poblaciones se desarrollen con su hacerlo; he aprendido a conocer y a identidad y autoestima tanto en lo po- amar a la intemperie. Digo intemperie, lítico como espiritual. Me identifico en empezando por no ir a ningún templo, este ámbito, por la razón de que siento seguidora sin casa, sin ritos, sin sacra- que en nuestra cultura mapuche tene- mentos, sin comunidad de hermanos/ mos una constante amenaza y lucha as, sin eucaristía, sin mes de María… por mantener viva nuestra espirituali- no tengo nada de lo que un día tuve. In- dad, porque hoy está débil y dañada, temperie donde se reconoce vientecito, como ocurre, por ejemplo, también, frío, lluvia, tibieza de lo nuevo. Consi- con el pueblo aymara: “las mujeres dero que estaba medio asfixiada, que, vivimos con una espiritualidad vul- aunque había intentos de “la manera nerable, llena de inseguridades”40 que de Jesús”, no resultaban; yo no digo que hoy viva esa manera, pero siento 39 En mapudungun, significa hombre, personas o mis alas, disfruto el vuelo, me percibo gente en general (Becerra y Llanquinao, 2017, más viva y honda. En toda la vivencia, 92). mi encuentro con el pueblo mapuche 40 Vicenta Mamani, Identidad y espiritualidad de la Mujer Aymara, 128. ha sido fundamental, no solo porque ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 Volumen 14, Número 2, 2021 144
Narrativas sagradas: autobiografías espirituales de mujeres como práctica intercultural me ha llevado a saber de dónde vengo, va a contramarcha de estas espiri- sino porque me ha permitido descubrir tualidades y se niega a someterse que ese encuentro, dialogo y amor con a ellas para sentir el amparo, aun- que sea, de algo frente a la incer- lo totalmente diferente es posible y tidumbre vital más angustiante: dignificante. estar vivos en este mundo sin saber hasta cuándo ni de qué forma y sin La espiritualidad de vaivenes, tener ninguna certeza sobre lo que como la vida, dice mucho de la expe- nos espera. La desespiritualidad no riencia del encuentro necesario y ver- busca subir, busca entrar y bajar a dadero con las otras formas de creer, la profundidad del ser. En lugar de llegar alto desea cavar más y más sentir, ver, sufrir, amar. Nos pone en el profundamente. Su ideal no es di- movimiento común de la transforma- vinizarse, sino humanizarse. Por- ción, necesidad y confianza que vivi- que su ejemplo es Jesús. Convertir mos las personas. Es una espiritualidad el corazón de piedra en corazón de de la existencia, asumiendo lo que nos carne es una de las consecuencias aflige, mata, duele, enferma, condicio- que primero se observan.41 na, confunde, molesta… tantas veces sin respuestas; más bien se da un estar Es posible una espiritualidad, “ahí” en la fragilidad, a la intemperie. entonces, en la cual otras formas son posibles y, sobre todo, ponen en movi- Eliana Valzura, al hablar de espi- miento hacia fuera, hacia lo/as demás, ritualidad de intemperie, afirma que hacia lo profundo de una misma y de es necesario primero dejar en claro la las otras personas. Es necesario este espiritualidad exterior o del templo, tipo de espiritualidad que es humani- la que vendría a ser ritos, liturgias, or- zación, que se acomoda y se alegra por namentos y lugar “sagrado” (donde se la vida del otro/otra tal cual. practica y el que es indicador de que fuera de él no es posible otra modalidad o, si se da, no sería válida). Este tipo de 5. Chapil42 espiritualidad sería propia de las reli- giones que en vez de liberar oprimen Queriendo que el tejido no se y en vez de dialogar con otros estilos desarme, compartiremos unos amarres los excluyen o discriminan. Buscan la finales. seguridad en las reglas, formas, ideas 41 Eliana Valzura, Apuntes sobre espirituali- o certezas. dad. (2017) https://teologiadeintemperie.wordpress. com/2017/07/09/apuntes-sobre-espiritualidad/. (Consulta- La espiritualidad o desespirituali- da el 12 diciembre de 2018). 42 Palabra en mapudungun que significa amarre fi- dad de intemperie nal del tejido realizado en el telar. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 145 Volumen 14, Número 2, 2021
Rosa Persida Cheuquenao Aillapan, Andrea de Lourdes Castillo Muñoz Amarre uno: Constatamos la im- en contra de los poderes coloniales y de portancia y el reconocimiento de la cómo se configuran las estructuras de espiritualidad de las mujeres, entendida poder. Desde nuestra reflexión, nos de- esta como “una cualidad más allá de la safía a cuestionar y enfrentar al patriar- afiliación religiosa, apunta hacia el res- cado eclesiástico, como aquella forma peto y amor por la naturaleza y la hu- que ha silenciado las espiritualidades de manidad, y la búsqueda de la armonía las mujeres a lo largo de la historia. Sa- con el Universo”43; es decir, aquella que bemos que estos silenciamientos y re- nos abre y moviliza más allá de la razón laciones coloniales no han desparecido, y de nosotras mismas, llevándonos a la que están vivos e invisibilizados. convivencia y al equilibrio con todo lo creado. Es necesario no cortar el tejido Amarre cuatro: La intercultura- de la espiritualidad que cada quien va lidad es una actitud y práctica de re- viviendo: mirar su dibujo, animarse a conocimiento desde quienes han sido crear otros, ahondando en las espiritua- excluidas/os. Por lo tanto, no podemos lidades más que en las religiones. quedarnos en un discurso de buena convivencia y diálogo; debemos en- Amarre dos: La espiritualidad es caminarnos, con paso firme, hacia la como un hilo de oro fundamental para justicia epistémica, es decir, dejar de entrar en diálogo, especialmente con hablar por los otras/os e interpretar sus los pueblos indígenas, en nuestro caso, experiencias: “no es posible hablar del con el pueblo mapuche. Para ello, tan- indio, de las relaciones con éste, o con to el/la winka44 como el/la mapuche el otro y otra en general, sin él ni ella; deben hacerlo desde su conciencia sin su voz en primera persona”46. Esto espiritual, desde su ser espiritual. El es un descentrarse del lugar de donde desafío, desde aquí, es cuidar y culti- se piensa, escribe o siente, validando var la espiritualidad, ya que es un gran otras formas de decir, pensar, sentir, instrumento para mantener y recrear la identidad de los pueblos. su razón en los esfuerzos de confrontar desde “lo propio” y desde lógicas – otras y pensamien- Amarre tres: Lo decolonial45 es tos – “otros” a la deshumanización, el racismo y poner en evidencia la colonización e ir la racialización, y la negación y destrucción de los campos – otros del saber” (Catherine Walsh, 2005: 24), evidenciando un orden dominante im- 43 Angie Simonis, “La Diosa y el poder de las muje- puesto por el poder colonial. res. Reflexiones sobre la espiritualidad femenina 46 Lorena Zuchel y Héctor Samour, “Para una in- en el siglo XXI”, 10. terculturalidad critica. Reflexiones desde Raúl 44 Palabra en mapudungun que alude a la persona Fornet Betancourt e Ignacio Ellacuría”, HYBRIS. no mapuche. Revista de Filosofía, Vol. 9 N° Especial: Deba- 45 Entendemos lo decolonial como lo plantea Ca- tes contemporáneos sobre Justicia Social (julio therine Walsh, esto es, aquello que “encuentra 2018): 94. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 Volumen 14, Número 2, 2021 146
Narrativas sagradas: autobiografías espirituales de mujeres como práctica intercultural narrar; apostando por un lenguaje no mujeres incorporan lo ajeno para do- universal, sino diverso. mesticarlo, para suavizarlo, y éste es el acto femenino por excelencia” (Rive- Amarre cinco: Se trataría de en- ra, 2015, 68). contrarnos en la novedad del no saber, con una actitud flexible, sin apuros, vi- viendo de ensayo y error, porque cora- Bibliografía zonar desde la espiritualidad es asumir lo “incompleto, borroneado, temblo- Allione, Tsultrim. 2016. Mujeres de roso, asistémico”. Ello consiste en un sabiduría. Barcelona: Ediciones ideal para quienes queremos más pre- La liebre de marzo. guntas que repuestas, más escucha que Barros, Marcelo. 2016. El ventarrón hablar, más “muchas verdades” que divino en los remolinos de la li- “única verdad”, más liberar que domi- beración. En Iglesia que camina nar; parecido a Jesús, siempre desafi- con espíritu y desde los pobres. nando, desafiando, desordenando para Uruguay: Amerindia. volver al equilibrio.47 Becerra, Rodrigo y Llanquinao, Ga- briel, editores. 2017. Mapun Amarre seis: Creemos que para kimün. Relaciones mapunche avanzar en un encuentro y diálogo in- entre persona, tiempo y espacio. terespiritualidades, entre mujeres cató- Santiago, Chile: Ocho Libros. licas e indígenas, es necesario hacerlo Betto, Frei. 2011. Espiritualidad y re- desde las espiritualidades, volviendo a ligión. https://www.alainet.org/es/acti- un estilo de vida y compartir despro- ve/51490. (Consultada el 26 enero visto de recetas y expectativas. En este de 2019). sentido, la espiritualidad de la intem- Bohórquez, Marcela. 2019. Brujas perie nos puede ayudar; es una de las contemporáneas: entre mundos lanas o el lenguaje que nos posibilita y devenires espirituales. Revista encontrarnos como mujeres diversas. NÓMADAS, n.° 50: 137-153. Canales, Manuel. 2006. Metodologías Remache de nuestro tejido: de la investigación social. San- tiago, Chile: LOM. “la etnicidad desde el punto de Cubillos, Javiera. 2015. La Importan- vista de las mujeres, podría comparar- cia de la Interseccionalidad para se más bien con un tejido, por su na- la Investigación Feminista. Oxí- turaleza intercultural. En el tejido las mora Revista Internacional de Ética y Política, núm. 7: 123. 47 Eliana Valzura, Apuntes sobre espiritualidad. ISSN 2215-227X • EISSN: 2215-2482 147 Volumen 14, Número 2, 2021
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