SECRETO DEL PASADO: EL LENGUAJE - Guillermo Abad Vegas - UPCommons

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EL LENGUAJE
SECRETO DEL PASADO:
ARCOS Y BÓVEDAS
                                                              TFG
                                                              trabajo final de grado
                                                              Guillermo Abad Vegas
                                                              Septiembre
                                                              2021|ETSAB|UPC
                                                              Tutor: Carlos PérEZ LAMAS

                                                                  Tribunal de tecnología
                                                                  Isabel Crespo Cabillo
                                                                  Miquel Martí Casanovas
                                                                  Carlos R. Marmolejo Duarte
   ed amlaP fo lardehtac eht fo muirbiliuqe labolg eht fo sisylana citatS )a( .91 .giF
   ;]2191 revlleB i óibuR[ stsurht s’tluav eht fo sisylana lacitatS )b( .lardehtac s’acrollaM
   rohtua eht yb nwarder( sehcra esrevsnart dna gnissorc eht fo pot no sdaoL )d( dna )c(
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SUMARIO

  PREFACIO    Encaje del presente trabajo en los estudios   02
              Justificación de la temática escogida         04

 OBJETIVOS
                                                            06

METODOLO-
      GÍA                                                   08

  CAPÍTULO
        01    El inicio de la arquitectura                  10

  CAPÍTULO
        02    El cálculo tradicional                        16

  CAPÍTULO
        03    Los inicios del cálculo científico            26

  CAPÍTULO    El diseño de arcos de fábrica:
        04    ¿una cuestión de resistencia o estabilidad?   34

  CAPÍTULO    La optimización en las estructuras,
        05    ¿una cuestión de geometría?                   40

CONCLUSIO-
      NES                                                   52

     ANEXO
          I   Tipos de esfuerzos                            56

BIBLIOGRA-
       FÍA                                                  60

 LISTADO DE
ILUSTRACIO-                                                 62
        NES
Con el paso de los cursos yo esperaba que algún día nos
                                                                            explicaran el comportamiento de un arco. Cómo fun-
                                                                            ciona y qué diferencias tiene respecto una viga. Precioso
                                                                            hubiera sido también conocer qué métodos tenían los
                                                                            antiguos arquitectos para "calcular" sus grandes monu-
                                                                            mentos de piedra. Pero terminé hasta el último módulo
                                                                            de estructuras y ningún profesor trató este tema.

                                                                            En cambio si me di cuenta de algún modo que en el fon-
                                                                            do las estructuras se nos explicaban como si se tratasen
                                                                            de pilares y forjados. Supongo que porque la arquitectura
                                                                            es donde mejor se inserta. Al fin y al cabo Le Corbusier
                                                                            fue quién promovió su uso con la maison domino. Y esto,
                                                                            de algún modo, creo que a los alumnos nos hace caer en
                                                                            el prejuicio de pensar que el diseño de una estructura tan
    PREFACIO                                                                solo es decir cada cuanto están los pilares y cual será el
               Encaje del presente trabajo en los estudios                  material a utilizar.

                   En el primer año que entré en la universidad, recuer-    Ya en los últimos cursos, en proyectos sobretodo, pude
               do como en una de las tantas clases de física I, con Fi-     ver como el arquitecto debe dar una respuesta a todas las
               del Franco como profesor, se nos explicó algo que llamó      partes que conforman la arquitectura. Léase urbanismo,
               mucho mi atención. Tanto es así que durante la resta de      proyecto, instalaciones, construcción y estructura. Sin
               los cursos siempre ha estado rondando por mi cabeza y,       embargo en ninguna de ella llegamos a profundizar por-
               a medida que iban pasando los años e iba aprendiendo         que "bueno, en la vida real ya pedirás a un especialista     Fig. 0.1 A la izquierda el
               cada vez más en materia de estructuras me daba cuenta        que calcule la estructura o que te haga el proyecto de las       diagrama de cargas
               de que aquello que nos comentó Fidel en el primer año        instalaciones".                                                  de un elemento ho-
               era cierto.                                                                                                                   rizontal. En el medio
                                                                            Así pues, a pesar de que la arquitectura conforma una            su diagrama de mo-
               Básicamente lo que aprendimos en Física I fue ser capa-                                                                       mentos y la derecha
                                                                            unidad, ésta está atomizada en especializaciones. Esto
                                                                                                                                             un arco gótico, que
               ces de analizar una estructura sencilla de barras y hallar   me hizo entender que, sino me espabilaba por intentar            se corresponde con
               sus esfuerzos. Entonces, en un pequeño paréntesis nos        aprender el funcionamiento de los arcos y dar respuesta          los dos diagramas de
               comentó la estrecha relación que existe entre los diagra-    a estas inquietudes, nadie me lo iba a explicar.                 la izquierda.
               mas de momentos que nosotros aprendíamos a calcular
               y las formas de los arcos de la antigüedad. En concreto
               puso el ejemplo de cómo la forma de un arco gótico co-
               rresponde al diagrama de momentos resultante de una
               carga distribuida más un puntual en el centro, pero in-
               vertido. He tratado de redibujar el croquis que realizó
               para explicárnoslo (figura 0.1). De esta explicación me
               surgieron dudas como ¿Entonces antiguamente también
               se conocía todo esto que a nosotros nos explican en ma-
               teria de estructuras? ¿La forma de los arcos condiciona
               su resistencia? ¿Existen formas "óptimas" para resistir
               con menor material los mismos esfuerzos?
2                                                                                                                                                                 3
PREFACIO
               Justificación de la temática escogida
                   Los motivos que me han llevado a realizar este tra-
               bajo se extraen del apartado anterior y resumiendo son
               los siguientes:

               La falta de conocimientos acerca del funcionamiento es-
               tructural de los arcos y bóvedas, que ya en la actualidad
               están prácticamente en desuso con la llegada de la arqui-
               tectura moderna.

               La completa ignorancia sobre cómo es posible que los
               arquitectos del pasado diseñaran sus estructuras y éstas
               perduraran durante los siglos como prueba de su sabi-
               duría. Pues es obvio que estos grandes monumentos no
               eran hechos por aficionados, las obras duraban hasta si-
               glos y por tanto, tenían que saber ya de antemano si el
               proyecto era viable o no. No resulta lógico que dedicaran
               tantos recursos en la construcción de una catedral, por
               ejemplo, que ¿posiblemente se hundiría?

               La inquietud y ganas de indagar en la explicación de Fi-
               del acerca de la relación entre la forma de los arcos, los
               diagramas de momentos y su posible optimización.

4                                                                           5
OBJETIVOS
                                                                           "
            > Investigar qué métodos se utilizaban antaño para ase-         Y en efecto, levan-
             gurarse que las construcciones se sostendrían en pie.         tar una obra no es,
                                                                           como creen los pro-
             Hacer un recopilatorio de aquellas aportaciones que, a
                                                                           fanos en la materia,
             lo largo de la historia, fueron claves en el desarrollo del   poner piedra sobre
             cálculo estructural y que han contribuido a entender su       piedra y argamasa
             naturaleza.                                                   sobre argamasa; sino
                                                                           que, dada la diver-
                                                                           sidad de las partes,
            > Estudiar cómo la arquitectura moderna de la mano de
                                                                           necesita cosas diver-
             la tecnología y la industria han cambiado la manera de        sas y diversos proce-
             diseñar una estructura. ¿La forma influye en mejorar el       dimientos. En efecto,
             comportamiento?                                               los cimientos tienen
                                                                           una exigencias, otras
                                                                           las ligaduras y las
            > Entender la lógica de las estructuras de arcos y bó-
                                                                           cornisas, otras los
             vedas con la intención de poder comprender mejor las          ángulos y los bor-
             construcciones del pasado. Paralelamente investigar la        des de los huecos,
             relación entre forma y diagrama de momentos.                  otras las superficies
                                                                           externas de los mu-
                                                                           ros, otras distintas
            > Mucho se habla hoy en día de eficiencia energética en        rellenarlos y darles
             edificios, pero poco se habla de la eficiencia de sus es-     el espesor adecuado.
             tructuras. Es cierto que la tecnología y los nuevos mate-     Ahora bien, qué es
             riales han cambiado la forma de diseñar una estructura        propio de cada cosa
             pero, ¿la han hecho más eficiente en términos de soste-       será nuestra labor
             nibilidad respecto a las antiguas catedrales por ejemplo?     desarrollarlo.  "
                                                                                  Libro III, Cap. I.
                                                                               De Re Aedificatoria,
                                                                                           Alberti.
6                                                                                                      7
METODOLOGÍA

                 Para llevar a cabo el trabajo nos ayudaremos del hilo
              conductor de la propia historia de la arquitectura. Así
              pues empezaremos desde sus inicios y trataremos de ir
              recopilando las distintas visiones, concepciones o reglas
              acerca de las estructuras en cada época hasta el renaci-
              miento (siglo XVII). Paralelamente las iremos analizan-
              do para tratar de comprender sus fundamentos, pues
              como la arquitectura del pasado esta basada principal-
              mente en bóvedas y arcos, esto nos servirá para ir com-
              prendiendo su funcionamiento.

              Una vez realizado esto, haremos uso de los conocimien-
              tos de estructuras con los que a lo largo de la carrera nos
              instruyen para tratar de verificar si la información reco-
              pilada. Así podremos ver qué relación existe (si es que la
              hay) entre cómo antaño se entendía el esqueleto resis-
              tente en la arquitectura y como lo hacemos en la actuali-
              dad. De este modo podremos determinar las principales
              diferencias y aprender de la propia historia.

              Llegados a este punto abordaremos el tema de la "eficien-
              cia" estructural y de cómo poder optimizar una estructu-
              ra. Para ello tendremos sobre la mesa todo lo aprendido
              hasta este punto del trabajo, por lo que podremos dispo-
              ner tanto de las ecuaciones contemporáneas como de la
              visión ancestral para poder llegar a una conclusión final.
8                                                                           9
llo que era estructura y lo que no, entre muro de carga
                                                                                         y tabique. Todo en el fondo, en mayor o menor grado,
                                                                                         contribuía a la estabilidad del conjunto. Y es que podría-
                                                                                         mos decir que en los inicios de la arquitectura, ésta era
                                                                                         pura estructura. Y hasta el decoro muchas veces, aunque
                                                                                         parezcan meros adornos, son parte de la estructura del
                                                                                         edificio decoradas y, por tanto, necesarios para su esta-
                                                                                         bilidad, como en el caso de los pináculos del gótico que
                                                                                         explicaremos más adelante.

                                                                                         De esta forma, la arquitectura en sus inicios era un con-
                                                                                         junto de estructura y construcción con el objetivo de
                                                                                         generar un cobijo para el ser humano. Pero, ¿cómo cons-
                                                                                         truir una edificio que se sustentara en pie con el pasar
                                                                                         de los años cuando ni siquiera existe un conocimiento
       CAPÍTULO                                                                          riguroso sobre la física y las matemáticas?
              01 El inicio de la arquitectura
                                                                                         Pues lo más sencillo para construir un cobijo es apilar
                              La arquitectura entendida como el diseño de la cons-       pedazos de algún material sólido y durable en el tiempo.
                          trucción, es probablemente una de las primeras discipli-       Este material durante milenios ha estado la piedra, aun-
                          nas que la humanidad ha desarrollado desde sus inicios.        que también se ha utilizado la misma tierra comprimida
                          Y es que podríamos decir que las necesidades básicas de        para levantar muros. Posteriormente apareció el ladrillo
                          cualquier ser humano es disponer de comida para po-            y el adobe, que tienen la virtud de poder ser fácilmente
                          dernos alimentar, de ropa para no ir desnudos y un re-         manipulado con las manos. Todos estos materiales tie-
                          fugio o lugar donde cobijarnos de la intemperie. Fruto         nen en común que únicamente soportan compresiones,
                          de esta necesidad de refugio ha surgido la motivación          lo cual condiciona su uso y diposición.
                          de hacer construcciones habitables a lo largo y ancho de
                          todo nuestro mundo desde tiempos inmemorables, dan-            Es así como las primeras construcciones eran de fábri-
                          do lugar a lo que hoy conocemos como arquitectura.             ca, es decir, hechas a partir de materiales pétreos o la-
1.Esto me hace re-
 flexionar en si ocu-                                                                    drillos unidos entre si mediante un aglomerante o en
 rrirá lo mismo con       No importa el lugar o el tiempo, todas las distintas cultu-    seco, con la propia geometría de la pieza, generando un
 las distintas religio-   ras que pueblan la faz de la tierra tienen sus construccio-    aparejo (figura 1.1). Dado que estos materiales son muy
 nes que existen o han    nes, sus arquitecturas particulares, fruto de su localiza-     resistentes a los esfuerzos de compresión, se utilizaban
 existido en nuestro      ción geográfica, ideas religiosas, materiales locales, etc.    para conformar los paramentos verticales o muros, pero
 mundo. ¿Será que
                          Sin embargo, a pesar de todas sus diferencias formales,        ¿cómo sabían qué grosor darle al muro? Pues en aquellos
 todas provienen de
 una mismo origen y       utilitarias, matéricas, etc. Todas ellas responden a la mis-   tiempos no había más remedio que acudir a la lógica y
 que por tanto son las    ma necesidad básica de protegerse de la intemperie, de         al sentido común. Y la respuesta lógica era muy senci-
 distintas manifesta-     construir un cobijo. Esto nos muestra la diversidad de         lla: cuanto más gordo mejor. Lo cual es realmente cierto,
 ciones de un mismo       manifestaciones que existen de una misma necesidad, de         cuanto más grueso es el muro más resistente es, y por
 Dios que en cada
                          una misma unidad1; y no por ello unas son mejores que          tanto, más seguro. Además, este grosor "extra" del muro
 latitud se le ha nom-
 brado de forma dis-      otras, simplemente atienden a premisas distintas.              proporcionaba una gran inercia térmica, haciendo así
 tinta pero que apelan                                                                   que el calor permaneciera en el interior por más tiempo.
 a un misma unidad?       En los inicios de la construcción, y por tanto de la arqui-    De este modo la estructura contribuía a la climatización
                          tectura, no había una distinción consciente entre aque-        y al confort térmico. Por otro lado, cuanto más grueso
10                                                                                                                                                    11
Fig. 1.1  Distintos      apa-                                                               proporciones era seguro, otro semejante aunque de dis-          2. Esta conclusión es
      rejos de fábrica. La                                                                  tinto tamaño, también lo será. De este modo se sacaban            el resultado de las
      distinta combina-                                                                                                                                       comparaciones de
                                                                                            conclusiones geométricas como esta: la dimensión de los
      ción de sus elemen-                                                                                                                                     determinadas cons-
                                                                                            estribos de un templo circular debe ser 1/7 de la luz in-         trucciones de la épo-
      tos a dado lugar a
                                                                                            terior2. El Panteón de Roma, por ejemplo, cumple esta             ca romana realizada
      una gran variedad a
      lo largo de la histo-                                                                 proporción (figura 1.2).                                          por Rasch, Jürgen
                                                                                                                                                              (1985).
      ria: (1) mampostería
      concertada; (2, 3, 4)
      distintos tipos de si-
      llería; (5) muro com-
      puesto de paramen-
      tos de sillería atados
      con perpiaños y
      núcleo de mampos-
      tería u hormigón;
      (6) muro romano de
      núcleo de hormigón
      y revestimiento de                                                                    Llegados a este punto podemos ir entendiendo que la          Fig. 1.2 Comparación de
      piedra y ladrillo; (7)                                                                estructura de un edificio no se trata de ciencias exactas,        la sección de 5 cúpu-
      muro de paramen-                                                                      es decir, que un muro tenga que medir exactamente 32.1            las esféricas romanas
      tos de mampostería                                                                    cm de grosor porque si hace 31.9 cm pues se vendría               al mismo tamaño.
      irregular y remata-                                                                                                                                     De izquierda a dere-
                                                                                            abajo. No. Hay que entender que los materiales nun-
      do con una cadena                                                                                                                                       cha: (a) Santa Cons-
                                                                                            ca trabajan al máximo rendimiento, sino que hay unos              tanza, 11.5 m de luz;
      de sillería; (8, 9, 10)
                                                                                            márgenes de seguridad y por tanto los grosores siempre            (b) Templo de la Tos,
      distintos tipos de
      muros romanos.
                                                                                            son mayores a lo estrictamente necesario. De ahí que en           12.4 m de luz; (c)
                                                                                            la antigüedad, sin la necesidad de ningún cálculo pu-             Mausoleo de Elena,
                                                                                            dieran levantar monumentos: los grosores siempre eran             20.18 m de luz; (d)
                                                                                            mucho mayores a los necesarios, del orden de entre el             Templo de Minerva
                                                                                            doble y el triple.                                                Medica, 23.5 m de
                                era el muro más difícil era hacer un agujero en él para                                                                       luz; (e) Pantheon,
                                                                                                                                                              44 m de luz. Se ob-
                                generar una ventana, por ejemplo. De modo que la afir-      Llegados a este punto, tenemos resuelta la construcción
                                                                                                                                                              serva la similitud de
                                mación "cuanto más grueso mejor" tiene un límite.           de los muros o paramentos verticales, ahora queda resol-          la proporción luz/
                                                                                            ver cómo cubrir los espacios entre los muros. Está claro          estribos.
                                Por tanto, para saber el grosor adecuado en cada caso       que las piedras puestas unas encima de otras se sostie-
                                había que recurrir a la experiencia. Como no se hacían      nen, pero puestas horizontalmente para hacer el techo
                                cálculos para comprobar si un muro era estable o no, el     no funciona porque debido a su propio peso van a caer
                                método que se utilizaba era la misma experimentación.       al suelo. Entonces ¿qué solución tenemos? Pues de al-
                                Es decir, se construía el muro y se veía si se aguantaba    guna manera nuestros antepasados descubrieron que la
                                o no. Y a base de pruebas y errores se iban hallando        madera puede salvar una distancia puesta en horizontal.
                                las medidas de los muros que no se derrumbaban con          Y así es como, en las primeras construcciones, para ha-
                                los años y que, por tanto, estaban bien dimensionados.      cer los techos se utilizaban troncos de árboles puestos
                                Entonces se extrapolaban dichas medidas a las nuevas        en horizontal cada cierta distancia a modo de viguetas.
                                construcciones mediante una semejanza geométrica, es        Esto ocurre porque la madera resiste bien esfuerzos de
                                decir, mediante mantener la proporción. El razonamien-      flexión, mientras que los materiales pétreos están más
                                to era el siguiente: si un edificio con unas determinadas   limitados.
   12                                                                                                                                                                             13
Sin embargo, dependiendo del lugar no siempre es fácil         te siglos con fábricas pero sin llegar a la idea de arco.
                             disponer de madera de buena calidad para hacer los te-                                                                       "
                             chos, además que éstos estaban limitados por la altura         Sin embargo, éstos también tienen su contra-parte, y es          El arco nunca duer-
                             del árbol. Es cierto que se podían transportar los tron-       que generan en su base unos empujes horizontales que             me    "
                                                                                                                                                                 Proverbio árabe
                             cos, pero unos cuantos siglos atrás esto tenía un lími-        tienen que ser contrarrestados para que todo se manten-
                             te, mientras que encontrar piedras desperdigadas por el        ga en equilibrio. A mayor flecha del arco el empuje en su
                             suelo era lo más común. Por ello, el siguiente paso fue        base será más vertical, y a menor flecha mayor empuje
                             tratar de cubrir los techos también con fábrica, y la ma-      horizontal (figura 1.4). Esto lo sabían muy bien los an-
                             nera natural de hacerlo es a base de formar con las pie-       tiguos maestros de obras y por ello se construían unos
                             dras o ladrillos, un arco.                                     estribos o contrafuertes que pudieran resistir los em-
                                                                                            pujes horizontales del arco. Pero la pregunta es, ¿cómo
                             El arco tiene una gran transcendencia en la historia de        sabían que grosor sería el suficiente para garantizar la
                             la arquitectura, pues ha permitido hacer construcciones        seguridad?
                             que de otro modo no hubieran sido posibles. Y es que la
                             mayor virtud de un arco es convertir un momento flec-                                                                      Fig. 1.4 Relación entre la
                                                                                                                                                             flecha del arco y su
   3. Anexo I: Tipos de      tor en un axial3. ¿Porque razón la piedra no soporta la
     esfuerzos.                                                                                                                                              empuje horizontal.
                             flexión y se rompe? Pues sencillamente porque no resiste                                                                        Cuanto más apunta-
                             tracciones, y la flexión implica un par de fuerzas: una                                                                         do menos empuje, lo
                             de compresión y otra de tracción. Es por ello que no se                                                                         cual significa menor
                             podía utilizar para los techos, a no ser que se le de una                                                                       grosor en los estri-
                             forma de arco al mismo.                                                                                                         bos, y viceversa.

                             El momento flector es un giro provocado por una fuer-
                             za aplicada a una cierta distancia del punto de apoyo
                             (figura 1.3). Este producto de fuerza por distancia nos
                             da una magnitud cuya unidad es kN·m (si la fuerza la
                             consideramos en kN y la distancia en metros). Si aho-
                             ra dividimos este valor entre la fuerza axial (en kN) que
                             puede resistir la piedra o el ladrillo del que disponemos,
                             obtenemos los metros que ha de tener la flecha del arco
Fig. 1.3Para que el con-     que resistirá dicha flexión. En otras palabras, gracias a la
     junto esté en equili-   forma, de arco en este caso, se puede construir un techo
     brio, necesariamente
                             con piedras. Es así como el arco convierte la flexión en
     aparece un giro en
     el apoyo de la viga     axial: gracias a la geometría. De aquí se deduce su im-
     como reacción al        portancia, pues contribuye enormemente en la estabili-
     peso del individuo.     dad de una estructura.
     Este tipo de apoyo se
     denomina empotra-       Este extraordinario descubrimiento aparece por primera
     miento.                 vez en Mesopotamia hace unos 6 milenios, y aunque no
                             se entendiera en aquellos tiempos como lo acabo de ex-
                             plicar, claro está que revolucionó la forma de construir.
                             Sin embargo, no fue en absoluto algo evidente. Prueba
                             de su contingencia es que en otras culturas, como por
                             ejemplo los mayas o incas, también construyeron duran-
  14                                                                                                                                                                               15
CD, trácese por debajo el Arco EF. Y por el punto F, donde el
                                                                                                citado Arco corta a la línea CF, trácese el plomo FG por fuera
                                                                                                del muro, que debe soportar la bóveda ACD; así el espesor del
                                                                                                muro estará comprendido entre las líneas EH y FG, y aquél será
                                                                                                suficiente para resistir el Empuje de la Bóveda como hacen ver
                                                                                                                          "
                                                                                                la práctica y la experiencia.
                                                                                                                              Capítulo IV, tratado de Derand.

                                                                                                                                                                 Fig. 2.1  Regla     geomé-
                                                                                                                                                                       trica del tratado de
                                                                                                                                                                       Derand. Se puede
                                                                                                                                                                       observar que cuan-
                                                                                                                                                                       to más rebajado es
                                                                                                                                                                       el arco mayor es su
                                                                                                                                                                       estribo resultante y
                                                                                                                                                                       viceversa, lo cual es
           CAPÍTULO                                                                                                                                                    correcto.
                 02 El cálculo tradicional
                                  Vitruvio no cita ninguna regla estructural, ni siquie-
                              ra de las bóvedas que casi con seguridad vio erigir ante
                              sus ojos. En la época Helenística resulta lógico que se
                              escribieran tratados sobre bóvedas, con la intención de
                              codificar la información que se fue acumulando durante                                                                             Fig. 2.2 Dibujos y textos
                                                                                                                                                                       del manuscrito de
4.    Según        Santiago   el Imperio Romano, pero por desgracia se han perdido4.
                                                                                                                                                                       Martínez de Aranda
     Huerta en su libro
                                                                                                                                                                       sobre el cálculo de
     Arcos, bóvedas y cú-     Con la caída del imperio romano hubo un retroceso tan-            Nótese como este procedimiento tiene en cuenta el perfil
     pulas. Sin embargo,                                                                                                                                               estribos.
                              gible en la técnica de la construcción, y no es hasta el          del arco para hallar el estribo, pues no todos empujan
     si se ha conservado
     otros tratados de        gótico donde aparece un mayor dominio de la geome-                igual. Sin embargo, y a pesar que la publicación de la re-
     ingeniería como el       tría. Sin embargo, tampoco de esta época nos ha llegado           gla es en el siglo XVII, tiene un carácter gótico, pues los
     proyecto de catapul-     ninguna indicación sobre cómo los maestros medieva-               estribos que resultan son demasiado esbeltos para resis-
     tas. Y resulta curioso   les proyectaron sus asombrosas estructuras. Habrá que             tir el empuje de las bóvedas de cañón típicas del Renaci-
     que una fórmula que
                              esperar hasta el renacimiento, con la aparición de la             miento y Barroco.
     aparece contiene la
     raíz cúbica, cosa que    imprenta, para encontrar algunas reglas para el cálculo
     manifiesta un cierto     de los estribos del gótico. Dichas reglas eran en esencia         Esta misma regla de dividir el arco en tres partes igua-
     grado de conoci-         geométricas y por tanto estaban basadas en la propor-             les para quedarse con la proyección horizontal del tercio
     miento.                  ción. En el tratado de Derand de 1643 en el capítulo VI           junto al arranque del arco aparece en otros tratados de
                              aparece una regla geométrica de origen gótico que per-            arquitectura de la época, aunque de distinta forma. En
                              mite dimensionar el estribo para contrarrestar el empuje          el manuscrito de Martínez de Aranda, arquitecto espa-
                              de un arco (figura 2.1), veamos:                                  ñol de finales del siglo XVI, aparece el siguiente dibujo
                              "                                                                 para dimensionar el estribo de un arco (figura 2.2). En
                               Sea la bóveda de medio punto ABCD [...] divídase en tres par-    este caso se divide el arco en tres partes iguales y se baja
                              tes iguales por los puntos B y C, y por uno de los tercios, por   una plomada hasta la horizontal de arranque del arco y
                              ejemplo CD, trácese la línea recta CDF, y tomando el mismo        se toma la distancia desde ese punto hasta el arranque,
                              punto D como centro, y abriendo el compás como la cuerda
                                                                                                resultando la misma medida que en el caso anterior.
16                                                                                                                                                                                         17
Nótese que en ninguna de estas dos citas de esta regla      la idea de continuar la construcción con una nave única
                             geométrica aparece la altura del estribo, es decir que el   que salvaría la luz de las tres naves juntas, posiblemente
                             ancho del mismo es independiente de su altura. Esta re-     hacia 1340 (figura 2.4). La obra avanzaba lentamente y
                             gla geométrica, que aparece citada también por Viollet-     hacia 1386 se habían levantado las capillas del lado sur
                             le-Duc (1854), probablemente fue utilizada en la época      de la nave, haciendo posible ya la construcción de la gran
                             gótica, dado que podemos ver como sus proporciones          bóveda única. Sin embargo corría el rumor entre los can-
                             concuerdan con la realidad (figura 2.3), aunque real-       teros y ciertos maestros que la obra era muy peligrosa
                             mente no podemos afirmar que se haya aplicado, lo úni-      y debía detenerse. Entonces el Cabildo o gobierno local
                             co que demuestra es su carácter gótico.                     decidió realizar una consulta juntamente con arquitectos
                                                                                         de Gerona y Barcelona. La reunión, celebrada el 23 de
                                                                                         febrero de 1386, contó con un total de 8 expertos de los
                                                                                         cuales 5 estaban en contra de la nave única, pues afirma- Fig.   2.4 Planta de la cate-
                                                                                         ban que era imposible de sostenerse y de un gran peligro,         dral de Gerona. La
                                                                                         y tres que estaban a favor, dos de ellos no tenían duda           cabecera gótica de 3
                                                                                                                                                           naves fue lo prime-
                                                                                         de que la solución no solo era muy segura sino también
                                                                                                                                                           ro en construirse.
                                                                                         muy hermosa, mientras que el otro matizaba que esta so-           Posteriormente se
                                                                                         lución era segura pero reforzando un poco los estribos.           decidió continuar las
                                                                                                                                                           obras con una única
                                                                                                                                                           gran nave.

                             En el caso de la catedral de Gerona (1386 - 1416) se tuvo
Fig. 2.3 Aparición de la     que hacer un congreso de expertos para tratar la viabili-
      regla geométrica co-   dad estructural de sus bóvedas de crucería, las más gran-
      mentada en la cate-    des del gótico: 23 m de luz y 35 m de altura. Esta clase
      dral de Gerona y la    de congresos de expertos era habitual en la Edad Media
      Sainte-Chapelle de     cuando había dudas sobre el proyecto o la continuación
      París.                 de una obra importante. Los expertos se reunían en un
                             congreso para contestar por escrito y bajo juramento, le-
                             vantándose acta de las discusiones.

                             Como hemos visto, las reglas medievales son reglas de
                             proporción que definen formas independientemente del
                             tamaño. Lo cual se cumple en este caso: se dobla el tama-
                             ño usual pero se mantienen las proporciones. Sin embar-
                             go, durante la construcción de la catedral, que empezó
                             por el ábside y que tenía un esquema de tres naves, surge
   18                                                                                                                                                                          19
Resulta curioso que estos dos "bandos" correspondían           es posible que en esa época tuvieran la seguridad para
                              prácticamente al origen de los expertos: 4 eran de Bar-        emitir un juicio tan determinante cuando no existía un
                              celona, 3 de Gerona y uno de Mallorca. También cabe            ejemplo de parecidas dimensiones? Sin duda alguna esto
                              resaltar los dos aspectos que fueron discutidos en la re-      demuestra los conocimientos que antaño existían en                  "
                              unión: por un lado está el estructural propiamente y por       los maestros góticos, fruto de alguna teoría común que
                                                                                                                                                                     Existen diferencias
                              otro el estético. Pues bien decían los que estaban a favor     compartían que permitía proyectar con seguridad inde-                  entre los arcos. En
                              de la nave única que ésta era más bella y hermosa. Es así      pendientemente del tamaño. Quizá se trata de la regla                  efecto, el entero es
                              como la parte técnica y la estética entran en interrelación,   que explicamos anteriormente, aunque esto no lo pode-                  aquel que está cons-
                              característica de todo el gótico. Podríamos decir que los      mos asegurar.                                                          tituido por un se-
                                                                                                                                                                    micírculo completo;
                              arquitectos barceloneses tenían envidia del proyecto de
                                                                                                                                                                    su cuerda pasa por
                              catedral de sus vecinos los gironeses y no querían que         En el Renacimiento aparecen grandes arquitectos en las                 el centro del círcu-
                              su catedral quedara eclipsada, por lo que se oponían           tierras italianas, y entre ellos, Leon Battista Alberti, nos           lo. Hay también un
                              al proyecto de una nave única. De este modo hubieron           dejó escrito en su libro De Re Aedificatoria muchos de                 tipo que más parece
                              ciertas disputas en el congreso pero finalmente, visto el      los conocimientos que el fue aprendiendo e investigan-                 tener naturaleza de
                                                                                                                                                                    dintel que de arco: lo
                              panorama, los miembros del Cabildo se decantaron por           do a lo largo de su experiencia profesional. El resultado
                                                                                                                                                                    llamamos rebajado,
                              la solución de tres naves, eso sí, con la firme oposición de   es un compendio del saber constructivo de la época que                 porque no es un se-
                              los tres que defendían la gran nave.                           demuestra una gran sabiduría por parte del autor en nu-                micírculo completo,
                                                                                             merosos temas: materiales, técnicas constructivas, puen-               sino una cierta parte
                                          En los años siguientes la obra estaba prácti-      tes, urbanismo, etc. En el capítulo XIII del libro tercero             de él; su cuerda está
                                          camente paralizada y se hacían trabajos se-                                                                               a una determinada
                                                                                             habla acerca de la naturaleza estructural de los arcos y
                                          cundarios, hasta que se nombra a Guillermo                                                                                distancia del cen-
                                                                                             distingue entre 3 tipos: el de medio punto, el rebajado y              tro y por encima de
                                          Bofill maestro de obra de la catedral y resu-      el apuntado.                                                           él. Existe también
                                          cita el proyecto de una sola nave. Entonces                                                                               el compuesto, que
                                          la manera de poder sacarlo adelante es cele-       Del arco rebajado nos explica que producen un podero-                  unos llaman angular
                                          brando otro congreso de expertos, pero esta                                                                               y otros agudo, que
                                                                                             so empuje, y que para contrarrestarlo se debe colocar un
                                          vez con mayor personas y de lugares distin-                                                                               consta de dos arcos
                                                                                             tirante de hierro en su base o, como hacían los antiguos,              rebajados, y en su
                                          tos, no solo Barcelona y Gerona. El congreso       construyendo grandes muros en sus dos laterales y con                  cuerda tiene los dos
                                          tiene lugar en 1416 y reúne a 12 arquitectos       un arco de descarga en su parte superior para aliviar el               centros de las dos
                                          quienes deberán contestar por escrito a 3          empuje. Del arco apuntado no explica que no lo utili-                  curvas que se cortan
                                          preguntas: la primera referente a la segu-
                                          ridad de la nave única, la segunda sobre la
                                                                                             zaban los antiguos, pero que funciona bien para resistir               mutuamente.
                                                                                                                                                                                 "
                                                                                             fuertes cargas verticales, especialmente en la clave. Por                        Cap. XIII
                                          propuesta de 3 naves y la última sobre cual        ello explica que es adecuado colocarlos en las entradas                 De Re Aedificatoria,
                                          forma o continuación es más compatible             de las torres. El arco de medio punto defiende que es el                            Alberti.
                                          con la cabecera ya terminada. La respuesta         más estable y lo considera el arco ideal, veámos:
                                          a la primera pregunta fue unánime y los 12         "
                                          afirmaron que la obra era segura y los estri-
                                          bos ya iniciados serían suficientes. Tan solo       Que el arco entero es el más sólido de todos se evidencia no sólo a partir de la experiencia
                                                                                             misma sino sobre todo razonada y dialécticamente. Y no veo de qué modo pueda venirse
                                          dos de ellos expresaron alguna duda sobre          abajo espontáneamente, a no ser que una dovela expulse a la otra; pero están tan lejos de
                                          resistir terremotos o huracanes.                   este peligro que incluso se refuerzan con su mutuo apoyo; es más, si por ventura comienza
                                                                                             a derrumbarse, la naturaleza de las cargas en que se apoyan o en que están embutidas las
                                                                                             dovelas lo impide. De ahí la afirmación de Varrón: en las estructuras de arco la parte iz-
Fig. 2.5  Vista interior de   Finalmente se optó por la solución de la gran nave, que
                                                                                             quierda está en pie gracias a la parte derecha en igual medida que la parte derecha lo está
      la gran nave y su en-   se terminó en 1598. Las grandes bóvedas llevan varios
      cuentro con la cabe-    siglos en pie, lo cual da la razón a todos aquellos que                                   "
                                                                                             gracias a la parte izquierda.
                                                                                                                                                                      Libro III. Cap. XIII
      cera de 3 naves.        defendieron esta opción. Pero la pregunta es ¿cómo                                                                            De Re Aedificatoria, Alberti.
   20                                                                                                                                                                                       21
"
                              A continuación nos habla de las bóvedas y insiste en la                                                                                       Hay, sin embargo,
                              necesidad de diferenciar el esqueleto resistente o la es-                                                                                    entre todos los tipos
                                                                                                                                                                           de bóveda uno solo
                              tructura del resto del edificio. Podríamos decir que esto                                                                                    que no requiere ar-
                              lo aprendió de la influencia gótica, presente en su tiem-                                                                                    madura [cimbra],
                              po, pero también esto lo aplicaban los antiguos romanos.                                                                                     la esférica, porque
                              Por ejemplo el Panteón de Roma contiene un entramado                                                                                         consta no sólo de
                              de arcos de ladrillo y machones que transfieren la carga                                                                                     arcos sino también
                                                                                                                                                                           de anillos. ¿Y quién
                              de la cúpula hasta la cimentación (figura 2.6). Además,                                                                                      sería capaz de referir
                              como buen renacentista, realiza analogías con los esque-                                                                                     o pensar qué inmen-
                              letos de animales:                                                                                                                           so es el número de
                              "                                                                                                                                            unos y otros, ensam-
                               Han observado los estudiosos de la naturaleza que, en lo to-                                                                                blados y dispues-
                              cante a los cuerpos de los seres vivos, ella llevó a cabo su traba-                                                                          tos de forma que se
                              jo de tal forma que nunca quiso que los huesos estuvieran en                                                                                 corten mutuamente
                              ningún momento separados y desunidos entre sí. De igual ma-           Fig. 2.7 Estabilidad de las cúpulas. Las esféricas son autoportantes   en ángulos iguales y
                              nera uniremos también nosotros las osaturas entre sí y las re-              en todas las etapas constructivas, siempre que se ejecuten los   desiguales, de forma
                              forzaremos hermosísimamente mediante nervios y ligaduras,                   anillos completos, y las poligonales son estables si contienen   que, sea cual fuere el
                              de modo que haya una serie continua y compacta de osaturas,                 dentro de su espesor un anillo circular. Mainstone 1977.         lugar en que hayas
                              con cuyo solo apoyo, incluso si faltare lo demás, pueda la obra                                                                              insertado una piedra
                              alzarse acabada en cuanto a miembros y firmeza.
                                                                                 "                                                                                         a lo largo y ancho
                                                                                                                                                                           de toda la bóveda,
                                              Libro III. Cap. XII. De Re Aedificatoria, Alberti.                                                                           te das cuenta de que
                                                                                                                                                                           has colocado una
                              Esto demuestra la conciencia de la jerarquía estructural                                                                                     dovela perteneciente
                              en la construcción, cada elemento tiene un cometido y                                                                                        a arcos y anillos?  "
                              disponiéndolos sabiamente es posible llevar a cabo la                                                                                            Libro III. Cap. XIV
                              obra. Otro ejemplo que demuestra sus amplios conoci-                                                                                             De Re Aedificatoria,
                              mientos está en las cúpulas. Alberti explica cómo éstas                                                                                                      Alberti.
                              se componen de arcos y anillos de tal manera que no ne-
                              cesitan cimbra para construirse, pues existen arcos dis-
                              puestos en vertical y horizontal (anillos) que permitan
Fig. 2.6 Reconstrucción       que la obra sea estable en construcción. También habla
      gráfica de la estruc-   sobre las cúpulas poligonales y explica como en determi-
      tura del muro del       nadas ocasiones también es autoportante: si dentro de su
      Panteón. Pier Olinto    espesor puede inscribirse un anillo circular (figura 2.7).
      Armanini 1893.
                              Además indica la necesidad de sujetar con ligaduras
                              las partes débiles de la cúpula con las partes fuertes y
                              construir un pequeño andamio con el que sujetar el peso
                              de los anillos que se construyan mas arriba hasta que
                              fragüen, e ir moviendo dicha estructura a medida que                  Fig. 2.8  Modelo constructivo de la cúpula de Santa Maria del Fio-
                              avanza la obra. Resulta curioso que este procedimiento,                     re ideado por Brunelleschi. No fue necesario el uso de cim-
                              tal como lo explica se refiere de forma implícita al méto-                  bras y se utilizó un aparejo en espina de pez. Existen varias
                              do ideado por Brunelleschi para la cúpula octogonal de                      interpretaciones, en la figura la reconstrucción de Sanpaolesi
                              Santa Maria del Fiore (figura 2.8).                                         (1941).

   22                                                                                                                                                                                                 23
Otro gran arquitecto italiano del Renacimiento fue An-                  contraposición con la sobrecarga. Resulta curioso que el
                               drea Palladio. En su tratado Los cuatro libros de la ar-                posible colapso no lo atribuyese a la posibilidad de fallo
                               quitectura pone de manifiesto el carácter proporcional,                 del material, sino únicamente a consideraciones geomé-
                               independientemente de la medida, de las reglas que                      tricas y de equilibrio. Es un primer germen del análisis
                               enuncia para el dimensionado de los distintos elemen-                   límite de los arcos que demuestra una vez más la sabidu-
                               tos. Por ejemplo, propone dar un tercio de la luz del vano              ría de los arquitectos de la historia.
                               a las pilastras que lo soportan en el caso de las arcadas de
                               las Logias (figura 2.9). Esto difiere respecto la regla antes           Es posible considerar como hipótesis entonces, que la
                               comentada de Derand, pues en esta última el tercio co-                  manera de "dimensionar" los elementos estructurales en
                               rrespondía a la proyección horizontal del perfil del arco               la antigüedad se basara simplemente en su geometría y
                               contiguo al estribo, lo cual resulta en una mayor esbeltez.             equilibrio, dando por sentado que las tensiones admisi-
                                                                                                       bles de los materiales de fábrica nunca serán sobrepasa-
                               Sin embargo, existe un informe pericial que este arqui-                 dos. De este modo el equilibrio radica en contrapesos,
                               tecto redactó acerca de la estabilidad de la Logia pública              es decir, en que los empujes se cancelen, y como conse-
                               del Palacio de Brescia (figura 2.10). Las pilastras de di-              cuencia de este saber, han aparecido las reglas propor-
                               cha Logia tenían unas dimensiones de un medio de la                     cionales que hemos ido comentando y que han llegado
                               luz del vano, por lo que Palladio en su informe afirma                  hasta nuestros días.
                               rotundamente su rotunda fiabilidad en las mismas, pues
                               hace más de un tercio, que es la regla que el mismo da en
                               su tratado. Lo interesante es que en un párrafo posterior
                               describe el proceso de colapso de las bóvedas aludiendo
                               al equilibrio de las distintas partes que la conforman:
                               "
                                En relación con las bóvedas que apoyan sobra las pilastras, nos
                               parece que el arquitecto las ha hecho de un grueso y propor-
                               ción convenientes, y que teniendo como apoyo unas pilastras
                               de forma tan robusta (como se ha dicho), no es posible que
                               aquella pequeña parte del arco, que se encuentra en la parte
                               alta de esas bóvedas (y que trata de descender más que ninguna
                               otra parte), por su propio peso pudiera enderezarse, para lo
                               que debería alargarse (por ejemplo medio brazo), y así empu-
                               jaría a las pilastras de cada lado un cuarto de brazo, y conse-
                               cuentemente con ellas todo el grandísimo peso que soportan.
                               Sucedería entonces que el esfuerzo del peso menor (que aquí
                               es el de esa porción del arco, con las personas que pudieran                                                                         Fig. 2.9  Aplicación de la
                               encontrarse encima), movería el mayor, que consta de todas las                                                                             regla del tercio a la
                               pilastras y de todo el muro que soportan, el arco del tejado in-
           Planta y sección                                                                                                                                               Iglesia de Il Reden-
Fig. 2.10                      cluido, lo cual es imposible, pues el menor peso movería al ma-
                                                                                                                                                                          tore de Palladio en
       de la Logia de Bres-
       cia. Los machones
                               yor. Así pues, no hay necesidad de pensar en estas frivolidades.    "                                                                      Venecia.
       centrales tienen 1/2        Informe pericial sobre la Logia del Palacio de Brescia. Palladio.
       del vano y los de las
       esquinas algo más,      Palladio explica que el colapso de las bóvedas sucede-
       cumpliendo con las      ría al descender la parte superior, y por tanto el arco
       reglas del propio Pa-   debe "enderezarse" haciendo que el empuje sea mayor
       lladio.
                               y tratando de girar las pilastras. Todo lo cual niega que
                               pueda suceder a causa del gran peso de la estructura en
    24                                                                                                                                                                                        25
su longitud? (figura 3.2). Entonces se plantea una viga
                                                                                         la cual alarga en sentido horizontal y se da cuenta que
                                                                                         no solo varia la longitud de la viga, sino su propio peso
                                                                                         también aumenta. De este modo concluye lo siguiente:
                                                                                         "
                                                                                          Podemos concluir, en consecuencia, que las magnitudes de las
                                                                                         fuerzas de prismas y cilindros del mismo grosor, pero de dis-
                                                                                         tinta longitud, están entre sí en proporción al cuadrado de sus
                                                                                         respectivas longitudes, o lo que es lo mismo, son proporciona-
                                                                                                                              "
                                                                                         les a los cuadrados de sus longitudes.

                                                                                                   Proposición III. Jornada segunda, pág. 223. Galileo.
                                                                                         Es así como en la actualidad, la fórmula por excelen-
                                                                                         cia para calcular el momento en una viga biapoyada es
                                                                                         q·L2/8, que nos indica que el momento varía según la luz Fig. 3.1 Resistencia límite
                                                                                         al cuadrado, como bien nos decía Galileo.                      de una ménsula car-
        CAPÍTULO                                                                                                                                           gada en su extremo.
              03 Los inicios del cálculo científico                                      A continuación se plantea comparar dos ménsulas cilín-
                                                                                         dricas semejantes de distinto tamaño concluye que los
"                              Galileo Galilei, en 1638 publica sus Consideraciones      momentos de los cilindros están en proporción sesquiál-
  ...abandonad, pues,      y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias.       tera con respecto a las resistencias de sus secciones. Es
 la idea que sustenta-     Las dos nuevas ciencias a las que se refiere son la cinemá-   decir, que el peso crece con el cubo mientras la resisten-
 bais, tal vez al uníso-
 no con otros muchos
                           tica y la resistencia de materiales. Realmente lo que in-     cia crece con el cuadrado. He aquí la imposibilidad del
 que han hecho estu-       tenta demostrar, y de hecho lo hace, es la imposibilidad      proyecto proporcional. Para acabarlo de demostrar, Ga-
 dios de mecánica, de      de la existencia de un principio proporcional en el dise-     lileo se enuncia el siguiente problema: supongamos una
 que las máquinas y        ño de una forma estructural. Lo cual es justo el principio    ménsula cilíndrica de una cierta dimensión que está en
 los artefactos com-       que había estado imperando hasta la época, por lo cual        unas ciertas condiciones de resistencia, si hacemos cre-
 puestos de la mis-
 ma materia y que
                           su aportación es realmente revolucionaria.                    cer la longitud de la ménsula, ¿en qué proporción debe
 mantienen con toda                                                                      aumentar su diámetro para que se mantengan las con-
 exactitud las mismas      Para ello Galileo se plantea el problema de la resisten-      diciones de resistencia? Esta pregunta la vamos a tratar
 proporciones entre        cia de una viga en ménsula con una carga puntual en           de responder juntos y, al obtener la respuesta veremos
 sus partes hayan de       su extremo (figura 3.1). Y se da cuenta que, si la viga       si concuerda con lo que dedució Galileo. Para ello nos
 ser igualmente o, por
 decirlo mejor, pro-
                           (prismática en este caso) está puesta de canto, es decir,     basaremos en las fórmulas que se nos han enseñado a
 porcionalmente dis-       con la mayor longitud de su sección en vertical, resistirá    lo largo de la carrera en materia de estructuras, y en vez
 puestas a resistir y a    un peso mayor en su extremo que si se coloca de forma         de realizarlo con un cilindro, lo resolveremos con una Fig. 3.2 Incremento del
 ceder a los choques y     inversa. Pero la pregunta es ¿cuánto más resistente será?     sección prismática. Partiremos de la fórmulas siguientes:     momento en la viga
 violencias externas,      Pues la respuesta que deduce es, que para un cierto ma-                                                                         a causa de su alarga-
 puesto que se puede
 demostrar geométri-
                           terial, el momento resistente es proporcional a el ancho      (1) Tensión (σ) = Momento (M) / Momento resistente (W)            miento.
 camente que las más       del prisma por el canto al cuadrado: b·h2. Este descubri-     (2) Momento (M) = Carga (q) · Luz2 (L2) / 8
 grandes son siempre,      miento no lo escribe de esta forma sino que lo enuncia        (3)* Momento resistente (W) = Base (b) · Canto2 (h2) / 6           * Esta fórmula tan
 proporcionalmente,        con proporciones geométricas.                                                                                                   sólo es válida para
 menos       resistentes                                                                 En este caso sólo consideraremos la viga cargada a peso           secciones prismáti-
 que las menores.  "       Además también se plantea la siguiente pregunta: ¿Cuál        propio, sin sobrecarga. De modo que la carga (q) la defi-         cas macizas.

     Jornada primera,      es la proporción según la cual va creciendo el momento        niremos en función de la sección de la viga y por metro
      pág. 70. Galileo.    de una viga a causa de su propio peso con relación a la       lineal de la misma:
26                                                                                                                                                                                 27
(4) q = b · h · Densidad material (ρ)                                           La argumentación de Galileo es clara y brillante. Resu-
                                                                                                                miendo diríamos que las estructuras que básicamente
                                Si sustituimos las fórmulas 2, 3 y 4 en la primera, obte-                       soportan su propio peso (como los animales y las es-
                                nemos lo siguiente:                                                             tructuras de fábrica), las cargas crecen con el cubo de las
                                                                                                                dimensiones lineales, mientras que la sección resistente
                                (5) σ = 6 · b · h · ρ2 · L = 6 · ρ · L
                                                          2           2
                                                                                                                crece con el cuadrado y, en conclusión, las tensiones cre-
   "                                        8·b·h              8·h                                              cen linealmente con el tamaño y por tanto, los elementos
       De lo que se ha          Dado que la densidad del material (ρ) y la tensión del                          estructurales pierden la semejanza geométrica. A esto se
      demostrado [...] se       mismo (σ) se mantienen constantes, las dos únicas varia-                        le denomina la ley del cubo-cuadrado. Si aplicamos es-
      infiere la imposibi-      bles serán la luz (L) y el canto (h). Y ya, a primera vista                     tas conclusiones a un ejemplo práctico, por ejemplo el
      lidad de poder, no
      sólo en el arte sino      observando la ecuación que hemos obtenido, podemos                              dimensionado de una losa de hormigón o un panel de
      en la misma natu-         ir haciéndonos una idea de que es lo que sucede con el                          CLT, podemos ver que ambas soluciones tienen un lími-
      raleza, aumentar los      canto al aumentar la luz. A la hipótesis de partida, llama-                     te cuando llegamos a una cierta luz, y por lo tanto dejan
      mecanismos hasta          remos al canto h1 y para el caso agrandado h2, el cual ha-                      de ser viables (gráfica 3.4).
      dimensiones inmen-        llaremos multiplicando la luz por un valor α cualquiera:                       2.0                                                                       Aumento         del

                                                            }
                                                                                                                                                                              Gráf. 3.4

                                                                                                   Canto (m)
      sas, de modo que se-
      ría imposible fabri-                                                                                     1.8                                                                   canto en función de
                                (6) h1 = 6 · ρ · L
                                                   2
      car naves, palacios                                                                                                                                                            la luz. Se observa la
                                           8·σ                   (8) h2 = α · h1
                                                                           2                                   1.6                                                      ón           curva parabólica que
      o templos enormes                                                                                                                                               ig
                                                                                                                                                                    m
                                (7) h2 = 6 · ρ · (αL)
                                                     2
      [...] tampoco podría                                                                                     1.4                                               or                  ratifica la ley del cu-
      la naturaleza hacer                    8·σ                                                               1.2                                         s   ah                    bo-cuadrado. Se ha
      árboles de un tama-                                                                                                                                Lo                          realizado el cálculo
      ño desmesurado, ya        Conclusión, al aumentar la luz α, el canto debe aumentar                       1.0
                                                                                                                                                                                     con un hormigón de
      que acabarían por         α2 para mantener la proporción de resistencia en ambos                         0.8                                                                   25MPa y una made-
      venirse abajo bajo        casos. De nuevo queda demostrado que las estructuras                           0.6                                                                   ra GL 24h, en ambos
      su propio peso. Se-       no se rigen por reglas proporcionales. Galileo llega a                         0.4                                                                   casos sin minorar la
      ría imposible, igual-     la misma conclusión, aunque de una forma distinta ya
      mente,       construir                                                                                                                                      CLT                resistencia del ma-
                                                                                                               0.2
      estructuras óseas de      que estas ecuaciones no estaban formuladas en aquella                                                                                                terial y únicamente
      hombres, caballos u       época. De este modo, para mantener las condiciones de                                0      10         20         30             40           50     soportando su pro-
      otros animales, que       resistencia pero con un tamaño mayor, los elementos de-                                                                                  Luz (m)     pio peso. Nótese la
      pudiesen mantener-        ben engruesarse de forma desproporcionada.                                      Observamos que para salvar una luz de 40 metros, na-                 diferencia en el cre-
      se y realizar sus pro-                                                                                    die se plantearía hacerlo con una losa de hormigón. Ni               cimiento de la cur-
      pios menesteres.
                       "        Para hacer más evidente y recalcar esta afirmación dibuja                       siquiera con 20 metros de luz resultaría rentable, ya que            va para estos mate-
                                                                                                                                                                                     riales. Su causa es el
           Jornada segunda,     un hueso de animal normal y otro 3 veces más largo, ha-                         solo para sostenerse (sin sobrecarga) harían falta más
                                                                                                                                                                                     peso propio de cada
           pág. 236. Galileo.   biendo aumentado nueve veces su grosor para mantener                            de 30cm de canto. Una solución podría ser postesar la                material: el hormi-
                                su resistencia. La imagen (figura 3.3) habla por si sola                        losa, pues optimiza la sección de la misma y reduce las              gón pesa 6 veces más
                                y demuestra la desproporción del nuevo hueso gigante.                           deformaciones a causa que el hormigón no fisura por el               que la madera.
                                Entonces para que esto no suceda solo hay dos opciones:                         "exceso" de compresión.
                                o encontrar un material más resistente o aceptar que el
                                de mayor dimensión será más débil en relación al de me-                         Otra opción sería elemento estructural y pasar de losa a
                                nor tamaño. De hecho, esto ocurre en los animales:                              cercha. La ventaja de la cercha es justamente que redu-
                                "                                                                               ce el peso propio, pues el material se sitúa en los extre-
                                 un perro pequeño podría llevar sobre sí dos o tres perros igua-                mos superior e inferior dejando huecos. Así es como se
                                les a él, mientras que no creo que un caballo pudiese sostener
         Efecto del au-                                                                                         pueden alcanzar luces mayores con un mismo material:
Fig. 3.3
      mento de tamaño en
                                ni siquiera un caballo de sus mismas medidas.  "                                disponiéndolo de una forma más óptima que permita
      huesos.                                                Jornada segunda, pág. 237. Galileo.                reducir el propio peso. De hecho, en los huesos, tanto
   28                                                                                                                                                                                                      29
de animales como de humanos, la naturaleza es lo sufi-
                             cientemente sabia para generar huecos allá donde no es
                             necesario disponer de material por tal de aligerar el peso
                             (figura 3.5).

                             Volviendo a la época de Galileo, si observamos estructu-
                             ras análogas pero de distinto tamaño, podremos ver una
                             cierta semejanza geométrica que de algún modo pone
                             de manifiesto el uso de reglas proporcionales en los an-
                             tiguos constructores (figura 3.6). A la izquierda tenemos
                             la cúpula de San Biagio en Montepulciano, en el centro
                                                                                                                                                           Fig. 3.7  A la derecha San-
                             San Pedro de Roma y a la derecha Santa Maria del Fio-
                                                                                                                                                                 ta Sofia de Salónica,
                             re en Florencia, todas dibujadas al mismo tamaño. Estas                                                                             y a la izquierda Santa
                             dos últimas cúpulas tienen una luz de 42m, el triple que                                                                            Sofia de Constanti-
                             la primera, de unos 14m. A pesar de su semejanza, si que                                                                            nopla. Dibujos a la
                             vemos una diferencia sustancial entre ellas, pues las de                                                                            misma escala (toma-
                             mayor tamaño poseen doble cáscara, mientras que la pe-                                                                              dos de Choisy 1899).
                             queña es de una sola cáscara. Esto favorece la reducción
                             del peso propio, lo que permite que con el mismo mate-
                             rial se pueda resistir más carga. Sin embargo, nos puede
                             surgir la duda de si realmente es posible proyectar con
                                                                                                                                5.El texto de dicha
                             una ley de semejanza geométrica dada la demostración         contradecir a el descubrimiento        carta aparece citada
Fig. 3.5 Sección longitu-    de la imposibilidad del proyecto proporcional. ¿Donde        de Galileo y la ley del cubo-cua-      por Stüssi y según
      dinal del humero.      queda la ley del cubo-cuadrado en este caso?                 drado.                                 la traducción de S.
                                                                                                                                 Huerta, dice así: "Yo,
                                                                                          Otro ejemplo muy particular re-        su esclavo, he tenido
                                                                                                                                 conocimiento, de que
                                                                                          sulta el proyecto para un puen-        usted tiene la inten-
                                                                                          te de 240 metros de luz sobre el       ción de construir un
                                                                                          Cuerno de Oro en Estambul. Y           puente entre Galat-
                                                                                          el proyectista no era nada más         ta y Estambul, pero
                                                                                          ni nada menos que Leonardo da          que no ha construi-
                                                                                                                                 do todavía, pues no
                                                                                          Vinci, quien supo acerca del an-       ha encontrado nin-
                                                                                          helo del Sultán de construir un        gún Maestro. Yo, su
                                                                                          puente sobre el Cuerno de Oro,         esclavo, lo sé. Yo lo
                                                                                          y a lo cual se ofreció para dise-      construiré, un arco
Fig. 3.6 Comparación de      Y este no es el único caso, si comparamos las iglesias de    ñarlo (figura 3.9). El proyecto ha     tan grande que na-
      la sección de tres                                                                                                         die podrá explicarse
                             Santa Sofia de Constantinopla y la de Salónica vuelve a      llegado hasta nuestros días gra-       cómo se puede andar
      cúpulas al mismo       suceder lo mismo (figura 3.7). Esta última es 3 veces más    cias a una carta5 que Leonardo         sobre él, de tan alto
      tamaño. De izquier-    pequeña que la primera, y en cambio la proporcionali-        envió al Sultán hacia 1503 y que       que es [...] Y lo cons-
      da a derecha: San                                                                                                                                    Fig. 3.8 Chimeneas      de
                             dad del tamaño es evidente.                                  el ingeniero suizo F. Stüssi (1953)    truiré de forma que
      Biagio (14m de luz),                                                                                                                                       fábrica de distintos
                                                                                          recogió y analizó. Según el ma-        pueda pasar bajo él
      San Pedro de Roma                                                                                                          un barco con las ve-            tamaños, todas di-
      (42m de luz), San-     Para más inri, en el caso de chimeneas de fábrica ocu-       nuscrito, el puente presentaba         las desplegadas." (El           bujadas al mismo ta-
      ta Maria del Fiore     rre justo lo contrario: a medida que aumenta el tamaño       un arco rebajado de 240 metros         barco puede verse en            maño para comparar
      (42m de luz).          disminuye la sección (figura 3.8). Todo lo cual parece       con unos estribos, según Stüssi,       el dibujo).                     su sección.
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de 60 metros. Lo cual supone 1/4 de la luz y está en con-     hasta la época, no habían tenido nunca en cuenta. Pues
                               cordancia con las reglas renacentistas para los estribos      cuando leíamos a Palladio acerca del posible colapso de
                               de puentes (Alberti cita justamente esta proporción para      unas bóvedas, en ningún momento menciona el hipoté-
                               puentes). En la clave el espesor ronda los 1/20 1/30 de la    tico fallo del material, es decir, que se supere su tensión
                               luz, lo cual también era habitual en los arcos de puentes     admisible.
                               y edificios. Además, el propio Stüssi se encargó de ve-
                               rificar si realmente el proyecto era viable realizando un     Por otro lado, hay que tener en cuenta que las fórmu-
                               análisis elástico del arco, y obtuvo una tensión máxima       las con las que demostramos la ley del cubo-cuadrado
                               en la clave de 10 N/mm2 suponiendo una fábrica de peso        son utilizadas para el cálculo a flexión en elementos es-
                               específico 28 kN/m3.                                          tructurales, como lo son las vigas con las que Galileo se
                                                                                             plantea las distintas cuestiones que va resolviendo en su
                                                                                             tratado. Y como hemos dicho en el capítulo primero, la
                                                                                             virtud de un arco radica en convertir un momento flec-
                                                                                             tor en un axial, pues las estructuras de fábrica no pueden
                                                                                             resistir flexiones a causa de tener una resistencia nula
                                                                                             a tracción. Por tanto, parece ser que estamos tratando
                                                                                             de aplicar una ley, la del cubo-cuadrado (que es cierta,
                                                                                             según ya demostramos) en un lugar donde no le corres-
                                                                                             ponde, pues las fábricas no trabajan a flexión sino a axial.
                                                                                             Entonces, ¿Galileo cometió un error al negar el proyecto
                                                                                             proporcional que empleaban los maestros arquitectos?
                                                                                             ¿Y, sino es la ley del cubo-cuadrado, que ley o teoría esta
                                                                                             detrás de la estabilidad de las estructuras de fábrica?

Fig. 3.9 Ala izquierda el      Una ejecución con algún tipo de aligeramiento proba-
     proyecto de Leonar-
                               blemente reduciría esta tensión considerablemente. En
     do da Vinci para un
     puente de 240m de         cualquier caso, esto demuestra la viabilidad del proyecto
     luz sobre el Cuer-        a pesar de utilizar reglas proporcionales, ya que Leonar-
     no de Oro en Es-          do no introdujo ningún cambio en la geometría a pesar
     tambul. Leonardo          del tamaño extraordinario.
     parece preocuparse
     por darle la forma        Por tanto, estamos ante una contradicción evidente entre
     correcta al puente y      lo que hemos demostrado acerca de la ley cubo-cuadra-
     por la ejecución de       do y la realidad de las obras construidas y de la práctica
     las cimbras. A la de-
                               de los maestros constructores del pasado. En algún lugar
     recha la comproba-
     ción de su viabilidad     debe haber un error.
     por parte de F. Stüssi,
     quien demuestra que       Si repasamos las consideraciones de Galileo, éstas tienen
     las tensiones serían      en cuenta la resistencia del material, por primera vez en
     aceptables para una       la historia de la construcción. Es decir, tiene en conside-
     fábrica ordinaria.        ración este nuevo parámetro a la hora de realizar o pro-
                               yectar un elemento estructural, cosa que los arquitectos,
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