Las casas de moneda foráneas, 1810-1905
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Ensayos Las casas de moneda foráneas, 1810-1905* Juan Fernando Matamala E l inicio del movimiento insurgente de 1810 México, sin importar el periodo histórico a que propició la fundación de casas de moneda en los se haga referencia. principales minerales de la Nueva España. Este En este trabajo se presenta un bosquejo histó- proceso marcó a partir de entonces el fin de la rico sobre la azarosa existencia de estas casas de centralización de la acuñación en el Virreina- moneda y los factores que intervinieron a través to iniciada desde el siglo xvi, y caracterizó al del tiempo para que diversos niveles de gobierno primer siglo de vida del México independiente. y grupos empresariales las administraran. Ante ese nuevo escenario se desató una lucha por el control de esta importante renta entre los distintos poderes políticos y económicos, re- Los primeros intentos flejando la alternancia de su usufructo la corre- lación de fuerzas entre el gobierno central, los Las condiciones que permitieron la creación de gobiernos locales y los grupos de empresarios las casas de moneda foráneas en Nueva España interesados en uno de los mejores negocios du- confluyeron hasta 1810; sin embargo, las soli- rante el inestable siglo xix mexicano. citudes hechas a la Corona por parte de distin- Debido a la importancia de los recursos en tos centros de comercio y poblaciones mineras disputa, y el margen de maniobra política y eco- para establecer en sus demarcaciones fábri- nómica que adquiría quien controlaba las fá- cas de monedas se remontaban a varios siglos. bricas de circulante, la información genera- Entre las peticiones más documentadas se en- da por todo tipo de actores sociales fue prolija cuentran las formuladas por las autoridades desde el inicio de la operación de las llamadas provinciales de Nueva Galicia en 1573, para casas de moneda provisionales, a finales de la establecer una ceca en la ciudad de Guadala- Colonia, y estatales o provinciales después de jara, y la elevada por los gobernantes y mineros la consumación de la Independencia; aunque de Zacatecas entre 1575 y 1576. Los argumentos recientemente también se ha empleado el tér- esgrimidos en ambas eran el alto costo que im- mino foráneas para distinguirlas de la ceca de plicaba enviar los metales para su acuñación a la ciudad de México y el prolongado tiempo que suponía el retorno de su plata en forma de * Una primera versión de este ensayo fue publicada en La acuñación en México, 1535-2005, México, Casa de Mo- monedas, lo que en conjunto afectaba su de- neda México, 2005, pp. 61-132. sarrollo económico. Además de lo anterior, los 61
Ensayos zacatecanos sustentaban su solicitud en la inse- quienes obtenían enormes ganancias con sus guridad de los caminos que en ese entonces eran bancos de plata, fueron factores decisivos para objeto de constantes ataques de los indios “chi- que el gobierno español no permitiera la crea- chimecos” en el tramo de Zacatecas a Guadala- ción de otra casa de moneda en el territorio de jara, a lo que el rey respondió en marzo de 1577 la Nueva España. Sin embargo, al poco tiempo que eso se solucionaría creando poblados espa- estos obstáculos para crear nuevas cecas fueron ñoles, por lo que se fundaron las villas de Lagos eliminados por las Ordenanzas de Cazalla del y Aguascalientes. 16 de julio de 1730, cuyo objetivo principal fue En ambos casos y luego de pasar por una serie el de recobrar para la Real Hacienda la adminis- de instancias del gobierno imperial, las peticio- tración completa de la casa de moneda, mismo nes fueron repetidamente rechazadas. La clave que se concretó hacia 1733, cuando la Corona para entender la negativa a estas solicitudes, que concluyó la recuperación de los oficios de la ceca a todas luces eran benéficas para las economías de México que se habían vendido a particulares de ambas entidades, su entorno regional, y en y en su lugar nombró a oficiales reales con suel- última instancia para las arcas del rey, quedó dos fijos para operar dicha casa. plasmada en la resolución avalada por el virrey Esta nueva circunstancia permitiría suponer marqués de Casafuerte en 1728, que considera- que el régimen de los Borbón promovería la crea- ba inconveniente habilitar una casa de moneda ción de otras casas de moneda en el Virreinato en Zacatecas o en Guadalajara. Tal afirmación se para fomentar la minería y aumentar con ello basaba en los informes que al respecto se les ha- sus niveles de recaudación fiscal. De hecho, im- bían pedido al tesorero, al tallador, al ensayador portantes funcionarios de la época, como Fran- y al guarda mayor de la ceca de México. Entre las cisco Xavier de Gamboa en 1761, recomendaron principales razones que aducían los funcionarios la apertura de una casa de moneda en las Pro- de la casa de moneda se encontraba el perjui- vincias Internas; y más aún, en el plan de 1768, cio que resultaría para sus ganancias porque sus aprobado por el rey en 1769, el virrey marqués de cargos los habían comprado, a menos —decían— Croix y el visitador Gálvez acordaron establecer que extendieran sus facultades a los nuevos es- una ceca en Sonora. El rey Carlos III lo confirmó tablecimientos; en Europa sólo la ceca mexicana en su instrucción de 22 de agosto de 1776, fijando podría tener crédito; disminuiría la importancia al pueblo de Arizpe, capital de las Provincias In- de la ciudad de México al perder la exclusividad ternas, como sede del nuevo establecimiento de del cuño; la escasez de numerario en Guadalaja- acuñación. No obstante esta serie de órdenes de ra y Zacatecas se remediaría si se constituyera las más altas autoridades imperiales, la proyecta- un fondo para la compra de plata en barras y, fi- da ceca nunca se construyó ahí ni en algún otro nalmente, los grandes comerciantes de la ciudad punto del territorio virreinal. ¿Por qué entonces, de México se verían afectados en su negocio de si se habían zanjado las trabas puestas por los compraventa de plata. particulares que manejaban como negocio pro- Ante estos argumentos se puede afirmar que, pio la renta de la amonedación y si el propio rey hasta el primer tercio del siglo xviii, los inte- dispuso que se edificara una casa de moneda en reses de los poseedores de los oficios de la casa sus dominios, nunca existió hasta antes del movi- de moneda —subastados al mejor postor— y de miento insurgente de 1810 otra ceca en la Nueva los grandes comerciantes de la capital virreinal, España que no fuera la de la ciudad de México? Matías de la Mota Padilla, Historia de la conquista de Fausto de Elhúyar, Indagaciones sobre la amoneda- la Nueva Galicia, 1742, México, 1870, cap. XLVII, núm. ción en Nueva España, 1814, México, Miguel Ángel Porrúa, 11, p. 241. 1979, p. 20. Francisco Xavier de Gamboa, Comentarios a las Orde- Francisco Alberto Pradeau, Historia numismática de nanzas de Minas 1761, México, Miguel Ángel Porrúa, 1986, México de 1823 a 1950, México, Sociedad Numismática de pp. 424-428. México, 1961, vol. 2, p. 16. 62
Ensayos Documentalmente no se ha hallado hasta el recursos necesarios para la defensa y adminis- momento una explicación puntual a tal interro- tración de esas partes del imperio. gante, pero desde el análisis histórico se pueden Con esta estructura y tomando en cuenta el identificar al menos dos factores relacionados con desarrollo de los medios de transporte y comu- la administración de los vastos dominios españo- nicación de la época, mantener una sola fábrica les que operaron a distintos niveles, pero que es- de acuñación en el centro del poder virreinal era tuvieron articulados entre sí. Uno fue la nece- la mejor estrategia. Un ejemplo ilustrativo sobre sidad, por parte de la Corona, de que la Nueva estas decisiones de la administración española España fuera un eficiente proveedor de recur- lo tenemos en el año de 1809, cuando el arzobis- sos para sostener su administración imperial; el po virrey Francisco Xavier de Linaza ordenó al otro, la implementación de medidas específicas superintendente de la Casa de Moneda de Méxi- en el Virreinato novohispano para el fomento de co dar cumplimiento a la orden de la Suprema la minería, y que aunado a un mayor control ha- Junta Central Gubernativa de España, consis- cendario daría como resultado un mayor nivel tente en que se le pagara al representante del de acuñación. gobierno inglés la suma de tres millones de pesos La primera de ellas tiene que ver con la estra- que dicha nación había prestado y entregado en tegia geopolítica de la Corona a lo largo del siglo tierras ibéricas. El pago debería realizarse en las xviii, especialmente durante la segunda mitad tesorerías de México o Veracruz, pero como nin- de la centuria, en la que como han demostrado guna de ellas contaba con tal cantidad, se ordenó Carlos Marichal y Matilde Souto, la Nueva Es- que se suspendiera la acuñación de la plata y oro paña jugó un papel clave en la articulación fiscal de los mineros y los comerciantes novohispanos, del Imperio Español, al depender de sus reme- sin reparar en los daños que estos retrasos oca- sas de plata buena parte de la administración sionarían, y que las labores de la ceca de México civil y militar del Caribe. Entre las plazas que se enfocaran casi exclusivamente —dos terceras eran sostenidas en mayor o menor medida con partes de su capacidad de producción— a la amo- los recursos novohispanos a través del situado nedación de las barras de la Real Hacienda des- —como se denominaba a esta transferencia de tinadas a pagar el empréstito. recursos— se contaban Cuba, Santo Domingo, Un segundo elemento que ayuda a explicar Trinidad, la Louisiana, Pensacola y San Agustín la falta de casas de moneda en otro punto del en la Florida. Estas remesas, aunadas a las en- vasto territorio de la Nueva España se encuen- viadas a España por parte de la Real Hacienda tra en una serie de medidas alternas que cum- novohispana, llegaron a sumar la extraordinaria plieron exitosamente con el mismo propósito cantidad de nueve millones de pesos durante la de fomentar la minería para incrementar la re- década de 1790. Para cumplir con estas obliga- caudación. Entre ellas destacan la reducción ciones con el Caribe, además del situado que se del precio del azogue, la pólvora y el hierro, así enviaba a las Filipinas, para entonces también como la exención del pago de alcabalas a sus in- colonia española, la Caja Matriz de México ne- sumos; la creación del Tribunal de Minería en cesitaba mantener un eficiente nivel de orga- 1776; la operación de un banco de avío en 1784; nización, que implicaba un estricto control de y la creación de los fondos de rescate en dis- la recaudación fiscal y de la acuñación en todo tintas tesorerías foráneas, con la finalidad de el territorio para remitir con oportunidad los pagar en forma expedita su plata a los mineros. Los resultados se evidenciaron hacia los últimos años del régimen borbónico, cuando además de ��������������������������������������������������� Carlos Marichal y Matilde Souto, “Silver and Situa- mejorar la producción de metales se redujo la dos: New Spain and the Financing of the Spanish Empire in the Caribbean in the Eighteenth Century”, en Hispanic American Historical Review, vol. 74, núm. 4, noviembre de Archivo general de la Nación (agn), Fondo Casa de 1994, pp. 587-613. Moneda, vol. 78, ff. 66-76v. 63
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Ensayos circulación de la plata en pasta sin fiscalizar y solicitaron o fundaron cecas provisionales jus- las extracciones ilegales disminuyeron notable- tificaron sus peticiones o acciones evocando la mente, por lo que la acuñación en la Casa de extinción de dichos fondos de rescate por el mo- Moneda de México llegó a 27 millones de pesos vimiento armado de 1810. en 1804, el monto más alto durante todo el pe- El conjunto de las medidas mencionadas riodo colonial. había estructurado hacia finales del siglo xviii Entre las medidas citadas destacan los fon- y principios del xix un eficiente sistema econó- dos de rescate como antecedente de las casas de mico que vinculaba a los principales centros mi- moneda provisionales en los reales de minas; neros y comerciales de la Nueva España con la caracterizados por importantes sumas de dine- ciudad de México, consiguiendo la Corona sus ro dispuestas en las tesorerías de las principa- objetivos de obtener más recursos para financiar les regiones mineras para que la Real Hacienda la administración y defensa de su inconmensu- comprara la plata in situ a los mineros al precio rable territorio. que se pagaba en la ceca de México, ahorrándo- se éstos, entre otros gastos –y el factor de ries- go en el traslado–, el importante descuento con La acuñación provisional, 1810-1821 que la compraban tradicionalmente los merca- deres de plata y el largo tiempo que transcurría La creación de casas de moneda en el Imperio entre el envío de sus metales en barras a la casa español, como respuesta a la falta de numerario de México y su retorno en forma de numerario. ocasionada por un conflicto bélico, no fue origi- Con esta estrategia la monarquía intentó incen- naria ni privativa de la Nueva España. De hecho, tivar la actividad minera, pero al mismo tiem- en la Península Ibérica desde 1808 —año en el po buscó competir y desplazar en el mercado de que Napoleón invadió España— fueron resta- los metales preciosos a los comerciantes de plata blecidas o fundadas cecas por todo el territorio. tanto para hacerse de más recursos como para Entre los casos más relevantes se encuentra el debilitar a un grupo que, en opinión de la Co- restablecimiento de la Casa de Moneda de Bar- rona, sin arriesgar dinero en el avío de minas celona, decretado por bando del 21 de agosto de obtenía jugosas ganancias al aprovechar la es- 1808. Los motivos expuestos para tal decisión no casa liquidez de efectivo que generalmente pa- fueron muy distintos a los que dos años después decían los mineros para financiar las labores de expresarían los fundadores de cecas provisiona- sus negociaciones, desde la extracción del mine- les en la Nueva España: la escasez de dinero y ral en piedra hasta su transformación en mone- la ruina de las actividades industriales y comer- das. Sus operaciones iniciaron durante la última ciales. Al mismo tiempo que en Barcelona, sur- década del siglo xviii en los minerales de San gió otra ceca en Mallorca, por disposición de la Luis Potosí (1790), Zacatecas (1791), Pachuca Junta Suprema de Gobierno de ese reino. Du- (1791), Real del Rosario en Sinaloa (1792) –que rante el año siguiente se mandó establecer una por problemas de transporte fue operado desde en Cádiz; en 1810 otra en Valencia y así, como Guadalajara–, Sombrerete (1792), Guanajuato éstas, varias más. No es aventurado suponer que (1799), Zimapán (1799), Cosalá (1808), Durango esos hechos en la península fueran conocidos por (1808) y Chihuahua (1808). Si bien el manejo las autoridades locales novohispanas que promo- y la existencia de esos fondos en muchos casos vieron en su momento la creación de las fábri- fueron irregulares, sus beneficios resultaron tan cas provisionales, el que se estuvieran abriendo evidentes que no pocas autoridades realistas que esas casas en España alentara su apertura en la Pilar Mariscal, Los bancos de rescate de platas, Sevilla, Tomás Dasí, Estudio de los reales de a ocho también Banco de España/Escuela de Estudios Hispano-Americanos, llamados pesos, dólares, piastras, patacones o duros españo- 1964, p. 5. les, Valencia, Tipografía Artística, 1951, t. IV, pp. XII-XIII. 65
Ensayos Nueva España para paliar los efectos del con- tituyeron un medio de cambio válido que le per- flicto bélico. mitió subsistir. Pero hasta principios de 1810 esas condiciones La acuñación insurgente inició en 1811, aun- no estaban presentes en el mundo novohispano. que se ha difundido la versión de que Hidalgo Fue hasta que se desencadenó la guerra, y con acuñó moneda al mes siguiente de tomar la ciu- ella la interrupción del flujo monetario desde la dad de Guanajuato en septiembre de 1810, y de ciudad de México hacia el interior, cuando, ante la haberla suspendido al ser retomada por los rea- necesidad de pagar a las tropas, a los operarios de listas en noviembre de ese mismo año; lo cierto es minas y el intercambio de mercancías, incluidos que hasta la fecha no se conoce moneda acuñada los pertrechos de guerra, los líderes políticos y mi- durante ese lapso, y reconocidos numismáticos la litares tuvieron dos opciones en los territorios bajo han descartado por completo. existen registros su control para legitimar medios de cambio; uno fidedignos de las cecas de Morelos (1811-1815), de ellos fue resellar las monedas del enemigo o de Junta de Zitácuaro (1811-1814), Suprema Junta otra jurisdicción, mientras que el otro fue acuñar Gubernativa (1812-1813), Zacatlán (1812-1813), su propia moneda. Sobre la primera estrategia, Zongolica (1812) y Guanajuato (1821).10 los estudios numismáticos han ido identificando La acuñación provisional realista también dio paulatinamente los probables nombres o consig- inicio en los primeros años de la contienda, de nas que corresponden a las iniciales o símbolos hecho desde 1810, pero –en contraste con la suer- hallados en la moneda resellada. Por su parte, las te de los establecimientos insurgentes– buena indagaciones sobre los cuños de esa etapa acumu- parte de sus fábricas de moneda se convirtieron lan también una larga tradición de investigación en establecimientos permanentes durante un se- numismática e histórica. De la información ob- gundo periodo que abarcó los años 1816-1821, tenida se distinguen dos momentos en la acuña- después de enfrentar la férrea oposición de los ción provisional, llamada así por las circunstan- directivos de la Casa de Moneda de México. cias en que fueron elaboradas esas monedas. El Las cecas realistas surgidas de la guerra de término “provisional”, empleado tanto por realis- independencia fueron Sombrerete (1810-1812), tas como por insurgentes, denotaba la intención Zacatecas (1810-1821), Durango (1811-1821), de ser monedas que no se pretendía continuar la- Chihuahua (1811-1821), Real de Catorce (1811), brando una vez restablecido el orden. Guadalajara (1812-1821), Oaxaca (1812), Gua- Un primer momento puede observarse entre najuato (1812-1813), Valladolid (1813) y Sierra 1810 y 1815; en este periodo, que va del levanta- de Pinos (1814). Para la fundación de todas ellas miento de Hidalgo hasta la derrota y muerte de hubo un argumento general: evitar la escasez de Morelos, se generó una gran variedad de mone- numerario que había en las poblaciones debido a das provisionales, tanto realistas como insurgen- los trastornos de la guerra. En cuanto a los obje- tes, explicable por el caos originado en todo el tivos particulares de cada entidad, en unos tenía sistema económico de la Nueva España. En esta más peso el interés por preservar la industria etapa inicia y termina la totalidad de la acuñación minera y el comercio, mientras en otros la mo- provisional insurgente y parte de la realista. tivación principal fue el pago a las tropas. Para La mayoría de establecimientos insurgentes los zacatecanos, por ejemplo, lo más urgente era en donde se acuñó moneda provisional no llegó obtener recursos para que sus principales minas a consolidarse en lo que se podría llamar una continuaran operando y evitar así los daños ocu- casa de moneda, por la complejidad técnica y lo rridos en Guanajuato. Los de Durango también costoso que resultaba su instalación en un en- aludieron al perjuicio que la escasez de monedas torno tan inestable. Sin embargo, cada uno de los cuños labrados en esa época fueron de gran José Manuel Sobrino,, La moneda mexicana. Su histo- relevancia, pues para el grupo social que habitó ria, México, Banco de México, 1989, p. 42. la región bajo su control en ese momento cons- 10 Idem. 66
Ensayos provocaba en el comercio y la minería del lugar. de la inestabilidad del momento. Para remediar Mientras en Chihuahua, el comandante Neme- estos males sugería el marqués de San Román sio Salcedo justificaba la acuñación local “para que se restablecieran los fondos de rescate en cubrir las atenciones públicas, que no admitían las cajas reales y se organizaran fuertes escoltas demora, como [...] el pago de las tropas de la para conducir los metales a la casa de México. guarnición, socorro de los eclesiásticos destina- Hacia 1813 el mismo funcionario propuso que dos a las misiones, y otras muchas necesidades, la acuñación de moneda provisional fuera rem- hijas de la rebelión”.11 plazada por la fabricación de unos aros de plata Aunque en los minerales se labró moneda con las iniciales de los ensayadores, y llamados inicialmente para sostener la economía, pronto Vales Reales Metálicos, cuyo valor se determina- buena parte de su producción sería canalizada ría en función de la cantidad de metal que con- también al gasto de los ejércitos de ambas faccio- tuviera la pieza. Esta idea motivó una oposición nes que sucesivamente ocupaban las ciudades. abierta del Tribunal de Minería, el que a partir El que fuera necesaria para los altos mandos mi- de entonces desempeñaría el papel de contrape- litares fortaleció, e incluso legalizó, su existencia so a los funcionarios de la ceca de México, apo- mediante bandos como el emitido por Félix Ca- yando la permanencia de las casas de moneda lleja —a la postre virrey de la Nueva España— provisionales. A pesar de la postura del Tribunal, el 3 de mayo de 1811 en Zacatecas, en el cual el superintendente continuó alertando al virrey declaraba válida y de uso corriente la moneda sobre el peligro que representaban los estableci- provisional acuñada en esa ciudad. mientos foráneos para la gobernabilidad del terri- A medida que pasaban los años la acuñación de torio. En 1815 el funcionario envió otro informe a plata en la Casa de Moneda de México disminuía la máxima autoridad novohispana, en el que cla- drásticamente, hasta representar en 1812 menos ramente identificaba la permanencia de las casas de 25% de lo acuñado en 1810. los informes de provisionales con una futura independencia ad- sus distintos superintendentes durante la guerra, ministrativa del gobierno central: Francisco Fernández de Córdoba marqués de San Román durante el periodo 1787-1815, y Rafael de Todas las provincias, parece, se han propues- Lardizábal para el lapso 1815-1829, se fueron con- to vivir y mantenerse aisladas y emancipa- virtiendo en importantes fuentes de crítica bien das de la Capital; y uno de los medios más sustentada e intransigente contra la existencia de a propósito para que se saliesen con la suya las cecas realistas provisionales e incluso contra el sería, a mi ver, el que se les permitiese sellar proyecto de instalar una por cuenta de la Corona moneda, o cosa que se le pareciese, porque en otro punto del Virreinato, como habían hecho en teniendo el numerario suficiente, o una sus antecesores décadas atrás. apariencia de él, ya se considerarán como in- Ese año de 1812 los principales señalamien- dependientes del gobierno de México.12 tos se centraban en los perjuicios al gobierno y a la sociedad por la fabricación y circulación de Estaba en juego la viabilidad del sistema fiscal una moneda provisional de mala hechura, poca imperial que desde México proveía de numerario fiabilidad en su ley y peso, y de fácil falsificación. no sólo a las distintas intendencias del Virreina- Se argumentaba además la falta de legitimidad to, sino a las numerosas unidades administrati- del cuño, por no haber sido producto de la vo- vas del Caribe y las Filipinas a través del situado. luntad del rey o del Supremo Concejo de Regen- Por ello y por las exposiciones de los directivos de cias de las Españas, así como la “falacia” de la la casa de México pero también de lo defectuosa escasez de numerario, al no ser ésta más que un que era la moneda provisional, se emitió en Ma- efecto de la inseguridad de la sociedad derivada drid una Real Orden el 29 de diciembre de 1816, 11 agn, Fondo Casa de Moneda, vol. 415, ff. 147-148. 12 agn, Fondo Casa de Moneda, vol. 265, ff. 148-148v. 67
Ensayos en la que se derogaba la resolución de la Junta de 1821, México fue reconocido como nación inde- Arbitrios de la Nueva España, por la que se había pendiente, llamado en adelante Imperio Mexica- aprobado el establecimiento formal en el Virrei- no. La Declaración de Independencia fue redacta- nato de cuatro cecas en las ciudades de Guanajua- da el 28 de septiembre del mismo año por la Junta to, Zacatecas, Guadalajara y Durango. Al recibir Provisional Gubernativa, y el 20 de mayo del año la orden, el virrey mandó cerrar todas las casas siguiente Iturbide fue proclamado emperador. de moneda provisionales excepto la de Durango, Durante el Imperio de Iturbide (1821-1823) lo que inmediatamente originó una contraofen- las casas de moneda foráneas de origen virrei- siva de los interesados en la existencia del cuño nal que continuaron acuñando fueron las de Du- provisional. Uno de ellos, el Tribunal de Minería, rango, Guadalajara y Zacatecas, autorizándose escribió varias veces al secretario de Estado y del oficialmente en 1821 la circulación de las piezas Despacho Universal de Hacienda, para fijar su provisionales labradas en este último estable- postura de que las fábricas provisionales eran un cimiento. A las anteriores se sumó la de Gua- mal necesario, pues aunque reconocía el daño al najuato, que como ceca insurgente había ini- erario público, consideraba que en esos momen- ciado su acuñación en 1821, continuando sus tos era la mejor alternativa para evitar la ruina labores hasta 1822. total de la industria minera. A la caída de Iturbide en marzo de 1823, y con Hacia el final del régimen virreinal un grupo la posterior transformación del imperio en una re- de empresarios zacatecanos, organizados en una pública federal, el nuevo país se dio a la tarea de comisión desde 1818, reunieron fondos para en- redactar una constitución general. El pacto fede- viar un representante a México y Madrid dotado ral plasmado en la Constitución de 1824 fue la con- de amplios recursos económicos, con el fin de ob- solidación de un proceso de regionalización de los tener de dichas instancias una disposición legal poderes políticos desde las reformas borbónicas. que les favoreciera. La misión tuvo éxito y el 6 de El naciente país entraba al concierto de las na- noviembre de 1820 las cortes de España decreta- ciones con una completa desarticulación moneta- ron el establecimiento legal de las casas de mone- ria, fiscal, económica y política, la cual propiciaría da de Zacatecas y Guadalajara.13 Esta resolución las constantes pugnas —durante casi cincuenta hizo que los intereses de los mineros y de las eli- años— entre los diversos grupos que intentaron tes políticas regionales prevalecieran finalmente implantar su visión de gobierno, alternándose sobre los argumentos de los funcionarios de la entre el palacio nacional y el campo de batalla. Casa de Moneda de México, quienes no les quedó En lo monetario, se trató de ordenar la varie- sino presenciar la formalización de la descentrali- dad de diseños que habían circulado en el territo- zación monetaria en la Nueva España iniciada en rio desde 1810 y se emitió una ley el 1 de agosto 1810 y expresada en la consolidación de las cecas de 1823, que mandaba a todas las cecas de la re- de Durango, Guadalajara y Zacatecas, que junto pública a que sólo utilizaran los troqueles remi- con los otros establecimientos realistas provisio- tidos desde la casa de México, con la finalidad de nales lograron acuñar en ese periodo una canti- uniformar la moneda. Este reconocimiento im- dad superior a 30 millones de pesos. plícito de las cecas foráneas fue legalizado a tra- vés de un decreto del Congreso el 4 de agosto de 1824, en el que se concedía a los estados autori- Los primeros años del México zación para crear casas de moneda y percibir los independiente, 1821-1824 ingresos derivados de su operación. Para super- visar la calidad de la moneda en el país el Con- Firmado el Tratado de Córdoba por Agustín greso General reservó para sí, en el artículo 50 de Iturbide y el virrey O’Donojú, el 24 de agosto de constitucional, la facultad de determinar y uni- formar en todos los estados el peso, ley, valor, tipo 13 Tomás Dasí, op. cit., t. IV, p. CXX. y denominación de las monedas. Estas disposi- 68
Ensayos ciones propiciaron que se fundaran o reabrieran empleados inadecuada a los niveles de acuñación diversas casas de moneda en los principales cen- en ese periodo, persistiendo la misma de antes tros mineros y comerciales del país, pero a pesar de 1810; falta de renovación de la maquinaria; de lo dispuesto en las leyes, prevaleció la falta de decadencia de algunos minerales y por supuesto, control y uniformidad en la acuñación de las di- la operación de fábricas de moneda en el interior versas casas de la nación. del país. Por ello en las memorias anuales de los Durante los veinte años posteriores a la pro- secretarios de Hacienda –desde 1823 hasta poco mulgación de la Constitución de 1824, en la medi- antes de su arrendamiento en 1847–, siempre da que se robusteció la acuñación en los estados, que los funcionarios mencionaban a la Casa de la Casa de Moneda de México padeció la peor cri- Moneda de México lo hacían para señalar algu- sis de su historia. Esta situación se evidencia al na dificultad. Por ejemplo, en las memorias de comparar la amonedación de las cecas de México 1829 y 1830 se consignaba un déficit por más de y de Zacatecas, la más importante de las estata- 62 mil pesos en el primer año y de casi 35 mil en les en la primera mitad del siglo xix. Con respec- el segundo, por lo que el secretario Rafael Man- to a la zacatecana, el viajero y diplomático inglés gino decía: Henry Ward decía en 1827 que la ceca era una de las principales ventajas con que contaba ese El considerable número de empleados, la alta distrito minero, debido a que en un lapso de cua- importancia de sus dotaciones, los dispendio- tro días los mineros y los rescatadores recibían el sos métodos de sus oficinas, todo en fin, es pago de sus barras. El gobernador Francisco Gar- tan desproporcionado en la casa de moneda cía Salinas, en su memoria de 1831, mencionaba de México al estado actual de sus labores, que se continuaban perfeccionando las labores de que convendría proponer su extinción entre la acuñación y que en ninguna otra casa del país las medidas de economía, que deben presen- se pagaba tan pronto a los introductores, llegan- tarse a la deliberación de las cámaras.14 do incluso a otorgárseles un anticipo a cuenta de la plata que fueran a presentar. Dos años des- Quince años después, el secretario de Hacien- pués, el mismo gobernador consignaba la compra da Luis de la Rosa, en su memoria al Congre- de inmuebles aledaños a la fábrica para ampliarla so, aún hablaba de la necesidad de reformar la y adecuarla al volumen de su acuñación, que en planta de empleados y de adquirir una nueva ese bienio había sobrepasado los nueve y medio maquinaria, o se paralizarían definitivamente millones de pesos. El beneficio para la entidad las labores del establecimiento. Es de suponer no se limitó a las ganancias del establecimiento, que el gobierno no logró concretar estos cam- pues los recursos con que se iniciaron los trabajos bios, los cuales sin duda fueron efectuados por de la exitosa compañía minera de Fresnillo, en fe- los arrendatarios a partir de 1847, para que la brero de 1831, fueron aportados en parte con los ceca recobrara su importancia y rentabilidad en fondos de la casa de moneda de Zacatecas. Como la segunda mitad del siglo xix. se puede notar, algunas entidades de la nacien- te federación se preocuparon por tener estable- cimientos eficientes, con la finalidad de que los Las casas de moneda estatales, 1824-1876 minerales de su jurisdicción fueran acuñados en ella, para incrementar la recaudación fiscal y for- El propósito del Congreso mexicano, al autori- talecer su poder político. zar en 1824 la acuñación en los estados, era, por En contraste, durante el mismo lapso la ceca un lado, fomentar la minería y el comercio, pero de México pasó por grandes apuros, debido fun- también mejorar sus economías por el previsible damentalmente a los siguientes factores: el ago- tamiento de un fondo suficiente para comprar 14 Memoria de la Secretaría del Despacho de Hacienda, las platas de los introductores; una planta de México, Imprenta del Águila, 1830, p. 9. 69
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Ensayos aumento en la recaudación fiscal, de la que for- esfuerzos dirigidos a conseguir que los grandes maban parte los derechos de acuñación y en ge- volúmenes de metales preciosos extraídos en sus neral las utilidades de las distintas casas de mo- estados fueran acuñados localmente, para favo- neda. Por eso, conforme se fueron declarando recer a la minería y su erario. En el caso parti- estados y tras ser reconocidos como integrantes cular de San Luis mucha de su plata era labrada de la república, las entidades que poseían en su en Zacatecas, donde la plata potosina representó territorio minerales importantes hicieron lo po- alrededor de 20% de lo acuñado en esa ceca du- sible por establecer en su capital, en ocasiones de rante el periodo 1824-1827, dejándole también manera efímera como en el caso de Tlalpan y Ála- importantes ingresos por el pago de impuestos mos, una casa de amonedación. La realización de del proceso de amonedación. Ante tal fuga de re- ese proyecto no siempre fue fácil y para algunos cursos el gobierno del estado, junto con mineros gobiernos implicó gestionar durante varios años locales, estableció su casa de moneda, que inició e incluso décadas, mientras que otros en cuestión operaciones el 1 de octubre de 1827. de meses tenían operando su establecimiento. La casa del Estado de México es también cono- El inicio y final de las operaciones de las cecas cida como de Tlalpan, aunque su ceca alude a las estatales después de la disposición del Congre- siglas del estado. Dicho establecimiento tuvo un so General y de la autorización por cada una de origen y un destino azarosos. Su fundación en esa sus legislaturas respectivas fueron los siguien- ciudad se debe a la definición de la capital del es- tes: Durango (1824-1895), Guadalajara (1824- tado, que en un principio era la ciudad de México, 1895), Zacatecas (1824-1905), Guanajuato pero al dejar de serlo los poderes estatales inicia- (1824-1900), San Luis Potosí (1827-1893), Esta- ron una peregrinación por diversos poblados, en do de México o Tlalpan (1828-1830), Chihuahua busca del lugar idóneo para asentarse. La prime- (1832-1895), Guadalupe y Calvo (1844-1852), ra parada la hizo en Texcoco, posteriormente en Culiacán (1846-1905), Oaxaca (1858-1893), Tlalpan hasta llegar a su actual capital en Tolu- Hermosillo (1861-1895), Álamos (1862-1895) y ca. Durante su estancia en Tlalpan la legislatura Real de Catorce (1863-1869). local decretó el 26 de mayo de 1827 que se crea- De todas ellas, las de Durango, Guadalajara y ra una ceca para captar la producción de impor- Zacatecas habían operado casi ininterrumpida- tantes minerales como Pachuca, Real del Monte mente desde los primeros años del movimiento y Zimapán, por citar algunos. En ese proyecto se insurgente del cura Hidalgo, por lo que las legis- invirtieron muchos recursos estatales, al tiempo laturas de sus estados sólo refrendaron su exis- tencia. La de Guanajuato había dejado de acuñar que también se intentó convencer –infructuosa- dos años antes, el gobierno del estado la rehabili- mente– a algunos empresarios para que la toma- tó para casi inmediatamente buscar inversionis- ran en concesión. Sus operaciones iniciaron el 23 tas privados que la tomaran en arrendamiento. de febrero de 1828 y concluyeron el 13 de julio de La beneficiaria fue la compañía minera inglesa 1830. La razón del fracaso fue un error de cálcu- Anglo-Mexicana, representada posteriormente en lo de quienes la promovieron: tenían una de las México por la firma Manning y Marshall, que con casas de moneda con mayor prestigio mundial, la el tiempo se convertiría en una de las principales de México, a sólo unos kilómetros de distancia, y controladoras de casas de moneda del país, ya con hasta los mineros mexiquenses la preferían para la razón social de Manning y Mackintosh. El con- acuñar sus metales, que en buena medida eran trato fue firmado en 1825, siendo la primera de exportados al mercado internacional. las cecas mexicanas en arrendarse a particulares, La ceca de Chihuahua inició operaciones en con lo que dio inicio esta práctica tan debatida a esa etapa hasta 1832 y por cuenta del gobier- lo largo del siglo xix. no del estado, que desde 1825 había iniciado le- En orden cronológico siguieron las de San Luis galmente su establecimiento. Las escasas ga- Potosí y Tlalpan. Ambas fueron resultado de los nancias, e incluso las pérdidas, durante varios 71
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Ensayos años provocaron que en 1839 fuera arrendada sidente Nicolás Bravo otorgó en arrendamiento la al empresario Juan Kelly y sus socios median- flamante casa de moneda ni más ni menos que a te un contrato muy oneroso para el gobierno. la misma compañía de Guadalupe y Calvo. Las la- Posteriormente recobró su administración para bores de acuñación iniciaron en abril de 1846. En volver a arrendarla en 1879. Fue en ese estado 1852 Santa Anna rescindió los contratos de las donde se erigió otra casa de moneda en 1844, la casas de Culiacán y de Guadalupe y Calvo, otor- de Guadalupe y Calvo, muestra extrema de las gándoles una indemnización de 370 mil pesos, cu- componendas entre el gobierno de Santa Anna biertos –como se señaló arriba– con el producto y un grupo de empresarios que lucraron con las de la venta de territorio mexicano. La ceca con- rentas públicas. Argumentando el aislamiento tinuó siendo administrada por el gobierno hasta geográfico del mineral y los continuos ataques agosto de 1855, recuperándola otra vez en 1870 de los “apaches, comanches” y bandidos, el go- y rentándola por tercera vez en 1876. bierno general aprobó su establecimiento sin La Casa de Moneda de Oaxaca tuvo también atender a las protestas de la Casa de Moneda de una historia peculiar, pues junto con la de Tlal- Chihuahua, a quien correspondía acuñar esos pan fue una empresa que generalmente se ma- metales. La compañía arrendataria fue la Gua- nejó con pérdidas o con escasas utilidades. Va- dalupe y Calvo Mining Co., de origen inglés, ini- rios intentos para iniciar sus operaciones no se ciando operaciones de acuñación el 1 de junio de habían materializado por la falta de fondos, la 1844 para terminarlas el 22 de mayo de 1852. inestabilidad social e incluso porque en el con- En 1849 el contrato de la casa fue trasladado a trato de arrendamiento de la ceca de México se Jecker, Torre y Compañía, cuya mala adminis- prohibía crear otro establecimiento en un radio tración motivó que los mineros llevaran sus me- determinado, en el que se incluía la ciudad de tales a la ceca de Culiacán. Las condiciones del Oaxaca. Fue hasta que el gobierno encabeza- arrendamiento fueron tan desventajosas para do por Benito Juárez obtuvo la concesión de la el erario, que el ministro de Hacienda en 1849, ceca local, el 14 de septiembre de 1857, que die- escribía en su memoria: “todas las utilidades ron inicio sus labores. La acuñación empezó en las percibe la empresa [...] lejos de tener alguna marzo de 1858 y el contrato perduró hasta 1872, el gobierno”. Lo inaudito fue que a pesar de ser fecha en la que el gobierno federal retomó su ad- clausurado por los mismos empresarios por su ministración para mantenerla operando median- mala administración, interpusieron reclamacio- te subsidios fiscales hasta su clausura en 1893. nes al gobierno por supuestos daños derivados La casas de moneda de Hermosillo y Álamos de la posterior rescisión del contrato en 1852, los surgieron mediante un convenio entre el gobier- cuales fueron cubiertos con el pago de la venta no del estado de Sonora y los empresarios Quin- de territorio a los Estados Unidos. tín Douglas, Guillermo Miller y Robert Symon, Desde febrero de 1824 las provincias de So- quienes formaron una compañía para arrendar nora y Sinaloa se unieron para formar el esta- la casa de moneda que se estableciera en Hermo- do de Occidente. Disuelto en 1830, surgieron de sillo, con derecho a establecer una sucursal en el él los estados de Sonora y Sinaloa. Este último, mineral de Álamos o en el puerto de Guaymas. autorizó en 1834 el establecimiento de una casa El contrato fue firmado el 20 de agosto de 1860, de moneda, construyó el edificio y compró ma- la de Hermosillo inició sus trabajos en abril de quinaria europea, con valor de 40 mil pesos, in- 1861, mientras la de Álamos hizo lo propio en cluidos el transporte y el sueldo de un ingeniero 1862. El término de la contrata fue por un lapso para instalarla. Con el fin de la república federal de veinte años a partir de 1861, aunque antes de en 1836, el gobierno centralista quitó a los anti- que venciera el plazo las cecas fueron recupera- guos estados la capacidad para decidir libremen- das por el gobierno general, para ser nuevamen- te sobre sus rentas, incluida la de amonedar. Con te arrendadas a algunos de los mismos socios que esta nueva facultad, el 4 de marzo de 1843 el pre- obtuvieron la primera concesión. 73
Ensayos Real de Catorce fue la última ceca foránea que el gobierno en 1830.15 El ingreso de Ewen Clark inició operaciones: empezó a troquelar moneda Mackintosh a la casa comercial, a finales de la por concesión hecha a particulares el 17 de mayo década de 1820, propició que la firma se exten- de 1863 y, salvo algunas interrupciones de corta diera hacia actividades productivas como la mi- duración continuó labrando moneda hasta el 28 nería. Las casas de moneda fueron un objetivo de noviembre de 1869. La clausura del estable- esencial para Mackintosh, quien durante el pe- cimiento fue decretada por la legislatura del es- riodo 1847-1849 había logrado que su compañía tado el 15 de noviembre de 1869. El gobernador tuviera participación en los arrendamientos de autorizó a los contratistas de la ceca continuara las casas de moneda de México, Zacatecas, Gua- operando como oficina de ensaye, mas la legisla- dalupe y Calvo, Guanajuato y Culiacán, que en tura local revocó el permiso el 16 de octubre de conjunto acuñaron 81.39% de la plata y 88.57% 1872. Sus enseres fueron trasladados a la ceca del oro nacional durante ese lapso.16 Esta evi- de San Luis. dente concentración de la renta de la moneda Todas las casas de moneda estatales que se en un pequeño grupo de empresarios desvirtuó han consignado estuvieron en algún momento los objetivos con que fueron creadas las casas de arrendadas a particulares a excepción de las de moneda estatales, causando enormes pérdidas a Tlapan –por su efímera vida–, Oaxaca y el Es- la Hacienda Pública y obstaculizando el fomento tado de México, por resultar incosteable su ope- de la minería al impedir el descenso de los cos- ración. Esta última permaneció muchos años tos de acuñación. gracias al subsidio, en un primer momento, del gobierno del estado, y posteriormente del go- bierno federal. Sin embargo, los arrendamien- Última etapa de arrendamientos, tos se caracterizaron en algunos casos por ser 1876-1888 producto de la voluntad de los gobiernos estata- les como en Guanajuato, Chihuahua, Hermosi- Una de las principales razones por la que los llo y Álamos, y en otros forzados por el gobierno grandes comerciantes se interesaron en adqui- central, como en Zacatecas, Culiacán y Guada- rir concesiones de las casas de moneda fue que lupe y Calvo. Este tipo de arrendamientos causó a lo largo de la mayor parte del siglo xix la ex- gran malestar y enormes pérdidas fiscales a los portación de plata en pasta estuvo prohibida, estados o departamentos, y la mayoría de ellos estipulándose como condición en algunos de tuvieron su origen durante los distintos gobier- los contratos de arrendamiento de las cecas, y nos de Santa Anna, quien con su afianzamien- cuando alguna autoridad local o nacional conce- to como caudillo militar abrió paso a un pujan- día este tipo de permisos, las reclamaciones de te grupo de comerciantes que, dedicados al agio los arrendatarios al gobierno eran por lo gene- y a la especulación con la deuda pública, incre- ral de sumas muy elevadas. Estas experiencias, mentaron sus ganancias mediante el control de a lo largo de varias décadas, propiciaron que al las rentas públicas. El caso más representativo restaurarse la República hacia 1867 los presi- de esta etapa fue la firma Manning y Marshall, dentes Benito Juárez y Lerdo de Tejada presta- transformada con el tiempo en Manning y Mac- ran atención a sus ministros de Hacienda, quie- kintosh. Esta casa era parte de la oleada de in- nes, como lo había hecho su antecesor Bonifacio versionistas ingleses que llegaron a México al Gutiérrez en 1849, deploraban el arrendamiento consumarse la Independencia. Como represen- de las casas de moneda. tante de Barclay, Herring, Richardson y Compa- ñía, otorgó en 1824 uno de los primeros présta- 15 Rosa María Meyer, “Los ingleses en México, la casa de mos que originaron la deuda externa mexicana, Manning y Mackintosh (1824-1852)”, en Historias, núm. 16, p. 57. además de participar como accionista en el con- 16 Cuauhtémoc Velasco et al., Estado y minería en México trol del monopolio del tabaco, concesionado por (1767-1910), México, fce, 1988, p. 144. 74
Ensayos El funcionario que más éxito tuvo en su plan portancia si se toman en cuenta los apremios de recuperar para el erario público la adminis- del erario. tración de las cecas mexicanas fue Matías Ro- Estas disposiciones quedaron plasmadas en mero. En 1869, después de expresar que era de dos leyes; con la primera, del 10 de diciembre absoluta necesidad que los mineros pudieran ex- de 1871 –una vez obtenida la aceptación del re- portar sin trabas ni impuestos sus minerales –no presentante de la ceca de México– se permitió la sólo en piedra, como recién se había autorizado, exportación de metales preciosos en pasta pro- sino también los que estuvieran en pasta–, envió cedentes del mineral de Coahuayutla, Guerre- al Congreso una iniciativa de ley donde plantea- ro, mediante el pago de los mismos derechos de ba que se celebraran convenios con los arrenda- fundición, ensaye, amonedación y exportación tarios de las casas de moneda para que se per- con que estaban gravados los metales precio- mitiera la exportación de oro y plata en pasta sos. La segunda, se promulgó el 24 de diciem- libre de todo derecho a partir del 1 de julio de bre de 1871 tras una consulta con la Secretaría 1870, mediante el pago a los arrendatarios del de Fomento sobre los distritos mineros sujetos equivalente a sus ganancias derivadas de la acu- a la prohibición de exportar metales en pasta, ñación por el tiempo que faltara para la expira- en ella se autorizó la exportación de pastas de ción de sus contratos. La propuesta de Romero oro y plata procedentes de los estados de Duran- no trascendió en ese momento, por lo que al año go, Sonora, Sinaloa, Oaxaca, Colima, Campeche, siguiente, en la memoria que leyó a las cámaras Chiapas, Tabasco y Yucatán, así como de algu- sobre la secretaría que encabezaba, volvió a la nos distritos de Coahuila, Jalisco, Nuevo León, carga contra la práctica de arrendar las casas de Tamaulipas y Veracruz, pagando a la Hacienda moneda, resaltando los daños que se ocasionaba Pública los derechos vigentes por la exportación con ello al erario y a la minería. de monedas, además de 4.41% por concepto de No tendría que esperar mucho tiempo el se- acuñación sobre el valor de la plata y 4.618% cretario de Hacienda para lograr parcialmente sobre el oro. En otro artículo de la misma ley se sus objetivos. Aprovechando la coyuntura eco- permitía la exportación del mineral en pasta al nómica y política originada por el levantamiento resto de las entidades federativas, siempre que en armas de Porfirio Díaz a finales de 1871, con así lo aceptaran los arrendatarios de las casas la promulgación del Plan de la Noria, el Congre- y mediante el pago que hiciera el exportador de so le otorgó al ejecutivo federal facultades ex- los mismos derechos de acuñación que pagaban traordinarias en muchas materias, por lo que los metales procedentes de los distritos exentos en pocos meses y en forma hábil Romero no sólo de la prohibición. De lo recaudado los contra- obtuvo de los arrendatarios de las cecas nuevos tistas se quedarían con 2% —en lo que se esti- préstamos, sino consiguió poner en vigor la li- maban sus utilidades en el proceso de amone- bertad de exportar metales preciosos en pasta dar— , y el resto lo canalizarían a la Hacienda —siempre que los exportadores pagaran a los Pública. arrendatarios los respectivos derechos de amo- Estas medidas hacían innecesaria la existen- nedación—. De este modo, ninguna de las partes cia de tantas casas de moneda en la república; vinculadas con las casas de moneda salía afecta- sin embargo, la intención inmediata del gobier- da: los mineros ahorraban el tiempo y los recur- no de Juárez era fomentar la minería y asegurar sos implicados en el traslado a la ceca y el retor- la recuperación de las casas de moneda, como no de los minerales acuñados; los arrendatarios quedó enunciado en dos artículos de la ley del recibían las mismas utilidades, ahorrándose el 24 de diciembre. En el artículo noveno se con- costo del trabajo y las materias primas utiliza- signaba que conforme terminaran los contratos das en el proceso de acuñación; finalmente, el de arrendamientos vigentes, las libertades de gobierno obtenía en forma expedita ingresos por exportación se harían extensivas a todos los dis- los derechos de exportación, factor de mucha im- tritos mineros del país, pagando sus respectivos 75
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Ensayos impuestos. En el once se prohibía el arrenda- de la ciudad de México,17 como había ocurrido miento de las casas de moneda administradas cuatro años antes,18 sólo que en esta ocasión los por el gobierno, además de prorrogar las arren- comerciantes no accedieron. Esta falta de apoyo dadas a particulares, con lo que se ponía fin a de la elite capitalina contribuyó sin duda para la práctica de concesionar esa renta. Todo indi- que Lerdo se dirigiera a los adinerados de las caba entonces que la gestión juarista se encar- regiones. El mecanismo no fue nuevo: en marzo garía en pocos años de realizar el proyecto de de 1876 acordó con el ministro de Guerra comu- recuperar para el erario público la administra- nicar a los generales jefes de división y a los co- ción de las casas de moneda de México. Muer- mandantes militares del país que si carecían de to Juárez en 1872, su sucesor, Lerdo de Tejada, recursos podrían agenciarse fondos, procuran- continuó con esa política al inicio de su admi- do que fuera de la manera menos onerosa para nistración, y a mediados de 1873 administraba el erario. Esta disposición fue remitida en pocos la mayoría de las once cecas del país, notifican- días a las oficinas de Hacienda del país, para que do el 15 de septiembre de ese año a los arren- fuese acatada por los funcionarios. datarios de las casas de Zacatecas, Guanajuato Mariano Escobedo, entonces general de la ter- y San Luis Potosí que estaba a su disposición lo cera división del ejército federal, actuó en conse- que les adeudaba el gobierno, por lo cual debe- cuencia con esta autorización para establecer un rían devolver los establecimientos en la fecha convenio con empresarios de San Luis Potosí. El estipulada en el contrato. propósito era obtener recursos en aquella plaza Al año siguiente, en tono optimista el nuevo para emprender la campaña contra Porfirio Díaz, secretario de Hacienda, Francisco Mejía, expre- por lo que recurrió a quienes habían sido los últi- saba en su informe que sólo la fábrica de mo- mos arrendatarios de la Casa de Moneda de San neda de México no estaba administrada por el Luis: Víctor García y Vicente Irízar, este último gobierno, debido a que el contrato de arrenda- también representante de los hermanos Gregorio miento expiraba hasta marzo de 1877, y que los y Marciala de la Maza, herederos de Santos de la ingresos por productos de las cecas habían su- Maza, el antiguo socio de García. El convenio fue mado alrededor de 670 mil pesos más que cuan- firmado el 18 de abril en la capital potosina, esti- do estaban arrendadas, por ello estimaba que pulándose un préstamo por 30 mil pesos entrega- al reincorporarse la casa de México a la admi- dos de inmediato al general Escobedo, a cambio nistración gubernamental los recursos del era- de recuperar la administración de la citada ceca rio aumentarían en un millón de pesos. Pero los con bases similares al último contrato celebrado pronósticos de Mejía no se cumplieron, pues en con el gobierno federal el 6 de abril de 1872,19 los inicios de 1876 Porfirio Díaz, ahora con la siendo esta la primera de las cecas que volvió a bandera del Plan de Tuxtepec, nuevamente se los particulares en ese año de 1876. levantó en armas contra Lerdo de Tejada, y para La reacción de la prensa capitalina opositora obtener recursos en forma expedita y poder fi- al régimen lerdista no se hizo esperar. Incluso nanciar su lucha por permanecer en el poder, antes del arreglo en San Luis ya tenía conoci- recurrió a una de las medidas más socorridas miento de las intenciones del ejecutivo, no obs- entre sus antecesores: el arrendamiento de las tante que el Diario Oficial negó al día siguiente casas de moneda. tal aseveración. Ciertamente, resultaba para- La coyuntura económica originada por el le- dójico que después de tanto esfuerzo durante la vantamiento de Porfirio Díaz puso en evidencia la precaria salud del erario público. Desde febre- ro de 1876 se corría el rumor de la falta de di- 17 El Siglo Diez y Nueve, 22 de febrero de 1876. 18 agncm, protocolo de Agustín Pérez de Lara, 28 de nero en el gobierno federal, en el que se incluía agosto de 1872, ff. 763v-771. la solicitud de un préstamo por 500 mil pesos 19 agncm, protocolo de Agustín Pérez de Lara, 24 de hecha por el presidente Lerdo a los acaudalados mayo de 1876, ff. 151v-172. 77
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