INTERCONGREGACIONALIDAD: PUERTA ABIERTA AL FUTURO. PENSAMIENTOS PARA DETENERNOS A REFLEXIONAR Y DIALOGAR - Revista CLAR
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Reflexión Teológica INTERCONGREGACIONALIDAD: Resumen: PUERTA ABIERTA AL FUTURO. La intercongregacionalidad como opción teologal en el marco de la PENSAMIENTOS PARA Eclesiología de comunión, es una DETENERNOS A REFLEXIONAR posibilidad que está en nuestras manos en el hoy de la historia para Y DIALOGAR tejer un futuro fecundo. Solicita nuestra atención; re- Hna. Liliana quiere nuestra apertura; pide una evolución de consciencia para tran- Badaloni, OP* sitar junto a lo diferente y concre- tar la unidad en la diversidad. La intercongregacionalidad faci- lita a la Vida Consagrada su fideli- dad al Evangelio. Palabras clave: Intercongregacionalidad, pre- sencias significativas, apertura, evolución de la consciencia, diver- sidad, comunión, fidelidad, Evan- gelio. E xisten artículos sobre intercon- gregacionalidad que relatan la experiencia en sí misma y la evaluación del camino realizado. En este artículo pretendo plantear los requisitos personales para que se *Es religiosa de la Congregación de pueda concretar la intercongrega- Hermanas Dominicas del Santísimo cionalidad y resaltar la importancia Nombre de Jesús. Es Profesora en de acompañar esta experiencia por Ciencias de la Educación y Especialista en Enseñanza de la Educación Supe- considerarla que abre caminos ha- rior. Miembro del Equipo de Reflexión cia presencias significativas. Qui- Interdisciplinaria de la CONFAR. Ac- siera dirigirme en este escrito a las tualmente acompaña a la Vida Con- sagrada tanto a nivel personal como animadoras/res de comunidades y Institucional. Reside en Buenos Aires. congregaciones. “Hacia una Vida Religiosa Latinoamericana y Caribeña Intercongregacional, Intercultural e Itinerante” 107
Intercongregacionalidad: puerta abierta al futuro En el hoy de la historia, todo Muchas veces acontece lo mis- parece estar sin dirección; se mo con la intercongregacionalidad. experimenta el no poder controlar Los prejuicios toman posesión de lo que pasa; nos sentimos nuestra vida y gestión de anima- desbordadas/os1. Percibimos que ción; nos paralizan ciertos miedos, todo está trastornado, perturbado, posiblemente porque existen ape- trastocado. Adentro y afuera. El gos a estructuras, organizaciones, más preciso y adecuado signo de costumbres, formas que no somos nuestro tiempo es el ‘estar en crisis’ capaces de revisar. Y el resultado: y ante tal desgastante situación pasan los años y todo sigue igual, vamos tomando consciencia de la sin permitirnos experimentar, alen- necesidad de hacer cambios, de tar, evaluar y acompañar lo nuevo ejercitar el verbo ‘soltar’. Pero nos que tiene que nacer desde el diá- paraliza el miedo, principalmente el logo con la historia y con las expe- miedo al cambio. Muchas veces y de riencias de vida de otras y otros. distintas maneras, manifestamos miedo, reparo, inseguridad. Podría ser pertinente detener- Ante lo distinto, nos asalta un nos y reflexionar en el contenido estado dubitativo. Emergen del Eclesiastés cuando nos habla en nuestro interior prejuicios del momento oportuno: “Todo tie- ante lo diferente. Consciente o ne su momento y cada cosa su inconscientemente, nos resistimos tiempo…tiempo de nacer y tiempo a las transformaciones que se de morir, tiempo de plantar y tiem- necesitan. Nos sentimos seguras, po de arrancar lo plantado…tiempo seguros, con lo ya concebido y de destruir y tiempo de construir… conocido y nos produce mucha tiempo de buscar y tiempo de per- inseguridad lo disímil, lo nuevo, der…tiempo de rasgar y tiempo de eso que sencillamente solicita coser…” (Eclo 3, 1-8). Es tiempo. Y nuestra apertura y quizás nuestro contra el tiempo, en definitiva, no acompañamiento, para gestar vida se puede hacer nada. Es tiempo y nueva y actualizada. Nos sentimos se nos invita a reaccionar y fluir a bien mientras controlamos todo, favor de la vida. La salida, la solu- pero nos negamos o paralizamos ción, la opción por lo vital, es seguir cuando perdemos el control. transformándonos con el horizonte Posiblemente sea eso lo que tenga puesto en la propuesta de Jesús. La que acontecer: que lo que ocurra crisis y el cambio aparecen imper- quede fuera de nuestro control para turbablemente mancomunados y que, por fin, permitamos que el el reconocimiento de esta relación, Espíritu conduzca nuestro caminar. crisis y llamado al cambio, nos per- mitirá comenzar a comprender lo 1 Ver a Alain Touraine, Un nuevo para- que está aconteciendo. Buscar y digma para comprender el mundo de abrazar la transformación nece- hoy. saria y el cambio de consciencia Revista CLAR No. 2 de 2021 108
Reflexión Teológica asomará como una imparable pero una experiencia de esta búsqueda. perceptible revolución silenciosa, que irá transfigurando desde lo El tiempo que vivimos nos indi- más profundo. ca que se está gestando un cam- bio de civilización, es decir, esta- Richard Idemon escribió: mos padeciendo un cambio que no es superficial. Ha ido madurando “Lo que quiero destacar es que todo una nueva visión del mundo. Dice es apropiado para un determinado Ana María Llamazares: “de mane- momento y lugar en la vida y que ra progresiva, esta nueva visión parte del sacrificio consiste en decir ‘si estoy evolucionando, entonces del mundo ha ido abriéndose ca- de alguna manera, debo renunciar a mino en la consciencia colectiva, algo para convertirme en otra cosa’. ampliando nuestra percepción y El verbo evolucionar proviene de dos transformando nuestras conviccio- palabras latinas tomadas del griego: nes más elementales, formateadas volare y evolvere. Volare significa ascender y evolvere desplegarse, aún en gran medida, por la estre- como los pétalos del loto…”.2 chez ontológica del materialismo. El nuevo paradigma ecológico-ho- Necesitamos permitir una evo- lográfico-sistémico; sintéticamente lución de consciencia desde la llamado holístico, en su dimensión que comenzamos a darnos cuen- espiritual, manifiesta una mirada ta en qué medida y con qué in- macro-evolutiva de la historia del tensidad el pensamiento único universo desde la óptica de la eco- conformó nuestra mirada de ma- espiritualidad, (Teilhard, Th. Berry, nera que rechazamos todo lo que B. Swimme, etc.). Allí, en el nuevo no coincida con lo que pensa- paradigma, el modelo mecanicista mos, alejándonos de lo diferente, y su metáfora del universo como convencidas/os que poseemos la una gran maquinaria deja paso a la verdad. Pero, es esta evolución de imagen del universo como un gran la consciencia la que nos va ad- ser vivo (probablemente consciente virtiendo que a la verdad no se la e inteligente, en un grado difícil de posee, sencillamente y sólo, se la precisar)”3. Esta nueva civilización, busca. Y desde esto captamos la en la que se considera al universo importancia de la apertura a un como un gran ser vivo, posibilita caminar con otras y otros, buscán- caminos de solución a los proble- dola. La intercongregacionalidad es mas ecológicos. La evolución de la consciencia, 2 Richard Idemon, “El hilo mágico”, ci- tado por Ana María Llamazares en su libro Del reloj a la flor del loto. Crisis contemporánea y cambios de para- 3 Ver a Llamazares, Del reloj a la flor digmas, Editorial Del Nuevo Extremo, de loto. Crisis contemporánea y cam- 2013, pag.199. bio de paradigmas, 21. “Hacia una Vida Religiosa Latinoamericana y Caribeña Intercongregacional, Intercultural e Itinerante” 109
Intercongregacionalidad: puerta abierta al futuro si se concreta, nos habilitará para como una poderosa vía para el cam- reconocer la diversidad, por lo que bio general.4 comenzaríamos a advertir lo da- ñoso de la uniformidad, tanto en La evolución de consciencia, nuestras estructuras o formas de cuando le permitimos que nos con- organizarnos, como en el intentar duzca, debilita nuestros prejuicios imponer nuestro pensamiento para hasta hacerlos desaparecer; supe- uniformar ideas, criterios, costum- rando las resistencias a lo ‘inter’, a bres y modos de vivir. Muchas ve- ‘lo otro’, a ‘lo distinto’, a ‘lo diverso’, ces apoyamos nuestra identidad en a ‘lo nuevo’, simplemente por ser in- esto que es circunstancial y no en ter, otro, distinto, diverso o nuevo. lo esencial, y por esto, ante cual- Cuando esos prejuicios desapare- quier cuestionamiento o solicitud cen logramos caminar juntas/os en de cambio, nos paraliza el miedo la diversidad, en diálogo, alimen- a perder identidad. Si nos permiti- tándonos mutuamente, confirman- mos recorrer el camino personal de do verdadera identidad, animán- la evolución de consciencia vamos donos a ‘construir’ formas de vida a darnos cuenta de que si nuestra nuevas. La intercongregacionalidad identidad tiene sana sus raíces y bien concebida, pasa a ser “cuna” está bien afincada en lo esencial, en la que reposa la vida nueva. no solo no la perderemos, sino que Cuando la evolución de la conscien- se consolidará en el camino de la cia es una realidad en nuestra vida intercongregacionalidad que es un por la apertura al Misterio Trascen- espacio donde se puede pensar dente y a su Espíritu, aprendemos juntas/os; escucharnos y repen- a vivir en la incertidumbre, hacien- sarnos. En nuestro caso, la identi- do realidad el “solo por hoy” de San dad verdadera brota de tener bien Juan XXIII, concretando el caminar afincada nuestra raíz en Jesús y su inter: intergeneracionalmente, in- propuesta de vida. Y esta identidad terculturalmente, intercongrega- requiere conversión continua. cionalmente, intervocacionalmen- te, interconfesionalmente, inter…, El cambio de consciencia es un pro- porque, apoyadas/os en el Misterio, ceso callado y singular, pues sucede nuestras existencias están abiertas en el alambique interior y particu- a los caminos de la historia, donde lar de cada uno, pero de poderosas implicancias externas. Más allá de el Dios Misterio está presente, co- lo intrincado y oscilantes que pue- laborando con la vida. dan ser los procesos personales, el terreno ganado no se pierde. El Como dice el Eclesiastés, todo cambio –como la vida misma- va lentamente abriéndose camino y, a tiene su momento y cada cosa su medida que andamos, también va tiempo… tiempo de nacer y tiempo cambiando todo lo que nos rodea. Por eso, la auténtica transformación personal puede considerarse hoy 4 Ibíd., 29. Revista CLAR No. 2 de 2021 110
Reflexión Teológica de morir… El futuro está en manos la sinceridad nos obliga a recono- de Dios, pero el deseo y la invita- cer la existencia de vidas ‘a me- dias’ supeditadas al funcionamien- ción de Dios pasa por nuestras ma- to de instituciones, asfixiadas por nos. La Vida Consagrada será en el la inercia de un orden inamovible futuro, lo que realicemos en ella y y unas tradiciones incuestionables, con ella en el presente. Necesita- deshabitadas en su corporeidad. mos respuestas lúcidas, creativas Con la iniciativa y la espontanei- dad sofocada, raramente invitadas y coherentes desde las insinuacio- a pensar en sí mismas, a expresar nes del Espíritu. Es necesario ha- libremente sus opiniones, sus des- cer “arder” nuestro corazón ante acuerdos, sus deseos o sus sueños. la propuesta de vida de Jesús. Ne- Ciertamente, habría que calificar de cesitamos coraje y perspicacia en ‘no- vida- no-religiosa’ a la que pro- duce semejantes sujetos necrosados una opción por la calidad de Vida en su seno estéril, cuando quienes Consagrada. Urge humanizar nues- llegaron a ella venían buscando la tra vida, nuestro estilo, vivir con vida en abundancia prometida por el radicalidad, sin búsqueda de pro- viviente.5 tagonismo personal, en comunión, en complementariedad, con escu- Dejarnos cuestionar por esta cha profunda y apertura, con dis- afirmación porque tiene vigencia ponibilidad, sin rigideces, simple- hoy en nuestra Vida Consagrada. mente muy atentas al Espíritu. Él Nuestros Institutos, nuestras co- sopla donde quiere y no sabes de munidades deben mostrar, trans- dónde viene ni a dónde va (Jn 3,8). mitir y contagiar los valores del En la intercongregacionalidad, don- Reino muchas veces opacados. de se convive con lo diferente y se Y esto sólo lo puede hacer el Es- dialoga sobre lo que se convive, se píritu si nos abrimos y lo dejamos facilita la respuesta al Espíritu, se trabajar en y entre nosotras y no- va captando por donde va lo nue- sotros. Animarnos a ‘ensayar’ otros vo y qué es lo viejo que hay que estilos; alentar peregrinajes con dejar. Hace mucho tiempo que hay otras congregaciones; fortalecer y “realidades” que mueren, tradicio- evaluar experiencias. Pensar en la nes obsoletas que se caen, estilos fidelidad creativa de los Fundado- que ya no van; costumbres que se res y activar la fidelidad recreativa cambian y principalmente, mucho, nuestra en respuesta a los nuevos que se está gestando y comienza a vivir entre nosotras/os. 5 Aleixandre Dolores, Buscadores de Dolores Aleixandre en el Con- pozos y caminos. Dos íconos para una greso de la Vida Religiosa, ante las vida religiosa samaritana, en Pasión por Cristo y Pasión por la Humanidad y los animadores generales de las (Congreso Internacional de la Vida Congregaciones y con la claridad y Consagrada. Roma 23-27 de noviem- libertad, dijo. bre de 2004,138). “Hacia una Vida Religiosa Latinoamericana y Caribeña Intercongregacional, Intercultural e Itinerante” 111
Intercongregacionalidad: puerta abierta al futuro desafíos para ser fieles al transcur- por el tú, se fortalece adecuada- so del tiempo. Preguntarnos ¿en mente el propio yo. Experiencias qué gastamos nuestras energías: acompañadas de intercongrega- en conservar y retener una figu- cionalidad facilitan esta vivencia ra de Vida Religiosa que respon- de adultez humana; podemos ase- de a tiempos pasados y que hoy gurar que la intercongregacionali- no re-encanta, no entusiasma, no dad nos “ayuda a salir de nuestra seduce, no significa? Decidirnos a ‘clausura’ para congregarnos con superar temores y caminar, abra- otras/os, y siendo alterocéntrica, zando la incertidumbre, con estilos descubrir la riqueza de compartir… nuevos, maneras diferentes, actua- además de valorar y amar como lizando la concepción de espiritua- otras religiosas y religiosos viven lidad y alimentándola integralmen- su carisma”7. En este caminar in- te, en la búsqueda de encarnación tercongregacional, la Vida Consa- del Evangelio con un lenguaje com- grada se convierte en un mensaje prensible hoy. Buscar la fidelidad al concreto para un mundo en el que momento histórico, no perdamos muchos grupos no traspasan sus la memoria: “Uds., no solamente propias fronteras para encontrar- tienen una historia gloriosa para se con lo diferente, para caminar recordar y contar sino una gran con lo distinto; un mundo en el que historia que construir. Pongan los muchos grupos se cierran autosu- ojos en el futuro, hacia el que el ficientemente en sí mismos y se Espíritu impulsa para seguir ha- niegan a aprender de ‘otras/os’. La ciendo con Uds., grandes cosas”6. intercongregacionalidad nos hace Abrirnos al reto de lo intercongre- superar la autosuficiencia y la au- gacional puede favorecer un nuevo toreferencialidad. despertar. Descubrir la riqueza de caminar inter-carismáticamente, Cuando hablamos de intercon- convencernos que la intercongre- gregacionalidad en la Vida Consa- gacionalidad no es un peligro para grada estamos apuntando a hacer vivir nuestra identidad carismática; de la relación, del vínculo, no solo comprobar en la experiencia que el meta o valor ideal, sino que lo asu- ser humano cuanto más expone su mimos como método considerando individualidad en contacto con los a ese ‘forjar relaciones sanas’, un demás, descubre sus diferencias, valor encarnado; la buena relación sus riquezas y sus límites y cuando se convierte en camino de vida en vivencia esto se siente a sanas sus el que concretamente se va hacien- relaciones interpersonales. do realidad la unidad en la diver- Cuando nos dejamos encontrar 7 Conferencia Ecuatoriana de Religio- sos/as, Cuadernillo para la reflexión y el diálogo de la vida religiosa: Inter- 6 Juan Pablo II, Exhortación apostólica congregacionalidad un signo de los postsinodal Vita Consecrata, 110. tiempos. Revista CLAR No. 2 de 2021 112
Reflexión Teológica sidad. Desde este ‘experienciar’ lo que nos enriquecemos –alimentan- liberador de las relaciones humani- do la propia identidad– y enrique- zantes, se intensifica la sensibilidad cemos la identidad de otras/os al intercongregacional en las religio- compartir lo nuestro, ya que rela- sas y religiosos, porque se sienten ción significa conocimiento mutuo unificados por una misma misión y enriquecimiento recíproco. Así en la conciencia de que la única pues, la intercongregacionalidad, fuente carismática –el Espíritu– de como deseo y realidad histórica, la que derivan todos nuestros caris- responde a la convergencia de los mas particulares, alimenta la iden- carismas particulares en el único tidad en esa diversidad y fluye el carisma que es la Vida Consagrada. encanto por la propia vocación; se Si bien no sabemos claramente, con vive aquello que nos dice la prime- total nitidez, hacia dónde vamos, y ra carta a los Corintios: “Existen di- es mejor así para que no entorpez- versos dones espirituales, pero un camos el camino, el Espíritu va in- mismo Espíritu; existen ministerios sinuando que el sendero de la Vida diversos, pero un mismo Señor; Consagrada pasa por aquí en este existen actividades diversas, pero tiempo, teniendo presente que de- un mismo Dios que ejecuta todo en bemos considerar el tiempo no solo todas/os. A cada uno se le da una como Chronos, al que podemos manifestación del Espíritu para el controlar y dominar, sino también bien común” (1 Cor 12, 4-7). como kairós, en el que los signos, los eventos, revelan las promesas y La intercongregacionalidad se concreciones de Dios. En este sen- convierte así en una experiencia tido, tendríamos que estar aten- de gracia para que la Vida Consa- tos, a las Nuevas Generaciones, grada viva la unidad en el Espíritu, que nos están indicando caminos a encarnando el mensaje del Evan- transitar8. El valor de esos indica- gelio, en un mundo que general- dores, de esos signos, consiste en mente opta por el enfrentamiento, que nos desafían y lo importante la división y la competitividad. La “es que permitamos que nos desa- intercongregacionalidad, aunque fíen, porque un desafío lo es para no lo captemos todavía, está res- quien lo acepta. No podemos vivir pondiendo a una conciencia, cada en un mundo de ensoñación sin to- vez más común, de la unidad de la mar en serio los retos de nuestro Vida Consagrada, más allá de la di- tiempo”9. La intercongregaciona- versidad de los carismas propios de lidad es un llamado al encuentro cada familia religiosa. Es concretar y donde hay encuentro, triunfa la la eclesiología de comunión del Va- ticano II. 8 Ver resultados de las últimas encues- tas de la CLAR a las Nuevas Generacio- La intercongregacionalidad es nes, en América Latina y Caribe. una convergencia carismática en la 9 Revista Testimonio, 5. “Hacia una Vida Religiosa Latinoamericana y Caribeña Intercongregacional, Intercultural e Itinerante” 113
Intercongregacionalidad: puerta abierta al futuro vida. El encuentro genera fortale- contemplación, de exigente des- za y confianza, y refuerza la misión prendimiento y de amor muy gran- compartida, porque se superan los de a las personas que viven otra prejuicios y muros y se descubre cultura. Así se gesta la fecundidad las bondades de lo diferente. evangélica desde un encuentro de miradas; desde una escucha atenta Recordemos que si bien ni el y con un despojo consentido. Aquí Evangelio ni la Vida Consagrada se renace el encanto de la Vida Con- identifican con ninguna cultura, no sagrada. pueden vivir su misión sino incul- turados. Y aquí también la inter- La intercongregacionalidad que congregacionalidad nos facilita la de alguna manera es producto y comprensión, desde un compartir encauce de la crisis que estamos la vida y la búsqueda de caminos viviendo como Vida Consagrada, para esa inculturación, del cómo dentro de la crisis global de la hu- hacer inteligibles10 y vivenciables, manidad, es también y de alguna en otras categorías históricas y cul- manera, respuesta a nuestra dismi- turales, las intuiciones que el Espí- nución numérica, que pudo haber ritu concedió a los Fundadores. Esa sido el anzuelo para que nos ani- inculturación que es siempre parti- memos a hacer alguna experiencia. cular, en un lugar, espacio y tiempo Es eso. Pero también, bien vivida y determinado, y se realiza solamen- acompañada, nos ayuda a ser me- te a partir de aquellos y aquellas jor Vida Consagrada, a responder que están en contacto cotidiano con de una manera más auténtica a las ese lugar, espacio y tiempo particu- necesidades de la humanidad por- lar; la inculturación sólo se consu- que nos capacita para la apertura ma a partir de abajo, como dicen y acogida de la variedad personal los que saben, no se impone desde y cultural, acogida de distintas for- arriba, desde un laboratorio, por lo mas de proceder, de maneras de que el camino intercongregacional pensar, de formas de organizar, no se controla, se acompaña. Jun- apertura a otras formas de orar, de tas/os, en diálogo, con confianza cultivar la espiritualidad. y pasión y es desde la experiencia de intercongregacionalidad que nos Recogiendo vivencias concretas, vamos decodificando, lo necesario, expresamos que la intercongre- de nuestros propios símbolos, ca- gacionalidad es una práctica en la tegorías, costumbres, para codi- que, si se comparte la vida, ficarnos en los valores propios de la cultura a la que debemos servir. paso a paso, con dolor, con mie- La inculturación es fruto de mucha do, con temor a las pérdidas, se va descubriendo el tesoro de la frater- nidad, la filialidad, el estar juntos 10 Ver a Francisco, Exhortación Apostó- como hermanos/as, seguidores y lica Evangelii Gaudium, 41. discípulos de Jesús de Nazaret; se Revista CLAR No. 2 de 2021 114
Reflexión Teológica experimenta que los carismas son ceptación, para una con- dones gratuitos, que Dios concede vivencia saludable; con abundancia a sus criaturas… • Experiencia de Dios que La Vida Consagrada congregada e inter-congregada descubre la gra- alimente una sana Espiritu- cia del ‘bien común’ como fortale- alidad y una profunda vida za, nos hace sentirnos felices; llena Mística, a nivel personal y nuestros vacíos; y es una respuesta comunitario; de carácter teologal ante la coyun- • Identidad congregacional tura actual.11 sólida y consistente; • Capacidad de diálogo que Es un camino difícil pero váli- sostenga el trabajo en equi- do; se transita no sin dolor, pero po y el compartir; todo parto es doloroso; hace, por • Valorización de los diferen- momentos, entrar en conflictos a tes carismas y espirituali- quienes lo transitan; conflictos per- dades; sonales, comunitarios, congrega- • El proyecto de vida de la co- cionales y eclesiales, pero en esta munidad intercongregacio- búsqueda de fidelidad y renovado nal debe ser construido en encantamiento, la Vida Consagra- común; da no puede quedarse bloqueada • Misión conjunta elaborada frente a la llamada de crear inte- en común; rrelación, intercomunicación, inter- • Acompañamiento por parte cambio.12 de las entidades que deciden caminar intercongregacio- Confirmando que “la intercon- nalmente. Cercanía, apoyo, gregacionalidad nace de la expe- escucha, busca de solucio- riencia de Dios, se refuerza en las nes en posibles conflictos. comunidades y se concretiza en la misión”13, requiere, en las personas La opción por lo ‘inter’ solicita que la concretarán, los siguientes revisar y ajustar el conocimiento elementos primordiales14: profundo personal para reconocer qué es lo que en nosotras/os facili- • Autoconocimiento y autoa- ta el necesario cambio y qué es lo que en nosotras/os bloquea la po- sibilidad de cambio y transforma- 11 Conferencia Ecuatoriana de Religio- ción y nos inhabilita para lo nuevo; sos/as, Cuadernillo: “Intercongrega- localizar nuestras inseguridades, cionalidad: un signo de los tiempos”. nuestros miedos, para superarlos y 12 Ver Documento “Pasión por Cristo, así apostar al encuentro con otras y pasión por la humanidad”, 337. otros; juntar fuerzas, caminar ha- 13 Ver Revista de la CLAR, 86. cia objetivos comunes; tener el va- 14 Ver Vieira Ribeiro y Kapp, “Comuni- lor y la donación de la propia vida, dad Intercongregacional”, 85-91. para superar diferencias. “Hacia una Vida Religiosa Latinoamericana y Caribeña Intercongregacional, Intercultural e Itinerante” 115
Intercongregacionalidad: puerta abierta al futuro Preguntémonos: Francisco. Exhortación Apostóli- ca Evangelii Gaudium. • ¿Qué tiene que decir la Vida Consagrada a este mundo? Juan Pablo II. Exhortación Apos- • ¿Qué tiene que decir el mundo tólica pos-sinodal, Vita Consecrata. de hoy a la Vida Consagrada? Llamazares, Ana María. Del reloj BIBLIOGRAFÍA: a la flor de loto. Crisis contemporá- nea y cambio de paradigmas. Bue- CLAR. Memorias del Congre- nos Aires. Argentina. Editorial Del so de Vida Consagrada. Bogotá: Nuevo Extremo, 2013. CLAR, 2015. Bucker Bárbara, mc: “Nueva Congreso Internacional de la Eclesialidad e Intercongregaciona- Vida Consagrada. Pasión por Cris- lidad” Revista CLAR 6 (2002): pág. to, pasión por la humanidad. Bue- 6-12. nos Aires. Argentina. Editorial Cla- retiana, 2005. Touraine, Alain. Un nuevo para- digma. Para comprender el mundo Conferencia Ecuatoriana de Re- de hoy. Buenos Aires. Argentina. ligiosos. “Cuadernillo para la re- Editorial Paidós, 2006. flexión y el diálogo de la vida re- ligiosa: Intercongregacionalidad un Vieira Ribeiro, Maria Inés y Ma- signo de los tiempos”. Quito: CER, ria de Fátima Kapp. “Comunidad 2011. Intercongregacional”. Revista de la CLAR 3 (2017): 85-91. Dolores Aleixandre. Buscadores de pozos y caminos. Dos íconos para una vida religiosa samaritana, en Pasión por Cristo y Pasión por la Humanidad. Madrid: Claretinanas, 138. Revista CLAR No. 2 de 2021 116
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