Editorial - revista española de drogodependencias

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Editorial
                Adicción y dolor crónico: ¿cómo prevenir su
                       estigmatización terapéutica?
                Addiction and chronic pain: how to prevent its
                         therapeutic stigmatization?
                                                                                      Martín L. Vargas
                    Programa de neuropsiquiatría del dolor. Unidad del Dolor de Valladolid. Hospital
                                                                           Universitario Río Hortega
                                  Área de Psiquiatría. Facultad de Medicina. Universidad de Valladolid

                        Resumen
   Tanto el dolor crónico como las adicciones son problemas complejos de salud que en la última
   década han tomado condiciones epidémicas en los paises occidentales. Ello ha condicionado
   un intenso debate sobre el uso terapéutico de sustancias analgésicas potencialmente adictivas
   como son los opioides y los cannabinoides. Una consecuencia indeseable de la indeterminación
   clínica relacionada con estos problemas emergentes es la estigmatización de las personas que
   sufren dolor crónico, quienes han comenzado a ser el foco de prejuicios sociales que ya sufren
   los enfermos adictos.
   Se describe la utilidad del concepto de “alostasis” para evitar el estigma asociado al desconocimiento
   de estos problemas complejos de salud. Se propone que la neuropsiquiatría entendida desde una
   perspectiva antropológica puede ayudar en la integración teórica del abordaje y tratamiento del
   dolor crónico y la adicción como problemas estrechamente relacionados.

                    Palabras Clave
   Adicción; alostasis; antropología; dolor crónico; fenomenología; neuropsiquiatría.

   Correspondencia a:
   M.L. Vargas
   Email: mvargas@saludcastillayleon.es

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                                                                                                                  5
Adicción y dolor crónico: ¿cómo prevenir su estigmatización terapéutica?

                            Abstract
      Chronic pain and addiction disorders are both complex health problems which take epidemic
      dimension in the last decade in occidental countries. It has conditioned a profound debate on
      the therapeutic use of potentially addictive analgesic substances as opioids and cannabinoids
      are. An undesirable consequence of the clinical indeterminacy related with these emergent
      problems is the stigmatization of persons suffering chronic pain, which are beginning to be the
      focus of social prejudices the addiction patients are suffering.
      The utility of the concept “allostasis” to avoid the stigma related to the unknowledge of these
      complex health problems is described. It is proposed that neuropsychiatry understood under
      an anthropological perspective can be helpful in the theoretical integration for the management
      and treatment of chronic pain and addiction as closely related problems.

                           Key Words
      Addiction; allostasis; anthropology; chronic pain; phenomenology; neuropsychiatry.

       Thomas De Quincey, el ilustre opiófago,                              blación aún sigue teniendo prescrito algún
    escribía en 1821: “Cierto es que durante                                tratamiento de este grupo terapéutico. Una
    casi diez años consumí opio ocasionalmente                              consecuencia social de la controversia sobre
    por el exquisito placer que me proporciona-                             el uso de opioides es la estigmatización de
    ba; pero mientras lo tomé con este objetivo                             los pacientes que sufren dolor crónico, ello
    estuve protegido de todas las consecuencias                             a pesar de que un subgrupo puede benefi-
    adversas por la necesidad de interponer lar-                            ciarse del correcto tratamiento crónico sin
    gos intervalos entre los momentos de com-                               un patrón nocivo de consumo ni una de-
    placencia con el fin de renovar las sensaciones                         pendencia de la sustancia. La problemática
    agradables. No fue para obtener placer, sino                            acompaña también a los cannabinoides en
    para mitigar el dolor en su más alto grado por                          su indicación terapéutica para el tratamiento
    lo que empecé a consumir opio a diario” (De                             del dolor. Su dualidad como sustancia de uso
    Quincey, 1821, p. 18). Entonces, como aho-                              recreativo, con potencial adictivo y riesgo
    ra, el uso del opio y sus derivados en el tra-                          conocidos, pero también con potencial tera-
    tamiento del dolor es motivo de controversia                            péutico, ha sido analizada recientemente en
    debido a su potencial adictivo y al riesgo de                           Revista Española de Drogodependencias (Sán-
    muerte por dosificación excesiva.                                       chez Nàcher, 2019; Rojo Moreno, 2019) a
                                                                            cuyos trabajos nos remitimos.
       El pasado mes de marzo Barnett (2020)
    matizaba algunos mitos relativos a la hiper                                La relación entre adicción y dolor es com-
    e infraprescripción de opioides en los EEUU                             pleja y tiene en los factores socioeconómicos
    donde, tras el pico de uso descontrolado                                importantes elementos comunes. Feinberg
    que se alcanzó en 2011, el 17 % de la po-                               (2019) pone el foco en los aspectos labora-

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     Drogodependencias                                                                                           45 (2) 2020
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les, económicos y sociales que darían cuenta      tivos referidos a dichas diferencias, separa-
de la vulnerabilidad social a sufrir cualquier    ción de las personas etiquetadas y pérdida
tipo de epidemia de trastornos adictivos. Es-     de estatus con discriminación. El estigma se
tas dependerían de la sociedad al menos tan-      elicitaría en situaciones en las que se ejer-
to como de la sustancia vinculada a cada ola      ce cierto poder, resultando desfavorecida la
epidémica, ya sean estas de uso ilegal o de       persona que lo sufre. Si entendemos que el
medicamentos prescritos. La importancia de        acceso a cuidados de salud obedece a cier-
los factores socioeconómicos como factor          tas condiciones de poder (recibir determi-
de vulnerabilidad también ha sido analizada       nadas prescripciones médicas, o acceder
para el caso del dolor crónico por Borsook        a determinados servicios y prestaciones),
et al. (2018), quienes proponen la metáfora       tiene sentido plantearse el riesgo de que las
de que el dolor crónico expresa una suerte        personas etiquetadas como afectas de do-
de “viscosidad, rigidez o pegajosidad” (sticki-   lor crónico (fibromialgia, lumbalgia crónica
ness) por la que se ven afectadas de manera       y condiciones similares), estén resultando
multidireccional muy diversas dimensiones         estigmatizadas. Tal estigma vendría deter-
de la vida de la persona con dolor.               minado por: 1) estereotipos negativos entre
   El abordaje de este tipo de problemas          la comunidad médica hacia el dolor crónico,
mediante esquemas conceptuales insuficien-        habitualmente por desconocimiento de la
tes, de causalidad lineal sobresimplificadora,    complejidad de este problema de salud, 2)
aboca a la frustración y al agotamiento de los    exclusión de las personas con dolor crónico
profesionales y, en último término, a la estig-   en procedimientos diagnósticos y terapéuti-
matización de los pacientes que sufren el pro-    cos potencialmente indicados y 3) discrimi-
blema. Cabe entonces preguntarse: ¿cómo           nación en el acceso a derechos de protec-
prevenir desde los sistemas de salud el estig-    ción social aduciendo escasa credibilidad de
ma asociado al tratamiento del dolor crónico      los síntomas subjetivos que presentan.
con medicamentos potencialmente adictivos?           El segundo aspecto ya se ha comentado
   Goldberg (2017) ha estudiado específi-         someramente en los primeros párrafos de
camente el problema de la subjetividad del        este texto, por lo que dedicaremos algunos
dolor y su relación con el estigma. Pone en       comentarios al primero y al tercero. El es-
relación la estigmatización de los pacientes      tigma hacia las personas con dolor crónico
con dolor crónico con la visión naturalista y     se resume en la creencia de que se trata de
mecanicista imperante en la medicina mo-          personas adictas a sustancias analgésicas y
derna de los siglos XIX y XX. La carencia         que utilizan la queja de dolor como estra-
de claros referentes somáticos objetivos en       tegia de acceso a lo que para ellas se habría
la patología y su caracterización casi exclusi-   convertido en una droga. La propuesta que
va según síntomas subjetivos serían los dos       quiere defenderse en este trabajo es que,
atributos responsables de una visión social       para disminuir su estigma, sería recomenda-
estigmatizadora. Link y Phelan (2001) des-        ble: 1) clarificar los mecanismos cerebrales
criben cuatro atributos necesarios para con-      comunes al dolor crónico y a los trastornos
siderar la existencia de estigma: etiquetado      adictivos y 2) comprender mejor la subjeti-
de diferencias humanas, estereotipos nega-        vidad de las personas que sufren dolor cró-

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                                                                                                         7
Adicción y dolor crónico: ¿cómo prevenir su estigmatización terapéutica?

    nico y trastornos adictivos. Se intentará lo                           ber ser capaz simultáneamente de compren-
    primero en el epígrafe referente a la alostasis                        der y de explicar las enfermedades psiquiá-
    y lo segundo en el correspondiente a la rein-                          tricas. Viktor von Weizsäcker, en los años
    tegración de la subjetividad.                                          40 y 50 del siglo pasado amplió esta pers-
                                                                           pectiva para comprender en general toda la
    Alostasis: un modelo para dos                                          medicina en el marco de un sistema global
        problemas complejos de salud                                       antropológico (von Weizsäcker, 1956). Más
                                                                           recientemente, en 1988, el epidemiólogo
        Los modelos aplicables al estudio de los                           Joseph Eyer y el neurobiólogo Peter Sterling
    sistemas complejos se caracterizan por ha-                             formularon el concepto de “alostasis” (Ster-
    cer compatibles teorías de diversos ámbitos                            ling y Eyer, 1988), el cual permite profundizar
    (García, 2006). Por ejemplo, los modelos                               en esta visión amplia y sistémica de la salud-
    bioquímicos son compatibles tanto con teo-                             enfermedad hasta llegar a un nivel fisiológico.
    rías biológicas como con teorías químicas. El                          Si la homeostasis da cuenta del equilibrio in-
    modelo bioquímico, precisamente, tiene por                             terno de los organismos, la alostasis preten-
    objetivo articular ambos campos del conoci-                            de dilucidar los ajustes que se producen en el
    miento. Un tanto de lo mismo sucede en los                             organismo humano en respuesta al entorno:
    problemas de salud en los que son relevantes                           “la alostasis enfatiza el hecho de que el orga-
    tanto sus mecanismos biológicos como sus as-                           nismo varía para encajar las demandas perci-
    pectos socioculturales. Tanto el dolor crónico                         bidas y las anticipadas. Este ajuste es ejecu-
    como los trastornos adictivos pueden por ello                          tado por múltiples mecanismos neuronales
    caracterizarse como “problemas complejos                               y neuroendocrinos que se potencian mutua-
    de salud”, los cuales definimos como aquellos                          mente anulando los mecanismos homeos-
    problemas de salud cuya modelización requie-                           táticos. El modelo alostático, enfatizando la
    re no sólo de la postulación de mecanismos                             subordinación de las retroalimentaciones lo-
    biomédicos sino también de una adecuada                                cales a su control cerebral, proporciona un
    hermenéutica sociocultural. Este marco teóri-                          potente marco conceptual para explicar la
    co está a su vez sustentado en el principio de                         modulación social y psicológica de la fisiolo-
    la dualidad constitutiva del ser humano (bio-                          gía y de la patología” (Sterling y Eyer, 1988).
    lógica y cultural), que es el presupuesto fun-                         Tras su formulación inicial, el modelo ha sido
    damental de una antropología de fundamen-                              aplicado a diversos problemas complejos de
    tación fenomenológica basada en el concepto                            salud, por ejemplo el cáncer y la patología
    de intersubjetividad (San Martín, 2015). Más                           inmunológica (McEwen y Stellar, 1993), la re-
    adelante se verá cómo tal intersubjetividad se                         lación de la pobreza (Schulz et al., 2012) con
    aplica al encuentro clínico.                                           la carga alostática (McEwen y Stellar, 1993) o
                                                                           la relación de la carga alostática con los tras-
       Un antecedente en el abordaje de proble-
                                                                           tornos psicóticos (Misiak, 2020).
    mas complejos de salud puede encontrarse
    ya en 1913 con la teorización que Karl Jaspers                            Basándose en el marco teórico de la alos-
    hizo para las enfermedades psiquiátricas. Su                           tasis, Elman y Borsook (Elman y Borsook,
    “pluralismo metodológico” (Stanghellini y Fu-                          2016) presentan un modelo que permite
    chs, 2013) propone que la psicopatología de-                           representar de manera unificada los meca-

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     Drogodependencias                                                                                             45 (2) 2020
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nismos tanto del dolor crónico como de la        de la disociación ocasionada por eventos
patología adictiva. El modelo se sustenta en     traumáticos, los cuales tienen en la obra de
la coincidencia de gran parte de las estruc-     Freud Más allá del principio del placer (Freud,
turas cerebrales implicadas en el dolor, en el   2004) uno de sus textos fundacionales. La
efecto de los analgésicos y en los mecanis-      repetición de conductas perjudiciales para el
mos de la adicción. El sistema dopaminérgico     sujeto, ya sea el uso adictivo de sustancias, la
mesolímbico y su implicación en procesos         repetición de conductas de dolor o la pro-
aberrantes de aprendizaje sería el elemento      ducción de autolesiones dolorosas, sugiere
central, tanto en dolor como en adicción. Se     algún tipo de ruptura en la cohesión de la
produciría incluso una sensibilización cruzada   vivencia personal que estaría ocasionada por
entre dolor y adicción dependiente de fac-       factores de vulnerabilidad social actuantes
tores estresantes ambientales. La propuesta      como agentes alostáticos.
central del modelo es que, en respuesta al
estrés ambiental mantenido, se produciría un         En una aproximación fenomenológica a la
“ajuste alostático” de manera que el dolor y     relación médico-enfermo, Laín se refiere a
sus señales condicionadas aberrantes acti-       la “estructura interna de la vinculación entre
varían el sistema dopaminérgico de recom-        el médico y el paciente” como una “relación
pensa. Este mecanismo serviría para explicar     cuasi-diádica”, una convivencia coejecutiva en
aprendizajes aberrantes como la algofilia        la que se comparte lo más íntimo y recoleto
(experimentación placentera del dolor, que       de la mismidad. Esa esfera que se comparte
se presenta en las conductas autolesivas de      en el encuentro clínico, donde la intimidad de
personas con trastorno límite de la persona-     la experiencia subjetiva es máxima, queda de-
lidad). También serviría para explicar algunos   nominada por Laín como “lo mío” (Laín En-
fenómenos inducidos por el uso excesivo de       tralgo, 1964, pp. 242-251). En contraste con
opioides que alteran la homeostasis dando        la esfera de “lo mío”, describe nuestro filóso-
lugar a mecanismos ajenos al organismo, o        fo médico la esfera de “lo en mí”. En esta se-
alostáticos; tal es el caso de la hiperalgesia   gunda esfera, externa a la radical intimidad, es
(dolor desproporcionado causado por es-          donde cabría ubicar la experiencia del dolor.
tímulos físicos) y la hiperkatafeia (estados         Un análisis del dolor desde esta pers-
emocionales negativos desproporciona-            pectiva lainiana permite atribuir dos carac-
dos tras estímulos psicosociales) (Shurman,      terísticas al síntoma: 1) a pesar de ser una
Koob y Gutstein, 2010).                          mera experiencia subjetiva, el dolor se reifica
                                                 como un hecho externo ajeno a la esfera más
Del “dolor en mi” a “mi dolor”: la               íntima de la subjetividad y 2) el dolor identifi-
    reintegración subjetiva del dolor            ca de manera fuerte a su portador como un
                                                 enfermo, haciéndole merecedor de cuidado
   El modelo de la alostasis describe una
                                                 médico. Tales atributos del dolor se asocian
ruptura o disociación de procesos homeos-
                                                 con sendas consecuencias clínicas.
táticos causada por el entorno del sistema
biológico. Traducido al sistema global de la         La primera es que, en consecuencia con
persona humana, puede aplicarse también          la ubicación periférica dentro del campo de
para una relectura de los modelos clásicos       la subjetividad de la experiencia dolorosa, el

                                                                                        Revista Española

45 (2) 2020
                                                                                               de
                                                                                       Drogodependencias
                                                                                                           9
Adicción y dolor crónico: ¿cómo prevenir su estigmatización terapéutica?

     dolor resultaría una especie de “cuerpo ex-                             rapéuticos entre el sistema asistencial y el
     traño” localizado en un tercer espacio subje-                           paciente, construido como una narración
     tivo, marginal entre el espacio subjetivo del                           compartida y basado en la empatía (Var-
     médico y el del enfermo. Desde ese reducto                              gas, 2012). En el caso del dolor crónico ese
     territorial de la subjetividad urge el dolor a                          “cuerpo extraño” en el que se convierte el
     ser delimitado “en mi” cuerpo y eliminado al                            síntoma doloroso, suele transformarse en
     modo quirúrgico. Mientras tanto el núcleo                               un elemento de discordia que debilita la es-
     de la subjetividad, “lo mío”, se aísla defen-                           tructura interna del encuentro clínico con el
     sivamente respecto a la experiencia dolo-                               saldo de una escalada descontrolada en el
     rosa. Si desde una perspectiva explicativa                              uso de medicamentos analgésicos.
     el modelo de alostasis propone la presencia
                                                                                 Los analgésicos opioides se asocian en el
     de mecanismos aberrantes de aprendizaje,
                                                                             imaginario colectivo con la racionalidad bio-
     desde una perspectiva comprensiva tales
                                                                             médica moderna. El popular personaje de la
     mecanismos se corresponden con una diso-
                                                                             serie televisiva Dr. House sería paradigmáti-
     ciación de la vivencia de la subjetividad de
                                                                             co de tal enfoque: una medicina altamente
     manera que el dolor que hay “en mi” dificul-
                                                                             eficaz, incluso al precio de resultar una me-
     ta experimentar el cuerpo como “mío”. El
                                                                             dicina deshumanizada. Si bien tal deshuma-
     cuerpo dolorido, igual que la droga, se trans-
                                                                             nización resulta paradójica. Por una parte
     forman en elementos externos que contro-
                                                                             prescinde del encuentro médico-enfermo,
     lan la subjetividad al modo de agentes alos-
                                                                             elude la philia médica característica desde
     táticos. Todo ello deriva en una dificultad
                                                                             tiempos de la medicina hipocrática, y en ese
     para el adecuado afrontamiento emocional,
                                                                             sentido se convierte en una medicina des-
     conductual y cognitivo del dolor desde una
                                                                             humanizada. Pero por otra parte conduce a
     subjetividad disociada.
                                                                             una hipertrofia del individualismo y de la au-
         La segunda consecuencia clínica es que la                           todeterminación. La imagen del Dr. House
     persona con dolor “está enferma”, pero no                               aliviando su propio dolor con oxicodona se
     tanto “es un enfermo”. El sentido habitual                              convierte en un icono del hombre moder-
     del dolor en nuestra cultura occidental mo-                             no prometeico, autodeterminado incluso
     derna es el de condición pasajera. No dispo-                            por encima del dolor. El alivio del dolor a
     nemos de un concepto bien establecido que                               voluntad gracias a la tecnología farmacoló-
     dé cuenta del dolor crónico. La fibromialgia,                           gica actuaría como engranaje integrador de
     que sería la entidad clínica más cercana a                              una medicina eficaz, a la vez deshumanizada
     este concepto, aún no se ha consolidado                                 y cada vez menos necesitada del encuentro
     como una entidad clínica totalmente acepta-                             médico-enfermo. Una desvirtuación ex-
     da en la comunidad médica. De manera que                                trema de la relación médico-enfermo es la
     la relación médico-enfermo en los casos de                              que posiblemente mantuvieron la peculiar
     dolor crónico no goza habitualmente de la                               persona de Michael Jackson y su médico, el
     deseable “convivencia coejecutiva” entre                                Dr Conrad Murray. El dolor crónico tras un
     el médico y el enfermo. En otro lugar de-                               accidente laboral y el anestésico propofol
     finíamos la concordia terapéutica como el                               colonizaron un espacio marginal, ajeno a la
     establecimiento conjunto de objetivos te-                               intersubjetividad médico-enfermo, avocan-

       Revista Española
10            de
      Drogodependencias                                                                                            45 (2) 2020
Martín L. Vargas

do a la muerte del ídolo del pop y al proce-        Borsook, D.; Youssef, A.M.; Simons, L.; El-
samiento por homicidio imprudente de su                 man, I. y Eccleston, C. (2018). When
médico (Lyons, 2013).                                   pain gets stuck: the evolution of pain
                                                        chronification and treatment resistance.
   “Homo sum, humani nihil a me alienum
puto” reza el aforismo latino. Nada humano              Pain, 159 (12): 2421–2436.
debe ser ajeno en la elucidación de los pro-        De Quincey, T. (2007). Confesiones de un
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estigma. Una neuropsiquiatría con orienta-
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de ayuda en la integración de problemas re-             11–36. Available from: http://dx.doi.
lacionados con el dolor crónico, las adiccio-           org/10.1016/j.neuron.2015.11.027
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                                                       ria. Barcelona: Gedisa.
         AGRADECIMIENTOS
                                                    Goldberg, D.S. (2017). Pain, objectivity and
    Este artículo es parte del programa de             history: Understanding pain stigma. Med
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45 (2) 2020
                                                                                                de
                                                                                        Drogodependencias
                                                                                                            11
Adicción y dolor crónico: ¿cómo prevenir su estigmatización terapéutica?

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                                                                                 F (eds), Psychopathology An International
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       Revista Española
12            de
      Drogodependencias                                                                                               45 (2) 2020
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