UN PLAN DE ACCION DEL SMOC PARA AMERICA DEL SUR - Septiembre 2004
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Prologo: Ejecución del Plan de Acción Las características sociales, económicas y culturales y los valores de los pueblos del mundo, en gran medida, están relacionados con las condiciones ambientales que caracterizan las diferentes regiones geográficas del globo; y el clima es un componente vital del ambiente global. Las praderas, los bosques, desiertos, glaciares, lagos y otras características existen porque las condiciones climáticas han creado regímenes de humedad de suelo y precipitación que facilitan el desarrollo de estos ecosistemas y habitats terrestres y acuáticos. Los eventos climáticos extremos (por ej., las olas de calor, inundaciones, sequías) son, además, la causa más frecuente de catástrofes ambientales para la sociedad humana, afectando los cultivos y la prados, influyendo en la salud humana a través de enfermedades y daños, generando tensiones sicopáticas, destruyendo la infraestructura humana y matando gente. Los impactos adversos de tales eventos, a menudo asociados con el fenómeno de El Niño, han plagado a los países de América del Sur en décadas recientes. Los ejemplos incluyen las cargas económicas y sociales resultantes de las recientes severas inundaciones en ciudades como Buenos Aires, Caracas, Río de Janeiro, Santa Fe y otras, la inundación de ocho millones de hectáreas de tierras fértiles en las Pampas argentinas y la epidemia de cólera que comenzó en el litoral peruano y que luego se extendió a los países limítrofes y causaron más de 3.000 muertes. El desarrollo sustentable depende de un ambiente sano. En términos amplios, la disponibilidad de bienes y servicios naturales está controlada, entre otros, por el sistema climático y el ciclo hidrológico. Por consiguiente, el Artículo 2 de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (UNFCCC, por sus siglas en ingles) declara que el objetivo fundamental de la Convención es lograr la estabilización de las concentraciones de gases de invernadero en la atmósfera a un nivel que prevenga las interferencias antropogénicas peligrosas con el sistema climático. Además, tal nivel debería lograrse dentro del marco de tiempo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente a los cambios climáticos, para asegurar que la producción alimentaria no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sustentable. Es fácil entender que los impactos del cambio climático en diferentes comunidades variarán, tal como lo ilustran los ejemplos recientes de especial vulnerabilidad a los eventos climáticos de los países de menor desarrollo. Por lo tanto, el cambio climático global está así mismo estrechamente relacionado con la seguridad internacional, considerando que sus impactos, ya sea individualmente o combinados, pueden afectar severamente la provisión de agua para los seres humanos, la agricultura, los patrones de migración, la infraestructura, los flujos financieros, la prevalencia de enfermedades y la actividad económica. La sociedad humana está enfrentando un clima cambiante en América del Sur y globalmente. En América del Sur una serie de impactos climáticos observados tales como el retraimiento de glaciares, inundaciones, deslizamientos de lodo, el secamiento de humedales, sequías, pérdida de especies, etc., que se atribuyen al cambio climático exigen una acción inmediata por parte de los gobiernos y de las instancias decisorias del sector privado. Con estos cambios ya en proceso, parece evidente que la comunidad de América del Sur podría encarar una situación crítica en un período muy corto. Esta realidad refuerza la urgente necesidad de un sistemático monitoreo del clima y sus variaciones e impactos en América del Sur. La Conferencia de las Partes (COP) el órgano supremo de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (UNFCCC), ha puntualizado, sin embargo, que los datos de alta calidad para propósitos relacionados con el clima no están a menudo disponibles debido a la cobertura geográfica inadecuada, cantidad y calidad de los datos producidos por los actuales sistemas de observación i
globales y regionales1. Por consiguiente, la Conferencia de las Partes ha enfatizado la necesidad de llevar a cabo una ejecución total del Sistema Mundial de Observación del Clima (SMOC), incluidos sus componentes atmosféricos, oceánicos y terrestres. La intención de este Plan de Acción del SMOC para América del Sur es asegurar que las necesidades del SMOC de datos de observación de América del Sur sean satisfechas mediante el logro del mejoramiento de las redes de observación del sistema climático y gestión de datos, archivo, intercambio de datos y sistemas de acceso en todo el continente. El control mejorado de los parámetros climáticos, la mejor gestión de datos y la provisión de más fácil acceso a los datos climáticos facilitarán la detección de los cambios climáticos, las evaluaciones de impactos climáticos, la planificación para la adaptación al clima y sus extremos y el desarrollo y validación de modelos climáticos. Además sustentarán muchas aplicaciones socioeconómicas y ambientales en áreas tales como el uso de la tierra y planificación operativa, los diseños de ingeniería, la gestión de recursos hídricos, la agricultura, la silvicultura y los programas de salud pública. Por consiguiente, la ejecución de las iniciativas del Plan de Acción Regional rendirá beneficios sustanciales a niveles regional, nacional y local en América del Sur. Consecuentemente, el Plan de Acción presenta un caso sólido para las inversiones destinadas a mejorar las capacidades de América del Sur para emprender y mantener programas de observación climática sistemáticos y de largo alcance. La ejecución de este Plan de Acción Regional del SMOC requerirá compromisos de largo plazo por parte de las naciones de América del Sur, reforzada por la asistencia técnica y financiera de donantes externos. Se espera, sin embargo, que el Plan incentivará las iniciativas locales y externas presentando una priorización de necesidades de base local y proponiendo acciones realistas y efectivas para tratar estas deficiencias. Este enfoque regional incentiva, e inclusive necesita, una coordinación y cooperación mejoradas entre las naciones individuales e instituciones en América del Sur. Los planteamientos regionales en áreas tales como educación y adiestramiento, gestión de datos, telecomunicaciones, operación y mantenimiento de estaciones y redes de observación, y aplicación de teledetección satelital y de radares pueden tener el potencial de resultar en significativos ahorros de costo y eficiencia. Como nota de conclusión, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable (Johannesburgo, 2002) adoptó la sigla inglesa WEHAB (Agua, Energía, Salud, Agricultura y Biodiversidad) y enfatizó que estas herramientas esenciales de desarrollo necesitan ser defendidas. El sistema climático es un recurso natural vital, estrechamente interconectado a estas herramientas de desarrollo y a los problemas ambientales globales tales como el agotamiento del ozono estratosférico, pérdida de la biodiversidad, desertificación, contaminación local y regional del aire, eutroficación y los problemas forestales e hídricos, y sencillamente debe ser protegido. La ejecución del SMOC ayudará en el tratamiento de ese desafío. La alta prioridad que los gobiernos de América del Sur han dado al problema climático en sus discusiones con las Partes de la CMCC debe también darse a sus esfuerzos nacionales para actualizar y hacer totalmente operativos las facilidades y servicios de observación climática recomendados. En el contexto de desarrollo sustentable, se debe prestar cuidadosa atención a las estrategias de mitigación y adaptación relacionadas con el clima. Los beneficios de tales estrategias necesitan ser evaluados en contraposición a las pérdidas potenciales debidas a los impactos climáticos. En consecuencia, se necesitan también acciones urgentes para mejorar la compilación de la información socioeconómica sobre los impactos del clima y sus variaciones y extremos. 1 La mayoría de estos problemas ocurren en países en desarrollo en donde la falta de fondos para equipo moderno e infraestructura, adiestramiento de personal y los altos costos de operación continua presentan un gran desafío ii
TABLA DE CONTENIDO Prólogo ........................................................................................................................... i RESUMEN EJECUTIVO................................................................................................. 1 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 3 1.1 Enunciación del Problema ........................................................................ 4 1.2 Objetivo General......................................................................................... 4 1.3 Metas Específicas ...................................................................................... 5 1.4 Consideraciones Fundamentales ........................................................... 5 1.5 Estructura del Plan de Acción .................................................................. 6 2. ANTECEDENTES GENERALES ............................................................................. 6 2.1 Controles Climáticos e Influencias........................................................... 6 2.2 Vulnerabilidad al Clima y sus Extremos .................................................. 9 3. ESTADO ACTUAL DE LOS PROGRAMAS DE OBSERVACION SISTEMATICA10 3.1 La Atmósfera ............................................................................................ 10 3.1.1 La GSN........................................................................................ 10 3.1.2 La GUAN ..................................................................................... 11 3.1.3 La Vigilancia de la Atmósfera Global....................................... 11 3.1.4 Otros Problemas........................................................................ 13 3.1.5 Evaluación General de la Atmósfera ....................................... 13 3.2 Los Océanos............................................................................................. 14 3.2.1 Redes de Observación Oceánica – Estado Actual ................. 15 3.2.1.1 GLOSS.......................................................................... 15 3.2.1.2 Otros Programas Oceanográficos............................. 16 3.2.2 Evaluación General de los Océanos ........................................ 17 3.3 El Sistema Terrestre................................................................................. 18 3.3.1 Redes de Observación Terrestre – Estado Actual.................. 19 3.3.1.1 Hidrología y Recursos Hídricos................................. 19 3.3.1.2 Ecosistemas Naturales ............................................... 20 3.3.1.3 El Ciclo del Carbono ................................................... 21 3.3.2 Evaluación General del Componente Terrestre...................... 21 3.4 Teledetección ........................................................................................... 22 3.4.1 Evaluación General de la Teledetección ................................. 22 3.5 Coordinación Regional y Organización ................................................. 23 3.5.1 Evaluación General ................................................................... 23 4. ACCIONES ESPECÍFICAS PARA TRATAR LOS PROBLEMAS Y NECESIDADES ................................................................................................ 24 4.1 Proyectos del Plan de Acción ................................................................. 24 4.1.1 La Atmósfera .................................................................................. 24 Proyecto No. 1. Mejoramiento de la red GUAN en el centro de América del Sur................................................................... 24 iii
Proyecto No. 2. Mejoramiento de la red de superficie y altura Para América del sur ............................................................... 27 Proyecto No. 3. Consolidación de la red de medición de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en América del sur................... 29 Proyecto No. 4. Evaluación y mejoramiento de la red de Medición de radiación UV-B en América del sur................... 32 4.1.2 Los Océanos................................................................................... 35 Proyecto No. 5. Mejoramiento de las observaciones superficiales y sub-superficiales en Atlántico Sur Occidental................... 35 4.1.3 Sistemas Terrestres ....................................................................... 38 Proyecto No. 6. Análisis de los sistemas y redes de observación hidrológica existentes en América del Sur (precipitación y niveles/caudales) como contribución regional al desarrollo inicial de la Red Terrestre Mundial en Hidrología (GTN-H) .. 38 Proyecto No. 7. Estado del Proyecto sobre Criosfera...................... 40 4.1.4 Datos ............................................................................................... 45 Proyecto No. 8. Mejoramiento de las capacidades de América del Sur en la gestión de bases de datos hidrológicos, meteorológicos y climáticos ................................................... 46 Proyecto No 9. Mejoramiento de la base de datos diarios del SMOC disponible en América del Sur para estudios sobre eventos extremos .......................................................... 48 4.1.5 Teledetección ................................................................................. 50 Proyecto No. 10. Teledetección atmosférica en América del Sur: integración de datos para la validación de modelos numéricos y estudios climáticos............................................ 50 4.1.6 Impactos del Clima......................................................................... 55 Proyecto No. 11. Proyecto Socioeconómico – Un necesario nuevo enfoque complementario sobre los datos del SMOC....................... 55 4.2 Recomendaciones del Plan de Acción................................................... 59 4.3 Resultados del Plan de Acción ............................................................... 60 4.4 Impactos Anticipados, Beneficios y Beneficiarios ............................... 61 5. MOVILIZACION DE RECURSOS.......................................................................... 62 6. OBSERVACIONES FINALES ............................................................................... 63 REFERENCIAS SELECCIONADAS APENDICE I Principios de Monitoreo del SMOC APENDICE II Estaciones GSN en América del Sur APENDICE III Estaciones GUAN en América del Sur APENDICE IV Información reportada por la página del GAWSIS de las staciones en América del Sur APÉNDICE V Lista de Siglas / List of Acronyms iv
RESUMEN EJECUTIVO La preparación y adaptación a la variabilidad climática (por ej. eventos El Niño/La Niña), el cambio climático y los extremos del clima son críticas para la prosecución del desarrollo sustentable, la reducción de la pobreza y la protección de la salud humana en América del Sur. En la actualidad, sin embargo, los sistemas de observación climática en muchas naciones sudamericanas se encuentran en tal estado de desarreglo que una evaluación confiable, la cuantificación, y predicción de condiciones climáticas y sus impactos se hallan comprometidos. A menos que se tome acción inmediata para tratar las deficiencias críticas en los programas de observación climática sistemática de Sudamérica, los costos en términos de pérdidas en la producción y en vidas afectadas adversamente debido a la comprensión y preparación inadecuadas para la variabilidad climática y el cambio climático serán seguramente mucho más elevados que la inversión requerida para remediar estas deficiencias hoy. El objetivo general de este Plan de Acción Regional del SMOC es el de contribuir al desarrollo sustentable nacional, regional y global, la reducción de la pobreza y otras prioridades sensibles al clima tomando una acción efectiva para asegurar que los sistemas de observación climática e infraestructura conexa en América del Sur son adecuados para abordar los desafíos asociados con la predicción, planificación, mitigación, y adaptación a la variabilidad climática, el cambio climático, y los eventos climáticos extremos y sus impactos. Más específicamente, el Plan de Acción: • Identifica los requerimientos del SMOC y aquellos domésticos conexos de observaciones sistemáticas del sistema climático en América del Sur; • Evalúa el estado actual de las redes y programas de observación sudamericanos y los sistemas de datos asociados frente a estos requerimientos; • Propone proyectos específicos y hace recomendaciones para rectificar las brechas y deficiencias identificadas en estas redes y programas de observación y para mejorar su coordinación. El Plan de Acción propone once proyectos de alta prioridad, como sigue: Proyecto No. 1 propone mejorar la red GUAN sudamericana y asegurar que estas estaciones satisfagan totalmente los estándares del SMOC. Proyecto No. 2 tiene como finalidad mejorar los programas de observación sistemática del clima en América del Sur. Proyecto No. 3 la meta es la observación mejorada de los gases de invernadero (GEI) y otros componentes atmosféricos en toda la región. Proyecto No. 4 trata sobre la necesidad de un monitoreo extendido de la radiación UV- B en vista de sus implicancias para la salud en América del Sur. Proyecto No. 5 mejoramiento de las observaciones superficiales y sub-superficiales en Atlántico Sur Occidental Proyecto No. 6 evalúa los sistemas y redes de observación hidrológica en contraposición a los requerimientos de una Red Terrestre Mundial en Hidrología (GTN-H por sus siglas en inglés). Proyecto No. 7 su objetivo es establecer redes y sistemas sustentables de observación criosférica para facilitar las evaluaciones de los recursos hídricos y los estudios del clima. 1
Proyecto No. 8 apunta a la modernización de los sistemas y capacidades de gestión de las bases de datos de las naciones sudamericanas para mejorar el acceso del usuario a los datos climáticos. Proyecto No. 9 responde a la necesidad del rescate de datos en América del Sur, con el objetivo de mejorar la base de datos diarios del SMOC para los estudios sobre eventos extremos. Proyecto No. 10 enfoca el desarrollo y aplicación de las capacidades mejoradas de teledetección de América del Sur. Proyecto No. 11 examina las implicancias socioeconómicas de los eventos de precipitación extrema en la región de las Pampas argentinas. También hace cinco recomendaciones dirigidas hacia prioridades algo más amplias. Estas recomendaciones enfatizan la importancia de: − Identificar las necesidades de los usuarios de datos y productos climáticos para ayudar en la planificación y logro de la creación de capacidad y de las inversiones en infraestructura. − Presentar Informes Nacionales sobre programas de observación sistemática del clima a la Conferencia de las Partes (COP) de la CMCC. − Proveer datos históricos de las estaciones GSN y GUAN al Centro Mundial de Datos (US NCDC) para apoyar los estudios de variabilidad y cambio climáticos. − Mejorar la coordinación relacionada con el SMOC en América del Sur con el objeto de aumentar la eficiencia, reducir los costos y asegurar que los datos climáticos respondan a las necesidades de los usuarios − Asignar una alta prioridad a los requerimientos de observación del SMOC en el climáticamente sensible continente antártico y el océano adyacente Las secciones concluyentes del Plan Regional del SMOC identifican la necesidad de recursos adicionales para ejecutar los proyectos y las recomendaciones y para sostener los programas de observación sistemática del clima. Ellas bosquejan una estrategia de movilización de recursos basada en la búsqueda de donantes externos que financien la creación de capacidad y las mejoras en infraestructura y apuntando a los gobiernos nacionales como fuente primaria de financiación para sostener los programas de observación. Se enfatiza que los organismos responsables de las observaciones sistemáticas del clima deben desarrollar relaciones mucho más estrechas con las personas de instancias decisorias del gobierno en sus respectivos países si van a recibir mayor apoyo interno. Esto necesita enlazar los programas de observación climática mucho más visiblemente a las prioridades de los gobiernos tales como, por ejemplo, la reducción de la pobreza, la mitigación de desastres y la salud pública. 2
1. INTRODUCCIÓN El Sistema Mundial de Observación del Clima (SMOC) fue establecido en 1992 como una iniciativa conjunta de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Consejo Internacional de Uniones Científicas (CIUC). Sus objetivos son los de suministrar los datos necesarios para el monitoreo del sistema climático, la detección del cambio climático y monitoreo de las respuestas, aplicación al desarrollo de las economías nacionales, e investigación. El SMOC trata el sistema climático total, incluyendo las propiedades físicas, químicas y biológicas y los procesos atmosféricos, oceánicos, hidrológicos, criosféricos, y terrestres. Sin embargo, el SMOC por sí mismo no realiza observaciones ni genera productos de datos pero trabaja en asociación con el Sistema Mundial de Observación terrestre (GTOS) y el Sistema Mundial de Observación de los Océanos (GOOS), así como con los programas de la Vigilancia Meteorológica Mundial y la Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM. Una vez completamente ejecutado, el SMOC permitirá a los países mejorar los servicios de predicción del clima, mitigar los desastres climáticos y planificar el desarrollo sustentable suministrando el acceso a series de datos mundiales de alta calidad. La Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (UNFCCC) es la respuesta de más alto nivel político y diplomático por parte de la comunidad internacional a la necesidad de estabilizar los gases de invernadero a niveles que eviten la peligrosa interferencia antropogénica con el sistema climático. Un compromiso clave incluido en la Convención es el Artículo 4.1(g) bajo el cual las Partes acuerdan: “Promover y cooperar en...observación sistemática y desarrollo de archivos de datos relativos al sistema climático.” La Conferencia de las Partes (COP), el órgano supremo de la Convención, ha auspiciado dos revisiones2 de la adecuación de los sistemas mundiales de observación del clima en prosecución de este compromiso. Estas revisiones han enfatizado el requerimiento de suministrar cobertura global de observación para variables climáticas claves y resaltaron una urgente necesidad de revertir la degradación de las redes de observación, especialmente en las naciones en desarrollo. Reaccionando ante estas evaluaciones, la COP invitó al SMOC a iniciar un Programa de Talleres Regionales para identificar y evaluar las deficiencias en la capacidad para monitorear el clima de las regiones en desarrollo del mundo y a proponer acciones específicas para remediar las faltas críticas.3 El sexto taller del SMOC, involucrando a naciones de América del Sur,4 se realizó en Santiago, Chile, del 14 al 16 de octubre de 2003. Fue auspiciado conjuntamente por el SMOC, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP). Los participantes del taller evaluaron las redes de observación climática y los sistemas de gestión de datos en América del Sur y acordaron sobre los problemas críticos y las prioridades que deberían ser tratados en un Plan de Acción regional del SMOC. Una reunión de seguimiento para preparar un borrador del Plan 2 Informe sobre la Adecuación de los Sistemas Mundiales de Observación del Clima, SMOC-48, octubre 1998; Segundo Informe sobre la Adecuación de los Sistemas Mundiales de Observación del Clima en apoyo de la UNFCCC, SMOC-82, abril 2003. 3 Aunque el enfoque primario se halla en las redes SMOC designadas, se reconoce que el mejoramiento de la capacidad regional del SMOC mejorará así mismo la capacidad de los países para abordar las necesidades domésticas. 4 Los países participantes incluyeron a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, y Venezuela. Los talleres anteriores fueron realizados en Samoa (Abril 2000), Kenya (Octubre 2001), Costa Rica (Marzo 2002), Singapur (Setiembre 2002), y Níger (Marzo 2003). 3
de Acción fue subsecuentemente realizada en Buenos Aires, Argentina, del 14 al 16 abril 2004. El borrador del Plan fue luego circulado ampliamente para su revisión. Por ende, el Plan de Acción aquí presentado representa un amplio consenso sobre las prioridades del SMOC en América del Sur y las acciones necesarias para abordarlas. Los países de América del Sur están ahora esforzándose para lograr el desarrollo sustentable de sus recursos. Este desafío está generando crecientes necesidades de datos de observación en todos los componentes del sistema climático. Estos datos son necesarios para ayudar a los gobiernos y a las industrias en la evaluación de su vulnerabilidad a la variabilidad climática, los extremos climáticos, y el cambio climático. Se necesitan también para tomar medidas de mitigación o adaptación, tales como una mejor planificación agrícola, un mejor diseño de edificios y estructuras, la optimización de los sistemas de provisión de agua, y para conducir campañas de inmunización. Por lo tanto, este Plan de Acción no sólo pretende asegurar que los programas de observación sistemática logren y mantengan los estándares del SMOC en cuanto a cobertura, confiabilidad y calidad sino que también contribuyan a cubrir las necesidades de información climática de los países de América del Sur. 1.1 Enunciación del Problema La preparación y adaptación a la variabilidad climática (por ej. eventos El Niño/La Niña), el cambio climático y los eventos extremos del clima son consideraciones críticas para la prosecución del desarrollo sustentable, la reducción de la pobreza y la protección de la salud humana en América del Sur. En la actualidad, sin embargo, los sistemas de observación climática en muchas naciones sudamericanas se encuentran en tal estado de deterioro que una evaluación confiable, la cuantificación, y predicción de condiciones climáticas y sus impactos se hallan comprometidos.5 A menos que se tome acción inmediata para tratar las deficiencias críticas en los programas de observación sistemática del clima de Sudamérica, los costos en términos de pérdidas en la producción y en vidas afectadas adversamente debido a la comprensión inadecuada y la pobre predicción de la variabilidad climática y el cambio climático serán seguramente mucho más elevados que la inversión requerida para remediar estas deficiencias hoy. Esta realidad tiene implicancias negativas no solamente para las naciones directamente involucradas sino también a escala hemisférica y global en vista de que las observaciones sistemáticas de Sudamérica son contribuciones vitales para las evaluaciones del clima regionales y globales, la modelización y predicción del clima. 1.2 Objetivo General El objetivo general de este Plan de Acción Regional del SMOC es, en consecuencia, el de contribuir al desarrollo sustentable nacional, regional y global, a la reducción de la pobreza y a otras prioridades sensibles al clima tomando acciones efectivas para asegurar que los sistemas de observación del clima e infraestructura conexa en América del Sur son adecuadas para abordar los desafíos asociados con la provisión de datos climáticos de calidad, con la predicción, planificación, mitigación, y adaptación a la variabilidad climática, el cambio climático y los eventos climáticos extremos. 5 Los análisis del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) indican que el continente posee redes de observación insuficientemente densas y confiables y que faltan otras informaciones básicas (biológicas, económicas, y sociales) necesarias para establecer escenarios climáticos regionales completos y coherentes. 4
1.3 Metas Específicas Bajo la sombrilla del Objetivo General precedente, las Metas Específicas de este Plan de Acción Regional del SMOC son: Identificar los requerimientos del SMOC y los domésticos conexos de observaciones sistemáticas del sistema climático en América del Sur; Evaluar el estado actual de los programas de observación sudamericanos con respecto a estos requerimientos; Delinear estrategias y proyectos específicos para rectificar las brechas y deficiencias identificadas en estos programas de observación incluyendo sus pertinentes gestión de datos, intercambio, archivo, y otros componentes; y Mejorar la coordinación de los programas de observación sistemática del clima y las actividades científicas conexas dentro y entre las naciones de América del Sur y externamente a fin de asegurar su efectividad y eficiencia a largo plazo. 1.4 Consideraciones Fundamentales Un enfoque primordial de este Plan de Acción Regional es abordar las más altas necesidades del SMOC desde la perspectiva de América del Sur como un todo. Existen varias razones apremiantes para la adopción de dicha propuesta regional. Primeramente, la naturaleza global del clima, que ignora las fronteras nacionales tal como lo hace, necesita la cooperación continua entre todos los países para intercambiar y compartir libremente los datos climáticos. En segundo lugar, las restricciones presupuestarias o la falta de personal adiestrado hacen imposible que muchos puedan comprometerse a una serie completa de actividades relativas al clima. Es deseable, por lo tanto, un enfoque regional que involucre cierta coordinación y participación para evitar duplicaciones, reducir costos y asegurar que datos y productos climáticos de alta calidad estén disponibles para los usuarios nacionales y la comunidad regional y mundial. Además, los donantes externos potenciales estarían más dispuestos a financiar elementos de un bien pensado plan regional para mejorar las observaciones climáticas, la infraestructura y servicios de información que a financiar las propuestas de países individuales. Además, el reforzar la capacidad de observación a nivel continental ayudará significativamente a todos los países sudamericanos a cubrir sus necesidades domésticas sociales, económicas y medioambientales y contribuirá asimismo a abordar los desafíos regionales y globales que presentan el cambio climático, la variabilidad climática y los extremos climáticos. No obstante, un Plan de Acción Regional debe reflejar las inquietudes prioritarias de los importantes sectores interesados y de los usuarios de datos climáticos si el mismo se va a empeñar en un compromiso de amplia base. Como los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) de los países sudamericanos son sectores interesados claves, es críticamente importante que las deficiencias de las estaciones GSN, GUAN y GAW operadas por los SMHN sean tratadas en el Plan. Igualmente, sin embargo, otros tipos de observaciones climáticas como los datos del Sistema Mundial de Observaciones del Nivel del Mar (GLOSS) y el TAO (Observación Océano-Atmósfera en los Mares Tropicales) y las redes de boyas de PIRATA (Pilot Research Moored Array in the Tropical Atlantic) son elementos esenciales del SMOC. Por consiguiente, las necesidades prioritarias de aquellos responsables de las correspondientes actividades de observación oceánica y terrestre también deben ser incluidas en el Plan. Además, debe reflejar así mismo los requerimientos de los usuarios de datos climáticos y productos derivados, incluyendo aquellos de los Coordinadores Nacionales del Cambio Climático y una amplia gama de interesados del sector público y privado. Por ende, el Plan de Acción también debe 5
ocuparse de la gestión de datos, la seguridad de calidad, el intercambio de datos, el archivo y la facilitación del acceso a datos de observación. 1.5 Estructura del Plan de Acción La estructura de este Plan de Acción Regional del SMOC es la siguiente: El Plan comienza con un repaso condensado de los programas de observación climática en América del Sur, llamando la atención sobre aspectos donde existen deficiencias o se necesita un mayor desarrollo; Luego propone proyectos y hace recomendaciones con el fin de asegurar que estos programas se ajustan a las normas del SMOC y necesidades conexas; Identifica los resultados y beneficios anticipados que emergerán a partir de la ejecución de los proyectos y recomendaciones precedentes; y Propone una estrategia para la movilización de recursos para ejecutar las mejoras necesarias en los programas de observación sistemática en la región y para sustentar estos programas en el largo plazo. 2. ANTECEDENTES GENERALES La masa continental de América del Sur comprende una región vasta, topográficamente variada que se extiende desde aproximadamente 12° N en la costa de Colombia, a través del Ecuador, hasta cerca de 56° S en el Cabo de Hornos en la punta sur de Chile (Figura 1). Los Océanos Atlántico y Pacifico y el Mar Caribe bordean a Sudamérica. Con excepción de los mediterráneos Bolivia y Paraguay, todos los países de la región tienen costas que limitan con uno o más de estas extensiones de agua. La cadena montañosa de los Andes, que va desde Venezuela hasta el Cabo de Hornos, es la característica topográfica más prominente con muchos picos y altas mesetas que llegan a altitudes que sobrepasan los 3000 m. Otra importante región de tierras altas está ubicada en el sudeste de Brasil, aunque pocas de estas montañas se elevan a más de 1500 m. Áreas más pequeñas de tierras altas también se hallan situadas en el norte de Brasil, Guyana y el sur de Venezuela y el norte de Colombia – Sierra Nevada de Santa Marta – Pico Colón y Bolívar. Las vastas tierras bajas de Argentina, Uruguay, Paraguay, y Brasil se extienden entre estas regiones montañosas y son escurridas por el masivo Amazonas y sus tributarios, por el sistema del Paraná, y por un número de ríos más pequeños. 2.1 Controles Climáticos e Influencias Las características climáticas a gran escala de Sudamérica están definidas por los patrones de circulación atmosférica predominantes en el continente y la topografía. Las principales características de la circulación atmosférica son la zona de bajas presiones en la faj ecuatorial (10°N - 10°S), los centros permanentes de altas presiones sobre el norte y el sur del Atlántico y sureste del Pacífico, y la región de bajas presiones en las latitudes polares (vaguada circunpolar), que definen los vientos del oeste en la parte sur del continente. Mientras que una sustancial variación en el clima ocurre en sus 7000 km de longitud, el remate cónico de la masa continental hacia el polo hace que la mayor parte de América del Sur esté ubicada en el trópico. De hecho, la mayor expansión de bosques lluviosos tropicales del mundo está situada en la masa protuberante de tierra centrada cerca de 5°S. A pesar de estar mayormente caracterizadas por condiciones húmedas, tropicales, importantes áreas (por ej., el nordeste del Brasil) están sujetas a sequías e inundaciones, y otras son afectadas por condiciones de subcongelación. 6
Figura 1. Mapa de América del Sur 7
América del Sur está caracterizada por un sistema de circulación monzónica que se desarrolla en regiones continentales tropicales durante la estación calurosa. Una circulación termalmente directa de gran escala con un brazo continental ascendente y un brazo oceánico en hundimiento, interacciones tierra-atmósfera asociadas con condiciones de terreno elevado y superficie terrestre, una baja presión en superficie y un anticiclón en altura, intenso influjo de bajo nivel de humedad hacia el continente, y cambios estacionales conexos en la precipitación regional, caracterizan al Sistema Monzónico de América del Sur. Más al sur, el continente se coloca crecientemente bajo la influencia de los vientos del oeste de latitudes medias y de los ciclones viajeros y condiciones cambiantes asociadas a los mismos. La región sudeste de América del Sur es una de las regiones del mundo con las mayores frecuencias de sistemas convectivos de mesoescala que producen fuertes eventos de precipitación (algunos de ellos con impactos catastróficos en las sociedades regionales) y explican más del 50% de las cantidades de precipitación estacional. No debe sorprender que los climas de América del Sur estén directamente influenciados por los regímenes oceánicos adyacentes. Los bien conocidos eventos de El Niño/La Niña ejercen una influencia significativa sobre las condiciones climáticas, especialmente en la escala de tiempo interanual. La precipitación sobre la Amazonia oriental-central y el nordeste del Brasil (sudeste de América del Sur y el centro de Chile) tiende a estar debajo (sobre) lo normal durante los eventos El Niño (La Niña). Estudios recientes indican también que el Océano Atlántico juega un papel importante en modular la ubicación de la Zona de Convergencia Intertropical, y de este modo influenciar la recurrencia de sequías en el Nordeste de Brasil, una región donde más de 30 millones de personas sufren sus efectos muy frecuentemente. En las latitudes lejanas del sur, el clima es relativamente benigno debido a la influencia moderadora de los Océanos Atlántico y Pacífico y de los Mares del Sur sobre el área continental relativamente estrecha. Además, las condiciones sobre el Atlántico sudoccidental influyen fuertemente en los cambios de precipitación en el sudeste de América del Sur en escalas de tiempo interanuales así como la frecuencia de eventos de precipitación extrema diaria en esa región en particular. No obstante, las condiciones climáticas son también fuertemente influenciadas por características topográficas mayores, tales como los Andes, con fenómenos de clima frío como los campos de nieve, glaciares y permafrost que tienen lugar en elevaciones más altas. Los Andes tienen un papel importante en la canalización del transporte de humedad a lo largo de la pendiente oriental de los Andes desde las regiones tropicales a las extratropicales de América del Sur. Una intensificación regional de esta circulación ocurre en Bolivia, la que se conoce como el Chorro Sudamericano de Bajo Nivel (SALLJ, por sus siglas en inglés) lo que también contribuye a explicar la variabilidad interanual de precipitación y temperatura en las regiones tropicales y subtropicales. Las observaciones recientes sugieren que el Hemisferio Sur como un todo se está calentando más rápidamente que el Hemisferio Norte. Los estudios de las tendencias climáticas de América del Sur durante el pasado siglo revelan un calentamiento significativo en el sur de la Patagonia, al este de los Andes, con aumentos en las temperaturas medias máximas, mínimas y diarias de más de 1°C. Según algunos investigadores, sin embargo, no se ha observado calentamiento alguno al norte de aproximadamente 42°S. Los análisis chilenos indican que las temperaturas medias de superficie no muestran calentamiento antes de 1900 pero que, durante el periodo 1900-90, la temperatura ha aumentado en el Hemisferio Sur por un total de 0.4°C a una tasa prácticamente constante. También se ha informado de un enfriamiento en la mitad sureña de Chile en 1991 y 1992, en coincidencia con las erupciones de los volcanes Pinatubo y Hudson. Una cantidad de estudios han indicado la existencia de una variabilidad decadal y en una mayor escala de tiempo en la precipitación en América del Sur, relacionada con los cambios en la superficie oceánica en esas escalas de tiempo en los océanos Pacifico y Atlántico. Un análisis de las tendencias de la precipitación en la parte sur de Sudamérica al este de la Cordillera de los Andes indica 8
que la precipitación anual media en las Pampas húmedas y una gran porción de la Cuenca del Plata ha aumentado en alrededor del 35% en el siglo pasado, consistente con las tendencias positivas en la actividad SALLJ. 2.2 Vulnerabilidad al Clima y sus Extremos La vulnerabilidad al clima y sus extremos es generalmente alta en todo el continente sudamericano. La mayoría de las economías nacionales dependen en gran medida de industrias que sufren los impactos climáticos, las que están periódicamente sujetas a trastornos debido a las anomalías climáticas asociadas con El Niño o fenómenos más localizados tales como los frentes fríos que avanzan tierra adentro desde la costa de Venezuela. Las condiciones climáticas también ejercen una significativa influencia sobre la salud pública, y se las asocia con brotes de malaria, bartonellosis,6 y otras enfermedades. Además, la extensión hacia el norte del “agujero de ozono antártico” ha permitido que más radiación ultravioleta llegue a la superficie terrestre sobre las áreas sureñas de Sudamérica y ha traído mayores riesgos de enfermedades tales como cataratas y melanomas. Finalmente, el nivel del mar más elevado asociado con un clima más caliente plantea una creciente amenaza para las personas, infraestructura y ecosistemas en las regiones costeras bajas del continente. Los, algunas veces, devastadores impactos de las variaciones climáticas en los países sudamericanos están probablemente mejor ejemplificados por los efectos de fuertes condiciones de El Niño. Los eventos El Niño han mostrado una tendencia a ocurrir con más frecuencia en décadas recientes, ocasionando una amplia gama de impactos sobre la población, las actividades económicas y la infraestructura. Las áreas afectadas van desde la agricultura, el suministro de agua potable, la generación de energía, la salud y los asentamientos humanos, el transporte, y la infraestructura de las comunicaciones, con repercusiones económicas negativas incluyendo baja producción, disminución de exportaciones y aumento de importaciones. Por ejemplo, El Niño 1997-98 causó pérdidas catastróficas estimadas en US$7 mil millones en Ecuador y Perú, afectando también adversamente las economías de países tales como Bolivia, donde el PIB se redujo en un 7 por ciento. A la vez, estos eventos también pueden traer algunos beneficios como, por ejemplo, recargar los acuíferos usados para el suministro de agua e irrigación en las regiones áridas del continente. Reaccionando ante las realidades precedentes, las naciones sudamericanas están adoptando una posición proactiva encaminada a minimizar los impactos adversos del clima mientras buscan, al mismo tiempo, aprovechar las ventajas de las oportunidades respectivas. Esta estrategia está generando mayores necesidades de datos climáticos, productos y servicios. En décadas recientes, las inundaciones catastróficas han sido un fenómeno crecientemente frecuente en la Cuenca del Plata que se extiende en la región sudeste de América del Sur. La Cuenca del Plata drena aproximadamente un quinto del continente sudamericano. Cubre una superficie de aproximadamente 3,1 millones de km2 y transporta agua de las partes centrales del continente al Océano Atlántico sudoccidental. La Cuenca del Plata es la rival del bien conocido sistema del Río Amazonas en términos de su diversidad biológica y de habitat y excede por mucho a ese sistema en su importancia económica para el sur y centro de América del Sur. La Cuenca del Plata incluye treinta y una grandes represas y cincuenta y siete grandes ciudades, cada una con una población que excede los 100.000 habitantes e incluyendo las capitales de Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay. La población humana total de la Cuenca se estima en alrededor de 67 millones. La intensa actividad humana, y su rápida urbanización conexa y la consiguiente deforestación de 6 Los brotes de bartonellosis, una enfermedad producida por un insecto y que es altamente fatal, están estrechamente relacionados con El Niño, que tiene lugar de uno a tres meses luego del calentamiento del Océano Pacífico oriental tropical. 9
tierras para cultivo, han aumentado el escurrimiento hacia los ríos y modificado las condiciones climáticas locales (p.ej., humedad, temperatura y velocidades del viento). Estos procesos y sus cambios hidrológicos conexos parecen aumentar la variabilidad natural inherente a la conducta de los recursos hídricos de la Cuenca. Por consiguiente, las inundaciones son mayores y más frecuentes, y los ciclos inundación-sequía se repiten más a menudo. Se han citado varias causas posibles de la creciente frecuencia de inundaciones, tales como la variabilidad climática a escalas interanual y decadal, cambios en el uso de la tierra (expansión de la agricultura) y el cambio climático antropogénico. 3. ESTADO ACTUAL DE LOS PROGRAMAS DE OBSERVACION SISTEMATICA Las siguientes secciones contienen una evaluación de los programas actuales de observación atmosférica, oceánica, y terrestre en América del Sur y su pertinente necesidad de infraestructura de datos y coordinación. 3.1 La Atmósfera Varias redes mundiales de observación ya han sido identificadas para el componente atmosférico del SMOC, más notablemente la Red de Observaciones en Superficie (GSN) y la Red de Observaciones de Altura (GUAN). Además, la red de la Vigilancia de la Atmósfera Global (GAW) también es un componente del SMOC. Las redes de base GSN y GUAN se componen de estaciones que suministran una buena cobertura geográfica del globo y tienen bases de datos de larga historia e históricas, en los respectivos SMHN. Son consideradas lo mínimo requerido para caracterizar el clima global y representan la base y, se espera, sustentable soporte para las redes nacionales que operan una mayor escalas temporal y espacial. Varias Comisiones de la OMM han enfatizado la importancia vital de estas redes globales para calibrar y reconciliar las observaciones de sistemas remotos de observación incluyendo los satélites terrestres y los instrumentos instalados en aviones. En consecuencia, es particularmente importante que las estaciones en estas redes operen continuamente, produzcan observaciones de alta calidad conforme a las normas del SMOC, y que entreguen estos datos y metadatos asociados en una forma oportuna a los centros de procesamiento y archivo de datos designados por el SMOC.7 Se hace también necesario estudiar la factibilidad que las observaciones de las estaciones de superficie que forman parte de la GSN envien la información diaria (sinóptica) a los centros recolectores y no sólo en informe mensual CLIMAT. 3.1.1 La GSN En enero de 2003, la Red de Observaciones en Superficie del SMOC comprendía 981 estaciones distribuidas en las áreas terrestres del globo. A la Agencia Meteorológica del Japón (JMA) y al Servicio Meteorológico de Alemania (DWD) se les ha asignado la responsabilidad de monitorear la transmisión de los mensajes CLIMAT de las estaciones ROSS en el Sistema Mundial de Telecomunicación (GTS) en lo que respecta a la disponibilidad de datos, puntualidad y calidad. El Centro Nacional de Datos Climáticos (NCDC) de los Estados Unidos actúa como archivo mundial para estos datos y sus metadatos asociados, creando una base de datos GSN con acceso vía Internet. Hay 119 estaciones GSN ubicadas en América del Sur cuya lista aparece en el Apéndice II. Las estadísticas de los centros de monitoreo GSN indican que durante el período julio 2001 a junio 2003, los Centros recibieron informes de solamente alrededor del 60% de estas estaciones, desconociéndose los motivos que originan el no envío de la información. También, algunas veces se encontraron s errores de código y de otro tipo en los mensajes recibidos. Además, el Centro Mundial de Datos (NCDC) informa que, a la fecha, ha sólo ha 7 Los principios de monitoreo climático del SMOC se detallan en el Apéndice I. 10
recibido información de metadatos sólo de una minoría de todas las estaciones GSN designadas de la región. En consecuencia, se requiere acción para asegurar una transmisión confiable y oportuna del GSN de mensajes CLIMAT correctos de todas las estaciones GSN de América del Sur y los metadatos para estas estaciones deben ser actualizados regularmente y remitidos al archivo mundial. Por lo tanto, se requieren acciones para asegurar que la transmisión de los mensajes CLIMAT de las estaciones GSN de América del Sur sea confiable, oportuna y correctamente codificada, y que la información de los metadatos de las estaciones sean enviadas y actualizadas regularmente en los Centros de Archivo mundial. 3.1.2 La GUAN En enero de 2003, la Red de Observaciones en Altitud (GUAN) consistía de 152 estaciones en altitud seleccionadas, suministrando una cobertura mundial de observaciones de radiosondas razonablemente uniforme de las áreas terrestres. Al Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido (UKMO) y al Centro Nacional de Datos Climáticos (NCDC) de los Estados Unidos se les ha asignado la responsabilidad conjunta de monitorear el desempeño de la GUAN. Además, el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF) realiza el control de la calidad operativa, casi en tiempo real, de los informes GUAN. Los datos y metadatos GUAN son archivados en el Centro Nacional de Datos Climáticos de los Estados Unidos (Centro Mundial de Datos A). La lista de las 17 estaciones GUAN ubicadas en América del Sur están incluidas en el Apéndice III. Sin embargo, como se ilustra en la Figura 2, los informes de monitoreo del ECMWF indican que algunas estaciones GUAN en América del Sur son vistas como poco confiables mientras que aún las mejores estaciones ocasionalmente fallan en suministrar informes CLIMAT TEMP oportunos y precisos. En consecuencia, mayores esfuerzos deben hacerse para asegurar la transmisión GTS confiable y oportuna de datos y mensajes CLIMAT TEMP de todas las estaciones GUAN en la región. Aunque algunos metadatos de cada uno de estos sitios GUAN están disponibles en el archivo del Centro Mundial de Datos (WDC), también es importante asegurar que los metadatos suministrados al CMD sean actualizados regularmente a medida que ocurran cambios en los equipos, procedimientos o lugares de ubicación. 3.1.3 La Vigilancia de la Atmósfera Global Establecido en 1989, el sistema de la Vigilancia de la Atmósfera Global de la OMM (GAW)8 monitorea la cambiante composición química de la atmósfera, incluyendo los gases de invernadero y otras variables tales como los aerosoles, la química de la precipitación, la radiación solar y ultravioleta, y el ozono de superficie y estratosférico. Los datos GAW son esenciales para mejorar nuestra comprensión de la relación entre la cambiante composición atmosférica y los cambios climáticos. También son importantes como base real para las mediciones satelitales. Los criterios de ubicación para los observatorios globales GAW son muy exigentes con miras a asegurar que las mediciones realizadas en estos sitios sean ampliamente representativas de las condiciones de una gran área.9 Como se ilustra en la Figura 3, se han instalado dos observatorios globales GAW, uno en Arembepe (Brasil) y otro en Ushuaia (Argentina). 8 El sistema integra varios programas anteriores incluyendo la Red de Control de la Contaminación General Atmosférica de la OMM (BAPMoN) y el Sistema Mundial de Observación del Ozono de la OMM (GO3OS). 9 Los observatorios globales GAW deben estar en o cerca de las estaciones en altitud, en áreas remotas donde no se esperan cambios en el uso del suelo, que no estén influenciadas por fuentes regionales de contaminación, estén raramente expuestas a fenómenos naturales severos (actividad volcánica, incendios forestales, tormentas de arena, etc.) y posean un juego completo de observaciones meteorológicas de superficie. 11
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