SECRETO DEL PASADO: EL LENGUAJE - Guillermo Abad Vegas - UPCommons
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EL LENGUAJE SECRETO DEL PASADO: ARCOS Y BÓVEDAS TFG trabajo final de grado Guillermo Abad Vegas Septiembre 2021|ETSAB|UPC Tutor: Carlos PérEZ LAMAS Tribunal de tecnología Isabel Crespo Cabillo Miquel Martí Casanovas Carlos R. Marmolejo Duarte ed amlaP fo lardehtac eht fo muirbiliuqe labolg eht fo sisylana citatS )a( .91 .giF ;]2191 revlleB i óibuR[ stsurht s’tluav eht fo sisylana lacitatS )b( .lardehtac s’acrollaM rohtua eht yb nwarder( sehcra esrevsnart dna gnissorc eht fo pot no sdaoL )d( dna )c(
SUMARIO PREFACIO Encaje del presente trabajo en los estudios 02 Justificación de la temática escogida 04 OBJETIVOS 06 METODOLO- GÍA 08 CAPÍTULO 01 El inicio de la arquitectura 10 CAPÍTULO 02 El cálculo tradicional 16 CAPÍTULO 03 Los inicios del cálculo científico 26 CAPÍTULO El diseño de arcos de fábrica: 04 ¿una cuestión de resistencia o estabilidad? 34 CAPÍTULO La optimización en las estructuras, 05 ¿una cuestión de geometría? 40 CONCLUSIO- NES 52 ANEXO I Tipos de esfuerzos 56 BIBLIOGRA- FÍA 60 LISTADO DE ILUSTRACIO- 62 NES
Con el paso de los cursos yo esperaba que algún día nos explicaran el comportamiento de un arco. Cómo fun- ciona y qué diferencias tiene respecto una viga. Precioso hubiera sido también conocer qué métodos tenían los antiguos arquitectos para "calcular" sus grandes monu- mentos de piedra. Pero terminé hasta el último módulo de estructuras y ningún profesor trató este tema. En cambio si me di cuenta de algún modo que en el fon- do las estructuras se nos explicaban como si se tratasen de pilares y forjados. Supongo que porque la arquitectura es donde mejor se inserta. Al fin y al cabo Le Corbusier fue quién promovió su uso con la maison domino. Y esto, de algún modo, creo que a los alumnos nos hace caer en el prejuicio de pensar que el diseño de una estructura tan PREFACIO solo es decir cada cuanto están los pilares y cual será el Encaje del presente trabajo en los estudios material a utilizar. En el primer año que entré en la universidad, recuer- Ya en los últimos cursos, en proyectos sobretodo, pude do como en una de las tantas clases de física I, con Fi- ver como el arquitecto debe dar una respuesta a todas las del Franco como profesor, se nos explicó algo que llamó partes que conforman la arquitectura. Léase urbanismo, mucho mi atención. Tanto es así que durante la resta de proyecto, instalaciones, construcción y estructura. Sin los cursos siempre ha estado rondando por mi cabeza y, embargo en ninguna de ella llegamos a profundizar por- a medida que iban pasando los años e iba aprendiendo que "bueno, en la vida real ya pedirás a un especialista Fig. 0.1 A la izquierda el cada vez más en materia de estructuras me daba cuenta que calcule la estructura o que te haga el proyecto de las diagrama de cargas de que aquello que nos comentó Fidel en el primer año instalaciones". de un elemento ho- era cierto. rizontal. En el medio Así pues, a pesar de que la arquitectura conforma una su diagrama de mo- Básicamente lo que aprendimos en Física I fue ser capa- mentos y la derecha unidad, ésta está atomizada en especializaciones. Esto un arco gótico, que ces de analizar una estructura sencilla de barras y hallar me hizo entender que, sino me espabilaba por intentar se corresponde con sus esfuerzos. Entonces, en un pequeño paréntesis nos aprender el funcionamiento de los arcos y dar respuesta los dos diagramas de comentó la estrecha relación que existe entre los diagra- a estas inquietudes, nadie me lo iba a explicar. la izquierda. mas de momentos que nosotros aprendíamos a calcular y las formas de los arcos de la antigüedad. En concreto puso el ejemplo de cómo la forma de un arco gótico co- rresponde al diagrama de momentos resultante de una carga distribuida más un puntual en el centro, pero in- vertido. He tratado de redibujar el croquis que realizó para explicárnoslo (figura 0.1). De esta explicación me surgieron dudas como ¿Entonces antiguamente también se conocía todo esto que a nosotros nos explican en ma- teria de estructuras? ¿La forma de los arcos condiciona su resistencia? ¿Existen formas "óptimas" para resistir con menor material los mismos esfuerzos? 2 3
PREFACIO Justificación de la temática escogida Los motivos que me han llevado a realizar este tra- bajo se extraen del apartado anterior y resumiendo son los siguientes: La falta de conocimientos acerca del funcionamiento es- tructural de los arcos y bóvedas, que ya en la actualidad están prácticamente en desuso con la llegada de la arqui- tectura moderna. La completa ignorancia sobre cómo es posible que los arquitectos del pasado diseñaran sus estructuras y éstas perduraran durante los siglos como prueba de su sabi- duría. Pues es obvio que estos grandes monumentos no eran hechos por aficionados, las obras duraban hasta si- glos y por tanto, tenían que saber ya de antemano si el proyecto era viable o no. No resulta lógico que dedicaran tantos recursos en la construcción de una catedral, por ejemplo, que ¿posiblemente se hundiría? La inquietud y ganas de indagar en la explicación de Fi- del acerca de la relación entre la forma de los arcos, los diagramas de momentos y su posible optimización. 4 5
OBJETIVOS " > Investigar qué métodos se utilizaban antaño para ase- Y en efecto, levan- gurarse que las construcciones se sostendrían en pie. tar una obra no es, como creen los pro- Hacer un recopilatorio de aquellas aportaciones que, a fanos en la materia, lo largo de la historia, fueron claves en el desarrollo del poner piedra sobre cálculo estructural y que han contribuido a entender su piedra y argamasa naturaleza. sobre argamasa; sino que, dada la diver- sidad de las partes, > Estudiar cómo la arquitectura moderna de la mano de necesita cosas diver- la tecnología y la industria han cambiado la manera de sas y diversos proce- diseñar una estructura. ¿La forma influye en mejorar el dimientos. En efecto, comportamiento? los cimientos tienen una exigencias, otras las ligaduras y las > Entender la lógica de las estructuras de arcos y bó- cornisas, otras los vedas con la intención de poder comprender mejor las ángulos y los bor- construcciones del pasado. Paralelamente investigar la des de los huecos, relación entre forma y diagrama de momentos. otras las superficies externas de los mu- ros, otras distintas > Mucho se habla hoy en día de eficiencia energética en rellenarlos y darles edificios, pero poco se habla de la eficiencia de sus es- el espesor adecuado. tructuras. Es cierto que la tecnología y los nuevos mate- Ahora bien, qué es riales han cambiado la forma de diseñar una estructura propio de cada cosa pero, ¿la han hecho más eficiente en términos de soste- será nuestra labor nibilidad respecto a las antiguas catedrales por ejemplo? desarrollarlo. " Libro III, Cap. I. De Re Aedificatoria, Alberti. 6 7
METODOLOGÍA Para llevar a cabo el trabajo nos ayudaremos del hilo conductor de la propia historia de la arquitectura. Así pues empezaremos desde sus inicios y trataremos de ir recopilando las distintas visiones, concepciones o reglas acerca de las estructuras en cada época hasta el renaci- miento (siglo XVII). Paralelamente las iremos analizan- do para tratar de comprender sus fundamentos, pues como la arquitectura del pasado esta basada principal- mente en bóvedas y arcos, esto nos servirá para ir com- prendiendo su funcionamiento. Una vez realizado esto, haremos uso de los conocimien- tos de estructuras con los que a lo largo de la carrera nos instruyen para tratar de verificar si la información reco- pilada. Así podremos ver qué relación existe (si es que la hay) entre cómo antaño se entendía el esqueleto resis- tente en la arquitectura y como lo hacemos en la actuali- dad. De este modo podremos determinar las principales diferencias y aprender de la propia historia. Llegados a este punto abordaremos el tema de la "eficien- cia" estructural y de cómo poder optimizar una estructu- ra. Para ello tendremos sobre la mesa todo lo aprendido hasta este punto del trabajo, por lo que podremos dispo- ner tanto de las ecuaciones contemporáneas como de la visión ancestral para poder llegar a una conclusión final. 8 9
llo que era estructura y lo que no, entre muro de carga y tabique. Todo en el fondo, en mayor o menor grado, contribuía a la estabilidad del conjunto. Y es que podría- mos decir que en los inicios de la arquitectura, ésta era pura estructura. Y hasta el decoro muchas veces, aunque parezcan meros adornos, son parte de la estructura del edificio decoradas y, por tanto, necesarios para su esta- bilidad, como en el caso de los pináculos del gótico que explicaremos más adelante. De esta forma, la arquitectura en sus inicios era un con- junto de estructura y construcción con el objetivo de generar un cobijo para el ser humano. Pero, ¿cómo cons- truir una edificio que se sustentara en pie con el pasar de los años cuando ni siquiera existe un conocimiento CAPÍTULO riguroso sobre la física y las matemáticas? 01 El inicio de la arquitectura Pues lo más sencillo para construir un cobijo es apilar La arquitectura entendida como el diseño de la cons- pedazos de algún material sólido y durable en el tiempo. trucción, es probablemente una de las primeras discipli- Este material durante milenios ha estado la piedra, aun- nas que la humanidad ha desarrollado desde sus inicios. que también se ha utilizado la misma tierra comprimida Y es que podríamos decir que las necesidades básicas de para levantar muros. Posteriormente apareció el ladrillo cualquier ser humano es disponer de comida para po- y el adobe, que tienen la virtud de poder ser fácilmente dernos alimentar, de ropa para no ir desnudos y un re- manipulado con las manos. Todos estos materiales tie- fugio o lugar donde cobijarnos de la intemperie. Fruto nen en común que únicamente soportan compresiones, de esta necesidad de refugio ha surgido la motivación lo cual condiciona su uso y diposición. de hacer construcciones habitables a lo largo y ancho de todo nuestro mundo desde tiempos inmemorables, dan- Es así como las primeras construcciones eran de fábri- do lugar a lo que hoy conocemos como arquitectura. ca, es decir, hechas a partir de materiales pétreos o la- 1.Esto me hace re- flexionar en si ocu- drillos unidos entre si mediante un aglomerante o en rrirá lo mismo con No importa el lugar o el tiempo, todas las distintas cultu- seco, con la propia geometría de la pieza, generando un las distintas religio- ras que pueblan la faz de la tierra tienen sus construccio- aparejo (figura 1.1). Dado que estos materiales son muy nes que existen o han nes, sus arquitecturas particulares, fruto de su localiza- resistentes a los esfuerzos de compresión, se utilizaban existido en nuestro ción geográfica, ideas religiosas, materiales locales, etc. para conformar los paramentos verticales o muros, pero mundo. ¿Será que Sin embargo, a pesar de todas sus diferencias formales, ¿cómo sabían qué grosor darle al muro? Pues en aquellos todas provienen de una mismo origen y utilitarias, matéricas, etc. Todas ellas responden a la mis- tiempos no había más remedio que acudir a la lógica y que por tanto son las ma necesidad básica de protegerse de la intemperie, de al sentido común. Y la respuesta lógica era muy senci- distintas manifesta- construir un cobijo. Esto nos muestra la diversidad de lla: cuanto más gordo mejor. Lo cual es realmente cierto, ciones de un mismo manifestaciones que existen de una misma necesidad, de cuanto más grueso es el muro más resistente es, y por Dios que en cada una misma unidad1; y no por ello unas son mejores que tanto, más seguro. Además, este grosor "extra" del muro latitud se le ha nom- brado de forma dis- otras, simplemente atienden a premisas distintas. proporcionaba una gran inercia térmica, haciendo así tinta pero que apelan que el calor permaneciera en el interior por más tiempo. a un misma unidad? En los inicios de la construcción, y por tanto de la arqui- De este modo la estructura contribuía a la climatización tectura, no había una distinción consciente entre aque- y al confort térmico. Por otro lado, cuanto más grueso 10 11
Fig. 1.1 Distintos apa- proporciones era seguro, otro semejante aunque de dis- 2. Esta conclusión es rejos de fábrica. La tinto tamaño, también lo será. De este modo se sacaban el resultado de las distinta combina- comparaciones de conclusiones geométricas como esta: la dimensión de los ción de sus elemen- determinadas cons- estribos de un templo circular debe ser 1/7 de la luz in- trucciones de la épo- tos a dado lugar a terior2. El Panteón de Roma, por ejemplo, cumple esta ca romana realizada una gran variedad a lo largo de la histo- proporción (figura 1.2). por Rasch, Jürgen (1985). ria: (1) mampostería concertada; (2, 3, 4) distintos tipos de si- llería; (5) muro com- puesto de paramen- tos de sillería atados con perpiaños y núcleo de mampos- tería u hormigón; (6) muro romano de núcleo de hormigón y revestimiento de Llegados a este punto podemos ir entendiendo que la Fig. 1.2 Comparación de piedra y ladrillo; (7) estructura de un edificio no se trata de ciencias exactas, la sección de 5 cúpu- muro de paramen- es decir, que un muro tenga que medir exactamente 32.1 las esféricas romanas tos de mampostería cm de grosor porque si hace 31.9 cm pues se vendría al mismo tamaño. irregular y remata- De izquierda a dere- abajo. No. Hay que entender que los materiales nun- do con una cadena cha: (a) Santa Cons- ca trabajan al máximo rendimiento, sino que hay unos tanza, 11.5 m de luz; de sillería; (8, 9, 10) márgenes de seguridad y por tanto los grosores siempre (b) Templo de la Tos, distintos tipos de muros romanos. son mayores a lo estrictamente necesario. De ahí que en 12.4 m de luz; (c) la antigüedad, sin la necesidad de ningún cálculo pu- Mausoleo de Elena, dieran levantar monumentos: los grosores siempre eran 20.18 m de luz; (d) mucho mayores a los necesarios, del orden de entre el Templo de Minerva doble y el triple. Medica, 23.5 m de era el muro más difícil era hacer un agujero en él para luz; (e) Pantheon, 44 m de luz. Se ob- generar una ventana, por ejemplo. De modo que la afir- Llegados a este punto, tenemos resuelta la construcción serva la similitud de mación "cuanto más grueso mejor" tiene un límite. de los muros o paramentos verticales, ahora queda resol- la proporción luz/ ver cómo cubrir los espacios entre los muros. Está claro estribos. Por tanto, para saber el grosor adecuado en cada caso que las piedras puestas unas encima de otras se sostie- había que recurrir a la experiencia. Como no se hacían nen, pero puestas horizontalmente para hacer el techo cálculos para comprobar si un muro era estable o no, el no funciona porque debido a su propio peso van a caer método que se utilizaba era la misma experimentación. al suelo. Entonces ¿qué solución tenemos? Pues de al- Es decir, se construía el muro y se veía si se aguantaba guna manera nuestros antepasados descubrieron que la o no. Y a base de pruebas y errores se iban hallando madera puede salvar una distancia puesta en horizontal. las medidas de los muros que no se derrumbaban con Y así es como, en las primeras construcciones, para ha- los años y que, por tanto, estaban bien dimensionados. cer los techos se utilizaban troncos de árboles puestos Entonces se extrapolaban dichas medidas a las nuevas en horizontal cada cierta distancia a modo de viguetas. construcciones mediante una semejanza geométrica, es Esto ocurre porque la madera resiste bien esfuerzos de decir, mediante mantener la proporción. El razonamien- flexión, mientras que los materiales pétreos están más to era el siguiente: si un edificio con unas determinadas limitados. 12 13
Sin embargo, dependiendo del lugar no siempre es fácil te siglos con fábricas pero sin llegar a la idea de arco. disponer de madera de buena calidad para hacer los te- " chos, además que éstos estaban limitados por la altura Sin embargo, éstos también tienen su contra-parte, y es El arco nunca duer- del árbol. Es cierto que se podían transportar los tron- que generan en su base unos empujes horizontales que me " Proverbio árabe cos, pero unos cuantos siglos atrás esto tenía un lími- tienen que ser contrarrestados para que todo se manten- te, mientras que encontrar piedras desperdigadas por el ga en equilibrio. A mayor flecha del arco el empuje en su suelo era lo más común. Por ello, el siguiente paso fue base será más vertical, y a menor flecha mayor empuje tratar de cubrir los techos también con fábrica, y la ma- horizontal (figura 1.4). Esto lo sabían muy bien los an- nera natural de hacerlo es a base de formar con las pie- tiguos maestros de obras y por ello se construían unos dras o ladrillos, un arco. estribos o contrafuertes que pudieran resistir los em- pujes horizontales del arco. Pero la pregunta es, ¿cómo El arco tiene una gran transcendencia en la historia de sabían que grosor sería el suficiente para garantizar la la arquitectura, pues ha permitido hacer construcciones seguridad? que de otro modo no hubieran sido posibles. Y es que la mayor virtud de un arco es convertir un momento flec- Fig. 1.4 Relación entre la flecha del arco y su 3. Anexo I: Tipos de tor en un axial3. ¿Porque razón la piedra no soporta la esfuerzos. empuje horizontal. flexión y se rompe? Pues sencillamente porque no resiste Cuanto más apunta- tracciones, y la flexión implica un par de fuerzas: una do menos empuje, lo de compresión y otra de tracción. Es por ello que no se cual significa menor podía utilizar para los techos, a no ser que se le de una grosor en los estri- forma de arco al mismo. bos, y viceversa. El momento flector es un giro provocado por una fuer- za aplicada a una cierta distancia del punto de apoyo (figura 1.3). Este producto de fuerza por distancia nos da una magnitud cuya unidad es kN·m (si la fuerza la consideramos en kN y la distancia en metros). Si aho- ra dividimos este valor entre la fuerza axial (en kN) que puede resistir la piedra o el ladrillo del que disponemos, obtenemos los metros que ha de tener la flecha del arco Fig. 1.3Para que el con- que resistirá dicha flexión. En otras palabras, gracias a la junto esté en equili- forma, de arco en este caso, se puede construir un techo brio, necesariamente con piedras. Es así como el arco convierte la flexión en aparece un giro en el apoyo de la viga axial: gracias a la geometría. De aquí se deduce su im- como reacción al portancia, pues contribuye enormemente en la estabili- peso del individuo. dad de una estructura. Este tipo de apoyo se denomina empotra- Este extraordinario descubrimiento aparece por primera miento. vez en Mesopotamia hace unos 6 milenios, y aunque no se entendiera en aquellos tiempos como lo acabo de ex- plicar, claro está que revolucionó la forma de construir. Sin embargo, no fue en absoluto algo evidente. Prueba de su contingencia es que en otras culturas, como por ejemplo los mayas o incas, también construyeron duran- 14 15
CD, trácese por debajo el Arco EF. Y por el punto F, donde el citado Arco corta a la línea CF, trácese el plomo FG por fuera del muro, que debe soportar la bóveda ACD; así el espesor del muro estará comprendido entre las líneas EH y FG, y aquél será suficiente para resistir el Empuje de la Bóveda como hacen ver " la práctica y la experiencia. Capítulo IV, tratado de Derand. Fig. 2.1 Regla geomé- trica del tratado de Derand. Se puede observar que cuan- to más rebajado es el arco mayor es su estribo resultante y viceversa, lo cual es CAPÍTULO correcto. 02 El cálculo tradicional Vitruvio no cita ninguna regla estructural, ni siquie- ra de las bóvedas que casi con seguridad vio erigir ante sus ojos. En la época Helenística resulta lógico que se escribieran tratados sobre bóvedas, con la intención de codificar la información que se fue acumulando durante Fig. 2.2 Dibujos y textos del manuscrito de 4. Según Santiago el Imperio Romano, pero por desgracia se han perdido4. Martínez de Aranda Huerta en su libro sobre el cálculo de Arcos, bóvedas y cú- Con la caída del imperio romano hubo un retroceso tan- Nótese como este procedimiento tiene en cuenta el perfil pulas. Sin embargo, estribos. gible en la técnica de la construcción, y no es hasta el del arco para hallar el estribo, pues no todos empujan si se ha conservado otros tratados de gótico donde aparece un mayor dominio de la geome- igual. Sin embargo, y a pesar que la publicación de la re- ingeniería como el tría. Sin embargo, tampoco de esta época nos ha llegado gla es en el siglo XVII, tiene un carácter gótico, pues los proyecto de catapul- ninguna indicación sobre cómo los maestros medieva- estribos que resultan son demasiado esbeltos para resis- tas. Y resulta curioso les proyectaron sus asombrosas estructuras. Habrá que tir el empuje de las bóvedas de cañón típicas del Renaci- que una fórmula que esperar hasta el renacimiento, con la aparición de la miento y Barroco. aparece contiene la raíz cúbica, cosa que imprenta, para encontrar algunas reglas para el cálculo manifiesta un cierto de los estribos del gótico. Dichas reglas eran en esencia Esta misma regla de dividir el arco en tres partes igua- grado de conoci- geométricas y por tanto estaban basadas en la propor- les para quedarse con la proyección horizontal del tercio miento. ción. En el tratado de Derand de 1643 en el capítulo VI junto al arranque del arco aparece en otros tratados de aparece una regla geométrica de origen gótico que per- arquitectura de la época, aunque de distinta forma. En mite dimensionar el estribo para contrarrestar el empuje el manuscrito de Martínez de Aranda, arquitecto espa- de un arco (figura 2.1), veamos: ñol de finales del siglo XVI, aparece el siguiente dibujo " para dimensionar el estribo de un arco (figura 2.2). En Sea la bóveda de medio punto ABCD [...] divídase en tres par- este caso se divide el arco en tres partes iguales y se baja tes iguales por los puntos B y C, y por uno de los tercios, por una plomada hasta la horizontal de arranque del arco y ejemplo CD, trácese la línea recta CDF, y tomando el mismo se toma la distancia desde ese punto hasta el arranque, punto D como centro, y abriendo el compás como la cuerda resultando la misma medida que en el caso anterior. 16 17
Nótese que en ninguna de estas dos citas de esta regla la idea de continuar la construcción con una nave única geométrica aparece la altura del estribo, es decir que el que salvaría la luz de las tres naves juntas, posiblemente ancho del mismo es independiente de su altura. Esta re- hacia 1340 (figura 2.4). La obra avanzaba lentamente y gla geométrica, que aparece citada también por Viollet- hacia 1386 se habían levantado las capillas del lado sur le-Duc (1854), probablemente fue utilizada en la época de la nave, haciendo posible ya la construcción de la gran gótica, dado que podemos ver como sus proporciones bóveda única. Sin embargo corría el rumor entre los can- concuerdan con la realidad (figura 2.3), aunque real- teros y ciertos maestros que la obra era muy peligrosa mente no podemos afirmar que se haya aplicado, lo úni- y debía detenerse. Entonces el Cabildo o gobierno local co que demuestra es su carácter gótico. decidió realizar una consulta juntamente con arquitectos de Gerona y Barcelona. La reunión, celebrada el 23 de febrero de 1386, contó con un total de 8 expertos de los cuales 5 estaban en contra de la nave única, pues afirma- Fig. 2.4 Planta de la cate- ban que era imposible de sostenerse y de un gran peligro, dral de Gerona. La y tres que estaban a favor, dos de ellos no tenían duda cabecera gótica de 3 naves fue lo prime- de que la solución no solo era muy segura sino también ro en construirse. muy hermosa, mientras que el otro matizaba que esta so- Posteriormente se lución era segura pero reforzando un poco los estribos. decidió continuar las obras con una única gran nave. En el caso de la catedral de Gerona (1386 - 1416) se tuvo Fig. 2.3 Aparición de la que hacer un congreso de expertos para tratar la viabili- regla geométrica co- dad estructural de sus bóvedas de crucería, las más gran- mentada en la cate- des del gótico: 23 m de luz y 35 m de altura. Esta clase dral de Gerona y la de congresos de expertos era habitual en la Edad Media Sainte-Chapelle de cuando había dudas sobre el proyecto o la continuación París. de una obra importante. Los expertos se reunían en un congreso para contestar por escrito y bajo juramento, le- vantándose acta de las discusiones. Como hemos visto, las reglas medievales son reglas de proporción que definen formas independientemente del tamaño. Lo cual se cumple en este caso: se dobla el tama- ño usual pero se mantienen las proporciones. Sin embar- go, durante la construcción de la catedral, que empezó por el ábside y que tenía un esquema de tres naves, surge 18 19
Resulta curioso que estos dos "bandos" correspondían es posible que en esa época tuvieran la seguridad para prácticamente al origen de los expertos: 4 eran de Bar- emitir un juicio tan determinante cuando no existía un celona, 3 de Gerona y uno de Mallorca. También cabe ejemplo de parecidas dimensiones? Sin duda alguna esto resaltar los dos aspectos que fueron discutidos en la re- demuestra los conocimientos que antaño existían en " unión: por un lado está el estructural propiamente y por los maestros góticos, fruto de alguna teoría común que Existen diferencias otro el estético. Pues bien decían los que estaban a favor compartían que permitía proyectar con seguridad inde- entre los arcos. En de la nave única que ésta era más bella y hermosa. Es así pendientemente del tamaño. Quizá se trata de la regla efecto, el entero es como la parte técnica y la estética entran en interrelación, que explicamos anteriormente, aunque esto no lo pode- aquel que está cons- característica de todo el gótico. Podríamos decir que los mos asegurar. tituido por un se- micírculo completo; arquitectos barceloneses tenían envidia del proyecto de su cuerda pasa por catedral de sus vecinos los gironeses y no querían que En el Renacimiento aparecen grandes arquitectos en las el centro del círcu- su catedral quedara eclipsada, por lo que se oponían tierras italianas, y entre ellos, Leon Battista Alberti, nos lo. Hay también un al proyecto de una nave única. De este modo hubieron dejó escrito en su libro De Re Aedificatoria muchos de tipo que más parece ciertas disputas en el congreso pero finalmente, visto el los conocimientos que el fue aprendiendo e investigan- tener naturaleza de dintel que de arco: lo panorama, los miembros del Cabildo se decantaron por do a lo largo de su experiencia profesional. El resultado llamamos rebajado, la solución de tres naves, eso sí, con la firme oposición de es un compendio del saber constructivo de la época que porque no es un se- los tres que defendían la gran nave. demuestra una gran sabiduría por parte del autor en nu- micírculo completo, merosos temas: materiales, técnicas constructivas, puen- sino una cierta parte En los años siguientes la obra estaba prácti- tes, urbanismo, etc. En el capítulo XIII del libro tercero de él; su cuerda está camente paralizada y se hacían trabajos se- a una determinada habla acerca de la naturaleza estructural de los arcos y cundarios, hasta que se nombra a Guillermo distancia del cen- distingue entre 3 tipos: el de medio punto, el rebajado y tro y por encima de Bofill maestro de obra de la catedral y resu- el apuntado. él. Existe también cita el proyecto de una sola nave. Entonces el compuesto, que la manera de poder sacarlo adelante es cele- Del arco rebajado nos explica que producen un podero- unos llaman angular brando otro congreso de expertos, pero esta y otros agudo, que so empuje, y que para contrarrestarlo se debe colocar un vez con mayor personas y de lugares distin- consta de dos arcos tirante de hierro en su base o, como hacían los antiguos, rebajados, y en su tos, no solo Barcelona y Gerona. El congreso construyendo grandes muros en sus dos laterales y con cuerda tiene los dos tiene lugar en 1416 y reúne a 12 arquitectos un arco de descarga en su parte superior para aliviar el centros de las dos quienes deberán contestar por escrito a 3 empuje. Del arco apuntado no explica que no lo utili- curvas que se cortan preguntas: la primera referente a la segu- ridad de la nave única, la segunda sobre la zaban los antiguos, pero que funciona bien para resistir mutuamente. " fuertes cargas verticales, especialmente en la clave. Por Cap. XIII propuesta de 3 naves y la última sobre cual ello explica que es adecuado colocarlos en las entradas De Re Aedificatoria, forma o continuación es más compatible de las torres. El arco de medio punto defiende que es el Alberti. con la cabecera ya terminada. La respuesta más estable y lo considera el arco ideal, veámos: a la primera pregunta fue unánime y los 12 " afirmaron que la obra era segura y los estri- bos ya iniciados serían suficientes. Tan solo Que el arco entero es el más sólido de todos se evidencia no sólo a partir de la experiencia misma sino sobre todo razonada y dialécticamente. Y no veo de qué modo pueda venirse dos de ellos expresaron alguna duda sobre abajo espontáneamente, a no ser que una dovela expulse a la otra; pero están tan lejos de resistir terremotos o huracanes. este peligro que incluso se refuerzan con su mutuo apoyo; es más, si por ventura comienza a derrumbarse, la naturaleza de las cargas en que se apoyan o en que están embutidas las dovelas lo impide. De ahí la afirmación de Varrón: en las estructuras de arco la parte iz- Fig. 2.5 Vista interior de Finalmente se optó por la solución de la gran nave, que quierda está en pie gracias a la parte derecha en igual medida que la parte derecha lo está la gran nave y su en- se terminó en 1598. Las grandes bóvedas llevan varios cuentro con la cabe- siglos en pie, lo cual da la razón a todos aquellos que " gracias a la parte izquierda. Libro III. Cap. XIII cera de 3 naves. defendieron esta opción. Pero la pregunta es ¿cómo De Re Aedificatoria, Alberti. 20 21
" A continuación nos habla de las bóvedas y insiste en la Hay, sin embargo, necesidad de diferenciar el esqueleto resistente o la es- entre todos los tipos de bóveda uno solo tructura del resto del edificio. Podríamos decir que esto que no requiere ar- lo aprendió de la influencia gótica, presente en su tiem- madura [cimbra], po, pero también esto lo aplicaban los antiguos romanos. la esférica, porque Por ejemplo el Panteón de Roma contiene un entramado consta no sólo de de arcos de ladrillo y machones que transfieren la carga arcos sino también de anillos. ¿Y quién de la cúpula hasta la cimentación (figura 2.6). Además, sería capaz de referir como buen renacentista, realiza analogías con los esque- o pensar qué inmen- letos de animales: so es el número de " unos y otros, ensam- Han observado los estudiosos de la naturaleza que, en lo to- blados y dispues- cante a los cuerpos de los seres vivos, ella llevó a cabo su traba- tos de forma que se jo de tal forma que nunca quiso que los huesos estuvieran en corten mutuamente ningún momento separados y desunidos entre sí. De igual ma- Fig. 2.7 Estabilidad de las cúpulas. Las esféricas son autoportantes en ángulos iguales y nera uniremos también nosotros las osaturas entre sí y las re- en todas las etapas constructivas, siempre que se ejecuten los desiguales, de forma forzaremos hermosísimamente mediante nervios y ligaduras, anillos completos, y las poligonales son estables si contienen que, sea cual fuere el de modo que haya una serie continua y compacta de osaturas, dentro de su espesor un anillo circular. Mainstone 1977. lugar en que hayas con cuyo solo apoyo, incluso si faltare lo demás, pueda la obra insertado una piedra alzarse acabada en cuanto a miembros y firmeza. " a lo largo y ancho de toda la bóveda, Libro III. Cap. XII. De Re Aedificatoria, Alberti. te das cuenta de que has colocado una Esto demuestra la conciencia de la jerarquía estructural dovela perteneciente en la construcción, cada elemento tiene un cometido y a arcos y anillos? " disponiéndolos sabiamente es posible llevar a cabo la Libro III. Cap. XIV obra. Otro ejemplo que demuestra sus amplios conoci- De Re Aedificatoria, mientos está en las cúpulas. Alberti explica cómo éstas Alberti. se componen de arcos y anillos de tal manera que no ne- cesitan cimbra para construirse, pues existen arcos dis- puestos en vertical y horizontal (anillos) que permitan Fig. 2.6 Reconstrucción que la obra sea estable en construcción. También habla gráfica de la estruc- sobre las cúpulas poligonales y explica como en determi- tura del muro del nadas ocasiones también es autoportante: si dentro de su Panteón. Pier Olinto espesor puede inscribirse un anillo circular (figura 2.7). Armanini 1893. Además indica la necesidad de sujetar con ligaduras las partes débiles de la cúpula con las partes fuertes y construir un pequeño andamio con el que sujetar el peso de los anillos que se construyan mas arriba hasta que fragüen, e ir moviendo dicha estructura a medida que Fig. 2.8 Modelo constructivo de la cúpula de Santa Maria del Fio- avanza la obra. Resulta curioso que este procedimiento, re ideado por Brunelleschi. No fue necesario el uso de cim- tal como lo explica se refiere de forma implícita al méto- bras y se utilizó un aparejo en espina de pez. Existen varias do ideado por Brunelleschi para la cúpula octogonal de interpretaciones, en la figura la reconstrucción de Sanpaolesi Santa Maria del Fiore (figura 2.8). (1941). 22 23
Otro gran arquitecto italiano del Renacimiento fue An- contraposición con la sobrecarga. Resulta curioso que el drea Palladio. En su tratado Los cuatro libros de la ar- posible colapso no lo atribuyese a la posibilidad de fallo quitectura pone de manifiesto el carácter proporcional, del material, sino únicamente a consideraciones geomé- independientemente de la medida, de las reglas que tricas y de equilibrio. Es un primer germen del análisis enuncia para el dimensionado de los distintos elemen- límite de los arcos que demuestra una vez más la sabidu- tos. Por ejemplo, propone dar un tercio de la luz del vano ría de los arquitectos de la historia. a las pilastras que lo soportan en el caso de las arcadas de las Logias (figura 2.9). Esto difiere respecto la regla antes Es posible considerar como hipótesis entonces, que la comentada de Derand, pues en esta última el tercio co- manera de "dimensionar" los elementos estructurales en rrespondía a la proyección horizontal del perfil del arco la antigüedad se basara simplemente en su geometría y contiguo al estribo, lo cual resulta en una mayor esbeltez. equilibrio, dando por sentado que las tensiones admisi- bles de los materiales de fábrica nunca serán sobrepasa- Sin embargo, existe un informe pericial que este arqui- dos. De este modo el equilibrio radica en contrapesos, tecto redactó acerca de la estabilidad de la Logia pública es decir, en que los empujes se cancelen, y como conse- del Palacio de Brescia (figura 2.10). Las pilastras de di- cuencia de este saber, han aparecido las reglas propor- cha Logia tenían unas dimensiones de un medio de la cionales que hemos ido comentando y que han llegado luz del vano, por lo que Palladio en su informe afirma hasta nuestros días. rotundamente su rotunda fiabilidad en las mismas, pues hace más de un tercio, que es la regla que el mismo da en su tratado. Lo interesante es que en un párrafo posterior describe el proceso de colapso de las bóvedas aludiendo al equilibrio de las distintas partes que la conforman: " En relación con las bóvedas que apoyan sobra las pilastras, nos parece que el arquitecto las ha hecho de un grueso y propor- ción convenientes, y que teniendo como apoyo unas pilastras de forma tan robusta (como se ha dicho), no es posible que aquella pequeña parte del arco, que se encuentra en la parte alta de esas bóvedas (y que trata de descender más que ninguna otra parte), por su propio peso pudiera enderezarse, para lo que debería alargarse (por ejemplo medio brazo), y así empu- jaría a las pilastras de cada lado un cuarto de brazo, y conse- cuentemente con ellas todo el grandísimo peso que soportan. Sucedería entonces que el esfuerzo del peso menor (que aquí es el de esa porción del arco, con las personas que pudieran Fig. 2.9 Aplicación de la encontrarse encima), movería el mayor, que consta de todas las regla del tercio a la pilastras y de todo el muro que soportan, el arco del tejado in- Planta y sección Iglesia de Il Reden- Fig. 2.10 cluido, lo cual es imposible, pues el menor peso movería al ma- tore de Palladio en de la Logia de Bres- cia. Los machones yor. Así pues, no hay necesidad de pensar en estas frivolidades. " Venecia. centrales tienen 1/2 Informe pericial sobre la Logia del Palacio de Brescia. Palladio. del vano y los de las esquinas algo más, Palladio explica que el colapso de las bóvedas sucede- cumpliendo con las ría al descender la parte superior, y por tanto el arco reglas del propio Pa- debe "enderezarse" haciendo que el empuje sea mayor lladio. y tratando de girar las pilastras. Todo lo cual niega que pueda suceder a causa del gran peso de la estructura en 24 25
su longitud? (figura 3.2). Entonces se plantea una viga la cual alarga en sentido horizontal y se da cuenta que no solo varia la longitud de la viga, sino su propio peso también aumenta. De este modo concluye lo siguiente: " Podemos concluir, en consecuencia, que las magnitudes de las fuerzas de prismas y cilindros del mismo grosor, pero de dis- tinta longitud, están entre sí en proporción al cuadrado de sus respectivas longitudes, o lo que es lo mismo, son proporciona- " les a los cuadrados de sus longitudes. Proposición III. Jornada segunda, pág. 223. Galileo. Es así como en la actualidad, la fórmula por excelen- cia para calcular el momento en una viga biapoyada es q·L2/8, que nos indica que el momento varía según la luz Fig. 3.1 Resistencia límite al cuadrado, como bien nos decía Galileo. de una ménsula car- CAPÍTULO gada en su extremo. 03 Los inicios del cálculo científico A continuación se plantea comparar dos ménsulas cilín- dricas semejantes de distinto tamaño concluye que los " Galileo Galilei, en 1638 publica sus Consideraciones momentos de los cilindros están en proporción sesquiál- ...abandonad, pues, y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias. tera con respecto a las resistencias de sus secciones. Es la idea que sustenta- Las dos nuevas ciencias a las que se refiere son la cinemá- decir, que el peso crece con el cubo mientras la resisten- bais, tal vez al uníso- no con otros muchos tica y la resistencia de materiales. Realmente lo que in- cia crece con el cuadrado. He aquí la imposibilidad del que han hecho estu- tenta demostrar, y de hecho lo hace, es la imposibilidad proyecto proporcional. Para acabarlo de demostrar, Ga- dios de mecánica, de de la existencia de un principio proporcional en el dise- lileo se enuncia el siguiente problema: supongamos una que las máquinas y ño de una forma estructural. Lo cual es justo el principio ménsula cilíndrica de una cierta dimensión que está en los artefactos com- que había estado imperando hasta la época, por lo cual unas ciertas condiciones de resistencia, si hacemos cre- puestos de la mis- ma materia y que su aportación es realmente revolucionaria. cer la longitud de la ménsula, ¿en qué proporción debe mantienen con toda aumentar su diámetro para que se mantengan las con- exactitud las mismas Para ello Galileo se plantea el problema de la resisten- diciones de resistencia? Esta pregunta la vamos a tratar proporciones entre cia de una viga en ménsula con una carga puntual en de responder juntos y, al obtener la respuesta veremos sus partes hayan de su extremo (figura 3.1). Y se da cuenta que, si la viga si concuerda con lo que dedució Galileo. Para ello nos ser igualmente o, por decirlo mejor, pro- (prismática en este caso) está puesta de canto, es decir, basaremos en las fórmulas que se nos han enseñado a porcionalmente dis- con la mayor longitud de su sección en vertical, resistirá lo largo de la carrera en materia de estructuras, y en vez puestas a resistir y a un peso mayor en su extremo que si se coloca de forma de realizarlo con un cilindro, lo resolveremos con una Fig. 3.2 Incremento del ceder a los choques y inversa. Pero la pregunta es ¿cuánto más resistente será? sección prismática. Partiremos de la fórmulas siguientes: momento en la viga violencias externas, Pues la respuesta que deduce es, que para un cierto ma- a causa de su alarga- puesto que se puede demostrar geométri- terial, el momento resistente es proporcional a el ancho (1) Tensión (σ) = Momento (M) / Momento resistente (W) miento. camente que las más del prisma por el canto al cuadrado: b·h2. Este descubri- (2) Momento (M) = Carga (q) · Luz2 (L2) / 8 grandes son siempre, miento no lo escribe de esta forma sino que lo enuncia (3)* Momento resistente (W) = Base (b) · Canto2 (h2) / 6 * Esta fórmula tan proporcionalmente, con proporciones geométricas. sólo es válida para menos resistentes En este caso sólo consideraremos la viga cargada a peso secciones prismáti- que las menores. " Además también se plantea la siguiente pregunta: ¿Cuál propio, sin sobrecarga. De modo que la carga (q) la defi- cas macizas. Jornada primera, es la proporción según la cual va creciendo el momento niremos en función de la sección de la viga y por metro pág. 70. Galileo. de una viga a causa de su propio peso con relación a la lineal de la misma: 26 27
(4) q = b · h · Densidad material (ρ) La argumentación de Galileo es clara y brillante. Resu- miendo diríamos que las estructuras que básicamente Si sustituimos las fórmulas 2, 3 y 4 en la primera, obte- soportan su propio peso (como los animales y las es- nemos lo siguiente: tructuras de fábrica), las cargas crecen con el cubo de las dimensiones lineales, mientras que la sección resistente (5) σ = 6 · b · h · ρ2 · L = 6 · ρ · L 2 2 crece con el cuadrado y, en conclusión, las tensiones cre- " 8·b·h 8·h cen linealmente con el tamaño y por tanto, los elementos De lo que se ha Dado que la densidad del material (ρ) y la tensión del estructurales pierden la semejanza geométrica. A esto se demostrado [...] se mismo (σ) se mantienen constantes, las dos únicas varia- le denomina la ley del cubo-cuadrado. Si aplicamos es- infiere la imposibi- bles serán la luz (L) y el canto (h). Y ya, a primera vista tas conclusiones a un ejemplo práctico, por ejemplo el lidad de poder, no sólo en el arte sino observando la ecuación que hemos obtenido, podemos dimensionado de una losa de hormigón o un panel de en la misma natu- ir haciéndonos una idea de que es lo que sucede con el CLT, podemos ver que ambas soluciones tienen un lími- raleza, aumentar los canto al aumentar la luz. A la hipótesis de partida, llama- te cuando llegamos a una cierta luz, y por lo tanto dejan mecanismos hasta remos al canto h1 y para el caso agrandado h2, el cual ha- de ser viables (gráfica 3.4). dimensiones inmen- llaremos multiplicando la luz por un valor α cualquiera: 2.0 Aumento del } Gráf. 3.4 Canto (m) sas, de modo que se- ría imposible fabri- 1.8 canto en función de (6) h1 = 6 · ρ · L 2 car naves, palacios la luz. Se observa la 8·σ (8) h2 = α · h1 2 1.6 ón curva parabólica que o templos enormes ig m (7) h2 = 6 · ρ · (αL) 2 [...] tampoco podría 1.4 or ratifica la ley del cu- la naturaleza hacer 8·σ 1.2 s ah bo-cuadrado. Se ha árboles de un tama- Lo realizado el cálculo ño desmesurado, ya Conclusión, al aumentar la luz α, el canto debe aumentar 1.0 con un hormigón de que acabarían por α2 para mantener la proporción de resistencia en ambos 0.8 25MPa y una made- venirse abajo bajo casos. De nuevo queda demostrado que las estructuras 0.6 ra GL 24h, en ambos su propio peso. Se- no se rigen por reglas proporcionales. Galileo llega a 0.4 casos sin minorar la ría imposible, igual- la misma conclusión, aunque de una forma distinta ya mente, construir CLT resistencia del ma- 0.2 estructuras óseas de que estas ecuaciones no estaban formuladas en aquella terial y únicamente hombres, caballos u época. De este modo, para mantener las condiciones de 0 10 20 30 40 50 soportando su pro- otros animales, que resistencia pero con un tamaño mayor, los elementos de- Luz (m) pio peso. Nótese la pudiesen mantener- ben engruesarse de forma desproporcionada. Observamos que para salvar una luz de 40 metros, na- diferencia en el cre- se y realizar sus pro- die se plantearía hacerlo con una losa de hormigón. Ni cimiento de la cur- pios menesteres. " Para hacer más evidente y recalcar esta afirmación dibuja siquiera con 20 metros de luz resultaría rentable, ya que va para estos mate- riales. Su causa es el Jornada segunda, un hueso de animal normal y otro 3 veces más largo, ha- solo para sostenerse (sin sobrecarga) harían falta más peso propio de cada pág. 236. Galileo. biendo aumentado nueve veces su grosor para mantener de 30cm de canto. Una solución podría ser postesar la material: el hormi- su resistencia. La imagen (figura 3.3) habla por si sola losa, pues optimiza la sección de la misma y reduce las gón pesa 6 veces más y demuestra la desproporción del nuevo hueso gigante. deformaciones a causa que el hormigón no fisura por el que la madera. Entonces para que esto no suceda solo hay dos opciones: "exceso" de compresión. o encontrar un material más resistente o aceptar que el de mayor dimensión será más débil en relación al de me- Otra opción sería elemento estructural y pasar de losa a nor tamaño. De hecho, esto ocurre en los animales: cercha. La ventaja de la cercha es justamente que redu- " ce el peso propio, pues el material se sitúa en los extre- un perro pequeño podría llevar sobre sí dos o tres perros igua- mos superior e inferior dejando huecos. Así es como se les a él, mientras que no creo que un caballo pudiese sostener Efecto del au- pueden alcanzar luces mayores con un mismo material: Fig. 3.3 mento de tamaño en ni siquiera un caballo de sus mismas medidas. " disponiéndolo de una forma más óptima que permita huesos. Jornada segunda, pág. 237. Galileo. reducir el propio peso. De hecho, en los huesos, tanto 28 29
de animales como de humanos, la naturaleza es lo sufi- cientemente sabia para generar huecos allá donde no es necesario disponer de material por tal de aligerar el peso (figura 3.5). Volviendo a la época de Galileo, si observamos estructu- ras análogas pero de distinto tamaño, podremos ver una cierta semejanza geométrica que de algún modo pone de manifiesto el uso de reglas proporcionales en los an- tiguos constructores (figura 3.6). A la izquierda tenemos la cúpula de San Biagio en Montepulciano, en el centro Fig. 3.7 A la derecha San- San Pedro de Roma y a la derecha Santa Maria del Fio- ta Sofia de Salónica, re en Florencia, todas dibujadas al mismo tamaño. Estas y a la izquierda Santa dos últimas cúpulas tienen una luz de 42m, el triple que Sofia de Constanti- la primera, de unos 14m. A pesar de su semejanza, si que nopla. Dibujos a la vemos una diferencia sustancial entre ellas, pues las de misma escala (toma- mayor tamaño poseen doble cáscara, mientras que la pe- dos de Choisy 1899). queña es de una sola cáscara. Esto favorece la reducción del peso propio, lo que permite que con el mismo mate- rial se pueda resistir más carga. Sin embargo, nos puede surgir la duda de si realmente es posible proyectar con 5.El texto de dicha una ley de semejanza geométrica dada la demostración contradecir a el descubrimiento carta aparece citada Fig. 3.5 Sección longitu- de la imposibilidad del proyecto proporcional. ¿Donde de Galileo y la ley del cubo-cua- por Stüssi y según dinal del humero. queda la ley del cubo-cuadrado en este caso? drado. la traducción de S. Huerta, dice así: "Yo, Otro ejemplo muy particular re- su esclavo, he tenido conocimiento, de que sulta el proyecto para un puen- usted tiene la inten- te de 240 metros de luz sobre el ción de construir un Cuerno de Oro en Estambul. Y puente entre Galat- el proyectista no era nada más ta y Estambul, pero ni nada menos que Leonardo da que no ha construi- do todavía, pues no Vinci, quien supo acerca del an- ha encontrado nin- helo del Sultán de construir un gún Maestro. Yo, su puente sobre el Cuerno de Oro, esclavo, lo sé. Yo lo y a lo cual se ofreció para dise- construiré, un arco Fig. 3.6 Comparación de Y este no es el único caso, si comparamos las iglesias de ñarlo (figura 3.9). El proyecto ha tan grande que na- la sección de tres die podrá explicarse Santa Sofia de Constantinopla y la de Salónica vuelve a llegado hasta nuestros días gra- cómo se puede andar cúpulas al mismo suceder lo mismo (figura 3.7). Esta última es 3 veces más cias a una carta5 que Leonardo sobre él, de tan alto tamaño. De izquier- pequeña que la primera, y en cambio la proporcionali- envió al Sultán hacia 1503 y que que es [...] Y lo cons- da a derecha: San Fig. 3.8 Chimeneas de dad del tamaño es evidente. el ingeniero suizo F. Stüssi (1953) truiré de forma que Biagio (14m de luz), fábrica de distintos recogió y analizó. Según el ma- pueda pasar bajo él San Pedro de Roma un barco con las ve- tamaños, todas di- (42m de luz), San- Para más inri, en el caso de chimeneas de fábrica ocu- nuscrito, el puente presentaba las desplegadas." (El bujadas al mismo ta- ta Maria del Fiore rre justo lo contrario: a medida que aumenta el tamaño un arco rebajado de 240 metros barco puede verse en maño para comparar (42m de luz). disminuye la sección (figura 3.8). Todo lo cual parece con unos estribos, según Stüssi, el dibujo). su sección. 30 31
de 60 metros. Lo cual supone 1/4 de la luz y está en con- hasta la época, no habían tenido nunca en cuenta. Pues cordancia con las reglas renacentistas para los estribos cuando leíamos a Palladio acerca del posible colapso de de puentes (Alberti cita justamente esta proporción para unas bóvedas, en ningún momento menciona el hipoté- puentes). En la clave el espesor ronda los 1/20 1/30 de la tico fallo del material, es decir, que se supere su tensión luz, lo cual también era habitual en los arcos de puentes admisible. y edificios. Además, el propio Stüssi se encargó de ve- rificar si realmente el proyecto era viable realizando un Por otro lado, hay que tener en cuenta que las fórmu- análisis elástico del arco, y obtuvo una tensión máxima las con las que demostramos la ley del cubo-cuadrado en la clave de 10 N/mm2 suponiendo una fábrica de peso son utilizadas para el cálculo a flexión en elementos es- específico 28 kN/m3. tructurales, como lo son las vigas con las que Galileo se plantea las distintas cuestiones que va resolviendo en su tratado. Y como hemos dicho en el capítulo primero, la virtud de un arco radica en convertir un momento flec- tor en un axial, pues las estructuras de fábrica no pueden resistir flexiones a causa de tener una resistencia nula a tracción. Por tanto, parece ser que estamos tratando de aplicar una ley, la del cubo-cuadrado (que es cierta, según ya demostramos) en un lugar donde no le corres- ponde, pues las fábricas no trabajan a flexión sino a axial. Entonces, ¿Galileo cometió un error al negar el proyecto proporcional que empleaban los maestros arquitectos? ¿Y, sino es la ley del cubo-cuadrado, que ley o teoría esta detrás de la estabilidad de las estructuras de fábrica? Fig. 3.9 Ala izquierda el Una ejecución con algún tipo de aligeramiento proba- proyecto de Leonar- blemente reduciría esta tensión considerablemente. En do da Vinci para un puente de 240m de cualquier caso, esto demuestra la viabilidad del proyecto luz sobre el Cuer- a pesar de utilizar reglas proporcionales, ya que Leonar- no de Oro en Es- do no introdujo ningún cambio en la geometría a pesar tambul. Leonardo del tamaño extraordinario. parece preocuparse por darle la forma Por tanto, estamos ante una contradicción evidente entre correcta al puente y lo que hemos demostrado acerca de la ley cubo-cuadra- por la ejecución de do y la realidad de las obras construidas y de la práctica las cimbras. A la de- de los maestros constructores del pasado. En algún lugar recha la comproba- ción de su viabilidad debe haber un error. por parte de F. Stüssi, quien demuestra que Si repasamos las consideraciones de Galileo, éstas tienen las tensiones serían en cuenta la resistencia del material, por primera vez en aceptables para una la historia de la construcción. Es decir, tiene en conside- fábrica ordinaria. ración este nuevo parámetro a la hora de realizar o pro- yectar un elemento estructural, cosa que los arquitectos, 32 33
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