Oportunidades perdidas de vacunación
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Oportunidades perdidas de vacunación MI. Úbeda Sansano Pediatra, CS La Eliana,Valencia. Rev Pediatr Aten Primaria. 2005;7 Supl 4:S43-54 M.ª Isabel Úbeda Sansano, ubeda_isa@gva.es Introducción ción como del personal sanitario im- La vacunación universal ha sido una plicado, estableciendo las estrategias de las estrategias más efectivas en salud adecuadas adaptadas a la realidad so- pública; ha contribuido a disminuir drás- ciosanitaria, que será distinta en cada ticamente la incidencia de muchas en- país. fermedades infecciosas y a erradicar al- A pesar de los esfuerzos, las cobertu- guna de ellas. Sin embargo, hemos de ras vacunales distan en muchos países ser conscientes de que se necesita al- de ser las óptimas, lo que reduce la pro- canzar coberturas vacunales altas que babilidad de erradicar determinadas en- impidan la circulación del microorganis- fermedades infecciosas y aumenta el mo entre la población, para que la eli- riesgo de epidemias. Una de las causas minación y erradicación de estas enfer- principales de no alcanzar la cobertura medades a través de la vacunación sea deseada en los países desarrollados son posible. las oportunidades perdidas de vacuna- La OMS, a través de su programa ción (OPV). de vacunación ampliado EPI GAP (Ex- El impacto de las OPV dependerá de panded Programme on Inmunization una serie de factores relacionados2: Global Advisory Group), lleva muchos – El tiempo en el que los pacientes años coordinando esfuerzos para dis- permanecen infrainmunizados. minuir las oportunidades perdidas de – La tasa de visitas que realiza al cen- vacunación y lograr la máxima cober- tro sanitario, ya que si se pierde una tura a nivel internacional1. El cumpli- oportunidad para vacunar en un pa- miento de estos programas requiere la ciente poco frecuentador, su impac- colaboración tanto de la administra- to será mayor que si esto ocurre en 43 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación un paciente que acude con frecuen- en niños menores de 3 años se presen- cia a la consulta. taron en el 46,5% (IC 95%: 42,8-50,1) – Distintas formas de medir las tasas de las visitas. de vacunación. Las más usadas son En España no disponemos de estu- la proporción de población que está dios que evalúen de forma cuantitativa al día en su vacunación (nivel de co- las OPV, pero se han descrito las cau- bertura) y el número de días que no sas habituales de desaprovechar opor- está inmunizado respecto al calen- tunidades para vacunar5,6, que se citan dario vacunal. Esta última es más en la tabla I. De ellas, las falsas con- fiel reflejo de las OPV. traindicaciones se consideran las más frecuentes. ¿Qué se entiende por oportunidad perdida para vacunar? Causas habituales de no aprovechar Se considera una oportunidad perdida oportunidades para vacunar cada visita que realice a un centro sanita- rio un individuo que precise ser vacuna- 1. No detectar la necesidad do y que, a pesar de no existir contrain- de vacunar dicaciones, no recibe todas las vacunas La investigación del estado inmuni- necesarias. tario de un paciente debe realizarse en Un estudio norteamericano con cualquier visita que éste realice a un 16.211 niños menores de 2 años mostró centro sanitario. En España, tal como que sólo el 9% recibió las vacunas a la está contemplada la infraestructura sa- edad recomendada3. En otro4, las OPV nitaria, el peso de la vacunación recae Tabla I. Causas habituales de oportunidades perdidas para vacunar - No detectar la necesidad de vacunar. - Mal conocimiento de los calendarios de vacunación. - No disponer de la historia de vacunación. - No administrar varias vacunas simultáneamente. - No disponer de vacunas en el lugar donde se detecte la necesidad de vacunar. - Miedos injustificados a la vacunación. - Falsas contraindicaciones. 44 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación fundamentalmente en Atención Prima- El problema principal aludido al evaluar ria y, en este sentido, el desarrollo de la efectividad de vacunar en los hospita- programas de supervisión de la salud les es la ausencia de registros de vacuna- infantil y la estrategia de requerir un ción de los pacientes. No obstante, se ha certificado escolar no sólo al inicio de demostrado que la iniciativa por parte la escolarización o asistencia a guarde- del personal sanitario de fomentar la va- ría, sino también en cada cambio de ci- cunación y actualizar el registro de vacu- clo escolar, han contribuido de forma nas antes del alta hospitalaria o de ur- positiva a mantener coberturas vacu- gencias incrementó de forma relevante nales elevadas en los niños. Aunque no tanto la administración de las vacunas debemos olvidar los cambios sociales y como su registro8. el flujo de población inmigrante que No indagar sobre el estado inmunitario existe en la actualidad, que puede no también es una de las principales causas estar inmunizada y crear bolsas de po- de OPV entre los adultos, a pesar de que blación susceptibles y que, en muchas su calendario vacunal contiene pocas va- ocasiones, el único contacto con el sis- cunas y es mucho más simple que el de tema sanitario lo establecen a través de los niños. Nowalk y cols9 confirmaron es- los servicios de urgencia. Son precisa- te hecho en adultos mayores de 65 años. mente los grupos de población más A pesar de que los pacientes habían acu- desfavorecidos los que suelen tener dido a consulta más de ocho veces du- coberturas vacunales más bajas, con- rante el período del estudio, y de ellas, sultan con menos frecuencia y donde más de tres veces durante el período de el impacto de las OPV puede ser ma- vacunación de la gripe, las OPV frente a yor2,7. Por ello es fundamental que se la gripe se presentaron en el 38% de las interrogue sobre el estado de vacuna- visitas y prácticamente en todas (94%) al ción en todos los niveles asistenciales, considerar la vacuna frente al tétanos. tanto en Atención Primaria como en Las gestantes son otro grupo de po- pacientes hospitalizados, y a los que blación en donde las OPV son elevadas, acuden a los servicios de urgencia o a ya que a pesar de ser visitadas con re- un especialista, donde la atención sue- gularidad y estar descrita su indicación, le centrarse en un problema médico la cobertura vacunal frente a gripe en concreto sin evaluar otras medidas sa- períodos epidémicos o frente a tétanos nitarias. es muy baja10. 45 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación 2. Mal conocimiento de los Es fundamental registrar todas las va- calendarios de vacunación cunas que se administren, ya que “vacu- Está claro que si no conocemos el ca- na no registrada equivale a vacuna no lendario de vacunas, difícilmente podre- administrada” y, sobre todo, que existan mos aplicarlo. En este tema estamos im- sistemas de registro de vacunas en so- plicados tanto los pediatras como los portes informáticos seguros y centraliza- médicos de familia, personal de enfer- dos para que desde cualquier consulta y mería y matronas, quienes atendemos a a cualquier hora se pueda conocer el es- diario a nuestros pacientes y tenemos la tado inmunitario de un paciente. posibilidad de detectar su estado inmu- nitario. 4. No administrar varias vacunas En muchos casos, el desconocimiento o simultáneamente la inseguridad hacen que se pierdan La actualización de los calendarios va- oportunidades para vacunar, pero en cunales con la disponibilidad cada vez otros son los causantes de administrar mayor de nuevas vacunas exige que en erróneamente sobredosis de vacunas, co- los primeros años de vida el niño deba mo ocurre, por ejemplo, cuando existen recibir varias inyecciones en la misma intervalos prolongados entre dosis y se consulta. inicia de nuevo la pauta de vacunación. El “efecto alfiletero”, temido por muchos padres y sanitarios, aunque en 3. No disponer de la historia parte subsanado por el desarrollo de de vacunación vacunas combinadas, es lo que ha con- La ausencia de cartilla de vacunación ducido a administrarlas en varias visi- personal, registro en la historia clínica u tas, cuando podría hacerse de forma otros sistemas de registro hace que se simultánea. Esta práctica, nada reco- pueda perder la oportunidad de no ad- mendada, ha demostrado que no sólo ministrar una vacuna creyendo que ya aumenta el sufrimiento y el estrés del se ha administrado. De hecho, son va- niño al incrementar el número de actos rios los estudios que han demostrado vacunales, sino que además se puede que existe una sobreestimación de la alterar la efectividad de las vacunas al cobertura vacunal, tanto por parte de modificar las pautas y se pierden dosis los padres como por los profesionales vacunales con más frecuencia de la es- sanitarios11,12. perada13. 46 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación 5. No disponibilidad de vacunas ridad y eficacia y recomiendan el uso de en el lugar donde se detecte medicinas alternativas14. Muchas de la necesidad de vacunar ellas están escritas por padres e inclu- No es frecuente que ocurra en las yen imágenes de los niños supuesta- consultas de Atención Primaria, donde mente afectados con el propósito de es habitual que exista infraestructura y sensibilizar negativamente a la pobla- organización para administrar las vacu- ción. Si se tiene en cuenta que la ma- nas. En cambio, se presenta de forma yoría de esta información no está res- usual en los servicios de urgencias o in- paldada por bibliografía científica, que cluso en las mismas salas de hospitaliza- estudios norteamericanos indican que ción. La existencia de un pequeño al- el 80% de los adultos que tienen acce- macén de vacunas en todos los centros so a internet consultan sobre temas de sanitarios contribuiría a disminuir las salud, y que más de la mitad de ellos oportunidades perdidas. creen verídica toda la información, po- demos hacernos una idea de la magni- 6. Miedos injustificados a la tud del problema. vacunación o creencias erróneas de Afortunadamente, la población espa- los padres y profesionales sanitarios ñola, en general, está concienciada En ocasiones, noticias de prensa o acerca de la vacunación infantil y ésta campañas negativas en otros medios de no es una causa frecuente de OPV en comunicación sobre el daño que produ- este país. cen las vacunas en general, o algunas Ante actitudes en contra de las vacu- en particular, inducen a los padres o a nas, es fundamental que los sanitarios se- los propios sanitarios a rechazarlas sin amos capaces de educar a la población en una justificación científica clara. Otras este tema, facilitando toda la información veces se aluden motivos culturales o re- verídica objetiva y clara disponible sobre ligiosos. los riesgos/beneficios de las vacunas para En la actualidad, la difusión a través que puedan tomarse las decisiones co- de internet ha facilitado la proliferación rrectas. Con este propósito, al final del te- de movimientos antivacunas. La mayo- ma se citan algunas de las páginas que ría de las páginas web que aportan in- existen en internet con información cien- formación en contra de las vacunas jus- tífica, útiles para la formación y actualiza- tifican su rechazo dudando de la segu- ción de los profesionales sanitarios, y al- 47 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación gunas recomendadas también para los • Polio parenteral: reacciones ana- padres. filácticas a estreptomicina, poli- mixina B o neomicina (las reac- 7. Falsas contraindicaciones ciones cutáneas no constituyen Las falsas contraindicaciones se han contraindicación). Estos antibió- descrito como el motivo principal en Es- ticos no están presentes en to- paña de no aprovechar una oportuni- das las vacunas disponibles que dad para vacunar. Por ello, es prioritario contienen polio inactivada. que tanto el personal sanitario como los • Triple vírica: embarazo, inmuno- padres las conozcan para reducir al má- deficiencias, reacción anafilácti- ximo su impacto, ya que realmente son ca a neomicina o gelatina. Pre- muy escasas las verdaderas contraindi- caución ante trombocitopenia, caciones o precauciones ante las vacu- tuberculosis o administración re- nas15: ciente de inmunoglobulinas. – Generales: • Varicela: embarazo, inmunodefi- • Reacción anafiláctica a dosis pre- ciencias, reacción anafiláctica a vias. neomicina o gelatina. En niños • Reacción anafiláctica a algún infectados por VIH asintomáti- componente de la vacuna. cos o con síntomas leves se debe • Enfermedades moderadas o gra- plantear la vacuna de la varicela. ves con o sin fiebre. Precaución ante administración – Específicas: reciente de inmunoglobulinas e • DTPa: encefalopatía en los siete historia familiar de inmunodefi- días siguientes a una dosis pre- ciencia. via. Precaución si existen antece- En cambio, son falsas contraindica- dentes de: convulsiones en los 3 ciones5,6,15: días siguientes a dosis previas o – Enfermedades intercurrentes leves episodio de hipotonía-hiporres- con o sin febrícula: no existe con- puesta, temperatura de 40,5 ºC, traindicación para vacunar a un niño, llanto persistente inconsolable por lo demás sano, que se presente de más de 3 horas de duración en la consulta con una infección me- en los 2 días siguientes a dosis nor como un resfriado común o una previas. diarrea leve. La vacunación en estas 48 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación condiciones no prolongará los sínto- según su edad cronológica, no con mas de la enfermedad ni modificará su edad corregida. La única excep- los efectos adversos o la respuesta ción en este sentido se hace con la inmunitaria2,16. En un estudio con 419 vacuna frente a la hepatitis B, que, niños, las OPV fueron 3 veces mayo- con la finalidad de incrementar la res (OR 3,5; IC 95% 1,9-6,2) ante el respuesta inmunitaria, no se admi- diagnóstico de otitis media sin fiebre nistrará en los primeros días de vida, frente a no diagnóstico de enferme- sino cuando pese al menos 2.000 g dad17. o alrededor de los 2 meses, junto – Que el niño se encuentre en fase con el resto de vacunas, si el antíge- convaleciente de una enfermedad. no de superficie es negativo en la – Que esté tomando tratamiento anti- madre. En el caso de que sea positi- biótico: ninguna de las vacunas sis- vo, se administrará al nacimiento temáticas contiene bacterias vivas; junto con inmunoglobulina y al mes por tanto, no existe interferencia de vida. En este último caso, tras la con la administración de antibióti- vacunación completa se debe estu- cos. Sólo en el caso de las vacunas diar el estado inmunitario. contra la fiebre tifoidea y cólera se – Embarazo de la madre o de otro con- debe tener en cuenta. tacto familiar: hay que resaltar que – Febrícula o fiebre moderada u otra varias vacunas que recibe el niño reacción no anafiláctica después de también están indicadas en la emba- una dosis previa de la vacuna. razada (difteria, tétanos, gripe), e in- – Una reacción alérgica o urticaria le- cluso con las vacunas de virus vivos ves tras una dosis previa de vacuna o atenuados no se ha observado nin- a algún componente de la vacuna, gún efecto contraproducente en el como por ejemplo al huevo, no con- feto cuando se administran a un niño traindica la vacunación. en contacto con la embarazada. – Reacción local leve o moderada – Que el niño reciba lactancia mater- tras una dosis previa de vacuna in- na: clásicamente se creía que los an- yectable. ticuerpos secretados por la leche – Prematuridad: un niño prematuro materna podían interferir con la re- debe seguir el mismo calendario va- plicación en el intestino del virus de cunal que un niño nacido a término, la polio oral, adoptándose medidas 49 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación restrictivas horarias para vacunar al miento con la administración de una niño. Actualmente se considera que vacuna no está contraindicada ni ha la lactancia materna no interfiere mostrado cambios en la respuesta in- con ninguna vacuna, ni éstas perju- munitaria, aunque es prudente, si dican a la madre que lacta. coinciden en la misma visita, retrasar – Antecedentes familiares de convul- la inmunoterapia para no atribuir a la siones. vacuna algunas de las reacciones que – Enfermedad neurológica en el niño se presentan con más frecuencia tras ya resuelta o estabilizada. Un niño la inmunoterapia. con antecedentes de convulsiones fe- briles debe recibir cualquier vacuna, Estrategias para evitar oportunidades aunque es prudente en estos casos perdidas y aumentar la cobertura administrar algún antitérmico de for- vacunal ma profiláctica las primeras 24 horas. Se han descrito estrategias potencial- – Antecedentes familiares de aconte- mente efectivas para reducir las oportuni- cimientos adversos postvacunación. dades perdidas1 y aumentar la cobertura – Prueba de tuberculina simultánea a vacunal, pero en cada lugar se deberán la administración de la vacuna triple aplicar las más adecuadas tras evaluar su vírica: la vacuna triple vírica se puede programa de vacunación. administrar el mismo día o después El resurgimiento en Estados Unidos de de realizar la prueba. Si se ha admi- enfermedades infecciosas prevenibles con nistrado recientemente, se recomien- vacunas que se encontraban en vías de da demorar o repetir la prueba de tu- eliminación hizo replantear si las medidas berculina 4-6 semanas después, ya adoptadas eran las correctas y verificar las que la inmunización frente a saram- causas de la disminución de la cobertura pión puede suprimir temporalmente vacunal. Así, aparecieron publicaciones18-20 la reactividad a la tuberculina. sobre normas para la práctica de la inmu- – Familiar o contacto en el hogar con nización en niños y adultos, dictadas por inmunodeficiencias no contraindica distintos grupos de trabajo, que han mo- la administración de la vacuna triple tivado cambios importantes en la cobertu- vírica o varicela. ra vacunal. – Tratamiento de desensibilización alér- La Task Force hizo unas recomendacio- gica: la simultaneidad de este trata- nes basadas en la evidencia tras la revi- 50 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación sión sistemática de 17 intervenciones di- – Solicitar certificados de vacunación señadas para aumentar la cobertura va- para la asistencia de los niños a cunal21. Algunas de ellas coinciden con las guarderías o colegios. previamente descritas en Estados Unidos – Incluir programas de vacunación por el Comité Nacional Asesor en Vacu- dentro de otros programas de la nas en 199318, que todavía siguen vigen- mujer y de los niños. tes. A continuación se citan aquellas en – Visitas domiciliarias: educación, eva- las que se ha encontrado efectividad con luación y administración de las vacu- mayor evidencia. Es posible que otras en nas necesarias. Esta intervención pue- las que no existe suficiente evidencia pa- de incluir recordatorios por correo o ra recomendarlas pudieran ser de interés, teléfono y se ha mostrado muy eficaz como por ejemplo la vacunación escolar. en grupos socioeconómicos desfavo- Son recomendaciones con fuerte evi- recidos. dencia (A): Muchas de las normas publicadas en – Los sistemas de recordatorio o avisos Estados Unidos para aumentar la cober- para los pacientes y profesionales. tura vacunal son estrategias recomen- – Educación en temas de inmuniza- dadas para no desaprovechar oportuni- ción para pacientes y profesionales, dades de vacunación y también aplica- asociada a otra actividad que mejo- bles en nuestro país (Tabla II): re las tasas de vacunación. 1. Investigar la situación inmunitaria – Reducir el coste que debe pagar el de cada paciente y administrar las vacu- cliente. nas que precise en cualquier visita que – Accesibilidad a los centros de vacuna- haga a un centro sanitario. Un paso cru- ción: distancia, horarios, evitar barre- cial en Atención Primaria sería cambiar ras administrativas, proporcionar va- ciertas rutinas de vacunar sólo en visitas cunación en lugares donde previa- programadas. mente no se hacía. Se debe tener en cuenta que la explora- – Evaluación y difusión de la informa- ción física previa no debe suponer una ba- ción sobre la vacunación para que rrera para retrasar o no vacunar a un niño los profesionales conozcan los resul- sano. La decisión de vacunar por parte del tados de su actuación. personal entrenado se puede basar exclu- Son intervenciones recomendadas sivamente en la valoración del estado ge- con suficiente evidencia (B): neral del niño y en un interrogatorio míni- 51 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación mo a los padres sobre las contraindicacio- ca de actuación influyen en la probabi- nes, reacciones a dosis previas y su estado lidad de recomendar las vacunas22. La de salud en ese momento18. actitud positiva de los profesionales ha- 2. Educar a los profesionales sanitarios cia las vacunas disminuye las OPV23. (médicos, enfermeras, matronas) para 3. Utilizar sistemas de registro seguros que conozcan y actualicen los calenda- y registrar correctamente todas las va- rios vacunales, se encuentren motiva- cunas administradas. dos para aplicarlos y conozcan con in- 4. El uso de vacunas combinadas faci- formación objetiva y clara los beneficios lita la aceptación y el cumplimiento del de las vacunas. Se ha demostrado que calendario vacunal al administrar varias las creencias de los sanitarios y su políti- vacunas simultáneamente. Tabla II. Estrategias para evitar oportunidades perdidas y aumentar la cobertura vacunal - Investigar en todo momento la situación inmunitaria del paciente. - Educación sanitaria de los profesionales y de la población en temas de vacunación. - Dotar de vacunas a todos los centros sanitarios. - Facilitar la accesibilidad a los centros de vacunación. - Utilizar sistemas de registro de vacunas seguros. - Empleo de vacunas combinadas. - Aplicar sólo las verdaderas contraindicaciones de las vacunas. - Retroalimentación de la información de la cobertura vacunal de la población. Tabla III. Páginas web de utilidad - www.todosvacunados.com (Página española liderada por un equipo multidisciplinario desde Aten- ción Primaria. Certificada por la AEPap (Asociación Española de Pediatría Atención Primaria), AEV (Asociación Española de Vacunología), SEMERGEN (Sociedad Española de Medicina Rural y Gene- ralista) y SemFyC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria.) - www.aev.es (Página de la AEV.) - www.vacunasaep.org (Portal de vacunas de la AEP.) - www.cdc.gov (Página del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Uni- dos. Información disponible en varios idiomas, entre ellos español.) - www.vaccine.chop.edu (Página del Centro de Educación de Vacunas del Hospital de Niños de Fi- ladelfia. Información disponible en inglés/español.) - www.vaccineinformation.org (Página de Estados Unidos. Información disponible en inglés/español.) 52 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
Úbeda Sansano MI. Oportunidades perdidas de vacunación 5. Dotar de vacunas a todos los cen- 8. Difundir periódicamente informa- tros sanitarios y que la accesibilidad a ción a los centros sanitarios para que los ellos en distancia, horarios y burocracia profesionales conozcan la cobertura va- no suponga una barrera para el pa- cunal de su población y las OPV. ciente. 6. Educar a la población, proporcio- Conclusiones nando información verídica acerca de Para que el esfuerzo realizado en los los beneficios de las vacunas frente a los programas de vacunación redunde en el riesgos de la enfermedad24 para incre- beneficio de la salud de la población, es mentar la aceptación de las vacunas y fundamental que los sanitarios tengamos contrarrestar el posible temor a ellas. buen conocimiento y una actitud activa 7. Aplicar sólo las verdaderas con- ante la vacunación, adoptando estrate- traindicaciones a la hora de decidir ad- gias para aprovechar cualquier oportuni- ministrar una vacuna y desterrar las fal- dad para vacunar (en la Tabla III se mues- sas contraindicaciones. tran algunas páginas web de utilidad). Bibliografía vacunación desaprovechadas. Vaccines Children 1. Hutchins SS, Jansen HA, Robertson SE, & Practice. 2000;3:37-39. Evans P, Kim-Farley RJ. Studies of missed oppor- 6. Díez Domingo J. Oportunidades perdidas tunities for immunization in developing and in- de vacunación. En: Arístegui J (ed). Vacunacio- dustrialized countries. Bull World Health Organ. nes en el niño. De la teoría a la práctica. 1.ª ed. 1993;71(5):549-560. Bilbao: Ciclo Editorial; 2004. 791-796. 2. Szilagyi PG, Rodewald LE. Missed opportuni- 7. Kempe A, Lowery NE, Pearson KA, et al. ties for immunizations: a review of the evidence. J Immunization recall: effectiveness and barriers to Public Health Manag Pract. 1996;2(1):18-25. success in an urban teaching clinic. J Pediatr. 3. Luman ET, McCauley MM, Stokley S, Chu 2001;139(5):630-635. SY, Pickering LK. Timeliness of childhood immu- 8. Skull S, Krause V, Roberts L, Dalton C. Eva- nizations. Pediatrics. 2002;110(5):935-939. luating the potential for opportunistic vaccina- 4. Sabnis SS, Pomeranz AJ, Lye PS, Amateau tion in a Northern Territory hospital. J Paediatr MM. Do missed opportunities stay missed? A 6- Child Health. 1999;35(5):472-475. month follow-up of missed vaccine opportunities 9. Nowalk MP, Zimmerman RK, Feghali J. Mis- in inner city Milwaukee children. Pediatrics. 1998; sed opportunities for adult immunization in di- 101(5):E5. verse primary care office settings. Vaccine. 5. Tregnaghi M, Arístegui J. Oportunidades de 2004;22(25-26):3457-3463. 53 Revista Pediatría de Atención Primaria Vol. VII, Suplemento 4, 2005
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