Servicio de Protección Radiológica - Universidad ...

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Vicerrectorado de
Igualdad, Inclusión y
Sostenibilidad

Servicio de Protección Radiológica

                              El Servicio de Protección Radiológica de la
                              Universidad de Granada tiene como misiones
                              fundamentales el asesoramiento para la
                              prevención de riesgos derivados del uso de
                              radiaciones ionizantes en nuestra Universidad,
                              así como la vigilancia en el cumplimiento de las
                              normas legales vigentes en esta materia por
                              parte de la comunidad universitaria.

La normativa legal vigente establece, muy claramente, que las responsabilidades
específicas inherentes a cada práctica y a cada instalación radiactiva recaen en los
gestores responsables de las mismas (Supervisor responsable, supervisores y
operadores). No obstante, la ley establece también que, en último extremo, el
responsable último de las instalaciones es el “explotador” (persona natural o jurídica
propietaria de la instalación) que en nuestro caso es la UGR y por tanto la Rectora.
Es, por ello, responsabilidad de la Rectora velar por el cumplimiento de las normas
de protección radiológica en la Universidad, en general, y en las instalaciones
radiactivas en particular. En este contexto el Servicio de Protección Radiológica se
configura como el órgano asesor nombrado por el Rectorado para velar por el
cumplimiento de sus obligaciones en esta materia. A fin de dar cumplimiento a esta
misión, el Servicio de Protección Radiológica de la Universidad de Granada realiza los
cometidos siguientes:

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1. Asesoramiento técnico y legal, en materia de protección radiológica, para
     cualquier uso de Radiaciones Ionizantes (RI) en la Universidad.
  2. Inspección periódica del cumplimiento de las normas de protección Radiológica
     en las Instalaciones Radiactivas de la UGR (mínimo anualmente y siempre que
     haya sospecha de incumplimiento o accidente en alguna de ellas).
  3. Inspección periódica (y ocasional cuando haga falta) de los aparatos
     productores de radiaciones ionizantes en al UGR homologados por el CSN y que
     por ello no constituyen una instalación radiactiva, siempre y cuando
     mantengan las condiciones iniciales de homologación, como entre otras la
     ausencia de irradiación al exterior de los mismos (microscopios electrónicos,
     difractómetros de Rayos X, Control de bultos por RX).
  4. Gestión administrativa, comprobación y supervisión de la retirada de residuos
     radiactivos de la UGR por ENRESA.
  5. Supervisión de la gestión autorizada de los residuos radiactivos en las II.RR. de
     la UGR por desclasificación (autorizada por el CSN).
  6. Vigilancia del cumplimiento con su misión de las Unidades Técnicas de
     Protección Radiológica (UTPR) contratadas por la Universidad de Granada en
     cumplimiento de la legislación vigente (Odontología e IMUDS).
  7. Vigilancia dosimétrica (personal y de área) de los trabajadores
     profesionalmente expuestos a radiaciones ionizantes en la UGR y facilitación de
     su implantación en las instalaciones radiactivas mediante su contratación
     administrativa común y asunción del coste de la misma.
  8. Formación e información para personal de la Universidad (investigadores,
     alumnos en prácticas, personal de limpieza, de conserjería, etc).

Composición
Juan Villalba Moreno. Director Servicio de Protección Radiológica y Profesor titular
del Departamento de Radiología y Medicina Física de la UGR

     Teléfonos: 958240988 | 958 244246 | 77232

     Correo electrónico: @email

     Facultad de Odontología (Despacho: Dirección del SPR y Departamento de
     Radiología)

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Rachid Chahboun. Técnico del Servicio de Protección Radiológica de la
UGR y Profesor titular del Departamento de Química Orgánica la UGR

     Teléfonos: 958 240034 | 958 244022

     Correo electrónico: spr@ugr.es | rachid@ugr.es

     Instalación Radiactiva de la Facultad de Ciencias

Para Contacto, solicitudes o notificaciones dirigirse a spr@ugr.es o a la
ubicación relacionada que proceda según la naturaleza de las mismas.

Instalaciones Radiactivas de la UGR

 Instalación nº 1

                                    Instalación Radiactiva de la Facultad de
 Nombre
                                    Ciencias

 Referencias                        (IR/GR-04/73) e (IRA/0130)

 Emplazamiento                      Facultad de Ciencias

 Categoría:                         2

                                    Rachid Chahboun (Incluye a la instalación de
                                    Rayos X
 Supervisor Responsable PR:
                                    de Restauración de pinturas del departamento
                                    de Pintura de la UGR.)

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Director:                    Luis Rodrigo Rodriguez Simón

 Instalación nº 2

                              Instalación Radiactiva de la Facultad de
 Nombre
                              Farmacia (Radiofarmacia)

 Referencias                  (IR/GR-64/95) e (IRA-2167)

 Emplazamiento                Facultad de Farmacia

 Categoría:                   2

 Supervisor Responsable PR:   Francisco José Pérez Jiménez (958240606)

 Director:                    Antonio Matilla Hernandez.

 Instalación nº 3

                              Instalación Radiactiva del Centro de
 Nombre
                              Investigación Biomédica (CIBM)

 Referencias                  (IR/GR-057/08) e (IRA/2947)

 Emplazamiento                Centro de Investigación Biomédica (CIBM)

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Categoría:                   2

 Supervisor Responsable PR:   Francisco José Pérez Jiménez (958240606)

 Director:                    Jesús Joaquín Peñalver.

 Instalación nº 4

 Nombre                           Laboratorio de Análisis Radiactivo(LAR)

 Referencias                      (IR/GR-049/99) e (IRA/2401)

 Emplazamiento                    Centro de Instrumentación Científica

 Categoría:                       3

 Supervisor Responsable PR:       Hoda Khaldy.

 Instalación nº 5

 Nombre                       Unidad de Difracción de Rayos X

 Referencias                  (IR/GR-054/04) e (IRA/2709)

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Emplazamiento                  Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra

 Instalación nº 6

                            Instalación de Rayos X de diagnóstico
 Nombre
                            odontológico de la Facultad de Odontología.

 Emplazamiento              Colegio Máximo Campus de Cartuja

 Operador y Técnico PR:     Pedro Valentín Gómez Megías.

 Director:                  Juan de Dios López Gonzales Garrido.

 Instalación nº 7

                          Instalación de densitometría ósea (Rayos X) del
 Nombre
                          IMUDS (Facultad de Ciencias del Deporte).

 Emplazamiento            IMUDS C/Mendez Pelayo 32 18016 PTS Granada.

 Investigador usual:      Jonatan Ruiz Ruiz

 Director:                Manuel Castillo Garzón (Dto Fisiología)

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Información de interés

RIESGOS PARA LA SALUD DE LA NUEVA GENERACIÓN DE
TELEFONÍA MÓVIL 5G:

La nueva tecnología en telecomunicaciones 5G es una nueva forma de gestión de las
telecomunicaciones que agiliza las transmisiones y permite el uso simultáneo de
mucha más información e inmediatez de la misma, lo que permitirá en el futuro una
serie de ventajas y aplicaciones hasta hoy desconocidas en nuestra vida diaria. Pero
¿Qué consecuencias tendrá sobre la salud de las personas?. Para responder a esta
pregunta hemos de hacer una serie de consideraciones:

  1. La tecnología 5G: Su principal innovación y desarrollo está en la gestión interna
     de la información, mucho más eficaz, que entre otras cosas, concentra toda su
     trasferencia de datos (y radiación) en el usuario y respetando más el medio
     ambiente, de forma que con el uso y volumen actual de comunicaciones, no
     solo NO habría más potencia electromagnética en el aire (ambiente), si no que
     se reduciría.
  2. Se utilizará conjuntamente con las frecuencias de la actual 4G, y para mejorar
     sus prestaciones de focalización y concentración de energía, amplía su
     espectro a frecuencias mayores, actualmente utilizadas para
     la Televisión Digital Terrestre (TDT). De hecho, en un futuro cercano, la TDT
     tendrá que variar de nuevo sus frecuencias para dejar paso al 5G sin
     interferencias,obligando de nuevo a resintonizar nuestros televisores. Por esto,
     y hablando llanamente, las radiaciones que utiliza el sistema 5G son
     radiaciones que ya estamos recibiendo y utilizando diariamente, NO son un tipo
     de radiación nuevaa las que no estemos acostumbrados o con otros efectos
     nuevos o diferentes para la salud.
  3. Está demostrado científicamente, en miles de trabajos científicos y
     publicaciones de organismos internacionales, que las
     radiaciones electromagnéticas que se utilizan para telecomunicaciones en todo
     su espectro (radiaciones no ionizantes), NO son perjudiciales para la salud si se
     usan a bajos niveles (ej. “Los campos electromagnéticos y la salud pública:
     estaciones de base y tecnologías inalámbricas”, OMS 2006). Sólo si se superan
     determinados umbrales podrían tener efectos en la salud debido a sus efectos
     térmicos (las radiaciones que utilizamos en un horno microondas son de este
     tipo de radiaciones, pero utilizando enormes potencias). Por ello, para

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preservar el medioambiente, la legislación europea y española (REAL DECRETO
     1066/2001, de 28-09-2001) y diversos organismos Internacionales, recogen
     normas que imponen límites de potencia en aire. Por debajo de estos
     límites está demostrada la ausencia de cualquier repercusión neurológica,
     térmica o de otro tipo para la salud de los individuos que estén expuestos.
  4. En la actualidad, los niveles de potencia reales en el aire, achacables a la ondas
     de telefonía móvil, son muy inferiores a los niveles de potencia originados
     por Radio y Televisión, e incluso miles de veces inferiores a los limites
     anteriormente comentados en el punto 3º.
  5. Podría asumirse que con el desarrollo de las aplicaciones prácticas de la
     tecnología 5G su uso se incremente. Sin embargo, el aumento de la
     potencia electromagnética puesta en aire asociada a este incremento no lo
     hará proporcionalmente debido a las razones de eficiencia expuestas en el
     punto 1º, y siendo el margen de aumento de potencia en
     aire permisible disponible muy grande.
  6. Hasta la fecha, numerosas investigaciones están valorando el previsible
     impacto sobre la salud del aumento de potencia asociada al 5G. En febrero de
     2020, la OMS concluyó que actualmente no existen evidencias que pongan de
     manifiesto que la implementación con 5G sea un riesgo para la salud. En 2022
     se espera la publicación de un nuevo informe de este organismo sobre los
     efectos de la exposición a radiofrecuencias.

Por todo lo expuesto, y pendientes siempre de lo que nos pueda transmitir la
OMS, podemos concluir que: 1) con el conocimiento actual, el nuevo sistema de
tecnología 5G no perjudica la salud, e incluso reduce el riesgo al utilizar menos
energía dispersa en el ambiente (potencia puesta en el aire) para transportar una
misma información;2) el 5G no conlleva la aparición de radiaciones nuevas
peligrosas para la salud, si no que utiliza las que ya hay; y 3) a pesar de
su mayor eficiencia en la transmisión de datos que el 4G, y precisamente por ello,
esta tecnología5G, es previsible que abra la puerta a nuevas utilidades con el
consiguiente aumento de flujo transmisión de datos, lo que hace prever un aumento
de potencia puesta en airede este tipo de ondas. Por ese motivo, las autoridades
competentes deberán de realizar una labor de vigilancia de los niveles de radiación
ambiental para garantizar que se mantengan en todo momento por debajo de los
niveleslegalmente establecidos.

Dr. Juan Villalba Moreno.

Profesor Titular de Radiología (área Física Médica).

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Experto en Protección Radiológica por la Universidad Complutense de Madrid y por el
CIEMAT.

Jefe de Protección Radiológica por el Consejo de Seguridad Nuclear.

Director del Servicio de Protección Radiológica de la Universidad de Granada.

RADIACIONES CON LAS QUE CONVIVIMOS Y SALUD

Antes de entrar en evaluar los riesgos, que para nuestra salud se derivan, de la
exposición a distintos tipos de Radiaciones a que nos vemos expuestos en nuestro
quehacer diario, hemos de hacer antes una reflexión acerca de las radiaciones y el
medio ambiente.

Las radiaciones son una forma de propagación de energía que agrupa varios tipos de
fenómenos que tienen propiedades diferentes, y por lo tanto ejercen diferentes
efectos cuando interaccionan con los medios materiales. Existen muchos tipos de
radiaciones y todas ellas forman parte de la naturaleza, como lo forma la materia, el
agua o el aire, etc, y por ello están presentes en todo momento en nuestro entorno.
Las radiaciones nos rodean por todas partes y proceden de la tierra, del sol, del
cosmos y en general de cualquier cuerpo que esté a una temperatura superior a -
273ºC (0ºK) (nosotros mismos emitimos continuamente radiación electromagnética
perteneciente al espectro infrarrojo), y tienen como denominador común que son
invisibles y solo una porción muy pequeña de ellas las podemos detectar
directamente con nuestros sentidos, es la Luz visible, y al igual que es incuestionable
que nos es utilísima y la necesitamos para nuestra vida, también lo es que, tomada
en exceso esta radiación (luz visible) también puede ser perjudicial para nuestra
salud (pensad que pasa si se toma en exceso el sol en la playa en el mes de agosto
sin protección...). Análogamente todas las radiaciones naturales que nos rodean, y
que están en muy bajo nivel en nuestro medio ambiente, aunque nosotros no las
detectemos con nuestros sentidos, el cuerpo humano está adaptado a
ellas (incluidas las peligrosas ionizantes) e incluso algunas de ellas nos son
imprescindibles para el desarrollo de nuestra vida (pensad en el papel
fotoquímico de la radiación ultravioleta para la formación de la vitamina D). El
problema se presenta cuando artificialmente aumentamos y alteramos los niveles de
radiación ambiental, con alguno de los tipos de radiación existentes, por encima de
ciertos valores, y es entonces cuando pueden ocurrir o aumentar los posibles efectos
nocivos para nuestra salud.

Hechas estas reflexiones, repasemos cuales pueden ser esas radiaciones
artificialmente emitidas con las que convivimos en nuestro día a día en nuestra

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sociedad actual.

Las radiaciones más frecuentes a las que nos exponemos diariamente son
las ondas electromagnéticas de baja frecuencia que pertenecen al tipo de radiación
denominado Radiación no ionizante, son las radiaciones electromagnéticas de menor
energía fotónica, con las que convivimos diariamente, que son producidas
artificialmente, y que se suman a las ya existentes del mismo tipo en el ambiente
natural, son las llamadas Ondas de Radiofrecuencia. Estas ondas se emplean para la
telefonía móvil, para las emisiones de radio y televisión, pero también las
producimos en nuestro propio hogar einundan nuestra casa como las emisiones Wifi,
bluetooth, etc.

El riesgo, que para la salud representan estas radiaciones, ha sido muy estudiado a
nivel científico y hay miles de artículos científicos (de laboratorio y
epidemiológicos) dedicados a ellas. Está científicamente aceptado que los únicos
efectos demostrados, y que pueden ser perjudiciales para la salud, son sus efecto de
origen TÉRMICO, estos efectos son dependientes de la cantidad de radiación
recibida, y por ello las medidas de protección pasan por no exponerse a estas
radiaciones por encima de ciertos niveles que se ha demostrado que pueden llegar a
producir elevaciones de temperatura que den lugar a efectos biológicos de origen
térmicoapreciables (abalado por publicaciones y recomendaciones como: “
Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías
inalámbricas”, OMS 2006). Las normas y recomendaciones internacionales indican
que estos límites sean entre 10 y 100 veces inferiores a los límites correspondientes
que se ha demostrado experimentalmente que pueden producir alteraciones
biológicas, y así lo recoge la Legislación Española (Real Decreto 1066/2001, de 28-09-
2001). No obstante, a pesar de las evidencias epidemiológicas, en el mundo
científico se siguen haciendo estudios de laboratorio para averiguar si a niveles
subtérmicos se pudieran conseguir alteraciones moleculares que puedan
inducir algún tipo de efecto biológico. En este sentido hay que estar siempre atentos
a lo que las autoridades en la materia nos puedan indicar en el futuro (en especial la
OMS).

A pesar de bulos y creencias, difundidas periodísticamente y en redes sociales,
basadas en creencias no contrastadas, sin base científica real, que adjudican a estas
radiaciones multitud de efectos adversos (incluidos cánceres), lo cierto es que, a
niveles bajos (sub-térmicos)como son los utilizados en la actualidad no hay ninguna
evidencia científica que produzcan tales efectos, y lo único que se recomienda es no
exponerse a estas radiaciones en demasía para estar seguro de no alcanzar los
referidos límites de efectos térmicos.

Dentro de este capítulo hay que destacar algunos aspectos de la telefonía móvil, de

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la que hay muchas veces mucho desconocimiento. En primer lugar, pese al
abundante número de antenas existentes, estas antenas no son peligrosas para la
salud, ya que emiten con mucha menos potencia que las que se utilizan para Radio y
TV, y las radiaciones que producen disminuyen según el cuadrado de la distancia (ley
del inverso del cuadrado de la distancia o Ley de Keppler) (ej. Si nos situamos a 100
m de una antena recibiremos 10.000 veces menos radiación (100x100= 10.000) que
si nos ponemos a 1 metro de ella)y se necesitan tantas antenas, porque han de
recibir las ondas procedentes de nuestros teléfonos móviles (celulares) que emiten
con una potencia y alcance limitado, por ello las antenas no necesitan emitir mucha
potencia y tienen un radio de acción igualmente limitado. El peligro real está en
nuestros propios móviles que tienen que emitir radiaciones con potencia suficiente
paraalcanzar las antenas, y cuando los usamos, los situamos sobre los oídos, muy
cerca del cerebro (recordar la ley de Keppler) pudiendo, si lo usamos mucho tiempo
continuado, producir aumentos de temperatura que podrían ser dañinos
(especialmente para los niños que tienen su cerebro en desarrollo, por lo que en
algunos países prohíben o limitan su uso en edad infantil). En adultos se recomienda
no usarlos por tiempos prolongados continuos (10 o 15 minutos máximo) y esperar
un pequeño intervalo de tiempo entre llamadas para dar lugar a que se disipe el
calor acumulado si ha tenido lugar.

Respecto al nivel de radiación ambiental producida por los móviles, en las zonas
próximas a las antenas (que es donde más nivel de radiación hay), en la actualidad,
es del orden de 100 y 1000 veces inferior a los limites legalmente establecidos y
antes referidos; con la llegada de nuevas tecnologías en telecomunicaciones (ej.
5G), y el previsible aumento del uso de transmisiones electromagnéticas, podrían
aumentar estos niveles, pero el margen, como se ha indicado, es grande como para
ser preocupante su uso. Respecto a la tecnología de Móviles de quinta generación
(5G) habría que indicar a su favor que la mayor velocidad de transmisión de datos lo
consiguen utilizando radiaciones direccionales de mayor frecuencia emitiendo toda la
información a través de un haz muy estrecho (como si fuera un rayo) que se dirige
directamente a la posición del usuario y varia su dirección con la posición del mismo.
Esto lo que produce es que en el usuario se concentre la radiación y reste radiación
del ambiente y por tanto del resto de personas que no lo estén utilizando. Se prevé
que esta tecnología convivirá con la actual (4G) que se utilizará como hasta ahora, y
se reservará la 5G para aquellas situaciones que requieran gran velocidad y flujo de
datos.

Hasta la fecha, numerosas investigaciones están valorando el previsible impacto
sobre la salud del aumento de potencia asociada al 5G. En febrero de 2020, la OMS
concluyó que actualmente no existen evidencias que pongan de manifiesto que la
implementación con 5G sea un riesgo para la salud. En 2022 se espera la publicación

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de un nuevo informe sobre los efectos de la exposición aestas radiofrecuencias.

Otras radiaciones que se pueden recibir en nuestro día a día, incluido nuestro Hogar
son radiaciones de muy baja frecuencia (50-60 Hz) y potencia que producen por
ejemplo cuadros eléctricos de baja y media tensión, aparatos electrónicos en general
como ordenadores, aparatos de radio y televisión (receptores) etc, y aparatos
eléctricos convencionales en general que utilicen bajas tensiones (y no estén
diseñados para emitir Ondas de Radiofrecuencia o de otro tipo). Estos aparatos
convencionales, no emiten ondas electromagnéticas de potencia y energía suficiente
como para alterar la salud de las personas del entorno y por ello no presentan riesgo
alguno para la población en general. Los riesgos que presentan son los inherentes a
su naturaleza eléctrica(riesgo de electrocución si se manipulan indebidamente) y no
a la emisión de radiaciones perjudiciales para la salud.

Con respecto a la colocación de ionizadores, captus… que se venden como medida
preventiva para atraer a las radiaciones, se trata de Placebos, o un timo
bienintencionado en el mejor de los casos y que no sirve para nada. No existe ningún
aparato u objeto que atraiga a las radiaciones electromagnéticas ya que, estas se
propagan en línea recta, y no tienen carga eléctrica; y la única forma de evitarlas es
aumentando la distancia al foco emisor o poniendo pantallas adecuadas (blindajes,
jaulas de Faraday…), que absorban o reflejen las radiaciones y no nos lleguen a
nosotros, si nos situamos tras ellas.

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Otras Ondas electromagnéticas a las que nos podemos ver
expuestos ocasionalmente son las líneas de “alta tensión”, que son de muy baja
frecuencia (50-60 Hz) pero de extremadamente alta potencia que producen en sus
inmediaciones campos eléctricos y magnéticos muy intensos, son las líneas de
transmisión eléctrica de 100.000 a 400.00 Voltios, y que transportan la energía
eléctrica masivamente a nuestras ciudades, y que las vemos, soportadas por altos
postes, por los campos y montes de nuestra
geografía. Está científicamente demostrado,mediante estudios epidemiológicos, que
las personas que viven en casas situadas bajo estas líneas de alta tensión o muy
próximas a ellas (menos de 30 o 50 metros) tienen un índice de incidenciade algunos
tipos de cáncer, superior a la incidencia del resto de la población. Porello está
prohibido construir casas en las proximidades de estas líneas. Pero sitenemos que
transitar ocasional y brevemente por debajo de ellas, está demostradopor
estos mismos estudios epidemiológicos que no hay riesgo para nuestra salud,que no
sea el derivado de electrocución si nos acercamos mucho a los cables (solose ha
puesto de manifiesto este incremento de cánceres en personas expuestas aestos
“potentes” campos electromagnéticos durante prolongados periodos detiempo).

Otros aparatos que producen radiaciones electromagnéticas y que usamos en el
hogar son electrodomésticos de uso diario como Hornos Microondas, Placas de
Inducción… Respecto a las primeras (microondas) emiten ondas de frecuencia del
orden de las micras (micrómetros) como las que se usan en algunas
telecomunicaciones (radiofrecuencias elevadas como las usadas en 5G ya
comentadas), o para la detección de objetos en movimiento el común mente
conocido como Radar, pero en nuestro caso (hornos) usadas con niveles de potencia
elevada “Térmicos” que es lo que produce el calentamiento de la comida. Estos
aparatos producen estas ondas en su interior y se absorben en los alimentos, no
pudiendo salir al exterior del aparato por estar apantallados por Barreras
denominadas “Jaulas de Faraday” que impiden su salida al exterior. Por ello, y por
los mecanismos de seguridad que poseen y que cortan la producción de microondas,
para que no salgan al exterior, si se abre la puerta, es por lo que no son
peligrosos para las personas y se pueden utilizar con absoluta tranquilidad, y
además , no emiten ningún tipo de onda o radiación al exterior, que no sean las
convencionales de cualquier otro electrodoméstico (si se escaparan ondas al exterior
lo notaríamos porque al acercar las manos al horno notaríamos que nos quemamos).

Respecto a las placas de inducción, se trata de aparatos que mediante circuitos
resonantes de bajas frecuencias (en torno a 100 Hz) producen potentes campos
magnéticos variables que inducen micro-corrientes eléctricas en el interior de
materiales férricos (cacerolas… en este caso) que se encuentren en su

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seno cediéndole su energía y aumentando la temperatura del mismo. Estos aparatos
si les falta el material férrico (retirar la cacerola…) cortan el circuito resonante y cesa
la producción de energía, por lo que no emiten radiaciones para las personas en
ningún caso.

Respecto a la Radiación solar y cósmica, aunque se trata de una radiación natural,
necesaria e imprescindible para la vida, es también una fuente de Radiación de la
que, como todo el mundo sabe, hay que protegerse en situaciones extremas (como
puede ser en verano o en las altas montañas nevadas etc…). Esta radiación contiene
un amplio espectro de radiaciones diferentes y no es solo la luz visible, también
forman parte de ellas gran parte del espectro de las radiaciones, aunque está
fuertemente filtrada por la atmósfera. Desde el punto de vista de riesgo para la salud
humana a nivel del suelo es la radiación ultravioleta la más importante o
trascendente y la trataremos a continuación.

Radiación UV como se ha dicho forma parte de la radiación solar y cósmica pero
también la usamos con fines cosméticos (bronceado UVA) y otras aplicaciones
minoritarias.

La radiación Ultravioleta se clasifica en tres franjas del espectro: UVA (315-400 nm),
UVB (280-315 nm) y UVC (100-280 nm). De ellos solo nos llega el UVA, el UVB solo
llega un 10% y el UVC no llega, porque lo absorbe la capa de Ozono atmosférica. De
ellos el UVA tiene algunos efectos beneficiosos como la Absorción de vitamina
D y estéticamente facilita el bronceado pero también presenta riesgos como es que
afectan a las fibras elásticas de la piel provocando falta de elasticidad y
envejecimiento prematuro, y lesiones precancerosas e incluso tomado en grandes
cantidades puede ser tan peligroso como el Ultravioleta B que provoca quemaduras,
conjuntivitis, eritema cutáneo, envejece la piel, y es factor preponderante para el
cáncer de piel. Siendo el UVC el más peligroso, es Germicida y cancerígeno (dímeros
de Timina).

Para evitar estos efectos, hay que tomar medidas de prevención como:

• Exponerse lo menos posible a ellos (factor tiempo)

• Usar pantallas anti-UV (Especialmente UVB).

• No exponerse directamente al sol entre las 11 y las 16 horas.

• Usar algún bloqueador o bronceador, y repetir la aplicación cada 2 horas
(agricultores, pescadores, mineros, albañiles, soldadores, etc. en función de su
ubicación geográfica).

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CONSIDERACIONES SOBRE LAS CABINAS DE RAYOS UVA:

No son inofensivas, en teoría, estas máquinas tienen potentes filtros que eliminan las
radiaciones ultravioletas del tipo B, que son las que más afectan a la piel, y sólo
dejan pasar las del tipo A (de ahí el nombre de rayos UVA), responsables del
bronceado rápido. Pero esto no es del todo cierto: aunque los rayos UVB son más
peligrosos, los UVA tampoco son inocuos, ya que afectan a las fibras elásticas de la
piel, su acumulación produce envejecimiento a largo plazo y lesiones precancerosas.
Por ello, antes de darte rayos UVA, o si ya lo haces, debes asegurarte de que la
máquina está en perfectas condiciones y se le realiza un mantenimiento adecuado;
no dudes en preguntar al responsable del centro. En cualquier instalación que tenga
una máquina de rayos UVA deberían saber informarte sobre los beneficios, posibles
riesgos, tiempo límite de exposición, periodicidad y, sobre todo, si según tu fototipo
de piel puedes dártelos. Además, deben disponer de gafas homologadas.

No obstante recientemente la OMS ha recomendado no exponerse a esta Radiación
(UVA).

Otras radiaciones menos frecuentes en el uso diario, aunque son las más
peligrosas, son las llamadas Radiaciones Ionizantes. Estas radiaciones son
radiaciones de alta energía fotónica e ionizantes y cuando chocan con las moléculas
que componen de nuestro cuerpo pueden producir ionizaciones (alteraciones
eléctricas a nivel atómico) y romperlas, y si estas moléculas con las que chocan
son el ADN (nuestro material genético) pueden producir mutaciones y cáncer, y por
ello son muy peligrosas y cancerígenas, y debemos evitarlas siempre que podamos.

Estas radiaciones, las hay de distinta naturaleza, unas son electromagnéticas de muy
alta frecuencia como son los Rayos X y la radiación Gamma, que poseen una alta
capacidad de penetración en los cuerpos, y otras, sin embargo, son de naturaleza
corpuscular másica como son la radiación alfa y beta y que en este caso tienen carga
eléctrica y por ello ceden su energía rápidamente, en su entorno más próximo, al
interaccionar con los cuerpos, siendo por ello tremendamente ionizantes y de muy
corto alcance. Estas características modulan su uso, los riesgos, y los métodos de
protegernos frente a ellas.

En nuestra vida cotidiana podemos encontrar estas radiaciones ionizantes, además
de en el medio ambiente, en aparatos y objetos diversos como:

     Detectores iónicos de humos son pequeños detectores de incendios que todos
     hemos visto en techos consistentes en una pequeña cajita de forma

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redondeada y que en su interior contienen una fuente radiactiva emisor
     alfa que ioniza ese aire interior de la cajita (detector). Cuando hay humo, este
     humo penetra en el interior del detector y altera el estado iónico del mismo, lo
     que produce una señal eléctrica que activa la alarma contra incendios. Estos
     detectores no emiten radiación ninguna al exterior ya que como hemos referido
     la radiación alfa tiene muy corto alcance (unos milímetros en aire) su actividad
     es muy pequeña (emite muy pocos rayos) y por lo tanto no afecta a las
     personas, a menos que se abra el detector y se extraiga el material radiactivo
     (cosa difícil de hacer) por ello estos detectores, al final de su vida útil, no deben
     tirarse a la basura, si no que los debe retirar una empresa autorizada para su
     reciclaje y desecho controlado como material radiactivo (aunque sea muy poco
     radiactivo).
     Otra utilización que se ha hecho de estos emisores de radiaciones ionizantes
     son los pararrayos radiactivos. Estos pararrayos, al igual que los detectores de
     humos, poseen en su extremo material radiactivo emisor Alfa, de baja actividad
     y muy corto alcance por lo que no presenta riesgo de irradiación alguno para
     las personas, a menos que se toque la punta con las manos. Estos pararrayos
     están PROHIBIDOS en España desde 1988, no por que represente riesgo de
     irradiación para las personas, sino por la posibilidad de fusión del material
     radiactivo al caerle un rayo con la consiguiente dispersión de material
     radiactivo (amen del riesgo, por ignorancia, de no tratarlo como residuo
     radiactivo cuando se desmantelen).
     Camisas de lámparas luminosas de Camping Gas. Estas camisas contienen
     también emisores alfa, que ayudan a aumentar la luminosidad de las mismas, y
     en contienen actividades (cantidad de radiactividad) mayores incluso que los
     propios detectores de humos.
     Otras muchas aplicaciones tienen las radiaciones ionizantes en la industria (se
     utilizan para esterilización de alimentos, radiografiar soldaduras, estructuras de
     edificios…) pero que no son de utilización por el gran público y no es frecuente
     que nos expongamos a sus riesgos por este motivo, aunque si los trabajadores
     que las utilizan y que deben estar formados para ello y para no poner en riesgo
     a los demás.
     La atmosfera es un escudo protector que nos defiende de la Radiación cósmica
     pero podemos disminuir esta protección natural si eludimos parte de la
     atmósfera volando a 10.000 u 12.000 metros de altura en un avión. En ese
     caso recibimos dosis de radiación cósmica adicionales que para los pasajeros
     pueden ser poco trascendentes por el poco tiempo de exposición, pero no así
     para la tripulación de los aviones que están continuamente expuesta a ella día
     tras día y es uno de los riesgos laborales de estos trabajadores.
     Por último, indicar que todos estamos expuestos a estas radiaciones ionizantes

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que existen en el medio ambiente, son Rayos X, Gamma, Alfa, Beta,… (se
     incluye la radiación emitida por el Radon-222 naturaly sus descendientes al
     que le debemos el mayor porcentaje de dosis que recibimos > 40%) son
     radiaciones procedentes del cosmos y de la propia tierra que los emite, es la
     llamada Radiactividad natural. El nivel de dosis de esta radiación natural que
     recibimos a lo largo del año es variable en función de la zona del mundo donde
     nos encontremos y va desde los 2 mSv/año* (en zonas como Granada) hasta
     los 7 e incluso 9 mSv/año y más en zonas de la tierra como Cornualles (Reino
     Unido). A esta Radiación natural hay que añadir la radiación adicionada por el
     hombre al medio ambiente procedente de Explosiones Nucleares (Hiroshima,
     Nagasaki, explosiones atómicas experimentales ambientales en los años 40, 50
     y 60 del siglo XX en el desierto de Arizona, en el atolón de Mururoa (polinesia
     francesa) en desiertos Rusos…), así como accidentes Nucleares como el de
     Chernovil (Ucrania) que soltó una nube radiactiva que inundó Europa… han
     provocado el llamado Fallout Radiactivo que es un incremento de la
     radiactividad ambiental en más de 1 mSv/año que se ha producido desde
     comienzos del siglo XX por causas humanas y que hay que añadir a la
     Radiactividad natural preexistente. Hay que recordar que estas radiaciones son
     muy Cancerígenas y por tanto dañinas para la humanidad y que todos estamos
     expuestos a ellas.

*mSv unidad de dosis de radiación relacionada con el riesgo biológico. Para hacernos
una idea del riesgo cuando nos hacemos una radiografía recibimos una dosis media
comprendida entre 2 y 20 mSv (según el tipo de Radiografía y si es un TC puede
llegar a ser incluso más), y se calcula que de cada 10.000 personas que recibieran
una dosis anual de 20 mSv/año una de ellas estadísticamente contraería un cáncer u
efecto grave radioinducido para su salud a lo largo de su vida.

Respecto a las Radiaciones por motivos Médicos, a las que todos estamos expuestos
en algún momento de nuestra vida, habría que indicar lo siguiente:

     Radiaciones utilizadas en Rehabilitación Médica: radiaciones de baja frecuencia
     (Radiofrecuencias y microondas) que se utilizan con potencias térmicas y
     producen en general calentamiento de tejidos, aumento de la actividad
     metabólica y rápida reparación de tejidos dañados

También se utiliza Magnetoterapia que no son radiaciones electromagnéticas sino
exposición a campos magnéticos estáticos o cuasi estáticos.

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Este tipo de Radiación (no ionizante) usada a niveles térmicos, no es Peligrosa para
nuestra salud si es administrada y controlada convenientemente por un especialista
(Fisioterapeuta).

     Radiación X recibida en radiografías es radiación ionizante y
     cancerígena generalmente empleada con la menor dosis al paciente
     compatible con un buen diagnóstico (optimizada) y es peligrosa por ello ya que
     se somete a un riesgo mayor o menor en función de la dosis recibida, pero ese
     riesgo es compensado por un proceso que debe realizar el médico en el que
     sopese el riesgo derivado de hacer la radiografía frente al beneficio que supone
     hacer un buen diagnóstico y poder poner un tratamiento adecuado a su
     dolencia. Es el proceso que se denomina JUSTIFICACIÓN. (las dosis de radiación
     recibidas y el nivel de riesgo asociado en radiodiagnóstico se ha expresado en
     el apartado anterior)
     Más raro, pero también posible que en nuestra vida podamos necesitar
     someternos a pruebas diagnósticas de Medicina Nuclear. Estas
     pruebasse realizan suministrándole al paciente un isótopo radiactivo
     (átomo emisor de radiactividad) que se va a unir o distribuir por un órgano u
     órganos, lo que va a permitir mediante su adecuada detección una imagen del
     órgano y de su función que es de extraordinaria utilidad clínica para evaluar
     distintas patologías. Desde el punto de vista de riesgo para la salud del
     paciente solo indicar que ese material radiactivo que se suministra al paciente
     (mediante inyección, oralmente u otra vía…) hace que el paciente se vuelva
     radiactivo y al contrario que en rayos X (que la radiación atraviesa al paciente)
     en este caso la radiación la emite el propio paciente y queda radiactivo, pero
     los isótopos empleados en medicina nuclear son isótopos radiactivos de muy
     corta vida (Ej.: T1/2 de TC-99m = 6 horas) con lo cual pasado un tiempo el
     paciente queda libre de Radiación, (y durante ese tiempo de decay el paciente
     debe cuidar no irradiar mucho a otras personas (no acercarse, no estar mucho
     tiempo..)), en la práctica y en el caso del TC-99m al cabo de dos o tres horas el
     paciente puede hacer una vida normal. Respecto a la dosis total de radiación
     recibida por el paciente en una exploración media de Medicina Nuclear, y
     debido que la cantidad de radiación que recibe es mucho menor que en una
     exploración de Rayos X, pero esta mucho más tiempo expuesto a ella (hasta
     que decaiga la radiación), y por eso esa dosis total recibida es similar a la
     recibida al realizarse una exploración de Rayos X media convencional y por lo
     tanto el nivel de riesgo es similar. No obstante, esto indicado es orientativo,
     y muy variable dependiendo del tipo de exploración.
     En el caso de las radiaciones que reciben los enfermos sometidos a
     Radioterapia, solamente indicar que son radiaciones ionizantes impartidas

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a intensidades enormes, que provocan la muerte de las células sobre las que
     se absorben por destrucción molecular masiva. Las dosis que reciben estas
     personas en sus tumores son del orden de magnitud de las que se pueden
     recibir en las proximidades de una explosión nuclear con la salvedad de que en
     el caso de la explosión nuclear afectan al cuerpo entero mientras que en el
     caso de la radioterapia se dan de forma controlada y el arte de la
     radioterapia consiste precisamente en dar esas dosis masivasa las células
     tumorales (para matarlas) y respetar las células de tejidos
     colindantes. Efectivamente esto no se consigue al 100% y estas personas
     reciben daños secundarios en tejidos próximos al tumor como quemaduras y
     otros amen de aumentar enormemente la probabilidad de desarrollar un cáncer
     en el futuro en las zonas afectadas. Pero en este caso se comprende, más que
     en ningún otro caso, que está justificado el riesgo al que se le somete ya que el
     beneficio para el paciente es superior al riesgo al que se somete, porque el
     tumor ya lo tiene previamente y el quitárselo, o contribuir na ello con
     la radioterapia, puede suponer salvarle la vida.
     En el caso de las Exploraciones de Resonancia Magnética Nuclear al paciente
     se le somete a potentes campos magnéticos a niveles que son inocuos para su
     salud y simultáneamente se le somete a niveles sub-térmicos de
     radiofrecuencias que son, como hemos dicho,radiaciones no
     ionizantes inocuas también a estos niveles. Por ello no son nocivas para la
     salud del paciente estas exploraciones.

Dr. Juan Villalba Moreno.

Profesor Titular de Radiología (área Física Médica).

Experto en Protección Radiológica por la Universidad Complutense de Madrid y por el
CIEMAT.

Jefe de Protección Radiológica por el Consejo de Seguridad Nuclear.

Director del Servicio de Protección Radiológica de la Universidad de Granada.

RADIACIONES CON LAS QUE CONVIVIMOS YSALUD

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Antes de entrar en evaluar los riesgos, que para nuestra salud se derivan, de la
exposición a distintos tipos de Radiaciones a que nos vemos expuestos en nuestro
quehacer diario, hemos de hacer antes una reflexión acerca de las radiaciones y el
medio ambiente.

Las radiaciones son una forma de propagación de energía que agrupa varios tipos de
fenómenos que tienen propiedades diferentes, y por lo tanto ejercen diferentes
efectos cuando interaccionan con los medios materiales. Existen muchos tipos de
radiaciones y todas ellas forman parte de la naturaleza, como lo forma la materia, el
agua o el aire, etc, y por ello están presentes en todo momento en nuestro entorno.
Las radiaciones nos rodean por todas partes y proceden de la tierra, del sol, del
cosmos y en general de cualquier cuerpo que esté a una temperatura superior a -
273ºC (0ºK) (nosotros mismos emitimos continuamente radiación electromagnética
perteneciente al espectro infrarrojo), y tienen como denominador común que son
invisibles y solo una porción muy pequeña de ellas las podemos detectar
directamente con nuestros sentidos, es la Luz visible, y al igual que es incuestionable
que nos es utilísima y la necesitamos para nuestra vida, también lo es que, tomada
en exceso esta radiación (luz visible) también puede ser perjudicial para nuestra
salud (pensad que pasa si se toma en exceso el sol en la playa en el mes de agosto
sin protección...). Análogamente todas las radiaciones naturales que nos rodean, y
que están en muy bajo nivel en nuestro medio ambiente, aunque nosotros no las
detectemos con nuestros sentidos, el cuerpo humano está adaptado a
ellas (incluidas las peligrosas ionizantes) e incluso algunas de ellas nos son
imprescindibles para el desarrollo de nuestra vida (pensad en el papel
fotoquímico de la radiación ultravioleta para la formación de la vitamina D). El
problema se presenta cuando artificialmente aumentamos y alteramos los niveles de
radiación ambiental, con alguno de los tipos de radiación existentes, por encima de
ciertos valores, y es entonces cuando pueden ocurrir o aumentar los posibles efectos
nocivos para nuestra salud.

Hechas estas reflexiones, repasemos cuales pueden ser esas radiaciones
artificialmente emitidas con las que convivimos en nuestro día a día en nuestra
sociedad actual.

Las radiaciones más frecuentes a las que nos exponemos diariamente son
las ondas electromagnéticas de baja frecuencia que pertenecen al tipo de radiación
denominado Radiación no ionizante, son las radiaciones electromagnéticas de menor
energía fotónica, con las que convivimos diariamente, que son producidas
artificialmente, y que se suman a las ya existentes del mismo tipo en el ambiente
natural, son las llamadas Ondas de Radiofrecuencia. Estas ondas se emplean para la
telefonía móvil, para las emisiones de radio y televisión, pero también las

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producimos en nuestro propio hogar einundan nuestra casa como las emisiones Wifi,
bluetooth, etc.

El riesgo, que para la salud representan estas radiaciones, ha sido muy estudiado a
nivel científico y hay miles de artículos científicos (de laboratorio y
epidemiológicos) dedicados a ellas. Está científicamente aceptado que los únicos
efectos demostrados, y que pueden ser perjudiciales para la salud, son sus efecto de
origen TÉRMICO, estos efectos son dependientes de la cantidad de radiación
recibida, y por ello las medidas de protección pasan por no exponerse a estas
radiaciones por encima de ciertos niveles que se ha demostrado que pueden llegar a
producir elevaciones de temperatura que den lugar a efectos biológicos de origen
térmicoapreciables (abalado por publicaciones y recomendaciones como: “
Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías
inalámbricas”, OMS 2006). Las normas y recomendaciones internacionales indican
que estos límites sean entre 10 y 100 veces inferiores a los límites correspondientes
que se ha demostrado experimentalmente que pueden producir alteraciones
biológicas, y así lo recoge la Legislación Española (Real Decreto 1066/2001, de 28-09-
2001). No obstante, a pesar de las evidencias epidemiológicas, en el mundo
científico se siguen haciendo estudios de laboratorio para averiguar si a niveles
subtérmicos se pudieran conseguir alteraciones moleculares que puedan
inducir algún tipo de efecto biológico. En este sentido hay que estar siempre atentos
a lo que las autoridades en la materia nos puedan indicar en el futuro (en especial la
OMS).

A pesar de bulos y creencias, difundidas periodísticamente y en redes sociales,
basadas en creencias no contrastadas, sin base científica real, que adjudican a estas
radiaciones multitud de efectos adversos (incluidos cánceres), lo cierto es que, a
niveles bajos (sub-térmicos)como son los utilizados en la actualidad no hay ninguna
evidencia científica que produzcan tales efectos, y lo único que se recomienda es no
exponerse a estas radiaciones en demasía para estar seguro de no alcanzar los
referidos límites de efectos térmicos.

Dentro de este capítulo hay que destacar algunos aspectos de la telefonía móvil, de
la que hay muchas veces mucho desconocimiento. En primer lugar, pese al
abundante número de antenas existentes, estas antenas no son peligrosas para la
salud, ya que emiten con mucha menos potencia que las que se utilizan para Radio y
TV, y las radiaciones que producen disminuyen según el cuadrado de la distancia (ley
del inverso del cuadrado de la distancia o Ley de Keppler) (ej. Si nos situamos a 100
m de una antena recibiremos 10.000 veces menos radiación (100x100= 10.000) que
si nos ponemos a 1 metro de ella)y se necesitan tantas antenas, porque han de
recibir las ondas procedentes de nuestros teléfonos móviles (celulares) que emiten

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con una potencia y alcance limitado, por ello las antenas no necesitan emitir mucha
potencia y tienen un radio de acción igualmente limitado. El peligro real está en
nuestros propios móviles que tienen que emitir radiaciones con potencia suficiente
paraalcanzar las antenas, y cuando los usamos, los situamos sobre los oídos, muy
cerca del cerebro (recordar la ley de Keppler) pudiendo, si lo usamos mucho tiempo
continuado, producir aumentos de temperatura que podrían ser dañinos
(especialmente para los niños que tienen su cerebro en desarrollo, por lo que en
algunos países prohíben o limitan su uso en edad infantil). En adultos se recomienda
no usarlos por tiempos prolongados continuos (10 o 15 minutos máximo) y esperar
un pequeño intervalo de tiempo entre llamadas para dar lugar a que se disipe el
calor acumulado si ha tenido lugar.

Respecto al nivel de radiación ambiental producida por los móviles, en las zonas
próximas a las antenas (que es donde más nivel de radiación hay), en la actualidad,
es del orden de 100 y 1000 veces inferior a los limites legalmente establecidos y
antes referidos; con la llegada de nuevas tecnologías en telecomunicaciones (ej.
5G), y el previsible aumento del uso de transmisiones electromagnéticas, podrían
aumentar estos niveles, pero el margen, como se ha indicado, es grande como para
ser preocupante su uso. Respecto a la tecnología de Móviles de quinta generación
(5G) habría que indicar a su favor que la mayor velocidad de transmisión de datos lo
consiguen utilizando radiaciones direccionales de mayor frecuencia emitiendo toda la
información a través de un haz muy estrecho (como si fuera un rayo) que se dirige
directamente a la posición del usuario y varia su dirección con la posición del mismo.
Esto lo que produce es que en el usuario se concentre la radiación y reste radiación
del ambiente y por tanto del resto de personas que no lo estén utilizando. Se prevé
que esta tecnología convivirá con la actual (4G) que se utilizará como hasta ahora, y
se reservará la 5G para aquellas situaciones que requieran gran velocidad y flujo de
datos.

Hasta la fecha, numerosas investigaciones están valorando el previsible impacto
sobre la salud del aumento de potencia asociada al 5G. En febrero de 2020, la OMS
concluyó que actualmente no existen evidencias que pongan de manifiesto que la
implementación con 5G sea un riesgo para la salud. En 2022 se espera la publicación
de un nuevo informe sobre los efectos de la exposición aestas radiofrecuencias.

Otras radiaciones que se pueden recibir en nuestro día a día, incluido nuestro Hogar
son radiaciones de muy baja frecuencia (50-60 Hz) y potencia que producen por
ejemplo cuadros eléctricos de baja y media tensión, aparatos electrónicos en general
como ordenadores, aparatos de radio y televisión (receptores) etc, y aparatos
eléctricos convencionales en general que utilicen bajas tensiones (y no estén
diseñados para emitir Ondas de Radiofrecuencia o de otro tipo). Estos aparatos

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convencionales, no emiten ondas electromagnéticas de potencia y energía suficiente
como para alterar la salud de las personas del entorno y por ello no presentan riesgo
alguno para la población en general. Los riesgos que presentan son los inherentes a
su naturaleza eléctrica(riesgo de electrocución si se manipulan indebidamente) y no
a la emisión de radiaciones perjudiciales para la salud.

Con respecto a la colocación de ionizadores, captus… que se venden como medida
preventiva para atraer a las radiaciones, se trata de Placebos, o un timo
bienintencionado en el mejor de los casos y que no sirve para nada. No existe ningún
aparato u objeto que atraiga a las radiaciones electromagnéticas ya que, estas se
propagan en línea recta, y no tienen carga eléctrica; y la única forma de evitarlas es
aumentando la distancia al foco emisor o poniendo pantallas adecuadas (blindajes,
jaulas de Faraday…), que absorban o reflejen las radiaciones y no nos lleguen a
nosotros, si nos situamos tras ellas.

Otras Ondas electromagnéticas a las que nos podemos ver
expuestos ocasionalmente son las líneas de “alta tensión”, que son de muy baja
frecuencia (50-60 Hz) pero de extremadamente alta potencia que producen en sus
inmediaciones campos eléctricos y magnéticos muy intensos, son las líneas de
transmisión eléctrica de 100.000 a 400.00 Voltios, y que transportan la energía
eléctrica masivamente a nuestras ciudades, y que las vemos, soportadas por altos
postes, por los campos y montes de nuestra
geografía. Está científicamente demostrado,mediante estudios epidemiológicos, que
las personas que viven en casas situadas bajo estas líneas de alta tensión o muy
próximas a ellas (menos de 30 o 50 metros) tienen un índice de incidencia
de algunos tipos de cáncer, superior a la incidencia del resto de la población. Por
ello está prohibido construir casas en las proximidades de estas líneas. Pero si
tenemos que transitar ocasional y brevemente por debajo de ellas, está demostrado
por estos mismos estudios epidemiológicos que no hay riesgo para nuestra salud,
que no sea el derivado de electrocución si nos acercamos mucho a los cables (solo
se ha puesto de manifiesto este incremento de cánceres en personas expuestas a
estos “potentes” campos electromagnéticos durante prolongados periodos de
tiempo).

Otros aparatos que producen radiaciones electromagnéticas y que usamos en el
hogar son electrodomésticos de uso diario como Hornos Microondas, Placas de
Inducción… Respecto a las primeras (microondas) emiten ondas de frecuencia del
orden de las micras (micrómetros) como las que se usan en algunas
telecomunicaciones (radiofrecuencias elevadas como las usadas en 5G ya
comentadas), o para la detección de objetos en movimiento el común mente
conocido como Radar, pero en nuestro caso (hornos) usadas con niveles de potencia

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