Esbozo de una nueva política forestal peruana - Revistas científicas ...

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Revista Forestal del Perú, 34 (1): 4 - 20, (2019)
ISSN 0556-6592 (Versión impresa) / ISSN 2523-1855 (Versión electrónica)
© Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional Agraria La Molina, Lima-Perú
DOI: http://dx.doi.org/10.21704/rfp.v34i1.1244

                     Esbozo de una nueva política forestal peruana

                              Outline of a new Peruvian forest policy

                                            Marc J. Dourojeanni1, *

     Recibido: 20 abril 2019 | Aceptado: 11 junio 2019 | Publicado en línea: 30 junio 2019
     Citación: Dourojeanni, MJ. 2019. Esbozo de una nueva política forestal peruana. Revista Forestal
     del Perú 34(1): 4-20. DOI: http://dx.doi.org/10.21704/rfp.v34i1.1244

                                                    Resumen
     Ninguna de las políticas forestales adoptadas en el Perú durante el último medio siglo ha dado los
     resultados esperados. Una de las causas es que la política ha sido usualmente una mera formalidad,
     siempre precedida por la legislación forestal, estando ambas desconectadas. Pero, la causa princi-
     pal sería la persistencia en la estrategia de transferir la responsabilidad del manejo forestal de los
     bosques naturales al sector privado, a pesar de las evidencias de que esos bosques tienen más valor
     presente y futuro por los servicios ambientales que prestan que como productores de madera. Se
     propone que, en el futuro, el manejo de los bosques naturales sea ejercido directamente por el Esta-
     do, dando prioridad clara a los servicios ambientales. La extracción de la madera, si es justificada,
     continuaría siendo responsabilidad del sector privado, mediante concursos públicos o licitaciones
     bajo estrecha supervisión social. Varias otras medidas complementarias son propuestas, entre
     ­e­­llas: valorización de la madera de bosques naturales, incentivos a la forestación, reforestación
      y manejo de bosques secundarios, el pago efectivo por servicios ambientales del bosque natural,
      cambio en el enfoque sobre bosques de protección, revisión del concepto de clasificación de tierras
      por capacidad de uso mayor, creación de incentivos efectivos al manejo forestal en tierras indíge-
      nas. También se proponen arreglos administrativos para conducir la nueva política, encargándola
      al Ministerio del Ambiente y a las regiones; mientras que, lo relativo a las plantaciones forestales
      productivas debe ser promovido por el sector agrario.
     Palabras clave: Perú, política forestal, legislación forestal, concesiones, manejo forestal, forestación y
     reforestación, uso de la tierra

1
 Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), Av. La Molina s/n, La Molina,
Lima, Perú.
* Autor de Correspondencia: marc.dourojeanni@gmail.com

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                                                  Abstract
    None of the forest policies adopted in Peru during the past half century has given the expected
    results. The policy has often been a mere formality, always preceded by forest legislation, both of
    which are disconnected. But, the main cause of failure is the persistence in the strategy of transfer-
    ring natural forest management responsibility to the private sector, despite the evidence that these
    forests have more present and future value as environmental services than as timber producers.
    It is proposed that, in the future, the management of natural forests be directly exercised by the
    State, giving clear priority to environmental services. Logging, if justified, would continue to be the
    responsibility of the private sector, through public tenders or bids under close social supervision.
    Several other complementary measures are proposed, including valuation of wood from natural
    forests, incentives for afforestation, reforestation and management of secondary forests, effective
    payment for environmental services of standing natural forest, change in the focus on protection
    forests, review of the current concept of land use classification, provision of effective incentives
    for forest management on indigenous lands. Administrative arrangements are also proposed to
    conduct the new policy, entrusting it to the Ministry of the Environment and to the regions, while
    most matters related to forest plantations must remain in the Agrarian Sector.
    Key words: Peru, forest policy, forest legislation, forest concessions, forest management, foresta-
    tion and afforestation, land use

Introducción                                               cional sustancialmente diferente de la actual, y
                                                           de las anteriores que, como todo indica, no han
   El Perú moderno tiene una política forestal
                                                           funcionado.
desde la década de 1940, cuando el gobierno
asumió formalmente la gestión de los bosques
a través del recién creado Ministerio de Agri­             La situación
cultura. Pero, como es obvio, hubo alguna                    A pesar de que hay una política forestal
forma de política forestal desde que existieron            nacional oficial, la impresión de los que ex-
pueblos organizados en el territorio que hoy es            aminan el desempeño del sector es que ésta
el Perú. A partir de 1945, con la creación de la           no existe, que es inadecuada o, en todo caso,
Dirección de Colonización y Bosques, fueron                que no se aplica. La Defensoría del Pueblo
preparadas y aprobadas varias políticas fores­             (2010) concluye, que a pesar de que desde el
tales, algunas escuetas y otras amplias, casi              año 2000 las políticas forestales se han orien-
siempre acompañadas de planes de desarrollo                tado a lograr una mayor sostenibilidad en el
forestal. Cabe destacar las que fueron diseña-             manejo de los recursos forestales, este objeti-
das bajo el régimen del Servicio Forestal y de             vo no se ha alcanzado. Suárez (2012) sostiene
Caza entre 1961 y 1969. Desde entonces, cada               que la gestión forestal peruana falla en las tres
nuevo gobierno, y a veces cada nuevo jefe del              dimensiones del desarrollo sostenible: no es
sector forestal, dispuso la preparación de una             sostenible ecológicamente, no es inclusiva so-
política forestal nacional o, por lo menos, rea-           cialmente, no es competitiva económicamente.
justes en la previamente existente. La que está            A la misma o similar conclusión llegaron, entre
vigente fue aprobada en 2013, por Decreto                  muchos otros, Pautrat y Lucich (2006) y Dou-
Supremo Nº 009-2013-MINAGRI (SERFOR                        rojeanni et al. (2016).
2013).
                                                             De hecho, no es necesario apelar a diagnósti-
  En este análisis, en el que no se aborda el              cos complejos para conocer la dimensión del
tema de la fauna silvestre, se pretende propo­             fracaso de la política forestal, incluyendo sus
ner alternativas para una política forestal na-            leyes asociadas. En efecto, todos los indicadores

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de resultados de cualquier política forestal usa­        pre, hay una que otra excepción, como es el
da hasta la actualidad evidencian que éstas en           caso de la reforestación de Cajamarca, que des­
el Perú no funcionaron. Así, la deforestación            taca por su amplitud, duración y solidez social
nunca dejó de crecer y a pesar de diversas es-           (Dourojeanni 2009, Carton y Chávez 2018).
trategias realizadas (Dourojeanni 2011, 2013c)              Es decir, que la evidencia de que las políticas
se revela enorme (MAAP 2017, 2018a, 2018b);              forestales aplicadas en el Perú no sirvieron ni
el aporte de la producción de madera y otros             sirven es indiscutiblemente abrumadora. La
productos forestales al PBI nacional continúa            única parte de la política forestal que ha sido
siendo muy bajo pese al enorme potencial                 razonablemente cumplida desde la década de
forestal nacional, siendo el Perú un importa-            1960 es la que se refiere a la conservación de
dor neto de esos bienes (INEI 2017, SERFOR               muestras representativas de los ecosistemas na-
2017b); no existe manejo sostenible del bosque           turales y de la diversidad biológica contenida
productor ni siquiera en las concesiones for-            en ellas que, desde 2008, es conducida por el
males (Dourojeanni 2009, Finer et al. 2014, Sie­         Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegi-
rra 2018a); la corrupción en el sector continúa          das por el Estado (SERNANP) entidad adscrita
sin cambios a pesar de los esfuerzos (IEA 2012;          al Ministerio del Ambiente.
Sierra 2018b, 2019; Global Witness 2019); los
desastres naturales que podrían ser preveni-
dos por bosques protectores aumentan año a               Algunos elementos que explican el fraca-
año (Dourojeanni 2017, MINAM 2015, INEI                  so de las políticas forestales peruanas
2018); los pueblos indígenas y los pobladores               Es probable que la causa principal de la fal-
tradicionales no se benefician del recurso fo­           ta de aplicación de una política forestal sea,
restal (Chirif 2018, Sierra 2019a); los beneficios       simplemente, que esté mal hecha y que efecti-
prometidos en recompensa por servicios am-               vamente no sirva para otra cosa que cumplir
bientales para frenar el cambio climático, pese          una formalidad burocrática. La lectura de la
a los esfuerzos del Ministerio del Ambiente,             política forestal vigente (SERFOR 2017a) con-
siguen siendo más promesas que realidades                firma eso. A primera vista no dice nada erra-
(Espinoza y Feather 2011, Egúsquiza 2012); la            do y todo lo que plantea es deseable. Pero, en
degradación de los bosques naturales, por de-            una segunda lectura, se observa que no con-
scremado y por la falsa agroforestería de cacao          tiene ninguna propuesta concreta ni estrategia
y café, continúa aceleradamente y sin control            para asegurar que cada propósito enunciado
(Sierra 2019b); y, para terminar, la tan pro-            sea realizable. En realidad, se trata de una co­
metida reforestación, cuyas estadísticas oficia-         lección de buenos propósitos aderezados con
les son abiertamente fantasiosas, avanza a paso          frases políticamente correctas. Además, excep-
muy lento y continúa enfrentando grandes di-             tuando declaraciones forzadas por las nuevas
ficultades (SERFOR 2017b).                               realidades como el cambio climático, el papel
  A lo largo del último medio siglo hubo va­             político creciente de los indígenas amazónicos
rios éxitos destacables, más bien experimen-             y otros temas de moda como género, transpar-
tos, inclusive en manejo de bosques tropicales,          encia y participación, en lo esencial, las políti-
reforestación andina y selvática, desarrollo             cas forestales peruanas no han cambiado en 60
comunitario basado en productos del bosque,              años.
en la investigación y capacitación técnica e, in-          Es decir, que la política continúa girando en
clusive, en gestión forestal (Dourojeanni 1990,          torno a la producción de madera en base a con-
2009). Pero mencionarlos en un contexto de               cesiones -antes llamadas contratos- y a la falta
análisis general es fuera de lugar pues fueron           de decisión sobre qué hacer con los pequeños
parciales, circunscritos en el espacio o muy             extractores. La esencia de la política forestal
limitados en el tiempo, no consolidando éxitos           se carga al sector privado, con la demostrada-
ni aprovechando las experiencias. Como siem-             mente vana esperanza de que éste cumpla con

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realizar el manejo sostenible de los bosques y se       política para temas ambientales, legislaciones
engaña al no enfrentar directamente la infor-           y planeamientos sectoriales incoherentes y, en
malidad de los pequeños extractores, habién-            general, la desorganización e ineficiencia del
dose inventado en diferentes épocas falsas              Estado, entre otros males nacionales, que son
soluciones como los “contratos de hasta 1000            más acentuados precisamente en las regiones
ha” (Ley N° 21147) o las “concesiones con fines         boscosas del país, inciden directamente so-
de forestación y reforestación” (Ley N° 27308),         bre la viabilidad de cualquier política forestal,
entre otras. Llama pues la atención de que a            aunque en principio, esos mismos factores de-
pesar de que nada ha funcionado hasta el pre-           berían ser llevados en cuenta al diseñarla.
sente, se persista en la misma política, sin cam-
bios sustantivos.                                       Sugerencias para una verdadera política
   Parte del problema es que la última políti-          forestal
ca forestal, como otras previas, fueron hechas             Como hemos visto, una política forestal que
después de aprobar una nueva legislación fo­            sirva depende obviamente de la posibilidad de
restal. De hecho, la verdadera política forest-         ser implementada mediante un instrumento
al peruana vigente se desprende de la Ley N°            legal con soluciones viables, aceptables social,
29763 del año 2011, que fue muchísimo más               económica y ambientalmente. Debe funda-
discutida que la política, que, además, fue             mentarse en un diagnóstico crudo y absoluta-
aprobada dos años después (Galarza y La Ser-            mente honesto de la situación, lo cual es muy
na 2005; Pautrat et al. 2010; Dourojeanni 2010,         raro. Los diagnósticos del sector forestal son,
2013a, 2013b; Salo et al. 2013) continuando             tradicionalmente, grandes acumulaciones de
hasta el presente día (Che Piu 2018). Es decir,         informaciones en su mayoría bien conocidas
que, tanto en el Perú como en otros países, la          o reiterativas que carecen de análisis. La prin-
legislación es la que determina la política y no        cipal cuestión que el diagnostico debe revelar
al revés, como debería ser, si es que se quiere         es por qué la política anterior no ha dado re-
viabilizar la ejecución de la política. La FAO          sultados. Es sobre la base de esa respuesta que
(2010a, 201b) recuerda correctamente que el             se debe iniciar el largo y complejo proceso de
propósito primordial de una legislación es la           consulta a las partes involucradas directa e in-
distribución y el cumplimiento de los dere-             directamente, cuidando que la participación
chos y responsabilidades relacionados con los           sea efectiva y equitativamente balanceada. La
bosques, y no el establecimiento de una visión,         parte que representa al Estado no puede re-
meta o estrategia. Por eso, la política -es decir       nunciar a hacer valer los principios fundamen-
un acuerdo sobre una dirección estratégica-             tales ambien­tales y sociales como sostenibi­
debe ser formulada antes de que cualquiera de           lidad, conservación, servicios ambientales,
sus aspectos pueda ser jurídicamente vinculan-          inclusión, participación, ciencia, interculturali-
te. De otra parte, como bien se sabe, la legis-         dad y género, los cuales deben de regir la nueva
lación forestal tampoco es cumplida (Arce y             política forestal. El Estado, en esa discusión,
Dourojeanni 1990, Dourojeanni 2010) ni cum-             representa los intereses de todos los peruanos
plible (Dourojeanni 2013b).                             y no única ni principalmente los de las partes
   Además, existen muchos otros factores que            directamente involucradas como madereros,
contribuyen a la inoperancia de las políticas           industriales o indígenas.
forestales en el Perú. Algunos son intrínsecos             Se supone que si el diagnóstico o, como en el
al sector forestal, como el enorme tamaño, la           caso que se analiza, las evidencias demuestran
dispersión y la complejidad extrema del recur-          que las políticas previas no funcionaron, la dis-
so, junto a la marcada debilidad institucional.         cusión de la nueva política no puede limitarse
Otros problemas nacionales como la pobreza              a cambiar nombres y hacer retoques precio-
e informalidad, la corrupción generalizada,             sistas o menciones a los temas de moda. Debe
el bajo nivel educativo y la falta de prioridad         innovar, debe usar la imaginación y proponer

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nuevos rumbos. En pocas palabras, debe ser              (Marengo et al. 2011, Makarieva et al. 2014,
diferente. A continuación, se mencionan los             Nobre 2016). La valorización de esos servi-
temas que a juicio del autor son los principales        cios demuestra que su importancia, en térmi-
a abordar y en cada caso, se proponen algunas           nos económicos, potencialmente supera por
alternativas de políticas a ejecutar.                   innumerables veces al aporte económico de
¿Cuál es la función principal del bosque nat-           la madera de esos mismos bosques naturales
ural? ¿Brindar madera o servicios ambien-               (Glave y Pizarro 2002; Nobre 2016).
tales?                                                     Es decir que la política forestal debe decidir
  Lo primero que debe decidir la política fo­           si su prioridad para los bosques naturales se-
restal es lo que quiere hacer con sus bosques           guirá siendo la producción de madera o si, en
naturales. Como mencionamos, hasta el día               el futuro, la prioridad para esos bosques será
de hoy la decisión siempre ha sido explotarlos          su manejo para el mantenimiento y el mejo-
para producir madera y otros bienes. Todo lo            ramiento de la provisión de servicios ambien-
demás, en las políticas forestales peruanas, ha         tales. Si ese fuera el caso, como la lógica de la
sido secundario y subordinado a esa finalidad.          información disponible conmina, se despren-
                                                        den tres grandes acciones en la política fores­
   Sin embargo, cualquier análisis económico            tal peruana. La primera es que se debe dar un
integral demuestra que el bosque natural tropi­         impulso sin precedentes a la silvicultura -fo­
cal es mucho más valioso por sus servicios              restación, reforestación- con fines industriales
ambientales que como productor de made-                 en las tierras deforestadas en la Selva y en las
ra y otros bienes (de Groot et al. 2012). Bas-          tierras disponibles en la Costa y Sierra. La se-
ta con mencionar los servicios ambientales, y           gunda es obtener una decisión nacional firme
comparar el aporte a la economía peruana que            de poner límites a la expansión agropecuaria
brinda el turismo influenciado por las áreas na-        sobre bosques naturales, pues de nada ser-
turales protegidas, con el de la producción de          viría no explotar madera de los bosques si, en
madera de los bosques naturales (León 2007,             cambio, estos son eliminados para otros usos.
León et al. 2009, Glave y Pizarro 2002, Vilela          Se debe discutir y coordinar con otros secto-
et al. 2018). Para el futuro de cualquier nación        res de la sociedad, ese límite y, eventualmente,
es mucho más importante tener bosques natu-             volver a discutir el tema de la “deforestación
rales que explotarlos. La madera puede ser pro-         cero” (Brown y Zarin 2013) lanzado durante la
ducida en bosques cultivados o reemplazada              gestión del ministro Antonio Brack (2010). Y, la
por otros materiales, como plástico y metales.          tercera, es desarrollar seriamente los mecanis-
Pero la calidad del aire, la disponibilidad de          mos de compensación económica para los seg-
agua, la regulación del clima y el mantenimien-         mentos de la sociedad que dejarán de explotar
to de la diversidad biológica, son insustituibles       madera en sus bosques bien sea en términos de
y, lo que es más importante, son esenciales para        fijación de carbono y/o de regulación de flujo
la vida (Prance y Lovejoy 1984, Myers 1984,             hídrico, entre otros servicios a valorizar.
Llerena y Yalle 2014). Esta realidad ha tomado
mayor vigencia con las evidencias de la impor-             La decisión de dar prioridad a los servicios
tancia del bosque tropical en relación con el           ambientales de los bosques naturales no tiene
ciclo del agua (Salati et al. 1979, Salati y Vose       necesariamente que ser radical y asimismo
1984) y como sumidero de carbono tanto en               puede ser parcial, por lo menos en una prime­
la biomasa como en el subsuelo y del impacto            ra etapa, para posibilitar la transición. En ese
de su liberación con relación al cambio climáti-        caso se debe estudiar y discutir la proporción
co (McClain et al. 2001). La confirmación de            y localización de los bosques de producción
la teoría de los “ríos voladores” cuya fuente es        que continuarían siendo explotados y bajo qué
la transpiración de los bosques amazónicos,             modalidad. Asimismo, las alternativas prác-
ha agregado otra dimensión a esas realidades            ticas para evitar la explotación -ilegal- de los

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bosques que no serán manejados para realizar             bosques de continuar brindando madera y ser-
servicios ambientales.                                   vicios ambientales (Dourojeanni 2018c).
El manejo sostenible de los bosques naturales               Para que la gestión forestal sea seria, los
es responsabilidad directa del Estado                    planes de manejo deben ser preparados in situ
                                                         por las agencias del gobierno competentes,
  Si bien hasta el presente no existen bosques
                                                         como el antes mencionado SERFOR o por las
tropicales que sean manejados en forma indis-
                                                         administraciones forestales regionales debi­
cutiblemente sostenible (Dourojeanni 1999,
                                                         damente instrumentadas. En lugar de las con-
Zimmerman y Kornos 2012) existen algunas
                                                         cesiones existentes habría unidades forestales
evidencias de que es posible, aunque a un alto           permanentes con una adecuada localización,
costo, hacer un manejo ecológicamente acepta­            tamaño y otras características definidas por la
ble (Putz y Romero 2015). Lo que sí está bien            autoridad forestal pertinente, como por ejem-
demostrado por la práctica en el Perú es que             plo son los bosques nacionales en otros países.
hacer manejo más sostenible no es del interés            Debe quedar claro que no se sugiere que el Es-
del sector privado maderero, tanto por su com-           tado explote los bosques naturales. Su función
plejidad técnica como por su costo elevado y             es estudiarlos, inventariarlos, desarrollar los
porque los beneficios de un buen manejo, o sea           planes de manejo y supervisar su implantación
los servicios ambientales, son principalmente            y ejecución. Cada año, las administraciones
para la sociedad en su conjunto. Es decir, que           forestales regionales, subastarían la madera
la responsabilidad del manejo de los bosques             que técnicamente puede ser extraída del tramo
naturales públicos debe ser del Estado.                  anual de corta de cada unidad forestal mane-
   Es preciso recordar que el manejo forestal es         jada, mientras que las empresas madereras en-
la expresión final y la más decisiva de la gestión       viarían su personal y maquinaria para extraer
forestal (Akishin 2014). La gestión forestal, de         el lote de madera adquirido, bajo la supervisión
acuerdo con la política vigente, es ejercida por         del profesional forestal encargado por el Estado
el Estado. Pero como hemos explicado, eso no             responsable de esa unidad. Con lo recaudado
ocurre ya que el manejo forestal es entera­mente         por la madera subastada, las administraciones
relegado al sector privado. Los planes de mane-          forestales regionales pueden ejercer control,
jo forestal que son preparados por las empresas          vigilancia y monitoreo; actualizar planes de
para cada concesión están basados general-               manejo, contratar servicios de empresas sil-
mente en inventarios forestales deficientes para         viculturales o de mantenimiento de caminos
reducir costos, y aunque eventualmente los               forestales. Es decir que el servicio forestal, in-
planes sean de calidad razonable, raramente son          cluidas las administraciones regionales, pasaría
aplicados y nunca lo son en forma consistente            a manejar los bosques naturales y no existirían
a lo largo del tiempo (Dourojeanni 2018c). Al            concesiones, ni necesidad de un organismo
respecto de los planes de manejo, es importante          supervisor de estas. Sería una tremenda sim-
que la política forestal tome en cuenta que ha           plificación de la gestión forestal (Dourojeanni
sido demostrado que las rotaciones tan cortas            2010, 2018a).
como las que en teoría se practican en el Perú,             El plan de manejo de los bosques adminis-
no garantizan la susten­tabilidad del recurso            trados por cada unidad forestal debe consid-
(Zimmerman y Kornos 2012). Es decir, que los             erar abastecer, en la medida de lo posible, la
planes de manejo de la actualidad son apenas             demanda de las industrias localizadas en ese
ritos para poder explotar, transportar y comer-          ámbito (Dourojeanni 2018c). Esos planes son,
ciar la madera. El resultado es que casi toda            obviamente, discutidos y aprobados con la par-
la madera extraída de los bosques naturales              ticipación de todos los actores y su aplicación
amazónicos al ser formalmente ilegal también             es supervisada por la sociedad local, reunida en
es técnicamente ilegal, lo que significa que su          comités o consejos forestales, con participación
extracción compromete la capacidad de esos               de las industrias madereras que aprovechan la

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madera de esos bosques. Ese es un buen me-              Es preciso dar un altísimo valor a la madera
canismo de control y supervisión ejercido por           de los bosques naturales
la propia sociedad, seguramente más eficiente             En una nueva política forestal, la madera de
que un organismo nacional externo como el               los árboles nativos tropicales debe ser trata-
OSINFOR.                                                da como un producto precioso y su “precio”
   La propuesta de que el manejo forestal sea           comenzado con el valor del canon forestal,
realizado directamente por el Estado no reduce          debe ser elevado. No solamente por su belleza,
el rol del sector privado que continúa siendo el        raridad y diversidad, sino porque en general
                                                        es el resultado de siglos de crecimiento lento,
responsable de extraer la madera del bosque,
                                                        totalmente orgánico y natural. Cedro y caoba,
transportarla, procesarla y comercializarla.            entre tantas otras especies que tienen una gran
Lo único que cambia es que la tan criticada y           demanda internacional, por lo cual generan
hasta ahora ineficiente estrategia de dar conce-        hasta operaciones sofisticadas de contrabando
siones grandes -o pequeñas- sobre el recurso            y de corrupción, son apenas algunas del más de
forestal es reemplazada por subastas periódi-           un millar de especies de maderas valiosísimas
cas por volumen y de especies de madera que             y hasta ahora desperdiciadas (Dancé 2006).
pueden ser extraídas del bosque, de acuerdo             Gran parte de las maderas “baratas”, quema-
con el plan de manejo de cada unidad (Dou-              das durante el desbosque o usadas para ca-
rojeanni 2018c). En el Perú prácticamente no            jonería, muebles populares o encofrados en la
existen bosques naturales privados por lo que           construcción civil, si fueran tratadas, pueden
la propuesta escuetamente descrita es perfecta-         transformarse en maderas preciosas para su
mente viable. Bosques de comunidades nativas            uso en mueblería fina o para otros usos espe-
o campesinas pueden, o no, adherirse a esa for-         ciales.
ma de manejo.                                              No importa si se las exporta como productos
                                                        acabados o semi-procesados o simplemente
   Esa es la forma en que se manejan los
                                                        como trozas o tablones. Lo importante es que,
bosques naturales públicos -en muchos casos             desde el momento de su cosecha, se las trate
reconstituidos y naturalizados- de la mayoría           como se merecen. Es decir, como si fueran la
de los países desarrollados como Bélgica, Fran-         mejor uva para el vino más sofisticado o el ta-
cia, Alemania, países nórdicos, EE. UU., Reino          baco de alta calidad que dará lugar a los más
Unido, etc., muchas veces desde hace siglos. Y          finos cigarros (Dourojeanni 2018c). La madera
el aceptable o buen estado productivo de los            amazónica, cuando escapa al desprecio, des-
bosques de esos países, demuestra su buen fun-          perdicio y maltrato que se le da en la región,
cionamiento y que la convivencia entre pro-             se transforma en muchos de los productos más
ducción y conservación, aunque parece difícil,          apreciados, caros y valiosos del mundo (FAO
es posible. El sector privado, cuando explota           2015). Se debe producirla con esmero y cobrar
bosques públicos, se libera de todos los costos         el alto precio que realmente tiene, para abas-
y problemas que acarrea ser responsable del             tecer la gran demanda de madera certificada
manejo. Por ejemplo, disponer de profesionales          crecientemente insatisfecha. Apenas se logre
especializados en manejo, realizar gastos de            hacer y promover la decisión de conducir la ex-
                                                        plotación maderera a ese escalón de calidad, se
guardianía para evitar invasiones, tener costo-
                                                        puede rentabilizar el manejo forestal producti-
sas certificaciones o soportar las supervisiones        vo sin perjuicio para los servicios ambientales.
periódicas y multas por parte de reparticiones          Pero eso requiere incluir medidas ad hoc en la
del gobierno. Tan solo, cuándo entra al bosque          política forestal.
para retirar la madera que ha comprado, debe
cumplir las exigencias propias de la extracción         La política forestal debe fijar prioridades y
-por ejemplo, extracción de bajo impacto- esta-         escalas
blecidas en la licitación o concurso respectivo           Factores limitantes como el dominio de la
(Dourojeanni 2018c).                                    informalidad y la corrupción están estrecha-

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mente ligadas a la ineficiencia del Estado, lle-     que es una extensión apreciable para una po-
gando a ponerse por encima de la legislación         blación de unas 350,000 personas. No toda
existente. Esta situación es en gran parte oca-      esa tierra tiene vocación para la producción
sionada por la vastedad y complejidad del pa-        fores­tal pero no deja de ser significativa. Más
trimonio forestal peruano. Por eso, la política      importante aún es saber que la explotación fo­
debe incluir la concentración de los esfuerzos       restal es una de las pocas y mejores opciones
del sector público forestal para imponerla en        de desarrollo económico que ellas disponen.
los aspectos prioritarios, especialmente donde       Dos ventajas importantes existen para el mane-
tiene capacidad de hacerlo realmente, en espa-       jo forestal de esos bosques: los indígenas son
cios que pueden ser atendidos con los medios         dueños de esas tierras y por lo tanto las defien-
disponibles, evitando la enorme dilución actu-       den contra invasores y explotadores de todo
al. En la actualidad, todos los elementos de la      tipo y; asimismo, tienen todo interés en mane-
política forestal pretenden ser atendidos por        jar sustentablemente el bosque, ya que ese es
igual urgencia en todo el territorio nacional,       su patrimonio de hoy y siempre. Esas condi-
sin definición de zonas prioritarias ni de etapas    ciones no se dan, por ejemplo, en las conce-
progresivas en que, logrado el buen control de       siones. En éstas, las invasiones son bienvenidas
un aspecto y área, se amplía la acción a otros       cuando acontecen después de que fue extraída
temas y a otras áreas.                               la madera liberando a los concesionarios de la
   Así, en lugar de pretender atender 9.4 mi­        obligación del manejo.
llones de hectáreas que están actualmente               La política forestal debe, pues, necesaria-
concedidas a cerca de 2000 empresas, sin men-        mente dedicar un capítulo a diseñar una es-
cionar otras modalidades de extracción, como
                                                     trategia prioritaria para que los indígenas
3 a 4000 permisos y autorizaciones (SERFOR
                                                     puedan manejar sosteniblemente sus recursos
2017b), la nueva política debe limitar la super-
                                                     forestales, lo que implica un fuerte componen-
ficie bajo manejo productivo, indispensable
                                                     te de asistencia técnica, económica, organizati-
para mantener una industria forestal basada
                                                     va y, especialmente, financiera. Esto es urgente
en los nuevos principios, debiendo pasar gra­
dualmente a trabajar con madera proveniente          pues, como es bien conocido, gran parte de la
de plantaciones o de vegetación secundaria           extracción en esas comunidades, que es signifi­
manejada. Eso puede ser una fracción de lo           cativa a nivel nacional, es ilegal y practicada
que actualmente el gobierno se esfuerza estéril­     por madereros inescrupulosos o, por falta de
mente en controlar. Lo que quede en reserva,         opciones, por los propios nativos (Malleux
debe ser manejado para servicios ambienta­           2010).
les por los que el Estado debe recibir un pago       La importancia de la forestación y la refor-
a través de los mecanismos asociados a los           estación
acuer­dos sobre cambio climático.
                                                        Es curioso constatar que la política fores­
Manejo forestal en tierras indígenas y comu-         tal vigente no cita el tema de la forestación y
nidades campesinas                                   refores­tación y que, pese a su evidente trans­
   El Estado ha descuidado mucho el tema de          cendencia, no establece ningún lineamiento
la regularización de las tierras para los nativos    político que fomente la silvicultura. La ley,
amazónicos. A pesar de eso, habida cuenta del        como está demostrado (Dourojeanni 2013a)
activismo político indígena, se puede partir         tampoco toca el asunto seriamente, al no brin-
del supuesto que los indígenas en la práctica        dar ningún incentivo concreto. Sin embargo, el
ya tienen o tendrán control sobre la totalidad       gobierno pretende que existe más de un millón
de sus tierras, que sumarían 32 millones de          de hectáreas reforestadas, lo que es poco proba­
hectáreas, de las que 22.6 millones ya habrían       ble (SERFOR 2017b). Aun así, no le dedica una
sido reconocidas y tituladas (RAISG 2019), lo        línea siquiera en la política nacional.

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  Los bosques naturales son esenciales para              cionados al manejo de cuencas hidrográficas,
mantener servicios ambientales, pero los                 la coor­dinación intersectorial debe resolver lo
bosques cultivados son o deben ser la base de            que se hace en cada situación (Dourojeanni
la producción forestal industrial. Pinos y eu-           2018c).
caliptos no se siembran, en general, para me-              La política forestal también debe dedicar un
jorar el ambiente, pero si para producir madera          espacio a discutir como promover el manejo
o resinas que alimentan industrias mecánicas             de los bosques secundarios que, en general,
o químicas. No hay gran diferencia entre plan-           ocupan tierras que han sido de uso agropec-
tar eucaliptos y plantar cacao, café o palma             uario pero que, como está demostrado, pueden
aceitera (Dourojeanni 2018c). Pero la política           contribuir mucho a la economía y a brindar
también debe desarrollar incentivos para la re-          empleos rurales, inclusive para los madere-
forestación con otras especies nativas amazóni-          ros informales que sean desplazados de la tala
cas de mayor valor maderable, como ya viene              selectiva. Los bosques secundarios intensiva-
ocurriendo, a pesar de la desidia gubernamen-            mente manejados para la producción de made-
tal.                                                     ra deben ser considerados como una modali-
   El tema de la silvicultura es perfectamente           dad de silvicultura.
coherente con las responsabilidades de cual-             Enfrentar la informalidad
quier ministerio de agricultura y no por eso
dejaría de pertenecer al sector forestal. La fo­            Un tema central que debe ser considerado en
restación y reforestación merecen tener en la            la política es el diseño de alternativas a la in-
administración pública una institución propia            formalidad forestal representada por los miles
y especializada, con rango elevado, similar al           de madereros pobres que salen en su mayoría
que se otorga a la agricultura o a la ganadería,         de las comunidades ribereñas o de los ba­
a las que es en todo comparable. Potencial-              rrios miserables de las ciudades amazónicas.
mente, la silvicultura tiene tantas o más posib-         Ellos son la punta de lanza del descremado
ilidades de expansión que esas dos actividades           en bosques de comunidades nativas, de áreas
juntas, especialmente ocupando las tierras               naturales protegidas o de cualquier lugar. Esos
deforestadas abandonadas o subutilizadas y,              madereros sin opciones proveen materia prima
para promoverla, existen numerosas propues-              barata pero ilegal, alimentando la cadena pro-
tas que nunca han sido realmente implantadas             ductiva corrupta que culmina en las empresas
(Guariguata et al. 2017). Para desarrollar la re-        y en el comercio maderero. Indirectamente,
forestación en gran escala también se necesi-            son una de las causas de la falta de manejo en
ta mucha dedicación para la creación de una              las concesiones y fuera de ellas. Las alternativas
estrategia de incentivos económicos propia,              de solución a esta problemática pueden incluir
como se ha hecho para lanzar los programas               agruparlos en cooperativas, para lo que necesi-
silvícolas de Chile y Brasil, cuyos PBI fore-            tan asesoría técnica y créditos o, dificultarles
stales son muy importantes gracias a la refor-           tanto el ser informales para que se vean obli­
estación y no a la explotación de sus bosques            gados a trabajar en concesiones formales o a
naturales.                                               cambiar de actividad, entrado a actividades de
                                                         reforestación o en la industria. Con estímulos
  Existe un área gris entre la reforestación para        adecuados es seguro que aceptarían ser forma­
producción y la reforestación para restauración          lizados.
de ecosistemas degradados. En la primera, el
objetivo económico directo -producción de                Transformar las promesas del pago por ser-
madera- es subsidiario al objetivo de conser-            vicios ambientales en realidad
var el suelo o de garantizar el abastecimiento             La política forestal debe abordar frontal-
de agua a centros urbanos o áreas agrícolas.             mente el tema del pago por los servicios am-
En esos casos, es decir en los que están rela-           bientales a aquellos que los producen, conser-

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vando o manejando bien el recurso forestal,               Pero los bosques que técnicamente son de
desarrollando opciones para que se torne re-           vocación protectora o de protección -el térmi-
alidad (MINAM 2014). Como bien se sabe, el             no incluye toda la vegetación natural- no se res­
problema es que esos servicios para los perua-         tringen a los que cubren las fuertes pendientes
nos y para la humanidad, a pesar de las inter-         andinas. En realidad, la función protectora del
minables discusiones internas e internaciona-          bosque y de la vegetación natural se extiende
les, no han culminado en pagar efectivamente           asimismo a las riberas de ríos, lagos y lagunas;
a los que cuidan del bosque. Ocurre que, a             a las nacientes de agua, al tope de las montañas,
pesar de los esfuerzos de la corriente conoci-         a la que cubre y fija las dunas, etc. Sin la vege­
da como economía ecológica, los aportes de             tación protectora en la borda de los ríos estos
los servicios ambientales no han penetrado             reciben muchos sedimentos, salen del cauce y
en las mediciones y cálculos de la economía            destruyen cultivos y viviendas, la calidad del
convencional. Es decir, que las promesas de            agua que conducen se deteriora y, por ejemplo,
retribución concreta, en dólares contantes y           en el caso de las dunas, éstas avanzan sobre los
sonantes, por conservar bosques para frenar el         pueblos y la agricultura (Dourojeanni 2017).
cambio climático o para proveer agua limpia y
regular a las ciudades, no se han materializado           Es verdad que parte de los bosques con vo-
(Dourojeanni 2018c). Este es un tema, como             cación protectora ocurren, en mayor o menor
tantos otros en la política forestal, que debe ser     proporción, dentro de la mayoría de las áreas
acordado con otros sectores. Buenos avances            naturales protegidas, tales como parques, san-
han sido la creación del Programa Nacional de          tuarios y reservas nacionales o comunales y
Bosques del MINAM y la reciente aprobación             en algunas otras áreas naturales protegidas
de la Ley N° 30754, Ley Marco sobre Cambio             regionales o particulares. Quizás cubran has-
Climático, aunque esta no exhibe muchas he­            ta un 20% de lo que debería ser protegido en
rramientas prácticas para ser aplicada.                la Selva bajo el criterio técnico de bosques de
                                                       protección (Dourojeanni 2018b). El resto, o sea
La cuestión de los bosques de protección o             la mayor parte de esos bosques, está dentro de
protectores                                            tierras públicas no formalmente otorgadas y en
  Los estudios disponibles sobre la capacidad          gran parte dentro de tierras de comunidades
de uso mayor de los suelos del Perú son anti-          campesinas y nativas y, obviamente, también
guos e indican, a grosso modo, que el 25% de           en propiedades privadas, grandes o pequeñas.
los suelos de la Selva deberían ser conservados        Aunque existen extensas áreas de bosques que
o protegidos (Muro 1959, Zamora 1971). Una             pueden identificarse como zonas de protección
nueva zonificación está en curso (SERFOR               o declararse oficialmente como “bosques de
2016). Aunque la cifra disponible es discutible,       protección” (SERNANP) o “bosques protec-
es evidente que la mayor parte de los bosques          tores” (SERFOR), lo cierto es que los suelos
naturales de la Selva Alta y muchos de los que         que técnicamente requieren de protección es-
están en Costa y Sierra, en los flancos de las cor-    tán entreverados con otros y, a una escala ma­
dilleras, no deben ser eliminados pues se en-          yor, superpuestos con otros, tanto en el paisaje
cuentran en pendientes muy fuertes, altamente          como en propiedades agropecuarias, inclusive
erosionables y porque captan y acumulan agua.          muy pequeñas. También están superpuestos y
Mantenerlos no solo permite evitar desastres           entreverados con suelos y bosques de aptitud
naturales que afectan vidas e infraestructuras,        para la producción forestal. Es decir que esos
sino que garantiza el abastecimiento de agua de        bosques están en todas partes, mezclados con
calidad para las ciudades y la agricultura de los      otros tipos. Por ese motivo, es simplemente
valles, mantiene estable el caudal y el cauce de       imposible cuidar esos bosques en forma indi-
los ríos y alberga gran parte de la biodiversi-        vidualizada, por lo que, en casi todos los países
dad y del potencial turístico del país (McClain        del mundo, ese tipo de vegetación protectora
y Llerena 1998).                                       es protegido por el simple efecto de una ley.

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Las declaraciones específicas son excepcional­           y requerimientos profesionales diferentes, que
mente usadas para grandes espacios y, en ese             no tiene sentido alguno colocar su gestión den-
caso, se les reconoce como una categoría de              tro de una administración forestal. No debe
área protegida, con otro nombre.                         olvidarse que gran parte de la fauna peruana,
  Prueba evidente de la confusión vigente en-            inclusive algunos de sus representantes más fa-
tre el uso técnico y el uso legal de las denomi­         mosos y valiosos, como vicuña y aves guaneras,
naciones bosque de protección o protector es             no habitan ecosistemas forestales. La fauna sil-
que, a pesar de la importancia de cuidar esos            vestre merece tener su propia gestión, como en
bosques, los bosques oficiales de protección             la mayor parte de los países del mundo.
-que requieren de un complejo ritual indivi­               Un asunto extremamente importante es dis-
dual de creación (SERNANP)- y los protec-                cutir la validación actual de la llamada clasifi-
tores, que también se crean individualmente              cación de tierras por capacidad de uso mayor.
(SERFOR) apenas abarcan 570,000 ha, es decir             Ésta, en opinión del autor, ya cumplió su rol
poco más del 0.8% de lo que realmente debería            y es tiempo de considerar su sustitución por
estar muy bien cuidado en la Selva y quizá ape-          reglas más simples y fácilmente aplicables.
nas el 0.4% de lo que debería estar protegido en         Las tierras tienen, obviamente, una aptitud
todo el territorio nacional.                             natural para cada tipo de uso. Aprovechar esa
   Decidir cuál es el pendiente límite (en gene­         aptitud natural, en principio, ahorra esfuerzo
ral por encima de 45º) o el ancho del bosque             y costos para usarlas y evita que sean degra-
ribereño a ser protegido (que depende del cau-           dadas. Pero eso vale para grandes unidades
dal) es un tema técnico, variable con una serie          geográficas, y no para la ocupación de la tierra
de situaciones, que debe ser reflejado en la ley.        por la agricultura formal e informal. En efec-
Pero, las normas deben ser claras y muy sim-             to, la Amazonía, especialmente en las tierras
ples de aplicar y verificar. La responsabilidad          bajas, la superposición entre capacidades de
de proteger estos espacios debe ser de cada ciu­         uso agrope­cuario y forestal es muy elevada y
dadano y de cada propietario, y debe ser rea­            puede variar en pocos metros, debiéndose apli-
lizada por las autoridades agrarias, forestales          car un promedio que no siempre es adecuado.
y ambientales, asimismo por el Ministerio Pú-            Además, detectar eso requiere estudios detalla-
blico y la policía que cuida del ambiente, pues          dos que están fuera de la viabilidad económi-
no proteger estos bosques implica perjuicios             ca. Sin embargo, la principal razón para no
graves para toda la sociedad. La falta de respe-         seguir usando ese método es que los avances
to a esa legislación debe implicar la imposibi­          tecnológicos agropecuarios han eliminado la
lidad de acceso a préstamos agrarios, la com-            calidad del suelo como factor limitante, sien-
pra y venta o alquiler de propiedades rurales,           do este ahora determinado por la economía,
además de multas y la obligación de recuperar            asociada a la disponibilidad de infraestructura
o compensar los bosques protectores que fue­             de transporte (EMBRAPA 2006). Lo que no se
ran destruidos.                                          podía cultivar rentablemente veinte o treinta
Otras consideraciones por desarrollar en la              años atrás, ahora es perfectamente posible.
política forestal                                          Finalmente, si se acepta que la principal
   Lo anterior es apenas la mención de temas             función del bosque natural remanente es
centrales, cruciales, pero hay muchos más que            proveer servicios ambientales y no madera, re-
deben ser discutidos en una política forestal y          sulta obvio que las agencias encargadas de su
en la ley que se desprenda de ella. Como por             gestión deben depender del Ministerio del Am-
ejemplo el tema de la fauna silvestre que, en            biente. En la actualidad, por lo contrario, esa
opinión de este autor, no debe ser incluida en la        responsabilidad está dividida y tironeada entre
política forestal. La conservación y manejo de           tres sectores (Agricultura, Ambiente y la Presi­
la fauna silvestre es un tema obviamente aso-            dencia del Consejo de Ministros) además de
ciado al bosque, pero con tantas peculiaridades          las regiones. Eso ocurre a pesar de que ninguna

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de las agencias o reparticiones de ese conjunto       temprano que tarde será deforestado y usado
tiene capacidad institucional para ser efectivas.     para fines agropecuarios o; por lo contrario,
Habida cuenta que las tres partes nacionales          se adopta una política de defensa del bosque
son esencialmente técnico-normativas o, por           natural basada en la procura de un verdade-
lo contrario, supervisoras o controladoras, no        ro manejo “sostenible”, del que tanto se habla
existe motivo alguno para no unirlas en una           y por el cual se hace tan poco. Lo que no es
sola, más aún si se acaba con el sistema de con-      lógico es continuar con la hipocresía de hace
cesiones, que es el foco de la corrupción en el       creer que la actual política forestal sirve para
sector (Dourojeanni 2018a, 2018c). En térmi-          mantener el patrimonio forestal cuando todas
nos de ejecución, la única responsabilidad que        las evidencias indican que contribuye a su des­
en gran medida es nacional es la investigación        trucción.
y su extensión o difusión. La ejecución de la
política forestal debe recaer esencialmente en
las administraciones forestales regionales, con       Bibliografía
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Conclusión                                            ment. ERSA conference papers ersa14p569,
   Ningún pronóstico sobre el futuro de los           European Regional Science Association. Con-
bosques naturales, especialmente los trop-            sultado 20 abr 2019. Disponible en https://
icales, es animador. Desde hace décadas               ideas.repec.org/p/wiw/wiwrsa/ersa14p569.
muchos investigadores consideraron que el             html
manejo sostenible del bosque tropical es ape-         Arce, JM; Dourojeanni, M. 1990. Análisis críti-
nas una utopía (Gómez-Pompa et al. 1972).             co sobre el cumplimiento de la Ley Forestal y
Para Blaser y Gregersen (2013), entre otros, no       de Fauna Silvestre. Revista Forestal del Perú
hay posibilidad de evitar que los bosques pri-        17(2):03-20.
marios tropicales se reduzcan a una mínima
expresión o desparezcan en el transcurso de           Blaser, J; Gregersen, H. 2013. Forests in the next
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con especies nativas u exóticas- y del cambio         klimawandel/223023-forests-next-300-years_
climático. Auguran que continuarán existien-          EN.pdf
do bosques, quizá con mayor extensión que en          Brack, A. 2010. Para el 2021 esperamos reducir
la actualidad, pero que serán muy diferentes,         a cero la deforestación en la Amazonía y cos-
es decir que casi todos serán provenientes de         ta norte. Actualidad Ambiental, SPDA. Lima.
la reforestación, por lo tanto artificiales o cul-    Consultado 20 abr 2019. Disponible en http://
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  Es posible que los pesimistas tengan razón,         Brown, S; Zarin, D. 2013. What Does Zero
como las tendencias parecen probar, pero ese          Deforestation Mean? Environmental Science.
no es motivo para diseñar una política fo­            Science 342:805-807. Consultado 20 abr 2019.
restal que contribuya a aumentar la velocidad         Disponible en https://www.researchgate.net/
del proceso de deforestación y desperdicio de         publication/258529149_What_Does_Zero_
los bosques naturales. A este punto, una vez
                                                      Deforestation_Mean
más, se debe tomar una decisión: se acata lo
que parece inexorable y, en ese caso, salvo de-       Carton, C; Chavez, A. 2018. Porcón. Medio
fender las áreas naturales protegidas, se acepta      Siglo de Forestación en los Andes de Caja-
que todo el resto de los bosques pueden ser           marca. Virrey, Lima. Consultado 20 abr 2019.
explotado sin cuidado, ya que se sabe que más         Disponible en https://rcrperu.com/porcon-

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