Cualquiera puede ser bueno, pero para ser extraordinario se necesita constancia y práctica
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“Cualquiera puede ser bueno, pero para ser extraordinario se necesita constancia y práctica” Carlos Alberto Pinto Santa, decano de la Facultad de Artes Integradas. Nació en 1973 en la ciudad de Medellín, tiene 42 años y es casado, su familia es de padre tolimense y madre antioqueña. Carlos Alberto Pinto Santa llegó a la decanatura de la Facultad de Artes Integradas de la Universidad de San Buenaventura Medellín en el primer semestre del año 2011. Su hogar siempre ha estado vinculado a la academia: su abuelo fue ingeniero eléctrico y profesor, su padre es director de la biblioteca de la Universidad Surcolombiana en Neiva, y su madre, ama de casa, tiene estudios en delineante de Arquitectura e Ingeniería. Vivió su infancia en el barrio Caribe, un sitio difícil de la ciudad que en su momento fue un barrio residencial y hoy es un sector industrial, donde aún se conservan algunas casas. Los primeros años de escuela los realizó en el Colegio Ferrini cuando estaba a cargo de los misioneros de Yarumal. Sus estudios de secundaria los inició en el Instituto Técnico Industrial Pascual Bravo, donde permaneció hasta 7° grado hasta que su familia decide trasladarlo al Inem José Félix de Restrepo. Sin embargo, en 9° grado regresó al primer colegio donde había estudiado, porque como lo dice Pinto “siempre me gustó el Pascual Bravo, quería estudiar allí porque mi abuelo fue profesor en este colegio”. Al comenzar sus estudios de pregrado se presentó a la Universidad de Antioquia para el programa de Comunicación Social, y como segunda opción para Educación Física, Recreación y Deportes, programa en el cual resultó admitido realizando tres semestres con poca convicción y más por intereses personales. Tras retirarse de esta carrera y con apenas 17 años, decidió viajar de mochilero y se fue a visitar los países de Ecuador y Perú. Regresó cuando tenía 18 años cumplidos, hecho simbólico que él describe así: “me fui un niño y volví hecho un hombre”. A su regreso a Medellín se interesa por estudiar Diseño Industrial, opción que no materializó debido a razones económicas, pero en su búsqueda se encontró con Arquitectura y empezó sus estudios en la Universidad Nacional, donde explotó su capacidad de liderazgo siendo el representante estudiantil en diferentes instancias,
hasta llegar a ser elegido por voto popular como representante al consejo de la sede Medellín. En esta etapa de su vida retomó estudios en la Universidad de Antioquia, sin embargo, no llegó a terminar la carrera abandonándola definitivamente tres semestres más tarde. Terminando su fase de pregrado, inició su trayectoria laboral con el urbanista Carlos Julio Calle, de quien aprendió el tema que fue su pasión a futuro y sobre el cual se especializaría: el urbanismo. Además trabajó de manera ocasional con otro importante urbanista bogotano, el arquitecto Fernando Cortes Larreamendy. Laboró en el Museo de Antioquia por aproximadamente un año y medio, tiempo en el que ahorró para trasladarse a Barcelona en el año 2001 y empezar estudios de doctorado en Urbanismo en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), donde en la actualidad aún realiza sus estudios. En su estadía en esta ciudad trabajó en diferentes despachos de arquitectos locales y se desempeñó como docente al lado de su director de tesis impartiendo el curso: “Caminar la ciudad - Barcelona”, el cual ha sido replicado en varias partes de Europa. A su regreso a la ciudad de Medellín -en el año 2008-, contrajo matrimonio con Sara María Restrepo, conformando su familia junto a su hijo David y Antonia, una canina bull terrrier que es su adoración. En esta etapa llegó como docente a la Facultad de Artes Integradas de la Universidad de San Buenaventura Medellín, donde se encargó del área urbana del programa de Arquitectura. Al hacer referencia sobre su formación académica, Pinto hace énfasis en que las cosas se realizan con pasión, dedicación y amor, por esta razón expresa: “cualquiera puede ser bueno, pero para ser extraordinario se necesita constancia y práctica”. En esta entrevista el decano de la Facultad de Artes Integradas dejó entrever una gran capacidad para las relaciones sociales, su calidez humana y carisma que lo caracterizan. De igual manera, reveló algunas motivaciones y expectativas con el cargo, entre otros temas relacionados con los retos de la Facultad como se aprecian a continuación: ¿Con qué expectativas llegó a la decanatura de la Facultad de Artes Integradas? C.A.P.S. Llegué con la responsabilidad de proyectar la Facultad en el contexto local, como una opción que es madura en formación y puede comunicarse como una elección de alta calidad. A propósito de este encargo me tomó un tiempo prudencial
comprender qué significa estar listo, según mis estándares y lo que entiende la Institución por este tópico de preparación. Con la expectativa de lograr la internacionalización del conocimiento, trabajando para que los estudiantes y docentes se capaciten en un segundo idioma, que no necesariamente debe ser inglés, porque considero que la segunda lengua debe ser una que brinde oportunidades de crecimiento profesional. Optamos por otras opciones como el portugués y esta se ha constituido en una opción válida para la movilidad estudiantil en el contexto latinoamericano. ¿Cuál es su diagnóstico de la Facultad? C.A.P.S. Hoy contamos con un sólido equipo de profesores, cada vez más cualificado y con habilidades para la investigación, interesados en el crecimiento y posicionamiento de la Facultad como una propuesta académica diferenciada en el mercado. El fortalecimiento constante de los valores en la formación humanista que distingue al personal, es un identificador en el mundo laboral de los profesionales egresados, esto le da un factor diferenciador que apoya el reconocimiento con el cual contamos actualmente en el contexto de ciudad. Nuestra participación en algunos de los proyectos más importantes del Área Metropolitana es un significativo indicador de nuestro proyecto académico de facultad. ¿Cuál es el elemento diferenciador del arquitecto y diseñador industrial Bonaventuriano? C.A.P.S. La formación humana y profesional de los estudiantes de la Universidad es un distintivo de la Facultad, fomentando una dimensión humanística que distingue a los egresados en la atmósfera profesional. Otro componente que diferencia a los Bonaventurianos es la creatividad, los profesores desde el aula de clase se preocupan por estimular las habilidades de los estudiantes y aprender desde las experiencias prácticas, logrando la formación integral de un profesional a nivel académico y humano.
¿Cuáles son los proyectos de investigación más importantes que está ejecutando la Facultad? C.A.P.S La Facultad a mi llegada tenía muy buenos investigadores, pero que necesitaban un direccionamiento, por esta razón se realizó una reestructuración en un grupo de investigación y cuatro líneas, que permitan el trabajo interdisciplinar con otras áreas del conocimiento. Los principales proyectos de la Facultad están asociados a las cuatro líneas que hemos determinado en el grupo de investigaciones “Hombre, proyecto y ciudad”, son: Línea de Bienestar Humano y Tecnología, la cual acoge nuestro proyecto de maestría en Bioclimática. La línea de Medio Ambiente y Territorio que ha sido la plataforma para los proyectos que venimos desarrollando en asocio con el municipio de Medellín del cinturón verde metropolitano, jardín circunvalar y barrios sostenibles. La línea de Memoria, Identidad y Cultura que ha servido como plataforma de diversos proyectos asociados al patrimonio ferroviario de la región. Y la línea de Creación y Estética, la cual da soporte a la creación del programa de Maestría en Creatividad, desarrollado en asocio con la Colegiatura Colombiana de Diseño. ¿Cuáles han sido los logros que ha tenido la Facultad? C.A.P.S. La Acreditación de Alta Calidad del programa de Arquitectura y la renovación del registro calificado del programa de Diseño Industrial, el lanzamiento de la Maestría en Bioclimática y la obtención del registro calificado para ofrecer el programa de Arquitectura en Armenia, el creciente reconocimiento y aceptación en el medio de nuestros egresados por su condición humana y profesional. Otros logros importantes están asociados a los excelentes resultados obtenidos en diversos concursos como el organizado por la revista Escala, en el que hemos estado ocupando los primeros lugares en las últimas versiones, o nuestra participación en el Premio Corona donde obtuvimos el primer puesto. Y uno de los más destacados fue el logro obtenido por nuestro egresado Adrián Pérez, quien aún siendo estudiante obtuvo el primer lugar en el concurso internacional Electrolux Design Lab.
¿Y los retos? C.A.P.S. Fortalecer la creatividad como el factor distintivo de la Facultad en el contexto de ciudad, impulsar las investigaciones interdisciplinares, establecer un plan de estudios que genere impacto en los estudiantes y establecer nuevos estudios de Maestría. La internacionalización de nuestros estudiantes y programas es otro reto importante. ¿Cómo se está preparando la Facultad para la obtención de la Acreditación de Alta Calidad del programa de Diseño Industrial? C.A.P.S. La Facultad con la renovación del registro calificado del programa empezó un proceso de autoevaluación, que da cuenta en datos medibles de los procesos vinculados para optar a la Acreditación de Alta Calidad. Este análisis es interesante porque permite reconocer fortalezas y aspectos a corregirse, siempre en pos de una mejor calidad académica y el programa de Diseño industrial. ¿Qué mensaje puede darle a nuestros estudiantes y aspirantes? C.A.P.S. Siempre he considerado el acceso a la universidad como un privilegio que pocas personas pueden tener, por esta razón invito a los estudiantes para que asuman esta etapa desde el autorreconocimiento, conscientes de la responsabilidad que conlleva este beneficio. Un profesional responsable es dedicado en su formación integral para poder ser competente y asumir retos a futuro. Nuestro lema hoy es “Formándonos para servir a los demás”.
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