SOBREPESO Y OBESIDAD, RELACIÓN CON LA - FRECUENCIA DE COMIDAS
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SOBREPESO Y OBESIDAD, RELACIÓN CON LA FRECUENCIA DE COMIDAS TRABAJO FINAL DE INVESTIGACION 31 de Mayo del 2011 I.U.C.S. Fundación Héctor A. Barceló Autores: Andrea Paola Alegre Daniela Agustina Centurión María Trinidad Larzabal Julieta Yanina Schafer Profesores Asesores Bqco. Víctor Hugo Fernández Lic. Norma Isabel Guezikaraian
AGRADECIMIENTOS Este trabajo final de investigación es una parte de nuestras vidas y comienzo de otras etapas por esto y más, la dedicamos directa o indirectamente, a las personas que participaron leyendo, opinando, corrigiendo, teniéndonos paciencia, dándonos ánimos, acompañándonos en los momentos de crisis y en los momentos de felicidad. Agradecemos al Profesor Bqco. Víctor Fernández y a la Profesora Lic. Norma Guezikaraian por haber confiado en nosotras, por la paciencia y por la dirección de este trabajo, por sus comentarios en todo el proceso de elaboración de este trabajo y sus atinadas correcciones. Gracias también a nuestros queridos compañeros y amigos, que nos apoyaron y nos permitieron entrar en sus vidas durante estos casi cinco años de convivir dentro y fuera de la facultad. A nuestras familias que nos acompañaron de forma incondicional. Gracias a todos.
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer ÍNDICE Resumen-Abstract.…………………………………………………………………...…..1 Introducción……………………………………………………………….…..……..…....4 Marco teórico……………………………………………………….……..……..….…….6 Justificación……………………………………………………………….………..........28 Objetivos……………………………………………………………………..…..……….30 Diseño Metodológico……………………………………………………….…..……….31 Recursos………………………………………………………………………..……...…35 Resultados………………………………………………………………………………..36 Conclusión……………………………………………………………………..…………46 Discusión y/o comentarios………………………………………………...……………47 Referencias bibliográficas…………..………………………………….…..……..........48 Anexos…………………………………………………………………..…….………….54
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Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer I. RESUMEN Y PALABRAS CLAVES Estudios han demostrado que realizar entre cuatro y cinco comidas al día contribuye a una menor prevalencia de sobrepeso y obesidad. Debido a la vulnerabilidad nutricional de los estudiantes universitarios cuya alimentación se caracteriza, entre otras cosas, en saltearse frecuentemente comidas se hace necesario trabajar con esta población. Objetivo General: Establecer la relación que existe entre la frecuencia de comidas y el sobrepeso y obesidad en los alumnos del I.U.C.S. Fundación H. A. Barceló de la ciudad de Santo Tomé, Corrientes. Se realizó un estudio correlacional, descriptivo, de corte transversal. Muestra: Alumnos que se encontraban en la institución durante períodos interclases, los cinco días de la semana, en horarios de mañana y tarde, todo el mes de noviembre de 2010. Para realizar el estudio se tomó como muestra a 249 alumnos del I.U.C.S. (N=1480 alumnos). Método: Se realizó una encuesta que consistió en datos generales como por ejemplo edad y sexo y además se incluyeron aquí las variables para captación de datos antropométricos del alumno (peso y talla) para utilizar como indicador del estado nutricional el IMC y por otra parte, se recabaron datos sobre el número de comidas al día y su distribución según horarios. El tratamiento estadístico utilizado para la correlación de datos fue la prueba de correlación de Spearman (r) (Correlación negativa) y el tratamiento estadístico descriptivo. Resultados: La correlación entre ambas variables X (frecuencia de comidas) e Y (IMC) fue negativa, es decir que ambas se modificaban en sentido distinto; cuando una aumenta la otra disminuye. Por lo tanto podemos afirmar que la variable frecuencia de comidas explicó en un 11,8267% la variable el IMC en el grupo de los hombres, mientras que en el grupo de mujeres la correlación entre ambas variables X (la frecuencia de comidas) e Y (el IMC), frecuencia de comidas explicó en un 9,6% el IMC. 1
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer Conclusión: Se concluye que existe correlación negativa entre la frecuencia de comidas y el IMC. Por lo tanto a menor frecuencia de comidas diarias mayor tendencia al sobrepeso y obesidad. Palabras claves: Frecuencia de comidas, IMC, Sobrepeso y obesidad. 2
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer ABSTRACT Studies have shown that having four to five meals a day contributes to a lower prevalence of overweight and obesity. Due to the nutritional vulnerability of the university students hose diet are characterized, among other things by the habit of skipping meals, it is necessary to work on this population. General objectives: To establish the relationship between meal frequency and overweight and obesity among I.U.C.S. Fundación H.A. Barceló’s students in the city of Santo Tomé, Corrientes. A study was conducted in a cross-sectional, descriptive correlation. Samples: students, who were at the institution during interclass periods, mornings and afternoons five days a week, the entire month of November, 2010. For the study a sample was taken from I.U.C.S. to 249 students (N=1480 students). Method: A survey was carried on so as to collect general data such as age and sex, including variables to gather students’s anthropometric data (eight and height) to use them as indicators of nutricional status and BMI. Besides, information as regards the number of the students’ meals per day and their distribution according to schedules was collected. The statical treatment used for the correlation of data was the Spearman’s correlation (negative correlation) and the descriptive statistical treatment. Results: The correlation between two variables X and Y, being X the meal frequency and Y the BMI, was negative; meaning that both variables were modified in a different way, while one increases the other decreases. We can therefore say that the variable meal frequency explained in a 11.8267% the BMI in the group of men, while in the women´s group the correlation between both variables X (meal frequency) and Y (BMI), explained meal frequency in a 9,6% in BMI. Conclusion: We conclude that there is a negative correlation between meal frequency and BMI. So, the lower the frequency of daily meals is, the higher the tendency to overweight and obesity will be. Keywords: Meal frequency, BMI, Overweight and Obesity. 3
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer II. INTRODUCCIÓN Los hábitos alimentarios han sido siempre un referente sociocultural de los distintos pueblos, pero la evidencia científica generada durante los últimos años relacionando la dieta y el estado de salud han sido determinantes para que los hábitos alimentarios de una población se consideren en la actualidad un indicador tanto social como sanitario. (1, 2) Las encuestas nutricionales, como la tendencia de consumo de alimentos, constituyen un método directo de valoración nutricional, ponen de manifiesto la conducta alimentaria del individuo, generan información acerca de la ingesta alimentaria de una población y son especialmente útiles para estudios epidemiológicos. (3) Una alimentación correcta es muy importante en la prevención y tratamiento de diversas enfermedades, en la mejora del rendimiento, bienestar, calidad de vida y en el control de peso. Por ello su estudio como primer paso para introducir medidas correctoras, se convierte en un tema de interés prioritario. (4) Los estados mórbidos se pueden producir por un déficit del consumo de nutrientes, de algunos en particular o de todos en general, o por el consumo en exceso, en particular exceso de calorías. Dentro del primer grupo nos encontramos con entidades frecuentes en nuestro medio como son las anemias carenciales, el marasmo y el kwashiorkor, en el segundo grupo se encuentra el estado mórbido más frecuente del mundo occidental que es la obesidad, con tendencia según diferentes autores, en transformarse en la pandemia del nuevo siglo.(5) La obesidad y el sobrepeso son temas que preocupan en la salud pública por sus efectos negativos sobre los factores de riesgo de enfermedades crónicas, la morbilidad por los cuadros crónicos los resultados genésicos y la mortalidad. (6) Diversas investigaciones científicas 1 realizadas en diferentes grupos de población (niños, adolescentes y adultos) han evaluado la relación entre la frecuencia de las comidas y el grado de sobrepeso y obesidad. Dichos estudios han demostrado 1 Ver en Evidencia científica. Pág.: 22. 4
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer que realizar entre cuatro y cinco comidas al día contribuye a una menor prevalencia de sobrepeso y obesidad. (6) 5
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer III. MARCO TEÓRICO La carga mundial de enfermedades crónicas La dieta y la nutrición son muy importantes para promover y mantener la buena salud a lo largo de toda la vida. Está bien establecida su función como factores determinantes de enfermedades no transmisibles crónicas, y eso los convierte en componentes fundamentales de las actividades de prevención las enfermedades crónicas representa un avance importante de las ideas favorables a una política sanitaria integrada. A veces las enfermedades crónicas son consideradas transmisibles a nivel de los factores de riesgo (7). Los hábitos alimentarios y el nivel de actividad física modernos son comportamientos de riesgo que se difunden por los países y pasan de una población a otra como una enfermedad infecciosa, con incidencia en los perfiles de morbilidad a nivel mundial (8). Mientras que la edad, el sexo y la vulnerabilidad genética son elementos no modificables, gran parte de los riesgos asociados a la edad y el sexo pueden ser aminorados (8). Tales riesgos incluyen factores conductuales (régimen alimentario, inactividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol), factores biológicos (dislipidemia, hipertensión, sobrepeso e hiperinsulinemia) y, por último, factores sociales, que abarcan una compleja combinación de parámetros socioeconómicos, culturales y otros elementos del entorno que interactúan entre sí. (16) Sobrepeso y obesidad La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. (9, 10) El sobrepeso y la obesidad son el resultado de una compleja interacción entre los genes y el ambiente, que se caracteriza por un desequilibrio de energía debido a un estilo de vida sedentario, un consumo de excesivo de energía o ambos. (11) La obesidad es un problema de salud pública debido a que afecta a un gran porcentaje de la población y, a la vez, condiciona un aumento de la morbilidad y la 6
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer mortalidad de los individuos que la padecen por su asociación con enfermedades que afectan a la mayoría de los sistemas del organismo y se ha demostrado que la obesidad grave se relaciona claramente con un acortamiento de la esperanza de vida (12, 13). Su etiología es multifactorial, sus manifestaciones clínicas muy heterogéneas y su tratamiento, al igual que el de sus complicaciones, debe realizarse de forma muy individualizada. (7) En la población se asocia con un aumento de la morbilidad y una disminución de la esperanza de vida. (11) La obesidad es una de las razones que con mayor frecuencia llevan a los adolescentes a la consulta del médico-nutricionista. Casi todos los casos se deben a que el paciente come más de lo que necesita. (7) En 1983 el National center for health statistics (NCHS) diferenció entre sobrepeso y obesidad, aclarando que el primero se refiere a un exceso de peso para la talla, debido a un incremento de masa muscular mientras q obesidad es un aumento de masa o tejido graso con respecto a la masa magra.(14) La reducción de la ingesta calórica con una dieta bien equilibrada y un aumento de la actividad física pueden ser útiles. Es necesario estimular el cambio de los hábitos dietéticos, manteniendo un apoyo psicológico continuado. (15) El índice de masa corporal (IMC) es una medida de asociación entre el peso y la talla de un individuo (el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros); fue ideado por el estadístico belga L. A. J. Quetelet, por lo que también se conoce como índice de Quetelet. Es una indicación simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos, tanto a nivel individual como poblacional. (9) El IMC constituye la medida poblacional más útil del sobrepeso y la obesidad, pues la forma de calcularlo no varía en función del sexo ni de la edad en la población adulta. No obstante, debe considerarse como una guía aproximativa, pues puede no corresponder al mismo grado de gordura en diferentes individuos. (15) La obesidad representa un extremo de una curva de distribución de la grasa corporal sin un punto de corte fisiológico definido. A efectos prácticos, basta la 7
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer simple inspección: si una persona parece gorda, la persona está gorda. Para una medida más cuantitativa de la obesidad, se emplea el índice de masa corporal (IMC) (15) La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como un IMC igual o superior a 30. Estos umbrales sirven de referencia para las evaluaciones individuales, pero hay pruebas de que el riesgo de enfermedades crónicas en la población aumenta progresivamente a partir de un IMC de 21. (9) Índice de masa corporal o índice de quetelet DENOMINACIÓN IMC CLASIFICACIÓN S/OMS HABITUAL Bajo peso Delgadez 40 Sobrepeso Grado III Obesidad mórbida Fuente: Torresani-Somoza. Lineamientos del cuidado nutricional. Capitulo 5, Sobrepeso, obesidad y manejo de conductas alimentarias. BMI o Índice de Quetelet. Las tasas de mortalidad aumentan a medida que lo hacen los grados de exceso de peso medidos en función del IMC. A medida que aumenta el IMC, también lo hace la proporción de personas con una o más afecciones asociadas. (16) Fisiopatología Cuando un individuo se encuentra en balance energético o graso positivo, se acumulan lípidos en el tejido adiposo, aumenta el tamaño de los adipositos, es decir, se produce su hipertrofia. En el momento que los adipositos han alcanzado 8
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer su tamaño máximo, se forman nuevos adipositos a partir de los pre adipositos o células adiposas precursoras, estableciéndose una hiperplasia. El paciente muy obeso que desarrolla una hiperplasia adiposa y empieza a adelgazar con una dieta, reducirá el tamaño pero no el número de adipositos. La diferenciación de las células adiposas es influida en parte por la lipoproteinlipasa (LPL). La actividad de esta enzima se encuentra aumentada en la obesidad, aunque se desconoce si dicho aumento es causa o consecuencia de aquélla. (7) Según la distribución regional de la grasa acumulada es posible clasificar las obesidades en androides y ginoides. (7) La obesidad androide, también denominada abdominal, es más frecuente en los varones y se acompaña de una mayor morbilidad y mortalidad de origen cardiovascular. Se caracteriza por la acumulación de grasa por encima de la cintura, sobre todo en la zona abdominal. Las células adiposas de esta región son más sensibles a la insulina y las catecolaminas. La obesidad abdominal entraña un alto riesgo de padecer hipertensión arterial (HTA), enfermedades cardiovasculares, colelitiasis, hiperinsulinismo y diabetes mellitus y se asocia de manera especial a una mayor mortalidad en general. (7) La obesidad ginoide la presentan con mayor frecuencia las mujeres. Se caracteriza por la acumulación de grasa en la mitad inferior del cuerpo, especialmente en el bajo vientre, caderas y muslos. La hipertrofia del tejido adiposo es más frecuente en la obesidad androide. Por el contrario, la hiperplasia es más común en la obesidad ginoide. Las diferencias metabólicas encontradas en los adipositos de estas dos formas de obesidad pueden explicarse por las concentraciones de glucocorticoides, testosterona y estrógenos. El paciente con obesidad perivisceral identificada mediante TC o RM tiene un mayor riesgo de presentar metabolopatías. (7) Causas de la obesidad y el sobrepeso La causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso es un desequilibrio entre el ingreso y el gasto de calorías. El aumento mundial del sobrepeso y la obesidad es atribuible a varios factores, entre los que se encuentran: 9
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer La modificación mundial de la dieta, con una tendencia al aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes.(6,17) Factor importante es saltarse comidas, las células grasas entran en alerta de sobrevivencia cuando pasa la hora de una de las comidas principales. Inmediatamente se activan las enzimas lipogénicas, por lo tanto en la próxima comida que se realice, todas las calorías que se ingieran van a ser almacenadas en forma de grasa. (18) La tendencia a la disminución de la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchos trabajos, a los cambios en los medios de transporte y a la creciente urbanización.(6,17) El control del sobrepeso y la obesidad exige cambios permanentes en el estilo de vida, mediante la adquisición de conductas saludables que permitan corregir la ingesta excesiva y puntual de alimentos, además de eliminar el sedentarismo. (6,17) En las conversaciones informales sobre alimentos y peso se revela que los hombres y mujeres son conscientes de su propio peso, aunque en la actualidad se encuentren por debajo o por arriba de lo habitual. A pesar del elevado nivel de conciencia del peso corporal y el conocimiento del mantenimiento del peso, la cantidad de personas con sobrepeso y obesidad crece a gran velocidad. Hoy en día, la obesidad se considera epidémica. (19) 10
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer Resumen de la solidez de los datos sobre los factores que pueden promover el aumento de peso y la obesidad o proteger contra ellos Evidencia Menor riesgo Sin relación Mayor riesgo Modos de vida sedentarios Actividad física regular Relación Ingesta elevada de alimentos Ingesta elevada de convincente ricos en energía y bajos en PNA (fibra alimentaria) micronutrientes Lactancia materna. Publicidad masiva de alimentos ricos en Entornos escolar y energía y lugares de comida familiar rápida. Ingesta elevada de que favorecen Relación probable refrescos y jugos de frutas una selección de azucarados. Condiciones alimentos saludables socioeconómicas adversas para los niños (en países en desarrollo, especialmente las mujeres) Raciones grandes alta proporción de alimentos Contenido de preparados fuera de casa Alimentos de bajo proteínas (países desarrollados) índice glucémico de la Relación posible Alternancia de periodos de alimentación seguimiento de una dieta estricta y periodos de desinhibición Frecuencia de Datos insuficientes comidas Alcohol Fuente: OMS, Serie de Informes Técnicos 916. DIETA, NUTRICIÓN Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES CRÓNICAS. Informe de una Consulta Mixta de Expertos OMS/FAO Organización Mundial de la Salud Ginebra. Principales enfermedades relacionadas con la obesidad Existen varias enfermedades que derivan o se relacionan con la obesidad. Entre ellas se encuentran la diabetes mellitus tipo 2; la hipertensión arterial; dislipemias (hipertrigliceridemia, el aumento del colesterol LDL y la disminución del colesterol HDL); la cardiopatía isquémica; alteraciones osteoarticulares como la coxofemoral, la femorotibial, de tobillo y columna; insuficiencia venosa en extremidades inferiores; accidentes cerebrovasculares; hiperuricemia y gota; enfermedades digestivas (esteatosis hepática, hernia de hiato y litiasis biliar); apneas del sueño; insuficiencia respiratoria; trastornos psicológicos; afecciones cutáneas; y tumores malignos tales como en colon, recto, próstata, ovarios, endometrio, mama y vesícula biliar.(9,7,15) 11
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer Tratamiento de la obesidad Enfrentamiento multidisciplinario (16) Los principios fundamentales del tratamiento son básicamente los mismos que hace 20 años, considerando en los programas conservadores dieta, modificaciones conductuales y ejercicio. Quizá los cambios fundamentales se basan en considerar a la obesidad como una patología crónica que requiere de tratamiento a largo plazo y su mejor evaluación en cuanto a factores pronósticos y resultados. (16) Se debe efectuar una evaluación clínica completa, que nos permita reconocer los factores causales, la intensidad y evolución del sobrepeso, la presencia de patologías asociadas, el grado de motivación del paciente, las características de distribución de la grasa corporal y la presencia de patologías asociadas, limitantes o no del tratamiento, diagnosticadas y no diagnosticadas previamente. El laboratorio clínico y de evaluación nutricional juega un papel fundamental de apoyo diagnóstico y de seguimiento en la evolución. (16) El enfrentamiento multidisciplinario debe considerar objetivos terapéuticos reales, integrando al criterio médico los contextos psicosocial, económico y cultural del paciente, junto a las metas de peso a perder y el objetivo de mantención a largo plazo. (16) La obesidad y la historia personal del paciente generan actitudes y comportamientos que se pueden considerar comunes o característicos de los pacientes obesos. Es frecuente que el paciente manifieste la necesidad de recurrir a la comida como elemento compensatorio del sentimiento de culpa en relación con la imagen o conducta alimentaria. También a menudo tiene dificultad para manejar la frustración, concomitante con una disminución de la autoestima y distorsión de la imagen corporal. En este sentido, la obesidad es un elemento más que se suma a un todo, por lo que es inadecuado considerar hoy día la baja de peso como único objetivo del tratamiento. (16) Un aspecto importante de la dieta del obeso es la distribución de los nutrimentos. (11) 12
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer En definitiva, cualquier intervención cuyo objetivo sea facilitar la pérdida de peso o prevenir su aumento debe llevar una relación adecuada entre la ingesta y el gasto de energía. (14) Epidemiología El porcentaje estimado de la población que presenta sobrepeso u obesidad depende en gran medida del método usado, de la definición de obesidad y de la edad, el sexo y el tipo de población. (7.1) La prevalencia de sobrepeso u obesidad es superior en los países desarrollados, aunque existen grandes diferencias entre ellos. Considerando el sobrepeso como un exceso ponderal superior al 120% del peso ideal, su prevalencia en los países desarrollados varía del 15 al 40% de la población. Esta prevalencia aumenta considerablemente con la edad (7.1). El nivel socioeconómico influye de forma importante. En algunos países los niveles sociales más desfavorecidos presentan una prevalencia mayor, aunque puede darse la situación inversa en otros países o poblaciones. Cuanto mayor es el desarrollo económico, mayor es la prevalencia de obesidad grave. El 8% de los varones y el 10,8% de las mujeres de EE.UU. presentan obesidad grave (IMC superior a 35). Un estudio de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad realizado en 1997 sobre individuos de 25 a 60 años de edad, estima que el 19,4% de la población española presenta obesidad grado I (IMC entre 27 y 29,99), mientras que el 13,4% de la población presenta un IMC superior a 30. (7.1) Epidemiología en Argentina En Argentina la obesidad es hoy una gran preocupación. Según datos de la OMS, un 40% de la población sufre esta enfermedad, y la definen como epidemia. Cabe destacar que como menciona la OMS (Organización Mundial de la Salud). (20,21) Con información tomada de tres estudios previos realizados en nuestra población y con el empleo de un método que basa sus resultados en probabilidades de comportamiento dinámico, Cardone y colaboradores nos muestran el impacto que tendrá en el futuro, a 20 años, la obesidad en nuestra sociedad, un dato que, 13
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer basado en la "probabilidad clínica", es previsible teniendo en cuenta el desarrollo en otros países, pero que necesitaba ser analizado de la forma que lo hicieron los autores; dicho de otra forma, han contribuido a "jerarquizar" esta patología. Los datos aportados por los autores nos ayudan a comenzar a comprender mejor los alcances de la epidemia de obesidad en la Argentina y resultan de gran utilidad para planificar una estrategia de prevención y tratamiento a nivel nacional. (22) En su trabajo los autores fijan determinadas variables, como son las tasas de natalidad, de mortalidad y de migración, y cuentan además con que no haya intervenciones sanitarias en cuanto a prevención y de esta forma trabajan estadísticamente los datos. Aceptando que las tres primeras variables no se modifiquen, nos queda por pensar que si no hay ningún tipo de intervención sanitaria, de aquí a 20 años tendremos en la Argentina una tasa de prevalencia de obesidad en adultos del 25,9% (22) "Es alarmante el aumento de la incidencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes en los últimos 25 años, llegando en la actualidad a un 20 por ciento", comentó Casalnuovo. (23) En un estudio de prevalencia realizado en el año 2004, en consultas pediátricas, se observó que 20,8% de los niños de 10 a 19 años presentaban sobrepeso y 5,4% obesidad. Un 18,8% de las mujeres y 24,1% de los varones tenían sobrepeso (p 0,02); el porcentaje de obesidad fue significativamente más alto (p
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer corroborado por varios estudios, especialmente en uno llevado a cabo en el Cedars-Sinai Medical Center, en Los Ángeles, California (EE.UU.) (18) Estas investigaciones mostraron que las células femeninas son doblemente más eficientes para almacenar grasa en caderas y muslos, que para eliminarla. Es el estrógeno el que les imparte a las células de grasa las características que dificultan la pérdida de peso. (18) Otras de las razones por las cuales los hombres pierden peso más fácilmente que las mujeres, es porque tienen un 40% más de células musculares. Los músculos poseen un mecanismo llamado mitocondria, que convierte las calorías en calor, energía y agua. Mientras más células musculares tenga el cuerpo, más calorías van a ir hacia el musculo para ser quemadas, y menos llegaran a las células de grasa para ser almacenadas. (18) Las restricciones de las calorías activan a las enzimas lipogénicas, y dejan cesante a las lipolíticas. (18) Después de la restricción de calorías, el enemigo número dos de la reducción de peso es el exceso de calorías. Otro factor importante es saltarse comidas; las células grasas entran en alerta de sobrevivencia cuando pasa la hora de una de las comidas principales. Inmediatamente se activan las enzimas lipogénicas, por lo tanto en la próxima comida que se realice, todas las calorías que se ingieran van a ser almacenadas en forma de grasa. (18) Debra Waterhouse en su libro “Outsmarting the female fat cell” recomienda reducir y multiplicar las comidas diarias. No se trata de comer sin hambre o de saturarse de comida, sino de mantener un constante flujo de calorías, para que las células no tengan oportunidad de entrar en estado de alerta, almacenando grasa. También recomienda que se trate de dividir lo que se come en el día completo en cuatro y no en tres comidas. (18) Frecuencia de las comidas Los hábitos alimentarios constituyen uno de los mayores obstáculos al establecimiento de planes alimentarios óptimos en la mayoría de las personas. 15
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer Los hábitos, buenos, malos o indiferentes, son adquiridos y se fijan por la repetición. (14) El conocimiento no conduce de manera automática a hacer lo correcto, para establecer cambios en la conducta que promueva la salud, se requiere del conocimiento de las conductas deseadas, y las habilidades para practicarlas, la confianza propia para llevarlas a cabo y la intención o el compromiso de hacerlo. (19) Lidia Busmail de la Universidad Nacional de Rosario, Pedro Horacio Gerometta, Carolina Carrara, Leandro José Alberto Galarza, Dra. Vanesa Feyling han destacado que la población universitaria es un grupo especialmente vulnerable desde el punto de vista nutricional, ya que se caracteriza por: saltarse comidas con frecuencia, picar entre horas, tener preferencia por comida rápida y consumir alcohol frecuentemente. El periodo de estudios universitarios suele ser el momento en que los estudiantes asumen por primera vez la responsabilidad de su comida. Por tanto se trata de un periodo de educación crítico para el desarrollo de hábitos dietéticos que tienen mucha importancia en la futura salud. (21) En los últimos años los estudios epidemiológicos sobre la dieta y la salud, incluyendo la obesidad, han cambiado su orientación. Antes se enfocaban hacia un único nutriente, por ejemplo la grasa dietética, mientras que ahora lo hacen hacia la calidad de la dieta total y el patrón dietético. (21) Una alimentación saludable debe ser suficiente, completa, armónica y adecuada. (16) El concepto de alimentación saludable aparece ligado a la recomendación de hacer entre cuatro y cinco comidas diarias, siguiendo un horario regular de comidas. (6) El estado de nutrición puede verse afectado por la presencia de algunos hábitos o situaciones de vida. Entre estas una de las más comunes es omitir comidas. (11) La necesidad de llevar un dieta equilibrada se hace fundamental entre el sector adolescente de población, donde están creciendo notablemente los índices de obesidad. Una de las causas fundamentales de tales índices es la falta de actividad física y la frecuencia de comidas. Así lo demuestra un estudio publicado 16
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer por la revista “Annals of Biology”. En el trabajo titulado “Relación entre actividad física, obesidad y frecuencia de comidas en adolescentes” se indicaba: “aumentar la frecuencia de comidas puede tener un efecto beneficioso en la reducción de la obesidad”.(6) En nuestra sociedad, las principales causas del incremento del sobrepeso y obesidad se localizan básicamente en los malos hábitos alimentarios y en el sedentarismo. (6) Una de las principales razones por las que es importante fraccionar la dieta es porque si se realizan solamente tres comidas o menos, se deja pasar mucho tiempo entre comida y comida. El organismo necesitaría más alimento y por lo tanto el apetito aumenta hasta la hora de la comida siguiente, junto a la ansiedad que se hace mayor, lo que lleva a comer compulsivamente en la comida siguiente; a mayor tiempo entre comida y comida hay, entre otras cosas, unos niveles sanguíneos más bajos de glucosa y por lo tanto más sensación de apetito. (6) Esta forma de comer compulsiva es la menos acertada, ya que se ingieren grandes cantidades de alimento sin notarlo, pues el cerebro no detecta que el organismo se ha saciado hasta pasados al menos 15 minutos desde que se comenzó a comer. En este tiempo se habrá ingerido mucho alimento con la intención de saciar esa hambre que se traía del ayuno. De esta manera, si se fracciona la dieta a lo largo del día se ingiere a la larga menos cantidad de alimento. (25) La misma situación de ayuno provocará que el organismo acumule más cantidad de grasa, ya que el hambre es síntoma de falta de alimento. Para evitar que esta falta vuelva a tener lugar, el cuerpo guardará reservas, y es que el metabolismo se adapta a los nuevos hábitos. Si el organismo no recibe el combustible que necesita de los alimentos lo obtendrá de las reservas, y por ello cuando ingieran alimentos, se almacenará grasa para futuros periodos de necesidad. (25) Por lo tanto si de distribuye la energía ingerida a lo largo del día en cuatro o cinco comidas el metabolismo se mantiene estable y no hay excesos de calorías para almacenar. (26) 17
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer El homo sapiens al igual q otros animales evoluciono en condiciones de ingesta alimentaria restringida en la que la disponibilidad imprevisible intermitente de alimentos y la amenaza de inanición representaban los principales peligros para la sobrevida (27). En consecuencia, se desarrollaron mecanismos que involucran el apetito, el hambre, la sed, la insulina, y el tejido adiposo, incluyendo la absorción gastrointestinal virtualmente total de las calorías y la conservación renal de glucosa y aminoácidos. Todos estos factores proveen a las especies de mecanismos altamente eficaces destinados a la absorción, la conservación y el almacenamiento de energía en forma de triglicéridos en el tejido adiposo.(27) Recién en las últimas generaciones del mundo occidental se cuenta con una disponibilidad ilimitada de calorías, para la mayor parte de los miembros de la población en general. La consecuencia de estas alteraciones sin que se lleven a cabo adaptaciones compensatorias evolutivas, ha sido una marcada tendencia hacia el desarrollo de la adiposidad. (27) Una elevada frecuencia de comidas guarda una relación negativa con el aporte calórico y el aumento de peso, los tipos de alimentos a los que se puede acceder fácilmente entre horas suelen ser ricos en grasas, por lo que un consumo elevado de esos alimentos podría predisponer al aumento de peso. (16) Una correcta distribución de las calorías a lo largo del día ayuda a conseguir el mantenimiento del peso. (16) Los nuevos estilos de vida y la sensación de falta de tiempo, han dado lugar a cambios en el modelo tradicional de distribución de las comidas y han afectado sobre todo al hábito del desayuno con una tendencia a realizar desayunos cada vez más ligeros e incluso a omitirlos. Este problema se agrava si se tiene en cuenta la también continua tendencia a aligerar las cenas, dando lugar a una distribución horaria de las comidas a veces irracional con repercusiones negativas en el estado nutricional y en la salud. (28) Aunque el número de comidas y su contenido energético depende de las costumbres, estilo de vida y condiciones de trabajo de cada persona, en general se recomienda que se realicen más de 3-4 comidas/día y que la mayor parte de los alimentos se consuman en las primeras horas del día, es decir se recomienda 18
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer hacer un buen desayuno y comida y aligerar las cenas. Esta distribución calórica tiene una importante repercusión en el mantenimiento del peso, en la glucemia y en la colesterolemia. (18) La costumbre gastronómica está marcada por tres comidas diarias. El desayuno, el almuerzo y la cena han sido tradicionalmente la principal fuente de ingestión de alimentos. Sin embargo, algunos nutricionistas comienzan a cuestionar esta costumbre y apuestan por añadir dos tentempiés (colaciones) más a la dieta diaria: uno a media mañana y otro a media tarde. El objetivo es conseguir que el cuerpo cuente durante toda la jornada con la energía suficiente para hacer frente a la actividad diaria, además de facilitar la digestión y evitar los atracones al llegar al almuerzo o a la cena con gran apetito. (32) No se debe confundir el 'picoteo' (relacionado con alimentos ricos en azúcar, grasa o sal) con las comidas entre horas y hay que saber que lo importante no es que al final del día se haya consumido la cantidad diaria recomendada de calorías, sino que éstas hayan estado bien repartidas. (32) Explica Lluis Serra que en los últimos diez años el número de personas que reconoce ser asiduo al picoteo ha aumentado considerablemente, al pasar del 8% de la población que tenía esta costumbre al 35%. Para el presidente de la FDDM, esta situación "no es deseable porque supone un consumo en exceso de azúcar, grasa y sal", el problema radica en que muchas personas no contabilizan ese picoteo a la hora de calcular la cantidad de calorías diarias que consumen, con lo que al final se ingieren más calorías de las que el cuerpo necesita. Por ello, según Serra, "el picoteo debe ser cero o, como máximo, ocasional". (32) El presidente de la Fundación para el Desarrollo de la Dieta Mediterránea (FDDM) y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra, asegura, precisamente, que "el número ideal de comidas que deben hacerse al día está entre tres y cinco, porque menos de tres comidas es demasiado poco para una persona y más de cinco significa que se picotea demasiado". Además, justifica las tomas de media mañana y media tarde en la necesidad de recuperar la energía que se pierde a medida que transcurre el día y para evitar llegar con hambre y "darse el atracón" en la comida 19
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer o en la cena. "La digestión siempre es más sencilla cuando se distribuye la ingesta de alimentos". (32) Carmen Cuadrado, profesora del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, considera que "no hay que obsesionarse con realizar cinco comidas", ya que el número ideal depende de cada grupo de población y de sus características. En este sentido, asegura que "entre tres y cuatro comidas es un número ideal para la población de edad más avanzada, mientras que para los niños es más interesante que hagan cinco comidas, porque la energía que gastan durante el día siempre es mayor". En lo que coinciden ambos expertos es en la importancia de no realizar un ayuno prolongado o saltarse el desayuno, una medida a la que recurren algunas personas para perder peso. "Cuando no se desayuna, el organismo se protege de la privación de alimentos y el metabolismo gasta energía de una manera más lenta, por lo que al final hay una mayor tendencia a engordar", indica el presidente de la FDDM. (32) Frecuencia de comidas y su papel en la prevención de la obesidad Tanto la ingesta total de alimentos, como también la distribución de la misma a lo largo del día influyen en la prevención de la obesidad (Summerbell y Moody, 1992) Un mayor reparto del consumo de alimentos a lo largo del día y una desviación de la ingesta energética hacia el comienzo del mismo se han asociado con pesos más bajos (Adams y Morgan, 1986). (28) Aquellas personas que normalmente realizan un desayuno deficiente pueden desarrollar hábitos incorrectos que podrían estar relacionados con un mayor riesgo de obesidad (Morgan y col., 1986; Siega- Riz y col., 1998). Sin embargo, es frecuente encontrar personas que creen erróneamente que al omitir el desayuno reducen la ingesta calórica total y, por tanto, el peso. (28) Por tanto, un aspecto a tener en cuenta en cualquier programa de pérdida de peso, es la planificación correcta del desayuno, ya que puede ayudar a reducir la ingesta y minimizar la necesidad compulsiva de comer (Schundlt y col., 1992). (28) 20
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer Modificación del comportamiento: Los logros eficientes para el tratamiento de la obesidad incluyen técnicas para controlar el acto de la alimentación, como por ejemplo sitios específicos para comer, platos nuevos, y más pequeños, no saltarse comidas diarias, y comer solo a horas establecidas. (2) Metabolismo: Homeostasis de nutrientes (27) Con las dosis recomendadas, en el adulto normal, la cantidad de nutriente absorbida iguala la cantidad perdida. En la medida en que la ingestión del nutriente aumenta o disminuye, el organismo pone en marcha respuestas compensatorias que minimizan las alteraciones de los depósitos corporales del nutriente en cuestión. Estas respuestas representan adaptaciones homeostáticas ante la variación y oferta del nutriente. (27) Regulación de la degradación: En condiciones de ingesta calórica negativa, el índice de metabolismo basal disminuye. Esta adaptación refleja una disponibilidad reducida de las dos principales hormonas calorigénicas del cuerpo: la noradrenalina y la tryodotironina (T3). El recambio de catecolaminas en las fibras simpáticas y el nivel plasmático de noradrenalina muestran una disminución. Se observa una reducción de la conversión de T4 a T3 y un aumento de la conversión hacia T3 a nivel de las células hepáticas. Inversamente, los estados de excesos calórico crónico o transitorio, particularmente de hidratos de carbono, se asocian con un incremento de la actividad del sistema nervioso simpático. (27) Se cree q las modificaciones compensatorias del índice metabólico basal reflejan parcialmente la actividad reducida o incrementada del sistema nervioso adrenérgico sobre las células adiposas pardas que se encuentran ricamente inervadas por las fibras del sistema nervioso simpático.(27) El efecto térmico de los alimentos representa una eficacia metabólica que protege al individuo contra un balance calórico negativo. (27) Evidencia científica Diversos autores como M. Arroyo Izaga, A. M. Rocandio Pablo, L. Ansotegui Alday, E. Pascual Apalauza, I. Salces Beti y E. Rebato Ocho, del Dpto. Nutrición y 21
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer Bromatología, Facultad de Farmacia. Dpto. Universidad del País Vasco (UPV/EHU). España, han destacado que la población universitaria es un grupo especialmente vulnerable desde el punto de vista nutricional, ya que se caracteriza por: saltarse comidas con frecuencia, picar entre horas, tener preferencia por comida rápida y consumir alcohol frecuentemente. El periodo de estudios universitarios suele ser el momento en que los estudiantes asumen por primera vez la responsabilidad de su comida. Por tanto se trata de un periodo de educación crítico para el desarrollo de hábitos dietéticos que tienen mucha importancia en la futura salud. (21) La necesidad de llevar un dieta equilibrada se hace fundamental entre el sector adolescente de población, donde están creciendo notablemente los índices de obesidad. (20). Una de las causas fundamentales de tales índices es la falta de actividad física y la frecuencia de comidas. Así lo demuestra un estudio publicado por la revista “Annals of Biology”. En el trabajo titulado “Relación entre actividad física, obesidad y frecuencia de comidas en adolescentes” se indicaba: “aumentar la frecuencia de comidas puede tener un efecto beneficioso en la reducción de la obesidad”. (6) La misma situación de ayuno provoca que el organismo acumule más cantidad de grasa, ya que el hambre es síntoma de falta de alimento. Para evitar que esta falta vuelva a tener lugar, el cuerpo guarda reservas, el metabolismo se adapta a los nuevos hábitos. Si el organismo no recibe el combustible que necesita de los alimentos lo obtendrá de las reservas, y por ello cuando ingieran alimentos, se almacenará grasa para futuros periodos de necesidad. (25) En Argentina, un estudio realizado por la Universidad Nacional del Nordeste encontró que el 60% de los ingresantes a la carrera de medicina no realizaban las cuatro comidas diarias y que uno de cada dos realizaban la ingesta de alimentos a horarios irregulares; asegurando que esta serie de factores indicarían la presencia de “malos hábitos alimentarios”, transformándose en una conducta de riesgo para la salud. (29) Los hábitos alimentarios, entendiendo por estos a las costumbres, actitudes, formas de comportamientos que asumen las personas ante situaciones concretas 22
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer de la vida diaria, las cuales conllevan a formar y consolidar pautas de conducta y aprendizajes que se mantienen en el tiempo y repercuten (favorable o desfavorablemente) en el estado de salud, nutrición y el bienestar, constituyen uno de los mayores obstáculos al establecimiento de planes alimentarios óptimos en la mayoría de las personas. (30,1) En los últimos años diversas investigaciones científicas realizadas en diferentes grupos de población (niños, adolescentes y adultos) han evaluado la relación entre la frecuencia de las comidas y el grado de sobrepeso y obesidad. Dichos estudios han demostrado que realizar entre cuatro y cinco comidas al día contribuye a una menor prevalencia de sobrepeso y obesidad. (6) El Área de Ciencias de Salud Publica del King’s Collage de Londres realizó un estudio a 4.642 niños de entre 5 y 6 años, en el que se muestra cómo la prevalencia de la obesidad desciende a medida que aumenta el número de comidas realizadas al día. Igualmente una investigación llevada a cabo por el Centro de Investigaciones de Actividad Física, Salud y Tiempo Libre de la Universidad de Oporto en Portugal, realizada a adolecentes urbanos de entre 13 y 17 años, señala que una mayor frecuencia de comidas tienen un efecto positivo en la reducción del Índice de Masa Corporal. Otro estudio realizado en adolecentes por el Departamento de Nutrición de la Clínica de la Universidad de Gotemburgo de Suecia, observó que los patrones de comida con omisión del desayuno o del almuerzo, se relacionaban con un estilo de vida menos saludable y con una ingesta más pobre de nutrientes en cada una de las comidas. (6) En el caso de adultos, los resultados de los estudios realizados coinciden con el resto de los otros grupos poblacionales. Un estudio realizado por la Universidad de Massachusetts y la Universidad de Carolina Sur de Colombia, concluyen que existe una clara relación entre la ingesta de 5 comidas al día y la reducción del sobrepeso y de la obesidad. Y demuestra que no desayunar se asocia con un aumento en el riesgo de sufrir incrementos de peso. (6) De hecho así los sugería un anterior análisis del Departamento de Psicología de la Universidad de Texas que revelaba que la ingesta de comida durante diferentes momentos del día podía tener distintos efectos sobre el consumo global de 23
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer alimentos. En este estudio se mostró como comer por las mañanas tienen un efecto saciante, lo que provoca una reducción de la ingesta diaria total. Mientras que comer por la noche tiene un valor de saciedad más bajo, e incita a ingerir mayores cantidades de comida por la noche, realizando una ingesta diaria total superior. (6) Otro estudio llevado a cabo por el Instituto Karolinska (Suecia) y la Universidad de Oslo (Noruega) indica que las personas obesas tienen unos patrones de consumo por los que ingieren una mayor cantidad de alimentos a últimas horas de la noche, en comparación con las personas no obesas. (6) En Argentina, un estudio realizado por la Universidad Nacional del Nordeste encontró que el 60% de los ingresantes a la carrera de medicina no realizaban las cuatro comidas diarias y que uno de cada dos realizaban la ingesta de alimentos a horarios irregulares; asegurando que esta serie de factores indicarían la presencia de “malos hábitos alimentarios”, transformándose en una conducta de riesgo para la salud. (29) “Los universitarios no realizan las 4 comidas necesaria” Un estudio llevado a cabo a través de una encuesta anónima y voluntaria realizada a 186 alumnos universitarios del área salud, entre ellos 119 mujeres y 67 varones, de establecimientos estatales y privados arrojó que aunque el porcentaje de mujeres que consume colaciones es alto (75%), menos de la tercera parte (31%) elige alimentos saludables. En el caso de los varones, más del 50% ingiere una colación matinal, pero un muy bajo porcentaje opta por colaciones que brindan energía y nutren al organismo.(31) Todo plan alimentario debe contar con cuatro comidas: el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena y dos colaciones, distribuidas a media mañana y otra a media tarde. "Las colaciones permiten que no se llegue a la comida importante con extrema sensación de hambre a causa de haber pasado muchas horas sin comer", explica a InfoUniversidades la docente y codirectora de este proyecto de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Lidia Busmail, quien además aclara que el objetivo del trabajo fue conocer la frecuencia de las prácticas de las colaciones y su calidad. (31) 24
Trabajo Final de Investigación Alegre - Centurión - Larzabal - Schafer El análisis permite ver que de las 119 mujeres, 90 realizan alguna colación por la mañana y sólo 37 consume un alimento saludable como yogurt o barras de cereal. Las restantes 53 consumen alimentos que conducen al aumento de peso, como pan, facturas, alfajores, bizcochos, entre otros. Del grupo de los varones, 34 efectúan una colación por la mañana y sólo 7 consumen alimentos saludables. 103 mujeres realizan la colación de la media tarde, pero sólo 25 de ellas ingieren algún alimento saludable y de los 52 varones que hacen lo propio, 9 lo efectúan en forma adecuada y el resto consume derivados de harina. (31) "Hay que educar a los estudiantes en un buen hábito de consumo indicarles cuál sería la mejor manera de alimentarse para tener una nutrición equilibrada y saludable, ya que tienen mucho gasto intelectual para realizar sus tareas cotidianas", resalta Busmail. (31) “Frecuencia de consumo de alimentos en ingresantes a la carrera de medicina” Pedro Horacio Gerometta, Carolina Carrara, Leandro José Alberto Galarza, Dra. Vanesa Feyling (29). En este estudio se demuestra que una alimentación correcta es muy importante en la prevención y tratamiento de diversas enfermedades, en la mejora del rendimiento, bienestar, calidad de vida y en el control de peso. Los objetivos que se han planteados en este estudio son: a) analizar el patrón de consumo de alimentos en este grupo etario en particular, b) determinar la presencia de hábitos tóxicos como el consumo de alcohol y cigarrillos. Materiales y métodos: se realizó una encuesta de frecuencia de consumo semanal de grupos de alimentos a los ingresantes de Medicina del 2003. Resultados y discusión: del total de 510 individuos, 317 no realizaban las cuatro comidas diarias, el motivo más frecuente dado fue la falta de tiempo (36.7%). Solo el 8% consumía carnes blancas según lo aconsejable, un 7.6% refirió no consumir lácteos nunca y un 44% refirió no ingerir legumbres. Se encontró que uno de cada dos individuos consume bebidas alcohólicas y uno de cada cuatro fuma una media de 10 cigarrillos diarios. Comparando estos patrones de consumo alimentario con los propuestos en las guías de frecuencia de consumo de alimentos, se halló que el 100% de los individuos no la cumplen satisfactoriamente, presentando conjuntamente una elevada prevalencia de hábitos tóxicos. (29) 25
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