La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española - José Antonio Gallardo Cruz Eva Margarita Gallardo Camacho
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José Antonio Gallardo Cruz Eva Margarita Gallardo Camacho La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española
ARTÍCULOS Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 La música dibujada por niños lado, de Alemania e Italia y, por otro, de la Unión Soviética (Thomas, 1976: 380- otoñal de 1937 había ya por todo el te- rritorio nacional 558 colonias republi- durante la Guerra Civil española 401, 474-500). canas; de ellas, 406 con régimen fami- Debido a los bombardeos y al avance liar y 152 con régimen colectivo (Sierra, incontenible del ejército franquista se 2009: 91-92). Resumen: Este trabajo analiza de forma descriptiva los dibujos realizados por los iniciaron evacuaciones que duraron has- Para trasladarlos se utilizó cualquier hijos de los republicanos durante la Guerra Civil española, cuando estuvieron ta el final de la guerra. En total, unos medio de transporte disponible (barcos, institucionalizados en colonias nacionales o extranjeras, alejadas de la zona 37.487 hijos de republicanos abandona- trenes y vehículos de motor). Por ejem- de guerra. Después de examinar un volumen de 2.001 dibujos, hemos detectado ron España y tuvieron que adaptarse a plo, la duración del trayecto por carretera diecinueve obras infantiles en las que se han observado diferentes tipos los países que les dieron cobijo (Francia, no solía depender de la cercanía o lejanía de música: la verbenera (el organillo), la circense (el saxofón y la tuba), Bélgica, Inglaterra, Unión Soviética, de la colonia de destino, sino del alto o la radiofónica (coplas, pasodobles, etc.), la callejera (dulzaina, bombo Suiza, Dinamarca, posesiones francesas bajo riesgo para recibir un ataque aéreo. y tambor), la folklórica (pandereta, castañuelas, piano, guitarra en el Norte de África y México); de todos Ésta era la razón por la cual los trayectos flamenca), la clásica (contrabajos) y la militar (corneta). ellos, 20.266 fueron repatriados al final eran nocturnos, tomando las rutas más de la contienda (Pons, 2004: 42). largas, poco frecuentadas, pero más se- Palabras clave: Música y pintura, educación artística, educación primaria, historia de España, actividades musicales, republicanismo, sociología de la música. Paralelamente a estas evacuaciones guras; por este motivo, algunos trayectos también hubo otras que se llevaron a ca- por carretera, que no debían durar más de Music pictured by children during the Spanish Civil War bo dentro del territorio español con di- cuatro o cinco horas, se eternizaban y se Abstract: This article descriptively analyses pictures drawn by Republican children during the Spanish Civil rección hacia el centro y hacia la zona alargaban tanto que los pequeños llega- War when they were sent to national or foreign institutions away from the war zones. After examining a mediterránea (Madrid, Cuenca, Levan- ban a las instituciones de acogida a los corpus of 2001 drawings, a total of nineteen have been identified that feature some kind of music: te, Cataluña, Albacete, Murcia, etc.), con dos o tres días cansados, sedientos y ham- festival music (barrel organ), circus music (saxophone and tuba), radio music (copla, pasodoble, el fin de alejar a los niños del ambiente brientos. Una vez instalados en estas co- etc.), street music (dulzaina, bass drum and drum), folk music (tambourine, castanets, piano, Spanish guitar), classic music (double bass) and military music (cornet). bélico. Estas colonias republicanas fun- lonias de acogida, junto a sus maestros, cionaron, en un principio, tan eficaz- los responsables de estas instituciones Keywords: Music and painting, art education, elementary education, history of Spain, musical activities, republicanism, sociology of music. mente que se convirtieron en espacios de intentaron minimizar el trauma de la gue- renovación y experimentación pedagó- rra, convirtiéndose estas colonias en lu- José Antonio Gallardo Cruz bién las consecuencias físicas y psicoló- Eva Margarita Gallardo Camacho1 gicas (Sierra, 2009: 91); sin embargo, gares idóneos, en oasis de tranquilidad, gicas originadas por una guerra califica- cuando se iba derrumbando el ejército para que los colonos se curaran física y da por los historiadores como guerra republicano, por las continuas ofensivas psicológicamente. Bajo este ambiente total (Alted, 2005: 7; Pons, 2004: 35). 1. Introducción Por diversas crónicas de índole histórica del ejército de Franco, estas colonias no comían, dormían, jugaban, cultivaban pudieron absorber las constantes olea- los pequeños huertos de las colonias, es- El sábado 18 de julio de 1936, cuando se sabe que nuestra Guerra Civil se con- das de familias evacuadas y se convirtie- tudiaban, cooperaban dentro de la insti- la población infantil disfrutaba de sus virtió en un laboratorio de experimenta- ron en meros refugios (Alted, 2005: 10), tución desempeñando tareas domésticas, vacaciones veraniegas, se desencadenó ción, en el que se pudo comprobar los cuyo objetivo principal no fue ya la ins- escribían cartas a los familiares, canta- la Guerra Civil española que concluyó, efectos devastadores de las nuevas tácti- trucción escolar ni la reparación psico- ban y dibujaban. después de tres años, el 1 de abril de cas militares al emplearse por primera lógica, sino la protección física. Los niños, cuyos padres lucharon a fa- 1939. Durante este período, las mujeres, vez, en los dos frentes de combate, un Hubo dos tipos de colonias: las fami- vor de la República, dibujaron, por deci- ancianos y niños experimentaron tam- armamento moderno procedente, por un liares, en las que los niños vivían con sión propia o por recomendación de sus sus propias familias, y las colectivas, en maestros o tutores, todo aquello que vie- 1. José Antonio Gallardo Cruz es profesor en la Facultad de Psicología de la Universidad de Málaga. donde los más necesitados (enfermos, ron de la conflagración española. Estas Eva Margarita Gallardo Camacho es profesora de piano en el Conservatorio Superior de Música de Canarias (Sede de Tenerife). huérfanos, desamparados, etc.) vivían escenas infantiles se convirtieron en pe- El artículo fue recibido el día 14.12.09 y aceptado el 02.06.10. solos en la institución. Desde el período queñas obras de arte que dejaron al des- Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 79
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 cubierto las atrocidades propias de una zadas por juegos típicos de la época (la dibujos existentes en la Biblioteca Nacio- mos encontrado cinco (dibujos 2, 7, 11, guerra moderna. A medida que los maes- comba, el truque, el escondite, el corro, nal de España (Madrid), once de ellos 16, 17) afines a este tema; de los 60 di- tros de diversas colonias, enclavadas en el fútbol, la dola, etc.). Las ocultaciones (dibujos 3, 4, 5, 6, 8, 10, 13, 14, 15, 18, bujos reproducidos en el catálogo-libro nuestro país y en el extranjero, iban re- bajo los grandes árboles rurales, para no 19) están relacionados con la música; de They Still Draw Pictures! A Collection cogiendo dibujos infantiles, comproba- ser localizados por la aviación franquista, las 617 obras custodiadas en la South- of 60 Drawing Made by Spanish Chil- ron la aparición de contenidos bélicos, se transformaron en verdaderas excur- worth Spanish Civil War Collection, dren During the War (1938), sólo uno como enfrentamientos aéreos entre las siones campestres, en las que los niños existente en la sección de la Mandeville trata de la música (dibujo 9); y, finalmen- escuadrillas republicanas y franquistas, correteaban, con total libertad, por los Special Collections Library de la Uni- te, de los 153 archivados en la Avery Ar- cañones disparando, ametrallamientos caminos sembrados de flores y cereales. versidad de California (San Diego), he- chitectural & Fine Arts Library de la indiscriminados a civiles y militares, Y el ruido de los motores de la aviación, bombardeos diurnos o nocturnos a ciu- los camiones transportando tropas al Lugar Alojamiento Número del dibujo / Autor Edad Fecha dibujo dades indefensas, incendios de ciudades, frente, los disparos, etc., desaparecieron nacimiento de los dibujantes fachadas de edificios en ruinas, detona- y, en su lugar, afloraron contenidos pro- 1. María Antolín – – – Colonia El Perelló (Valencia) ciones provocadas por las bombas al pios de un país tranquilo. 2. José Benayas? – – – – estallar en el suelo, personas corriendo – – Socorro Rojo Internacional. 3. Ángela Hernando? – en todas las direcciones para huir del 2. Objetivo y muestra Guarderías infantiles (Cuenca) fuego artillero, personas voluntarias Colonia Centro Español Perpiñán desescombrando las casas bombardea- El objetivo de este trabajo ha consisti- 4. Francisco Moreno 12 años Málaga 1938? (Francia) das para encontrar posibles supervivien- do en analizar e interpretar, de forma Irún 1937? Colonia infantil de Bayona 5. Ángeles Arnaiz 14 años tes, hospitales, ambulancias, largas colas descriptiva, los dibujos que guardan una (Francia) en los comercios para conseguir la ra- relación directa con la música. Somos San 1937? Colonia infantil de Bayona 6. Manuel Olivares 12 años conscientes de que la interpretación rea- Sebastián (Francia) ción diaria y estimada por los mandata- rios republicanos, etc. lizada por nosotros podría ser diferente 7. Concha Borre? – – 20-01-1938 Instituto de 2ª Enseñanza, La Gasca, Secretaría (Madrid) Pero a pesar de todo ello, en las colonias si la llevaran a cabo otros investigadores; – – Grupo escolar General Oráa republicanas, alejadas del ruido ensorde- esta circunstancia nos demuestra la mag- 8. Julián Díaz? 6 años (Madrid) cedor de los motores de la aviación, de nificencia del dibujo infantil. 9. Francisca González Ruiz 12 años – – – los cañonazos artilleros y de los gritos de Inicialmente quisimos estudiar los di- 10. José Mercé Perol? 13 años – 24-01-1938 Colonia de guerra (Valencia) la población civil, los niños se reponían bujos confeccionados por los niños cu- yos padres lucharon en ambos bandos, 11. Ricardo Rias? 12 años – 17-03-1938 Colonia Le Mas (Francia) paulatinamente de sus heridas psicoló- gicas y los contenidos bélicos fueron con el fin de averiguar las similitudes y 12. Julián Rodríguez 13 años - - Colonia de Bayona (Francia) desapareciendo poco a poco. De modo las diferencias dibujadas. Pero después 13. Arribas? – – 1937? Escuela Nacional Graduada de Niños de La Florida (Madrid) que este ambiente bélico fue sustituido de una búsqueda exhaustiva y lenta, he- mos llegado a la conclusión de que sólo – 1938 Colonia escolar madrileña en los dibujos por otros elementos más 14. Pilar Marcos – Balneario de Bellús (Valencia) propios de tiempos de paz. Los aviones existen colecciones que albergan dibu- 15. Nicolás Álvarez 11 años – – Colonia de Villareal (Castellón) desaparecieron del cielo y, en su lugar, jos de los hijos de los republicanos. Por – – Colonia escolar madrileña asomaron el sol y las bandadas de pája- este motivo, este trabajo está hecho ex- 16. Pilar Mascol – Balneario de Bellús (Valencia) ros. Las fachadas de las casas desploma- clusivamente con estos dibujos. – – Colonia escolar madrileña das fueron reemplazadas por el recinto Después de revisar 2.001 dibujos, ubi- 17. Rafaela Jover Rodríguez 13 años Balneario de Bellús (Valencia) de las colonias y de las calles aledañas, cados en las tres colecciones más impor- 18. Agustín Cid Rico 12 años – 1937? Residencia 21. Sueca (Valencia) alfombradas con flores y adornadas con tantes del mundo, hemos detectado dieci- 19. Mauricio García 11 años – – – árboles, arbustos, tiendas y farolas. Las nueve que están relacionados con el am- carreras hacia el refugio fueron reempla- biente musical (ver tabla 1). De los 1.171 Tabla 1. Información de los dibujos seleccionados 80 81
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 Dibujo 14. Pilar Marcos. © Biblioteca Nacional de España Dibujo 16. Pilar Mascol. © Mandeville Special Collections Library, California University Universidad de Columbia de New York, con un gran éxito de público, se llevó a Pasaron los años y los dibujos permane- trucción y la muerte fueron las circuns- dos de ellos (dibujos 1, 12) fueron selec- cabo, en 1938, en Lord & Taylor, un gran cieron archivados y olvidados, hasta que tancias más habituales y cotidianas. En la cionados2. establecimiento neoyorkino, ubicado en el hispanista Anthony Leo Geist (Uni- tabla 1 aparecen detallados los nombres El hecho de que dos de estas tres colec- la Quinta Avenida, en el que compraba versidad de Washington, Seattle), reco- y apellidos de los dibujantes, sus edades ciones se encuentren en Estados Unidos la gente adinerada. En esta exposición, rriendo los archivos de la Mandeville cronológicas, lugar de nacimiento, cen- tiene una explicación (Sierra, 2009). El los visitantes tuvieron la oportunidad de Special Collections Library, en 1998, los tros escolares y colonias de acogimiento. experto en arte, el austríaco, J. A. comprar algunas ilustraciones y adqui- descubre. Algo parecido ocurre con los Diez fueron hechos por niños, ocho por Weissberger, visitó Madrid y Valencia en rir, al precio de un dólar, el catálogo de dibujos de la Avery Architectural & Fine niñas y en un solo caso desconocemos 1937 con el beneplácito de la Spanish la exposición; dicho catálogo, prologado Arts Library, cuando George Collins, este detalle. Sus edades comprenden la Child Welfare Association y del Ameri- por Aldous Huxley y publicado, en pri- por casualidad, abre una carpeta y se en- horquilla de seis a catorce años. Once de can Friends Service Comittee (fundado mer lugar en 1938, se titula They Still cuentra con este tesoro artístico infantil. estas composiciones fueron realizadas en por la asociación cuáquera) para que tra- Draw Pictures! A Collection of 60 Los dibujos que existen en la Biblioteca colonias asentadas en territorio español jera una cantidad importante de dibujos Drawing Made by Spanish Children Du- Nacional de España (Madrid) fueron (Valencia, Cuenca, Madrid y Castellón), infantiles. Para ello solicitó ayuda al Mi- ring the War. Un detalle significativo, comprados, en 1986, al librero ilerdense cinco en colonias francesas (Perpiñán, nisterio de Instrucción Pública y al Car- que conviene exponer aquí, es que las Ramón Soley Ceto. Bayona y Le Mas) y en tres ocasiones negie Institute de España. Una vez de recaudaciones conseguidas, en esta y en Si comparamos el número total de di- desconocemos su localización. regreso, se clasificaron y se programa- otras exposiciones, se donaron para ayu- bujos consultados (N = 2.001) con los Si analizamos con detalle los dibujos ron diversas exposiciones; una de ellas, dar económicamente a la República. diecinueve dibujos musicales, compro- 14 y 16, comprobamos que existen tres bamos que el 0.95% de ellos reflejó as- coincidencias: a) los procedimientos ar- 2. Los derechos de reproducción de todos los dibujos que aparecen en esta investigación han sido adqui- pectos musicales; y si este porcentaje es tísticos (volumen, profundidad, perspec- ridos a la Biblioteca Nacional Española (Madrid), Mandeville Special Collections Library (Universidad de California, San Diego) y Avery Architectural & Fine Arts Library (Universidad de Columbia, New York). El único tan bajo fue debido a que los niños vivie- tiva) se asemejan bastante; b) están fir- dibujo procedente del libro They Still Draw Pictures! ha sido reproducido digitalmente por nosotros. ron tiempos de guerra, en donde la des- mados con el mismo nombre de pila y 82 83
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 con un apellido parecido, y c) los dos su disposición, sin ningún tipo de limi- fueron hechos en Bellús (Valencia). Co- tación, los lápices de colores. mo consecuencia de esto, suponemos Otro aspecto que merece la pena exa- que ambos fueron creados por la misma minar es la ejecución de los dibujos: si dibujante cuando no era una niña, sino fueron hechos a mano por los propios una adolescente. Como dato curioso, re- dibujantes, copiados o calcados de di- saltaremos que uno de ellos (dibujo 14) bujos originales que tuvieron delante. se halla en la Biblioteca Nacional de Es- Después de nuestra observación, y re- paña (Madrid) y el otro (dibujo 16) en la lacionando la edad cronológica, cree- Universidad de California (San Diego). mos que catorce dibujos (1, 2, 4, 5, 6, 7, 9, 12, 14, 15, 16, 17, 18, 19) fueron rea- 3. Colorido y técnica empleada lizados de memoria; de todos ellos des- tacan los que reprodujeron con gran En la tabla 1 se comprueba que existen exactitud el patio de butacas y el esce- tres dibujos (2, 9, 19) en los que se des- nario, vistos desde los mismos lugares conoce el país en el que estuvo ubicada en los que posiblemente estuvieron sen- la colonia; dos de ellos fueron colorea- tados los dibujantes (asientos situados dos y el tercero (dibujo 9) carece de color en los primeros pisos). Merecen co- porque fue reproducido, con una tonali- mentarios aparte el espectacular esce- dad grisácea, en el libro They Still Draw nario levantado en el patio de una insti- Pictures! (1938). Once dibujos (1, 3, 7, tución francesa, que vemos bordeado 8, 10, 13, 14, 15, 16, 17, 18) se confec- por la bandera tricolor (dibujo 5), y la cionaron en colonias españolas y cinco liberación de Oviedo por las tropas (4, 5, 6, 11, 12) en instituciones france- franquistas que rompieron el cerco re- Dibujo 10. José Mercé. © Biblioteca Nacional de España sas. Si nos atenemos a los dibujos reali- publicano (dibujo 19). zados en las colonias españolas, seis de En cambio, los dibujos restantes (3, 8, trazos que dieron volumen y movimien- bién fue copiada o realizada bajo la di- ellos (el 54.54%) fueron coloreados y 10, 11, 13), por su perspectiva, profun- to a los personajes. Lo mismo podemos rección del docente. cinco (45.46%) fueron hechos con el lá- didad, volumen y por el movimiento im- decir de José Mercé (dibujo 10), que, A pesar de todo ello, estamos conven- piz de grafito o con tinta china. Estos dos preso a algunos personajes, creemos, probablemente, se limitó a colorear un cidos de que lo importante y lo trascen- porcentajes insinúan que hubo colonias han sido copiados, calcados o ayudados dibujo delineado por su maestro. Para dental para estos niños, que estaban españolas, durante el conflicto, que ca- por el maestro del aula. Para defender sostener esta afirmación nos basamos en afectados por la guerra, era la supera- recieron de material escolar, especial- esta postura nos hemos basado en algu- que es muy difícil que un niño incorpore ción de sus desajustes emocionales di- mente de lápices de colores, por lo cual nos indicios. Por ejemplo, el texto escri- la sombra de los personajes e imprima bujando, calcando, coloreando o co- los maestros tuvieron que racionarlo de to (nombre, apellidos, edad y demás in- tanta fuerza y movimiento a los danzari- piando escenas folklóricas y populares la mejor forma posible. Además, resulta formación) existente en los dibujos de nes valencianos. Además, si compara- cercanas al ambiente familiar. Por otro significativo que de los cinco dibujos Ángela, Julián y Arribas (dibujos 3, 8 y mos el trazo del contorno de la planta, lado, enfrentarse con el reto de inven- realizados en Francia, país que todavía 13) no se corresponde con la agilidad de que aparece a la derecha de la obra, con tarse un dibujo, de reproducirlo, de co- disfrutaba de la paz, sólo uno de ellos los trazos aparecidos en los tres dibujos, el trazo del texto escrito, observamos piarlo o de colorearlo, mantendría en- carecía de color (dibujo 11); sin embar- por lo cual suponemos que algunos con- que están hechos por una misma perso- tretenido al dibujante durante mucho go, los cuatro restantes inundaron de tenidos fueron calcados o copiados, por- na: el maestro de escuela. Algo parecido tiempo, logrando con ello que se desco- color sus escenas pictóricas, demostran- que estos tres dibujantes serían incapa- hemos visto en la obra de Ricardo (dibu- nectara de los horrores de la guerra. Por do con ello que los dibujantes tuvieron a ces de ejecutar con tanta perfección los jo 11), que da la sensación de que tam- tanto, el canto escolar, el juego y, espe- 84 85
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 Fotografía 1. Suministrada por Miguel Ángel Cruz Barbudo Dibujo 2. José Benayas. © Mandeville Special Collections Library, California University cialmente, el dibujo se convirtieron en noce la colonia en donde José Benayas las tres actividades escolares con un (dibujo 2) tuvo la ocurrencia de dibujar gran poder terapéutico, objetivo priori- la fiesta, a todo color, la feria nocturna tario de algunos pedagogos y maestros de su pueblo, en la que tres parejas bailan de las colonias de guerra. al ritmo del organillo3, instrumento mu- sical ambulante incluido en la parte in- 4. Carácter narrativo de los dibujos ferior derecha, cuya melodía inunda to- En este apartado analizaremos las es- do el ambiente ferial. En el centro del cenas dibujadas, prestando especial dibujo, lugar preferido de muchos niños atención a los instrumentos musicales. para resaltar lo que más les interesa, di- buja frontalmente las barcas típicas de 4.1. La música verbenera y circense feria para columpiarse, tal como muestra Aquí hemos localizado cinco dibujos la fotografía 1. Alrededor de esta atrac- relativos al baile callejero y al ambiente ción ferial, el niño incluye también dos divertido y relajado del circo. Se desco- puestos de golosinas, una zona adornada 3. Randel (2006: 739) y Pérez (2000: 403) sostienen que el organillo es un instrumento musical callejero de reproducción mecánica que externamente se parece a un piano. Funciona cuando el organillero hace girar, mediante un manubrio, un cilindro que contiene unas púas que levantan unos macillos, los cuales en su caída hacen vibrar las cuerdas del piano. Dibujo 7. Concha Borre. © Mandeville Special Collections Library, California University 86 87
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 Dibujo 8. Julián Díaz. © Biblioteca Nacional de España dad de pasar el rato o entablar nuevas recen magos, acróbatas, domadores de amistades; por aquella época, la gente no animales y personas disfrazadas; a lo Dibujo 19. Mauricio García. © Biblioteca Nacional de España se animaba sólo escuchando grandes largo de la actuación, intervienen los pa- orquestas, como ocurría ocasionalmente yasos, personajes cómicos y tiernos, que con los típicos globos multicolores y un organillo, miniaturizado en el dibujo. en las poblaciones, bastaba la interpreta- siempre se meten en líos, buscando la cuatro personajes ataviados con los som- Mauricio, en la Romería de Pumarín ción musical procedente de un organillo empatía y simpatía del público; en otras, breros confeccionados con papeles co- (Oviedo), incluye también una pista de o de instrumentos manejados por uno, dos en cambio, realizan escenificaciones de loreados que recuerda el lejano oeste baile, rodeada aéreamente por gallarde- o tres músicos, acompañados o no de can- cuentos y de personajes del cine mudo. americano, la tierra mejicana, el ejército, tes y globos multicolores, en cuyo centro tantes, para que la gente se animara y em- Julián (dibujo 8) diseña una escena cu- etc., que se vendían exclusivamente en aparece un escenario desde el cual los pezara a bailar agarrados al ritmo de pa- yos contenidos están aislados. Por estar las ferias. Por su parte, Concha (dibujo músicos tocan una melodía; simultánea- sodobles, coplas, tangos, chotis, etc. situado en el centro del dibujo, es muy 7) realiza su dibujo musical cuando es- mente a este acto, el niño incluye tam- Una atracción apreciada por todos los posible que este niño empezara su obra tuvo alojada en el Instituto de Segunda bién la liberación de Oviedo por las tro- públicos, que suele acompañar a las fe- reproduciendo al ratón Mickey, tal como Enseñanza La Gasca (Madrid). En él se pas franquistas que acaban de tomar la rias de las localidades importantes, es el lo vio posiblemente en el circo, en un cor- observa un paisaje montañoso salpicado Cuesta del Naranco (dibujo 19), cobran- circo. Es un espectáculo itinerante que tometraje de dibujos animados o en un con seis edificaciones, con la particula- do especial protagonismo, en esta mis- se desarrolla dentro de un recinto cerra- cuento de la época, tocando un saxofón4, ridad de que sólo tres de ellas están cer- ma escena, el cuartel de la Guardia Civil do, techado con una carpa, en el que apa- y la concluyó rellenando el resto de es- cadas por un corral, un jardín y una pista de Oviedo. de baile, respectivamente; en este último Las verbenas son espectáculos noctur- 4. Según Mariano Pérez (2000: 158-159) es un instrumento de viento-metal, de la familia de los clarinetes, recinto, la niña pretende también incluir nos que se desarrollan al aire libre y se de lengua simple, boquilla y tubo cónico. Existen seis variedades o modelos, con la extensión de unas dos octavas y media y a distancia de una cuarta o quinta descendente desde el agudo: Sopranino (en Mi bemol), una verbena, en donde dos parejas bailan llevan a cabo con motivo de una festividad Soprano (en Si bemol), Alto (en Mi bemol; el principal), Tenor (en Si bemol), Barítono (en Mi bemol) y Bajo (en al ritmo de una melodía procedente de local; allí los adultos bailan con la finali- Si bemol). 88 89
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 Dibujo 3. Ángela Hernando. ra el conflicto armado. Y esto es así por- más veloz para mantener informada a la © Biblioteca Nacional de España que la guerra originaría obligatoriamente población, a través de los boletines de la suspensión de los espectáculos públi- guerra. Pero estos informativos no aca- cos hasta su total desaparición, ya que pararon toda la programación de las emi- los mandatarios republicanos considera- soras de la radio republicana, también ron que en aquellos momentos históricos retransmitieron programas culturales y de lucha no había lugar para frivolidades musicales. Cuando comprobaron los a no ser que fueran espectáculos benéfi- mandatarios republicanos que la radio cos (Escolar, 1987: 123). Además, po- era un extraordinario medio propagan- dríamos añadir que la libre circulación dístico y que la adquisición de estos re- de las atracciones feriales y circenses por ceptores no estaba al alcance del gran las carreteras para concentrarse en una público, instalaron altavoces en las es- localidad en fiestas era prácticamente quinas de las calles y colocaron nuevos imposible por la movilidad de los frentes aparatos en las instituciones públicas, y porque los feriantes más jóvenes esta- como ayuntamientos, partidos políticos rían alistados en el ejército. o sindicatos, con el fin de mantener in- formada a la tropa y a la población civil 4.2. La música radiada y la información radiofónica Más que un dibujo, lo que reproduce María Antolín (dibujo 1), cuando estuvo alojada en El Perelló (Valencia), es un pacios con otros contenidos que, como este instrumento, deducimos que está manifiesto propagandístico republica- satélites, giran alrededor de este perso- emitiendo ritmos simples que inundan no. En él viene reflejado el texto del ar- naje de ficción. Entre ellos, además de todo el dibujo. Podemos imaginarnos las tículo 9 de la Declaración de principios la zanahoria, el chivo, el perro, la mace- carcajadas que podría despertar en adul- del Gobierno de la República española7 ta, la mesa y la casa, incluyó también una tos y niños un payaso tocando una tuba adornado con una serie de dibujos, como campanilla5. en la pista de un circo. una cenefa, una ventana, una estantería, Un dibujo parecido al anterior fue fir- Por tanto, los mensajes que han preten- una chimenea de pared azulejada y ador- mado por Ángela (dibujo 3) cuando es- dido transmitir estos dos dibujantes (di- nada con un gran plato y botijo de cerá- tuvo en la colonia de guerra conquense. bujos 3 y 8) estaban ligados a la relaja- micas, y un aparato receptor encendido El dibujo, posiblemente copiado de otro ción, sonrisa y alegría, aspectos muy radiando música al que no le falta ningún original, muestra una escena circense en alejados de la guerra. Por lo cual, creemos detalle: botón interruptor-volumen, bo- donde un payaso toca la tuba6. Por las que estas dos escenas dibujadas reprodu- tón de sintonías y dial. líneas paralelas que salen de la boca de jeron el ambiente antes de que se declara- Durante la Guerra Civil, la radio tuvo mucha más importancia y trascendencia 5. Según el Diccionario de la Real Academia Española (2001: 415), la campanilla es una campana manual para el público, y en especial para los y de usos más variados que la grande; es un instrumento idiófono pequeño que se utilizaba en los centros analfabetos, que el cine, el cartelismo Dibujo 1. María Antolín. © Avery Architectural and escolares o iglesias para llamar la atención. callejero y la prensa, ya que era el medio Fine Arts Library, Columbia University 6. La tuba es el instrumento de viento de metal de mayor tamaño, con el registro más bajo de todos los útiles de bronce y con una tesitura de Si bemol, Do, Fa y Mi bemol; por su tamaño, tipo, forma y fabricante 7. Declaración de principios del Gobierno de la República española: 9º. El Estado garantizará los derechos recibe diversos nombres: Euphonium, Bombardino, Helicón, Sousafono, Flügelhorn y la Tuba convencional del trabajo a través de una legislación social avanzada, de acuerdo con las necesidades específicas de la (Eliason, 2006: 1052-1053; Pérez, 2000: 293). vida y de la economía española. 90 91
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 tilla, Cataluña, Murcia, Valencia, islas Baleares y Canarias, etc.) y música lige- ra bailable (coplas, pasodobles, chotis y tangos) interpretada por los personajes más famosos de la época, como Imperio Argentina, Carlos Gardel, Concha Pi- quer, Estrellita Castro, etc. 4.3. La música infantil: juguetes musicales Los fabricantes de juguetes siempre han reproducido una gran variedad de objetos para entretener a la infancia, co- mo trenes, automóviles, carros, motoci- cletas, carruseles, muñecas, animales, fusiles, pistolas, carros de combate, jue- gos de mesa, rompecabezas e incluso instrumentos musicales. Entre éstos, destacaron las trompetas, chiflos, pitos, Dibujo 18. Agustín Cid. © Biblioteca Nacional de España acordeones, xilófonos, tambores, flautas y armónicas, con los cuales, además de (Escolar, 1987: 123). Este afán propa- atronar sus hogares, intentaban imitar a Dibujo 13. Arribas. © Biblioteca Nacional de España gandístico también llegó a las aulas, en- los músicos. La festividad de los Reyes clavadas dentro de las colonias de gue- Magos, que pasó a llamarse durante la del techo, el alumbrado eléctrico tal co- prados, elaborados por los familiares o rra, y los maestros enseñaron a sus alum- República el “día del Niño”, era la fecha mo existía por aquellos años: el anticua- por ellos mismos. En las calles reprodu- nos los principios fundamentales de la propicia para que los más pequeños re- do trenzado de los dos hilos de cobre fo- cirían el ambiente bélico jugando a la República. Un ejemplo claro es el dibu- cibieran juguetes de sus familiares o de rrados con hilo de seda, el casquillo de guerra, desfilando al ritmo del sonido de jo de María (dibujo 1) que copió de la las instituciones que los acogían. porcelana, la bombilla y la visera para una lata, imitando los movimientos cuar- pizarra el texto patriótico adornado con De todos los dibujos musicales seleccio- reflejar la luz hacia el suelo. Si pensamos teleros de armas, etc. Y en las colonias se diversos elementos, entre los que desta- nados para desarrollar este trabajo, sólo que este niño representó una escena de su entretendrían con juegos colectivos co- ca el típico aparato de radio que emite hemos hallado uno, realizado por Agustín propio hogar, conviene aclarar que por mo el escondite, el fútbol, el corro, la música. Creemos que durante el conflic- (dibujo 18), en el que se observa una trom- aquellos años, y más en tiempos de gue- taba, la pídola, las chapas, el truque, etc. to armado, además de los boletines de petilla de juguete. Es muy posible que rra, no todo el mundo disfrutaba en sus 4.4. La música callejera guerra, la música lo envolvía todo8; lo este niño, alojado en Sueca (Valencia), hogares del alumbrado eléctrico; por este usual era la emisión de música patriótica añorara su casa y se inclinara por dibujar motivo, podríamos deducir que este niño El dibujante apellidado Arribas (dibu- (marchas, himnos militares y coplas de una escena familiar, en donde el padre, provendría de una familia acomodada. jo 13) realiza un dibujo de temática li- guerra), música clásica (de cualquier que viste un costoso traje, dialoga con sus Finalmente, deseamos manifestar tam- bre y se inclina por estampar una ima- compositor de renombre universal), mú- hijos que portan una trompetilla de cartón bién que esta obra se podría convertir en gen madrileña cuando estuvo escolari- sica folklórica (procedente de Andalu- y una cuerda para saltar a la comba. Ador- un referente que deja al descubierto el zado en la Escuela Graduada de Niños cía, Extremadura, Aragón, Galicia, Cas- nando la escena aparece también, colgado hecho de que muchos niños, a pesar de de la Florida. Esta escena, en donde los vivir rodeados por la conflagración béli- titiriteros actúan en plena calle, con la 8. Para comprender la importancia de la música durante la Guerra Civil española, es imprescindible la lectu- ca, jugaron en sus casas, calles y colonias. intención de conseguir unas monedas a ra de la tesis doctoral del conquense Marco Antonio De la Ossa (2008). En sus casas jugarían con juguetes com- cambio, fue muy frecuente en las pobla- 92 93
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 ciones españolas. En ella se ve una Conviene matizar que los titiriteros, al atracción en una calle madrileña lleva- no ser músicos profesionales, sino auto- da a cabo, a las cinco horas y cinco mi- didactas, reproducirían las melodías po- nutos de la tarde, por unos titiriteros pulares con imperfección y con gran ambulantes, en la que dos niños reali- estruendo, para atraer al mayor número zan ejercicios gimnásticos, sobre una de personas, utilizando en este caso el alfombra, al ritmo de un tambor, bombo tambor, la dulzaina y el bombo. y dulzaina9; mientras tanto, esperan su turno una gitana, un niño y un mono que 4.5. La música folklórica aparece sentado junto al platillo que En este apartado hemos identificado servía para recoger el donativo. El pú- siete obras (5, 6, 9, 10, 12, 16, 17), en blico está constituido por militares, las que se han interpretado canciones y viandantes y tenderos que, desde la danzas típicas del folklore español. Co- puerta de sus establecimientos, no pier- mo muchas instituciones carecían de den detalle de la actuación. Además del espaciosos salones de actos, los respon- letrero publicitario de la tienda, tam- sables de las mismas obtenían las auto- bién aparecen los enseres propios de los rizaciones oportunas para que las fies- establecimientos comerciales, como el tas de las colonias se pudieran llevar a teléfono, la balanza para pesar el géne- cabo en los cines o en los teatros del ro, el saco de esparto situado al lado de municipio. En estos locales públicos se la puerta de entrada repleto de cereales diseñaron todo tipo de espectáculos in- Dibujo 12. Julián Rodríguez. © Avery Architectural and Fine Arts Library, Columbia University o legumbres, la caja registradora, el re- fantiles, como recitales poéticos, esceni- loj, el mostrador y unas cortinas. Inclu- ficaciones teatrales adaptadas a la infan- En tres obras (dibujos 9, 12 y 17) apa- público, constituido por hombres, mu- so existen también un cartel y una con- cia, bailes, danzas y canciones folklóri- recen escenas idénticas que se celebran jeres y niños, mira el escenario adorna- fusa pintada en la fachada del edificio cas, con la triple finalidad de entretener en locales públicos de la localidad, cer- do con dos enredaderas y contempla que nos demuestran que en el Madrid a los niños, de curarlos de sus heridas canos a la colonia. Por un lado, Julián atentamente la actuación de una niña sitiado no había resquicio libre en las psicológicas y de recaudar fondos para Rodríguez (dibujo 12) reproduce un día que, jaleada por un guitarrista10, canta paredes en el que no apareciera propa- favorecer el sustento económico de las festivo de la colonia que se lleva a cabo un quejío11 y baila una melodía flamen- ganda político-bélica. colonias. en el cine Saint Esprit de Bayona (Fran- ca ataviada con un traje de gitana12. Una cia). Con un aforo completo, y bajo la estampa parecida es la que ofrece Ra- 9. Bowles (2006: 990-991) opina que los dos primeros instrumentos pertenecen a la familia membranófo- na y están confeccionados con un parche estirado sobre un bastidor construido de madera o metal que atenta vigilancia de un acomodador, el faela Jover (dibujo 17); en esta ocasión, producen sonidos al ser golpeados. Pérez (2000: 251-252) completa esta definición subrayando que la 10. La guitarra flamenca equivale a la guitarra convencional, pero aquélla tiene una caja más estrecha y la membrana inferior del tambor está atravesada por una o dos cuerdas de tripa que hacen que su sonoridad sonoridad más apagada; la técnica de la guitarra flamenca o guitarra andaluza difiere notablemente de la sea clara y estridente, a diferencia de la caja redoblante que no tiene estas cuerdas y origina una sonori- técnica de la guitarra clásica y lo importante de esta guitarra es la perfecta sincronización entre la cuerda y dad más sombría y sorda. Por otra parte, Pérez (2000: 184) subraya que el bombo es de mayor tamaño y la resonancia natural del instrumento (Blas y Ríos, 1990: 348-355). alcanza un diámetro de 90 y un fondo de 40 centímetros, generando un sonido indeterminado. Respecto a 11. Según la opinión de Blas y Ríos (1990: 629) ), el quejío es una glosolalia formada por un “ay” prolongado la dulzaina, este mismo autor (Pérez, 2000: 363) sostiene que es un instrumento popular español de sonido o varios “ayes” sucesivos que se insertan al principio, en medio o al final de la copla, aunque siempre con incisivo y pastoril, de doble lengüeta, antecesor del oboe con el que se acompañan frecuentemente las independencia de la letra de ésta, que le confiere al cante una acentuación dramática muy acusada. En danzas populares junto con el tamboril. Para completar estos comentarios, Manzano (2002: 555-557) cali- cambio, para Manuel López (1994: 47), el “ay” flamenco es un sustantivo que se separó con el tiempo de fica este útil como un instrumento aerófono de lengüeta cuyo uso fue generalizado hasta la primera década los sentimientos anímicos del cantante para convertirse simplemente en un elemento vocálico, esencial en del siglo XX, con un sistema melódico que abarca aproximadamente de Do3 a Do4, ya que la afinación del la ejecución de determinados cantes. instrumento nunca estuvo normalizada, destapando sucesivamente los seis o siete orificios del tubo, y una 12. De Hoyos, 1968: 257) sabe que normalmente el hombre suele vestir un pantalón algo corto, ricas po- octava superior conseguida por presión sobre la lengüeta. A lo más que han llegado algunos dulzaineros lainas de cuero, chaquetilla corta y ajustada, adornada con “alamares” y sombrero cordobés de fieltro; en es a transportar el tono mayor a la zona media del instrumento, a la altura Fa bemolizando el Si, o bien a la cambio, la mujer se engalana con un traje con falda de volantes, mantoncillo de seda y adorno de flores en altura Sol haciendo sonar el Fa sostenido. la cabeza. 94 95
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 Dibujo 17. Rafaela Jover. © Mandeville Special Collections Library, California University Dibujo 9. Francisca González. They Still Draw Pictures! (1938) el acto festivo se lleva a cabo en el cine pudieron llevar a cabo espectáculos co- reta15 en un grandioso escenario insta- vincias españolas, ha sido imposible San Carlos ubicado posiblemente en mo los reflejados por las niñas Pilar lado, de forma improvisada, en el patio identificar la vestimenta colorista que Bellús (Valencia) y en él se distingue, de Mascol (dibujo 16) y Ángeles Arnaiz de una colonia asentada en Bayona luce la niña, por lo cual creemos que fue nuevo, la actuación flamenca de una ni- (dibujo 5). Pilar representa nueve am- (Francia) y nos explica por escrito, en producto de su imaginación o fue con- ña, mientras que varias personas inten- bientes diferentes que están relaciona- el reverso de su dibujo, lo siguiente: feccionada exclusivamente para esta tan llegar a unos asientos que la dibujan- dos con las actividades extraescolares actuación por jovencitas alojadas en la “Este dibujo lo, he hecho para representar te no tuvo la precaución de dejar vacíos. (montar en barca) y escolares (trabajar institución. una fiesta que se verifico en esta Colonia Finalmente, Francisca González (dibu- en el aula, asearse en el cuarto de baño, Además de los locales públicos y de las para recaudar fondos para los niños.” jo 9) reproduce también la representa- alimentarse en el comedor, dormir en colonias, las calles también fueron luga- ción flamenca de una niña, que acompa- el dormitorio, jugar a la pelota, bañarse Llama la atención el gran paño, colo- res propicios para desarrollarse activida- ñada por un piano vertical13, baila al en la piscina, escuchar la música de un reado con la bandera republicana que des musicales. Esto lo hemos visto en dos ritmo de sus castañuelas14. piano y disfrutar de representaciones bordea dicho escenario, el humo ficticio dibujos (6, 10). José Mercé (dibujo 10) Cuando las instalaciones de las colo- teatrales). Por su parte, Ángeles dibuja que sale por la chimenea y las copas ver- reproduce una estampa festiva en la re- nias fueron apropiadas y amplias, se una niña bailando al ritmo de la pande- des de los árboles que son contorneadas gión levantina; lugar en donde saben mez- por la niña intentando respetar el hueco clar muy bien la pólvora, la música y el 13. Según Scholes (1984: 1028), el piano vertical fue desarrollado en 1800 por Isaac Hawkins (Filadelfia) y de las ventanas. Después de revisar los baile; en este dibujo se observa una pare- perfeccionado en 1811 por el inglés Robert Wornum. trajes regionales de cada una de las pro- ja de danzarines tocando las castañuelas 14. La especialista en castañuelas María Amalia Roales (2002: 320-322) sostiene que estos instrumentos idiófonos de percusión se tocan por pares; están construidos de madera dura y su forma nos recuerda la concha de Santiago de Compostela; la castañuela de la mano derecha, con un sonido agudo, hace el repi- 15. La pandereta es un instrumento popular de percusión directa que no tiene caja de resonancia; está cons- que y la de la mano izquierda, con un sonido más grave, hace el acompañamiento rítmico. Para completar tituida por una membrana cuyo aro de madera aloja cascabeles o arillos de cobre como si fueran crótalos; esta explicación, Preciado (1969: 114) afirma que las castañuelas son tan polivalentes que algunas bailao- el sonido se origina por golpeo, rasgueo o deslizamiento de los dedos y se suele utilizar como acompaña- ras pueden producir efectos de glisado, destacado, ondulado, trinos, redobles y arpegios. miento de danzas (Pérez, 2002: 431-432). 96 97
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 Dibujo 5. Ángeles Arnaiz. © Biblioteca Nacional de España Dibujo 6. Manuel Olivares. © Biblioteca Nacional de España y bailando una jota valenciana, mientras estaban preparando para un ejercicio y tos de la colonia; al mismo tiempo, para musical producida por tres txistularis18; que el público, ataviado también con tra- abajo representa las muchachas de la co- amenizar esta donación ciudadana, el dos de ellos tocando el txistu y el otro el jes folklóricos16 y portando las típicas lonia poniendo unos papeles de beneficio niño incluye una comitiva vasca consti- tamboril. Por otro lado, también cobra mantas sobre sus hombros y estandartes a la colonia.” tuida por cinco paloteros vascos17, que protagonismo un destacamento militar, floridos, observa atentamente, junto a una Debido al texto escrito, podemos pen- chocan sus palos al ritmo de una melodía rodeado por alambre de espino, en donde barraca, las evoluciones del baile levanti- sar que este niño quiso representar dos 17. En un correo electrónico recibido el 17 de octubre de 2009, el maestro José Ignacio Ansorena Miner, no. Por su parte, Manuel (dibujo 6) nos escenas independientes que vio en San catedrático del txistu del Conservatorio Superior de Música de San Sebastián y director de la Banda Muni- recrea con un cuadro y con un texto expli- Sebastián, cuando iba en compañía de su cipal de txistularis de esta misma localidad, al enviarle el dibujo, afirmó que existen muchas danzas, pero los makil-dantzariak o bailarines de palos fueron por esa época muy habituales. Dentro de las danzas-juegos cativo: madre. Por un lado, incorpora las figuras de exhibición las hay variadas (danzas de cintas, arcos, broqueles, espadas, etc.) y de palos pequeños y “Esta escena representa, un beneficio en de unas niñas que postulan por la calle y grandes. Según este investigador, la comitiva vasca que aparece en el dibujo 6 está interpretando la Makila haundi dantza, una de las danzas que constituye la suite guipuzcoana Brokel dantza. honor al refugio, esto yo lo he visto cuan- colocan escarapelas de papel en las so- 18.Teresa Martínez de la Peña (1968: 319-337) subrayó que el norte de España se halla dominado por dan- do con mi madre de paseo al mismo tiem- lapas de los viandantes con la intención zas de hombres, aunque excepcionalmente aparecen también mujeres; son danzas de habilidad, de violenta po vi los chistularis y los soldados que se de recaudar dinero para sufragar los gas- ejecución con grandes saltos, bailes geométricos, gimnásticos que acompañan con gritos al ritmo del txistu y tamboril. Por otro lado, el txistu es un instrumento vasco que fue utilizado desde la antigüedad para acom- pañar sus típicas danzas. Ansorena (2002: 536-538) y Brenet (1962: 533) afirman que este instrumento es una flauta recta con tres agujeros (dos en el adverso y uno en el reverso), fabricado con madera de ébano 16. De Hoyos (1968: 255), una de las investigadoras clásicas del folklore español, escribió que el traje valen- o boj; mide aproximadamente 43 centímetros y se toca con los dedos de la mano izquierda mientras la ciano de la huertana es muy rico en telas de seda, con el brocatel rameado en varios colores, con delantal y derecha, que sostiene un palillo, marca el ritmo embrionario, hiriendo el tamboril, pendiente del antebrazo pañoleta de tul o batista, bordado con lentejuelas e hilo de oro; el peinado suele estar adornado con peineta izquierdo; la afinación ordinaria del txistu es el tono de Fa sostenido y su extensión natural es desde el Re dorada y agujones. En cambio, en el traje del huertano merece la pena destacar el “zaragüelles”, pantalón bajo del pentagrama hasta el La sobre el pentagrama (una octava más una quinta), pero si se esfuerza el amplio, y la manta de lana de colores vivos, rematada con madroños o borlones que suele llevar colgada del ejecutante podría dar las dos octavas completas, a pesar de lo cual las notas extremas (estridentes las altas hombro. Por otro lado, L. Chavarri (citado por Preciado, 1969: 201) sostiene que el tipo más genuino de la y poco definidas de timbre las bajas) no lucen desde el punto de vista artístico. Tanto los txistularis como los jota valenciana es el que tiene inflexiones en modo menor. paloteros suelen ir ataviados con camisa y pantalones blancos, faja, boina y alpargatas. 98 99
ARTÍCULOS La música dibujada por niños durante la Guerra Civil española Música y Educación Núm. 85 Año XXIV, 1 Marzo 2011 toques son en sí mismos un lenguaje y, por tanto, un medio de comunicación musical que tiene el mando para que las órdenes sean ejecutadas sin dilación. De todos los dibujos musicales, hemos de- tectado tres (dibujos 4, 11 y 15) de índo- le castrense, en donde la corneta de ór- denes21, sin pistones y posiblemente con llave, es el instrumento sonoro por exce- lencia. El malagueño Francisco (dibujo 4), refugiado en la colonia Centro Espa- ñol de Perpiñán (Francia), dibuja con gran nostalgia su barrio, el Perchel, en el que existió el cuartel de la “Urora” (Au- rora) y la fábrica del gas, que estaba jus- to al lado de dicho cuartel, tal como lo ha dibujado el niño; para dar volumen a su creación artística inserta al fondo los montes de Alhaurín de la Torre (que se veían desde ese barrio por falta de edifi- caciones altas), el gran portón de la en- Fotografía 2. Portal de acceso al desaparecido trada al cuartel con dos centinelas y con cuartel de La Aurora de Málaga (en Barranquero Dibujo 4. Francisco Moreno. © Biblioteca Nacional de España las dos grandes piedras en el suelo, las Texeira, Encarnación, 1994: 221) edificaciones interiores y la parra con algunos soldados republicanos descan- siempre ha sido considerada una de las sus correspondientes racimos de uvas san como atestigua el hecho de que sus zonas españolas en la que han existido artísticamente, pero se distinguen per- que, según testimonios de vecinos octo- fusiles aparecen colocados en pabe- más bandas de música; por este motivo, fectamente dos contrabajos y un atril genarios, existió realmente. También se llón19, mientras que uno de los militares, no es de extrañar que precisamente una musical20. observa al jefe del acuartelamiento, con apostado junto a un cañón o ametralla- niña de la guerra, alojada en una loca- fajín, que desde una de las ventanas del 4.7. La música militar dora, vigila el sector del terreno que le lidad valenciana, dibujara una escena cuartel presencia el paso de unos solda- ha encomendado el mando. que habría visto en el parque. En esta Por su alcance y lejanía, la corneta de dos abanderados con la enseña republi- hermosa obra se observa una banda de órdenes fue durante la Guerra Civil el cana al son de los toques de una corneta 4.6. La música clásica músicos interpretando una composi- instrumento musical más eficaz para militar. Sobre este aspecto, no era usual Pilar Marcos (dibujo 14), alojada en ción sinfónica, mientras los vendedo- transmitir ordenanzas militares en el que una sola corneta sobrellevara el peso la colonia de Bellús (Valencia), dibuja res ambulantes de helados, refrescos, campo de batalla o en los cuarteles. Estos de un desfile; lo más habitual era que las un espectáculo musical, posiblemente, cigarrillos, barquillos y golosinas tra- 20. Para Höweler (1978: 138) el contrabajo es un instrumento de cuerda de sonido profundo, que se distin- en el templete del parque de esta loca- tan de vender sus productos a un públi- gue del cello no sólo porque es más grande, sino porque su construcción es diferente. La afinación habitual lidad. No olvidemos que la provincia co que está entregado al concierto. Los es Do, Mi, La, Re, Sol; pero no todos los contrabajos tienen la cuerda Do, que proporciona la nota más baja; es un instrumento transpositor porque suena una octava más baja de lo que está escrito. valenciana, desde hace muchos años, instrumentos no están bien definidos 21. Agustín Díez Guerrero (teniente coronel músico, director de la Banda Sinfónica de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid), en una llamada telefónica efectuada el 30 de noviembre de 2009, subrayó 19. Se dice que las armas están en pabellón cuando un grupo de fusiles se entrelazan entre sí por las bayo- que la corneta militar, sin pistones, propia de la Guerra Civil española, estaba afinada en Do y en Si bemol, netas y las culatas se apoyan en el suelo (Diccionario de la Real Academia española, 2001: 1643). originando cinco notas: Do, Sol, Do’, Mi’ y Sol’. 100 101
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