CRISIS, INDIGNACIÓN CIUDADANA Y MOVIMIENTOS SOCIALES - DOSSIERES ESF, Nº 6, SEPTIEMBRE DE 2012
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© julien ` on flickr CONSEJO EDITORIAL ÍNDICE José Ángel Moreno - Coordinador 4 PRESENTACIÓN: CRISIS, Luis Enrique Alonso INDIGNACIÓN CIUDADANA Y MOVIMIENTOS SOCIALES María Eugenia Callejón Marta de la Cuesta 10 LAS FINANZAS CONTRA EL José Manuel García de la Cruz TRABAJO: ¿LA FINANCIARIZACIÓN SIN ALTERNATIVAS? Raquel Marbán Carmen Valor 12 CAPITALISMO DEMOCRÁTICO: ¿UN OXÍMORON? Edición a cargo de: Luis Enrique Alonso 14 LA OTRA CARA DEL MILAGRO FINANCIERO: LAS RESISTENCIAS Maquetación: Eduardo José Villalobos Galindo SOCIALES 15 OCCUPY WALL STREET Y LA INDIGNACIÓN DEL 99% COLABORADORES EN ESTE NÚMERO 17 EL LIBRO RECOMENDADO Luis Enrique Alonso, Universidad Autónoma de 25 PARA SABER MÁS Madrid Daniel Albarracín, CC.OO. y Universidad Carlos III Santiago Álvarez Cantalapiedra, FUHEM Carlos J. Fernández Rodríguez, Universidad Autónoma de Madrid Riie Heikkilä, Universidad de Helsinki Los textos de este dossier reflejan exclusivamente la opinión de sus autores, que no tiene por qué coincidir con la posición institucional de EsF al respecto.
Portada interior © colegota.fotolibre.net Gracias a las aportaciones periódicas de nuestros socios podemos planificar y realizar proyectos de larga duración, sin depender de subvenciones. Si deseas hacerte socio de Economistas sin Fronteras y colaborar de forma periódica con nosotros cumplimenta el formulario disponible en nuestra web. www.ecosfron.org O en el teléfono 91 360 46 78 La ley 49/2002 de 23 de diciembre (BOE 24/12/2002) de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos, establece un trato fiscal más favorable para las donaciones realizadas por personas físicas, obteniendo una deducción a la cuota de IRPF.
PRESENTACIÓN CRISIS, INDIGNACIÓN CIUDADANA Y MOVIENTOS SOCIALES Luis Enrique Alonso (Universidad Autónoma de Madrid) “Las identidades no son cosas, son imágenes de relaciones sociales, y dependen tanto de los que las asumen y las adoptan como de los que las rechazan” Bruno Ollivier, Les identités collectives, París, L´Herne, 2009 “Los conflictos de distribución son siempre luchas simbólicas por la legitimidad del dispositivo socio-cultural que determina el valor de actividades, cualidades y aportaciones sociales” Axel Honneth, Reconocimiento y menosprecio, Barcelona, Katz, 2010 Un nuevo cambio de rumbo han tomado los movi- cambiando y transformándose en la urgencia de sus 4 mientos cívicos y sociales en estos últimos tiem- respuestas a las ventanas de oportunidad política a pos: los devastadores efectos sobre las condiciones corto y medio plazo. En este sentido, el movimien- laborales y los proyectos de vida -especialmente to indignado o la conocida protesta del 15-M han juveniles- que ha supuesto la última crisis financiera recogido una década larga de movimientos alter o han producido cambios significativos en las expre- antiglobalización, pero también un buen número siones del conflicto social contemporáneo, así como de iniciativas ciudadanas y juveniles que venían novedades en las formas de movilización social. llamando la atención sobre lo que consideraban la Pero, al fin y al cabo, estos movimientos expresan absoluta financiarización y sobremercantilización un conjunto de costes añadidos y acumulados en un de todas las condiciones de existencia de la vida larguísimo ciclo de desregulación de los mercados cotidiana y, en especial, de la vida juvenil, tanto en de trabajo que han supuesto la progresiva pérdida la educación (el movimiento anti-Bolonia) como en de autonomía y seguridad de todas las generacio- la vivienda (movimientos por una vivienda digna nes, así como un impresionante incremento de la y diferentes acciones de ocupación). Así como una vulnerabilidad en las condiciones socioeconómicas nueva vuelta de tuerca del medioambientalismo y de transición a la vida adulta e independiente de los el anticonsumismo, producida a principios del siglo grupos de edad más jóvenes. XXI, tendiendo a acercar el ecologismo a formas de vida y responsabilidades ciudadanas cotidianas, tanto en sus formas más críticas como directamente Ciclos de protesta propositivas en lo que se refiere a estilos de vida más o menos alternativos. Como es habitual en toda movilización, gran parte de los recursos cognitivos y de los vocabularios de El movimiento indignado y la protesta del 15-M han motivos que se han utilizado en estas nuevas for- surgido reciclando estos materiales discursivos y mas de acción cívica son en parte continuación y simbólicos, trabajando más un ámbito directamente en parte reformulación y renovación del ciclo de local, que se convierte en el marco cognitivo que protesta anterior1, y en su propio desarrollo han ido encuadra esta acción colectiva -frente a la perspec- tiva global que encuadraba la protesta de la década anterior-, y de ahí su tendencia al asentamiento y 1 Para una revisión general de la teoría de los movimientos sociales, los ciclos de protesta, los repertorios de ocupación de espacios idiosincráticos de las ciuda- motivos y las ventanas de oportunidad política puede verse: des, a la idea de recuperar el asambleísmo directo y a Donatella della Porta y Mario Diani, Los movimientos sociales, subrayar el discurso de los barrios y las poblaciones Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas/Editorial cercanas. La propia idea de la ocupación de espacios Complutense, 2012; Sidney Tarrow , El Poder en movimiento, públicos o de asentamientos -además de aprovechar Madrid, Alianza, 2004, y El nuevo activismo transnacional, Barcelona, Hacer, 2010; Charles Tilly y Lesley J. Wood, Los el impacto comunicativo en su coincidencia tempo- movimientos sociales 1768-2008, Barcelona, Crítica, 2010. ral, no evidentemente estructural ni temática, con
la primavera árabe -ponía en juego la idea de fijar Identidad, oposición, totalidad el sentido en una nueva ciudad comunitaria y del El recuperar el discurso de la identidad en el mo- anclaje en el espacio justo, cuando la inestabilidad, vimiento -frente al de la alteridad o la diferencia, la liquidez y la volatilidad gobiernan, según la me- típica de los movimientos más multiculturales, táfora financiera dominante, todos los aspectos de la postcoloniales o postmodernos4- es una de las nove- vida2. Evidentemente, tanto la idea de crear una ima- dades sociológicas más interesantes, pues opone a gen nueva en los medios de comunicación como el los poderes financieros, y sus intrincadas maniobras uso de una no violencia expresa y resistente en caso especulativas, un sujeto social desposeído y sin pro- de desalojo forzado expresaban un nuevo discurso yecto de futuro, cuyo principal referente al imagi- de la movilización -la movilización estática- que te- nario colectivo es la juventud precaria, pero que re- nía efectos multiplicadores, tanto en la atención de presenta un proyecto de totalidad en todos aquellos grupos y colectivos próximos como en la adhesión grupos sociales que las políticas ultramercantiliza- curiosa de sectores no movilizados de la ciudadanía doras -y sus derivadas: los recortes de las políticas que se sienten afines al mensaje, fundamentalmente públicas- han puesto al borde de la exclusión social contrainstitucional, que ha manejado sin recato el y con perspectivas de futuro no sólo inciertas, sino movimiento indignado. directamente negativas. El importantísimo papel Evidentemente, el movimiento del 15-M no ha sido simbólico que han tenido y siguen teniendo accio- sólo un movimiento juvenil, pero ha sido lo juve- nes contra los desahucios, y el intento de visibilizar 5 nil lo que ha creado la identidad del movimiento. el poder financiero y las asimetrías concentradas en No sólo porque genealógicamente fueron una serie las condiciones hipotecarias, representa muy bien de protestas, acciones y manifestaciones juveniles el relato que ha creado el 15-M y el movimiento -de una juventud ya autopresentada como sin futu- indignado, esto es, el enfrentamiento forzosamente ro- lo que, tanto en Madrid como en otras grandes desigual entre, por un lado, el poder financiero po- ciudades españolas, dispara la protesta y le da una lítico y policial y, por otro, los representantes “del forma de resistencia activa, primero frente al poder común”, es decir, de todos aquellos grupos popula- financiero, para inmediatamente ampliar la protesta res pauperizados y desposeídos de sus recursos de y rechazar la sumisión de los políticos convencio- futuro por esta especie de archicapitalismo total y nales a los dictados del mercado (“democracia real global5. ya”); sino también porque el sujeto imaginario que unifica la movilización es el precariado, o incluso el cognitarizado, esto es, ese conjunto de jóvenes cua- L’ insecurité sociale, París, Seuil, 2007, La discrimination lificados cuyas inversiones educativas han quedado négative, Paris, Seuil, 2009, y La montée des incertitudes. desvalorizadas radicalmente por el desempleo, el Travail, protections, statut de l´individu, París, Seuil, 2009. subempleo o el malempleo generalizado y sin pers- 4 El esquema de identidad-oposición totalidad en la pectivas razonables de mejora, dado el marco en el acción de los movimientos sociales es una de las contribuciones que se desenvuelven las degradadas prácticas con- teóricas clásicas de Alain Touraine, en obras como Production tractuales actuales del mercado del trabajo juvenil3. de la société, París, Seuil, 1973, o Pour la sociologie, París, Seuil, 1974. El mismo Touraine ha ido estudiando con precisión 2 Son las metáforas básicas que ha puesto en circulación el cambio de las retóricas de los movimientos de la identidad Zygmunt Bauman, en obras como Postmodern Ethics, Oxford, a la alteridad y la aparición del discurso de la diferencia. Esta Blackwell, 1994, Comunidad. En busca de seguridad en un evolución puede verse siguiendo trabajos como Le retour de mundo hostil, Madrid, Siglo XXI, 2003, y Modernidad líquida, l’acteur, París, Fayard, 1984, Critique de la modernité, París, México y Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2003. Fayard, 1992, y Un nouveau paradigme. Pour comprendre le monde d’aujourd’hui, París, Fayard, 2005. 3 Los temas del precariado, el cognitariado y la parasubordinación laboral han tomado especial fuerza en los 5 Los temas del riesgo, la incertidumbre y el miedo a análisis de la izquierda autónoma italiana del tipo de los de la exclusión como formadores de una nueva idea de lo común Sergio Bologna, Crisis de la clase media y posfordismo, Akal, se encuentran en obras ya clásicas como las de Ulrich Beck, 2006, o Maurizio Lazzarato, Por una política menor, Madrid, Ecological politics in an age of risk, Cambridge, Polity Press, Traficantes de Sueños, 2006. Son de especial interés los 2004, o de Zygmunt Bauman, Wasted Lives. Modernity and its trabajos sobre la crisis de la cuestión social, la desarticulación Outcasts, Polity Press, Cambridge, 2004, así como Tiempos de relación salarial y la condición vulnerable y radicalmente líquidos. Vivir en una época de incertidumbre, Barcelona, insegura del trabajo incluso en colectivos de alta cualificación Tusquets, 2005. llevados a cabo por Robert Castel, los más recientes son :
Si los nuevos movimientos sociales de los años de los que, tanto por convicciones éticas como por sesenta y setenta fueron teorizados como radica- necesidades de supervivencia material, tienen que lismo de clases medias (en aquel tiempo juveniles, y deben de oponerse a un sistema económico sin ascendentes y con nuevas propuestas políticas), el principios y moralmente despreciable. movimiento indignado se podría categorizar como radicalismo defensivo de clases medias descenden- No es extraño así que el principio de totalización tes6. Justo cuando el ascensor social no sólo se ha de estos últimos movimientos -es decir, el argu- detenido, lo que había sido una constante del pe- mento por el que se presenta que los intereses del ríodo de reordenación postfordista de los mercados movimiento son los intereses de la sociedad en globales desde los años ochenta del pasado siglo, su conjunto-, se haya centrado en un conjunto de sino que con la última gran crisis se ha desploma- retóricas contrainstitucionales, comunitaristas e do radicalmente, impactando duramente sobre incluso populistas (en la acepción más espontanea los niveles y expectativas de vida de un amplio y y menos elaborada o manipulada de la introducción creciente conjunto de grupos sociales cada vez más del concepto “pueblo” en el debate cívico). La idea debilitados y fragmentados; y entre los cuales, los de negación de las jerarquías, de los poderes forma- grupos juveniles resultan los más visibles, e interna- les, de la intervención en la competición electoral cionalmente, los más homogéneos en su imagen, así o de la representación indirecta se combina con un como los más fácilmente articulables en comunida- canto expreso a lo común -concepto que trata de 6 acabar con la idea de la separación entre lo público- des virtuales por medio de las redes informáticas. En este mismo sentido, al igual que otros movimientos estatal y lo privado, pues ambos se han fundido en afines, el 15-M ha construido su sujeto de identidad un bloque contra los ciudadanos-, a la democracia en el precariado actual y en los restos más castiga- deliberativa, a lo asambleario, a las multitudes (y dos de las clases medias en descenso, así como ha las multitudes on-line) y a las comunicaciones en presentado un relato de oposición articulando un red (con todos los recursos informáticos en juego). campo semántico de términos que expresan la nega- Hemos visto perfilarse así una especie de regenera- tividad absoluta: políticos que no nos representan, cionismo comunitarista, asambleario y popular que bancos depredadores, una democracia corrupta o trata de representar una ciudadanía “auténtica”, con un sistema capitalista que bloquea el futuro de los intereses generales unificados y radicalmente dife- ciudadanos, etc. Todos ellos son sólo unos pocos de rentes a los de los poderes financieros y los políticos los muchos conceptos que nos muestran que hay un sumisos. claro discurso de oposición y que se ha construido una imagen de un responsable del desastre, un ene- migo al que hay que enfrentarse. La obsesión por los Evolución y perspectivas eslóganes en las acampadas del 15-M, el éxito mis- Desde las primeras acampadas del 15-M hasta la mo del librito de Hessel que le dio la palabra que iba actualidad, en la que hemos celebrado un primer buscando la protesta -“indignados”- o el repertorio aniversario con un conjunto de actividades con una de motivaciones desgranadas en las asambleas que repercusión notable, una no despreciable sucesión justificaban una auténtica reacción contra la domi- de acontecimientos ha marcado la evolución del nación de los mercados y la apatía de los políticos -y movimiento. En un principio, se ha dado una cierta de gran parte de la población-, son buena muestra de internacionalización, con experiencias diversas -al- la necesidad de construir una comunidad imaginaria gunas más próximas y otras más distantes-, desde acampadas y asentamientos en plazas públicas o 6 El tema del hundimiento de las clases medias lugares emblemáticos del mundo financiero -por keynesianas es brillantemente desarrollado en Massimo Gaggi y Edoardo Narduzzi, El fin de la clase media y el ejemplo, la persistente Occupy Wall Street o la más nacimiento de la sociedad de bajo coste, Madrid, Lengua de efímera Occupy London- hasta diferentes formas Trapo, 2006. La relación entre clases medias ascendentes y de protestas frente a los draconianos recortes de las la protesta de los nuevos movimientos sociales de los años políticas públicas, las medidas de austeridad social sesenta-setenta se encuentra perfectamente estudiado en el y la ortodoxia presupuestaria antikeynesiana y an- ya clásico libro de Frank Parkin, Middle Class Radicalism, Manchester, Manchester University Press, 1968. Esta línea ha tisocial. Siempre desde lo local a lo global -justo sido continuada por Clauss Offe en Disorganized Capitalism, de manera inversa al ciclo de movilizaciones de la Cambridge, Polity Pres, 1985, y en Partidos políticos y nuevos antiglobalización- y coincidiendo con cada reforma movimientos sociales, Madrid, Sistema, 1988.
antipopular, las movilizaciones reactivas vuelven a del llamado universo antisistema se han mezclado recrear acciones de resistencia que se hibridan entre con las acciones más genuinamente novedosas que la explosión social, la renovación de las iniciativas representaban estas nuevas acciones de resistencia, ciudadanas protagonizadas por minorías activas es- por definición antiviolentas, creativas y dialógicas. pecialmente afectadas por las políticas de austeridad Pero también hemos conocido el enriquecimiento y la formulación de nuevos relatos de deslegitima- discursivo que han provocado estas acciones, y una ción de los poderes económicos y financieros. cierta penetración del relato ético del movimiento indignado ha enriquecido desde los presupuestos Precisamente, la fuerte desinstitucionalización y la clásicos del conflicto laboral -incluyendo la huel- desregulación del conflicto social7 que ha supuesto ga general- hasta el debate político institucional, la ruptura del pacto keynesiano están generando una sin olvidar la difusión social generalizada de sus fuerte desestructuración del marco de convivencia y retóricas y argumentos, quizás porque han captado de resolución mediada de la conflictividad social. El con verosimilitud el miedo y las frustraciones de asalto neoconservador a los mecanismos en las de- grandes grupos que provienen de las clases medias mocracias occidentales de representación, negocia- descendentes. ción y mediación, debilitando desde la negociación colectiva sindical hasta el asociacionismo cívico, ha elevado el punto de evolución de la tensión conflic- tiva de las sociedades actuales, y especialmente de Conclusión 7 aquellas más sacudidas por la crisis financiera y las Las ambivalencias y contradicciones de un movi- medidas de austeridad o recorte social. El peligro miento como el 15-M se han visibilizado casi inme- de la aparición de conflictos disruptivos se ha de- diatamente, su contrainstitucionalismo y comunita- mostrado real (la experiencia griega así lo muestra), rismo sitúan su discurso en un primitivismo político así como la totalización de las protestas sociales, muy difícil de reciclar en propuestas institucionales en una confluencia de iniciativas que van desde capaces de universalizarse o de sostener un Estado la conflictividad laboral clásica hasta las nuevas de Bienestar posible. Pero este nuevo ciclo de pro- formas de indignación, resistencia y negación del testa se ha mostrado especialmente vital en lo que se marco institucional, pasando por miles de formas refiere a la idea de recuperar lo social y sus razones de acciones colectivas reactivas y no estructuradas, por encima del descarnado realismo y del fatalismo con diferentes grados de espontaneidad (o incluso financiero dominante hasta la asfixia. De cómo este de violencia). Entramos con la crisis en un ciclo de comunitarismo existencial, y reactivo a una lógica fuerte hibridación y combinación de focos conflicti- de radical disciplinamiento económico de las clases vos, justo cuando los mecanismos colectivos media- medias en crisis, evolucione y se difunda sobre todo dores han tratado de ser aniquilados, esperando que entre los jóvenes dependerá el futuro del conflicto el individualismo posesivo, el consumo y el interés social a corto y medio plazo. Bloqueado, atacado, egoísta sean suficientes para conseguir coherencia estancado y fragmentado el conflicto laboral fordista e integración social. Sin embargo, como era de es- -correlato de la propia fragmentación, precarización perar, el conflicto, y no precisamente funcional, ha y desestructuración de los sujetos laborales clásicos hecho su aparición y amenaza con quedarse. del industrialismo-, los nuevos movimientos so- ciales se construyen a partir de argumentos éticos En lo que se refiere al 15-M y al movimiento in- y cívicos. Estas nuevas acciones que se basan en dignado, es conocido su repliegue táctico hacia la movilización cognitiva y existencial (jugando el asambleismo de barrio, lo que representa una en la dimensión más comunicativa y relacional de línea de evolución coherente con su borrosidad, lo social, por ello la importancia de los medios y su comunitarismo y su contrainstitucionalismo. las redes) y que se oponen a la mercantilización y Como también era de esperar, episodios conflic- financiarización del mundo, tienen mucho papel por tivos disruptivos y grupos más o menos clásicos jugar en un inmediato futuro. 7 Este tema está particularmente desarrollado en Luis Enrique Alonso, La crisis de la ciudadanía laboral, Barcelona, Anthropos, 2007, y en Prácticas de la economía, economía de las prácticas. Crítica del postmodernismo liberal, Madrid, Libros de la Catarata, 2009.
LAS FINANZAS CONTRA EL TRABAJO: ¿LA FINANCIARIZACIÓN SIN ALTERNATIVAS? Daniel Albarracín (CC.OO. y Universidad Carlos III) Una caracterización de la crisis en curso Frente a lo que algunos neokeynesianos como Krug- man afirman, la cuestión bancaria y de la deuda es Dos rasgos principales caracterizan la crisis capita- sumamente importante, porque entraña una enorme lista que está en curso: sobreproducción, primero, y, losa para el desarrollo económico, paralizando la después, financiarización de la economía. actividad y la inversión. Más aún cuando se están La financiarización adopta múltiples manifestacio- aplicando políticas que persiguen socializar la crisis, nes. El rasgo “micro” más sobresaliente afecta a y la insolvencia del capital privado, entre la mayoría la toma de decisiones empresarial, supeditada a la ciudadana, fundamentalmente rescatando al núcleo valorización de un conjunto de títulos (acciones, oligárquico del capital -el mundo financiero y otras obligaciones, etc…) en los mercados financieros. grandes industrias-. Con esta operación, se convier- A escala “macro”, refiere al pesado lastre de apa- te la deuda privada en pública. lancamiento y endeudamiento general ocasionado 8 Mientras se muestra generosidad con los rescates por la desregulación crediticia y su expansión bancarios, se cierran quirófanos, se imponen repa- descontrolada puesta en marcha para contrarrestar gos a las recetas de medicamentos o se deteriora aquella sobreproducción. Desde mediados de los 90, gravemente la calidad de escuelas y universidades. la nueva política económica emprendió una huída Las políticas de austeridad productiva y salarial, hacia delante estimulando la economía con un ana- de fortísimos recortes públicos en actividades de bolizante que ha supuesto una carga hacia un futuro inversión y bienestar, arrojan consecuencias depre- que, desde 2007, ya está con nosotros. sivas. Estas se suman a una serie de fuertes medidas Los efectos de las políticas monetarias expansi- de transferencias de rentas del trabajo al capital, a vas (Shaikh, 2011) y la desregulación financiera través de fórmulas de desfiscalización de los bene- animaron el ciclo de crecimiento 1996-2007 en ficios, el ahorro y el patrimonio, o, ahora, aplicando España. Un ciclo donde los fundamentales estaban la amnistía al fraude fiscal. A su vez, las políticas impulsados por locomotoras artificiales de limitado europeas privilegian a la banca privada, con un BCE recorrido, como la construcción, alimentadas por la que facilita crédito masivo y barato a la banca, de- liberalización del suelo y las políticas desfiscaliza- jando que el sector financiero privado disfrute del doras existentes. Esa trayectoria continuó mientras monopolio del crédito al sector público, que paga la evolución de la rentabilidad efectiva de las em- altos tipos por la deuda pública y eleva los costes de presas no se vio sobremanera drenada por los flujos financiación del Estado. de la devolución de las crecientes deudas acumula- En ese contexto, se procede a severas políticas de das. A partir de 2007, estos flujos superaron el límite ajuste estructural, desinversión, retroceso de las soportable (debido al enorme apalancamiento del políticas de bienestar públicas y cercenamiento de sector empresarial, que representaba en 2011 el 63% los derechos y salarios del mundo del trabajo. Los del total de la deuda en España -las otras partidas, pronósticos para 2012 y 2013 no pueden ser más deuda hipotecaria (21%) y deuda pública (16%)-, desesperanzadores. con un volumen que alcanza el equivalente a cuatro veces el PIB a mediados del 2011, según el Banco de España) y las tasas de rentabilidad de las empresas cayeron. Los flujos de devolución de deudas están Las nuevas políticas, prácticas y figuras de la supeditados a la rentabilidad futura. Si crecen de- financiarización masiado los primeros y se erosionan los beneficios La financiarización no es únicamente un rasgo hi- de explotación, se produce un cortocircuito. Con el pertrófico del capitalismo contemporáneo. También estrangulamiento de las cuentas privadas, la crisis se se fragua en nuevas prácticas y figuras concretas. inauguraba.
La empresa en tanto que unidad operativa de pro- A escala macro y de política económica, los go- ducción y toma de decisiones, más aún con la ex- biernos, en cierto modo títeres de las oligarquías tensión del modelo de empresa-red (matriz-filiales- financieras y de la estrategia de Bruselas, están com- auxiliares-subcontratas), está perdiendo identidad y prometidos con la prioridad de “pagar la deuda pú- autonomía, y se desdibuja su responsabilidad como blica” a costa de cualquier cosa. Tras significativos actor emprendedor o empleador. El accionariado desfases de las cuentas públicas, tras desfiscalizar adopta estrategias únicamente comprometidas con rentas del capital y subvencionar, avalar o rescatar proporcionar valor al accionista -dividendos, valor a empresas privadas, se imponen recortes históricos en bolsa- o devolver las deudas a entidades financie- en las políticas sociales (pensiones, educación, sani- ras prestamistas, que actúan como rentistas. Frente a dad) y se aplican duras medidas contra la regulación las clásicas estrategias productivistas de posguerra, laboral y las organizaciones sindicales. Un pago de se adoptan medidas de “recentramiento” (refocu- la deuda que no impedirá que el gasto público siga sing), racionalización del capital y especialización siendo muy alto y que el ajuste previsto del déficit monopolística. Estas nuevas prácticas financiariza- público sea una quimera. El déficit permanecerá alto das, aplicando el denominado “efecto punción” del tanto por la recesión que propiciarán los recortes, excedente (Álvarez, 2007), perjudican la inversión, por las preferencias del capital privado de financiar el empleo y el salario. el sector público con deuda y no con impuestos -si acaso a las rentas del trabajo y clases medias- y por En este contexto, han surgido agentes instrumen- 9 el negocio que entraña para el capital bancario la tales que coadyuvan estos procesos, si es que las transferencia que supone el diferencial entre tipos de direcciones empresariales no las acometen de motu interés del BCE (1%) y de la deuda pública (varios propio. Las sociedades de inversión (hedge fund, ca- puntos por encima). A este respecto, las agencias de pital riesgo, etc…) irrumpen en las empresas racio- calificación de riesgos evalúan con valoraciones a nalizando producción y empleos, succionando acti- favor de sus clientes privados y en contra del valor vos, realizando prácticas contables de reconversión atribuido de las deudas públicas. de beneficios en intereses (préstamos participados) -con un coste fiscal más bajo-, troceando las unida- des productivas para adelgazarlas, revender las más rentables y destruir las que lo fueran menos. Cada Una estrategia clasista contra el mundo del vez más sociedades de inversión operan una vez se trabajo apalancan hasta niveles insospechados gracias a la Las nuevas estrategias empresariales y guberna- complicidad de la banca (leveredge buy out), que mentales estriban en vías de reapropiación del valor les presta crédito y mediatiza, aplicando esta agenda del trabajo, erosionando la masa salarial y, con ella, vampirizadora. la fuente de derechos que hasta la fecha le venía asociada. Fuente: Elaboración propia a partir del Banco de España
Las reformas económicas y laborales de los últimos tecnológica, sistemas energéticos empleados, planes años han favorecido que la productividad por ocu- de inversión y empleo, etc…). Que se aplique a pado ascienda -pues menos personal empleado rea- empresas de cualquier tamaño, coticen o no en liza prácticamente la misma producción-. A pesar de Bolsa. Exigir contabilidades de grupos de empresa, la crisis de demanda, la inflación apenas se reduce, dando cuenta de las transacciones de su mercado pues los precios de la energía se disparan. Mientras interno. tanto, los salarios se estancan, merced a la vulnera- • Tipificar la responsabilidad de empresariado, bilización de los derechos laborales y el tsunami del accionariado y directivos de personal, de manera paro (cercano al techo histórico del 24%). subsidiaria y proporcional, con todos los intereses sociales existentes (trabajadores, acreedores, etc…). • Regular los límites a la concesión de dividendos y primas de emisión, o los honorarios a los “gestores de los fondos”, así como aumentar la presión fiscal de las rentas del capital. • Intervenir y regular el ámbito financiero y establecer límites a las prácticas de las sociedades 10 de inversión, por ejemplo, exigiendo una inversión con una estabilidad mínima en el tiempo para poder influir en el gobierno de las empresas y una completa transparencia de sus acciones. Fuente: Elaboración propia a partir de AMECO • Reforzar las instituciones (fiscalías de delitos económicos y mercantiles, ampliación de juzgados El mundo del trabajo y las condiciones de ciudadanía mercantiles,…..) dedicadas a la supervisión, son los principales damnificados en este contexto, fiscalización y persecución de las actividades tanto por la crisis como por las respuestas a la económico-financiero-empresariales, con especial misma. Los servicios públicos se deterioran, con atención al fraude y a las operaciones en paraísos presupuestos extraordinariamente restrictivos. Las fiscales. últimas reformas laborales, especialmente la última, En otro orden de cosas, resulta imprescindible pre- han desguazado derechos laborales, condiciones guntarse por los esquemas de política económica de empleo y derechos colectivos históricos. Los que asumen el pago de la deuda como prioridad salarios pierden capacidad adquisitiva, peso en la política absoluta y los recortes públicos, sociales economía e incluso retroceden nominalmente, hecho y laborales como receta principal. En primer lugar, inaudito desde tiempos que no se recuerdan. El peso cabe preguntarse si de verdad se aspira a equilibrar del fondo de salarios en la producción nacional, el las cuentas públicas y si la mejor forma es ajustar salario relativo, decididamente disminuye. las políticas de inversión y bienestar públicos, al tiempo que se privilegian y se encajan desmedida- Alternativas mente los desfases e insolvencias privadas entre los gastos públicos. O si la vía mejor no fuera combatir Sin embargo, hay alternativas, lejos de la pesadum- el fraude fiscal, y no perdonarlo, así como elevar la bre o cinismo de los que repiten que no se puede imposición a las rentas del capital y del patrimonio. desarrollar otra línea de políticas. Señalamos a O, incluso si es admisible pagar una deuda con indi- continuación algunas propuestas tanto a nivel micro cios claros de ilegitimidad y, en casos por determi- como a escala macro. nar, con un origen jurídicamente odioso, tal y como Es precisa una reforma del mundo empresarial y del advierte la Plataforma por una Auditoría Ciudadana derecho societario, fiscal, financiero y mercantil que de la Deuda y las comisiones del 15-M constituidas incluya medidas del siguiente calibre: al efecto. • Transparencia contable y una mayor Son por estos y otros muchos motivos por los que información sobre procesos internos de las empresas los movimientos indignados, las organizaciones (relaciones laborales, mecanismos de innovación políticas comprometidas con la transformación so-
cial y los movimientos y organizaciones sindicales están expresando su malestar y están organizando iniciativas contra una agenda de gobierno que nadie votó. Nosotros animamos a que se produzca una convergencia de las fuerzas sociales para oponerse y para levantar una alternativa. Creemos que hay motivos para el optimismo en este punto, un opti- mismo consciente del mucho trabajo de pedagogía y de organización que esta tarea titánica va a entrañar. Bibliografía • Albarracín, D. y Gutiérrez, E. (2012), “Financiarización, nuevos perímetros empresariales y retos sindicales”, Cuadernos de Relaciones Laborales, otoño. • Álvarez, N. (2012), Financiarización, nuevas 11 estrategias empresariales y dinámica salarial: el caso de Francia entre 1980-2010. Mimeografiado. Borrador de Tesis Doctoral. • Shaikh, A. (2011), “La primera gran depresión del siglo XXI”, Sin Permiso, nº 9. • UITA (2007), Guía de los trabajadores sobre las operaciones de adquisición del Capital Riesgo. Ginebra. • UNI.Global (2007), Fondos de capital de inversión: su importancia para los sindicatos, Suiza.
CAPITALISMO DEMOCRÁTICO: ¿UN OXÍMORON? Santiago Álvarez Cantalapiedra (Director del Área Ecosocial de la Fundación Hogar del Empleado -FUHEM-) En nuestros días predomina una concepción de de- donde la profesionalización y «el capital económi- mocracia poco exigente. Según la visión hoy domi- co -los medios para la mercadotecnia de masas- ha nante, para calificar de democrática a una sociedad ido sustituyendo continuamente al capital social -es bastaría con la presencia conjunta de dos elementos: decir, a las redes ciudadanas de base- como moneda la práctica electoral y la libertad de mercado. Si de curso legal1». se pide precisar algo más, se nos señalará que la existencia de elecciones deberá ir acompañada de Debido a ello, lo normal es que los partidos acudan un sistema de partidos y que la presencia de merca- a asesores que conciben la campaña electoral como dos libres es la condición previa para el desarrollo una operación de marketing. El candidato es el pro- de lo primero, esto es, para la libre concurrencia ducto: su imagen, biografía, experiencia, educación de partidos en un proceso electoral. Es un plan- y familia son parte del objeto que se lanza al merca- teamiento heredado de la guerra fría, consagrado do. El votante es el consumidor. Las ideologías son posteriormente en el pensamiento neoconservador tratadas, en el mejor de los casos, como el envoltorio 12 con el que se presenta al candidato con un objetivo con la expresión «capitalismo democrático». La tesis que subyace es la siguiente: si bien no todas maximizador: lograr el mayor número de votos. La las sociedades capitalistas son y han sido democrá- ideología y el programa político aparecen, pues, en ticas, ninguna democracia se ha desarrollado (ni se el marketing político como una herramienta flexible desarrollará) fuera del capitalismo. El capitalismo, para maximizar el apoyo del electorado, una varia- identificado simplemente como economía de libre ble de ajuste en las “técnicas de posicionamiento es- mercado, es una condición previa y necesaria para tratégico2”. Este planteamiento de la política como la democracia. ámbito regulado por reglas propias del mercado y de la estrategia electoral como marketing político tiene Sin embargo, hoy como nunca se tiene la sensación implicaciones sobre las prácticas y los contenidos de que el capitalismo, más que favorecer la demo- de aquello que se denomina hoy democracia. cracia, la está vaciando de contenido, y de que es, por el contrario, la democracia (entendida como Por un lado, el posicionamiento estratégico favorece proceso y forma de resistencia, más que como reali- a partidos y políticos con convicciones débiles, cuan- dad consumada y cristalizada en unas instituciones) do no promueve directamente el cinismo ideológi- la que debe alzarse como límite a la expansión del co: «Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo mercado y del capitalismo en una sociedad. otros» (Groucho Marx dixit). Aunque la cuestión va más allá, pues si el marketing político significa la re- ducción de los candidatos a imágenes de mercado y la práctica electoral responde a los intentos de influir Democracia realmente existente y mercado en el imaginario colectivo utilizando las mismas Es frecuente recurrir a la analogía entre la democra- técnicas y artes de la persuasión que se encuentran cia y el mercado. No sólo porque la omnipresente presentes en la publicidad, de manera que el atrac- publicidad, colonizando el espacio público y convir- tivo extra-racional, la imagen y la verdad adornada tiéndose en una forma de comunicación dominante, producen más votos que la información razonada, haya forzado al discurso político a entrar en sus entonces «el argumento razonado y la inferencia ra- moldes, sino también porque el capitalismo, al no cional, o incluso la sinceridad moral, deben jugar un entender más lenguaje que el del mercado, necesita interpretar la noción de democracia en términos pro- pios, o sea, mercantiles. Por eso, cada vez resulta 1 R. D. Putnam, Sólo en la bolera, Galaxia Gutemberg, más plausible explicar las prácticas de competencia Barcelona, 2002, p. 45 electoral en función de “estrategia de marketing comercial” y “técnicas de relaciones públicas”, y 2 Técnicas que se utilizan habitualmente en marketing contemplar la política misma como una “industria”, para valorar las aspiraciones de los colectivos analizando estratégicamente las situaciones de los competidores.
papel minimizado3». Ello supone un alejamiento de recambio de los gobernantes, ha propiciado que la democracia como “gobierno mediante el debate” nos encontremos, más que ante una noción y una (A. Sen), como proceso continuado que requiere práctica seria de democracia, en medio de la crato- -más allá del período electoral- la construcción de política, esto es, en una actividad reducida a girar en un espacio público que permita el acceso, en condi- torno a cómo acceder al poder en las instituciones. ciones materiales de igualdad, de todas las personas a la formación de la voluntad colectiva a través del Ahora bien, no se puede abusar mucho más de la diálogo crítico. analogía entre mercado y democracia sin el riesgo de caer en una interpretación impropia del funciona- Por otro lado, la puesta en escena de esta práctica miento del sistema político en términos similares a política precisa un aparato institucional con capa- la del mercado idealizado. Las asunciones cuidado- cidades suficientes para poder captar financiación samente elaboradas por politólogos y economistas y materializar de forma efectiva las estrategias de sobre el elector racional (sea un ciudadano o un marketing político. Esto concede un protagonismo consumidor) y la caracterización de sus estatus a creciente a los partidos, que monopolizan la voz so- partir de la mitificada soberanía del consumidor son bre los asuntos públicos, acaparan el espacio político refutadas en cada situación concreta de la vida real5. y la atención mediática, acentúan la representación Lo único que da sentido a la analogía entre el merca- indirecta y trasladan el juego democrático hacia la do y democracia realmente existente es que ambos partitocracia. En este contexto, los periodos elec- son una plutocracia; hasta ahí vale, pues sirve para 13 torales son vividos como momentos álgidos de la ilustrar que la mercantilización de la política no ha democracia, sin reparar apenas en la oligarquización conducido a la democracia sino a la oligarquía. que conlleva esta dinámica. Las campañas elec- torales, antes sostenidas con el trabajo voluntario y el entusiasmo de los militantes, al requerir ahora La democracia asediada por el capitalismo menos personal (pero más cualificado) y una mayor La democracia, más que un orden instituido, es cantidad de dinero, acentúan la asimetría entre las un proceso instituyente que hay que impulsar con formaciones políticas en liza y otorgan al poder eco- el esfuerzo y la participación ciudadana, ya que nómico y financiero una influencia decisiva sobre en caso contrario, si no suscita implicación y echa los partidos. Lo ha expresado con suficiente claridad raíces profundas en el tejido social, termina por Fernández Buey en su crítica a la democracia deme- agostarse y mantenerse como un tronco vacío. Sin diada cuando señala que, sin cuestionar el hecho de la existencia de condiciones para la expresión audi- que quede formalmente garantizada la soberanía po- ble de las voces de las gentes y sin mecanismos de pular a través de la electividad de los representantes participación y deliberación públicos, la democracia del pueblo, «la tendencia hacia formas oligárquicas se convierte en un mundo de sordos y mudos a los viene determinada ahí (a diferencia de lo que ocurre que se convoca ceremoniosamente a un ritual cada en otros regímenes) por el dominio del dinero. La cierto tiempo. mercantilización constante del proceso político hace de las democracias constitucionales oligarquías plu- Efectivamente, la “democracia no es el país de las tocráticas en las que se reproduce la desigualdad por hadas felizmente descubierto ni tampoco un don otras vías diferentes de la limitación del sufragio»4. graciosamente concedido a los humanos (…), sino más bien un Estado de equilibrio social, siempre En consecuencia, la indiferenciación y rebaja pro- precario, que se conquista con esfuerzo y cuya con- gramática en un juego político marcado por las solidación, desarrollo y ampliación obliga a luchar reglas del mercado, combinada con la creciente sin tregua, de generación en generación”6. Esta tecnificación de unos partidos casi exclusivamente precariedad en el equilibrio social resulta particu- centrados en los mecanismos electorales para el larmente evidente en el momento actual. Bajo el 3 T. H. Qualter, Publicidad y democracia en la sociedad 5 La analogía entre política y mercado tiene sus límites de masas, Paidós, 1991, pp. 181-182. en las profundas diferencias entre estas dos esferas, así como en la distancia que media entre la publicidad mercantil y la 4 F. Fernández Buey, «Crítica de una democracia propaganda política. Véase T. H. Qualter, op. cit. demediada», en F. Fernández Buey y J. Riechmann: Ni tribunos, Siglo XXI, Madrid, 1996, p. 71. 6 F. Fernández Buey, op. cit. p. 63.
neoliberalismo, la razón democrática se está viendo litarismo aparece como la imagen invertida de ese asediada por el cerco de los intereses particulares otro totalitarismo practicado en el este de Europa de quienes detentan el poder económico. La do- hasta finales de los ochenta: si en la fallida expe- minación neoliberal -lo ha señalado Todorov-7 ha riencia de lo que se denominó socialismo real no destruido el frágil equilibrio entre la libertad indivi- quedaba margen para la iniciativa personal bajo el dual y la preocupación por el bien común que había dominio de un supuesto interés colectivo, ahora el constituido el fundamento de la democracia liberal. frágil equilibrio queda alterado porque el dominio del interés privado no se encuentra limitado por las Bajo el neoliberalismo, poder económico y político intervenciones de un Estado que trabaje en nombre se han asociado y confundido hasta quedar fuera del del interés general. control de la ciudadanía. Esta fusión entre el poder de los grandes grupos empresariales y el poder del Estado ahorma al régimen político característico de la época del capitalismo desatado: por un lado, in- Los límites capitalistas a la democracia clina al Estado hacia la acumulación de capital pri- Las sociedades actuales se encuentran desgarradas vado (rescatando el sistema financiero, transfiriendo entre las exigencias que provienen del capitalismo rentas a favor del capital, reorientando la regulación y de la democracia. El capitalismo está atravesado en términos mercantiles, etc.), en detrimento de la de numerosas tensiones y contradicciones, como 14 redistribución y la protección social de trabajado- consecuencia de que se desarrollan en su interior res y sectores populares; por otro, facilita que los intereses y posiciones mutuamente incompatibles. ejecutivos de las empresas y los representantes La pretensión de llegar a un acuerdo acerca de unos políticos puedan intercambiar sus papeles y que, sin mínimos criterios comunes de justicia social con- aparente solución de continuidad, los interpreten en dujo en el occidente de la segunda mitad del siglo el escenario que en cada momento consideren más XX al reconocimiento -junto a los privilegios de los conveniente. La presencia de antiguos directivos propietarios- de unos derechos para la ciudadanía. de Lehman Brothers y Goldman Sachs en el go- No fueron concesiones gratuitas, sino derechos con- bierno español y en las instituciones europeas, así quistados a través de largos procesos de lucha que como de ex presidentes de gobierno en los consejos lograron materializarse en compromisos arrancados de importantes compañías transnacionales, resulta a las clases dominantes. elocuente a este respecto. Esta fusión de poderes es Un recorrido por la historia del capitalismo nos caracterizada por Sheldon S. Wolin como «totali- muestra que los acuerdos que reflejan cierto con- tarismo invertido», un tipo de régimen en «el que trapeso entre los privilegios de unos pocos y los el poder corporativo se despoja finalmente de su derechos de la mayoría son más la excepción que la identificación como fenómeno puramente económi- norma. Una tensión que convierte a los disturbios co, confinado principalmente al terreno interno de y a la conflictividad social más en una regla que en la “empresa privada”, y evoluciona hasta transfor- una excepción. marse en una coparticipación globalizadora con el Estado: una transmutación doble, de corporación y Uno de esos momentos excepcionales en la historia Estado. La primera se vuelve más política, el segun- del capitalismo fue el período transcurrido tras la do, más orientado al mercado»8. segunda postguerra. El llamado pacto keynesiano consiguió que la clase trabajadora aceptara el ca- Esta circunstancia también puede ser interpretable pitalismo (los derechos de propiedad y el control como un secuestro del Estado por el neoliberalismo, económico por parte del capital) a cambio de una al poner al poder político a las órdenes del poder democracia política que permitiera plantear unas económico de manera que este último no encuentra redes de protección pública frente a los riesgos so- límites. Sabemos desde Montesquieu que ningún ciales y un incremento incesante en el nivel de vida poder ilimitado puede ser legítimo. El nuevo tota- (en cuanto que los salarios crecían en la medida que avanzaba la productividad). 7 T. Todorov, Los enemigos íntimos de la democracia, Galaxia Gutemberg, Barcelona, 2012. Sin embargo, con la crisis de los setenta, el declive de la productividad ralentizó el crecimiento y, con 8 S. S. Wolin, Democracia S.A., Katz, Buenos Aires/ ello, quedó desbaratado el esquema de pacificación Madrid, 2008, p. 334.
de las relaciones sociales que había puesto fin a los Mantener la consciencia democrática conflictos de la postguerra. Desde entonces se em- La consciencia de que la democracia es un desafío pezó a cultivar la desconfianza acerca de la demo- histórico en permanente proceso de construcción, cracia ante la ingobernabilidad a la que ésta se vería de que su mercantilización conlleva en la práctica abocada por la sobrecarga de demandas políticas fuertes tendencias oligárquicas y, sobre todo, la y sociales que recibía de la ciudadanía. Como ha consciencia de que cuando la racionalidad económi- señalado Wolfgang Streeck, para tratar de superar ca suplanta los principios democráticos «el Estado esta contradicción entre democracia política y capi- deja de ser la encarnación del gobierno popular talismo se aplicaron diferentes soluciones desde los y pasa a convertirse en un sistema de gestión de inicios de la década de los setenta hasta la actuali- negocios»11, debe poner en guardia al pueblo que dad: “La primera fue la inflación, la segunda, deuda quiere legítimamente autogobernarse. El grado de pública y, la tercera, el recurso al endeudamiento consciencia que el demos puede llegar a tener de esta privado. Cada una de estas vías se correspondió con verdad suele ser alto cuando la participación de las una determinada configuración de las relaciones gentes en el autogobierno es impedido directamente entre los poderes económicos, el mundo político y por un tirano. Pero este nivel de consciencia decae las fuerzas sociales. Todas estas soluciones entraron de forma sensible cuando se crea el espejismo de en crisis una tras otra, propiciando el paso al ciclo que la democracia ya ha sido lograda de una vez siguiente. La crisis financiera del año 2008 marcó el por todas12. Por eso, cuando el movimiento del 15M 15 final del tercer período y, probablemente, la apari- proclama aquello de «lo llaman democracia y no lo ción de un nuevo arreglo cuya naturaleza aún sigue es», estamos asistiendo a un amanecer democrático siendo incierta”9. en tiempos oscuros. Esta sucesión de vías fallidas no sólo refleja la anomia de una sociedad cuyos miembros se ven im- posibilitados para llegar a un acuerdo sobre una no- ción común de justicia social, también muestra los límites de la democratización capitalista. Cuando el motor del sistema (la tasa de ganancia) se gripa y la dinámica de la acumulación se ve comprometi- da, cualquier arreglo institucional democrático que pudiera haberse conseguido es irremediablemente cuestionado. Entonces, cuando eso ocurre, el im- pulso del proceso democrático queda frenado para restablecer las exigencias del imperativo económi- co. «No es posible gobernar democráticamente los procesos sociales en la (variable) medida en que pueden entrar en contradicción con la lógica de la valorización del capital (lógica que exige la priva- tización del producto social)»10. ¿No será acaso el capitalismo democrático un oxímoron? 9 Wolfgang Streeck, «The Crisis of Democratic 11 W. Brown, «Ahora todos somos demócratas», en Capitalism», New Left Review, nº 71, Londres, septiembre- Democracia en suspenso, Ediciones Casus Belli, Madrid, octubre de 2011. Se puede consultar en: http://newleftreview. 2010, p. 64. org/?view=2914 12 F. Fernández Buey, op. cit. p.64. 10 J.R. Capella, Los ciudadanos siervos, Trotta, Madrid, 1993, p. 91.
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